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COORDINACIÓN DE CORREDORES Y RECURSOS BIOLÓGICOS
Consultoría: Reforestación y restauración ecológica en siete ejidos de los márgenes del Río Lacantún
Consultor: Natura y Ecosistemas Mexicanos, A.C.
Contrato: CBM-M/UTRCH/2C/004/2007
Unidad Técnica: Región Chiapas
Tipo de reporte: Informe final
Fecha de entrega: Noviembre 2007
REFORESTACIÓN Y RESTAURACIÓN ECOLÓGICA EN
SIETE EJIDOS DE LAS MÁRGENES DEL RÍO
LACANTÚN, AL SUR DE LA RESERVA DE LA
BIOSFERA DE MONTES AZULES
Informe Final
Noviembre de 2007
2
ESTRUCTURA DEL DOCUMENTO Introducción
Antecedentes
Objetivo general
Objetivos particulares
Actividades del proyecto
Aspectos metodológicos
Desarrollo de objetivos
1. Determinación de las áreas necesarias de conservación, las que tienen
potencial de uso sustentable y las que deben ser restauradas en cada
uno de los ejidos del área de estudio
1.1. Marco de referencia
1.2. Criterios para identificar unidades naturales
1.3. Zonificación y clasificación de unidades naturales
1.4. Análisis del cambio de la cobertura vegetal entre 1986 y 2006
1.5. Análisis de la fragmentación
1.6. Determinación del potencial de conservación, uso o restauración
2. Diseño de una propuesta de corredores biológicos en el área de estudio
mediante las acciones de conservación, uso y restauración ambiental.
2.1. Marco de referencia.
2.2. Criterios para establecer corredores.
2.3. Identificación de corredores potenciales.
2.4. Programa modelo para establecer un corredor.
3. Acciones de promoción de la aceptación del establecimiento de
corredores biológicos en el área de trabajo
3.1. Acciones para la conservación de fragmentos remanentes de selva
3.1.1. Visitas guiadas de grupos estratégicos de opinión e influencia
3.1.2. Acuerdos comunitarios para el pago de servicios ambientales
3.2. Módulos demostrativos de restauración ambiental
3.2.1. Módulo demostrativo de restauración ambiental en un arroyo
tributario del río Lacantún en el ejido Galacia
3.2.2. Acuerdos comunitarios para la implementación de módulos
demostrativos de restauración
3
3.3. Módulos demostrativos de producción acuícola no convencional con
especies nativas
3.4. Pesca deportiva
3.5. Ordenamiento pesquero
3.6. Unidades de Manejo de la Vida Silvestre (UMAS)
3.6.1. Proyecto de Unidad de Manejo de la Vida Silvestre de
Ecoturismo en el ejido Galacia
4. Fortalecimiento de las capacidades de los ejidos en materia de uso y
conservación de los recursos naturales.
4.1. Capacitación
4.2. Reuniones con productores y autoridades
Conclusiones
Recomendaciones
Literatura citada
Anexos 1. Mapa de unidades naturales
2. Mapa de cambio de uso del suelo
3. Programa demostrativo para establecer un corredor en cada uno de dos ejidos
4. Módulo demostrativo de restauración ambiental en el ejido Galacia
5. Minuta de la reunión con autoridades ejidales
6. Módulo demostrativo de producción acuícola
7. Reglamento comunitario de pesca deportiva
8. Propuesta de ordenamiento pesquero de los ejidos Playón de la Gloria y Galacia
9. Estudio para el establecimiento de una Unidad de Manejo de Vida Silvestre en el ejido Galacia
10. Taller de selección de especies para la restauración ambiental
11. Actividades educativas y de difusión con niños y personas clave de las comunidades locales.
4
INTRODUCCIÓN
Los ecosistemas naturales nos proporcionan bienes y servicios
ambientales esenciales para la vida diaria. Entre ellos se pueden destacar la
captura y el almacenamiento de agua en acuíferos, lagos y ríos; la producción y
mantenimiento de suelo fértil para la producción de alimentos a partir de los
sistemas agrícolas y pecuarios; la extracción del medio silvestre de especies
útiles (como alimento, medicinas y madera); la captura del bióxido de carbono
producido por la actividad humana al quemar combustibles fósiles; la
estabilidad climática por la regulación del ciclo hídrico y la regulación de la
humedad y temperatura del aire; el control de deslaves y arrastres masivos de
suelo por el efecto de lluvias torrenciales, entre muchos otros (CONABIO,
2006).
Sin embargo, la obtención de estos beneficios y servicios en muchos casos
implica la transformación del ecosistema natural. Por ejemplo, la tala de un
bosque para fines agrícolas implica una transacción, pues los servicios que
dicho ecosistema aportará serán distintos que los del ecosistema original: se
gana la capacidad de producción de alimentos mientras dure el suelo fértil del
ecosistema original, pero se pierden otros servicios como la captura de agua, la
retención de suelos, la captura de bióxido de carbono, la regulación del
microclima, etc. Estas transacciones no han sido hasta ahora valoradas de
manera adecuada y no se acostumbra comparar los costos de la pérdida de
unos servicios con los beneficios por la obtención de otros (CONABIO, op. cit).
Esta situación ha producido, a escala global, daños a los ecosistemas, los
cuales se han considerado extremadamente severos en las conclusiones de
una reciente evaluación del estado de salud de los mismos (Millennium
Ecosystem Assessment, 2005).
En México, las selvas tropicales son los ecosistemas terrestres que han sufrido
las mayores transformaciones antropogénicas. De su extensión original, sólo
17% de las selvas húmedas actualmente existentes presentan un grado de
conservación y de estructura similares al de la selva intacta (CONABIO, op. cit).
5
Diversos factores contribuyen en la deforestación de las áreas del trópico
húmedo; entre ellas se pueden señalar la extracción forestal, la agricultura, la
ganadería extensiva y la migración de la población (Cairns et al., 1995).
Uno de los macizos remanentes de la selva tropical húmeda más importantes
en el país es la Selva Lacandona, ubicada al este del Estado de Chiapas. Esta
selva es una de las regiones más relevantes debido a la incalculable riqueza
biológica que contiene y a los servicios ambientales que provee. Se trata del
centro de más alta diversidad biológica en el trópico, no sólo de México sino de
América Septentrional (de la Maza, 1997).
La Lacandona contenía originalmente 1.8 millones de hectáreas de selva, la
cual se ha visto reducida, por las actividades agropecuarias de sus actuales
habitantes, a menos de una tercera parte en las últimas tres décadas. No
obstante esta severa transformación de sus condiciones naturales, aún
conserva la quinta parte de la diversidad biológica de México en un área que
representa el 0.16% del territorio nacional; como ejemplo podemos mencionar
que en ella se encuentran el 31% de las especies de mamíferos, el 48% de las
aves, el 44% de las mariposas diurnas (de la Maza, 2006) y el 14 % de los
peces de agua dulce (Lozano et al., 2007).
Ante la problemática de su deterioro, el gobierno, mediante decretos federales
y por causa de utilidad pública, estableció estratégicamente siete áreas
naturales protegidas, que actualmente conservan 419 452 hectáreas de la
Selva Lacandona, siendo la Reserva de la Biosfera Montes Azules (RBMA) la
de mayor superficie y significado ecológico, con 331 200 hectáreas. La RBMA
fue decretada en enero de1978.
Además de la gran biodiversidad, la RBMA tiene una relevancia a nivel local,
regional y nacional debido a que en ella se genera mas del 50% del agua que
alimenta a una de las cuencas más importantes de México, la del río
Usumacinta. Además su topografía favorece la formación de importantes
sistemas lagunares, como los de El Ocotal, donde esta represa natural
distribuye el agua por todos los valles de la región. Toda esta agua que corre
6
en ríos prístinos por la selva de la reserva, va recogiendo nutrientes esenciales
que finalmente son depositados en las lagunas costeras y en el Golfo de
México, donde juegan un papel fundamental en el mantenimiento de las
poblaciones de peces en esta importantísima zona pesquera del país.
La deforestación de las áreas externas a las áreas naturales protegidas de
Selva Lacandona implica, no solamente la pérdida de la cobertura vegetal
natural, sino también de los servicios ambientales que los ecosistemas
naturales prestan. La vegetación remanente en estas áreas está quedando
fragmentada, lo cual implica el aislamiento progresivo de los manchones de
vegetación natural rodeado de un entorno antrópico transformado y por
consiguiente la alteración de las dinámicas ecológicas de los ecosistemas
originales. La fragmentación impide el desplazamiento de las poblaciones de
animales, desfavorece la dispersión de semillas, y hasta puede alterar
profundamente el intercambio genético entre poblaciones, ya sean animales o
vegetales. Además, en los fragmentos remanentes, por estar rodeados de
sistemas antrópicos, con condiciones ecológicas y ambientales muy diferentes,
se observa un “efecto de borde”, que implica una fuerte modificación de las
condiciones ambientales (Dirzo, 2001). La fragmentación de los ecosistemas
naturales no permite mantener la biodiversidad ni los servicios ambientales de
los ecosistemas originales, lo cual significa una pérdida biológica, ecológica, de
bienestar social y del potencial de desarrollo de la población humana.
Antes esta situación de deterioro se ha planteado la necesidad de desarrollar
acciones de restauración ambiental. La restauración es uno de los aspectos
asociados a la reparación de los sistemas naturales, como estrategia de
manejo que busca revertir los efectos degradativos de ciertas actividades
antrópicas, como la contaminación, la erosión, o el agotamiento de recursos).
Además, desde su perspectiva técnica, provee herramientas útiles para encarar
varios problemas de conservación, tales como los efectos de borde y
fragmentación, la generación de bancos genéticos ex-situ, la conservación
integrada y el desarrollo sustentable (Young, 2000).
7
Bradshaw (1987) propone que los principios de la restauración de ecosistemas
son los mismos que los de la sucesión ecológica. Bajo este supuesto, para
analizar el potencial de restauración de una selva, es necesario remitirnos a su
dinámica intrínseca. Sin embargo, puede ser casi imposible comparar a nivel
ecológico un sitio natural con otro antropizado; las propiedades físicas y
bióticas de éste último son fuertemente dependientes de las interacciones entre
factores específicos del sitio y del uso de la tierra (tipo de tiempo de uso, nivel
de degradación, etc.). Por lo mismo, se hace muy difícil predecir trayectorias
sucesionales en este tipo de sistemas (Parrotta 1992, 1995; Parrotta y
Knowles, 1999; Guariguata y Ostertag, 2001). Debido a esto, el contexto
teórico de la restauración debería basarse en la ecología básica, es decir, un
proyecto de restauración debería iniciar con el estudio de la dinámica del
ecosistema en cuestión y de los factores que la alteran y degradan. Sin
embargo, la urgencia de restaurar en ciertos casos determina la necesidad de
implementar acciones rápidas y eficientes aún con un fundamente teórico no
del todo desarrollado.
En el caso de la Selva Lacandona, la micocuenca del río Lacantún constituye
un componente de suma importancia para la dinámica del ecosistema natural,
proveyendo y trasladando alimento, además de que la abundancia y diversidad
de fauna ictícola está directamente relacionada con su estado de conservación.
Por otro lado, los arroyos pueden funcionar como corredores para aumentar la
conectividad dentro de la región y funcionar como refugio (Harris, 1984), aún
cuando algunas especies eviten adentrarse en ellos.
El presente proyecto, abordó la problemática del deterioro y la restauración de
riberas de arroyos tributarios del río Lacantún, en la Selva Lacandona,
enfocada a siete ejidos ribereños que colindan con la Reserva de la Biosfera
Montes Azules dentro del Municipio Marqués de Comillas, Chiapas, y plantea
alternativas de restauración y manejo para estos ejidos, en sus ecosistemas
terrestres y acuáticos.
El proyecto se centró en el análisis de la transformación histórica de los
ecosistemas naturales dentro de los ejidos, y la descripción de la situación
8
ecológica actual, como base para delinear y definir las propuestas preliminares
para la conservación, uso sustentable y restauración de las áreas naturales
remanentes dentro de corredores biológicos potenciales que permitirían el
aumento de la conectividad entre fragmentos remanentes de selva, y por ende
disminuir la fragmentación regional.
En este contexto, el proyecto consideró actividades enmarcadas en el
desarrollo sustentable, que incluyeron a las poblaciones locales.
9
ANTECEDENTES
Los habitantes actuales más antiguos de la Selva Lacandona son los
mayas lacandones. Esta etnia ha conservado muchas de las formas
tradicionales de uso de los recursos naturales especialmente adecuados al
ecosistema tropical. Entre ellas se ha mantenido el sistema de cultivo conocido
como milpa lacandona, que consiste en el cultivo bajo sombra de diversos
vegetales y semillas haciendo rotaciones periódicas para permitir la
regeneración del suelo. Además, no utilizan fuego para las actividades
agrícolas y no practican la ganadería extensiva de bovinos.
A partir de la década de los años setenta se promovió el establecimiento de
asentamientos humanos, bajo la lógica de la colonización del trópico húmedo y
de la frontera sur del país. Se favoreció la inmigración de población proveniente
de otras regiones de Chiapas, principalmente de los Altos y el Norte, y de otros
estados de la República, particularmente de Guerrero, Michoacán y Oaxaca, lo
cual aceleró la incorporación de la Selva Lacandona a la producción
agropecuaria y forestal, con el consecuente cambio en el uso del suelo y la
drástica disminución de la superficie arbolada. La apertura de la carretera
fronteriza en los años noventa aceleró este fenómeno, lo cual en conjunto ha
originado la fundación de numerosos asentamientos humanos.
La mayor parte de los recientes pobladores no tienen una tradición de uso de
los ecosistemas tropicales, ni poseen una estructura comunitaria ni organizativa
tradicional. Asimismo, no disponen de recursos económicos ni de los
conocimientos necesarios para llevar a cabo sistemas alternativos de
producción mas armónicos con el medio ambiente o para beneficiarse de un
aprovechamiento sostenido y diversificado de las plantas y animales tropicales
nativas.
Los ejidos que se localizan frente a la porción limítrofe sur de la RBMA,
pertenecientes a los Municipios Marqués de Comillas y Ocosingo, han
eliminado la mayor parte de los ecosistemas naturales en los últimos 30 años
mediante la extracción, hasta el agotamiento, de las maderas preciosas (caoba
10
y cedro) para después establecer cultivos agrícolas y ganadería. Se calcula
que este cambio de uso del suelo ha afectado al 70% del Municipio Marqués de
Comillas. Sin embargo, aún existen importantes manchones de vegetación
original, que se encuentran distribuidos de manera fragmentada, los cuales es
necesario preservar ante la constante amenaza de su destrucción.
La degradación ambiental, no sólo afecta a los ecosistemas terrestres, pues es
además, la causa principal de la baja productividad que presentan los
ecosistemas acuáticos localizados en las comunidades ribereñas del río
Lacantún que se encuentran frente a la porción sur de la Reserva de la
Biosfera Montes Azules, la cual se ve reflejada en la sensible disminución de
las poblaciones ícticas que habitan dichos ecosistemas (Lozano et al., op. cit.).
Por otro lado, la pérdida de la cobertura vegetal natural no es el único resultado
directo del deterioro, sino que además genera un proceso de fragmentación y
aislamiento de los manchones remanentes.
Desde el punto de vista ecológico, la pérdida y/o fragmentación de los
ecosistemas es la principal causa que provoca la disminución de la
biodiversidad a nivel local y nacional, y que afecta a todos los grupos de
animales y plantas (Turner, 1996; Laurance y Bierregaard, 1997; Delbaere,
1998; Fahrig, 2003). La fragmentación del área de distribución de una especie
en poblaciones más pequeñas, conlleva una reducción de la viabilidad de cada
una de las mismas debido a la pérdida de variación genética y a las
fluctuaciones demográficas intrínsecas y ambientales (Gutiérrez, 2002).
Con la fragmentación y destrucción de un hábitat se produce un cambio
progresivo en la configuración del paisaje que puede definirse mediante las
tendencias de cuatro variables paisajísticas que cambian simultáneamente y
que tienen, en conjunto, una incidencia perniciosa sobre la supervivencia de las
especies afectadas (Saunders et al., 1991; Andrén, 1994; Fahrig, 2003):
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a) Una pérdida regional en la cantidad de hábitat, con la consiguiente
reducción del tamaño de las poblaciones de los organismos afectados.
Como consecuencia, disminuye la densidad regional de las especies.
b) Una disminución del tamaño medio y un aumento del número de los
fragmentos de hábitat resultantes. Esta tendencia reduce
progresivamente el tamaño de las poblaciones mantenidas por cada uno
de los fragmentos, aumentando así el riesgo de que alcancen un umbral
por debajo del cual son inviables.
c) Un aumento de la distancia entre fragmentos, con la consiguiente
dificultad para el intercambio de individuos entre las poblaciones
aisladas, así como para reponerse, por recolonización, de una eventual
extinción.
d) Por último, se produce un aumento de la relación perímetro/superficie, y
por consiguiente una mayor exposición del hábitat fragmentado a
múltiples interferencias procedentes de los hábitats periféricos,
conocidos genéricamente como “matriz de hábitat”. Se da así un
creciente efecto de borde que origina un deterioro de la calidad del
hábitat en regresión, afectando a la supervivencia de las poblaciones
acantonadas en los fragmentos.
Recientemente se ha demostrado que varios de los efectos que sufren las
áreas degradadas pueden penetrar varios kilómetros en el interior de hábitats
vírgenes. En la selva del amazonas Laurance (2000) demostró el colapso del
reclutamiento de muchas especies de árboles tropicales en reservas aisladas
de hasta 90 000 hectáreas. Asimismo, numerosos trabajos prueban que en los
hábitats fragmentados las condiciones son tan restrictivas que pueden afectar a
las poblaciones negativamente en parámetros tales como la condición corporal,
el esfuerzo reproductivo, la estabilidad durante el desarrollo y el
comportamiento, entre otros (Lens y van Dongen, 1999; Tellería et al., 2001;
Tomimatsu y Ohara, 2002; Luck 2003, Díaz et al., 2005).
En suma, la reducción, fragmentación y deterioro del hábitat terminan por
producir una atomización de las distribuciones originales en subpoblaciones
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cada vez más pequeñas y aisladas, sometidas a problemas crecientes de
viabilidad genética y demográfica (Frankham, 1995; Hedrick, 2001).
En este sentido la degradación de macizo de selva que se encuentra en los
ejidos ribereños de río Lacantún, en su porción localizada al sur de la RBMA,
no sólo pone en riesgo la supervivencia de las poblaciones de especies de
plantas y animales que en ellas habitan, sino que además pueden afectar la
enorme riqueza biológica contenida en la propia Reserva.
Indicios de esta aseveración quedan demostrados en los resultados del
“ESTUDIO DE ORDENAMIENTO DE LA ACTIVIDAD PESQUERA EN LA
RIBERA DEL RÍO LACANTÚN DE LA RESERVA DE LA BIOSFERA DE
MONTES AZULES”, en el que se demostró que si bien la diversidad de
especies nativas de peces se mantiene tanto en el río Lacantún como en sus
tributarios que nacen en la Reserva, existe una reducción de la abundancia de
individuos en los arroyos que corren por los ejidos, fuera de la reserva. Las
causas de esta situación son muy diversas, entre las más importantes están: a)
la pérdida de una gran proporción de la cubierta vegetal original en grandes
áreas de la cuenca; b) los cambios en la calidad fisicoquímica del agua,
producido por la enorme cantidad de sedimentos que ingresan a los
ecosistemas acuáticos, producto de la deforestación; sumados a los
contaminantes de muy diversos tipos y, c) las prácticas de sobre
aprovechamiento, expresadas en sitios y épocas de captura inadecuadas y el
uso de artes de pesca no selectivas.
Además de todos los problemas causados por la deforestación y fragmentación
que han sido mencionados anteriormente, existen otros igualmente graves,
como la contaminación en los ecosistemas terrestres y acuáticos derivados del
uso indiscriminado de agroquímicos y pesticidas. Estas sustancias se usan
primordialmente en la agricultura para controlar las plagas que atacan a los
cultivos, especialmente a los comerciales como el chile, y en la ganadería se
usan para controlar malezas no deseables que compiten con los pastos por
espacio y nutrientes, así como para controlar las poblaciones de ácaros que
parasitan al ganado. En todos los casos, los productores no cuentan con
13
asistencia técnica calificada que les brinde orientación sobre el tipo de
agroquímico y/o pesticida que deben utilizar, como tampoco sobre las dosis,
técnicas y temporadas en las que se deben aplicar.
Esta transformación de los ecosistemas naturales ha provocado severos daños
al entorno natural de la región, situación que repercute en una falta de relación
estrecha de estos ejidos con el uso y conservación de los recursos naturales de
la zona, y por ende dificulta el desarrollo de prácticas de uso sostenible de los
recursos naturales. Además, tampoco existe una tradición de procesos de
autorregulación en estas comunidades, lo cual ha causado que los recursos
naturales hayan sido usados prácticamente hasta su agotamiento.
La riqueza económica que pudo haber generado la extracción de estos
recursos naturales no se aplicó en un desarrollo regional adecuado. Las
comunidades cuentan con muy poca infraestructura de desarrollo y el bienestar
social (escuelas, clínicas, caminos, drenaje), y aunque existe cierta
intervención institucional estatal, ésta se encuentra desarticulada; los proyectos
de aprovechamiento intensivo de los recursos naturales tienen poco impacto
socioeconómico y son de muy baja viabilidad económica y ecológica.
El verdadero reto que representa el problema de la desaparición de la selva en
la zona, no radica solamente en lograr su conservación, sino sobre todo en
conjugar estos intereses con las necesidades de vida de la población. Carabias
y colaboradores (1994) han llegado a la conclusión de que esto es posible a
través de la articulación de una política rural que responda coherentemente a
objetivos sociales, productivos y ambientales. Otro ejemplo lo expresan por
Toledo y Bartra (2000), quienes ponen en evidencia la estrecha interrelación
entre las zonas de riqueza biológica y las áreas donde habitan los más pobres
del país, y apuestan por un futuro productivo y sustentable. Resulta
imprescindible el rescate del conocimiento de los productores y la investigación
sobre el uso y manejo de recursos promisorios. En este contexto, se hace
necesaria la búsqueda de alternativas que permitan revertir los procesos de
deterioro de los recursos naturales, sin menoscabo de las actividades
productivas en el medio rural.
14
OBJETIVO GENERAL
Diseñar y promover el establecimiento de corredores biológicos
mediante una estrategia de conservación, manejo y restauración de los
ecosistemas naturales en áreas prioritarias de siete ejidos ribereños del área
de influencia de la porción sur de la Reserva de la Biosfera de Montes Azules -
respetando y aprovechando los mecanismos internos de organización propios
de las comunidades- orientada a conservar áreas remanentes de selva,
disminuir la degradación ambiental, restaurar sitios dañados, e incentivar
prácticas de manejo más adecuadas para lograr la sustentabilidad en el
aprovechamiento de las microcuencas involucradas en el proyecto.
OBJETIVOS PARTICULARES
1.- Determinar las áreas necesarias de conservarse, las que tienen
potencial de uso sustentable y las que deben ser restauradas en cada uno
de los ejidos del área de estudio.
2.- Diseñar una propuesta de corredores biológicos en el área de estudio
mediante las acciones de conservación, uso y restauración ambiental.
3.- Promover la aceptación del establecimiento de corredores biológicos
en el área de trabajo.
4.- Fortalecer las capacidades de los ejidos en materia de uso y
conservación de los recursos naturales.
15
UBICACIÓN DEL PROYECTO
El proyecto se realiza en 7 ejidos ribereños del río Lacantún en la
porción sur de la Reserva de la Biosfera Montes Azules (Fig. 1).
Zona: S-SE de México.
Región: Selva Lacandona.
Ambiente: terrestre y dulceacuícola.
Nombre y número de la región prioritaria para la conservación
terrestre, hidrológica o marina, según CONABIO: Región Hidrológica
Número 92: río Lacantún y Tributarios.
Nombre del lugar específico en el que se desarrollará el proyecto:
comunidades Reforma Agraria, Adolfo López Mateos, Galacia, Playón de la
Gloria y Boca de Chajul, Municipio Marqués de Comillas; Loma Bonita y Trece
de Septiembre, Municipio Ocosingo, Chiapas.
Fig. 1. Imagen de satélite del área de estudio.
16
ACTIVIDADES DEL PROYECTO
Objetivo 1. Determinar las áreas necesarias de conservarse, las que tienen
potencial de uso sustentable y las que deben ser restauradas en cada uno de
los ejidos del área de estudio.
Actividad 1.1. Definir los criterios para identificar unidades naturales.
Actividad 1.2. Zonificación y clasificación de unidades naturales.
Actividad 1.3. Desarrollar un análisis de la fragmentación actual de la
zona de estudio.
Actividad 1.4. Analizar la dinámica del cambio de la cobertura vegetal
entre 1986 y 2006.
Objetivo 2. Diseñar una propuesta para establecer corredores en el área de
estudio.
Actividad 2.1. Definir los criterios para establecer corredores.
Actividad 2.2. Identificar y proponer áreas que puedan funcionar como
corredores potenciales, ya sea través de su creación o mantenimiento.
Actividad 2.3. Elaborar un Programa para establecer o mantener un
corredor en cada uno de dos ejidos del área de estudio, que utilice
herramientas del desarrollo sustentable (UMA’s, uso forestal,
restauración, plantaciones, etc.), para favorecer la conectividad entre
fragmentos en el área de estudio.
Objetivo 3.- Promover la aceptación del establecimiento de corredores
biológicos en el área de estudio y proponer acciones para su implementación.
17
Actividad 3.1. Promover la realización de acuerdos comunitarios, con el
fin de lograr la conservación de fragmentos estratégicos de selva.
Actividad 3.2 Promover la aplicación de módulos demostrativos de
restauración ambiental en los corredores biológicos propuestos.
Actividad 3.3. Promover la aplicación de módulos demostrativos de
producción acuícola no convencional que utilice especies nativas.
Actividad 3.4. Promover la pesca deportiva como práctica sustentable
de aprovechamiento de los ambientes acuáticos.
Actividad 3.4.1. Promover la pesca deportiva como una forma de
aprovechar los ecosistemas acuáticos de la zona de una forma
económicamente rentable y ecológicamente sustentable.
Actividad 3.4.2. Selección de los sitios, especies, métodos de
captura y temporadas en las que podrá llevarse a cabo la pesca
deportiva en cada una de las comunidades participantes. Esta
actividad se desarrollará utilizando los resultados obtenidos por el
proyecto “ESTUDIO DE ORDENAMIENTO DE LA ACTIVIDAD
PESQUERA EN LA RIBERA DEL RÍO LACANTÚN DE LA
RESERVA DE LA BIOSFERA DE MONTES AZULES”.
Actividad 3.4.3. Diseño y promoción del decreto de reglamento
comunitario de pesca deportiva para cada comunidad
participante.
Actividad 3.5. Implementar el establecimiento de programas de
ordenamiento pesquero comunitario en los ejidos de la zona de estudio.
Actividad 3.5.1. Conformación y capacitación de los grupos
promotores del establecimiento de los OPC en las comunidades
participantes.
18
Actividad 3.5.2. Establecimiento de acuerdos comunitarios que
posibiliten la operación de los OPC en las comunidades
participantes.
Actividad 3.5.3 . Actividades de implementación.
Actividad 3.6. Diseñar y promover la aplicación de una Unidad de
Manejo de la Vida Silvestre (UMA’s) en alguno de los ejidos de la zona
de estudio.
Actividad 3.6.1. Estudio de prospección para el diseño de la
Unidad de Manejo de Vida Silvestre (UMA’s). Se realizarán
entrevistas y un taller con la población local de los diferentes
ejidos para evaluar sus intereses y expectativas acerca de las
UMA’s. Al mismo tiempo, se estudiarán las posibilidades
ecológicas de las distintas especies factibles de ser
aprovechadas a través de este instrumento.
Actividad 3.6.2. Presentación ante las autoridades
correspondientes y los ejidatarios involucrados los resultados del
estudio y las potencialidades de establecer una UMA para, en
caso de mostrar interés, gestionar la realización del Programa de
Manejo y los recursos económicos para su implementación.
Objetivo 4. Fortalecer las capacidades de los ejidos en materia de uso y
conservación de los recursos naturales.
Actividad 4.1. Taller sobre Uso y Conservación de los Recursos
Naturales.
Actividad 4.2. Reuniones con productores, líderes y autoridades
ejidales. En dichas reuniones se presentarán las propuestas alternativas
de aprovechamiento de los recursos naturales, y se definirán los
19
elementos necesarios para elaborar acuerdos al interior de los ejidos,
sobre las tareas relacionadas con el aprovechamiento.
Actividad 4.3. Presentación de resultados del proyecto ante las
autoridades. Se realizarán reuniones con los distintos órdenes de
gobierno en las que se proporcionarán los elementos necesarios que
deberían tener los acuerdos comunitarios que afiancen la
implementación de las actividades alternativas de aprovechamiento por
parte de las comunidades.
Actividad 4.4 Taller de restauración. Se realizará un taller sobre
técnicas de restauración ambiental dirigido a los productores, en cuyos
predios se realice la instalación de los módulos demostrativos de
restauración.
Actividad 4.5 Curso-Taller de producción acuícola. Con el fin de formar
los cuadros técnicos-campesinos que se requieren para el manejo de las
granjas acuícolas, se realizarán dos cursos-taller sobre construcción y
operación de de unidades de producción acuícola no convencionales.
Actividad 4.6. Elaboración del Informe Final. Se elaborará un informe
final y también un informe del proyecto que será presentado ante los
ejidos en los cuales el proyecto se haya desarrollado.
20
ASPECTOS METODOLÓGICOS
• Cada fase del proyecto se diseñó con base en información disponible o
experiencia previa, y en los casos requeridos se realizó la búsqueda de
información en gabinete; pero prioritariamente la información se obtuvo
en campo, de manera colectiva y con la participación de la población
local.
• Se llevaron a cabo talleres participativos en cada uno de los ejidos;
estos fueron colectivos, abiertos y respetando los usos y costumbres de
cada una de las comunidades.
• Los resultados de los talleres y la información recabada fueron los
principales insumos para diseñar las estrategias y ejecutar las acciones
en materia ordenamiento, aprovechamiento, restauración, y
capacitación.
• Todas las actividades se llevaron a cabo en coordinación con las
autoridades ejidales y municipales.
• Cada fase y estrategia tuvo indicadores de impacto para dar seguimiento
y en su caso implementar medidas correctivas a lo largo del proyecto.
21
CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES
Objetivo / Actividades Mes 1
Mes 2
Mes 3
Mes 4
Mes 5
Mes 6
Mes 7
Mes 8
Objetivo 1. Determinar las áreas necesarias de conservarse, las que tienen potencial de uso sustentable y las que deben ser restauradas en cada uno de los ejidos del área de estudio.
Actividad 1.1. Definir los criterios para identificar unidades naturales. X Actividad 1.2. Zonificación y clasificación de unidades naturales. X X Actividad 1.3. Desarrollar un análisis de la fragmentación actual de la zona de estudio X X Actividad 1.4. Analizar la dinámica del cambio de la cobertura vegetal entre 1986 y 2006. X X
Objetivo 2. Diseñar una propuesta para establecer corredores en el área de estudio. Actividad 2.1. Definir criterios para establecer corredores. X X Actividad 2.2. Identificación y propuesta de áreas que puedan funcionar como corredores potenciales, ya sea a través de su creación o mantenimiento.
X X
Actividad 2.3. Elaborar un programa Demostrativo para establecer o mantener un corredor en cada uno de dos ejidos.
X
Objetivo 3.- Promover la aceptación del establecimiento de corredores biológicos en el área de estudio y proponer acciones para su implementación
X X X X
Actividad 3.1. Promover la realización de acuerdos comunitarios, con el fin de lograr la conservación de fragmentos estratégicos de selva.
X X X X X
Actividad 3.2 Promover la aplicación de módulos demostrativos de restauración ambiental en los corredores biológicos propuestos.
X X X X X
Actividad 3.3. Promover la aplicación de módulos demostrativos de producción acuícola no convencional que utilice especies nativas.
X X X X X
Actividad 3.4. Promover la pesca deportiva como práctica sustentable de aprovechamiento de los ambientes acuáticos.
X X X X X
Actividad 3.5 Diseño técnico de los OPC, tomando en cuenta las características de las comunidades participantes.
X X X X X
Actividad 3.6. Diseñar y promover la aplicación de una Unidad de Manejo de la Vida Silvestre (UMAs) en alguno de los ejidos de la zona de estudio.
X X X X X
Objetivo 4. Fortalecer las capacidades de los ejidos en materia de uso y conservación de los recursos naturales.
Actividad 4.1. Taller sobre Uso y Conservación de los Recursos naturales. X X Actividad 4.2. Reuniones con productores, líderes y autoridades ejidales. X X X Actividad 4.3. Presentación de resultados del proyecto ante las autoridades. X X Actividad 4.4 Taller de restauración. X Actividad 4.5 Curso-Taller de producción acuícola X Actividad 4.6. Elaboración del Informe Final. X X
22
DESARROLLO DE OBJETIVOS
OBJETIVO 1. Determinación de las áreas necesarias de conservación, las
que tienen potencial de uso sustentable y las que deben ser restauradas
en cada uno de los ejidos del área de estudio.
1.1. Marco de referencia
La fragmentación, junto a la deforestación, se considera una de las
principales causas de pérdida de hábitats naturales y de biodiversidad. Aunque
en muchos casos sus efectos no son contundentes, existen trabajos que
demuestran que en áreas fragmentadas la riqueza y diversidad de especies
tiende a ser menor y se pierden muchas de las interacciones entre especies
que determinan ciertos procesos del ecosistema (c.f. Debinski y Holt, 2000).
La fragmentación ha dado origen a paisajes en mosaico, naturales y antrópicos
(Brown y Harris, 2005). Hoy en día la ecología del paisaje se desarrolla en este
tipo de ambientes heterogéneos y fragmentados, y debe constituir uno de los
pilares para la conservación de los ecosistemas naturales y sus recursos. La
estructura espacial del paisaje resulta de suma importancia para la
comprensión de los efectos de la fragmentación sobre la supervivencia de las
especies (Fahrig y Merriam, 1994), por lo que su valor de conservación estará
dado no sólo por su diversidad de hábitats, sino además por su configuración
espacial y la complementariedad entre sus hábitats en la composición de
especies (Freemark et al., 2002).
Además de esta complejidad en el ámbito ecológico, debemos tener en cuenta
que el proceso de deterioro ambiental, determinado por esta pérdida de
hábitats naturales y de biodiversidad, no es un proceso puramente ambiental,
ya que ocurre dentro de sistemas socioambientales, considerados sistemas
complejos. De acuerdo a Landa (2000), un sistema complejo se caracteriza
“…por la confluencia de múltiples procesos de diferente índole y diferente
temporalidad, cuyas interrelaciones constituyen la estructura de un sistema que
funciona como una totalidad organizada, y cuya característica determinante es
23
la mutua definición y dependencia entre procesos. La complejidad está
determinada por la multiplicidad de factores, causas y dimensiones”.
Por tanto, si el deterioro ambiental es un problema complejo, como tal requiere
de un análisis sistémico (Landa, 2000; Landa et al., 2002). García (1991) define
a una problemática compleja como aquella en donde están involucrados el
medio físico-biológico, la producción, la tecnología, la sociedad y la economía,
entre otros. En este sentido, al abordar la problemática de la conservación
resulta necesario considerar los componentes que conforman el sistema
socioambiental. No hablamos de unidades o componentes espaciales (como lo
son los elementos del paisaje), sino de los factores que determinan ciertos
procesos ecológicos en el sistema, relacionados con su estado de
conservación en general y de sus recursos naturales en particular. Estos
componentes están definidos por distintas variables (Tabla 1).
Tabla 1. Componentes del sistema socioambiental que definen su estado de conservación.
Componente Variables Elementos del paisaje Cantidad, superficie, características, condición ecológica,
configuración espacial, etc. Asentamiento humanos Historia, origen étnico, cantidad, tipo de asentamientos,
demografía, etc. Historia de uso de los recursos naturales
Usos tradicionales y modernos, tipos de uso, impacto sobre los ecosistemas naturales, etc.
Instrumentos jurídicos operando en la región
Leyes federales, estatales; normas municipales y ejidales; instrumentos de gestión de los recursos naturales.
En muchos estudios de conservación se han propuesto redes de conservación
o porcentajes de áreas necesarias de conservarse como metas principales
para la conservación. Algunos de estos trabajos consideran los costos directos
de la tierra, pero no las implicancias sociales de implementar nuevas áreas de
conservación (por ejemplo con respecto a la tenencia de la tierra); además, los
mercados oficiales en cuanto a las transacciones de tierra frecuentemente no
están bien definidos en los países en desarrollo, con derechos de propiedad e
instituciones débiles (Naidoo y Adamowicz, 2006), lo cual dificulta aún más la
implementación de áreas de conservación en estas áreas.
Sin embargo, el estudio del paisaje debería ser un primer paso para entender la
situación actual de un área dada y sus procesos dinámicos intrínsecos desde el
24
punto de vista ambiental. Una vez identificados los elementos presentes se
debe evaluar su condición ecológica, para poder definir prioridades de manejo
adecuadas para cada uno, al mismo tiempo que no se deja de lado la visión
regional del paisaje completo.
La condición ecológica está definida por cuatro componentes: (1) el tipo de
vegetación actual y su estructura, (2) su historia de uso, (3) el grado de
fragmentación y, (4) su área (Fig. 2). Estos componentes influyen de manera
variable y no necesariamente directa sobre la condición ecológica; esto de
acuerdo a los factores que están operando dentro cada uno de ellos. Por
ejemplo, en la historia de uso operan factores antrópicos (actividades
humanas) así como naturales (disturbios) que pueden determinar efectos de
diferente magnitud.
CONDICIÓN ECOLÓGICA
Historia de uso
Vegetación y estructura actual
Fragmentación
Área
CONSERVACIÓN
USO SUSTENTABLE
RESTAURACIÓN
PE
RTU
RB
AC
IÓN
-
+
CONDICIÓN ECOLÓGICA
Historia de uso
Vegetación y estructura actual
Fragmentación
Área
CONSERVACIÓN
USO SUSTENTABLE
RESTAURACIÓN
PE
RTU
RB
AC
IÓN
-
+
Fig. 2. Componentes de la condición ecológica de un hábitat que definen su potencial
para la conservación, uso sustentable o restauración.
El tipo de vegetación y su estructura constituyen una primera aproximación del
grado de similitud de un hábitat con su equivalente en condiciones naturales.
La composición de especies no necesariamente debe ser evaluada en detalle,
sino que más bien depende del tipo de ecosistema que se está estudiando. En
algunos casos, se pueden definir ciertas especies indicadoras que ayudan a
determinar el grado de similitud de un hábitat con la vegetación natural
25
potencial para ese sitio en particular. En el caso de selvas húmedas,
considerando su elevada riqueza y diversidad de especies resulta muy difícil
una evaluación exhaustiva de la composición, pero sí es muy importante
detectar la presencia de ciertos grupos, como por ejemplo la abundancia de
palmas o lianas en el sotobosque, o la presencia de ciertas especies primarias
en el dosel. Por ejemplo en Montes Azules Pennington y Sarukhán (2005, pp.
23) describen a Dialum guianense, Vattairea lundelli, como especies
conspicuas y notorias en el dosel de una selva primaria, por lo que su
presencia podría asociarse a selvas medianamente conservadas. En este
sentido, es donde resulta muy importante incluir además la estructura del
hábitat, ya que en las selvas húmedas ésta es muy compleja y desarrollada. En
la Selva Lacandona se pueden identificar hasta cinco estratos verticales, entre
los cuales dos y hasta tres de ellos están conformados por especies arbóreas
únicamente. Por esto ambas variables influyen de manera conjunta sobre la
condición ecológica de un hábitat. A mayor similitud en el tipo y estructura de la
vegetación con los elementos naturales del paisaje la condición ecológica
original estará menos perturbada.
El segundo componente de la condición ecológica es la historia de uso, que
determina los procesos de transformación o deterioro que operan u operaron
sobre el sitio, y por ende los componentes del ecosistema natural que son
alterados o eliminados. Algunos autores han mencionado la importancia de
incorporar la perspectiva histórica al análisis del deterioro ambiental, como una
herramienta indispensable para el análisis sistémico (Bilsborrow, 1993; García,
1991; Pearce, 1990; Picouet, 1994; Tudela, 1989; Worster, 1988), suponiendo
que lo que ocurre hoy en un sistema es el resultado de su historia. La historia
de uso determina los recursos de un hábitat dado (por ejemplo, nutrientes o
materia orgánica en el suelo), las condiciones ambientales locales (luz y
humedad relativa) y las condiciones bióticas (composición de especies
presentes). Al mismo tiempo, caracteriza el régimen de disturbios que opera
sobre el hábitat, tanto en intensidad, frecuencia, duración y extensión. No
resulta igual la extracción forestal, la extracción de recursos no maderables o
leña que no modifican sustantivamente el ecosistema, que la incorporación al
sistema de roza-tumba-quema, donde la transformación del sistema es
26
completa. El nivel de recursos de un sitio, está particularmente influido por el
régimen de disturbio, ya sea presente o pasado (Hardwick et al., 2004). En este
sentido, la historia de uso o manejo, funciona como un régimen de disturbio, el
cual, junto a las características ambientales determinan su potencial
contribución a la conservación de especies (Freemark et al., 2002).
En nivel de fragmentación de la vegetación existente constituye el tercer
componente de la condición ecológica. La fragmentación tiene efectos directos
sobre la disminución de la diversidad de especies en la regeneración del
sotobosque y especialmente de plántulas de árboles, y por ende puede poner
en riesgo la regeneración natural (Benítez-Malvido y Martínez-Ramos, 2003b).
Esto podría estar asociado a alteraciones en la comunidad de polinizadores,
dispersores o depredadores de semillas (los cuales determinan en gran medida
la composición y magnitud de la regeneración); y además ser particularmente
fuerte si los fragmentos remanentes no se encuentran bajo un sistema de
protección (Chapman y Chapman, 2003). En segundo lugar, la fragmentación
genera un aumento en la relación perímetro / superficie de las áreas que se
generan, lo cual determina un efecto de borde sobre los parches que resultan
de la misma. Este efecto tiene impactos sobre algunos procesos dinámicos de
los ecosistemas, alterando su estructura y funcionamiento, hasta varios cientos
de metros dentro del bosque (Laurence, 2000). El efecto de borde puede
disminuir el reclutamiento tanto en abundancia como en riqueza de especies
(Benítez-Malvido y Martínez-Ramos, 2003a). En tercer lugar, la fragmentación,
dependiendo de su magnitud y tipo, determina diferentes configuraciones de
los parches remanentes dentro del paisaje, y por ende diferentes grados de
conectividad. Parches menos conectados y más aislados de otros tienen menor
probabilidad de convertirse ya sea en fuentes o sumideros de poblaciones
locales dentro de la escala regional del paisaje, es decir, de participar de los
procesos dinámicos regionales. Esto se relaciona con la teoría de
metapoblaciones (Hanski, 1999), que asume que los individuos de una
población no necesariamente comparten un mismo ambiente y tampoco
interactúan de igual manera entre todos. Una metapoblación es un conjunto de
poblaciones locales, inmersas en un ambiente configurado por parches
27
discretos de hábitat adecuado, rodeados por un ambiente uniforme de hábitats
no adecuados.
Por ende, a una mayor fragmentación mayor será la perturbación de la
condición ecológica de un hábitat.
El último componente es el área del hábitat. El tamaño del hábitat está
relacionado con la teoría de biogeografía de islas (MacArthur y Wilson, 1967),
la cual plantea que el número de especies en un ambiente parcialmente aislado
y homogéneo es el resultado de un equi librio dinámico entre las tasas opuestas
de colonización y extinción. Esta teoría parte de la observación de que el
número de especies de un lugar está relacionado con su área; generalizando
en que S = cAz, donde S es el número de especies, A el área del sitio, c, z son
valores constantes. Cuanto más alejado está un sitio de la fuente de especies,
menos probable será que las especies lleguen a él, mientras que al mismo
tiempo, si el área es más pequeña, al ser las poblaciones menores están más
sujetas a extinción. Se puede establecer una analogía entre islas y áreas
naturales, ya que éstas serían como "islas rodeadas de una matriz
transformada". El pequeño tamaño de algunos parches remanentes de selva
conllevaría a que las poblaciones que contienen sean más vulnerables,
mientras que el aislamiento dificulta la llegada de nuevas especies y el
reestablecimiento de poblaciones extinguidas. Además, en áreas pequeñas,
subsisten poblaciones locales más pequeñas, lo que conlleva una reducción de
su viabilidad debido a la pérdida de variación genética y al mismo tiempo un
aumento en su vulnerabilidad frente a las fluctuaciones demográficas
intrínsecas y ambientales. Por tanto, desde el punto de vista de las teorías de
biogeografía de islas y de metapoblaciones, la fragmentación está
intrínsecamente asociada al área de un hábitat.
En este contexto, la condición ecológica final de un hábitat podrá situarse en
cualquier parte de un gradiente de perturbación; en este caso con extremos
constituidos por una selva en buen estado de conservación (condición
ecológica original), ya sea primaria o secundaria (en la medida que sea un
remanente de la selva original) y un sistema completamente transformado
28
(condición ecológica completamente perturbada), con todos los matices
intermedios posibles. Su posición dentro de este gradiente determinará la
necesidad de conservación o restauración de un sitio, así como su potencial
uso sustentable. Estas tres posibilidades no son excluyentes, ya que en un
mismo sitio puede ocurrir más de una; por ejemplo, un sitio con buena
condición ecológica debe ser necesariamente conservado, pero esto no
determina que sea imposible su uso, mientras sea sustentable y adaptado a las
condiciones locales. Por esta razón en la figura 2 se muestran estas acciones
como interrelacionadas. Lo que no puede ocurrir, es la conservación y la
restauración en un mismo sitio, pero sí se pueden dar combinaciones de
conservación y uso, así como uso y restauración.
En cuanto a los asentamientos humanos, un análisis histórico y de
caracterización en la región resulta indispensable para comprender los factores
de uso y disturbio que operan sobre los ecosistemas naturales y sus recursos
naturales. Este componente está íntimamente relacionado con la historia de
uso, ya que son las comunidades presentes las que hacen uso de los recursos,
de acuerdo a sus tradiciones o costumbres aprendidas, y son estas actividades
las que determinan el tipo y magnitud de los impactos ecológicos. La
perspectiva histórica, además, permite identificar cambios en estas actividades,
por ejemplo a partir de la pérdida de costumbres ancestrales determinada por
programas de gobierno, estímulos y/o prohibiciones.
Por último, los instrumentos jurídicos operan en la región a distintos niveles de
acuerdo a su aplicabilidad y aceptación por parte de las comunidades locales.
Las poblaciones humanas locales establecen, según su nivel de arraigo en la
zona y su grado de organización, códigos de conducta internos establecidos en
reglas propias que complementan la normatividad general nacional a la que
están sujetos. Es decir, el marco legal que rige sobre la conservación, uso y
restauración de los ecosistemas naturales establecido en las leyes General del
Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, Federal de Desarrollo Forestal
Sustentable, de Aguas Nacionales, General de Vida Silvestre y la de Desarrollo
Rural Sustentable, se complementa o precisa mediante las normas que las
propias poblaciones adoptan. Dichas normas quedan establecidas en las actas
29
de Asamblea Ejidal y en algunos casos, en donde la organización es mayor, se
convierten en reglamentos. Para que dichos reglamentos tengan efectividad
legal debe ser publicado por el Municipio. La vigilancia del cumplimiento de
esta normatividad y las sanciones por su incumplimiento queda bajo la
responsabilidad de las autoridades ejidales.
1.2. Definición de criterios para caracterizar unidades naturales
El primer componente que define la condición ecológica de un hábitat es
el tipo de vegetación y estructura (cf. Fig. 2). Sin embargo, teniendo en cuenta
que el área de estudio es un ambiente socio-productivo no podemos considerar
únicamente al tipo de vegetación como el indicador de la condición ecológica
actual. Por esto se planteó trabajar con unidades naturales (UN), que
constituyen la delimitación de áreas cuyos procesos y dinámica son
independientes de la intervención humana y que su existencia está
determinada por su configuración espacial. Su identificación dentro del paisaje
debe estar en relación con los procesos de transformación que el mismo ha
sufrido, por lo que entre los criterios para definirlas deben incluirse aspectos
tanto ecológicos como socio – productivos.
Estas UN se consideran los componentes del paisaje que permiten el análisis
dinámico de los procesos que se suceden en un área y entender los efectos
que tienen las actividades humanas en los cambios y modificaciones de los
ecosistemas.
Como criterios ecológicos para identificar unidades naturales consideramos
principalmente indicadores de la estructura de la vegetación, incluyendo la
presencia / ausencia de los estratos herbáceo, arbustivo, arbóreo de >10m de
altura, arbóreo de 10-20m, arbóreo de 20-30m y arbóreo emergente (>30m de
altura), el porcentaje de cobertura de dosel, altitud sobre el nivel del mar y la
pendiente. También se consideró la presencia de disturbios como el fuego, la
extracción y especies exóticas.
30
Como criterios socio – productivos consideramos el tipo de uso de suelo
(pastizal ganadero, cultivo agrícola, parcela en descanso, extracción forestal o
de recursos no maderables, reservas comunitarias, etc.), la tenencia de la tierra
(ejidal o comunal) y la situación catastral (parcelado o no).
1.3. Zonificación y clasificación de unidades naturales.
La clasificación de unidades naturales se desarrolló a partir de una
imagen del sensor SPOT 4 que fue procesada por la Comisión Nacional para el
Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (CONABIO); se obtuvieron como
productos el NDVI y la clasificación no supervisada con el algoritmo de
ISODATA.
También se utilizó una imagen del año 2000, del sensor Landsat 7 ETM+,
obtenida del sitio Web www.landsat.org de su producto ortorectificado. Esta
imagen fue normalizada atmosféricamente, y se calculó el NDVI para
incorporarlo como una banda adicional a la utilizada por SPOT. Las bandas de
la imagen de 2000 se eligieron en función de que los intervalos de longitud de
onda fueran cercanos a los de la imagen SPOT de 2005. Por esta razón se
utilizaron las bandas 2 a 4 de Landsat 7 ETM+, y para hacer una clasificación
no supervisada utilizando el algoritmo de ISODATA se adicionó el NDVI como
una banda.
Las imágenes satelitales se delimitaron para la zona de estudio y se
identificaron preliminarmente algunas unidades diferenciadas. A partir de esta
información se inició la verificación de campo, la cual consistió tanto en
recorridos terrestres como aéreos. Ambos permitieron corroborar información
proporcionada de la imagen satelital, así como corregirla y georreferenciarla.
Se realizó una clasificación no supervisada con ISODATA con la cual se
obtuvieron 25 categorías. La asignación a categorías de vegetación y uso se
realizó con información obtenida en campo con 120 puntos de verificación
tomados en los siete ejidos que conforman el área de estudio.
31
Los sitios muestreados fueron clasificados considerando reglas de decisión de
acuerdo a los criterios ecológicos y socio – productivos enumerados en el
apartado anterior. Se hizo una matriz de confusión que contiene en los
renglones las 25 clases obtenidas y en las columnas las nueve categorías de
vegetación y uso. De la combinación de ambas clasificaciones se obtuvieron
siete categorías, que fueron utilizadas para obtener el mapa de unidades de
vegetación. La regla de decisión fue asignar la categoría de vegetación de
acuerdo al mayor número de puntos que se encontraran en cada clase.
El proceso de clasificación dio como resultado siete categorías o tipos de
unidades naturales (Anexo 1). La distribución de estas unidades naturales no
mostró un patrón determinado de agrupamiento; sino que se observa una
matriz de selva perturbada (o acahualada) cuya vegetación dominante se
asemeja a la vegetación original, pero presenta cierto grado de perturbación
que determina un proceso de sucesión secundaria, y que ocupa un poco más
de la mitad de la superficie del terreno (57%) (Fig. 3). En esta matriz se
observan dispersos un alto número de fragmentos de muy pequeño tamaño
que contienen lo poco que queda de selva más conservada (7%) (se observan
como puntos oscuros). Dentro de la matriz los fragmentos dominantes
corresponden a pastizales ganaderos o cultivos agrícolas, que contienen
algunos manchones de vegetación secundaria (pastizal-cultivo agrícola con
acahual) (26%). Los pastizales puros y acahuales con presencia de pastizal
tienen menor presencia (4 y 1% respectivamente).
32
4%
26%
57%
7%
1%2% 3%
Agua
Pastizal y cultivos agrícolas
Pastizal, cultivos agrícolas y acahual
Selva acahualada
Selva conservada
Selva acahualada con pastizal y/ocultivo agrícolaAcahual con pastizal y/o cultivo agrícola
Fig 3. Aporte de cada categoría de unidad natural en la región de estudio.
La distribución de categorías por ejido evidencia los resultados del proceso de
deforestación que ha ocurrido en la zona. Es importante resaltar que en
ninguno de los ejidos la selva conservada ocupa más del 10%, aún cuando en
la mayoría de los casos la superficie está ocupada en más del 50% por selva
acahualada (Tabla 2). Esto podría ser esperable en cierta medida ya que la
selva constituye el ecosistema original y es el tipo de vegetación que más
cambia a lo largo del tiempo. Lo que nos muestra en cambio las diferencias
entre los ejidos es la proporción de los distintos tipos de uso del suelo. Los
ejidos que han perdido la mayor cantidad de selva son aquellos con mayor
porcentaje de pastizales y cultivos agrícolas, o pastizales y cultivos con cierta
presencia de acahuales, que son los sistemas más transformados, los
incorporados a las actividades productivas; estos ejidos son Loma Bonita
(47.9%), Adolfo López Mateos (37.4%) y Boca de Chajul (35.5%).
Tabla 2. Porcentaje de superficie de cada unidad natural por ejido.
Agua PastizalPastizal y acahual
Selva acahualada
Selva conservada
Selva acahualada con pastizal
Acahual y pastizal
REFORMA AGRARIA 2.3 2.6 18.6 65.7 8.9 1.2 0.8ADOLFO LOPEZ MATEOS 2.8 7.4 32.0 45.6 4.4 4.1 3.7GALACIA 4.4 3.8 18.6 60.5 7.4 2.7 2.5PLAYON DE LA GLORIA 2.8 3.8 27.5 54.6 6.5 3.4 1.4BOCA DE CHAJUL 1.0 5.1 30.4 54.7 7.2 1.2 0.4LOMA BONITA 2.1 5.0 41.3 41.6 4.3 1.4 0.8TRECE DE SEPTIEMBRE 3.8 3.6 23.1 59.5 9.1 2.7 1.9
33
Cabe hacer notar que en las categorías utilizadas para estas unidades
naturales quedaron agrupados los acahuales jóvenes y de edad intermedia,
además de que éstos constituyen una superficie muy considerable. Debido a
que los acahuales jóvenes forman parte del sistema de descanso de la roza-
tumba-quema y que muy posiblemente son áreas que en poco tiempo volverán
a ser transformadas, y que los acahuales con más de 15 años seguramente ya
no forman parte de los sistemas de descanso sino más bien de abandono, la
importancia en términos de la regeneración y el futuro es mucho mayor en los
segundos que en los primeros. Es por ello que consideramos, después de esta
primera aproximación, que sería muy útil dividir esta categoría en dos y hacer
nuevamente un recorrido de campo para validar su estado de regeneración.
Esto permitiría definir más claramente las estrategias para la restauración y
priorizar las áreas que tienen mayor viabilidad. En una etapa posterior se
pretende avanzar en estos detalles.
Al mismo tiempo, la imagen de satélite no permite distinguir entre cultivos de
tipo agrícola de los pastizales ganaderos. Para una primera aproximación estas
diferencias no son tan relevantes, ya que lo más importante en esta etapa es
distinguir las áreas naturales remanentes en la región y el grado de deterioro y
cambio de uso de suelo. Sin embargo, para elaborar propuestas de manejo
resulta de gran importancia poder distinguir entre los tipos de uso de suelo
agrícola y ganadero ya que el manejo que hacen de éstos los productores es
diferente y también lo es el impacto ecológico.
1.4. Análisis de la dinámica del cambio de la cobertura vegetal entre
1986 y 2006
Para realizar el análisis de cambio de uso de suelo se obtuvieron
imágenes de satélite de los años 1986, 2000 y 2005. Las correspondientes a
los años 1986 y 2000 provinieron del sensor Landsat 7 ETM+, y se obtuvo del
sitio Web www.landsat.org de su producto ortorectificado. La imagen de 2005
provino del sensor SPOT 4 que fue procesada por la CONABIO.
34
La imagen de 2000 fue normalizada atmosféricamente, y se calculó el NDVI
para incorporarlo como una banda adicional a las utilizadas por SPOT. Las
bandas de la imagen de 2000 se eligieron en función de que los intervalos de
longitud de onda fueran cercanos a los de la imagen SPOT de 2005. Por esta
razón se utilizaron las bandas 2 a 4 de Landsat 7 ETM+, y para hacer una
clasificación no supervisada utilizando el algoritmo de ISODATA se adicionó el
NDVI como una banda.
Las imágenes satelitales se delimitaron para la zona de estudio y se
identificaron preliminarmente algunas unidades diferenciadas. A partir de esta
información se inició la verificación de campo, la cual consistió tanto en
recorridos terrestres como aéreos. Ambos permitieron corroborar información
proporcionada de la imagen satelital, así como corregirla y georreferenciarla.
Para comparar la vegetación entre dos tiempos se desarrolló una zonificación
multitemporal de la vegetación a través de:
• Normalización de imágenes
o Los criterios para elegir las imágenes son:
§ Imágenes de la época de secas (diciembre a mayo del
siguiente año)
§ Sin nubes o con el menor porcentaje de nubes (menor al
5%)
§ Preferir aquellas que correspondan al mismo mes en
diferentes años.
§ Resolución espacial mayor a 30 metros
o Normalización atmosférica
o Normalización topográfica
o Compuestos de máximo valor
Luego se realizó una clasificación de imágenes, que incluyó:
• Capas de un bit de arbolado y no arbolado
o Cálculo de NDVI ó EVI para las imágenes mulitemporales
35
o Clasificación no supervisada con ISODATA de bandas
espectrales y NDVI.
o Determinación con la probabilidad de arbolado y no arbolado con
regresión logística, con el módulo de GRID de ArcGIS.
• Clasificación de usos de suelo
• Validación de los mapas clasificados elaborados a partir de puntos de
verificación obtenidos de la imagen de satélite más actual y de
recorridos de campo.
Por último, se realizó una clasificación RGB-NDVI. Se cálculo el NDVI de cada
fecha y se obtuvo del corte de la escena normalizada. Con las imágenes
resultado se elaboró el compuesto en RGB (rojo, verde, azul) siguiendo la
secuencia temporal de las escenas (1986: R, 2000: G, 2005: B). El compuesto
en RGB se clasificó de manera no supervisada con el algoritmo de iterativo de
ISODATA, obteniendo 50 clases. Las clases se emplearon para generar
estadísticas zonales con las cuales se calcularon los promedios totales y
desviación estándar (por escena) y los promedios y desviación estándar por
clase. Éstos se reclasificaron siguiendo como criterio las diferencias de 0.5
desviaciones estándar respecto de la media. Valores mayores a 0.5
desviaciones estándar de la media se consideraron como altos (Hayes et. al.
2002). Las clases generadas se muestran en la Tabla 3 .
Tabla 3. Categorías por valores de NDVI establecidas en función de las desviaciones estándar.
Categoría EVI Desviaciones estándar Asignación numérica Muy Alto +1.5 7 Alto +1.0 6 Medio alto +0.5 5 Medio 0 4 Medio bajo -0.5 3 Bajo -1.0 2 Muy bajo -1.5 1
Las categorías de NDVI fueron a su vez reasignadas de acuerdo a las
categorías de proceso: (1) sin cambio, (2) regeneración y (3) aclareo. En
función de estas categorías se interpretó la información por comparación entre
fechas y por proceso, lo cual se tradujo en ocho categorías nuevas (Tabla 4).
La categoría sin cambio expresa que los valores de NDVI no muestran cambios
36
importantes en las tres fechas comparadas. La regeneración (aumento de la
vegetación) significa que los valores del índice de vegetación aumentaron de
una fecha a otra. Las causas que producen la regeneración pueden ser
múltiples; una de ellas puede adjudicarse a fenómenos que perturbaron
fuertemente la cobertura vegetal y esta última muestra una fuerte respuesta a
recuperar la condición previa a la presencia de la perturbación. El aclareo se
produce cuando la cobertura vegetal es sustituida por pastos o cultivos de
cualquier índole, principalmente por deforestación.
Tabla 4. Categorías por proceso y fecha, y los colores y números asignados al falso color en
RGB.
Proceso por fecha Asignación de
color Asignación numérica
Sin cambio de 86 a 00, regeneración a 05 1 Aclareo antes de 86, regeneración a 05 2 Aclareo antes de 86, regeneración a 00, y aclareo a 05 3 Aclareo de 86 a 00, sin cambio a 05 4 Aclareo de 86 a 00, regeneración a 05 5 Sin cambio de 86 a 00, aclareo a 05 6 Sin cambio, Alto EVI 7 Sin cambio, bajo EVI 8
Se obtuvo entonces un mapa (Anexo 2) que describe los cambios de uso del
suelo a lo largo de estos veinte años, en el que se observó que:
• Las áreas que no han sufrido cambios a lo largo del tiempo y bajos
valores del NDVI corresponden a cuerpos de agua.
• Las áreas que no sufrieron cambios a lo largo del tiempo y presentan un
NDVI alto, en la mayoría de los casos corresponden a selva acahualada,
es decir, fragmentos de vegetación secundaria (acahuales) de edad
avanzada IDEM
• Las áreas que se registran como aclareadas antes del 86, así como
aquellas desmontadas entre 1986 y 2000, pero desde este último año en
regeneración, corresponden a vegetación secundaria de diferentes
edades.
• Las áreas que fueron desmontados antes de 1986 y se encuentran
actualmente en regeneración, o bien estuvieron en regeneración hasta
2000, y volvieron a convertirse en claros en 2005, son una mezcla de
proporciones variables entre pastizal con acahual y selva acahualada.
37
Esto evidencia la roza tumba y quema en la región, por eso observamos
combinaciones de pastizales mezclados con selva en regeneración
secundaria.
• Las áreas que no presentaron cambios en el tiempo y actualmente
continúan en regeneración correspoden a una mezcla de selva
perturbada y conservada.
• Las áreas que no mostraron cambios hasta el 2005, pero que a partir de
ese año fueron aclareadas, corresponden a una mezcla de pastizales
puros y pastizales con alguna presencia de vegetación secundaria
• Hay dos tipos de pastizales, los más viejos (abiertos entre 1986 y 2000)
mezclados con vegetación secundaria (acahual) y otros más jóvenes
(abiertos en 2000); la mayoría de estos últimos también está mezclada
con acahual, algunos con selva y algunos son puros. De hecho, estos
últimos, casi todos fueron abiertos a partir de 2000.
Del análisis podemos concluir que en el área de estudio existe un 22% de
acahuales con al menos 20 años en regeneración; éstos son áreas que fueron
antes de 1986, y que como no han sufrido nuevas perturbaciones actualmente
siguen en regeneración (Fig. 4). Los acahuales de entre 7 y 20 años de edad
corresponden al 12%, constituido en su mayor parte por parches de vegetación
secundaria y algunos pastizales. Las áreas sin arbolado corresponden a los
desmontes; éstas contienen pastizales y cultivos agrícolas y fueron abiertas en
distintos momentos. Los desmontes ocurridos entre 1986 y 2000 tienen entre 7
y 20 años de haber sido abiertos y corresponden al 6%. Sin embargo, aquellos
desmontes detectados entre el 2000 y 2005, que tienen 5 años o menos de
haber ocurrido, corresponden al 20%, lo que evidencia que el proceso de
deforestación entre estos años ha sido mucho más importante en comparación
con años anteriores. Por último, aunque se observa un 36% de selva que no
ha sufrido cambios en todo este tiempo; al menos no lo suficiente para ser
detectados por una imagen de satélite; en la verificación de campo se observó
que ha tenido al menos algún grado de intervención.
38
36%
22%
12%
6%
20%
4%
Selva
Acahual =20 años
Acahual 7-20 años
Desmonte 7-20 años
Desmonte =5 años
Agua
Fig. 4. Distribución de las diferentes categorías identificadas.
Debemos destacar que la pérdida total de la superficie de arbolado entre los
años 2000 y 2005 fue del 16%, y que se incrementó en un 86% la superficie no
arbolada, lo cual corresponde a una tasa promedio anual de deforestación del
3.2%. En todos los ejidos se observa una tendencia de pérdida de cobertura
vegetal y de ganancia de espacios para la agricultura y la ganadería. Aunque
por el momento no se cuenta con información detallada de los cambios de uso
de suelo por cada ejido, En particular, en los últimos cinco años, en estos
ejidos se han registrado tasas de deforestación anual superiores a las
registradas para todo el estado de Chiapas en las décadas anteriores
(ECOSUR, 1996) y superior a la media nacional para los mismos años
(Semarnat, 2006) pudiendo alcanzar hasta el 6% anual (Tabla 5).
La vegetación remanente todavía muestra una superficie considerable (57%),
aunque presenta un estrato arbóreo desarrollado, se encuentra alterada.
En futuras etapas del proyecto será necesario comparar estos procesos de
deforestación con los procesos socio-ambientales que han ocurrido en la región
para explicar el incremento de la deforestación en los últimos 5 años, la cual
resulta más de 5 veces mayor que la deforestación nacional media (1.6%,
Semarnat, 2006).
39
Tabla 5. Variación de las superficies arbolada y no arbolada, y deforestación en los siete ejidos
ribereños colindantes a la RBIMA. Fuente: Carabias et al. (2006).
Ejido
Incremento de
área no arbolada (%)
Decremento del
arbolado (%)
Deforestación anual
(%)
REFORMA AGRARIA 98 12 2.4 ADOLFO LÓPEZ MATEOS 161 27 5.5 GALACIA 74 11 2.2 PLAYÓN 100 18 3.5 BOCA DE CHAJUL 42 14 2.7 TRECE DE SEPTIEMBRE 113 15 3 LOMA BONITA 114 30 6
Total (media) 100.3 18.1 3.6
1.5. Análisis de la fragmentación
La fragmentación en la región se analizó a partir del índice de
fragmentación de acuerdo a la metodología de Hurd y colaboradores (2002).
Esta consistió en usar los resultados del modelo de fragmentación obtenidos
para los siete ejidos mediante el cual se determinó el estado de la
fragmentación del arbolado para la región. El propósito del índice de
fragmentación fue proveer una estimación rápida de la fragmentación de los
bosques dentro de la región de estudio y establecer las tendencias en la
probabilidad de arbolado (PA) e identificar las áreas que podrían beneficiarse
con la aplicación de un plan de reforestación.
El índice de fragmentación se compone de dos partes. La primera es la
proporción total del arbolado (PTA):
AguaSinÁreadelTotal
ÁrboladaÁreadelTotalPTA =
El PTA es un valor general usado en muchas investigaciones para proveer una
estimación básica de la cobertura arbórea en una región y en muchas
investigaciones se han identificado relaciones no lineares entre la cantidad de
arbolado en una región y al nivel de la fragmentación de arbolado (Volgelmann,
40
[1995] y Wickham et al. [1999] citados por Hurd et al., [2002]). El intervalo de
valores de PTA es de 0 a 1.
El segundo componente es una medida del índice de continuidad del arbolado
(CA) dentro de una región. El valor de CA examina las áreas arboladas dentro
de la región de análisis, tal que:
∗
=
ArboladaÁreadelTotalMayorInteriorArboladodelParchedelArea
ArboladaÁreadelTotalPonderadaArboladaÁrea
CA
Para calcular la CA se usan los resultados del modelo de fragmentación de
bosques. De la ponderación de los valores del área arbolada ponderada (AAP)
se obtiene del valor de la mediana de la probabilidad de bosque (PB) para cada
clase de fragmentación, y el área de cada clase de fragmentación es
multiplicado por un peso, tal que:
( ) ( )( ) ( ) ( )PARCHEALTRANSICIONADOINDETERMINBORDEPERFORADOINTERIORAAP *2.0*5.08.00.1 ++++∗+∗=
La razón de esto es que dados dos regiones de igual cubierta arbórea, una con
más arbolado interior tiene una mayor área ponderada y por lo tanto está
menos fragmentada. Para obtener mayor detalle en las regiones basadas en el
nivel de fragmentación, el cociente de la ponderación por área es multiplicado
por el cociente del parche interior mayor para el área total del arbolado para la
región. El intervalo de valores de CA es de 0 a 1.
Los valores de PTA y CA calculados para una región son graficados
especificando seis condiciones de fragmentación de arbolado (Fig. 5). La
designación de PTA se determinó basándose en los resultados de Vogelmann
(1995, op.cit) y Wickham y colaboradores (1999, op. cit.), ellos encontraron que
la fragmentación del arbolado llega a ser más severa cuando la cobertura de
arbolado disminuye del 100 al 80% de la cobertura. Entre el 60 y 80% de
cobertura arbórea la oportunidad de reintroducir arbolado para conectar
parches de arbolado es grande, y menor por debajo del 60%; arbolados con
parches más pequeños y más fragmentados. Las regiones CA fueron divididas
41
y designadas en continuidad alta de arbolado (=0.5) o menor continuidad de
arbolado (<0.5).
Con
tinui
dad
de a
rbol
ado
Proporción total de arbolado
0
0.5
1
0.6 0.8 1
Con
tinui
dad
de a
rbol
ado
Proporción total de arbolado
0
0.5
1
0.6 0.8 10
0.5
1
0.6 0.8 1
Alta cantidad de arboladoAlta continuidad de arboladoAlta cantidad de arboladoBaja continuidad de arboladoModerada cantidad de arboladoAlta continuidad de arboladoModerada cantidad de arboladoBaja continuidad de arboladoBaja cantidad de arboladoAlta continuidad de arboladoBaja cantidad de arboladoBaja continuidad de arbolado
Alta cantidad de arboladoAlta continuidad de arboladoAlta cantidad de arboladoBaja continuidad de arboladoModerada cantidad de arboladoAlta continuidad de arboladoModerada cantidad de arboladoBaja continuidad de arboladoBaja cantidad de arboladoAlta continuidad de arboladoBaja cantidad de arboladoBaja continuidad de arbolado
Fig. 5. Criterios para establecer las seis categorías del estado de fragmentación.
La anterior metodología se aplicó en el software para sistema de información
geográfica ArcGIS versión 9.1 programando un AML (ArcINFO Macro
Lenguage) para implementar el análisis espacial que permitió su aplicación,
considerando como región a los ejidos.
El cambio de superficie se distribuye en las categorías con menores
porcentajes de cantidad y continuidad de arbolado. La categoría de alta
cantidad y continuidad de arbolado muestra los ejidos que mantienen un alto
grado de conservación, y en contraste la categoría de baja cantidad y
continuidad de arbolado muestra los ejidos con mayor grado de deterioro. La
situación intermedia la presenta la moderada cantidad de arbolado y alta
continuidad.
El proceso que muestran los mapas obtenidos por fecha dan cuenta de un
importante cambio en la cantidad y continuidad del arbolado entre 1986 y 2005
de manera heterogénea en los distintos ejidos (Fig. 6). Aunque ya en el año
42
1986 se la cantidad de arbolado era moderada en la mayoría de los ejidos, éste
presentaba alta continuidad. Galacia era el único ejido que conservada una alta
cantidad de arbolado, mientras que ya en Loma Bonita la cantidad de arbolado
era baja, lo que implica que el proceso de deterioro en este ejido se inició hace
más de veinte años. Para el año 2000, quince años después, se evidencia la
pérdida de cobertura y continuidad en Galacia, Boca de Chajul y Loma Bonita,
estos dos últimos alcanzando una baja cantidad y continuidad de arbolado. Ya
para el año 2005, todos los ejidos excepto Reforma Agraria presentan una baja
cantidad de arbolado, ya sea con alta o baja continuidad, esta excepción se
debe en gran media a la decisión de este ejido de mantener un área compacta
como reserva comunitaria, lo cual se refleja no solamente en bajos índices de
fragmentación, sino también en una baja pérdida de cobertura arbórea dentro
del ejido. Por ejemplo, al comparar la distribución de categorías dentro de cada
ejido en los diferentes momentos, en Reforma Agraria la categoría de alta
cantidad y continuidad de arbolado pasó del 59% en 1986, al 46% en 2005
(Tabla 6). En los demás ejidos excepto Loma Bonita, se puede observar que
para 1986, las categorías con mayores porcentajes de superficie son aquellas
que presentan diferentes cantidades de arbolado pero siempre con alta
continuidad, evidenciando que la pérdida de cobertura arbórea en la región ya
era incipiente pero ésta era en su mayor parte por apertura de tierras y por
ende la fragmentación era muy baja. En el año 2000 en Boca de Chajul y
Adolfo López Mateos se observa un aumento importante en las categorías de
moderada y baja cantidad, pero con baja continuidad, evidenciando la
fragmentación dentro de los ejidos. Ya para el 2005, todos los ejidos excepto
Galacia presentan al menos un 30% de su superficie en la categoría de baja
cantidad y continuidad, y menos del 15% en la categoría de alta cantidad y
continuidad (excepto Reforma Agraria como se mencionó en los párrafos
anteriores), evidenciado un paisaje transformado y altamente fragmentado.
43
Alta cantidad y continuidad
Alta cantidad y baja continuidad
Moderada cantidad y alta continuidad
Moderada cantidad y baja continuidad
Baja cantidad y alta continuidad
Baja cantidad y baja continuidad
Alta cantidad y continuidad
Alta cantidad y baja continuidad
Moderada cantidad y alta continuidad
Moderada cantidad y baja continuidad
Baja cantidad y alta continuidad
Baja cantidad y baja continuidad
Alta cantidad y continuidad
Alta cantidad y baja continuidad
Moderada cantidad y alta continuidad
Moderada cantidad y baja continuidad
Baja cantidad y alta continuidad
Baja cantidad y baja continuidad
Alta cantidad y continuidad
Alta cantidad y baja continuidad
Moderada cantidad y alta continuidad
Moderada cantidad y baja continuidad
Baja cantidad y alta continuidad
Baja cantidad y baja continuidad
Fig. 6. Índice de fragmentación de la superficie arbolada en los siete ejidos ribereños entre
1986 y 2005.
44
Tabla 6. Porcentajes por ejido y categoría índice de fragmentación para cada fecha. La suma por fila corresponde al 100% de la superficie del ejido.
2005
Alta cantidad y alta
continuidad de arbolado
Alta cantidad y baja
continuidad de
arbolado
Moderada cantidad y
alta continuidad de
arbolado
Moderada cantidad y
baja continuidad de
arbolado
Baja cantidad y
alta continuidad de
arbolado
Baja cantidad y
baja continuidad
de arbolado
Reforma Agraria 46.56% 0.00% 4.97% 1.40% 28.49% 18.58%
Adolfo López Mateos 0.84% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 99.16%
Galacia 6.80% 0.00% 5.34% 67.14% 0.01% 20.71%
Playón de la Gloria 6.04% 0.00% 33.76% 0.00% 25.98% 34.22%
Boca de Chajul 14.69% 0.08% 37.08% 5.06% 9.93% 33.16%
Trece de Septiembre 13.90% 0.00% 23.62% 3.30% 15.86% 43.32%
Loma Bonita 0.42% 0.00% 2.88% 0.33% 4.71% 91.66%
2000
Alta cantidad y alta
continuidad de arbolado
Alta cantidad y baja
continuidad de
arbolado
Moderada cantidad y
alta continuidad de
arbolado
Moderada cantidad y
baja continuidad de
arbolado
Baja cantidad y
alta continuidad de
arbolado
Baja cantidad y
baja continuidad
de arbolado
Reforma Agraria 50.05% 0.01% 9.69% 0.13% 25.60% 15.25%
Adolfo López Mateos 0.83% 0.01% 0.69% 38.93% 5.56% 53.99%
Galacia 73.31% 0.00% 5.98% 0.28% 0.18% 20.24%
Playón de la Gloria 18.70% 0.00% 47.09% 0.00% 3.88% 30.34%
Boca de Chajul 15.01% 0.83% 17.27% 11.56% 0.00% 55.32%
Trece de Septiembre 48.86% 0.00% 7.89% 4.06% 9.67% 29.52%
Loma Bonita 3.29% 0.22% 0.76% 9.33% 0.00% 86.40%
45
Tabla 6. (continuación).
1986
Alta cantidad y alta
continuidad de arbolado
Alta cantidad y baja
continuidad de
arbolado
Moderada cantidad y
alta continuidad de
arbolado
Moderada cantidad y
baja continuidad de
arbolado
Baja cantidad y
alta continuidad de
arbolado
Baja cantidad y
baja continuidad
de arbolado
Reforma Agraria 59.71% 0.00% 4.31% 0.00% 27.49% 9.56%
Adolfo López Mateos 86.94% 0.01% 8.29% 0.00% 0.00% 4.76%
Galacia 71.58% 0.00% 13.37% 0.00% 0.00% 15.05%
Playón de la Gloria 61.97% 0.00% 17.81% 0.06% 0.00% 20.16%
Boca de Chajul 31.82% 0.04% 39.12% 0.65% 13.15% 15.21%
Trece de Septiembre 55.54% 0.06% 14.66% 5.65% 8.03% 16.06%
Loma Bonita 28.76% 0.00% 21.14% 2.61% 1.69% 45.80%
46
1.6. Determinación del potencial de conservación, uso o restauración
La selección permitió identificar fragmentos críticos para la conservación
en los distintos ejidos. Estos fragmentos muestran superficies y disposición
variables, lo cual podría estar sugiriendo ciertas consideraciones acerca del
proceso de transformación de los ecosistemas naturales que ha ocurrido en
cada uno de los ejidos. Aunque el análisis de este proceso escapa al presente
trabajo, podemos enumerar algunas consideraciones respecto a la situación
actual.
El área total de fragmentos seleccionados ocupa el 42% de la superficie total
estudiada (Tabla 7). Es importante destacar que en cuatro de los siete ejidos
los fragmentos seleccionados ocupan un área total que abarca al menos el
40% del territorio total del ejido, aunque resulta grave la situación del ejido
Loma Bonita, en donde los fragmentos seleccionados en este ejido ocupan
menos del 10% de su territorio, lo que quiere decir que queda muy poca
superficie de áreas arboladas, no fragmentadas y con una superficie mínima
para sostener poblaciones viables. En este contexto es importante tener en
cuenta no solamente la extensión total de los fragmentos sino también su
disposición espacial y continuidad (forma). Muy diferente al caso de Loma
Bonita es la situación del ejido Reforma Agraria, que contiene el fragmento de
mayor tamaño y continuidad.
Tabla 7. Superficie de los fragmentos elegidos dentro de cada uno de los ejidos.
EjidoSuperficie del
ejido (ha)Área total de
fragmentos (ha)
Porcentaje del ejido ocupado por
fragmentosREFORMA AGRARIA 4733.96 2848.48 60.17ADOLFO LOPEZ MATEOS 2057.35 559.72 27.21GALACIA 2560.29 1168.83 45.65PLAYON DE LA GLORIA 1126.27 399.06 35.43BOCA DE CHAJUL 4122.41 1750.48 42.46TRECE DE SEPTIEMBRE 1765.51 709.09 40.16LOMA BONITA 1704.91 166.11 9.74
TOTAL 18070.69 7601.77 42.07
47
Estas dos características (tamaño y forma de los fragmentos) determinan
procesos ecológicos y dinámicas diferentes, tanto dentro de los fragmentos
como entre ellos, por lo que resultan determinantes a la hora de tomar
decisiones en cuanto a su conservación o uso. Por este motivo, a efectos de
optimizar el desarrollo de algunas propuestas de conservación, en lugar de
definir fragmentos aislados se definieron regiones en cada uno de los ejidos.
De esta manera identificamos seis áreas críticas de trabajo (Fig. 7). En cada
una de ellas se revisó la verificación de campo y la condición ecológica del
sitio, la tenencia de la tierra, y la existencia de alguna figura jurídica que
estuviera operando en la zona, para así diagnosticar los requisitos de cada sitio
en función de su necesidad de conservación o potencial uso sustentable (Tabla
8). Los sitios con requisitos de restauración se definieron en una etapa
posterior, ya que en esta primera etapa el trabajo se enfocó a detectar las
áreas con mejor condición ecológica y por ende con menores disturbios o
impactos de los procesos de degradación que actual a históricamente a
operado en la región.
Fig. 7. Fragmentos de selva remanente existentes en los ejidos ribereños, seleccionados como
críticos para la conservación de la región.
48
Fragmento 1. Se encuentra en el ejido Reforma Agraria. Este fragmento
contiene dos sectores. Aproximadamente el 80% de este fragmento
corresponde a la Reserva Ejidal (1 453 hectáreas), la cual en este ejido es un
área no parcelada, en muy buena condición ecológica; en la reserva la
vegetación conserva una estructura muy similar a la original, con varios
estratos arbóreos y una importante diversidad de especies.
Considerando su buena condición ecológica y su tamaño (es el fragmento de
selva más grande entre estos siete ejidos), resulta prácticamente
imprescindible su conservación. El hecho de que este macizo ya constituya una
reserva determina que su posibilidad de persistencia en el tiempo sea alta,
sobre todo porque la población local muestra un importante respeto por su
categoría de protección.
Además, este ejido se encuentra desde hace varios años, dentro de un
programa de pago por servicios ambientales por captura de carbono, lo cual se
suma a su categorización como reserva y refuerza su condición como
fragmento de conservación.
En este sentido, no resultan necesarias acciones urgentes de conservación
para este fragmento, ni tampoco la búsqueda de un nuevo instrumento jurídico
que opere en el sitio, ya que lo dos instrumentos presentes están operando de
manera eficiente para su protección. Sin embargo, es importante consolidar
estas figuras de protección comunitaria y no detener el seguimiento del estado
de este sitio; sobre todo en materia de servicios ambientales, se puede tener
en cuenta otros programas como el pago por servicios de protección a la
biodiversidad.
En última instancia, las acciones en este ejido deberían tender no sólo a
fortalecer los instrumentos jurídicos que operan sobre la reserva sino también a
promover la aplicación de nuevos instrumentos para promover la restauración
de sitios aledaños y aumentar así la conectividad de la reserva tanto con otros
fragmentos más pequeños del ejido como con fragmentos de ejidos vecinos.
49
Es de destacar que, a través de otros proyectos Natura y Ecosistemas
Mexicanos A.C. gestionó la construcción de un vivero rústico ejidal en el que se
está produciendo de manera comunitaria planta de especies nativas, la cual
está siendo utilizada con fines de restauración de la vega del río Lacantún y el
establecimiento de cercas vivas en áreas productivas del ejido.
Fragmentos 2. Se encuentran en el ejido Galacia.
2.a. Ubicado en la zona llamada localmente “el colochero”. Este fragmento
corresponde a algunos manchones dispersos en una zona de vega, es decir
una zona baja con importante influencia del río Lacantún. Este fragmento
soporta una selva que presenta ciertos niveles de perturbación por extracción
forestal; sin embargo, todavía contiene individuos arbóreos de gran tamaño y
presenta varios estratos verticales, con una estructura bastante desarrollada.
Además, resulta importante por su ubicación en la región; tiene un fuerte
contacto con la reserva, ya que está como “inmerso” dentro de la misma, más
que en la zona de los ejidos.
Sin embargo, este fragmento corresponde a Tierras Comunales y no fue
parcelado por Reforma Agraria, sin embargo el ejido realizó una distribución
interna entre los ejidatarios esta zona. Por ello sufre un riesgo de cambiarse el
uso del suelo, ya que las decisiones no son colectivas, lo cual es muy grave
debido principalmente por su ubicación estratégica. Los suelos de vega suelen
ser los más ricos y fértiles, debido a los sedimentos que deja el río en sus
crecientes, por lo cual áreas de este tipo históricamente han sido deforestadas
para establecer cultivos agrícolas. Aún cuando dentro de los acuerdos ejidales
se incluye el respetar una franja de 50m de ancho de vegetación ribereña, esto
no se respeta y en muchos casos la ribera se encuentra completamente
deforestada. De hecho, este fragmento está intercalado con pequeñas áreas de
cultivo de maíz, frijol y chile.
Es entonces por la influencia que este fragmento tiene sobre la reserva y
condición ecológica que resulta necesaria la aplicación de algún instrumento
50
jurídico que promueva su conservación. En este caso, un instrumento
apropiado sería el pago por servicios ambientales por protección a la
biodiversidad. La extensión e incipiente fragmentación del área no lo hace
adecuado para el pago por servicios por captura de carbono, a menos que se
realizara previamente un enriquecimiento forestal del área. Otro instrumento de
potencial aplicación es el establecimiento de una Unidad de Manejo de la Vida
Silvestre con fines ecoturísticos; el cual ya se está promoviendo (ver apartado
3.6.1).
Por lo mismo, no se recomendarían instrumentos que promovieran el uso de
esta zona otro que no fuera el ecoturísmo, aún cuando se tratara de un uso
racional o sustentable; esto por su influencia sobre la reserva.
2.b. Colindante con el ejido Adolfo López Mateos. En este fragmento se
incluyen 1 200 hectáreas de la reserva ejidal de Galacia. En la zona se ha dado
la extracción forestal, la cual ha alterado considerablemente la diversidad de
especies en particular en los estratos superiores. Sin embargo, todavía se
pueden encontrar algunas áreas con una estructura desarrollada.
Es, al igual que el caso anterior, una zona de tierras comunales que ha sido
internamente dividida por el ejido y asignada en parcelas a sus ejidatarios.
Considerando que se trata de un área internamente parcelada y con una
importante presión de uso de los recursos, los instrumentos jurídicos que
pudieran adaptarse mejor a la condición serían aquellos que brindaran algún
uso directo a la población local que hace uso de este fragmento. En este
sentido, sería recomendable realizar un diagnóstico ambiental para identificar
las acciones más pertinentes y aplicables, entre ellas el establecimiento de una
Unidad de Manejo de Vida Silvestre (UMAs). También podría continuarse el
manejo forestal sustentable, pero en este caso sería altamente recomendable
establecer un programa de reforestación / restauración del área para asegurar
el mantenimiento de la estructura y diversidad del sitio. Asimismo, es un área
potencial de pago por servicios ambientales.
51
Sería de importancia revisar la figura jurídica de las áreas comunales que no
fueron parceladas por el Programa de Certificación de Derechos Ejidales
(PROCEDE), las cuales aunque internamente ya han sido distribuidas pueden
constituirse en una reserva ejidal de Galacia.
Por otro lado, es de destacar que Natura y Ecosistemas Mexicanos A.C.
actualmente está apoyando al ejido Galacia para el desarrollo de un estudio
para el Pago por Servicios Ambientales por Protección a la Biodiversidad, ante
la CONAFOR. Esta propuesta fue aprobada en este último mes de julio (folio
S20070701342) y ya se dio inicio a las primeras salidas de campo para
desarrollar el estudio de factibilidad.
Fragmentos 3. Se encuentras en el ejido Playón de la Gloria. Aunque en el
mapa se observa como un macizo continuo de gran tamaño es importante
destacar que este fragmento contiene parches en diferente condición
ecológica.
3.a. En primer lugar, dentro de este fragmento se encuentra la reserva ejidal de
Playón de la Gloria, muy cercana a la parcela escolar. Este sector del
fragmento se encuentra en una buena condición ecológica, con una estructura
vertical bien desarrollada, aunque se han realizado algunas actividades
extractivas.
Sin embargo, a pesar de ser reserva y zona de tierras comunales, esta área se
parceló recientemente, después de que se interrumpió la actividad de una UMA
de mariposas que funcionaba anteriormente. Esto constituye un riesgo para su
persistencia en el tiempo. Teniendo esto en cuenta resulta de elevada
importancia consolidar la figura jurídica del área como reserva y apoyar este
instrumento con otros complementarios como el pago por servicios ambientales
por protección de la biodiversidad o reactivar la figura de la UMA.
Es de destacarse que en transcurso del último mes se ha brindado apoyo a
esta comunidad en la gestión para solicitar un apoyo económico por pago de
servicios ambientales ante la CONAFOR.
52
3.b. Este sector corresponde a áreas con un dosel bien desarrollado en buen
estado de conservación, pero con un sotobosque altamente alterado por la
instalación de cultivo de sombra, principalmente de cacao. Esto determina que
aún cuando la estructura vertical de la vegetación se ha mantenido
considerablemente, se observa una disminución importante de la diversidad de
especies, debido a la eliminación casi completa del estrato arbustivo y la
alteración de la composición del estrato herbáceo.
Tratándose entonces de un área parcelada, con un uso actual productivo, los
instrumentos más adecuados serían aquellos que favorecieran una producción
sustentable sin mayor modificación (agrosilvicultura) haciendo compatible la
conservación y el uso sustentable, para así favorecer la recuperación de la
diversidad del sistema y que los productores tengan un ingreso. En este
sentido sería recomendable realizar un diagnóstico ambiental para identificar
las acciones más pertinentes y aplicables; entre ellas el establecimiento de una
Unidad de Manejo de Vida Silvestre (UMAs) o la diversificación productiva con
cultivos agrícolas perennes. En este caso no se recomendaría el uso forestal,
ya que el dosel arbóreo es el estrato de vegetación menos alterado y único que
queda del ecosistema natural.
Es de destacar que Natura y Ecosistemas Mexicanos A.C. actualmente está
apoyando al ejido Playón de la Gloria para el desarrollo de un estudio para el
Pago por Servicios Ambientales por Protección a la Biodiversidad, ante la
CONAFOR. Esta propuesta fue aprobada en este último mes de julio (folio
S20070705598) y ya se dio inicio a las primeras salidas de campo para
desarrollar el estudio de factibilidad.
Fragmento 4. El ejido Boca de Chajul tiene en esta área su reserva ejidal.
Aunque este fragmento muestra en general un buen estado de conservación
algunas áreas dentro de la reserva han sido afectadas por incendios ocurridos
en los años 1998 y 1999. Debido a esto podemos encontrar algunos
manchones en proceso de regeneración natural, con poblaciones muy
homogéneas en edad y una diversidad menor que la original. También se
53
observan algunos manchones de Pteridium aquilinum o “petatilla”, un helecho
que forma manchones puros y muy densos e impide el crecimiento de otras
especies, lo cual en la mayoría de los casos determina el detenimiento del
proceso de sucesión secundaria. Sumado a esto, la figura jurídica de reserva
ejidal como tal en este sitio no queda clara en la organización de la población
local, por lo que resultaría de gran importancia: 1) consolidar este instrumento
de gestión, 2) aplicar acciones de conservación (como es el caso del pago por
servicios ambientales) y, 3) aplicar acciones de restauración para acelerar el
proceso de sucesión secundaria y la regeneración de la selva en el sitio.
La reserva ejidal se encuentra rodeada por un área parcelada, aunque en buen
estado de conservación. Considerando esto, más la importante extensión del
área, sería recomendable instrumentar el pago por servicios ambientales para
la protección de la biodiversidad como herramienta para la conservación del
sitio.
Es de destacar que Natura y Ecosistemas Mexicanos A.C. gestionó la
presentación de un expediente por parte del ejido Boca de Chajul ante la
CONAFOR con una propuesta para desarrollar un estudio para el Pago por
Servicios Ambientales por Protección a la Biodiversidad. Esta propuesta fue
aprobada en este último mes de julio (folio S20070701526) y ya se dio inicio a
las primeras salidas de campo para desarrollar el estudio de factibilidad. La
propuesta es para proteger 1 453 hectáreas dentro del ejido por protección a la
biodiversidad, e involucra un total de 54 beneficiarios.
Fragmentos 5. Ejido Loma Bonita. Se trata de los fragmentos de menor
extensión en el área de estudio, aunque su estado de conservación es bueno.
En ambos casos correspondería la realización de un diagnóstico ambiental más
detallado para evaluar su condición como áreas para el pago por servicios
ambientales por protección a la biodiversidad.
Fragmento 6. Ejido Trece de septiembre. Aunque en este ejido se observa un
fragmento de gran extensión, no es el caso como el comentado para el
54
fragmento 1, ubicado en el ejido Reforma Agraria. Este fragmento se encuentra
parcelado, presenta una fragmentación considerablemente mayor y al mismo
tiempo aunque su condición ecológica es aceptable no alcanza el nivel
observado en el fragmento 1. Debido a esta situación, aún cuando como
instrumento jurídico sería aplicable un diagnóstico para determinar el pago por
servicios ambientales por protección de la biodiversidad, en este diagnóstico
deberían incluirse aspectos de restauración, para así identificar las acciones
adecuadas para mejorar la condición ecológica del sitio.
55
Tabla 8. Caracterización de los fragmentos seleccionados.
Nro. Ejido Características Instrumentos jurídicos posibles Acciones
1Reforma Agraria
Reserva ejidal y áreas parceladas. Es el demayor tamaño en la región y se encuentra enmuy estado de conservación
Se encuentra opreando la figura jurídica deReserva Ejidal, y además el pago porservicios ambientales por captura decarbono
Apoyar la persistencia de las figuras actuales conalternativas de usop para mitigar la presión sobrela reserva. Restauración de areas aledañas paraaumentar la conectivdad y generar un área deamortiguamiento.
2 Galacia
Áreas parcelada. Vegetación con buenaestructura y diversidad pero cierta alteracióndebido a la extracción forestal. Presión decambio de uso de suelo para actividades confines agrícolas
Servicios ambientales por protección a labiodiversidad.
Conservación
b. Reserva Ejidal y áreas parceladas en buenestado de conservación
UMAS. Manejo forestal comunitario. Posiblereserva comunitaria
Diagnóstico de alternativas de uso sustentable yacciones complementarias de conservación
3Playón de la Gloria
a. Reserva Ejidal parcelada; amenazada porpresión de uso de los recursos y riesgo dedesmonte. Presenta cierto grado deintervención (extracción).
Servicios ambientales por protección a labiodiversidad.
Consolidar la figura jurídica actual. Reactivación dela UMA de mariposas.
b. Área parcelada. Dosel conservado peroalteración del sotobosque
UMAS. Manejo forestal comunitario.Agrosilvicultura.
Diagnóstico de alternativas de uso sustentable yacciones complementarias de conservación
4Boca de Chajul
Reserva Ejidal, no parcelada; algunas zonashan sido afectadas por incendios. Hay otrasáreas parceladas
Servicios ambientales por protección a labiodiversidad.
Conservación. Revisar la figura jurídica actual queopera en el sitio y si no está segurada promoveruna figura más fuerte. Restauración de áreasincediadas
5 Loma Bonita Áreas parceladas, en buen estado deconservación.
Servicios ambientales por protección a labiodiversidad.
Conservación y restauración
6Trece de septiembre
Área parcelada, en buen estado deconservación
Servicios ambientales por protección a labiodiversidad.
Conservación y restauración
56
OBJETIVO 2. Diseño de una propuesta de corredores biológicos en el
área de estudio mediante las acciones de conservación, uso y
restauración ambiental
2.1. Marco de referencia
Frecuentemente, un corredor se define como un hábitat lineal que está
embebido en una matriz de hábitat diferente y que conecta dos o más parches
de hábitat, favoreciendo el intercambio de individuos y especies entre estos
parches y por ende ayudando a su conservación (Beier y Noss, 1998). Los
corredores pueden atenuar la pérdida del hábitat y los efectos de la
fragmentación a través del incremento de la abundancia, y por lo tanto de la
riqueza y la homogeneidad especial de las comunidades animales, sobre todo
en fragmentos pequeños (Pardini et al., 2005). Su importancia es más alta en
paisajes con una baja cantidad de hábitat o una matriz de permeabilidad
reducida (Pardini et al., 2005).
Los efectos varían de acuerdo al grupo estudiado y su movilidad (aves,
mamíferos, insectos, etc.), ya que algunos animales prefieren desplazarse a
través de los corredores y otros por la matriz. El tipo de matriz, el tipo de borde,
el tamaño de los parches, la distancia, la forma y tipo del corredor, pueden
alterar el comportamiento de dispersión en algunos grupos (Fried et al., 2005).
De hecho, pueden actuar como corredores o barreras (Haddad y Baum, 1999),
y en algunos, los animales pueden dirigir sus movimientos y recorridos a través
de rutas que no siempre son claramente visibles, al responder de diferentes
maneras a la heterogeneidad del hábitat; este tipo de rutas se denominan
“corredores virtuales” (Pe’er et al., 2005).
Sin embargo, la utilidad de los corredores dentro del paisaje para la
conservación ha sido discutida durante los últimos veinte años, ya que no sólo
pueden ayudar a la dispersión de especies sino también de enfermedades,
especies exóticas y disturbios como por ejemplo el fuego (Simberloff y Cox,
1987), así como causar el efecto indeseado de sincronizar periodos de baja
57
densidad poblacional en diferentes parches, dejando a la población más
vulnerable frente a la estocasticidad demográfica (Earn et al., 2000).
La mayoría de los trabajos existentes acerca del estudio de los impactos de la
fragmentación y conectividad a través de corredores se han desarrollado en
corredores originados por la fragmentación del paisaje, muchas veces de
manera artificial (ver por ejemplo Laurance et al., 2002), pero es casi nula la
investigación acerca del proceso de reconectar parches remanentes, en
especial en paisajes agrícolas, donde el aislamiento es uno de los mayores
problemas, y muy poca información acerca de la utilidad de recrear conexiones
dentro de estos paisajes (Jansen, 2005).
El establecimiento o mantenimiento de corredores generalmente es una
necesidad que surge cuando los paisajes de áreas o regiones de alta prioridad
por su gran biodiversidad y servicios ambientales corren el riesgo de perder
estos atributos por encontrarse transformados y habitados por poblaciones
humanas. En estas dinámicas de transformación se crean en espacios
transformados con la existencia de áreas conservadas, es decir, se trata de
paisajes en mosaico típicos de los sistemas socioambientales, caracterizados
por su condición de complejos, ya que en ellos convergen componentes de
carácter ecológico, económico, social y jurídico interrelacionados (ver apartado
1.1).
De acuerdo a Rouget y colaboradores (2006) un corredor eficiente debería (en
orden de prioridad): (1) mantener los procesos ecológicos del sistema natural,
(2) asegurar la retención y conectividad del hábitat, (3) maximizar la capacidad
del hábitat de sostener vida silvestre y, (4) representar un patrón de
biodiversidad (para integrarse a su persistencia y representación). Sin
embargo, dentro de un sistema socioambiental, para su persistencia un
corredor debería contener no únicamente factores ecológicos sino también
aquellos relacionados con los aspectos sociales y económicos de la región y
las comunidades involucradas. La funcionalidad de un corredor dependerá
entonces de la capacidad de establecer vínculos correctos y permanentes entre
los distintos subsistemas mencionados (ecológico, económico y social) (Fig. 8).
58
Cada subsistema contiene un conjunto de componentes con una dinámica
propia. La identificación de estos componentes y el entendimiento de su
dinámica es esencial para establecer los vínculos correctos entre ellos y definir
la estrategia de intervención necesaria.
Sistema
jur ídico
Sistema
ecol ó gico
Sistema
econ ó mico
Sistemasocial
CORREDOR
Macizos
Fragmentos
Conectores
Uso actual del suelo
Uso potencial del suelo
Tenencia de la tierra
Formas organizativas
Involucramiento
Capacidades
Instituciones
Leyes
Normas
Acuerdos comunitariosSubsistema
jurídico
Subsistemaecológico
Subsistemaeconómico
Subsistemasocial
CORREDOR
MacizosFragmentosConectores
Uso actual del sueloUso potencial del suelo
Tenencia de la tierraFormas organizativasInvolucramientoCapacidadesInstituciones
LeyesNormasAcuerdos comunitarios
Sistema
jur ídico
Sistema
ecol ó gico
Sistema
econ ó mico
Sistemasocial
CORREDOR
Macizos
Fragmentos
Conectores
Uso actual del suelo
Uso potencial del suelo
Tenencia de la tierra
Formas organizativas
Involucramiento
Capacidades
Instituciones
Leyes
Normas
Acuerdos comunitariosSubsistema
jurídico
Subsistemaecológico
Subsistemaeconómico
Subsistemasocial
CORREDOR
MacizosFragmentosConectores
Uso actual del sueloUso potencial del suelo
Tenencia de la tierraFormas organizativasInvolucramientoCapacidadesInstituciones
LeyesNormasAcuerdos comunitarios
Fig. 8. Sistemas (círculos) y sus componentes (cajas) que interactúan en el establecimiento de
un corredor.
Los componentes de cada sistema son los siguientes:
Subsistema ecológico
• Los macizos de vegetación prístina son los espacios más importante a
conservarse (en términos de biodiversidad y servicios ambientales),
necesarios de mantenerse en las mejores condiciones posibles, para lo
cual se requiere evitar su aislamiento mediante el establecimiento de
corredores.
• Los fragmentos de vegetación natural remanente deben funcionar como
espacios intermedios cuya biodiversidad y servicios ambientales son
importantes, aunque no se comparan con los macizos de vegetación
prístina.
59
• Los conectores son espacios que deben crearse en las áreas
transformadas mediante mecanismos de intervención que mejoren la
calidad de espacio. Su importancia no radica en la biodiversidad que
contienen sino en los servicios que ofrecen para el flujo de las
poblaciones que existen en los fragmentos y en los macizos de
vegetación prístina, así como en la estabilización de erosión y captación
y almacenamiento de agua.
Subsistema económico
• Uso actual del suelo: agrícola, pecuario, forestal.
• Uso potencial del suelo en función de las características naturales, de
la disponibilidad de inversión, de los mercados y de las tecnologías.
Subsistema social
• Tenencia de la tierra
• Involucramiento e interés de los propietarios en la reconversión de sus
tierras
• Formas organizativas
• Capacidades
• Instituciones
Subsistema jurídico
• Leyes federales y estatales
• Normas oficiales mexicanas y técnicas
• Acuerdos comunitarios
Cada uno de estos sistemas debe tener la caracterización adecuada y la
información actualizada para la implementación exitosa de un corredor. En el
presente trabajo sólo se analizaron algunos de los componentes de los
sistemas ecológicos y sociales como una primera fase de la estrategia para el
establecimiento de corredores biológicos potenciales. Queda pendiente para
una futura etapa la identificación del resto de los componentes para una
implementación completa.
60
Nuestra propuesta para la creación y/o mantenimiento de corredores
potenciales se desarrolló a través de seis etapas (modificado a partir de Meffe
et al., 2002), las cuales fueron desarrolladas en los siguientes apartados.
• Definición de criterios para establecer o mantener corredores.
• Identificación de los fragmentos que el corredor se propone conectar.
• Mapeo del corredor y descripción de sus características.
• Diseño de un programa que incluya las acciones de conservación o
restauración necesarias.
• Involucramiento de los actores locales.
• Definición de indicadores de monitoreo del impacto del corredor.
2.2. Criterios para establecer o mantener corredores
Se elaboró una lista de los criterios ambientales clave para seleccionar
posibles corredores biológicos entre las unidades naturales identificadas (ver
apartado 1.3) dentro del paisaje. Estos criterios determinan en mayor o menor
medida la utilidad potencial de un sitio como corredor, y a su vez presentan
diferentes atributos; estos últimos definidos a partir de información de diferente
origen (Fig. 9). Esto implica, que para evaluar los distintos criterios de un sitio
dado se utiliza información de percepción remota, información de campo, así
como información tomada a partir de las opiniones de la población local.
61
UTILIDAD POTENCIAL
Vegetación
Suelo
Erosión
Forma del terreno
Cobertura arbórea
Accesibilidad
Conectividad
Caminos
Colindancia con la selva
Estructura vertical
Uso del suelo
Agrícola
PecuarioAbandonado
Longitud Ancho
Percepción remota
Campo
Población local
Disposición de la población
Perspectiva de producciónCuerpos de agua
Fragmentos críticos
+
+
+
+
+
+/-
+/-
+/-
UTILIDAD POTENCIAL
Vegetación
Suelo
ErosiónErosión
Forma del terrenoForma del terreno
Cobertura arbórea
Cobertura arbórea
Accesibilidad
Conectividad
CaminosCaminos
Colindancia con la selvaColindancia con la selva
Estructura vertical
Estructura vertical
Uso del suelo
AgrícolaAgrícola
PecuarioPecuarioAbandonadoAbandonado
LongitudLongitud AnchoAncho
Percepción remota
Campo
Población local
Disposición de la población
Perspectiva de producciónCuerpos de agua
Fragmentos críticos
Fragmentos críticos
+
+
+
+
+
+/-
+/-
+/-
Fig. 9. Criterios que definen la utilidad potencial de un sitio para funcionar como un corredor
biológico. El grosor de las flechas indica la magnitud proporcional de la incidencia de un criterio
sobre la utilidad potencial; los signos indican el tipo de incidencia posible. Los colores de las
cajas indican el origen de la información (en letras cursivas).
Percepción remota
El criterio más importante para definir la utilidad potencial es el impacto
en la conectividad del paisaje. Este impacto dependerá principalmente de las
características del sitio que el corredor pretenda conectar: los macizos de
vegetación prístina, los fragmentos remanentes colindantes y los conectores.
El grado de alteración tanto de los conectores como de los fragmentos es
secundario, lo más importante es su función de vínculo entre ellos, y de ellos
con los macizos de vegetación prístina.
En caso de que los fragmentos estén alterados, será necesario diseñar una
estrategia de restauración, pero en caso de que mantengan las características
del ecosistema original, la estrategia deberá estar orientada a la conservación o
uso que no implique su modificación y su estabilización ecológica. Su valor
ecológico estará en función del tamaño (forma, largo y ancho; a menor relación
62
perímetro/superficie será mejor para disminuir el efecto de borde), y de su
cercanía o colindancia con los macizos de vegetación prístina.
La presencia de cuerpos de agua, en particular hábitats riparios, se considera
un criterio de alto valor. Los ríos y arroyos constituyen elementos cruciales de
conectividad del paisaje y para la integridad de la microcuenca
independientemente de que permitan o no el movimiento o la dispersión entre
otros hábitats (Simberloff et al., 1992), ya que son conectores naturales de la
fauna acuática, y debido a la obligatoriedad por norma de mantenerlos con
cobertura vegetal se convierten en conectores de los fragmentes de
vegetación.
El paisaje a ser intervenido constituye una matriz predominante de parcelas
productivas, donde el ecosistema natural ha sufrido diversos grados de
transformación. Por este motivo la conectividad se abordará desde una
perspectiva del paisaje, ya que en la mayoría de los casos cualquier acción
orientada a la restauración del ecosistema natural previo a la transformación
debería necesariamente generar un impacto positivo en el mismo. Debido a
esto la conectividad estará íntimamente relacionada con la presencia de una
cobertura vegetal arbórea independientemente de su valor en la biodiversidad.
Sin embargo, debe considerarse que el presente proyecto se desarrolla en un
contexto productivo, por lo cual, tal como se comentaba en el marco de
referencia, resulta imprescindible integrar los criterios ecológicos con los
sociales, económicos, y jurídicos, así como los intereses de la comunidad
sobre cada unidad del paisaje, para seleccionar así los sitios más factibles para
la creación o mantenimiento de un corredor biológico.
Información de campo
El suelo y la vegetación indican de manera conjunta el grado de
transformación de un sitio. En aquellos sitios en los que el sistema ha sido
completamente transformado o eliminado la cobertura arbórea estará ausente y
por lo tanto no existe una estructura vertical. Estos niveles de transformación
implican en muchos casos procesos de degradación del suelo, los cuales están
63
influidos por la forma del terreno (plano, pendiente) y en casos más avanzados
la presencia de síntomas de erosión grave, como la formación de cárcavas.
Población local
La participación de la población local es importante para el diseño y
sobre todo la implementación del corredor, en particular porque el área de
estudio corresponde a tenencia del tipo ejidal recientemente parcelada. En este
contexto, los criterios más importantes en definir la utilidad potencial son la
disponibilidad del / de los dueño/s de implementar un corredor biológico en un
sitio, así como su perspectiva de producción, la cual está asociada al tipo de
uso del suelo. Aquellos sitios incluidos en la dinámica productiva tienen menor
posibilidad de reconversión de uso de suelo que aquellos sitios abandonados o
de uso de bajo rendimiento.
La facilidad de acceso a un sitio puede en menor medida incidir sobre la
utilidad potencial a través de los costos de implementación.
2.3. Identificación de fragmentos y corredores potenciales
Se trata de una propuesta basada a partir del trabajo realizado de
percepción remota, de la evaluación de paisaje y del interés de la población
local. La propuesta será presentada a las autoridades y los actores
involucrados para su análisis, discusión y ajuste en una última etapa de este
trabajo. En el presente proyecto, que constituyó la primera fase de
implementación del corredor, sólo se inc luyó el sistema ecológico y algunos
componentes del sistema social. En futuras etapas será necesario incorporar el
resto de los componentes para implementar los corredores adecuadamente.
En la etapa anterior del presente proyecto se identificaron los fragmentos de
vegetación natural remanente considerados como críticos para su conservación
(ver apartado 1.6). Se identificaron seis áreas críticas. La metodología
consideró diferentes criterios, a partir de información de percepción remota
64
como de campo, pero de manera general podemos resumir que la identificación
de fragmentos a conectar dependió de su ubicación y su condición ecológica.
La ubicación del sitio dentro de la matriz del paisaje es determinante, ya que no
resulta lo mismo que se encuentre cercano a macizos remanentes del
ecosistema natural o entre sitios en los cuales los procesos de deterioro son
considerables. Esta ubicación determinará en gran medida el impacto potencial
del corredor sobre la conectividad del paisaje. En este sentido, resulta
indispensable tener en cuenta los efectos que la matriz del paisaje puede tener
sobre las acciones de protección o restauración, de tal manera de hacer más
eficientes los esfuerzos. Por ejemplo, la cercanía a un fragmento de
ecosistema natural puede determinar qué especies pueden potencialmente
alcanzar el sitio y favorecer la regeneración natural.
La condición ecológica del sitio dependerá principalmente del tipo de uso que
se le haya dado y los factores de disturbio / degradación que haya operado
sobre él, por lo que resulta necesario considerar no únicamente la condición
actual de un sitio sino además su condición histórica (historia de uso). Esto
quiere decir que debe considerarse si alguna vez tuvo algún uso productivo o
formó parte de la dinámica de roza-tumba-quema; si se trata de un área en
regeneración natural posterior a un uso intensivo, debe considerarse el tiempo
transcurrido a partir del disturbio, ya que éste determina en gran medida la
composición de especies y el desarrollo de estructura del sitio.
Además, la condición es determinante para la selección de las herramientas de
protección y/o restauración. Es recomendable evaluar el grado de deterioro del
suelo, el banco de semillas, la presencia de especies introducidas o invasoras,
la vegetación circundante, el microclima, y el tipo de uso actual, entre otros. Sin
embargo, estos estudios conllevan recursos económicos y humanos no
siempre disponibles y no deben se factor de interrupción del proceso de
establecimiento de corredores. Como caracterización mínima conviene definir
la estructura del fragmento (número de estratos verticales, cobertura de dosel),
su tamaño, y su nivel de intervención (grado de cobertura vegetal arbórea,
alteración de la composición natural de especies, entre otros).
65
Se seleccionaron dos de los siete ejidos que comprende el área de estudio
para desarrollar, de manera conjunta con la comunidad, un programa
demostrativo para la creación y/o mantenimiento de un corredor biológico en
cada uno de ellos.
Esta selección se realizó con base en la representatividad de las distintas
unidades naturales y su distribución dentro del ejido (características del paisaje
local en el ejido, ver apartado 1.6), y el cambio de uso de suelo de los últimos
cinco años (tasa de deforestación anual, ver apartado 1.4).
Una vez seleccionados los dos ejidos, se abordó el problema desde la
perspectiva local, al discutir de manera directa con los productores y sus
autoridades sobre aquellos sitios con potencial como corredores biológicos y
las acciones (restauración en su mayor parte) requeridas para establecerlos.
Este diagnóstico es la base de la selección final de sitios propuestos para el
establecimiento o mantenimiento de corredores biológicos potenciales.
2.4. Caracterización de las áreas que servirán de conectores
Una vez identificados las áreas críticas se determinan las áreas con
potencial uso como corredores biológicos, que conectarán a las primeras.
Caracterizar los posibles conectores permite identificar las herramientas
necesarias para la implementación de la creación o mantenimiento de un
corredor potencial.
En este sentido, los criterios de caracterización son similares a los que definen
la utilidad potencial de un sitio dado para funcionar como un corredor biológico
(c.f. Fig. 9), pero en este caso, se trabaja a una escala local y no regional, ya
que la caracterización es dentro de cada sitio y no para comparar o jerarquizar
los sitios. De esta manera, se establecen cinco criterios que caracterizan los
conectores potenciales y definen las acciones necesarias para cada sitio (Fig.
66
10). Estos son el nivel de transformación del ecosistema natural, la condición
edáfica (aspecto externo), su impacto potencial sobre la conectividad local, los
servicios ambientales potenciales del sitio, y los costos de implementación.
Acceso
Ubicación en la microcuenca Conectividad local
Servicios ambientales
Costos de implementaciónSuperficie
Transformación del ecosistema natural
Suelo
Estructura
Composición de especies
Erosión
Cobertura vegetal
Ubicación
Establecimiento de dosel
Revegetación
Obras de conservación
Provisión de material vegetativo
Protección
Aumento de la diversidad
Protección
Uso del suelo
Acceso
Ubicación en la microcuenca Conectividad local
Servicios ambientales
Costos de implementaciónSuperficie
Transformación del ecosistema natural
Suelo
Estructura
Composición de especies
Erosión
Cobertura vegetal
Ubicación
Establecimiento de dosel
Revegetación
Obras de conservación
Provisión de material vegetativo
Protección
Aumento de la diversidad
Protección
Uso del suelo
Fig. 10. Criterios que caracterizan los conectores potenciales (al centro) y determinan sus
acciones de implementación (a la derecha). Las cajas en la parte izquierda de la figura
corresponden los atributos de estos criterios.
Estos criterios tienen atributos específicos que caracterizan su estado, y a su
vez son los que definen las acciones de implementación. El nivel de
transformación del ecosistema natural depende fundamentalmente de los
cambios en la composición de la comunidad, o bien en la estructura de la
misma. Dependiendo del nivel de transformación será necesario proteger el
sitio (si la transformación es mínima) aumentar la diversidad (si la
transformación es moderada), o directamente reestablecer la vegetación
natural (en los casos en que se encuentre totalmente ausente).
La condición del suelo, aún cuando no se realicen estudios específicos, puede
aproximarse a partir del grado y tipo de cobertura vegetal (que lo protege de
los procesos de lixiviación), el tipo de uso del suelo (pecuario, agrícola) y los
procesos de erosión que en algunos casos se hacen evidentes (formación de
cárcavas). Una mayor erosión, o menor cobertura vegetal puede determinar la
necesidad de construir obras de conservación.
67
La conectividad local, es decir el impacto potencial de la implementación de
un corredor en la conectividad entre parches de vegetación remanente,
depende de la ubicación del sitio dentro de la microcuenca, y esto a su vez
puede determinar sus servicios ambientales potenciales. Recordemos que los
ríos y arroyos constituyen elementos cruciales de conectividad del paisaje y
para la integridad de la microcuenca; aquellos arroyos cuya naciente se
encuentra dentro de la región de estudio tendrán una prioridad de restauración
diferentes que los que están aguas abajo. Lo mismo sucede en el caso de los
manantiales, que pueden requerir revegetación o protección dependiendo del
grado de deterioro que presenten.
El costo de implementación, en este caso no está determinado en términos
económicos directos (financiamiento), si no en términos de esfuerzo de mano
de obra, material vegetativo necesario (estimados a partir de la superficie a
restaurar) y facilidades de acceso al sitio. Su ubicación a nivel local también
determina el costo de implementación; por ejemplo, aquellos sitios muy
alejados de parches remanentes de vegetación natural requieren acciones
diferentes de aquellos que están cercanos, ya que la disponibilidad de
propágulos para promover la regeneración será de cantidad y calidad muy
dispar. En el caso de sitios con una posición geográfica muy aislada, elevada
superficie, o acceso dificultoso, será necesaria la provisión local de material
vegetativo local, es decir, la producción in situ.
2.5. Diseño de un programa que incluya las acciones de protección o
restauración en los fragmentos y en los conectores
Resulta necesario realizar una evaluación preliminar acerca de los
recursos con los que se cuenta para desarrollar el programa demostrativo . Esto
en cuanto a recursos de infraestructura, tecnología, humanos, financieros y de
tiempo. El conocimiento ecológico e información previa sobre el sitio también
pueden considerarse un recurso potencial para hacer más eficiente la
implementación.
68
Una vez identificados los fragmentos críticos que se desea conectar, así como
los conectores potenciales, se definen las acciones necesarias para la
implementación de estos últimos (Fig. 10). Estas acciones dependen de la
condición ecológica y socio-productiva de los sitios, así como de los objetivos
específicos que se desean alcanzar para el sitio dado.
El grado de transformación de los fragmentos y/o conectores determina en gran
medida el tipo de acción necesaria. En caso de existir una condición ecológica
aceptable o bien que exista un ecosistema cuya degradación es mínima las
acciones deben tender a la estabilización o mantenimiento del sistema. Las
herramientas a aplicar en estos sitios son aquellas orientadas a la conservación
o al uso sustentable. Como ejemplos podemos enunciar el establecimiento de
reservas comunitarias o ejidales, y el pago por servicios ambientales, que en
ningún caso implican una nueva transformación del sitio.
En caso de que los fragmentos y/o conectores hayan sufrido una degradación o
transformación considerable, las acciones deberán tender a la restauración,
esto es, a restablecer el ecosistema natural. Las acciones específicas
dependerán del sitio.
La estabilización de los fragmentos y/o conectores puede realizarse mediante
la protección o el uso sustentable. Las diferentes formas que pueden adoptarse
en cada una son:
Protección
o Reservas comunitarias o ejidales
o Pago por servicios ambientales
Uso sustentable
o Áreas de ecoturismo
o Manejo forestal sustentable
o Unidades de Manejo de la Vida Silvestre (UMAS)
69
La restauración de los fragmentos y/o conectores puede incluir diferentes
herramientas dependiendo de los factores de degradación del sitio y de la
magnitud con la que haya operado en el mismo. En general, las herramientas
de restauración están enfocadas al reestablecimiento de la cobertura vegetal
natural, pero también se incluyen entre ellas actividades de capacitación y
difusión. Las acciones de restauración deben planificarse y desarrollarse de
manera participativa e incluyendo a todos los actores involucrados.
2.6. Actores involucrados
En todo el proceso de desarrollo del programa (diseño, operación y
monitoreo) es necesario considerar a todos los actores involucrados. Esto
resulta más amplio que considerar únicamente el régimen de tenencia de la
tierra del sitio, ya que frecuentemente los interesados son más que los
propietarios de un sitio determinado. Sin embargo, la tenencia de la tierra es un
punto clave para la toma de decisiones y está ligado al tipo de uso del suelo.
En el caso de trabajar en tierras comunitarias o ejidales, es imprescindible
tener en cuenta las necesidades y requerimientos de las poblaciones locales
para la toma de decisiones en cuanto a la estrategia de diseño e
implementación de un corredor.
En este contexto resulta imprescindible considerar el tipo de uso del suelo y los
intereses de los propietarios por reconvertir el uso de sus tierras, ya que en la
mayoría de los casos, se debe trabajar sobre sistemas productivos, o al menos
sistemas naturales alterados debido a actividades productivas; pero en todos
los casos se trata de áreas que han sido impactadas por las actividades
humanas. La oferta de actividades productivas alternativas es un punto clave
para motivar la reconversión productiva de tierras bajo usos no sustentables.
Esta reconversión debe estar enfocada a un uso más eficiente de los sistemas
productivos como por ejemplo:
a) sistemas ganaderos: mediante la incorporación de forrajes mejorados
que no implique el uso de fuego, la intensificación ganadera
70
proporcionando alimento complementario al ganado, la rotación del uso
de los potreros, entre otras acciones.
b) Sistemas agrícolas: la disminución del uso de los agroquímicos; la
eliminación de uso del fuego; la diversificación productiva, tender hacia
cultivos orgánicos.
c) Sistemas acuícolas: incorporando las técnicas de cultivo especies de
peces nativos
Por esto resulta imprescindible una caracterización de los actores involucrados,
ya sean las comunidades que habitan en la región, las instituciones de
gobierno, y las organizaciones que trabajan en las mismas comunidades; esto
último sobre todo para detonar sinergias entre las acciones implementadas en
la región.
La inclusión de los diversos actores puede realizarse de diferentes maneras,
pero cualquiera sea el método, este punto resulta clave para la obtención de
consensos, los cuales aseguran, en un futuro tanto próximo como último, el
éxito de cualquier intento de implementación de un programa, cualquiera sea
su objetivo particular.
De manera paralela, la capacitación de la población local debe considerarse
como una herramienta dentro de programas que involucren actividades
relacionadas con la conservación, uso sustentable y restauración, ya que la
misma fortalece las capacidades de las comunidades para organizarse,
planificar y tomar decisiones, sobre todo en el manejo de recursos naturales.
2.7. Definición de indicadores de monitoreo del impacto del corredor
Para evaluar los impactos de la implementación de un corredor biológico
es necesario desarrollar indicadores de monitoreo. Esto resulta
considerablemente complejo, considerando que cada corredor presentará sus
características particulares en cuanto a todos los componentes que definen
cada uno de sus sistemas (c.f. Fig. 8). Algunos indicadores se pueden describir
71
en cada uno de estos sistemas, los cuales deben monitorearse con diferente
frecuencia y bajo distintas metodologías de acuerdo a sus características
intrínsecas (Tabla 9).
Tabla 9. Algunos indicadores de monitoreo del impacto de un corredor biológico
Sistema Indicador Superficie de macizos de vegetación prístina Estructura de macizos de vegetación prístina Condición ecológica de la vegetación de fragmentos remanentes conectados Presencia de fauna en fragmentos Presencia de fauna en conectores (es especial dispersores de semillas) Estructura de la vegetación en conectores Dispersión de semillas en conectores
Ecológico
Reclutamiento de especies nativas en fragmentos y conectores Superficie de los distintos tipos de uso del suelo Tasas de reconversión de uso del suelo
Económico
Autosuficiencia alimentaria Ingresos familiares Involucramiento de poblaciones locales en actividades productivas alternativas Organización social en actividades productivas alternativas Organización interinstitucional
Social
Ordenamiento del territorio Coherencia entre leyes de distinto nivel (federal, estatal) Acuerdos comunitarios relacionados con la conservación y manejo sustentable de recursos naturales
Jurídico
Es importante destacar que el impacto global de un corredor estará dado por su
impacto en los diferentes sistemas que determinan su funcionalidad, y éstos
nunca resultan independientes. El monitoreo del impacto de un corredor debe
abordarse de manera integral, ya que un impacto negativo en alguno de sus
sistemas puede afectar su impacto en otros sistemas o bien su impacto global.
Además, un monitoreo integral permite realizar una planificación e
implementación de manera adaptativa, es decir, de una manera dinámica que
se adapta continuamente a las condiciones dadas en cada sistema.
Algunos indicadores de impacto requieren un monitoreo a largo plazo; esto es
importante a la hora de planificar las actividades.
72
2.8. Programas para establecer o mantener un corredor
Con base en el trabajo realizado de percepción remota, de la evaluación
de paisaje y del interés de la población local se seleccionaron dos de los siete
ejidos que comprende el área de estudio para desarrollar, de manera conjunta
con la comunidad, un programa demostrativo para la creación y/o
mantenimiento de un corredor biológico en cada uno de ellos.
Esta selección se realizó con base en la representatividad de las distintas
unidades naturales y su distribución dentro del ejido (características del paisaje
local en el ejido (ver apartado 1.6), y el cambio de uso de suelo de los últimos
cinco años (tasa de deforestación anual, ver apartado 1.4). Los ejidos
seleccionados fueron Galacia y Boca de Chajul.
Una vez seleccionados los dos ejidos, se realizaron reuniones ejidales para
promover y discutir de manera directa con las comunidades la problemática de
los corredores biológicos, y evaluar sus intereses tanto individuales como
colectivos al respecto. Este diagnóstico es la base de la selección final de sitios
propuestos para el establecimiento o mantenimiento de corredores biológicos
potenciales.
Se realizaron recorridos de campo para verificar la información obtenida a
través de la percepción remota, así como algunos detalles metodológicos, y
finalmente se elaboró una propuesta para cada uno de los ejidos en cada uno
de los ejidos. Estas propuestas fueron presentadas a las autoridades y los
actores involucrados para su análisis, discusión y ajuste en una última etapa de
este trabajo. En esta Fase I del trabajo sólo se incluye el sistema ecológico y
algunos componentes del sistema social. En futuras etapas será necesario
incorporar el resto de los componentes para implementar los corredores
adecuadamente. Los detalles técnicos y los avances logrados para su
implementación se detallan en el Anexo 3.
73
OBJETIVO 3. Promover la aceptación del establecimiento de corredores
biológicos en el área de trabajo
Los resultados presentados en los apartados anteriores acerca de las
condiciones de las unidades naturales de la zona de estudio, la tendencia
creciente de deforestación, los fragmentos de selva remanente y sus riesgos
de desaparecer, fueron presentados en diversas reuniones ante las
autoridades ejidales y en Asambleas Ejidales, generando una preocupación e
interés de la población local por revertir la situación. Esta preocupación se
acrecentó debido a que en el presente año se presentó una profunda sequía
que llegó a interrumpir el flujo de agua en muchos arroyos, con graves
consecuencias para el ganado; incluso varios de los manantiales utilizados
para consumo humano se secaron.
Paralelamente, los módulos demostrativos de restauración de arroyos
implementados por este programa generaron un importante interés en los
ejidatarios, como una alternativa para detener la profundización del deterioro de
sus arroyos.
Estos eventos constituyeron un ambiente de confianza de los ejidatarios para
con el proyecto y detonaron un proceso que ha durado varios meses arrojando
diversos resultados, todos ellos tendientes al establecimiento de corredores
biológicos en la región. Este proceso incluyó la difusión y capacitación a través
de talleres, la búsqueda de acuerdos comunitarios a través de reuniones
ejidales, y la planeación e implementación de algunos instrumentos de gestión
y conservación de los recursos naturales, como lo son módulos demostrativos
de restauración ambiental y de producción acuícola, y las Unidades de Manejo
de la Vida Silvestre.
3.1. Acciones para la conservación de los fragmentos remanentes de
selva
3.1.1. Reuniones informales con autoridades, líderes de las
comunidades y ejidatarios
74
El tema de la conservación de la selva y del uso alternativo de los
recursos naturales se ha venido mencionando en la región por muchas
décadas. La población conoce que hay grupos de interesados en la
conservación de la selva, que trabajan en la zona desde hace muchos años,
pero no forzosamente han hecho suyos los planteamientos y no comparten la
visión de la necesidad de conservar. Existen importantes excepciones a esta
situación que se refleja en un mayor entendimiento y preocupación de una
generación que hoy tiene entre 30 y 40 años, y que por distintos motivos se ha
ido involucrando en estas tareas. Algunos de ellos trabajan, han trabajado o se
relacionan con la Estación Chajul.
Con la finalidad de extender esta conciencia sobre la importancia de la
conservación y uso sustentable de la selva, se aprovecharon los numerosos
encuentros con las autoridades, lideres de las comunidades, maestros y
habitantes en general, realizados a lo largo del desarrollo de los objetivos del
programa para que de manera sistemática se transmitieran conceptos,
información, y posibles soluciones sobre la conservación y uso sustentable de
las selvas. Así se abordaron de manera recurrente los temas de: la importancia
de la selva por su biodiversidad y servicios ambientales; los riesgos en la
calidad de vida y desarrollo de las poblaciones si se pierden estos últimos; los
efectos nocivos del abuso de agroquímicos y del uso del fuego agropecuario;
las alternativas agroecológicas, agroforestales, silvopastoriles; el manejo
forestal sustentable; las unidades de conservación y aprovechamiento de la
vida silvestre; las opciones de ecoturismo; la necesidad de la restauración; los
programas de pago por servicios ambientales; y las ventajas de los
ordenamientos comunitarios. Estos temas además de comentarse
permanentemente con lo ejidatarios, se expusieron en las Asambleas Ejidales.
En total se estima que estas acciones llegaron a cerca de 150 ejidatarios.
3.1.2 Acuerdos comunitarios para el pago de servicios ambientales
La sensibilización de la gente a partir de las visitas guiadas y la
presentación en los ejidos de los resultados de los fragmentos remanentes de
selva de dimensiones considerables generó un interés en los ejidatarios para el
75
mantenimiento de estos últimos. Esto coincidió con la nueva convocatoria de la
CONAFOR para solicitar el pago por Servicios Ambientales por Protección a la
Biodiversidad, como una estrategia para la conservación de áreas de selva o
en regeneración natural avanzada.
Se realizó una reunión ejidal en cada uno de los ejidos interesados con las
personas involucradas. En dichas reuniones se brindó toda la información
pertinente para la presentación de expedientes y los términos de referencia de
la convocatoria.
Para el mes de julio, la CONAFOR aprobó la realización de los estudios en los
ejidos Boca de Chajul con 1 453 hectáreas (folio S20070701526), Galacia con
1 003 hectáreas (folio S20070701342), y Playón de la Gloria con 500 hectáreas
(folio S20070705598). NATURA desarrollará el estudio de prospección en cada
uno de ellos.
Con estos estudios, y en caso de ser aceptados se estará consolidando, al
menos por 5 años la conservación de los fragmentos señalados en el apartado
2 con los números 2a, 2b, 3a, 3b y 4.
En el ejido de Reforma Agraria, como se señaló anteriormente, la superficie de
selva remanente está bajo un régimen de protección comunal y está apoyada
por pago por servicios ambientales.
Aún resta implementar medidas de protección de los fragmentos que se ubican
en los ejidos Loma Bonita, Trece de Septiembre y Adolfo López Mateos. En los
dos primeros ejidos se ha trabajado intensamente y para el año próximo se
propondrá a la CONAFOR la inclusión de estas áreas en pago por servicios
ambientales.
Es necesario hacer notar que este instrumento es temporal. Luego de 5 años
termina el apoyo por lo que es indispensable buscar alternativas para que al
finalizar este periodo estos fragmentos de selva no vuelvan a estar
amenazados.
76
3.2. Módulos demostrativos de restauración ambiental
3.2.1. Módulo demostrativo en un arroyo del ejido Galacia
Como se mencionó anteriormente, en las reuniones con autoridades,
con ejidatarios, en las Asambleas Ejidales, y en las visitas guiadas en la selva
de la Reserva se insistió en los riesgos de deforestar las márgenes de los ríos y
arroyos tanto para la salud de las poblaciones de peces, como para mantener
el flujo de agua de los arroyos. Esta información se vio reforzada por la sequía
severa que se presentó este año, la cual secó muchos arroyos y manantiales.
Asimismo, la información extensa que se difundió en los medios de
comunicación sobre el cambio climático ayudó a generar una conciencia de
este problema.
A manera de ejemplo de una alternativa, se implementó en el ejido de Galacia
un módulo demostrativo de cómo llevar a cabo la restauración de un arroyo.
Mediante un proceso de convocatoria y discusión entre los ejidatarios
interesados se implementó un módulo con 3 ejidatarios para recuperar la
vegetación ribereña con especies nativas adecuadas a la condición riparia. Los
detalles de este módulo se encuentran en el Anexo 4.
La viabilidad de este módulo permitió extender la experiencia a los otros ejidos
ribereños de la región.
3.2.2. Acuerdos comunitarios para la implementación de módulos
demostrativos de restauración
Se comenzó a gestionar con las comunidades la posibilidad de
aumentar el número de módulos demostrativos de restauración ambiental con
el financiamiento de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas
(CONANP) a través de los Proyectos de Desarrollo Sustentable (PRODERS).
Para el mes de agosto se inició la gestión con fines de restauración de las
riberas de arroyos tributarios del Lacantún.
77
Se realizaron cinco reuniones ejidales (una en cada uno de los ejidos
involucrados) en las que se difundieron los PRODERS. Se logró la aceptación
por parte de las comunidades, con lo cual se establecieron Comités de Pro-
Obra en cada uno de ellas; este Comité es el responsable de la selección de
sitios y actividades de restauración, y se firmó un convenio comunitario para la
organización del trabajo.
Se procedió al recorrido de todos los nuevos sitios potenciales para su
revisión, y finalmente se tuvo una reunión general en la que participaron los
cinco ejidos involucrados, de manera conjunta con la CONANP para definir
detalles acerca de la gestión y operación de los PRODERS para la
restauración ambiental.
La respuesta por parte de las comunidades locales a esta propuesta fue muy
favorable; se logró la gestión de un total de 59 módulos demostrativos de
restauración ambiental de potencial implementación en los cinco ejidos (Tabla
10).
Tabla 10. Módulos demostrativos programados para la siguiente etapa de operación.
Ejido Módulos Personas involucradas
Características
Trece de septiembre
1 Comunidad Manantial de agua potable del ejido.
Loma Bonita 8 10 7 arroyos, 6 manantiales. Boca de Chajul 21 21 19 arroyos, 2 manantiales. Playón de la Gloria
15 15 15 arroyos
Galacia 9 9 vega del río Lacantún Reforma Agraria 5 Comunidad vega del río Lacantún
TOTAL 59
Finalmente, se realizó una reunión en la Estación Chajul con la participación
de los Comités de Pro-Obra de los cinco ejidos involucrados, la CONANP y
NATURA (Anexo 5). En esta reunión se conformó un Comité General que será
el responsable de convenir con la CONANP el desarrollo de un PRODERS
colectivo, titulado Restauración y estabilización de la vegetación riparia en
ejidos ribereños del río Lacantún (CONANP/07/RB09/PRODERS/46/07). Cabe
78
destacar que este proyecto involucra a los cinco ejidos de manera conjunta y
actualmente está en su fase de implementación.
Por otro lado, se gestionó la construcción de un vivero rústico ejidal el ejido
Reforma Agraria, en el que se está produciendo de manera comunitaria planta
de especies nativas, la cual está siendo utilizada con fines de restauración de
la vega del río Lacantún y el establecimiento de cercas vivas en áreas
productivas del ejido.
3.3. Módulos demostrativos de producción acuícola no convencional con
especies nativas
Sin duda, una de las actividades productivas con mayor crecimiento en nuestro
país, durante los últimos 15 años, ha sido la acuacultura. Esto debido, por una parte al
impulso que le han dado las instituciones encargadas de fomentar el desarrollo rural,
pero sobre todo a la gran demanda que existe de los productos que esta actividad
productiva genera. Así, durante los últimos, esta actividad creció sustancialmente no
solo en el número de hectáreas incorporadas al cultivo, sino también las personas que
trabajan en ella, así como, la cantidad y en ocasiones incluso, la calidad de la
infraestructura utilizada (Ramírez-Martínez, 1999).
Muchas de las unidades comerciales, especialmente de piscicultura, que hoy
funcionan a lo largo de todo el territorio nacional, son el resultado de los
esfuerzos que productores e instituciones gubernamentales encargadas de
fomentar el desarrollo han realizado, con el fin de elevar la rentabilidad de los
sistemas agropecuarios a través de la diversificación productiva (Ramírez-
Martínez, 2000).
Así, durante los años 90, y lo que va de la presente década en México se han
ido creando las condiciones para impulsar el establecimiento y operación de un
mayor número unidades de producción acuícola, especialmente para el caso
de la piscicultura en sistemas controlados. El contar con un mercado local,
regional, nacional y aún internacional que demanda cada vez mayores
79
cantidades de productos acuícolas de calidad, sumado al hecho de que hoy
existen productores de alevines de calidad de varias especies nativas como la
mojarra castarrica, tenguayaca, pejelagarto, entre otras; grandes empresas
dedicadas a la producción de alimentos balanceados, equipo y asistencia
técnica que permite que la instalación de módulos de producción en aquellos
sitios que cuentan con condiciones ambientales adecuadas, tengan mayores
oportunidades de ser exitosos.
La acuacultura se define como la práctica productiva a través de la cual el
hombre ha logrado cultivar organismos acuáticos, plantas y animales, con el fin
de aumentar la producción de alimentos y materias primas.
Su antecedente histórico se remonta a miles de años en el caso de países
como China y en México tiene raíces históricas que se remontan a la época
prehispánica, cuando algunos organismos se cultivaban en tapos o cercos con
diversos fines (Palomo y Arriaga, 1993).
Aunque en 1790 Antonio Alzate destacó la importancia de cultivar las especies
nativas de la Nueva España como un medio para aumentar la disponibilidad de
peces cuya demanda iba en aumento, el registro oficial más reciente de la
acuacultura en nuestro país data de la época en la que Don Benito Juárez fue
presidente de la República, ya que los programas de desarrollo rural
promovidos por éste, proponían a la acuacultura como una actividad a través
de la cual se pudieran producir peces primordialmente para mejorar la dieta
popular (Hernández y García, 1990).
A partir de aquella época, la acuacultura, especialmente la rural, fue fomentada
por las instituciones encargadas de promover el desarrollo agropecuario en
nuestro país. Actualmente, la acuacultura es una de las actividades
productivas, del sector primario, con mayor crecimiento . Sin embargo, es
importante mencionar, que las actividades de fomento de la acuacultura deben
basarse en dos principios básicos:
80
a) El desarrollo de esta actividad productiva depende del conocimiento
biotecnológico de la especie a manejar y del ambiente en el cual se
lleva a cabo el cultivo.
b) El diseño y operación de unidades de producción acuícola, se dará con
un estricto respeto a los recursos naturales, con el fin de que esta
actividad productiva no causa daños al medio ambiente natural y
únicamente ofrezca beneficios sociales y económicos a la población.
En el mes de diciembre de 2006 realizó en las comunidades de Playón de la
Gloria, Galacia y Reforma Agraria del Municipio de Marqués de Comillas, un
estudio de prospección acuícola con el apoyo del personal académico de la
División de Ciencias Biológicas de la Universidad Juárez Autónoma de
Tabasco, y de participación de los habitantes de dichas comunidades y sus
autoridades ejidales (Fig. 11).
Fig. 11. Realización del estudio de prospección acuícola contando con el apoyo de investigadores de
la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.
Los trabajos de prospección incluyeron la verificación de las fuentes de abasto
de agua, tomando en cuenta su origen (superficial o subterráneo), la calidad
física del agua, la disponibilidad de la misma, las posibles formas de
conducción del agua y de desagüe, el equipamiento y características de
construcción, dimensiones y profundidad de las estanquería que podría ser
utilizada. Así como, el tipo de suelo, pendiente, localización del sitio respecto a
81
la zona urbana del ejido, grado de organización de los productores solicitantes
y la disponibilidad de mano de obra que pudiera ser utilizada (Fig. 12 y 13).
Fig. 12. Humedal propuesto por miembros de la comunidad de Galacia como sitio viable para la
instalación de unidades de producción acuícola.
Fig. 13. Sitio viable para la instalación de unidades de producción acuícola en el ejido Reforma
Agraria.
Los resultados de la prospección llevada a cabo, mostraron que existen al
menos cinco sitios con características adecuadas, desde el punto de vista
ambiental y productivo, para realizar la instalación y operación de unidades de
producción acuícola.
82
Posteriormente, durante los meses de abril y mayo de 2007 se llevó a cabo el
trazo del área perimetral y estanquería en cada dos sitios elegidos en las
comunidades de Playón de la Gloria y Galacia, Municipio de Marqués de
Comillas, para posteriormente realizar el diseño de los módulos de producción
(Anexo 6), tomando en cuenta las características ambientales con el fin de
disminuir al máximo las posibles afectaciones sobre los ecosistemas acuáticos
(Fig. 14).
Fig. 14. Trazo del área perimetral y estanquería del módulo de producción acuícola en la
comunidad de Playón de la Gloria.
En los meses de mayo y junio se llevó a cabo el proceso de construcción y
equipamiento de las unidades de producción, y a principios de mes de julio de
2007 se llevó a cabo el llenado y fertilización de la estanquería, así como la
construcción de las jaulas de alevinaje (Fig. 15, 16, 17 y 18).
Fig. 15. Construcción de unidad de producción acuícola en el ejido de Galacia
83
Fig. 16. Construcción de unidad de producción acuícola en el ejido de Playón de la Gloria.
Fig. 17. Equipamiento de unidad de producción acuícola en el ejido de Playón de la Gloria
Fig 18. Equipamiento de unidad de producción acuícola en el ejido de Galacia
84
El día 16 de julio de 2007 se realizó la siembra de las unidades de producción
acuícola (Fig. 19), la especie utilizada fue una mojarra nativa llamada
Castarrica (Cichlasoma urophthalmus) producida y masculinizada en el Centro
de Producción Acuícola de la División de Ciencias Biológicas de la Universidad
Juárez Autónoma de Tabasco, localizada en la Ciudad de Villahermosa. La
densidad de siembra fue de 9 individuos/m2 en ambas unidades, y el alimento
complementario a la productividad natural de la bordería rústica fue alimento
balanceado con un contenido de 52% de proteína, el cual se proporciona a los
individuos dos veces al día (mañana y tarde).
Fig 19. Siembra de mojarra nativa castarrica en el ejido Playón de la Gloria
Actualmente los dos módulos de producción acuícola no convencional, a NIVEL
PILOTO, han terminado ya la fase de pre-engorda (Fig. 19), habiendo obtenido
tallas de máximas de 15 cm, y en promedio de 12 cm, lo cual sugiere que la
tasa de crecimiento que presentan los peces es alta, lo cual probablemente se
debe a que la temperatura del agua a sido de 28 a 30 grados centígrados de
manera constante, con altos valores de oxígeno, debido a los recambios de
agua y a que se presenta, muy probablemente, una conversión del alimento 1:1
(Fig. 20).
85
Fig 20. Individuos de mojarra castarrica muestreados en el ejido Playón de la Gloria para
verificar su crecimiento y estado de salud.
El funcionamiento de las unidades de producción acuícola le dará la
oportunidad a las comunidades de producir alimentos de alto contenido
proteínico, lo que contribuirá a mejorar la calidad de la dieta de sus habitantes,
pero además, apoyará el funcionamiento de los Ordenamientos Pesqueros
Comunitarios, ya que los productos vendidos de la acuacultura deberán
provocar una disminución de las cuotas de captura pesquera, especialmente
durante el período de secas, considerado como crítico debido a que durante
esta época se lleva a cabo la reproducción de la mayor parte de la ictiofauna de
la zona.
3.4. Pesca deportiva
La pesca deportiva es una de las actividades de esparcimiento que atrae
a mayor cantidad de personas de todas las edades y condiciones sociales en
todo el mundo generando una importante actividad económica, que beneficia a
diferentes sectores de la sociedad, promoviendo así el desarrollo local de
comunidades que difícilmente puedan captar el turismo tradicional. Esta
actividad tiene diversas ventajas como la de provocar un bajo impacto sobre el
ambiente; proporcionar esparcimiento saludable; promover el conocimiento de
los ecosistemas y fomentar la interacción hombre-naturaleza. Según la Carta
Nacional Pesquera (DOF, 2004), en nuestro país se encuentran registradas
86
508 especies de peces de agua dulce, de las cuales un poco más del el 10%
(56 especies) habitan en el río Lacantún y sus tributarios localizados en la
porción sur de la Reserva de la Biosfera Montes Azules (RBMA) (Lozano et al.,
2007).
Fig. 21. Ejemplares de robalo (Centropomus undecimalis) capturados en el río Lacantún
La gran riqueza íctica que se presenta en la región de trabajo, permitiría
desarrollar un proyecto turístico viable, sustentado en el atractivo del alto valor
deportivo de algunas de sus especies como las Mojarras (Cíclidos), Bagres
(Silúridos) y Robalos (Centropomidos) que satisfacen los requerimientos de
pescadores exigentes (Fig. 21). Estas especies son aptas para la captura y
liberación, siendo esto primordial para el buen manejo y rentabilidad del
recurso dado que un pez puede ser pescado una vez tras otra, lográndose así
la multiplicación constante de su valor. Para el pescador deportivo, tan
importante como la pesca en sí misma es el entorno donde la practica. Las
comunidades que se localizan frente a la porción sur de la RBMA tienen el
privilegio de contar con muchos ambientes de singular belleza, agrestes,
naturales y con baja densidad de población que permite recuperar la calidad y
cantidad de pesca y el equilibrio del ecosistema acuático de forma natural, tan
sólo con un buen manejo del recurso y sin la necesidad de realizar importantes
inversiones. Es así que, tomando en cuenta todas estas potencialidades, pero
sobre todo la urgente necesidad de proteger la riqueza íctica que aún posee la
región, así como promover la generación de empleo e ingreso en beneficio de
los habitantes de la comunidades, se propone el establecimiento y operación
87
de un Programa de Pesca Deportiva en al menos dos comunidades (Loma
Bonita, municipio de Ocosingo y Reforma Agraria, municipio de Marqués de
Comillas).
Sin embargo, debido a que se han realizado pocos estudios sobre los
ecosistemas acuáticos de la Selva Lacandona y la mayor parte de ellos han
estado orientados a aspectos taxonómicos, fueron los resultados del
“ESTUDIO DE ORDENAMIENTO DE LA ACTIVIDAD PESQUERA EN LA
RIBERA DEL RÍO LACANTÚN DE LA RESERVA DE LA BIOSFERA DE
MONTES AZULES” financiado por el Fondo Mexicano para la Conservación de
la Naturaleza, A.C. (FMCN) y Natura y Ecosistemas Naturales, A.C. los que
permitieron diseñar el instrumento administrativo (Reglamento de Pesca
Deportiva Comunitario) para orientar con una visión estratégica el manejo de
los recursos biológicos de las aguas continentales, aprovechándolas como
producto turístico, garantizando la sustentabilidad biológica, social y
económica.
El diseño del Reglamento de Pesca Deportiva Comunitario implicó una
interacción con todos los actores involucrados, habitantes de las comunidades;
técnicos y autoridades ejidales y municipales (Fig. 22); así como a la consulta
la consulta del marco normativo federal vigente.
Fig. 22. Presentación de la propuesta de Reglamento de pesca deportiva comunitaria a los
habitantes de la comunidad de Loma Bonita, municipio de Ocosingo.
88
Una vez concluida la fase de diseño y elaboración de la propuesta de
Reglamento de Pesca Comentario fue sometido a la consideración de las
comunidades involucradas para conocer sus comentarios y/o recomendaciones
para posteriormente ser sometidas a la consideración de las asambleas
ejidales, para lograr la aprobación y eventual decreto del Reglamento de Pesca
Deportiva Comunitario.
Han quedado pendientes de realizar las gestiones necesarias para lograr su
registro y validación ante las autoridades, de los tres niveles de gobierno,
encargadas de regular la actividad pesquera en la zona de trabajo.
La versión aprobada de Reglamento de Pesca Deportiva Comunitario del ejido
de Loma Bonita, Municipio de Ocosingo se encuentra en el Anexo 8.
3.5. Ordenamiento pesquero
De acuerdo Lozano-Vilano y colaboradores (2007) el río Lacantún, en la
porción que se localiza frente al límite sur de la Reserva de la Biosfera Montes
Azules posee una gran diversidad ictiofaunística, compuesta por 56 especies
pertenecientes a 42 géneros de 23 familias; de las cuales 3 son neárticas, 33
neotropicales, 17 continentales, y 3 exóticas o introducidas. Las familias más
diversificadas son Cichlidae y Poeciliidae, respectivamente con 15 y 8
especies. Comparado con el resto de las regiones hidrológicas presentes en
México, el área contiene una fauna de peces que se encuentra muy bien
conservada en términos de su biodiversidad.
Además de la importante riqueza ictiofaunística con la que cuentan los
ecosistemas acuáticos de la zona, existen otras especies acuáticas de gran
importancia para la conservación como la nutria de río (Lontra longicaudis), el
cocodrilo (Crocodylus acutus) y la tortuga blanca (Dermatemis mawii), esta
última bajo el régimen de veda permanente (INE, 2000).
89
Sin embargo, existen indicios muy preocupantes de un “debilitamiento” o
disminución, en términos de la abundancia de las especies acuáticas que
habitan estos ríos y arroyos, lo cual puede llevar a la pérdida de la variabilidad
intraespecífica y eventualmente afectar a la diversidad de especies. De las 56
especies de peces colectadas el 96% se presentaron sólo en los ríos y arroyos
que se encuentran localizados de dentro de la Reserva y menos del 70% en los
que se encuentra fuera de ésta.
Vale la pena mencionar que el 30% de las 55 especies reportadas sólo fue
posible colectarlas en los ríos y arroyos que se encuentran dentro de la RBMA;
sin embargo, el número de individuos colectados de estas especies, fue
apenas de 152 (el 1.83% del total). De tal forma que, en la medida en que
disminuye la abundancia de una especie en la zona, es más alta la
probabilidad de que únicamente se presente en los ríos y arroyos que se
encuentran dentro de la RBMA.
El hecho de que exista un mayor número de especies (diversidad) e individuos
(abundancia) en los ríos y arroyos que se encuentran dentro de la RBMA, esta
directamente relacionado con el buen estado de conservación en el que se
encuentran, a diferencia de la degradación ambiental que presentan las áreas
que circundan los ríos y arroyos de las comunidades ribereñas localizadas
frente a la RBMA. Esto, debido al uso extensivo y desordenado con la que han
aprovechado los recursos naturales.
Debido a esta situación, las poblaciones de peces que habitan en estos
ecosistemas acuáticos han disminuido sensiblemente; razón por la cual, las
comunidades campesinas han volcado su actividad pesquera hacia el río
Lacantún y sus tributarios que nacen en la RBMA. Esto ha llevado a una
disminución de la fauna dulceacuícola en el río Lacantún y una fuerte amenaza
en sus tributarios dentro de la Reserva. Sumado a la creciente presión ejercida
por la pesca, se encuentra el hecho de que ejidos ribereños dedicados
principalmente a la producción agrícola y pecuaria, utilizan grandes cantidades
de agroquímicos cuyos residuos están fluyendo hacia el río generando una
considerable contaminación. Finalmente, la pérdida de la cubierta vegetal en
90
grandes áreas de la cuenca, provoca una severa erosión de los suelos, dando
como resultado que grandes cantidades de aportes terrígenos sean
depositados en los ríos y arroyos, causando severos problemas producidos por
cambios en la química del agua y el azolvamiento.
Por esta razón, fue urgente diseñar una estrategia que permita al río Lacantún
y sus tributarios, en su porción correspondiente a la porción limítrofe sur de la
RBMA, no sólo preservar su riqueza biológica sino además recuperar parte de
la abundancia que se ha perdido debido al grave deterioro generado por las
actividades productivas practicadas por los pobladores de las comunidades
ribereñas localizadas frente a la RBMA.
Es precisamente en este tipo de acciones que se inscribe el ORDENAMIENTO
PESQUERO COMUNITARIO (OPC), que es un instrumento de gestión de los
recursos acuáticos, él cual incorpora nuevos criterios de ordenación pesquera
que toman en cuenta aspectos relativos a la conservación del medio ambiente,
promueve un desarrollo económico más equitativo.
Con este programa se pretende llevar a cabo una serie de acciones de
ordenamiento de las actividades de aprovechamiento que realizan las
comunidades sobre sus ambientes acuáticos; así como de restauración de
áreas dañadas por las actividades antropogénicas, cuya degradación afecta
seriamente la permanencia de este tipo de ecosistemas.
Al igual que en el caso del Reglamento de Pesca Deportiva Comunitario, el
diseño del Ordenamiento Pesquero Comunitario implicó una interacción con
todos los actores involucrados, habitantes de las comunidades; técnicos y
autoridades ejidales y municipales, así como a la consulta la consulta del
marco normativo federal vigente
Actualmente se han sido decretados los OPC de las comunidades de Playón
de la Gloria y Galacia del Municipio Marqués de Comillas (Anexos 8a y b),
quedando pendiente la realización de las gestiones necesarias para lograr su
91
registro y validación ante las autoridades, de los tres niveles de gobierno,
encargadas de regular la actividad pesquera en la zona de trabajo.
3.6. Unidades de Manejo de la Vida Silvestre (UMAS)
Se identificaron los sitios posibles a partir de la selección de áreas críticas y
luego se hizo una prospección de los intereses de la población local para
evaluar la posibilidad de implementación. En esta prospección se consultó
además acerca del tipo y calidad de UMA en el que pudieran estar interesada
la comunidad. También se tuvieron en cuenta proyectos previos desarrollados
en la región, algunas UMAS detenidas o que estén funcionando mal, y las
posibilidades administrativas de establecer una UMA en los sitios identificados
como potenciales.
Se identificaron sitios en los ejidos Boca de Chajul, Playón de la Gloria y
Galacia. En los dos primeros existe una UMA registrada para la extracción de
mariposas, el cual no está funcionando en la actualidad. No obstante hay el
interés de la población de reanudad la actividad para lo cual será necesario
realizar un estudio de las potencialidades de mercado y gestionar ante las
autoridades la renovación de los permisos correspondientes. Esta es una
actividad que deberá desarrollarse en un futuro.
En el presente programa se decidió iniciar con una propuesta para establecer
una UMA en el ejido de Galacia. La argumentación de esta UMA está
desarrollada en el apartado 1.6 referente a los fragmentos importantes que
deben ser estabilizados.
Como se señaló anteriormente, a partir de la identificación de la importancia del
fragmento 2a, que por si ubicación geográfica (zona llamada “el colochero”) es
de alta prioridad para su conservación, pues constituye un sitio natural de flujo
de poblaciones animales desde y hacia la Reserva. Es por ello que se decidió
dar prioridad a esta área independientemente de que se está realizando el
estudio de pago por servicios ambientales, y que de ser aprobado durante los
92
próximos 5 años tendrá este beneficio. Con la finalidad de estabilizar el área en
el largo plazo se propone establecer en esta una UMA de ecoturismo.
Existen antecedentes en el ejido de hacer un proyecto ecoturístico, el cual
incluso recibió el apoyo de CONAFOR; sin embargo, el proyecto fue mal
diseñado y no prosperó, quedando el material comprado, pero sin avance.
Esto desanimó a la población y varios ejidatarios procedieron a desmontar sus
parcelas. Afortunadamente un grupo de ejidatarios muy considerable que tiene
asignado sus terrenos en esta zona (hay que aclarar que se trata de tierras no
parceladas por PROCEDE pero que sí fueron repartidas internamente por los
ejidatarios) han decidido retomar el proyecto de ecoturismo.
Mediante este programa Natura Mexicana hizo una primera propuesta de
dónde llevar a cabo este proyecto, pero enmarcado en una UMA con la
finalidad de conservar toda el área remanente de selva de este sitio, y restaurar
las partes correspondientes al colochero que fueron deforestadas.
El proyecto se presentó primero ante las autoridades del ejido, quienes
mostraron mucho interés en promoverlo. Posteriormente se llevó a cabo un
taller en la Estación Chajul con el grupo de ejidatarios interesado, a quienes se
les brindó toda la información sobre los diferentes conceptos de ecoturismo, la
importancia de la zona desde el punto de vista biológico, la potencialidad del
sitio como área ecoturística, las necesidades de organización interna, de
capacitación y los riesgos de este tipo de proyectos.
El interés del grupo de ejidatarios derivó en la necesidad de incorporar al resto
del ejido, para lo cual presentó en la Asamblea General del mes de agosto
estos conceptos. Los ejidatarios se mostraron interesados y solicitaron la
realización de un estudio que arroje una propuesta completa para evaluarla y
buscar el financiamiento respetivo para su implementación.
En el Anexo 9 se presentan los lineamientos generales para la implementación
de una UMA de ecoturismo en el ejido Galacia.
93
OBJETIVO 4. Fortalecer las capacidades de los ejidos en materia de uso y
conservación de los recursos naturales.
4.1. Capacitación
La capacitación de la población local debe considerarse como una
herramienta dentro de programas que involucren actividades relacionadas con
la conservación, uso sustentable y restauración, ya que la misma fortalece las
capacidades de las comunidades para organizarse, planificar y tomar
decisiones, sobre todo en el manejo de recursos naturales.
La capacitación permite la transferencia de los conocimientos y la información
necesarios para que las comunidades puedan organizarse, y por tanto es la
única manera de asegurar la continuidad de las acciones y la aplicación de
acciones futuras. También orienta la toma de decisiones, no sólo para la
organización sino además para la aplicación de nuevas tecnologías.
En este sentido, son enriquecedoras las actividades de educación ambiental
formal e informal, difusión, y divulgación. Estas actividades deben ser
adaptadas y abarcar las diferentes poblaciones objetivos dentro de la
comunidad, ya sea productores, mujeres, jóvenes y niños.
Se deben utilizar metodologías para la búsqueda de consensos adaptadas a
las condiciones locales. Entre estas metodologías están la auto-evaluación, la
planeación comunitaria; participación campesina; “aprender haciendo” etc.,
herramientas todas ellas que permiten generar procesos de entendimiento del
problema, identificar los problemas, generar posibles soluciones entre grupos o
actores de influencia para después difundir los logros entre el resto de la
población y gestar consensos.
Pueden incluirse talleres participativos para la aplicación de técnicas de
restauración, así como en general de la problemática del uso y conservación de
los recursos naturales. Es recomendable la generación de materiales de apoyo
94
(textos y material audiovisual) para ir creando un ambiente positivo a las
propuestas.
En el desarrollo del presente proyecto, realizamos diferentes eventos de
capacitación; entre ellos:
• Taller de selección de especies para la restauración ambiental
• Talleres sobre uso y conservación de los recursos naturales
• Visitas guiadas para la difusión sobre el uso y conservación de los
recursos naturales
• Fundamentos sobre el manejo de unidades de producción acuícola en
zonas rurales
• Aspectos generales en el diseño, montaje y operación de unidades de
producción acuícola en zonas rurales”
4.1.1. Taller de selección de especies para la restauración ambiental
Se diseñó un taller comunitario en donde se busca la participación de los
habitantes de la región para seleccionar las plantas adecuadas en la
restauración de las riberas de los arroyos. Con esta metodología se buscó
compartir el conocimiento sobre las líneas de la restauración y el conocimiento
colectivo de los pobladores.
Se realizaron en cada comunidad involucrada los talleres para la selección de
especies para la restauración, y en especial para la restauración de riberas. En
taller se propuso con una duración total de 2:15’ hrs. Se adjunta la carta
descriptiva del mismo (Anexo 10).
Se presentaron todos los participantes en las reuniones en los distintos ejidos.
En total se atendió a 59 personas, de los cuales 20 fueron mujeres.
95
IMPORTANCIA DE LA RESTAURACIÓN
En este apartado se expuso en rotafolios que:
BIODIVERSIDAD o Plantas o Animales o Insectos
SERVICIOS AMBIENTALES o Agua o Madera o Medicinas o Captura de carbono o Protección del suelo
OBJETIVO DE LA RESTAURACION
Regresar a las condiciones iniciales de la naturaleza
¿QUE ES LA RESTAURACIÓN?
La forma de mejorar la condición ecológica de un sitio
Para definir la forma de restaurar, se tiene que considerar:
v Estructura v Funcionamiento
Considerar como esta hecho y como funciona
LA RSTAURACIÓN DE UN SITIO
¿Que especies viven ahí? ¿Qué papel tienen? - resistentes a las inundaciones - protegen el suelo -resistentes a suelos pobres -filtran y capturan agua -con raíces fuertes -evitan que se seque el río -dan refugio a los peces -dan alimento
96
CRITERIOS DE SELECCIÓN • NATIVAS
• COMUNES • DISPONIBLES
• RÁPIDO CRECIMIENTO • RESISTENTES A LA LUZ SOLAR
SELECCIÓN DE ESPECIES
Posteriormente a la presentación se circularon entre los participantes unos
dibujos de plantas para la revisión del grupo. Los dibujos de especies
compartidos son los siguientes:
Canchán Sapotacea Corozo Jaboncillo Maculís Cedrillo Caoba Zapote Algodoncillo Ramón colorado Hule Colorín Cocoite
Cedro Lagarto Ramón Amate Barí Luín Capulín Sauce Frijolillo Guapaque Plumillo Cabeza de mico Carniquil
Jobo Corcho blanco Chilacayote-maca blanca Corcho rojo Guayaba Zapote prieto Zapote de agua Mulato Popistle Ceiba Cien Pies (parte inundable) Guapinol
Después de la discusión, las especies seleccionadas por sus características
fueron:
En Trece de Septiembre
Cedro Lagarto Ramón Amate Barí Luín Capulín Sauce Frijolillo Guapaque
Gaupinol Jobo Corcho blanco Chilacayote-maca blanca Corcho rojo Guayaba Zapote prieto Zapote de agua Mulato Popistle
97
Plumillo Cabeza de mico Carniquil
Ceiba Cien Pies (parte inundable)
Reforma Agraria
Maculís Caoba Cedro Colorín Cocoite Ramón Amate (Barí)
Capulín Sauce Guatope - Carniquil Zapote prieto Zapote de agua Mulato Popistle Ceiba
Cien Pies (parte inundable) Castaño Cuajinuicuil Poma Rosa Coco Cacao Nanche Tinto
Loma Bonita
Zapote prieto Chilacayote Amate Ceiba Mulato Zapote de agua Guatope Sauce
Capulín Barí Ramón Cedro Lagarto Guasiban Guayacan Amargoso Colorín
Maculí Guayaba Corcho (Jopí) Jobo Guapinol Cabeza de mico Plumillo Frijolillo Luín
ACUERDOS
Trece de Septiembre
Finalmente se acordó que estas serían las especies que se buscaría
semilla para producir en el vivero y las que posteriormente se introducirían en
las riberas de los arroyos. También se comento sobre la importancia de la
restauración de las cañadas que están abasteciendo de agua al ojo de agua,
del que toma el agua la comunidad, para mejorar la calidad del agua y
garantizar su abasto. Los participantes estuvieron de acuerdo y se quedo en
platicarlo después con más detalle.
Reforma Agraria
Finalmente se acordó que estas serían las especies que se buscaría
semilla para producir en el vivero y las que posteriormente se introducirían en
las cercas vivas en las primeras etapas y después en las riberas. Se comentó
98
que se requiere una producción aproximada de 20 000 plantas, pero que se
producirá la planta en el vivero en varias etapas para poder cumplir con la
meta. También se comento que es importante considerar en el proyecto de
restauración de ribera el mantenimiento de la plantación, para que tenga éxito.
Loma Bonita
Se acordó que estas serían las especies que se buscaría semilla para
producir en el vivero y las que posteriormente se introducirían en las riberas de
los arroyos. Algunas personas del ejido manifestaron su interés por participar
en el programa de restauración de riberas y se acordó hacer recorridos para
incorporar esas superficies en otra etapa, probablemente con el financiamiento
de la CONANP a través del PRODERS.
LISTA DE PARTICIPANTES
Loma Bonita
Manuela Díaz Hernández Líli Mendoza García Ana Inés López Hernández Antonio Meraz García Eduardo Aguilar J. Alejandro Zacarías Vásquez Pedro Mendoza García Félix Zamora Ruiz Heberto Gonzáles Pérez Enedin Rodríguez Trinidad León Castellanos Ángel Rodríguez Méndez José Mendoza Hernández Carmen Ramírez Mendoza María Guadalupe Vásquez B José Antonio López Álvarez José Alfredo Aguilar Morales
Bernarda Morales Solís Dolores López Cruz José Delmar Aguilar Díaz Samuel López Gómez José Joel Aguilar Morales Jorge Pineda Cárdenas Maricruz López Vázquez María Cristina Alfaro Aguilar Idalia Sánchez Herrera Ízamela Romero Cruz Juana Hernández H. Julia Jiménez Díaz Beatriz Jamangape Romero Anacleta Romero Cruz Adela Mendoza García
Trece de Septiembre
Roberto López Xol Efrén Díaz Díaz Manuel Espinosa Gutiérrez Cesar Vásquez Pérez Florencio Estrada Contreras Ernesto Miguel Gómez Vera Agustín López Girón Esteban Boicot Pérez
Nazario López Hernández Manuel Luna Santos Cándido Hernández Paula Alejandro Gómez Vera Aníbal Hernández Morales Nicolás Gómez López Marcela Pérez García Benita López Xol
99
Reforma Agraria
Celestino Hernández Hernández Rodrigo Ramírez Castro Leobardo Hernández Dávila José Guido Avendaño Emilio Hernández German Hernández Dávila
Marcos Cruz Hernández Apolinar Hernández Juan Ade Hernández Hernández Josefina Dávila Nolasco María Antonio Ramírez
4.1.2. Talleres sobre uso y conservación de los recursos naturales
En un inicio se planteó la realización de un taller sobre la importancia de
la selva y su potencial uso sustentable. Sin embargo, debido a que la lo largo
del desarrollo de los objetivos del programa se relaizaron diversos talleres
formales y a que este tema pretende llegar a un grupo de la población más
amplio, no sólo aquellos ya interesados en el mismo, se optó por modificar la
actividad a una más interactiva en la que la participara un amplio segmento de
la población. Así se planearon visitas guiadas a la Estación Chajul, dentro de la
Reserva de la Biosfera Montes Azules, dirigidas a los alumnos de las escuelas
primarias de los ejidos, a los maestros, médicos, autoridades ejidales y
religiosas, y padres de familia.
Con la finalidad de demostrar las diferencias que genera en la calidad del
suelo, agua y abundancia de recursos naturales la presencia de la vegetación
natural, las visitas guiadas se realizaron por los senderos de la Estación Chajul.
En el transcurso de la visita se explicaron los principales temas y conceptos
sobre la importancia de la selva y la generación de servicios ambientales, así
como los riesgos de su destrucción tanto para la ecología, el desarrollo de las
comunidades y su bienestar social, y las posibles alternativas de uso.
Las visitas fueron guiadas por expertos en biología tropical, y en el caso de los
alumnos de las escuelas por estudiantes de Biología de la UNAM para que las
visitas, además de ser informativas, fueran divertidas y produjeran un impacto
positivo en los niños. Esta última actividad se reforzó con la realización de un
100
concurso de cuentos y dibujos; los ganadores de dicho concurso se sumarán a
los ganadores nacionales del concurso “Que Viva la Selva Lacandona”
organizado por la Fundación Azteca y Natura.
En total se realizaron a los largo del proyecto cerca de 10 visitas guiadas con
un impacto en aproximadamente 200 habitantes locales. A manera de
ilustración y documentación se describen los detalles de una jornada de estas
actividades desarrolladas con niños en el mes de junio en el Anexo 11.
4.1.3. Aspectos generales en el diseño, montaje y operación de
unidades de producción acuícola en zonas rurales
Con el fin de formar los cuadros técnicos capaces de diseñar y construir
unidades de producción acuícola se llevaron a cabo las siguientes actividades
de capacitación:
El curso se diseño e impartió en las comunidades de Playón de la Gloria,
Galacia y personal técnico de Ayuntamiento de Marqués de Comillas y la
Estación Chajul (Fig. 23, 24 y 25), su temario se describe a continuación:
• Tipos de especies a cultivar de acuerdo a las características del
ambiente y la calidad genética de la crías.
• Determinación de las capacidades de carga de los estanques de
engorda de acuerdo a sus dimensiones.
• Tipo y periodicidad de los alimentos que deben suministrarse a los
organismos cultivados.
• Métodos de identificación de parásitos y enfermedades.
• Criterios ambientales, y la aplicación de los mismos, en la selección de
sitios con viabilidad para instalar y operar de proyectos acuícolas.
• Métodos para calcular el costo beneficio de los cultivos.
• Preparación de estanques, previó a la siembra.
• Formas de cosecha y métodos para calcular los rendimientos.
101
• Aclimatación y siembra de crías.
• Importancia del recambio de agua.
• Control de predadores.
• Importancia de factores ambientales del agua como la transparencia, el
oxígeno disuelto y la temperatura.
Fig. 23. Curso-taller sobre el diseño y construcción de unidades de producción acuícola impartido a extensionistas agropecuarios del ayuntamiento de Marqués de Comillas.
Fig. 24. Curso-taller sobre el diseño y construcción de unidades de producción acuícola impartido a habitantes de la comunidad de Galacia, Municipio Marqués de Comillas.
102
Fig. 25. Curso-taller sobre el diseño y construcción de unidades de producción acuícola impartido a técnicos de la Estación Chajul.
4.1.4. Fundamentos sobre el manejo de unidades de producción
acuícola en zonas rurales
El curso se diseñó e impartió en las comunidades de Playón de la Gloria,
Galacia y personal técnico la Estación Chajul (Fig. 26 y 27); su temario se
describe a continuación:
1) Elección de sitios para la instalación de proyectos acuícolas.
a) Infraestructura
b) Manejo y mantenimiento del sitio del cultivo
c) Tipos de manejo
d) Factores físicos y químicos del agua
e) Temperatura
f) Turbidez
g) Oxígeno
h) Productividad Primaria
i) Factores de Contaminación
2) Alimentación
a) Alimento vivo
b) Fertilización orgánica
c) Construcción de un digestor rústico
d) Alimento balanceado
103
e) Alimento adicionado
3) Biología de la especie
a) Taxonomía
b) Morfología
c) Distribución
d) Hábitat
e) Hábitos alimenticios
f) Hábitos Reproductivos
4) La fase de Cultivo
a) Cultivo de monosexo
b) Hibridación
c) Reversión sexual
d) Poliploidía
e) Rendimientos
f) Estrategias de cultivo
g) Sanidad Acuícola
h) Formas de transmisión de enfermedades
i) Factores que estimulan la dispersión
j) Principios sobre el control de enfermedades
k) Medidas sanitarias en estanque
5) Análisis general de riesgos.
Fig. 26. Curso-Taller sobre “Fundamentos sobre el manejo de unidades de producción acuícola en zonas rurales” impartido en la comunidad de Galacia, Municipio de Marqués de Comillas.
104
Fig. 27. Curso-Taller sobre “Fundamentos sobre el manejo de unidades de producción acuícola en zonas rurales” impartido en la comunidad de Playón de la Gloria, Municipio de Marqués de Comillas.
4.2. Reuniones con productores y autoridades
4.2.1. Con autoridades de otras instituciones
En el mes de mayo se realizó en la Estación Chajul una reunión con la
presencia de representantes de las siguientes instituciones: Comisión Forestal
Sustentable del Estado Chiapas, Comisión Nacional de Áreas Naturales
Protegidas (CONANP), Semarnat Delegación Chiapas, el Fondo Mexicano
para la Conservación de la Naturaleza y Natura y Ecosistemas Mexicanos
A.C. En esta reunión, se abordaron varios puntos, pero respecto a la
restauración ambiental se acordó:
• Promover la restauración a lo largo de la ribera del Lacantún una franja
de 5 metros de ancho (a partir de los PRODERS que opera la
CONANP);
• Buscar distintas fuentes de financiamiento para el establecimiento de
estas plantaciones;
• Conjuntar esfuerzos para la recolección de semilla y
• Elaborar una propuesta de manejo sustentable para los manchones de
selva que todavía quedan en las comunidades.
105
• Compartir el listado de 28 especies actualmente utilizadas por la
CONANP en actividades de restauración en la comunidad de Nueva
Palestina;
4.2.2. Con autoridades ejidales
Como se mencionó en el apartado 3.2.2., se realizó una reunión en la
Estación Chajul con la participación de los Comités de Pro-Obra y autoridades
ejidales de cinco ejidos interesados en la participación dentro de los
Programas de Desarrollo Sustentable que promueve la CONANP. En esta
reunión se conformó un Comité general que será el responsable de convenir
con la CONANP el desarrollo de un PRODERS colectivo, titulado
Restauración y estabilización de la vegetación riparia en ejidos ribereños del
río Lacantún (CONANP/07/RB09/PRODERS/46/07). Cabe destacar que este
proyecto involucra a los cinco ejidos de manera conjunta y actualmente está
en proceso de desarrollo.
4.2.3. Con productores
• Tal como se menciona en el apartado 3.1.2, se realizó una reunión
ejidal en cada uno de cinco ejidos para promover la participación en el
programa de pago por servicios ambientales de la CONAFOR. En
dichas reuniones se brindó toda la información pertinente para la
presentación de expedientes y los términos de referencia de la
convocatoria. Varios ejidos presentaron solicitudes, las cuales fueron
aprobadas y los estudios correspondientes están en proceso de
desarrollo.
• Tal como se mencionó en el apartado 3.2.2, se realizaron cinco
reuniones ejidales (una en cada uno de cinco ejidos) en las que se
difundieron los Programas de Desarrollo Sustentable (PRODERS)
promovidos por la CONANP. Se logró la aceptación por parte de las
comunidades, con lo cual se establecieron Comités de Pro-Obra en
cada uno de ellas; responsables de la selección de sitios y actividades
106
de restauración, y se firmó un convenio comunitario para la
organización del trabajo.
107
CONCLUSIONES
La profunda transformación que ha sufrido la Selva Lacandona en los
últimos 30 años ha quedado claramente evidenciada en el presente estudio.
De la información obtenida podemos emitir dos conclusiones generales:
1.- En los ejidos ribereños del río Lacantún colindantes con la Reserva
de la Biosfera Montes Azules el cambio de uso de suelo ha ido
incrementando conforme pasan los años, y se aceleró particularmente
en los últimos seis años, llegando a una deforestación anual promedio
de 3.6%, más del triple que la tasa de deforestación nacional.
2.- La dotación de tierras con ecosistemas conservados de selva a la
Comunidad Lacandona primero, y poco después el decreto de la
Reserva de la Biosfera Montes Azules, fueron absolutamente decisivos
para la conservación del ecosistema de selva prístina más importante de
Mesoamérica. De no haber sido por la creación del ANP, sin duda
alguna el destino de estos terrenos hubiera sido el miso que el ocurrido
en la zona de Marqués de Comillas.
La Reserva de la Biosfera Montes Azules mantiene su estado prístino y genera
servicios ambientales esenciales para la región, el estado y el país. Sin
embargo, la transformación intensa de sus zonas aledañas constituye un riesgo
para su estabilidad.
La transformación de los ecosistemas de los ejidos ribereños no sólo no ha
servido para el desarrollo de la zona y el bienestar social de su población, sino
que ha significado la pérdida de su capital natural, sus servicios ambientales y
recursos naturales.
La necesidad de obtener recursos económicos y alimentos de las parcelas de
los ejidatarios, la falta de una política productiva dirigida al uso de la selva sin
su transformación, los apoyos económicos para la apertura de la frontera
agropecuaria, la explotación forestal ilegal y la corrupción, y el Programa de
108
Certificación de Derechos Ejidales (PROCEDE), son algunas de las
explicaciones de la deforestación acelerada de la región. Estos procesos en
conjunto se expresan en la deforestación y fragmentación de la vegetación y
aunque fueron enumerados en las comentarios de los ejidatarios, sería muy
importante entenderlos en detalle, estudiarlos sistemáticamente y poder
explicar la causas últimas de esta transformación, la cual no esta
suficientemente documentada en el país.
El presente proyecto evidencia que en cuestiones ambientales y de gestión de
los recursos naturales una visión amplia permite una mayor adecuación a las
necesidades tanto ecológicas como socio-productivas. El hecho de trabajar en
varios niveles permite desarrollar una visión más integral de la problemática de
la región y desarrollar propuestas más adecuadas y particulares para cada
condición o sitio. La perspectiva del paisaje describe de manera general la
condición ambiental actual e histórica del área que ocupan los siete ejidos en
comparación con la Reserva de la Biosfera Montes Azules. A través del
procesamiento de imágenes de satélite y verificaciones de campo se describen
(1) las unidades naturales presentes en la actualidad -y su extensión y
distribución-, (2) el proceso de pérdida de los ecosistemas naturales, y el
cambio de uso del suelo y, (3) el proceso histórico de avance de la
fragmentación y aislamiento de los manchones remanentes de selva. De
manera paralela y complementaria, la perspectiva local permite describir los
requisitos particulares de los distintos sitios y un trabajo individual con los
ejidatarios, teniendo en cuenta sus intereses personales y la condición
ecológica de sus parcelas. Al considerar de manera conjunta estas dos
perspectivas se genera una combinación más real de las necesidades y
posibilidades de aplicación de los diferentes instrumentos de gestión con
intenciones de conservación, restauración y uso sustentable de los recursos.
En cuanto al nivel de deterioro observado en la región, se observa que éste ha
aumentado particularmente en los últimos años; la tasa de deforestación anual
para los últimos cinco años supera el promedio estatal y la media nacional. Es
resulta grave sobre todo considerando que la tasa de deforestación suele ir
decreciendo a medida que la extensión de vegetación por remover disminuye.
109
Además, es muy importante destacar que aún hoy en día la frontera
agropecuaria continúa avanzando y se sigue desmontando áreas de selva
primaria. De continuar estas tendencias algunos ejidos perderán la totalidad de
su cobertura vegetal natural en menos de 15 años.
Por otro lado, desde el punto de vista de la cobertura vegetal y la estructura, la
vegetación natural remanente en los ejidos es en un mayor parte una selva
perturbada, es decir, que prácticamente no existen manchones remanentes de
selva en estado prístino. Más del 50% del área que cubren los ejidos
corresponde a selva “acahualada”, es decir, que ha sufrido una perturbación
considerable como para desencadenar el proceso de sucesión secundaria.
Una limitante del método es que a partir de la percepción remota no se logra
distinguir de manera precisa la edad estimativa de los manchones de
vegetación remanente, lo que estaría implicando además, que de este 50% un
importante porcentaje podría tratarse áreas arboladas en sucesión temprana y
eventualmente, detenida, lo cual hace nuestro escenario actual mucho menos
alentador. Diferenciar o determinar la edad de un área en sucesión secundaria
puede resultar una tarea ardua; sin embargo, algunos indicadores pueden ser
útiles para clasificar los manchones en función de su estado de conservación o
condición ecológica. En este sentido, resultaron muy útiles los indicadores de
estructura, como por ejemplo el número de estratos arbóreos presentes y la
altura del estrato superior. Las áreas con estratos arbóreos desarrollados y
especies remanentes de la condición natural de la selva, aún con un
sotobosque perturbado o prácticamente eliminado, evidencian un proceso
ecológico muy diferente de aquellas áreas con estratos arbóreos menos
desarrollados y compuestos por especies de sucesión secundaria. Los
primeros constituyen áreas que han sufrido extracción selectiva, mientras que
los segundos son áreas que alguna vez fueron completamente deforestadas.
Estas diferencias en vegetación y estructura resultan indispensables al
momento de tomar decisiones en cuanto a uso y manejo. Este proyecto no
tenía entre sus objetivos abordar tales detalles; al contrario, la metodología
utilizada permitió detectar estas diferencias.
110
Los ejidos Boca de Chajul, Loma Bonita, Reforma Agraria y Playón de la Gloria
deforestaron sus áreas arboladas principalmente entre 1986 y 2000, y a partir
de este último año la pérdida de superficie arbolada ha sido menor. Una
excepción es el ejido Adolfo López Mateos, en el cual entre los años 1986 y
2000 se eliminó el 99% de las áreas arboladas. Por otro lado, los ejidos Trece
de Septiembre y Galacia mantuvieron sus áreas arboladas hasta el año 2000,
en el cual se dispara la deforestación.
Esta pérdida de cobertura vegetal original está asociada al cambio histórico de
uso del suelo y al tipo de actividades humanas que se desarrollan en la región.
En el presente proyecto no se abordan cuestiones sociales o jurídicas acerca
de cuáles han sido las causas o factores que determinan estos cambios; pero
de manera general el deterioro podría estar asociado con aumentos
demográficos y políticas regionales o locales que permiten y a veces hasta
favorecen el desmonte de áreas naturales, el cambio de uso de suelo, o
simplemente no favorecen la conservación. Resulta imprescindible en este
caso un estudio más detallado acerca de los factores que operan en la región,
no sólo para explicar estos procesos sino además para describir tendencias y
posibles escenarios futuros.
El análisis histórico de estos cambios sugiere que la roza-tumba-quema es el
factor principal que modela el paisaje en los ejidos, y a través del tiempo se
puede observar la variación espacial de las diferentes unidades naturales, es
decir, dónde están los desmontes y la regeneración en los distintos momentos.
En este contexto es destacable que un 22% del área corresponde manchones
de vegetación secundaria con al menos 20 años en proceso de regeneración.
Estas áreas deben ser localizadas y evaluadas con mayor detalle ya que
pueden presentar un alto potencial para la conservación y el uso sustentable,
dependiendo fundamentalmente de su estructura, diversidad y grado de
fragmentación.
111
El proceso de fragmentación de las áreas remanentes ha sido diferencial entre
los distintos ejidos; en algunos casos se inició desde los primeros
asentamientos humanos (tal es el caso de Boca de Chajul o Playón de la
Gloria), mientras que en otros se dispara fuertemente en los últimos cinco
años, tal es el caso de Galacia y Trece de Septiembre.
El análisis de la fragmentación permitió determinar los estados de los sistemas
en diferentes momentos y entender los cambios en el tiempo en cada uno. Esta
información es la base para un análisis socioambiental detallado que permita
una explicación de que procesos provocaron estos patrones de cambio. Este
análisis sería muy importante para documentar los impactos de las políticas
que no están suficientemente analizados a los niveles locales.
Frente a estos procesos de deterioro es que resulta urgente determinar las
áreas remanentes críticas para su conservación, así como delinear una primera
aproximación hacia un ordenamiento del territorio que permitiera definir las
acciones necesarias en cada sitio.
Los fragmentos prioritarios por su estado de conservación y dimensión
ubicados en el presente trabajo, son la base para la propuesta del
establecimiento de corredores biológicos. Se proponen dos corredores (uno en
el ejido de Galacia y otro en Boca de Cha jul) para conectar dichos fragmentos.
Estos fragmentos deben ser estabilizados y evitar su deforestación mediante
acuerdos comunitarios de conservación (reservas comunitarias), pago por
servicios ambientales, proyectos ecoturísticos, UMA, manejo forestal
sustentable. Por otro lado, los conectores de estos fragmentos se proponen
establecer mediante la restauración de lo arroyos y ríos, el establecimiento de
UMA, plantaciones forestales, sistemas agrosilvopastoriles, cercas vivas y
reforestación de áreas prioritarias (por su pendiente, importancia ecológica o
para sumideros). Parte de estas acciones han sido ya iniciadas con lo
ejidatarios mediante la aplicación de recursos económicos de diferentes
fuentes (CBM, CONAFOR, CONANP).
112
Para definir áreas prioritarias para la conservación se consideraron aspectos
actuales (unidades naturales actuales) e históricos (cambio de uso del suelo),
así como los factores dinámicos (fragmentación) que operan en la región. La
combinación de éstos permitió identificar seis áreas críticas, con una superficie
y condición ecológica variables. Considerando que se buscó seleccionar
aquellas áreas en mejor condición ecológica, no fue necesario contemplar
acciones de restauración. El uso potencial o la necesidad de conservación de
cada área dependieron no sólo de su condición ecológica sino también del tipo
de tenencia de la tierra y la existencia de alguna figura jurídica operando en el
sitio, como por ejemplo reservas comunitarias o parcelas escolares. Al
considerar estas variables, se pudieron seleccionar los instrumentos jurídicos
de aplicación posible para favorecer su conservación o bien promover el uso
sustentable, en los casos donde ya existe un uso o alteración. Así se logró una
propuesta para cada área, la cual, en algunos casos se pudo presentar ante las
autoridades del ejido correspondiente, a fin de promover su aplicación.
Finalmente, se realizó una evaluación para identificar áreas con potencial como
corredores biológicos que permitieran aumentar la conectividad entre las áreas
de conservación. Se seleccionaron dos ejidos para desarrollar, de manera
conjunta con la comunidad, un programa demostrativo para la creación y/o
mantenimiento de un corredor biológico en cada uno de ellos. Considerando
que el establecimiento de un corredor implica que el sitio no presenta
vegetación natural, éste se basó fundamentalmente en acciones de
restauración.
En este punto es donde se abordó el problema desde la perspectiva local, al
trabajar de manera directa con los ejidos y sus autoridades en la identificación
de: (1) la ubicación de áreas críticas dentro del ejido con importancia para la
conservación y los instrumentos de potencial aplicación para esta última, (2) la
ubicación de sitios con potencial como corredores biológicos y las acciones
(restauración en su mayor parte) requeridas para establecerlos. Todo esto sin
descuidar los objetivos de conservación, uso y restauración identificados desde
la perspectiva del paisaje.
113
Para la promoción de la implementación de estas acciones, se recurrió a la
búsqueda de sinergias con otras instituciones y de esta manera aumentar los
logros obtenidos y poder encaminar los esfuerzos hacia los objetivos de la
conservación sin descuidar los intereses y necesidades sociales. La conjunción
de instrumentos y herramientas de distinto origen permitió al alcance de
importantes resultados. Ejemplo de esto es la incorporación de más de 50
ejidatarios de cinco ejidos al Programa de Desarrollo Sustentable de la
CONANP con fines de restauración de riberas de arroyos de la microcuenca
del río Lacantún, así como el interés y la disponibilidad de cuatro ejidos para
realizar un estudio de evaluación para solicitar el pago por servicios
ambientales por protección a la biodiversidad ante la CONAFOR.
Esto último, favoreció una relación más estrecha y firme entre la organización
y los ejidos con los que ya existía un trabajo previo, y detonó el interés de
ejidos con los que no había experiencia previa de trabajo directo, en especial
en aquellos que hasta el momento no se habían involucrado en actividades de
restauración, como son los casos de Playón de la Gloria y Boca de Chajul.
Es importante destacar además que se ha logrado favorecer procesos
comunitarios al interior de los ejidos en la restauración / manejo de sus
recursos naturales, tal es el caso de Trece de Septiembre y Reforma Agraria,
que actualmente trabajan de manera colectiva en la restauración y no en
módulos individuales por cada ejidatario por separado. Si bien estos ejidos ya
existe el trabajo comunitario, el logro del proyecto ha sido incidir en las tareas
de los mismos hacia la restauración.
Entre las acciones propuestas encaminadas a favorecer el establecimiento de
corredores y promover la conservación de áreas críticas se encuentran la
propuesta para pago de servicios ambientales, los módulos demostrativos de
restauración, la evaluación del posible establecimiento de una Unidad de
Manejo de la Vida Silvestre (UMA) ecoturística, los módulos demostrativos de
de producción acuícola con especies nativas, así como la promoción de
ordenamientos pesqueros comunitarios y la pesca deportiva.
114
El pago por servicios ambientales es una opción que se está promoviendo con
los ejidos para estabilizar los fragmentos remanentes, pero debido al bajo
monto de dinero ha desincentivado a los ejidatarios, quienes ven en este pago
un apoyo pero no una alternativa que compita positivamente para no
deforestar.
La UMA ecoturística ha despertado interés a pesar de los antecedentes
fracasados. Sin embargo, se enfrenta al problema de la parcelación interna de
las tierras comunales. Esta parcelación lleva a la decisión individual a costa
del interés colectivo. No todos los ejidatarios a quienes se les asignó tierra en
este terreno comunal están interesados en el proyecto ecoturístico, lo cual
puede dificultar su implementación.
Los módulos demostrativos resultaron una herramienta útil para promover la
organización y fortalecer las capacidades de las comunidades locales, ya que
favorecieron la organización comunitaria, y brindaron a las comunidades
conocimientos aplicables y replicables para futuros emprendimientos
similares. De manera paralela, los ordenamientos pesqueros y la pesca
deportiva tienden a disminuir la presión de uso sobre los recursos del
ecosistema acuático, ya que regulan las actividades de uso y extracción, y
favorecen el desarrollo de nuevas costumbres más amigables con la
naturaleza. También favorecen la organización comunitaria para la
reglamentación y ordenamiento interno a los ejidos.
Debe destacarse el interés de las comunidades para la implementación de los
módulos de restauración ambiental. Esto genera una condición potencial y
favorable para desarrollar una estrategia más amplia de restauración en la
zona de estudio, con acciones a nivel regional, ya contemplando la
restauración de áreas de captación completas, y no solamente un arroyo o
una sección del mismo. Aunque la implementación de estos módulos es
incipiente, se puede afirmar que las acciones de restauración tendrán efectos
locales positivos en los sitios tal que:
• Se detiene el proceso de deterioro (eliminación del pastoreo)
115
• Se favorece la sucesión secundaria (aumento de la diversidad de
especies)
• Se mejoran las condiciones microclimáticas (generación de sombra y
disminución de la temperatura a nivel del sue lo),
• Se mejoran las condiciones edáficas (a mediano plazo, por la
incorporación de materia orgánica y nutrientes)
• La lluvia y posiblemente el banco de semillas aumenta de diversidad
(atracción de dispersores)
El monitoreo de los módulos permitirá evaluar la magnitud de estos efectos,
complementar las acciones y seleccionar, eventualmente nuevas acciones.
En cuanto a los módulos de producción acuícola, se llevó a cabo la
construcción y equipamiento de dos unidades de producción acuícola en las
comunidades de Playón de la Gloria y Galacia del Municipio Marqués de
Comillas. La capacidad de producción actual de las unidades es de 3 ton por
ciclo en el caso Playón de la Gloria y de 1.5 ton por ciclo en Galacia; sin
embargo, en este primer ciclo de producción fueron sembradas a una baja
densidad con el fin de que los productores adquieran los conocimientos y
experiencia que les permitan alcanzar los niveles óptimos de producción. En el
caso de Playón de la Gloria se pretenden obtener 750kg de producto y en
Galacia alrededor de 400kg. Con estas obras se beneficia a un total de 342
personas, pero sobre todo se demostró la viabilidad del modelo de producción
diseñado, lo cual permitió que se haya promovido la instalación de 2 unidades
de producción más, las cuales permitirán aumentar las metas originalmente
comprometidas, pero sobre todo aumentar el número de beneficiarios.
El funcionamiento de las unidades de producción acuícola le da la oportunidad
a las comunidades de producir alimentos de alto contenido proteínico, lo que
contribuirá a mejorar la calidad de la dieta de sus habitantes, pero además,
apoyará el funcionamiento de los Ordenamientos Pesqueros Comunitarios, ya
que los productos venidos de la acuacultura deberán provocar una disminución
de las cuotas de captura pesquera, especialmente durante el período de secas,
116
considerado como crítico debido a que durante esta época se lleva a cabo la
reproducción de la mayor parte de la ictiofauna de la zona.
La incorporación de la acuacultura al universo de producción con el que
cuentan los habitantes de las comunidades, se ha realizado a través de un
proceso de asesoría integral y destinando mano de obra familiar, tratando de
lograr una adecuada rentabilidad y competitividad que permita su permanencia
a través del tiempo, sumado al hecho de aplicar tecnologías ambientalmente
sustentables.
Por otro lado, la pesca deportiva constituye en la actualidad una fuente
generadora de ingresos que contribuye de manera significativa a la economía
nacional, entre otros aspectos por su capacidad para captar divisas, generar
empleo e impulsar el desarrollo regional y cuyos beneficios se propagan a otras
actividades con un efecto multiplicador en los sectores turístico y pesquero. Por
esta razón, durante la presente etapa de trabajo, se llevo a cabo el diseño,
aprobación y decreto del Reglamento de Pesca Deportiva de la comunidad de
Loma Bonita del Municipio de Ocosingo. Además, el Reglamento le permite a la
comunidad de Loma Bonita contar con un instrumento de gestión con que se
busca erradicar prácticas depredadoras en el aprovechamiento de sus
ecosistemas acuáticos, favoreciendo la recuperación de las poblaciones de
muchas de las especies acuáticas que hoy sufren problemas de
sobreexplotación.
La pesca, incluida la acuacultura, constituye una fuente vital de alimentos,
empleo, recreación, comercio y bienestar económico para los habitantes de los
siete ejidos, tanto para las generaciones presentes como para las futuras y, por
lo tanto, deberá llevarse a cabo de forma responsable. El Ordenamiento
Pesquero Comunitario (OPC) es un instrumento de gestión de los recursos
acuáticos que promueve un desarrollo económico más justo al incorporar
nuevos criterios de ordenación pesquera que toman en cuenta aspectos
relativos a la conservación del medio ambiente.
117
Durante la presente etapa de trabajo, se llevó a cabo el diseño, aprobación y
decreto de los OPC en las comunidades de Playón de la Gloria y Galacia del
Municipio Marqués de Comillas. Esto, con el fin realizar acciones de
ordenamiento del aprovechamiento que realizan estas comunidades sobre sus
ambientes acuáticos.
El proceso de diseño e implementación de Ordenamientos Pesqueros
Comunitarios, sentó las bases para realizar los siguientes cambios en el
aprovechamiento de los recursos pesqueros con los que cuenta el río Lacantún
y sus tributarios localizados frente a la porción sur de la RBMA: de
Conservación: al establecer medidas que permitan que el aprovechamiento
pesquero no afecte la biodiversidad de la fauna dulceacuícola con la que
cuentan el río y sus tributarios; de Sustentabilidad: al establecer el uso a largo
plazo de los recursos pesqueros que son aprovechados actualmente; de
Eficiencia Económica: al ofrecer opciones para mejorar la rentabilidad de las
actividades pesqueras a través del establecimiento de nuevas opciones
productivas como la acuacultura; de Valor Social: al contribuir a mejorar las
condiciones de vida de los pobladores mediante los ingresos generados por la
pesca y la acuacultura y de Credibilidad y Viabilidad: al promover
mecanismos de participación de los actores involucrados, para establecer
acuerdos entre las comunidades y las autoridades. Además, el decreto de los
OPC, en estas comunidades benefició a un total de 342 habitantes.
Es importante destacar el hecho de que estas dos comunidades son pioneras,
a nivel local y nacional, en llevar a cabo el decreto e implementación de los
Ordenamientos Pesqueros Comunitarios, sentando un importante precedente
en el uso de este tipo de instrumentos de gestión ambiental, como
herramientas que permitan realizar un aprovechamiento sustentable de los
recursos pesqueros de las aguas interiores localizadas en el trópico mexicano.
De tal forma que, en la siguiente etapa de trabajo se retomará los
conocimientos y experiencias obtenidos para diseñar y promover el decreto de
los OPC en el resto de las comunidades que conforman el área de trabajo.
118
Las reuniones tanto con productores como con autoridades de distintos
niveles permitió la detonación de sinergias que determinaron resultados extra
programáticos del proyecto, como por ejemplo un aumento de más del 100%
del número de módulos demostrativos de restauración ambiental de potencial
aplicación, a través del Programa de Desarrollo Sustentable de la CONANP.
Los resultados del presente proyecto apoyan la idea de que en el manejo de
los recursos naturales dentro de áreas naturales protegidas y sus áreas de
influencia se deben incorporar los intereses de la población local, para suavizar
la oposición pública, que suele ser frecuente, y brindar conocimiento útil al
proceso de toma de decisiones.
119
RECOMENDACIONES
A la luz de estas evidencias resulta de una alta prioridad establecer una
política diferente para el trópico húmedo, agresiva y de fondo, que implica un
cambio de rumbo. Es necesario reconocer que al menos la Selva Lacandona (y
sería necesario un análisis más general para extrapolarlo a otras áreas del
trópico húmedo), es una región cuya vocación es la de producir servicios
ambientales al país y mantener la biodiversidad de especies y ecosistemas.
Las políticas erráticas de asignarle la función de productora de alimentos o
recientemente biocombustibles resulta un error, ya que se trata de la única y
última región con estas características naturales.
No obstante, es necesario reconocer que una función de conservación y
generadora de servicios ambientales debe ser remunerada para los habitantes
locales, ya que ellos necesitan vivir de sus ecosistemas. Por ello es necesario
garantizar una política que:
• Promueva la conservación de los remanentes de selva
• Fomente el uso productivo sustentable de los ecosistemas originales
• Restaure áreas degradadas críticas como son las riberas de los arroyos
y río
• Fortalecer las capacidades locales para eldesarrollo sustentable
Esta política debe surgir de la coordinación entre los diferentes sectores:
ambiental, productivo, de desarrollo social y económico para lograr su armonía
y debe estar pensada para el largo plazo. Asimismo, debe garantizar recursos
económicos suficientes para que constituya una alternativa para los dueños de
la tierra y se desincentiven las prácticas productivas que implican la
transformación de los ecosistemas.
Es por ello que el establecimiento de corredores biológicos en donde se
concreten territorialmente estas políticas puede resultar en una alternativa para
la región, siempre y cuando estos corredores cuenten con el aval de las
120
instituciones de fomento productivo y los recursos económicos necesarios para
que los ejidatarios puedan optar por esta alternativa.
En la construcción de corredores es necesario determinar los ecosistemas que
deben conservarse por su buen estado de salud, y establecer conectores entre
ellos mediante sistemas productivos sustentables productivos sustentables que
impliquen la incorporación de vegetación arbórea como son plantaciones
forestales, UMA, reforestación, enriquecimiento de acahuales. Además de
servir de conectores y ofrecer una ganancia económica al dueño de la tierra,
estos conectores son sumideros de secuestro de carbono que puede también
ser valorado y obtener financiamiento.
A partir de la información generada y de las experiencias prácticas
implementadas se pueden desprender algunas líneas estratégicas de acción
que deberían de seguirse para detener la situación de deterioro, y encontrar
alternativas productivas y de conservación que ofrecieran el bienestar de la
población local. De esta manera, recomendamos:
1.- Conservar los ecosistemas naturales que aun existen en la región.
• Incremento de la superficie bajo protección.
• Pago por servicios ambientales y compensación para
preservar las áreas con ecosistemas originales sin régimen de
protección.
2.- Promover el uso sustentable de los ecosistemas naturales sin que
implique el cambio de uso del suelo.
• Fomento del manejo forestal y el aprovechamiento de la vida
silvestre sustentables.
• Reconversión de los sistemas productivos extensivos a
agroecológicos, agroforestales, plantaciones forestales y
silvopastoriles.
• Fomento del actividades ecoturísticas
• Manejo productivo de ecosistemas acuáticos, acuacultura,
ordenamiento pesquero y pesca deportiva
121
• Desarrollo de mercados verdes
3.- Reversión del deterioro y mitigación del cambio climático
• Incrementar áreas de sumidero para el secuestro de carbono
• Restauración de la zona federal de los ríos y arroyos
• Forestación de caminos
• Restauración de áreas incendiadas
• Establecimiento de las ZRE en coordinación con la federación
• Revisión de la legislación en lo referente a á restauración de la
zona federal de áreas ribereñas
4.- Fortalecer las capacidades locales para el desarrollo sustentable
• Fortalecimiento de las instituciones locales para la gestión
ambiental
• Armonización de las política públicas productivas, de servicios
y ambientales que no contrapongan la conservación con el
uso productivo
• Coordinación de los diferentes sectores (productivos, de
servicios y ambientales)
• Coordinación ente los 3 ordenes de gobierno
• Corresponsabilidad con las organizaciones no
gubernamentales (A.C) y sociales para la gestión pública
• Promover la interacción con grupos de investigación que
operan en la región.
5.- Fortalecer el financiamiento
• Recursos mixtos:
– Recursos fiscales federales, estatales y municipales
– Fondos privados y públicos
– Recursos internacionales
– Fundaciones
– Empresas
• Áreas de oportunidad de inversión nacional e internacional
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