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Cuestiones metodológicas en la investigación filosófica Jacinto RIVERA DE ROSALES UNED. Opto. de Filosofía RESUMEN: Se reflexiona aquí sobre las estrategias básicas de una investigación filosófica en base a la estructura de la subjetividad y de la comprensión: su originariedad, su fmi- tud y la intersubjetividad. Por ello el estudioso ha departir de su propio interés, delimi- tar el tema según sus capacidades, pensar por mismo y dialogar. En esto ha de tener en cuenta la originariedad y temporalidad característica del diálogo filosófico, la tarea in- terpretativa de los textos, las deficiencias de todo lenguaje y la situación personal. Por último se hacen algunas observaciones sobre la redacción. ZUSAMMENFASSUNG: Es wird hier Ober die Grundstrategien von ciner philosophischen Eorschung auf Gruod der Struktur der Subjektivitát und des Vcrstehens, d. i., ibrer Ur- sprdnlichkeit, ihrer Endlichkeit und der lntersubjektivit~t, nachgedacht. Dementspre- chend muB der Studierende von semen lnteressen ausgehen, das Thema nach seiner FA- higkeiteri abgrenzen, von sich selbst denken und mitdecken. tu diesem soil er auf dic Ursprúnlichkeit und dic eigerittimliche Zeitlichkeit des philosophischen Dialog, aul dic hermeneuiische Aufgabe den Testen gegenflber. dic Mangelhaftigkeit der Sprache und dic cigene Lebensteltung aufpassen. Zum Schlu8 werden cinige Bemerktrngen Ober die Ausarheitung gemachí. 1. PRESENTACIÓN Se trata aquí de ver la naturaleza de la reflexión filosófica y los requi- sitos propios de una investigación académica (ene! sentido formal de la pa- labra) en este ámbito del saber, así como la necesaria estrategia ante lo oceánico de dicha tarea, sobre todo cuando nos iniciamos en ella. Tomo, por tanto, el término de «método» en su sentido más amplio, significando los aspectos técnicos, pero sobre todo el modo de pensar. Sin pretender ni mucho menos agotar estas cuestiones, basaré el desarrollo que hago de las Atialis Ji-! Seminario de Historia de la Filosofía. II, 9-52, Editorial Conplut ense. Madrid. 1994

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Cuestionesmetodológicasen la investigaciónfilosófica

JacintoRIVERA DE ROSALESUNED. Opto.de Filosofía

RESUMEN: Se reflexiona aquí sobre las estrategias básicasde una investigación filosóficaen base a la estructura de la subjetividad y de la comprensión: su originariedad, su fmi-tud y la intersubjetividad. Por ello el estudioso ha departir de su propio interés, delimi-tar el tema según sus capacidades, pensar por sí mismo y dialogar. En esto ha de tener encuenta la originariedad y temporalidad característica del diálogo filosófico, la tarea in-terpretativa de los textos, las deficiencias de todo lenguaje y la situación personal. Porúltimo se hacen algunas observaciones sobre la redacción.

ZUSAMMENFASSUNG: Es wird hier Ober die Grundstrategien von ciner philosophischenEorschung auf Gruod der Struktur der Subjektivitát und des Vcrstehens, d. i., ibrer Ur-sprdnlichkeit, ihrer Endlichkeit und der lntersubjektivit~t, nachgedacht. Dementspre-chend muB der Studierende von semen lnteressen ausgehen, das Thema nach seiner FA-higkeiteri abgrenzen, von sich selbst denken und mitdecken. tu diesem soil er auf dicUrsprúnlichkeit und dic eigerittimliche Zeitlichkeit des philosophischen Dialog, aul dichermeneuiische Aufgabe den Testen gegenflber. dic Mangelhaftigkeit der Sprache unddic cigene Lebensteltung aufpassen. Zum Schlu8 werden cinige Bemerktrngen Ober dieAusarheitung gemachí.

1. PRESENTACIÓN

Se trataaquíde ver la naturalezade la reflexión filosófica y los requi-sitospropiosdeunainvestigaciónacadémica(ene!sentidoformal dela pa-labra) en esteámbito del saber,así como la necesariaestrategiaante looceánicode dicha tarea,sobretodo cuandonos iniciamosen ella. Tomo,por tanto,el términode «método»en susentidomásamplio,significandolos aspectostécnicos,perosobretodoel modo depensar.Sin pretendernimuchomenosagotarestascuestiones,basaréel desarrolloquehagode las

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mismasen la estructurade nuestrasubjetividad.Partiré de sucontradic-ción básica:el seroriginariay a la vezfinita.

Quesomosfinitos quieredecirquenuestrasfuerzassonlimitadas,tan-to nuestrasfuerzasfísicas,comobiológicas,psicológicas,intelectuales,etc.,que contamosconunacantidadlimitadademateria-fuerza,de espacioy detiempo,parallevar a cabonuestrosvariadosproyectosexistenciales.Perotambiénnosindicaqueestamossituadosen un momento,en un lugar,enunahistoriaconcreta,en unaculturay no otra,en unalengua,etc.,desdela quepartimosparacomprendernosy comprenderel mundo.Todo estocondicionanuestraacción,noshaceobjetosfinitos,nosintroduceenla tra-ma del mundo,queen ciertamedidanosdetermina.

Perosólo enciertamedida.Si fuéramosenteramentedeterminados,me-rasmarionetasde lasfuerzascósmicas,comolo esel aguaalcaerporlaca-tarata,¿quéinterésíbamosa teneren conocerel mundo?Sólo en un pro-yectode libertad,deliberación,puedesurgirtal interés,y estoúnicamentesi yo dependodel mundoperono porentero,de modoquepuedomodifi-carloen partesegúnmis fines. Además,conocerun límite es sobrepasarloidealmentey objetivarlo,delimitarlocontraponiéndoloa otrasposibilida-des,abrirnuevasperspectivas.Brotamosde lo originarioenesoquesomosdepensary de querer,aunquesuconcreciónsehallesituadaenun mundoyaqueno setratade accionestranscendentes,comosi fuerancosasdeotromundo.No lo sonni de otro ni de éste,porqueno son cosas,no tienenelmodode serde las cosas,sino el decondicionesquehacenposiblequenosencontremoscosasengeneral,un mundodeseadoo temido,conocidoo sor-prendentey a explorar.

La tareadelasubjetividadengeneral,y tambiénloseráportantoennues-tro temaen particular,consistiráenla síntesisdeambosmomentos(median-te lo quellamaráKant laimaginacióntranscendental).En esasíntesisvaria-rá la medidade sus componentesdependiendode la situaciónconcretadecadauno(la imaginacióntieneencuentalasensibilidad,esdecir,la finitud ylaconcreción),peroenningúnmomentopodrásernegadani laoriginariedadni la finitud. Sinembargo,dadoqueel proyectonacede la libertad, de ellahabráde partir el sentidode nuestraacción,unaacciónquees ciertamenteaperturaa lo real,puessóloentoncesseráreal tambiénlo construido.

II. LA CONCRECIÓNDE UN INTERÉS

Todainvestigaciónesexpresiónde un interés,o sea,de un quereres-pecífico,concretadoenun fin aconseguir.En nuestrocasolo quese quie-re essaberalgode filosofíayexponerlodeun modoacadémicamenteacep-table. Tambiénaquíelquereresel fundamentode laacción,mientrasquelo queridorepresentala necesariamediatizacióndesu finitud. Veamoses-to y saquemosconsecuenciasprácticas

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1. Originariedad

En sumayorsimplicidad, el actodel quererpodríaformularseasí:«yoquieroalgo».Estoimplica la conciencia,reflexivao prerreflexiva,tantodesí como de lo otro, de la diferenciaentreambosy de ambosen esadife-renciacióno contraposición.El «algo»queridoobjetivami finitud, mi ca-rencia,queno soytodalarealidady ni siquieratodala realidadquenece-sito. Ahorabien,enel actode querer,esealgoespuestocomomedioparasatisfaceral sujetodeseantey éstese poneasuvez comofin de laaccion.El objetodeseadono es puestocomofin ensímismoal quedebiéramosin-molamos(en un impulsode esclavitudy muerte);encasocontrariolo pen-saríamoscomootro quererquenossubyugaray utilizara en cuantopurosmedios,cosasu objetosde susatisfacción,luegoseguiríamospensandoqueel sujeto,yenconcretoesesujetovolentemáspotentequenosotrosse pien-sa a símismocomofin y ponelo queridocomomedio,conformeala cons-titución de todasubjetividad.Aunqueestodeseadotengarealidadpropiade la queyo carezco(y por esoes deseado),es sin embargorebajadoon-tológicamentea puro mediofrentea la originariedadde sery sentidoconla queel sujetose pone.La relacióndel quererconesealgose llama«de-seo»,y la relaciónqueel querermantieneconsigomismo afirmándoseensu saberde sí y en suaccióndeseantecomolo propiamenteoriginario, lapodemosdenominar«voluntad».Estaabreel ámbito de lo moral (y de loestético),en lanecesariarelaciónderespeto(y de amor)de las voluntadesentresícomotalesvoluntadesy no merascosas.

El querer,al serauto-posición,«yo quiero»,es en definitivaquererdesi mismo: auto-afirmación.En cuantovoluntad,el queponey lo puestoesel mismoquerer.En ello comprendey afirmasuoriginariedad,comoaque-lío desdelo queparteel sentidode suaccióny haciadondeva o retorna:yo quierosatisfacermi querer.Porconsiguiente,todainvestigación,comoacciónhumanaquees,no ha de perderel hilo conductorde esequerer,deeseinterésquese encuentraen su fundamento,puesen casocontrariode-jaríamosde saberparaqué,de dóndey a dónde,o sea,dejaríamosdecom-prenderel sentidode nuestraaccióny del objetode nuestroestudio.Sóloen la tareade la libertad, en el proyectode realizacióndel querer(comodeseoy como voluntad),hayalgoasícomopreguntas,aperturaa la escu-chay al diálogo,comprensión.

Si estoestambiéncierto en el estudiode las cienciasde la naturaleza,dondeel hombreintentadominarlos objetosa fin de podersubvenira susnecesidades,máslo es en el casode lo quese denominan«humanidades»,

a.. - porque todo interés es en definitiva práctico [a de la libertadí, e incluso el interésde la razón especulativa es sólo condicionado y únicamente en el uso práctico está comple-to» (Kant. Crttica de la razón prá ctica. libro II, capítulo 2,111. «Sobre el primado de la razónpráctica en su enlace con la especulativa» (al final); Ak.-Ausg. V, 121).

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dondeel hombreseencaraconsigomismo,y sobretodo en la filosofía, quees la reflexión que la libertad o lo libre hacesobresímismo.

Se trataciertamentede un querersituado,y por consiguienteesepre-guntar reflexivo nacede la experienciapropiaya configurada,para con-firmarla o reinterpretaría,enriquecerlao incluso desbordaría.Sólo haycomprensióncuandoseva de las teoríasa la realidad y dela realidada lasteorías.Estasestructurannuestraexperienciay leconfierenun ordenysen-tido, perosinexperiencialasteoríasseríanpalabrashuecas.Esomismoocu-rre en lasciencias,quevande lashipótesisa la experienciay experimentosparacomprobarsurealidad,y de la experienciaa lasteoríasparaexplicarlo que sucede.Asimismo en filosofía hemosde relacionarlo que leemosconnuestropensar,nuestroquerery nuestrovivir, encasocontrarioel tex-tononosdice nada;hayqueir de los libros a lavida,de la reflexión a laex-perienciapersonal,y ala inversa,paraqueambossevivifiquen. En un sen-tido parecidoa estoGadamerhablade aplicacióno referenciadel sentidodel texto a nuestrasituación,y E Ricoeurlo denomina«apropiaciónexis-tencial»2.El logosmáspleno no es el enunciadosólo intelectualmente,si-no el comprendidotambiéndesdeel sentiry desdenuestraexperiencia.To-da interpretaciónestáguiadapor algo quese quieresabery se investiga,poneacentos,estructurael discurso,construyeun paisaje,confierea cada

2 Véase Hans-Georg Gadamer, Verdad y método, el apartado «Recuperación del pro-blema hermenéutico fundamental» que termina diciendo: «La aplicación no es una aplica-ción ulterior a un caso concreto de una generalidad dada y que fuera comprendida primeroen sí misma, sino que es más bien la comprensión real de esa generalidad que el texto dadoes para nosotros» (Mohr, Túbingen, 1975~, p. 323; trad. Sígueme, Salamanca. 1984, p. 414).«Por apropiación, escribe Paul Ricaur, entiendo esto, que la interpretación de un texto seconcluye en la interpretación de sí de un sujeto que desde entonces se comprende mejor, secomprende de otra manera, o incluso comienza a comprenderse. Este finalizar la intelecciónde un texto en una intelección de sí caracteriza la clase de filosofía reflexiva que, en diver-sas ocasiones, he llamado reflexión concreta. Hermenéutica y filosofía reflexiva son aquí co-rrelativas y reciprocas. Por un lado, la comprensión de sí pasa por el rodeo de la compren-sión de los signos de cultura en los cuales cada uno se documenta y se forma; por otro, lacomprensión del texto no es ella misma su fin, mediatiza la relación consigo mismo de un su-jeto que no encuentra en el cortocircuito de la reflexión inmediata el sentido de su propiavida. [..]; en una palabra, en la reflexión hermenéutica -o en la hermenéutica reflexiva-, laconstitución de sty la del sentido son contemporáneas» (Paul Ricoeur, «Qu’est-ce qu’un Tex-te>’ del libro colectivo Hermeneuíik und Dialekíik. Mohr, Tilbingen. 1970. t. 11. Pp. 194-5).«Si falta un sentido objetivo 1= lo que dice el texto en su realidad histórica, su obietividadí.el texto no dice ya nada; si falta la apropiación existencial, lo que dice no es ya palabra viva.La tarea de una teoría de la interpretación es articular en un proceso único estos dos mo-mentos de la comprensión» (P. Ricoeur, De linterprétarion,essaiSurFreud, du Seuil, Paris,1965, p. 26). Exposiciones generales de estos temas hermenéuticos se encuentran en Macei-ras Fallan, M. y J. Trebolle Barrera, La hermenéutica contemporánea.Cincel, Madrid, 1990,donde se resalta sobre todo la figura de Ricoeur; Grondin, Jean, Einfiahrungin dic phflo-sophische Hermeneutik, Wissenschaftliche Buchgesellschaft. Darmstadt, 1991, escrito másbien desde la perspectiva de Heidegger y Gadamer; Seitfert, Helmut, Einftihrung in die Her-meneutik, Francke, Tilbingen, 1992, más inclinado por Dilthey.

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elementoun sentido,unafunción, lograo marraaquelloquebusca,no pres-tandoatencióno dejandoparaotra ocasiónlo queno busca,o tal vez de-jándosesorprenderpor lo queno sabíaquebuscaba.

De todoestopodemosya sacarnuestraprimerareglapráctica:el inte-réspropiohadeserelqueelijael temaa investigar.Sehade escogeraque-llo quenosinteresa,lo queenlaceconnuestrosproblemas,lo quecreamosquenosva a proporcionarorientacionesen nuestrapropiavida. Sólo asíseráfecundo,sin olvidar ciertamenteel gozoquepuededarnosel meroco-nocer,el placerde pensary ordenarcoherentementelas ideas,el cual escercanoal quenos proporcionael juegoo el ejercicioy entrenamientodenuestrasfuerzas,y del quenacetambiénun interés.

Esees el fundamentoy la metaen el estudiode la filosofía: la origina-riedad,quecadaunoreconstruyadesdesí, desdesu libertad,la compren-sión del mundo(sólo así habráverdaderacomprensión),y no primaria-mentelaoriginalidadporla originalidad,el decircosasquenadiehayadichoantes;esavendrápor añadidura.La investigaciónfilosófica ha deservirenprimer lugar a uno mismo, a crecerintelectualmenteen aquelloque le in-teresa,o al menosquele proporcioneciertasatisfacciónintelectual,a finde quele seaproductivoeseesfuerzo.Entoncesquizáslo seatambiénpa-ra otros.

2. Finitud

Veíamosquequererimplica asimismofinitud. Si fuéramosinfinitos nonecesitaríamosnada.El quereres finito y por tanto tienequemanifestar-se comoqueriendoalgo,ha de concretarsu interés,diseñaro planificar sufin. Si lo fuéramostodo, no actuaríamospor fines, no nospropondríamosconseguircosas.Aunqueen el ámbitoracional,debidoa suaperturaideala la totalidad,deseamoslo absoluto,sin embargola contraposicióny dis-tinciónnecesariaparalacomprensióndelimita y objetiva,concretizay nosmediatizaa travésobjetosentrelosquediscurrimos.

En estadialécticaentreoriginariedady finitud surgenlosprimerospe-ligros. Segúnvimos,elquererse ponecomosiendoel origeny el sentidodela acción,el de dóndey el haciadónde,el principio y el fin. Por esobuscala totalidad,dondeestaríaplenamentesatisfechoy encontraríael biensu-premo.Este,en nuestrocaso,seríasaberlotodo. Eso puededar lugaral«peligrodel avaricioso»,quenos aplastaría.Surgecuandopensamosquela originariedaddel querery suaperturaideal a la totalidadde lo real sehande corresponderconla posesiónde la totalidadempírica.Peroéstaesinterminable,y nuncallegaremosa lo absolutopor el ladode los objetos.Pretenderlonos introduceen la dialéctica(en sentidokantiano)destructi-va de la subjetividad,aquíen concretola de quererdelimitar y objetivartodoel saber,algoque,porel contrario,siemprese expandecomoexpre-sión de unasubjetividadinventiva.Es unapasiónqueconducepor tantoa

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la muerte.Querersaberloy leerlo todonos introduciríaen laberintosdebibliotecasy bibliografías.Hayqueelegir (serequiereunaestrategia)y ha-blar siempreconciertaconcienciade provisionalidad,abiertoa la correc-ción y a mejoresconocimientos.

O bien,a la inversa,podemoscaeren el «peligrodel tímido»,o sea,noatreversea hablarni a pensarpornosotrosmismosdadoquenoses impo-sible leerlo todo.La finitud aplastaríaentoncesnuestraoriginariedad,co-mo si fuéramosmerascosassin vozpropia.

El querer,en cuantofinito, se ha de mediatizarpor lo objetivo,peroloempíricoesinabarcable.Portanto,se hadeconcretarselectivamente,yde-limitar un fin abarcable.Esaconcreciónobjetivaessuconditio sine quanon, si bienlaautoposiciónes su fundamentoy poresoes ellala quedebemarcarla última pauta.

En el otroextremodel tímido se encuentrael «peligrodel temerarto».Dadoqueesaoriginariedadpropiade la libertady del pensarrepresentaunadeterminadaautonomíafrentealo empírico,el temerariopretendeen-toncesopinarde aquellosobrelo queapenasse ha informadoni paradoapensar,sin teneren cuentala finitud.

Segundaconsecuenciapráctica:hayqueconcretarel temadeforma ase-quiblealas posibilidadesde unomismo,asequibleporsuamplitud,el tiem-po disponible,la preparaciónqueya se tiene, losidiomasqueseconoceo sepuedeaprender,labibliografíaalcanzable,etc.,en unapalabra,hayqueme-dir las propiasfuerzas.Porquelo másimportanteno es tantosabermuchascosas,estarsumamenteinformado;siempreignoraremosmás.Espreferibleestudiardetenidamentetreslibros básicosy trabajárselosafondo, queleertreintaala carrera.En el primer caso,muy probablementelograremosco-pensarconesegranfilósofo, quese convertiráennuestromaestroe interlo-cutor;su fuentede inspiraciónavivarála nuestray nosayudaráa alumbrarnuestraspropiasideas.En el segundocasolograremosúnicamenterepetirlostópicosde la interpretaciónquehayavenidohastanosotros,lasideasdi-geridasporotros,los datosycitasde segundao terceramano,sin tenerpro-piamentela experienciade lo quesignificapensary enfrentarseno ya sóloconla tradicióninterpretativa,sino conel asuntomismode la filosofía.

Es importanteestarinformado,comocorrespondeanuestrafinitud, pe-ro másaúndarsetiempoparapensarpor sí mismoesosmaterialesaporta-dospor la lectura,elaborarlospersonalmente,organizarlosdesdenuestraoriginariedad.A esose le llamaría «formación»:se formanpequeñosnú-cleosde ideasengarzadasy pensadasporunomismoque,comoformacio-nescristalinas,danlugaraotrasnuevassimilares,o bienvantomandocuer-po y ensanchándose,organizandode estamanerael material aportadoyhaciéndoseasíunomismocapazde recibirorgánicamentemásinformacióny deconfigurarpocoa pocounavisión de la realidad.En el mismocuerpoquesomosya se descubrequelasubjetividadesunatotalidadorganizati-vasegúnun sistemaabiertoconentraday salidade materiay energía.De

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modoanálogoha de sucederconla informaciónsi éstaha de serintegradaen la subjetividad,es decir,verdaderamentecomprendida,si bienaquí¡asubjetividadhadepermaneceraúnmásabierta,pueshadeserinclusoca-pazde poneren teladejuicio hastalos fundamentosde la organizaciónyarealizada.Perosin esaestructuracióno progresivasistematizaciónni si-quieraseríaposibletal revolución,y en todocasopermaneceríamosen ladoxa,enopinionessueltasy sin apoyo,sin alcanzarlaepistemeo saberquepuedadarrazónde sí.

1-lay queconcretarel tema,si biense puedetambiénhacerunainvesti-gacióntan ampliaqueabarquetodalavida.Peroentoncesesnecesariodi-vidirla en etapasque tomen cuerpoen forma de tesis,artículos,etc. Estoevitaráqueno nosdesesperemospor el caminoantela ausenciade resul-tadosconcretos.Tambiénserviráncomocontrolde lo quellevamosinves-tigado,comoreflexiónsobreelcaminorecorrido,puesalobjetivarlo,en lamaterialidadde la escritura,vemosmejorlacoherenciay laslagunasde loquecreemossaber.La mejormaneradeaveriguarsi se sabealgoes inten-tarexplicarlo,bienoralmente,bienporescrito.Porejemplo,si nuestropro-pósitoes estudiarlo quese ha llamado«existencialismo»,puesnosintere-sa o creemosque nos puedeinteresarcomo interlocutor a la hora decomprenderla realidad,el primer trabajono puedetenerportítulo y me-ta: «El existencialismo».Eseseríamásbien el resultadofinal de muchosañosde estudio.Incluso un trabajosobreSartreen generalposiblementenosdesbordaríaal inicio. Eseinterésha de mediatizarseen trabajosmásconcretos,porejemplo:«La malafe en Sartre»,u otrosparecidos.

Peroconcretarel temano es sólo ponerleun título, es tambiénir ha-ciendodeél un ciertoesquema,unaespeciedeíndicelo másarticuladopo-sible,inclusocomentado.Seráelplano hipótesisdetrabajoqueguíenues-trainvestigacióny organicelos materiales.Eseesquemase irá ciertamentemodificandoconformenuestroconocimientodel temase amplíe,y no se-ría extrañoqueunapartede él se conviertaen el objeto propiode la in-vestigacióno a la inversa.Perosiempreseráconvenientetenerun esque-maorientativo,unaplasmaciónorganizadade nuestraideaopropósitoconla quevayamosorganizadola investigacióny composiciónde laspartes.

III. UN DIÁLOGO SOBRELO REAL

Decíamosqueel querer,parahacersereal,necesitaconcretarse.Ennuestrocasolo hacecomo «un querersaberalgode filosofía» o «un que-rer saberde filosofía partiendode algo»,de aquelloquenosresultaal me-nosalprincipio lo másinteresante,y quedespuésseguramentenos llevarátambiénhaciaotrascuestionesyotrasfilosofías.Enestaconcreción,lacon-tradicciónoriginariade lasubjetividadtomaunaformaespecífica:lade unpensarque,

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— partiendodesí y dirigiéndoseala comprensiónde lo originarioy dela totalidad,

— es a la vez un pensarfinito, particular,de un yo o yoespsicológicos,situadosen un contextohistórico, lingoistico, sociológico,cultural, etc.

¿Cómopodráabordarla totalidadde lo real pensamientosquese en-cuentransiempresituados?¿Cómopodráhablarde la realidaden generalalguienquesólo conoceunarealidadconcreta?O dicho kantianamente,¿cómocompaginarel nivel transcendentalde la subjetividadconsureali-dadempírica?Comencemosexplicandolo primero.

1. Pensardesdesí la totalidad

Querercomprenderla realidad,decíamos,es intentarconstruirdesdesí dichacomprensión,en casocontrariono seríala nuestra,sino la com-prensiónde otro quenosotrosrepetiríamoscomo imitadoressin haberlapropiamenteasimilado.Osea,el quereroriginario se concretaaquícomounaespontaneidadideal,un pensarporsímismo,y enlamedidaen quees-to se realizahaycomprension.

La filosofía es un pensarquese dirigea laconsideracióndela totalidadde lo realo lo realen cuantotal, quees dondecolocamosla verdad,inclu-sosi decimos«todoeshistórico»,o «todoesrelativo»,o «la realidades plu-ral y admitemúltiplesinterpretaciones»,o «el decircómoesla realidadnoespatrimoniodenadiesinoquedebemoselaborarlaentretodos»,o «la ver-dades inalcanzable»,o «nadaes cognoscible»,etc. Esatotalidades inevi-tablementeel ámbitodel decirquepretendeserverdadero;la únicasalidaa estoseríacallarse.Sólo abriéndonosidealmentea la totalidadde lo real(accióntranscendental)podemosdarnoscuentade nuestraslimitacionesempíricas,situary comprendernuestrafinitud. Contraponiéndolas,las co-nocemos(tenerconcienciaes poderdistinguir);porqueséquésignificalatotalidad (idealmente),comprendomi situacióncomounaconcreciónli-mitada,y a la inversa.Si todoen nosotrosestuvieraobjetivamentedeter-minado,los límites estaríanahí, perono paranosotros,estaríamoslimita-doscomo cosas,no comosujetos,puesno nos enteraríamos;ni podríamosir idealmentemásalláde los límitesespacialesy temporalesde nuestraob-jetividad.conocerlo otro, contraponerloalo quesomosy de estemodoco-nocernosanosotrosmismos.Llamamos«razón»a esaaperturaconscientey reflexiva del sujetopensantea la totalidad,aperturaquese lleva a cabopreferentementeen el tipo dereflexiónquedenominamos«filosofía».Eseesel ámbitoendondese realizapropiamentela libertad,enelquenosorten-tamosy sabemosaquéatenernos.Esaaperturahaceposibleponeren teladejuicio lasideasconcretasqueyo tengoahorade lascosas,en cuantode-sorientadaso parciales,graciasa un diálogoconlos otrosqueme sitúaenmi singularidad.Porquetodospretendemoshablarde esatotalidadde loreal, esposibley necesarioel diálogo.Posible,puesintentamoshablarde

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lo mismo.Necesario,puessólo asíla podemosdistinguirde nuestrassitua-cionesconcretas,y conocerambasinstancias.

Ahorabien, la filosofía no se dirige a la totalidadde lo objetivo enla-zandoobjetoconobjetosegúnsusleyesnaturales.A esatareale llamamos«ciencia».Por el caminode lo empírico,lo hemosvisto,nuncase llegaa latotalidad.Las teoríaso hipótesiscientíficassólo alcanzanparcelaso Sec-toresdela realidad.La filosofía, por el contrario,es un pensarquese pre-gunta de principio por la totalidadcomotal: ¿quées lo real?.En conse-cuenciase preguntatambiénpor la posibilidadde esasciencias,del saberobjetivo. Estoya no puederemitirnos a un objetosin quecometamosuncírculoviciosoalpretenderfundarlo objetivo engeneralen un objetopar-ticular (en el sistemanervioso,en nuestrossentidos,en nuestraconfigura-ción psicológica,etc.),puestendríamosentoncesqueseguirpreguntandocómo esposibleel conocimientode eseobjeto enparticular,y no habría-moscontestadoa la preguntapor la objetividaden general.Estanosre-trotraenecesariamentea algoqueya no es objeto.Por tantonosabrea lacomprensiónde realidadesconfiguradassegúnotromodo de ser;es decir,nosreconducea la comprensión(queya teníamos,peroqueahoraplante-mosde un modo reflexivo) de otrosmodosde seryano objetivos:lo mo-ral, lo estético,lo mitico,y conello (graciasa esamultiplicidadde modos)al seren general.Luego la filosofía no remitea algoobjetivamentedeter-minado,comola ciencia,sino a lo originario, a lo libre.Nacede la libertady se dirige a la libertad.

Por esaaperturaal diálogoa la quenos obligael pretenderhablardela totalidad,y en virtud de queéstano se entiendedesdela heteronomía,no puededecirsequedichatotalidado el intentode indagaríaseadictato-rial y violento,comoprotestanlospostmodernos,sino todolo contrario,esla posibilidaddeconocermis límitesempíricos(distinguiendolo empíricode lo transcendental)y de abrirmea la alteridady originariedaddel otro,es posibilidady necesidadmoral (laúnicanecesidadpropiade un serlibre)de respeto,de colaboracióny de argumentación.

Saquemosde aquíuna terceraconclusiónpráctica,tal vez algopolé-micay matizable:La mayor libertady portanto la mayorexigenciade au-todisciplinay rigor (sinceridad)de la investigaciónfilosófica conrespectoalacientífica.El científicopuedetrabajardentrode un paradigma,consusdatos,puessutnvestigaciónes másconcretizable,objetivable.medible,re-petibleexperimentalmente,decidible de modo empírico.El filósofo, aun-quepartede hechosa explicar,se apoyaen última instanciaen la razón,puesla totalidadno es empíricamentecomprobable.Por tantosiemprehadeestardispuestoa revisarsusfundamentosde racionalidad;encasocon-trarioharíameraescolástica(de cualquiersistema).

El temacientíficopuedevenir dadomásdesdefuera,desdelo objeti-vo, o desdeel estadoactualde la investigacióny de los experimentos.Eltemafilosófico es másindependientede eseestadode la cuestión(sin por

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ello tenerquedesconocería),pudiendovolver a lo pretendidamentesupe-rado.Encasocontrarioharíamosun argumentodc autoridadperoalain-versa;envez de darautomáticamentepreferenciaalos antiguos,comoha-cíanmuchasveceslos del medievo,se la daríamosal último escritordemoda,lo cual sucedehoy condemasiadafrecuencia:tal filósofo de ahoraha dichoqueHegelestásuperado,oquela metafísicaha muerto.Ante es-toseimponeestudiara Hegelo enterarsede quées la metafísica,parava-lorarasímismolaafirmaciónde tal filósofo,yno aceptarlacomodogmadefe debidoa su fama.El científicoha de estarinformadode eseúltimoex-perimentoqueparececonfirmaro refutarempíricamentelas consecuen-ciasde talo tal hipótesis,y lo quedijeron losgriegospuedesermásbiendemuseo;el filósofo no estátanatadoala novedad,puessu investigaciónnoes tan lineal ni objetivable,sino queéstaretornasiempreal principio yaqueesun continuorepensareseprincipio,y lo quedijo Platónesenciertamanera(que precisaremos)tan actualcomolo queha dicho Heidegger.Claroquetambiénla investigacióncientíficapartede una imaginacióntranscendental,creadorade esquemasde comprensiónquepuedeny de-benserrevisadosinclusoen sus presupuestoscientíficos.Tambiénla cien-cia nacede un actode libertad,perono se dirige a pensarlaen cuantotal.Partedelinterés(prácticoy pragmático)queel sujetotienedeliberarselomásposiblede suslimitacionesy protagonizarsuvida (=sersujeto),perose centraen los objetos,en lo heterónomo,en los útilesentrelos quepo-dría moversey concretarsenuestroproyectode autonomía.La filosofíatie-ne a éstepor tema.

2. La presenciasituadade lo originario

Pretendemospreguntarpor la totalidady. sin embargo,el pensarfilo-sóficotambiénesun pensarsituado.La finitud nosdelimitaen todasucon-creción:psicológica,histórica,sociológica,lingúística...Peroya hemosvis-to: justamentepornuestraaperturaidealala totalidadcomprendemosqueestamossituados,y a la inversa.Por esointentamosindagarla totalidad,pararesituamosy evitarasílasilusionespropiasde nuestrasituación,aque-llasquesurgencuandototalizamossuscondicionesespecíficas,cuandocon-fundimoslo empíricoconlo transcendental.De estemodo pasamosde ladoxaa la episteme,del mundoparticularmásbiensoñado,al mundoco-mún del logos,comodiría Heráclito.

Mundocomúny logos, Osea,la superaciónidealy reflexivade esafmi-tud situada(superaciónquellamamosrazón)y quees en definitiva laaper-tura ideal de la libertadasímisma, la comprensiónque (como tarea)ellatienede símisma,se lleva a cabomediantedoselementosíntimamenteli-gadosentresí: la intersubjetividad(mundocomún)y el lenguaje(logos).

La reflexiónracionaly lingílísticase realizaen un ámbitode intersub-jetividad,decomunidaddevida y decultura.La razón,al seraperturaa la

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totalidad,me abreal otro en cuantootro, y sólo antela realidady lasoli-citacióndel otro (comoconditio sinequa non) sehaceposible.Dadoqueparaconocermetengoquehacermemundo,objetivarme,únicamenteenelespejodelotropuedoreconocermecomoyo, un otroentreotros,y esfren-te y junto a suoriginariedadcomopuedoreconocery realizarla mía.Sólosoyhombreentrehombres,en unacomunidad,concluíaFichteen el_ 3 desuFundamentodel derechonatural. Perderla razón(locura)es no podercomunicarseconlos otros y por tantodejarde comprendersea sí mismo.La intersubjetividadesconstitutivade mi propiasubjetividad,el otro noviene aañadirsea mí desdeel exterior.Sersujetoes estaryaabiertoa losotros,querercerrarsea los demásesdestruirsepocoapocoa simismo.Elrespetoal otro,el reconocimientoactivo de surealidadoriginariay libre,es un momentoconstitutivode mi propia libertad,nosvienea decirKant.

El lenguajesólo tienesentidocomocomunicaciónhumana.La medita-ción solitariase basaen la esencialconstitucióncomunitariade mi propiasubjetividad.La comunidadsematerializaen eselenguaje,yen las institu-cionesculturales,costumbres,monumentos,escritura,etc.,en la interpre-taciónde larealidadqueha ido elaborando(la interpretaciónse expresayapragmáticamenteen los usos,el modode vivir revelala comprensiónbási-cadel mundo)y dela quepartimosparapensarpornosotrosmismos.

Esaintersubjetividadhacereferenciaprimariamentea los otroscoetá-neos,delos queaprendocómose viveesainterpretación,o sea,quésenti-do tiene;de ahíla importanciaprimariade la palabraviva, dela presencia.La riquezade laexperienciadirectadel otro no esabarcableporningunadescripcióno discurso;aunquelapresenciadel otro se haceprofundaporel saberen ella acumulado,organizadoy vivido. Pero se refieretambién,en la materialidadde lo heredadoy en la cadenade presencias,a los queme precedieron,e inclusoa los quevendrán,en virtud de nuestroproyec-to, de modoquelo posteriortambiénmuestrael sentidode lo anterior,sufecundidad,susposiblesconsecuenciasy desarrollos.

Pensarpor si mismosignificaya, portanto,diálogo,un pensarsituadoenunatradicióncultural, quetenderáaserpluraly encontroversia,no pre-cisamentecoherente,lo quemeobligaráa suvezapensarpormímismo,atomarpartido.Diálogo y tradiciónno vienensólo al encuentrodesdefue-ra,comosi primeropensarapor mí, solo, y despuéssalieraa dialogar,sinoqueestáya siemprepresente(haciendoposiblelaconcreciónde mi pen-sar)en la precomprensiónde la quepartimosal reflexionar.Estaha naci-do en la originariarelaciónconlos otros,por el lenguajeheredado,etc.Yami cuerpoesunaorganizacióno comprensiónprerreflexivade mi y delmundo,lacual sealzasobremileniosde evoluciónde lavida,y sobrelaqueyo me asomo.Asimismomi originariedadideal reflexiva se encuentrasi-tuadaen un ámbitointersubjetivo,histórico-cultural.Peroesono significaqueseamosmarionetasde lo ya pensado,puesen esecasono habríadiá-logo ni comprensión.

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Heideggerhapuestode relievelo que¿1 llamala Vor-StrukturdesVers-tehens,esdecir,laestructurapreviadelcomprender,queposibilitatodare-flexión posterior,todocuestionartético3.Segúnél, elDaseinesel «ahí»delser,o sea,dondeel sersemanifiestaporquela existenciahumanaes esen-cialmenteexistencia,aperturaarrojada(Erschlossenheity Geworfenheit).Eseestararrojado(quedespuéssedesvelaen susignificadoprofundo:queel Daseinno dominasu fundamentoy esun serante lamuerte)constituyela facticidaddel Daseiny se le manifiestaen la Stimmung,ánimo,estado

de ánimo,sentimientobásicoTanoriginariocomoeseencontrarseafectivoy afectado,es la apertu-

ra propiadel Dasein a susituación,al mundo,a los otros,a símismo y alser,graciasal comprenderexistencial.Esteconsisteesencialmenteen unacomprensióndel ser (despuéspasaráHeideggerdel genitivo objetivo alsubjetivo,dondeyo yano le acompaño)y un poderser(Sein-Kónnen),envirtud de lo cual el Dasein no es algoya dado(un Vorhandenes)sino pri-mariamenteposibilidadresponsablede sí. Esecomprenderesun proyec-tar (de maneraauténticao inauténtica)desdedichaposibilidadsituadaytendentea realizarsupoderser.Esacomprensiónse articulasegúnunain-terpretacióndel mundo,del Dasein y del ser,queconfieresentidoa cadaelementode la realidadal tomarlo como algoen concreto(la Als-StrukturderAuslegung),al comprenderlode unamaneradeterminaday presentar-lo comotal cosa.Esto despuésse podráexplicitaro no en unaproposiciónmeramenteteórica.

Puesbien,el carácterde situada(quedespuéssenosdesvelacomounasituaciónhistórica)dela comprensión,osca,la facticidaddcl poder-serdelDasein,hacequeéste,en sucomprenderproyectante,tengade la realidadlo quepodríamosllamar «un puntode vista».El comprenderproyectante,graciasal cual alDaseinse le abreel mundoy el símismoy es eso,Dasein,en esepre-ser-se(Sich-vorweg-schon-sein),partede unasituaciónen laqueve algoy otrascosasno, esealgolo ve desdeun aspectoy esteaspectolo comprendeprimeramenteconunosconceptos,pudiéndosemostrardes-puésesostresmomentoscomo adecuadoso inadecuadosa la cosamisma,a la realidad.Estos«tenerprevio» (Vorhabe),«verprevio» (Vorsicht) y«concebirprevio» ( Vorgriff, utilizandolos términosdela traducciónde Ga-os)guíany hacenposiblela interpretación.«Unainterpretación,concluyeHeidegger,jamásesunaaprehensiónde algo dadollevadaacabosin su-puestos.Cuandoesaespecialconcreciónde la interpretaciónquees la exac-taexégesisde textosgustade apelara lo que“estáahí”, enverdadesoque

Véase Sein ucd ZejÉ, el § 31 para lo relativo a la comprensión, y al § 32 para la inter-pretación y la precomprensión.

En Sein ucd Zeil Heidegger se para a analizar el temor (Furcht) y posteriormente Jaangustia (Angst). En su curso Die Grundbegriffe der Meraphysik. Welt - Endlichkeit - Fin-samkeit, publicado en Martin Heidegger, Gesamtausgabe, Band 29/30, Klostermann, Frank-furt, 1983, él analiza, en cuanto Grundstimmung.el aburrimiento (die Langeweile).

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inmediatamente“estáahí” no es otra cosaquelaprevia eindiscutidaopi-nión del intérprete,comprensiblede suyoparaél, la cual se hallanecesa-riamenteen todocomienzode interpretacióncomoaquelloqueya está“puesto” conla mismainterpretación,es decir,comoaquelloqueestáda-do previamenteen el “tener”, “vet-”y” concebirprevios”»~.

La interpretaciónparteyade unanociónprevia,sinlacual no nospon-dríamosalabúsqueda,no surgiríala pregunta,lanecesidaddeclarificarelasunto.No se trataaquíde un circulo viciosoqueanularala posibilidaddeconocer.Todo lo contrario.Lo quese señalaaquíes lapositivaposibilidadde que lacomprensiónseacapazde reflexionarsobresí, abrirseasi mis-ma, revisarseen susfundamentosy ver si éstossonaptosparair a las co-sasmismaso másbienlasocultano deforman.Expresa,endefinitiva,laca-pacidadde aperturadel Daseinen relaciónconsigomismo,yporesoes unexistencial.«Lo decisivo,diceHeidegger,no es salir fueradel círculo, sinoentraren él de maneracorrecta.[...].En élse albergaunapositivaposibi-lidad del conocimientomásoriginarioque,porsupuesto,sólo se captademaneraauténticacuandola interpretaciónha comprendidoquesuprime-ray última tarea,su tareaconstante,es la de evitar quelas ocurrenciasylos conceptospopularesle imponganen ningúncasoel «tener»,el «ver»yel«concebirprevios»,sinoque, elaborándolosapartirde lascosasmismas,hadeasegurarseel temacientífico. [...]. El entealque,comoser-en-el-mun-do, leconciernesusermismo,tieneunaestructuraontológicacircular»6,esdecir,retornasobresí; enconcretoaquíretornao reflexionasobresupro-piacomprensióninicial.

La estructurapreviadelacomprensiónyaseencuentraenla teoríapla-tónicadelconocimientocomoanámnesis,o enela priori kantiano.PeroenHeidegger,el conceptode arrojadao situadala modifica notablemente,puesla hacepartir del contextohistórico-culturalconcreto.Nuestrainter-pretacióndel mundo,de la existenciahumanay del serpartefundamen-talmente(zumeist undzunúchst)de la interpretacióncotidianaquenosro-dea. No se tratade unameraprecomprensióntranscendental(Kant), sinoademáshistórico-cultural,inclusopersonal,quemarcaun determinadoho-rizonteinicial de comprensión.Desdeél comenzamosa interpretar;portanto,hemosde reflexionarcríticamentesobreesehorizonte,ponerloenteladejuicio, afin de queno se conviertaen un prejuicioindiscutidoy dog-máticamenteaceptado.Hemosderevisarsi el «tenerprevio»es completoo parcial,si el «ver previo»y el «concebirprevio» nosabrena la realidadde las cosaso másbienlas ocultan,las deforman,lasfalseanpor serina-decuados,mal aplicados.

Comohemosvisto, esarevisiónesposibleporla originariedaddelpen-

M. Heidegger,5cm und Zeit, § 32. p. 150; trad. en FC.E., México, 19712, pp. 168-169(traducción algo cambiada).

6 0. c., p. 153; trad. PP. 171-172.

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sar. Graciasa la aperturaa la totalidadde la idealidadtranscendentalpo-demoscomprenderlasituaciónconcreta,revisarla.Perotambiénenlacon-frontaciónconlosotros,quemereafirmano me rebaten.Aunquedigo«tam-bién», no se trata de algojuxtapuestoa lo anterior,puesambascosassecoimplican,dadoquela intersubjetividad(o universalidadde la forma entérminoskantianos)es constitutivadel mismo «Yo pienso»y «Yo actúo»(ya lo hemosvisto). Es a esaaperturaconstitutivay a esaconfrontaciónalo quellamamosdiálogo.Un diálogo,decía,primariamentehorizontal,sin-crónico,con los coetáneos.Perotambiénun diálogovertical,diacrónico,conel trasfondohistórico de nuestracultura; de esemodonuestracom-prensiónno serásólo plana,como el puntocentralen un círculo de cir-cunstanciaspresentes,sino queadquirirá volumen y con ello pesoy reali-dad,comocentrodeunasemiesferaabiertaaun futuro quepodráentoncesserproyectado(el futuro tomacuerpotambiéndesdenuestrasraíces).Undiálogoque,aunqueconmayordificultad, podráy habráde abrirsetam-biénaotrasculturas,lo cual noses ahoramásfácil por la pluralidadqueconfiguraya la nuestra.

Portanto,el contactoconlos textosdelos grandespensadoresnospo-sibilita la reflexión sobrenosotrosmismos,hacernoscríticamentecons-cientesde nuestromodode enfocarla realidada fin de transformarla,de-secharla,o bienreafirmaría.Nuestrainvestigaciónfilosófica habrádecontarconellos.En estaimprescindiblelecturade los maestroshemosde teneren cuentatrescosas:laoriginariedaddel diálogo,elhechode queéstenose presentaen suforma oral ydirectasino mediantetextosescritos,y lasi-tuacióndesdela que se escribey se lee.Veámoslo.

2.1. La ori ginariedady temporalidaddel diálogofilosófico

Tantoelfilósofo queestudiamoscomonosotrosmismosestamossitua-dosen un momentohistórico-cultural,y sin embargoa lavez hemosde le-erle no comounaanticuallade museo,sino comoalguien quepuedede-cirnosalgoválidoparanosotros.UmbertoEconosaconseja:«trabajadsobreun contemporáneocomosi fueraun clásicoy sobreun clásicocomosi fue-ra un contemporáneo»~.

Paracomprenderestaaparentecontradiccióny lograr sintetizarestaoposición,que no es sinounavariantede aquellaoposiciónbásicaqueconstituyelasubjetividadentresuoriginariedady sufinitud, hemosde te-ner en cuentala temporalidadpropiade lo históricoy distinguirlacuida-dosamentede la temporalidaddela técnicay del reloj. En estaúltima to-dos los momentossonigualesy «externos»los unosde los otros,esdecir,quecuandouno es (el «ahora»)los otrosya no son (pasado)o no sonto-davía(futuro).En la historiapor elcontrario,comoen la existenciapro-

Cómose hace una tesis doctoral, Gedisa, Barcelona, 1986’, p. 37.

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piamentehumana,ni todoslos momentossoniguales(haymomentosdetrabajo,de fiesta,de descanso,de espera,etc,con significadosy ritmosmuy diferentes),ni lo pasadose hundesin másen la nada(recuerdos,tra-diciones,instituciones,etc.),ni el futuroesmerono-ser-aúngraciasalpro-yecto.

Al tiempohistóricose acercamás la temporalidadpropia de lagesta-ciónde la vida. Hay allí un procesoo evolucióngraciasal cual los momen-tosno sonigualesentresí, ni elpasadoquedatotalmenteperdido,sinoqueresultaal menosen parteintegradoy recuperadoen elnuevoorganismo.Sinembargo,esaconservaciónserealizasinguardarningunadistanciaide-al respectoa] pasado,sino queéstees integradoen el mismocuerpo,for-mandoconél unaunidadde actoalcarecerde «espacio»o «distancia»ide-al parala reflexión;por esono logra retenerloy comprenderloen cuantopasado,y en esamedidatampococomprendeelpresenteni el futurocomotales.Además,olviday elimina casipor completolos desechosy fracasos,mientrasquelo históricoguarda(debeguardar)en sumemoriainclusoloserrores,de los quepoderaprender.La historiano tieneelmodode serdelo biológico, aunqueésteseaunode sussímbolosmáspróximos.Mientrasquela fuerzaconfiguradorade lo orgánico(bildendeKraft dice Kant), aligual quele sucedeala imaginacióntranscendental(Einbildungskraft),nose distanciade su actoconcreto,de la síntesisquerealiza,del paisajepar-ticular en el quevive, el actode libertad queda lugar a lo humanoy a lohistóricoo culturallogra abrirseidealmentea la totalidadapoyándoseenlamaterialidaddelas institucionesy del lenguajequeella mismacrea;conello distingueentrepensar(proyectar)y actuar,y sepreguntapor los dio-ses(lo fontal), el origen (pasado)y la muerte(futuro), aunquelos inicioshayansido todo lo pobresquesequiera.

La temporalidaddelo histórico es,comodiceHeidegger,la unidadex-táticadondeseenlazaninseparablementeel futuro, elpresentey el pasa-do, integrándosey siendocomprendidoscomotales.Peroesto,al contra-rio de lo queél piensa,sucedeen virtud de la aperturapropiade lalibertada la totalidadde lo real y a si misma. O sea,no es la unidadestáticade latemporalidaden símismala que fundala unidadde los momentosestruc-turalesde la«cura»(Sorge),o sea,del Dasein o existenciahumana,comose dice en Serytiempo (* áSss), sino a la inversa.Ni tampocoes unapre-tendidacuartadimensióndel tiempodel tiempo,lacercaníaacercante(dieniihernde Nahe) comopiensaen «Tiempoy ser»8.La temporalidadpor símisma no unificani esfundamentode unidadporqueno esunaacción,si-no quees la accióndel sujetotranscendental,que se afirmacomolibre yoriginario, la que,exigiendola totalidad,abreel futuro,la muerte,y elpa-sado,y uneambosconel presente,distinguiéndoloscomotales,en unaexi-genciade síntesisracionalquesuperalo empíricoy quepor tanto se con-

Zur Sache des Denkens, Niemeyer,Tílbingen, 19883> ed. (19691> cd.), p. 16.

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vierteen tareaparasuacción.Se estableceasíel horizontedecomprensióny de accióncomounaidea racionalqueha de regular la propiaactividaddel sujeto,o sea,comoel horizontede lo histórico.

Ahorabien, el desarrolloreflexivo de esaconcienciahistóricaes a suvez unaconquistacultural e histórica,puesrequiereun desarrollode sumaterializaciónsobrelaquereflexionar.En unprincipiolacomunidadcom-prendemíticamentesupasadofundacional,a imagendela palabraviva enla queseinstalay en la quevive emocionalmente,es decir,comoalgoquese puedevolver a hacerpresenteen surealidadfácticay concretapor me-dio del relatomítico y de la celebración.Dadaesacercaníadel pasado,elfuturonova tampocomuchomásalládelamerarepeticióno actualizaciónde las formasde vida presente.

Un pasomáshaciala concienciahistóricapartede la reflexióny la le-janíaqueproducenlos monumentosy sobretodo laescritura,osea,lama-terialidadcultural.Esadistanciapermitediferenciary comprenderalavezlapalabrapresente(viva) y la pasada(escrita).El diálogose abreprogre-sivamentea ladiferenciatemporaly aunatradiciónfechablequedacuen-ta de laconfiguracióndelpresente.

Cuandoesatradiciónoral yescritaes comparadaademásconotras,sur-gelaposibilidadde comprenderlagestaciónde lasdiversasculturascomocreacioneshumanas(yano sobrenaturalesomíticas)yconello nacelacon-cienciaquepropiamentellamamoshistórica. Por consiguiente,esacon-cienciarequiereya unaenormeevolucióny objetivacióncultural, y ade-másuna pluralidad de culturas,pueses en la pluralidad (ámbito deposibilidades)dondese expresay se reconocela libertad.

Todacomprensiónhumanase realizaen el espacioculturalde unaco-munidadgestadoenun transcursohistórico.Esono ocurresóloensusmo-mentosmáscotidianos,sinotambiénen susactosmáscreativos,yaseanmi-tológicos, artísticos,tácticoso políticos, de creaciónde paradigmascientíficoso de sistemasfilosóficos (Newtonafirmabaqueél eraun enanosubidoenloshombrosdel giganteGalileo).Sin embargohemosdedistin-guir cuidadosamenteentrela temporalidadintrahistóricadelos elementos«materiales»de la historiay el caráctertranscendentalde laacciónlibrequefundaesahistoriaen virtud de supropiomodode ser.Sóloen esadis-tinción alcanzaremosacomprenderla historicidadpropiade la reflexiónfilosóficay laoriginariedaddel diálogoquehemosdemantenerconlostex-tosdel pasado.

La aperturade la libertada la totalidaddel mundoy de símismaen lacomprensióndialogada(o biensorday violenta,fracasada)deloshombreses lo quefunda lo histórico. Eseacto fundacional,renovadoen cadaindi-viduo dialogante,en cadaactooriginarioy creativodesulibertad,eslo his-tórico en sentidoprimario. Esarenovaciónde lo originario es lo quecap-tabaelpensamientomítico enel relatoritual,sólo quecosificándolo,si bienlo relatadoerasituadoen elámbitode lo divino y comprendidocomoper-

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tenecientea un tiempoy aun mundodistintos y primigenios,«al tiempodel sueño»(aleheringa)dicenmitos australianos9.

En un segundosentido,lo históricoserefiere a lo inuahistórico,esde-cir, a los elementosmaterialesnaturalesquese presentancomoproblemasy/o comomedioso instrumentosparaesacomprensióny suproyectodeli-bertad(o biensirvenparael fracasode ambos),y a los elementosmate-riales-culturaleso bienesproducidosen los quese plasmay expresadichacomprensióny proyecto.Estaes la caravisible de la historia (Geschichte)y por esoconstituyeel objetoprimario de la cienciahistóricaen general(Historie). Estasedirige alestudiode esoselementosmateriales(geogra-fía, documentos,libros,obrasde arte,monumentos,ruinas,tradiciones,etc.)y los investigaconmétodórigurosoparael precisoestablecimientode loempírico,a fin de captarla trabazónde los hechosy comprenderloscomoconfiguradospor dichatrama.Por másquese quieraademáshacerjuiciosde valor y ponerde relieve másunoshechosqueotros,la historia comocienciahabrádc estudiarlas objetividadesy buscarsudeterminaciónob-jetiva,heterónoma,conlaquepoder«darcuenta»delo estudiado.Portan-to, excluyemetodológicamenterecurrirala libertadcomoexplicación,puesellaes autonomía,lo objetivamentenodeterminable,yestocientíficamentesignificaríaignoranciade lascausasdeterminantes.Por ejemplo,carecerí-amosdecienciahistóricasi sólo pudiéramosresponderquela Revoluciónfrancesatuvo lugarporquelos hombressonlibres, aunqueesaafirmaciónseaverdaderadesdeotro puntode vista.

Ahora bien,si despuésse quiereconvertiresaexclusiónmetodológicade lasubjetividadporpartedel discursocientíficoen unaexclusiónonto-lógica,y se pretendeafirmarquela libertado el sujetoautónomono exis-ten, o seasi la cienciapretendeagotarlo real, siendoasíqueningúnméto-do científicopuedeabordarla totalidadpueséstanuncaesempíricamentedada,entoncesse caeen un dogmatismocientífico, enunapseudociencia,quees en realidadunamalafilosofía. ContraestoKant escribiósuCríticadetarazónpura. La cienciasemuevedentrode la ilimitada tramadel mun-do sin llegar a la totalidadni asu fundamento.Por tanto,la historiacomocienciapermaneceenla temporalidadde lo intrahistórico,constituidoy de-terminadopor las relacionesheterónomasestudiadas.

Esatramaintrahistóricano esel fundamentosino la conditiosine quanon, la materialidaddel actode libertad.De los elementosintrahistóricospodemosdecirque se encuentrandeterminadoshistóricamente,o al me-nosdeterminarlosdetal maneraes el programaquese poneasímismalacienciahistórica.Perono podemoshablardel mismomododel acto de li-bertadquefundaesahistoricidad,ni siquieradel actoquefunda la mismacienciahistórica.Sinquererdecirpor esoqueseanactosrealizadosen un

Véase Mircea Eliade, Mito y realidad, Labor, Barcelona, 1981, Pp. 14 y 20, e Historiade las creencias y de las ideas religiosas, Ediciones Cristiandad, Madrid, 1980. t. IV, p. 172.

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mundosubstancialmentetranscendente,porun sujetosubstanteseparadodel mundo,tampocopuedensercomprendidosen lapurainmanenciadelo histórico. La libertad no es unacosade este(materialismo)ni de otromundo(alma,espiritualismo),puesno tieneel modo de serde las cosas.Entreesosdosescollos(comoentreEscilay Caribdis)quecosificanlo ori-ginario, o mejordicho, desdeun puntode vista superiora ellos,hayquedescubrirel carácterde accióntranscendentalde la misma.

La propiacomprensiónhistóricasólo es posiblepor medio de un actoy unaestructuratranscendentalqueya no puedenserelementosintrahis-tóricos, sino unaacciónqueposibilita el conocimientode éstos.Comoyavimos, lo absolutamentedeterminadono lograsalir de susdeterminacio-nes,ni siquieraidealmente,yportantotampocoalcanzaaconocerlas,a ob-jetivaríascomotalescontrastándoloconlo otro,a tenerconcienciadeellas.Si todoen nosotrosestuvieradeterminadohistóricamenteal modo comolo estála materialidadintrahistórica,no lograríamossalir de nuestroen-torno,de nuestroslimitesdeterminadospor esatrama(comono lo puedehacerningúnobjeto);no podríamosentoncesconocerlo otro, otrascir-cunstancias,otrasépocaso culturasy, dadoquelaconcienciarequierecon-traposición,ni siquieranosdaríamoscuentade nuestroentornocomo tal,encuantoparticular,o sea,no habríacomprensiónhistórica;lo puramen-te determinadoni tendríahistoria ni la comprendería.La concienciare-flexiva, quenacedel actode libertady se apoyay se expresaen la razón-lenguaje,sóloesposibleporquegraciasaellosse abreun ilimitado horizonteideal,del quese tomaconcienciaen la ideade«totalidadde lo real».Estailimitación idealno esomnisciencia,puesentoncesseríamosyarealmenteilimitadosy no sóloidealmente,esdecir,seriamosinfinitos, lo queeviden-tementenosomos,puesdeseamosy queremos,y confundiríamosla ideali-dadtranscendentalconnuestrarealidadempírica.Sucarácter,comodiceKant al hablarde las ideasde larazón,no es serconstitutivode los obje-tos,sino regulativode nuestroconocimiento,de nuestrasinvestigaciones,al posibilitarnosquenosdemoscuentade nuestraslimitacionesreales,denuestraignorancia,denuestraconstituciónempírica(porquetengola ideade totalidadsé quesoy unapartede lo real, graciasa la deinfinito sé quesoyfinito, por la de omniscienciame doy cuentade mi ignorancia,etc);yen esamedida,tomandoconcienciade mi finitud, puedoabrirmey entraren diálogo.

O sea,todacomprensiónde sí y del otrorequiereun transcendentalco-mo fundamentoideal, primero,de la propiaaperturaal reconocerlos li-mitespropios,y, segundo,comosuelocomúno intersubjetividaddel queparteel diálogo.A ello se uneunabasebiológico-naturalcomúnentreto-doslos hombres(apesarde la enormeevoluciónhistóricae inclusobioló-gica dentro de la especiehumana)quenosfacilita la comprensión.Esetranscendentalde la comprensión,sinserun elementotranscendentey sinmundo,no es tampocoinmanenteaél, sino quepartede un actode liber-

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tad,originario, quese desarrollaríaconplenitudmedianteelactode pen-sarpor si mismoen el ámbito de unacomunidad.Aquí lamáximaactivi-dadcoincidecon la máximareceptividady acogidaconscientede lo otro,porqueno nosencontramosen la esfera de lo intrahistórico,dondelo de-terminadoesenesamedidapasivo,ni enla lógicade lo cósico,segúnlacuallas cosasse excluyenmutuamente,de modoquedondeestáalgono puedeponerseotracosa,o lo queyo mecomono puedecomérselootro. Enelám-bito de lo transcendental,la capacidadde recibir,de comprenderalo otrocomootro, en su alteridad,incluso de respetarmoralmentea laotra per-sonacomoserlibre,sóloesposibleen la máximaactividadde un actolibre(sinmiedosni pereza,diceKant),queabrael«espacio»idealnecesariopa-ra dejara las cosasmanifestarseen lo queson.Se requierequeel sujetoelaboredesdesi esarecepcióna fin de queél se entere.Esamismaorigi-nariedadfundala posibilidadde lafilosofía,queno essino lareflexióncon-ceptualde esacomprensiónsobresi misma,o sea,sobrela aperturade lalibertada la totalidadde lo real,una reflexiónsobreelámbitode lo libre(y de lo necesario).

Puesbien, la temporalidado historicidaddelpensarfilosófico eslapro-pía de todo actooriginario de libenad,comoocurretambiénconel arteoconla invenciónde paradigmascientíficos,etc.No parten,ciertamente,deunasubstanciacerradaen síy transcendente,sinodeunacultura,deun len-guajeya dado,de unosmaterialesdisponibles,de unasrelacionessocialesquelo favoreceno estorban,de unosproblemasy unasituaciónconcretos,etc.Perotampocosoninmanentesal procesohistórico,como si fueranob-jetosintrahistóricosy merosproductosdela heteronomía.Osea,estáncon-dicionados,perono determinadospor lasrelacionesqueestudiael histo-riador. Hundensusraícesenlo originario,en laoriginariedadqueconstituyela libertad humanay supensar.Creanmundosde sentidos,posibilidadesnuevas.Ni nosotrosdebemosserelementosintrahistóricos,sino queesta-mosllamadosaserlibres, ni lo fueronciertamentelosgrandesfilósofosquenosprecedierony quepor esofuerongrandes,porquedesdesuoriginarie-dadrenovaronprofundamentela situacióninicial y fueronpor ello mismooriginales.

La historicidaddel quehacerfilosófico se encuentraconfiguradaporunatemporalidadintrahistórica,queobligaa un estudiocientífico,histó-rico y filológico, y ala vezpor unaoriginariedadqueno tieneel carácterde cosa,ni temporalni eterna,sino el de unamanifestaciónde lo origina-rio, queobliga a co-pensar,afilosofar, si ha de serentendido.Lo mismoocurriría,por ejemplo,conunatragediagriega.Podemosy debemosestu-diarlacomoun productode suépoca,ver susprecedentesliterarios,socia-les,políticos,susrecursosestilísticos,el públicoal queestabadirigida,etc.De estemodolograremosamarla,recrearlaen susmúltiplesreferenciasysignificaciones,facilitarnose inclusoposibilitarnosla comprensión.Peroéstasólo llega verdaderamentecuando,mirándolacomoeseproductohis-

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tórico lejano, la dejemos,sin embargo,que nos habledirectamentea no-sotrosmismos,desdesubellezay desdelos asuntosplanteadossin másalaexistenciahumana,aunqueéstosse encuentrendiversamenteinterpreta-dos,sentidosy expresados.De igual modo,las produccionesfilosóficasdelpasadoguardanala vez lalejaníay lapresenciadirectade supalabra.Nin-gunade lasdoscosasdebeolvidarse.

Hay en ellas unatradiciónseñalableen sumaterialidad:escuelas,tér-minos,tipospreferentede problemas,planteamientosretomadoso recha-zados,instituciones,etc. Sonelementosintrahistóricosinternosal mismodevenirdela filosofía.A elloshabríaqueañadirsetodoslosdemáselementosmaterialesqueconfiguranla tramade la historiageneralen la cual se in-sertael quehacerfilosófico apesarde suciertaautonomía.Todosesosele-mentoshande serestudiadosconrigurosométodohistóricoy filológico.

Perotodoesose quedaríaen meraerudición,en conocimiento«exter-no»,y alapostreenincomprensión,sino logramoscaptarlaoriginariedaddel pensarqueallí se manifiesta.Esosignificacomprenderqueel pensarfilosófico, y másaúnel de los grandes,el de los máscreadores,no es meraexpresiónde la psicologíade un individuoo de la culturade unaépocaola desuclasesocial,sino quetienenunaintenciónde verdad,deuniversa-lidad, de validezsobrelo real,porencimade esoscondicionamientosper-sonalese históricos’”. Estapretensiónse fundaen la originariedaddel ac-to de libertad y de la autoconcienciatranscendental,las cualessoncondicionesdeposibilidaddela reflexión filosófica. Portantohabráde servaloradadesdeesaintenciónde verdadsobreel asuntodel quehablame-diantesusargumentosfilosóficos, comosi fuerannuestroscontemporáne-os, puesesahí dondepodemosencontrarnosy dialogarcomoserespen-santesy racionales,en labúsquedade esaverdady realidad(o verdaderarealidad),por cuantoqueellaes el ámbitopropiode los sereslibres, no elengañoy la aparienciao la merasubjetividadempírica.Estosólo es posi-blesitambiénpensamospornosotrosmismos,si co-filosofamosrecreandoel textode tal maneraqueno nosquedemosen lasmeraspaJabras~sinoqueéstasse nos vuelvantransparentesy nosdejenver haciadóndeapuntan(quizássin alcanzarlo),o seaaquellode lo quehablan,el asuntodel quetratan” y quenosconciernetambiéna nosotros,viendoquesutemano es

‘“ Es lo que Kant denomina la cuestión de derecho (quid juris) o pretensión de un con-cepto a la objetividad o de un juicio a la verdad, es decir, ala validez necesaria y universa,frente a la cuestión de hecho (quidfacti), de que ese concepto ojuicio sea formulado por al-guien (Crítica de la razón pura, Analítica transcendental, § 13, A 84, B 116 Ss).

«Los aspectos basta aquí señalados la saber, la comprensión correcta del texto y suaplicación a la situación hermenéutica del lector, escriben JM. Navarro C. y 1. Calvo M.]han de estar en todo momento referidos ala cosa misma, pues la comprensión de algo (delsentido de un texto) o de alguien sólo es posible en base a un «sobre qué>’ y con relación aello. Y este tercer aspecto no sólo es necesario por ser condición de posibilidad del enten-der (en cuanto que texto e intérprete comienza por habérselas con el mismo asunio), sinoademás, y con no menor importancia, porque lexto y lector son remitidos a la cosa misma,

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meramenteintrahistórico.Sólo filosofandopuedecaptarsela filosofía deotro, puesúnicamenteun actode libertadlogracomprendery recibirotroactode libertad,esdecir,dialogarcon él. El diálogo sólo puedetenerlu-gar sobreun asuntocompartido”.La filosofía de Heráclito,por ejemplo,me puedeserlejanaen suexpresión,tantoqueme obliguea aprendersulenguay sucultura,perolos problemasqueél abordasontan actualesco-mo mi propiaexistencia,de modoqueyo puedodialogarconél comoconun compañerode camino.

Toda reflexiónfilosófica se encuentrasituadaen unatradiciónculturaldelaqueparte,peroesun actodelibertad porel queel hombrepuedepo-nerenteladejuicio dichatradicióny liberarsedeella,o bienasumirlades-desímismocomoverdadera.Losproblemasqueplanteasona lavez situa-dosy originales,comoocurresiempreconel hombreensuvivir máspersonaly libre. Su situación,su tiempo,laculturadela queparte,le posibilitay a lavezle dificulta en mayoro menormedidasu mismaapertura,la compren-sión de suexistencia,de sumodode ser.Le posibilita en la medidaen quele da instrumentosya elaboradosy le ofreceun trabajoprevio.Le dificultaenlamedidaen quelosproblemaspuedanestarmal planteadosy/o serina-decuadaslas solucionesquese le ofrecen,y tambiénen la medidaen quepuededejarsearrastrarpor lamaterialidadde esosinstrumentos,tomarlosyacomopensadosy no recreadosdesdesí, hacer«escolástica».Setratadeuna«inercia»culturalqueocurrirá,en algunamedida,en todopensarfilo-sóficodebidoa la finitud humana.En esopuedeversela mayoro menorfuerzacreativay transformadoradelos distintosfilósofos.

Por esatareaquese impusieronde pensarlo real comotal (ya seaesosubstante,o histórico,o material,o libre, etc.)y en esamedidatuvieronelmismoasuntoquenosotrosy tienenunapresencialidaddialogante.Sólodeestamaneraconsideradospodránsernuestrosmaestrosenel pensar,puesasícomoen el espejodel otro me reconozco,segúnvimos,esfrente a esaoriginariedadoriginal y pensantecomopuedeserllamadae invocadalamía,comopuedoseryo invitadoa pensartambiénpormí mismo,o sea,be-biendode la mismafuentede inspiración.Así, nosdice Kant,debemosha-cer frente a un genio,el cual es como «un ejemplo,no parala imitación(pues,en esecaso,se perderíalo queen él es genioy constituyeelespíritu

para medir con respecto a ella, y desde la expectativa de «perfección de sentido”, el gradode verdad del texto y de la interpretación propia del que participa en el sentido del texto. Eneste tercer aspecto se encuentra la tierra en que arraiga y de la que vive toda interpretación.Y esta tierra no es otra que la presión de los problemas y el sentido de la realidad. Es en elcumplimiento de este tercer momento del leer y entender como cada uno ejerce, con todamodestia que se quiera, la actividad genuinamente filosófica,> (Textos filosóficos. Antología,Anaya, Madrid, 1982, Pp. 14-15).

‘2 Incluso cuando nos comunicamos nuestras circunstancias más singulares compartimosen común que todos tenemos circunstancias singulares y que sólo podemos valorarlas com-parándolas con las de los otros.

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de la obra),sino paraqueotrogeniolo siga,despertadoal sentimientodesupropiaoriginalidad»”.

2.2. Lejaníae interpretacióndel texto. Cuestioneshermenéuticas.

A) Una tareailimitada

En el puntoanterior hemosestudiadola presencialidaden el diálogoquepodemosestablecercon un pensador,inclusoantiguo,mediantesuobra,debidoa laoriginariedadde la libertady del pensar,a la temporali-dadpropia de lo subjetivo (y másen concretode lo reflexivo) y debidoaquehablamosde algo, al asuntoqueintentamoscomprendery anuestrabúsquedae intenciónde verdad.Ahorahemosde atendera la concreciónen la queel filósofo nossaleal encuentro.

En elquehacerfilosófico intentamoscomprenderlo abierto,lo libre, looriginario,perolo hacemosdesdeunaconcreciónlimitada,conun lenguajey unostérminosconcretos,conunasformulacionesy no otras,conunade-terminadaarticulacióndel discurso,etc., puessólo así lo objetivamos,loprecisamos.Otro esel caminopoético,otro el del místico,otroel de ir debruto por la vida o bienel de vivir sin formular expresamenteestascues-tiones. Peroel filósofo esaquelquese proponeformularlascon la mayorprecisióny argumentaciónposible,conlamáximaracionalidadeintersub-jetividad de la concienciareflexiva’4. Peroahísurgenno sólo las inevita-blesdeficienciasde todacomprensióny comunicaciónrealeshumanas,si-no tambiénotrasespecíficasal asuntofilosófico y al hechode que losgrandespensadoresse nospresentanen textosescritos.

El asuntodel filósofo es,en última instancia(en cuanto«filosofía pri-mera»,segúnexpresiónaristotélica),lo originario,lo ilimitado, lo libre, loquedesbordatodaconcrecióny finitud comofuentede posibilidady fuer-zacontinuamentecreadoradeformasy de sentido(estolo vemostantoenla vidacomoen la cultura).De ahíqueel procesode comprensiónseaili-mitado,siempreen proceso,yconsecuentementetambiénla comprensióndeun grantexto de filosofía (queporesoes grande).

“ Crítica del Juicio § 49, Espasa-Calpe (Austral). Madrid, 1981’, pp. 224-5.‘“ En este empeño se corre ciertamente el riesgo dc creer que la simple formulación lin-

gílística es ya comprensión. Es un peligro que acecha más a los discípulos que a los maestroso grandes filósofos, los cuales saben por experiencia el esfuerzo personal que significa pen-sar, mientras que sus lectores podemos caer en la tentación de creer que la filosofía es máscuestión de técnica, de erudición, de palabras. Por eso otros (por ejemplo, ciertas corrientesbudistas) prefieren el silencio o el rompimiento sistemático del sentido corriente del len-guaje <por ejemplo Heidegger), a fin de liberarse de la pretensión narcisista o fetichista decreer dominar lo originario desde el exterior, de manera instrumental, desde la abstraídaidealidad del pensamiento reflexivo materializado en el lenguaje, o sea, de un manera pu-ramente intelectual.

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Esto es asíen primer lugar porla diferenciade intereseso puntosdevistaquese fijan endiversosaspectosy construyeno dibujansupropiopai-saje,decir,por la necesariaconcreciónde la comprensión(segúnhemosvisto). Así comolo ilimitado y creativo,lo originario,serenuevay se con-cretaen diversasformasy maneras,no quedándoseencerradoen ningunade ellas,asítambiénel texto filosófico, quesin embargotiendea pensarlodesdesuconcreción,requiereserdesbordadoinclusoparasercomprendi-do. No nospodemosquedaren sumeraliteralidadrepetida,cosificada,sí-noquehemosde intentarcomprenderaquellohaciadondetiendetodoeseesfuerzoconceptual,de dóndeviene y haciadóndeva’5. Paraestoúltimoesnecesariono sólo atenderal asunto,sino tambiénal contextoen dondese insertael discursodel filósofo,asusituaciónhistóricay cultural,a aque-líosconlos quedialoga,ya seapararatificarlosya paraoponersea ellos.La concrecióntextualde unafilosofía no sólo es desbordadapor el asuntomismo,sino tambiénpor esemundo(empíricoensentidoamplio)quetien-de aenmarcarlo.¿Cómocomprenderla RepúblicadePlatónsinconocersucontextosociopolítico?¿Cómocaptarconvenientementeel puntode par-tida del empirismosin hacerreferenciaa Descartesy a su influencia?etc.De nuevovolvemosa la trama de lo intrahistórico,estavezparainsertaren ella al texto mismo,y conél al filósofo. Supensamientotambiénha desercomprendidocomoun diálogoa la vez horizontalconsu tiempoy ver-ticalconlosqueleprecedieronenel pensary le influenciaron,directamenteatravésde la lectura,o indirectamentepor la influenciaqueejercieronenla conformaciónde susituaciónhistóricay cultural.De estemodopodre-mosapreciarlo queun sistemarecogedelpasado,lo quereelaborao trans-forma y cómolo hace,lo queaportade original, y tambiéncuál ha sido surepercusióneimportanciahistóricaycultural, sufecundidad.Ello nosdes-velaráasimismo,por tanto,no pequeñapartedel sentidode sus respues-tas,o de elementospresenteso ausentesen ellas.Podremosasistira la ca-ra externade la génesisde su filosofía, la cual habrátenido,sin duda,ungranpesoen la reflexióndel filósofo,tantoparasuscitarleproblemasy po-siblessoluciones,como(debidoa la inerciaque inevitablementeactúaentodoserfinito) paradejarsellevar porellassin lasuficientefuerzade trans-

— ‘6

formacionPor ejemplo Fichte, en su lucha contra algunos kantianos, dedicó reiterada atención a

distinguir entre el espíritu y la letra de una filosofía y cómo había que interpretar conse-cuente a un filósofo (véase por ejemplo en la edición de sus obras que está publicando laAcademia de las Ciencias de Baviera el tomo 1,4, Pp. 231-2 nota, el 1,6, Pp. 313-362, yel 11,3,Pp. 287-342). En cuanto a su propia filosofía, él mismo redactó de forma diferente, unas 15veces, su Doctrina de la Ciencia (no sin considerables modificaciones y evolución), e invita-ba a distinguir la formulación concreta del asunto o pensamiento al que apuntaba, el cualpodía y debía ser dicho de diferentes maneras a fin de despegar de la materialidad de las pa-labras el acto de comprensión.

Es lo que Johannes Hirschberger, en su Historia de la filosofía, llama «coeficiente his-tórico».

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‘u

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Ensegundolugar,los diferentesnivelesdecomprensióndeunafilosofíapor tosquepasamosconformela vamosestudiandoy queoriginandiversasestructuracionesdelmismomaterial(inclusodentrodelmismointeréso pers-pectiva)hacenqueellaseaun procesonuncaacabado.Por esaprofundiza-ción en la comprensión,todainvestigaciónseriay auténticaes comounaaventurallenadesorpresas,un verdaderoaprender,de modoqueunono sa-be bien al principio a dóndele va a llevar, aunquecrea haberlofijado pre-viamentecomoobjetivo: el material se le transformaentrelas manoscon-formeavanza.Estoes tematizadohoyen la formadel círculohermenéuticoentrela comprensiónquehaydel todo y de laspartes:paracomprenderloquevamosleyendode un filósofo hemosde tenerunaciertaideadel con-junto, puessólo ahí adquierensusentidolas distintaspartes,peroa suvezesesentidodela totalidadse encuentramediatizadoporcadaunadelaspar-tes.Por consiguientenuestroestudiode un filósofo ha de comenzarpor lalecturade unabuenaexposiciónde conjunto,si éstaexiste,quenossirvadeconjeturay orientaciónpreviaquedespuéshabráde sercontinuamentere-visada.Poresoestudiares leeral menosdosveces,repasar,resumir,enlazar,ir y volver, retornary revisarel sentidototal desdelaspartesy a la inversa.Todo sentidopartede un proyecto,nosdice Gadamer.«Tan prontocomoapareceen el texto un primer sentido,el intérpreteproyectaenseguidaunsentidodel todo. Naturalmentequeelsentidosólo se manifiestaporqueyauno leeel texto desdedeterminadasexpectativasrelacionadasa suvez conalgúnsentidodeterminado.La compresiónde lo queponeen el textocon-sisteprecisamenteen la elaboraciónde esteproyectoprevio,quepor su-puestotienequeir siendoconstantementerevisadoenbasea loquevayare-sultandoconformese avanzaen la penetracióndel sentido»’7.Estarevisiónsehacegraciasa un nuevoproyectoquetiendeasustituirlosconceptospre-viospor otrosmásadecuadosalo quevadiciendoel mismotexto; un nuevoproyectoquetendráa su vez queir confirmándose.Lo quese exigees estarsiempreabiertoa lo quedice el texto,a sualteridad’».

En tercerlugar, la comprensiónes un procesoilimitado por la ampli-tud de referenciashistóricasy temáticasquese puedeestablecerdesdeunmismopuntode vistay nivel de comprensión,por lasimplicacionesy de-sarrollosquese puedenhacerde unafilosofía. Tambiénahínosencontra-mosconlo originariamentecreativode formasy sentido.

B) La especificidadde la escritura

El pensamientode los filósofosnosvienenormalmentea travésde laes-

“ Cadamer, o. c., p. 333.‘< «Lo que se exige es simplemente estar abierio a la opinión del otro o a la del texto. [-•J•

La tarea hermenéutica se convierte por sí misma en un planteamiento objetivo, y está siempredeterminada por éste. Con ello la empresa hermenéutica gana un suelo firme bajo sus pies’>(Gadamer. o. c., p. 335).

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critura,lo queconlíevaunosproblemasespecíficos.La escrituraconservalapalabraal preciode arrancarladesusituaciónconcretay viva; estonosobli-gaacontextualizarlade nuevomedianteelestudio’9.Ni respondeanuestrascuestionesy necesidadesde comprensiónconla vivezadel diálogo directo,ni ensuexterioridad,accesiblea todos,aseguraunaverdaderaintelección.

SobreestoPlatón se expresaelocuentementeen el Fedro,cuandoSó-crates,haciael final deesediálogo,narrael mito del descubrimientode laescrituraporTheuth,un dios egipcio.Segúnel filósofo griego,la escrituraproduciráolvido al confiarseen ella los hombres,descuidandoasí la me-moria. Y lo quees másgrave,produciráunaaparienciade sabiduría,puesa los lectoresles vendráel conocimientodesdefuera, y no lo engendrarány recordarándesdedentro(la anámnesis),esdecir,no lo reconstruirándes-de símismos,de modoque«habiendooídomuchascosassin aprenderlas[esto es,sin didáctica,sin pedagogíaviva y en contactodirectoconun ma-estroqueleshaga,comoSócrates,debuenacomadrona],pareceráquetie-nenmuchosconocimientos,siendo,alcontrario,en la mayoríade loscasos,totalmenteignorantes,y difíciles, además,de tratarporquehanacabadopor convertirseensabiosaparentes[en meroseruditos]en lugar de sabiosde verdad»”. Lo escrito,comopalabraenajenadaeincontrolableen su in-continenciaverbaly en su«siempredecir»,en sucontinuoestarpresenteparacualquiera,no sabecallarcuandodeberíahacerloni hablarsólocuan-do fueraoportuno,comolo haceel buenmaestroquesísabeenseñary de-cir lapalabraoportuna,de modoquecaeenlectoresno preparadoso ni si-quieraaptosy se prestaamalentendidosy deformaciones”.La razóndeestoresideen quela sabiduríano puedevenir de fuera,sino quetienequecrecerdesdedentro,traslargameditación:«comoresultadode unapro-longadaintimidadconel problemamismoy delaconvivenciacon¿1,dere-pente,cual si brotarade unacentella,se hacela luz en el almay ya se ali-menta por sí misma»”. Las palabrasescritassólo puedenservir derecordatorioparael queyasabe,perono paraengendrarsabiduría.«Por-

«Es así, comenta Gadamer, como se plantea el verdadero cometido hermenéutico ca-ra a los textos escritos. Escritura es autoextrañamiento. Su superación, la lectura del texto,es pues la más alta tarea de la comprensión» <Gadamer. o. c., p. 469).

“ Platón, Fedro, 275 a-fr trad. de Emilio Lledó en «Platón, Diálogos. III: Fedón, Ban-quete, Fedro»,Gredos, Madrid, 1986, p. 404. El mismo E. Lledó ha publicado un extenso co-mentario a este pasaje con el título de El surco del tiempo. Meditaciones sobre el mito plató-nico de la escritura y la memoria, Crítica, Barcelona, 1992.

Fedro, 275 d-e y 276 c; trad. Pp. 406 y 408.“ Y continúa el texto diciendo: «Pero yo no pienso que la llamada disquisición filosófi-

ca sea un bien para los hombres, excepción hecha de una escasa minoría de ellos que preci-samente están capacitados para descubrir la verdad por sí mismos con un mínimo de inicia-ción» (Platón. «Carta VII», 341 c-e; trad. M. Toranzo y J.M. Pabón, Instituto de EstudiosPolíticos, Madrid, 1970, Pp. 87-88). Esto ocurre así porque las disposiciones naturales de lamayor parte de los hombres son malas y en absoluto afines a la virtud ni al esfuerzo intelec-tual necesario para alcanzar la verdad (O. c., 343 e -344 b; trad. PP. 91-92). «Por consiguiente,

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quees impresionante,Fedro,lo quepasaconlaescritura,y porlo quetan-to separecea lapintura,siguediciendoSócrates.En efecto,susvástagosestánantenosotroscomosi tuvieranvida; pero,si se les preguntaalgo,res-pondenconel másaltivo de los silencios.Lo mismopasaconlaspalabras.Podríasllegaracreercomosi lo quedicenfuerapensándolo;perosi alguienpregunta,queriendoaprenderde lo quedicen,apuntansiemprey única-menteaunay lamismacosa»’3.Seentiendequedicensiemprela mismaco-saen su literalidad,no cuandovansiendocomprendidasy elaboradas.Pe-ro ciertamentemuchasvecescallan antenuestrascuestionese intereses.Anteestohemosde teneren cuentacuatrocosas.

1.0 Nosotroscomolectoreshemosde suplir «elaltivo silencio»del tex-to, esdecir, la ausenciadel autor (de lavivezade su palabra,de sugesto)y de sucontexto,a fin de hacerposibleeldiálogo,dar vida a la escriturayrestaurarsusentido’4.Esorequiere,enprimer lugar, un buenyfiel conoci-mientorex:ua¡de suobra,en su lenguaoriginal y en edicionescríticas,pa-rarespetarsualteridad.Hayqueprocurarencontraren unasparteslasres-puestasa los problemasquenosplanteanla comprensiónde otras.Hemosde estaratentosa la evolucióndel pensamientodel filósofo a fin de resi-tuarafirmacionesdiferentesy captarcuálesson las ideascentralesquehande predominaren nuestrainterpretaciónpor encimade afirmacionesquesealejanmáso menosde ellas.Todo esorequiereun largoestudio,asíco-mo paracomprendera alguiennecesitamosun buentiempode conviven-cia y diálogo.Se precisaunalargaestanciacon los escritosdel filósofo pa-ra captarsuexperiencia,su esfuerzo,sumundo,y un ir y venir de texto a

todo hombre que toma en serio lo que en serio debe ser tomado, se guardará muy bien deexponerlo a la malevolencia y falta de capacidad de las gentes, confiándolo a la escritura»(O. e., 344 c; trad. p. 92. Véase también la «Carta II», 314 b-c).

‘~ Platón, o. e., 275 d; trad. pp. 405-406.«.. la lectura del texto se ejecuta en la forma de un diálogo en el que, ausente el autor

del texto, el lector debe asumir el papel de aquél a fin de hacerle expresar y desarrollar susentido desde sí mismo, posibilitándolo y favoreciéndolo» (J.M. Navarro C. y T. Calvo M.,o. e., p. 16). «En fin, escribe Ortega, la lengua sensu stricto es de suyo un mero fragmento dela espresividad humana, es la desintegración de la vida gesticulante [...j. El libro es un decirfijado,«petrificado>s; es, en rigor, algo que fue dicho. Pero el auténtico decir -indicamos alprincipio- es el que brota de una situación como reacción a ella. Arrancado de su situaciónoriginaria, es el decir sólo la mitad de si mismo. En efecto, el decir fundamental es el diálo-go o el multiloquio en que los interlocutores están presentes unos a otros, y todos sumergi-dos en una determinada situación física, moral, mental, en suma, vital. Esta situación es ato-dos patente y lo que dicen la da por supuesta, no la dice, «por sabida la calla» y vaca a enunciarprecisamente lo que no espatente, aquello a que la Situación lleva pero no lo es sin más. 1..].La ausencia del dicente deja ante nosotros la palabra escrita descoyuntada del complejo ex-presivo que era el cuerpo de aquél. Por muy habituados que estemos a la lectura, cuanto me-jor sepamos leer más sentiremos la tristeza espectral de la palabra escrita, sin voz que la lle-na, sin mímica carne que la incorpore y concrete. Bien decía Goethe que la palabra escritaes un subrogado, un mísero Ersatz de la palabra hablada» (José Ortega y Gasset, Comenta-rio al «Banquete» de Platón, en Obras completas IX, p. 762 y 764).

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texto,de modoquesecompletenlosunosalosotrosy seiluminenpor nues-tracapacidaddereconstruirel sistemadesdeelsentidodela totalidad,don-decadaparteadquierasusignificado25.Unatotalidadmásbienidealy siem-pre abiertaa revisióny anuevosenfoques,a la incesantecreatividaddesignificadosy relacionesquepuedeaportar.Perola fidelidada laalteridaddel textoharáqueno cualquierinterpretaciónde un pensadorpuedecon-siderarseválidao igualmentedefendible,por muchoqueinsistamosen lafecundidaddel textoy en lapluralidaddelecturas.Notodose puededecirconsentido,pretendiendounaausenciatotal de objetividad,dereferenciaa un asuntotratadoo mundovivido, y de unaintenciónde verdado subje-tividadpensante.Vaciaríamosdecontenidoeldecirsi éstesignificaraa lapostrecualquiercosa,quees lo mismoquedecirqueno significanada.Dehecholos quedefiendenque la interpretacióncarecemáso menosde lí-mites(por ejemploel deconstructivismoderridiano)tambiéndana sude-cir un contenidoen cuantoquese oponena otrasafirmaciones,se distan-ciande otrosmodosde pensary escribenbuenoslibros exponiendocuáleselsentidocorrectoy legítimode sufilosofía, desu«aparatoteóricoy prác-tico riguroso»’». La interpretacióntienesus límites,nosseñalaUmbertoEco ya en el titulo de surecientelibro”.

«El principiante, escribe Ortega, deberá estudiar -no meramente leer- en un libro. (En-tre leer un libro y estudiarlo va, por lo menos, esta clara diferencia: leer es recibir el pensa-miento del autor; estudiar es reconstruirlo mediante la propia meditación.)» (José Ortega yGasset, «Prólogo a Historía de lafilosofla de Karl Vorl~nder», en Obras completas, VI, 294y 294-295 nota).

26 Cristina de Peretti, Jaques Derrida. Texto y deconstrucción, Anthropos. Barcelona,1989, p. 22.

27 U. Eco, 1 limití dell’interpretazione, Bompiani. Milano. 1990 (hay ya traducción en es-pañol), que acaba diciendo: «Difícil decidir si una interpretación dada es buena, más fácil,por contra, reconocer la mala» (p. 338). El procura situarse entre «dos ideas de la interpre-tación. Por un lado se asume que interpretar un texto significa esclarecer el significado que-rido por el autor o, en todo caso, su naturaleza objetiva, su esencia, una esencia que, en cuan-total, es independiente de nuestra interpretación. Por otro lado, se asume, por el contrario,que los textos pueden ser interpretados infinitamente. [j. Las dos opciones de las que hehecho referencia [existeun significado fijo y en sí - no existe ningún significado sino sólo sig-nificantesl son ambas ejemplos de fanatismo epistemológico» (p. 325). «EL que comprende,escribe J. Grondin. busca algo verdadero. Esto se puede ejemplificar en primer lugar porcontraposición en el hecho de que todos saben qué es mentira y qué es equivocación. El quese equivoca desconoce, el que miente faisea la verdad. Determinar y distinguir positivamentela verdad es ciertamente una empresa mucho más difícil. Y sin embargo, cuando entende-mos tenemos una pretensión a la verdad, y por «verdad» pensamos sencillamente una in-formación con pleno sentido que coincida con las cosas. [j. Cada uno de nosotros entiendesiempre de otra manera porque hacemos hablar la verdad misma de manera nueva cuandoaplicamos algo verdadero (una afirmación acertada, una crítica, una opinión plausible, etc.)a nuestra situación. Esto lo hace, ciertamente, todo tiempo, todo individuo, a su modo y portanto de otra manera. Pero aquello a lo que todo intento de comprensión tiende sigue sien-do una verdad, sobre la que. en su caso, puede discutirse. [3. Nadie estaría dispuesto a acep-tar todo como igualmente justificado y válido» (oc. PP. 179-180).

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2$ Serequiereademásunaactitudpositivay copensante.Tantoo másimportantequeel estudioesla actitudmismaquelo dirige. Porpositivaen-tiendounaactitud queen principioestáa favor del filósofo, o comose di-ceen el ámbitojudicial,quele concede«la presunciónde inocencia»,aquíen concretola presunciónde coherenciay de verdad.Cuandosurgeuna«presunta»incoherenciao falsedad,el lector conducidopor esaactitudpiensaprimeramentequeello se debea un defectode sunivel de com-prensióny de informacióne intentaportodoslos medios(correctos)res-taurarla coherenciadel sistema,susentido.En estalabor es de sumaim-portancia y utilidad prestar atención a la evolución o génesis delpensamientodel filósofo estudiadoy colocar las ideasincompatiblesentiemposdiferentes(sin caeren algunosabusosquese hancometidoen lautilización de esterecurso).Deesamanerael autor«sedefiende»,y no caeen ese«altivo silencio»,sino quele prestamosnuestravoz y nuestratuer-za.Con esteesfuerzoaprendemosa pensar,y no nosdejamosllevar por latentaciónde creernosmuy sabiosderribandosistemasquesonmásbienfantasmascreadospornuestraignorancia,conducidosporla aparienciadesabiduríaomniabarcantequenosofreceel carácteruniversaldelconcep-to cuandoel pensamientose quedaen esauniversalidadvacíade matices(la de las «etiquetas»:empirismo,idealismo,subjetivismo,modernidad.etc). En vez de pensar,haríamosjuegosde palabras,aunquefueranbri-llantes.

Porcopensanteentiendola actitud de aquellector que,como un ami-go dialogante,se ponea reflexionarsobreaquellomismoqueel autorin-tentapensary llevar al lenguaje,a fin de ayudarle,en realidadde ayudar-se mutuamente,en tan difícil empresa.Sólo así podrá ser acogidoyentendidosu esfuerzoy su acción.Podríamosesquematizaren cuatro lasactitudesposiblesanteun textofilosófico,y anteun filósofo en general.Laprimeraseríaun actitud negativa,agresiva,quesólo tiendea derrumbar-lo, queva«al deguello».El lectorse ha «enfadado»porprincipio y porpre-juicios no aclarados,o por un modo diferentede sentiro de expresarseyqueno quiererelativizar,o bienhaquedadoenganchadocon lo quedesom-bra tienetodopensadory todapersonahumana,y conesasombraen lama-no intentaoscurecerel restonegándoletodasuertede luz. Es una inter-pretaciónquevaa venceral enemigo,posiblementeenpartereal y en parteimaginado;y paraque la luchaaparezcacomojustay correctase constru-yeuna«película»de buenosy malosintegrales.

El reversode la anteriores la actitud del entusiasmoy la fascinación,quesólo es capazdever lucesy aciertos,demodo quese ledesdibujala fi-guray loscontornosdel pensadoren unaradiaciónquetiendea ocuparto-do lo real y todoel saber.Estasdosactitudessoncarasde unamismamo-neda:no establecenunasuficientedistanciacrítica respectodel texto demodoqueno le dejanserlo quees,no establecenladistancianecesariapa-ra eldiálogo,no reconocenla alteridaddel otro,leproyectancomounane-

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cesidadpropia,y en estaconfusiónno soncapacesde reconocerla reali-dad,ni la del otro ni la de símismo.

Unaterceraactitudes la queintentaalejarsedel defectode las dosan-tenores,perolo haceen ladireccióninadecuada.A fin de no estarpegadoal filósofo ni desfigurarlopor el enfadoo por el entusiasmo,procuraman-tenerunainterpretacióndistantemedianteunaobjetividadneutray fría.Paraello haceabstraccióndesupensamientopropio(a fin de no perderla«objetividad»),y permaneceen el nivel de la descripción.Masal no co-pensar,no recreayda porigualmenteválidolo queun autortengade som-bra que lo quehalla logradode luz, de potencia,de clarificación (nivela,diría Heidegger).El lector se ha ido, se ha retiradodemasiadolejos, y noes capaztampocode ver correctamentela figura. Ni siquieracomprende,porqueel texto ha dejadode tenersignificadoreal paraél, y se ha queda-do comomuchoen unacuestiónmeramentefilológica.

La cuartaactitudeslaqueprocuramantenerla difícil distancia«justa»y, pordifícil quesea,correel riesgode intentarla.Eslamismadistanciaquehemosde observarparaconocerla realidad (por ejemplo,ladistanciaes-pacialnecesariaparavisualizarun objeto), las otraspersonase inclusoanosotrosmismos(estoúltimo lo logramosen la relaciónconlosdemás,don-de ellos nossirvende espejoy nosposibilitande ese mododistanciarnosde nosotrosy conocernos).Esadistanciaestádeterminadapor la tensiónentrenuestraactitudpositivafrentea la persona(actitudquenosacercaaella), en estecasofrenteal filósofo y susistema(al queportantoestudia-mosrigurosay solícitamente,comoanteshe descrito),ynuestrointerésporla realidady la verdad,la cualmantenemosenvirtud deunaactitud(co)pen-sante,yquenosalejao puedealejarcríticamentedel filósofo estudiado.Si-guiendoel ejemplode Aristóteles,hayqueseramigosde Platón,peromásaún de la verdad,y asícontodoslos otros.

Enestacuartaactitud,queafirmay estableceunarelaciónentreelpen-samientodel otro, mi propiopensamientoy la cosapensada,es dondesepuede(«sepuede»,siemprecabelaposibilidaddeun fracaso)delinearunaverdaderafigurade lostres.En efecto,la escuchadelpensamientodel otrome poneen tela de juicio la relacióndel mío conla cosa,de modo queseproduceahí la distanciade ella conmi pensamiento,quedandoéstedeli-neado.Pero como no dejode pensarla cosamisma,apoyándomeen estepensar(por mí mismola cuestión),puedotomarmis distanciasrespectoalpensamientodel otroy dialogarconél, darmecuentade suslucesy de sussombras,o seadelinearlo.Porúltimo, comofinalidadde estediálogoy gra-ciasa la doble perspectiva,la cosamisma pensadaadquieremayorvolu-meny realidad’>.

2s Heidegger resume en dos las actitudes de las que aquí he hablado: «Esto s<, una cosaes necesaria para un diálogo con los pensadores: llegar a la claridad sobre la manera en quedebe producirse nuestro encuentro con ellos. Aquí restan, en el fondo, solamente dos posi-

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‘u

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3,0 Todainvestigaciónha de teneren cuentatambiénun tercerele-mentoa lahoradeabordarlacomprensióndeun filósofo: surecepciónporpartede los otros,tantodelos simplesexpositorescomode los pensadoresmáso menoscreativosqueparteno dialoganconél. Los primerosnosayu-daránsobretodoacontextualizaralautor,suépoca,losinflujos quehanre-cibido,el significadodelos términos,laestructuradesusistema,etc.Losse-gundosnos introduciránmásen un diálogode razonesen pro y en contrasobreel asuntomismoquese pretendepensar,aunquetambiénnosencon-traremosconno pocosmalentendidoshistóricosquedeberemosir contras-tandomediantenuestralecturadirectay nuestrapropiameditación,O sea,en esalabor interpretadorahemosde teneren cuentaqueno nosencon-tramossolos,sino quenosinsertamosen unatradición interpretativa,una«historiaefectual»diríaGadamer.Ella nosha transmitidolos textosy noslos presentaya conunainterpretación,sin la cual, comovimos,no habríacomprensiónalgunay, por tanto,tampocotransmisión.De esainterpreta-ción partimosnecesariamenteyellanosorienta,al menosen un primermo-mento.Porconsiguiente,habrádesertambiénrevisadareflexivamente,co-mo todoslos componentesde nuestraprecomprensión,a fin de no dejarsellevar inercialmentey analizarconcuidadosi esainterpretacióntransmiti-daclarifica el texto o másbienlo oscurecey oculta.De ahíquenuestrain-vestigaciónfilosófica ha de partir desdeesarevisiónhistórica,realizandopor ejemploun trabajosobreunacuestiónhistórica(sobreun filósofo con-creto,un aspectode él,unacomparaciónconotro,un lugarcomúnaunaco-rrientefilosófica, etc.),másquesobreunatemáticao sistemática(sobrelalibertad,elconocimiento,labelleza,etc.).Estaúltima es másadecuadapa-raetapasposteriores,cuandodominemosmáscl bagajehistóricoy halla-mosido formandonuestropropiopensamientoen contactoconél.

bilidades: una es el salir al encuentro de los pensadores, otra el ir contra ellos. Si queremossalir al encuentro del pensamiento de un pensador, debemos engrandecer aún más cuantohay de grande en él; entonces llegamos hasta lo no-pensado de su pensamiento. Si, en cam-bio, sólo queremos ir contra lo pensado por un pensador, es forzoso que con este querer ha-yamos empequeñecido previamente lo que tiene de grande. Entonces ya no hacemos másque trasladar su pensamiento a los supuestos sobrentendidos de quien lo sabe mejor» (Hei-degger, ¿Qué significa pensar?, Editorial Nova, Buenos Aires, 1964, , p. 78).

Podríamos decir en general que sólo el amor reflexivo ilumina. El amor, no la ciega pa-sión, que iría únicamente en defensa del objeto. sino el amor que ama sabiendo las limita-ciones de lo amado, porque no ama sólo la perfección (narcisismo) sino también lo real.Cuando alguien, por el contrario, se acerca agresivamente a un autor, simplifica su pensa-miento y lo reduce a sus aspectos más negativos, de modo que éstos le impiden ver la otrariqueza y copensar con él. Le falta eros para comenzar a jugar, para prestarle imaginación ylimpiar y sacar lo reluciente, para co-filo-solar con él. Sólo en ese juego apropiador puedesurgir un diálogo y una comprensión profunda. No se trata ahora, sin embargo, de negarnuestra propia finitud, o sea, el hecho de que nos sentimos atraidos más hacia unos pensa-dores que a otros, del mismo modo que somos más sensibles a unos determinados temas ymodos de abordarlos. Se trata de ser conscientes de esta situación nuestra con respectos alos otros y de no tomarla como la única posible.

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En nuestracultura abiertay plural no podemoshablarya de unasolainterpretacióntransmitida.Esapluralidad favorecenuestralibertadobli-gándonosa decidir y, paraello, a pensarpor nosotrosmismos.Pero tam-bién escierto quea pesarde esapluralidad,cadaunode nosotros,porsuspropiasafinidadesy por susituacióno entornoconcreto,hapartidoprefe-rentede unade ellas,y esajustamentees la quenostocarevisarde modoespecial.Con ello el diálogose convierteahoraen un multiloquio, unapo-lifonía de vocesy decires.

Peroenesariquezapodríamosasimismoperdernos,aplastadosen pri-merlugarpor su magnitud,metidosen el laberintode bibliografíasy bi-bliotecasinterminables,imposiblesde leerni aunquetuviéramosvariasvI-das,desesperadosporcompletarunaerudiciónquese muestracomopozosin fondoo comomontañade Sísifocadadía renovadapor nuevaspubli-caciones,en un mundovolcadoa la información(puesinformaciónespo-der)y cadavez conmayoresposibilidadestécnicasparaello’9. Nosencon-tramosde nuevo con nuestrafinitud. Recordemoslo dicho sobre laconcrecióndel temaa la medidade nuestrasfuerzas,y la preferenciaquehade tenerlacalidadsobrelacantidad,la formaciónsobrela información.Ademástodainvestigación,tambiénla filosófica, comotodavida,coníle-va un elementode azaro suerteparaencontrarel libro justo, la ideapre-cisa,el párraforeveladortal vez en un libro casi olvidadoquepor nuestrotrabajoes recuperado,porejemplo.

Cabetambién la posibilidad,en segundolugar, de quedarnossin vozpropia,enmudecidosanteel temorde hablarsobrecualquiertemajunto apersonastan autorizadas,preguntándonosqué de nuevopodremosdecirnosotros.Aquí hemosde recordarnuestraconstitutivaoriginariedad,demodoquesólo seremossi nosatrevemosa pensartambiénnosotros.Y notemamostanto, si nosapropiamosel textodesdenuestraexperiencia,o sea,si somosoriginarios,seremostambiénen algunamedidaoriginales(en lamedidadenuestrasfuerzas),dibujaremosun paisajedistinto inclusoconelmismotexto,tendráotrosacentos,otrasderivaciones,etc.

Antetodoestodescubrimoslo quesignificapensarpor simismo,suca-rácterde actode libertady de autoposiciónpersonal,su riesgoy sumcvi-tabilidadsi queremosser.Peroa la vez se nos hacepatentela necesariaaceptaciónde nuestraprecariedad,de quehemosde estarsiempredis-puestosa la revisiónde nuestropensamientoe interpretación,abiertosaldiálogoverdadero.Descubrimosaquíde nuevola tensiónquenosconsti-tuye,la quese instauraentrenuestrafinitud y nuestraoriginariedad.Am-bashande ser tenidasen cuentay afirmadas,puesúnicamenteen el «es-pacio»abiertoporesatensiónentrelasdosse realizapropiamenteeldestino

‘~ Ya Leibniz se quejaba de que «el número de libros y la confusión de las cosas nos es-pantan», y de que «la multitud de los autores, que llegará a ser infinita en poco tiempo, losexpondrá a todos juntos al peligro de un olvido general”.

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del hombre.Peroéstees,sin duda,el aspectomásoceánicoconel que seencuentrala investigaciónsobreun filósofo, sobretodosi el pensadorele-gido es antiguoy ha sido profusamenteestudiadoa lo largo dc la historia;la bibliografíaexistentesenoshaceinabarcable.Se precisaentoncesunaselección,aunquetodaselecciónhayadeserrevisable.Estapuedeencon-trarseen la referenciabibliográfica(a vecescomentada)de los libros y re-vistasquetratansobreesefilósofo; si contrastamosvariosveremosquehaylibros y artículosquese repiteny queen principio son los quelos especia-listasconsideranmásimportantesy quehabránde orientarnosal menosalinicio de la investigación.Tambiénenla bibliotecasse encuentranficherospor autoresy por materias30.

Ademásel principiante(y no estaríade másque tambiénel avezado)en la investigaciónfilosófica ha de contarparaello, y paralos demásas-pectosyaseñalados,conla direcciónde algún profesoro especialista,al-guienconocedordel autor y de lo quesignificainvestigary pensarfilosó-ficamente,debidoa la insustituiblefuerzapedagógicadel diálogodirecto.Mucho mejorsi el filósofo elegidovive aúny resultaposibleexponerledi-rectamentenuestrascuestiones.La diatribade Platóncontra la escritura,queantesveíamos,apuntaacertadamentea la primacíade la palabravivasobrela escrita.Un libro de unaculturadesconocidaseríailegible,puroobjeto. La culturaescritase basaen la vivida, se alimentadeella, se mIer-pretadesdela experienciade lapalabrausadacotidianamente,sentida,ex-perimentadaen primerapersona,asícomo entendemoslo escritocuandolo pronunciamosmentalmenteal leerlo.Esenesapalabrapronunciadadon-de se renuevatodacultura, se la recreay se la comprende3.Por esotam-biénPlatónescribeen diálogos,lo máspróximoa la palabraviva, con unmagníficoarte dramáticocapazde traernosen la lecturael alientoy la si-tuaciónconcretade esapalabrapensada.Ahí radicatambiénsufuerzape-dagógica,ejercidaen todoel Occidente.

40 Si hacemostodoesto,habremossuperado(en lo posible)las defi-cienciasde la escritura,y éstasni callarán(o muchasmenosveces>,ni di-rán siemprelo mismo,ni hablaráninoportunamente.Además,sólo en unaescuchafiel de lo quecl otrodicepuedetenerlugarun diálogo,y no un me-ro monólogoquetome al texto comoun pretextoparaformularlaspropias

Un buen libro de información sobre todo esto es el de Ignacio Izuzquiza. Guía para elestudio de la filosofla. Referencias y métodos, Anthropos, Barcelona, 1986.

No comparto, en es-a medida, la posición de Derrida, que privilegia la escritura. Con-sidero que la palabra viva no es una presencia clausurada o cósicamente plena. sino exis-tencial, donde se hallan también el pasado y el futuro, distinguidos y confiriendo sentido. Nitiene por qué ser la presencia dominadora y fálica del padre; pueden también hablarse losamigos. los que sc respetan y los que se aman, además deque el padre puede y debe tambiénescuchar a su hijo. No se trata, por otra parte, de anular la fuerza y el poder de la palabra vi-va acusándola de cultura machista, sino de otorgársela a todos conjusticia, a hombres y mu-jeres, etc.

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ideas.Es un principio de realidadquepuedesignificaresfuerzoy moles-tias, peroquehacecrecer.Además,no todo sondesventajas.La escriturano sólo tienedefectos,tambiénaportainmensasposibilidadesculturalesquesin ella no se darían. No en vano ha sidosiemprecuidada,y su pre-senciaresultaindispensableparael desarrollode la cultura.No espocaco-saquenossirva pararecordarlo yasabido,comodicePlatón.Peroademásellaaumentalaposibilidaddetradicióny dereflexión.Lo primero,encuan-to que la tradiciónno quedaexclusivamenteconfiadaalos estrechoslími-tesy ala fragilidad de la memoriade los hombresqueasuvez la habríande transmitira los nuevosmiembrosde la comunidad.Conlaescritura,elbagajeculturaltienehorizontesilimitados y conservaconfidelidad la pa-labratal y comofue escrita,permitiéndonosentrarencontactodirectoconlas fuentesexistentesde cualquierépoca:con losversosde Quevedo,lastragediasde Sófocles,la Ehca de Spinoza,losmínimosmovimientosdelpensamientokantianoen susanotaciones,etc.,con intermediariosmíni-mos,comotestigoscasi inmediatos,en «butacade primerafila».., un lujo.

Másaún.No sólosirve paramantenerla palabrasiemprea disposición,accesiblemásalláde lapresenciacorporalqueledio vida,laescrituratam-biénnosposibilitapotenciarnuestracapacidadde reflexión(lo hizosindu-da conel propioPlatón).En primer lugarparael queescribe,queen estaaccióntiene la calmanecesariaparaencontrarla expresiónmásadecuadaa su pensamiento,parair «despacioy conbuenaletra» aclarandoy acla-rándoselo quequieredecir,paracompararlo queescribeconlo ya escri-to (el autores suprimer lector)afin de dar la mayorcoherenciaal discur-so y estructurarlode la maneramásconveniente,retornarconprecisiónsobresuspasos,tenerpresentelaspropiasideasanotadassin dependerdelazarosoordenen el quepuedano hayanpodidoir ocurriéndosele,etc.32.Estolo hade teneren cuentael investigadorparasímismotambién.Al irescribiendosutrabajo,alobjetivarlo,irá tomandomayorconcienciade supropia investigación,de susconexionesy deficiencias,y le irán surgiendonuevasideasy preguntas.

En segundolugar, la escrituratambiénposibilita potenciarla capacidaddereflexiónparaelqueestudia.Estepuederealizarla lecturasegúnsuritmodecomprensión,pararseenel silenciomeditativo,volveratrásadondequie-ra y cuandolo considereoportuno,compararconprecisióndiversospasajeso condiversosautoresde épocasdiferenteso bienconsuspropiasanotacio-nes, etc.De todaesareflexión se alimentarátambiénla palabraviva y vice-versa.Esetiempoabiertoa la reflexión propia y en silencio,dejadaa surit-mo,es lo quese echademenosen lasconferencias(o clases)dondese leeun

“ «Porque no hay duda: si Platón escribió volúmenes no era por casualidad ni por in-continencia. sino porque. a pesar de su deficiencia congénita, es el libro la única forma enque se pueden decir ciertas cosas, las cuales sería vano querer comunicar ni al mejor amigoen las más densa de las confidencias» (José Ortega y Gasset, Comentario al «Banquete» dePlatón, en Obras completas IX. p. 766). por ejemplo, las teorías.

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textopreviamenteescrito.Mientrasqueelconferenciantehadispuestodecal-ma paracondensaren apretadasformulacioneslo mejordesu pensamiento,exigedelauditorioqueseacapazdecomprenderenunahoraloqueél hatar-dadoquizásmesesenasimilary redactar.Unavez acabalaconferencia,si noshainteresado,quisiéramospoderlaver publicadaafin de tenerel tiempodereflexión queen sumomentono se nosconcedió;y estono sólopararefle-xionar sobresu ideaglobal, sinotambiénsobresusformulacionesconcretas,esasqueel autorha logradoaquilatarpor mediode laescritura33.

C) Lasdeficienciasde todo lenguaje

«Leer, leer un libro, comienzadiciendoOrtegaen su inacabadoCo-mentarioal «Banquete»de Platón, es,comotodaslas demásocupacionespropiamentehumanas,unafaenautópica.Llamo utópicaa todaaccióncu-ya intencióninicial no puedesercumplidaen el desarrollode su ejercicioy tienequecontentarseconaproximacionesesencialmentecontradictoriasdel propósitoquela habíaincoado.Así, «leer»comienzapor significar elproyectode entenderplenamenteun texto. Ahorabien,estoes imposible.Sólo cabe,conun granesfuerzo,extraerunaporciónmáso menosimpor-tantedelo queel textoha pretendidodecir,comunicar,declarar,perosiem-pre quedaráun residuo«ilegible».Es,en cambio,probablequemientrashacemoseseesfuerzoleamos,depaso,en el texto,estoes,entendamosco-sasqueel autorno ha «querido»deciry, sin embargo,las ha «dicho»,noslas ha reveladoinvoluntariamente,másaún,contrasudecididavoluntad.Estadoble condicióndel decir, tan extrañay antitética,apareceformali-zadaen dosprincipios de mi «AxiomáticaparaunanuevaFilología»quesuenanasí: 10Todo decires deficiente-dicemenosde lo quequiere.2~ To-do decires exuberante-da a entendermásde lo quese propone»’<.El len-guaje,tantoel escrito comoel oral, no puededecirlo todo.En él seen-cuentrancosaspresupuestas,otrassugeridaso bienmediopensadas.

1? Lo presupuesto.Paradeciralgotenemosquecallarsobreel resto,seleccionar;nose puededecirtodoa lavez, y ni siquierase puededecirto-do: ningúndiscurso,ningúnlibro, ni aununaobrade cien volúmenespue-dedecirlo todo.

«El lenguaje escrito permitió «volver» sobre el tiempo. Fijado como escritura, la tem-poralidad inmediata que nos determina deja un residuo en las líneas escritas. Cada ahoraque se pierde en el instante mismo de ser vivido permanece en la letra y ellas acompañan denuevo a la mente que quiere ir allí por donde pasó el tiempo, con rastro, del autor. Esta po-sibilidad de conservar estilizado el tiempo en la escritura fue, durante siglos, hasta que lle-garan los modernos medios de comunicación, la única forma de vivirel residuo de otro tiem-po y, con ello, recuperar la memoria» (Emilio Lledó, El silencio de ¡a escritura, Centro deEstudios Constitucionales, Madrid, 1992’, p. 68).

Ortega. Comentario al «Banquete» de Platón, en Obras completas, t. IX, p. 751. Véasetambién su libro Velázquez. en Obras completas VIII. p. 493.

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Lo presupuestoes lo no dicho; en primerlugar, lo no dicho por serob-vio, lo queOrtegallama «lo inefado»,lo no dicho porcuantoquese supo-nequeel otrolo sabe.Esel contextodentrodel cual se recortay adquieresentidolo quesequieredecir,eseentornoquese silenciaporque,alserpa-tentea losquedialogan,seda porsobreentendido.De otromodono se po-dríacomenzara hablar.Si tuviéramosquedecirlotodo a la vez no sabría-mospordóndeempezar,y aunquepudiéramosir contándolosucesivamentecareceríade sentidopor obvio,por no relevante,por un principio de eco-nomíay porquetodosse perderíanal fin en un discursointerminable.Esasituaciónhistórica,concretay personal,de la quela palabrapartesilen-ciándola,es la que la interpretaciónde los textos (de la palabraescritayextrañada,descontextualizada)ha de recuperarparaentendertambiénlodicho desdelo no dicho, pero presupuesto.En casocontrariodejaríamosdeentendermultitud de referenciasdesdelas queadquieresusentidomu-chode lo quese dice,comonossucedecuandollegamosa un paísquenoconocemosy leemossusperiódicoso vemossu televisión,queal principionosfaltan muchosdatosparacomprendery valorarla informaciónqueahíse ofrece.

La palabra,el lenguaje,adquieresentidodesdeelsilencio,de igual ma-neraqueunafigura se delineasobreel trasfondoqueella no es y a partirdel cual se destaca.«La condiciónmásfuerteparaquealguienconsigade-cir algoes queseacapazde silenciartodo lo demás»,escribeOrtega35.Esesilenciono sólo es lo inefado,lo voluntariamentedejadoen silenciopararesaltarlo queinteresaba,sino tambiénlo queel filósofo madrileñodeno-mina «lo inefable».Con ello se refiere a la imposibilidadquetiene el len-guajede captarcontododetalle la infinita riquezade lo real, de la expe-rienciadirecta,sólocomprensibledesdeotra experienciaque,por tanto,nosotroshabremosdetenero realizar.«La lenguaen suauténticarealidadnacey vive y es comoun perpetuocombatey compromisoentreel quererdeciry el tenerquecallar.El silencio,la inefabilidad,esun factorpositivoe intrínsecodel lenguaje.Cadasociedadpracticaunaseleccióndiferenteenla masaenormede lo quehabríaquedecirparalograr deciralgunasco-sas,y estaseleccióncreael organismoqueesel lenguaje.[...].El lenguajeestálimitado siemprepor unafronterade inefabilidad.Estalimitación sehallaconstituidapor lo queen absolutono sepuededeciren unalenguaoen ninguna»><.

Hay, además,otra terceracategoríade lo no dicho en cuantopresu-puesto.No porqueseaen sí «inefable»(o al menosno enteramente),nitampoco«inefado»en el sentidodevoluntariamentecalladopor obvio,si-no porquerepresentaun subsuelo«aúnmásprofundoy decisivo,consti-tuidopor los supuestosque,siendoactivosen nosotros,tienenun carácter

Ortega, Comentario, t. IX, p. 754.‘< O. c-, p. 755 y 756.

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elementalísimoy tan radicalqueno nosdamoscuentade ellos»”. Es lo nodichopor no estarpensadoen el sentidode no habersido tematizado,ob-jeto deunareflexiónquelossacaraa la luz. Son lospresupuestosdela pre-comprensiónno aclarados,no críticamentediscutidos,y por consiguienteconstituyenunalabordeprimerísimaimportanciaparala interpretacióneldescubrirlosdebidoa supotenciaestructuradoradel discurso.En estesen-tido puedeentenderseque se hayadicho (Kant, Fichte,Schleiermacher,Dilthey, etc.)queel ideal del intérpretees comprenderal autormejor delo queél se comprendióasímismo(en la medidaen queestoúltimo seen-cuentrareflejado en el texto)3>,descubriendolo queen el fondo le moviósin queél lo supiera;por ejemplo,Kant interpretaquela afirmacióndog-máticade un absolutoprocedede unanecesidadprimariamenteprácticayno teóricacomoeldogmáticocreía.Reflexionandosobrelo dicho y lo pen-sadoexplícitamenteen el texto habremosde llegar a suspresupuestostá-citos,en ciertamaneraindicadosen él.

Estesubsuelodel pensarlinda con lo queHeideggerdenominalo aúnno-pensadoqueapareceen lo pensado:«El reconocer(Anerkennen)con-sisteen quedejemossalir a nuestroencuentrolo pensadode cadapensa-dor comoalgoúnico en cadacaso,algoirrepetiblee inagotable,y estodetal maneraque nos sobrecojalo no-pensadoquehay en su pensamiento.Lo no-pensadosólo es en cadacasocomolo no-pensado.Cuantomáspri-migenioseaun pensar,tantomásrico serásuno-pensado.Lo no-pensadoes el don mássublimeque un pensartiene paraofrecer»’>. En este movi-mientohacialos presupuestos,la reflexión filosófica lograplantearsu ta-rea con mayor radicalidad,y muestrasu determinaciónmásesencialencuanto«filosofía primera».

2.0 La exuberanciade todotexto apuntamásbiena otrasdoscatego-ríasde lo no pensado:lo sugeridoo sugeribiey lo alumbradoa medias.Encuantoa lo sugeridopor la lecturadel texto es aquelloque,reflexionandosobreél, yo puedocoherentementesacarcomoconsecuenciadelo dicho oponeren relaciónconél.De estamaneraci sistemase desarrolla,se enri-quecesucomprensión,adquieremayorconsistenciay claridad,o porelcon-trario, se enfrentaa problemasmayoresy muestramejor su incoherencia

Ortega. Velázquez. t. VIII. p. 494. «El subsuelo, constituido por capas profundas y ori-ginadas en lo antiguo del pensar colectivo dentro del cual brota un pensamiento de un pen-sador determinado, suele ser ignorado por este» (Ortega. Origen y epílogo de la filosofía. VI,en Obras completas. t. IX. p. 395).

Véase citas y comentario en G. Gadamer. Wahrhe¡t ,~nd Methode, Mohr, Túbingen.1975’. PP. 180-184; trad. en Verdad y método. Sígueme, Salamanca, 1984. Pp. 246-251, o enEmilio Lledó, oc.. Pp. 66-7 y 97-110. A las citas que ahí se encuentran afládase la de Kant.Crítica de la razón pura, A 833, B 861 ss.

Heidegger. ¿Qué significa pensar?. Editorial Nova, Buenos Aires, 1964, p. 77. ‘<Reco-nocer, sigue diciendo Heidegger. no es todavía asentimiento, pero, sí. en cambio, el requisi-to previo para toda discusión» (o. c.. p, 81).

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y falta de solidez.Esteaspectose va concretandono sólo mediantela co-herenciadel discurso,sino tambiénporlos interesesquenosmueven,tan-to al autor comoal lector.

3,0 Perotambiénse encuentralo medioalumbrado, lo pensadoy di-chopor el filósofoperono contodaclaridadprecisamenteacausadesuno-vedad,o sea,porque,abriendocaminosnuevos,él se hallaaúntambiénconun pie en el anterior.Recogerestanuevaluz, desbrozarconvenientemen-te elcaminoinaugurado,despejarlode las adherenciasy lassombrasde loviejo a fin de rescatarloen suesencia,esunalabor creativaqueincumbetambiénal intérprete.Estenoha de quedarsemeramenteen repetirla tex-tualidaddelo dichoy, enesasimplerepeticióntextual,no comprenderporel temorde arriesgarseapensarpor sí. Esaestambiénunade lastareasfun-damentalesparaunahistoriafilosófica dela filosofía y lo quehanhecholosfilósofosconsusmaestros,de dondepartiósupropiacreatividad.

Nadie se libera enteramentede todoslos modosanterioresy hereda-dosde pensary plantearlas cuestiones,ni un autorformulasiempreconclaridadlo quede nuevonosquieredecir,mezclándosede esemodolo nue-yo conlo viejo eintroduciéndosepor ahíno pequeñosproblemas.Enton-cestenemosgrossomododosopciones.Obieninterpretamoslo nuevoporlassombrasde lo viejo, aplanamos,nivelamos;porejemplo,interpretamosel sujetotranscendentalen Kanta semejanzadel sujetoaisladoy substan-tede Descartes,comohacenmuchos.O bien a la inversa,desbrozamoslonuevode lasadherenciasdelo antiguo,sacamosa la luz sumejorcosecha,nosenriquecemosconella y seguimoscopensandoen la direcciónhacialaquenosapuntael propioautor.

Estosdos últimos aspectos,lo sugeridoo sugeribley lo medioalum-brado,no sontantodeficienciasdel lenguaje,sino de la finitud del pensarhumanoen general.

Todasestasdeficienciasy exuberanciasdelaescrituraydel lenguajeengeneral:lo presupuesto(lo presupuestoinefable,lo presupuestosabidooinefadoy lo no temáticamentepresupuesto),lo sugeridoy lo medioalum-brado,máslaausenciao enajenaciónen laescrituradel contextoydel pro-pio autor,a lo quese ha de añadirnuestrapropiadeficienciao ignoranciainicial comolectoresdel filósofo (de maneraquenosvemosobligadosa irproyectandosentidosde la totalidady a irlos sucesivamenteconfirmandoo rechazando),y por último la dilucidaciónquehemosde hacerde nuestropropiopensamientoen relaciónconla cosamisma,todoestomuestrahas-taquépuntoescucharverdaderamentey conprofundidadrequiereunaac-tividad porpartedel lector, un estudioy un pensarpor sí mismo.Pero sicaminamosen lo posiblehaciaeseideal, irrealizableen superfección,en-toncesel textose nosvuelvevivo, mástransparente,podemosver a travésde él la originariedaddel autory el asuntoqueél intentabapensar,o haciadóndeapuntabaquizássin nombrarloo incluso sin alcanzarlo.Aprende-

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remosde susresultados,inclusode suserrores,evitaremoslas ingenuida-desen lasquecaeinevitablementeun pensarespontáneo(aunquealseres-ta tareainterpretativailimitada, inabarcable,hemosde confesarquetodolector seránecesariamenteen algunamedidaingenuo),en la contraposi-ción con ellosapreciaremosnuestrafigura personale histórica.Seguire-mostal vez siendopequeños,pero,comodecíanlos medievales,«enanossubidosahombrosdegigantes».Estableceremosun verdaderodiálogo,nosdejaremosinterpelary creceren lo abierto,en lo inagotable,nuestroes-quemapreviode trabajose irá transformando,inclusopodremosencontraraquelloqueno se sabíamosquebuscábamos:investigares unaaventura.

2.2. Un diálogo conscientedela propia situación

Hemosvisto cómoacercarnosala presencialidaddel filósofo paraes-tablecerun diálogo, respetandoasimismosu figura, su alteridadtextual.En estoyacomprendemosquenuestrasituaciónes diferentea lasuya.He-mosdeteneren cuentaesadistanciahistórica,el hechodequemehallo enotro momentocultural, exceptoenel casode haberelegidoun filósofo vi-yo de mi ámbitocultural, y aúnasínuestraformación y lecturassegura-menteserándiversas.Olvidar estonos llevaríaa anacronismosy a no dar-nos cuentade nuestrasdiversasindividualidades.Pero de esoya hemoshablado.

Veíamosquelaposibilidadde unasuperaciónideal (=pormediodel co-nocimiento)de nuestrafinitud situadaresideen quea la subjetividadle esconstitutivala intersubjetividad,o sea,el diálogoconlosotrossobrelo realy sobrela situaciónde cadauno. Puesbien,esediálogopuedeserimpedi-do por unacerrazóno terquedad,yaen el planoreflexivoo ideológico,yaa nivel prerreflexivoo afectivo.

Portanto,en primer lugar, hemosder serconscientesde nuestraspre-ferenciasideológicas,de nuestrasafinidadesy fobias,quetiendena hacer-nosdemasiadobenévolosconlos razonamientosde unoso demasiadoin-justosy agresivose inclusosordoscon los de los otros,es decir,parciales.Por ejemplo,despreciarla obrade Heideggerporquepertenecióal parti-do nazi,ola de Sartreporquefue ateoy nosotrossomoscreyentes,o la dePlatón porqueeraaristócrata,etc. (o biena la inversa),aceptándolotodode ellos por esasrazones,no queriendover nadamásqueesosaspectos,clausurandoconello acal y cantonuestrouniversoideológico,no ponien-do nuncaenteladejuicio lospresupuestosdenuestraracionalidad.En esecasono aceptaríamoslaprecariedadconstitutivadenuestrafinitud pormie-do o pereza.O sea,el bloqueoideológicohundenormalmentesusraícesen el bloqueoafectivoquetodosmáso menostenemos,puesvivir es duroy noshemosde defender.

Ensegundolugar,por tanto,hemosde serconscientesdenuestraafec-tividad básica,algoquese tiene menosen cuenta,no sólo a la horade in-

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terpretar,sino tambiéna la de reflexionarsobrela interpretacióno her-menéutica.Estoes ciertamentemásdifícil porquese halla a un nivel pre-rreflexivo,muchasvecesnegadoo reprimido (Verdriingung,en terminolo-gía freudiana).Estesentirbásicoapareceen la concienciacotidianaenformade sensacionescuandoes relacionadoconlos objetos,o bienenmúl-tiplesestadospsicológicos,en formadesentimientos,cuandoesrelaciona-do conel sujetd<kSu importanciaradicaen serla primeracomprensiónquetenemosde nuestrarealidadconcreta,tantode nuestraoriginariedadco-mo denuestrafinitud, de lasíntesisde ambas,de nuestroquerery denues-tro estaren el mundo.Sólosienteaquelserque,queriendopartirdesdesí,se encuentralimitado,y al sentir,o sea,al darsecuentade esalimitaciónofrustración,comprendequeno esomnipotente.Es de esesentirbásicodedondepartetodaconcienciareal y todaconcienciade realidad,dice Fich-te, y quedespuésseirá determinandoendiversossentimientosy sensacio-nesgraciasa laacciónde la imaginacióntranscendental,quelleva a cabola configuracióno interpretaciónplásticadelmundoobjetivo4t.Heideggertematizaalgoparecidoconel términodeStimmung(disposicióndeánimo)quees la compresión(Verstehen)primariade nuestrasituaciónen el mun-do (Befindlichkeit), de nuestroser-en-el-mundo.

A esesentirbásicoretornamoscuandoqueremoshacerpieen nuestrasreflexionesparaqueadquieranun sentidovivido, real,experienciado.Noes lo mismo,por tanto,intentarcomprenderla realidadpartiendode unaafectividadquedeotra, esdecir,partiendode unao de otra precompren-sión básicade la realidad,de unaangustiao bien de unaaceptaciónradi-cal, de un enfado,o deunaafectividadnostálgica,o místicao poética.Haygente,cuya visiónde la realidadestádeterminadafundamentalmenteporun cabreo,de modoquesólo venlo negativoe intentandestruirlo todo42;en otros,por unavisión esteticista,o narcisista,de retóricay de palabrasenvolventes,etc. Al menoshayqueserconscientesde ello. Aunquetam-pocoestaríade mássi lográramoshacernos(metafóricamente)comoní-

« Véase 1. Kant, Crítica del Juicio, § 3 (Ak-,4usg.V, 206> y Metafísica de las costumbres,Introducción 1, nota] (Ak.-Ausg. VI, 211-212).

«... el sentimiento (das Gefúhí) es lo primero, aquello de lo que parten todas las ac-ciones de la conciencia» (Fichte, Wissenschaftslehre, nova methodo § 13, Meiner, Hamburg,1982, p. 144). «Hemos deducido como estado básico (Grundzustand) un sentimiento, al cualse liga todo lo demás» (oc. § 7, p. 86). «La capacidad de sentir es ideal, es el origen de todointuir y pensar, de él parte todo nuestro pensar en el tiempo» (oc. § 14, p. 156).

42 Alguna vez tendría que ser escrita una «Crítica de la razón cabreada». Por ejemplo,aquellos que se enfadan con el estado del mundo y niegan ya la posibilidad de una acciónmoral o de un sujeto libre no se dan cuenta de que su enfado sólo tiene sentido porque pre-suponen que los hombres lo «deberían» hacer de otra manera y piden que el mundo marchemejor, o sea, presuponen la libertad y la necesidad moral de la acción libre. Denuncian, pe-rotan enfadados que ya convierten lo dado caía única posibilidad de lo real, segándose ellosmismos la hierba bajo sus pies, es decir, quitándose el espacio ontológico desde donde la de-nunciase hace posible y cobra sentido.

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ños,segúnnossugiereNietzsclie,o purosde corazón(segúnseexpresaelEvangelio)paraver a Dios, lo quepodemosentendercomo un abrirsesintrabas,sin hipotecas,a la realidadprimigenia,quees el temade la filoso-

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fía. En realidadsetrata de armonizarsey reconciliarseconsigomismoporqueresultaquela subjetividad,al igual quesucuerpo,es un acto sin-tético,un todo dondelaspartesse determinanentresí, de modoquesi nose encuentraarmonizada,integrada,puedetomar la informaciónde unapartecomoinformacióndel exteriory viceversa,de modoque no lograorientarse,ni saberquién es, ni qué es la realidad.En una investigacióncientífica,dondesehaceen lo posibleabstraccióndelo subjetivo, no estanimportanteesteaspectoafectivo,perosienunacomprensiónfilosófica,da-do quese preguntapor la realidad radical, y el primer contactoy com-prensiónquede ella tenemoses el sentir.

IV. MATERIALIDAD DEL LENGUAJE Y REDACCION

Investigaciónes diálogo,decíamos,que se realizapor mediodel len-guaje.La reflexión quellamamosra~ón,esaliberaciónde nuestracapaci-dadde comprensiónrespectoa lo concreto,se producegraciasal lenguajey sumaterialidadu objetivación.Hemosde teneren cuentaquela acciónideal de la comprensión,si bienno es un objetoinmanenteal mundo(nopodríaentoncesliberarsede su concrecióncósica),tampocoesunacosatranscendentequepudierasersin«materialidad»,sin hacersemundo,puesno tieneel modode serdelas cosas,sino el deacciónidealy subjetivaquehaceposibleque las cosasseanobjetos,algo conocido.Puesbien, el len-guajeeslamaterialidadgraciasa lacual logramosseparary liberaresaide-alidad,esacomprensión,de los casosconcretos,empíricos,y formar con-ceptosen dondecaptamoscomotales,ensuserlógico, lasreglasquehemosseguidoen lacomprensióny objetivacióndel mundoconcretovivido. Gra-cíasaesaabstracciónpodemoshablardelo queconocemossin queello es-té presente,de la totalidad(que nuncaestáobjetivamentepresentey queesmeraideal racional)e inclusodelo quetieneotromododerserqueaque-llo quepuede«estarpresentecomoobjeto»(la libertad,lo divino...).Gra-ciasaesaacciónnacelaconcienciareflexiva,en el ámbitode lacual seen-cuentrala filosofía,quesese basaportantoenelconceptoy enel lenguaje.

De aquísacamoscomoconsecuenciaprácticaquehayqueatendera laimportanciacapitaldel lenguaje,si bienpersonalmenteno compartola te-oriade quela filosofíaseao se reduzcaa un análisisdel lenguaje,ni del for-malizado,ni del cotidiano,ni del filosófico. En unaculturacomola nues-

“ El poeta-filósofo Novalis nos dice que cl principio de la filosofía es un acto de feliz ma-trimonio consigo mismo, <‘un acto de abrazarse así mismo (Ac: der Selbstumarmung)». «¿Aquién puede no agradarle una filosofía cuyo germen es un primer beso?’> ( Vorarbeiten. 74).

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tra, dondepredominala cienciay la técnica,sumétodoo modo de pensar,sólo se tiendeaconsiderarlo objetivo en cuantotal, rechazandolo subje-tivo como inasequibleal observadorexternoy fuentede ambigiledad(po-sitivismo). Se piensaqueno hayverdadni realidadalcanzablefueradelmétodode la ciencianatural;sólo se apreciala seguridadobjetivau obje-tivada.Por esose caeen la tentación(«paraserserios»)de reducir la re-flexión filosófica al análisisde suobjetivaciónlingilística. De la dificultaddepensarotrosmodosde serque lo cósico,se pasaaeliminarlosontológi-camente,comosi pararesolverun difícil problemade matemáticaslo me-jor fueraborrarlode la pizarra.Peroen esaabstracciónse olvida la reali-dadcotidianade la queparteel lenguaje,el mundode la vida, de útilesysubjetividades,en la queel hablarse haceposibley cobrasusentido.Másaún,se olvida la raíz misma de lo objetivoen general(la acciónidealsub-jetivaquelo haceposibley quenospermitehablardeello y de hacercien-cia) y el interésquea él nosconduce:el proyectosubjetivode libertad,suintenciónde realizarsecomosujeto.Lo quepretendepensarla filosofía nose resuelveen unameracuestiónde lenguaje;nosiríamosal silencio,por-queel merolenguajeno resuelvenada,y en sumeraobjetividadse quedamudo,comocosamuerta,comocualquierotra cosa.El lenguajees lacon-didosinequanon del pensar(su materialidadnecesaria)perono esel fun-damentoni su primera intención.Exceptoen el gozoquea los niños lesproducela meraactuaciónde sucapacidadlingñística,el lenguajeno es elfin del pensar,sino que lo es la comprensiónde la realidadvivida; si bienen un segundomomentola reflexiónpuedevolversehaciaél y convertirloensuobjeto(filología), estasegundareflexiónse apoyaen laprimera(con-forme a la génesisde la subjetividad).El lenguajeno piensa(en contradelo queafirmaHeidegger),sino queen él. entendidopor un sujetoactivo,seencuentraarticuladalacomprensiónde losquenosprecedierony lo for-maron.Sinél no habríapensamientoreflexivo, perotambiénse dala con-cienciaprerreflexivay prelingilística,a no serquellamemoslenguajea to-da forma de conciencia,y en ese sentido es cierto que todo acto deconciencia,paraserlo,ha de seguirunasformas(en el puro caosno habríaconcienciaalguna).

Atendera la importanciadel lenguajey su materialidadsignifica, enprimer lugar, tenercuidadocon la inercia propia detodo lo material.To-do actode pensarse materializaenel lenguaje,materializaciónquese vuel-vea utilizaren la siguientereflexiónsobrelo yapensado.Por tantoningúnlenguajees neutro,ningún términoes banal,sino queel lenguajede don-de partimoses ya la plasmaciónde unaciertacomprensióny articulación(interpretación)del mundo, o mejor dicho,de múltiples estructuracionesde la realidad,no necesariamenteadecuadasni coherentesentresí. Si novolvemosa pensarlo pensadoen el lenguajequeutilizamos,en esamedi-da seremospensado,y posiblementedeforma incoherente.En estesenti-do metafóricosi podemosdecirqueel lenguajepiensa,nospiensa,a veces

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mejorotraspeor,esdecir, los anterioresa nosotrosnospiensan,perotam-bién en esemismo gradohemosdejadode comprenderal no elaboraresepensamientodesdenuestraoriginariedad.El lenguajeno reinauguradoyrepetidomecánicamentesevuelveopacoen sumaterialidad.

En segundolugarhemosdecomprenderla necesariaremodelacióndellenguajepara[a filosofía. El lenguajepartede la vida cotidiana,queseen-cuentraatareaday volcadaa las cosasy a sumodode ser,de maneraqueél tiendea cosificar todo aquelloquenombra.Se requiereun esfuerzoco-mosi dijéramospoético o de analogíassiempredifíciles y peligrosas,res-baladizas,porquese tiende a considerarcomo un buen argumentofilosó-fico lo quesólo esunametáfora ocurrente;se requiereun esfuerzoa findehacerloun instrumentoapto paraotro modode pensar,parala tareadepensarotros modosde ser,para pensarlo originario, como requierela fi-losofía.

Debido a esaimportanciadel lenguaje,en tercerlugar, se ha de elegirtrabajarun autoro tema del que sedomine o seestédispuestoa estudiarla lenguaoriginal y las lenguasen las que estéescritala literatura secun-dariamásimportante.Estono sólo ni principalmentepor la escasezde tra-duccionesqueno nospermitiríair muy lejosen la investigación,sino sobretodo debidoa la importanciade la materialidaddel lenguaje,a quetodatraducciónes ya una interpretacióndel universode una lenguaal univer-sode la otra. Poresomismo hay queestudiarlos textosenedicionescríti-casdondesumaterialidadquedefundadamenteestablecida.Hay queaten-der a los diversossignificadosque los mismostérminostienenen diversosautores,e incluso en la obrade un mismo autor (lo cual no siemprees nipuedeser recogido por lastraducciones)y comprendersu significadose-gún el contextoen el que esténutilizados.

En cuartolugarhemosde atendera la necesidadde elaborarfichas,concartoneso bien con cuartillas normales,con un sistemaaprendidoo per-sonalmenteelaborado,ordenablesdesdedistintasreferenciasa aspectosconcretosde la investigaciónsegúnel esquemacon el quese estátraba-jando,de modoque puedanserordenadasde distintasmaneras(flexibili-dad) y utilizadaslasvecesquese requiera;fichasde citas,de bibliografía,de crítica o comentario,incluso resúmenesde los libros más importantespara el tema,resúmenesanotadosy comentados,perotambién fichasdelaspropiasideasconformevayanapareciendo;o sea,fichasde todolo queintereseparala investigacióny suredacciónfinal. Estasfichasno sóloayu-dan a la memoria,de modo que seriaimposibleabordarsin ellas unain-vestigaciónde años,sino que,como dije al hablarde la escritura,esen esaobjetivacióncomomejorreflexionamossobrelo queestamospensadoy sirealmentelo podemosexplicar,sucoherenciay suslagunas.

Porúltimo, la redaccióndel trabajode investigaciónsupondráensayosparciales,que inclusopuedenapareceren formade artículos,y unaredac-ción final que impondrásiempreretoquesy modificaciones(deahí la uti-

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lidad de trabajarconun ordenador,cuyotratamientode textospermiteto-daclasede cambios).En esaredacciónsehade teneren cuentaqueel tra-bajotengaunaunidadorgánica,o sea,unacoherenciainterna,quese veaporquéde un capítulose pasaa otro, de unacuestióna lasiguiente,esde-cir, queprogreserazonadamentey sin saltosdesdelapresentacióndel te-ma a ladiscusióndocumentadade susdistintaspartesy las conclusionesalas quese llega.

Ademásse ha de observarlaestructurapropiade un discursofilosófi-co, distintade la de unanovelao de unapoesía,de un sermón,de un artí-culoperiodístico,etc.Esciertoqueel discursofilosófico haido tomadofor-masmuy diversas,perono hemosde confundirlas distintasmaneraso«lógicas»en las quese puedeutilizar el lenguaje;también«el logossedi-ce de diversasmaneras».Un poetapuededecirverdadesprofundas,perono tienepor quéfundaríasy razonarlas;un filósofo sí. La Crítica dela ra-zónpuravistaliterariamentepuedesermediocre,perono consideradaco-mo discursofilosófico. A la inversasucederíaconEl médicoapalosdeMo-liére. De unapoesíay de un mito yo puedoaprendermucho,puesno sóloseaprendede la filosofía; inclusoapartir de ellospuedoelaboraro enri-quecermi propiafilosofía,pero la exposiciónde éstatendráun texturayun razonardiferentes.Aunqueel origendel lenguajeseaimaginativo,po-ético y simbólicoen sentidolato,conél no sólose puedehacerpoesía,si-no que la reflexiónpuedeutilizarlos con diversasintencionesy modosométodos,configurándoseasídiversostipos de logos(o lógicas)o coheren-ciaso modosdedeciry designificar. No es lo mismolo que(ni el cómo)sequierecomunicarcuandose escribeunapiezade teatroquecuandoseha-ce un tratadode físicao se exponeun ensayofilosófico sobrela libertad.Comprenderlos distintoslogossignificano sólo reflexionarsobresusse-mejanzas,comolo hacenlos deconstructivistas,sino tambiénsobresusdi-ferencias.En casocontrariono sabríamosbienlo queestamoshaciendo,nilo quequeremoscomunicar,ni cómo,perdiéndoseasílamismariquezadellogos,borrándosey nivelándoselasmúltiplesposibilidadesdiferentesqueél nosbrinda.No es lo mismodarunaconferenciade filosofía queun reci-tal poético,los criteriosde valoraciónsondiferentes,asícomoson dife-rentesloscriteriosqueutilizamoscuandovaloramosun examendeun alum-no quecuandoleemosun cuento.

Por últimodecirquela redacciónde nuestrainvestigaciónhabrádeob-servarla estructurapropiade todotrabajoacadémico:citas,notas,biblio-grafía, normasde mecanografiado,etc. Con ello logramoscomunicarnosadecuadamenteen la «repúblicade las ideas»,comodirían los ilustrados.Esasnormasse encuentraen loslibros quetratansobremetodologíade lainvestigación4to biense puedenaprenderen los libros quelos especialis-tashanpublicadosobreel tema,porqueadmitenciertavariación.Ellasper-

Por ejemplo,e! libro ya citado de Umberto Eco, o bien el bastante más voluminoso

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miten ofreceral lector unainformaciónexacta sobrelo quese citay afir-ma, laposibilidaddecomprobarloporél mismofácilmenteeinclusodeuti-lizarlo confiabilidad. Esasnormasrepresentanpor tanto,la seriedady lacortesíade nuestrotrabajo.Decíaal principio queun trabajode investiga-ción debeinteresarprimariamenteal que lo escribe.Perono anulemoselpoío opuesto:tambiénha de interesaralos otros,porquela actividad deinvestigary de escribircobrasu sentidomáspleno y un mayorgozoen lacomunicaciónlograda.

(873 páginas) de Javier Lasso de la Vega, Como se hace una tesis doctoral (Manual de dccii-mentación). Técnicas, normas y sistemas para la práctica de la investigación científica y téc-nica y la formación continuada, Publicaciones de la Fundación Universitaria Española, Ma-drid, 1977. Uno mucho más breve y manejable (158 páginas) es el de David Romano,Elementos y Í&-nica del trabajo cientlfico.Teide. Barcelona, 1988’. Pueden consuitarse tam-bién el de Restituto Sierra Bravo, Tesis doctora¡es y trabajos de investigación científica. Pa-raninfo, Madrid. 19882. y el de Frederik Lamson Whitney, Elementos de investigación, Ome-ga, Barcelona. 1986’.