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Debray Regis - Introduccion a La Mediologia

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Rgis DebrayIntroduccin a la mediologaTtulo original: Introdllclionel la mdiojogiePublicadocn francs, en2000, por Presses Universitaires deFrance, ParsTraduccin de NriaPujol i VallsCubierta deMario EskenaziObrapublicadaconayuda del MinisterioFrancsdeCultura -Centre National duLivre()ucJ'lI1r",hihid"" ,ill la ","",;/"cill e,eri'" Jc 1", 'i,"h",', JdC"I"'I'ighl, "o.i"1", ""''';''''0' c""hk,id", ,'" 1,,, Iqo',1" ,cpmducc'", ,,,,,,1,, p",() DI'PI'RTINI'NlOI.OGiAgo as como el estupor deun pjaro contemplando al n-gel Legin abriendo sus seis millones de alas. Era el gri-todelprofeta que oye ala humanidad emancipada susu-rrarypulular, viendoenel futurocmolainteligenciasocava lare, cmo la opinin destrona a la creencia y c-mo elmundo sacude a Roma.Pronstico del lilsoro queve cmo el pensamiento humano,volatilizado por la im-prenta, se evapora del frasco teocrtico. Terror del solda-do quc examina el ariete de bronce y dice: La torre cae-r. Significabaqueunapotenciaibaasucederaotrapotencia. Significaba: la prensa matar alaIglesia.Perobajo esepensamiento, sindudael primero y elms sencillo, habia, en nuestra opinin, otro pensamien-to, msnuevo, uncorolario del primeromenosfcildepercibir ymsfcildecontestar, unavisinigual de fi-losfica, pero ya no slola del sacerdote, sino la del sa-bio y del artista. Era el presentimiento de que el pensa-mientohumano, al cambiar deforma, iba acambiar demodo deexpresin, quelaidea capitalde cada genera-cin yano seiba a escribir con la misma materia y delamismamanera, que el libro de piedra, tan slido y dura-dero, ibaa dejar susitioal librodepapel, todava msslido y duradero. Bajo este punto devista, la vagafr-mula del archidicono tenia un segundo sentido; signifi-caba que unarte iba a destronar a otro arte. Significaba:La imprcnta matar ala arquitectura.VICTORHU(i(), Esto matar eso)},Ntre-Dame de Paris, 1831No creo enlas cosas, decaBraque, slo creo en susrelaciones.)}De eso se trata: establecer correlaciones entrenueslras funciones sociales superiores)} (ciencia, religin,arte, ideologa, poltica) ynuestros procedimientos de me-morizacin, representacin y desplazamiento. Explorar lasinterseccionesentrez>"e",oe8mseO~OO>El espacio (urbanismo yperspectiva) ... de exposicin(presentaruna obra).lugar de poder (poltico,econmico o mcditico).comunicar (en elmomentomismo).lo supranacional (aldea global)(memoriacosmopolita).contempornea presente ~ futuro.en presenle del indicativo(yo soy as).el vistazosininstalarse.de unaexcepcin (torre Eiffel=Pars).laempresa..mperlativo (deuna habilidad).conel ver (hay quemirar bien).egipcio (la pirmide).comu paseante (solitario)... de cullo (afinnar unasacralidad).lugar defidelidad (religiosa ocivica).transmilir (esto debepermanecer).fanacinUaeobina omonrquica) (memoria axial),prospectivapasado~ futuro.enuptalvu o imperativo(acurdate).la ceremonia recogerse.de una permanencia (Arco deTriunfo=nacin).la oficialidad.demostrativo (de una moral).con el creer (hay que tener fe).romano (columna de Trajano).en cuerpo (constituido).La Historia (mito y proyecto).FLECHATEMPORALMBITOPREDILECTOFC"lCTO"lPRIMERALeGAR !lE MEMORIAENTDIDIDOCOMO..CULMINA COMOEMBLEMA de una poca (rrte! du Nurd=cine deantes dela guerra).ENTORNODIRIGIDOA la sociedad civiLELOBJETODEBESER. consli/utivo (deuna fisonoma).FUNCTOl'-.A. con el saber (hay que conocer).PARADIGMAHISTRICO moderno (romanticismo).CMOLLEGAR en au/obs (turstico).La memoria (tradicin ypatrimonio)... cultural (impedir unadeshercneia).lugar de identidad (etnolgicoy genealgico).dar testimonio (esto haocurrido).e! terruiio (girondino)(memorias vermiculas).re/roaetivapresente~ pasado.en pretrito imperfecto(raseuna vez),USORECOMENDADO lavisi/a prestar atencin.Monumento-seal !\'Ionumento-mensaje Monumento_formam"2ESTATUTODEl 51G"'0( c ~ indicia!. fa presencia (parte (jcnico)), larepresentacin simhlico)}, lo arbitrario"LoQUELFHACEFALTA \'f:rosimililud (la buena dar sentido (eltono justo). provocar efecto (el gesto y>informacin). lo chic). >'" PRISClPALRESPO:-SABLE el jimcionario (que clasifica o el poltico (que tramita el el arquitecto(quegana el"einscribe). encargo). concurso). ,CALIFICATIVODE conmovedon, edificante. impresionante",RfCO';OCT\1JENTOCURREELRIESGODE fahanalidad. el nfasis. la desmesura.RFGJMH [)FPROPIEDAD pblico/privado. phlico=publica aedificia. privado/phlico.CUPIA oFALSIFICACIN permitida (muestra). tulerable (soporte de ritual). ilegal (derechosde autor).OEPENDIE'IDO DE;..; JLlCIO de informe histrico (es de conveniencia tica (.es de gusto esttico (es agradablerealmente autntico?). realmente necesario?). osatisfactorio'!).DOBLE\.'50DEL EDIFICIO? s (simblico/utilitario). no (solamente simblico). s (utilitario/simblico).CAIV\CTER llJSTRJCO>; accidental (a posteriori, intencional (desdela emisiny casual (duracin incierta).despus). por proyecto).M!>.RCI\ DlSTll\'--lVA lo pasado de moda(el edificio laepigrafia (eledificio como la firma(el edificio como obra).como documento). texto).SI TODOSELE PARECllKA, un granero de abuelaoun Wl aula de daSl! oun lugar un decorado de pera ounaLA nL:DAD SERiA banco de datos. de culto. superproduccin.E"lPARENTAMIE'ITO entre artesano de arte y entre sacerdote yprofesor. entre ingenien yescultor.])EL ARTncE emgrajo.PROMOCIN TL:RisTICA imperativu(visita con gua). impia (o noponuna). deseable (atraccin).N122 INTlWDlJCCIJ\ ti 1.1\ MEDlOLO(1fAunaley objetiva)seexpondralaacusacindedetermi-nismo (primario)ydereduccionismo(simplista). Porquedeseaban que las sociedades dejende ser como una espe-ciedemateria indefinidamentemaleableyplstica, lossocilogosdeprincipiosdesiglofueronel blanco de mu-chos ataques y sarcasmos debido a que su enfoqueimpli-cabaunaespeciedefatalismoya quenose puede conci-liar el determinismo sociolgico con el libre albedro(Durkheim, Del mtodoenlas ciencias). Debido a quelavida culturalde una sociedad no depende de la voluntad nidela imaginacin de sus miembros, el medilogo aparece-rcomoun SanchoPanzaobtusoa los ojosde los DonQuijote del espritu: seramos por tanto losjuguetesdenuestrasmquinas, rehenesde unf{ltumtecnolgicoinewxorable, a laderivadenuestrossoportes. Por muyvanoqueresulteromperlas lanzas sobre ese molino deviento(los falsosdebatescreanlas buenas polmicas), hayqueponer los puntos sobre las es. El espacio dc las circulacio-nes delque tratamos no es de tipo mecanicista (una causa,un cfecto) sino sistmico (circularidad causa/efecto/causa).Para blasonar el buclc ciberntico: nollueveenel Saharaporquenohayvcgetacinynohayvegetacinporque nollueve. Lascausalidadessstmicassonnegativas: ~ < A noproduceB, pero si noA, noB (Daniel Bougnoux). Elestribonoprodujolafeudalidadpero, sinestribo, nohaycaballera. El vnculo causal entreuna tcnica yuna cultu-ranoesniautomtico ni unilateral. No podemos estar se-guros de los tipos de comportamiento que dcsarrollar o nolaescrituralineal enuna cultura ora\. Encambio,estamosseguros dequeuna cultura queignora esteprocedimientode memorizacinno tendr talo cual comportamiento:pa-sar de!silogismo, de lalista de los acontecimientos, de lareglade sintaxis, etc. (y por tanto delalgica,dela histo-ria, dela gramtica, etc.). El cristianismo contribuyealadesaparicin del volumen(o rollo), poco adccuado para lalectura litrgica y de escasa carga, yla supremaca del c-ESTOMATARI,SO [23dice contribuye a la delcristianismo sobre los cultos p a g a ~nos. Los dosfenmenosse coproducen. Sinimprenta,nohay Reforma. Sin Reforma, no hayimprenta a gran escala.PierreLvyhizoun excelente anlisis de esta cuestinno tan espinosa como se cree: En ecologa cognitiva, nohay nicausas niefectos mecnicos, sino ocasiones y acto-res. Lasinnovacionestcnicashacen posible ocondicio-nanla aparicinde talocual fonnacultural (nohay cien-cia moderna sinimprenta,nohay ordenadorespersonalessin microprocesadores), pero no las determinannecesaria-mente. Ocurreunpoco como enel mbitobiolgico: unaespecie no se deduce de su entorno.Evidentemente, no ha-briapeeessinagua, peroel marnotendrapor questarobligatoriamente pobladopor vertebrados, podra habercontenido nicamente algas y moluscos.'l Elfactor tcni-co ser entonces considerado comouna condicin neccsa-ria peronosuficiente. Esla mitaddeloeficaz, ydelrestose encargael entorno, demaneraquepodcmosdecir deunainnovacinloqueunautordicedelahicrba: crecepor el entorno. La geometranonaciespontneamentede una superficie de inscripcin,ni la mecnica celeste dela simple superposicin delistas y grficos.El ejemplodelaimprenta esbanal (ydiolugar aunaobra clsica dc ElizabethEisenstein). El mundo chino des-cubri el principiodclaimprenta(comoel secretodelafabricacin delpapel) cinco siglos antes queEuropa.Perola ideografia china tienemilesdecaracteres (ynoveinti-sis); la economia desconocelaprensacontuerca(la delos viadores, que volver a utilizar Gutenberg como pren-sa debrazo),ynotienemetalurgia significativa; peros o ~bre todo, unrgimendespticopropensoalmonopoliodeEstado, queno sefia del comercio y selimita a reproduciralgunos clsicos(religiososodinsticos)nonecesitaun11. PcrrcLvy. I"es /echn%giesintellecluelles, Pars, La Dcou-verte, 1990, pg. 169.1241J\T1WDUCCINA LAMEDlOl.0GfAmultiplicadordepensamientocomose. Por eso, laim-prentamodificla mentalidadmedieval yno laculturachina. De la misma manera que la variabilidad delvirus vaenfuncin del terreno de acogida (10 que provoca el SIDAenelhombre resulta inofensivo para el chimpanc), la va-riabilidad de un efecto cultural se explica por el grado deapetencia () de resistencia a un entorno (que tambin cuen-taconsusdefensas inmunitarias). Latcnicaautoriza, elentorno filtra y elhombre dispone, de tal fonna que la mis-ma proposicin de equipamiento resultar epidmica en unlugar ysin consecuencias enotro. Elterrenochinodelsi-gloXI nopudofertilizar ni hacer crecen) loscaracteresmviles que aparecieron en el sigloXIV en la otra punta delmundo, pasando, esos, dela maderaal plomo, Laxi lografia (impresindefigurasytextos con planchas de maderagrabadas enrelieve)bastaba en China para una modesta demanda de impresiones, porque no exiga unafuerte inversinymantena deformanatural lafiliacincaligrfica, En el mismo orden de cosas,los helenistaso b ~servaron que el entorno micnico delsigloXII a.C, no hizocrecem la notacinlineal fontica delpensamiento. Con-fin elinvento al mbito real, en manos de una casta de es-cribanos, confinesdecontrolburocrtico. El entornoate-nienselorecogi, unos siglosmstarde, ytransform elproccdimiento dearchivodelos sccrelos en elrecinto pa-laciegocn mediode la publicidaddc las leyes yde laigualdad cvica en el gora. Los historiadores sueleni n f r a ~valorarlos impedimentosfisicos, para aumentarlosmr-genes demaniobra delas sociedadesylos suyospropios,pero la notacin del historiador del tiempo, elingls DavidLandes, parece correcta: El reloj noprovocuninterspor la medida dcl tiempo; el que condujo alinvento del re-loj fueelinters por la medicin del tiempo.12 La deman-da era la delentorno monstico que, estimulado por las re-12. David Landcs, L'ht'lII'e 'fU 'il esl, Pars. Ciallmard, 1987, pg. 98,ESTOMATARESO 125formas benedictina ycisterciense, necesitaba un instru-mentodisciplinarioquepermitieracada diaunacelebra-cin puntualy regular delos oficios cannicos. Los telo-gos oponen, y con razn, la Rracia suficiente, que brinda laoportunidad dehacer el bien,ala Rraciaejicaz, queper-mite realizar el bien. Reloj de peso, molino de viento y mi-croprocesador pertenecen a la primera categora.Un ejemplo ms actual: laRed. El entorno norteameri-cano y especialmente el californiano, impregnado porlosideales y las tradiciones de la se(f'-reliance (Emerson) y delgrass roots (el grupo activista local), se adaptaba perfecta-mente alflorecimiento delos se(Fmedias.Un pas descen-tralizado, acostumbrado a la civil desobedience y donde sepercibe al individuo como nicoresponsable de simismo,est mejor annado que un pas de tradicin estatalista y ja-cobina (sinhablaryadelassociedadestotalitarias)parahacerfrente alascoaccionesdela alienacnpiramidal,para inventar y adoptar la red todos-todos (Internet), contraelmodelo considerado autoritariodel broadcast (uno-to-dos). El nicho apela a la innovacin -necesidad econ-mica, onricaymoral--que,acambio, confortar yam-plificar susrasgosparticulares (buele de retroaccin).Con el auge delsptimo arte se produce algo pareci-do. El invento delos hermanos Lumiere (eldesfile de im-genes animadassobreunsoporte celuloide) nocreelcine. Lo queprovocarla aparicin deunartea partir deundivertimentodeferia, yuna cultura deplenoderecho(la cinefilia) a partir de una simple curiosidad, ser elaa-didodeunnuevomecanismoqueacoplaunmovimientode rotacin (la manivela) con un movimiento de traslacin(el avance de la pelcula) y una antigua aspiracin relativaa losespectculos edficantes. El camino que conduce delcinematgrafo (1895) a la cinemateca (1936) p a ~ \ U b a por elcine-club (1920). Esdecir, unacreacindel proselitismosociocristiano (las primeras revistas ylas primeras crticasde cine son catlicas) y, despus, del progresismolaico del126 INTRODUCCiNA LA MEDIOLOGfAFrente Popular (las dos ramasseunen). La ideologa.via a la invencin, el cinela utiliz en seguida, dala y alzndola ala categora de cultura. l.'E!mito dela comunicacinvisible oculta el factorin-visible delasmentalidades. Nuestraspantallas ocultan elmedio, como McLuhan a Taine; el cual, ciertamente, se ha-cauna idea demasiadofsicaynaturalista. 14Ya sabemosqueel tiemposocial determinael tiempotecnolgico, ynuestroentornomental dctcnninala seleccin yeluso delos medios de comunicacin. Cada entorno se quedar conlainvencin queleresultems pertinente yquemenoslodesestabilice. Nada automtico. Adems de que un indivi-duo siempre puede construirse una burbuja aparte en una(e incluso optar por descomunicam), elsen-tido deuna tcnica puntera jams est dado en su origen,ni est garantizada sueficacia. Notrae consigo sus cone-xiones desencadenantes. El microprocesador fueinventadopara dirigir losmisilesyhacer la guerra, y nopara pacfi-cos pe y californianos peace and love. ElMinitel no fueconcebido para los contactos erticos, yEdison se llev unchascoalver cmo sufongrafo, destinadoen unprinci-pioa difundir la altacultura(peras, teatros y grandeshombres),difundala msicaligera. Hay unainfinidad deejemplosparademostrar hastaqupuntolalgicadeluso (JacquesPerrault) prevalecesobreel mododeem-pleodelosprogramadores.15 Nohayqueplantearunen-frentamientotrmino por trmino (TcnicaversusSocie-dad), quesupondraunaautonomatotal del desarrollotcnico, cuando slo observamos ajustes mutuos aleatorios13. Monique Sieard, L 'amUle1895, {'imuge carte/ce entre voir etsavoir, LesEmpcchcurs de tourner en rond, 1994.14. Vase Fran}Internet,ESTOMATARI-'sO 139cuyo desarrollo escap por completo delas manosdelosresponsables. Nadie puede decidir culessernlasre-percusiones.sta esla broma de las espirales cronolgicasy de los retornos de generaciones, que hace quc la primerasurja dela ltima (por ejemplo cuando el CD recupera ve-tustasgrabaciones de discos de78 revoluciones de Cortoto Toscanini, queel microsurcohaba relegadoalolvido).Cruce satricodelas cadenas causales(el hornomicroon-dasyel descenso dela nupcialidad, el rayohercianoyelderrumbedelcomunismo). Hiroshima, Chemobil, mareasnegras, efectosperversos, dependencias, peligrosno con-trolados: la poca de las tecnociencias tiene materia pa-ra alimentar laincoercible tecnofobia de las almas. El cre-ciente progresode las herramientas puede inquietar, esverdad. Lo cual no deberaimpedir vivir ypensar endosideas contradictorias: la tragedia de hoyesla tcnica (y yanolapoltica, comosostenaNapolen), porqueorientanuestras decisiones yescapaanuestro poder dedecisin.y la segunda: si la fatalidad exste, sus peripecias soncuando menos, bastante estrambticas. Si tenemos encuenta queburlarse delasintencionesy desbaratar las ex-pectativas formanparte, desdela poca griega, delos atri-butos dela maldad divina, estasideas opuestas se llevarnbien. Otra razn para situar~ ( e l horror tecnolgicO bajo elsigno dela risa: la deDionisos jugando a los dados.Dado que toda creacin es en primer lugar fabricacin,no es de extraar que los artistas se hagan preguntas sobrela fbrica antes que los tericos. Se les paga para saber quela emocinespiritual depende de menudencias muymate-rialesyquenosepuedepcnsarensumensajcsinantespensar en sumedio. Unafamiliaridad diaria conel pintar,elesculpir, elrepresentar, el rodar, les enfrentaalosme-dios delos que disponen. Enliteratura, la vena de losp o e ~tas, delosartistasplsticos dela lengua (Mallarm, ensubsqueda dela Gran Obra,trabajalosblancosylasfuen-tes, la compaginacin y elformato). Ms que el prosista, el[40 1C'J'I'l{(Jl)UCC]N A LA MElllOLOofApoetase beneficiadel cortocircuitodeslumbrantede laimagen, enchufadoal inconsciente (personalycolectivo),y por tanto menos expuesto alincurable retraso delas pa-labras, Dcloquc se desprende, enmcdiologa, la mayorlucide7de los lricos, consus dotes premonitoriasparasentiD) latecnologa emergenteysusposibilidades. Lohemos visto muy bien cn elcinc, el arte delro. En Fran-cia,los primeros en intuir su futurofueronlos poetas, cuan-do ningn espritu serio le prcstabaatencin; Reverdy,Desnos, Cocteau, Aragon. Lucgo, veinte aosmstarde,fueronlos escritores, empezando por Malraux y Benjamin.y finalmente, otros veinte aosmstarde. losfilsofosapartir deMerleau-Ponty. Acabamos deverla mismapro-cesin o sucesin frente a la infonntica,pero Con unsen-sible acortamiento dclosplazosdedistraccin(Roubaud,el Oulipo, JouffroyyButorexpresaronenseguidasuin-ters).Eso no significa,nimucho menos, que no se pueda ob-tener nada dela filosofia clsica. Incluso de Descartes, queexhorta a recorrer con mtodotodaslas artesoprofesio-nes de los hombres, incluso las menosimportantes, y sobretodo aquellas que manifiestan o suponen orden. (Regla XdelasReglas parala direccindel espritu) y queno de-sestima dar unrodeoporel objetoparasalir del espacioformal delas razones;e incluso deKant, a quien debemosunbello elogio dela agenda como mnemotcnica (Antru-pologa desde el punto devista pragmtico). Observemos,sin embargo, quelas aportaciones ms significativaspro-ceden de los inclasificables francotiradores del pensa-miento, personas desplazadas en filosofia, fuera de las vasmarcadas, como Hobbes, el viajante hereje, condenado poratesmo, Pascal (el inventor dela calculadora y creador dcla primera sociedad de carrozas pblicas), oVico (durantetanto tiempo desconocido). Leroi-Gourhanno pas por lasescuelas.YBenjamin fueun ensayista marginal al que na-die tom realmente en serio en su tiempo (ni enla Univer-ESTOMATARA ESO 141sidad ni enla NRF). Se ocupaba demasiado dclefecto pe-queO)) (como el timbre dcl PanoramaImperial deBerln,unos segundosantesdequcdesapareciera la imagen, elpasaje cubierto conalumbradodiurno, el trucO)) deDa-guerre, el jiraftsta en elestudio,cte.) y no suficientementede las grandes causas.2"Para volver ala actualidad dela comunicacin, tene-mos quecitar, evidentementea. Cahiers de mdi%gie, n" 6, Pars, Gallimard.27. (,La sociologa no poda aparecer antes de que se adqurieraelsentmento de quelas sociedades, al igual que el resto del mundo, es-tnsometidasaleycsquederivannecesariamentedesunaturale7a yque la expresan. Ahora bien, esta concepcin ha sidomuy lenta en for-1l1arSe. l1urante siglus, loshombreshan credo queinclusolos minera-lesno estabanregidospor leyes detlnidas, sino que podan adoptar to-das lasformasy todas las propiedades posibles siempre que se aplicarauna voluntadlosuficientementepotente. Sepensaba quealgunasfr-mulas o algunos gestos tenanlavirtud de transformar un cuerpo bruloESTOVlATARA l, SO La anatoma delhombre es una clave parala anatomadel simio, observabaMarx, indicando, como buen nista: Lasvirtualidades queanuncianenlas especicsmalesinferiorcsunaformasupcrior slo sepuedenenten-der cuando ya se conocela formaElhroadc(lstunilateral de la televisin herciana desvela sus propiedadesretrospectivamente, conla redinteractiva del ordenador, yla pantalla a domicilionosha desveladolasingularidad dela congregacin dela granpantalla. Tal eselmovimientoretrgrado de lo verdadero (l3ergson): las propiedades delmediosiguiente descubrenlas del precedente (al quedes-tronan). El ordenador individualizante (entre otros gadgets)nos pone en guardia contralo quehaba demasificante enel bombardeo unilateraldel dispositivo difusim).El historiador de las ciencias AlexandreKoyr observque habiendo sufrido dos o tres crisis profundas ennues-tramanera depensar[... ], somosms aptosquenuestrospredecesoresparaentender lascrisisy los problemasdeantaO)). Las recientesmutacionesdenuestrosmbitosdeinteligencia noshacenmssensibles alasdiscontinui-dades, a los cambios deentornosy de tecnologasintelec-tuales dequelohubisemossido entiemposde ComtcydeDurkheim; inclusoa los cambios ocurridos enun pasa-do lejano y del quc no se poda medir la importancia. De lamisma manera, las conmocionesactuales nos abren losojos acerca delas mutaciones logsticas de ayer y anteayer,en un ser vivo, un hombre en un animal o enuna plama,y al revs_Es-ta ilusin. por la quetenemosuna espee deinclinacininstintiva, de-ba persistir naturalmentedurantemuchoms tiempl} enel mbitodelos hechossociales. Enefecto. al ser muehomscomplejos, el ordenquepresentanes muchomsdilicil depercibir y, portanto, tenemostendencia a ereer que todo10 que ocurre enlo social se produce dema-neracontingenteymsomenosdesordenada.}, la expedicin.El modus operan-di nos parece ms revelador que el opus, aunque el segundo,de hecho, no adquiere sentido ms que con el primero.Bajoesta perspectiva, lo largo y lo corto, no son, por ejemplo mo-dalidades estilisticas (ms o menosinsustanciales) sino op-ciones que conllevan el tondo(el mspor elmenos). Enlabalstica literaria,la abreviacin optimiza la expedicin. Laretrica del total pennitc alargar elalcance de los mensajes.Rousseauen el Emilio(1762), dice,sobrela elocuencia delos Antiguos, que(, diraOrgenes (antes queAgustn). Lapalabranotiene nada quepueda escandalizar al medilogo, que tra-duce: fuera delcanal, nada dc mensaje. Inclusola protestaantiec1esial queconstituy el movimientoprotestante, se-dientodeuncontactoindividual ydirectoconlaPalabradeDios (fue posible por laimprenta ylosiniciosdela fabetizacnde lasciudades). Sinembargo, enellatam-bin ha tenido que darse, desde los orgenes, un organigra-ma, asambleassinodiales, una jerarqua. Al principio, laReforma notuvolugar enlamentedelos fieles para en-gendrar seguidamente, en un segundo momento, pastores,templos, snodos, Ginebra y hogueras. Ella estuvo de golpeinvestidapory enunasprcticas colectivas deorganiza-cin;los dos momentos no compusieronms que uno. Sin166 INTROI)IICCINA LAMhIJIOI.nGAdudalasIglesias protestantes nosonmediadorasdelo di-vino (tal comolaIglesia catlica)ysu jerarqua esascen-dentey nodescendente(poreleccinynopornomina-cin). Calvinismo y luteranismo no han escapado. sinembargo, alanecesidad dela clausura, delarelacindeorden, ytinalmente.dela ortodoxia. Ysitodo nohubierasidoms que pncumatologa (Espritu Santo) yun arreba-to carismtico, silno hubiera tenidounlugar para lasle-yes, un canon, sanciones y una disciplina, la primacaacordada por losfundadoresa la gracia, a la conciencia y alainterioridadnosehubierapodidotransmitir, sinduda,hastanosotros. El precio quehay quepagar sellama Mi-guel Servet, quemado vivo por hereja. Como si el calor delainspiracin original nopudiera sobrevivir msqueporsu contrario, unfro temor institucional.De aqu sesigue ----Encarnacinobliga-que cual-quiera que se consagre a la transmisin deviene ipso factosecretario enla organizacin. Esta contrariedadsepuedeleer enlahistoria delos clrigos de antaoydelpresente(lejosdelasposturas edificantes delaprofesin). Apesardela asuncin del intelectual enespritu puro -un camu-flajeventajosocomoesetrminotantramposo de, pasandopor el tratamientode, laapertura deuna, el derecho a, todo es a partir de ahora informacin,inclusoelconocimiento. ltima amalgama, quevemosprosperar hasta en ciertos medios pedaggicos (donde setiende a pensar queel ordenador puedehacer el trabajo,PARAQUlJNAMEDlOLOGA'!delprofesor), y que entraa graves riesgos. Conviene re-montarsehastalos rudimentosparaverclaro. Quesentonces la informacin'! El tnnino se emplea en variossentidos, segn elcontexto.Enel sentidoteariadelainformacim, (Wicner,Shannon), noesuna cosa, perotieneun tamaomate-mtico, determinable estadsticamente, que se puedepresentar como el reverso de una probabilidad deapari-cin. Medir esta cantidad (o nivel de reduccin dela in-certidumbre) exigelapuestaentre parntesis detodocontenido de sentido para al.:ercarse nicamente a la mor-fologadela seal. Este empleo cientfico, el nicori-guroso,no es el dc la lengua corriente.En el sentido corriente, de medios de informacin,la palabra designala noticia que divulga un hechoounacontecimiento, verdadero o ficticio, con la ayuda dc pa-labras, desonidoso deimgenes accesiblesal pblico.En ingls, se dice news y cn alemnNachricht. El uso seha extendido, en primer lugar, a la publicacin, y ense-guida al objeto mismode una comunicacin. Nos desli-zamos, entonces, del mensaje alos datos,alos elemen-tos constitutivosdeun conocimiento odeun juicio. Deahla posible confusin entre dos universos:el periodis-moy el saber.Es el momentode recordarque, si los saberessenutrende informacin, nole son sin embargo irreducti-bles. Saberque(tal acontecimientosehaproducido),noessaber (por qu seha producido). Lainformacines fragmentaria, aislada, disparate. El conocimiento esun actosinttico queunifica la diversidaddelosdatosempricos, reconducindolosala unidad deun princi-pio de construccino de una norma de apreciacin(elconocimiento viene de dentro, la informacin de fuera).Existe un orden razonado de los conocimientos, que seconstruyen, aumentanyseadquieren pasoapaso, me-tdicamente(laidea demtodoesajenaa la informa-cin). Una informacin, finalmente, no puede dar cuen-ta de suproceso de cngendracin, lo que hace, pornaturaleza, el saber.271272 INTRODUCCiNALAMEDlLOGfAIndependientemente de estas consideraciones de or-den epistemolgico. que apenas sehan esbozado, el me-dilogoseatendracuatroobservacionesprcticas, sinotriviales:l. El valor de unainformacinest indexadoeneltiempo, quela devala. La noticia es fresca ono es,y miperidico, que cuesta 7francoshoy,novaldr nada ma-ana. La carrera por la infonnacin, entre agencias y pe-ridicos, esunacarrera develocidad. Unteorema, unaley, tendrn, en cambio, el mismo valor maana que hoy.Nohan de ser proporcionados en el tiempo.2. El valor de una informacinestdeterminadopor el pblico al que sedirige. No hayinformacinens misma, no existe ms que por un medio dado. Lo queesunanoticia enAustralia, nolo es enFrancia, y cadapais, mediooindividuo, se fabrica, dealguna manera,su peridico, enfuncindeloque es pertinente, ono,para supropio mundo. El conocimiento, por el contra-rio, es algo ms que una resonancia oun espejo. Su valorno est en funcindesu medio de recepcin (EuclidesoNewtonson, por derecho, materia que hay que ense-ar en todosloslugares o momentos). El enunciado l-gicoocientficosepuedeseparar del dominiodesuenunciacin.3. La infonnacinnotieneinstancia de llamada, susuerte se juega enel instante: si el despacho AFP no seretoma enel peridico, si no pasa ala actualidadysussoportes, se pierde para siempre. Debe y puede ser veri-ficada, recuperada, confrontada a otras, pero en un breveplazo,bajo la presin de la concurrencia, y dentro de loslmitesdelaaccinencurso. Unconocimiento, por elconlrario, est abierto alfuturo, se integra en un procesoinfinito y, desapercibido desde su aparicin, podr siem-preser reconocidoyrecuperado despus de haber sidoenunciado.4. La infonnacin, las! hu! no! leas!, es una mercan-cia. Sevendeysecompra, porquecuesta cara(timeismoney), y cada vez ms (redes de corresponsales y ser-PARAQUUNAMliDIOLOGfA?vicios de difusin). Tambinlas agenciasylos peridi-cos (de infonuacin) sonempresas econmicas, depen-dientes deun mercado enel que existe un altonivel decompetencia. Comose ha dicho quela inteligencia eseso que miden lostesb>, se puede decir, con ms juicio,quelainformacin, esloquevendo. Unainformacinque no puedo vender a nadie, no es infonnacin. En con-trapartida, 2 + 3=5, el segundo principio dela tennodi-nmica o e= mcl, no constituyen objetosrentables, in-sertados en las relaciones de mercado. Escapan pornaturaleza alos mecanismos dela oferta y la demanda.Sin duda, la sociedad dela infonuacim>, puede fa-vorecer el auge del conocimiento, y las NTIC, favorecerel acceso deun mayor nmerode personas al saber (te-leeducacin, nuevos procedimientos devalidacin, coo-peraciones multimedia). Aunque sera cuando menosaventurado ver en ello el sinnimo de una sociedad pe-daggica.273Acaso no vemos cmo pedagogos y expertos en di-dctica recuperanla idea de quela Escuela es unaparatode comunicacin como otro cualquiera, y que deberat o ~mar su modelo de los otros, ya que es claramente, por prin-cipio y estado, una institucin de transmisin, de donde sederivanotros imperativos (y sobre todo el de cruzar la se-paracincon el medio ambiente meditico, utilizando,aunqueasumanera, determinadossoportescomoel au-diovisual, elvdeo oel numrico)7No es cierto que se ven ministros, empresarios e ide-logosinfluyentes que confunden soberbiamente las nocio-nes de informacin y de conocimiento, opuestas completa-mente (vase texto de las pgs. 224-225)7 ste es el tipo deprecipitaciones que pone en peligro no slo la Escuela en laciudad, sino tambinla misma integridad de una cultura.Sin lugar a dudas, en la educacin, la desestructuracindel sentido crtico debido a los efectos sonoros que rodean274 r""TRODUCCIN A LAMED[OLOUfAla comunicacin que cubrcm> (en todos las acepciones dela palabra), el orden comercial resulta ser ms nociva.Esos descuidos debidos a conflictos deintereses nutren losequvocos. a menudo jugosos, como el de quienimputa talocual deber a un ensimo dficit de comunicacim>,cuandolo msrealista sera imputar un demasiado-lleno,con el dficit de transmisin correspondiente. Buscando lasalida de la crisis y la restitucin de los vnculos socia-les en el mbito de las nuevas tecnologas y las nuevas re-desdecomunicacin,bien podrala ideologa oficial vol-verles la espalda sin que lo advirtieran. Resulta cabaltemer queuna cultura de flujo ala queuna sociedad dieraplenos poderes (privndola del contrapeso de las culturasde aprovisionamiento) puedaagravar notablemente ladeshistorizacinde laactualidad. Ladesaparicinde laperspectiva histrica estimula denuevolasfracturastni-cas, y toma frgiles los vnculos cvicos. Cuando unhom-brc ya no pertenece a su tiempo, llega un momento en queya no pertenece tampoco ala humanidad (lo universalad-vieneporlahistoria, contrael [olelor). Cualquier poderque, enlaactualidad, dctentelaindustriatelevisiva, porms que sea mundovisim), es poder quetendr maanala balcanizacin dela Tierra.Apuesta por la civilizacin? Remitamos denuevo es-te trmino grandilocuente a la Tierra, a las cuestiones prc-ticas inmediatas: lacotidianidaddelademocraciaysusaplicaciones en nuestra vida diaria. La inquietud mediol-gicano apela slo ala ardienteobligacin de transmitir, yde saber claramente qu es lo prioritario enlo que hay quetransmitir. Puedecontribuiralatomadeconcienciadelmayor desafio delmaana: cmo concebir una poltica dela transmisinsinose da una poltica de la tcnica, es de-cir, uncontrol deloincontrolado? Decisiones libre y c o ~lectivamentedeliberadas acercadecuestiones decisivaspara nuestras vidas sin que nosotros participemos de la in-formacin, el debate yla decisin?Lasrevoluciones tec-,PARAQUUNAMED]OLOGiA? 275nolgicas,lo vemos a diario,asestan pualadas traperas alpueblosoberanm>. Perversososaludables, sus efectos,comoun alud de nieve, puedenreducir al poder pblicoya los controles legislativos a la nada. No ser que despusde 8alzac el poder de modelar la vida,si no de cambiarla,ha cambiado subrepticiamente de manos? No busquis elpoder en los palacios dela Repblica, ni cn las salas de re-daccin: est dondelas batasblancas, enloslaboratorios,centros deinvestigacin, operadores highlechoLa tecno-loga es la que marca el comps.Lo curioso es que ningnelector ha sido convocado jams avotar afavor oen con-tra deInternet, afavoroencontra delaproliferacin delas autopistas, a favor o en contra de la liberalizacin de lostelecoms. Escierto que se puede hacer la misma observa-cinacercadelasbifurcacionesdeanteayer. Nosesabeque,ensu momento, sepublicara ningnmanifiestoafa-vor o en contra dela electricidad; ni programa mquinadevapon), si aesovamos. Hastaestas innovaciones secontemplabanaunadistanciaprudencial. Yanoesmo-mento deferrocarriles, de cables telefnicos y de entraa-bles emisores derayoshercianos. Lasnuevas c o n d u c c i o ~nes se surtende lodesmaterializadoyloinvisible. Losdiscos duros, la microelectrnica, laoptrnica, escapantanto alojohumano comoalossatlites geoestacionariosy a los chips de silicio. Todo cuanto pennite escuchar, ver,hacenne escuchar, hacenne ver, desplazanne, infonnarme,intercambiar, alimentanne,y que no se ve.Ciertamente, nohacefaltaser tecnfobootecnfilo,eufrico ocatastrofista para tomar conciencia deuna rup-tura originaria entre las dos dimensiones de la evolucin. Elpartidolo eligeuno, el mediohay quesoportarlo. Elegi-mos a nuestros diputados gracias aun programa oun pro-yecto, para una circunscripcin detenninada. La mquina,ya sea a vapor, elctrica o infonntica, no est circunscritaaun sustratoterritorial; sus caractersticasyprestacionesson universales. Las opciones polticas se discuten, yla ley276 lNTROIlL'C{'IN A I A MliIJIOL(}(:j,\sedelibera en comn, dentrodeunmarconacional ofe-deral. I.as opciones tecnolgicasno son materia dedeba-tepblico, enningnmarco. Lasinnovacionesson, a lavcz, aleatoriasensuaparicinyapremiantes ensusim-plicacIones. Sinmotivoysinpiedad, contingenteseine-xorables. Invadcnlas sociedades cortocircuitandolosEs-tados y, porconsigUIente, deslegitimndolos. Sinduda,stos se esfuerzanporfmentar, repartir crditos y vigilarlos desbordamientos. Pero cada vez esmsfrecuentequelo que estcnicamente ptimose imponga sobrelo queessocialmente legtimo. El dominio deloobligatorio depen-dc. cadave/. enmenormedidadelaleyodel reglamento,deladircctiva.seasta europea ono, o dela autorizaei6n,ylos actoresprivados,sinrostro, sin direccin exacta,conunaSIglapor nombre, resultado de alianzas entre grupos odelwgemonias industriales(normaGSMenlatelefoniamVILnorma i\TMenlas redes dedbitoelevado, etc.)illlponende je/olIormas, protocolos yestndares. ,LasIllClhdasarbitrariashabrnmodi fcadoel panorama'? ,Se-rquetienenraznlosquesepreguntan: ,Sobre qude-cldcn rcalJnente los que deciden por nosotros'!.,qu hacecl legisladorfrenteal ingeniero'?) esunacucs-lilIlllhercntc ala propia sociedad tcnica;es tanvIeja co-1110 el pero ,qu hacela polica'?). Ya era una cuestin se-nadespusde la primera Revolucin industrial; hoyendia, el poder quchan cobradolos susodichos poderes pue-de serIllOllVO dcangLJslli1. Puesel condicionamicntotc-lllCtlschaconvertido cn constitutIVO del futuroy de nues-Ira 1ll1Snl, Revue des sdences religieuses, CCVIII, n 4, PUF,1991.2K4INTRODUCCiNA LAMFi)!OI,OGfA-, (Christianismc el philosophic, [a subvcrsion foodatricc originaire,Angcrs. ConferenciaorganizadaporSociteangevinedephilo-sophic, 1999.-, L 'I/venlionduChri.\'/, gel/ese d 'unere!igion, Pars, dileJacob,1998 (trad, casI.: Lainvencin de Cristo. gnesis de una religin,Madrid, Nueva, 1998).Sicgfried, A., /linuires de con/agion.\". pidmies el ido{ogies, Pars,Armand Collin, 1960.Simmcl, G., Latragdie de la cullure e/ (futres essais, Pars, AnnandColljn, 1960.Captulo 3.Esto mataresOl>Acot,P., !listoire de ( 'c%gie, Pars, PUF, col. La Politique clatc,198R (trad. casLHistoria de la ecologa, Madrid, Taurus, 1990).Bcrquc, A., Mdium'e, de mili(!/lx en paysage, Gap, Reclus, col. 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