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Alteridades ISSN: 0188-7017 [email protected] Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa México Kraemer Bayer, Gabriela Cultura política indígena y movimiento magisterial en Oaxaca Alteridades, vol. 14, núm. 27, enero-junio, 2004, pp. 135-146 Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa Distrito Federal, México Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=74702708 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

Cultura Política Indígena y Movimiento Magisterial en Oaxaca

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    Kraemer Bayer, GabrielaCultura poltica indgena y movimiento magisterial en OaxacaAlteridades, vol. 14, nm. 27, enero-junio, 2004, pp. 135-146

    Universidad Autnoma Metropolitana Unidad IztapalapaDistrito Federal, Mxico

    Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=74702708

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  • ALTERIDADES, 2004 14 (27): Pgs. 135-146

    Cultura poltica indgena y movimiento magisterial en Oaxaca*

    GABRIELA KRAEMER BAYER**

    La cultura indgena gira en torno a una visin del mundo cuyas coordenadas bsicas corresponden a la mesoame- ricana de origen prehispnico. Pero, a lo largo de su historia cada etnia ha integrado un saber hacer de origen mltiple. En el caso de la cultura poltica de las etnias de Oaxaca, entre estas influencias sobresalen dos: la de las comunidades de base catlicas y la de las organizaciones magisteriales. En este artculo mostrar como la expe- riencia de estas ltimas se fue insertando en la cultura poltica que orienta las acciones de los movimientos tnico- polticos de ese estado. Este trabajo es parte de los resultados de una investigacin acerca de los movimientos autonmicos que se realiza en cinco regiones de Mxico. Se utiliz la metodologa etnogrfica, recurriendo princi- palmente a la tcnica de entrevista abierta, observacin participante, revisin de archivos municipales y consulta bibliogrfica. Palabras clave: cultura poltica, magisterio, indgenas, Oaxaca.

    Introduccin

    Entiendo por cultura la red de smbolos y signos o, si se prefiere, la estructura simblica que orienta y da sen- tido a las acciones y prcticas de una comunidad hu- mana. La cultura poltica es, por tanto, la manera de representar, imaginar, legitimar y proyectar a futuro el mundo de la poltica, y al mismo tiempo es tambin un mapa, plan, modelo, receta para actuar polticamente.

    Esto implica ver a la cultura poltica desde dos n- gulos diferentes: por un lado, el normativo, esto es las normas, valores, creencias y utopas que integran el marco ideolgico que legitima y da sentido a la vida poltica de un colectivo y, por el otro, el saber hacer, el conjunto de conocimientos, destrezas, experiencias,

    actitudes y sentimientos que permiten a los indivi- duos actuar diestramente en el mbito pblico del po- der. A estos dos aspectos de la cultura poltica podemos aadir un tercero: el de la identidad poltica, es decir, el sentido de pertenencia a una comunidad poltica, el cual le proporciona a la cultura profundidad histrica.

    La cultura poltica indgena, por el lado normativo, es coherente con una concepcin del mundo y creencias religiosas mesoamericanas, as como con normas y valores tradicionales que se han adecuado a lo largo de los aos a los cambios sociales, a nuevas relaciones con el sistema poltico dominante y a las actividades mi- sioneras de religiosos catlicos o protestantes. El saber hacer en el mundo poltico resulta de la experiencia al afrontar conflictos y realizar acciones, entre las cuales

    * Artculo recibido el 22/03/04 y aceptado el 05/08/04. Ponencia presentada en el VI Congreso de la ALASRU realizado en Porto Alegre, Brasil, del 25 al 29 noviembre de 2002. El material emprico para elaborar este trabajo se obtuvo en el marco del proyecto La autonoma indgena ante las relaciones de poder y la cultura poltica local. Estudio comparativo, que cont con financiamiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologa y la Universidad Autnoma Chapingo.

    ** Profesora investigadora del Departamento de Sociologa Rural de la Universidad Autnoma Chapingo.

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    la defensa del territorio y el derecho al autogobierno han sido una constante para los pueblos indgenas de Mxico en los ltimos 500 aos. Ahora bien, estas luchas involucran siempre actores indgenas y no indgenas.

    Los pueblos indgenas de Oaxaca han mantenido desde el momento mismo del contacto espaol una relacin de adecuacin a las exigencias de los invasores, alternando con la rebelin frente a las mismas. En- tonces, puede decirse que actualmente todos los gru- pos tnicos de esta entidad cuentan con una amplia experiencia en la defensa de sus intereses frente a las imposiciones que han sufrido a lo largo de su histo- ria. Conocen la sumisin simulada, el sometimiento estratgico, la resistencia pasiva, la rebelin violenta y la negociacin. Han sufrido la represin, la traicin, la cooptacin de sus lderes, el divisionismo, la con- quista pacfica y el caciquismo surgido de sus propias comunidades.

    Durante la historia de Oaxaca han ocurrido varios movimientos tnico-polticos que obedecan a distintas coyunturas. La ms reciente se inicia aproximadamente en el ltimo cuarto del siglo XX. Desde los aos setenta fueron surgiendo organizaciones indgenas en casi todas las regiones tnicas del estado. Unas muy desa- gregadas y espordicas, otras ms consistentes que perduran hasta el momento. Algunas son ampliamente conocidas por incidentes de extrema violencia, como el movimiento triqui y el de los juchitecos. Otros no menos importantes como el de los mixes y zapotecos de la sierra, de los mixtecos y el de los mazatecos ocu- paron pocos espacios en los peridicos nacionales. Las condiciones que facilitaron el surgimiento de estos movimientos estn relacionadas, entre otros factores, con una diversificacin de las instituciones que inciden en el medio rural como las iglesias, las ONG, las ins- tancias gubernamentales para asuntos indgenas, los partidos polticos y las instituciones educativas.

    En este trabajo vamos a mostrar cmo la experiencia de lucha de las organizaciones magisteriales incide en la cultura poltica que orienta al movimiento indgena, aunque a la inversa, la cultura poltica indgena ali- menta tambin a la de los maestros.

    Abordaremos el tema desde varios ngulos para que los procesos de dominacin y de resistencia, al igual que las experiencias y los valores adquiridos du- rante esos procesos, se presenten en su riqueza y am- bigedad. El primer punto muestra cmo fue posible que el maestro lograra un lugar especial en la sociedad

    indgena. El segundo aborda el lugar que ocuparon los maestros en el primer movimiento de la ltima coyun- tura de luchas tnicas en Oaxaca, el de Juchitn. En el tercero y en el cuarto se describe la historia del ma- gisterio oaxaqueo y de la lucha de los maestros por democratizar su sindicato en los aos ochenta. Por l- timo se expone la forma en que la cultura poltica mixe fue adoptando principios y prcticas de otros movi- mientos sociales y, en especial, de la lucha magisterial.

    La forma de gobierno indgena y los maestros

    La forma de gobierno en la mayora de los municipios indgenas de Oaxaca consiste en alguna variante del sistema conocido en la literatura antropolgica como de cargos. Este sistema mesoamericano de gobierno, segn Korsbaek (1996: 82), consiste de manera tpica en un nmero de oficios claramente definidos como tales y que se rotan entre los miembros de la comunidad, quienes asumen uno de ellos por un periodo corto de tiempo, despus del cual se retiran a su vida laboral por un lapso mayor. Los oficios estn ordenados por jerarquas y el sistema de cargos comprende a todos, o casi todos, los miembros de la comunidad. Los car- gueros no reciben pago alguno durante su servicio; por el contrario, muy a menudo el cargo significa un costo considerable en trabajo y en dinero en efectivo, pero como compensacin confiere al responsable un gran prestigio en la comunidad. El sistema de cargos comprende dos jerarquas separadas, una poltica y una religiosa, pero las dos estn ntimamente relacio- nadas; despus de haber asumido los cargos ms im- portantes del sistema, un miembro de la comunidad es considerado pasado o principal.

    Este sistema es el resultado de la evolucin de una jerarqua basada en la nobleza hereditaria a una sus- tentada principalmente en el mrito, ocurrida durante los trescientos aos de la Colonia, que dieron como re- sultado la integracin de dos principios contradictorios en un sistema coherente y extraordinariamente flexible, lo cual explica su permanencia y difusin en la actua- lidad. Aparentemente se trata de un sistema igualitario porque todos, o casi todos, los miembros de la comu- nidad participan. Pero la revisin histrica y el trabajo de campo en la regin mixe1 muestra que as como los nobles estuvieron exentos de los cargos ms bajos du- rante los ltimos aos de la Colonia,2 los letrados, en

    1 Varios trabajos etnogrficos han reportado resultados semejantes. Vase Laura Nader, The Zapotec of Oaxaca, en Robert Wauchope y Evon Z. Vogt, eds., Handbook of Middle American Indians, t. 7, University of Texas Press, Austin, 1969, pp. 329-359, cit. en Chance (1998: 237); Medina Hernndez (1983).

    2 Al menos esto es lo que ocurri en las comunidades de la Sierra Norte de Oaxaca a partir de 1730, segn Chance (1998:

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    el siglo XX, podan comenzar su servicio en el municipio como secretario, evitando los oficios inferiores orien- tados a la mensajera y vigilancia. Por otra parte, los cargos ms altos que exigen una dedicacin de tiempo completo, en el caso de los civiles, y un gran desembolso de dinero, en el de los religiosos, slo son asequibles para quienes cuentan con un ingreso estable o un fondo acumulado de riqueza.

    De este modo, los promotores y maestros bilinges tuvieron una doble ventaja para llegar al cargo que ahora tiene ms prestigio, el de presidente municipal: pudieron evitar los cargos bajos por ser letrados y es- tudiantes en su juventud y, posteriormente, tuvieron la seguridad econmica que da una plaza fija con posi- bilidades de negociar una descarga en sus labores do- centes mientras dura su mandato en el municipio.

    Puesto que en los ltimos aos un porcentaje muy alto de maestros fueron presidentes municipales,3 el prestigio que da este cargo se fue transfiriendo tambin a la institucin educativa. Los maestros no siempre fueron aceptados en las comunidades: los primeros egresados de las escuelas rurales enfrentaron enor- mes dificultades para realizar su trabajo porque los padres se negaban a enviar a sus hijos a la escuela por temor a que all aprendieran una lengua y actitudes contrarias a su cultura que redundaran en prdida de respeto hacia sus mayores. Este problema en algunos municipios se solucionaba con multas y crcel a los padres renuentes. Pero a medida que el maestro era con mayor frecuencia originario de la comunidad o al menos de la regin, hablaba la lengua, participaba en el siste- ma de cargos y alcanzaba el puesto ms alto, los maes- tros en general y la institucin educativa misma com- partan el prestigio adquirido por los maestros que tuvieron una funcin pblica ms all del magisterio en sus comunidades.4 Esto propici que algunos maes- tros se transformaran en intermediarios o caciques que utilizaron su prestigio para exigir de sus paisanos la sumisin a los dictados de las instituciones y del partido gobernante. Otros, en cambio, asumieron un lugar como autnticos lderes sociales y defensores de los intereses y la autonoma de su pueblo. Cmo puede un mismo hecho desencadenar actitudes tan

    diferentes? Desde luego que esta pregunta no tiene una respuesta simple, pero al menos en parte puede contestarse porque en el momento de mayor eferves- cencia del movimiento indgena, se daba tambin un proceso de lucha dentro del sindicato de maestros. Al- gunas situaciones concretas pueden ilustrarlo.

    Juchitn y los maestros

    Juchitn es un municipio zapoteco del Istmo de Tehuan- tepec que se enorgullece por su larga historia de resisten- cia a las imposiciones de las autoridades de los valles centrales. Es conocido nacionalmente como el primer municipio que la izquierda gan en las elecciones. Esta hazaa fue obra de la Coalicin Obrero Campesi- na Estudiantil del Istmo (COCEI). La organizacin naci como una asociacin de estudiantes juchitecos en M- xico quienes, en el ambiente de efervescencia poltica del 68, decidieron llevar a la prctica sus convicciones al apoyar y organizar a los campesinos de su tierra natal contra funcionarios corruptos y en sus demandas agrarias. Estudiantes y campesinos formaron una coa- licin que posteriormente ampliara su trabajo para organizar y crear conciencia en los obreros de las in- dustrias de la zona. En el proceso, se integraron a esta lucha social estudiantes de la Universidad Benito Jurez de Oaxaca y, sobre todo, los estudiantes del Tecnolgico del Istmo, los de la Normal y los de los cen- tros educativos de nivel medio de la regin, as como profesores de esas instituciones. La COCEI emprendi innumerables acciones en favor de campesinos, obreros y habitantes de las colonias populares de Juchitn. En 1974 contendi con un candidato independiente por el gobierno del municipio, pero logr ganarlo slo hasta 1981 en alianza con el Partido Comunista Mexicano. Dos aos despus el municipio fue tomado por el ejr- cito. En este lapso la COCEI sufri represiones frecuentes y varios de sus miembros murieron o fueron encarce- lados. Posteriormente, la coalicin gobern de nuevo el municipio de 1989 a 2001 en condiciones distintas, sobre la base de acuerdos con el gobierno del estado, lo cual finalmente dividi a la organizacin.

    218-239). El autor, en la pgina 237, compara el sistema doble de nobleza, por descendencia y por adquisicin, que l documenta para la ltima centuria de la Colonia en la Alcalda Mayor de Villa Alta, con el sistema de doble prestigio, resul- tado de introducir la condicin de letrado dentro de la jerarqua de cargos para evitar los ms bajos, a partir del caso docu- mentado por Laura Nader en una comunidad zapoteca de la Sierra Norte. La misma situacin fue documentada por Beals (1945: 23) para los mixes de Ayutla.

    3 Por ejemplo, en Ayutla mixe, donde realic buena parte del trabajo de campo, en la dcada de 1990, nueve de diez presi- dentes municipales fueron maestros. Esta situacin est causando tambin un cambio en la jerarqua de cargos que he analizado en Kraemer (2003: 45).

    4 Sobre la transferencia de legitimidad entre las expectativas generadas por las acciones positivas realizadas por los indivi- duos y las instituciones a las que pertenecen y viceversa, han escrito Swartz, Turner y Tuden (1994: 108).

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    Lo importante para nuestro tema es que esta orga- nizacin proporcion al magisterio un considerable contingente de maestros formados en la ideologa de la izquierda y experimentados en la lucha social, quienes se integraran al movimiento magisterial como una co- rriente denominada Praxis.

    Los mtines, las huelgas de hambre, las marchas, los cierres de carreteras (Juchitn se encuentra junto a la carretera Panamericana) y la difusin de los acon- tecimientos en los medios fueron armas de lucha en los que la COCEI fue, al menos localmente, pionera. En la actualidad estas armas son muy usadas por los maestros, y en los municipios indgenas van siendo adop- tadas paulatinamente en sustitucin de otras formas de presin utilizadas desde la Colonia, como el se- cuestro de funcionarios y la tortura, aprendidas durante su conquista espiritual pero ahora descalificadas por violatorias de los derechos humanos.

    Por otra parte, la ulterior corrupcin y divisin de la organizacin mostr a los movimientos posteriores los inconvenientes de la alianza con los partidos pol- ticos. Hoy tanto los maestros democrticos como la mayora de las organizaciones indgenas se consideran apartidistas.

    Historia del magisterio oaxaqueo

    Sin duda que en el siglo XIX la educacin en las regiones indgenas dejaba mucho que desear, y durante el pri- mer cuarto del siglo XX la situacin empeor: el conflicto armado oblig a cerrar las escuelas normales, la crisis econmica impidi el pago a los maestros y finalmente la remunicipalizacin de las escuelas decretada por el presidente Carranza favoreci la permanencia de mto- dos pedaggicos obsoletos. En medio de este desastre trata de abrirse camino el Programa de Educacin Federal de Misiones Culturales, de manera que durante cincuenta aos coexistieron en Oaxaca las escuelas municipales, las estatales y las federales con enfo- ques pedaggicos distintos. Por una parte subsista en las escuelas rudimentarias, originalmente municipales que despus pasaran a ser federales, sobre todo en las ms alejadas, el enfoque propio de la poca porfirista con el que se excedan en el uso de textos, verbalismo, deletreo en la enseanza de la lectura y medidas dis- ciplinarias. Por otra parte, en las escuelas estatales de tipo elemental y superior predominaba el mtodo in-

    troducido por Rbsamen en 1891,5 y finalmente las escuelas tipo de la Secretara de Educacin Pblica impulsaban el mtodo de la escuela activa. Este mto- do proclamaba que la accin debe constituir la base de la educacin del nio en la primaria; sta tena que adaptarse a los periodos del desarrollo del nio y se im- plementaba a partir del proyecto de trabajo, es decir, de la realizacin de una obra manual, industrial, agr- cola, social o recreativa que, fundamentada en los in- tereses del nio, debe ser fuente de conocimientos y reclamar la cooperacin de todos. El proyecto de tra- bajo ofrece al infante oportunidad para proveerse a s mismo de su educacin. El mtodo pedaggico promo- vido por Vasconcelos mediante las misiones culturales rompa totalmente con el sistema tradicional de ense- anza y no fue comprendido por muchos maestros (Snchez Pereyra, 1995: 119-120) pero, a la larga, tuvo un efecto duradero, aunque, sin duda, no generalizado.

    Unos aos despus (1934) se establece, en el ar- tculo 3 de la Constitucin, la educacin socialista con un enfoque racionalista, antirreligioso, proletario y, lo que era especialmente importante para las regiones rurales, agrarista. La escuela socialista mantuvo tam- bin los principios de la escuela de la accin al pos- tular la idea de que deba preparar al individuo para el trabajo. Pero adems este enfoque propici que mu- chos maestros se involucraran en la organizacin cam- pesina y la lucha agraria. As, los maestros rurales federales de la Sierra Zapoteca y Chinanteca organi- zaron en 1937 la Primera Gran Convencin Regional Campesina Chinanteca, a la cual asistieron 200 dele- gados de 22 pueblos. Como stas, se realizaron otras reuniones en Miahuatln y en Ixtln, donde se form la Unin Fraterna de Ayuntamientos Serranos (Mar- tnez Vzquez, 1994: 135).

    Estos maestros comprometidos con la causa campe- sina se formaban en las escuelas normales rurales. En 1933 haba en total 19 de ellas en todo el pas que al ao aceptaban 654 futuros maestros rurales. En Oa- xaca haba una en Cuilapan de Guerrero, ahora insta- lada en Tamazulapan del Progreso, y despus se abrira otra en el istmo. De estas escuelas han salido muchos de los ms tenaces y valientes luchadores sociales y crticos de las prcticas clientelares en las comunidades rurales y en el propio sindicato de maestros. Por ejem- plo, el profesor Misael Nez Acosta, lder de la Coordi- nadora Nacional de Trabajadores de la Educacin (CNTE), asesinado en 1981, era egresado de la Escuela Regional Campesina el Mexe, Hidalgo.

    5 Enrique C. Rbsamen, pedagogo suizo, influy extraordinariamente en la transformacin de la educacin primaria a fines del siglo XIX. l introdujo el mtodo simultneo en las escuelas, que consiste en clasificar a los alumnos de una escuela en grupos homogneos. Este sistema sustituy al lancasteriano de ayuda mutua (Solana, Cardiel y Bolaos, 1982: 430-431).

  • Gabriela Kraemer Bayer

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    El objetivo de estos centros era preparar maestros para las escuelas de las pequeas comunidades rurales y de los centros indgenas. Por esta razn se dedicaba casi la mitad del tiempo disponible para la enseanza en la formacin de actividades agropecuarias e indus- triales y para la prctica docente en comunidades ale- daas. Los alumnos eran internos, se trataba de formar- los en el trabajo y en la solidaridad con sus compaeros y profesores. Todo esto con el fin de capacitarlos para promover el progreso de las pequeas comunida- des.6 Al realizar entrevistas a los maestros del CNTE, dos egresados de una normal rural empezaron su narracin acerca de su participacin en el movimiento diciendo:

    por los principios democrticos que nos trasmitan en la

    escuela normal rural, yo me dediqu de lleno a la acti-

    vidad sindical y a militar en el movimiento magisterial (...)

    ramos de nuevo ingreso, pero afortunadamente traamos

    conciencia de clase social, somos egresados de una nor-

    mal rural (...) En las normales rurales empieza uno a tener

    el conocimiento para poder enfrentarnos a ensearles a

    los alumnos. Sobre todo se da mucha pedagoga en las nor-

    males rurales. En aquel entonces haba un poco ms aper-

    tura en cuanto a la formacin poltica de los alumnos. En

    aquel entonces exista el Partido Comunista Mexicano.

    Ese partido en Mxico tiene gran ascendencia dentro de

    los estudiantes porque toda la literatura de Marx, Engels,

    Lenin se distribua en todas las normales. De alguna forma

    en aquel entonces la lucha que haba dado Lucio Cabaas

    y todo eso, l tambin de extraccin normalista, l sali de

    Ayotxinapa Guerrero. Todo esto nos llamaba la atencin

    para ponernos a leer algo sobre el socialismo, el comu-

    nismo. Independientemente de esto, yo creo que lo que

    ms le llega a llamar la atencin al maestro normalista

    rural es el hecho de (especficamente en aquellas pocas

    nos mandaban a las zonas rurales, a las ms marginadas)

    convivir con gente que no est maleada ni polticamente

    ni nada, gente que es sana, que incluso se quita el bocado

    de la boca para drselo al maestro cuando llega.7

    Actualmente el programa distintivo de las normales rurales desapareci. El plan de estudios se fue haciendo cada vez ms libresco y menos prctico, hasta que en 1997 se uniformaron los programas para todas las normales. La especificidad de stas se reduce ahora a su historia y a que los estudiantes de las 16 normales rurales que an subsisten en el pas pertenecen a la Federacin de Estudiantes Campesinos Socialistas de Mxico, fundada en 1935.

    Nosotros como normalistas rurales nos abocamos mucho

    a las luchas de los campesinos, obreros; siempre ha esta-

    do el estudiante normalista abanderando la lucha de la

    clase ms desprotegida. Entonces toda esa formacin, ya

    en la vida profesional no se nos olvida, sobre todo porque

    nosotros tambin somos de extraccin proletaria.

    A pesar de su orientacin hacia las zonas ms margi- nadas, las normales rurales no tenan un programa especfico para formar maestros indgenas. En 1963 se decreta el Plan Nacional de Educacin Bilinge, pero hasta aos muy recientes esto fue poco ms que un discurso. Debido a la falta de maestros bilinges egresados de una normal, primero se emplearon egresa- dos de los ltimos aos de primaria. En Oaxaca, para salvar esta deficiencia, se cre en los aos setenta el Instituto de Investigacin e Integracin de Servicios del Estado de Oaxaca. Al frente estaban antroplogos y lingistas. El objetivo de este instituto era capacitar a los maestros de las comunidades para que regresaran a su lugar de origen a trabajar con su pueblo. Se ense- aban algunas tcnicas pedaggicas y, sobre todo, di- ferentes oficios. En esa poca ni para los directivos ni para los maestros bilinges de Oaxaca la enseanza de la lengua materna era una prioridad.

    6 Funcionamiento de las escuelas normales rurales de la Secretara de Educacin Pblica (1932), cit. en Cruz Lpez (2000: 19-20). 7 Entrevistas realizadas los das 23 a 25 de mayo de 2002, a maestros del CNTE que se encontraban en plantn en el zcalo

    capitalino.

  • Cultura poltica indgena y movimiento magisterial en Oaxaca

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    Pero los maestros bilinges laboraban en condi- ciones muy desfavorables, reciban un salario menor que los maestros de las escuelas federales, trabajaban por contrato, sin prestaciones y sin posibilidad de conti- nuar sus estudios. Para defender sus derechos, a par- tir de 1974, los promotores y maestros egresados del Instituto de Investigacin e Integracin Social del Es- tado de Oaxaca (IIISEO) fundan la Coalicin de Maestros y Promotores Indgenas de Oaxaca (CMPIO). Pero esta organizacin no slo lucha por los derechos laborales de sus integrantes sino que defiende tambin el trabajo comunitario, la lucha por la tierra. El trabajo comu- nitario se impulsa a travs de visitas domiciliarias, par- ticipacin en las asambleas, trabajos por equipo y apoyo en todas las gestiones de la comunidad (CMPIO, 2000: 1). A fines de los setenta desaparece el IIISEO y se crea la Direccin General de Educacin Indgena, encar- gada de implementar la educacin bilinge-bicultural. Los maestros integrantes del CMPIO, para no perder su autonoma y su forma de organizacin interna democr- tica, logran integrarse a ella en bloque como Direccin Regional del Plan Piloto.

    Durante la primera mitad de la dcada de 1980 el esfuerzo de los maestros se consume por los conflictos sindicales protagonizados por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educacin (SNTE), al cual pertenece ya el CMPIO, pero al final de esa dcada la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educacin empieza a plantear la necesidad de una educacin alternativa, y el CMPIO recoge esta iniciativa y ensaya nuevas tcni- cas pedaggicas en preescolar y primaria indgena. La falta de propuestas para la educacin indgena en los programas emergentes de la Secretara de Educacin Pblica en 1992 y finalmente el levantamiento zapatista en 1994 conforman el contexto donde debe situarse una nueva iniciativa del CMPIO: el Movimiento Pedag- gico, que elabora una propuesta pedaggica para la educacin indgena. El resultado ms visible es la crea- cin en el ao 2000 de una normal indgena cerca de la ciudad de Oaxaca. El director acadmico, al expli- car las razones para su fundacin, dijo que se necesita un hombre capaz de mirar al indgena en su formacin; que se ha intentado resolver el problema de la falta de personal capacitado para cumplir con los objetivos de la Direccin de Educacin Indgena de la Secre- tara de Educacin Pblica con cursos de capacitacin y seminarios, pero el problema pedaggico al que se enfrentan los maestros bilinges no es de un curso.

    Se intent en las escuelas normales agregar un grupito y

    preparar a jvenes que fueran al subsistema de educacin

    indgena, pero la pregunta es: con qu lgica los iban a

    preparar si ellos tienen el programa que desde 1997 se

    sigue en todas las normales? No tienen un referente claro.

    La prctica de los maestros de las normales es la coti-

    diana, la que todos saben hacer. Hablar de una formacin

    de docentes en educacin indgena implica cambio de ac-

    titud, porque el profesor ya tiene toda una rutina. Necesita-

    mos entonces profesores para que atiendan el subsistema

    de educacin indgena.

    Desde la dcada de los noventa el sindicato de maes- tros de Oaxaca empez a presionar para que se abriera una normal indgena. Por esta razn un grupo de seis maestros indgenas se dieron a la tarea de preparar un proyecto de formacin polivalente muy ambicioso.

    La Direccin General de Normatividad no lo acept porque

    dijo que en Mxico no hay una experiencia de esa naturaleza

    y formar a un hombre de este tipo iba a costar muy caro

    al Estado. Lo que queramos en este proyecto polivalente

    es que esta licenciatura diera elementos para poder mo-

    verse en los campos de educacin inicial, de preescolar y

    primaria. Pero fue imposible, a pesar de que presentamos

    el proyecto, los programas, los estudios, no nos lo apro-

    baron. [A cambio les propusieron adecuar el plan vigente

    para todas las normales a las necesidades de la educacin

    indgena y el grupo acept el reto] Por ponerte un ejemplo:

    hay una materia que se llama la educacin en el desarrollo

    histrico de Mxico, ah ven polticas generales, nosotros

    lo vemos desde las polticas indgenas. Nos interesa la

    esencia de las polticas indgenas, cules han sido sus re-

    percusiones, de qu manera ha impactado o afectado el

    paternalismo. Cmo se han ido formando esos hombres.

    Esto en el primer semestre. En el segundo hablamos de

    las polticas implementadas por los gobiernos de la Revo-

    lucin hasta la fecha, incluso la ley de Cocopa [Comisin

    de Concordia y Pacificacin], todo lo que est en boga hoy

    en da. Nos quedamos con el nombre, pero adentro est

    lo que a nosotros nos interesa. Si hablamos de formar hom-

    bres crticos tenemos que tambin darle ese giro. Cuando

    hablan de escuela en contexto nosotros nos vamos a nues-

    tro medio. Ellos lo que hacen es sacar a los muchachos

    aqu a la periferia de la ciudad. Nosotros los remontamos a

    su lugar de origen, de donde son, de la lengua que hablan,

    para que puedan interactuar con ese mbito, con ese

    contexto. [En cuanto a la lengua, en la nueva normal] se

    busca un bilingismo equilibrado en que t puedas ser

    competente en las dos lenguas. [Por otra parte, se alienta

    el trabajo crtico entre maestros y alumnos] Aqu lo impor-

    tante para m es este involucramiento del alumno y el

    maestro en la construccin de esta nueva escuela. Tenemos

    que evitar un poquito la ladinizacin, el hecho de ser

    docentes no nos hace superiores. Tenemos que volver los

  • Gabriela Kraemer Bayer

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    ojos, porque nuestro discurso est precisamente para con

    los indgenas, porque la condicin de los maestros que

    trabajamos aqu es que tenemos que hablar una lengua

    indgena, entonces eso nos hace que nuestra identidad

    todava la tengamos que acercar ms.8

    Hoy ya han iniciado otras normales de este tipo en otros estados, les hemos dicho, el Estado lo que te ofrece es esto, pero no hay alguien que te est vigilando en el saln, por lo que podemos cambiar si tenemos ganas de hacer las cosas.

    En Oaxaca, debido a cierta coyuntura poltica, la normal indgena recibi el apoyo del gobernador del estado y en el ao 2002 los normalistas estrenaron nuevas aulas con equipo especializado. Adems, la ma- trcula ha crecido cada semestre desde que inici esta experiencia.

    La lucha de los maestros por democratizar su sindicato en los aos ochenta

    Volvamos un poco atrs. Al mismo tiempo que se con- solida el sistema educativo en Oaxaca, se desarrolla tambin la organizacin sindical de los maestros al- rededor de un tema central: el pago de los salarios adeu- dados y el incremento salarial. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educacin se funda en 1943 a partir de la fusin de cuatro sindicatos que existan previamente y entre cuyas diferencias resaltan dos aspectos centrales: la autonoma sindical versus la re- lacin estrecha con la poltica de la Secretara de Edu- cacin Pblica, y la defensa o rechazo a la educacin socialista promovida durante el periodo cardenista. Una dicotoma muy semejante se ir cristalizando en el SNTE en aos posteriores y, desde luego, tambin en la seccin 22 correspondiente a Oaxaca: una corriente conocida como Vanguardia Revolucionaria es cues- tionada por el ala progresista del sindicato por ser co- rrupta y supeditada al Partido Revolucionario Institu- cional (PRI) y al gobierno del estado. Esta divisin entre maestros sindicalizados se har evidente a partir de los conflictos sindicales de 1980: por un lado los van- guardistas y por el otro los llamados maestros disi- dentes, organizados en su mayora en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educacin. Los promo- tores bilinges egresados del desaparecido IIISEO, y los maestros de la COCEI y de otras corrientes del magisterio, algunas vinculadas tambin con organizaciones so- ciales regionales, son los fundadores de esta ala disidente.

    Contra quines estaban luchando los maestros del movimiento magisterial en Oaxaca? Quines eran los lderes sindicales impuestos? En 1974 el maestro rural Carlos Jonguitud Barrios, fundador dos aos antes de la corriente Vanguardia Revolucionaria, es nom- brado formalmente secretario general del SNTE. A partir de entonces y hasta 1989, en que treinta mil maestros instalados en el Zcalo de la Ciudad de Mxico lograron destituirlo, este hombre dirigi los destinos del sindi- cato ms poderoso del pas, lo que no le impidi ocupar al mismo tiempo otros puestos pblicos: presidente del Congreso del Trabajo, senador de la repblica, di- rector del Instituto del Seguro Social de los Trabajadores del Estado, gobernador de San Luis Potos (Monsivis, 2000: 171). El puesto ms alto del sindicato dentro la seccin XXII (la de Oaxaca) era ocupado por un pro- fesor con doble compadrazgo con Jonguitud y con el secretario de Educacin Publica. En las delegaciones regionales los dirigentes tenan puestos dentro de la administracin escolar (directores de escuela o super- visores) o puestos de eleccin popular (presidentes municipales). De esta manera podan asegurar o bien feudos sindicales con prcticas corruptas como la venta de plazas o cacicazgos en los municipios donde ocupaban un cargo (recordemos lo dicho en la primera seccin de este trabajo acerca de los maestros en el gobierno municipal indgena) o las dos cosas. De esta forma hubo lderes sindicales que ocupaban al mismo tiempo un lugar en la cmara de diputados local, y desde la impunidad as asegurada dirigan terribles masacres, como la matanza de campesinos que luchaban por la defensa de sus tierras comunales en Puxmetacan de la regin mixe (Kraemer, 2003: 72-77). Esto fue posible porque el SNTE apoy al PRI en la eleccin del gobernador de aquellos aos y en recompensa tuvo el apoyo de ste.

    Cmo lograron los maestros desplazar a buena parte de estos lderes impuestos? Por una parte revitali- zaron las estructuras sindicales previstas en los esta- tutos, como las asambleas de centros de trabajo y las delegacionales. Por otra parte, se cre una estructura paralela: los comits de lucha y las brigadas creadas de manera exclusiva para denunciar las irregulari- dades e informar de los objetivos del movimiento en las comunidades ms alejadas, que son precisamente las indgenas, y convencer a los maestros ms apticos.

    Como todos los movimientos de izquierda de la po- ca, realizaron marchas, plantones, paros, huelgas gene- rales y de hambre, denunciaron los actos de represin, difundieron su movimiento en los medios masivos y encontraron eco entre los intelectuales de la poca que

    8 Entrevista realizada el 19 de junio de 2002 en la Normal Indgena de Tlacochohuaya, Oaxaca, al Prof. Ignacio Yaguno.

  • Cultura poltica indgena y movimiento magisterial en Oaxaca

    142

    contribuyeron tambin a la difusin de esta lucha. Pero, despus de veintids aos de iniciada la lucha, al preguntar a los maestros de Oaxaca instalados en un plantn en el Zcalo de la Ciudad de Mxico en 2002 cul recordaban como el momento ms importante de su lucha, coincidieron en sealar la asamblea general de delegados en la que se llev a cabo la primera elec- cin democrtica de los representantes sindicales. Este hecho indito para los maestros de la entidad se convirti en modelo para todas las asambleas sindicales posteriores. Pero no slo esto. Algunos maestros sea- laron que la experiencia fue til al realizar asambleas en las comunidades indgenas y a la hora de construir la democracia sindical. Sin embargo, considero que a su vez, los maestros indgenas trasladaron a sus co- munidades parte de lo vivido en las asambleas sindi- cales, de otra manera no se explica la notoria similitud entre algunas asambleas comunitarias y las sindicales y estudiantiles.9

    De acuerdo con los estatutos, la dirigencia nacional deba autorizar que se convocara a una asamblea ge- neral de delegados para que stos eligieran un nuevo comit ejecutivo estatal, pero, a pesar de una marcha caminata de los maestros a la Ciudad de Mxico y de un plantn de un mes frente a las oficinas del SNTE, esta au- torizacin no lleg, pues la dirigencia calculaba que la correlacin de fuerzas en la asamblea no favorecera a su grupo poltico, Vanguardia Revolucionaria. Ante esto los maestros disidentes decidieron instalar la asam- blea por su cuenta y riesgo.

    Debido a las condiciones se tomaron varias medidas de seguridad. Los delegados, dos por delegacin, ele- gidos por sendas asambleas en sus centros de trabajo y delegaciones, unas seiscientas personas, sesionaban en el auditorio de una normal cercada por maestros que acompaaron a sus delegados para evitar ser agredidos. Adems, esta medida impidi tambin que algn dele- gado abandonara el recinto (segn uno de los asistentes, la asamblea dur cuatro das con sus noches). Est- bamos encarcelados por nuestros propios compaeros. Nos pasaban comida nada ms, y eran las tres cuando nos estbamos durmiendo y empezaban a gritar para que nos despertramos y para que siguiramos.10

    El primer da se nombraron dos comisiones: la pri- mera revisara los expedientes de los maestros integran- tes de la segunda y sta la de todos los presuntos dele- gados presentes. Esto se hizo porque haba infiltrados de Vanguardia, que una vez detectados eran denun- ciados y sacados del evento. Luego de revisar todos los expedientes se instal formalmente la asamblea de dele- gados. Se discutieron tres temas: la forma de elegir al nuevo comit ejecutivo, el plan de trabajo y las normas que regiran su actuacin, y la estrategia para que el sindicato nacional reconociera a dicho comit.11

    En la eleccin del comit se ocuparon dos das y sus noches.

    Lo ms difcil fue en los procedimientos, en cmo hacerlo,

    no habamos tenido esa experiencia, se cometieron muchos

    errores, las discusiones se tardaron ms en las formas,

    por la inexperiencia pues (...) No se cuid tanto la for-

    macin de los compaeros, que fueran los ms capaces,

    sino que estuvieran representadas equitativamente las

    siete regiones del estado. Pero afortunadamente quedaron

    compaeros con mucha capacidad. Los errores se han

    ido corrigiendo.

    Otro tema muy importante fue cmo el nuevo comi- t deba conducir su gestin. Al respecto, los maestros acordaron tres lineamientos principales:

    Consultar a la base. Antes de que tomaran algu- na decisin como dirigencia tendran que consul- tar a las bases.

    Evitar la corrupcin dentro del sindicato. Distribuir de manera equitativa los recursos que

    llegan al sindicato.12

    Enseguida se ver que estos lineamientos tan caros a los maestros disidentes de Oaxaca, que actualmente ya son una gran mayora, estn inspirados en parte en la cultura poltica indgena, pero tambin han con- tribuido a transformar esa cultura. Para documentarlo me basar en informacin acerca de la regin mixe.

    9 Sierra (1992) not esta misma similitud en el caso de las asambleas de las comunidades hahus del Valle del Mezquital. 10 Segn los maestros de la CNTE que entrevist en mayo de 2002 cuando se encontraban en plantn el zcalo del D.F. En una

    ocasin (1998) asist a una asamblea comunitaria para nombrar autoridades en Tamazulapan, Oaxaca; el presidente municipal en funciones era maestro. La sesin empez a las seis de la tarde, y a las ocho de la maana, cuando me retir porque me venci el sueo, an no terminaba. En algunos municipios mixes me han reportado asambleas de varios das. No podra decir con seguridad si el origen de esta extraordinaria resistencia tiene un origen indgena o magisterial, pero me inclino por la primera hiptesis.

    11 ste es el procedimiento recordado por los maestros entrevistados que asistieron al acto. 12 Informacin obtenida en entrevista gravada a maestros del CNTE apostados en el zcalo del D.F. en mayo de 2002.

  • Gabriela Kraemer Bayer

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    El movimiento magisterial y su incidencia en la cultura poltica mixe

    Considera que los maestros han contribuido a cambiar las prcticas en las comunidades en lo poltico?

    Tiene mucha influencia la lucha magisterial, porque ahora

    los pueblos cuando se manifiestan se organizan para ir

    a bloquear una va de comunicacin. Para hacer una mar-

    cha e ir a plantarse en una dependencia de gobierno para

    exigir lo que les corresponde. Incluso desconocen a un di-

    rigente que tienen ellos y ponen a otro que va defender sus

    derechos. Todo esto ha sido un aprendizaje que se le ha dado

    a la gente. Por eso nosotros en una de las consignas de-

    cimos maestro, luchando tambin est enseando y la

    gente lo ha aprendido muy bien. A nivel nacional, nos

    hemos dado cuenta que detrs de cada movimiento siem-

    pre haba un maestro (...) Y todo esto ha sido una ense-

    anza, tambin nos han enseado mucho a nosotros. En

    la mayora de las comunidades de Oaxaca y de la repblica

    hay la prctica que ellos llaman usos y costumbres en

    donde convocan a una reunin de su comunidad o pueblo

    y ellos mismos mediante sus propios criterios nombran au-

    toridades (...) Nadie puede llegar a ser, por ejemplo, un pre-

    sidente municipal si antes no fue topil (...) es una prctica

    que nosotros pensamos democrtica porque la gente

    tiene que aprender todo lo que es la estructura de su comu-

    nidad para poder ser un dirigente. Prcticamente aqu en

    el magisterio lo hemos hecho de esa manera, no puede

    llegar a la secretara general alguien que no haya sido pri-

    mero secretario de una delegacin, posteriormente repre-

    sentante de la regin o del subsector y as sucesivamente

    hasta llegar a lo ms alto de la estructura. Entonces toda

    esta enseanza hemos aprendido de los pueblos y los

    pueblos tambin han aprendido de nosotros.13

    Al investigar entre 1998 y 2000 acerca de la cultura poltica mixe observamos un cambio en cuanto a la forma de decidir en una asamblea comunitaria. A par- tir de la revisin bibliogrfica, de algunas entrevistas, y considerando la manera en que se realizan las elec- ciones para autoridades locales en algunas comuni- dades pequeas, concluimos que hasta hace algunos aos el consejo de ancianos tena un papel mucho ms activo que ahora. Ellos proponan a los candidatos y la asamblea ratificaba la propuesta en la mayora de los casos. Actualmente los defensores de la tradicin y la autonoma mixe consideran que los candidatos deben

    salir de la asamblea. No se considera correcto que un grupo, en acuerdo previo, presente su candidato y mucho menos que manipule la asamblea o haga pro- paganda para lograr su eleccin. Asimismo se rechaza con vehemencia a los partidos polticos. Este cambio re- ferente a cmo debe conducirse legtimamente la asam- blea comunitaria tiene que ver con un desplazamiento de la experiencia y sabidura de los ancianos por el co- nocimiento y la experiencia poltica de profesionistas, entre quienes los ms importantes por su nmero y reconocimiento son sin duda los maestros. La mayora se rige hoy por el principio de consultar a la base.

    He sealado en otra parte (Kraemer, 2001) que la actuacin de las autoridades mixes se legitima por el ejercicio del cargo como servicio, los criterios para la eleccin, la asamblea, la religiosidad mixe y catlica, y la legislacin estatal. La cuestin aqu es que el prin- cipio de consulta a la base de los maestros remite a la asamblea, por lo cual tiende a destacarse esta fuente de legitimidad por encima de las otras.

    En cuanto al tema de la corrupcin, tambin muy importante en la lucha magisterial, hay una gran afi- nidad entre la lucha indgena y la de los maestros. Los mixes han sufrido las consecuencias de la corrupcin de sus autoridades desde los inicios de la Colonia; por ello han desarrollado una amplia experiencia al res- pecto, la cual se ve hoy potenciada por aquella adquirida por los maestros en su lucha sindical. De manera que en la actualidad existen comunidades mixes verdade- ramente puntillosas en lo relacionado con el control del uso de los recursos municipales.14

    Un caso concreto puede ejemplificar cmo ocurre la transferencia de cultura poltica entre el movimiento magisterial y la lucha indgena por la autonoma. Tlahuil- toltepec es un municipio mixe de donde fue originario Floriberto Daz, uno de los lderes que lucharon por la autonoma de su pueblo, la defensa de sus recursos na- turales y la construccin de una educacin alternativa bicultural. En esa comunidad se fund la Escuela Normal Zempoaltpetl en 1976.

    Durante la lucha de estudiantes y campesinos juchi- tecos por la defensa de las tierras comunales y la elec- cin de sus autoridades municipales participaron tam- bin los estudiantes y maestros de la Normal del istmo. Como castigo, los ms comprometidos fueron enviados a la Normal de Tlahuiltoltepec para concluir su formacin.

    Inmediatamente hubo una gran identificacin entre los profesores del centro y los alumnos rebeldes con

    13 Entrevista a profesores en el Zcalo de la Ciudad de Mxico en mayo de 2002. 14 En Cotzocn pudimos observar cmo los comuneros presenciaron durante una semana la presentacin del corte de caja,

    avalado con notas, de cada una de las autoridades y de los integrantes de las comisiones que manejan dinero (Kraemer, 2003: 48).

  • Cultura poltica indgena y movimiento magisterial en Oaxaca

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    una formacin poltico sindical en su regin de origen. En los alumnos normalistas, los expulsados recin lle- gados generaron una gran expectativa. Pero ellos tam- bin encuentran all un espacio para desarrollar sus inquietudes.

    Uno de los entonces futuros maestros, en la actua- lidad muy activo en el movimiento magisterial, narra su experiencia:

    La libertad que los maestros permitan para abrir la dis-

    cusin, eso nos permita desarrollar. En el caso del grupo

    de nosotros, despus de conocer que existe una corriente

    encabezada por Paulo Freire para alfabetizar y combatir

    la ignorancia, puesto que la alfabetizacin era una obliga-

    cin para evaluar la prctica docente, nosotros decidimos

    aplicar este mtodo. Nos comprometimos todos a estudiar

    a Freire. Entonces te empujan a asumir una prctica dis-

    tinta. No ests esperando que te manden todo el material.

    ramos partcipes de nuestra propia propuesta educativa.

    La cuestin es que tuvimos resultados cuando nos eva-

    luaron. Para nosotros nos qued muy claro que ese mto-

    do tena efectividad y en Juchitn yo inici un proceso de

    alfabetizacin.15

    La normal fue cerrada en 1984 y sustituida por un Centro de Bachillerato Tecnolgico Agropecuario, CBTA;

    el informante considera que el gobierno la vio peligrosa y los padres de familia no se interesaron en defenderla.

    Sin embargo no par ah. Los pocos cuadros que se

    desarrollaron en esos aos y con los cuales compartimos

    (...) hoy muchos de aquellos compaeros estudiantes tie-

    nen una labor educativa muy importante en las institu-

    ciones o son autoridades municipales con una nueva for-

    ma de hacer las cosas, una nueva visin (...) Despus de

    la cancelacin de ese proyecto los maestros pasaron a for-

    mar el centro acadmico del sindicato.

    El informante, zapoteco del istmo, se lamentaba porque, a su juicio, debido al atraso y tradicionalismo de los mixes (segn l la cultura zapoteca es mucho ms desarrollada que la mixe) el proyecto no tuvo la conti- nuidad y el impacto que l hubiera querido. Como se ve, la dominacin y el racismo se dan tambin entre los indgenas, pero los grandes ideales siguen su curso a pesar de todo. En 1996, en Tlahuiltoltepec se inici for- malmente el Bachillerato Integral Comunitario Ayuujk Polivalente (BICAP) que, segn la viuda de Floriberto Daz, es el fruto de los esfuerzos de aquellos aos por crear una educacin distinta para los mixes.16 Como resultado del trabajo acadmico de los maestros indgenas se fund la normal indgena cerca de la ciudad de Oaxaca.

    15 Entrevista gravada, realizada en julio de 2002. 16 Entrevista a Sofa Robles de Servicios del Pueblo Mixe.

  • Gabriela Kraemer Bayer

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    En sntesis

    El movimiento magisterial y el movimiento indgena en Oaxaca se han alimentado mutuamente, y esto no slo se debe a que se desarrollan en un mismo espacio geogrfico. Entre ambos existe un vnculo estructural. Cuando la nacin quiso integrar al indgena tuvo que recurrir al maestro. Para que pudiera cumplir con su difcil misin tuvo que formarlo con una conciencia social que diera sentido a su ardua tarea, y que lo hizo sensible a las carencias de las comunidades en que trabajaba y crtico frente al autoritarismo del aparato educativo. Cuando los indgenas deciden defender su derecho a la diferencia cuentan con el maestro porque se ha convertido en una institucin comunitaria y co- noce las tcticas y los discursos efectivos y legtimos para enfrentar poderes que rebasan el mbito local. De esta manera, hoy la cultura poltica mixe, por ejem- plo, ha sufrido algunos cambios significativos. Actual- mente se tiende a sustituir el papel de los ancianos como consejeros en todos los asuntos de la vida comunita- ria por la de los maestros y otros profesionales. Por otra parte, la asamblea tiende a tomar un lugar que, desde el punto de vista de la legitimidad, es ya ms im- portante que las reglas tradicionales de seleccin para los titulares de los cargos civiles y religiosos. Ya no es tan relevante si un candidato pas por la jerarqua de cargos como lo establecen las normas tradicionales, siempre y cuando sea elegido por la asamblea comuni- taria, lo cual refleja los esfuerzos por democratizar al sindicato de los maestros. Adems, las organizaciones indgenas prefieren utilizar las formas de lucha em- pleados por la COCEI y por el movimiento magisterial, y abandonan otras ms antiguas por ser violatorias de los derechos humanos.

    A su vez, el movimiento magisterial en Oaxaca, en sus momentos ms genuinos de lucha, se vio motivado por el espritu de servicio de los integrantes de las co- munidades indgenas, de las cuales muchos maes- tros haban salido o en las que haban trabajado en los primeros aos de su carrera profesional.

    Desde luego, la cultura poltica es de alguna manera el resultado de la experiencia adquirida por los actores contemporneos y predecesores en la actividad pblica, pero esto no es una observacin muy ilustrativa. Si me atrevo a afirmar que entre el movimiento indgena y el magisterial existe una relacin que rebasa las situa- ciones aleatorias y particulares de alguna regin de Oaxaca, no quiere decir que esta relacin se haya dado de la misma manera en todas partes. Hasta donde s, el primero en proporcionar un ejemplo de esta relacin entre el magisterio y los cambios en el sistema de go- bierno indgena fue Medina (1983) que ilustra el proceso

    en Chiapas, el cual tiene similitudes y diferencias con lo aqu expuesto. En este tipo de procesos no es fcil encontrar explicaciones a la manera de leyes generales, ms bien se trata de comprender y detectar, a partir de diversos ejemplos, relaciones sistemticas ocultas bajo la aparente singularidad de cada caso.

    Podramos ahora aventurar una hiptesis para guiar futuros estudios: El sistema de gobierno indgena que se encuentra en muchas regiones de Mxico, de- nominado sistema de cargos, tiene una gran capacidad para adecuarse a nuevas circunstancias porque es, en su estructura, doble en muchos sentidos. Se trata de un sistema que alguna vez pudo combinar la herencia con el mrito y hoy combina el prestigio obtenido por el servicio a la comunidad con el prestigio adquirido individualmente (profesin, ingreso). Se trata tambin de un sistema que puede combinar la autoridad reli- giosa y civil, la delegada por el gobierno estatal con la asignada por la comunidad. La autoridad asignada es, a su vez, una combinacin de una decisin tomada por la comunidad en asamblea y un mrito adquiri- do por el servicio, legitimado en el acto de la asamblea. Porque la cultura poltica indgena es maleable, los maestros pudieron ser el vehculo para que se adecuara a las nuevas exigencias de democratizacin de los pro- cesos polticos en algunas comunidades. En otras pu- dieron acaparar en su persona el poder delegado por el gobierno y el asignado por la comunidad y convertirse en caciques todopoderosos, temidos y amados. No tiene sentido discutir si este sistema de gobierno indgena es autoritario o democrtico; en realidad, es potencial- mente las dos cosas y en cada caso ms lo uno o lo otro.

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