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Meditación para la Dominica I de Adviento.
(Erunt fina Lue. 21.)
Cons idera , cr i s t iano, la ter r ib i l idad dei t r em endo dia del juicio; las señales q u e le p recederán ; el poder , y m a je s tad con q u e v e n d r á el Juez : el r igor, y de l^adeza de la cuenta : la acusac ión de los dem onios , y el de sven tu r a d o fin de los condenados . P i d e á Dios, te dé u n san to t e m o r suyo, pa ra q u e no le ofendas , diciendo:
F i jad , S eñor , en m í v u es
t ro san to temor, de m a n e r a , q u e t e m b la n d o de vues tros juicios, no os ofenda.
Meditación para la Dominica II de Adviento.
(Tu es qui ventiirus esf Mat. 11.)
Considera, q u e la señal q u e dió Cristo S e ñ o r n u e s tro, pa ra qu e se conociese, q u e había venido al m u n d o , fué q u e veían los ciegos,o ían ios sordos, y a n d a b a n los tu llidos: y así teme, que pues est<ás lan ciego á sus luces, t an sordo á sus voces, y tan torpe, pa ra a n d a r por el ca
m in o de la v ir tud , no debe d e h a b e r v en id o á tu nlnia: P ide le con ans ias fervorosas, q u e venga , diciendo:
l íxci lad Señor , vues t ro p o der, y ven id á l i b r a rm e de mis culpas.
Meditación para la Dominica III de Adviento.
{Ego vox clamantia. Joan . 1.)Considera , las voces con
q u e publica el B a u t i s t a su nada , y en eilas r econoc e tu sér, y ha l la rás en él la n ece s idad q u e tienes, de q u e Dios v en g a á ti; pídeselo, diciendo:
V en id S eñor , y sa lvad este
h o m b re , q u e formaste is del cieno de la tierra.
Meditación para laDominica IV de Adviento.
(Factum est Verhum D<mim. Lue. 5.)
Considera q u e viene yá el S a lv a d o r de las a lm as á c u ra r t e de tus vicios y pas iones; p ro c u ra d isponer te p a r a recibir le con ob ra s de m o r t if icación y penitencia, pues con ellas aseg tu’as, q u e venga: pídeselo con fervorosas ans ias , diciendo:
V en id S eñor , y sin ta r danza , á q u i t a r las n ía ldades de vues t ro P ueb lo .
Meditación para ei dia del Kacimiento de Jesucristo nuestro Señor.
(Maria peperit. Lue. 2.)
Considot 'a al Cr iador de! n u indo , recién nac ido en un :)cscl)re, poi’ redimirle: pide- e te dé gracia, pai'a venei’ar
tan sag rad o ni ister io, de m a nera, f |ue consigas el fru to de su i-edenciún, ob l igándole con el en ípeño en q u e se ha ¡lueslo, hac iéndo le tan g r a n d e beneficio.
A c o rd a o s Señor , q u e n a c iendo de la V irgen , os dig- nás le is to m a r fo rm a de h o m bre.
Meditación para el día de la Circuncisión.
(Ut circuncideretur puer. Luc. 2.)
Considera, corno ocho días después do h a h e r nac ido el Salvador , le pus ie ron el Dulcísimo n o m b r e Jesús : y la obed iencia , hum i ldad , p a ciencia y caridad , con que en la Circuncis ión com enzó á d e r r a m a r s u preciosa san- í,n'e po r lí. Ofrécele d e r r a m a r la luya por é!, confesando su san to nom bre .
(]on n n tc ho gus to d e r r a m a ré mi s ana re , Señor , c o n fesando vues tro san t í s im o n o m b re .
(Ecce Magi ab Oriente. Mat. 2.)
Cons ide ra el afecto con tliie los R eyes Magos viniero n desde el O rien te á a d o ra r el N iñ o O íos rec ién n a cido: p rocnrn tú e n t r a r con ellos, y pídele q u e te dé luz, y á todos los R e y e s d e la lierrji, pnra (¡L ie le ado ren , conliesen y veneren , di- ciendo:
T odos los R ey es del m u n do, Señoi*, os confiesen, y ca n ten las g randez as de vues t ra gloria.
(Aiscendentihus illis. Luc. 2.)
Considera , cóm o yendo el j \ i ñ o J e s ú s con sn M adre Sítn l í s ima, y S a n J o sé al Tem plo , se les escondió por li-es días: pídele, q u e pues r econoce lu í laquezn. no se •esconda, ni se apa r t e de tí, diciendo:
N o m e desamparé is , Dios mío , n o os apar té is de mi-
(Nupiia facta sunt. Joan. 2.)
C ons ide ra el a m o r con, q u e la Virgen S an t í s im a pi^ dio á su H i jo r em ed iase la falta de vino, q u e lu ibo e n las bodas , y r eco n o c ien d o le falla la ca r idad , pídele te la idean ce de su p rec io sa Hijo , (liciéndola:
H a c e d Seño ra , q u e arda mi corazón en a m o r de vues^ tro Hijo , y mi R ed en to r .
(Ecce leproBus. Mat. 8.)
Considera , la lepra de in n u m e ra b le s vicios, y pecados, q u e llenes: a c u d e al Médico Divino, y í’uen le de Ja grac ia Crislo tu S o b e ra n o M aes t io , y mués l rase la con g r a n d e confianza de q u e le la ha de sana r , diciéndole:
S eñor , si queréi s , podéis l im p ia rm e de mis culpas.
(Ecce molus magnus. Mat. 8.)
C ons ide ra las olas de p a s iones d e s o rd en ad as , q u e te c o m b a te n , y ios vientos de tr ibu laciones , q u e te a c o m e ten, y en tan to riesgo, pide á Dios te socor ra, para q u e no te anegues , y des en el ab i s m o de tu perd ic ión ,d ic iendo:
Salvadnos , S eñor , q u e p e recemos .
Meditación para la Dominica V después de la Epifdnla.
(Qui seminavit bonum semen. Mat. 13.)Considera In b u e n a se m i
lla de ad m i ra b le s d o c u m e n tos, y san tas insp iraciones , q u e Dios ha s e m b r a d o en el c a m p o de tu a lma, y la cizañ a de engaños , y ten taciones, q u e b a s e m b ra d o el dem onio : pide á Dios su g ra cia, para q u e vencidos estos, crezca en tí el fru to de a q u e llos, diciendo:
R eg ad , S eñor , con el rocío de vues t ro Divino Espír i tu , vues t ra semilla.
:Grano synapis. ^fat. 13.)
(Considera ciiaiUo le i m por la ej erci tar le en la v ir lud de la h u m i ld a d , pues es ui ia de las q u e e spec ia lm en le te m a n d a la Maes tro Cristo a p re n d a s de él: y así p rocu ra l ìunii l lar le c u a n to te fuei’e posible, p o r obedecerle, diciendo:
Seré , S eñor , n juy h um i lde en mis ojos, p o r s e r apfrada- ble á los vuestros.
(Qui exiit primo mané. Mat. 20.)
Considera , có m o desde q u e am a n e c ió en lí el uso de la razón le es lá l l am ando Dios para q u e labres la v iña de lu a lma, y m i ra c u á n in culta está, po r el poco cu i d ado q u e lias tenido en h a cerlo: pídele, q u e pues él la plan tó , sea ta m b ién el q u e la cultive, diciendo:
P e r lecc ionad , S eñor , esta v iña q u e plantasteis .
(Exiit, qui seminat Luc. 8.)
C onsidera ci iántüs veces h a s e m b ra d o Dios la seini- Ih) de su san ia pa labra en !a tiei’ra de Lu ahna , y ei poco f ruto, q u e ba llevado, p o r la m a la dispos ición q u e hay en lí: mira la causa de eslo, y pide á Dios te remedie con su misericordia , diciéndole:
U sad , Señor , conuji^^o de vues t ra piedad, y la t ierra de mi a lm a os ¡ lará frutos de b u e n a s obras.
iRcce. aactndimnn. Luc. 18.)
C onsidera có m o el día, q n e tii s obe rano Maestro subía á Jo rusa lén á padecer p o r lii a m o r , dió vista á u n cie^o, í¡ue se ta pidió en el camino: pídele te la dé á tí, para ver tus culpas, y pa ra c onoce r y l lorar ios mis ter ios dolorosos de su P as ión , te n iendo com pas ión de tu ceguedad , diciendo:
J e s ú s hijo de David, tened m ise r ico rd ia íle mí.
Meditación para la Dominica I de Cuaresma: del sentimiento de la Virgen cuando Cristo fué á ser Crucificado.
(Considera el do lo r g ran d e q u e senli r ía la V irgen , c u a n do su l i i jo sacra l ís i ino se le despid ió i^ara ir á padecer p o r iu am or: pídela te a l c a n ce un vivo sen t im ien to de él, para q u e la ac o m p a ñ e s en su lliuito, diciendo:
H aced . Aíaiire piadosísi* nía, cpie s ienta la Tuerza de vues t ros dolores, pa ra (pie os acom{)añe en llorarlos.
Meditacícn para la Dominica II de Cuaresma.
(Ibat. Luc. 22.) Considera el n m o r ,qiie
debes á lii R e d e n lo r , pues s iendo lan " ro n d es los dolores q u e iba á padecer po r tus culpíis, q u e su r e p r e s e n tación Ic hizo sud .i r a r royos de snngre, se ofreció con í^rande resln;ti;ición á p a d e cerlos: oíVt'-cele, com p a d e c i do de s us lo rmenios , resi"- j iai le s ienjpre en su san ia voli inlnd, diciendo:
N o se baga, S eñor , lo qu e yo (juiero, s ino lo q u e Vos queréis .
Meditación para la Dominica III de Cuaresma.
(Apprchendit Pilatus. Joan. 19.)
Considera có m o Ili R ed en - lor recibió m ás de c inco mil azotes por tus cnlpas: c o m padécete de su dolor , y do- ¡ iéndole de h a b e r sido causa de tan cruel to rm ento , ofrécete á padecei le por su am or , p u es le mereces , diciendo;
Y o, S eñor , yo merezco ios cast igos po r mis culpas.
, Pìectentes Coronam. Mat. 2f>.)
Consii ieia ia Cabeza de lu R oden lo r , t r aspasada con un a (Jorona de setenta y «ios espin. is, y su divino rosl i’o b a ñ a d o en sangre ; y cóm o n o l)asló lan lastimosoevSpec- táculo para ap laca r la l ia de los jud íos; presénta se le á su E t e r n o Pati re, para (]ueapla- (pie la <|ue mei’ecen lus cu lpas, diciendo:
Mirad , S eñ o r , al ros tro de vues t ro Hijo , q u e a t end iendo á él os com padece ré is de mí.
(Bajulana fih. Joan. 19.)
C o n s id e ra có m o siendo lu R e í len lo rco iu lenado á nuicr- te ní renlosa de C imiz, la pone sol)í‘e sus homliros, para ir ni luga r del suplicio: y mira <‘uán inioleral,)!e carga es el peso de lus culpas, pues le liae(‘ (.hu* lan ías veces de ojos rti l ierra: agi‘:i(Íécelc con m u c h o do lor haya ijue- r ido lom ar la s sohi e sí, y padece r el casligo q u e íu uje- reces po r ellas, diciendo:
I^endilo seáis, Señor , ( |ue
lo m a n d o sobre vos mis cu lpas, quisisteis padecer las penas, ( jueyo merezco porel las .
Meditación para la Dominica de Ramos.
{Cruci/ixeritnt eiim. Joan. 19.)
C ons ide ia a! Cr iador y S a lva do r del m u n d o pend ien te de tres clavos, a f ren to sa m e n te cruci f icado en t re dos L ad ro n e s ; y si le pi 'ecias de Discípulo suyo, dile m u y de corazón:
N o tenga yo. S eñor , m ás gloria, q u e padece r con Vos en vu es t r a Cruz.
Meditación para la Semana Santa.
(Umis miliUim. Joan. 19.)
Considera la ci ' i ieldad coh tjue un so ldado abr ió de u n a lanzada el pecho de lu Sa lvado r ya niuerlo , y penet ró el corazón de su M adre , solo vivo para osle dolor: pídela pene í re lu corazón, con l a s l l í i g a s d e su l i i jo , para q u e la a c o m p a ñ e s en el sen- l im ien ío de sus penas , diciendo;
Fij.'iíl, Señora , ruer le tnenle en mi corazón las l lagas de vues t ro IJIjo.
'Surrexit, esthic. Mure. 16.)
Coíísiilera, có m o h a b ie n do n u ie r to lu R e d e n t o r p o r lí, resuci ta glorioso, y t r iu n fante del Infie rno, y saca del L i m b o las nlm;is de los S a n ios P a d re s , pidele le resuc i te á n u ev a vida, y lal, q u e no se apodei’e j a m á s de lí la n iue r i e de la culpa, diciemlo;
('.ojno resucitasleis , Señor , p o r la f^loria de vues t ro P a dre, así resuci le yo á n u ev a vida.
‘\(C'um fores essent clausam. Joan. 20.) ^
Cons i ' le ra có m o e s tando los Discípulos en el (^lenácu- lo en oración, v ino Cristo á visilar ios, y pon iéndose en m ed io de ellos, les dijo: P a z sea con vosotros. Pídele, que v is i tándote con sus i lus traciones, le dé la ve rdade ra paz, q u e él solo le puede dar , diciendo:
D ad m e , Señor , la paz que el m u n d o no m e puede dar .
(Ego sum Pastor honus, Joan. 10.)
ConsÍLÍera, lo q u e dehes á Cristo, !)ien nues t ro po r h a berse hecho fu Pnslor , y a t iende á l.i provldencin con q u e ejerci ta esle oiicio con- ti<(o. Pídele te lihro de ios p a s to sengañosos de! m u n d o , y le apac ien te en los suyos saludables, diciendo:
M ost radm e, iJ ivino P a s tor, vues tros pastos, p o r q u e no m e pierda po r o tros .
!Modicum, et non videhitis me.Joan. 16.)
Considera la te rn u ra con que los Discípulos oyeren á su soberano M aestro , cuando les dijo, no habían de verle un poco de tiempo, y cómo los consoló, diciendo, después le verían , siendo tal su gozo, que nadie se le pod ría quitar: p a ra que cuando te vieres tribu lado con su ausencia , le digas con h u milde confianza:
V olvedm e, S eño r , á la a le g r ía de vues tra presencia , y forta lecedm e con vuestro Divino espíritu .
(Expedit vohis. Jo an , 16.)
C onsidera cómo an tes que el S a lv ad o r subiese á los Cielos, dijo á sus Discípulos, les imp o r ta b a su Ascensión p a ra que se dispusiesen á recibir el espíritu consolador, que desde a llá les env ia r ía , y que él a r g ü ir ía al mundo de sus p e c a dos. Pídele, como m ás c a rg a d o de ellos, te lo envíe , p a ra que te purifique, diciendo:
D adm e, S eño r , vuestro Di vino espíritu, que me lave y purifique de mis inmundicias y pecados.
fSi qu idpetierith . Joan . 16.)
Considera la inefable libera l idad d e lu Dios, q u e d e seoso de co m u n ic a r l e i n n u m e ra b le s b ienes de su gracia, le dice se los pidas: y pues le ves tan l iberal contigo, no ceses j a m á s de hacer lo , d iciendo:
A Vos, mi Dios, cl amaré ; y á Vos, mi Dios, rogaré.
Meditación para el dia de la Ascensión.
(AsBtonptus est tn Coelum. Marc.16.)
Considera c ó m o c u a r e n t a d ía s después de h a b e r r e su ci tado tu Salvadm% subió t r iun fan te á ios Cielos á vista de su S an t í s im a M adre y de su s discípulos; p ro c u ra se gui r le con el espíri tu, d ic iendo con ans ias fervorosas.
Q u ién m e diera , Dios ínío, alas co m o de pa lom a, pa ra vo la r á Vos: y d e s c a n s a r p e r p e t u a m e n t e en Vos.
(Cum venerit JParaclytus. Joan.16.)
C onsidera cómo dijo Cristo á sus Discípulos, que viniendo el Espíritu S a n to á sus c o ra z o nes, hab ía de confirm ar las v e r dades que él Ies hab ía enseñado: y cóm o ellos la s habían tam bién de publicar por el mundo, padeciendo po r su am o r innum erables aflicciones: ofrécete á padecer las que fuere su voluntad con g ra n d e esfuerzo en su ayuda , diciendo:
Siendo V o s , S eño r , am paro de mí v ida, qué podré yo temer?
(Factus est repente. Act. 2.)
Considera có m o es tando los Discípulos en el C en ác u lo de J e ru s a l é n en co m p a ñ ía de la V i rgen S an t í s im a , y pe r severando allí en cont in u a oración diez, días; al fin de ellos rec ib ie ron el Kspír i tu San to : y si tú qu ie res rec ib ir le, debes es ta r o r a n d o á Dios sin cesar ja m ás , d ic iendo:
E nv iad , Señor , so b re mí vues t ro Divino Espí r i tu, q u e críe en mí afectos celestiales, y a r r a n q u e los terrenos.
Meditación para ia fiesta de la Santísima Trinidad.
(Docete omnes. Mrtt. 28.)
C onsidera lo que debes á Dios, po r ha b e r te hecho hijo de su Ig lesia , mediante el S a n to S a c ra m en to del Bautismo, y selládote en él con el nom bre de la San tís im a T rin idad , y ofrecido e s ta r siem pre en tu com pañía . D a á su Divina M ajes tad infinitas g ra c ia s po r ha berte dado luz y conocimiento de tan alto misterio, diciendo:
A V o s , se dé la a lab a n z a , la g lo ria , y las g rac ia s . ¡Oh! S a n tísima T rinidad.
Meditación para el día del Corpus.
¡Caro mea vere est cì6««. Joan .6 .)
C ons ide ra el a m o r con t}ue tu R e d e n t o r dejó en el S an t í s im o S a c r a m e n to del A l i a r su Cuerpo y S a n g re p a ra sus ten to de tu alma: p rocu i -aencender lu co razón en fervorosos deseos de pai’- l ic ipar los maravil losos efectos de eslo Divino m a n ja r ; y con rend ida h um i ldad pídele á Dios co n t in u a m e n te , d iciendo:
El pan nues t ro Celestial d ános le hoy, Señor .
(Q ui fe d i cauam nw ^tiaw . Luc. I.4.)-
C onsidera la c e n a g ra n d e á que Dios te llama, y advierte , que á los que en gañados con la apa r ienc ia de los bienes de es ta vida ponen toda su afición en ellos, les am enaza Cristo bien nuestro con aquel r igu roso c a s tigo, de que no han de g u s ta r la suavidad de es ta cena: pídele a p a r te tus ojos de la van idad de los bienes tem porales, y te ende rece po r el cam ino de consegu ir e s ta cena, diciendo:
A p a r ta d , S eño r , mis ojos de la vanidad, y vivificadme en vues tro s caminos.
ex vohis homo. Luc. 16.)
Considera q u e lias a n d a do co m o oveja perdida por los cam in o s de lu perdic ión, h u y e n d o de Cristo tu Divino P a s to r , y m i ra el cu idado con q u e él le ha b u s c a d o en todos ellos: pídele no te d e s a m p a r e jam ás , diciendo:
A n d a d o he, Señor , com o oveja perdida , b u s c a d m e y r ecogedm e en vues tro r e baño .
''Eris hominea capiens. Luc. 5.)
Cons ide ra la prov idenc ia Div ina en escoger pa ra u n a cosa tan g rande , co m o ia p red icac ión del Evangelio , u n o s p o b re s y hum i ldes pescadores; y con las pa labras de Jesuci ' is lo, b ien nues lro , d a l e á su E te rn o P a d r e infin i t as grac ias , diciendo:
B e n d i to seáis , S eñor , q u e escondis ie is los mislerios de n u e s t r a R e d e n c ió n de los s a bios del m u n d o , y los revelasteis á los humi ldes .
Meditación pa a la Dominica V después de Pascua de Espíritu Santo.
(Qui irascitur fra tr i suo. Mat. 6.)Considera c u á n to te c o n
viene se r m a n s o de corazón, no d an d o e n t r a d a en él á n in g ú n p e n s am ien to de ira; pues co m o dice el Salvador, n o solo peca con t ra sus p ró j im os el q u e ios hiere, s ino tam bién el q u e los ofende con palab ras : pide á Dios gob ie rne tu corazón, pa ra q u e no les o fendas con ellas, diciendo:
E n f ren a d , Señor , mi leng u a pa ra q u e n o se deslice á h a b l a r p a lab ra s injuriosas.
(Miserear super /Mrftflw.Marc.S,)
C onsidera cuán am oroso y ca ri ta t ivo es Cristo nuestro bien con los suyos, pues an te s que los que le segu ían en su p red icación sintiesen la falta del sustento , su D ivina p rovidencia es taba cuidando de r e m ediarles su necesidad, y así debes tú ponerte en sus Divin as m anos con g ra n d e confianza de que r e m e d ia rá las tuyas» diciendo:
U sa d , S e ñ o r , conm igo de v u e s tra m arav il lo sa m isericordia, pues po r ella ayudáis s iem p re á los que esp eran en V o s .
(Atlendite d falsos Prophetis.Mut. 7.)
C onsidera que p a ra a seg u r a r tu salvación , debes procu* r a r a r r a n c a r de tu a lm a las rafees viciosas que b ro tan espinas, y p lan ta r en ella v ir tu des, que den frutos de buenas obras: e je rc íta las muy de c o ra zón, y sin fingimiento con fin solo de a g r a d a r á Dios, y no p o r s e r aplaudido de los hombres; y p a ra hacer lo así pídele te ayude con su luz, diciendo:
D adm e, S eño r , luz y conocimiento de vues tra San tís im a L e y y voluntad, p a ra que la g u a rd e de todo co razón .
(Homo quídam erat dives. Luc.1 6 .)
C ons ide ra los b ienes que Dios le ha en t regado , así t em pora le s co m o esp i r i tua les, y p ro c u ra emplear los b ien , pa ra q u e el día q u e vin ie re á l o m a r c u e n ta de eilos^ se la des b u e n a . A cóge le á su misericord ia , doliéndote de io m a l q u e has ta a h o r a los has gastado, diciendo:
Si miráis , Señor , á mis ma ldades , soy perdido; m i rad á vues tra piedad .
(Videna Civitatem flevit. Luc. 19.
C ons ide ra c ó m o viendo € r i s t o ni iesí ro bien á J e rn - salén , com enzó á l lorar por ios pecados , q u e reconoció en ella: y có m o en to n ces tu vo presen tes los tuyos; y pues tú tam bién fuiste cau s a de su Manto, razón se rá q u e le a c o m p a ñ e s en él, diciendo:
Gemiré , S eñor , p e rp e tu a m e n te mis culpas , y p r o c u r a r é lavar las con con t inuas lágrimas.
(Duo homines. Luc, 18.)
C ons ide ra q u e el medio m á s eficaz p a r a a l canzar p e r d ó n de lus culpas, es ped í r sele á f3ios con g r a n d o lo r y confus ión de haber las c o m e tido: hazlo así, dic iéndole co n el publ ica no:
Tened , S eñor , mise r icor dia de mí , q u e soy g r a n p e cador .
'Ádducunt ei surdum. Marc. 7.)
Considera c u á n sordo e s tás pa ra oÍr ios l l amain ien- tos de Dios, y c u á n m u d o p a ra pedir le n i i se r icordia d e tu s culpas: pídele de lo ínt im o de lu corazón, te dé g r a cia p a r a hacei lo, y a labar le , diciendo:
A b r id , S eñor , mis labios, y pub l i ca rá m i boca v u e s tras alabanzas .
(H omo quídam dísctndebai. Luc. l o . )
Cons ide ra los e n e m ig o s q u e c e r c a n tus pasos deseo sos d e roba r te los b ienes de la grac ia , y her i r te de m a n e r a co n las l lagas de la culpa, q u e v a y a s á p a r a r á las e t e r n a s penas : pide (i Dios con ans ias fervorosas, te guíe por sus cam inos , y te l ibre en ellos de tus enem igos , d iciendo:
E n s e ñ a d m e , Señor , el ca m ino p o r d o n d e debo andar , y l ib radm e de mis enemigos.
{Occurrerunt ei decer» viri lepro-^ si. Luc. 17.)
C ons ide ra que Crislo nues- Iro b ien, v iendo la lepra de lu a lm a , es lá deseando q u e tu neces idad le pida el r e m e dio de ella, para curaria: pídesele con viva F e en c o m p a ñía de los leprosos del E v a n gelio, d ic iendo con ellos:
J e sús , M aes t ro mío, lened m ise r ico rd ia de mí.
(Nemo potest duohos Dominis servire. Mat. 6.)
C o n s id e ra c u á n to te co n viene despegar tu corazón de los b ienes temporales, y po n e r toda tu sol ici tud en a l c a n z a r los e te rnos (pues como dice el Salvador, el q u e fuere esclavo de las r iquezas , no podrá servir le á él); pídele inclin e tu corazón á e s t im ar éstos y á desp rec ia r aquel los , diciendo:
Inc l inad , S eñor , mi corazón á ap rec ia r los b ienes esp ir i tuales y á desprec ia r los te rrenos.
(Ecce defanctus esserebalur. L q c . 7 . )
Considera com o el a lma, q u e está en pecado mortal , t i ene merec ido ser c o n d e n a da e n el T r ib u n a l de la Divin a Jus t ic ia á m u e r te eterna: si has caído en tan g ran d e desdicha, pon ía de lan te de los ojos de Dios con g ran d e ar repen t im ien to , para q u e se ap laq u e en el de su m ise r i cordia la sen tenc ia ,d ic iendo :
V engan , Señor , sob re mí vues tras misericordias, y viviré.
(Q ui se h um ilia i, exa liabitur.Luc. 14.)
Considera la bajeza de tu ser , a c u é rd a te q u e eres polvo, y qu e en polvo te lias de conven i r : h u y e de ensa lzar le, y apetece el se r m e n o s prec iado y humillado: pide á Dios, qu e le iujmil le, d iciendo:
H u m i l l a d m e , Señor , p o r q u e h u m i ld e m e salvaréis, y sobe rb io m e perderé.
(Diliges Dominum Deum tuum.Mat. 22.)
C ons idera la ben ign idad de tu S o b e ra n o Maestro, pues todo el c u m p l im ien to de su san t í s im a Ley, se cifra en amar le ; hazlo así con lodo el corazón, con toda el a lma, y con todas tus fuer zas, pues es tan g r a n d e interés luyo; y porcpie todo se lo debes, n a d a te lo impida, dile con lodo afecto:
A m aró te , Dios mío, y fortaleza mía.
(Offerebant eiParalyticum'M.wt. 9)
C o n s id e ra el m ise rab le estado del a l m a q u e es tá e n pecado mortal , q u e es es ta r co m o tul lida pa ra cua lqu ie ra cosa a g rad a b le á Dios, y m u e r t a s in la vida s o b r e n a tural de la grac ia, pide á su Div ina Majes tad te te n g a de su m ano , p a r a q u e no caigas e n tan g r a n d e desd icha , dic iendo:
L i b ra d , S eñor , mi a lm a d é l a m uert e , d e la cu lpa y de las ocas iones de c ae r e n ella.
[Simile egt regnum ewlorum.Mat. 22.)
C ons ide ra la b o n d a d g r a n de q u e m u e s t r a Dios en llam a r t e á las bodas d e su H i jo celestial, y advierte , q u i e re, q u e vayas con ves t idura nupc ia l de a rd ie n te c a n d a d : p r o c u r a e n c e n d e r tu corazón en su a m o r de tal suer te , q u e pu ed as decii-le con fervo rosos afectos:
Mi c a rn e y mi co razón desfal lecen por Vos, Dios m í o de mi corazón.
(Erat qiùdam Regulam. Joan. 4.)
C ons ide ra las enfernaeda- des espir i tuales q u e te afligen , y q u e p a r a el las no lie- n e s o t ro Médico, ni medic in a , q u e lu Dios; pídele, qu e p u e s es qu ien solo sabe, pue de y qu ie re , te las cu re , a n tes q u e tu espír i tu perezca, diciendo:
Venid , Señor , á cu ra rm e , a n tes qu e n)i espír i tu íallez-
ca.
(Qui voluit rationem ponere cum servís suis, Mat. 18.)
Considera lo m u c h o que debes á Dios por los beneficios q u e te ha heclio, p o r los males de q u e te ha librado, y por las m a ldades q u e le h a sufrido, y val iéndote del ines t im ab le precio de su p rec iosa sangre , dile con " r a n d e a r repen t im ien to :
Tened , S eñor , m ise r ico r dia de mí, q u e con vues t ra prec iosa s ang re tengo cauda l p a r a saúsfaceros.
* {Ctijus est hic imago? Mat. 22.)
C ons idera q u e eres i m a gen de Dios, y com o tal te debes en t re g a r todo á El: r econoce su l iberal idad e n este beneficio; y com o o b ra de s u s Div inas m a nos , pídele te a y u d e p a ra h a c e r t e á su semejanza , diciendo:
A y ú d a m e , Señor , p o r s e r ^ o b ra de vues tras Divinas
m anos .
(Filia mea wodt defuncta est. Mat. 9 .)
C ons ide ra el flujo de p a s iones m a l ignas q u e padeces, y la b revedad de tu vida, pa ra q u e p ro c u re s v e n cerlas; p o rq u e c u a n d o ven g a la m u e r t e no te bai le i-endi- d o á ellas, y después de la tempora l , padezcas la e te r na. P id e á Dios con te viva lu remedio , diciendo:
P o n e d , S eñor , vues t ra p o derosa m a n o sobre mí, y viviré.
* (Statutum eit. Hebr. 9.)
C onsidera cóm o e n el p r im e r inslnnte, d espués del fin de tu vida, se te ha de to m a r r igurosa cuen ta de todos los m o m e n to s de ella: vive, pue& con g r a n d e te m or de este juicio, d ic iendo á Dios:
Si usáis, S eñor , de r igor en vues tro Juicio, no h a b r á ^(juien en vues tra p resencia ^se just i f ique .
___________ F I I T . __________1 8 9 9 .— R e im p reso eii P a m p lo n a .
Imprenta y librería de Lizaso Her/nanot..
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