CUANDO DIOS CAMINO POR EL MUNDO

(Relatos de Chilo)

ERWIN HAVERBECK O.

El Hombre, la serpiente y El Hombre, la serpiente y El Hombre, la serpiente y El Hombre, la serpiente y el zorroel zorroel zorroel zorro

USO EXCLUSIVO VITANET, BIBLIOTECA VIRTUAL, 2003

EL HOMBRE, LA SERPIENTE Y EL ZORRO

EEEEra una serpiente que estaba aplastada por una inmensa piedra y no poda salir. Un hombre que casualmente caminaba por ah sinti unos silbidos. Como no vea a nadie, se pregunt extraado:

Quin estar silbando? No. veo a nadie. Se acerc a la piedra y all estaba la serpiente, que, con voz

quejumbrosa, le suplic: Amigo, por lo que ms quieras, scame de aqu, scame

la piedra que me aprisiona. El hombre hizo fuerza..., muchsima fuerza, y logr sacar la

piedra grandota que tena atrapada a la serpiente. Pero apenas sta se sinti libre, dio un salto y le dijo a su salvador:

Ahora, amigo, te voy a comer porque tengo mucha hambre.

Ante estas inesperadas palabras, el hombre dijo: - Pero, serpiente, cmo puedes hacerme esto si

yo acabo de salvarte la vida? - Bueno- le replico sta-, es que sucede que un bien nunca se paga con otro bien; siempre se paga con un mal . Entonces te voy a comer.

Qu te parece le dijo el hombre si buscamos tres testigos para pedirles su opinin?

Bueno dijo la serpiente, acepto. Ella se fue enrollada en el cuello del hombre, ya que del

hambre que tena no poda caminar. As, al primero que encontraron fue a un buey viejo. Al verlo, la serpiente le formul la pregunta:

Cieno, seor buey, que un bien nunca se paga con otro bien, siempre se paga con un mal?

El animal, luego de meditar unos instantes, expres su total acuerdo con la serpiente.

Es lo que me sucedi con mi amo dijo, ya que antes, cuando le serva, me daba abundantes pastos para que yo comiera; en cambio ahora, que estoy viejo y ya no le sirvo, me tiene abandonado, esperando slo que muera.

La serpiente, con expresin triunfante, hizo notar al hombre que ya tena un testigo a su favor.

Siguieron caminando y encontraron un burro, al que la serpiente repiti la pregunta:

Cieno, seor burro, que un bien nunca se paga con otro bien, siempre con un mal?

Cieno es replic el asno, y basta con observar mi situacin. Antes, cuando poda llevar cargas muy pesadas, mi amo me cuidaba y alimentaba bien. En cambio ahora, que ya no sirvo, me olvid y slo espera que yo muera.

No ves? dijo la serpiente con aspecto cada vez ms triunfante, ya tengo dos testigos, slo falta uno.

El hombre comenz a preocuparse muchsimo, porque si el tercer testigo estaba de parte de la serpiente, sta se lo comera.

Caminaron, caminaron un largo trecho y encontraron un zorro. La serpiente le formul la misma pregunta.

Cieno, seor zorro, que un bien nunca se paga con otro bien, siempre con un mal?

El zorro, con sus astutos y pequeos ojillos, medit unos instantes y pidi mayores explicaciones.

Bueno dijo la serpiente, yo estaba aplastada por una piedra y este hombre me sac. Evidentemente me hizo un bien. Pero como yo tengo mucha hambre me lo quiero comer, porque un bien nunca se paga con otro bien.

Entonces dijo el zorro: Vamos los tres donde estaba la piedra. La serpiente se baj del cuello del hombre y se fue

arrastrando fatigosamente, porque tena mucha hambre. Una vez que llegaron al lugar donde estaba la piedra, la serpiente dijo:

Yo estaba as, de esta manera.

En ese momento, rpidamente, el hombre y el zorro le dejaron caer la piedra encima. El zorro le pregunt:

As estabas? S le contest. Pues, qudate all. De ah no volvers a salir. El hombre, agradecido, se despidi del zorro prometiendo

ser su amigo y ayudarlo si alguna vez lo necesitaba.

CUANDO DIOS CAMINO POR EL MUNDO"El hombre, la serpiente y el zorro"