CUADERNO DEL OFICIO PRO MONIALIBUS · extraídos de las enseñanzas del papa Francisco y remarcó: la alegría, hacer despertar al mundo, los religiosos como exper-tos en comunión,

CUADERNO DEL OFICIO «PRO MONIALIBUS»

Roma, Curia general OFM

NÚMERO 50/octubre 2016

communion and communication

communion et communication

kommunion und kommunikation

comunión y comunicación

comunione e comunicazione

communion and communication

communion et communication

kommunion und kommunikation

comunión y comunicación

comunione e comunicazione

cTc - comunión y comunicación

Alemania: Monasterio Münster Canadá: Monasterio Valleyfield

Congo Brazzaville: Monasterio di Djiri

España: Monasterio Cantalapiedra

Monasterio Vélez-Málaga

Estados Unidos: Monasterio Langhorne, PA

Francia: Monasterio Cormontreuil

Monasterio Nice

Monasterio Rameau de Sion

Gran Bretaña: Monasterio Arundel

Monasterio Humbie

Hungría: Monasterio Szécsény

Irlanda: Monasterio Galway

Italia: Monasterio Asís(S. Colette)

Monasterio Bienno

Monasterio Carpi

Monasterio Cortona

Monasterio Fanano

Monasterio Lecce

Monasterio Perugia (S. Maria di

Monteluce in S. Erminio)

Monasterio S. Severino Marche

Nigeria: Monasterio Ijebu-Ode

Rumanía: Monasterio Csíksomlyó

Suiza: Monasterio Cademario

Otros: Curia General, O.F.M. - Roma, Italia

cTc comunión y comunicación

Cuaderno del Oficio «Pro Monialibus»

Boletín de comunicación entre los monasterios franciscanos en comunión con la O.F.M. a través del Oficio «Pro Monialibus»

Sede del Oficio «Pro Monialibus»:

Curia Generale O.F.M., Via Santa Maria Mediatrice, 25 - 00165 ROMA tel: (39) (06) 684919 fax: (39) (06) 68491294 e-mail: [email protected]

Sede de la Secretaría de Redacción:

Monastero Santa Chiara Via San Niccolò, 5 - 52044 CORTONA (AR) – Italia tel: (39) (0575) 630360 / 630388 fax: (39) (0575) 631703 e-mail: [email protected]

REDACCIÓN

Fr. Fernando Mendoza Laguna, O.F.M. Oficio Pro Monialibus, Roma

Monasterio Santa Chiara, Cortona

Han colaborado:


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Índice 1. Oficio pro Monialibus ..................................................................... 3

1.1. Saludo del Delegado Pro-Monialibus ................................. 3

Fray Fernando Mendoza Laguna, O.F.M.

1.2. Comunicación de la secretaría ............................................ 6

2. Experiencias .................................................................................... 7

2.1. Encuentro internacional de la Vida Consagrada ............... 7

Sor Mary Dominic, Federación de Santa Clara-Gran Bretaña

2.2. Congo Brazaville: Testimonio ............................................ 18

Hermanas de Djiri-Congo Brazaville

2.3. Asociación Bikira Maria: Eco de la Asamblea .................. 23

Sor M. Francesca Federici – Ijebu-Ode (Nigeria)

2.4. Italia: De Vírgenes Ermitañas franciscanas a Hermanas Pobres de Santa Clara ........................................................ 30

Hermanas de Padua (Italia)

2.5. Hungría y Rumanía: Visita de fray Fernando Mendoza Laguna .................................................................................. 33

Hermanas de los Ramos de Szécsény y de Csíksomlyó

3. Artículos… ..................................................................................... 36

3.1. Santa Eustochia Calafato: Una publicación en alemán sobre una clarisa de la observancia ................................. 36

Sor Monica Benedetta Umiker - Monteluce (Italia)

Alemania: Monasterio Münster

Canadá: Monasterio Valleyfield

Congo Brazzaville: Monasterio di Djiri

España: Monasterio Cantalapiedra

Monasterio Vélez-Málaga

Estados Unidos: Monasterio Langhorne, PA

Francia: Monasterio Cormontreuil

Monasterio Nice

Monasterio Rameau de Sion


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3.2. Una clarisa memorable: Caritas Pirckeimer .................... 40

Sor Chiara Amata Tognali - Bienno (Italia)

3.3. Oración ................................................................................. 45

Sor M. Agnes Merwald - Daun (Alemania)

4. Noticias… ...................................................................................... 47

4.1. Francia: Federación de Santa Clara .................................. 47

4.2. Erección canónica................................................................ 48


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1.

1.1 Saludo

Queridas hermanas, el tiempo corre velozmente y jamás se detiene, ya pasamos la mitad de este 2016 en el que hemos vivido tantas cosas que nos afectan queramos o no. La situa-ción mundial es preocupante y causa dolor, sufrimiento y muerte, parece que no hay manera de cambiar las cosas. Es-tamos viviendo en una cultura de violencia, terror y muerte. Actos terroristas se suceden continuamente y en todas partes, han sucedido en Francia, en Bélgica, en Alemania varias veces, en Turquía, en el lejano Afganistán, en Irak, en Siria, en todas partes. La violencia se ha apoderado del ser humano, ya no se teme la muerte con tal de llevar a cabo proyectos de terror, destrucción y muerte. No sabemos a dónde llegaremos. El Papa se ha referido cada vez y a cada caso y termina diciendo: «Ya basta».

Por su parte, los protagonistas de la violencia y el terror nombran a un Dios, lo hacen en su nombre y muestran su voluntad de acabar con los infieles, desde nuestra experiencia religiosa no nos explicamos y no alcanzamos a comprender cómo un Dios es garante de odio y venganza, y somos testigos de cómo algunas personas fanáticas se inmolan con tal de llevar adelante el plan de destrucción. Todo esto está pasando continuamente en nuestros días, y viene, de inmediato la pregunta de qué manera debemos afrontar esta situación en


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cada caso y en cada lugar. Viendo la destrucción y la muerte llegar de ese modo, también se dejan ver expresiones diferentes: algunas personas con mucha rabia quieren responder igualmente con violencia, otros con mucha pasión expresan su voluntad de vengarse, algunos piensan que eso debe resolverse políticamente, etc., y nosotros cristianos y más concretamente nosotros religiosos ¿Cómo debemos afrontar esta situación?

Ante esta situación es bueno recordar que: la regla y vida para nosotros franciscanos y clarisas es guardar el santo Evangelio viviendo sin nada propio, en obediencia y castidad. Hoy más que nunca se necesitan discípulos auténticos, creyentes coherentes y apóstoles convencidos e intrépidos. Hoy más que nunca Dios nos llama a vivir el Evangelio, hoy más que nunca resuenan poderosamente las palabras de Fran-cisco de vivirlo sin glosa, es decir a la letra. No podemos quedarnos como si no pasara nada. El regalo maravilloso del llamado a vivir el carisma franciscano-clariano nos empuja fuertemente a vivir con la voluntad firme y el entusiasmo grande y constante de crear fraternidad en todas partes y con todas las personas. Reconocer que somos hijos del mismo Padre y hermanos de Jesús y por eso mismo hermanos unos con otros. Y sabemos que nuestro carisma transciende nacionalidad, color de piel, lengua, edad, estado socio-económico, no vale decir que hay un primermundo y un quinto mundo. La violencia ha alcanzado a todos y nuestro carisma llegó primero. Dios llama a quien él quiere y entonces tenemos que vivir nuestro carisma con gente de toda nación, de toda lengua, de todo color, y de cualquier clase social. Tenemos que ser coherentes y comenzar desde nuestra vida cotidiana a vivir como hermanos en nuestra comunidad y desde ahí lanzarnos a ser apóstoles de fraternidad y de paz.


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La angustia, elmiedo y la impotencia no son suficientes para paralizar nuestros deseos de ser fieles a nuestro carisma y a nuestrallamada para vivirlo.

Ciertamente hay tantas cosas que nos llaman poderosamente la atención y necesitan ser atendidas. La escasez de vocaciones y la media de edad tan elevada en nuestros monasterios nos preocupa y necesita nuestro tiempo para ser atendida, estudiada y requiere buscarle solución. Mu-chas hermanas añoran los monasterios llenos de gente de otros tiempos. A veces quisieran gente que pudiera venir inmediatamente a ayudar. Sin embargo, parece que debería-mos caer en la cuenta que no será posible en todos los casos

No obstante, no podemos perder la fe, la resurrección del Señor Jesús es la garantía de que las promesas de Dios se cumplen puntualmente. La resurrección nos recuerda que aun en las situaciones más adversas su victoria está asegurada. Él, en el siglo trece, suscitó a Francisco y Clara para vivir el Evan-gelio y somos testigos de la respuesta llena de esperanza que dieron a todos.

En las circunstancias que estamos viviendo anunciamos la aparición de un nuevo número de cTc. Tenemos la esperanza que con este sencillo, modesto y humilde medio estaremos haciendo algo que contribuya a lograr la intención con la que nació: LA COMUNIÓN Y LA COMUNICACIÓN, y que así estare-mos contribuyendo con un granito a que la situación que vive el mundo cambie para bien de todos.

Aprovecho para agradecer a todas los que colaboran en este número, sea con los artículos, sea con la traducción, sea


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en la edición. A todas, Dios les recompense con el ciento por uno.

Muy queridas hermanas, Dios sigue confiando en nosotros que él sea nuestra luz, nuestra fuerza y nuestra paz.

Roma, otoño 2016

Fr. Fernando Mendoza Laguna, O.F.M. Delegado Pro-Monialibus

1.2 Comunicación de secretaría

Para contribuir al sostenimiento del boletín cTc utilizar la cuenta corriente bancaria nº 3866, en la Caja de Ahorros de Florencia, sucursal de Cortona, a nombre de Monastero Santa Chiara:

ABI 06160 - CAB 25400 - CIN F

IBAN: IT24 F061 6025 4000 0000 3866 C00

BIC-SWIFT: CRFIIT3FXXXIl

Indicando la razón: cTc


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2. Experiencias

2.1. Encuentro internacional de la Vida Consa-grada: Testimonio de Gran Bretaña

Sor Mary Dominic, O.S.C. Federación de Santa Clara - Gran Bretaña

Fue una gran sorpresa cuando en septiembre del 2015 reci-bimos una invitación de la Congregación para participar en un encuentro internacional especial de religiosos en Roma para celebrar la clausura del Año de la Vida Consagrada.

El objetivo de estos días era celebrar la vida consagrada y conocer el «gran mosaico» de todas las diferentes formas de consagración, redescubriendo «la base común de la diversidad de formas». Había unos 4000 religiosos en total, de los cuales al menos la mitad serían religiosos de vida apostólica, hombres y mujeres. El número publicado del grupo de mon-jes/contemplativos fue 345. Verdaderamente éramos un gru-po bastante privilegiado. Fuimos invitados personalmente por el Arzobispo Secretario.

Al llegar se nos regaló una preciosa bandolera con los dis-tintos pases necesarios para acceder a las basílicas y a la sala


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Pablo VI, así como unos cuadernillos bellamente preparados para la oración del día y para diversos eventos.

La vigilia de oración del 28 de enero estuvo presidida por el arzobispo Carballo OFM, secretario de la CIVCSVA. Comenzó con una procesión de cincuenta consagrados portando velas, en representación de los cincuenta años desde la publicación de Lumen Gentium y Perfectae Caritatis. La oración consistió básicamente en salmos y lecturas de distintos escritores espiri-tuales y un breve tiempo de exposición del Santísimo Sacra-mento, seguido de la Bendición y el canto del Magníficat.

Hay una cita de ESCRUTAD ―la carta de la Congregación a los hombres y mujeres consagrados para el año de la Vida Consagrada― que me parece resume todo el encuentro:

El papa Francisco nos invita a vivir la «mística del encuen-tro»: «La habilidad para oír, para escuchar a los demás. La habilidad para buscar juntos el camino, el método… también significa no tener miedo de las cosas». El Santo Padre contin-úa: «Si cada uno de vosotros es una preciosa oportunidad para los demás de encontrarse con Dios, es reconociendo la respon-sabilidad de ser proféticos como comunidad, de buscar juntos, con humildad y paciencia, una palabra sensata que puede ser un regalo para el país y para la Iglesia, y testimoniarlo con simplicidad. Sois como antenas listas para recibir las menores indicaciones sugeridas por el Espíritu Santo, y podéis ayudar a la comunidad eclesial a asumir esta mirada de bondad y en-contrar nuevos y audaces caminos para llegar a todas las gen-tes».

2º día, viernes, en la sala Pablo VI. En este día se reunieron todas las formas de vida consagrada, y fueron recibidas por el


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cardenal de Aviz, prefecto de la CIVCSVA. Estudió cinco puntos extraídos de las enseñanzas del papa Francisco y remarcó: la alegría, hacer despertar al mundo, los religiosos como exper-tos en comunión, acudir a las periferias existenciales de la so-ciedad, y por último, escuchar y tener valor.

El siguiente discurso lo dio Père Christophe Theobald S.J., originario de Colonia, pero conferenciante en el Centro Sèvres en París. Su discurso fue bastante académico. El tema fue fun-damentalmente: «Seguir, escuchar y acoger al otro: este es el estilo de Jesús, que los hombres y mujeres consagrados están llamados a aprender».

A Père Christophe siguió una charla sobre la invitación a vi-vir la vida contemplativa de Jesús. Desafortunadamente, yo y unos cien participantes más de la charla perdimos este discur-so en su totalidad, ya que nuestros aparatos de traducción simultánea dejaron de funcionar. Hubo bastantes problemas con estos pequeños aparatos y los proveedores tuvieron que enviar más.

3º día, sábado. El fin de semana del sábado y domingo 30 y 31 de enero de 2016 se reservó para encuentros individuales dentro de cada grupo de formas de vida. Nos encontrábamos en la Universidad Urbaniana, primero para la misa en la capilla, y después en el moderno auditorio, el Aula Magna dedicada a Benedicto XVI.

Hicimos este trayecto todos los días porque se dispuso que nosotros (los monjes) tendríamos la comida y la misa allí cada día, incluso cuando el encuentro lo tuviéramos en otro lugar. La hospitalidad de la Universidad fue excepcional, tanto en lo que se refiere a la comida y bebida que nos dieron, como a la


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amabilidad de los empleados y de los estudiantes. Cada día la comida era de tipo buffet y salíamos a comer al aire libre (el tiempo era muy caluroso). Encontramos una escalera exterior en la que pudimos sentarnos a comer, y donde poder apoyar la bebida, y pronto se nos unieron otros de habla inglesa, fun-damentalmente americanos. Cuando los estudiantes pasaban junto a nosotros, todos nos decían: «Buon appetito» a lo que respondíamos en inglés: «Gracias», e invariablemente ellos contestaban también en inglés: «¡De nada!».

Todo lo que recibimos estos dos días fue excelente (y la ca-lidad de traducción de nuestros aparatos también fue buena) y lo que quedó claro fue que el Dicasterio era muy consciente de la situación de los monasterios a lo largo del mundo. Sé por varios monasterios de nuestra ACB (Asociación de Contempla-tivos Británicos) que el contacto con la Congregación no siem-pre es fácil y que quedan cartas sin contestar. Este asunto fue planteado y la respuesta fue que están trabajando duro y re-almente no son suficientes en número como para ir más rápi-do. La Congregación mostró su dolor ante tantas solicitudes de dispensa; y dijeron que no tenemos ni idea de cuánto tiempo se emplea en esto. También comentaron que podríamos hacer muchas cosas para ayudarnos a nosotros mismos sin acudir a la Congregación para asuntos de menor importancia. Yo me quedé impactada por la disponibilidad de todo el personal de la Congregación, durante toda la semana, incluido el cardenal. No había ningún problema para hablar con cualquiera de ellos y pude concertar una cita en la misma Congregación para cuando hubiesen finalizado los encuentros, para una discusión más en profundidad.

El Cardenal de Aviz pronunció el primer discurso sobre la comunión fraterna en la comunidad. Habló de la vida contem-


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plativa como una «escuela de vida fraterna» y sondeó la idea de que «cómo estás en comunidad es cómo estás con Dios». Fue seguido de sor Fernanda Barbiero hablando sobre la «Formación en los Monasterios – el legado del pasado y la apertura hacia el futuro». Espero que esta será una charla que recibiréis y podréis leer (tengo una copia en inglés). Sor Fer-nanda nos dijo que esta era su reflexión tras haber pasado tres meses cotejando y sintetizando las respuestas al cuestionario enviado a nuestras comunidades monásticas/ contemplativas en abril de 2014. Este cuestionario pretendía ayudar a la CIVCSVA en el encargo de continuar desarrollando una nueva Instrucción sobre la Vida Contemplativa y la Clausura de las Monjaspara actualizar la Instrucción Verbi Sponsa (CIVCSVA, 13 mayo 1999). El trabajo de revisión se centra en tres temas clave: formación, autonomía y clausura. De hecho, estos tres tópicos constituyeron la base del trabajo del resto del fin de semana.

Sor Fernanda fue muy clara y práctica, y en un momento se centró en que fuéramos conscientes de nuestros propios fa-llos: «La causa más común de desaliento, al menos en las co-munidades femeninas, es la falta de vocaciones, o peor aún, la falta de perseverancia en vocaciones que han caído en algún momento. La pregunta fundamental es: ¿Por qué no permane-cieron? ¿Por qué ya no siguen adelante? Me parece más im-portante hacer las preguntas que buscar rápidamente las res-puestas. Dicho sencillamente: es necesario un buen examen de conciencia». Esto le llevó a la conclusión de que el futuro del monacato será lo que nosotros hagamos que sea.

El sábado por la tarde nos separamos por grupos de idio-mas. Los idiomas eran italiano, español, francés e inglés. De los cuatrocientos que éramos aproximadamente, había ochenta


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de habla inglesa, y nos dividimos en cuatro grupos. Mi grupo era muy diverso en cuanto a cultura, experiencia, y las órdenes procedentes de Inglaterra, Australia, EE.UU., India, Alemania y Holanda. Las preguntas que se nos entregaron fueron:

1) ¿Qué signos de vitalidad encuentras en tu propia co-munidad?

2) ¿Qué desafíos para la formación hay en tu comunidad?

4º día, domingo. El 31 de enero nos trajo de nuevo a la ca-pilla urbaniana para la misa a las 8:30 de la mañana. Mientras que la liturgia era siempre en italiano, las lecturas y preces de la misa, así como las homilías, variaban en el idioma: español, francés e inglés.

Después volvíamos al auditorio para más excelentes charlas sobre:

Autonomía de los Monasterios, por el P. Sebastiano Paciolla O. Cist. echando un vistazo al Código de Derecho Canónico y terminología, autonomía jurídica y áreas de super-visión y control.

Las Bases Bíblicas de la Clausura, por el arzobispo Car-ballo que continuó con este tema. El arzobispo comenzó di-ciendo «Despertad» o no seréis capaces de despertar al mun-do. De nuevo habló partiendo de observaciones relacionadas con las respuestas enviadas al cuestionario de 2014 (unas 2596 respuestas a 4500 enviadas. 2000 de aquellos que no contes-taron fueron los que él denominó monasterios «aislados»). Expuso el tema de que el contexto de la clausura debe ser si-tuado en la contemplación; si no eres contemplativo, entonces


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la clausura no sirve para nada. Se discutieron muchos ejemplos y situaciones prácticas para ilustrar sus puntos.

El Presente y el Futuro de las Federaciones. Mons. Pe-pe (y después el arzobispo Carballo volvió con más reflexio-nes). De nuevo una charla e interacción muy práctica. Mons. Pepe emprendió el estudio de la autonomía y federación, y comentó cuántos monasterios temían una pérdida de auto-nomía. De todos modos, Roma querría fomentar las federa-ciones, sin hacerlas obligatorias. Mons. Pepe dijo que el cues-tionario mostró una gran disparidad en este punto, pero con-tinuó la discusión de la charla anterior sobre los monasterios aislados y sobre quién puede ayudar a un monasterio precario, etc.

El día terminó con el agradecimiento a los contemplativos y una exhortación a «seguir siendo fieles a vuestra pasión como contemplativos y a no privar a la Iglesia de vuestro súplica profética». También se nos aseguró que toda la información aportada en estos días juntos sería tenida en cuenta para la preparación del nuevo documento.

5º día, lunes. La mañana comenzó con lo que llamaron una mesa redonda, era el último día «formal» y había breves char-las de representantes de todos los grupos que habían partici-pado. Aunque eran cortas, fueron muy impresionantes. La Presidenta de la Unión de Superioras Generales habló de pro-yectos intercongregacionales en el sur de Sudán y Lampedusa, y del grupo anti-tráfico Talitha Qum.

Me impresionó mucho un hermano marista que habló a las congregaciones masculinas de religiosos. Dijo que debíamos estar en los márgenes de la sociedad (los márgenes siempre


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son lugares peligrosos) y debemos dialogar con personas que son muy diferentes de nosotros. El clericalismo no es un buen semblante para mostrar, y dijo que debemos acentuar, y aún exagerar la fraternidad.

Una hermana benedictina habló de parte de los monjas. Di-jo que nuestra tarea es la obra de la oración en la iglesia, pero que también debemos estar en los márgenes de la sociedad. Nunca debemos ser falsas, sino mujeres que están en los ci-mientos de la Iglesia. La clausura nunca debe estrechar nues-tras miras.

Hablando de parte de los Institutos seculares estaba un pro-fesor eslovaco que trabaja en un colegio público. Fueron fun-dados hace setenta años por un sucesor de san Juan Bosco, y puesto que son consagrados pero viviendo en el mundo, se sienten bastante vulnerables, ya que no cuentan con la pro-tección que otros religiosos tienen.

Había unas quinientas mujeres de la Orden de Vírgenes consagradas que habían venido a Roma para este encuentro. La mujer que habló en su nombre dijo que para ellas su obispo es la imagen de Cristo, pero que aunque se encuentran solas, experimentan una gran necesidad de reunirse para hallar apo-yo. Su oración, privada y litúrgica, les permite sentirse unidas a otros.

Una joven hermana intervino representando a las nuevas formas de vida religiosa – canon 673. Las estructuras deben adaptarse a las nuevas situaciones, dando una nueva fisonom-ía a la vida religiosa en nuevas formas en un nuevo mundo.


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Estas charlas no fueron largas, pero espero que serán in-cluidas en el folleto que nos han prometido.

Creo que muchos estarían de acuerdo conmigo si dijese que el centro de atención de esta mañana fue la espera de la llega-da del papa para la audiencia privada con él.

El arzobispo Carballo agradeció al papa en nuestro nombre por el Año de la Vida Consagrada, y después el papa Francisco entregó sus papeles y dijo: «Os darán una copia de esto igual-mente, así que hablaré desde el corazón». Su mensaje se basó en tres palabras: profecía, cercanía y esperanza. También mencionó que estaba triste por el descenso en el número de vocaciones, pero que no podemos hacer crecer a las comuni-dades mediante una «inseminación artificial», sacando a cola-ción la preocupación, que resultaba tan evidente esta semana, por un auténtico discernimiento y formación.

6º día, martes. El último día, que, para mí, trajo a la vez el momento culminante de la semana y también la mayor decep-ción. A las 7:30 de la mañana fuimos en coche a la basílica de San Pablo Extramuros. En un principio nos habían inducido a pensar que visitaríamos las cuatro basílicas mayores, y nos preguntábamos sobre la viabilidad de esto y sobre el tiempo para hacerlo, pero de hecho cada grupo solo fue a una de las basílicas y los contemplativos fuimos asignados a esta. Al llegar tuvimos un buen rato de tiempo libre para pasear por la zona y para confesarnos si queríamos. Una vez más la seguridad era como la de los aeropuertos y llevó su tiempo. Luego nos en-contramos fuera y nos colocamos en la Statio para entrar en procesión por la Puerta Santa cantando el himno del Año de la Misericordia (compuesto por Paul Inwood, muy conocido por las hermanas inglesas).


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En la misma basílica recitamos los salmos 6, 31, 37, 50, 102, 129 y 142 en distintos idiomas seguido por una letanía de san-tos. Esto sonó grandioso con el eco de cada «ora pro nobis». Luego dijimos las oraciones para obtener la indulgencia, y ter-minamos con la oración del papa Francisco para el Jubileo, y la salve. Para mí este fue el momento de oración más intensa y más profundo de toda la semana. Todo el ambiente era de una profunda comunión.

A continuación volvimos a la urbaniana para comer, de nuevo con mucho retraso. Y entonces vino la decepción, ¡que aún resulta difícil de entender! Teníamos nuestras entradas para la misa en San Pedro a las 17:30, la culminación del Año de la Vida Consagrada y nos incorporamos a la cola, como se pedía hacia las 15:00. La cola era inmensa, llena de otros mu-chos religiosos así como de aquellos que asistían al simposio, y nos llevó casi dos horas llegar al puesto de seguridad. Cuando finalmente lo conseguimos empezamos a dirigirnos hacia la basílica y nos pararon y dirigieron hacia la plaza. Enseñamos nuestras entradas y seguimos caminando confiadas, pero nos pararon otra vez. No entendíamos el italiano en que nos hablaban, pero asumimos que nos estaban dirigiendo a una puerta de acceso diferente. En cualquier caso, de repente caí-mos en la cuenta de que nos estaban diciendo que nos sentá-ramos fuera, en la plaza, donde ya había cientos de religiosos sentados. Así que retrocedimos hasta otro hombre con la es-peranza de encontrar a alguno que hablase inglés, él de nuevo nos empujó hacia la plaza, y logró decir «Basílica llena». Por supuesto, a nuestro alrededor había otras muchas hermanas que también estaban estupefactas y alguien que sí hablaba italiano intercedió por nosotras pero sin ningún resultado; no importaba el idioma en que preguntáramos, la respuesta era siempre igual: «Lleno, quedaos fuera». ¡Enseñar todos los tic-


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kets de entrada no cambió nada! No tenemos ni idea de qué pasó, claramente teníamos entradas que nos daban acceso a la basílica, ¡y gente que logró entrar nos dijo que no estaba llena! Así que la misa empezó y la vimos, pero por supuesto que no tuvo nada del ambiente que el haber estado dentro le hubiera dado. Finalmente sí que vimos al papa cuando salió fuera y nos dirigió algunas palabras.

Y así concluyó una semana extraordinaria e inspiradora. To-do el Dicasterio debe ser elogiado por el logro verdaderamen-te notable de habernos reunido a todos, cuya logística ha de-bido de causar muchos dolores de cabeza. Nuestras hermanas carmelitas no se marchaban hasta un par de días después. Se quedaban un poco más y tenían una jornada junto con el mi-nistro general de los Carmelitas para hablar sobre el encuen-tro. Creo que ha sido una oportunidad perdida para nosotras como Hermanas Pobres de Santa Clara. Ojalá alguien lo hubie-ra pensado para nosotras. Hubiera sido tan bueno reunirnos solo con nuestras Hermanas Pobres de Santa Clara, para cono-cernos unas a otras y discutir la maravillosa semana que acabábamos de vivir.


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2.2. Congo Brazaville: Testimonio

En el Fórum de la vida consagrada, en Lomé, monseñor Ni-codemo Barrigah decía:

¿A qué se parece nuestro continente hoy día? ¿Cuáles son sus retos y sus expectativas, sus sueños y preocupaciones a las que la vida consagrada debe dar su respuesta específica? Con mucho realismo, «Ecclesia in Africa et AfricaeMunus» presenta África como el continente de las grandes paradojas por exce-lencia: un continente rico con poblaciones pobres, un conti-nente con retraso en el que nunca tenemos prisa, un continen-te con inmensidad de valores culturales en el que vivimos sin referencias, un continente que tiene un sentido sagrado de la autoridad en el que cada uno hace lo que quiere, un continen-te prendado de fraternidad donde reinan las minorías de com-portamientos mayoritarios, un continente donde el bajo nivel de vida no impide bailar continuamente, un continente con numerosas potencialidades, donde soñamos en cambio con evadirnos para ir a buscar a otro lado un ideal de felicidad.

Nuestra vida clariana, precisamente en el Congo, Brazzavi-lle.

«Cuando mañana tu hijo o tu hija te pregunte: ¿qué son esas instrucciones, esas leyes y esas costumbres? Tú le dirás: lee atentamente y verás que, como para los hebreos, Dios hizo maravillas por nosotros» (Dt. 6, 20).

Sería bueno recordar que el año pasado celebramos el décimo aniversario de nuestra llegada a Brazzaville. ¡Diez años, eso debe festejarse! ¿Cómo? Con una jornada de alabanza y


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de acción de gracias. Sí, ¡¡¡Dios hizo por nosotras maravillas!!! En ese día, le cantamos nuestro reconocimiento al Señor para agradecerle y pedirle que bendijera y colmara de gracias a to-dos aquellos que, desde el primer día, nos manifestaron tanta simpatía, amistad, ayuda material, moral, humana. Tenemos un recuerdo inolvidable.

El Monasterio Nuestra Señora de las Fuentes fue fundado por las hermanas clarisas de Mbuji-Mayi, RDC, el 24 de enero de 2005. Está situado a veinticuatro kilómetros de Brazzaville, en un pueblecito llamado Djiri. Llegamos respondiendo a la llamada de nuestros hermanos franciscanos, de acuerdo con monseñor Batantu, de feliz memoria. Estamos enfrente de la colina donde el cardenal Emilio Biayenda fue asesinado, con el fin de rezar por la paz y la reconciliación de este pueblo congo-leño que tanto ha sufrido la guerra.

El primer acontecimiento que nos trastornó fue la muerte del hermano Ángelo. El hermano Ángelo es originario de la provincia de Milán. Cuando llegamos nos ayudó mucho, acon-sejándonos y animándonos de mil maneras para ayudarnos a empezar bien. Estaba empeñado en que esta fundación co-menzase bien. En el mes de agosto los hermanos tuvieron su capítulo y el hermano Ángelo fue destinado a Makoua. Como otros dos hermanos habían sido ordenados al final del mes, nos quiso llevar a Makoua para que nuestra hermana Claire Regina pudiera volver a ver a su familia y para que nuestros hermanos pudieran decir una primera misa. En el viaje de vuelta, en un pequeño pueblo, había un taxi aparcado, y todo el pueblo estaba agrupado en torno al taxi. Entonces, una niña de unos cinco años empezó a cruzar la calle justo en el mo-mento en el que llegábamos y se abalanzó contra la rueda de-lantera de nuestro coche. A pesar de las súplicas de todos los


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que se encontraban en el coche que rogaban al hermano que continuase, hermano Ángelo se detuvo para coger a la niña y poder llevarla al hospital. En pocos segundos aparecieron unas jóvenes armados con machetes, lanzas, cuchillos, y sacaron al hermano del coche. En algunos minutos le mataron a mache-tazos.

Este acontecimiento trastornó mucho nuestra vida; pero hoy podemos decir que la sangre que nuestro hermano de-rramó en nuestra África se ha convertido en semilla de nueva vida. Nuestro hermano nos dio un muy buen testimonio de una vida entregada del todo a los otros. Como nos dice Jesús: «no hay nada más grande que dar la vida por los amigos». Nuestro hermano es mártir de la caridad ya que, después del accidente, pudo huir, pero dijo: «cojamos a la niña para salvar-la».

En nuestra vida de comunidad, lo que es admirable, es que siendo distintas las unas de las otras, somos complementarias. Es ahí donde vemos la riqueza de nuestra comunidad. Las pe-queñas dificultades de la vida cotidiana no faltan nunca, pero tratamos de gestionarlas con fe y confianza. Cada una de nues-tras hermanas es un don cuando la miramos con la mirada de Dios. Como el papa Francisco nos invitaba a vivir el año de la Misericordia, eso nos ayuda a profundizar en nuestra vida co-munitaria por el perdón recibido y donado. Como nos dice nuestra madre santa Clara en su testamento: «viendo que, aunque débiles y flacas según el cuerpo, no había penuria, ni pobreza, ni trabajo, ni tribulación, ni afrenta, ni menosprecio del mundo que nos arredrase…». Creo que esta palabra nos ayuda a perseverar. En África, la noción del tiempo es compli-cada, aunque en el monasterio el tiempo está bien regulado por el tiempo de oración, de trabajo y de expansión fraterna.


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Hemos integrado los valores africanos, entre otros: la acogida, la alegría, el compartir y la solidaridad. Tratamos de vivir la inculturación en nuestra oración, tomamos la decisión de can-tar los himnos en lenguas para que participe el pueblo de Dios. Queremos evangelizar nuestras costumbres.

En el Congo, hemos tenido por primera vez el Fórum de la vida consagrada, lo que nos ha permitido apreciar nuestros carismas y los de otras congregaciones y conocer también la historia del país, tomar conciencia de por qué estamos aquí.

Esta es, en líneas generales, nuestra jornada:

4:30: nos levantamos.

5 laudes, oración, misa.

7:45: desayuno, seguido del tiempo de trabajo. Tenemos adoración todo el día, cada hermana tiene su hora.

11:45: nos juntamos para el rosario y sexta. A continuación tenemos la comida, fregamos la vajilla y un tiempo de descan-so.

14:30: lectura espiritual, y a las 15:30 retomamos el trabajo.

17:30: oración, vísperas, cena, recreo.

20:30: oficio de lectura y completas.

Participamos en la misión de la Iglesia, de nuestra diócesis de Brazzaville, pero también del mundo entero respondiendo a las exigencias de nuestra vocación franciscana y clariana. Por la vida fraterna, vivida en comunidad, oración, ascesis, esta-mos llamadas a probar que: la Belleza, la Bondad, el Amor del


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Señor son infinitamente dignos de toda alabanza y de todo nuestro amor.

Estamos también en comunión con nuestros monasterios de la asociación «SOLOPHO KAMUTI». Entre nosotros existe complementariedad y colaboración a nivel de la formación de las abadesas, que se encuentran para tratar sobre la vida de nuestros monasterios. Formación también de las formadoras y de las jóvenes profesas, que participan en el trimestre santa Clara para profundizar en nuestro carisma.

«Las hermanas a las que el Señor ha dado la gracia de tra-bajar, ocúpense con fidelidad y devoción» (RCl 7,1). Es en este ambiente en el que trabajamos para mantener nuestra comu-nidad en la alegría y el olvido de sí al servicio del Señor. Tene-mos entre otros: el taller de costura para la confección de or-namentos litúrgicos, fabricación de velas, el jardín. A pesar de la pobreza de la tierra, hemos logrado tener algunos árboles frutales, verduras y flores que nos invitan a la alabanza del Creador.

Nuestra pequeña comunidad de Nuestra Señora de las Fuentes de Brazzaville cuenta, actualmente, con quince her-manas de cinco nacionalidades. Convencidas de nuestra voca-ción monástica, estamos frente a Dios y frente a los hombres, intercediendo por todos.

Damos gracias a nuestros hermanos franciscanos que nos han acogido, nos aseguran la eucaristía diaria y nos dan la po-sibilidad de la formación permanente.

«Entre todos los beneficios que hemos recibido, el más grande es el de nuestra vocación» (TestCl 2). Debemos un gran


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reconocimiento a nuestras hermanas fundadoras, las primeras misioneras que tuvieron el valor y el impulso generoso de ve-nir a transmitir el carisma franciscano a nuestra África.

Os lo agradecemos y os deseamos una buena subida hacia la Pascua.

Fraternalmente,

Vuestras hermanas clarisas de Djiri

2.3. Asociación Bikira Maria: Eco de la Asam-blea

Sor Francesca Federici, O.S.C.- Ijebu-Ode (Nigeria)

La asamblea de la Asociación Bikira Maria para las clarisas de lengua inglesa en África se llevó a cabo del 24 de abril al 11 de mayo de 2015, en la casa de retiro «La Verna» en África del Sur, no lejos de Johannesburgo. La casa de acogida está a cargo de los hermanos menores: hay una fraternidad residente de cinco hermanos y cinco postulantes. Aparte de una acogida muy generosa, la presencia de nuestros hermanos, y su participación en la oración, han acrecentado la alegría de sentirnos en casa. El lugar es muy agradable, cruzado por el río Vaal, lleno de plantas y flores, rodeado de colinas y lleno de paz y silencio. De hecho, sin medios a tu disposición es imposible contactar con el mundo «civilizado»; el lugar habitado más cercano está al otro lado del río: por la noche se ve gente acampada en las orillas del río, con fuegos


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encendidos y esto era motivo de preocupación para algunas hermanas..., si alguien tuviese la idea de cruzar el río por la noche y hacer algo desagradable por sorpresa a las hermanas. Las hermanas participantes eran cerca de treinta, entre ellas cuatro de los dos monasterios de capuchinas en Sudáfrica, Melville y Swellendam, unidas a nosotras no por vínculos jurídicos, sino por amistad y ayuda fraterna; las abadesas (o superioras) y delegadas procedían de Zambia, Zimbabwe, Malawi, Namibia, Sudáfrica, Tanzania, Uganda, Kenia, Nigeria.

Por desgracia, el año pasado murió el padre asistente de la Federación, P. Robert Stuart, y puesto que todavía no ha sido posible reemplazarlo, tuvimos la alegría de tener una vez más con nosotras al P. Liam McDermott, asistente desde el principio y co-fundador de la Asociación; fue emocionante oírlo cantar de nuevo durante la misa en el idioma local ( es capaz de hacerlo en la mayoría de los idiomas de los monasterios que visita: Swahili, Zulu, Chichewa, etc.). Después de la santa misa de apertura, fuimos juntos a rezar, con intervenciones espontáneas y cantos, a la tumba del P. Robert.

Para la reunión no fue invitado ningún ponente, pero todos los monasterios se comprometieron en los meses anteriores a desarrollar algunos temas sugeridos por la asociación y cada monasterio fue invitado a compartir su trabajo. Los temas propuestos fueron:

1) ¿Cómo cultivamos en nuestra vida cotidiana un estilo de vida contemplativo, siguiendo el ejemplo de Francisco y Clara (en relación con Dios, con los demás, con nuestros hermanos frailes, con la naturaleza, con las personas con las que vivimos)?


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2) ¿Cómo lograremos ser testigos de nuestra vida clariana, sin perder su espíritu, en este mundo que cambia tan rápido?

3) ¿Cómo vivimos el voto de obediencia en nuestra vida de clarisas?

4) La confidencialidad es una virtud que fomenta la confianza, el respeto y la caridad. ¿Cómo la cultivamos en nuestras comunidades y en la asociación?

5) El magisterio del papa Francisco: Francisco está sin duda guiando a la Iglesia en un momento de renovación, teniendo a san Francisco como guía. Del mensaje del Evangelio para nuestros tiempos, él hace hincapié en la pobreza, la humildad, la sencillez, el espíritu de familia, la apertura a los demás, la unidad y la reconciliación.

a) ¿Nos hemos acercado a sus enseñanzas?

b) ¿De qué manera?

c) ¿Nos sentimos interpeladas (más que los demás) como franciscanas por sus enseñanzas?

d) ¿Qué hacemos para ayudar al santo padre a «reparar la Iglesia»?

En todas estas cuestiones las comunidades han trabajado mucho y con empeño, y el intercambio ha sido muy rico (por supuesto no todas al mismo nivel), caracterizado por una gran apertura, sinceridad y sencillez; al final de cada relación existía la oportunidad de hacer preguntas para aclarar o profundizar. Todo ha sido muy enriquecedor y alentador: sabiendo que otras comunidades tienen nuestras propias dificultades y problemas, sin falsas fachadas perfeccionistas, ha sido todo muy positivo y constructivo.


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Queremos ofrecer algunas pistas de las reflexiones realiza-das por las diferentes comunidades y por las intervenciones de las hermanas presentes. La primera comunidad que ofreció sus reflexiones fue la de Lusaka (Zambia), expresando en la apertu-ra lo que también otras han expresado en diferentes formas posteriormente: el agradecimiento por los argumentos ofreci-dos a la reflexión, que han sido verdaderamente muy estimu-lantes. La primera pregunta en particular, ha sido una constan-te en la reflexión, porque expresa lo que realmente somos: contemplativas. Fue como volver a descubrir, tocar, reivindicar y estudiar en profundidad lo que significa ser una contemplati-va. En comunidad se ofreció la oportunidad de reflexionar lar-ga y personalmente en pequeños grupos y elaborar respuestas personales para volver a descubrir la manera de promover, estimular, apoyar y desarrollar un estilo de vida contemplativo en nuestra vida diaria.

Lo que llamó la atención a las hermanas en la reflexión de la comunidad de Mwanza (Tanzania) fue la tarea de la evangelización realizada a través de la producción de CD y DVD. A partir de la contemplación de la naturaleza y otros estímulos, algunas hermanas se sintieron inspiradas para componer canciones y bailes, que a continuación se realizaron con la cooperación de toda la comunidad y fueron publicados con la ayuda de algunos bienhechores. El testimonio de hermanas jovencísimas, jóvenes y ancianas que cantan y danzan juntas, sonriendo, ha demostrado ser un poderoso medio de animación vocacional y evangelización; incluso algunos musulmanes, impresionados por ello, han pedido a las hermanas si pueden orar con ellas... (también en Tanzania hay un movimiento terrorista Al Shabab, como Boko Haram).


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La comunidad de Myanga (Kenia) profundizó sobre la cuestión de la confidencialidad destacando su extrema importancia en la formación, en el acompañamiento y en la dirección espiritual, a menudo solicitada a las hermanas contemplativas por parte de laicos, religiosos/as e incluso sacerdotes. Otro punto que ha generado un gran interés fue el uso de internet para la formación y la información; se han sugerido algunos sitios web para seguir la información del Vaticano y de los discursos del papa o sus movimientos; se compartió la experiencia de algunas de las hermanas que han participado en los programas de la Universidad Franciscana de Canterbury online. La conversación se desplazó, con diferentes opiniones, sobre el uso y abuso de los teléfonos móviles y ordenadores.

Después de la contribución de la comunidad de Windhoek se mantuvo un cambio de impresiones sobre la conveniencia y ventajas (o desventajas) de ofrecer a algunas hermanas la oportunidad de estudiar fuera del monasterio. Muchas de las que se les dio la opción, hicieron hincapié sobre la importancia para su crecimiento personal y la posibilidad de adquirir la preparación necesaria para llevar a cabo la tarea de formación en este mundo en rápida transformación, en el que necesitamos los medios apropiados para tratar de comprender y ayudar a crecer a las jóvenes en formación. Otras hermanas no ven la importancia sino más bien los peligros, incluyendo la envidia y los celos por parte de otras hermanas, ya que, utilizando una expresiva imagen, «es diferente entregar un ordenador o un cubo con fertilizante para el jardín». Dado que la clausura es un valor importante para todas nosotras y, por necesidad, debe transgredirse sobre la base de los estudios fuera del monasterio, todas las hermanas que se han beneficiado de ello están agradecidas por las oportunidad que


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se les ha ofrecido, pero la consideran una experiencia pasada y no tienen ningún deseo de repetir. La reflexión de la comunidad Mbarara (Uganda), muy clara, profunda y rica en

ideas, ha incitado a la reflexión sobre la confidencialidad, lo que no significa falta de comunicación, sino simplemente no revelar información privada; compartir información de interés común en el momento adecuado ayuda al espíritu de familia, mientras que el secreto excesivo puede generar la sospecha y la malicia. Necesitamos el don del Espíritu Santo para discernir cómo, cuándo y qué compartir con la comunidad. Otro elemento que ha suscitado un gran interés fue la presentación de la importancia del así llamado capítulo de culpas, cuidadosamente preparado por ellas y que se celebra cada semana o cada quince días y se utiliza como un poderoso instrumento de reconciliación y de crecimiento en la vida comunitaria.

El miércoles 6 de mayo se llevó a cabo la elección de la coordinadora, en cuyo servicio ha sido confirmada la madre Anuarite Chulu, Lusaka, Zambia; consejeras: sor María Tamele, Zimbabwe, y sor Mary Rose Aghanu, Nigeria.

Las celebraciones litúrgicas han sido muy vivas y animadas.

Las abadesas y madres superioras estuvieron muy agradecidas de que dos días fuesen reservados para ellas, para compartir problemas y experiencias; mientras que las delegadas se reunieron entre sí con la hermana Elizabeth, Uganda, como coordinadora.

Los últimos tres días fueron dedicados a la organización y planificación de las futuras actividades de la asociación.


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Siempre estamos muy agradecidas por esta posibilidad de crecimiento y colaboración, y por ello alabamos a Dios Padre, fuente de todo bien.

Durante el intercambio de ideas entre las hermanas han surgido otros retos y problemas para el crecimiento de la asociación y de las comunidades; el problema económico, por ejemplo, ante el cual se encuentran las responsables cada vez que hay que organizar asambleas o cursos de formación. Para grandes distancias, y la consiguiente necesidad de transporte aéreo, los costos son considerables y, debido a la crisis económica mundial, incluso la ayuda de Europa y los Estados Unidos han disminuido o desaparecido. La situación es preocupante y ha impulsado varias veces a las organizadoras a proponer una división en la asociación con el fin de disminuir las distancias; sin embargo, la propuesta ha sido siempre rechazada, porque dañaría el mutuo conocimiento y la comunión recíproca entre los monasterios.

A continuación, se ha reflexionado sobre el gran equilibrio necesario para hacer, de la manera más serena posible, el cambio del cargo de abadesa de una hermana a otra; para evitar tensiones y competencia, se necesita, sin duda, mucha madurez y paciencia por ambas partes.

Estos son los problemas y retos de las hermanas que viven en África, probablemente no muy diferentes de los de las clarisas de todo el mundo. Con esta convicción y certeza permanecemos en comunión en la oración de Francisco y Clara en este año del Jubileo de la Misericordia.


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2.4. Italia: De Vírgenes Ermitañas franciscanas a Hermanas Pobres de Santa Clara

Hermanas de Padua (Italia)

Somos las hermanas pobres del Monasterio de San Buenaventura de Padua. Nuestra comunidad está compuesta por siete hermanas con una edad comprendida entre los 40 y los 88 años.

Nuestro monasterio fue fundado en 1612 por la venerable madre Graziosa Zechini (Venecia 1586 – Padua 1655), que adoptó la regla de la Tercera Orden Franciscana. Madre Graziosa, siguiendo la inspiración del Señor, dejó una fuerte huella en su comunidad, infundiendo en sus hijas y hermanas el carisma eremítico-cenobítico. Esta comunidad, que ha sido siempre pequeña numéricamente, ha sobrevivido a través de los siglos a dos exclaustraciones, la napoleónica y la del Estado italiano, y a las innumerables dificultades que siempre han marcado la vida de fraternidad.

El año 2012 hemos celebrado el cuarto centenario de la fundación con inmensa gratitud al Señor por las gracias que siempre nos ha prodigado. Desde hace ya tiempo, sin embargo, se inicia un camino de lento y doloroso discernimiento: la comunidad se debilitó cada vez más, la edad avanzaba y la fatiga de sostener la regular observancia monástica se hacía notar.

Reflexionando sobre nuestros orígenes, comenzamos a tomar en consideración aquel árbol robusto del cual nosotras no éramos sino un débil brote. Madre Graziosa, antes de


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fundar nuestro monasterio, había entrado en las capuchinas, (había salido por motivos de salud), y cada vez más reconocíamos en sus escritos el manantial de su espiritualidad clariana. Con esfuerzo, pero con creciente libertad interior, hemos logrado entender que nuestra consagración ha sido a Dios y no a Madre Graziosa (amada tierna y profundamente por todas nosotras), que la cosa más importante y agradable a Dios era dar nueva vida a este lugar de oración, más que inmovilizarnos en nuestras costumbres. En una palabra, hemos renovado nuestra elección de seguir solo a Jesús, de vivir su Evangelio en pobreza y en una santa unidad redescubierta en un diálogo comunitario, laborioso pero enriquecedor. Así las cosas, todas unidas a Jesús, hemos llegado a pedir a la Congregación para la Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, con el consentimiento de nuestro obispo, el permiso para entrar a formar parte de la Segunda Orden Franciscana de las Hermanas Pobres de Santa Clara, en noviembre de 2014. El 17 de abril de 2015 la Congregación emitió el Decreto de aprobación de nuestra solicitud.

De esta manera nos hemos encontrado todas siendo «novicias», con el deseo de emitir pronto la nueva profesión. En la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, día para nosotras muy querido desde siempre y en el que renovamos anualmente nuestros votos, hemos emitido en las manos de nuestro obispo la nueva profesión de Hermanas Pobres de Santa Clara con profunda alegría y serenidad. Las «novicias» se han abandonado en las manos del Sumo Bien, sin pedir nada más que poder amarlo con cada fibra de nuestro corazón.

Ahora esperamos que el buen Dios nos bendiga con el regalo de algunas vocaciones que traigan agua fresca a este jardín, en el que todo está listo para germinar. Estamos, en


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efecto, tratando de reorganizar nuestra vida según el carisma clariano, y tratando de conseguir en lo concreto de nuestra elección la búsqueda de una santa unidad que nos consolide cada vez más en el Corazón de Dios.

Vivimos este tiempo como un regalo de Dios, experimentamos la alegría y el calor de pertenecer a una gran familia y nos sentimos sustentadas por la cercanía de los hermanos de la primera orden. ¡En verdad todo es gracia!


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2.5. Hungría y Rumanía: Visita de fray Fernando Laguna Mendoza

Hermanas de los Ramos de Szécsény y de Csíksomlyó

Ramo de Sion

El hermano Fernando Laguna Mendoza, O.F.M., delegado Pro-monialibus, vino a visitar nuestra comunidad en los dos lugares en los que está im-plantada. La primera visita tuvo lugar del 15 al 18 de marzo de 2015, en Hungría, y la segunda, del 4 al 7 de abril de 2016, en Rumanía.

En efecto, el Ramo de Sion, monasterio-eremitorio de clari-sas, en Francia, bajo el gobierno de madre María Bea-triz (abadesa entre 1990 y 2014), fundó dos comuni-dades de clarisas en Europa Central: una en Hungría, en 1995, y la otra en Rumanía, en el año 2000. Fue una reimplantación de la vida de clarisas después de doscientos años de ausencia de nuestra orden en esos países.

Ramo de Szécsény


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En 2009, el Ramo de Szécsény (Hungría) pasó a ser monas-terio autónomo, y el Ramo de Csíksomlyó (Rumanía) le fue incorporado como fundación. Todo ello en razón de la historia de estos dos países, ya que en nuestras comunidades habla-mos la misma lengua. En ese contexto nos encontró nuestro hermano Fernando.

Durante los días de sus visitas, nos animó en la vivencia de nuestra vocación y nos llamó a continuar gozosamente, con confianza, este mo-do de vida en silen-cio y oración, cari-dad fraterna, com-bate espiritual y el compartir de nues-tra vida de oración con todo el que lla-me a nuestra puer-ta. Esta acogida nos permite estar cerca de los pe-queños de nuestro mundo. Nuestro hermano nos for-taleció en nuestra vocación de hacer llegar el amor de Dios a los corazo-nes humanos que deben ser con-quistados para él. Lo hizo con sus palabras, pero más aún con su ejemplo de vida sencilla entre nosotras. La convivencia fraterna con él durante

Ramo de Csíksomlyó


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esos pocos días fue para nuestra vida un acontecimiento fuer-te y una gracia del Altísimo. A través de este encuentro, nues-tro lazo espiritual con nuestras hermanas clarisas repartidas por el mundo se fortaleció, por lo que nos contó nuestro her-mano de lo que vivió en los monasterios que ha visitado. Por su presencia, el lazo de unión con los hermanos de la primera orden se intensificó también, hermanos cuya presencia cerca de nuestros monasterios es tan preciosa.

Que el Señor nos regale una comunión cada vez más pro-funda entre nosotros, hermanos y hermanas de la familia fran-ciscana, herederos de la forma de vida según el santo Evange-lio que empezaron hace más de ocho siglos Francisco y Clara de Asís.

Con estas palabras, nos gustaría expresar nuestro agrade-cimiento al hermano Fernando, pues hemos experimentado lo que canta el salmista: «Ved qué dulzura, qué delicia, convivir los hermanos unidos». Queremos también deciros, hermanas clarisas, lo fraternalmente unidas que estamos a cada una en lo cotidiano de nuestra vida de seguimiento de Cristo pobre, y lo que contamos con vuestra oración.


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3. Artículos

3.1. Santa Eustochia Calafato: Una publicación en alemán sobre una clarisa de la observancia

Sor Monica Benedetta Umiker, O.S.C. – Monteluce (Italia)

En el trascurso de unos pocos años ha salido la tercera publicación en alemán de una santa clarisa italiana del tiempo de la Observancia: primero se puso a disposición del mundo alemán la figura de santa Catalina de Bolonia (Katharina Vigri von Bologna (1413-1463): Leben und Schriften, Fachstelle Franziskanische Forschung, Münster, 2012); pocos meses después, la figura de santa Camilla Battista Varano, de Camerino, en las Marcas (Es begann mit einer Träne...: Leben und Schriften der heiligen Camilla Battista Varano OSC (1458-1524), Heiligenkreuz: Be & Be, 2012); y ahora llega el turno de santa Eustoquia Calafato de Messina (Heilige Eustochia Calafato 1434-1485: Quellen zum Leben einer Reformerin im Orden der heiligen Klara von Asis, Heiligenkreuz: Be & Be, 2015).

Debemos la iniciativa de esta empresa divulgativa a la tenacidad y pasión de Susanne Ernst de Salzburgo, que, en colaboración con un grupo internacional formado prevalente-


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mente por mujeres, y poco a poco por algún fraile competente, ha puesto a disposición en alemán las principales fuentes sobre la vida de estas tres mujeres: en primer lugar, la biografía, a continuación los escritos, y finalmente cualquier otra fuente importante.

El libro de santa Eustoquia se divide en cuatro partes, seguido por dos anexos. En la primera parte, Susanne Ernst, después de la cronología de la vida de Eustoquia, introduce al lector en la historia de Messina y en el momento en el que vivió la santa, presenta la familia por parte de padre y madre, y se refiere a la cultura de la época con el estilo de las biografías de entonces. Para facilitar el acceso a la espiritualidad de Eustoquia, presenta un buen resumen de la espiritualidad de Clara de Asís: subraya el aspecto central de la relación íntima con el Señor Jesús, especialmente en su dimensión de la kénosis, desde su encarnación a su pasión, una relación que nos hace «contemporáneos» con él en la participación de una «tarea» de expiación en unión con Cristo.

La segunda parte contiene la Vita s. Eustoquia en cincuenta y siete capítulos, atribuidos a la hermana y discípula sor Jacoba de Pollicino, pero, más probablemente escrita por otras dos hermanas durante el cargo de abadesa de la misma santa. Sor Jacoba había enviado el manuscrito de la Vida a sor Cecilia Coppoli en el monasterio de santa Lucía de Foligno, que mantenía correspondencia con Eustoquia y quería saber de ella: este original se ha perdido, pero, sin duda, es una copia directa del manuscrito escrito en 1510 por sor Felicita en el scriptorium del monasterio de Monteluce en Perugia y que se conserva en la biblioteca municipal local. Una copia más antigua de la Vida se conserva en Ferrara: la introducción de Susanne Ernst informa de las noticias de la crónica del


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monasterio de Foligno (Ricordanze, pp 4-5), ya que sor Cecilia Coppoli y sus hermanas también estaban en contacto con las hermanas del monasterio de Ferrara (además de las de Mantua. Bolonia, L'Aquila y otros).

La parte III contiene dos cartas de la hermana Jacoba a sor Cecilia Coppoli, cada una con una introducción y situada en el tiempo, con una indicación de la fuente y de las publicaciones.

En la cuarta parte, para completar el cuadro de las fuentes, se informa de que el cronista franciscano Mariano de Florencia escribió a comienzos de1500 en su Libro sobre la dignidad y excelencias de la Orden de la seráfica Madre de las Señoras Pobres santa Clara de Asís, sobre santa Eustoquia ,sobre la beata Francesca, hermana de Eustoquia, sobre sor Jacoba Pollicino, y la beata Cecilia Coppoli.

El anexo 1 presenta dos documentos relativos a la fundación de un monasterio con la regla de santa Clara concedida a Mascalda, madre de Eustochia, y a Mita, hermana de la santa.

El anexo 2 proporciona la traducción del Libro de la Pasión, que fue encontrado en un manuscrito en Ferrara y en principio atribuido a Eustoquia. A pesar de las dudas sucesivamente superadas, sabemos por su Vida que Eustoquia sabía escribir y escribió. No solo eso, sino que la Vida narra cómo por mandato divino debía escribir un libro sobre la Pasión del Señor para sus hermanas, y que durante un tiempo se retiraba a solas en su celda para escribir, bañada en lágrimas al pensar en la Pasión del Señor.

El libro incluye al comienzo el sumario de los contenidos y el prefacio, y al final los índices escriturísticos, los nombres de


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personas y lugares y la bibliografía, y en el centro del libro proporciona unas seis páginas de fotografías.

Se trata de un texto precioso, serio, que recoge y analiza todas las fuentes de Eustoquia. Entre otras cosas, afecta a algunas noticias no importantes, pero sí interesantes, porque son comunes a Clara de Asís, y a Eustoquia: Clara fue seguida por Ortolana y por su hermana Inés, Eustoquia por su madre Mascalda y por su hermana Mita; parece que Eustoquia nació el «día de san Sebastián», el 20 de enero, y también en antiguas fuentes clarianas encontradas en Alemania se dice que Clara nació el día de san Sebastián (Fuentes clarianas 1735, 2060, 2164 y 2165). Además, sus respectivas biografías mencionan el nombre de la madre, pero no del padre, ni de Clara ni de Eustoquia.

Hay por lo menos dos mensajes valiosos que nos llegan a partir de esta publicación. El primero es la «red de relaciones» entre las clarisas y los monasterios de la rama femenina de la observancia franciscana más allá de cualquier distancia. Catalina de Bolonia (1413-1463), Camilla Battista de Varano (1458-1524) y Eustochia (1434-1485), de acuerdo con sus datos personales no podían tener contacto entre sí, pero los escritos de Catalina, en particular Los siete desiertos espirituales, se extendieron muy pronto y rápidamente en los otros monasterios de la observancia, como lo demuestran los manuscritos conservados. Así incluso la Vida de Eustoquia fue enviada a Foligno poco después de su muerte y se hicieron copias tanto allí como en Perugia. Fuentes relacionadas con Eustoquia prueban, con particular evidencia, esta red de relaciones que existían y que se desarrolló más allá de su muerte por medio de los frailes que iban y venían de Sicilia a Umbría y que crearon puentes entre los monasterios de


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Messina y Foligno, y, a través de Foligno, con Perugia e indirectamente con otros monasterios. Estas hermanas, unidas por su mirada fija en Cristo y el mismo camino del discipulado, tenían contactos entre sí buscados y queridos. Como Clara de Asís con Inés de Praga, así también sor Cecilia Coppoli con sor Jacoba Pollicino.

Un segundo mensaje proviene del hecho que estas tres santas clarisas eran muy amadas y estimadas por sus hermanas, porque de una relación viva y profunda con Jesús, con Dios que es amor, brota nueva vida que irradia y difunde amor y alegría.

3.2. Una clarisa para recordar: Caritas Pirc-kheimer

Sor Chiara Amata Tognali – Bienno (Italia)

Nacida en 1467 vivió en Alemania, donde es bastante conocida; Cáritas Pirckheimer es desconocida en Italia, incluso entre las clarisas. Y es una lástima, porque se trata de una figura muy interesante.

Contemporánea de Lutero, mujer inteligente y muy culta, que, sin embargo, hubiese permanecido oculta e ignorada por la historia si la irrupción de los acontecimientos no la hubiesen obligado a emprender una dura lucha contra sus propios compatriotas. En su ciudad natal Nuremberg, en pocos meses, se estableció la reforma protestante y Cáritas, que estaba al frente del monasterio de Santa Clara, tuvo que hacer de todo


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para salvar su fraternidad de la ruina. Lo consiguió solo en parte.

Proveniente de una de las familias más ilustres de Nuremberg, ingresó muy joven en el monasterio de Santa Clara en la misma ciudad, donde pasó largos y serenos años, feliz de servir al Señor y a las hermanas. Cultivó el estudio de la sagrada Escritura y el latín. Aún hoy podemos leer su vivaz correspondencia con su hermano, con un amigo y con varios estudiosos. Era muy respetada y amada, no solo en su ciudad, sino también en el círculo más amplio de los humanistas. Incluso es citada por Erasmo de Rótterdam.

Cuando en marzo de 1525 el Consejo de la ciudad decidió que Nuremberg se uniese al movimiento suscitado por Lutero, Cáritas era abadesa y en su monasterio había alrededor de sesenta hermanas, de todas las edades, casi todas originarias de la misma Núremberg. En ese día comenzaron para ellas momentos dramáticos, tiempos en los que tenían que someterse a muchos y obstinados intentos para convencer a aquellos para los que solo ahora había llegado a la ciudad el «evangelio puro», y que tenían que convertirse al mismo. Los reformadores querían que abandonasen su modo de vida en común, dedicadas a Dios. Por lo tanto, se puso en marcha una táctica suave (aunque no excesiva), alternada con agitación popular, para cerrar el monasterio, cuya presencia ya no era apreciada.

El shock de las hermanas fue enorme, ya que hasta entonces habían tenido buenísimas relaciones con la ciudad, donde vivían todos sus amigos y parientes. Guiadas por Cáritas resistieron, durante meses a constantes presiones, caracterizadas por puño de hierro y guante de terciopelo.


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Tuvieron que vivir con impotencia una escena dramática: tres hermanas jóvenes fueron arrancadas por la fuerza del monasterio por sus familiares, con el consentimiento del Consejo de la ciudad (toda autoridad eclesial ya había sido expulsada), aunque llorasen y se desesperasen.

Cuando parecía que no había ninguna esperanza, llegó a Núremberg uno de los líderes de la reforma, el brazo derecho de Lutero, Philip Melanchthon. Era noviembre de 1525 y había venido a la ciudad para organizar los estudios de acuerdo con el nuevo curso. Se le propuso visitar el monasterio y él aceptó, y las hermanas, que habían oído hablar de él como un hombre prudente, también lo aceptaron. La reunión tuvo lugar unos días más tarde y fue el rayo de luz que tanto habían deseado.

Philip y Cáritas hablaron extensamente, abordando incluso algunos puntos calientes de la doctrina protestante. Descubrieron de este modo, que el acuerdo era posible y que por ambas partes existía el mismo anhelo de vivir el Evangelio, aunque no estuvieron de acuerdo en todo. Cuando Melanchthon salió de la larga conversación, reprendió al Concejo municipal por las presiones que habían ejercido y por la violación de la libertad que habían aplicado a su vez. También las hermanas vivían el Evangelio, afirmó, y si querían continuar sus vidas debían dejarlas en paz. Fue la salvación.

Tenemos el informe de Cáritas sobre este encuentro, seco y preciso; concluye: «En su discurso fue más moderado que ninguno de los luteranos que yo había oído. Estaba muy decepcionado de que se obligase a la gente por la fuerza. Nos dejó en buena amistad y luego convenció al fiscal y a los otros señores sobre muchas cosas».


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Por desgracia, no fue una victoria completa, debido a que el monasterio tenía prohibido admitir a nuevas hermanas y, por tanto, estaba condenado a la extinción.

El eco de la lucha de las hermanas se extendió, sin embargo, por toda Alemania, y, de hecho, fue el único monasterio que logró mantenerse abierto en las zonas de la Reforma.

La historia, en su conjunto, es más bien triste, porque demuestra que los cristianos en nombre del Evangelio oprimen a otros cristianos, y, por desgracia, sabemos que esto ha sucedido tanto en los territorios en los que se ha impuesto la reforma, como en los que se resistieron a la misma Por ambas partes, en nombre del Evangelio se cometieron perversidades. Solo en tiempos muy recientes, las relaciones entre católicos y protestantes han estado abiertas a un diálogo.

Las noticias de las que he informado son todas de primera mano, ya que Cáritas ha dejado un memorial de este periodo, en el que describe todas las medidas adoptadas por ella y por su fraternidad durante aquellos años dramáticos; facilita informes de todas las reuniones importantes y da noticia de todas las cartas escritas al Concejo de la ciudad describiendo, minuto a minuto, el día que fue grabado dolorosamente en la memoria: aquel en el que tres hermanas habían sido arrancadas en contra de su voluntad.

A pesar de los ásperos contrastes que Cáritas tuvo con muchos líderes de la Reforma protestante, no se la considera en absoluto una figura antiecuménica; al contrario, su inteligencia y santidad, la capacidad de diálogo y claridad teológica que demostró (aunque siempre trató de no involucrarse en cuestiones teológicas), la hacen actual y no del


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agrado de los protestantes. Existe un importante texto, escrito con motivo del 450 aniversario de la muerte, que contiene numerosos estudios sobre ella, tanto por parte católica como por parte protestante y se titula Caritas Pirckheimer. Religiosa y humanista modelo para el ecumenismo. Creo que tal título resume bien la figura luminosa de esta mujer que se encontró en una posición muy incómoda en un momento crucial y complejo en la historia, pero que nunca se dejó llevar de controversias innecesarias. Tomó nota de la confusión existente entre los cristianos y no se puso del lado de los que fanáticamente tienen razón, ni siquiera de la parte de los que pensaban que habían descubierto una verdad que los cristianos ya vivían y anunciaban desde hacía 1500 años. Eligió el camino de la prudencia evangélica: «Decidimos entre nosotras perseverar en la fe antigua y en el estado religioso y no aceptar nada nuevo que no sea asumido por la Iglesia cristiana». Hoy en día, después de siglos de disputas y varias décadas de diálogo ecuménico, podemos ver cuánta sabiduría hubo en la elección de aquella espera vigilante, que no se dejó deslumbrar por el entusiasmo poco iluminado de los extremistas.

Caritas murió unos años más tarde, y una a una murieron las demás hermanas que habían permanecido fieles a ella. El edificio del monasterio se utilizó para otros fines y fue demolido a principios del siglo XX. La iglesia todavía existe hoy en óptimo estado, para memoria eterna de las hermanas que tanto habían rezado y luchado.


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3.3. Oración

Jesús, cuando estoy delante de tu imagen crucificada, mi corazón sufre contigo. ¡Cuánto amor irradia, de cuántas penas nos libera! Tu brazo extendido nos muestra cuál es el amor que nos indicas. Es amor misericordioso, inmerecido, que quiere conquistar nuestro corazón y mente. Cuando nos sentimos solos y abandonados, él se nos da en plenitud. Unidos a las santas mujeres queremos contemplar tu amor que nos llena de confianza. Tu mano, extendida en amor, ha despertado nuestra confianza. Donde hay culpa y pecado en nosotros tu imagen nos muestra la anchura de tu amor. También cuando los sufrimientos y preocupaciones pesan sobre nosotros, tu amor siempre busca nuestra felicidad, quiere estar con nosotros, ser ayuda y consuelo, y nos libra de la soledad. Oh Jesús, que tu amor crucificado nos salve de este mundo agitado, del odio y de las malas concupiscencias, y que nos muestre los caminos hacia un mundo iluminado por tu amor y misericordia. Y Jesús, llevando la cruz, nos guía con su amor, que hace posible que cada persona le pueda seguir, hallando de nuevo ánimo y esperanza,


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uniéndose con fidelidad a todo lo que hay de bueno. De esta forma, para nosotros, los redimidos, la pasión de Jesús y su gran dolor son la senda segura hacia el cielo.

Sor Maria Agnes Merwald, O.S.C. - Daun (Alemania)


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4. Noticias…

4.1. Francia: Federación de Santa Clara

La Federación Santa Clara de Francia ha celebrado asam-blea federal del 8 al 12 de marzo de 2016. El resultado de las elecciones fue:

Presidenta: Sor Clara Robin (clarisa-capuchina de Chama-lières)

Consejeras: Sor Sylviane Bian (clarisa de Mur de Barrez)

Sor Monique Allard (clarisa de Millau)

Sor Marie-Anges Milos (monasterio de Santa Coleta de Asís)

Sor Marie du Sinai Roca (clarisa de Toulose)


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4.2. Erección canónica

Con fecha de 13 de noviembre de 2015 (Prot. n. 7265A/1987), la Congregación para los Institutos de Vida Con-sagrada y las Sociedades de Vida Apostólica ha erigido canóni-camente el Monasterio de Santa Clara de Brestovsko, archidió-cesis de Vrhbosna, en Bosnia-Herzegovina.

Dicho monasterio fue fundado por las clarisas del Monaste-rio de Santa Clara de Split, archidiócesis de Split-Makarska, en Croacia. Las hermanas fundadoras fueron: sor M. Ivana Šuljić, sor M. Hijacinta Batinić, Sr. M. Klara Vujica, sor M. Franciska Lasić, sor M. Kristina lvanović, sor Marija Milić, sor M. Rita Miloš y sor M. Nikolina Antičević.

PRO-MANUSCRIPTO

Monasterio Santa Chiara - Cortona (Ar)

Italia

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CUADERNO DEL OFICIO PRO MONIALIBUS · extraídos de las enseñanzas del papa Francisco y remarcó: la alegría, hacer despertar al mundo, los religiosos como exper-tos en comunión,