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Publicación del movimiento Acuerdo Institucional Sanmarquino Marzo - Abril 2010, Nº 4 San Marcos en la encrucijada EDITORIAL www.acuerdosanmarcos.edu.pe S an Marcos vive momentos di- fíciles como resultado de una nefasta gestión rectoral que, instalándonos entre escombros fí- sicos y morales, ha producido un grave deterioro de su imagen y vida institucional, afectando también con ello al conjunto de las univer- sidades públicas, cuyo liderazgo ha abandonado ensimismada en el frí- volo juego de reparto de cuotas de poder a los incondicionales, que in- sulta la dignidad de docentes, estu- diantes y trabajadores de la primera universidad del país. Esto ocurre en un contexto de abandono de la edu- cación, la salud y la seguridad por parte del Estado a favor del sector privado, traducido en el agresivo crecimiento de las universidades privadas con fines de lucro, con algunos de cuyos promotores ma- fiosos la actual gestión manifiesta visibles señales de complicidad (ver Págs. 15 y 16). La mercantilización de la educa- ción impacta la universidad públi- ca, generando graves distorsiones en el cumplimiento de sus funcio- nes, ante el silencio cómplice de nuestras autoridades embarcadas en oscuros proyectos con operado- res de mafias que han merecido el rechazo de la opinión pública (ver Pág. 14). El clientelaje y el reparto de prebendas han pasado a ser el eje de un estilo de gestión reñido con la transparencia y la democracia. Ninguna palabra sobre los más gra- ves problemas nacionales, incluyen- do el abandono estatal de las univer- sidades públicas. Nula interlocución en defensa de la universidad pública frente al Estado y los poderes fácticos que la agraden, y nula incidencia en cuanto al justo reclamo de homolo- gación de los docentes. Lo más grave es que los responsa- bles de esto, convertidos en adictos al poder, aspiran a prolongar su con- trol de nuestra universidad. Para eso, buscan a toda costa ganar las próximas elecciones a los decanatos y la Asamblea Universitaria. Ya han dado suficiente muestra del uso que pueden hacer de mecanismos como la cooptación de la precaria repre- sentación estudiantil, secuestrada por operadores corruptos, o el con- trol total del Comité Electoral. En estas circunstancias, señalamos que San Marcos no puede sopor- tar cinco años más de continuo y sistemático deterioro; que es un imperativo ético detener esta espi- ral de caída, enfrentándola con un proyecto universitario de alcance nacional, cuyo núcleo programático es la defensa de la universidad pú- blica. En horas aciagas, San Marcos ha sabido ser “nudo de inquietudes, plaza de victorias.” Esa reserva mo- ral está viva, manifiesta en el repu- dio estudiantil al nefasto convenio Izquierdo-Castañeda; en el rechazo electoral a los operadores mafio- sos; en la producción intelectual de nuestros docentes; en el compromi- so de los mejores trabajadores. Nos corresponde abrirle amplio curso, para con el aporte de todos afirmar la honestidad y la eficiencia, re- construyendo el liderazgo nacional de San Marcos.

De Acuerdo numero 4

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Periodico De Acuerdo numero 4

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Publicación del movimiento Acuerdo Institucional Sanmarquino Marzo - Abril 2010, Nº 4

San Marcos en la encrucijada

EDITORIAL www.acuerdosanmarcos.edu.pe

S an Marcos vive momentos di-fíciles como resultado de una nefasta gestión rectoral que,

instalándonos entre escombros fí-sicos y morales, ha producido un grave deterioro de su imagen y vida institucional, afectando también con ello al conjunto de las univer-sidades públicas, cuyo liderazgo ha abandonado ensimismada en el frí-volo juego de reparto de cuotas de poder a los incondicionales, que in-sulta la dignidad de docentes, estu-diantes y trabajadores de la primera universidad del país. Esto ocurre en un contexto de abandono de la edu-cación, la salud y la seguridad por parte del Estado a favor del sector privado, traducido en el agresivo crecimiento de las universidades privadas con fines de lucro, con algunos de cuyos promotores ma-

fiosos la actual gestión manifiesta visibles señales de complicidad (ver Págs. 15 y 16).

La mercantilización de la educa-ción impacta la universidad públi-ca, generando graves distorsiones en el cumplimiento de sus funcio-nes, ante el silencio cómplice de nuestras autoridades embarcadas en oscuros proyectos con operado-res de mafias que han merecido el rechazo de la opinión pública (ver Pág. 14). El clientelaje y el reparto de prebendas han pasado a ser el eje de un estilo de gestión reñido con la transparencia y la democracia.

Ninguna palabra sobre los más gra-ves problemas nacionales, incluyen-do el abandono estatal de las univer-sidades públicas. Nula interlocución

en defensa de la universidad pública frente al Estado y los poderes fácticos que la agraden, y nula incidencia en cuanto al justo reclamo de homolo-gación de los docentes.

Lo más grave es que los responsa-bles de esto, convertidos en adictos al poder, aspiran a prolongar su con-trol de nuestra universidad. Para eso, buscan a toda costa ganar las próximas elecciones a los decanatos y la Asamblea Universitaria. Ya han dado suficiente muestra del uso que pueden hacer de mecanismos como la cooptación de la precaria repre-sentación estudiantil, secuestrada por operadores corruptos, o el con-trol total del Comité Electoral.

En estas circunstancias, señalamos que San Marcos no puede sopor-

tar cinco años más de continuo y sistemático deterioro; que es un imperativo ético detener esta espi-ral de caída, enfrentándola con un proyecto universitario de alcance nacional, cuyo núcleo programático es la defensa de la universidad pú-blica. En horas aciagas, San Marcos ha sabido ser “nudo de inquietudes, plaza de victorias.” Esa reserva mo-ral está viva, manifiesta en el repu-dio estudiantil al nefasto convenio Izquierdo-Castañeda; en el rechazo electoral a los operadores mafio-sos; en la producción intelectual de nuestros docentes; en el compromi-so de los mejores trabajadores. Nos corresponde abrirle amplio curso, para con el aporte de todos afirmar la honestidad y la eficiencia, re-construyendo el liderazgo nacional de San Marcos.

2 Marzo - Abril, 2010

Año 2 Nº 4 Marzo - Abril, 2010

En una publicación del movimiento docente Acuerdo Institucional Sanmarquino

Comité EditorZenón Depaz Toledo

Carlos García-Bedoya MaguiñaHarold Hernández Lefranc

Hugo Sánchez DíazEditor

Marcelo López Torres

Email: [email protected]. Web: acuerdosanmarcos.edu.pe

Los textos se pueden reproducir citando la fuente y consignando los créditos.

Las fotos de esta edición pertenecen a Shessira Sánchez S. y Raúl Arriarán G.

ZENÓN DEPAZ TOLEDO*

¿Estamos terminando la autoevaluación o terminando con ella?La universidad es una insti-

tución cuyo encargo social básico es el cultivo del saber,

actividad que a su vez tiene como principio regulador y valor supre-mo la búsqueda de la verdad.1 Este propósito remite a dos viejos man-datos enunciados por un oráculo de la Grecia antigua en que surgió la filosofía, matriz epistémica del saber que cultivamos en la univer-sidad contemporánea. Aquellos mandatos, concebidos y venerados como fuente y meta de la sabidu-ría, son “Conócete a ti mismo” y “Sé lo que eres”. La comprensión del sentido de la autoevaluación y la acreditación universitarias, no podría perder de vista aquella orientación originaria del saber, sin correr el grave riesgo de limitar severamente su horizonte hasta re-ducirlo a la condición de mero pro-cedimiento técnico, inconsciente de las opciones políticas que pone en juego. Con ello quiero decir que el tema de la acreditación es emi-nentemente político (en el senti-do más relevante de este término, que es el de la disputa de sentidos de vida, de definiciones de lo que debemos ser), y secundariamente técnico.2 Perder de vista ello puede ser fatal para la definición de un rumbo au-tónomo de la universidad, así como para el cumplimiento cabal de sus funciones sociales. Y eso es preci-samente lo que viene ocurriendo en San Marcos, por una distorsión en el manejo de ese tema durante la presente gestión, que entre otras consecuencias ha conducido a la marginalidad de nuestra universi-

1 Aún cuando la verdad pueda ser sólo un ideal, con lo cual nuestros saberes (nos re-ferimos, obviamente, a los que proveen las ciencias empíricas, referidas a la realidad) tendrían un carácter conjetural y, por tanto, estrictamente provisional, tal como tiende a suponer la epistemología contemporánea

2 Una vez propuesto un fin o meta (como es la búsqueda de la mayor calidad), elec-ción que corresponde a definiciones de or-den político o ético, recién entonces entra en juego la técnica, que se ocupa de propo-ner los medios más expeditivos para el logro de aquella meta.

dad y de la comunidad universi-taria pública en su conjunto en la definición de la institucionalidad, la orientación y el manejo de la acreditación en nuestro país, a tra-vés del SINEACE y el CONEAU.Lo que la acreditación universi-taria busca evaluar es fundamen-talmente la calidad académica, lo cual exige también juzgar la ca-lidad de la gestión y la estructura institucional. Por tanto, el tema medular es en qué consiste la cali-dad, y ese no es –insisto- un tema técnico, como ingenua o interesa-damente creen algunos. El viejo mandato, “sé lo que eres” resume bien la búsqueda de lo que en len-guaje tecnicista se denomina aho-ra “calidad” y los griegos llamaron “areté” (virtud), que consiste en llevar a su cabal cumplimiento aquello que se presume ser. Esto supone también que no siempre se es lo que se presume ser. ¿Alguien duda de ello ahora que en el Perú tenemos alrededor de un centenar de instituciones que se llaman uni-versitarias, cuando es notorio que apenas unas pocas de ellas merecen tal denominación? ¿Basta llamarse universidad para serlo? ¿Qué es ahora ser una universidad?Ese tipo de preguntas nos confron-tan con la otra antigua indicación, “conócete a ti mismo”, pues bien podríamos llamarnos universidad cuando nunca lo fuimos, o estamos dejando de serlo o simplemente ya dejamos de serlo. Un proyecto se-rio de autoevaluación universitaria

requiere, por tanto, una discusión -con participación de la comuni-dad universitaria- de lo que supo-ne ser una universidad en la deno-minada sociedad del conocimiento y en un país como el nuestro; una discusión honesta sobre cómo nos hallamos y qué nos falta para ser realmente lo que creemos ser; una discusión política, en el más alto sentido de esta palabra. Como po-drá notarse, esto es ajeno a aquella frívola campaña electorera, ma-nifiesta en enormes banners exul-tantes de falso entusiasmo, colga-dos en todas las facultades de San Marcos por disposición rectoral, para decirnos que aquí la evalua-ción de la calidad académica va de maravillas.La voluntad de engaño es la nega-ción del conocimiento de sí mismo; está en las antípodas de la autoeva-luación cabal; y, ciertamente evi-dencia la total ausencia de defini-ciones políticas básicas sobre qué hacer para responder a nuestra con-dición de institución universitaria y sobre qué tipo de universidad que-remos ser, definiciones sin las cuales la autoevaluación no tiene sentido o deviene en un mero ejercicio bu-rocrático de llenado de fichas, o de manipulación grosera de la infor-mación, como ocurre, lamentable-mente, ahora en San Marcos.

Precisamente por manejar –más bien manipular- así la acredita-ción, nuestra universidad ha per-dido todo protagonismo en la de-finición de ese tema en el ámbito nacional, que de eso se trataba en este periodo y no de andar maqui-llando certificaciones provisiona-les otorgadas por acreditadoras que ni siquiera se hallan entre las más confiables de la región. ¿Cómo pueden entonces decirnos desde la OCCAA que todo va de maravillas para nosotros en ese tema? ¿Por qué no nos explican más bien la razón por la que la universidad pú-blica emblemática de nuestro país no está siquiera representada en el CONEAU, órgano que tiene el encargo de acreditar a las univer-sidades peruanas? ¿Qué incidencia ha tenido San Marcos, a través de la OCCAA, en la definición de los lineamientos y matrices de au-toevaluación en el CONEAU, que son los que se nos van a aplicar? Ninguna.También en esto, una gestión ca-rente de una visión de qué hacer con la universidad, tomando en cuenta lo que ocurre en el país y el mundo; una gestión demasiado ocupada en la repartija de mezqui-nas cuotas internas de poder, ha perdido de vista el escenario en que se definen realmente las cuo-tas de poder de las universidades, relegándonos a la marginalidad.

* Profesor Principal de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas, UNMSM. Secretario General de AIS.

La acreditación universitaria busca evaluar

fundamentalmente la calidad académica,

lo cual exige también juzgar la calidad de la gestión y la estructura

institucional.

3Marzo - Abril, 2010

La historia parece haber reserva-do a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos un para-

dójico destino. La ubica en su origen, a inicios de la Era Moderna, como la primera universidad de la cuenca del Pacífico, zona que en el ápice de la modernidad, cuando esta se ha exten-dido a escala planetaria, ha pasado a ser el centro de la geopolítica global. Este sólo hecho le otorga de por sí un valiosísimo capital simbólico del que aquí no parecemos ser conscientes, precisamente en el momento en que el despliegue de la lógica de vida que caracteriza a la modernidad otorga un valor decisivo al capital simbólico, así como al conocimiento.

En efecto, en sus inicios San Mar-cos tiene un papel protagónico en la gestación de uno de los fenómenos decisivos de la Era Moderna: la co-lonialidad, tanto en el ámbito de la transmisión del saber, como en el de la formación de elites para adminis-trar ese orden. No obstante, la per-sistencia de la opción por un posicio-namiento subordinado –colonial- en el escenario global, por parte de los sectores dominantes de nuestro país, ha permeado la vida institucional de San Marcos y la universidad peruana en su conjunto, afectando su autono-mía en múltiples dimensiones, que van desde el terreno decisivo del sa-ber hasta el de su gestión.1

Cuando la modernidad parece estar llegando al pleno cumplimiento de sus potencialidades (entre ellas el incremento vertiginoso de la produc-ción tecnocientífica como clave de poder) y a la vez muestra sus límites como forma de organizar la vida hu-mana, en San Marcos parece haber-se perdido la vocación -esencial a la condición universitaria- de auscultar lo que Mariátegui llamara la escena contemporánea, para situarse en ella con el mayor margen de autonomía e iniciativa.2 Se trata de una preocu-pante señal de la pérdida de autono-mía, en un terreno mucho más deci-sivo que el de la gestión.

En efecto, hoy en día la defensa de la autonomía universitaria requiere el ejercicio riguroso del pensamien-to para comprender el curso de los acontecimientos en el escenario glo-bal, a fin de situarnos en él con un proyecto propio, funcional a los inte-reses de la comunidad nacional de la que formamos parte. Lo contrario es mantener el juego autista de intere-ses particulares que se han apoderado de nuestra universidad, bloqueando sus posibilidades de desarrollo y fa-voreciendo la mercantilización de la educación superior; es convertir la autonomía universitaria en coartada para repartirse la universidad, sin te-ner que dar cuentas al país.

El crecimiento del sector privado en la universidad peruana es manifes-tación visible de la mercantilización de la educación superior. Pero este fenómeno se deja sentir igualmente en todas las esferas de actividad de la universidad pública. Se ha mercanti-lizado el acceso -con el centro pre-universitario-; ocurre también con la graduación y titulación -a través de la generalización de programas con alto costo que han afectado la producción de tesis-; la actividad docente se ha dispersado, convirtiéndose en algu-nos casos en un acto furtivo, subordi-

nado a otros compromisos laborales. Todo esto ha venido a ocurrir con anuencia de las actuales autoridades, que han añadido la sistemática des-trucción de la imagen institucional de la primera universidad del país, hoy identificada con escombros y anomia, no obstante lo cual quieren perpetuarse en el poder, hacia el que han desarrollado adicción,3 habiendo alcanzado el control de la universi-dad sobre la base de la creación de clientelas y corrupción de la repre-sentación estudiantil secuestrada por operadores mafiosos.

San Marcos tiene un destino histó-rico que cumplir como referente del conjunto de universidades públicas, hoy sometidas a una feroz ofensiva del sector privado con fines de lucro, fenómeno ante el que la actual ges-tión ha carecido de opinión explícita, habiendo guardado un silencio cóm-plice.4 Esa ausencia de liderazgo e interlocución ante un Estado que im-pone como política el abandono de responsabilidades sociales básicas en educación, salud y seguridad, a favor del sector privado, ha sido un factor decisivo para la derrota de la huelga docente, que exigía la homologación volviendo al viejo esquema inope-rante de enfrentar la tecnocracia del MEF con la burocracia sindical, en un diálogo de sordos.

Una gestión carente de definiciones sobre qué hacer con San Marcos para fortalecer su vida institucional y recuperar la iniciativa en el ámbito universitario nacional,5 nos conduce a la marginalidad. En un contexto de agresivo crecimiento del sector pri-vado, nuestra universidad no puede soportar cinco años más de sistemáti-co deterioro como el que esta gestión ha producido, sin cruzar una línea irreversible. Detener esta espiral de caída constituye un imperativo mo-ral. Es preciso enfrentarla con un proyecto cuyo núcleo programático es la defensa de la universidad pú-blica, objetivo que exige una apuesta radical por el mejoramiento conti-nuo de la calidad académica, enten-diendo que la democratización de la educación pasa por el acceso a una educación de calidad: lo contrario refuerza las brechas sociales. La cali-dad de los procesos y resultados aca-démicos debe juzgarse por referencia a su pertinencia a las necesidades del desarrollo social, el impulso de la in-vestigación y la afirmación del traba-jo interdisciplinario. A ese propósito deben subordinarse los procesos ad-ministrativos. Una gestión honesta, democrática, deberá desarrollar este programa, para reiniciar el proceso de recuperación institucional de San Marcos y de la universidad pública en nuestro país.

HUGO SÁNCHEZ DÍAZ*

El destino histórico de San MarcosLa defensa de La autonomía universitaria requiere el ejercicio riguroso del pensamiento para comprender el curso de los acontecimientos en el escenario global, a fin de situarnos en él con un proyecto propio, funcional a los intereses de la comunidad nacional de la que formamos parte.

* Profesor Asociado de la Facultad de Ciencias Económicas, UNMSM.

1 Cabe hablar de colonialidad del saber, en ausencia de una vocación genuina de producirlo; cuando nos limitamos a consumir de segunda mano saberes producidos por otros, y cuando además esos saberes no dialogan con aquellos otros que se hallan en nuestras tradiciones culturales originarias. 2 Todavía hasta la década de los 80 los debates políticos en la universidad peruana solían empezar por el reconocimiento de la situación internacional, pasando luego por el de la situación nacional, escenarios sin los cuales no se creía factible un juicio objetivo sobre la situación de nuestras universidades. No obstante, es de notar que en aquellas polémicas sobre las claves del poder, se hallaba ausente la relación entre el poder y la capacidad de producir saber, hecho muy sintomático de la pérdida de horizonte, tratándose de debates ocurridos en el ámbito universitario.3 Tal parece ser el caso de quienes desde el Consejo Universitario controlan a su favor la universidad, y hoy -impedidos de reelegirse- quieren convertir las próximas elecciones de representantes ante la Asamblea Universitaria en plataforma para migrar a ella para mantener ese control.4 Patética muestra de aquella complicidad es el homenaje brindado en ceremonia solemne por el propio rector Izquierdo, conjuntamente con el decano de la Facultad de Educación y el director del postgrado de esa facultad, a Fidel Ramirez Prado, dueño de Alas Peruanas, institución privada involucrada en graves acusaciones de corrupción (ver artículo al respecto, en esta misma edición).5 Durante la gestión anterior, a cargo de AIS, se constituyó la Alianza Estratégica de Universidades (UNMSM, UNI, UNALM), como un referente nacional de las universidades públicas, espacio que debió haberse ampliado con participación de otras universidades emblemáticas de este sector, para generar una representación universitaria alternativa a la de la ANR, hoy copado por el sector privado académicamente más deleznable.

4 Marzo - Abril, 2010

MARCEL VELÁZQUEZ CASTRO*

La Universidad en el Perú o el matrimonio del cinismo y el autismo

“Universidades chatarra”, “false university”, “universidades bam-ba”, son algunos de los nombres

genéricos que delatan que la univer-sidad como un espacio de saber uni-versal, de reunión multiclasista y de producción de nuevos conocimientos e investigaciones, se encuentra en un franco declive en nuestra sociedad. El sistema universitario en el Perú ha colapsado y se ha convertido en una inmensa fábrica de producción de tí-tulos a precio de liquidación.

Actualmente, existen 100 universi-dades (65 privadas y 35 públicas; 40 en Lima y 60 en provincias), se esti-ma que son más de 700 mil alumnos matriculados en más de 600 faculta-des y en más de 400 escuelas de pos-grado. Durante estas dos décadas de crecimiento económico, no solo se ha ampliado geométricamente

la oferta universitaria sino que esta se ha diversificado extendiéndose horizontalmente en el ámbito geo-gráfico y verticalmente en las clases sociales.

Esta nueva multitud ha transformado radicalmente tanto el panorama de

la universidad pública como el de la universidad privada. La informalidad ha derrotado a la institucionalidad, la ilegalidad se ha legalizado, la es-tafa a nombre de la nación ha susti-tuido a la formación seria y laboriosa, la trasgresión es la norma (alumnos plagian trabajos monográficos o “pe-luquean” tesis ajenas, los profesores callan y las autoridades cobran). Sin embargo, también ha habido efectos de otra índole: los más pobres tienen más opciones de acceder a una edu-cación superior, la competencia por captar a los mejores alumnos es más intensa y el ocaso de la universidad pública ha obligado a pensar sus limi-taciones actuales.

EL REINO DEL CINISMO O LA MORALIDAD AL SERVICIO

DE LA INMORALIDAD

En el capitalismo tardío, todas las ilusiones han quedado desenmasca-radas, pero no nos atrevemos a vivir sin ellas; por ello, el autoengaño y el cinismo se convierten en estrate-gias de supervivencia y sociabilidad. Requerimos todavía de máscaras ideológicas o relatos que repeti-mos sin convicción: “la universidad es un medio de ascenso social”, “la educación universitaria trabaja para resolver los problemas nacionales”. Sin embargo, lo que sabemos, pero no decimos es que el miedo al ascen-so social alimenta la destrucción de universidades públicas de carácter nacional y que muchos de los más graves problemas (la corrupción, la burocracia, la sanción al mérito, la mentira y la “politiquería” de preben-das y clientelaje) se han incubado en la universidad. El cohesionado con-junto de enunciados “políticamente correctos” sobre la universidad con-

forma una moralidad discursiva que esconde vanamente la inmoralidad del sistema.

La indiferencia y el pragmatismo de miles de estudiantes universita-rios han permitido su conversión en mercadería, alumnos descartables o meros clientes de un negocio que se basa justamente en su propia deshu-manización. Por otro lado, los pro-fesores solo ven en la proliferación de universidades una posibilidad de multiplicar sus ingresos con el dicta-do por hora.

Los jóvenes universitarios que es-tudian en una universidad bamba saben que están siendo engañados, pero no lo aceptan y se refugian en la fantasía; sus padres saben que no pueden exigir un servicio de calidad, pero se consuelan con cemento fres-co y computadoras por doquier; las autoridades se desgañitan pregonan-

* Profesor Asociado de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas. UNMSM.

La informalidad ha derrotado a la institucionalidad, la ilegalidad se ha legalizado, la estafa a nombre de la nación ha sustituido a la formación seria y laboriosa, la trasgresión es la norma (alumnos plagian trabajos monográficos o “peluquean” tesis ajenas, los profesores callan y las autoridades cobran).

5Marzo - Abril, 2010

do que sus instituciones son univer-sidades que satisfacen una demanda popular legítima, pero ellas saben que el único interés que resguardan es el de los accionistas o el de los rectores eternos. Así todos comen jurel, pero les sabe a lenguado.

El daño generado por un amplio gru-po de universidades que funcionan al amparo del DL 882 es inconmensura-ble: decenas de miles de profesiona-les no calificados, el título profesional convertido en cheque sin fondos, los grados de magíster y doctor envileci-dos y la perversión de la educación a distancia son solo algunos de sus efectos. Pese a las críticas del propio presidente Alan García, todo indica que no hay decisión política de en-frentar el problema por los inmensos costos sociales que significaría una verdadera evaluación de las univer-sidades y el cierre inmediato de de-cenas de ellas.

EL IMPERIO DEL AUTISMO O LA MUERTE LENTA DE

LA UNIVERSIDAD PÚBLICA

El derecho a una educación pública de la más alta calidad forma parte de los pilares del sistema republicano y democrático. En casi todos los países, la universidad pública constituye el axis del sistema universitario. Los Es-tados mantienen y desarrollan estos espacios que se convierten así en el encuentro entre las elites intelectua-les y los jóvenes más calificados. En el Perú, el Estado ha abandonado a la universidad pública y esta se encuen-tra dominada por mezquinos intere-ses corporativos.

San Marcos, otrora universidad na-cional y lugar de encuentro mul-ticlasista se ha convertido en una

universidad exclusiva de estudiantes de clase media baja o sectores popu-lares. Más del 80% de su población proviene de los distritos de Lima Este, Norte y Sur. Su alta tasa de se-lectividad todavía garantiza alumnos con condiciones y talento crítico, pero ya se ha reducido su carácter de comunidad sociocultural plural que garantice la movilidad social, o prác-ticas de integración nacional.

La autonomía, inherente a la natu-raleza de la universidad, ha deveni-do, en mucha ocasiones, en un ais-lamiento radical y, en algunos casos, en una autarquía con rasgos autistas. Queriendo mantener legítimamente al Estado fuera de las decisiones uni-versitarias, se ha terminado, en mu-chos casos, expulsando a la sociedad. Por otro lado, la universidad pública ha cerrado los ojos ante las nuevas demandas del mercado, la pertinen-cia se ha extraviado y el diálogo con la empresa, debilitado.

La universidad pública está regida por la ley 23733, ley que ya olía a rancio en 1983 y que hoy se muestra absolutamente incapaz de responder a los retos de una universidad efi-ciente, pertinente, moderna y global. La compleja y burocrática gestión de la universidad pública y los mecanis-mos corporativos de elegir autorida-des devienen con mucha facilidad en parálisis, clientelismo y corrupción. Por ello, San Marcos vive su hora más sombría, rodeada de escombros, enferma de errores: un concierto de desconciertos –como diría Baltazar Gracián.

Las mejores universidades públicas y privadas deben liderar esta transfor-mación antes de que el cinismo y el autismo terminen de aniquilar al la-boratorio de nuestras esperanzas.

LA UNIVERSIDAD EN EL PERÚ O EL MATRIMONIO DEL CINISMO Y EL AUTISMO

La autonomía, inherente a la natura-leza de la universidad, ha devenido, en mucha ocasiones, en un aislamiento radical y, en algunos casos, en una au-tarquía con rasgos autistas. Querien-do mantener legítimamente al Estado fuera de las decisiones universitarias, se ha terminado, en muchos casos, ex-

pulsando a la sociedad.

En casi todos los países, la universidad pública constituye el axis del sistema universitario. Los Estados mantienen y desarrollan estos espacios que se convierten así en el encuentro entre las elites intelectuales y los jóvenes más califica-

dos. En el Perú, el Estado ha abandonado a la universidad pública y esta se encuentra domi-

nada por mezquinos intereses corporativos.

6 Marzo - Abril, 2010

La pregunta que cualquier pe-ruano se puede hacer, miran-do al país o a sus propios hijos,

es: ¿Podemos salir de la situación actual, alcanzar el desarrollo, con un “sistema educativo quebrado”, como el nuestro? Todos conocemos la respuesta y actuamos en conse-cuencia. Fue necesario que esta res-puesta la enuncie Michael E. Porter, economista de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, duran-te el Seminario Internacional “Cla-ves de una Estrategia Competitiva”, el 30 de noviembre pasado, para que nuestro primer mandatario se sienta aludido y ofrezca una desafortunada réplica: “¿Por qué aceptamos leccio-nes de personas que no conocen el Perú?”

Otro producto interesante de esta vi-sita es el debate que se ha suscitado alrededor del artículo del economista Waldo Mendoza, En Defensa del neo-liberalismo, del 20 de enero pasado, que en lo esencial nos dice que el Perú, en este momento, se encuen-tra en el buen grupo (Brasil, Chile, México y Colombia) y no entre los que están perdiendo la oportunidad (Argentina, Bolivia, Ecuador y Ve-nezuela). Como si los resultados que se pueden ver en estos países fueran consecuencia de las dos últimas dé-cadas. La respuesta técnica la han ofrecido Humberto Campodónico, Oscar Dancourt, Pedro Francke y Félix Jiménez, insistiendo en que el modelo de desarrollo neoliberal más bien nos empobrece y reproduce una nefasta estructura primario exporta-dora de viejo cuño.

El mismo Porter, el domingo pasado,

en El Comercio, profundiza algunas de sus agudas reflexiones y sin dejar de reconocer el avance del rendimiento económico en nuestro país, pasa a decirnos que este es consecuencia del buen precio de los commodities que exportamos, y esto es lo que debería preocuparnos: “Si se continúa depen-diendo de los ‘commodities’ como impulsores de la economía, se acaba-rá en un callejón sin salida”. Cuando trata de señalarnos el buen camino, nos indica el impedimento mayor: “El sistema educativo está quebrado” en el Perú. “Además de las debilida-des relacionadas al capital humano, se invierte de manera insuficiente en ciencia y tecnología”. Recomien-da profundizar la descentralización: “Cada región del Perú necesita una estrategia clara para construir una economía propia y única basada en

las fortalezas locales”. Es decir, hacer casi todo lo que el gobierno no hace.

M. Porter no está desinformado. Todo lo contrario, su trabajo es estar bien informado sobre lo que sucede en AL; si no, quién contrata las consul-torías de su Instituto para la Estrategia y la Competitividad en Harvard. Hay que escucharlo, sobre todo cuando cuestiona una realidad tan evidente como el modelo de desarrollo con una estructura económica primario exportadora, con lo cual Campodó-nico, Dancourt, Francke y Jiménez lógicamente coinciden.

Decir que el Perú está en el buen grupo y que tenemos el modelo co-rrecto nos podría dejar la imagen de que estamos como Brasil, Chile o México; o que, embarcados en el mismo modelo, pronto estaríamos como ellos. Esos países siempre han

estado delante de nosotros en los úl-timos 100 años. Si no cómo explica-mos, por ejemplo, que el presupuesto de la UNAM de México sea de 1,700 millones de dólares al año y el de San Marcos, su socia en la red de ma-crouniversidades, de 70.

El presidente García habla mucho de sus obras públicas, de las del al-calde Castañeda, pero cuando uno atraviesa el poco transitado puente del intercambio vial sobre la avenida Universitaria y contempla el campus de San Marcos mutilado, sin cerco perimétrico, me pregunto: ¿Es esta una inversión en infraestructura vial que nos vuelve más competitivos? La afirmación de Porter, “El sistema educativo está quebrado”, la puede suscribir cualquier peruano respon-sable. ¿No es esta una consecuencia del modelo de desarrollo de las dos últimas décadas en nuestro país?

MANUEL BURGA DÍAZ*

Nuevo debate, viejos temas1

* Profesor Principal de la Facultad de CCSS, UNMSM. Presidente de AIS.1 Texto aparecido en el diario La República, Lima, del jueves 4 de febrero de 2010.

Manuel Burga escribió un artículo en el diario La República, el pasado jueves 4 de febrero, texto que adjuntamos. Ante este texto, un grupo de estudiantes de la Universidad Nacional Federico Villarreal, que se articula bajo el nombre de Centro de Investigación Qantu, le escribe y manifiesta la misma preocupación respecto a la educación en el Perú, especialmente la universitaria. (Ver pág, 13).

Esto nos obliga a pensar que el tema de la educación universitaria no se limita a las universidades nacionales o que se resuelve con estrategias sectarias o parroquiales. Involucra concepciones políticas sobre la economía y la política mundiales y sobre el proyecto de país que queremos o necesitamos. En esto debemos acordar profesores y estudiantes, preocupados no por nuestro quiosco, sino por un proyecto que involucre a la sociedad.

Brasil, Chile o México siempre han estado delante de nosotros en los últimos 100 años. Si no cómo explicamos, por ejemplo, que el presupuesto de la UNAM de México sea de 1,700 millones de dólares al año y el de San Marcos, su socia en la red de macrouniversidades, de 70.

7Marzo - Abril, 2010

Una mirada de San Fernando: cómo enfrentar la crisis

1. ¿Cómo se manifiesta la crisis ac-tual de la universidad en San Fer-nando?

Pude conocer San Fernando, cuando era la única Facultad de Medicina en Lima. Auténtico crisol de la medici-na nacional; reunía en sus claustros a verdaderos paradigmas de la docen-cia universitaria y la investigación científica, quienes estimulaban en el alumno el conocimiento, la investi-gación y los valores éticos y morales que son inherentes a la condición de médico y su ejercicio profesional.

La renuncia de la mayoría de nues-tros maestros a San Fernando en 1961, marcó un hito en la vida uni-versitaria en el país. El cogobierno, no siempre bien entendido, en oca-siones mal representado y a veces peor utilizado, ha sido a mi criterio uno de los motivos de confrontación más negativos en el avance de nues-tra Facultad. El esforzado grupo de profesores que pudo reconstruir San Fernando después del cisma, demos-tró el grado de preparación con que contaba la Facultad; mas no pudo mantener el nivel alcanzado en in-vestigación, como lo demuestra el estado actual de los Institutos. El notable y vertiginoso desarrollo cien-tífico y tecnológico alcanzado en los últimos decenios obliga a una puesta al día permanente de los procedi-mientos de prevención, diagnóstico y tratamiento en medicina.

2. ¿Cómo era antes el Campo Clí-nico, digamos hacia los 60s u 70s, y cómo es ahora?

Campo Clínico es el ambiente físico de una institución de salud en el que los estudiantes de medicina desarro-llan sus prácticas clínicas. Para el es-tudiante de medicina, cada paciente es un libro abierto, en el que bajo la tutoría de un docente, aprende, des-de la forma de acercarse e interrogar a un paciente, hasta la manera ade-cuada de examinarle, llegar a un diag-nóstico de enfermedad y curarle. Esto hace de los campos clínicos el ele-mento fundamental de la enseñanza médica. Hasta 1961, San Fernando

no sólo utilizó los campos clínicos de los hospitales más importantes, sino que incorporó a la docencia universi-taria, como profesores permanentes, a los profesionales más distinguidos de los diversos hospitales, quienes conformaron la mejor, más completa y más experimentada plana docente en medicina en el país. Hizo además, ingentes inversiones en aulas, labo-ratorios, camas hospitalarias y anfi-teatros en cada uno de los hospitales de propiedad de la antigua Sociedad de Beneficencia.

Con la creación de la Cayetano He-redia (privada) y la Federico Villa-rreal (pública), fueron tres las facul-tades que compartieron los campos clínicos. Cuando se autorizó por el DL 882, la creación de Universida-des Empresas, y con ello, la súbita y desordenada proliferación de univer-sidades privadas con fines de lucro, sobrevino un auténtico caos.

3. ¿Qué vías de solución hay para la universidad pública al respecto?

Es evidente que el profesor perma-nente de nuestra facultad que acep-ta un contrato de una universidad privada e incumple con su obliga-ción con San Fernando, lo hace, en primer lugar, por evidentes razones

económicas. Este hecho, sumado a la creciente proporción de alumnos intelectualmente capaces, pero que desafortunadamente no tienen los medios materiales para estudiar en igualdad de condiciones, ameritan una permanente defensa de la uni-versidad pública. En este sentido, en un país como el nuestro, con mar-cadas diferencias socioeconómicas y evidentes muestras de corrupción, la universidad pública debe ser no sólo el ámbito de análisis y denuncia de los grandes problemas del país, sino por sobre todas las cosas, el lugar donde se formulen las vías de solución.

Somos conscientes de que cualquier esfuerzo del Estado será insuficien-te. Una forma de conseguir recursos propios importantes está en propiciar proyectos de investigación que sean productivos y hacer del Estado un socio y promotor ante la industria privada nacional y extranjera. En el momento actual lo viene haciendo en pequeña escala una universidad privada. ¿Por qué no hacerlo en la escala e importancia que nos corres-ponde por derecho?

4. ¿En principio, por dónde van los caminos de solución para la Uni-versidad Pública?

Como primera medida: adecentar la política universitaria nacional; sobre todo en el acceso a los cargos acadé-micos y administrativos. Que sean cubiertos por concurso público abier-to, haciendo de la meritocracia y de la rendición de cuentas, principios fundamentales. Segundo, y no me-nos importante: desarrollar y cum-plir a cabalidad el Plan Estratégico Institucional, base de un desarrollo armónico. Como tercera y funda-mental medida está la generación de recursos propios. Universidad que no investiga no cumple con su rol fun-damental que es la creación de cono-cimiento. Los estudiantes deben co-laborar como invita la Constitución: “La gratuidad de enseñanza, es para quienes teniendo buen rendimiento académico, no cuenten con los me-dios económicos suficientes”. En la actualidad en San Marcos y ante el aparente silencio cómplice general, se ha dispuesto la generalización de tal medida, que más bien es injus-ta con aquellos estudiantes que no tienen recursos. Finalmente, debe mejorar la oferta y calidad de los es-tudios de postgrado en nuestra uni-versidad, haciéndolos competitivos a nivel nacional e internacional.

Para concluir debo expresar que a pesar de todas las deficiencias ex-puestas, nuestros alumnos del pre-grado de la Facultad de Medicina de San Fernando son de una calidad comprobada, ya que han alcanzando el primer puesto en el Examen Na-cional de Medicina, que desde hace cinco años convoca con carácter obligatorio la Asociación Peruana de Facultades de Medicina, y en el que participan todas las facultades públi-cas y privadas del país.

ENTREVISTA

Entrevista al Dr. Ulises Núñez Chávez, urólogo, connotado Profesor Principal y ex Decano de San Fernando, en que hace diagnóstico de la Facultad de Medicina, y plantea propuestas concretas de solución.

Cuando se autorizó por el DL 882, la creación de Uni-versidades Empresas, y con ello, la súbita y desordenada proliferación de universidades privadas con fines de lucro, sobrevino un auténtico caos.

8 Marzo - Abril, 2010

* Reconocido intelectual, ex rector de San Marcos y experto en el tema de la universidad.

ENTREVISTA

1. Profesor Burga, ¿puede hacer un breve diagnóstico de la universidad pública en el país?

Quisiera referirme a la universidad en general: la universidad peruana, tanto pública como privada, atravie-sa una profunda crisis. Pero hay que advertir que esta crisis no afecta a todas de la misma manera. Las priva-das tradicionales, las que se organi-zan de acuerdo a la Ley 23733, como la PUCP y la UPCH, por sus fortale-zas institucionales, por sus relaciones internacionales y su acceso a fondos de la cooperación internacional, re-sisten bien y aún se han fortalecido en la última década. Ambas ocupan lugares preeminentes en el ranking universitario peruano de 2005, tanto en docencia como en investigación, y casi asoman en los rankings inter-nacionales.

Entre las públicas, justamente la vi-gencia de esa misma norma jurídica es lo que las ha conducido a situacio-nes de extrema vulnerabilidad, como por ejemplo el deterioro de la calidad académica, tanto a nivel de la do-cencia, de la investigación, como de la proyección hacia la comunidad. Los concursos públicos, en los últi-mos 20 años, en realidad se han limi-tado, en muchos casos, a regularizar la condición de los docentes contra-tados, que han esperado 20 años, o más, para ser nombrados, porque no encontraban trabajo fuera. Esto ha sucedido en la mayoría de universi-dades públicas y se ha dejado de lado un principio fundamental: la exoga-mia, el ingreso de profesores de fuera para fortalecer sus equipos docentes.

Esto lógicamente ha permitido que algunos de los profesores beneficia-dos por estos concursos se conviertan en los principales defensores de la ce-rrazón hacia fuera de la universidad. Esta endogamia es una consecuencia de la forma de gobierno que constru-ye clientelas para perennizarse en el

control de las facultades y de la uni-versidad. Las mismas autoridades en el poder organizan promociones o concursos públicos para “cambiar la correlación de fuerzas”, sin ninguna consideración por el futuro de la uni-versidad. Pero estas universidades, como San Marcos por ejemplo, tie-nen una enorme fortaleza: una gran afluencia de postulantes, cuya ratio llega a ser en promedio 12 alumnos por vacante, en el caso de San Mar-cos. En Medicina, hasta 35 por va-cante. Este indicador, y no otro, al igual que a la Universidad del Alti-

plano de Puno, nos permitió ocupar buenos lugares en el ranking mencio-nado y esta ratio es la que nos da una enorme fortaleza.

2. Más allá de la crítica pertinente al Estado por su desinterés frente a las universidades públicas ¿qué piensa de las universidades del DL 882?

Bueno, frente a los modelos de uni-versidad nacional y universidad par-ticular tradicional, algunas universi-dades creadas al amparo del DL 882

sólo apuntan a la rápida obtención de utilidades económicas. Son uni-versidades de absorción de la deman-da, donde ingresan todos los que se presentan, realizando ese viejo an-helo de los postulantes, de ingresar a una universidad, a como dé lugar. Este es un hecho importante. Pero lo malo es que ellas han incrementado el número de vacantes, sacrificando la calidad y mercantilizando los ser-vicios educativos, sin importar nada, argumentando que ofrecen lo que la demanda requiere.

Algunas de ellas tienen mucho po-der político y de ninguna manera se aprobará una ley universitaria que vaya contra sus intereses. El ex rector de la Universidad San Martín de Po-rres, José Antonio Chang, sin saber siquiera lo que es la educación públi-ca, es el Ministro de Educación más estable, porque su socio en la mis-ma universidad es el presidente de

Entrevista al Dr. Manuel Burga Díaz*

La Universidad Pública:diversos rostros de una crisis

Las universidades de absorción de la deman-da, donde ingresan todos los que se presentan, pero que realizan ese viejo anhelo de los postulantes, de ingresar a una univer-sidad, a como dé lugar. Este es un hecho impor-tante. Pero lo malo es que ellas han incremen-tado el número de vacan-tes, sacrificando la cali-dad y mercantilizando los servicios educativos, sin importar nada, argumen-tando que ofrecen lo que la demanda requiere.

9Marzo - Abril, 2010

la República. El dueño de la USIL, Raúl Diez Canseco, es un político importante que se dio el lujo de te-ner a Lourdes Flores, Presidenta del PPC, como aparente rectora. César Acuña, osado empresario y alcalde trujillano, es el dueño de una red de universidades en todo el país y en el extranjero, y se precia de haber con-vertido a la educación superior en un negocio rentable que le abre un futuro político. Fidel Ramírez Prado era el voceado ministro de educa-ción, pero le ganaron por puesta de mano; y vea el escándalo de hace po-cas semanas. Luego vienen los me-nores, los topos, los que se apropian de la Comisión de Educación en el Congreso de la República, los Cal-derón, Núñez, Guevara, que son los operadores de universidades, como Alas Peruanas. Pero hay otros peque-ños consorcios, más invisibles, pero no menos usureros y mercantilistas, como los que controlan la Universi-dad de Ciencias y Humanidades, que tienen todo un proyecto político que defender, y sólidas conexiones con academias preuniversitarias y hasta poseen una floreciente editorial.

3. ¿En síntesis?

En síntesis, una universidad pública convertida en botín de clientelas; y una universidad privada tradicional de gran prestigio que es empujada casi al abismo por las universidades 882; y éstas que no tienen límites para convertir a la educación supe-rior en un buen negocio, a veces, la-mentablemente, sucio, como hemos visto hace pocas semanas, con tráfi-co de influencias.

4. ¿Qué se puede hacer para salir de esta situación?

Sin duda, una nueva ley universita-ria, que resuelva los problemas más graves y se oriente a la construcción de un nuevo modelo de universidad, con calidad, valores, investigación y pertinencia para con el país. Hay que promover los dos primeros modelos, invertir en la educación pública, aprobar un escalafón para la carrera docente, estimular la movilidad do-cente en el país, calificar la partici-pación de los alumnos en los órganos de gobiernos y premiar a la investiga-ción y el buen desempeño.

5. Un problema serio es el de la homologación. ¿Cómo deberíamos actuar los docentes, considerando que los estudiantes universitarios son afectados por las constantes paralizaciones?

Pensábamos que la solución se había iniciado con la homologación; pero ésta ha sido detenida por algunos representantes de la universidad ne-gocio. Las autoridades de las univer-sidades públicas, en los últimos tres años, dejaron que la homologación se convierta estrictamente, por igno-rancia o incapacidad, en una lucha salarial. Era una buena oportunidad para una reforma institucional. Me-jores salarios para una mejor univer-sidad: eso es lo que se podía esperar y hacer. Ahora no hemos conseguido casi nada; los tramos de homologa-ción no se sienten en la mejora de los docentes; sigue la anomalía de con-cursos públicos. La desgracia es que los estudiantes están descontentos; pues sienten que la mejora salarial no implica necesariamente mejor ca-lidad en los docentes, sumando a ello el costo de la paralización y la ausen-cia de clases.

6. ¿Cómo ve el tema de la investi-gación en la universidad?

Los docentes universitarios tienen que investigar y creo que así lo ha-cen en los dos primeros modelos. Son ellos los que ganan los premios que organiza la ANR anualmente a nivel de tesis de postgrado y del libro uni-versitario. La investigación no de-

pende estrictamente de la remune-ración, del sueldo, sino de la aptitud científica del docente, de su voca-ción y de su disciplina. El gobierno militar de Velasco la sacó de la uni-versidad para crear los institutos su-periores, como IPEN, CONCYTEC, IMARPE, SENHAMI, INIA y otros. Todos ellos en México, hasta la Bi-blioteca Nacional y el Archivo Ge-neral, el centro de vulcanología y estudios marinos, están dentro de la UNAM. Aquí están fuera. El gobier-no los sacó cuando la universidad se politizó hasta perder el rumbo, sin considerar que la investigación es la meta final de ella. ¿Ahora estamos en una situación diferente? Algunos de los líderes políticos estudiantiles han pasado a ser operadores políticos que medran y que nunca dejan de ser estudiantes; nunca serán requeridos en un empleo por sus capacidades y competencias, casi nulas, salvo el chantaje y a negociación por botín con algunas autoridades amorales y corruptas.

7. ¿Hay en América Latina algunos ejemplos que podamos tener como referente para salir de esta situa-ción?

Brasil es el mejor ejemplo. Chile también; pero con un modelo menos

público y casi privatizado. México tiene una enorme inversión en edu-cación superior, como resultado de su historia del siglo XX; de José Vas-concelos, de los inmigrantes republi-canos españoles, y de la participación de científicos y académicos en la ges-tión de las políticas públicas.

8. ¿Cómo ve San Marcos en 2011?

Espero que prime la sensatez docente y estudiantil en 2011 y que San Mar-cos retome su liderazgo tradicional, de primera universidad peruana, por la calidad de sus alumnos y docentes, sus institutos de investigación y sus principios espirituales que dan vida a una comunidad propia. Un grupo de profesores, vinculados a Acuerdo Institucional Sanmarquino, trabaja-mos y pensamos en ello.

LA UNIVERSIDAD PÚBLICA: DIVERSOS ROSTROS DE UNA CRISIS

Las autoridades de las universidades públicas, en los últimos tres años, dejaron que la homologación se convierta estrictamente, por ignorancia o incapacidad, en una lucha salarial. Era una buena oportunidad para una reforma institucional.

10 Marzo - Abril, 2010

En 2009, el antropólogo cusque-ño, Oscar Paredes Pando, pu-blicó un breve pero interesante

libro, Crónica de la primera Reforma Universitaria del Perú y auroral de Amé-rica del Sur. En él evidencia que entre 1907 y 1909 los estudiantes de la ac-tual Universidad Nacional San An-tonio Abad del Cusco (UNSAAC) fueron protagonistas de un proceso de reforma universitaria, liderado por Demetrio Corazao, presidente de la Asociación Universitaria del Cusco.

Paredes Pando critica el hecho de la escasa importancia atribuida a este proceso por parte de algunos historia-dores de los procesos de reforma uni-versitaria o de la historia de la univer-sidad peruana. Evidencia la pretensión soberbia que entiende que Lima es el Perú, y que lo que se produce fuera de esta ciudad, viene del “interior” del país o de “provincias”, términos ana-crónicos, por decir lo menos. El autor dice: “Los hechos sociales o aconteci-mientos de naturaleza social, política y cultural, fuera de Lima, simplemente, es, desestimada, o en su defecto, se conside-ra como intrascendente”. Sin embargo, observa complicidad cusqueña; afir-ma que los cusqueños investigan poco sobre su propia historia y realidad.

El sustento de la idea general del li-bro es el carácter de programa del proyecto del movimiento estudiantil y las consecuencias que este trajo, con-cretadas en la presencia innovadora y reformadora de Alberto Giesecke. Solo ver, por ejemplo, el memorial de los alumnos enviado al rector Arau-jo, en 1907, lección para los profe-sores de hoy: Asistencia obligatoria a clases de los catedráticos y sanción para los faltones; concurso público de las cátedras y no simple designación en Consejo Universitario, dando así oportunidad a todos los Doctores, en-tre otros puntos.

Merece ser citado in extenso un seg-mento del libro. Lamentablemente algunas prácticas propias de una uni-

versidad nacional hace más de cien años son cotidianas en el presente:

“Finalmente llegó abril, la práctica de siempre: ‘Apertura del año de Estudios de la Univer-sidad del Cuzco’ […] bajo la presidencia del vicerrector Dr. D. Juan A. Escobar, en ausen-cia del Rector Titular que se encontraba en Lima, atendiendo sus funciones como Dipu-tado.

[…] Los alumnos esperaban que el Vi-cerrector o el Prefecto dieran a conocer algo sobre la implementa-ción de Suprema Reso-lución, promulgada el 16 de octubre de 1907, con motivo de la huelga de aquel año, por cuanto durante el año 1908, nada se había cumplido.

El Rector Eliseo Araujo ya de retorno, convocó el 26 de abril de 1909, a una sesión del Consejo Universitario, como siempre para dar a conocer ‘las novedades limeñas’. Asimismo, pensaba que hacer advertencias sobre supuestas amenazas de cierre de la Universidad era una buena es-trategia, pues llamaba a preocupación de todos los profesores y alumnos. […]

También en aquella Sesión, se informaba que el Consejo Universitario, se había ocu-pado varias veces del asunto el concurso de las Cátedras, señalando, que una vez sancionado el Reglamento, se procedería al concurso, que de prolongarse el debate sobre el Reglamento, ‘… por lo menos se sacase a concurso las cátedras que regen-taba su hijo Ernesto Araujo’...”

El Consejo Universitario, continuaba con su práctica de designar mediante votación, como se dice en el argot po-pular “a dedo” a quienes debían asumir las cátedras. No había garantía alguna

sobre la capacidad de aquellas personas. No había voluntad de cambio, dice al respecto Valcárcel:

“La Universidad cusqueña era aún una institución colonial, con un cuerpo docen-te incompetente y rutinario, y gobernada por un grupo reducido de personajes que se repartían los cargos impidiendo el acceso de elementos jóvenes y renovadores. Impe-raba el más descarado nepotismo, con un rector como el Dr. Eliseo Araujo… quien había hecho de la Universidad su propio feudo, nombrando catedrático a su hijo, a sus sobrinos y a su capellán…”

Lamentable actualidad tiene esta práctica del más descarado nepotis-mo, extendida a las máximas autori-dades de San Marcos en el presente, execrado por Luis E. Valcárcel, que vivió los hechos como estudiante. Y la caracterización de la universidad, hace más de cien años, tampoco pier-de presencia: feudo.

Paredes Pando descubre que durante su tercer mandato, el rector Araujo, eligió a su hijo, Julio Ernesto Araujo

“como Catedrático Principal, luego de una ‘astuta movida’.” Y añade: “¿Acaso y, luego de un siglo, tal vicio no continúa en las universidades?”

Paredes Pando refiere que este rector tenía en el Consejo Universitario a ocho parientes, de quince miembros, además del Secretario General, su ahijado. En el San Marcos de hoy, quizá Izquierdo no tenga parientes en el Consejo Universitario; pero tiene anuentes profesionales, cuyo negocio es el clientelismo, y que descarada-mente consintieron y protagonizaron el trámite vicioso de permitir que se nombre al hijo del rector en la empre-sa familiar Oftalmo Salud, en el “con-curso” para nombramiento docente en Medicina.

La actualidad del descaro y el silen-cio cómplice y cobarde exigen cono-cimiento, denuncia y reforma de las condiciones que permiten que me-dren mediocres y anuentes.

* Profesor Auxiliar de la Facultad de CCSS. UNMSM.

HAROLD HERNÁNDEZ LEFRANC*

Sobre Reforma Universitaria del Cusco, de 1907-1909: recensión de un librito, y

actualidad de las taras del clientelismo y el nepotismo de la Universidad pública

11Marzo - Abril, 2010

Un evento importante que contribuiría de manera de-cisiva a la implantación de

la enseñanza superior en la colonia portuguesa fue el traslado de la fa-milia real en 1808. La instalación de la Corte determinó la necesidad de una organización política, exigiendo la formación de personal para aten-der las demandas del Gobierno y de la sociedad. Para ello, se organizó formalmente la enseñanza superior a través de la implantación de cur-sos de ingeniería, medicina, química, agricultura, economía, política y be-llas artes.

Creada en 1934, la Universidad de São Paulo se erigió en paradigma de la enseñanza superior brasileña. La nueva universidad se crea a partir de la reagrupación de las facultades ya existentes en el Estado de São Paulo y de la creación de la facultad de filo-sofía, ciencias y letras, “célula máter” de la nueva institución y donde se imparten todas las disciplinas bási-cas para la formación de los futuros científicos y docentes del país. En el periodo de posguerra llega la indus-trialización que trae consigo un au-mento de la demanda de plazas en la enseñanza superior y la creación de nuevas universidades públicas. En 1964, Brasil poseía un total de 37 universidades: 28 públicas y nueve privadas. El régimen dictatorial im-plantado por el golpe militar de 1964 —perduraría hasta 1985— tuvo un papel relevante en la definición de los modelos educativos. El Gobier-no militar, tal vez para minimizar los problemas políticos generados por los movimientos universitarios, contra-rios a las injerencias y restricciones impuestas por el régimen, promovió una política vigorosa que transforma-ría la enseñanza superior. Para ello, asignó a la educación considerables recursos financieros, destinados a la contratación de personal y moderni-zación de las infraestructuras.

La polémica y deseada modernización de la enseñanza se realizó siguiendo

el modelo norteamericano con la fir-ma del acuerdo entre el Ministerio de Educación y Cultura y la United States Agency for International De-velopment, que sería rechazado por la mayoría de estudiantes y profeso-res progresistas. Evidentemente, no se oponían a la reforma, dado que se sentía la necesidad de superar el anacronismo de las universidades. Sin embargo, se apostaba por una reforma impulsada desde dentro del país y no impuesta por injerencia ex-terna. En este periodo se amplió la enseñanza superior, respondiendo a una demanda creciente de la socie-dad provocada por el aumento de la clase media, fruto de una coyuntura económica favorable cuya duración va de finales de la década de 1960 hasta comienzos de los años ochenta. El modelo de enseñanza universitaria ya no se destina exclusivamente a las élites, sino al conjunto de la sociedad. El número de matrículas aumentó de manera significativa sobre todo en el sector privado. Un hecho destacable de esta etapa fue la implantación, en 1965, del posgrado, siguiendo los modelos de las graduate schools.

Hoy, la enseñanza superior en Brasil se encuentra consolidada dentro del modelo del periodo dictatorial, con pequeños cambios introducidos por la Constitución Federal de 1988 y por la Ley de Directrices y Bases de la Educación Nacional (LDB), de 1966. En la última década, el nú-mero de alumnos matriculados pasó de 2,1 millones a más de 4,8 millones. Sin embargo, a pe-sar de ese aumento, el número de estu-diantes con edades comprendidas entre los dieciocho y los veinticuatro años es bastante bajo. En 2008, para una po-blación de cerca de

23 millones de jóvenes, en esta franja de edad, apenas el 12,1 por ciento se encontraban matriculados en algún curso de educación superior. Con-siderando el número de matrículas, independientemente de la franja de edad, el porcentaje alcanza el 20 por ciento frente al 50 a 60 por ciento de los países desarrollados.

Mientras que la enseñanza superior en el nivel de graduación es extre-madamente compleja y heterogénea, el posgrado consiguió organizarse en un sistema armónico, homogéneo y eficiente, controlado por una legisla-ción clara y única. La Coordenaçao de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior (CAPES), principal agencia de formulación de políticas y de fomento para la educación, creó una sólida estructura de funciona-miento que posibilitó el desarrollo de los cursos de posgrado. Los excelen-tes resultados alcanzados responden a los puntos siguientes: participación de representantes de la comunidad en los procesos de formulación y de-cisión de la política de posgrado en el país; implantación de un sofisticado sistema nacional de evaluación de los cursos, realizado por los pares; establecimiento de una política na-cional de apoyo financiero a los pro-gramas de estudio; amplio programa de becas dentro y fuera del país y en el exterior; fuerte política de interna-cionalización, facilitando asociacio-nes de programas nacionales con re-

nombrados centros de investigación internacionales, etcétera.

La evolución del sistema ha sido bas-tante rápida, como demuestran el au-mento del número de programas de posgrado y de alumnos matriculados y titulados en los programas de más-ter y doctorado. En los últimos diez años, el número de los primeros se ha duplicado y triplicado el de maestros y doctores. Esta mayor eficiencia del posgrado se debe a la aplicación con-tinuada de un riguroso proceso de evaluación, ligado a la financiación continua del sistema y a un impor-tante programa de concesión de be-cas. En 2008, el sistema recibió de las agencias federales (CAPES y CNPQ) 55.785 becas, siendo 33.518 para los programa de maestría y 24.267 para los de doctorados. El posgrado tuvo un papel fundamental para el desa-rrollo científico de Brasil, ya que más del 85 por ciento de la investigación científica realizada en el país se reali-za dentro de las instituciones de en-señanza superior, y en especial en las universidades públicas. En la década de 1980, la participación brasileña en la ciencia mundial era del 0,2%; ac-tualmente es del 2.1%. Los artículos publicados en 2008 por investigado-res brasileños en revistas especializa-das superaron los treinta mil, lo que sitúa al país en el décimo tercer lugar en un ranking de 183 países.

* Adolfo J. Melfi, geólogo, ex rector de la USP, y Shozo Motoyama, profesor de la Historia de la Ciencia de la USP, autores.1 Este texto que nos hemos tomado la libertad de segmentar, aparece en La universidad. Una historia de la transmisión del conocimiento, libro que publicará UNIVERSIA este año en la editorial de Turner de España, pp. 211-215.

ALFONSO MELFI Y SHOZO MOTOYAMA*

La educación superior en el Brasil1

Breve mirada a la historia de la educación superior en Brasil, donde la USP, fundada en 1934, que ocupa el puesto 94 en el mundo y el primero en AL en el ranking de la JiaoTong

University, destaca por su contribución al desarrollo del Brasil.

Sede de la Universidad de Sao Paulo, Brasil.

12 Marzo - Abril, 2010

* Profesor Principal de la Facultad de CC.SS., UNMSM. Ex Ministro de Educación.

NICOLAS LYNCH GAMERO*

Comentarios al anteproyecto de Ley Universitaria

CONSIDERACIONES PREVIAS

La universidad peruana se encuen-tra en crisis, con severas limitaciones para cumplir sus funciones básicas de producción de conocimientos, forma-ción profesional y proyección social. El crecimiento de los últimos 40 años, que ha multiplicado por diez la can-tidad de universidades, nos presenta un conjunto hipertrofiado, producto de una masificación sin proyecto y sin recursos, que no responde a las demandas del mercado de trabajo ni a las necesidades sociales de la pobla-ción. Esta masificación se ejemplifica con dos hechos perversos. Por una parte, una multiplicación de carreras con mercado saturado que casi todas las universidades quieren ofrecer, lo que responde a una distorsión de ex-pectativas más que a una demanda real. Por otra, el declive de los gastos en investigación como porcentaje del PBI, que caen en un 70% en los últimos treinta años.

Frente a esta situación hay necesidad de una reforma que ataque los pro-blemas de fondo y tenga un alcance de conjunto, planteando una nueva ley que incluya los diferentes tipos de universidades. El objetivo que debe guiar esta reforma es crear y recupe-rar para el Perú un nivel de produc-ción de conocimiento adecuado a las crecientes exigencias de nuestro de-sarrollo y de la globalización en cur-so. Esto significa poner a la investiga-ción como la actividad fundamental del sistema universitario peruano, de manera tal que las otras dos funcio-nes, la enseñanza y la proyección so-cial, se articulen creativamente con la primera.

Para esto hay que recuperar el con-cepto de “sistema universitario”, que entienda a las universidades perua-nas no como islas o un archipiélago de entidades independientes, lo que ha sido estimulado a partir de la ley de 1983 y otras normas sucesivas, sino como un conjunto articulado que responda a una planificación adecuada y que estimule la emula-ción y la cooperación entre las dis-tintas universidades.

La noción de sistema universita-rio lleva a variar necesariamente el concepto de autonomía que se ha venido manejando en las últimas décadas. Esta no debe reposar más en cada universidad, sino en el sis-tema universitario. Ello no significa que cada universidad no pueda de-cidir sobre los asuntos académicos y administrativos que le competen, pero lo debe hacer como parte de un conjunto y no aisladamente. El aislamiento actual ha llevado en muchos casos a la autarquía, con consecuencias lamentables.

MODIFICACIONES PLANTEADAS

Se plantea que la comunidad uni-versitaria (art. 3) está integrada por docentes, estudiantes y graduados, porque son estos los estamentos que cumplen funciones directamente re-lacionadas a la naturaleza de la uni-versidad.

Se propone la constitución de un sistema universitario (art. 7), como un conjunto autónomo dentro de la sociedad y el Estado peruanos, aten-diendo a las necesidades de la activi-dad universitaria.

Se ponen criterios similares (arts. 9-12) para la creación, evaluación, acreditación y cierre de las univer-sidades. Así se señala que todas las universidades deben ser creadas por ley, para frenar la multiplicación ha-bida en los últimos años; que todas forman parte del sistema y están so-metidas a la autoridad del sistema; que todas deben contar con una co-munidad universitaria, para lo cual deben tener el número suficiente de profesores ordinarios de tiempo com-pleto. Se señala, asimismo, que las privadas deben también contar con un sistema colegiado de gobierno. Por último, se deja abierta la posibi-lidad de que cualquier universidad pueda ser cerrada si no supera las evaluaciones respectivas.

En cuando a la organización acadé-mica, se incluye el nivel de estudios generales (art. 13) para, siguiendo

una tendencia internacional, refor-zar los cimientos de la educación universitaria en los estudiantes. Se señala la obligatoriedad de la tesis de bachiller, como un trabajo de inves-tigación sencillo, pero indispensable para culminar la formación profe-sional. Se fija, asimismo, el creditaje mínimo para optar por los diversos grados académicos de postgrado (art. 15).

Las universidades dan grados y títu-los a nombre de cada entidad (art. 17) y sólo las debidamente evaluadas y acreditadas lo hacen a nombre de la Nación. Esto es muy significativo porque señala que las universidades deben ganarse el derecho a dar títu-los a nombre de la Nación y que ello no puede suceder automáticamente por el solo hecho de existir como ta-les.

Se establece la prioridad de la acti-vidad de investigación (arts. 19 y 20). Para ello se plantea la carrera de investigador. Asimismo, para las universidades públicas, se crea el Sistema Nacional de Investigadores Universitarios, a fin de financiar a los profesores investigadores, y el Fondo Nacional de Investigación Universi-taria (art. 22) para financiar los pro-yectos de investigación.

Se plantea una forma de gobierno obligatorio para las universidades públicas e indicativo para las pri-vadas (art. 23). Buscando que sea ágil y eficiente, se propone separar la labor ejecutiva de la deliberati-va, dando énfasis a las autoridades elegidas de rector y decano en cada uno de sus ámbitos. La Asamblea Universitaria se define como un órgano esencialmente deliberativo (arts. 24 y 25), el Consejo Univer-sitario como el “gabinete” del rector para que gane en eficiencia (arts. 26 y 27). Asimismo, se trata de que los decanos se concentren en su facul-tad; por ello, se plantea que no es-tén en la Asamblea Universitaria y sólo una representación de ellos en el Consejo Universitario.

Las elecciones para rector, vicerrec-tor y decano (arts. 29 y 33) son por

el sistema de voto universal y ponde-rado, de acuerdo a los estamentos y categorías docentes. De esta manera, se saca a las elecciones de autorida-des de los órganos, como Asamblea Universitaria y Consejo de Facultad, que pasan a ser órganos deliberativos de gobierno de la universidad.

En el caso de los docentes, las decisio-nes de nombramiento, ratificación, promoción y separación (art. 61) son ratificadas en última instancia por el Consejo Nacional de Universida-des. Por otra parte, los docentes que no cumplan (art. 62) con tener los grados académicos respectivos para enseñar en un determinado nivel de estudios al darse la presente ley, tie-nen cinco años para adecuarse a este requisito; de lo contrario perderán la categoría y eventualmente tendrán que dejar la carrera docente.

Para las elecciones de representantes estudiantiles solo pueden ser candi-

El crecimiento de los últimos 40 años, que ha multiplicado por diez la cantidad de universidades, nos presenta un conjunto hipertrofiado, producto de una masificación sin proyecto y sin recursos, que no responde a las demandas del mercado de trabajo ni a las necesidades sociales de la población.

Lo que el aprofujimorismo decidió no discutir el 11 de marzo de 2010

13Marzo - Abril, 2010

datos los estudiantes que pertenez-can al quinto superior (art. 75) en rendimiento académico. De igual forma, para que la elección sea váli-da, la mitad más uno de los estudian-tes hábiles para votar debe de emitir su voto por alguna de las alternativas inscritas (art. 75). Asimismo, los re-presentantes estudiantiles no podrán recibir dinero (art. 76) por ningún concepto de la universidad durante el ejercicio de su mandato ni un año luego de terminado.

La autoridad del sistema universita-rio es el Consejo Nacional de Uni-versidades (art. 81). Lo nombra una votación calificada de 2/3 del Con-greso de la República, escogido de ternas de candidatos que presentan las universidades públicas y privadas más antiguas (cuatro miembros), las academias y colegios profesionales (dos miembros) y el Poder Ejecutivo (un miembro).

El Consejo Nacional de Universi-dades (art. 80) planifica, autoriza,

evalúa, acredita y cancela el funcio-namiento de las universidades. En este sentido (Novena Disposición Transitoria) asume la función de acreditación del Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación Uni-versitaria del SINEACE. Esto es muy importante porque devuelve a la universidad al sistema universitario en este caso, una función que le es inherente. Además, con la ventaja de estar fuera de cada universidad, pero permanecer dentro del sistema universitario como conjunto.

Si este anteproyecto se convirtiera en ley podríamos contar con una le-gislación que permita llevar adelan-te una reforma universitaria en el Perú. Seguramente que toda ley será insuficiente, pero es indudable que una herramienta de este tipo podría ayudar al empeño de cambio. La po-sibilidad de hacer viable tal reforma dependerá, en buena cuenta, de que seamos capaces de construir una po-tente voluntad política de cambio en la comunidad universitaria.

COMENTARIOS AL ANTEPROYECTO DE LEY UNIVERSITARIA

Estudiantes de la Universidad Nacional Federico Villarreal opinan sobre la educación en el Perú

Dr. Manuel Burga, reciba el caluroso saludo del Centro de Investigación Qantu de la

Universidad Nacional Federico Vi-llarreal. Conformamos un colectivo de estudiantes de diversas especiali-dades, entre ellas la especialidad de Historia. […]El motivo de estas palabras es que compartimos su preocupación con respecto al rumbo de la educación en el Perú y consideramos oportuno el intercambio de algunos comenta-rios, pues nos permitirá comprender mejor la situación actual del sistema educativo, al ser usted catedrático de la UNMSM, intelectual renombrado que aporta con sus conocimientos a la comprensión de nuestra historia y conocedor de este tema tan im-portante para el desarrollo del país. Nosotros como estudiantes univer-sitarios, desde la humilde condición de alumnos conscientes y compro-metidos del devenir de nuestro país, queremos una mejora sustantiva en el plano educativo.Con respecto a su artículo publicado en La República el 04/02/2010, “Nue-vo debate, viejos temas”, nos parece acertado el título, pues lamentable-mente “la crisis del sistema educati-vo” no es nada nuevo, sino recorde-mos que en el 2001 el Perú quedó en el último lugar en un ranking de 41 países evaluados en el mundo, como parte del programa PISA (Programa Internacional de Evaluación de Es-tudiantes). Aquella vez obtuvimos el nivel mas bajo en comprensión de lectura (Nivel 1) y quedó además de-mostrado que el 80% de los adoles-centes peruanos de 15 años no podía comprender un texto simple, y no era capaz de resolver un problema senci-llo de matemáticas. Con respecto al

presupuesto para las Universidades, recordamos que año tras año algunos estudiantes realizan diversas manifes-taciones con el fin de exigir el incre-mento del presupuesto universitario, pero este mismo se ve mermado por dos factores cruciales.Primero, el poco interés de los estu-diantes para hacer prevalecer sus de-rechos, producto de la apolitización implantada en los 90s. Y segundo, la constante represión de parte del Es-tado y de sus lacayos a los estudian-tes que logran organizarse y salen a las calles a exigir sus derechos.Ahora, el Estado muchas veces ha buscado hallar como responsables de la crisis educativa a los propios estu-diantes con el propósito de desen-tenderse de este sector. Para los espe-cialistas con los ojos bien abiertos, el principal responsable de esta crisis es el Estado, pues las políticas de edu-cación desarrolladas en nuestro país no han dado resultados beneficiosos. A esto hay que sumar que somos uno de los países que menos invierte en educación, pues desde hace más de 30 años no superamos el 3% del PBI en inversión para la educación. A propósito de esto, el Perú es firman-te del Acuerdo Nacional y del Pro-grama Educativo Nacional (PEN) y como tal debe destinar el 6% del PBI a la educación; sin embargo, hasta la fecha no sobrepasamos el 3%.Nos preguntamos entonces ¿cuáles son las razones fundamentales para que el Estado no decida invertir en la educación contando con los recur-sos para hacerlo? ¿No se fundamenta con todo esto la puesta en marcha de la privatización de la educación pública? ¿Hasta cuándo vamos a ser uno de los países con el más bajo

índice de desarrollo educativo? ¿Es necesario llevar a cabo una nueva reforma universitaria? ¿La crisis de la educación representa la crisis del sistema capitalista y del modelo neo-liberal? ¿Hace falta una verdadera toma de consciencia del alumnado para defender y conquistar nuestros derechos, como nuestros compañe-ros lo hicieron en heroicas jornadas de lucha? ¿La tan mencionada “Ley de acreditación y certificación” re-suelve el problema de la educación superior o es sólo parte de la estra-tegia de su privatización? ¿Es nece-sario llevar a debate la ley de acreditación a fin de conocer sus beneficiosos para los estudiantes?En fin, muchas de estas preguntas se pueden resolver sólo entendiendo que el sistema económico que tenemos no pon-dera la inversión tan-to en el sector Edu-cación como en el de Salud, que paradóji-camente son los pi-lares fundamentales de toda sociedad que aspira a un desarrollo integral.Una vez más los sec-tores más necesitados son los golpeados por los interés desmedi-dos de los potentados en nuestro país; el sistema actual ha de-mostrado en teoría y práctica no tener fu-turo, pues acrecienta cada vez más la bre-

cha entre pobres y ricos y generaliza la desigualdad social. Con todo esto cabe hacer una pequeña reflexión so-bre lo que nos decía José Carlos Ma-riátegui: “el problema de la educación radica en su naturaleza ideológica y económica, que tiene sus raíces en el sistema político social del país”.Nos despedimos de usted, Dr. Manuel Burga, y esperamos su apreciación con respecto al tema, a fin de nutrir y poner en debate constantemente el tema de la educación para poder en-contrar alternativas a la crisis.

EXTRACTO DE LA RESPUESTA AL ARTÍCULO DE MANUEL BURGA, PUBLICADO EN LA REPÚBLICA (04/02/2010)

14 Marzo - Abril, 2010

CRÓNICAS DE SAN MARCOS*

Una cita non sancta con el Rector de San Marcos¿Sabía usted que el 24 de mayo de 2007, mediante Resolución Rectoral N° 02864 se aprobó un “Convenio para la constitución (sic) del Hospi-tal Docente de la UNMSM”, cedien-do a PROYASA la “representación de la universidad ante entidades de cooperación internacional y otras instituciones nacionales e interna-cionales”, y plenos poderes para “di-señar las estrategias y ejecutar las actividades” del caso? Pues entérese. Y sepa también que según la Oficina de Registros Públicos (Partida Elec-trónica Nº 11242498), PROYASA era en esa fecha una empresa indivi-dual de responsabilidad limitada, lo que significa que estaba constituida para el desarrollo exclusivo de acti-vidades de pequeña empresa. Más aún, el domicilio que PROYASA ha-bía consignado era el Jirón Tacna Nº 608, Magdalena del Mar, Lima. Pero, ¡oh sorpresa!, para entonces había allí un terreno baldío. Más sorpresas: el capital de PROYASA era de “S/. 5,000.00 nuevos soles, constituido por el aporte de los bienes capitales” y según SUNAT, esa empresa decla-raba en aquel año sólo dos trabaja-dores en planilla… Sin embargo, las autoridades de San Marcos no vieron (o no quisieron ver) nada de esto, ni se tomaron el trabajito elemental de averiguar a quién cedían plenos po-deres.

Del expediente judicial del triste-mente recordado caso de los pe-troaudios, extraemos esta sabrosa conversación entre Rómulo León y su secretaria Paola, ocurrida el 1 de

febrero de 2008:

R.L: ¿Novedades?

P: Ha mandado un fax nuevamente “Indiana”, ¡del ingeniero! (Fortunato Canaan)

R.L: ¿Qué dice ahora?

P: Voy a leerlo: Rómulo tenemos va-rios asuntos pendientes para dejarlos resueltos entre lunes, martes y miér-coles de ser posible:

•CitaconelPresidente…

• Seguimientoenfuncionesde ins-tituciones. Firma de Carta de Inten-ción…

•CitaconCésarGutiérrez…

•Obtencióndedocumentos,explo-ración futura concesión…

•CitaconelRectordelaUniversi-dad San Marcos…

P: Ya hablé con la secretaria (del rec-tor Luis Izquierdo)

R.L: ¡Ya!

P: Me ha dicho que la llame a las seis en punto porque...eh, para que me dé la hora exacta del martes en la mañana…

R.L: El día domingo llega Fortuna-to...

El viernes 8 de febrero, con celeridad digna de mejores causas, el Consejo Universitario (es decir los actuales decanos, ¡próximos candidatos a la Asamblea Universitaria!... allá quien los elija) acordó delegar atribuciones al rector para la firma del “Acuerdo

para la ejecución Llave en Mano del Nuevo Hospital Universitario de la UNMSM” con las empresas Consul-ting Group, PROYASA e ICUATRO. El 12 de ese mismo mes se emitió una Resolución Rectoral designando a ICUATRO como Contratista Princi-pal en la ejecución de ese proyecto, siguiendo las indicaciones de PRO-YASA (todas empresas fantoches de la dupla Canaan – León Alegría).

Una vez destapado el escándalo de los petroaudios y ratamails, el infor-me de los congresistas Abugattás y Reymundo recomendaba “solicitar al Ministerio Público iniciar las inves-tigaciones respecto a las presuntas responsabilidades de los funcionarios de la UNMSM, en la emisión de la Resolución Rectoral 0043-R-08- del 12.02.08, por la cual se aprueba la contratación de ICUATRO como ejecutora de la construcción del Hospital Docente, pese a no estar registrada en CONSUCODE como Ejecutor de Obras; en el marco del convenio suscrito entre la UNMSM y Proyasa Consulting.”

Como sabemos, el caso de los pe-troaudios, como otros escándalos de corrupción, ha sido completamente

soslayado por el gobierno aprista, pues tocaba las más altas esferas del poder, y casi todos los involucrados se hallan libres; uno de ellos recientemente instalado en la Secretaría General de ese partido y aspirando a la Presiden-cia de nuestro sufrido país. Rómulo León también salió libre. Tuvo que regresar a la cárcel por la indignación que su salida generó entre la opinión pública… En cuanto a San Marcos, no cabe duda que nos damos maña para seguir siendo “reflejo del país”: Los responsables de aquel “arreglo” con Canaan y sus secuaces, no sólo andan libres y orondos, sino que pre-tenden seguir controlando nuestra universidad, a la que han convertido en su coto privado, conduciéndola a la triste situación en que se halla… Consignamos los hechos para refres-car la memoria adormecida por la ru-tina, la indiferencia o a veces –hay que decirlo- por favores recibidos, y apelamos a la reserva de dignidad de los sanmarquinos, a fin de que en las próximas elecciones no perdamos de vista estos antecedentes, pues, como sabemos, quienes no guardan memo-ria de lo acontecido están condena-dos a sufrir su repetición.

Imagen extraida de http://carlincaturas.blogspot.com

Atendiendo a una entrevista radial en que se le preguntó, como res-ponsable de la gestión del estadio, cuánto había obtenido San Marcos por el millonario concierto de Me-tallica, para lo que se suspendió por dos días las actividades académicas y administrativas, el señor Carlos Barriga, decano de la Facultad de Educación, contestó orondo, para sorpresa nuestra y del entrevistador, que siete mil dólares (!?)… ¿What?, pareció pensar su interlocutor, y el señor Barriga se deshizo en curiosas explicaciones, como que había que considerar lo invertido por la em-presa promotora en refaccionar las mallas y verjas de ingreso (pasando por allí las vemos igual de ruino-sas) o en baños portátiles (¡!),… un poco más y propone indemni-zarla por los gastos de alquiler del escenario, el pago a la gente de se-guridad o la impresión de boletos… Pero centremos nuestra atención en su versión sobre lo obtenido, pues nos plantea un grave dilema: ¿Le creemos o no? (antecedentes suyos

aparte). Considerando su Licencia-tura en Pedagogía, con mención en Filosofía y Lógica (que sí es verda-dera), atengámonos a la pura lógi-ca. Primera opción: ¡Le creemos! Entonces habrá que concluir, ine-vitablemente, que estamos frente a un incompetente de atar, y dado el dinero perdido por la universidad -y el país que la financia- durante esos dos días de para, que sólo en sala-rios de docentes y administrativos sobrepasa ampliamente los 400,000 soles, habría que someterlo a un proceso administrativo sumario. Segunda opción: Para no ofender su inteligencia -ni la nuestra-, me-jor no le creemos. Ingresamos en-tonces, también inevitablemente, al reino de la especulación (no pre-cisamente filosófica): ¿Excedentes pro-bolsillo? ¿De quién o quienes? ¿Lubricante para aceitar volunta-des, ad portas de elecciones que decidirán el futuro gobierno de San Marcos? Mejor saque usted mismo sus conclusiones,… Así se está ma-nejando San Marcos.

Por un puñado de dólares

* Grupo de Investigación y Análisis de AIS.

15Marzo - Abril, 2010

LA PALABRA DEL MUDO

Hijito de Papá

Cuando el rector Izquierdo fue elegi-do, había pasado de los setenta años, siendo por tanto jurídicamente inim-putable (es decir irresponsable por sus actos). Tal vez por eso comete fla-grantes delitos sin pestañear siquiera (con anuencia de su cohorte de de-canos); entre ellos el de nepotismo, al nombrar a su hijo como do-cente titular de nuestra univer-sidad. Padre previsor, firmó antes un convenio con su propia clínica, para que el nombrado ni siquiera tuviese que venir a la universidad a dictar sus clases, pudiendo desarrollarlas allí mismo, o al menos se supone que lo hace… De tal palo, tal astilla.

Emérito disparate

Enterados de que para afrontar la acreditación necesitaban contar con postgrados suficientes, los miembros de la Asamblea Universitaria de la UNSA aprobaron otorgar el docto-rado a todos los que en esa univer-sidad tenían cierto número de años ejerciendo la docencia. Siguiendo ese inspirado ejemplo, nuestros actuales decanos, próximos candidatos a la Asamblea Universitaria, acordaron en el Consejo Universitario del 24 de febrero, que todos los que hayan sido rectores, vicerrectores y decanos de San Marcos obten-gan automáticamente la condi-ción de Profesor Emérito, que es, como sabemos, una distinción acadé-mica muy selectiva… De mantenerse esa disparatada decisión tendremos como Profesores Eméritos personajes igualmente disparatados.

Para eso están los amigos

De hecho Kafka o Artaud serían en San Marcos escritores costumbristas. Veamos: un decano “encargado” se pasa todo el periodo decanal

en esa condición irregular y, ha-biéndole gustado la cosa, resuel-ve hacerse elegir en el cargo para el periodo siguiente… Sólo que había un “pequeño” problema: no tenía postgrado alguno… Como para eso están los ami-gos decanos, en el actual Conse-jo Universitario le otorgaron el grado de Doctor sin que tuviera maestría, convalidando una ilegal decisión que él mismo –y sus otros amigos del Consejo de Facultad que él dirigía- había ya tomado… Total, dicen que Napoleón se coronó a sí mismo, ¿por qué no el señor Barriga?

¡Doctor! ¡Doctor!

Una despistada aspirante a Contra-lora General de la República quedó frustrada en sus propósitos y puesta en ridículo, por haber consignado un inexistente título de una universidad española (puse Ing, no por ingenie-ra sino por Ingrid, diría después, au-mentando el ridículo)… Como San Marcos tiene que ser “reflejo del país” (materialistas dialécticos dixit), Ingrid ya tiene un aprovechado ému-lo: el Licenciado Edgardo Figue-roa, hoy director de la DIGA y siempre prototipo de personaje incondicional de quienes estén en el poder (por ahora el rector Izquierdo, mañana el dios de turno dirá), quien firma todos los docu-mentos oficiales como “doctor” sin ruborizarse… Mejor que sus amigos aprueben también, por vota-ción, otorgarle el doctorado, aunque tampoco tenga la maestría.

Un pericotillo en la UNFV

En esto de que la universidad sea “reflejo del país”, un personaje ape-llidado Cotillo –más conocido como “el negro Cotillo”- sí que hizo me-

morables aportes, desde que sin más grado que el de Bachiller capturó el rectorado de la UNFV con ayuda de la bufalería aprista. Sus hazañas (entre ellas haber convertido los pro-cesos de admisión a esa desventura-da universidad en una subasta, con privilegios para los “compañeros” del partido) han pasado a engrosar la historia de la infamia en la universi-dad peruana… Que culpa estare-mos pagando para que sea pre-cisamente un hermano suyo (el mismo que presidió la Comisión Técnica del Convenio Vial que ha dejado San Marcos lleno de escombros) quien ahora “lidere” el variopinto bloque del rector Izquierdo (donde todos se muer-den pero no se pasan) y aspire a sucederle en el rectorado... Al-guien los cría y ellos se juntan.

Alias “los operadores”

¿Ha oído usted de los “operadores”? No, no se trata de replicantes, ci-borgs o algo por el estilo, aunque sí de transformers, de mercenarios de la política que han secuestrado la repre-sentación estudiantil… Andan por allí haciendo malabares con por lo menos tres celulares compra-dos por ya adivinará quién, para “armar” listas espurias que ofre-cerán al mejor postor (el mismo de los celulares y las cenas en el Club Ancash) … Uno de ellos, que hizo elegir al actual rector, anda en París, enviado por su me-cenas, hoy encaramelado con el rec-torado cual tierno infante, quien, para no dejar dudas de su “generosidad”, otorgó al supradicho (un tal Herbert Saenz), a su hermanita Ethel y su noviecita Ana becas provistas por la Alianza Estratégica de Universidades, creada en la anterior gestión rectoral con mejores propósitos, que alumnos de verdad (los que sí estudian) ya qui-sieran… Favor con favor se paga.

Ramirez Erazo

Consultado sobre por qué habría se-leccionado entre los candidatos a ser miembros del Tribunal Constitucio-nal a quien la prensa señala como un delincuente (¿de qué otro modo lla-mar a un chantajista y calumniador profesional, promotor de repugnan-tes pasquines como El Confidencial y La Nación?), que para vergüenza nuestra se mantiene como influyente docente de la Facultad de Derecho; el señor Falla La Madrid, presidente de la comisión evaluadora, remitió a sus credenciales académicas, entre ellas cuatro doctorados (¿!), tres de ellos otorgados por nuestra universi-dad y otro por la UNFV… Revisan-do las tesis presentadas por este impresentable sujeto, hallamos sendos mamarrachos y, ¡cuando no!, más de un actual decano o aspirante a serlo, comprome-tido con haber sido jurado suyo (cómplice, habría que decir)… Cada oveja con su pareja.

“Irregularidades” en La Casona

Andrés Mego y Verónica Rodríguez, ex trabajadores del área de cine y te-levisión del Centro Cultural de San Marcos, denuncian serias irregu-laridades ocurridas durante la gestión del señor Mario Pozzi Es-cot, funcionario de esta gestión rectoral… “Trata de cuadrar tu cuenta ahí con lo que puedas”, habría ordenado a la señorita Rodríguez, que se negó a conva-lidar gastos injustificados, por lo que fue despedida… Vea el video entero de esta joyita, que suma lo suyo a la descomposición generaliza-da de esta gestión, en http://lamula.pe/2010/03/denuncian-corrupcion-en-la-casona/

Visita nuestra página web, y participa

con tus opiniones y comentarios, ¿de acuerdo?

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16 Marzo - Abril, 2010

GRUPO DE INVESTIGACIÓN Y ANÁLISIS DE ACUERDO INSTITUCIONAL SANMARQUINO

El abrazo de la corrupción y la mediocridad (o cuánto vale un doctorado en San Marcos)En una ceremonia sui géneris, el

rector Luis Izquierdo Vásquez, atravesado por una zalamera

sonrisa, condecoró el 19 de diciembre de 2007 con una medalla de honor a Fidel Ramírez Prado, dueño de Alas Peruanas, en el Salón de Grados de la Casona. Este histórico lugar, teatro de las más significativas actividades académicas de nuestra institución, se convirtió en escenario de la entrega del diploma de Dr. en Educación al controvertido personaje.

La tesis “Validación y confiabilidad de un modelo de autoevaluación de la Facultad de Educación de la Uni-versidad Alas Peruanas”, presentada por Fidel Ramírez Prado, para optar el grado de Doctor en Educación en 2007, merece ser sometida a una re-visión sistemática. Aquí solo adelan-tamos algunos aspectos que provocan asombro y llaman a cuestionar seria-mente la calidad de la tesis, la legiti-midad del grado conferido y la lison-jera ceremonia.

En la introducción de la tesis se en-cuentran perogrulladas como estas: “cuando se examina el abanico de sis-temas de evaluación de la educación superior que se ha establecido en el siglo XX, mayormente en la última década, se encuentra uno, frente a una fascinante paleta de condicio-nes y formas de enfoque”; “cualquier institución que aspira a conducir un proceso de autoevaluación que sea de utilidad se ve, por supuesto, afectada por muchas condiciones y variados factores”. El sentido común converti-do en vacío conceptual. La hipótesis de la tesis hace honores a la enverga-dura del proyecto: “la encuesta de au-toevaluación para docentes tiene un alto índice de confiabilidad”.

Dividida en cuatro capítulos, esta te-sis está constituida por una inmensa cantidad de citas de especialistas y de secciones íntegras de documentos preparados por la ANR y la UNMSM sobre el tema de autoevaluación. El propio autor declara que sus objetivos específicos son elaborar una encuesta de autoevaluación de los docentes, alumnos, administrativos y egresados de la Facultad de Educación, validar las encuestas y hallar los índices de

confiabilidad; y también realizar otra encuesta para las instituciones educa-tivas públicas o privadas relacionadas con Alas Peruanas. En buen roman-ce, la tesis de doctor de Fidel Ramí-rez Prado equivale a seis encuestas orientadas a elaborar una matriz de autoevaluación. La validez del conte-nido de estas encuestas fue determi-nada en base al juicio de 15 expertos: 3 docentes de la UNMSM, 2 de la

PUCP, 5 de la URP y 5 de Alas Perua-nas. Ellos siempre sugieren mejorar la redacción de algunos ítemes, lo cual es siempre aceptado por el tesista; y así se reformula la respectiva encuesta. ¡No queda duda del debate teórico que se produjo entre estos especialistas!

Las conclusiones de este documen-to administrativo, disfrazado de tesis doctoral, son irrisorias. Aquí algunas perlas: “el modelo de autoevaluación

cumple con la validez de contenido según los jueces expertos en la ma-teria”; “la confiabilidad de modelo de autoevaluación es significativa”; “la encuesta de evaluación para es-tudiantes cumple con la respectiva confiabilidad”. Finalmente, el aporte (?) central: “El modelo de autoeva-luación elaborado y expuesto en la presente investigación, cumple con todos los requisitos necesarios para ser considerado como un instrumento que nos permita conocer el nivel de calidad de la Facultad de Educación”.

La asesora de esta tesis fue Edith Re-yes Rojas; el presidente del jurado, nada menos que Carlos Barriga (De-cano); los informantes, Ángel Peralta, Elías Mejía (Director de la UPG) y Julio Martinat. El caso de la Univer-sidad Alas Peruanas ha revelado que algo se pudre detrás de los edificios nuevos, las lunas polarizadas y los abundantes equipos multimedia de los modernos locales que impresionan a incautos. Que su rector obtenga el más alto grado académico de nuestra universidad y además sea premiado en ceremonia pública, demuestran que la corrupción y la mediocridad son dos caras de la misma miseria.

Alas Peruanas tiene más de 100 procesos judiciales en curso. Fidel Ramírez Prado ha obtenido 47 denuncias; solo en la Corte de Lima, tiene tres procesos penales. En la Fiscalía, acumula nueve investiga-ciones por falsedad genérica, estafa y delito contra el orden econó-mico. En uno de sus procesos ante el 7mo Juzgado Penal de Lima, es acusado por los delitos de Falsificación Documentaria, Falsedad Ideológica y Falsedad Genérica en agravio del Estado Peruano, la Asamblea Nacional de Rectores, el Colegio de Abogados de Lima, la Dirección de Recursos Humanos de la Policía Nacional del Perú, la Corte Superior de Lima y personas particulares. (Fuente: Rosario Hurtado de Ideele y Ernesto Gamarra de Radio Miraflores).

La trayectoria del Dr. en Educación

De izquierda a derecha: Carlos Barriga (Decano de Educación), Fidel Ramírez Prado (dueño de Alas Peruanas), Luis Izquierdo Ríos (Rector de San Marcos).