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Rueda el camino Llegada la hora el puño me dice, -9 PM-. Voy llegando por una calle cruda, el viento ya no dispersa las nubes, no hay manchas blancas , ya no porque llegó la noche. Sus ruedas, sus ruedas me dijeron antes de partir… -¡Tenemos ganas de girar, tenemos ganas de girar!-. Así es que hice pedalear mi bicicleta gris, “Pero yo no era el ciclista del San Cristóbal”. La hice girar…por una franja de curvas, líneas blancas y unas intermitentes luces amarillas, que se ven como puntos suspensivos a lo lejos, como de tinta ocre en papel negro. -“Allá lejos, en esas perdidas cordilleras de Chile”- indican que algo se calla en la calle, que cae la tarde y las casitas cierran sus ventanas y el paisaje cambia de escenario y nuevos personajes van apareciendo. -“Si avanzo…seguidme, si me detengo…empújame…si retrocedo…”- ¿SI RETROCEDO? Pero avanzo en verde y no retrocedo. ¡Viene el suspenso del camino…! Él me advirtió, me advirtió que llegaría hasta aquí, si me quedaba dormida leyendo la Odisea… y ya está oscuro…y él tan niño siempre en mi conciencia con su vocecita morena difunta. -“Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte”-. Me dice, -cuídate, que estés bien, ya es tarde adiós - -podrías haber tomado la micro de las cinco- me dice María -ya es tarde para pedalear la rueda de tu gris bicicleta - . Pero yo quería rodar por puntos suspensivos, el desenlace de una vía me viste de ciudad y me cede el paso, nuevo destino, nuevos caminos-“Que se hacen al andar”. -Cuídate, chao que estés bien- me decía María,

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Rueda el camino Abrí la puerta…la distancia ya no existía, ­“La sonrisa es la distancia más corta entre dos personas”­. El camino fue la risa, la bicicleta y mis piernas las cómplices fugitivas. Mi madre me saluda y me dice sonriendo­¡llegas temprano!­ pero las estrellas se imitaban entre sí en el cielo. ­“Conocido lo justo de la vida las distancias”­ ­“¡Oh rumores y visiones!”­ He llegado sólo para partir otra vez ­“¡Partida en el cariño y en el ruido nuevos!”­.

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Rueda el camino

Llegada la hora el puño me dice, -9 PM-. Voy llegando por una calle cruda, el viento ya no dispersa las nubes,

no hay manchas blancas , ya no porque llegó la noche.Sus ruedas, sus ruedas me dijeron antes de partir…-¡Tenemos ganas de girar, tenemos ganas de girar!-.

Así es que hice pedalear mi bicicleta gris,“Pero yo no era el ciclista del San Cristóbal”.

La hice girar…por una franja de curvas, líneas blancasy unas intermitentes luces amarillas,

que se ven como puntos suspensivos a lo lejos,como de tinta ocre en papel negro.

-“Allá lejos, en esas perdidas cordilleras de Chile”-indican que algo se calla en la calle,

que cae la tarde y las casitas cierran sus ventanasy el paisaje cambia de escenario

y nuevos personajes van apareciendo.-“Si avanzo…seguidme, si me detengo…empújame…si retrocedo…”-¿SI RETROCEDO?Pero avanzo en verde y no retrocedo.

¡Viene el suspenso del camino…!

Él me advirtió, me advirtió que llegaría hasta aquí, si me quedaba dormida leyendo la Odisea…

y ya está oscuro…y él tan niñosiempre en mi conciencia con su vocecita morena difunta.-“Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte”-.

Me dice, -cuídate, que estés bien, ya es tarde adiós --podrías haber tomado la micro de las cinco- me dice María

-ya es tarde para pedalear la rueda de tu gris bicicleta - .Pero yo quería rodar por puntos suspensivos,

el desenlace de una vía me viste de ciudad y me cede el paso,nuevo destino, nuevos caminos-“Que se hacen al andar”.

-Cuídate, chao que estés bien- me decía María,-Cuídate, chao que estés, ¡que estés!- me gritaba Mauricio.

Un perro al paso, un escolar, un obrero, una señora con coche,un anciano, los autos…murales

-“Muro de los lamentos Lamidos Paredes de oídos”-

Voy en camino…llegando voy en camino, voy llegandoy la rueda frenó su paso,

de pie y en casa-Ves- me dijo, -llegaste temprano y a salvo-.

Abrí la puerta…la distancia ya no existía,

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-“La sonrisa es la distancia más corta entre dos personas”-.El camino fue la risa, la bicicleta y mis piernas las cómplices fugitivas.

Mi madre me saluda y me dice sonriendo-¡llegas temprano!-pero las estrellas se imitaban entre sí en el cielo.-“Conocido lo justo de la vida las distancias”-

-“¡Oh rumores y visiones!”-He llegado sólo para partir otra vez

-“¡Partida en el cariño y en el ruido nuevos!”-.

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