241
Conocer para transformar ii. Nuevas investigaciones sobre Ciencia, Tecnología y Sociedad en América Latina: Selección de trabajos presentados en el V Taller de Jóvenes Investigadores en Ciencia, Tecnología y Sociedad y II Escuela Doctoral Iberoamericana en Estudios Sociales y Políticos de la Ciencia Editores: Pablo Kreimer, Hebe Vessuri y Antonio Arellano. Caracas 2012

Conocer para transformar

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Nuevas investigaciones sobre Ciencia, Tecnología y Sociedad en América Latina: Selección de trabajos presentados en el V Taller de Jóvenes Investigadores en Ciencia, Tecnología y Sociedad y II Escuela Doctoral Iberoamericana en Estudios Sociales y Políticos de la Ciencia Los estudios sociales de la ciencia y la tecnología (ESCYT) en América Latina constituyen un campo dinámico y prácticamente consolidado durante las últimas décadas, con redes de investigadores, centros de investigación, programas de posgrado, revistas especializadas, y diversos eventos nacionales y regionales. En este sentido se puede señalar que desde que ha tomado mayor impulso el proceso de conformación de un verdadero campo (en particular desde los años noventa), se institucionalizó la organización de congresos periódicos que tuvieron el doble efecto de ofrecer un espacio de encuentro y de debate a los investigadores más experimentados, correspondientes a la primera y segunda generación de especialistas (generalmente formados en los países centrales, y como un fuerte estímulo a la incorporación de jóvenes que fueron interesándose en forma creciente por el estudio de los aspectos sociales y políticos de las ciencias y las tecnologías.

Citation preview

  • Conocer para transformar ii. Nuevas investigaciones sobre

    Ciencia, Tecnologa y Sociedad en Amrica Latina:

    Seleccin de trabajos presentados en el V Taller de Jvenes Investigadores en Ciencia, Tecnologa y Sociedad y

    II Escuela Doctoral Iberoamericana en Estudios Sociales y Polticos de la Ciencia

    Editores: Pablo Kreimer, Hebe Vessuri y Antonio Arellano.

    Caracas2012

  • Servicio de Informacin y Documentacin. UNESCO-IESALC. Catalogacin en fuente.

    CONOCER PARA TRANSFORMAR II: Nuevas investigaciones sobre Ciencia, Tecnologa y Sociedad en Amrica Latina: Seleccin de trabajos presentados en el V Taller Jvenes Investi-gadores en Ciencia, Tecnologa y Sociedad y II Escuela Doctoral Iberoamericana en Estudios Sociales y Polticos de la Ciencia y Antonio Arellano, Pablo Kreimer y Hebe Vessuri.- Caracas: UNESCO-IESALC, 2012.

    1. Ciencia 2. Sociedad 3. Amrica Latina 4. Caribe I. Kreimer, Pablo, ed. II. Vessuri, Hebe, ed. III. Arellano, Antonio, ed.

    UNESCO-IESALC, 2012

    Los resultados, interpretaciones y conclusiones que se expresan en esta publicacin correspon-den a los autores y no reflejan los puntos de vista oficiales del UNESCO-IESALC. Los trminos empleados, as como la presentacin de datos, no implican ninguna toma de decisin del Secre-tariado de la Organizacin sobre el estatus jurdico de tal o cual pas, territorio, ciudad o regin, sobre sus autoridades, ni tampoco en lo referente a la delimitacin de las fronteras nacionales.

    Este libro est disponible en el sitio del UNESCO-IESALC www.iesalc.unesco.org.ve, de donde puede ser descargado de manera gratuita en versin idntica a la impresa.

    Instituto Internacional para la Educacin Superior en Amrica Latina y el CaribeJavier Botero, Presidente del Consejo de AdministracinPedro Henrquez Guajardo, Director

    Direccin: Edificio AsovincarAv. Los Chorros c/c Calle Acueducto, Altos de SebucnApartado Postal 68.394Caracas 1062-A, VenezuelaTelfono: 58 212 2861020Fax: 58 212 2860326Correo electrnico: [email protected] web: http://www.iesalc.unesco.org.veApoyo Tcnico: Minerva DEla Diseo de cartula: Anghelo Manuel RodrguezDiagramacin: Anghelo Manuel RodrguezISBN: 978-980-7175-16-6Depsito Legal: lf204201234004565

  • ndice

    Introduccin ............................................................................................................ 5

    Spiess, Maiko Rafael. Doenas, Estatsticas E Moralidade: Subsdios Para O Estudo Da Construo Social Dos Enunciados Epidemiolgicos ................................................................ 11

    Goebel Mc Dermott, Anthony. La Construccin Social Del Conservacionismo Estatal Costarricense Y Su Rol Como Condicionante De La Insercin Definitiva De Los Bosques En El Mercado Mundial Contemporneo (1883-1955) ........................ 39

    Jacinski, Edson. Sentidos De Las Interacciones Entre Tecnologa Y Sociedad En La Formacin De Ingenieros: Lmites Y Posibilidades Para Repensar La Educacin Tecnolgica. ....................................................................................................... 73

    Jurez, Paula. Poltica Tecnolgica Para El Desarrollo Inclusivo En Instituciones Pblicas De I&D: Cmo Se Construye Su Funcionamiento? (Argentina, 2004-2009) ................................................................................... 97

    Fressoli, Juan Mariano. Ms All De Los Supuestos De Las Controversias. El Caso Del Funcionamiento Y No-Funcionamiento De La Clonacin Embrionaria ....................... 127

    Pellegrini, Pablo Ariel. Produccin Y Uso Del Conocimiento Cientfico Sobre Cultivos Transgnicos En La Argentina ............... 149

    Dias, Lucimei Ricas. Uma Controvrsia Cientfica Pblica: O Caso Do Programa Alimentar Multimistura .................................. 169

    Arboleda Castrilln, Tania. La Comunicacin Pblica De La Ciencia En Movimiento .......................................................................... 189

    Britto, Marco Antnio de Melo. Copersucar-Fittipaldi: Uma Escuderia De Frmula Um Brasileira ............................................ 213

  • ntroduccin

    Los estudios sociales de la ciencia y la tecnologa en Amrica Latina

    Los estudios sociales de la ciencia y la tecnologa (ESCYT) en Amrica Latina constituyen un campo dinmico y prcticamente consolidado durante las ltimas dcadas, con redes de investigadores, centros de investigacin, programas de posgrado, revistas especializadas, y diversos eventos nacionales y regionales.

    En este sentido se puede sealar que desde que ha tomado mayor impul-so el proceso de conformacin de un verdadero campo (en particular desde los aos noventa), se institucionaliz la organizacin de congresos peridicos que tuvieron el doble efecto de ofrecer un espacio de encuentro y de debate a los in-vestigadores ms experimentados, correspondientes a la primera y segunda gene-racin de especialistas (generalmente formados en los pases centrales, y como un fuerte estmulo a la incorporacin de jvenes que fueron interesndose en forma creciente por el estudio de los aspectos sociales y polticos de las ciencias y las tecnologas.

    As, por un lado, varias generaciones de investigadores se han ido forman-do en los diversos posgrados que surgieron o se consolidaron en diversos pases y, por otro, la organizacin peridica de jornadas de jvenes investigadores (desde el ao 2000) o de escuelas doctorales ofreci tambin un espacio para que nuevas generaciones presentaran y confrontaran sus trabajos, interactuaran entre ellos y con los investigadores ms experimentados, y fueran garantizando, en suma, la reproduccin de este campo, proponiendo nuevos temas, y ampliando las fronte-ras temticas y disciplinarias.

    Sin embargo, aunque estos estudios continan su avance en nuestra regin, siguen presentndose los desafos sealados en otras reflexiones, a saber: intensi-ficar la internacionalizacin, esto es hacer ms visibles fuera de la regin los resul-tados de las investigaciones para que sean conocidas por colegas de otras regiones del mundo; avanzar en la consolidacin del campo mediante el fortalecimiento de los estndares de investigacin y metodolgicos de orden internacional; y formu-lar agendas de investigacin y proponer objetos de anlisis que sean social y po-lticamente robustos, en un compromiso ciudadano con nuestras sociedades, que aun enfrentan los problemas relacionados con el desarrollo cientfico-tecnolgico y social (y sobre todo de un uso efectivo de los conocimientos CyT para el desa-rrollo social), as como de la consolidacin democrtica. Estos desafos (interna-cionalizacin, excelencia y robustez) deben ser respondidos simultneamente, ya

  • que los tres son requisitos para la conformacin de un campo de investigaciones maduro y, si se descuidara alguno de ellos, el proyecto quedara seriamente debi-litado.

    Los estudios sociales de la ciencia y la tecnologa tienen tambin desafos de orden cognitivo y de demarcacin, de modo que resulte provechoso incorporar los aportes de otros campos, como los estudios sobre la cultura, saberes tradicio-nales, la economa del conocimiento, la museologa, la historia social, los estudios bibliomtricos o los trabajos de economa del cambio tecnolgico o gestin de la innovacin, entre otros. Tambin parece necesario evitar que las perspectivas histricas sobre el conocimiento, las ciencias y las tecnologas se escindan de los estudios que, desde diversas matrices disciplinarias, toman como objeto los tiem-pos presentes. Al mismo tiempo, resulta til preguntarnos, simtricamente, qu aportes estn realizando los estudios sociales de la ciencia y la tecnologa a otros campos de investigacin de las ciencias sociales, y cmo fomentar estos vnculos. As, el grado en que las interacciones se produzcan y se aprenda de disciplinas muy dinmicas ser sin duda una medida del xito del desarrollo del propio ES-CYT.

    Teniendo estos objetivos como orientacin, se llev a cabo entre el 28 de junio y el 1 de julio de 2011, en la Ciudad de San Jos, en Costa Rica, la II Escuela Doctoral Iberoamericana y V Encuentro de Jvenes Investigadores en Estudios Sociales sobre la Ciencia y la Tecnologa. Ello se gener en el contexto de la parti-cular atencin dirigida a la mejora de los estndares de investigacin de la nueva cohorte de investigadores del mbito de los Estudios Sociales y sobre la Ciencia y la Tecnologa, del enriquecimiento de nuevos espacios para el desarrollo del conocimiento y el debate intelectual. Adems ello fue acompaado por la convic-cin de que el intercambio de conocimientos, habilidades y prcticas, constituye una forma idnea de contribuir al desarrollo en la regin. El evento se organiz bajo el auspicio de la Red CYTED sobre el Uso de la Ciencia para la Cohesin So-cial, de ESOCITE (la Sociedad Latinoamericana en Estudios Sociales de la Cien-cia y la Tecnologa), y de la Universidad de Costa Rica.

    Este encuentro acadmico tuvo como principal objetivo incidir en la po-tenciacin de las redes de conocimiento entre los investigadores y las instituciones de investigacin y de formacin en el campo de los ESCYT de Amrica Latina. La idea consista en que los doctorandos y nuevos doctores tuvieran un espacio privilegiado en la formacin de una comunidad cientfica en este dominio, com-partido con investigadores con mayor trayectoria en la comunidad investigadora en el espacio latinoamericano. Concretamente, se trataba de debatir colectiva-mente las preguntas y los diseos de investigacin, las metodologas utilizadas y los avances realizados en las nuevas investigaciones doctorales.

  • Para ello, los grupos activos de la regin fueron invitados a que sus inves-tigadores jvenes presentaran resmenes en donde expusieran el tema que esta-ban trabajando, el abordaje conceptual y metodolgico, los principales avances registrados en sus investigaciones, las conclusiones preliminares y las principales referencias bibliogrficas. Todos los resmenes fueron avalados por sus respecti-vos directores de tesis.

    Un comit cientfico conformado por los doctores H. Vessuri (Venezuela), P. Kreimer (Argentina) y A. Arellano (Mxico) evalu los resmenes presenta-dos, segn su calidad y pertinencia. Los trabajos presentados fueron elaborados escogiendo algn aspecto de sus investigaciones que pudiera sostenerse como un captulo independiente (o como un artculo publicable), y en la seleccin se prest una particular atencin a que hubiera una adecuada distribucin de la calidad y la representacin por pases, gnero e instituciones. Durante el evento, cada autor realiz una presentacin de su tema; recibi rplicas de dos comentaristas, una del grupo de jvenes investigadores, y otra del grupo de investigadores consolida-dos en el campo.

    Del conjunto de trabajos presentados durante la Escuela doctoral, y toman-do en consideracin los comentarios realizados durante el proceso de presenta-cin y discusin se seleccionaron 9 textos para ser publicados en este volumen, los que fueron sometidos a un comit de lectura que realiz una rigurosa evalua-cin, hizo observaciones, sugiri cambios y mejoras para cada uno de ellos. Los captulos que componen este libro muestran, por lo tanto, una parte de la riqueza de ideas, temas y enfoques que se discuten hoy en la regin. A continuacin se presenta una breve descripcin del contenido de los textos, de modo de orientar a los lectores interesados en una u otra temtica:

    Maiko Spiess aborda el tema de la construccin social de los enunciados epidemiolgicos a partir de las dolencias, las estadsticas y la moralidad. A travs de dos estudios de caso, el autor revisa la comprensin de los procesos de salud y enfermedad en la actualidad, y su desarrollo en el tiempo, en relacin con el surgimiento de las tecnologas estadsticas, el razonamiento probabilstico y las nociones de salud pblica. El trabajo caracteriza los enunciados epidemiolgicos entendidos como conjuntos socio-tcnicos, movilizados para crear aplicaciones de gobierno y polticas, sobre todo en el campo de la salud pblica.

    Mariano Fressoli discute los supuestos del anlisis de controversias a partir del caso del funcionamiento -o no- de la clonacin embrionaria. Estudia el modo en que se construy la controversia sobre la clonacin embrionaria, el papel que le otorgaron los investigadores a sus organismos, modelos e instrumentos en la resolucin de la controversia, los mecanismos de clausura y de resignificacin

  • del problema y las trayectorias post-clausura as como los desplazamientos pro-ducidos como resultado de la misma. Analiza cmo la controversia afect la via-bilidad de la clonacin de mamferos y las estrategias posteriores de bilogos pertenecientes a diferentes matrices de construccin de la resolucin de proble-mas.

    Pablo Pellegrini analiza la produccin y uso del conocimiento cientfico a partir del caso de los cultivos transgnicos en Argentina, pas que constituye un lugar particularmente interesante para el anlisis, puesto que ha sido uno de los primeros en adoptar los cultivos transgnicos y se posicion luego entre los que mayor cantidad de hectreas le dedican a esta agricultura. El autor parte de preguntarse la razn de una aparente paradoja: por un lado, este pas fue pionero en la regulacin en bioseguridad sobre biotecnologa agropecuaria, sus cientfi-cos han desarrollado plantas transgnicas poco tiempo despus de que se hubiera producido la primera a nivel mundial. Adems, diversas empresas participan en el entramado de la biotecnologa vegetal a nivel local. Sin embargo, a diferencia de otros pases que tuvieron un desarrollo similar (Brasil) o que no lo permitieron (Francia) no ha habido en la Argentina una verdadera controversia sobre el uso de los transgnicos.

    Anthony Goebel presenta el proceso de construccin social del movimien-to conservacionista estatal en Costa Rica y su papel en la insercin de los bosques como mercanca mundial. Segn el autor, en el caso costarricense las motiva-ciones para proteger los bosques ribereos, pas por cambios importantes a lo largo del tiempo, relacionados con las transformaciones econmicas y polticas de Estado que reflejaban los intereses cambiantes de sectores dominantes, as como una compleja interaccin con los paradigmas de desarrollo prevalentes a nivel internacional.

    Paula Jurez analiza la poltica tecnolgica para el desarrollo inclusivo a partir del anlisis de su construccin en instituciones de carcter pblico. Se con-centra en el estudio del proceso de creacin e implementacin de un Programa Nacional en el Centro de Investigacin y Desarrollo para la Pequea Agricultu-ra Familiar en el Instituto Nacional de Tecnologa Agropecuaria de la Argentina (INTA), en el perodo 2004-2009. La autora investiga las tensiones sobre la pro-duccin del conocimiento y el proceso de negociacin y organizacin de una po-ltica de ciencia y tecnologa. Aporta explicaciones sobre el diseo e implementa-cin de tecnologas para la inclusin social y propone insumos para la generacin de polticas pblicas

    Lucimeri Dias analiza la serie de controversias cognoscitivas que vive el programa alimentario de nios denominado Programa Alimentar Multimistu-

  • ra en Brasil. La autora rastrea el orden histrico en que se desarroll el debate entre el conocimiento cientfico y el conocimiento popular en la evaluacin de la mezcla alimentaria (multimistura) en cuanto a sus propiedades nutricionales y sus condiciones higinico-sanitarias. Propone una divisin en arenas de dis-cusin entre laboratorios y contra-laboratorios, especialistas y legos, desde la formulacin hasta la discusin en torno a la posible adopcin de la multimistura como una poltica pblica alimentaria.

    Edson Jacinski discute los lmites y posibilidades de la educacin tecnol-gica a partir de las significaciones de la interaccin tecnologa sociedad. En su trabajo hace un abordaje socio-cultural y constructivista del curriculum de dos carreras de ingeniera en la Universidad Tecnolgica Federal de Paran, en Brasil, con el propsito de enfrentar la tensin determinista y los desafos regionales para la configuracin de un nuevo perfil del ingeniero que responda a los desafos que tiene la sociedad brasilea. Las cuestiones educativas son consideradas en su relacin con el debate social ampliado de las interacciones entre tecnologa y sociedad.

    Tania Arboleda estudia la comunicacin pblica de la ciencia en movi-miento. Propone una mirada alternativa en el anlisis de procesos de comuni-cacin y produccin de sentido que involucran conocimiento cientfico, para in-dagar si los distanciamientos cognitivos y geopolticos que operan en el modelo difusionista de la comunicacin de la ciencia institucionalizada se reproducen en espacios comunicativos alternos. Analiza dos casos concretos en espacios pbli-cos alternativos de Colombia, que buscan promover el referendo por el agua, una iniciativa promovida desde movimientos sociales que reivindican el derecho al agua como un bien pblico y un derecho humano fundamental. Estos movimien-tos resultan de inters en la medida en que la produccin de sentido sobre el agua que generan involucra diversos saberes, incluido el cientfico.

    Finalmente Marco Antonio Britto analiza el proceso sociotcnico de la puesta en escena de la escudera de autos F1 Copersucar-Fittipaldi, en Brasil, en-tre mediados de la dcada de los 70s y primeros aos de los 80s Utilizando el enfoque del actor-red, explora el proceso de creacin y manutencin de una es-cudera, con sus negociaciones, discusiones, controversias, bsqueda de aliados y la formacin de estrategias de yuxtaposicin de elementos heterogneos. En su enfoque, las organizaciones, poder, artefactos e ideas son vistos como efectos de redes que estn siempre en proceso de cambio y pueden as ser vistos como verbos y no como sustantivos. (completar)

    Las orientaciones temticas de los trabajos que se presentan en este libro conforman una buena muestra de las agendas de investigacin que predominan

  • hoy en los ESCYT en los pases latinoamericanos: anlisis de la produccin y los usos sociales de los conocimientos y las tecnologas, la circulacin y controversias de conocimientos entre actores acadmicos y otros actores de la sociedad, anlisis de orientaciones de poltica CyT, reconstruccin de desarrollos y movimientos tecnocientficos, nuevos objetos emergentes (OGM, ambiente), y la mirada crti-ca acerca del estudio de la comunicacin pblica de la ciencia y la formacin de ingenieros.

    Agradecemos el importante apoyo del CYTED (Programa Iberoamerica-no de Ciencia y Tecnologa para el Desarrollo) a travs de sus Redes Temticas -Anlisis sobre el Uso de la Ciencia para la Cohesin y la Inclusin Social y sobre La dinmica de la ciencia y la sociedad, de ESOCITE (Sociedad Latinoamericana en Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnologa) y UNESCO-IESALC en cuya editorial se publica tambin este volumen.

    Pablo Kreimer, Hebe Vessuri, Antonio Arellano

    Pablo KreimerSocilogo y Doctor en Ciencia, tecnologa y sociedad, es Investigador Principal del CONICET, Argentina. Dirige el Centro Ciencia, Tecnologa y Sociedad en la Universidad Maimnides, y es Profesor Titular de la Universidad Nacional de Quilmes, Argentina. Ha publicado numerosos trabajos sobre las dinmicas de los campos cientficos, las relaciones entre produccin - uso de conocimientos, y sobre las relaciones entre centros y periferias en un mundo globalizado, entre otros temas. Hebe VessuriAntroploga social, investigadora emrita del Instituto Venezolano de Investigaciones Cientficas (IVIC) y actualmente Investigadora Adjunta a la Direccin, Centro de Investigaciones en Geografa Ambiental (CIGA-UNAM), Campus Morelia, Mxico. Lneas de investigacin: Ciencia, tecnologa, cultura y desarrollo; Educa-cin superior y ciencia en Amrica Latina; Las ciencias sociales en la era de la globalizacin; Conocimiento experto y democratizacin de la sociedad.

    Antonio Arellano HernndezAntroplogo de ciencias y tcnicas, Investigador Nacional y Miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, Mxico. Investigador del Instituto de Estudios sobre la Universidad de la Universidad Autnoma del Estado de Mxico Sus lneas de investigacin versan sobre antropologa de la tecnociencia, epistemologa social y etnografas del conocimiento y la tecnicidad.

  • 11

    Doenas, Estatsticas E Moralidade:

    Subsdios Para O Estudo Da Construo Social Dos

    Enunciados Epidemiolgicos

    Maiko Rafael Spiess (*)

    Resumen Este artculo plantea preguntas sobre el papel de la epidemiologa en la comprensin contempornea de los procesos colectivos de enfermedad y la salud, y su formacin socio-histrica (en relacin con la aparicin de las tecnologas estadsticas, el razonamiento probabilstico y las nociones de Salud Pblica). El artculo tambin presenta dos estudios de discusiones epidemiolgicas: i) el caso de la asociacin entre la exposicin pasiva al humo del tabaco y el riesgo de cncer y enfermedades cardiovasculares, analizado desde un artculo cientfico, publicado en 2003, que contradice la idea establecida de que la exposicion pasiva al humo como factor de riesgo para enfermedades, ii) la redefinicin histrica de la relacin entre la dieta, el colesterol y las enfermedades cardiovasculares (hiptesis de los lpidos), comprendida mediante la comparacin de diferentes resultados epide-miolgicos.

    (*) Maiko Rafael Spiess formado em Cincias Sociais pela FURB - Universidade Regional de Blumenau (SC). Possui mestrado e cursa atualmente o doutorado em Poltica Cientfica e Tecnolgica pela Universidade Estadual de Campi-nas (UNICAMP), com bolsa da Coordenao de Aperfeioamento de Pessoal de Nvel Superior (CAPES). Suas reas de interesse incluem: Sociologia do Conhecimento, Sociologia da Cincia e Tecnologia, Novas Tecnologias e Tecnologias de Informao e Comunicao (TICs), Cincias Mdicas e Epidemiologia. membro do Grupo de Estudos Sociais da Cincia e da Tecnologia, do Departamento de Poltica Cientfica e Tecnolgica (DPCT). Endereo para contato: [email protected]

  • 12

    CONOCER PARA TRANSFORMAR II: Nuevas investigaciones sobre Ciencia, Tecnologa y Sociedad en Amrica Latina.

    De los resultados de los estudios de caso, el artculo propone caracterizar los enunciados epidemiolgicos como conjuntos socio-tcnicos, donde los ele-mentos tcnicos (base de datos, mtodos estadsticos, etc.) y sociales (nociones de moralidad y de riesgo) estn simtricamente movilizados para crear aplicaciones de gobierno y polticas, sobre todo en el campo de la Salud Pblica. En base a esta hiptesis, el documento propone tres dimensiones de anlisis para entender la construccin de las declaraciones epidemiolgicas: i) la clasificacin de elementos de infraestructura heterogneos, ii) la determinacin social del conocimiento, iii) el cierre y formalizacin. Finalmente, se presentan algunas consideraciones para posterior anlisis de los resultados de la epidemiologa, desde estas conclusiones.

    Abstract

    This paper addresses questions about the role of Epidemiology in the con-temporary understanding of collective processes of disease and health, and its socio-historical background (related to the emergence of statistical technologies, probabilistic reasoning and Public Health concepts). The paper also describes two epidemiological controversies: i) the case of the association between exposure to tobacco smoke, cancer and cardiovascular disease risks, based on the analysis of a scientific paper published in 2003 that contradicts the established notion of the exposure to toxic smoke (ETS) as a disease risk factor; ii) the historical redefini-tion of the relationship between diet, cholesterol and cardiovascular diseases (lipid hypothesis), presented through the comparison between different epidemiologi-cal results on this subject.

    From the case studies, it proposes the characterization of epidemiological statements as socio-technical assemblages, where both technical (databases, sta-tistical methodologies etc.) and social elements (notions of morality and risk) are symmetrically engineered to create statements with governmental and political uses, particularly for Public Health. Based on this hypothesis, it proposes three analytical dimensions for analysing the construction of epidemiological state-ments: i) sorting of heterogeneous infrastructural elements; ii) social determination of knowledge, iii) closure and formalization. Finally, from the reported results it presents some considerations for further analysis of Epidemiology.

    Introduo

    Os conceitos complementares de doena e sade so socialmente deter-minados e expressam ideais de segurana, bem-estar e normalidade de distin-tos contextos sociais (Douglas, 1976; Turner, 2000). Por exemplo, nas sociedades

  • 13

    Doenas, Estatsticas E Moralidade: Subsdios Para O Estudo Da Construo Social Dos Enunciados Epidemiolgicos

    pr-modernas, doena e sade so conceitos intrinsecamente relacionados com noes religiosas de pureza e perigo. Nesses casos, um tabu que divide o mundo nos termos de um binmio aceitvel/no-aceitvel uma espcie de mecanismo conceitual que confere estruturas e significados ao mundo: as pessoas adoeceriam no por conta de um lapso relacionado s regras de higiene, mas porque elas transgrediram uma norma social ou tabu que separava o sagrado do profano (Turner, 2000: 10).

    Na sociedade ocidental contempornea, as doenas so compreendidas de modo aparentemente distinto, principalmente atravs de elaboraes e mtodos cientficos: a etiologia das doenas compreendida em termos da exposio dos indivduos e populaes a elementos ambientais (por exemplo, micrbios ou po-luentes) ou em relao a hbitos diversos, sejam eles ocupacionais, de alimen-tao ou at mesmo sexuais. Alm disso, no mundo contemporneo ocidental, a ocorrncia de enfermidades e a mortalidade humana so especialmente quanti-ficadas e mensuradas, permitindo a emergncia da percepo das doenas como um fenmeno coletivo, previsvel, controlvel e sujeito interveno estatal e cientfica. Essa dimenso coletiva do binmio sade/doena est diretamente relacionada Epidemiologia, uma disciplina cientfica que tem como objeto a distribuio e os determinantes dos processos de sade e doena em populaes humanas (Czeresnia, 2008: 1113), e que emprega, na maior parte das vezes, mo-delos estatsticos e matemticos para dimensionamento, controle e previso de processos coletivos de adoecimento e mortalidade. Em linhas gerais, a consti-tuio de uma racionalidade estatstica e probabilstica, voltada para a identifi-cao de regularidades nesses processos coletivos, fundamental para que uma doena e suas caractersticas tornem-se um fato cientfico e poltico estabelecido: os enunciados epidemiolgicos fazem parte dos mecanismos de compreenso das dinmicas de contgio de doenas transmissveis, da avaliao de incidncia de doenas crnicas em grandes populaes, e tambm dos processos de preveno, imunizao e controle dessas diversas doenasi.

    Ainda que a Epidemiologia tenha um papel central em nossas decises so-bre problemas de sade, este trabalho procura demonstrar como os enunciados epidemiolgicos (aparentemente objetivos e neutros) so, na verdade, agencia-mentos heterogneos, onde elementos tcnicos tais como a classificao univer-sal das doenas e sua quantificao estatstica e elementos sociais como o estilo de pensamento da comunidade praticante, conceitos de risco e at mesmo noes morais prescritivas so engendrados conjuntamente, de modo a produzir uma significao muito especfica a respeito das experincias de sade e doena. As-

    i) Esta perspectiva complementar ao que se chama, na Sociologia Mdica, de construo social das doenas. Para maiores informaes sobre o tema, ver Conrad, P., Barker, K. The Social Construction of Illness: Key Insights and Policy Implica-tions (2010).

  • 14

    CONOCER PARA TRANSFORMAR II: Nuevas investigaciones sobre Ciencia, Tecnologa y Sociedad en Amrica Latina.

    sim, os enunciados e modelos matemticos da Epidemiologia no seriam uma traduo fiel de uma realidade objetiva, mas um agenciamento resultante de um contexto social especfico e, simultaneamente, uma forma de explicar, ordenar e modificar esse mesmo contexto.

    Em um primeiro momento, este trabalho guiou-se por um estudo histrico da racionalidade do pensamento epidemiolgico. Por meio desse estudo, verifi-cou-se a importante conexo entre a Epidemiologia e a Estatstica, especialmente em relao ao surgimento da induo probabilstica e a constituio de conceitos como mdia, distribuio normal ou risco, essenciais para a operao, compreen-so e aceitao generalizada dos enunciados da disciplina, e para sua relao com a noo de sade coletiva, decorrente da industrializao e urbanizao no sculo XIX. Em um momento posterior, atravs da anlise de duas controvrsias relacio-nadas com estudos epidemiolgicos mais precisamente, os casos da associao entre exposio passiva fumaa de tabaco e o risco de cncer e doenas cardio-vasculares, e a redefinio da relao entre a dieta, colesterol e doenas cardiovas-culares realizou-se aquilo que Bowker e Star (1999) denominaram de inver-so infraestrutural: a anlise de casos limtrofes, atpicos, para identificao dos processos tcnicos e sociais normalmente ocultos em tecnologias e enunciados cientficos estabilizados. A partir disso, criou-se a hiptese de categorizao dos enunciados epidemiolgicos como agenciamentos sociotcnicos (Latour, 2000; Law, 2009), onde elementos tcnicos (como as bases de dados e os mtodos esta-tsticos) so engendrados conjuntamente com elementos culturais ou prescries morais (como, por exemplo, a condenao aos hbitos tabagistas), de modo a proporcionar estabilidade e aceitao dos enunciados epidemiolgicos.

    A terceira parte do texto visa sistematizar os resultados j obtidos e discutir a hiptese central da determinao mtua entre a Epidemiologia e a sociedade: como essas produes cientficas tornam-se objetos estabilizados, prontos para serem empregados em novos desenvolvimentos tecnocientficos, em processos produtivos, em polticas pblicas e at mesmo na vida privada e em nossas re-laes interpessoais? Quais as implicaes dessa premissa para nossa compreen-so e aceitao da disciplina? Por sua vez, a ltima parte do texto dedica aos desenvolvimentos futuros desta pesquisa, que envolveriam um aprofundamento da investigao histrica, realizao de entrevistas no-estruturadas com pesqui-sadores epidemiologistas e aplicao do modelo de anlise em outros enunciados epidemiolgicos, sejam eles controversos ou no.

    1. O pensamento epidemiolgico: princpios bsicos e origens histricas

    Em linhas gerais, a Epidemiologia est relacionada com as noes de cau-sas e fatores de risco, onde os processos de sade e doena so analisado a partir

  • 15

    Doenas, Estatsticas E Moralidade: Subsdios Para O Estudo Da Construo Social Dos Enunciados Epidemiolgicos

    do estudo de casos individualizados, com atributos mensurveis, que so ento investigados no contexto de um grupo ou populao mais amplo. A Epidemio-logia trata principalmente do estabelecimento de relaes de causalidade (ou modelo etiolgico) entre elementos fsicos e naturais e os processos de sade-doena individuais, para que atravs do uso de modelos estatsticos, possam ser estabelecidas generalizaes em relao uma populao (Goldberg, 2004; Kel-sey, 1986; Barata, 2005).

    Desta maneira, possvel afirmar que a Epidemiologia fortemente carac-terizada por sua tendncia ao estabelecimento de critrios universais e generali-zantes: os instrumentos da investigao epidemiolgica costumam ser simplifi-cados e padronizados, permitindo sua utilizao em larga escala (Almeida Filho, 1992: 74). Em ltima instncia, e a exemplo de outras reas cientficas que lidam com grandes nmeros, a abordagem estatstica da Epidemiologia constri uma espcie de linguagem formalizada e uniforme que, por sua vez, possibilita tratar fatos sociais estabelecidos como coisas (Desrosires, 1998: 2), isto , um jargo especfico que permite estabilizar e simplificar debates complexos em torno de noes j aceitas e difundidas por uma parcela da sociedade, tais como os concei-tos de mdia, desvio padro, correlao, risco, mortalidade ou incidncia.

    Os indicadores e modelos epidemiolgicos so constitudos e empregados com dois objetivos principais: por um lado, buscam descrever situaes (passadas ou atuais) de ocorrncia de doenas em dada populao, principalmente atra-vs de estudos descritivos (baseados na sistematizao de dados rotineiramente coletados por rgos governamentais, como o Center for Disease Control estadu-nidense ou o Sistema nico de Sade brasileiro), e buscam prover informaes gerais sobre padres de distribuio de doenas em populaes, de acordo com caractersticas como idade, sexo, raa, classe social, ocupao, localizao geo-grfica etc. (Kelsey et al, 1986; Rothman, 2002). Por outro lado (e de forma mais elaborada), alguns estudos epidemiolgicos visam testar relaes causais entre o ambiente e as doenas, e construir prognsticos em relao sua distribuio e preveno. Tratam-se de estudos analticos, que envolvem a anlise de dados de diversas fontes e, especialmente, o desenvolvimento de experimentos cientficos, que empregam tcnicas estatsticas de amostragem, seleo de casos-controle e at mesmo acompanhamento de diversos indivduos, doentes ou no, no decorrer de determinado perodo de tempoii. Portanto, a partir de amostras populacio-

    ii) Kelsey et al (1986) divide os estudos epidemiolgicos analticos em trs grandes grupos: os estudos de coorte, de casos-con-trole e transversais. Os estudos de coorte tipicamente consistem no acompanhamento de indivduos expostos e no-expostos a um fator de interesse, ao longo de um perodo de tempo. Os estudos de caso-controle envolvem a anlise comparativa entre um grupo de indivduos portadores de uma determinada caracterstica e indivduos no-portadores (o grupo controle), de modo a evidenciar, por exemplo, fatores de risco significativos ou os resultados de certos tratamentos. Por fim, os estudos transversais esto relacionados aos ndices de prevalncia de uma doena em diferentes grupos populacionais, em determi-nado perodo de tempo. (Kelsey et al, 1986; Rothman, 2002).

  • 16

    CONOCER PARA TRANSFORMAR II: Nuevas investigaciones sobre Ciencia, Tecnologa y Sociedad en Amrica Latina.

    nais relativamente pequenas e por meio da aplicao de um raciocnio indutivo, a disciplina epidemiolgica estabelece generalizaes que dizem respeito aos mo-delos etiolgicos das doenas em grandes populaes humanas o que marca efetivamente a especificidade da Epidemiologia em relao aos procedimentos empregados pela abordagem clnica da Medicina.

    possvel argumentar que as especificidades da Epidemiologia tenham duas origens scio-histricas distintas, mas intimamente relacionadas: a emer-gncia e desenvolvimento das tecnologias estatsticas e probabilsticas, e a cres-cente necessidade de controle estatal sobre a sade individual, caracterizada pelo surgimento da noo de sade pblica.

    Conceitualmente, o raciocnio estatstico e probabilstico (e, portanto, a Epidemiologia) so resultado daquilo que Ian Hacking (1990) chamou de do-mesticao do acaso. Entre os sculos XVII e XIX, a sociedade ocidental foi compulsivamente produzindo dados estatsticos sobre os mais diversos fen-menos naturais e sociais, quantificando-os e mensurando-os como nunca antes na Histria. Esta exploso numrica fez com que a causalidade determinstica caracterstica do pensamento renascentista fosse sendo gradativamente subs-tituda pela causalidade probabilstica, associada ao raciocnio indutivo. Assim, os fenmenos naturais e sociais no estavam mais condicionados a causas e resulta-dos fixos e imutveis, mas sim a uma srie de resultados mais ou menos provveis, que so apreendidos (e possivelmente previstos) somente atravs da observao sistemtica de eventos passados. Assim, emerge um novo tipo de conhecimento do qual a Epidemiologia herdeira: as estatsticas justificam-se no apenas pelas descries que elas fornecem, mas principalmente pelo entendimento que elas potencialmente podem produzir sobre o curso dos eventos futuros.

    Paralelamente ao estabelecimento da causalidade probabilstica, neste pe-rodo consolidou-se tambm a noo moderna de Estado, que encontra na Es-tatstica as bases para a aritmtica poltica, ou seja, para a quantificao de sua populao, riquezas e elementos produtivos, sendo esse processo fundamental para a consolidao da interveno estatal sobre as populaes, inclusive em re-lao aos processos coletivos de doena e sade. Entre os sculos XVIII e XIX, tendo como pano de fundo a industrializao, o surgimento dos grandes centros urbanos (como Londres, Paris e Berlim) e a emergncia de condies coletivas de doena (como epidemias de clera e tuberculose, inevitavelmente relaciona-das com as pssimas condies sanitrias nas quais viviam os moradores dessas cidades), surgem as primeiras estatsticas mdicas, tais como registros sobre os nascimentos e os enterros ocorridos em Londres, cuja anlise permitiu que pen-sadores como John Graunt e William Petty traassem concluses sobre a praga ou a expectativa de vida da populao da poca (Hacking, 1975; Desrosires, 1998).

  • 17

    Doenas, Estatsticas E Moralidade: Subsdios Para O Estudo Da Construo Social Dos Enunciados Epidemiolgicos

    Atravs desse tipo de sistematizao burocrtica, constituiu-se gradativa-mente a noo de que a industrializao e a urbanizao representavam um peri-go para sade e bem-estar dos cidados e trabalhadores, e um custo social elevado para os capitalistas e para os Estados. Como consequncia desta percepo gene-ralizada, estabeleceu-se um ideal sanitrio, ou seja, um ideal de preveno cole-tiva das doenas: a pobreza no poderia ser abolida, mas a pobreza causada por doenas prevenveis poderia (Porter, 1998: 411). Isto possibilitou o surgimento de rgos governamentais e legislaes voltadas para a preveno e vigilncia de doenas, em diversas naes europeias.

    No final do sculo XIX, o advento da teoria dos micro-organismos de Pasteur proporcionou novos desafios teoria epidemiolgica, que aproximou-se da Microbiologia, e da adoo de procedimentos laboratoriais experimentais, especialmente em relao s doenas infectocontagiosas, direcionando o conhe-cimento epidemiolgico para os processos de transmisso ou controle de epide-mias ento prevalentes, como a varola, malria, febre amarela e outras doenas tropicais (Almeida Filho, 1986: 307). Deste perodo, a Epidemiologia mantm at hoje o modelo conceitual de transmisso de doenas infecciosas baseado no trip hospedeiro agente meio-ambiente (Gordis, 1996). Todavia, foi apenas a partir do comeo do sculo XX que a disciplina comeou a construir sua iden-tidade atual, com a utilizao de tcnicas estatsticas mais refinadas e ampliando seu escopo para o estudo de variaes na incidncia e prevalncia de doenas a partir de seus determinantes genticos e sociais, e atravs da expanso do alcance da disciplina para outros tipos de enfermidades e agravos de sade, notadamen-te as doenas crnico-degenerativas, o cncer, as doenas cardiovasculares no-reumticas e at mesmo doenas mentais.

    A mudana mais significativa da disciplina aconteceu a partir dos anos 1960, com a introduo da computao: com a ampliao e automao dos bancos de dados epidemiolgicos surgiram mecanismos de pesquisa inditos, imposs-veis de serem alcanados nos tempos da anlise mecnica dos dados, possibilitan-do testes de significncia estatstica cada vez mais precisos e poderosos (Almeida Filho, 1986: 309). Assim, com a adoo destes mtodos automatizados de anlise, de uma crescente matematizao, e do esforo constante de padronizao e siste-matizao do conhecimento epidemiolgico acontece, finalmente, sua consolidao como uma disciplina autnoma, com fortes tendncias matemticas:

    iii) Barata (1998: 23) indica que as principais correntes da Epidemiologia assumiram duas posturas comuns aos processos de formalizao utilizados justamente pela Matemtica e pela Lgica Formal: O primeiro procedimento consiste na ampliao do sistema de objetos a que aquela cincia se aplica; o segundo corresponde restrio do sistema de operaes relativas a esses objetos (Barata, 1998: 24). Em ltima instncia, trata-se de uma formulao que permite a representao exclusiva-mente matemtica do objeto, produzindo funes de ocorrncia, ou seja, a relao de uma medida de ocorrncia a um determinante, ou uma srie de determinantes (Barata, 1998: 25), praticamente independentes da dimenso emprica dos dados.

  • 18

    CONOCER PARA TRANSFORMAR II: Nuevas investigaciones sobre Ciencia, Tecnologa y Sociedad en Amrica Latina.

    Para a Epidemiologia, a Matemtica serve ideologicamente como um pode-roso mito de razo, indispensvel para o confronto com a experincia clnica ou a demonstrao experimental enquanto supostos fundamentos da pes-quisa mdica (Almeida Filho, 1986: 309)iii.

    Desta forma, a Epidemiologia atinge seu estgio final: por um lado, o car-ter aparentemente auto-evidente e neutro da matemtica complementa e refora a importncia das estatsticas e a fora explicativa da lgica indutiva. Por outro, faz com que os aspectos coletivos, de governana dos corpos e dos hbitos pessoa-is contidos nos enunciados epidemiolgicos, sejam amenizados e, alguns casos, ocultos. Resumidamente, a Epidemiologia se caracterizou historicamente por ser um conjunto de conhecimentos e tcnicas engendrado a partir da domesticao do acaso, da ascenso do determinismo probabilstico, e da aplicao poltica dessa racionalidade, especialmente no campo da sade coletiva. A recente e for-talecida introduo da racionalidade matemtica, apoiada pelas Tecnologias de Informao e Comunicao, permite o fechamento do crculo de formalizao da disciplina, concretizando seus enunciados como fatos cientficos amplamente aceitos, dotados de alto poder de verdadeiv .

    2. Estudando o no-estudvel: analisando controvrsias e abrindo a caixa-preta da Epidemiologia

    Para os no-iniciados, a Epidemiologia uma disciplina rida: a maioria de seus livros introdutrios ou manuais dificilmente dedicam mais do que algu-mas poucas pginas ao surgimento e estabelecimento histrico da disciplina; em geral, suas revises sistemticas, artigos cientficos e relatrios possuem um estilo literrio muito mais prximo matemtica do que das Cincias Mdicas ou Hu-manas. Sobretudo, em uma grande parte dos textos, o que se sobressai so muito mais as premissas e elaboraes estatsticas do que propriamente alguma especi-ficidade da disciplina epidemiolgica por exemplo, a etiologia das doenas , em muitos casos, uma no-questo, ou uma premissa produzida anteriormente nos domnios da abordagem clnica ou da Fisiologia, adotada acriticamente pelos epidemiologistas.

    Isso no significa que os objetos da Epidemiologia no existam, que ela no seja logicamente coerente, ou que seus enunciados no tenham utilidade ou aplicao: isso apenas reafirma o fato de que a Epidemiologia atualmente uma cincia baseada em nmeros e estatsticas. Porm, do ponto de vista de um praticante dos Estudos Sociais da Cincia e Tecnologia (ESCT), esta percepo

    iv) Neste ponto possvel concordar que quanto mais axiomatizada uma cincia se torna, mais numerosas so as mediaes entre aplicaes prticas e problemas de investigao, menor o nmero de pressupostos tericos e metodolgicos que reclamam explicitao, mais abstratos so os significados dos discursos, mais hermticos seus sistemas de signos (Ayres, 2002: 102).

  • 19

    Doenas, Estatsticas E Moralidade: Subsdios Para O Estudo Da Construo Social Dos Enunciados Epidemiolgicos

    incompleta: ainda que a digresso histrica apresentada na seo anterior for-nea alguns elementos para a compreenso dos mecanismos internos e dos usos sociais da Epidemiologia, esta apreenso ainda muito genrica e implica muito mais em uma perspectiva ampla da disciplina do que propriamente uma com-preenso de seu funcionamento e aplicaes cotidianos. Que tipo de racionalida-de sociolgica existe por detrs de um modelo epidemiolgico? Quais elementos tcnicos que um epidemiologista emprega em suas tarefas profissionais? Afinal, que mecanismos sociais existem por detrs de um novo, aparentemente neutro e auto-evidente, conhecimento epidemiolgico? Sobretudo, possvel ao socilogo ou antroplogo quebrar a barreira representada pela assepsia da matemtica e da fora argumentativa proporcionada pelas estatsticas?

    Desde os primrdios dos ESCT, demonstrou-se que mesmo a Lgica e a Matemtica so conhecimentos diretamente subordinados ao contexto social de sua produo (Bloor, 2009). De fato, a aplicao da anlise social a estas cincias duras foi central para a afirmao dos ESCT como um campo cientfico legtimo e estabelecido. Em outras palavras, mesmo tratando de uma disciplina hermti-ca, a anlise da Epidemiologia no estaria conceitualmente interditada: h muito tempo os ESCT j demonstraram que os mais diferentes ramos da Cincia podem ser objeto de anlise sociais.

    As maiores dificuldades seriam, portanto, de ordem prtica. Usando uma metfora largamente difundida no campo dos ESCT, o maior obstculo seria abrir a caixa-preta, ou seja, superar a barreira da matematizao e a lgica indu-tiva/estatstica da Epidemiologia e captar os elementos sociais envolvidos em sua construo. Em outras palavras, quais os procedimentos metodolgicos neces-srios para compreender o mecanismo interno da Epidemiologia, de um ponto de vista sociolgico e/ou antropolgico? Como estudar aquilo que supostamente seria no-estudvel?

    Neste trabalho, optou-se por empregar aquilo que Geoffrey C. Bowker e Susan Leigh Star chamaram de inverso infraestrutural, isto , a observao atenta de tecnologias e arranjos que, por definio e pelo hbito, tendem a des-aparecer na paisagem (algumas vezes, literalmente) (Bowker & Star, 1999: 34). Para os autores, so as situaes de exceo, os casos limtrofes e anedticos, que propiciam a apreenso sobre os aspectos infraestruturais da Cincia e da Tecnolo-gia. Portanto, se os enunciados epidemiolgicos nos so apresentados como fatos consumados e simplificados, preciso buscar nas situaes atpicas, os elemen-tos para a anlise social desta atividade cientfica. Deste modo, os momentos de controvrsia em relao a um resultado ou enunciado epidemiolgico represen-tariam uma oportunidade analtica mpar, pois seriam justamente uma chance de observar a Cincia em construo.

  • 20

    CONOCER PARA TRANSFORMAR II: Nuevas investigaciones sobre Ciencia, Tecnologa y Sociedad en Amrica Latina.

    Para alm de evidenciar as discordncias em relao a um fato cientfico (sua flexibilidade interpretativa), atravs do estudo das controvrsias tambm possvel captar, indiretamente, as concordncias entre os cientistas, isto , os ele-mentos sociais, polticos, econmicos, morais ou tcnicos que so suficientemente estabilizados, reconhecidos e intersubjetivamente utilizveis e que permitem a comunicao entre os pesquisadores, a compreenso universalizada dos proce-dimentos metodolgicos, as formas de apresentao e divulgao de um enun-ciado cientfico etc. Portanto, de forma resumida, possvel afirmar que atravs do estudo das controvrsias em Epidemiologia (e seu fechamento), seria possvel apreender os elementos tcnicos e sociais que so engendrados para a construo (e estabilizao) dos fatos epidemiolgicos.

    Dentre a literatura epidemiolgica analisada para a elaborao deste tra-balho, dois casos destacaram-se por conta de suas especificidades: as contro-vrsias sobre a associao entre exposio passiva fumaa de tabaco e doenas relacionadas ao tabagismo e a redefinio da relao entre a gordura diettica, o colesterol e as doenas cardiovasculares. Em ambas as situaes, verificou-se que as estatsticas e a racionalidade matemtica no foram suficientes para o atingi-mento de um consenso entre a comunidade dos epidemiologistas. Em ambos os casos, verificou-se que diante da indefinio na interpretao dos dados epide-miolgicos, so justamente os elementos extra-cientficos (como, por exemplo, prescries morais ou concepes de risco) que determinam o encerramento das controvrsias. Percebeu-se ainda que as noes de moralidade e de risco so to importantes para a conformao dos enunciados epidemiolgicos quanto os pr-prios elementos tcnicos e estatsticos. De fato, possvel argumentar que so jus-tamente estes elementos que proporcionam a ligao entre todos os componentes sociotcnicos envolvidos, pois eles fornecem a motivao e as justificativas que sustentam esses construtos epidemiolgicos.

    proibido fumar

    O primeiro caso estudado trata da relao entre a exposio ambiental fumaa de tabaco, o cncer e doenas coronrias. Em maio de 2003, o conceitua-do British Medical Journal publicou um artigo intitulado Environmental tobacco smoke and tobacco related mortality in a prospective study of Californians, 1960-98, de autoria de James E. Enstrom e Geoffrey C. Kabat, respectivamente pesqui-sadores da rea de Sade Pblica das universidades da Califrnia e Nova Iorque. O principal objetivo do artigo de Enstrom e Kabat era medir a relao entre a exposio fumaa tabgica ambiental e a mortalidade a longo prazo, causada especificamente por doenas relacionadas ao tabagismo. No texto, a exposio ao tabaco caracterizada e medida por um indicador de exposio passiva de no-fumantes, atravs de sua relao com cnjuges fumantes: a pesquisa descrita

  • 21

    Doenas, Estatsticas E Moralidade: Subsdios Para O Estudo Da Construo Social Dos Enunciados Epidemiolgicos

    como um estudo de coorte, longitudinal e prospectivo, com foco em 35.561 pes-soas que nunca fumaram, mas que se viveram durante determinado perodo de tempo com parceiros que eram fumantes contumazes. Os dados foram extrados de uma pesquisa iniciada pela Sociedade Americana de Cncer em 1959, com uma amostra de 118.094 adultos do estado norte-americano da Califrnia (Can-cer Prevention Study, CPS I), acompanhados at 1998 (Enstrom & Kabat, 2003). Segundo os autores,

    No foram encontradas associaes significativas entre [o risco de doenas e] a exposio, atual ou prvia, fumaa ambiental de tabaco, antes ou depois de ajustes considerando sete confundidoresv, e antes ou depois da excluso de participantes portadores de doenas preexistentes. Nenhuma associao significativa foi encontrada durante os curtos perodos de acompanhamento de 1960-5, 1966-72, 1973-85 e 1973-98. () Os resultados no apoiam a relao causal entre a fumaa ambiental de tabaco e doenas relacionadas ao tabaco, ainda que no descartem um pequeno efeito. A associao entre a exposio fumaa ambiental de tabaco e doenas coronrias e cncer de pulmo pode ser consideravelmente mais fraca do que geralmente se acredi-ta. (Enstrom & Kabat, 2003: 1088, grifo meu).

    Por um lado, ainda que obtidas atravs do uso de dados e tcnicas comu-mente aceitas, essas concluses contrariam o senso comum e, sobretudo, outras anlises cientficas mais difundidas: estudos previamente realizados por agncias norte-americanas, consistindo especialmente de meta-anlises indicam que o au-mento do risco de doenas coronrias em fumantes passivos 30% maior do que para no-fumantes (Brandt, 2007). Por outro lado, existem estudos como, por exemplo, um relatrio de 1998, da Organizao Mundial da Sade, que apresenta resultados semelhantes aos do estudo de Enstrom e Kabat (McFadden, 2003)vi. Aparentemente, trata-se de uma situao aberta, em estado de indefinio.

    Conforme a poltica editorial da revista, aps a submisso inicial, o artigo passou por uma reviso aberta por pares (os revisores foram descritos pelo editor da revista como dois epidemiologistas conceituados). Em seguida, o artigo foi ainda encaminhado para um segundo comit, que sempre inclui um estatstico e mdicos praticantes e membros do conselho editorial da revista. Aps esses processos de reviso editorial, foram encaminhadas sugestes de alteraes para

    v) Uma varivel de confuso ou confundidor uma varivel de um modelo estatstico que se correlaciona tanto com a varivel independente, como com uma das outras variveis. Por exemplo, os hbitos tabagistas podem ser um fator de con-fuso quando se pretende estudar a associao entre a prtica de exerccio fsico e o enfarte agudo do miocrdio (EAM). Se os fumantes praticam menos exerccio fsico que os no fumantes e tm, ao mesmo tempo, maior incidncia de EAM, ento uma aparente associao entre uma menor prtica de exerccio fsico e uma maior incidncia de EAM poder, na realidade, dever-se ao fator de confuso, isto , aos hbitos tabagistas.

    vi) Segundo McFadden (2003), a nica concluso estatisticamente vlida do relatrio da OMS d conta que filhos de fuman-tes apresentam uma taxa de cncer de pulmo 22% **MENOR** do que filhos de no-fumantes (McFadden, 2003, grifo do autor). O estudo ao qual McFadden se refere est disponvel em www.who.int/inf-pr-1998/en/pr98-29.html.

  • 22

    CONOCER PARA TRANSFORMAR II: Nuevas investigaciones sobre Ciencia, Tecnologa y Sociedad en Amrica Latina.

    os autores. A verso publicada na revista em 2003 , portanto, uma segunda ver-so do artigo, contemplando as alteraes sugeridas pelos editores e revisores da revista (Smith, 2003). Em relao aos dados, tanto os autores quanto o editor da revista, consideram a base de dados CPS I como sendo muito slida e confivel, uma vez que esses dados so utilizados h muito tempo por diversas fontes, re-presentam uma amostra grande e excelente seguimento (follow up): a coorte CPS I uma das amostras mais valiosas para o estudo da relao entre a fumaa tabgica ambiental e a mortalidade (Enstrom & Kabat, 2003: 1015).

    Ainda de acordo com a poltica editorial da revista, os autores devem in-dicar, ao final do texto do artigo, possveis conflitos de interesse, que possam in-terferir no desenho da pesquisa ou em sua divulgao. Enstrom realmente decla-rou que recentemente havia recebido fundos da indstria de tabaco, uma vez que havia sido impossvel para ele obter fundos de outras fontes. Este financiamento foi recebido atravs do Center for Indoor Air Research (CIAR). Por sua vez, Kabat declarou nunca haver recebido fundos provenientes da indstria, ainda que ten-ha realizado trabalhos tcnicos na rea de Epidemiologia para firmas de advoca-cia que eram contratadas por empresas do ramo de derivados de tabaco. Ambos possuam boa experincia institucional prvia em suas respectivas universidades, em centros ou ncleos de pesquisa relacionados com estudos sobre exposio fumaa ambiental e sua relao com riscos sade humana. Ambos se declara-ram no-fumantes (Enstrom & Kabat, 2003: 1016).

    Imediatamente aps a publicao da verso on-line do artigo de Enstrom e Kabat, a controvrsia se instalou: o British Medical Journal possui uma seo de respostas rpidas (rapid responses), onde os assinantes e usurios do stio eletrnico da revista podem enviar comentrios, questionamentos e crticas re-lacionados aos artigos publicados na revista. Segundo levantamento realizado por Ungar & Bray (2005), em menos de duas semanas, comentaristas diversos j haviam postado mais de 134 respostas rpidas ao trabalho, sendo que a maioria dessas postagens consistia em comentrios negativos sobre artigo, as motivaes e credibilidade dos autores, ou em relao poltica editorial e credibilidade da revista. Sobretudo, o fato da pesquisa estar associada de alguma maneira com recursos da indstria do tabaco considerado por seus crticos como evidncia suficiente que a pesquisa enviesada, no-confivel, e de que no deveria nunca ter sido divulgada (Ungar & Bray, 2005: 12)vii.

    vii) De acordo com Ungar & Bray (2005), estas respostas negativas ao artigo (83, no total) podem ser classificadas de acordo com o perfil de seus autores (experts, epidemiologistas), praticantes de medicina ou leigos) e conforme o tipo de crtica ma-nifestada, de acordo com seguinte tipologia: a) crticas ao artigo per se (ou seja, no concordncia com a publicao do texto, sem justificativas claras); b) falhas na anlise (respostas que apresentam argumentao tcnica fundamentada, contrria ao artigo); c) relaes autores/indstria do tabaco (acusando os autores de conflito de interesses e interpretao enviesada); d) peridico/editor (crticas deciso editorial de publicar o artigo); e) mdia e pblico (isto , comentrios que demonstram preocupao em relao ao impacto das concluses do artigo na mdia e em relao ao pblico, em geral).

  • 23

    Doenas, Estatsticas E Moralidade: Subsdios Para O Estudo Da Construo Social Dos Enunciados Epidemiolgicos

    Um pesquisador que posteriormente foi identificado por Enstrom (2007) como sendo um de seus principais e menos honestos crticos, Michael J. Thun, na poca vinculado a Sociedade Americana do Cncer, entidade organizadora da base de dados do CPS I, se posiciona da seguinte maneira:

    Eu escrevo para indicar que a Sociedade Americana do Cncer no apoia ou concorda com o estudo recentemente publicado sobre a exposio ambiental fumaa de tabaco, por Enstrom e Kabat, ainda que alguns dos dados ten-ham sido originalmente coletados pela Sociedade. () extraordinrio que o Dr. Enstrom tenha persistido com sua anlise sobre a exposio passiva, na amostra californiana do Cancer Prevention Study I (CPS I), apesar das ressalvas que eu e outros epidemiologistas da Associao tnhamos que o se-guimento da CPS I no seria informativo sobre o assunto. Ambos, ele e o Dr. Kabat, esto cientes que a CPS I no foi desenhada para estudar a exposio passiva () (Thun, 2003).

    Curiosamente, praticamente todos os questionamentos e refutaes tc-nicas ao artigo podem ser respondidas atravs de contra-argumentos igualmente tcnicos. Em relao s crticas, o editor da revista comenta:

    claro que o artigo tem falhas todos os artigos tem mas ele tambm tem considerveis pontos fortes um extenso acompanhamento, uma amos-tra grande e um seguimento melhor do que a maioria dos estudos similares (Smith, 2003).

    Um outro profissional, atualmente diretor de um centro de pesquisa nos Estados Unidos, mas anteriormente envolvido em outros cargos de direo (como do Smoking and Health Program, do Instituto Nacional do Cncer), que recebeu prmios por suas pesquisas sobre o assunto, mas que atualmente declarada-mente crtico aos ativistas anti-tabaco, sumariza a aparente validade da pesquisa:

    Enstrom & Kabat apresentam uma rara anlise prospectiva de coorte a par-tir de uma base de dados que a Sociedade Americana de Cncer considerou til e vlida para inmeros outros estudos. O seu mtodo de anlise recon-hecido e transparente, e depende da incidncia da enfermidade e em depoi-mentos individuais sobre a exposio passiva. No assim para outros assim chamados estudos sobre a exposio passiva, que em sua virtual totalidade dependem de modelos de caso-controle. (Gori, 2003)

    De um ponto de vista externo e neutro, a indeterminao generaliza-da. Ambos os lados da disputa apresentam argumentos consistentes, elaborados por profissionais credenciados e respeitados. Em outras palavras, a flexibilidade interpretativa dos dados, do desenho de pesquisa e das concluses alta. Apa-rentemente no possvel determinar qual o resultado correto ou esperado de

  • 24

    CONOCER PARA TRANSFORMAR II: Nuevas investigaciones sobre Ciencia, Tecnologa y Sociedad en Amrica Latina.

    um estudo sobre a exposio passiva fumaa de tabaco. Estabelece-se assim uma indefinio circular a respeito dos dados experimentais.

    Harry Collins (1992) chama este fenmeno de regresso do cientista ex-perimental (experimenter regress). Ao analisar o caso da tentativa de deteco de hipotticas ondas gravitacionais, Collins observou que no possvel estabelecer, a priori, qual o resultado correto de um experimento cientfico. Sendo que as ondas gravitacionais nunca foram observadas anteriormente, como era possvel para os cientistas envolvidos na controvrsia estudada por Collins determinarem o resultado correto de um experimento de observao?

    O resultado correto depende das ondas gravitacionais estarem atingindo a Terra em fluxos detectveis. Para verificar isso, precisamos construir um bom detector de ondas gravitacionais e dar uma olhada. Mas no saberemos se construmos um bom detector at test-lo, obtendo o resultado correto! Mas no saberemos qual o resultado correto at que... e assim sucessivamente, ad infinitum (Collins, 1992: 84)

    Com isso, Collins demonstra que a controvrsia no ser resolvida apenas atravs da replicao dos experimentos. O trabalho experimental til para testar teorias que j escaparam deste crculo vicioso, chamado de regresso do cientista experimental. Mais do que isso, Collins indica que so os fatores sociais exteriores ao experimento que possibilitam a superao desta regresso e, deste modo, o fechamento da controvrsia. Parafraseando Collins, no caso da correlao entre a exposio passiva fumaa tabgica e doenas como o cncer, o resultado correto dependeria das substncias txicas do tabaco estarem causando cncer. Para veri-ficar isso, precisamos construir uma boa pesquisa epidemiolgica, para verificao. Mas no saberemos se este o resultado correto, at o test-lo, obtendo o resultado correto! Ainda que a pesquisa epidemiolgica possua mecanismos como ensaios cl-nicos duplos para validar as hipteses, isto no significa reproduzir a situao real da exposio passiva fumaa de tabaco; logo no saberemos o resultado correto at que... e assim sucessivamente, ad infinitum.

    Resumidamente, no possvel reproduzir e validar os dados em si. Assim, muito provavelmente, a controvrsia apenas ser resolvida atravs de elementos sociais externos aos dados cientficos, como a credibilidade dos pesquisadores, seu estilo e personalidade, sua insero contextual em bons laboratrios ou ins-tituies de pesquisa, a interao do cientista com outras redes e ambientes de pesquisa etc.

    No caso do paper de Enstrom e Kabat, a deciso da controvrsia recaiu, aparentemente, sobre a credibilidade dos pesquisadores. Certamente, a princi-pal fonte de crticas ao trabalho de Enstrom & Kabat reside em sua possvel as-

  • 25

    Doenas, Estatsticas E Moralidade: Subsdios Para O Estudo Da Construo Social Dos Enunciados Epidemiolgicos

    sociao com a indstria de tabaco norte-americana (relembrando que este fato foi declarado, inicialmente, pelos prprios autores). A primeira resposta rpida ao artigo, elaborada por um editor de outro peridico cientfico, anteriormente envolvido em uma polmica sobre a publicao de um artigo resultante de uma pesquisa financiada pelo lobby pr-tabaco, j abordava o tema:

    Existem diversos aspectos das declaraes de Enstrom e Kabat sobre o finan-ciamento que demandam esclarecimentos. verdade que o Center for Indoor Air Research (CIAR) uma agncia que recebe dinheiro primariamente das companhias de tabaco dos EUA, e isso certamente no diminui o seu papel no caso () o CIAR financia dois tipos de pesquisa, revisada por pares e especialmente revisada, sendo que esta ltima concedida diretamente aos pesquisadores pelos executivos da indstria de tabaco (McKee, 2003).

    Eventualmente, a controvrsia encaminhou-se para um encerramento atravs do sistema jurdico norte-americano. Em 2006, um processo judicial que acusava as empresas de tabaco de estarem envolvidas, h dcadas, em uma ela-borada conspirao de desinformao sobre os riscos do hbito tabagista e da ex-posio passiva, foi julgado com uma deciso contrria s indstrias. O veredicto da juza encarregada continha uma cronograma detalhado, descrevendo a comu-nicao entre a empresa Philip Morris e Enstrom, em relao ao artigo publicado em 2003, considerando a pesquisa como uma prova no processo. Enstrom, por sua vez, declarou que a deciso da juza responsvel foi amplamente baseada em opinies de seus principais crticos, apesar deles supostamente terem prestado depoimentos imprecisos e incompletos (Enstrom, 2007).

    Como resultado da deciso judicial, em 2007, Michael J. Thun, um dos principais opositores de Enstrom, encaminhou uma carta para a direo da Uni-versidade da Califrnia, solicitando uma investigao disciplinar sobre a conduta de autor, sobre a publicao do artigo no British Journal of Medicine e seu supos-to envolvimento com a indstria de tabaco. A documentao encaminhada por Thun foi revisada pela Universidade que, finalmente, emitiu um parecer indican-do que no haviam bases slidas para iniciar um inqurito ou investigao for-mal de desvio de conduta cientfica contra o Dr. Enstrom (Univ. California, 2007 apud Enstrom, 2007). Neste ponto, porm, a credibilidade de Enstrom, Kabat e dos resultados de sua pesquisa j estava definitivamente abalada, e a controvrsia resolveu-se (temporariamente?) a favor dos pesquisadores anti-tabaco.

    Ascenso e queda da hiptese lipdica

    A segunda controvrsia analisada para este trabalho diz respeito quilo que Michael Pollan (2008) chama de hiptese lipdica. Segundo o autor, a partir da segunda metade do sculo XX, a inter-relao entre a cincia nutricional, a Epi-demiologia e objetivos polticos modificou nossa concepo sobre a alimentao:

  • 26

    CONOCER PARA TRANSFORMAR II: Nuevas investigaciones sobre Ciencia, Tecnologa y Sociedad en Amrica Latina.

    por conta da cientificao do tema, vivemos hoje numa era onde os nutrientes passaram a substituir a comida na viso popular do que significa comer (Pollan: 2008: 28). Na prtica, esse movimento de nutricionismo nos fez deixar de con-sumir alimentos, nos incentivando a procurar nas refeies apenas pelos nutrien-tes e vitaminas julgados necessrios para nosso bem-estar:

    A partir da dcada de 1950 difundiu-se cada vez mais nos meios cientficos a opinio de que o consumo de gordura e colesterol alimentar, oriundos em grande parte da carne e dos laticnios, era responsvel pelo aumento da oco-rrncia das doenas do corao no sculo XX. A hiptese lipdica, como foi chamada, j havia sido adotada pela Associao Americana do Corao, que em 1961 passara a recomendar uma dieta prudente, pobre em gorduras sa-turadas e colesterol oriundos de produtos de origem animal. (Pollan, 2008: 29)

    Em decorrncia dessa viso e dos subsequentes relatrios epidemiol-gicos que passaram a relacionar a dieta com doenas crnicas (como doenas do corao, obesidade, cncer), os governos passaram a estabelecer polticas e orientaes para nutrio e segurana alimentar. Talvez o exemplo pioneiro desse movimento de interveno estatal sobre a alimentao seja o documento Metas Alimentares para os Estados Unidos (ou simplesmente, Dietary Goals), elaborado pela Comisso Superior do Senado para Nutrio e Necessidades Humanas. Nes-se relatrio, as recomendaes so apresentadas em termos dos nutrientes que devem ser consumidos, sendo que os alimentos, em si (sejam eles recomendados ou no), dificilmente so mencionados.

    Desta maneira, os nutrientes passaram a ser divididos entre aqueles consi-derados insalubres (como, por exemplo, as gorduras) e os recomendveis (como o mega-3), e passa a existir uma medida da quantidade ideal de ingesto de nu-trientes, de maneira independente da forma como eles sero ingeridosviii. Assim, com a regulao dos governos, os mercados foram invadidos por produtos de imitao, repletos de substituies: em grande parte dos alimentos industriali-zados, a gordura animal foi substituda pelo leo hidrogenado; a manteiga, pela margarina; o bacon, pela protena de soja; a gema de ovo, pelo amido de milho etc. Sobretudo nas ltimas dcadas, a reduo do consumo de gordura foi o principal foco das recomendaes alimentares nacionais. Com isso, a gordura alimentar foi intimamente associada com a obesidade e doenas cardacas, enquanto termos como sem gordura se tornaram sinnimos de sade do corao (Hu et al, 2001; Pollan, 2008).

    viii) Isso nos leva a um dos aspectos mais perturbadores do nutricionismo, embora certamente no seja perturbador para todos. Quando a nfase est na quantificao dos nutrientes colhidos nos alimentos (...) qualquer distino qualitativa entre alimen-tos naturais e processados tende a desaparecer (Pollan, 2008: 39)

  • 27

    Doenas, Estatsticas E Moralidade: Subsdios Para O Estudo Da Construo Social Dos Enunciados Epidemiolgicos

    Os estudos epidemiolgicos foram centrais para o estabelecimento gene-ralizado dessa premissa, sendo que talvez o mais importante deles seja o exten-so estudo Seven Countries: A Multivariate Analysis of Death and Coronary Heart Disease, de autoria de Ancel Keys (1980). Neste trabalho, realizado no decorrer de 10 anos, o autor acompanhou 16 grupos de indivduos, totalizando 12.763 homens, de idade entre 40 e 59 anos, em 7 pases (Iugoslvia, Finlndia, Itlia, Holanda, Grcia, Estados Unidos e Japo) e apurou que os maiores fatores de risco de doena cardacas nos grupos estudos eram a idade, presso sangunea e concentrao de colesterol no sangue. Especificamente em relao dieta, o estu-do apontou que dentre os grupos analisados, a quantidade mdia de colesterol no sangue estava fortemente correlacionada com a quantidade de gordura (sobretu-do saturada) nas dietas, e tambm com os coeficientes de mortalidade e morbida-de relacionadas com doenas cardacas (Keys, 1980; Stallones, 1980; Pedoe, 1980). Com isso, se estabelecia definitivamente no campo cientfico e, posteriormente, no senso comum, a associao entre a ingesto de gorduras saturadas e as doenas cardiocoronariana. Nascia a hiptese lipdica, que durante muito tempo guiou a percepo e polticas pblicas em relao s recomendaes alimentares (que associadas ao nutricionismo incentivaram a substituio das gorduras animais por gorduras vegetais).

    Ainda que a premissa da correlao entre a gordura, o colesterol e as doenas cardacas aparente ser um paradigma estabelecido, na verdade ela no est isenta de crticas e contestaes, criadas a partir da prpria disciplina epi-demiolgica! Por exemplo, em uma reviso sistemtica publicada em 2001, pes-quisadores da Escola de Sade Pblica de Harvard (Hu et al, 2001) apontam a existncia de muitos trabalhos que contestam a hiptese lipda:

    Apesar do interesse de longa data na hiptese dieta-corao, o nmero de estudos de coorte que se dedicaram diretamente s associaes entre a in-gesto de gordura atravs da dieta e o risco de doenas cardiocoronarianas surpreendentemente pequeno e os resultados no so consistentes. Uma asso-ciao positiva significativa entre a ingesto de gorduras saturadas e o risco de doenas cardiocoronarianas foi encontrada em apenas dois estudos, mas no em outros [7 outros estudos] (Hu et al, 2001).

    De fato, os autores concluem que os nveis totais de ingesto de gordura na dieta possuem pouca relao com as doenas do corao (at mesmo o consumo de ovos, alimentos riqussimos em colesterol, so isentos da culpa pelo aumento de risco dessas doenas). De acordo com o artigo, apenas uma ltima relao en-tre a gordura e as doenas permanece: a gordura trans precisamente o tipo de gordura que os militantes em prol da pouca gordura passaram a maior parte dos ltimos trinta anos nos encorajando a consumir (Pollan, 2008: 54) foi conside-rada duas vezes mais nociva do que a gordura saturada, em relao aos nveis de colesterol (Hu et al, 2001).

  • 28

    CONOCER PARA TRANSFORMAR II: Nuevas investigaciones sobre Ciencia, Tecnologa y Sociedad en Amrica Latina.

    A favor da hiptese lipdica poderia pesar o fato de que as doenas car-dacas diminuram concomitantemente reduo do consumo total de gorduras: nos Estados Unidos, a porcentagem de gorduras totais das dietas caiu, de 42% em 1977, para 34% em 1995, ao passo que as mortes por doenas cardacas caram 50% desde 1969 (Willet, 2001). No entanto, para os crticos da hiptese lipdica, isso tambm pode ser contestado. Ford et al (2007), por exemplo, indicam que a diminuio do nmero de mortes por doenas cardacas resultado no de mu-danas no estilo de vida (como a alterao da dieta), mas sim a avanos no sistema mdico e do abandono de hbitos tabagistas.

    Em linhas gerais, as crticas mais elaboradas se concentram na refutao da hiptese lipdica como a nica ou principal explicao etiolgica das doenas do corao. Por um lado, a importncia do colesterol se deve ao fato de que, du-rante muito tempo, ele foi o nico fator para o qual possuamos ferramentas de medio. Com os avanos tcnicos na Medicina, tornou-se possvel medir dife-rentes tipos de colesterol, os triglicerdios e a protena C-reativa substncias com um papel sabidamente importante no processo de adoecimento. Somado a isso, casos como o do paradoxo francs uma referncia ao fato de que a Frana e outros pases do sul da Europa possuem um dos maiores ndices de consumo de gorduras animais e um dos menores ndices de doenas cardacas no mundo (Yarnell & Evans, 2000) a Epidemiologia nutricional passou a considerar ml-tiplas variveis como constituintes do risco e incidncia de doenas cardacas, abandonando a ideia de uma causalidade nica.

    Mas as crticas no foram suficientes para diminuir o impacto final da con-denao s gorduras. Pesquisas cientficas ainda baseiam-se nessa premissa para produzir resultados condenando a ingesto de gorduras totais, principalmente de origem animal. Por exemplo, so abundantes as pesquisas que advogam a favor do abandono total da protena e da gordura animal, e da adoo de uma dieta vegetariana, baseadas em concluses que do conta que um aumento da mortali-dade por doenas cardacas foi observada com o aumento da ingesto de gorduras totais e de gordura animal saturada, indicando sobretudo que seus efeitos dele-trios so importantes para a etiologia das doenas cardacas (Mann et al, 2011: 450). At mesmo as diretrizes governamentais mantm uma posio ambgua (ou cautelosa?) sobre o tema: o Guia Alimentar para a Populao Brasileira (Minist-rio da Sade, 2008: 18) recomenda limitar a ingesto energtica procedente de gorduras; substituir as gorduras saturadas por insaturadas e eliminar as gorduras trans (hidrogenadas).

    Assim, possvel concluir que a exemplo do caso da exposio passiva fu-maa de tabaco apresentada anteriormente, a indefinio generalizada. Mtodos de pesquisa semelhantes produzem resultados muito distintos e, muitas vezes, incompatveis ou incomensurveis. Novamente, a ausncia da reproduo dos

  • 29

    Doenas, Estatsticas E Moralidade: Subsdios Para O Estudo Da Construo Social Dos Enunciados Epidemiolgicos

    resultados experimentais proporciona uma situao de regresso: at que os re-sultados experimentais corretos sejam definidos pela comunidade de praticantes, no h como julgar a validade das pesquisas quando comparadas entre si. Afinal, a ingesto de gorduras e o colesterol podem ou no ser associados s doenas cardacas? Diferentemente do caso anterior, a questo ainda no foi encerrada por elementos externos, restando ento aos pesquisadores e aos cidados um posicionamento que est muito mais relacionado com sua percepo de risco e, portanto, na oposio de padres alimentares certos ou errados, e em critrios muito mais prximos da moralidade do que da Cincia.

    3. Resultados parciais

    A anlise das controvrsias apresentadas fornece elementos para aprofundar a compreenso e os conhecimentos sobre a disciplina epidemiolgica, sob a tica dos ESCT. Em um sentido amplo, possibilita vislumbrar possveis linhas de pes-quisa e de problemas sociolgicos relacionadas ao tema como, por exemplo, o processo de reviso por pares, o efeito Mateus (Merton, 1970) e a interferncia de grupos polticos ou lobbies na pesquisa cientfica. Em um sentido mais especfico (e em relao ao objetivo deste trabalho), serve para evidenciar trs dimenses (ou estgios) do processo de construo de um enunciado epidemiolgico:

    a) Ordenao de elementos infraestruturais heterogneos, para a construo de um enunciado epidemiolgico, os pesquisadores agrupam elementos que possibilitem o desenho inicial de enunciados e hipteses, coerentes e inte-ligveis; alm de uma concepo relativamente uniforme sobre a doena e suas causas, os epidemiologistas do mundo inteiro compartilham de um pa-dro para identificao, notificao e quantificao dos dados de morbidade e mortalidade. Dito de outra forma, alm de um conceito unificado de doena, tambm sua visualizao e quantificao so padronizadas; de acordo com Bowker & Star (1999), trata-se de um sistema (ou estrutura) de classificao em larga escala, representada no campo das cincias mdicas pela Classifi-cao Estatstica Internacional de Doenas e Problemas Relacionados com a Sade (CID). A existncia de uma tecnologia estatstica estabelecida (isto , uma maneira uniformizada de lidar com grandes abstraes numricas e probabilsticas) tambm favorece o intercmbio de informaes entre os pes-quisadores, numa espcie de linguagem e subjetividade interpessoal.

    Conjuntamente, esses e outros fatores formam uma base comum, amplamente aceita e raramente problematizada pelos praticantes da disciplina epidemio-

    ix) Ainda que dados cientficos divulgados em 1946 j indicassem que o nmero de pacientes com cncer no pulmo havia triplicado em trinta anos, foi somente a partir da divulgao, em 1964, de um extenso relatrio elaborado pelo Committee on Smoking and Health, que a comunidade cientfica e a opinio pblica formalmente associaram o cigarro doenas respira-trias como a bronquite e o enfisema pulmonar e, principalmente, ao cncer de pulmo (Brandt, 1990: 155).

  • 30

    CONOCER PARA TRANSFORMAR II: Nuevas investigaciones sobre Ciencia, Tecnologa y Sociedad en Amrica Latina.

    lgica. Mesmo em casos controversos, esta infraestrutura preservada e am-plamente utilizada. Por exemplo: em momento algum, o conceito de doena, os mtodos de classificao e quantificao ou os mecanismos de tratamento dos dados do artigo de Enstrom e Kabat foram questionados. Na verdade, justamente a existncia de infraestrutura comum que permite a comunicao e, portanto, a possibilidade de formao de uma controvrsia: se os pesquisa-dores participantes no tivessem uma mesma concepo de doena, ou se no reconhecessem as mesmas maneiras de coletar e tratar os dados, no haveriam sequer condies suficientes para o estabelecimento da controvrsia.

    b) Determinao social do conhecimento, so os momentos e processos onde o conjunto inicial de elementos infraestruturais realinhado, modificado ou expandido, conforme o contexto social mais amplo e sua constante relao com o processo de construo dos conhecimentos; por exemplo, no caso dos hbitos tabagistas, as movimentaes e presses da sociedade, acumuladas desde a publicao do clebre relatrio do Committee on Smoking and Health, em 1964 (Brandt, 2007)ix, vem causando uma constante e progressiva conde-nao moral e, deste modo, uma crescente determinao social da Cincia relacionada com os efeitos do tabaco. Progressivamente, os resultados favo-rveis (ou, no mnimo, neutros ou inconclusivos) aos hbitos tabagistas vo sendo marginalizados no por conta de falhas ou inconsistncias internas das pesquisas, mas principalmente pelo sistema simblico e de moralidade associados ao tema. De maneira anloga, durante muito tempo e com o aval dos governos, a hiptese lipdica transformou a alimentao em um cons-tante exerccio de consumo dos alimentos certos e da condenao de hbi-tos alimentares errados.

    Mais do que isso, esses processos de determinao social influenciam at mesmo a prpria elaborao das premissas e dos mtodos de pesquisa ou seja, so os valores da sociedade que determinam o que pode ser um problema de pesquisa, quais as hipteses logicamente vlidas e qual o tipo de etiologia que se procura provar. Sem o ideal generalizado da gordura como algo nocivo a ser evitado e, portanto, uma parte de um hbito reprovvel, no existiriam no-vas pesquisas que procuram provar os seus malefcios! Nesse aspecto, nossa concepo a respeito do binmio sade/doena no muito diferente daquele das sociedades primitivas. De certa forma, os enunciados epidemiolgicos so reflexo e ajudam a constituir a maneira como nossa sociedade estrutura aquilo que bom e o que ruim, estabelecendo noes de risco e de culpa (Douglas, 1976; 1992).

    Em nossa sociedade, atravs da mediao da Cincia, discursos sobre risco substituram as noes tradicionais de tabu ou pecado, mas sua funo social muito semelhante: as percepes coletivas de risco so sempre politizadas

  • 31

    Doenas, Estatsticas E Moralidade: Subsdios Para O Estudo Da Construo Social Dos Enunciados Epidemiolgicos

    e, entre outras funes, so empregadas para disciplinar indivduos e confor-m-los aos ideais da comunidade. A percepo cientfica dos malefcios do tabaco e da alimentao gordurosa permitiram uma crescente represso aos comportamentos errados e desviantes em relao ao tema, que vai sendo realimentada continuamente por novos enunciados cientficos baseados na mesma condenao moral. Se a infraestrutura tecnocientfica que fornece os elementos e os meios para a construo dos enunciados epidemiolgicos, so as noes de risco e de moralidade que fornecem, afinal, as justificativas para sua constituio.

    c) O processo de fechamento e formalizao: o encerramento das controvrsias e a simplificao e padronizao dos enunciados (sua transformao em uma caixa-preta) o que os tornam mveis imutveis que, eventualmente, cir-cularo em fluxos de informaes e realimentaro o ciclo de produo de um prximo enunciado cientfico, na forma de um novo elemento infraes-trutural. No caso da Epidemiologia, o fechamento e a estabilizao esto diretamente relacionados ao acoplamento das estatsticas, dos processos de matematizao e do reconhecimento do poder explicativo e de previso pro-porcionado pelo raciocnio indutivo/estatstico. A transformao de uma hi-ptese etiolgica em um risco ou probabilidade quantificveis, que possam ser empregados para decises de cunho pessoal ou coletivo em resumo, a objetificao dos enunciados epidemiolgicos ao mesmo tempo o que jus-tifica seu fechamento e o que permite sua utilizao pela sociedade e pelos indivduos (Desrosires, 1998)

    Figura 1: proposio de um ciclo de produo de conhecimentos cientficosFonte: elaborao prpria

    Ainda que o esquema apresentado acima possa indicar uma certa lineari-

  • 32

    CONOCER PARA TRANSFORMAR II: Nuevas investigaciones sobre Ciencia, Tecnologa y Sociedad en Amrica Latina.

    dade, convm salientar a percepo do autor que este processo permeado por feedbacks, correes, movimentos frente e retornos. De fato, por conta dos sem-pre recorrentes elementos de risco e moralidade envolvidos, e sua constante apli-cao cotidiana, os enunciados epidemiolgicos podem ser compreendidos mui-to mais como um processo ou agenciamento (Law, 2009) do que propriamente um conhecimento constitudo atravs de momentos compartimentalizados e estan-ques. Neste sentido, eles representariam um processo de constantes associaes entre elementos tcnicos e sociais, que vo sendo continuamente engendrados para garantir a prpria existncia dos enunciados.

    Consideraes finais

    At o momento, a pesquisa dedicou-se compreenso da disciplina Epide-miolgica atravs de bases histricas e de estudos preliminares sobre duas con-trovrsias relacionadas a ela. Com isso, foi possvel identificar a forte correlao da disciplina com aplicaes no campo de Polticas Pblicas da rea de Sade e, como decorrncia disso, tambm seu possvel emprego para finalidades de controle e normatizao. Verificou-se ainda que isso ocorre atravs da contnua correlao entre elementos tcnicos (sobretudo estatsticas e procedimentos ma-temticos, que garantem sua cientificidade) e noes de moralidade e risco (que determinam sua lgica interna e sua aplicao).

    Para verificar e confirmar esta hiptese, prope-se inicialmente o apro-fundamento da pesquisa histrica, procurando levantar maiores indcios sobre a relao entre a Epidemiologia, as Polticas Pblicas e a governana dos corpos e dos indivduos desviantes. Por outro lado, sero empregados mecanismos meto-dolgicos para aprofundar as concluses extradas do procedimento de inverso infraestrutural, buscando encontrar casos controversos, nacionais ou regionais. Alm disso, pretende-se realizar entrevistas semi-estruturadas com pesquisado-res da rea, tentando verificar suas percepes sobre as trs dimenses expostas anteriormente.

    Referencias BibliogrficasAlmeida Filho, Naomar. 1986 Bases Histricas da Epidemiologia. Em: Cadernos

    de Sade Pblica. Vol. 2, N. 3.

    Almeida Filho, Naomar. 1992 Os Paradigmas da Epidemiologia. Em: Almeida Filho, Naomar (org). A Clnica e a Epidemiologia. Abrasco, Rio de Janeiro.

  • 33

    Doenas, Estatsticas E Moralidade: Subsdios Para O Estudo Da Construo Social Dos Enunciados Epidemiolgicos

    Almeida Filho, Naomar; Rouquariol, Maria. 1992 Introduo Epidemiologia Moderna. Abrasco, Belo Horizonte/Salvador/Rio de Janeiro.

    Ayres, Jos Ricardo de C. M. 1996 Sobre o Risco: Para Compreender a Epidemio-logia. Editora Hucitec, So Paulo.

    Barata, Rita Barradas. 1997 Causalidade e Epidemiologia. Em: Histria, Cincias, Sade Manguinhos. Vol. 4, N. 1.

    Barata, Rita Barradas. 1998 Epidemiologia e Saber Cientfico. Em: Revista Brasi-leira de Epidemiologia. Vol. 1, N. 1.

    Barata, Rita Barradas. 2005 Epidemiologia Social. Em: Revista Brasileira de Epi-demiologia. Vol. 8, N. 1.

    Bloor, David. 1991 Knowledge and Social Imagery. The University of Chicago Press, Chicago.

    Bloor, David. 2009 Conhecimento e imaginrio social. Traduo de Marcelo do Amaral Penna-Forte. Editora Unesp, So Paulo.

    Bowker, Geoffrey. Star, Susan L. 1999 Sorting Things Out - Classification and Its Consequences. The MIT Press, Cambridge, Massachusetts.

    Brandt, Allan M. 1990 The Cigarette, Risk, and American Culture. Em: Daedalus, Vol. 119, N. 4.

    Brandt, Allan M. 2007 The Cigarette century: the Rise, Fall and Deadly Persistence of the Product that Defined America. Basic Books, Nova Iorque.

    Brasil. Ministrio da Sade. Secretaria de Ateno Sade. 2008 Guia alimentar para a populao brasileira: promovendo a alimentao saudvel. Minist-rio da Sade, Braslia.

    Castellanos, Pedro Luis. 1997 Epidemiologia, Sade Pblica, Situao de Sade e Condies de Vida. Consideraes Conceituais. Em: Barata, Rita Barradas (org). Condies de vida e situao de sade. Abrasco, Rio de Janeiro.

    Collins, Harry. 1981 Stages in the Empirical Program of Relativism. Em: Social Studies of Science, Vol. 11, N. 1.

    Collins, Harry. 1983 The sociology of scientific knowledge. Em: Knorr-Cetina,

  • 34

    CONOCER PARA TRANSFORMAR II: Nuevas investigaciones sobre Ciencia, Tecnologa y Sociedad en Amrica Latina.

    Karin; Mulkay, Michael (eds.). Science Observed. Perspectives on the Social Study of Technology. Sage Publications, London/Beverly Hills/New Delhi.

    Collins, Harry. 1992 Changing Order: Replication and Induction in Scientific Prac-tice. Sage Publications, Beverley Hills/London.

    Collins, Harry. 2009 Uma Entrevista com Harry Collins. Em: Teoria & Pesquisa, Vol. 18. N. 1.

    Collins, Harry; Pinch, Trevor. 2003 O Golem: O que voc deveria saber sobre cin-cia. Trad: Laura C. B. de Oliveira. Editora Unesp, So Paulo.

    Conrad, Peter; Barker, Kristin. 2010 The Social Construction of Illness: Key In-sights and Policy Implications. Em: Journal of Health and Social Behavior Vol 51, N. 1, Suplem. 67-79.

    Czeresnia, Dina. 2008 Epidemiologia, Cincias Humanas e Sociais e a Integrao das Cincias. Em: Revista de Sade Pblica. Vol. 42, N. 6.

    Desrosires, Alain. 1998 The Politics of Large Numbers: A History of Statistical Reasoning. Harvard University Press, Cambridge, MA.

    Douglas, Mary. 1976 Pureza e Perigo. Col. Debates. Editora Perspectiva, So Paulo.

    Douglas, Mary. 1992 Risk and Blame: Essays in cultural theory. Routledge: Lon-dres/Nova Iorque.

    Enstrom, James E. Kabat, Geoffrey C. 2003 Environmental tobacco smoke and tobacco related mortality in a prospective study of Californians, 1960-98, Em: British Medical Journal, Vol. 326, N. 1057.

    Enstrom, James E. 2007 Defending legitimate epidemiologic research: combating Lysenko pseudoscience. Em: Epidemiol Perspect Innov. Vol. 4, N. 11.

    Goldberg, Marcel. Este Obscuro Objeto da Epidemiologia. Em: Costa, Dina Cze-resnia (org). Epidemiologia: Teoria e Objeto. Hucitec-Abrasco, So Paulo.

    Gordis, Leon. 1996 Epidemiology. W.B. Saunders Company, Philadelphia.

    Gori, Gio B. 2003 Re. Re. Re. Re....., Rapid Response, Em: British Medical Jour-nal, disponvel em http://www.bmj.com/content/326/7398/1057.full/reply#content-block.

  • 35

    Doenas, Estatsticas E Moralidade: Subsdios Para O Estudo Da Construo Social Dos Enunciados Epidemiolgicos

    Hacking, Ian. 1975 The Emergence of Probability: A Philosophical Study of Early Ideas About Probability, Induction and Statistical Inference. Cambridge University Press, Nova Iorque.

    Hacking, Ian. 1990 The Taming of Chance. Cambridge University Press, Nova Ior-que.

    Heilweil, Martin. 2003 some thoughts, Rapid Response, Em: British Medical Journal, disponvel em http://www.bmj.com/content/326/7398/1057.full/reply#content-block.

    Hitt, Dave. 2003 Why The Double Standard?, Rapid Response, Em: British Me-dical Journal, disponvel em http://www.bmj.com/content/326/7398/1057.full/reply#content-block.

    Hu, Frank B.; Manson, JoAnn E.; Willett, Walter C. Types of Dietary Fat and Risk of Coronary Heart Disease: A Critical Review. Journal of the American Co-llege of Nutrition, Vol. 20, N. 1, 2001.

    Jay, Stephen. J. Study Objective Flawed--Fatally, Rapid Response, Em: British Me-dical Journal, disponvel em http://www.bmj.com/content/326/7398/1057.full/reply#content-block.

    Kelsey, J. et al. 1986 Methods in Observational Epidemiology. Oxford University Press, Nova Iorque.

    Kirk, Sera.