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SERIE DE LOS JÓVENES INTÉRPRETES CORREDOR 4TETO, ensamble de jazz (Colombia) Jueves 14 de mayo de 2015 7:30 p.m. Bogotá, Sala de Conciertos Biblioteca Luis Ángel Arango

CORREDOR 4TETO, ensamble de jazz (Colombia)

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SERIE DE LOS JÓVENES INTÉRPRETES

CORREDOR 4TETO, ensamble de jazz (Colombia)

Jueves 14 de mayo de 2015 • 7:30 p.m.Bogotá, Sala de Conciertos Biblioteca Luis Ángel Arango

TOME NOTA• Los conciertos iniciarán exactamente a la hora indicada en los avisos de

prensa y en el programa de mano. Llegar con media hora de antelación le permitirá ingresar al concierto con tranquilidad y disfrutarlo en su totalidad.

• Si al momento de llegar al concierto éste ya ha iniciado, el personal del auditorio le indicará el momento adecuado para ingresar a la sala de acuerdo con las recomendaciones dadas por los artistas que están en escena.

• Agradecemos se abstenga de consumir comidas y bebidas, o fumar

durante el concierto, con el fin de garantizar un ambiente adecuado tanto para el público como para los artistas.

• Durante el transcurso del concierto por favor mantenga apagados sus

equipos electrónicos, incluyendo teléfonos celulares, buscapersonas y alarmas de reloj. Esto ayuda a crear un ambiente propicio para disfrutar la música.

• Por respeto a los derechos de autor de los compositores e intérpretes,

no está permitido realizar grabaciones de audio o video ni tomar fotografías durante el concierto.

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La serie de los jóvenes intérpretes y el concierto de hoy

Desde 1985 la Serie de los Jóvenes Intérpretes es parte importante de la programación musical del Banco de la República. En algunos casos estos recitales son la primera experiencia profesional de los mejores estudiantes de música del país y, con el paso de los años, ha demostrado ser un aporte al crecimiento artístico de músicos cuyas carreras continúan desarrollándose tanto en Colombia como en el exterior.

Corredor 4teto fue seleccionado dentro de la categoría de agrupaciones de jazz para la Serie de los Jóvenes Intérpretes 2015. Esta categoría reúne las propuestas de intérpretes con una vocación de permanencia en el tiempo en la que hay una exploración de su identidad artística profunda y un resultado en escena destacado por la fluidez en la comunicación con el público.

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Julián Guzmán, bajo; Marco Sierra, batería; Estefanía Lambuley, percusión y Andrés Corredor, guitarra.

Corredor 4teto es corazón que baila, honestidad que resuena y alegría que contagia. El sonido contundente y audaz de guitarra y bajo eléctricos se entrelaza con la cadencia y festividad de percusión y batería. Interpretando la música de Colombia, impregnándola con sonoridades urbanas, siguen su instinto, sus conocimientos, mezclando tradiciones de aquí y allá. Conocen y apropian lo que hay atrás, para reinventarse y soñar hacia adelante. La cumbia, el porro, el pasillo, jazz, swing, funk y blues son muchas de las vertientes que nutren sus composiciones y arreglos, que están en constante renovación y nunca suenan igual dos veces.

Bajo la dirección del joven guitarrista Andrés Corredor (segundo lugar en la Competencia de Guitarra Eléctrica del Festival de Jazz de Montreux, Suiza 2014), el cuarteto ha presentado su propuesta en todo tipo de auditorios- Museo Nacional, Fundación Gilberto Alzate Avendaño, Festival de Jazz & Blues de la Libélula Dorada, Auditorio Fabio Lozano- no sólo en su natal Bogotá, sino en diferentes ciudades de Colombia, y su música ha sonado en países como Suiza, Francia, Cuba y España. Han formado parte del Disco de compositores Musicasab 2012 y del compilado Festival Engativá Cultural 2013, con temas originales de Andrés Corredor. En el año 2014 lanzaron su primera producción discográfica, titulada Reconocer, con un gran recibimiento por parte de los amantes del jazz y de la música colombiana. Julián Guzmán (bajo), Marco Sierra (batería) y Estefanía Lambuley (percusión), aportan cada uno desde su perspectiva a la sonoridad particular del grupo. Los cuatro integrantes son graduados (o están a punto de serlo) de la Facultad de Artes ASAB de la Universidad Distrital.

Su dedicado trabajo y estudio tímbrico de las músicas de Colombia, como la que Andrés denomina guitarra marimbe’a (basada en la marimba de chonta del Pacífico), les ha valido elogios del público, maestros de música e intérpretes de músicas colombianas, tanto tradicionales como modernas. Corredor 4teto se perfila como una de las propuestas más interesantes dentro del panorama del jazz colombiano; es música colombiana con instrumentos universales.

3INTERMEDIO

NÉSTOR CASTRO TORRIJOS (1919-1986)Arreglo: Andrés Corredor

ANDRÉS CORREDOR (n. 1990)

TRADICIONAL DEL PACÍFICO SUROriginal para voz.Arreglo: Andrés Corredor

ANDRÉS CORREDOR

TRADICIONALArreglo: Andrés Corredor

ANDRÉS CORREDOR

La demanda

Tumbalaolla(2012)

Lluvia Noura(2013)

Vaivén(2012)

Oye vengo(2013)

Pícaro sureño

Sol de otro mundo(2012)

Yo te adoro

Delicanto

Macuira(2014)

CONCIERTO No. 28

PROGRAMA

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NOTAS AL PROGRAMA

Por Luis Daniel Vega

Breve nota acerca del jazz en Bogotá

La casi nula literatura, las escasas notas de prensa, los pocos registros fotográficos y la ausencia total de material fonográfico, han impedido trazar un mapa claro de la actividad del jazz en Bogotá durante las décadas de los veinte y de los sesenta del siglo pasado.

De todas maneras existen vestigios que nos ayudan a encontrar las pistas de esta historia sumida en la oscuridad como es el caso del musicólogo Egberto Bermúdez, quien en el libro Historia de la música en Santafé y Bogotá 1538-1938 (Fundación de Mvsica, 2000) expone una información de prensa del tabloide El Mundo al Día (fechada el 21 de mayo de 1927) donde dice que las agrupaciones Jazz Band A. Bolívar (dirigida por Anastasio Bolívar), y la Ernesto Boada Jazz Band dieron a conocer en la ciudad ritmos como el ragtime, el cake walk y el foxtrot.

Por su parte, el periodista barranquillero Luis Enrique Muñoz Vélez, en su libro Jazz en Colombia: Desde los alegres años 20 hasta nuestros días (La Iguana Ciega, 2007), nos informa que en 1938 se batieron a duelo la Orquesta Sosa Jazz Band –dirigida por Luis Felipe Sosa- y la Ritmo Jazz Band –codirigida por Francisco Cristancho y Alex Tobar. También, retomando de nuevo a Muñoz Vélez, existieron en la capital entre 1933 y 1935 orquestas legendarias como la Jazz Band Colombia de José María Ramírez, la Estudiantina Jazz Band de Hernando Rico Valencia y la Jazz Band Colón. De ahí en adelante se pierden los rastros y el asunto se torna difuso hasta finales de la década de los sesenta.

Directamente relacionado con la vida nocturna y la bohemia, la movida incipiente del jazz en Bogotá se practicó en grilles elegantes y dos bares míticos: el Chez Deddy, en la carrera séptima con calle 28, y el Fredys, en la calle 24 con décima. Allí, entre las seis y las nueve de la noche, figuraron el pianista Armando Manrique y el baterista Plinio Córdoba, quienes, desafortunadamente, no dejaron ningún disco que pueda dar cuenta de su actividad. Por esos mismos años, exactamente en 1961, el clarinetista español Luis Rovira (visitante cotidiano del famoso Grill Colombia) entró a los estudios Suramericana en Bogotá y grabó Luis Rovira Sexteto (Phillips, 1961), quizás el primer registro fonográfico de jazz hecho en Bogotá. En compañía de músicos extranjeros y del guitarrista antioqueño León Cardona, Rovira se despachó un potpurrí en onda swing de las piezas colombianas Atlántico, Cosita linda y Guabina chiquinquireña.1

1 Toda la historia alrededor de este histórico disco se puede leer en el artículo “Luis Rovira y el primer disco de jazz en Colombia”. Ver referencia bibliográfica al final de estas notas.

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En los setenta el jazz se trasladó del centro de la ciudad al norte. Armando Manrique abrió Hippocampus en la calle 85 con carrera 15; el restaurante Doña Bárbara, en la calle 81 con carrera 11, se convirtió en el lugar de moda en 1976; la pianista bumanguesa Jean Galvis montó el club El Jazz en la calle 91 con carrera 14; muy cerca al Hippocampus, el pianista Gabriel Cuéllar regentó La Cacerola y en la carrera 11 con calle 86 funcionó La Pola, un lugar donde se mostraron por primera vez músicos como Bernardo Ossa, Antonio Arnedo y Juan Vicente Zambrano.

El precursor Armando Manrique abrió el Jazz Bar 93 en 1982, meses antes de su misteriosa muerte. Por esa tarima pasaron Joe Madrid, Armando Escobar, Javier Aguilera, Germán Chavarriaga, Gabriel Rondón, Joe Madrid y Edy Martínez, entre otros músicos que también desfilaron por el tablado del Café del Jazz –inaugurado por el guitarrista Kent Biswell en 1986- y por Zanzíbar, local que el baterista Javier Aguilera puso a funcionar en 1993. Este espacio, que se mantuvo durante un año, fue de alguna manera el cierre de un ciclo y la apertura de mejores tiempos.

Aunque en las décadas de los ochenta y principios de los noventa se vivía con cierto fervor el jazz en Bogotá, no había más escenarios aparte de los bares mencionados, no existían aún los festivales y los discos eran escasos. Salvo Macumbia (Fonosema, 1984) del compositor monteriano Francisco Zumaqué, no hubo grabaciones que catalizaran la actividad nocturna.

Ya en los noventa las academias abrieron sus puertas al jazz, fueron más frecuentes los ciclos de conciertos en los teatros y las bibliotecas, los festivales como los del Teatro Libre y Teatro Libélula Dorada se fortalecieron; en 1995 se llevó a cabo la primera edición de Jazz al Parque, y del norte, el jazz se trasladó de nuevo al centro, a lugares como El Gato Eléctrico. A mediados de esa década el saxofonista Antonio Arnedo publicó su primer disco Travesía (MTM, 1996), que abrió un capítulo nuevo en el jazz de la ciudad: se emancipaba con lujo de detalles de la hegemonía del jazz latino para mostrar cómo era posible llevar hasta las últimas consecuencias el legado de Pacho Galán, Lucho Bermúdez, Edmundo Arias y José María Peñaloza, músicos que entre los cuarenta y los sesenta habían mezclado con elegancia el jazz y los ritmos del Caribe colombiano.

Ya en el nuevo milenio el jazz se atomizó por la ciudad. Galería Café y Libro mantuvo por cerca de 17 años el ciclo “Jazz en la cima”; Jazz Centro, Entrare, Centro Cultural Las Torres, Casa de Citas, Casa Buenavista y Tocata y Fuga se convirtieron en la morada de una generación de músicos que, la mayoría salidos de la academia, grabaron sus primeros discos como fue el caso de Manuel Borda, Francisco Dávila y Juan Sebastián Monsalve. Mención especial merece en este apartado Tocata y Fuga, un lugar de encuentro intergeneracional donde se encontraron músicos consolidados como Antonio y Tico Arnedo, Germán

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Sandoval y otros como Ricardo Gallo, Eblis Álvarez, César Medina, William Pérez, Julián Gómez, Pedro Ojeda, Kike Mendoza y Lucho Guevara, entre muchos otros que traían ideas muy frescas y revolucionarias.

Nueva sangre bogotana (2004-2015)

No es un misterio que en la última década el jazz en Colombia ha tenido su punto de efervescencia en Bogotá, un centro urbano desbordado, donde una cantidad considerable de músicos han forjado estilos diversos y camaleónicos. De la endogamia sonora de hacer jazz recurriendo exclusivamente a las fuentes de la tradición nacional, se ha pasado a un sonido universal que bebe de diferentes fuentes, como la cumbia, la salsa, el hip hop, la electrónica, la música de cámara y la experimentación.

Nacen, por ejemplo, sellos discográficos como Festina Lente Discos y colectivos como La Distritofónica (Asdrúbal, Primero Mi Tía, Juan Manuel Toro Quinteto, Ricardo Gallo Cuarteto y Suricato), La Zebra Azul (que trabaja con la orquesta del mismo nombre y ha editado discos de Abel Loterstein, Óscar Caucaly y Juan David Arango), Bizarra (Cuatroespantos, Pr1mate) y Sonalero, el más reciente de todos, donde se dan cita Bituin, Las Áñez y Redil Cuarteto. Nuevos sitios de concierto han surgido en estos años como Bolón de Verde, Storyville, San Café, Locus, Trementina, La Tea, Smoking Molly, B & L Pub y Matik- Matik, este último, bar que no es solo sala de conciertos sino sello discográfico. Festivales autogestionados como EnnO y el Distritofónico ofrecen una oferta amplia de nuevas músicas. Durante todo el año hay jazz en dos de las salas más emblemáticas de la música en la capital: la sala de conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango y el Teatro Estudio del Teatro Mayor Julio Mario Santodomingo. No es su especialidad, pero allí es posible escuchar grandes artistas internacionales y propuestas locales de gruesa factura. Entre mayo, junio y julio el Teatro Libélula Dorada presenta su tradicional Festival de Jazz y Blues –que en 2014 llegó a su decimoséptima edición-.

En las salas Teresa Cuervo Borda del Museo Nacional y Germán Arciniegas de la Biblioteca Nacional se presentan con regularidad conciertos de estudiantes y músicos consagrados. Allí los horarios son, en muchos casos, matutinos, y la entrada es libre, como sucede con la programación del Auditorio Pablo VI de la Universidad Javeriana, que presenta jazz por lo menos una vez a la semana. También, si usted le huye a la noche, las tres bibliotecas públicas de la ciudad ofrecen una buena oferta de conciertos.

Aunque son pocas las tiendas de discos que sobreviven en Bogotá, Tango y Tornamesa (dos de las que se mantienen firmes) ofrecen el surtido más completo

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del jazz que se hace, no sólo en Bogotá sino en Colombia. Infortunadamente las tiendas de la calle 19 –otrora puntos de referencia de la producción local- no cuentan en la actualidad con un buen catálogo de estas referencias. Asimismo, es posible encontrar buenos títulos en Matik- Matik, Locus y San Café.

Es en este amplio contexto actual es donde se inscribe el trabajo de Corredor 4teto.

En los corredores de la ASAB

Andrés Corredor (n. 1990) nació en Bogotá. Aprendió a tocar guitarra de manera autodidacta influenciado por el blues y el rock. Fue en la Academia Superior de Artes de Bogotá (ASAB) donde se interesó por el jazz, que estudió con músicos como Pablo Beltrán, Juan Carlos Castillo y Ricardo Barrera. Fue en los pasillos de la universidad donde conoció al bajista Julián Guzmán y al baterista Marco Sierra, con quienes compartió puesto en la Big Band ASAB, uno de los semilleros más fértiles de intérpretes de jazz en la ciudad. Entre el 2010 y el 2012 los tres bebieron de la tradición del jazz afroamericano, el jazz latino, algo de funk y, finalmente, se interesaron por las raíces sonoras del litoral pacífico y el Caribe colombianos.

Aunque el proyecto venía dándole vueltas en la cabeza a Corredor, fue en 2012 cuando les propuso a sus amigos formar un grupo que se estrenó tocando Vaivén, un pasillo original del guitarrista, que marcó el derrotero de un trío que pronto se convirtió en cuarteto, luego de que se sumara a éste la percusionista Estefanía Lambuley.

Variadas son las fuentes y los recursos que podemos vislumbrar en la propuesta de Corredor 4teto. A medio camino entre lo que Corredor llama “una corriente conservadora que mantiene unos lazos muy claros con las raíces de nuestras músicas”, y la experimentación, estos cuatro músicos no sólo han ido hasta las fuentes (como el caso de Lambuley con las músicas tradicionales) sino que se han atrevido a mostrar un sonido que le debe mucho a la escucha atenta de Antonio Arnedo y Hugo Candelario. Si bien se encuentran en una fase exploratoria donde aún hay mucho camino por recorrer, en 2014 estrenaron Reconocer, disco debut donde están incluidas algunas de las piezas que escucharemos en este concierto.

El repertorio

La demandaEste son chocoano es una composición del neurólogo, poeta, escritor y músico quibdoseño Néstor Castro Torrijos. La versión original, incluida en un disco de Ligia Castro Torrijos, es para guitarra y voz. Andrés Corredor hace un arreglo en el que la guitarra asume el papel crucial de la voz. Según Corredor, cuando hacía el arreglo tenía en la cabeza Lone Jack de Pat Metheny.

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TumbalaollaEsta cumbia, que va y viene entre la raspa y el funk, fue compuesta por Andrés Corredor, quien la tituló con el nombre de un antiguo juego indígena.

Lluvia nouraEste bullerengue sentado está basado en la composición La chiva, original de Antonio Arnedo. En su desarrollo se entremezcla una melodía indígena de la Sierra Nevada de Santa Marta.

VaivénEste tema fue el primero que Corredor escribió pensando en la agrupación. Es un pasillo que hace referencia al estándar A child is born.

Oye vengoPensando en una marimba de chonta de tradición diatónica, Andrés Corredor compuso este tema en su proceso de aproximación tímbrica a las músicas del Pacífico Sur de Colombia. Esto ha dado como resultado una reflexión musical llamada por Corredor “marimbe a”.

Pícaro sureñoEsta canción tradicional del Pacífico Sur de Colombia es un arrullo que Andrés Corredor escuchó alguna vez en un viejo disco de acetato. Es un homenaje a María Murcia, madre de la novia de Corredor, quien solía cantársela a ella cuando era niña.

Sol de otro mundoAndrés Corredor llama a esta composición “porro modal”. Efectivamente es un porro pelayero al que se le atraviesan progresiones inusuales al estilo Miles Davis y Tribal Tech.

Yo te adoroEsta puya la escuchó el guitarrista en un disco de Los Gaiteros de San Jacinto. En gran medida está influenciada por la versión que Ernesto “Teto” Ocampo hace de La espuela del bagre, una puya conocida del repertorio de las bandas pelayeras.

DelicantoEl modelo para crear este pasillo se encuentra en Andanzas, una composición original de Antonio Arnedo. Se destaca la utilización de las cucharas de palo, un instrumento de percusión muy utilizado en el pasillo del interior.

MacuiraEsta composición, que no aparece en el disco Reconocer, es otro intento de Corredor por asimilar las formas rítmicas de la música pelayera, en este caso el fandango. Su nombre alude a la serranía del Caribe colombiano.

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Discografía recomendadaAntonio Arnedo. Travesía. MTM, 1996.Bahía Trío. Pura Chonta. Independiente, 2005.Corredor 4teto. Reconocer. Independiente, 2014Luis Rovira Sexteto. Luis Rovira Sexteto. Phillips, 1961.

Lecturas recomendadasMonsalve, Jaime Andrés (2010): “Luis Rovira y el primer disco de jazz en Colombia”. Revista Malpensante, no 113.

Muñoz Velez, Luis Enrique (2007): Jazz en Colombia: Desde los alegres años 20 hasta nuestros días. Barranquilla. Editorial La Iguana Ciega.

Varios autores (2010): Jazz en Bogotá. Bogotá. Instituto Distrital de Patrimonio Cultural-Orquesta Filarmónica de Bogotá.

TEMPORADA DECONCIERTOSBANCO DE LA REPÚBLICA 2015

Martín Ramsés Guzmán, piano

ClarinésLaura del Sol Jiménez, �auta