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Año 2014
Flash Nº 71
CRONICA CORAM TE SEMPER, ET INGREDIAR
Al principio Dios creó la competición. La carrera era monótona y rutinaria. Los entrenos eran repetitivos, y el
espíritu libre e inquieto cubría el valle del
Vio Dios que en reto era bueno, y lo separó de los
Pasó un tarde, pasó una mañana: mes primero. . Y Dios dijo: “Hay que preparar
mente y cuerpo” y así fue: “Mentalización y entrenamiento de base”.
Vio Dios que la base era buena,: Así hubo mente y cuerpo fuertes..
Pasó un mes: mes segundo. Y Dios dijo: “Hay que entrenar cuestas y recorridos
largos” y así fue: “Carreras por las Sierras de Carbajo y Santiago y Parque
Contiendas, y caminatas al Tajo y a Matabueyes”.
Vio Dios que el entreno era bueno,: Así hubo cuestas y kilómetros.
Pasó un mes, pasó el verano, mes tercero: Y Dios dijo: “Hay buscar y aprender de los viejos maestros.” Y así fue:
“Primero Nacho y Juan Carlos, con su incansable
Vio Dios que era bueno: Así hubo compañeros y maestros.
Pasó un mes, pasó la preparación, Y Dios dijo: “A por todas, no defraudéis”
- Don Quijote soy, y mi profesión la de andante cab
evitar el mal. Huyo de la vida regalada, de la ambición y la hipocresía, y busco para mi propia gloria la senda más
angosta y difícil. ¿Es eso, de tonto y mentecato?.
Muy de madrugada, sobre a hora prima,
Alberto y yo.
Con un millar de atletas nos disponemos a iniciar los 100 km que recorre el camino de
Segovia en su quinta edición. Ataviados con las camelbak, cintos con bidones, gorras
de montaña, medias de compresión, bastones, silbatos de montaña, frontales, etc, etc, …
recorrer el camino que nos lleve hacia el acueducto
sus armas, recorría los ardientes campos de La Mancha en busca de aventuras que ofrecer a su señora Dulcinea.
CORAM TE SEMPER, ET INGREDIAR
Al principio Dios creó la competición. La carrera era monótona y rutinaria. Los entrenos eran repetitivos, y el
cubría el valle del Eresma. Y dijo Dios: “Haya reto”. Y hubo reto.
Vio Dios que en reto era bueno, y lo separó de los entrenos diarios. Así hubo reto y promesas
Pasó un tarde, pasó una mañana: mes primero. . Y Dios dijo: “Hay que preparar
lización y entrenamiento de base”.
Vio Dios que la base era buena,: Así hubo mente y cuerpo fuertes..
Pasó un mes: mes segundo. Y Dios dijo: “Hay que entrenar cuestas y recorridos
largos” y así fue: “Carreras por las Sierras de Carbajo y Santiago y Parque de las
Contiendas, y caminatas al Tajo y a Matabueyes”.
Vio Dios que el entreno era bueno,: Así hubo cuestas y kilómetros.
Pasó un mes, pasó el verano, mes tercero: Y Dios dijo: “Hay buscar y aprender de los viejos maestros.” Y así fue:
con su incansable amistad, después Alberto, el gran maestro”
Vio Dios que era bueno: Así hubo compañeros y maestros.
Pasó un mes, pasó la preparación, Y Dios dijo: “A por todas, no defraudéis”
Don Quijote soy, y mi profesión la de andante caballería. Son mis leyes, el deshacer entuertos, prodigar el bien y
evitar el mal. Huyo de la vida regalada, de la ambición y la hipocresía, y busco para mi propia gloria la senda más
angosta y difícil. ¿Es eso, de tonto y mentecato?.
Muy de madrugada, sobre a hora prima, partimos hacia la capital de España, Sergio, T
Con un millar de atletas nos disponemos a iniciar los 100 km que recorre el camino de
Ataviados con las camelbak, cintos con bidones, gorras sahariana
de montaña, medias de compresión, bastones, silbatos de montaña, frontales, etc, etc, …
recorrer el camino que nos lleve hacia el acueducto segoviano, imitando a nuestro hidalgo,
campos de La Mancha en busca de aventuras que ofrecer a su señora Dulcinea.
CORAM TE SEMPER, ET INGREDIAR
Al principio Dios creó la competición. La carrera era monótona y rutinaria. Los entrenos eran repetitivos, y el
. Así hubo reto y promesas.
Pasó un mes, pasó el verano, mes tercero: Y Dios dijo: “Hay buscar y aprender de los viejos maestros.” Y así fue:
Alberto, el gran maestro”
allería. Son mis leyes, el deshacer entuertos, prodigar el bien y
evitar el mal. Huyo de la vida regalada, de la ambición y la hipocresía, y busco para mi propia gloria la senda más
partimos hacia la capital de España, Sergio, Tamara, Valentín, Quique,
Con un millar de atletas nos disponemos a iniciar los 100 km que recorre el camino de Santiago desde Madrid a
sahariana de siroqueras, zapas
de montaña, medias de compresión, bastones, silbatos de montaña, frontales, etc, etc, … Todos dispuestos a
hidalgo, cuando pertrechado con
campos de La Mancha en busca de aventuras que ofrecer a su señora Dulcinea.
SALIDA: Plaza de Castilla. KM.0.-
Bajo la mirada de la Cuatro Torres Business Area, parecemos
hormiguitas a los pies de Morgante o los molinos gigantes. Viene a
desearme suerte mi amiga Lides, a la que se lo agradezco
enormemente por el madrugón que se ha dado solo para ir a verme
unos minutos en la zona de salida. Siempre sonriente, siempre
estupenda.
Los momentos previos a la salida son totalmente distintos a los
acostumbrados, los atletas no ruedan ni hacen sprint para calentar,
solo algunos estiran levemente; no dan saltos sobre el mismo suelto
como los watussi africanos cuando danzan, pero en sus rostros se
nota la inquietud e incertidumbre de que muy pronto se van
enfrentaran a un reto enorme tras pasar el arco de salida; misma
sensación debían sentir los gladiadores cuando esperaban en el
centro del circo romano antes de enfrentarse a su rival en la arena.
Pistoletazo de salida, unos se lanzan a la carrera desde el principio,
imagino que para salir en la foto. No le veo sentido. La mayoría a
duras penas intentamos sortear a los que van andando y empezar a
coger trote. Pronto lo conseguimos. Los vecinos más madrugadores
nos saludan y aplauden por las calles de Fuencarral. Madrugadores
que pasean a su perro; otros con el periódico bajo el brazo; algunos con el paquete de churros camino de casa;
abuelos sentados en un banco viendo salir el sol, acostumbrados por la vida a ver amanecer; jóvenes que regresan
del juego de la noche, ….. . Los edificios y el olor matinal de la urbe va quedando atrás.
Pasando el puente de la autovía nos
dirigimos a Tres Cantos por el carril
bici, que está bien decirlo supone
un serio peligro para corredores y
ciclistas debido a la cantidad de
personas que lo usan en esos
momentos.
Tres Cantos. 15 km. (1 h, 18 min )
Primer punto de avituallamiento y sellado de control. El primer sello con figura de una concha se enmarca en su recuadro
correspondiente, es la manera de pasar el control reglamentario. Comemos algo de fruta, reponemos líquidos. Es camino es
largo y nada más que hemos hecho empezar. Allí esperan
Conchi, mi hermana, mi cuñado
Luis y mi sobrina Carmen. Es una
alegría verles y compartir unos
minutos con ellos. Gracias por
estar allí, es un empujón a la
ilusión de hoy. Nos despedimos
agitando las manos desde el otro
lado de la carretera.
Alberto y yo seguimos hacia
Colmenar. Pisamos los primeros caminos desolados. De vez en cuando miramos hacia atrás, un
reguero de camiseta de distintos colores se esparraman a lo largo del camino; desde lo lejos se
me asemejan a los lacasitos que se le han caído a un niño camino del colegio.
Las torres Business cada vez se van quedando más pequeñas en el horizonte,
los corredores cada vez se van haciendo más grandes.
Los 15 / 20 km primeros, los atletas con fuerzas suficientes sonríen y bromean a
cada paso. Se van abriendo distancias entre ellos.
Colmenar Viejo. 28 km.- (2 h, 15 min)
La subida a Colmenar Viejo, al lado del cementerio,
hace que muchos opten por subirla caminando, hay que
guardar fuerzas. Primer punto habilitado por la Organización
para recoger la mochila propia de avituallamiento e
indumentaria. Aunque no hace mucho calor, la ropa ya va
empapada de sudor. El camino está salpicado de familiares y
amigos que siguen a los corredores llevando camisetas y
pancartas con mensajes y eslogan de ánimo. Tras poner la
segunda concha, y comer algo; opto por cambiarme, dejo mis
calcetines azules que tanta suerte me traen, me pongo camiseta de tirantes, medias de compresión, pantalón nuevo,
gorra y seguimos con la camelbak y cinto con bote de isotónica. Pierdo bastante tiempo por ser novato en estas
situaciones.
Puente Medieval. 30 Km.- (2 h 58 min)
Llegamos al Puente Medieval, que
cruza el rio Manzanares, aunque lo
hacemos por uno de nueva
construcción. Reponemos fuerzas y
sellamos el tercer recuadro. Las
distancias entre corredores
aumentan. Este el último punto
donde veo a mi amigo Alberto, que va
acompañado de un conocido hasta el
final de la carrera.
Nos vamos viendo las mismas caras. Nos adelantamos unos
a otros, otros a unos. Somos los mismos los que nos
veremos hasta el final.
Manzanares el Real. 42 km.- (Una maratón) (4 h, 15 min)
Son unos 6 km de subida hasta llegar a unos 2 km de la localidad. La vista es impresionante. A la derecha el embalse
de Manzanares el Real o Santillana, con el majestuoso castillo de los Mendoza, de frente la enorme mole de la sierra
de Guadarrama, Las nubes no dejan ver las cumbres, se sujetan a ellas como puntillas bordadas en la faldas de la
sierra. Aun con este aspecto solo mirarlas impresionan. Algún corredor imitando a los tarahumara de las Barrancas
de Cobre de la Sierra Madre Occidental, se han calzado las típicas sandalias que utilizan los indígenas. En la entrada
del pueblo esperan mi mujer Carmen, Marta, mujer de Alberto, sus niños y otros familiares. Hasta el punto de
avituallamiento hago correr a mi lado a Carmen, donde volvemos a comer un poquito de todo lo expuesto. Y tras
unos minutos me despido de ellos y enfilando una calle super empinada, donde el fotógrafo nos anima a poner una
sonrisa y un gesto de alegría. Abro los brazos y sonrío. Ahí va la foto. Me despido con una palmada del fotógrafo y
dejamos Manzanares.
Mataelpino. 50 km.- ( Mitad de la carrera. ) (5 h, 17 min)
El camino hasta Mataelpino se vuelve desolado tanto por las condiciones del terreno como por la ausencia de
compañeros. Algún excursionista dominguero o algún ciclista se nos cruzan en el camino. Los ritmos en movimiento
hasta aquí han salido a una media de entre 5 y 6. Entramos bajo el arco de ecuador de la carrera, colocado en la
plaza del pueblo donde nos juntamos con los vecinos que sentados en la terraza de los bares se están tomando el
vermout o la cervecita de la mañana. Hoy en vez de ver en televisión a Alonso, Vettel, o Hamilton viven en directo la
hazaña y esfuerzo de Javi, Rubén, María, Stefano o Juan. En la fuente municipal llenamos las mochilas de agua. Nos
ponen el sello de Media Prueba y sin más dilación salimos camino de la Barranca. Oigo sorprendido el mensaje de
Regino Rodríguez (componente del grupo-guía junto a Cristóbal Hernández, del atleta de la ONCE José Carlos Ruiz.)
que me dice: “ Ahora y a partir de Cercedilla es cuando empieza la carrera” . Yo en mi ingenua actitud, me pregunto:
¡Chico, pero si llevamos ya 50 km!.- ¿ Entonces lo recorrido hasta ahora, que ha sido?. Tengo que admitir que tenía
razón.
La Barranca.- 58 km.- (6 h, 26 min. )
Tremenda subida hasta La Barranca, al lado de Navacerrada. Un tramo bastante largo lo hacemos andando. Las
fuerzas van justas. Nos desanima un poco al salir de la población ver el km 50, pensábamos que era el mismo arco.
Como tantas veces la cabeza si se programa para un mensaje, reacciona enfurecida y no acepta la nueva realidad.
Pensando que es el km 50 en el arco de media el ecuador. Llegado al punto de avituallamiento entre unos pinares,
me empiezan los primeros síntomas de calambres en las piernas. La verdad paro poco tiempo y con dos compañeros
bajamos hasta Cercedilla por la carretera estrecha y plagada de coches. Ya lo advertía la organización de varios
tramos y cruces peligrosos por vehículos.
¡¡¡¡¡¡ Cercedilla.- !!!!!!! 65 km.- (7 h 15 min.)
Punto de inflexión y primer reto. A partir de aquí aunque es un tramo muy duro, ya lo conocíamos por haberlo
entrenado unas semanas antes
mi amigo Alberto y yo. Llegados
al colegio donde tenemos que
recoger la segunda mochila. Al
patio vamos llegando corredores.
Me cambio de indumentaria,
calcetines y zapatillas. No sin
pocas dificultades, ya que para
quitarme calcetines y zapatillas se suben los gemelos,
isquios y alguno más, lo que me hace revolcarme en
el suelo como un caballo “espolijandose” en el “Lejio
patero”. Me “zampo” un plato de paella que me sabe
a gloria, unos trozos de platano, y ¡¡ 3 ¡!! Vasos de
coca-cola, La sed aprieta y la ansias por beber aun
mas. Hay que hacer un esfuerzo enorme para
ponerse otra vez en movimiento. Aquí me viene a la
memoria las palabras de Alberto, “Cuando estes cansado y derrotado, y no puedas mas,
hay que seguir corriendo”. Bien me vinieron los entrenos en mi pueblo este verano que
después de la jornada diaria de trabajo con Teo y Norberto en las obras de la casa hasta las
7 de la tarde, había que calzarse las zapatillas y hacer el rodaje marcado. Aunque la tarde es agradable, opto por
ponerme camiseta técnica de manga larga. El puerto de la Fuenfría con sus 1.800 m de altitud me dará la razón.
Sobre todo en su vertiente segoviana, con bastante fresquito.
Cuando circulamos por las ultimas calles que nos llevan a la carretera de subida a la Fuenfría, me doy cuenta que no
he llenado de agua la camelbak. Otro compañero me comenta. “Pues a mí se me ha olvidado el bidón en la mesa de
la paella”. No importa, nos apoyamos como podemos. Le ofrecemos alguno de los nuestros. En los momentos de
especial dureza o de mucho sacrificio y dolor, las personas crean unos lazos de unión y solidaridad muy fuertes. A la
salida de Cercedilla donde hay una fuente repostamos sin problemas. Aquí tomo mi primer gel.
Calzada Romana.- 72 km.- ( )
Seguimos subiendo desde Cercedilla. Carretera, caminos, Campo a
través, Calzada romana. 15 km de subida permanente, entre pino y
naturaleza con unas vistas impresionantes. Mirador de la reina,
donde por última vez veremos los paisajes de la Comunidad
madrileña. Seguimos camino hasta el Mirador de los Poetas, de estos
lugares con especial encanto y atractivo donde uno se llevaría un
trocito de ese paisaje para sí y poder estrujarlo en su mano para
darte fuerzas en los momentos duros y malos de la vida.
La suida la hago
acompañado por
Luis Arriba
Hernando, que
según me cuenta
es abogado en
Madrid, es la
primera vez que hace esta carrera pero ya
ha hecho varios ultras y que el mes que viene va a
correr el Iron Man de Hawái. Que le ha hecho
mucha ilusión el ver a su mujer y sus hijos en varios
puntos de la carrera. Dan para mucho los
momentos de rodaje juntos.
Unos dos kms antes de coronar el Puerto, Luis que ya me ha dicho varias veces que no quiere seguir mi ritmo,
quiere reservarse para el mes siguiente; que marche delante ya que voy más fuerte y él me va sujetándo. Así lo hago.
Por la carretera de la Republica ya en lo alto de la Fuenfría bajamos la vista para divisar por última vez los pinares
madrileños.
Puerto de la Fuenfría. 82 km.- ( )
(Son las 18h 01 min). Estamos en lo alto. Ahora sobre todo queda bajar. No por eso con menos dificultad. Tras la
impronta del sello correspondiente, comemos algunos frutos secos, bebemos un poco de isotónica. Y emprendo la
bajada. Los tres kilómetros hasta Fuente la Reina son durísimos, con una calzada donde las piedras se clavan en los
pies como cuchillos y te hacen ver las estrellas. Mención y recuerdo especial en Fuente La Reinaa personas que ya no
están con nosotros. Interminable se hace la carretera habilitada para los transportes de troncos de los pinares de
Balsaín y La Granja, aunque es de día el frío por la humedad ambiental y la zona de umbría me dicen que acerté con
la técnica.
Solo nos encontramos con uno o dos corredores. Me tomo el segundo gel, que me viene de cine. Debido al ritmo de
bajada, se me sube el isquio derecho, la primera vez que en una carrera se sube este musculo. No consigo un apoyo
para estirarle, y dejo que remita el dolor.
La Desesperada. 88 km.- Antepenúltimo control antes de Segovia. Escasa parada, solo unos minutos. Lo justo
para beber y reponer líquidos. El nuevo tramo hasta la Carretera de Riofrío se hace durísimo, con pendientes muy
pronunciadas por campo a través que
castigan sin perdón a las maltrechas rodillas
y cuadrices, debiendo ir andando en varios
puntos. Nos cruzamos con varios paseantes
segovianos, lo cual nos indica que estamos
muy cerca de la meta. Volvemos a ver la
otra vertiente de los siete picos, el montón
de trigo y la conocida mejilla de la Mujer
Muerta.
Riofrío.- 94 km.-
(Son las 19,50 h ). Este punto y ya el siguiente, el Acueducto. Quedan unos 8 km y 40 minutos para entrar en menos
de 12 horas. Esta fue mi perdición, prácticamente en toda la carrera había mirado la hora. Solo miraba pulsaciones,
ritmo y fijar el siguiente control. Lo conocido del trayecto me hizo parar muy poco tiempo. De nuevo estaba allí
Carmen, Marta y demás familia de Alberto. Se sorprendieron de lo “entero” que iba. Yo me encontraba dentro de la
dureza de la prueba con fuerzas y con subidón por cómo se iba desarrollando la misma. Comí un poco y nos hicimos
unas fotos. Próxima parada, el Acueducto, la meta. Sin más dilación pongo marcha hacia la urbe; aun de día, no he
tenido que sacar el frontal, ni la luz trasera de posición. Adelanto al grupo de la ONCE, que como unos auténticos
campeones siguen con su ritmo constante. Paso por encima de las vías del AVE, que tantos y tantos días he mirado
hacia ellas y me han hecho soñar con las montañas al fondo. Quiero sacar una foto y mandarla a mis amigos, decirles
que ya estoy en aquí. Pero no puedo pararme, quiero llegar antes de las 20,30 h, además la pantalla táctil del móvil
no reacciona con el sudor de los dedos. Paso por debajo del puente de la circunvalación. Me pongo a caminar un
tramo corto de subida. Los gemelos se mueven como las cuerdas de una guitarra, síntoma de que les estoy exigiendo
más de lo que me pueden dar. No diviso ningún corredor ni hacia adelante ni hacia atrás, no importa. Estoy en casa.
Vuelvo a correr al trote. Ya me encuentro a 100 metros de la rotonda del Pastor, el ruido de los coches se nota a
poca distancia. No se puede describir el subidón que te entra. No te lo crees, quieres gritar, saltar, reír, es
indescriptible. Los gemelos vuelven a moverse pidiendo tregua.
¡¡¡Trata de arrancarlo, Carlos!!!! ¡¡¡ Trata de arrancarlo, por Dios!!!! (Ahora se lo que sintió Luis Moya en el rally de
Inglaterra de 1998 a 700 m de la meta. Pero bueno, yo he conseguido llegar)
Tengo que pararme y sin saber cómo, empiezan a darme nauseas, quizás por algo que comí, quizás algo que no me
ha hecho bien la digestión, quizás son los síntomas de la tremenda pájara que me ha sorprendido, con calambres
inmovilizantes en piernas y pies que no me dejan mantenerme erguido, pero no puedo moverme, tengo todos los
músculos tensos y no me obedecen, dolores en pies, gemelos, isquios y el cuádriceps que nunca antes había
sentido, desgarradores, acompañado de mareos, pérdida parcial de visión. Tiritando de frio como un niño con fiebre.
Cayéndose las lagrimas, no sé si de dolor o de rabia. Imposible moverse, es el final, no puede ser, a menos de 3
kilómetros de la llegada. Después de 99 km sin muchos problemas. Cabreadísimo me resigno a aceptarlo. Un
paseante en su buena fe, me anima. Después de un rato consigo a duras penas moverme; caminando como el
hombre de hojalata del Mago de Oz. Sigo calle abajo; también amablemente me acompaña hasta la vieja estación de
tren, una pareja. Solo y andando y sin despojarme del frio deambulo por José Zorrilla; los jóvenes y mayores te dice:
“Venga hombre, corre un poco que está ahí la meta. Que la tienes ahí al lado”. Sé donde está. Claro que lo sé. Si
pudiera aunque solamente sea trotar. No es la llegada como yo me la había pensado tantas veces, alegremente
corriendo y acompañado, ahora andando y solo. Algunos atletas me adelantan, dan ánimos. Sobre todo Luis, mi
amigo de subida a la Fuenfría, Alice la chica italiana lo
mismo, antes el grupo de la ONCE. Cualquiera de
ellos hubiera dejado su carrera para ayudar a un
compañero en estas condiciones, no podía aceptarlo.
Es digna de mención la solidaridad que atesoran
estos corredores. Plaza de Somorrostro, calle de
Muerte y Vida, mismos lugares, en distintos
momentos, con distintas sensaciones y distintos
sentimientos. O soy yo otro el que camina en estos
momentos…
A la altura de San Francisco, la calle abarrotada de
personas, te aplauden y vitorean, algunos conocidos,
otros no, unos que no están pero se sienten; los niños quieren
chocar las manos, es de admirar que la gente deje de hacer sus
cosas por ver y animar a alguien que no conocen, por todos
ellos no puedo más que entrar corriendo, los que están y los
que no están, son 100 m pero tengo que hacerlo. La emoción y
las lágrimas saltan sin permiso de uno. Ya en la plaza del
acueducto gritas al cielo y dices con todas tus fuerzas sin
importarte las vergüenzas. :
“Por ti, lo conseguí, te lo prometí y lo he cumplido”.
“Eso y mucho mas”
……………………. ///////////////// …………………..
Al día siguiente esos últimos 100 metros hasta llegar a la meta
público, ya sin arco de llegada, ya sin fotógrafos, ya sin puesto de
nuevo esa mañana me sentí tan acompañado por las personas que te quieren, que se borró el sabor amargo del
tramo final del día anterior.
También mención especial a Alberto, que culminó su tercera participaci
haciéndolo. Y a Valentín, Quique, Tamara y Sergio, que se alzaron con el 2º puesto en Categoría de grupo de 4
componentes. Enorme merito el ir y llegar todos juntos. Felicidades campeones.
- Tu capacidad de conocer la
Distancia………………………………………..……………
Tiempo invertido ………………………………………
Ritmo medio……………………………………………….
Mejor ritmo……………………………..………………..
Puesto Clasificación General ………………………
Puesto militares………………………………………………… 3 de 64.
Media de pulsaciones…………………….……………… 140.
Frecuencia Cardiaca Máxima……………………….. 162. (En el km 39).
Altura ganada………………………………………………
Altura perdida……………………………………………..
Calorías gastadas……………………………..………… 5.652.
Juan luís Corchado
C.D. ATLETAS POPULARES VALLADOLID
últimos 100 metros hasta llegar a la meta, tenía necesidad de recorrerlos de nuevo, ya sin
público, ya sin arco de llegada, ya sin fotógrafos, ya sin puesto de avituallamiento, ni medallas
nuevo esa mañana me sentí tan acompañado por las personas que te quieren, que se borró el sabor amargo del
También mención especial a Alberto, que culminó su tercera participación del que siempre
haciéndolo. Y a Valentín, Quique, Tamara y Sergio, que se alzaron con el 2º puesto en Categoría de grupo de 4
Enorme merito el ir y llegar todos juntos. Felicidades campeones.
Tu capacidad de conocer la felicidad depende de tu capacidad para conocer el dolor.
Estadística.
………………………………..……………………101,6 km.
……………………………………. 12 h, 10 min.
…………………………….……. 7,06 min/km.
……..…….. 2,58 min/km (Un tramo del km 7).
……………. 71 de 844.
……………… 3 de 64.
……………… 140.
…………………….. 162. (En el km 39).
………… + 2.092 m.
……………….. – 1.820 m.
………… 5.652.
Juan luís Corchado MONTAJE:
C.D. ATLETAS POPULARES VALLADOLID -------------- ----------
tenía necesidad de recorrerlos de nuevo, ya sin
avituallamiento, ni medallas. Pero al hacerlo de
nuevo esa mañana me sentí tan acompañado por las personas que te quieren, que se borró el sabor amargo del
ón del que siempre aprendí y sigo
haciéndolo. Y a Valentín, Quique, Tamara y Sergio, que se alzaron con el 2º puesto en Categoría de grupo de 4
apacidad para conocer el dolor.
MONTAJE: José María Martín Sánchez
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