Deconstruyendo a Darwin - Javier Sampedro

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  • ste es un libro sobre el problema de los orgenes, o sobre los mltiples problemas de losorgenes. Y, sin embargo, este libro quiere mostrar que la idea de Darwin es imperfecta: unmagnfico intento inicial de atacar el problema de los orgenes, pero formulado antes de quese descubrieran las ms elementales leyes de la gentica, de la estructura celular, de labiologa molecular y de prcticamente cualquier rama actual de las ciencias de la vida. Elltimo siglo y medio de biologa ha sido uno de los perodos ms vertiginosos y reveladoresde la historia del conocimiento, y las dos ltimas dcadas de gentica han puesto patas arribanuestras ms arraigadas preconcepciones sobre la evolucin y sus fuerzas. Con un estilodirecto y simple la sencillez del experto, Sampedro ha elaborado una sntesis de todaslas teoras clsicas de la evolucin y sus mecanismos a la luz de los nuevos conocimientosproporcionados por la biologa en las ltimas dos dcadas. En conjunto, el libro proporcionauna visin lcida y sinttica sobre el hecho evolutivo, su origen, sus mecanismos y susimplicaciones. Todos los personajes relevantes estn ah, sus ideas y sus hallazgosexpuestos y valorados, todo ello engarzado con gran lucidez.

  • Javier Sampedro

    Deconstruyendo a DarwinLos enigmas de la evolucin a la luz de la nueva gentica

    ePub r1.3ultrarregistro 26.12.13

  • Javier Sampedro, 2002Ilustraciones: Javier SampedroRetoque de ilustraciones: isytax, ultrarregistro, Radicalevel y PiolinDiseo de portada: Jaime FernndezRetoque de portada: rimmer

    Editor digital: ultrarregistroCorreccin de erratas: WarbirdePub base r1.0

  • APrlogo

    principio de ao recib una llamada de Peter Lawrence desde Cambridge:Oye, sabes algo de Javier Sampedro? Tengo que hablar con l y no lo encuentro, ni

    contesta a mis llamadas.No me preocup mucho, conociendo los hbitos moderadamente bohemios de Javier, pero llam a

    la redaccin de El Pas y recib una respuesta evasiva y algo misteriosa:Javier no est y no vendr por la redaccin en algn tiempo.Esto me intrig. Dnde estaba Javier? Se haba adherido a alguna secta religiosa de su

    invencin? O estaba de gira con un cuarteto de jazz? Finalmente di con l y con la respuesta a sudesaparicin: Bueno, estoy escribiendo un libro, me confes con el leve tartamudeo de aquelloscuya mente va siempre por delante de las palabras. El libro en cuestin es precisamente el que ellector tiene en sus manos, para el que Javier acaba de pedirme que le escriba el prlogo. Vaya pordelante que ste es el primer y seguramente el ltimo prlogo de mi vida.

    Pero djenme presentarles al autor. Javier Sampedro es un personaje nico en muchos aspectos.Lector incansable e indiscriminado, artista muy dotado (uno de sus cuadros honra mi despacho; otroel saln de casa), inquieto por naturaleza (algo mitigado ltimamente por influencia femenina), yo leconoc hace ms de veinte aos, cuando era el alumno ms brillante de Biologa de la UniversidadAutnoma de Madrid. Obtuvo su doctorado, y posteriormente me gusta pensar que en parte graciasa mi intervencin se march al mtico Laboratorio de Biologa Molecular del Medical ResearchCouncil en Cambridge, Reino Unido. se es el sitio donde naci la biologa molecular, y el lugar detrabajo de los fabulosos personajes que dieron a esa disciplina sustancia y estilo: Brenner, Crick,Perutz, Kendrew, Sanger, Klug, Bretcher, Lawrence La capacidad de asimilacin de Javier esnotable, y su exposicin a semejante ambiente marc su percepcin de los problemas biolgicos. Estapercepcin impregna el andamiaje intelectual de esta obra.

    Este libro no trata de los recientes y extraordinarios progresos de la biologa y su impacto en lasociedad, ni de cmo van a ayudar a combatir el cncer, el envejecimiento o la enfermedad deAlzheimer. Javier pudo haber escrito sobre estos asuntos con gran autoridad basta leer sus crnicasdel El Pas para comprobarlo, pero el asunto central aqu es la evolucin, posiblemente el temabiolgico ms manido y sobre el que existe una bibliografa ms apabullante: deben haberse editadodecenas de miles de estudios sobre la materia. Adems, aunque no existe consenso total sobre losmecanismos, s que lo hay sobre el hecho incuestionable de la evolucin: todos los organismos delplaneta tenemos un origen comn. Por qu una persona inteligente como Javier habra de perder eltiempo en escribir otro libro sobre la evolucin? What a mad pursuit, que dira Crick.

    La respuesta es que an hay cosas nuevas e importantes que decir, y que nadie las ha dicho hastaahora. Con un estilo directo y simple la sencillez del experto, Javier ha elaborado una sntesis detodas la teoras clsicas de la evolucin y sus mecanismos a la luz de los nuevos conocimientosproporcionados por la biologa en las ltimas dos dcadas. Aqu se funden el darwinismo estricto y elneodarwinismo, la explosin del Cmbrico con los genes Hox, las migraciones de los primeros sereshumanos modernos con los ltimos datos de secuencias de ADN, la gentica de poblaciones con labiologa molecular, la biologa del desarrollo con la paleontologa, la antropologa con el genoma

  • humano. En conjunto, el libro proporciona una visin lcida y sinttica sobre el hecho evolutivo, suorigen, sus mecanismos y sus implicaciones. Todos los personajes relevantes estn ah, sus ideas y sushallazgos expuestos y valorados, todo ello engarzado con el estilo inimitable de Javier.

    En el panorama periodstico espaol es difcil imaginar alguien ms preparado para explicar loshechos antiguos y recientes de la biologa que Javier Sampedro. l fue un cientfico brillante(seguramente es el nico periodista del mundo que ha publicado un artculo en Nature), y conoceperfectamente el lenguaje y las reglas de los cientficos. Su decisin de dejar la ciencia en el momentode mayor prestigio profesional nos llen de estupor a muchos de sus colegas una de esasmanifestaciones inescrutables de su inquietud intelectual, pero a cambio surgi el que, en miopinin, es el mejor periodista cientfico de Espaa. Una ancdota: yo estaba con Ed Lewis en unmitin en Suiza cuando se le anunci la concesin del Premio Nobel de Medicina y Fisiologa en el ao1995. Como la amistad obliga, persuad a Ed para que le concediera una entrevista telefnica aJavier, que ya entonces trabajaba para El Pas. La entrevista se celebr, y ms tarde me encontr conEd, que todava asombrado me dijo:

    Quin es ese periodista espaol que me ha entrevistado? Nunca en mi vida he conocido a unoque supiera tanto de estos temas. Hasta me pregunt por el efecto de la transveccin!

    No hace falta que les explique aqu qu es el efecto de transveccin. Bastar que les diga que espara nota: uno de los ms oscuros y difciles temas de la gentica de los Hox, los genes descubiertospor el propio Lewis.

    La biologa ha experimentado tres grandes revoluciones, cada una de las cuales ha constituido unpaso importante hacia una concepcin unitaria del hecho biolgico. La primera fue la revolucindarwiniana, que puso de manifiesto el origen nico, universal, de todas las especies del planeta,incluido el ser humano. La segunda fue el descubrimiento de la universalidad de la informacingentica, el ADN, el vehculo del cambio evolutivo. La tercera, muy reciente, ha sido la demostracinde la universalidad del diseo gentico de los animales. Esta concepcin unitaria es la que subyace eneste libro, que adems no est dirigido nicamente a los interesados en los fenmenos biolgicos. Lainfluencia y el impacto, presente y futuro, de los nuevos conocimientos y tecnologas biolgicas es detal magnitud que va a marcar pronto el propio desarrollo de la sociedad humana. La cultura del sigloXXI va a ser una cultura cientfico-tcnica, y hechos como los expuestos en este libro han de formarparte del bagaje cultural de toda persona curiosa e informada.

    GINS MORATA

  • FAgradecimientos

    ue Francis Crick quien invent el test del chismorreo: uno debe dedicar su vida a aquellas cosas delas que habla sin parar en las terrazas de los bares (Crick hubiera dicho en las chimeneas de los

    pubs, pero tengan en cuenta que el pobre es ingls). En los ltimos quince aos me he dedicado a unavariedad de trabajos ms o menos forzados, he vivido en distintas ciudades ms o menos animadas yhe sufrido no menos de quince mudanzas cada vez ms horribles alguien dijo que tres mudanzasequivalen a un incendio, as que me he quemado un mnimo de cinco veces, pero siempre me hesorprendido chismorreando sobre la misma cosa: las paradojas del darwinismo. A principios de 2001,yo saba gracias al test del chismorreo que, si escriba un libro, slo poda titularse Siete paradojasdarwinianas, y slo poda consistir en una crtica del darwinismo. Pero la perspectiva me quitaba elsueo. Cada vez que alguien formula una critica al darwinismo, le acaba apareciendo un crucifijoescondido por alguna parte o al menos alguien logra encontrrselo disimulado entre las ropas, yel impenitente ateo que suscribe no estaba dispuesto a pasar por ese calvario. Antes callar que dar unargumento a los creacionistas. Pero en el verano de ese mismo ao, chismorreando en una terrazamadrilea, mi cuada de hecho, Victoria Morn, dio con la pregunta clave:

    Pero es que el darwinismo es lo contrario del creacionismo?Pues claro le respond. Antes de Darwin todo el mundo era creacionista. Fue Darwin quien

    dio con una alternativa concebible a la necesidad de un creador inteligente.No habl ms, pero me qued rumiando y me di cuenta al poco rato de que mi respuesta era una

    falacia. Que Darwin hubiera matado a Dios no quera decir que toda critica al darwinismo tuvieraforzosamente que resucitarle (o resucitarLe). Este libro es la respuesta correcta, no falaz, a lapregunta de Victoria.

    En 1982 yo era un estudiante de la especialidad de Biologa Molecular en la UniversidadAutnoma de Madrid, y tena el darwinismo integrado profundamente en mis circuitos, cuando el tipode la pizarra se puso a hablar del gen engrailed de la mosca Drosophila melanogaster: una especie deinterruptor que encamaba la esencia de la posterioridad de cada segmento de ese insecto. Cadasegmento, segn el tipo de la pizarra, estaba dividido desde el inicio del desarrollo embrionario en dosmitades, y engrailed era responsable de que las mitades posteriores fueran eso, mitades posteriores, yno una mera imagen especular de la mitad anterior. Recuerdo perfectamente el violento choqueemocional que me produjo aquella leccin. Por alguna razn que entonces no supe entender, aquellono cuadraba con mis esquemas de la evolucin biolgica, y recuerdo que levant la mano parapreguntarle al de la pizarra:

    Oye, oye, pero eso qu es? Una especie de cdigo digital?Pues s respondi Gins Morata. Un cdigo digital, exactamente.se es el otro origen, el origen remoto, de este libro (pero deber usted leerlo para comprender por

    qu).No es extrao, por lo tanto, que Victoria Morn y Gins Morata hayan sido las dos primeras

    personas en leer el manuscrito, y tampoco es extrao que sus inteligentsimos comentarios hayanmejorado enormemente su forma final. Ya les he regalado dos ejemplares dedicados, y me temo queeso es lo nico que van a sacar a cambio del notable esfuerzo que han hecho por aguantarme. Buena

  • gente, estos dos, pero no muy buenos negociantes.Dos de mis jefes en El Pas s, hay ms de dos: los peridicos son estructuras muy jerrquicas

    saben ms de ciencia que muchos cientficos con los que me he topado en mi vida. Se llaman MalnRuiz de Elvira y Sebastin Serrano, y huelga decir que tambin les ha tocado leer el manuscrito, y quesu opinin me ha sido de una gran ayuda.

    Y sa no es la nica forma en que me he beneficiado de mi peridico. En los ltimos aos, trabajaren El Pas me ha permitido interrogar (entrevistar, decimos en el gremio, pero es lo mismo) a algunosde los mejores cientficos relacionados con la evolucin, incluidos Ed Lewis, Steven Pinker, MaxPerutz, Lynn Margulis, Radhey Gupta, Michael Ruse. Paul Churchland y, sobre todo, al gran SidneyBrenner (en esa lista hay dos premios Nobel, y otros dos que deberan serlo). Nunca he entrevistadoformalmente a Antonio Garca Bellido ni a Peter Lawrence, pero es mi orgullo haber buceado a placerpor las vertiginosas profundidades de sus cerebros. S que tuve una vez una entrevista con la premioNobel Christiane Nsslein Volhardt, pero no se la hice yo a ella, sino ella a m: para decidir si meconceda una beca de la European Molecular Biology Organisation. Decidi que s (todo el mundopuede equivocarse).

    Me falta Carmen, la hermana de mi cuada de hecho (conocen ese chiste sobre Tony Blair y JosMara Aznar?), Carmen no tiene una formacin cientfica, pero tampoco le hace ninguna falta. Haceunos aos me dijo: Ya s que todo eso son instintos, pero tengo la impresin de que lo que ahora soninstintos fueron antes habilidades aprendidas. Supe mucho despus que esa idea se llamaba efectoBaldwin, y que los cientficos de la computacin han derrochado ros de lneas de programacin sobreella. Cuando un ordenador logre pensar, ser posiblemente gracias al efecto Baldwin (creo quetambin se debe a ese efecto el hecho de que nosotros pensemos). El efecto Baldwin el aprendizajese hace instinto a lo largo de la evolucin no parece darwinismo, pero lo es estrictamente, y esoexplica en parte que Carmen diera con la idea sin haberla ledo en ningn lado. Porque tengo laconviccin de que el cerebro de Carmen es prcticamente un clon del de Charles Darwin. Ranse todolo que quieran: ustedes no saben lo que es vivir con eso.

  • Q

    1

    El darwinismo son dos cosas, y slo una es un dogmau increblemente estpido no haber pensado en ello!. sa fue la clebre reaccin delcientfico y reformador social britnico Thomas Huxley cuando oy por primera vez la idea de

    Charles Darwin. La frase, de una u otra forma, pronunciada o no en voz alta, se habr repetido milesde veces desde entonces, cada vez que un estudiante o un lector curioso haya descubierto la teora dela evolucin por seleccin natural en un libro de texto o en un reportaje de la prensa dominical. Quincreblemente estpido no haber pensado en ello!

    No quiero decir simplemente que cualquier idea brillante induzca en los dems una comprensibleenvidia. Uno puede envidiar a Platn por su caverna, a Leibniz por el clculo diferencial o aSchumann por cualquiera de sus Heder. Uno puede cocerse de resentimiento por no haber nacido conel talento de Leonardo da Vinci, J. W. von Goethe o Billy Wilder. Uno puede admirar a Cervanteshasta desearle todo lo peor. Pero nadie dice: Dios mo, qu increblemente estpido he sido por nohaber ideado la Gioconda, el Fausto o El apartamento! Cmo he sido tan imbcil de no escribir elQuijote? La no muy larga historia de la ciencia est tambin repleta de buenas ideas, qu duda cabe,pero nadie llega al bar a la hora del aperitivo y exclama: Por los clavos de Cristo, pero cmo no seme ocurri a m la ley de la gravitacin universal, o la tabla peridica de los elementos, o la ecuacinde onda de la mecnica cuntica? Uno puede admirar todas esas cosas, y envidiar a los crneosprivilegiados que las concibieron por primera vez, s, pero nadie se flagela por no haber sido capaz deproducirlas. Aceptamos que Newton, Mendeleyev y Schrdinger eran unos tipos geniales, perotambin suponemos que sudaron sangre para construir esas prodigiosas arquitecturas mentales, y noestamos por la labor de revivir sus torturas en nuestras carnes. Entonces, qu fue lo que hizopalidecer de envidia a Thomas Huxley?

    La gran aportacin de Charles Darwin al pensamiento occidental no es la idea de la evolucin,como parece creer casi todo el mundo. Esa gloria le corresponde muy probablemente a su mismsimoabuelo, el mdico, poeta y gourmet britnico del siglo XVIII Erasmus Darwin. Noventa aos antes deque lo hiciera su nieto. Erasmus Darwin ya haba formulado y voceado las lneas bsicas de la teorade la evolucin, una idea que no slo lleg a odos de su nieto Charles, sino que ha sobrevividodurante ms de dos siglos hasta nuestros genmicos das. La idea dice as: todos los seres vivos deeste planeta, con toda su mareante diversidad, con todas sus asombrosas especializaciones, provienende una o unas pocas formas muy simples y primordiales.

    Un inciso. Quisiera proponer a los fabricantes del Trivial Pursuit una nueva pregunta para suscartones: Quin fue el primer lamarckisla? Jean Baptiste de Lamarck, responder el ms listo de lareunin con una sonrisa autosuficiente. Y perder la jugada, porque el primer lamarckista fue Darwin(no Charles, sino su abuelo Erasmus). Lo que conocemos como lamarckismo, o herencia de loscaracteres adquiridos, es la idea de que las transformaciones que un individuo logre durante su vida cuellos estirados para alcanzar las hojas ms alias, extremidades aplanadas para remar mejor en elagua, dedos atrofiados por la falta de uso se puede transmitir a la descendencia. Y, en efecto, fueErasmus Darwin el primero en proponer ese mecanismo como una fuerza causal de la evolucin

  • biolgica. Digo como una fuerza causal de la evolucin biolgica porque la herencia de loscaracteres adquiridos era una especie de mito o supersticin de andar por casa por lo menos desde laIlustracin, y posiblemente desde la noche de los tiempos. Pero fue el abuelo Erasmus el primero entomrsela en serio y ponerla por escrito en un libro de zoologa. El naturalista francs Jean Baptiste deLamarck propuso tambin el lamarckismo como un mecanismo evolutivo, desde luego, pero lo hizodiez aos ms tarde que Erasmus Darwin. No es que esto importe mucho, toda vez que el lamarckismoha resultado ser una teora errnea, pero es de justicia darle a la familia Darwin lo que le correspondeen la historia del pensamiento evolucionista. El mismo Charles, por cierto, fue evolucionando desde eldarwinismo (que l mismo esta vez s haba inventado) hacia unas formas de lamarckismo muyembarazosas para sus posteriores bigrafos. Pero vayamos por partes.

    Erasmus Darwin era un desta: crea que Dios haba creado el mundo y sus leyes naturales, peroque luego se haba retirado para no volver a intervenir jams. Su nieto Charles, a quien le toc vivir enuna Inglaterra ms reaccionaria que la de su abuelo, parti de cimientos mucho menos frtiles para elpensamiento cientfico. En diciembre de 1831, cuando se embarc como naturalista en el H. M. S.Beagle rumbo a Patagonia, Tierra de Fuego, Chile y Per. Charles era un jovencito Victoriano deveintids aos, recin licenciado en teologa por la Universidad de Cambridge y convencido de laexactitud del relato de la creacin expuesto en el Gnesis. Darwin no slo crea firmemente, comotodos sus profesores de Cambridge, que cada especie animal y vegetal haba sido creadaseparadamente por Dios, y que no cambiaba jams, sino que contaba entre sus libros de cabecera conl a Teologa natural del reverendo britnico William Paley. Casi podra haberlo recitado dememoria, escribi Darwin mucho despus en su autobiografa. Paley presentaba en ese libro unameticulosa demostracin del llamado argumento teolgico del diseo: los seres vivos muestran talcantidad de signos evidentes de haber sido diseados (para las funciones que deben cumplir) que lamera enumeracin de esos signos es el ms slido argumento que puede aducirse en favor de laexistencia de Dios. Un Dios que, obviamente, haba creado cada especie en un acto separado ymagnfico.

    FIGURA 1.1: La biologa moderna naci en este barco, el H. M. S. Beagle. Su tripulacin era tan numerosa (68 personas) que Darwintuvo que dormir en una hamaca colgada en la popa.

  • FIGURA 1.2: La travesa del Beagle.

    Las observaciones cruciales que despejaron la mente de Darwin de todas esas brumas teolgicastuvieron lugar en 1835, durante el cuarto ao de la travesa del Beagle. Aquel ao, durante sus escalasen las Galpagos, Darwin observ que unos pjaros llamados pinzones eran similares en todo elarchipilago y en el continente, pero tambin repar en que cada isla albergaba slo una variedadcaracterstica de esa especie, pese a que todas ocupaban unos hbitats muy similares. Para qudemonios se haba molestado el Creador en disear una variedad ligeramente distinta de pinzn paracada isla, si con una hubiera dado ms que de sobra para todo el archipilago? Es que el Creador iba aresultar ahora ser un chapucero o un gamberro? Unos meses despus de haber recolectadoespecmenes de pinzones de tres de las islas, y todava a bordo del Beagle. Darwin escribi en sudiario de viaje:

    Cuando me fijo en esas islas [las Galpagos], todas a la vista unas de otras y habitadas pornada ms que un parco repertorio de animales, moradas por esos pjaros que slo difieren unpoco en estructura y que ocupan el mismo lugar en la naturaleza, debo sospechar que sonvariedades [] Si hay la ms mnima base para estos comentarios, merecer la pena examinarla zoologa del archipilago porque tales hechos socavan la estabilidad de las especies. (Citadoen MAYR, 1991.)

  • FIGURA 1.3: Las variedades de pinzones que habitaban cada una de las islas Galpagos encendieron la luz en la mente de Darwin:las especies no eran estables.

    El Beagle no fondeara en el puerto ingls de Falmouth hasta tres meses despus, poniendo fin auna travesa de cinco aos. Pero es obvio que Darwin, a sus 27 aos y todava a bordo del buque,estaba ya en avanzados trmites de convertirse al evolucionismo soado por su abuelo y otrospensadores, una idea hertica que ningn cientfico se haba tomado en serio nunca, pero que ahoraasaltaba al joven Charles con la luz cegadora de una revelacin. La anotacin en el diario es de juliode 1836.

    FIGURA 1.4: Darwin no etiquet bien los pinzones que haba recogido en las Galpagos: olvid asignar cada uno a su isla, y luego

  • intent reclasificarlos de memoria. Frank Sulloway enderez el entuerto en The Beagle Collections of Darwins Finches[Geospizinae], Bulletin of the British Museum [Natural History] Zoology Series, 43 [1982], (n. 2, p. 49).

    En octubre de ese mismo ao, nada ms tocar puerto en Falmouth y reintegrarse en la sociedadbritnica. Darwin puso en orden los numerosos especmenes que haba recogido laboriosamentedurante los cinco aos de travesa y los envi a varios especialistas para que le ayudaran aclasificarlos. Uno de ellos, el ornitlogo John Gould, se dio cuenta de que las distintas variedades depinzones recogidas por Darwin en tres de las islas Galpagos eran en realidad tres especies distintas,aunque similares. Si Darwin ya haba reparado durante el viaje en que la supuesta especie nica depinzones que poblaba el archipilago pareca no ser estable, el dictamen de Gould vino a revelarle queel aislamiento geogrfico poda, de hecho, dividir a la especie original, llegada del continente, en almenos tres especies diferentes. Eso ya era el colmo. En la primavera de 1837 Darwin ya habaextrapolado esas evidencias a la totalidad de la naturaleza, y estaba plenamente convencido de que losseres vivos no haban sido creados como los vemos ahora, sino que se haban diversificado desde unorigen comn a travs de pequeos cambios acumulados gradualmente durante centenares o miles demillones de aos.

    Pero esa conviccin no le bastaba. Darwin no poda dar por buena su teora sin un mecanismocausal que explicara por qu las especies cambiaban hasta transformarse en otra cosa, hasta escindirseen dos o ms especies distintas, hasta generar desde un origen simple y primitivo la sofocantevariedad de seres vivos que pueblan en la actualidad cada rincn de nuestro planeta. El filsofo de laevolucin Michael Ruse lo ha expresado admirablemente:

    [] Como corresponda a un graduado de la Universidad de Cambridge de principios deldiecinueve [], Darwin conoca muy bien cul haba sido la contribucin del cientfico msfamoso que haba salido de las aulas de su alma mter. El mayor logro de Isaac Newton habasido el concepto de la atraccin gravitatoria, la explicacin causal definitiva de losmovimientos planetarios observados por Coprnico, Kepler y otros durante la revolucincientfica. Si Darwin iba a convertirse en el Newton de la biologa (y sa era ciertamente suesperanza) tena que ofrecer causas. Limitarse a defender el hecho de la evolucin no erasuficiente; haba que decir qu era lo que haca funcionar a la evolucin. (RUSE, 2001.)

    Ese mecanismo no se le ocurri hasta septiembre de 1838, un ao y medio despus de haberseconvencido por completo de que la evolucin era un hecho. Qu ocurri en ese lapso de tiempo?Darwin estaba al tanto de los mecanismos evolucionistas propuestos por su abuelo Erasmus y por elfrancs Lamarck. Y saba que esas ideas haban sido aplastadas sin piedad no slo por elconservadurismo religioso, sino tambin por la ortodoxia cientfica de la poca. En palabras delhistoriador Philip Appleman:

    [Darwin] conoca la amarga experiencia de Lamarck, que haba tratado de desafiar laopinin convencional [de que las especies eran fijas] con una hiptesis evolucionista pococonvincente, y haba sido atacado y ridiculizado sistemticamente por la prctica totalidad delestablishment cientfico. Otros cientficos, filsofos y escritores, incluido el propio abuelo de

  • Darwin, Erasmus Darwin, haban especulado tambin sobre la transmutacin [evolucin] de lasespecies, pero, al igual que el de Lamarck, su trabajo tampoco fue tomado en serio; erademasiado hipottico o demasiado superficial para amenazar en cualquier forma grave a lacreencia cientfica y religiosa en la estabilidad de las especies. (APPLEMAN, 2000.)

    Uno de los principales argumentos de la ciencia convencional contra las ideas evolutivas decualquier tipo era que stas no podan explicar satisfactoriamente las evidentes, y espectaculares,adaptaciones de los seres vivos a su ambiente. Si hubiera sido cierto que las especies eran cambiantes,cmo podra entenderse que cada una hubiera desarrollado unas estructuras tan complejas y tantiles, tan optimizadas, tan obviamente diseadas por Dios para funcionar en el entorno en quevivan? Ese era, en esencia, el argumento del reverendo Paley, que tan bien conoca el joven Charles.

    Darwin, sin embargo, estaba muy familiarizado con las chocantes transformaciones que losagricultores y los mejoradores haban logrado con las plantas de cultivo y los animales domsticos. Ytambin saba cul era el truco: ninguna fuerza o tendencia intrnseca llevaba a las espigas a hacersemayores y ms compactas a lo largo de las generaciones. Era el agricultor el que elega las mejoresespigas en cada generacin y las usaba para sembrar la siguiente cosecha. En eso consista laseleccin. No habra alguna forma de que eso mismo ocurriera en la naturaleza, sin ninguna manoque guiara el proceso?

    Como se ve, todos los ingredientes estaban ya flotando en la cabeza de Darwin: las especiescambiaban; lo hacan gradualmente, hasta escindirse en dos o ms especies nuevas; el resultado era unincremento de adaptacin al entorno; ninguna fuerza intrnseca las llevaba a ello; en cada generacin,algo deba seleccionar a ciertos individuos y descartar a todos los dems. Qu era ese algo? Qufuerza causal poda completar el esquema? Qu poda hacer las veces del agricultor que seleccionalas semillas en cada generacin?

    Todos los muelles estaban tensados y slo necesitaban una mota de polvo para saltar por los airesal unsono. Y la clave vino de la lectura casual del Ensayo sobre el principio de la poblacin delreverendo Thomas Malthus. All se sealaba que la poblacin humana siempre tiende a crecer msdeprisa que los recursos y los alimentos. Pero entonces Cristo! sa era la clave que Darwinnecesitaba tan desesperadamente. La fuerza causal de la evolucin el agricultor que seleccionaba lassemillas no era otra que la escasez. Si los seres vivos tenan una gran capacidad de reproducirse,pero los recursos eran limitados, slo las variantes ms aptas de cada generacin (las ms adaptadas alas necesidades impuestas por su medio) sobreviviran lo suficiente como para reproducirse ytransmitir sus cualidades a la siguiente generacin. La repeticin de este proceso ciego una generacintras otra durante miles o millones de aos provocara inevitablemente que las especies fuerancambiando y hacindose ms aptas para vivir en su medio. La mera escasez de recursos haca lasveces del agricultor que selecciona las espigas. Ms an: las fascinantes adaptaciones de los seresvivos a su particular entorno, sus estructuras y especializaciones tan funcionales y ptimas, tanobviamente diseadas por un Ser inteligente, como crea haber demostrado el reverendo Paley,quedaban explicadas de un plumazo sin intervencin divina alguna, ya que el cambio gradual de lasespecies, generacin tras generacin, no consista en una deriva errtica, sino que estaba guiado porlas exigencias del entorno, y deba conducir por tanto, inevitablemente, a optimizar la adaptacin a ese

  • entorno. La principal crtica de la ortodoxia cientfica a Lamarck y los otros evolucionistaspredarwinianos haba quedado desactivada para los restos.

    Ahora s: sta es la teora de la evolucin por seleccin natural, la gran aportacin de Darwin alpensamiento occidental. sa es la idea que hizo exclamar a Thomas Huxley: Qu increblementeestpido no haber pensado en ello!. Y ahora vemos el porqu de la reaccin de Huxley. Jams unaidea tan simple, tan evidente, jams una de esas ideas que se le pueden ocurrir a cualquiera, habaexplicado una realidad tan amplia, compleja y trascendente como la totalidad de la biologa delplaneta Tierra! Y acabando de paso con una supersticin tan antigua como la propia humanidad: la decreer que Dios existe. Qu increblemente estpido que, durante los 100.000 aos que la especiehumana llevaba en el mundo, a nadie se le hubiera ocurrido esa trivialidad. Huxley, la verdad, tenatodas las razones para morirse de envidia.

    Darwin dio con la teora de la seleccin natural el 28 de septiembre de 1838. Haban pasado dosaos y dos meses desde la anotacin crucial en su diario sobre los pinzones, todava a bordo delBeagle. Y un ao y medio desde que, ya en tierra, se convenci por completo de que la evolucin eraun hecho. An habran de pasar otros 21 aos hasta que se decidiera a publicarla en el libro que fundla biologa moderna, El origen de las especies. Durante esos 21 aos, Darwin fue posiblemente elnico ser humano que se haba asomado al oscuro abismo de la verdad. No falta quien piensa que susalud se resinti por ello.

    Lo natural es, siempre haba sido, pensar que los seres vivos han sido diseados por un serinteligente. Todo el mundo, tambin el mundo cientfico, haba dado por descontada esa obviedadhasta que Darwin formul una alternativa creble y cientficamente coherente: la seleccin natural.Desde Darwin sabemos que cualquier cosa bueno, cualquier cosa de una cierta complejidad quesea capaz de sacar copias de s misma, de manera levemente inexacta, no tiene ms remedio que irsehaciendo lentamente ms eficaz a lo largo de las generaciones, de modo ciego y estpido. La razn esque, como las copias son inexactas, todos los individuos son ligeramente diferentes, y siempre habruno que, por pura casualidad, se las apae un poquito mejor nada espectacular, cualquier nfimamejora puede valer y logre hacer ms copias de s mismo que todos los dems. En un mundo derecursos limitados, y con el paso del tiempo, los descendientes de aquel individuo levementemejorado, que son muy parecidos a l, sern mayoritarios en la poblacin, y por lo tanto la poblacinhabr cambiado y ahora se las apaar un poquito mejor que unas generaciones antes. Y cuidado conla palabra mejor: el darwinismo slo nos permite utilizarla en un sentido local, pasajero, oportunista,carente de finalidad. En el darwinismo no hay objetivos: las cosas pasan y se acab.

    La repeticin ciega y mecnica de este proceso durante millones o decenas de millones de aos,nos sigue diciendo Darwin, conduce a menudo a invenciones espectaculares, rganos tan complejos,exquisitos y eficaces como el ojo del guila, o como el cerebro humano, tan complejos, exquisitos yeficaces que parecen diseados por un ser inteligente. Por un ser muy inteligente, si hemos de serexactos. Darwin haba descubierto por fin una alternativa creble al creacionismo, a la perogrulladaque todo el mundo haba dado por sentada hasta entonces, y que formulaba o mejor, que niformulaba por obvio que las cosas de diseo inteligente, como los relojes y los seres vivos, tenanforzosamente que haber sido diseadas por una inteligencia, como un relojero o un dios. Fue la teorade la seleccin natural la que refut el famoso argumento teolgico del diseo, tan pa ymeticulosamente ensamblado por el reverendo Paley. Si quieren loar a la persona que mat a Dios no

  • busquen en el entorno de Nietzsche. Pidan la lista de tripulantes del H. M. S. Beagle.La seleccin natural, es decir, la muerte de Dios, es la razn de la celebridad de Darwin fuera del

    mbito de la biologa. Los bilogos contemporneos, dira yo, tienden a fijarse ms en la aportacinmenor de Darwin, en la demostracin convincente del hecho de la evolucin (as, sin mecanismospropuestos), es decir, las pruebas de que todos los seres vivos existentes provienen de un nicoancestro comn y primitivo. sta no es, como la seleccin natural, una idea esencial en la historia delpensamiento, pero s es el fundamento de la biologa moderna. A lo largo del ltimo siglo y medio, losdatos han demostrado la teora del ancestro comn con tal contundencia y nitidez que ni el msrecalcitrante de los escpticos se atreve a cuestionarla hoy da, como no sea desde la ignorancia o elfundamentalismo, Por lo tanto, nunca se escribe ni se discute seriamente sobre este asunto. Es unacuestin cientfica y filosficamente muerta, por la sencilla razn de que es verdad.

    Todos los seres vivos nos basamos en el ADN qu no hubiera dado Darwin por conocer esabellsima doble hlice, que se habra de descubrir muy cerca de donde l vivi, pero 71 aos despusde su muerte, todos los seres vivos usamos el mismo cdigo gentico a pesar de que hay miles demillones de cdigos genticos posibles que haran igualmente bien su trabajo, todos empleamos lasmismas complicadsimas cascadas de reacciones qumicas para mantener nuestras funciones vitales.Que el lector pueda alimentarse de azcar se debe exactamente a la misma razn la misma en todosu complejsimo detalle que el hecho de que la ms miserable de las bacterias pueda alimentarse delmismo azcar. Cabe imaginar muchas otras formas de almacenar informacin gentica, de traducirlaen cosas tiles y de alimentarse de azcar, pero el caso es que las decenas de miles de millones deespecies que existimos en la Tierra lo hacemos exactamente de la misma forma. Ya sera casualidad sino tuviramos todos, las bacterias, los cerezos y los seres humanos, un origen comn.

    Pero, como hemos visto, Darwin no se limit a demostrar que la evolucin la diversificacin detodos los seres vivos a partir de un nico ancestro primitivo es un hecho. Necesit proponer unmecanismo, y tras 18 meses de desesperacin lo encontr en la teora de la seleccin natural.

    Lo que solemos entender por darwinismo, por ms que se quiera presentar como una teoraindivisible y coherente, consiste por lo tanto en dos cosas muy distintas. Una es la evolucin, la teoraque postula que todos los seres vivos provienen de un nico ancestro primitivo (o de unos pocos): unateora que se puede considerar demostrada por encima de toda duda razonable. La otra es la seleccinnatural, un mecanismo gradual propuesto para explicar no slo la evolucin, sino tambin el hecho deque los seres vivos posean estructuras que parecen diseos inteligentes (ojos, manos, hgados,cerebros) sin necesidad de que los haya proyectado un diseador inteligente. Por supuesto, Darwinformul la segunda idea (la seleccin natural) para dar fuerza a la primera (la evolucin). Pero ello noimpide que las dos cosas sean muy distintas conceptualmente.

    De hecho, el grado de aceptacin de estos dos conceptos siempre ha sido diferente. As lo expresaRuse:

    Pese a toda la tradicin que afirma que el evolucionismo de Darwin se encontr con unaoposicin monstruosa, la verdad es que la evolucin per se (la evolucin como hecho) devinoortodoxia casi de la noche a la maana. Como el traje del emperador, en cuanto Darwin huboexpuesto sus concepciones (presentando sus ideas con un envoltorio formal socialmente

  • aceptable), la mayora de la gente no tuvo ningn problema en cambiar de opinin y aceptar elorigen comn con modificacin () Sin embargo, la gente se mostr mucho menos entusiastaen cuanto a la seleccin natural. Nadie negaba su existencia o fuerza (), pero la impresinera que la seleccin natural necesitaba un complemento importante para conseguir resultadosreales () Tal vez la seleccin fuera obviamente verdadera, pero no era obviamente efectiva.(RUSE, 2001.)

    Es necesario precisar que Darwin, pese a todo lo anterior, nunca fue un ultradarwinista, como shan sido la inmensa mayora de sus seguidores, incluida toda la plana mayor del evolucionismo delsiglo XX. Darwin, por ejemplo, era muy consciente de que su teora, basada en nfimos cambiosgraduales acumulados generacin tras generacin, requera enormes lapsos de tiempo para serefectiva. Calcul, por ejemplo, que la diversificacin de los mamferos hubiera necesitado cerca de300 millones de aos si haba de explicarse por seleccin natural (una estimacin nada mala, comoveremos), y recibi como una crtica devastadora el clculo, realizado por lord Kelvin en los aossesenta del siglo XIX, de que la Tierra no tena ms de 25 millones de aos de antigedad. Kelvin, ungran fsico, y presidente en la poca de la todopoderosa Royal Society de Londres, logr retrasarvarias dcadas el progreso de la biologia con su pomposa sentencia: La Fsica argumenta contra laevolucin. El clculo de Kelvin fue una de las principales causas de que Darwin, en su edad madura,fuera convirtindose progresivamente hacia el lamarckismo, ya que la herencia de los caracteresadquiridos pareca una forma de lograr cambios estructurales eficaces mucho ms rpida que supropio mecanismo de la seleccin natural, tan lento y ciego. Lo que son las cosas. El clculo de Kelvinresult finalmente un error garrafal: la Tierra no tiene 25 millones de aos, sino cerca de 4.500millones (la fsica no argumenta nada contra la evolucin). Y el lamarckismo es errneo. Pero elepisodio da una buena idea de la honradez intelectual de Darwin, y de su admirable disposicin amatizar o abandonar sus propias ideas cuando la evidencia cientfica pareca requerirlo. sta es una delas marcas de fbrica de los mejores cientficos tericos.

    Por extrao que suene, la seleccin natural no es un elemento lgico esencial de la teora de laevolucin. Darwin necesitaba que los seres vivos cambiaran, que unas especies se transformaran enotras y se propagaran as por mltiples e interminables linajes, por lanzaderas histricas que lascondujeran a adoptar improbables y refinadsimas estructuras, a alcanzar trabajosos diseostrabajosamente diseados por nadie. La evidencia de que las especies evolucionaban, de que se habanramificado incesantemente a partir de ancestros comunes, que cay sobre Darwin como una revelacindurante la travesa del Beagle, no necesitaba que esas cosas ocurrieran mediante el gradual,competitivo y parsimonioso proceso malthusiano de la seleccin natural. Este mecanismo lleg a lamente de Darwin un ao y medio despus de que la evidencia de la evolucin hubiera colonizado porcompleto su cerebro, y slo tras un esfuerzo sistemtico y consciente por dotar a esa evidencia de unaexplicacin mecanstica que pudiera resultar convincente en su poca.

    Le propongo al lector un pequeo ejercicio de ciencia ficcin (en sentido estricto). Qu hubieraocurrido si Darwin hubiera sido un investigador del siglo XX, y hubiera por tanto tenido que escribircinco o seis artculos cientficos o cinco o seis solicitudes de patente, como es ahora preceptivoantes de leer a Malthus? Seran sos los artculos que se citaran en los libros de texto como la carta

  • fundacional de la biologa evolutiva? Y qu sera de los otros cinco o seis artculos posteriores a lalectura de Malthus, que seran los primeros en mencionar la seleccin natural como motor de laevolucin? Se los tendra ahora por una extravaganza de madurez?

    El lector puede dar la respuesta que quiera: nadie va a refutrsela. Mi opinin es que la teora de laevolucin, despojada del mecanismo de la seleccin natural, no hubiera interesado, ni mucho menosconvencido, a casi nadie. No al menos en tiempos de Darwin. Pero eso no convierte a la seleccinnatural en una verdad revelada, como parecen creer los darwinistas contemporneos. La seleccinnatural darwiniana, por ms que exista en la vida real s, los pinzones de las Galpagosevolucionaron as con bastante probabilidad y por ms que sea un mecanismo evolutivo formuladopor el mismo genio que inaugur la biologa moderna, no deja de ser, como ltima explicacin de laevolucin en su conjunto, una hiptesis inicialmente viable, pero postulada hace ms de un siglo ymedio, antes de que se descubrieran las ms elementales leyes de la gentica, de la estructura celular,de la biologa molecular y de prcticamente cualquier rama actual de las ciencias de la vida. El ltimosiglo y medio de biologa ha sido uno de los periodos ms vertiginosos y reveladores de la historia delconocimiento. Ser posible que el mecanismo propuesto por Darwin en la prehistoria de la biologa,la seleccin natural, sobreviva intacto como una joya inaccesible, impermeable y perfecta trassemejante cascada de luz?

    La investigacin biolgica actual ha revelado numerosas paradojas que desafan al edificiodarwiniano. La preservacin de este crucial edificio estamos hablando de la teora que dinamit laancestral creencia humana en la necesidad de un diseador inteligente va a requerir una actitudintelectual francamente ms abierta y creativa que la de los actuales darwinistas ortodoxos,encastillados en unas fortalezas dogmticas que, a buen seguro, hubieran avergonzado al propioDarwin. El relojero ser ciego, pero su ceguera lstima no parece bastarle para construir un reloj.

  • E2

    Una breve metfora musicall sargento Wilberforce aterriza en un planeta extrao y desrtico. Silencio. Rocas devastadas bajola corrosiva atmsfera de amonio. Wilberforce vaga durante das dictando observaciones a la

    grabadora de su escafandra hasta que le resulta patente que las observaciones son siempre las mismas,como la tierra estril que pisa, como la lnea apenas quebrada del horizonte, como el aire venenoso alotro lado de la visera. Wilberforce ya planea echarse a dormir cuando oye un sonido extrao. Afina elodo. No es un ruido: es una meloda. El sargento siente un relmpago de hielo subindole por elespinazo y bajndole hasta el estmago. Piensa o quiere pensar que ha sufrido una alucinacin, gira lacabeza a un lado y a otro y luego se queda muy quieto, escuchando. La meloda vuelve a sonar.Wilberforce grita de pavor y emprende una carrera muy poco decorosa hacia su nave.

    La pregunta es: Por qu corre el sargento Wilberforce? Pues corre porque ni el humano ms torpetiene la menor dificultad para distinguir una cosa de un artefacto. Una piedra es una cosa. Un hacha depiedra es un artefacto. El ruido del viento es una cosa, aun cuando su paso por una garganta o undesfiladero pueda silbar en complicadas y enigmticas escalas de armnicos. Pero lo que ha odo elsargento Wilberforce es un artefacto. Wilberforce no sabe nada del planeta en el que ha aterrizadounos das antes, y hasta ahora todo le haba indicado que aquella esfera ocre suspendida en un lejanosistema solar no era ms que un erial inerte, otro planeta muerto como los cientos de planetas muertosque haba tenido la mala suerte de encontrarse en su todava no muy larga pero ya muy aburrida vida.Puede que Wilberforce sea un tipo duro, pero ya hemos visto cmo ha salido corriendo dos segundosdespus de or una meloda, y ha corrido porque una meloda es un artefacto y Wilberforce sabe quequien es capaz de disear una meloda lo es tambin de disear una pistola de rayos o cualquier otraperrera. Sabe ms an: sabe que quien se permite perder el tiempo componiendo una meloda nopuede tener la menor dficultad para perpetrar cualquier maldad, y quin sabe qu grado de crueldad,qu nivel de refinamiento, qu plano de perfeccin o de arbitrariedad puede alcanzar una maldadextraterrestre, no creen? Ranse de la tortura china. El sargento Wilberforce ha deducido, sin ms queor una sucesin de doce notas, que el horrible planeta muerto ser horrible pero no est muerto, quelo habita una inteligencia creativa: una capaz de apreciar la belleza pero tambin de deformarla, depersuadir al azar para que juegue a su favor, de aprender algo sobre el mundo y luego utilizarlo contral, contra el sargento Wilberforce y su maldita escafandra de alta tecnologa. Quin puedereprocharle su huida a este nudoso aventurero espacial?

    Darwin puede. Lo que vino a decir Darwin en las pginas ms brillantes de la historia de labiologa, El origen de las especies, es que las melodas son cosas, no artefactos. Nadie hubiera podidocrerselo casi nadie se lo crey de todos modos si Darwin no hubiera ofrecido, al mismo tiempoque esa idea tan extravagante, un truco para hacerla factible: la seleccin natural. En qu consiste eltruco?

    Tomemos como punto de partida una meloda dodecafnica. Han odo alguna? Poca gente lassoporta. Una meloda dodecafnica consiste en una sucesin de doce notas de distinto nombre. Comoen la tradicin occidental establecida por Bach slo hay doce notas de distinto nombre (do, re bemol,

  • re, mi bemol, mi, y as hasta si), una meloda dodecafnica debe necesariamente contener todas lasnotas de la escala cromtica, es decir, de la escala que resulta de tocar doce teclas contiguas del piano,sin olvidar las negras, en riguroso orden ascendente. De hecho, si uno toca as esas doce teclas (porejemplo, pasando un codo por encima del teclado), habr compuesto una meloda dodecafnica. Perotambin la habr compuesto si toca esas mismas doce notas en cualquier otro orden: lo nico que sepide es que la meloda comprenda las doce notas, y que por lo tanto no repita ninguna.

    Cuando Amold Shnberg el doctor Fausto de carne y hueso, segn el novelista Thomas Mannformul este mtodo de composicin, en los aos veinte del siglo XX, su intencin era garantizar alcompositor que el resultado iba a ser francamente atonal, es decir, carente del tranquilizador punto deanclaje armnico que haba caracterizado a toda la msica anterior y que seguira caracterizando acasi toda la msica posterior, incluido el rock, el pop y la vasta mayora del jazz. Este punto de anclaje(la tonalidad) implica, naturalmente, que algunas notas (la tnica o ancla, y sus socios legtimos) seutilizan mucho ms que otras. El mtodo dodecafnico de Schnberg, que prohbe en sus estatutosutilizar unas notas ms que otras, garantiza por lo tanto una infraccin permanente de la tonalidad, delanclaje en el que reposa toda msica normal. Y el dodecafonismo emerge as como una rara isla dedesasosiego en el apacible discurrir de la msica occidental. Las melodas dodecafnicas siguenprovocando en el oyente una perplejidad ansiosa, un inevitable picor de soledad y desesperanza, unvrtigo metafsico que ningn otro estilo musical ha podido ni siquiera acariciar.

    El sargento Wilberforce se lo habra pensado mucho mejor antes de salir corriendo si lo quehubiera odo en el planeta muerto hubiera sido una meloda dodecafnica (al contrario que algunosoyentes en las salas de conciertos contemporneas, que huyen despavoridos a bajada de batuta). Larazn es que las melodas dodecafnicas no necesitan mucho diseo y por lo tanto pueden,concebiblemente, generarse de una forma ms o menos espontnea. Si la especie humana llega adesaparecer de la Tierra, un mono podr todava componer una meloda dodecafnica sin mayoresproblemas. Por ejemplo, robando las doce piezas metlicas de un xilofn de juguete y tirndolas alaire para que luego caigan al suelo en cualquier orden. De hecho, cada vez que el mono repita esaoperacin obtendr una meloda dodecafnica distinta, y la mayora de los msicos profesionalesmanifestarn embarazosas dificultades para salir airosos de un test que les pregunte: Es esto unameloda de Schnberg? De Anton Webern? De Alban Berg?

    Casi nadie, sin embargo, tendra la menor dificultad para responder a otro test que, sobre losmismos sonidos generados por el mono, les planteara: Es esto una meloda del maestro Rodrigo, o deDuke Ellington, o de Igor Stravinsky? Hasta el ms duro de odo pondra ahora su crucecita en lacasilla del no. El mono y su xilofn pueden hacerse pasar por Schnberg, pero no por el maestroRodrigo, porque la meloda dodecafnica de Schnberg es casi una cosa, y la del maestro Rodrigo esevidentemente un artefacto.

    Lo que nos dice Darwin es que la meloda del maestro Rodrigo no es en realidad ningn artefacto.Nos dice que es tambin una cosa, como la meloda de Schnberg. Nos dice que el tema del Conciertode Aranjuez es meramente una cosa, que nadie lo ha compuesto, que nadie lo ha diseado. La melodadel maestro Rodrigo no necesita de ningn maestro Rodrigo: simplemente, se ha desarrollado a partirde la meloda dodecafnica de Schnberg a partir de casi una cosa en pequeos pasos graduales.Y ahora viene lo ms importante: cada paso gradual surgi por mero azar pero acab imponindose

  • porque supona una pequea ventaja sobre la meloda precedente, y por lo tanto le fue comiendo elterreno hasta sustituirla por completo y convertirse en la meloda dominante. Slo dominante, porsupuesto, hasta que la tercera variacin aleatoria con cierta ventaja viniera a sustituir a la segunda.sta es la idea revolucionaria de Darwin. No que la vida evoluciona algo que otros cientficosplantearon antes que l, y que en cualquier caso ya no duda ninguna persona sensata y medianamenteinformada, sino que evoluciona de esa forma gradual y desnortada, a base de nfimas mejorassucesivas.

    Insistamos en esta idea fundamental. Lo realmente sorprendente, lo casi inaceptable de la teora deDarwin, no es que nos diga que la meloda dodecafnica puede evolucionar hasta crear el tema delConcierto de Aranjuez Lo casi inaceptable es que nos dice que esa evolucin ocurre del siguientemodo ciego y estpido: las piezas del xilofn caen al suelo y generan una meloda dodecafnica; esameloda vara un poco, al azar, cada vez que alguien la toca; la inmensa mayora de esas variacionesson intiles, pero cuando, por mero azar, surge una versin de la meloda que es algo ms tonal que laoriginal (por ejemplo, porque resulta tener tres notas seguidas que forman un acorde aceptable), lavariacin se impone sobre el original; y vuelta a empezar. Tras miles o millones de ciclos de nfimasmejoras graduales de este tipo, obtenemos el tema del Concierto de Aranjuez (o cualquier otrameloda magnfica). As es como se compone el Concierto de Aranjuez sin necesidad de ningnmaestro Rodrigo.

    He escrito o cualquier otra meloda magnfica. La meloda dodecafnica original puede, enefecto, evolucionar en muchos sentidos diferentes simultneamente. El resultado sern muchasmelodas magnficas, cada una de ellas evolucionada por mejoras aleatorias y graduales, pero cada unacon un resultado final diferente aunque igualmente impresionante: el Concierto de Aranjuez, elconcierto para violn y orquesta de Bartok, Round midnight de Thelonius Monk, Giant steps de JohnColtrane. Todas estas melodas son tan impresionantes como en la Tierra lo somos los humanos, losleopardos, las moscas y las bacterias del tifus. sta es otra percepcin fundamental del evolucionismo:que todos los seres vivos actuales, por muy diseados que parezcan para cada problema especializado,proceden por ramificaciones sucesivas de un solo organismo simple, primordial, primitivo, de pocoms que una mera cosa.

    Para no abusar de la msica, propongo a los lectores otro ejercicio darwiniano que ilustra lmismo punto. Consiste en partir de un mal pareado, como por ejemplo:

    El cielo fugaz espera un infiernoDe un tenue hoy que no es eterno

    y convertirlo en uno bueno, como por ejemplo:

    El hoy fugaz es tenue y es eterno.Otro cielo no esperes, ni otro infierno

    No empiecen todava. Tengan en cuenta primero que la transformacin debe hacerse mediantepequeos pasos graduales y ciegos (no vale mover siete palabras de una vez y cada una a la posicin

  • que mejor le viene al jugador). Y lo ms crucial: cada pequeo paso debe implicar una mejorarespecto al verso anterior. Como mejora no vale el mero hecho de que se parezca un poco ms alpareado final. Cada pequeo paso debe ser por s mismo un pareado un poco mejor que el anterior.Ven ahora el problema? Pues adelante.

  • L3

    La revolucin de Lynn Margulisa Tierra tiene 4.500 millones de aos, y durante la mayor parte de su historia ha estado habitadaslo por bacterias. No es que eso sea poco. Como ya hemos visto, las bacterias son seres vivos

    autnomos y extremadamente hbiles. Su informacin gentica est contenida en ADN, como lanuestra, con todo el refinadsimo sistema de replicacin, transcripcin y traduccin que ello comporta.Son las verdaderas reinas de la Tierra: es casi imposible encontrar un rincn en este planeta que nohayan colonizado, sin exceptuar los tanques de cido de las empresas qumicas, los reactores de lascentrales nucleares, las oscuras profundidades de la tierra ni los chorros de agua hirviendo queemergen al fondo ocenico por las fisuras del infierno. Son capaces de vivir sin ms que agua y algnmineral, aunque muchas de ellas pueden obtener cantidades ilimitadas de energa de la luz del sol,mediante un refinadsimo proceso de fotosntesis que no tiene nada que envidiar al de nuestras plantasde cultivo (y cuando digo nada quiero decir nada, como veremos). Una guerra nuclear devastadora nolograra eliminarlas a todas. Si tal conflicto armado llegara a darse, las bacterias seran probablementelas nicas herederas del planeta. En un sentido nada trivial, son los seres vivos ms evolucionados dela Tierra. No slo porque llevan aqu ms tiempo que nadie, sino tambin porque su enorme eficaciaenergtica, su gran adecuacin a todo tipo de medios, su inmensa variabilidad y la espectacularcompresin de su informacin ningn artilugio existente puede empaquetar tantos bits en unespacio tan exiguo las convierten en las mquinas biolgicas ms engrasadas, ms verstiles ymejor adaptadas que conocemos. La Tierra estuvo en muy buenas manos durante su primer par demiles de millones de aos de existencia, sa es la verdad.

    Pero tambin es cierto que las bacterias no lograron durante todos esos eones ningn incrementosignificativo de complejidad. Vida unicelular eran, y en vida unicelular se quedaron. Incluso lasbacterias actuales tienen el mismo grado de complejidad que las primeras pobladoras de la Tierra,pese a que llevan casi 4.000 millones de aos reproducindose, mutando y sometindose al examenpermanente de la seleccin natural. 4.000 millones de aos! Por dar una comparacin: desde laformacin del primer animal primitivo del planeta hasta la aparicin del cerebro humano el objetoms complejo del que tenemos noticia slo han pasado unos 700 millones de aos. Vale que unabacteria es ya francamente compleja, como hemos visto. Pero se puede ser ms complejo. Lasbacterias son capaces de procesar informacin, y de alterar su entorno en consecuencia. Pero usted escapaz de procesar una informacin abrumadoramente ms compleja, gracias a que su cerebro esabrumadoramente ms complejo que una bacteria. Sin irnos tan lejos, baste mencionar que el msmiserable de los protistas amebas, paramecios y otros organismos unicelulares de ese tipo es yamucho ms complejo que cualquier bacteria, pese a estar constituido, como ellas, por una sola clula.

    Djenme hacer una aclaracin. Las arrogantes crticas que acabo de hacerles a las bacterias sonjustas en un sentido, pero horriblemente injustas en otro. Como toda la vida de la Tierra tiene unorigen comn, es obvio que los animales provenimos en ltimo trmino de las bacterias, y en esesentido las bacterias s tienen una alta capacidad de evolucionar hacia formas ms complejas. Esto esevidente. Lo que quera decir es que, antes de emprender ese camino hacia la complejidad, las

  • bacterias tuvieron primero que dejar de serlo y convertirse en otra cosa: tuvieron que abandonar suesencia bacteriana y transformarse en un nuevo tipo de clula, la clula eucariota, que ahora mismoveremos. La vasta mayora de las bacterias redondeando, el 100% nunca dieron ese paso. A esome refera.

    Los protistas, los hongos y todos los organismos realmente grandes, animales y plantas, estamoshechos de clulas, pero no de clulas bacterianas (denominadas procariotas porque no tienen ncleo),sino de otro tipo de clula llamada eucariota (porque s tiene ncleo). El ncleo es una esfera envueltaen membranas que contiene el genoma de la clula eucariota. Las bacterias tambin tienen genoma,desde luego, pero consiste generalmente en una sola molcula de ADN con unos 4.000 genes queanda suelta por la clula, sin membranas que la separen del resto. La clula eucariota se distingue enmuchas ms cosas de sus antecesores bacterianos. Dispone de un andamiaje interno de microtbulosque le permite adoptar formas inconcebibles en un procariota. Las largas prolongaciones por las quelas neuronas transmiten el impulso nervioso (axones y dendritas), por ejemplo, slo son posiblesgracias al andamiaje de microtbulos. Las clulas eucariotas tambin poseen unos orgnulos(pequeos rganos) llamados mitocondrias, que son verdaderas factoras energticas: quemancombustibles qumicos y los transforman en energa para el uso del resto de la clula. En el caso de lasplantas, las clulas tambin tienen otro tipo de orgnulos, los cloroplastos, que son los que llevan acabo la fotosntesis: la transformacin de la energa solar en otras formas de energa tiles para losprocesos qumicos de la clula.

    El cuerpo de cualquier animal est hecho enteramente de clulas eucariotas, y todas provienen dela multiplicacin de una sola clula eucariota original, el cigoto formado por la fusin de un vulo yun espermatozoide. Su cerebro, lector, est hecho de unos cien mil millones de neuronas, y cadaneurona no es ms que una clula eucariota, no muy distinta de una ameba si se la mira bien. Y cadauno de sus glbulos blancos tambin es una clula eucariota. Y lo mismo cabe decir de cada una de lasclulas de su hgado y de su piel, y de todo lo dems. Usted, disclpeme, no es ms que un agregadode billones de clulas eucariotas, como cualquier otro animal o planta habido y por haber en esteplaneta, desde los humanos hasta los gusanos que han de comrselos.

  • FIGURA 3.1: Las clulas procariotas (bacterias, arqueas) son muy distintas de las eucariotas, que son los ladrillos de los que estnhechos todos los animales y plantas.

    La Tierra, ya queda dicho, tiene 4.500 millones de aos. Las primeras bacterias aparecieron unos600 millones de aos despus, tan pronto como el planeta se enfri y dej de recibir una lluviaconstante de devastadores meteoritos. Y fueron las nicas pobladoras de la Tierra durante lossiguientes 2.000 millones de aos (esta cifra no se conoce an con exactitud, pero supone ms omenos la mitad de la historia de la vida). Slo entonces aparecieron las primeras clulas eucariotas.No hay evidencias claras de una transicin gradual entre las bacterias y las primeras clulaseucariotas. Incluso hoy, todos los seres vivos existentes se dividen limpiamente en procariotas(bacterias) y eucariotas (organismos, unicelulares o multicelulares, hechos de clulas eucariotas). Nohay ms soluciones, parece ser. O uno es una bacteria, o uno es un eucariota, o se calla uno.

  • FIGURA 3.2: Una breve historia de la Tierra.

    Este tipo de transiciones evolutivas aparentemente bruscas, sin evidencias de transicin gradual,sin intermediarios que tengan representantes actuales, y que ocurren una sola vez en la historia, sonjustamente la bestia negra del darwinismo, como muy bien saba Darwin (y eso que no pudo conocerlas complejidades de la clula eucariota ni el enigma de su brusca aparicin). Lo que piden estossucesos a nuestra buena fe no es ya que creamos que una meloda dodecafnica se puede transformarsin ayuda externa en el Concierto de Aranjuez, es que encima nos tenemos que creer que se transformaen l prcticamente de repente. Y no porque la meloda dodecafnica tenga una irresistible tendencia aconvertirse de golpe en el Concierto de Aranjuez, ya que si as fuera esas transformaciones ocurriranmuy a menudo, miles o millones de veces a lo largo de los eones, y sin embargo la transformacinslo ha ocurrido una vez en la historia.

    Afortunadamente, gracias a la genial biloga estadounidense Lynn Margulis, hoy tenemos lasolucin a este desconcertante enigma: una explicacin cientfica mucho ms sensata, lcida ycreativa que la que se ha empeado en sostener la ortodoxia neodarwinista durante los ltimos 35aos, pese a tener la solucin, publicada por Margulis en 1967, literalmente delante de sus narices. Laortodoxia se ha resistido con uas y dientes en gran medida sigue resistindose a aceptar la teora

  • de Margulis por el sencillo hecho de que no encaja con sus prejuicios darwinistas. Pero si usted lograliberarse de ese lastre irracional y anticientfico, ver inmediatamente que la idea de Margulis no sloes la correcta, sino que est dotada de un luminoso poder explicativo. El modelo de Margulis sobre elorigen de la clula eucariota no es gradual, pero no le hace ninguna falta para ser factible. Implica unsuceso brusco y altamente creativo, pero tambin enteramente materialista, ciego y mecnico.Alguna idea? Pista: Cmo puede surgir la gran multinacional farmacutica Glaxo SmithKline-Beecham a partir de tres laboratorios de tamao moderado como Glaxo, SmithKline y Beecham?Acert!

    La clula eucariota se form, simplemente, por la suma constructiva de tres o ms bacteriasdistintas (cuatro o ms en el caso de las clulas de plantas). No fue un proceso gradual regido por lacompetencia, sino un suceso sbito basado en la suma de fuerzas. La seleccin natural intervino paraajustarlo, descartando a los herederos de la fusin bacteriana que no lograban armonizaradecuadamente sus partes constituyentes. Pero la seleccin natural no fue la fuerza evolutiva quegener esa gran innovacin. Esa fuerza fue la simbiosis: la suma cooperativa de mdulos genticos(de hecho, genomas completos) previamente funcionales. La idea de Margulis supone probablementeel mayor avance conceptual en la teora de la evolucin desde Darwin, y merece la pena examinarla encierto detalle.

    FIGURA 3.3: Lynn Margulis.

    Borges dijo que todo genio crea a sus antecesores, y Margulis no es una excepcin. Ella misma hareconocido: Prcticamente todo aquello en lo que trabajo ahora fue anticipado por estudiosos ynaturalistas desconocidos. Las teoras de Margulis fueron prefiguradas ya en el siglo XIX por elnaturalista ruso Konstantin Merezhkovsky (1855-1921). Este cientfico olvidado, que naci antes de lapublicacin de El origen de tas especies y tena ya 27 aos cuando muri Darwin, fue el primer autorque propuso la extravagante idea de la simbiognesis, segn la cual algunos rganos, e incluso algunosorganismos, no surgan en la evolucin por el gradual mecanismo de la seleccin natural, sinomediante asociaciones simbiticas entre una especie animal o vegetal y algn tipo de microbio.Merezhkovsky lleg a postular que el ncleo de la clula eucariota provena de un antiguomicroorganismo, lo que posiblemente es errneo, al menos dicho as, sin ms matices. En cualquier

  • caso, sus ideas no tuvieron la menor repercusin.Dos de los cientficos europeos que redescubrieron en 1900 los cruciales e ignorados hallazgos que

    Mendel haba logrado 35 aos antes. Hugo de Vries y Carl Correns, fueron tambin los primeros enencontrar una notable excepcin a las leyes de la herencia formuladas por el desconcertante monjeaustraco. Los factores hereditarios descritos por Mendel, a los que ahora llamamos genes, estn enel ncleo de las clulas y son aportados a partes iguales por el macho y por la hembra cuando stos secruzan. Pero De Vries y Correns descubrieron que algunas caractersticas, como el mismsimo verdorde las plantas, eran transmitidas a la progenie slo por la hembra.

    La fecundacin de un vulo por un espermatozoide es una lucha muy desigual. Ambos aportan susncleos en igualdad de condiciones, pero el resto del material lo pone el vulo casi en exclusiva. Poreso, si hubiera alguna caracterstica hereditaria que dependiera de factores externos al ncleo, seria lamadre la nica que podra transmitirlos a las siguientes generaciones. El verdor de las plantas, vieronDe Vries y Correns, se comporta exactamente as. Los hijos de una hembra verde y un macho blancoson verdes. Los de una hembra blanca y un macho verde son blancos. Los genes del verdor fueron losprimeros en conocerse fuera del ncleo (medio siglo antes de que se supiera qu era exactamente ungen).

    En las primeras dos dcadas del siglo XX, la gentica moderna la ciencia de los genes del ncleo recibi su impulso definitivo en las habitaciones plagadas de moscas del laboratorio de ThomasHunt Morgan, en la Universidad de Columbia de Nueva York (nos ocuparemos de eso en el captulo7). En las mismas fechas y en la misma universidad, a muy poca distancia del laboratorio de Morgan,el joven anatomista Ivan Wallin se adelant ms de setenta aos a su tiempo y, basndose en los genesextranucleares descubiertos por Correns y De Vries y en sus propias observaciones, retom la antorchamojada de Merezhkovsky y propuso que dos orgnulos constitutivos de las clulas eucariotas, loscloroplastos y las mitocondrias, provenan de antiguas bacterias que haban establecido una relacinsimbitica otra clula husped, todo el mundo le tom por un loco. En un momento en que Morganestaba quemndose las pestaas para demostrar cmo se organizaban los genes en el ncleo, y cmosu funcionamiento poda compatibilizarse con el gradualismo darwiniano, las herticas propuestasevolutivas de Wallin fueron aplastadas sin piedad, y el propio Wallin fue ridiculizado con saa. En1923, cuando tena cuarenta aos, y mientras Morgan se converta en el primer cientficoestadounidense de prestigio mundial, Wallin se vio forzado a abandonar la Columbia y trasladarse a laUniversidad de Colorado en Denver.

    Wallin public sus tesis en el libro Simbiosis y el origen de las especies, en 1927. Ese mismo ao,Theodosius Dobzhansky se uni al grupo de Morgan en Nueva York y empez a ensamblar lasevidencias genticas de ste con los modelos matemticos de la dinmica de poblaciones hastapublicar, en 1937. Gentica y el origen de las especies, la obra magna de la sntesis neodarwiniana: laconsagracin de la interpretacin gradualista de la gentica, que todava no nos ha abandonado. Losdos libros estn separados por diez aos y, sobre todo, por una palabra en su ttulo: justo la palabraque no puso Darwin en el suyo. Wallin, que no volvi a publicar ni una coma sobre el origenbacteriano de los orgnulos celulares, ni a mencionar el asunto en sus clases de Denver, muri en 1969olvidado por todo el mundo.

    Pero diez aos antes, en 1959, primer centenario de El origen de las especies, la joven Lynn

  • Margulis acababa de terminar un curso de gentica impartido por James Crow en la Universidad deWiseonsin, en Madison, y se dio cuenta de que algo iba mal con las redondas tesis de la teorasinttica consagrada por Dobzhansky 22 aos antes. iganlo de su propia voz:

    Despus de aquel primer curso sent que el campo de la gentica de poblaciones, con suinsistencia en conceptos neodarwinianos abiertamente abstractos como carga mutacional,aptitud y coeficientes de seleccin, enseaba ms una religin que una descripcin de lasreglas por las que los organismos reales transmitan sus genes y evolucionaban. (MARGULIS,1998.)

    Otra de las cosas que ms molestaban a la estudiante Margulis era el aparente nucleocenirismo dela gentica que dominaba los estamentos acadmicos. Desde el punto de vista de la herencia, elcitoplasma [todo lo que no es el ncleo] de una clula puede ser ignorado sin riesgo, haba escritoMorgan aos antes. Esa actitud le pareca a Margulis de un simplismo excesivo y arrogante, en estecaso por razones de una ndole no estrictamente epistemolgica: por constitucin, ha escrito lacientfica, yo no estaba ms inclinada a centrarme de forma monomanaca en el ncleo celular que aser una esposa satlite en una familia nuclear. El rechazo combinado a las abstracciones matemticasdel neodarwinismo y al nucleocentrismo de la gentica de Morgan condujo a Margulis a interesarsepor los orgnulos celulares como las mitocondrias y los cloroplastos. Al fin y al cabo, estaban fueradel ncleo pero parecan transmitir algunas cualidades hereditarias, y pese a ello nadie les bahadedicado todava ni una sola ecuacin.

    Una vez tomada esa decisin, en los primeros aos sesenta, Margulis se desplaz a Berkeley paraempezar su tesis doctoral en la Universidad de California. Su primer descubrimiento fue netamentebibliogrfico. Empez a bucear en la literatura, no escasa, sobre los factores hereditariosextranucleares. Los recientes trabajos de Ruth Sager, Francis Ryan y Gino Pontecorvo habandocumentado con claridad que las mitocondrias y los cloroplastos transmitan caractersticashereditarias. Pero lo ms importante fue que, tirando del hilo de las referencias bibliogrficas citadaspor esos autores, Margulis pudo remontarse cuarenta aos atrs hasta las publicaciones del olvidadoKonstantin Merezhkovsky y del vapuleado Ivan Wallin, los cientficos que haban conjeturado quealgunos orgnulos celulares provenan de bacterias simbiticas. Por qu ningn profesor la habahablado de esos autores? Donde los dems cientficos haban encontrado material para la burla y elescarnio, Margulis slo vio sensatez y sagacidad, y decidi que Merezhkovsky y Wallin tenan raznen lo esencial: los misteriosos factores hereditarios extranucleares, asociados a los orgnulos, no eranotra cosa que los genes de las antiguas bacterias que haban dado lugar a esos orgnulos,evidentemente. Margulis aadi una tercera estructura celular, los cilios (prolongaciones mviles), ala pequea lista de componentes que podan haberse originado como bacterias simbiticas, e hizo loque Merezhkovsky y Wallin no podan haber hecho en su tiempo: predecir que las mitocondrias, loscloroplastos y los cilios deberan conservar algo de ADN bacteriano, un residuo de su pasado de vidalibre.

    A mediados de los sesenta, Margulis formul lo que se conoce como Teora de la endosimbiosisserial, que propone que la primera clula eucariota de la Tierra, aquella clula de la que provenimos

  • todos los animales y las plantas, se form mediante la fusin de tres bacterias preexistentescompletas, con los genes de cada una incluidos, por supuesto. Una de esas bacterias aport losandamios de microtbulos, otra ciertas capacidades metablicas peculiares y la tercera (que se summs tarde a las otras dos) se convirti en las actuales mitocondrias. Esa clula eucariota primigeniaempez a proliferar, y una de sus descendientes sufri an otra experiencia traumtica: se trag a unabacteria fotosinttica de la que provienen los actuales cloroplastos.

    Quien no se dedique a la ciencia profesional pensar que, cuando un investigador tiene una idea deese tipo, le resultar ms o menos fcil encontrar un editor que quiera publicrsela en una revistatcnica. Aunque slo sea para que otros investigadores la lean y la refuten en el siguiente nmero.Pero no es as, ni siquiera cuando se trata de ideas ms convencionales. En el caso de Margulis,encima, la idea era una absoluta hereja, y sus escasos precedentes, sobre ser arcaicos, no habancausado ms que la ruina cientfica de sus proponentes, cuando no la burla general. El manuscrito fuerechazado quince veces por varias revistas, y slo pudo publicarse en 1967, tras casi dos aos deperegrinacin, en el Journal of Theoretical Biology, una especie de ltimo recurso para cientficosdesesperados (lo cual no le resta un pice de inters a la revista, como demuestra este caso). Por sialguien quiere buscar ese artculo, recuerden que se titula Origin of Mitosing Cells y que sufirmante es Lynn Sagan. Cosas de los americanos, ya saben. El primer marido de Margulis fue elinteligente astrofsico y magnfico divulgador cientfico Carl Sagan, uno de los impulsores delprograma SETI (de bsqueda de inteligencia extraterrestre), autor y presentador de la gran serie dedivulgacin cientfica Cosmos y escritor de la interesante novela Contact. Margulis, por cierto, es elapellido del segundo marido de la cientfica, que en realidad se llama Lynn Alexander. En fin. Dosaos despus de la publicacin de su artculo, Margulis se anim a extender su teora en un libro ymand el manuscrito a la prestigiosa editorial de Nueva York Academic Press. La editorial, como escostumbre, dio a leer el texto a terceros expertos, y su dictamen fue tan radicalmente negativo que,tras retener el manuscrito durante cinco meses, se lo devolvi a la autora sin pedir ni perdn. Asempez su andadura una de las teoras evolutivas ms interesantes desde El origen de las especies.

    La comprobacin de que las mitocondrias y los cloroplastos contenan ADN hizo levantar las cejasa algunos cientficos previamente escpticos, pero a principios de los setenta, el especialista en elmundo protista Max Taylor, de la Universidad de British Columbia, en Vancouver, formul una teoracontraria a la de Margulis. La llam de filiacin directa, y se trataba de un modelo puramentedarwinista, es decir, una mera formalizacin de lo que todo el mundo haba dado por supuesto hastaentonces: que la primera clula eucariota haba evolucionado gradualmente, por una lentaacumulacin de pequeas mutaciones, a partir de una sola bacteria. Las mitocondrias, los cloroplastosy los cilios eran simples productos de la seleccin natural, elaborados paso a paso con la tradicionalreceta darwiniana. Y la presencia de ADN en los dos primeros no indicaba nada raro: simplemente,ese ADN se haba escindido del ncleo y haba migrado hasta las mitocondrias y los cloroplastos porrazones de eficacia operativa.

    La teora de Taylor, un buen ejemplo de la resistencia heroica del neodarwinismo a aceptarcualquier cosa que no encaje en sus preconcepciones, qued refutada al poco de formularse, cuando secomprob que el ADN de las mitocondrias y los cloroplastos es mucho ms parecido al materialgentico de las bacterias que al del genoma nuclear eucariota. El mundo acadmico se vio forzado aaceptar la parte de la teora de Margulis que hoy se ensea en todos los libros de texto: que las

  • mitocondrias y los cloroplastos provienen, por simbiosis, de antiguas bacterias de vida libre. La ideaconvencional, sin embargo, persiste an gracias a que la teora de Margulis se suele presentar en unaversin edulcorada que no capta el fondo de la cuestin, y que dice ms o menos as: puede que un parde orgnulos tengan un origen simbitico despus de todo, vale, pero el cuerpo principal de la clula,por as llamarlo, es el producto del gradualismo ms ortodoxo. En algn momento de su ascensindarwiniana a los cielos, un intermediario entre las bacterias y las clulas eucariotas se trag a labacteria que origin las mitocondrias, qu le vamos a hacer, pero al fin y al cabo eso se puedeconsiderar una especie de mutacin en sentido lato, una fuente de variacin no prevista por elneodarwinismo, es cierto, pero no muy diferente en el fondo de las variaciones continuas, estadsticasy graduales que constituyen la verdadera materia prima de la seleccin natural.

    Mostrar a continuacin que ste es un enfoque errneo y que, aunque la ortodoxia no haasimilado an el significado radical de la teora de Margulis, no va a tener ms remedio que hacerlotarde o temprano.

    En la lectura correcta de la teora de la endosimbiosis serial, la clula eucariota no es el productodel gradualismo darwiniano ms o menos matizado por una o dos simbiosis marginales: la clulaeucariota es el producto de la simbiosis y punto. La seleccin natural cumple un mero papel de ajustedespus de que el hecho crucial, la simbiosis, hubiera creado ya una clula eucariota con todos suscomponentes esenciales. La idea no supone una modificacin menor del mecanismo darwinista, sinoun mecanismo radicalmente nuevo y distinto. La fuerza evolutiva que gener a la clula eucariota nofue la seleccin natural, sino la simbiosis, la suma constructiva de funciones complejas y completasbacterias enteras, de hecho previamente existentes. En el darwinismo, un organismo adquiere unanueva funcin compleja gracias a la lentsima acumulacin de pequeos pasos, cada uno surgido delmero azar y fijado por la seleccin natural, es decir, fijado gracias a que aporta una pequea ventajarespecto a la situacin anterior. En el modelo de Margulis, un organismo adquiere una nueva funcincompleja por el simple prospecto de comprarla cuando ya est entera y acabada. No puede haber unadiferencia ms fundamental entre las dos ideas, perdnenme que insista.

    La razn de que la nueva idea no se capte an como una gran revolucin es, creo, que Margulis noha logrado demostrar la parte ms radical de su teora. Recordemos que, segn Margulis, lasmitocondrias y los cloroplastos son adiciones secundarias a un suceso bsico previo: la fusin de unabacteria de la familia de las arqueas (llamada Thermoplasma por su resistencia a las altastemperaturas) con otra del grupo de las espiroquetas. sta fue la simbiosis que dio lugar a lo quehemos llamado, sin mucha precisin, el cuerpo central de la clula: esa cosa, todava sin mitocondriasni cloroplastos, que la ortodoxia sigue suponiendo que surgi de una forma gradual y darwiniana.Analicemos este punto con un poco ms de detalle.

    Las espiroquetas, que todava existen, son unas bacterias en forma de sacacorchos que se muevenmuy rpido, mediante latigazos helicoidales, y que tienden a pegarse a otros microorganismos quetienen al lado, perforndoles en ocasiones (la metfora del sacacorchos es bastante literal, como ven).Segn Margulis, la espiroqueta penetr en la arquea Thermoplasma y aport a la nueva sociedad losandamios de microtbulos que hoy caracterizan a todas las clulas animales y vegetales. El cuerpo dela espiroqueta se qued en la superficie de la nueva clula haciendo lo que ya saba hacer en su vidalibre: girar con latigazos helicoidales y provocar as el movimiento de la nueva clula (o su propio

  • movimiento, si la clula est fija a algn soporte). Y los genes de la espiroqueta (que, entre otrasmuchas cosas, contienen la informacin para fabricar los andamios de microtbulos) se unieron a losde la Thermoplasma para constituir el genoma de la nueva clula, que quedara empaquetado en unncleo por primera vez en la historia.

    Margulis cree que aquellas espiroquetas originales han dado lugar a todas las actualesprolongaciones mviles de las clulas eucariotas, incluidas las colas de los espermatozoides y lasvaras clases de cilios existentes: los de los protistas (como el paramecio), los que revisteninteriormente las vas respiratorias de los animales (provocando a veces la tos), los que cubren lastrompas de falopio, etctera. Todas estas prolongaciones se basan en una estructura estereotipada demicrotbulos que delata su origen comn. Cuando se examinan estas prolongaciones al microscopio,en su base, junto a la membrana del cuerpo celular, siempre aparece una pequea estructura llamadacinetosoma, que tambin contiene microtbulos. El cinetosoma parece ser el germen a partir del cuallos ladrillos que constituyen a los microtbulos (unas protenas llamadas tubulinas) empiezan aensamblarse uno a uno hasta construir los alargados andamios tpicos de las clulas eucariotas.

  • FIGURA 3.4: Las espiroquetas, bacterias alargadas que se mueven a latigazos helicoidales, tienden a asociarse a otras bacterias, y laspenetran en ocasiones.

    Una cosa ms: las clulas eucariotas se dividen mediante el mecanismo de la mitosis, quegarantiza que las dos clulas hijas contengan un genoma completo, es decir, un complemento ntegrode cromosomas. El dispositivo que se encarga de repartir con exactitud los cromosomas (llamado husoacromtico) est tambin hecho de microtbulos. Y estos microtbulos crecen, en cada ronda dedivisin celular, a partir de unas pequeas estructuras que, en este contexto, suelen recibir el nombrede ceutriolos, pero que en realidad son idnticas a los cinetosomas que acabamos de ver en la base delas prolongaciones mviles (vase figura 3.1). Margulis cree, por esta razn, que las espiroquetasfueron tambin las que aportaron a la clula eucariota el fundamento de su mecanismo de mitosis, losmicrotbulos del huso acromtico.

    La teora es de una belleza indiscutible, pero eso no la convierte en realidad. Todas las evidencias

  • aportadas en su favor son circunstanciales. El dato crucial que convencera a la comunidad cientficaha hecho algn amago de asomar la pata, pero no ha podido confirmarse, para desesperacin deMargulis. Se trata de lo siguiente. Los genetistas John Hall. David Luck y Zenta Ramanis, de laUniversidad Rockefeller, describieron en 1995 algunos genes que afectan a las propiedades de lasprolongaciones mviles de un eucariota primitivo, el alga unicelular Chlamydomonas. Ycomprobaron, por anlisis gentico tradicional (no molecular), que esos genes tienen ciertaindependencia del genoma nuclear (HALL y LUCK, 1995). La posibilidad obvia es que esos genes aligual que ocurri con los de mitocondrias y cloroplastos estn localizados en una pieza de ADNasociada a los centriolos (o cinetosomas), de nuevo un remanente del material gentico de la antiguaespiroqueta de vida libre postulada por Margulis. Si eso fuera as, el aspecto ms radical de su teorapodra demostrarse o refutarse sin ms que comparar el ADN de los centriolos con el de las actualesespiroquetas. Pero, por desgracia, los investigadores que han intentado visualizar o aislar ese ADN nolo han conseguido por el momento. Cientficos del prestigio de Max Taylor, Carl Woese y TomCavalier-Smith no aceptan la parte radical de la teora de Margulis, y siguen convencidos de que elcuerpo central de la clula eucariota evolucion gradualmente a partir de un solo microbio de lafamilia de las arqueas.

    Pese a ello, mi opinin es que la parte radical de la teora de Margulis ha sido ya demostrada porun camino independiente, aunque los detalles no acaben de cuadrar. El cientfico indio Radhey Gupta,actualmente catedrtico de bioqumica en la Universidad McMaster, en Ontario (Canad), harevolucionado en los ltimos aos el campo de la evolucin molecular (la deduccin del pasadomediante las comparaciones del ADN de los seres vivos actuales) gracias a una poderosa herramientametodolgica puesta a punto por l mismo. Veamos brevemente en qu consiste.

    La tcnica convencional (pre-Gupta) para deducir el pasado consiste en calcular, ms o menos enbruto, el grado de parecido que un gen universal muestra cuando se compara en las distintas especiesactuales. Si el gen es muy parecido en dos especies, stas deben tener un ancestro comn reciente.Cuanto menos parecido, ms antiguo ser ese ancestro comn. Acumulando datos de este tipo enmuchas especies, se puede deducir un rbol genealgico que las ordene en el tiempo. En las ltimasdcadas, el mencionado Carl Woese (uno de los principales opositores actuales a la teora radical deMargulis) hizo exactamente eso con un gen llamado rRNA 16S, que fabrica una parte del ribosoma, lamquina celular universal donde los genes se traducen en protenas. El rbol genealgico asconstruido por Woese revelaba que todo el mundo vivo se poda clasificar en tres ramasfundamentales. Los procariotas (el grupo al que comnmente se llamaba bacterias) deban dividirseen realidad en dos ramas fundamentales: las bacterias propiamente dichas y las arqueas. Estas ltimasson muy similares a las bacterias en aspecto, pero son capaces de vivir en condiciones muy extremasde temperatura, acidez o salinidad. La otra gran rama estaba formada por todos los eucariotas,unicelulares como los protistas o multicelulares como las plantas y los animales. En lascomparaciones de Woese, los eucariotas resultaban ms parecidos a las arqueas que a las bacterias,por lo que este cientfico y muchos otros dedujeron que los eucariotas haban evolucionado(gradualmente, por supuesto) a partir de arqueas primitivas. ste es todava el modelo predominanteen la literatura cientfica.

    El innovador Gupta, en lugar de comparar las secuencias de ADN en bruto, se ha centrado estos

  • aos en lo que l llama firmas: no cambios de una letra por otra en el ADN, sino inserciones odeleciones de varias bases contiguas. La diferencia de enfoque ha resultado ser crucial. Lasmutaciones que cambian una letra por otra son muy comunes. Pero, como slo hay cuatro letras,tambin es bastante frecuente que la nueva letra vuelva a sustituirse por la antigua, un procesoconocido como reversin. ste y otros hechos embarran en cierta medida las conclusiones. Sinembargo, cuando ocurre una delecin que se lleva por delante 10 o 20 letras, o una insercin que aadeotras tantas, la reversin a la forma original es sencillamente imposible. Estas firmas son, por tanto,una especie de marca indeleble en la gran historia de los linajes biolgicos. Gupta puede, sin dudar unsegundo, deducir que un gen humano concreto proviene de, pongamos por caso, un microbioperteneciente al grupo de las bacterias verdes del azufre. La firma lo delata. Si hace 2.000 o 3.000millones de aos una primitiva bacteria verde del azufre sufri una delecin de 15 letras en uno de susgenes, y si los animales hemos heredado ese gen de aquella bacteria, esa delecin seguir presente encualquier ser humano actual. As de simple. La metodologa de Gupta posee un poder sin precedentesen el campo de la evolucin molecular. La firma es un autntico fsil viviente, una huella digitalindeleble que revela los crmenes ocurridos en los albores de la vida en la Tierra.

    Analizando muchos genes de esta forma, Gupta ha alcanzado una conclusin totalmente distinta alrbol cannico de los tres reinos deducido por Woese. La divisin esencial de los procariotas no esentre bacterias y arqueas, como dice Woese, sino entre los dos grupos clsicos que nuestros abuelosestudiaban en el colegio: las bacterias gram-positivas y las gram-negativas. Ocurre a veces que losms viejos conceptos tienen una razn de ser ms profunda que sus elaboraciones posteriores, y stees uno de esos casos. La tincin de Gram clasificaba a las bacterias por un criterio tan tosco que, enefecto, no poda por menos que distinguir cualidades estructurales muy importantes. Las bacteriasgram-positivas, que son las ms antiguas de la Tierra, tienen slo una membrana externa. Las gram-negativas, que derivaron de las anteriores, tienen dos membranas externas. sa es la divisin esencialentre las bacterias, segn el nuevo rbol de Gupta, que ha devuelto la razn a la microbiologadecimonnica. Las arqueas, elevadas por Woese nada menos que a la categora de Reino biolgicofundamental, han resultado ser en realidad una mera clase, cierto que un poco rara, de bacterias gram-positivas. No slo comparten las firmas en muchos genes, sino que ambas tienen una sola membranaexterna. Las inagotables bateras de datos de Gupta, presentadas una tras otra en las diapositivas de unseminario cientfico, poseen una belleza rida, ntida y luminosa como un amanecer en el desierto.Segn he podido comprobar, pocos cientficos las aguantan sin cabecear, pero la verdadera historia dela vida se despliega all ante los ojos que quieran permanecer abiertos. Ustedes no se duerman, quetodava queda lo mejor.

    Gupta ha analizado con su lupa de alta precisin centenares de genes eucariotas. Ms o menos lamitad siguen la pauta predicha por la teora cannica de Woese: provienen sin duda de una antiguaarquea. Pero la otra mitad de los genes proviene, con igual claridad, de otra bacteria totalmentedistinta, una gram-negativa. As lo expres Gupta en marzo de 2001:

    Estos resultados muestran que la clula eucariota ancestral no se origin directamente deuna arquea o de una bacteria, sino que es una quimera formada por la fusin y la integracin delos genomas de ambas, arquea y bacteria.

  • FIGURA 3.5: Teora de Margulis para la formacin de la primera clula eucariota.

    En mi opinin, los abrumadores datos de Gupta demuestran por encima de toda duda razonable laparte ms radical de la teora de Margulis. La clula eucariota original, incluso antes de la adicin delas mitocondrias y los cloroplastos, no se form por evolucin darwiniana desde una arquea, comosiguen sosteniendo Woese. Taylor y muchos otros cientficos y como explican pertinazmente cadavez ms libros de texto, sino por la fusin de una arquea con otra bacteria, una gram-negativa paraser exactos. Los genomas de ambas estn todava ah, en cada clula de su cuerpo, amable lector,constituyendo su sacrosanto genoma nuclear. A esa fusin simbitica inicial se aadieron luego lasmitocondrias, y despus los cloroplastos.

    Los datos de Gupta nos revelan an ms hechos fascinantes. Muchos genes aportados por labacteria gram-negativa a la fusin inicial estn relacionados con el metabolismo, la cocina de laclula que se encarga de romper unas molculas y recomponer los fragmentos para formar otras,segn las disponibilidades y necesidades de cada momento. Y muchos genes aportados por la arquea

  • estn relacionados con el procesamiento de la informacin gentica. Se ocupan de replicar el ADN,transcribirlo en ARN y traducir el lenguaje de estos cidos nucleicos un texto lineal escrito en bases al lenguaje de las protenas, un texto tambin lineal, pero escrito con un tipo muy diferente deletras, los aminocidos. La razn de esta sorprendente divisin del trabajo simbitico es un completomisterio, pero el hecho explica la discrepancia con las conclusiones ortodoxas de Woese. Recuerdenque el rbol genealgico de este autor se basaba en el gen rRNA 16S, que es parte de la maquinaria depr