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En gran parte de sus canciones pone de manifiesto, tambin, su conocimiento del campo y el medio rural, adquirido durante su infancia en sus frecuentes visitas a los hermanos de su madre adoptiva, particularmente su to JosPepeCarbajal. Dijo l al respecto:"Todas las vacaciones, en el tiempo deverano, yo me iba al centro mismo del pas, a la ciudad de Trinidad, capital del departamento de Flores, que -tal vez- es el ms atrasado de estos departamentos del interior del pas; una zona eminentemente ganadera, de grandeslatifundios() All yo he pasado los tres meses de verano, desde que recuerdo hasta los 12 aos, desde muy pequeo hasta los 12 aos. All, claro, aprend todo lo que s del campo, aunque ms tarde viviera en el campo tambin, pero ya de adolescente. Aprend a montar a caballo, a ordear; cosas del campo... a cazar".7

Esta frecuentacin hizo que tomara especial preferencia por la msica campera, y que su personalidad se impregnara de rasgoscampesinos, dndole algo ms que elementos para sus creaciones. La milongaMi tierra eninviernoes una de ellas, en la que demuestra conocer muy bien distintas facetas del quehacerrural.

El apego alcaballoy su especial cuidado, como elemento imprescindible en las tareas cotidianas:

y aunque el caballo est sano,
lo cuida de la garganta
que, aunque el caballo no canta,
lo ha de tener siempre a mano.

Las tareas con elganado:

...porque llegadosetiembre
ser tiempo decastrar,
de marcar y descolar...

Lasplagas:

...Hay que vigilar lahormiga
que hace pirva en campo llano...

O los tiempos de cosecha:

...setrillaeltrigoendiciembre.8

En su temprana juventud, conchabado ya como locutor en la radio, en Montevideo, comenz a despertar su vocacin artstica y su gusto por labohemia, y la noche y sus fantasmas. Fueron tiempos de experimentos diversos, en los que puso a prueba su capacidad en diferentes quehaceres delarte. La parte medular de esa etapa de su vida transcurri en elBarrio Sur, donde habit en una casa frente a una plaza, a la que tambin da el cementerio; ese lugar -barrio denegros, decandombe, decarnaval, de llamadas, de gentehumilde,solidariayfraterna- dej su impronta en la sensibilidad del joven Alfredo Zitarrosa, que tuvo, desde siempre, una inclinacin particular: quera parecer mayor, mostrarse como una persona seria y circunspecta, por el gusto de hacerlo y tambin, quiz, porque siempre aparent tener menos aos de los que tena. Llegaba a tal punto esta obsesin, que hasta se pusoanteojos, que no necesitaba, para aumentarse la edad. Con el tiempo, y ya en su oficio de cantor, siempre se presentara en sus actuaciones, en el lugar que fuera, vestido a la manera tradicional, contrajeycorbatay con una apariencia rigurosamente formal.

Aparecen elementos y circunstancias relativos a esta etapa de su vida en varias canciones, una de ellas esCoplas del canto, donde afirma:

De tanto vivir frente
del cementerio
no me asusta la muerte
ni su misterio.9

Y es una de sus canciones ms reconocidas,Candombe del olvido, compuesta muchos aos despus, la que se inspira casi por completo en la evocacin de ese tiempo:

Ya no recuerdo el jardn de la casa,
ya nadie me espera en la plaza.
Suaves candombes, silencios y nombres
de otros; se cambian los rostros.

Quin me dar nuevamente mi voz inocente,
mi cara con lentes.
Cmo podr recoger las palabras habladas,
sus almas heladas.

Qu duros tiempos, el ngel ha muerto,
los barcos dejaron el puerto.
Tiempo de amar, de dudar, de pensar y luchar,
de vivir sin pasado.

Tiempo raudal, una luz cenital
cae a plomo en la fiesta deMomo,
tiempo torrente que fluye;
por Isla de Flores llegan los tambores.

Fuego verde, llamarada,
de tus roncos tambores del Sur,
techos de seda bordada.

...el candombe es una planta que crece,
y hasta el cielo se estremece.10

Otros textos de Zitarrosa[editar]

Fragmento deGuitarra negra:

Hoy anduvo la muerte revisando los ruidos del telfono, distintos bajo los dedos ndices, las fotos, el termmetro, los muertos y los vivos, los plidos fantasmas que me habitan, sus pies y manos mltiples, sus ojos y sus dientes, bajo sospecha de subversin... Y no hall nada... No pudo hallar aBatlle, ni a mi padre, ni a mi madre, ni aMarx, ni aArstides, ni aLenin, ni al prncipeKropotkin, ni al Uruguay ni a nadie... ni a los muertos Fernndez ms recientes... A m tampoco me encontr... Yo haba tomado un mnibus alCerroe iba sentado al lado de la vida.11

Fragmento deEl violn deBecho:

Porque a Becho le duelen violines
que son como su amor, chiquilines;
Becho quiere un violn que sea hombre,
que al dolor y al amor no los nombre.12

Discografa[editar]

Anexo:Discografa de Alfredo Zitarrosa

Bibliografa[editar]

En forma pstuma, el Archivo Zitarrosa ha publicado escritos del autor que haban permanecido inditos as como una compilacin de los textos publicados en Marcha.

Crnicas. Entrevistas para Marcha(Ediciones de la Banda Oriental. 2001)

Fbulas materialistas(Ediciones de la Banda Oriental. 2001)

El oficio de cantor(Ediciones de la Banda Oriental. 2001)

Por si el recuerdo doce cuentos(Ediciones de la Banda Oriental. 2002)