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LUNES, 18 OCTUBRE 2010 LA CONTRA P or qué la imagen de España en EE.UU. es peor que su realidad? Porque la cobertura de informa- ción internacional en EE.UU. in- teresa a muy pocos, lo que signi- fica que no da publicidad ni ingresos. Por eso los medios invierten tan poco en ella. Habrá unos mínimos... Si un medio no obtiene rentabilidad econó- mica, intenta obtener rentabilidad ideológi- ca y esos mínimos son los que cubren las in- formaciones ideológicamente rentables. ¿Cuáles? Las que confirman la fe absoluta en la inicia- tiva privada en la que hemos sido educados. Pero España tiene libre mercado... Es sospechosa de socialdemocracia. Si un país tiene, por ejemplo, un sistema de salud pública razonablemente eficiente, sólo se publican las informaciones que demuestran que va a caer en bancarrota. Ese ha sido el caso de España: “¿Lo veis? –se nos ha infor- mado–. ¡Ahí tenéis el milagro español!”. ¡Pero es que The Wall Street Journal localizó los sanfermines en Catalunya! El Journal, tras caer en manos de Murdoch, ha acentuado su línea derechista y España era un caballo de batalla: su Gobierno de iz- quierdas debía asegurar su ineficacia. Si el Gobierno español fuera de dere- chas, ¿nos tratarían entonces mejor? A ningún país se le reconoce un sistema me- jor que el nuestro. Cada día escuchamos en los informativos repetir a senadores y con- gresistas: “En EE.UU. tenemos el mejor sis- tema sanitario del mundo”... No es esa su imagen aquí. Y es el mejor del mundo, pero sólo para la minoría que se lo puede pagar. En cambio, es muy poco eficiente para la mayoría de los norteamericanos, entre los que me incluyo. Al menos Obama lo ha reformado. Y ahora perderá las elecciones por ello. La campaña de la Fox, el Journal y la mayoría de los medios ha sido muy eficaz repitien- do: “Con la reforma, funcionarios del Go- bierno decidirán eutanasias: ¡cuándo vais a morir y a abortar!”, y tonterías parecidas que hacen que la confusión sea tremenda. Y la paga Obama. ¿Nunca hacen autocrítica? Lo único que admiten –porque es clamoro- so– es que nuestro sistema de educación pri- maria y secundaria no funciona, pero a con- tinuación añaden que es a causa de que “to- davía es un sistema público” y que, si lo pri- vatizamos, aumentará su eficiencia. Es un punto de vista. Nadie explicará ni estaría interesado en sa- ber que Finlandia, Suecia, Singapur y mu- chos países tienen uno excelente y público. Parece muy burdo. Es efectivo porque nos han formado en esa lógica del miedo que sustituye a la de la ra- zón desde hace medio siglo. Desde los años 50, los periodistas descubrieron que las noti- cias que infundían miedo: crímenes, droga, guerra fría..., tenían más audiencia. Y sigue siendo así. Informativos y películas de Hollywood se alimentaron mutuamente en esa lógica me- diática del miedo y, ya en los 60 y 70, cual- quier telediario presentaba la realidad co- mo espectáculo y hacía un gran negocio. Y que conste que sólo describo, no condeno. ¿Qué tiene de bueno esa lógica de los medios? Como la información deportiva, proporcio- na cohesión social: es algo que todos pode- mos compartir. Infunde sentido de comuni- dad y, bien manipulada, hasta de patria. Si es para bien... La ficción y la no ficción intercambiaron sus valores hasta que las noticias tuvieron los in- gredientes de los culebrones y series: sus- pense, villanos, héroes, mascotas y grandes emociones, pero sobre todo mucho miedo. ¿Por qué? Porque es la emoción más eficaz en captar la atención humana: pura amígdala. Y por- que los políticos siempre supieron utilizar- lo: nada hace obedecer más que el miedo. Y nada da más poder a quien ya lo tiene. Elemental. Periodistas y empresarios comprobaron día tras día que el miedo daba audiencia y el te- rror la disparaba, y los políticos también descubrieron que atemorizar al público me- joraba sus encuestas y luego sus votos. Así que pasaron de exagerar el miedo a crearlo. ¿Lo midieron ustedes? Durante años medimos los índices de crimi- nalidad y la cobertura que les proporciona- ban los telediarios y, a finales de los 70, ya constatamos que, aunque disminuyera el crimen, los minutos que se le dedicaban en la tele aumentaban. Y también los medios para cubrirlo: más reporteros y cámaras. Un dato certero. Existe total desproporción entre el miedo de los telediarios y la realidad de las calles, igual que la hay entre los peligros reales del planeta y lo que acongojan los informativos. Siempre escuchas a quien te alarma. El miedo siempre provoca ansiedad y odio a la amenaza, así que el siguiente paso fue ir asociándolo a diferentes enemigos: los co- munistas, los negros, los traficantes hispa- nos... Y ahora les toca a los islamistas. Suele oírse unido a “terroristas”. George W. Bush convirtió el terror en condi- ción de lo real: “Vivimos –repitió– en un mundo de terrorismo”: ¿es más peligroso vi- vir hoy que en la Segunda Guerra Mundial? No. Pues mis alumnos viven aterrorizados... ¡Por si los violan al cruzar el campus! Han visto demasiados informativos. LLUÍS AMIGUET MAITE CRUZ “La imagen de España paga el crimen de su bienestar” VÍCTOR-M. AMELA IMA SANCHÍS LLUÍS AMIGUET Nací en el 45: hemos vivido una vida más segura que mis padres y, en cambio, mucho más atemorizada. Tengo dos hijos y cuatro nietos a los que enseño a ver la tele. Eduquemos sobre todo a los periodistas. Colaboro con la cátedra URV-Repsol de Excelencia en Comunicación Altheide ha demostrado que, aunque cada vez hay menos crímenes en las calles, hay más en los telediarios del país que los hispanos apodan con sorna “los Asustados Unidos de América”. Esa lógica del miedo alimen- ta desde los años 50 tan- to a Hollywood como a Washington y a los me- dios. Y, como el temor lleva al odio, ha permiti- do ir renovando los ene- migos de EE.UU.: desde rojos hasta negros, hispa- nos “traficantes”... Y ahora les toca a los islá- micos. El miedo da au- diencia, poder y votos. Y el temor a que un inci- piente Estado de bienes- tar pudiera ser ineficien- te ha hecho que le toque recibir a España, que ha cometido errores pero ni tantos ni tan groseros como le atribuyen el Journal y la Fox. El miedo manda David Altheide, analista mediático: ‘Creating fear, news and the construction of a crisis’ 46345

David altheide el miedo

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LUNES, 18 OCTUBRE 2010

LA CONTRA

P or qué la imagen de España enEE.UU. es peor que su realidad?Porque la cobertura de informa-ción internacional en EE.UU. in-teresa amuy pocos, lo que signi-

fica que no da publicidad ni ingresos. Poreso los medios invierten tan poco en ella.

Habrá unos mínimos...Si un medio no obtiene rentabilidad econó-mica, intenta obtener rentabilidad ideológi-ca y esos mínimos son los que cubren las in-formaciones ideológicamente rentables.

¿Cuáles?Las que confirman la fe absoluta en la inicia-tiva privada en la que hemos sido educados.

Pero España tiene libre mercado...Es sospechosa de socialdemocracia. Si unpaís tiene, por ejemplo, un sistema de saludpública razonablemente eficiente, sólo sepublican las informaciones que demuestranque va a caer en bancarrota. Ese ha sido elcaso de España: “¿Lo veis? –se nos ha infor-mado–. ¡Ahí tenéis el milagro español!”.

¡Pero es que The Wall Street Journallocalizó los sanfermines en Catalunya!El Journal, tras caer enmanos deMurdoch,ha acentuado su línea derechista y Españaera un caballo de batalla: su Gobierno de iz-quierdas debía asegurar su ineficacia.

Si el Gobierno español fuera de dere-

chas, ¿nos tratarían entonces mejor?Aningún país se le reconoce un sistemame-jor que el nuestro. Cada día escuchamos enlos informativos repetir a senadores y con-gresistas: “En EE.UU. tenemos el mejor sis-tema sanitario del mundo”...

No es esa su imagen aquí.Y es el mejor del mundo, pero sólo para laminoría que se lo puede pagar. En cambio,esmuy poco eficiente para lamayoría de losnorteamericanos, entre los que me incluyo.

Al menos Obama lo ha reformado.Y ahora perderá las elecciones por ello. Lacampaña de la Fox, el Journal y la mayoríade los medios ha sido muy eficaz repitien-do: “Con la reforma, funcionarios del Go-bierno decidirán eutanasias: ¡cuándo vais amorir y a abortar!”, y tonterías parecidasque hacen que la confusión sea tremenda. Yla paga Obama.

¿Nunca hacen autocrítica?Lo único que admiten –porque es clamoro-so– es que nuestro sistemade educación pri-maria y secundaria no funciona, pero a con-tinuación añaden que es a causa de que “to-davía es un sistema público” y que, si lo pri-vatizamos, aumentará su eficiencia.

Es un punto de vista.Nadie explicará ni estaría interesado en sa-ber que Finlandia, Suecia, Singapur y mu-

chos países tienen uno excelente y público.Parece muy burdo.

Es efectivo porque nos han formado en esalógica del miedo que sustituye a la de la ra-zón desde hace medio siglo. Desde los años50, los periodistas descubrieron que las noti-cias que infundían miedo: crímenes, droga,guerra fría..., tenían más audiencia.

Y sigue siendo así.Informativos y películas de Hollywood sealimentaron mutuamente en esa lógica me-diática del miedo y, ya en los 60 y 70, cual-quier telediario presentaba la realidad co-mo espectáculo y hacía un gran negocio. Yque conste que sólo describo, no condeno.

¿Qué tiene de bueno esa lógica de losmedios?Como la información deportiva, proporcio-na cohesión social: es algo que todos pode-mos compartir. Infunde sentido de comuni-dad y, bien manipulada, hasta de patria.

Si es para bien...La ficción y la no ficción intercambiaron susvalores hasta que las noticias tuvieron los in-gredientes de los culebrones y series: sus-pense, villanos, héroes, mascotas y grandesemociones, pero sobre todo mucho miedo.

¿Por qué?Porque es la emoción más eficaz en captarla atención humana: pura amígdala. Y por-que los políticos siempre supieron utilizar-lo: nada hace obedecer más que el miedo. Ynada da más poder a quien ya lo tiene.

Elemental.Periodistas y empresarios comprobaron díatras día que el miedo daba audiencia y el te-rror la disparaba, y los políticos tambiéndescubrieron que atemorizar al públicome-joraba sus encuestas y luego sus votos. Asíque pasaron de exagerar el miedo a crearlo.

¿Lo midieron ustedes?Durante añosmedimos los índices de crimi-nalidad y la cobertura que les proporciona-ban los telediarios y, a finales de los 70, yaconstatamos que, aunque disminuyera elcrimen, los minutos que se le dedicaban enla tele aumentaban. Y también los mediospara cubrirlo: más reporteros y cámaras.

Un dato certero.Existe total desproporción entre el miedode los telediarios y la realidad de las calles,igual que la hay entre los peligros reales delplaneta y lo que acongojan los informativos.

Siempre escuchas a quien te alarma.El miedo siempre provoca ansiedad y odioa la amenaza, así que el siguiente paso fue irasociándolo a diferentes enemigos: los co-munistas, los negros, los traficantes hispa-nos... Y ahora les toca a los islamistas.

Suele oírse unido a “terroristas”.GeorgeW.Bush convirtió el terror en condi-ción de lo real: “Vivimos –repitió– en unmundode terrorismo”: ¿esmás peligroso vi-vir hoy que en la Segunda GuerraMundial?

No.Pues mis alumnos viven aterrorizados...¡Por si los violan al cruzar el campus! Hanvisto demasiados informativos.

LLUÍS AMIGUET

MAITE CRUZ

“LaimagendeEspañapagaelcrimendesubienestar”

VÍCTOR-M. AMELA IMA SANCHÍS LLUÍS AMIGUET

Nací en el 45: hemos vivido una vida más segura que mis padres y, en cambio, mucho másatemorizada. Tengo dos hijos y cuatro nietos a los que enseño a ver la tele. Eduquemos sobretodo a los periodistas. Colaboro con la cátedra URV-Repsol de Excelencia en Comunicación

Altheide ha demostradoque, aunque cada vezhay menos crímenes enlas calles, hay más en lostelediarios del país quelos hispanos apodan consorna “los AsustadosUnidos de América”. Esalógica del miedo alimen-ta desde los años 50 tan-to a Hollywood como aWashington y a los me-dios. Y, como el temorlleva al odio, ha permiti-do ir renovando los ene-migos de EE.UU.: desderojos hasta negros, hispa-nos “traficantes”... Yahora les toca a los islá-micos. El miedo da au-diencia, poder y votos. Yel temor a que un inci-piente Estado de bienes-tar pudiera ser ineficien-te ha hecho que le toquerecibir a España, que hacometido errores peroni tantos ni tan groseroscomo le atribuyen elJournal y la Fox.

El miedo manda

DavidAltheide,analistamediático: ‘Creating fear, news and the construction of a crisis’

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