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Jua Riva 0n

Desde La Religion Al Humanismo

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Page 1: Desde La Religion Al Humanismo

JuaRiva

0n

Page 2: Desde La Religion Al Humanismo

DESDE

LA RtrLIGION

HU]VIANIST,IC)

--

Page 3: Desde La Religion Al Humanismo

O Juan Riv¡no, 1965

hrscripción r\'a 30 006

Talle¡cs dc 1a

trditori"l Uniiersiraria, S. A.San Francisco 454

Santiago - Chile

?royectó la cdición

r\{auricio Amsrcr

Page 4: Desde La Religion Al Humanismo

Desde la Religiónal Humanismo

Por'

@W Juan RivanoPRoFEsoR DE FILosoFÍA

DE L,{ UNIVERSIDAD DE CII¡LE

Santiago, 1965

FACULTAD DE FILOSOFIA Y EDUCACION

U¡¡rv¡nsro¡o or Cgllr

Page 5: Desde La Religion Al Humanismo

BI BLIO1 ECA NACION*ALSECCro¡r ctitLtN.{

Page 6: Desde La Religion Al Humanismo

COh*TEN-IDO

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o

!'I

If

RELICIO;\ Y S]iCURIDAD

La religión como següfi{lncl en el átnbiro natural

L¡ rcl;gión, la cicncia Y la técnicr

Especificacioncs sobre ta seguricl¿cl como esencia de la tligión

L:r religión y la filosotia

Aproxinación al enfoque dialéctico de h religión

Dialéctic¿ de 1a 'lógictr Pura y clial¿cticx del decurso histórico

Dialéctic¡r t unidad existente

La ciencia, la reli8ión y 1a tilosofia

La cicncia ante la cr.restión de la segurid¡d

La cienci¿ colno conocimiento Puro )' Ia rcligión Téc¡ica v

seguridacl

Nuelo enfr€ntanierrto dc la religión y la iilosofift

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LT\ BUSQUI]f}'\ TII'OS^fI.\ DE ¡'O DIVINO

x Parlnénicles Y Heráclito

xrr Platór

xn, ,Aristótel€s

xv Aristóteles (continnación)

El argumefito ontológico de Anselno

El argumento existencial ¿l€ Descarte5

El argu cnto existencixl de Dcscartes (coDtinuación)

Locke y Berkcle)

El cscepticismo de Hulne

trl formalismo dc Iian t

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La culminación.le t¡ filosofla en la corexiói de la seguridad

Heg€l y BracUeY 120

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EN LA CR¡SIS TRANSICTONAL

El estado y el de¡echo como substitutos de la religiónEsbozo de la transición desde la religión al hu¡¡anismoCo¡rte y Kierkeg¿ard

El empirismo tóBico y Ia antimetafisica cle Atf¡€d AyerRussell y el const¡uccio¡lalismo nihilistaRussell y el consrn¡ccionalisEro nihilista (continuació¡)La analirica fe¡romenológica de Heidegger

Conclusiones

Indice analítico

Page 8: Desde La Religion Al Humanismo

PREFACIO

Las págínas qtte sigtten co.ntíenen -casi co¡tto lue leíclo- u.n cutso

d,ictad,o et1 1964 en Ia Cátedrc de Int¡odLLcción a la [ilosofía de

nuestra Fúcultad. EI texto salió de r¡ti cabeza a la carreln) potque

mc, hacía ilusiones de alcanzar ntLcho ¡nás aLI¿í de lo rltLe cs aquí

bun!a I;ttnl. S;n rmbargo, trald dot. clr ttn nrgtrtnettto tott1pl"lo,

¡ne Porct ¡ó qup sr prcrliba como ínlrodttn ¿ón n ln Iilo"o[;a. Lo ná¡

frecuente en td.Ies tateQs -por todo lo qrLe sé- cs rccttirír a rlna

exposicíón de temas, d'octrínas o proltlem'as I/alia La pena ctLsayat'

la manera más vítta y tantbíén ntás fotmal tlc elaborar ut argrrtnento; coTr lal proce(ler, los alu¡nnos tendf iol 10. oportrmidad cle

asístir a la presantación y d,et'ensa de u,na tesis; obscruaría¡t eL ctes'

arl'ollo de las cottsitleracíones a lo latgo de la ttatlícíón, se l¡abittLa'

rían a referír el pensamíento a un conlexto cottcreta' a enfocar yuniJicar un mtLndo que ordín(tt¡anente se exhibe an tlíspersíón, a

enfrcn.Iat los 'objetos sagrados' con algtLna metlida de auclacia 1',sobre todo, a tanar conciencia de las dificultadcs y riesgos da laespecnlación.

En cuanta a mí Propósíto inicíal, cottsistía en bosquejar, porclecirlo así,las coordenad,as actuales dcl lcttónctto hlnrano. Qterío,en Particular, mostrI,Í a mis alu,mnos Lrts co¡ttliciones de nltestrdsituación; queria comunícarles mi pensamíento sabre ln rclaciólen que estamos con 'O ccidellle' , Io positiao de esa telación y tan'bíén lo negatiuo; sobre todo, qnería lmcer lo necesario por qrLe

úeran la condiciótt de abandono, desprecio e intlifercncia que ntge en esa relacíón y la medida y natLtralezo, de w.a posible y mzo'naLtle actitttd núesfia. Pafti taL fit|, y acastumbratlo nal o bien pormí acadétnica forrnación, comcncé Po1' abrirme cantlto; era necesQ-

rio tot. juícío sobre la'gestión occidental'. Lo qlle en tal dísposíciónsurgia intne d,iatamente era el fracaso d.e dicha gestión en su, íntento(sí metece este nombre) po,r co¡tsolítlar ¡¿r¡ 'cleslino' tlel lto'¡nbre; d¿s-

d.e los tiempos modernos) corrían de u.n laclo a atro Io,, Pe nsadol es

en brLsca de'una nLrcua sintesis', En térn¡.í¡¿os de este cf is;s y eñL-

pleando como tabla de salaación el htLntanismo marxista, cstttt-itcn condicio¡tes cle ¡ealiza¡ ante mis alxunnas aqtLcl propósittt.

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t 10 / ¿¿ nni¿¿d, DEDD !^ R.Lrc¡ó*- ^L

rtlv^Nrsyo

Pero ant.es de enh'ar en cstas agu(ts tleb kt. clesc¡ibi la nalutalczay med¡cLa cIeI descalabro; debía etpecíficat sob¡c el tlesuLlab¡o siquerí(r l¿acarne entendcÍ cuando lwblara de insegtr.tid.ad, dett¡no;tlebia cs.pecificat, as¡n¡sDlo' paftt estal' ctt cotrclíciol1es cl¿ canlLú1ícal'

?nís obseruac;ones sobrc cI'rcfleja' del ahttlído descaktbro en ¡ttLes-

¿ras Iat;t dcs; debia espccil;car, fillalnentc, si eta ¡tí p)oPósítodecir lnlabras inmediatas a la accíón )iolient@ o t¡tis auclitorcssob¡.e lna ta1'ea qüe sutja dcsdc nasctl'os y cottLo cxpresirin adu,lttt,de nt¿estro tulenta y nucslras posíbiLidadcs. tr!o cabe duda, ne lutbírLp1'opuesta clc¡nasiad,o para lús t\einto o cuú|cltta lcccic,tr:s t¡ue ca-be¡t cn tt¡'¡. ctrso; a tlu,ras penas pude r¿aliztn -co¡t bua¡ta medídade utilatcralidad'especulativa'- la pritncra parte dc m; pt.opósíta.

Para su, publicacíón, esper¿ la. opinión dc alguttos colcgas que1e1,e16,

"¿ tcxto. ILleton b¿ne alentcs )¡ no qtLísicror¡ i¡t¡istir en sus

abui.os defectos. Picnso tlue d,ebo excusarnv deI ttottlüúet¿to c¡7

exceso esqrrcfiática de nun¡ero-ras cloctf il:'r"s t'ilosóficas; y, ts¡n¡st¡1o,d,e la carrc¡a a granclcs zanctLdas y o Íatos erbitral ia po1.una tra-díción al fin de cuc¡ttd.t lcspctab¡.c. Sin enbargo, s¡emp1e sLLjeto 0

la medída de nuesLlo nted,io, opíno qu,c vale Ia l)ena arriesgarsc.Etz al pequciLo nmzd,o dc mis alone s l:rly ciclopcs eüol mt:s y tc,rrílJles; pero, Puesto qtle no eml)tcl1den cosa. altttna tligna tle ci-clopcs, tzo estar(L de nxds u¡l pob)e diublo clue ltaga lo c¡uc pttctlo.

No rluiero perd.er h opoÍtunid.ucl c\e t).atat, caDro pasn do, d,e

ItL ctitíca qLte ntereció u¡t líbro que lsubliqué en 1962 bújo .l titLLIoIntre lJegel y r\'Iarx. llgirnos críticos cogiuott el taro pot lasqslús, t1-atá¡Ldome co¡t1o lo tenía tncrcciclo pot lrunonista, optímís-ti y etlaina¡-údo tlc las cottsu,nLaciolles. Pronrcto fí|nrcncnte ttuncanttis pecat. Peto hubo algtmo en cI extranjcro quc lcyci, al parccr:r,Jakr¡ncnte las r¿ot¿Ls d,e nti líbro y quc al elogio sitt contt:ttítlo olleg)reprochcs sttperficíalcs o injustos. Sólo c¡t. u¡z puttto logró cstc critico inducirme a ret'lcxión: que rec 11'¡cra yo -cat¡ú tlijo, a Iu

cl¡úb(canerit p.Lta expaner ¡nis ideas. Strpongo qüc c.rte nonLbÍa dechabacaneria tiene el d,e;ígnio cl¿ ca¡-actcrizat ni cstil.o. L¡ st¡ladefertsa qtrc se n'Lc ocur'¡c consisl,c en decla¡at al¡ie¡tantctrtc que locrí.pLíco (Le la filosolía rcprcsenta su rLnica d,it'ícu,ltacl, lu cual halc-ca, al fit¿ de cuentas, LLna difi,cr:ltld bastante tot¿ta; ello explica lannnera jocosa y lktrm quc me aparece alli. do¡tcle Io'sublínte' pugnapor irrralrpír.

Por Lr¡ de¡nás -ltay que allegarse dclotsa tlo¡tdc sea- vean loslectores chilcnos el trato quc [es da¡t cn el cxlttatjcro; pat qr!.¿ enrn,i ticrra n¡,e tíldar¡, clc dificíL y afuera tle cltabacat¡.c¡.

Page 10: Desde La Religion Al Humanismo

R¡LICION Y SEGUR:IDAD

Page 11: Desde La Religion Al Humanismo

I

LA RELICION COMO SECURIDAD

EN EL AMBITO NATURAL

Cualquiera sea el origen de esla cii'cr¡nstancia y cualquiera sea el

sigrrificaclo que ella implique para la conprensión del lenór¡eno

humano clebemos reconocer qlle en lrn pr'lnto relativamente lelrolode su histo¡ia el homb¡e existía en gmpos. Asimismo, cualquiera

sea la intima relación clel grupo humano con el conjunto cle la

natur-alezar quiere clecir, cualquiera sea el engarce telúr'ico del gru-

Do.on 5u imbito, p;rlere tambión inclistrttible que 1e en éPocls

i".o,o. el hon¡L¡re sinrió rle rercl¡,1 l¿ virl¡ como Prrgrl¡, como en-

{¡entamiento de la uirtutaleza, como lucha descarnacla e insensible

por sobrevivir en un nedio a veces euemigo, a leces extraño o

inclife¡e¡rte.F.stas dos concliciones ¡entoLas cle la vida del homb¡e no es

necesario que se corrstituyeran abiLi'aclamente como condiciones cle

su situación. Qrtiere esto clecir: no er necesario que firmaran los

homb¡es r¡n pacto Para vivir en grttpos, o que se hicieran siquiera

la iclea cle un pacto para couvivit-; si ei glupo es naturalmenteposterior al inclivicluo, o a la fanilia, es más probable que haya

resultatlo cle un impulso o cle un ins¡inLo, no de una representacicin

y mlrcho menos de un juicio. I¡r cuanLo ¡1 enfi'entamiento de lanaturaleza, nuest¡o ¡echazo clel ca¡ácrel abstracto de esta conclició¡tsignifica que advino la separación no porque el hombre haya oPtx-

clo de pronto por' ,clisoli,er un comptomison, no Polque haya saliclo

cle una ¡elación que asumía conscienLemente; la separación de lanaturaleza ha sido ante toclo y origilariamente url senlimieDtodent¡o del cual el hombre se hir enconlrado allá en un punto clel

pasacloJ un punto doncle también se encontraba inmeclia¡a e ins-

tintivamente clentro del gt'upo.Una base en que podemos apoya¡nos para clefencler la iclea

de una separación ya instituida en los tiempos prirnitivos entre elgrupo humano y la natualeza es el lenómeno, también Primitivo,de la religión. No importa que el grupo humano haya exPerimen-tado o no clistintamente un sentimiento de esta¡ enfrentados el

honbrc y Ia naturaleza; no importa qr.re el gmpo se haya cornpor-taclo o no directamente en términos cle aquel enfrentamiento; 1o

t3

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I l1 /r¿, ni!¿,¿, DESDE Lr li¡rLrc,óN ^¡.

r{urr,\rrs\ro

que ir¡porta es que el enfr.ent¡r¡iento estaba allí, encarnaclo en eialma dei grupo. La teligión es una l)rueba (le esta encar-nación.Sin entla¡ en especificaciones, pocleuros clecir en geue¡al que Iareligión, sienclo clebicla a la iniciarila .lel grupo hrrmrno, traeenvuel¡a clentro de elh r¡ua ¡ctitr¡d clel hor¡bre hacia la naruraleza;por implícita e instintiva que sea esta actitu.l debemos reco¡locerque tales son sus tét'üriDos: el grupo humano cle rrna parte, la natu_raleza cle la otra. Cor¡o iniciativa inraecliata, ¡ro clisir.ir¡inacla, clelgrupo humano, la religión cornporla un trabajo que se ira elabo¡aclo con tales tér.minos: el grupo humano y li naiuraleza,

. Nosotlos podemos especular- sobr-e Lrn estadio rodavía más pr.imi_tivo en que la ¡elación clel hoorbr.e con la ¡raLr¡¡aleza era inmÉdia¿u,quier-e clecir, qlre no se habían clesa¡r.ollaclo clentro cle la vicla hu_mana los lérminos hombre y naturaleza sino que la activi(lacl er.auna, sin disoluciól efectiva cle sus,mom€nios'. tl-osotros podemossuponer, hacienclo analogías, qne a la nlaner.a como el niño llegaa una etapa cle su vicl:r cloncle sur.ge la escisión eDtre Lr1)a ¡raarorrn yr¡n entolno, clel mismo moclo eD la vida cle la especie se ni.o.." ,,,,prnto en que apar.ecen separaclos cle una parte el gmpo hurnano,de la oLra la na¡u¡aleza. Sin embar.go, no es necesaria ásta consicle_lación de una vicla i¡rmetliata cle la cspecie humana; basra la consi-cle¡ación -cor¡o he¡nos clicho- clel hecho cle la r.eligión como trnlrlollento prirnitit,o en la vicla de los pueblos para estar. segurosde la acción mutua efectiva de los té¡minos que ilesignamos el"gr-u-po hum:rno y la natrlr.aleza.

Ahor'a, nos cotr.esponcle Dtost¡al. qLle en elecLo el hecho de lareligiól nos autor.iza a rept.esetrta¡nos aquella circunstalcia primi,tiva cle un enf¡entamie¡rto del hornbre y l¿r naturaleza. par:i ello,I¡astarh con el ernpleo <le rasgos muy generaies y obvios clel fenó,meno religioso; rasgos, quiere clecir, qrLe se encuentren cle un modou otro presenles lllí doncle existe la r.eligióD y sobr.e los cuales naciieharil cuestión. La religiór-r est:rr co¡rst¡nternente satisfrcietrclo u¡rcleseo de segul-iclacl, No pr-etenclemos clue haya una inseguriclacl¡levia en el grupo primitilo y que éste a causa de tal inse[ur-iclaclelabore la reiigión. Lsta consicle¡ación se parece n o¡rn, q.,J lra¡¡o,hecho m¿is atrís; el principio que nos guía, aquí cono alií, es pres_cincli¡ cle una ¡rosición intelectrralista clel problema de los origeres.

Lo qlre noso¿¡os querenos evita¡ es una explicación cle los hechosque dijera más o menos esto: En el principio, los homb¡es se sen_tían insesr¡t'os en el ambiente inhóspito cle la natulaleza; y para¡esolver esta situacilrn cle insegu¡icla.l, icle¡ron la religión o lucron

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:.

Lr ,4lisi¡x conro scr¡rridi{l ¡n .l ár¡bitó Mturil l¡ l

con¿üciclos a la solttciril-r leligiosa. r\ Dosotfos no nos Parece 1)ece'

5ar-il esta Iclrte.etlracióu. La lc¡clacl es qlle 1lo s¿benos si los co'

lri"rrro, ,1" la religirin han sicio un asrrnLo tatr acaclémico cotlo el

¡n rj rlc.Lril,,. le¡o lro. I,r¡ece nlis nllt¡l'¡l ¡rre*i'lrlir rle c'lir felire

."ir ',ir,', ) rrn. l': tc(e,lt:i' li:'lt.t:'l )lll¡rrlcr ql¡e lo' ltol'rl''ict rl_

nieLon a sitrt¡lse irrrLinrir'¡r¡enLe erl la religióu. Só1o clespués, cuarl'

,lo ',,r, ',',,,

t. ¡ó¡l r¡ olr', l. lcliei ilr ,l:Ll o c l ll ,letetrri¡tir'llr ¡eliq.'ill

,lc rí11 o ( ¡¡l e\l',' il ó glrr¡,or rirto ¡r .r llir lo" c']lb.rlP\ rlc ¡llr"

crisis pocle[ros sLrPoilc¡ qLre hal'a sulgiclo cn télminos tie inLeligetr

cia y ieflexión aqucll:r segtiriclx(l que ia religiól sut¡inistr'¡'ba Lo

r)oal;rlros poner ¡ambién r¡si: tue 1l illsequrialacl atisbada eu el se[o

ile lo clisis lo qtre plrso cle mrnifiesto qLre la religión era seglui(r'a'l

Y ftre tambiéD elt el meclio cle 1¿r c¡isis,v la inscguricl¡cl cloncle el

hotible pr.rclo ltelcibir el ¿it¡bito cle la inseguliclacl; esle ¿itrrbiLo

coDstxba ale clos he¡nisfc¡ir¡s: De una llarle, 1a naturaleze, cie la

otr¡. el homllrc. Y este cri¡tericncia, sirl cilre imllorle l1 rePlesenta'

cicin que nos hagantos tlc ella, conrpoltaba el no elcuenlro, la sePil_

:ación sin esper:r¡r7rls rle acluellos hcrt isletio:. La leligión, etrou'

ces, se e!icleDciab¡ eu sll cr-isis rclDo l(irlnltla cle seguriclacl, coulo

unil sabiciL¡Ií¡ illsLitrii'ix, col1lo Llll cilctlclllio a.r_tnonioso (siu qtte

itrporte el valor qL¡e clebamos ololg¡l ¿t csLa ¡rülonia) clel hor¡b¡e

y lu natuialeza. LI homl¡re lt¡bía entr-¿rclo en la leligión erriltrjadtr

insrintir'¡r¡reute Po¡ esLa erigerlcia (1e segLtr-iclacl. Lstaban trlbrtjau'clo, problbicmetrLe de uli r¡ocio iusLintiro, el hombre y lx n¡Ltrr-a'

leza para esle resukaclo: qtte el honlble puecla setltit_se segulo

rloncle pisa, qLle ha)a tln [urrdrttlrento bajo sus pics y rtne clireccirin

l)ar¿ su aütliu soble esle luirchnietllo Airor:r bieD, llr carlsacióu y

conselvaci(irr (le esle esLa(lo es la ricle rlisma cle la religirin. Y tlr.res

lr-x tesis sob¡e Lodo esto es ln sigtrietrrc: Oue la religión no es posi-

ble sino co¡lo lcsrrltado (crLalqrtie¡¡ sca el 6;rrclo cle espír-itu que

se e¡rcllerltie aqLri en activiclacl) tle ltna rperrcióu qlle consla de

(los [actoresr e l iromL¡t c (el gmpo hrimano) y la nallrl-alc¿a; ntres-

tlir tesis (lice que no hay ttua 'religión inrnecliata' sino uuir religión

mecli¡da. La re)igión sLrrge -Po¡ mtrcho qtle, alej?illclonos con lirinaginucitir-r a srls eL¡P¡s plintitivrs, cleb¡r¡los ¡ccut¡i¡ a lr_nses coilo'Iolmacirin insrinLila cle la reli¡Jiriu'- sien¡rr-e que preliatneute

estén esci¡.li(las y enheltl:rdas las Iegiones clel honbre ) lI DaLLr'

¡alezil. Coüo qtriet:r (lLle ltos la rcPr-cselrlelnos, hay ula escisión en

el comienro cle la rcligión; la rcligión es, crl slr senLido rllhs Prinrll-lio, segut iclacl clei hotnb¡e clr cl trredio n:rlt¡r¿1l y sin el enfrenLa-

Page 14: Desde La Religion Al Humanismo

I 16 /x¿¡ Ri,¿¡o, DLsDe LA RELro¡óN ^L

Hu\hNrs!6lrriento de es¡os términos Do hay sentido posible en qüe pueclaconslituirse una seguriclad.

A la exposición hecha al conienzo puecle enLonces hacerse l¡obse¡r,ación siguiente: Se rr.ataba cle moit¡ar clue había allá en lostiempos primitivos el enf¡entamiento clel grupo hu-ano con lanaruraleza.. Se recurrió ¡rara ello a la religiói, ienómeuo primitivoen cuya cr-isis se hace r¡anifiesto aquel eirfrentamiento. ¿por qué,entonces, no se pal-tió más bien del fenómeno primitivo.j" lu..li_gión y, por la vía de la crisis religiosr, no se obruuo clespr,és aqLJlaseparación entre grLrpo humano y naturaleza? Ntestia resp'uestaes que Do queremos clar lugar a un malentenrliclo; a que se tome,quiere,decir, el lenómeno r-eligioso como lo primrriJ. ya hemosindic¡clo concis¡mente el punro: la religión iro a, .,., ten¿*erroolrgln¡l; el hornbr.e y l¡ n¡turaleza son el tema cle la religiórr,cualquiela sea el grado cle realiclacl con que aquellos fn.,or3, ,"hayan prestaclo originalmente al cema.

Ot1o,¡un1o todavía. Se puecle objerar. que hay una explicaciónmaterialista de la religión, una explicación q,,. _pnro s¡lir cle esrocon_rrna frase- ¡educe la religión a un enbi.,camlento, a un asun_to de inte¡eses cle clase. Nosot¡os no clesechamos esre aspecto cle laIeii,gión. Por-el conrririo, nos parece arendible a i¡npoJrna,ta. f"ron.rclle prrerle negirr qLre la religión ent¡ó en el munclo; y sería clifícilmantene¡ que se sostiene en él si todo su se¡ se ¡eth,ce a un embaLrcamiento. Si a uno 1o engañan, ello sólo es posible recurrienclo aex¡edienres

_qre e\pr.er.rn algo posiriro err el negocio. N¡,lie se ile_

Jir eng¡n¡r'_srno_que hay sien¡tre en juego algo que tr.asciencle clel¡nero engaño, lJgo que nos inporta y q.ra iiarri valor. Nosotroslemos l1do exprcsión rl rs¡ecro posirivo implir;rclo en el neeocio'lc h religiórr ¡l r.etc¡irnos I la segrrricletl. Hry que estrr,liar ¡rr-in.i_palmente este aspecto par.a estar en concliciones ie seguir un'cami_no, La crítica marer-ialista cle la religión ser;i siempre"bien venicla;mís adelante tencltemos que ton]ar cattas en esle asunto. pero, im_porta acaso mucho más poner pie en el ámbito positivo cle estefenómeno

IILA RELIGION, LA C¡XNCIA Y I,A TECNICA

En nuest¡a exposición ante¡ior. nos l-re¡nos esfo¡zaclo por. asegur.¡¡_rlos un tel¡eno. In este terreno están enfrentados doi hemisf;erios:

Page 15: Desde La Religion Al Humanismo

La relisión, I¡ ciorc;¡ y la téc¡ica 17)

el Iroflbrn ) lil n rtrrrile/1. El c¡millo qtre helnos lcgrti(lo lxra g¡nxr

1.," ,-tan" h:r co¡sisti lo en trn attilisis heclto en ¡lirnerr rptoxim;r-

.'i¿r, ,lel f",tó-e,to religio\o. E5le ntorlo cle procerLer lra signilit:rdo

-,,.," no, \icne en(iln¡, sin ¡gll:trdil lnis. el ¡sr¡nto qlle ¡os Pro_

,l.n"aor r.,"., Potqtre btrst rtr,lo e5le enlrenllmicllto 'lel honrbre

l,-1, n"t,,r"l"r" sólo qrretiamos harernos ttn ptrnto cle Pilrl i(lir P¡r¡1,,,."r.on llguttr thritl.rcl en el Ierreno cle la rcligión. Al Iin tle

iuent¡.s, nosot¡os queríamos a[eglarnos üna base clesde cloncle

l-,.uliótamo. irpunlxl con rlgtrtrr comc,liclrrl soL¡¡e el ¡em-t rle l.r

lelieión. Serrcill rmente, .llreri¡rnos esllrr en conrlicione' tle ¡'oderi".ir,,lqo (omo esto: .En¡re el frornbre y le nrlrtr:rlerr se prodrrre

toclo un conplejo cle relaciones importantes al cual clamos el nom-

bre cle religión. Para poder deci¡ esto tan simple, oPtamos pol un

esbozo especr¡l:rtivo que bien puecle se¡vil tle ilustració[ acer-ca de

las conside¡aciones que suelen hacetse en lilosofia para asegurar

run punlo de Pa¡ticla. Tales consicleracionesr emPero, ha¡r siclo un

nr,,rrto, n,tttqat" obvio, mr¡J abslr-acto. En lo que sigue, no haremos

mucho por sali¡nos cle eslos moclos cle pensamiento. 1\\o esLamos

emDcilirdos en,leci¡ Prl:rbt:r' qtre ¡rtetlen irnPott¡r e'l'ecificrmelrlc,rl r,nrro¡,ólogo o al hislori rrlot sino en intro,hrcir:r I'n rerleno

que está pol delanle todavía y para lo cual bast¡n cotlside¡aciones

de la especie que hacenos aqtli.Po¡ todo lo que se ha clicho hasta esLe Punto, Pucliera Pal'ecer

que andanos descaminaclos. Hablanclo, o empezallclo a habla¡ cle

Ia religión, hemos alucliclo en Primera inslancia, pero cle rrn moclo

halto esencial, al hombre, a la naturaleza y a la seguriclad. No he

mos hablaclo cle los tlioses ni cle Dios. ¿Pueclen obviarse los tlioses

cuanclo se habla cle religiór-r? [s clecir, ¿estatros aprtntanclo ineqttí-

vocamente sobre el fenór¡eno religioso cttanclo mclamenle nos li-miLanos al hombre, la natu¡aleza y la seguriclacl? Iticlnso, puecle

agregarse a aqnella obsetvación sólo negativa cle la auseucia cle

Dios o los ciioses ésta nny clifer-ente que dice asi: Il homb¡e, la

naLur-alezii y la seguriclacl pueclen aclscribirse tan Innclanenlalmenlea la religión como a la lilosofía, la ciencia o la técnica. Po¡qtle

(así se ¡nede algumentar) ia lilosofía y la ciencia surgen eD aque-

lla conf¡ontación clel homb¡e y la natur-aleza; y la seguridacl aclop-

ta aquí Ia figura clel conocimiento; la técnica por su parre implicalos mis¡nos términos y en ella se alcanzan los límites prácticos tlela seguridad, llegánclose al clon.rinio, a la mtuipulación, a la irpro-

piación cle la naturaleza por-el hombre. Responclienclo a eslas ob'

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i 18 /¿a¡ Áir¿¡d, DE5D¿ L{ REL¡o¡óN rL Uuy¡N¡süoservaciones iremos situánclonos clentro clel Le¡teno que más ¡ros i¡n_porta, el de la religión.

P¡imera cuestión: No hernos hablaclo, tratanclo cle Ia religión, cleDios o de los clioses, pero acasode nn asunro .t" ¡,nrnr,ro,- ñ,i.,:,I'nl::X:lt;,,"J',"T,fi:ii:*::itladn apunta m1¡s cer¿eramenLe que la fi-ase ,¡io, á lor,tiorarl-.,,,b¡e la esencia de la religión. ,Dios o los cliosesn es ir.ur. q.," p,,r"."muy precisa y concreta, es {¡ase srrsLantiva; osegu¡iclacln, á .n'rrrbiu,es palabra que apunta hacia aclenLr.o rle ¡rosoü.os y au"

",, ,,n ,"rr,timiento florante y transeúnte, es palabra aa;eUr1a. Sin ;;^;.,Para emPeza[ en esLo con frasesin importancia, poa"-u, i,,ai.J.'f,,l:?[: ff:il'lji'J'i",^1t""::parte.ningunr mientras qrre la seguiclad y ia inscguliclacl son esrrt(tos vrvrclos en nuestro co¡ezón. Al Iin cle cuerrta¡ los clioses hanllegaclo a ser por la via tlel co¡azó¡r y ios senrimic¡rLos, 1' ";;,i,rsiendo desde alli. Todo este ¡eino sustantivo y real cle los cliosesobtiene su aparente concreción clel ví¡rculo que los tig. nt.ornrái,y por clondc corre Ja srngr.e qrLe los nutr-e. Lo ¡roder"nos r",nbitnueclr en expleslones clllléctic¡s: los clioses son Lur modo cle expre.sarse.la segur-iclacl, son la figur-ación objeriva que ...n pnrn ,i-t"seguridad; o más bien, so¡r Lrn moclo cle establÉcc¡se la iegLricl"ct,son la seguriclad que se esrablece con el apoyo cle la imaglnación.De mane¡¿, entonces, qlre nomb¡anclo la segLrr.iclacl ar,nrrior rro,n,blando a los dioses allí cloncle surgen, cloncle son hechos. cloncle vi-ve¡r su rid:r reld;¡det¡. Dicho tlc orr¡ r,r.urerr: \omLr¡r,lo 1,, se-guridad y no los clioses esLanos apl¡ntanclo a la ca¡¡lc ,rrirrrrn y ,,tco¡azón de la cosa y no mer.ament; aluclicnclo a clla co¡l "l ,rorriLr¡"que le pusieron el clia del baurismo.

Pero la seguncla cuesliól) ar¡enaza co¡r clestt-rrir los lírnites (lelteu-eno en qle nos pl-oponemos tr-abajar.. La seguncla ctresti(in dicead, el complejo cle¡nental pr.opteslo p:rra introclucir a1 tena clc iareligión no par-ece específico de és¡a; el hombr.e, la natLu.aleza v l¡segu¡idad ent¡an cle nanera parecicla en la tilosofia, ia cicncia y latécnica. Debemos, ento¡rces, enfi.enLa¡nos con la objcción sigLrien,re: Envolvemos en la esencia cle la religión, a l¿ Iilostfia, la ónciay la técnica, Vamos a most¡a¡ có¡¡o se sale cle esta aparente clifi-cultacl.

Debemos separal la filosofía, la ciencia y la técnica, cle trneparte; y la religión, cle otra. Debemos mostrar. que en Ló¡rninos clelo que hemos puesto como complejo básico cle la r-eligicin _el hoür-bre, la naturaleza y la seguriclacl- se encuent¡a objerivarneure es-

Page 17: Desde La Religion Al Humanismo

-,Ii t¡ EligióD, Ia cienci¡ v la tócn;ca 19lI ..] ,-u,".Urn aqurelh seprración Para nostrar esto' ernpezamos pol la, tlij-t"-'i"ir"t

convénimos eu que la ciencia es un esPecifico cono-I ctc¡rt '' - -tl:l:::;^

-'," conoci rrierrro [otrn¡li¿rrlo Po' r¡n rnétodo: trn (or)o-

li-11",á ""t'ri.",olio exl'erimctrt¡l: rLn conocirniento hiPolétiLo'

i.il",, it,'t", 'tegionrl, etc 'le la neturrlezr' str¡one ¡'rres' ¡li.r.i.'"1 "nft.nt"micrILo

(tel homLre (el srrjeto cientilito) y.le

l"',,,.",*a. To(los (on\enimo j en qrle el (orrorimiento ' ienlif ico

l'"'"i,i.,it., y esro qtricte tlecit qtre It tr:rlurale¡e r¡rteclr rigurosa-

io"lrÉ r.''"t".'en (tr'lnto ilnltoll¡r I le-cietlci;r' rle. lodo,enruerrtto''-'^-.'

".ito o fnsión con el hombre Ln la ciencia nacla imPorta'

f ..'","'.i "r qtr e n¡rcra tl P3li:l ti'f1"i.,1: ::i. :':i:,'"':,t:i,}T::l;;;i p".^.t,.t ,l,"mn hut¡auo, o la iclea cle t¡na iclentilicación cle

i"'rr^",.'"far^ y el hombre clenl¡o cle r¡na realiclacl nueva y suPerior'

o't" i,t"" ¿" un surgimiento tle la natutalez¡ gracias al hombre Y

i,l',uml,li,ni"tt,o tlel lrornl¡r'e. o It itle¡ cle rln¡ tle¡'endenci¡ con-

'_ti, ,n," ¿" ll nltrlt¡le¡¡ r(sl,c(to rleL lenómeno llr¡m¡no L¡ cien

,i. r',nor" ¡llí rlel¡nre l:r nalur¡lez:r en esl¡(to tle objctivicl:rd des-

n,nl.,'y p'ott'1" Il t ienri¡ romelién'los¡ ¡l i'le:'l tle trn ro¡rocimien-

," "lrlJril",

quiere decir, a una percepción, caPtacióu' aprehensión

o .or-r."1rt.tn.iótt cle la natutaleza quc sea liel o verclaclera' que se

Jo-",n n l^ natlr¡¡leza asi como se encueDt¡a ésla süPtlesla en el

.',nro cle l,.r¡ti,t¡. To,lo esto 'ignilic' que si biett l;r riencir opera

ln¡r. i. t-,,*" rle trrte sepllrción enlte ltornb¡e y n¡ltrr¡ler'r n¡d¡

,i"n" qua ve¡ con lo q.té lt"mo, nomb¡ado segtlriclad Poco hemos

,ti.ho ,o¡r" el sen¡iclo cle esta última expresiólr' Pe¡o se acliviua

va a tl-avés cle lo pnesto cn to!11o a ella que 1a ciencia no es¡á obli-

nr.l', ¡ h¡c,r t¡n r¡mitto haLi:r l:r segrrri'll'L'' Lr '"qu¡itl¡.1 ron,iernc I l¡ solrr'ión qrre e) homLrre encllenlr:t

(o puetl! eucontrar') par-a salir clel estaclo oscilante y sin raíz que

iinpti.n t., separación'cie la natrlr-aleza; separirclo cle la naturaleza

-e's,te.ir, p,r"rro n,,," ell:r y sintiénclola cono una dimensión de

ltt er<t¡año y ajeno- el homb¡e entra en angusllosa sltuaclon: no

lriy r¡í¿ l.,or tÍebejo 'le str ritl;r, y rrtnqrte l'r lrubie¡a no.h¡brir.',ilo ,lo,t'.1. alrrigrr'. Hnmos tliclro qrre Ir religión' enfocada-¡osi-

tjvamenle, npor".i.otoo una instiutiva solución de este conflicto

trn la religián (ya tenclremos opoltuuiclad de especilicar- sobre Ia

leligión) s'e ha ;onstnticlo, como quien dice, de una plumada urr

iimüito'cle seguriclacl; se han reuniclo armoniosamente clentro de

.,n resultaclo -imaginati vo, y en imPort¿l¡1te proporción fanlasioso'

ias climensiones cle lo l-rum¡no y lo natriral; es tlll mundo hlrmano-

r)atrual el que surge y se €stablece como religión; la naturaleza'

Page 18: Desde La Religion Al Humanismo

f20 Jr¿, 1?¡¡¿¡o, DEDtr L,\ RElrcrótr- ^L

rluu^^-¡srro

_¡¡I.::

en la religión, es casa clel ho¡nb¡e o, pa¡a enfatizar_ la ¡clació¡r, csinmecliata y enter-antenLe habiLación .t"l ¡orrrb.e...La ciencia, en cambio, no Liene nacla q;;-;;; .." l¿r ¡eunilica-ción que es¿aruye la religión, Le^.es, inclursi, ,n,,y .".*.rrr. qrlJ

".opcre ,.1entro ,lc cll¡ rrnr leUll l...cro|| ,lc p¡tr cst,e(ie. Ircrr, Irn:is: aunque l.r ricnri;r l¡abrie *o1.,," ", . ,., _ ^enrre el rromb¡e y l, ,,.,,,,,,,i.r1o1'e

cl \rrl'¡'ecro rlc rrrr'r s"r' ¡ r'ió¡r

eslos ré¡minos. vii r" .i"J^ ,l ::,,;'. ",ijiol,,:l:i,::,"Ti:lll,j' j::turalezc que lo rr.rra y no como ho¡ribre, N" ,-;;l;,;.;;,i;i;;,r,ll:::.--:,1 il mectici¿L en que se somere et hr¡nrl¡¡e a cecle¡ este

11,,,T1,..",,,,.,o cle lo que es naruraieza y q.,. .onriri.

"1.':;, ;",

- f^-0" :t.":, pues, que ve¡ ia cienci¿ mi¡ma con l;r sesu¡idacl Elemp:ñ1 ge atgunos pensaclor.es cn rec[¡cir " l,"lri,., .,",ii" ir",, ,,,j:.^l :l:1. t." rierra puede enrcntLelse ."rr.

",r,*ri,".,. ,i"',,,,"cFoca que enrrevió las enorrres posibilichcles cle la .j";o--r, ;,,"siutió la necesiclact cte enrr.ar .o,, i,.,".,jo, ;;i;;;*.';;rr;r;:tu:\"]L1,Ir1l"- que la rcJigión h.rbi-r cer¡aclo y .caon,l"n,to .otr"l¿rl_,,lJs a la vez ficiJes, su¡rerIicialchemos. vis ro ", ;;;;J :i;' i^ ;:::. J", 1T::[,::]3,,1':::i,,,:J,Hijlxia¡

.sicle¡ales y las minúsc'las p.,,,r."f ",

-;,rr*r'i"n';; ':jrj;:,quizás en contliciones cic verilicai la faira cle _rr;;;.i,i;; ,;,;;;,,sir¡ det.c.rrnino qrrc ra clc.,l,. t,. , i",,.i; ;1,;';.i;,;,;. ;",. ,l'i,:tli.:::]ll"'jl^,t progreriva no es e,, ,ru![., ",8,,;r';.;;',-;t,.j"'l;^crencra que no podil asunir.nir erisión. tr1 *p, ia,.'n.i"'.,,,,;Il:':li" ji]:l.'1,:11::$:,1',1,.,:.

J;lt (¡cr¡(r,r ¡olno r¡rr.r ¡Lle'r [.rse ,lc l;, ,eq.r'ri,h,l. ,.ür. ^,.,,i. ),.].cia,os deja cloncle estil¡l'ros. N.,est¡o'r',is ";r;;;;; ;;1".r;:;to de la naturaleza ciebe cie¡La¡t

j.^ : :, I l,:, ::l lü i " * J, ;,,;,' ;, :..",:: :"iil:"J.[ j::'

I l",H:lll:lT] l. :l:".,,. En plnrr" :r¡,oq, o rrel .. r,",, t",,,ir,i, o,o,,,,i".,.r.

lfilll' i"l,t;lll:'.:T:: í,';i;J;li n,::j: ;,1;,;::l: I :ll,:i': I Iciencia.P¿senros ¡hor:r ;r I:r Lérnic¡. Nrre:¡ro prot¡ósilo

"1::j:: :..j: ,1. I'one,.el rcn,,, ,r".r., r.ii3tjn ". i;;l,li;" ,r;,"';,..llgron y re(nrci, \c irl(nliliqr¡cn. lo,los ¡,e¡,¡;rn q,,. t,,r¿,,,¡.,. .r,,srste en cl rlorninio de l.r lj.¡trl¡lc/,r ¡or el Irornl,r. y ¡ ,

"f. i.-f",

;1,^"j:11 ,i-'ri",' qrc t¡ ró, ¡ri, i1 es 1., , icnr t., ,1, i .,t

"r *r,;, t"i"i; i:Jl,:::,H:.;i",1;:, ;:il'' i: :l:lll;l ;i"'l::ii:'; l: l:; ;, ;l:,11",:l

Page 19: Desde La Religion Al Humanismo

La réligión, la cicncia y la técnica 211

noogl r 5u \erticio. Estir sola ([el,enclen(iir ell qL¡c csli l¡ técnic¡j...,-r""¡re,lc l¡ cien(ií1 no Pl¡eLle Lra"l rr ¡lrr.r seP¡r¡r enrTe lé.nicJ y

,"liql¿n. reto, I,¡rlr logrrr csta selirif ión porlemos harec rlgunrs

.onii,l",.,ion"t g'.nclJLes 1l¡c ¡rrten,[e la tletinición rlc l.r lérnica

LlIominrr ión rle ll n¡tt¡tale¡e nos tll stgtrri'l.rd Y t¡nl¡ se-

prr¡id¡,1 nos da qrte ¡ro,1cmos en(onrlrr en l¡ tórni'¡ anl¡llLios enor-

ies. Nr,l., nrenos que et¡ rlir'c" lo'l"mos lrlrll\lorlnirnos (on estit

¿ominación cle la natlrraleza. Es seguiamente esta situación de

apropi.rción y dominio la qtre llentrbr : ciertos ¡cnsr,lores deseo-

,o5 ¡" qrriL.rrs" de errritn:, l¡ Lt¡tel¡ dc la religión. Sc lr.tl¡b¡ p¡leellos de traslaclar toclas las potencias cle la segtl¡idacl a las manos

y e l:r inteligencil clel hombre. Algo de csto hay seglrrrmenle en

I:r concepción ,le Br,on qtre consi,lerr LI rierrril como Ié¡nica y

rambién en la sucesión cle los tres estados -teológico, metafisico y

cientílico- del filósofo Augusto Corrte. Sin embargo, hay clos siu-ole, consirle¡ rcioncs qrre ltrcer rrqtri, de 1rs crr'rle. ¡esttlt:t el ¡echl-)n,le Lo,l., i,lcnrilir¡rción entre l''.ni.ir y relig¡ón. Primeru: I¡ téc

nica no nos ha hecho col¡o dioses ni nos ha suminist¡ado esPecie

alguna cle segririd¡.l. Segttnclo: altnqte así hr¡bie¡a sitlo, tal silua-

ción no ft¡e¡a lo que llamamos religión. La religión es seguriclad

clel ho¡nb¡e conciliaclo con la naLuralezaj es encLr€ntro clel hombre

con la naturaleza, no clominio y apropiación material, b¡utal y

utilitalia de la naLu¡aleza. [.n la religión a meclias o imperfecta-

mente, se ¡esueh,e la antítesis honbre-natu¡aleza; en la Lécnica, ut1o

cle los Lérminos cle clicha antítesis sojuzga a1 otro sin ¡esolver nacla.

Ciertanente, la religión tiene un Problema con la natut-aleza. Szrle

cle este problema como puede; por ejemplo, sustenta la doclrinacle un¿r n¡Lr¡¡aleza hecha pala que el hombre se la coma; clistingtte

entre especies comestibles y especies replrgnantes; consagra la caz:t

y la aglicultula; estal¡lece las no¡mas del negocio sexual a la ca-

n-era y muchas veces to1-peÍnenter eLc. PeLo, con toclor la religióntiene a la '¡ista ¡n d.esídeuLtuni cle arleglo entre hombrc y naturaleza porque ha suscrito cle aulenano las concliciones de una segll-

¡iclad ve¡daclera clel hombre, seguridacl clel homb¡e en la natu¡a-leza, destino y situacióu clel hombre en ella. L¡ técnica en cambiomira clescle el honbre aislaclo en si; la técnica es furios¡r y clemonía'

ca; pone al hombre en el centro cle una clispersión na.trtral y quiereh¡cerlo el señol cle aquella clispersión. No hay acuelclo ni amor en

el homb¡e de la técnica; sólo hay lo que algunos pensado¡es llamanvoluntacl de poder'.

Page 20: Desde La Religion Al Humanismo

tIt

! s P E C I F t C ^

c I o N Ii s soBRncotlf o ns¡NCI¡\ I)¡ LA

LA S¡GURID¡!D

RELIGION

Estamos inte¡esaclos en una tatea que pucliera parecer innecesatia:Separar la religión de la ciencia, i" tác,,i.n y i" fi f

"_fi".- ¿q.,;incliscute esta separaciónl Sin embar.go, el Lrabajo r,.,"rr.o r";.r'riii.,,,y se justjfice,por €l noclo que hemos elegiclo p¿rra rcnari;r: s;l;cl¡ r'etlgron. No hernos c¡r¡r¡clo cn especitiiaciones sobre la religiói¡pelo hemos proprLesro_yil lo qrre nc,rnbramos el conplejo ¡,tri.3 lt"ttcnómeno reJigioso: el hombrc, la natt¡aleza y la

'seeLu.iclacl. trIe-

.tliante u.l¡s. ingredientes pretenclemos u1r,,,.rtn,

"r1r".íii.n," ";r"

-

;"-bre la religión. Per.o, no sienclo éste ei sclLiclo .1i" ur.,^t,rr",,i.-r"da a nuestro fenómeno, es cla¡o entonces que al rlal.lo Dosolros sur.-jan cuestiones que cie otr.a manera serían obvias: clistinguir, por.ejemplo, entre religión y técnica.

A la verclad, no estamos señaianclo cle la rnisma mane¡a ei Ie_nómeno cuando al habla¡ cle religión iurltlicamos l^ scgu.idacL c¡ue( uinilo ¡o lr.r, emoc impli, ¡nrlo r Dio. o lo. rliosr. o .j , ,,1,o o' i.,s:rlv¡ción o la vicl¡ fu¡u¡¡ o el Lemo.. y puesto que pr.oceclcmos cleotra tnane¡a, no esta¡ia tie mis que ¡clelantá¡amos algo aclrrí parajustificarnos,

In primci- luga¡, 1a segt¡¡iclacl nos parece est¡¡ p1-esente portoclas partes cuanclo se trata cle rcligión. ño eD roclas pn.r,,.

"n qua

hay religión, hay, con ello, cr¡lto o salvaciril o vicla fur.rra o rer¡'orPe¡o en toclas pa¡tes est¿i ocupaDclo el centro clc la activiclacl relieiosa esra coDdición de echar cl honl¡¡e r¿íz por clebajo ,l" r,,, pi",y enco[tfar arraigo en la existeDci¡, ,Il hor¡br.e tiele par.a sí con,soliclado u¡r lugar en el munclonj ésla es le palabrr qLre clice siem,pre la religión. La consolichció¡ia rcligión-p.ecle o no esrar ;";i',::i;;:::'Ti#, ;lil":"::requerir Locio el apalato clel c[lLo; puecle o no elabora¡se con av,r_cla cle la salvación o l¡ vicla Iurr¡¡a. por. el conLrario, lo.ierlitein¡movibfl en lr religiórr c. r¡rre tul,oi.,lr rrr¡ lue.rr, ,,n ."nLi,lá urrn desrino tlcl lrombrc el r.j rnt¡¡rlo. es,lc,ir, lLrc rl.r rJ lror¡l¡r,

ldün{tuc cl rcnror parccc cnr¡3r .scnci¡tnc.sf¡¡¡."','.'m.¡...vi,ó.:Li.J,."n,c,'-,.,..n""1' 'l f "ór" ol\i'o¿^

' I lc:¡" "o

.ot.to Io r 1." h r-".:d. J. Ir ¡\'' ¡ I' b' ' 'l¡ lJ '

lAi n

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Page 21: Desde La Religion Al Humanismo

f*ilLá rgúrid¡d coñó 6on.b dc Ia relisiótr 23l

"pdrLriJr(l pirr.r Iler¡¡ 'r¡ ri't¡ r rlrr (rrrnl'rilnienlo que -n rrlie lo

,iL,,'" - "t'",t" (le ir exi5len' ir ¡, rrrrr'tl ' rnirn¡l

[,, ,"g',n,lo lrrqr¡. ir 'ti'rli'.l.tl noq l'lrere l'ollecil]o ¡'i la

,.,r1"1,," i,ó*i,n. tlc lr Icligión Pn cl rurr/óq 'l'L liornbtc fo'tt Ir

l'i,i' ,," l, r.liqiórr en cl ("r''/ón tl''l lnnrl-'r'e c ri rnmo irtcor¡'otll '

"".,'","','l'"'1., nt.is jrrlirrro r¡trc cs it tegrrri'l.rrl ,lel lloml¡re Pr'r-

,ln¡"n,'., ",t,',,,.,. I religión t"rno e't egrrri'l 'l c:l1rno\ (icllot

fl" h¡l,.rlr ,ogi'lo: r ,le ir''l-,.rl logi'lo rlli (lorf ie (lesPlieer 5 r

senti(lo rrtás esencial y más próximo'

En ter-cer lugar, y finaln-renle, siLuarnos así eD esla climcnsión

nosili'r ) ver'l¡,lerr 'r'''.rrrci', 'lc Ir ri,lr lc)igio"a Iros Polre en

lor,,li,i.ne' rlc PcL,ilrir (on Irrii5 ilrnl'lirrrrl el c'!r'rlro 'l'l Ienórn''no

leligioso, nos Pelmite lesoh;er con clilerio menos forn¡l las cues-

tion"es cle ¡elación cle la religiór-r con otras esletas, nos Permile va-

lorar la religión y iveriguar las cil-cr'rnstancias cle su clominación

v c\'cn':órr l .olrre tu'lo. lrñrlerl o\ (ll lrn r rrrl t lrosilii r de coln

].r¡¡'¡e¡,,1e':rrlollu y trrl,c¡1,ión. ¡, rso.,l, l:r religión Si' por cjem-

l,lo. r".'rrri.r.' rro. rl¡ rcrlilr,l 1 r'iena'iL LI" D'oq o lo..liores'o,rr ¡l,,,tir ric'ln .rqrri I lr e.cr' i¡ ,lcl IPnólrrPrlo rcligiosn qtriere

ile,.r, si ,lij.1r',rrno. rlrre rr'rt rcl.ei,',tt rllr 1 s'il'r rlli 'l.n'lc lr''r dio

ses ve¡erados y obecleciclos Pol cl holnble, entonces, aPlrnta¡iamos

cie¡tamente sobr-c el fcnót¡eno rcligioso; Pero, Lambién, es necesit-

rio reconocer que cle este moclo est¡¡ianos aluclicnclo a clicho fe-

nórnerrr¡ sin sittta¡nos cleuLro cle é1, sin P¡srrr- r¡iis all:i (por eiem-

plo) cle represenLal-nos al hombl-e y los clioses como habi¡rtures -ilel

uni"els,¡, como seres qtlc coexisten y entre los cuales es llosiblc

-inclnso se espela un trlto clireclo, de Per-son:r I Person¡, Pol'decillo así- Si ¡ecu¡¡ié¡amos ¡ la lealicl¡cl y vigencia cle los cLioses,

cie¡tanente nos situi¡anlos de pleno eI el fenó¡reno reliSioso;

pero debclros leconocel que no se alrrcliría en esta clescri¡rción a

ia ¡¡:tiviclacl cloncle -¡1 meDos clescle nttestra PelsPecliva que ei hll-

mana- csL/rn surgien<lo ios clioses; enlonccs pocltíamos iuclillatuos

a clintinrr cle la religión la rcrividacl que ie es esencial, siturinclo-

nos en Lr¡1 enloque estático -no clinámico- cle la religión; poclría-

mos percler de visla el profltnclo senti(lo en qlte nosotros, los hoÍl'bres, tenemos que ver con los clioses, ei sentido en que los tlioscs

apalccen ínli¡los y necesarios Pero, sobre toclo, si meramente r€'

cur¡ié¡amos a la realiclacl y vigencia cle los clioses Para aPunt¡rsobre el lcnómeno cle la religión, Pelclc¡íanos cle vista la especic

cle clefecto, la ínclole clel anhclo que la religión llcna y satisfacc

Y cle es¡a manera, si llegara el nromento en que oPtíramos Por

Page 22: Desde La Religion Al Humanismo

abanclona¡- la religión acaso rros ¡epresentiiramos esLl ¡etir¡(le cD.rlo el puro aballclono cle unos se¡es facti.io, y tunt,irtl,,o, _iortfio_ses- y abancloniiranos enlonces a la inconscicncia y " unn ,l.,"r.,"Iulesta para nosotr-os aquella ¡uestla ansieciacl clc seeu¡irlad; v ;Dlottccs entrá¡aulos, acaso, al nesi)Li(r Lle une exirrencl.L.;n

"ri.rignhacienclo cacla vez miis clitícil li ,"r"" ,1" "r.*,""rrr.rl', "ir"'r*,"cl prtnto en qrre no sirvicran nucst¡as fue¡zas porn ,ní;i.fa in-ui,,nclispersa y desesperacla.

Por toclas estas consicle¡acionpresar el f enó'eno r eiigioso ","',;;:';'J ;:ti:J,T,i::'';l'f ::-ltglo¡r, cuxiqLlret.l se.r el nrlntelo y pe¡soDaliclacl t-le los clioses, cual_quiera sea l¿r relación entre éslos y el hornbrc, .,,"tq,r1",r, ,",,

-t"

Iiguración del munclr¡ en ella cornltenclicla, cualquierj ,"r, .n-Iir,,el valor y destino cle la vicla humana, siemptc c.,corrlrruros coru,esencia y senrido cle tal fenómeno la segLrriclrcl ¿"t t.,o-trü'^"tarraigo cle hecho clel homb¡e en el munclo]la ¡ro,irririaJ-.i. ,rrirn.a lo ancho con tocla coufiarza. La ci¡cunsLaicl" ;;-.;;ij;;;;,"en la religión rina al ticul¿r(ia respucsta a toclos los ¡rroblem-as quesuscita el anhelo de segur.iclacl clel ho¡rl¡r_e ." .l .;,,';.lJ i;;; Jj"vista la esencia cle ia religión.

Hemos dicho que una cle las ¡¡rzones Pr-inciPalcs ql¡c te¡relnos

-.ql]: f",]". el

.fcnr¡¡eno r-cligioso en ró¡¡irinos cle ,.g^"rianJ.or,,srste en ia positiviclacl e inre¡nrL irnpiicación a" t",ei,,.ia"a.onrel¡ción :r clicho fe¡rómeno. Sittr¡i,cionos

",-r l" p;ñ:;;;;J:1"';;

seguriclacl estamos en concliciones clc apuntar. ¿ár¿"'¿errt.o ,o¡r."¡orlo.cl tr.ib:lio {1. Lr relieiór. ¡,o,1.rn6, ¡,¡1,¡",. s,L ,.,mirro v .,rln.P¡cn(tcr'. i,lrlln¡mcnte .(¡ \e0rirlo. lrorl¿¡,¡o5 11..,.¡¡,6. , ,rc., r á5i,irr.nrcnr¡ ,le srr v:1lL,r' y sierrilir.,,lo: l,o,fcnros ¡: nbién _y ?if" i,,¡ ",.t.r prinr ilr.rlmerrrc .,1 rlcsr¡¡ollo ou" ,,,,.,n^. ,,^" .,",',,,,- ,..1^ .

,o'.\pi,ri1rl.??'".,,:.1r,..i1,r", ¡1.,:,1'^j,t,1"",J'll,j:,1,;;1.,r,11;ilo'lDie \eñ¡¡ll,Ir,l Llr.l 1,6¡n¡,,. ,.r] cl l .llr,lo,.irr ,¡.r, irrtcrr.^rr;,rrrDios o los dioses.

Sob¡e esto últirno poclenos aI,¿ulzar ull paso ¡l cl.rfr.cnta¡ Llnata¡ea que nos aguarcla: la scparacitin "rr,."

,=1igió,, y lilorfía.

[21 /u¿, fti¡¿!¿, DLsDs L¡ RELrc¡óN nL r.rüir.\Nrs¡ró

LA RELIGION Y L\ NILOSO¡iA

Un¡ scncill¡ observición b;rcr¡ I ll-¡ Ilt',\l¡,il qlrC CSt¡ Sel,,D:r, i,_,rtno po(¡r:t tr.rcer,e ,l¡ r¡l.rn¡rit l:rn t.rj,,rrre .orno Irre cl , ¡so dc l:r

'itü

t

Page 23: Desde La Religion Al Humanismo

I,a r€lisión y la ¡il¡so¡ía 251

.iencia y lir lécni(¡; est¡ observ¡ción se exP!erx ¡si: loq liLósolos

rr¡t.r¡ tic Dios: e¡¡ tntrrhos r¡ros la filoso[íe rtrlmin¡ en cl tem¡

,, tn Jiuino. [sto es un ltecllo. Conriene. si, clc"rle )e indit¡t

"u" u a"," lesPecro 13 Iilosolil se diri,lc en l¡e\ e'l,e(ies: hiry los

iiió,olo, q,t" consideran el (onoc¡rnienro rle lo divino como lo

más alto; hny los que niegan ¡ealiclacl a Dios; y hay finalmente

los que se clesentienden folmalmen¡e cle toclo ¡ratamiento cle estos

temas. Pe¡o debemos reconocer que la filosolía, en su más alla

uaclición, ha manteniclo est¡echa rel¿tción con lo clivino.

NL¡estra tesis, ante esla posible aunque pa,rcial iclentificacióú

entre religión y filosofía, es casi obvia y cor¡Pre[de clos lloner-Ltos;

se enr¡ncia así: O Ia filosolía es, en ctlanto trata de lo dil'ino, nn

reflejo espectral cle la religión o, cn el caso cle comprenclel lo di-

vino como algo propio, no es religión sino el equivalente intc'lectual de la seguriclad.

Casi no es llecesa¡io Pasar clel e¡runciaclo etl el caso cle la p:i-

mer-a pa¡te cle esta tesis. Tocla la traclición meclieval cle la I:kr-

sofía y parte cle la t¡adición mocle¡na, es clecir, la t¡aclición clc

perr"emiento filosófiro qLre rl tlesde Agtr"tin Il¡'r't l(¡nt, cou l,t

ir¡rlr cierto punLo y muy talitic¡,1¡ excepciúlt 'le Pcrrs¡JoIe. co-

mo Bmno, Spinoza, Locke, Hume o el mismo Iiant, no h¡ hecl-rc,

más que somele¡ Ia capaciclacl humana cle comptensión intelectttala la captación cle los principios cle una religión que siempre es-

Luvo dacla de cuerpo entero. La tliniciacl, la creacitin, la cttlpa, i:rencarnación, la reclención, el juicio final, la vicla futura, y toclos

los tem¿s capitales cte la religión hebreo cristiana luelon aceplaclos

de antenlano por numerosos filósofos, y la especulación filosóficase redujo a repasallos en su moclo peculiar, miclienclo, por asi cle-

cir, los asuntos sagraclos pa|a satisface¡ como fuera ello posibleel prurito prolano cle la razón. En es¿e Punto, muy bien pudielaaplicarse la palabra curiosidacl en el serliclo reptcliable que tiene(en el senticlo, por ejemplo, qúe tlrvo en el 'Paraíso') y clecir quetocl¡ esta L¡adición filosóIica en la meclicla en que s€ ocupa cle lodivino se recluce a un cu¡ioseo cle la razó¡ en torno a unos objeiosy temas que ella no había c¡eado ni poclia manipular y anLe los

cuales permanecía al fin cle cLrentas en tlna actitud superficial yIrívola. Ista filosofia no es reiigión; rcfleja me¡ar¡ente en el ¡re¡liode la lazón unos objetos cuya majestacl y enter-a eficiencia están

cladas cle antemanor o -caso el peor- se Lecluce a una si¡vienta cie

la religión, una dom¿stica que aclereza el atavío racional qr,rc lamod.r hr imprresto t¡mbién a su señorJ,

:ii;i-OTOCA i.¡ACTONALs;lcclo¡r f¡fiti]l\.

Page 24: Desde La Religion Al Humanismo

i!6 /ud¡ Rt¿¿,¿, DaDc rá REucróN aL Huv^N¡súoIn cuanto a las filosofias que han hecho su¡gir. lo clivino den.tro de sí por forzosiclad intirn¿

serias objeciones qu. hn'..-ol';:'J' j::il-;:":':i:,::":1' :l:.,n"ti.s c ie¡nplos cte H erir lito, i""ot"r"r, " i,i", ui,l #;;;; :;:r. !;,;J::Iteget y Bretlleyl h:y mrr.hls m.¡ne¡as rle ,n..,,r., .rr. ;;,,1;';1,,,

r eligión. .trn. primer lugar, no se trata en tales filosofías de unasegrrr.iclad existente, sino cle un

cincle <re las ."",1i;;; ;;;;; ;','*,i:,"i[, ;*:l ?;i:,hT:t: J:.j.rr,rdo qrre \to,lo esLi lle¡¡o tlc rlioseso, q,,. f,;y,,r",irr.fi".i',i.3:: fl^::j:i"-l:l'.s r.rs ros,rs por merrio i.;;i,", l;;.;;;,;'-.;,,.],:l

,.-r-Tl o,¡.ro puro es el moror inmór.il tlel -,,,,,1o; ¡,"ro -_q-,,i.

],i1, -.lillt rir acl¡rr¡(' ) emlcño pricrico rte los titúsotos ¡,rim¡ri.],:l__,1.":]"":

r'e,ono(er qLre Ii tilosoli¡ r¡r¡¡rc¡ Irr p,,.,,o ir",o,,-lrcronej etecttv¡s ¡le i¡ vicll ,le los Itombles,l" lr._,,,,"ra aorol:^11::.J".i.,'g::r: uno puecls permanecer como miemb¡o cte lad(JucrJua rrosotrcir s¡n aL¡e esra condición afecte sr¡stancialmenrea la vid¡.cle uno.;rlgo q,," no n.u,r" en el c¡so tle l¡ ¡eliqión. Lnsegundo. lrrg.rr,.y ar¡n en el srrpuesro (le .,r,,or^ 1., iiloroii"".n'1"exr,,¡enci¡ electiv¡ (le los hombres.,lebemos re¡onorea nri'". U.rsido invenrada para una satisfacción ;;;;;;;.;,r"Ji,:.l'"J,.hecho se pondría cre manifiesto (en er caso snpueslo cle entrar rafilosolía eu la vicla efecriva a. IJ, l.,"rr..r¡"'J"'j;"r;;:,;il;"ucle alcanzar la filosofia toclas lasmana. sin ocuparnos d. ;;; ::*'::1::,1.::ffi:: i:jlJ:.Li}:esto, basra para esrar cle acuerclo con rom;¡ ;;

';";;';1";#"J-e ilteali l¡,1, ¡hs,r.rcrión y maqrrinismo riiscr¡l.siro cn qle ¡Dl-r{(e l.t \'¡d.¡ someli,lr it l¡ lilosoli¡: b.¡sta ,on ,r"aa " .,,,"nt",a1encogerse de hombr.os. si no t, ri.liculfl l_po,..,.io

-o i" Iri"i.r.l,,inclignación, del filósoio a¡rre las cuesriorG á; j;;r;, ;"';i;j;,,

ll.:1 :1"..11,1-]-te¡cia tte ta.religión q,,. "; ;;;;;, ;;*,;"';.

;i:::J,.i[",il:i:1';""'":1,,';.JT.,;,",i1'J':.'"T::ljll:. j,..lllde la religión que clebe te.n ino, conrile.;;;;i;;*.'#;;i:como lrn basural, Ista acti¡uda. r a f i r osof í a en ;d;J;; ;;;;i ""}lilffi : :." J."J:,,*' ::,:Tf; l1:plo. en ns [itosolí¡s rte pt,,r;" , 4¡¡5¡"61sle; p;;;-;,;i;;.j ;, J,iiido no es al fin cle cuentas ,r./dn,l..o ,1""' ;; ;.;.;i:;;i; ;;;..jrmiento rlo Jrs coscs clivirrrs, .rr m¡rnclo en somb¡,"s ll.,r,.'.o1,I:r sr¡st¡n,i,¡ de.la conringencia. [n telcer lrrgar, y pata ". "fr,,.,f".en. esro,. L, r.eligión dice su prhbra .te s"giri,t.irti 1". "tian). i"exr¡rencir. al grrroo cle los hombres; y lr.,ilrn,lo

"1.;;,,p;-;;;;;

Page 25: Desde La Religion Al Humanismo

La ¡clisión y la Iilosolí^ 211

no 1¿ religión recurre a unos moclos cle expr-esión y rePresentación

que no son los Je l, Ii]o"otir: la religiórr encrrenlr¡ en cl milo.

;n cl ;,nrrofomorf ismo, en h figLrrrciórr scl=iblp, tr¡r lcrrgrr.rlc q re

el gnrpo pttecle comprendel y manipular con seguriclaci. La filosofía, en cambio, ha ¡enunciaclo a la iiguració[ sensible y se ha

constreiiiclo al lenguaje de las icleas, concePLos o rlociones. De esta

m¿ne¡a, la filosofía se ha obligado a un:r clificil seguridacl. -t\cle'

Drlis cle ¡bsLracta y concepLual, esta segllficl¡d clebe ser enterlLDten'

te ¡ealizacla por el hombte incliviclual; y, a ll vercllcl, no es segu-

riclacl sino en la me(lida eu que el i¡rclivicluo Ia realiza pensantlo,

La rcligión nos ProPone unrs co¡diciones exislenles cle la seguri-

drcl (los clioses, el münclo o¡clenaclo bajo el inpelio cle ios clioses)

hacienclo posible que nos sintamos seglrlos de lelciacl. La filosofía,

en canbio, exige cle nosolLos misnos toala l:r f[e¡za cle tLna segll

riclacl que, por lo clemás, nunca llega a la existencia. Hay una cle

licacl¡ u¡cliclumbre vetbal y conceptual elr la filosofía qtie le im-picle ser comprenclicla por la to¡aliclacl, casi, cle Ios homb¡es1; l¿r

¡eligirin, en cambio, habla con Iáciles imrigenes 1'clice cosas queLoclos enticnclcn parejamente. In una palabr-a, la seo;utidacl cle latilosofia, aclernás cle se¡ conceplual y Do exisLenle, cs esotérica o

a¡istoc¡ítica. T¡les son algunas entLe las ¡azotres q,.te pueclen ira-

cerse pala separ-nr- enLre filosofía y religión.r\caso valga insistir de otra trraneta sobre el pur-tkr. Podenos

consicleLar la filosofia y la ciencia como originiL(las cn u11 cambioclentr-o .le la acti¡r¡cl que asumía la ¡elieirin. Isl¡, ante los clioses

qre rep¡esentaban y ejercien la consoliclació¡r cle les cosas bajo elcielo, exal¡ó la importancia cie estos hace(lor-es y sosteneclores clel

orden del munclo y la vicla segula clel ho¡rbre. Descle luego, habíaaquí, en el empíreo cle Ios clioses, u¡la creatL¡ra inmecliata cle laansieclacl hu¡lana de seguriclacl. L¡ natur'¡leza cle tocla esLa fantás-rica elaboración de la religión potlia percibirse al soslayo, al que-blalse el o¡clen natural en slr r€lacióü al hor¡ble y LlnbaleirenLonces su seguriclad. Sir cmbargo, la religión no sac¡i[icó su

fantástica y magnilica constlucción en el plano celeste y prefirilrponer en rclación el clescalab¡o 1latur-al con la conclucLa cle los hoúrb¡cs. Descle luego, recha.zamos una represe¡rlación intelecLualistade toclo esto. Lejos cle nuestras consider¿iciorlcs 1a glatuira te¡rre'sentaci(in de utros sacercloles decidiendo enl¡e l1 qltiebln (le una

lsobrc.sto, valdrí. la pc!^ cxtc.lcúc: Por una partc. lo! filósófór qnicr.n n'pcla. r hrclisió¡j t)or ona ¡lirnra .od tr d¿$¡¡o.asi cinico quc ¡guardrn l¡ postcrkl¡d 0nra scr

.oriprcn,lnlós, [n curnto ¡ los .o¡]rntIin¡s, ilibrr os Diorl

Page 26: Desde La Religion Al Humanismo

I2a lnd Rilaú, DÉDa L^ \zL¡cróN ^L

HurANrsró

nII

Idete¡mi¡acla construcción religiosa y las implicaciones enLre Dror¿ily religión, Nosot¡os hacemos lo qr,e potlernos pn.n a",.lro, tu.,oir"esto. Pero, Ias ¡elaciones entre ¡¡or¡l v religión es."guro O,,a.a.r-r.rblecie¡on inmedi¡r¡menre, es ¡le,i¡, sin "rn*f¡..¡¿i ,"fli_*".--

O-

",:t-or,. pT"r; que la religión no se percibía a sí misma, nocrptio:r su h¡bajo creidor en el ast¡nto cle los dioses, no mi¡abe

l:t]i:a ": que rrabajeba ta ansieclact rr"Irr",* .f .-r"g".iáJ'^;rr,Los.¡lo\es exrsti¡n srn qr¡e enlr.rr.rn e¡¡ consiJerrción l¡s conciicro.nes qemitst¡cto humanes de su existencia. y existienclo cle es¿a ¡¡ra-

:r-:il_l::,llr"1" esta uraravilla. que merece reftexión: qu. ln ,,o -r,-gr(¡enct:l ent¡e rrna segtrridad que nosotros mismos hablamos crea(o y el orden na¡ural se atribuyó al enojo cle nuest¡as c¡eatL¡¡as;que eren los

_dioses; y este enojo se atribuyó,

" .r, u"r, o ,,., .nr,,_Portamrento Inconsecuente con el ¡espírituo que hal¡ianos c¡eaclc¡.Es clecir, habíamos puesro fuera cle násorros;" lr;;i";;;;;;;,que_ se,volvia. cont¡a otrl pir¡te cle nosotros a*lgierraola ,uro- _,r-o-uctJ determrn¡cl¡: y si qleriamos conserva¡ aqrrella pr.imera par._le (ly si lo qtrerilmosl.¡ tlebi¡mos somerelle 1,,

'r.g,,,,,1.,. f, oórioque todl est;r estlr¡cnrr.r rrlza per[e,tlmenre rolrre'lo n,,a f,," ,far-llles l¡ ley mor¡l y. mi\ aclel;rnre, Il ley tivilr., !"': t'3 es esle el crnrino rirte no' inrercs,,. eLr.emo,:rcnrrer,l:l ¡ctrtLr(l rte la religión hlcia los clioses plra iiuninar toclavía lircontraposición cle aqrrella con la filosolir y le ciencia. I_",liigl¿r,clecimos, se ab¡aza a sus clioses, a ll relliclact y "ig"n.i".fa'*r".ú"ses. Parte clesde a1lí y uo quiere s¡be¡ nacla cle",,na irnl>licaciár,constitr¡tiva clel homb¡e con sus dioses. No qrriele (."ri ;'; ;;,";r-ia a decir no puede) cenrra$e en el anhelá d. ,d,,.i,I",i ;;;;ición originuia del hombre, y hurgar en el camino q,L * a.r,ü.ri":lnlreto lt.¡st;t Ilegilr x los rlioses. Esl¡ mine¡¡ ,le pro,eLler scr;i ¡iernPre irquietilnfe 1, e lr l:rg:r o ¡ la ro¡l¡. hr;rl p,rr.;r ,".f","1*iJ,,riererrnln¡d:1. Se ¡fe¡¡¡, prres, ll religión a srrs,llo.es; u "r,o nui"."rlccir qr¡e tle mo,lo más o meno. rielermin",lo 1p.,o',ie*r.r,'" ,1"-terrninado), configur.a y fija los rérminos clel -.,irao y

"f fi._frr=1Sc pncdc !one. tam¡rién .si: La unid¿d

'.:.,., ..,: ... - ".... ".. i, ;.r;;ró,, :;;i: ;; ¡Tr-( o o i' co'i' d r r" rh " .on t, nfl,F

r'" ,.;-,,., o..r, i.i ,, :i. i., i'ji;';;; ;;: ,,;: ;:j;,5 i:f.',ili.,:: ,l:l:l l: :::i jl:"- \r \"-JJd..1 y. .c ,, Lt.",l,t no,.,.¡¡ ^,,.r.,,",,..rar L" "-".;,,.,,,,...i';,,;.;"::1'.,-rr,,r,h,., s.ir,,ó^¡. \in "n,,..,,,.o 1no r,.rr,.r r,..,,u,". r, _,,,,,:ii,.".;:,,j".;icdrdicions dct con'pron,ko.on tos diots. Surgen ^; ¡ -¡ , r. ."."",,,"¡t-i r.;..;;:J:r,,.^ ¡"t d--.,.rr- n.,,,,..,1. ¡t ,,o,nb¡c. ,1ro",¡s. ¡ div,Jr u. ..i ,.imo y ";,,.;,,,r;;;., ,,,,1;','cz.l¡ de j"5-cl r dc,¡onio H.,y qr"" ¿",,,..v I' ,J/on d, " i" ". ;,,:, ., i..;,,I" ,r: i::u

d- r r'o"'r"' v 'o' r'1Jir'i!1 ' " n'rurlr",,ru,go, e\istc,,. porquc a,i r,.si-on

" ,. "".rJ'l::,,11:.::-to un a¡gun,ento asi: "Lo dcso,

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Ln rclisiór y la iilosoli¡ 291

v (l rno,lo eipc.íI;,o Lle e.t.rr rl lrornblL 5eguto en el rnunrfo. Al [in.i",,,,n'a., t¡r,r rlet,:r'nril¡¡.1.t Ieliqión no es rnis que lln rno(Lo rle-

ter¡i[¡(lo (le asegurarse <1tte el hombre irnagina y respecto clel cu¿ri

se comPorLa consecLrerltenlenle. Cla¡o est¿i y esto clebe ser cle so-

bra cvi.leite- qtre clenlro del jrrego cle la lelieión es esencial qreel ho¡nb¡e no l)elciba que es el haceclor clc su seguriclacl. t\segu-

¡,xrs€ e¡r efeclo, pero clescle si mistlo y sin saber-lo, esLo etlt¡ar elr

1a esencia cle la leligirinLa seguridacl detelminacla que seglegx esta c¡eatLrra que es la

¡sligiór'i, cletermina i¿r n¡tu¡aleza l determina al hombre. Toda ac'

ti¡ucl abic¡la ante el hor¡b¡e y la naturaleza, es dccir, tod¿r actitudpara la cual son, el homb¡e y la natuialeza, regiones o,ue clebemos

explora¡, r-esl¡lta coirtraria a la rcligión. Y esLa es la actitrd qr¡e de-

bcmos a la filosofia y a I:r ciencia. Si convenimos en ¡econoce¡ lasegrrrirlecl corllo arnn conciición que sujcta Iirmemerte entre sus

nanos la religión, ¡esulta enLonces eviclente la clivergencia edtrela Iilosofia y la cicncia, clc une parle, y la reiigión, cle la ot¡a. Cier-ranente, liL lilosofia y la ciencia han surgiclo con la insatisfacciólraDte l¡ segurida(l clcrlrirsiaclo ingenua que nos d2r Ia religión; yllos antiguos sabios gliegos reaccionaro¡r en conL¡¿l de la imrginelilleligiosa; JenóIanes, por ejcmplo, clecía clue si los bueyes 1:uclier-anpinrrrr darian forma de bueles a sus dioses. Sienclo esto :rsÍ, podrlir-lnos inclinarnos a suponei-, más irrin, a esper-¿ri qLre la filosolíx yla ciencia :rlcanzalan para cl homl¡re un glaclo nís alto cle segur-i-

clad. Cabríl, si damos a la:rctitu¿ dc la filosofía y la ciencia lrenteel homJ¡rc y la naLuralczr. todo su senticlo, esperar la segur-itlacl ab'soh¡tx ¡llí clc¡ncle el ho¡rbre y ia natrilaleza Iuelan eprehencliclosentera y :ldccuxclanentc. No puecle neeatse, por 1o menos, queral P¡-etenclen la filosolía y la ciencia al surgir oponiénclose a laleligión. Pol clonde ¡esnlLxr-ía que no hay espiritu cle clivelgenci:r,¡ri necesiclacl cle divergeucia.

,\ esta s¡1icla e¡r procr¡ra cle una aproximación entte filo¡ofía,ciencir y religión poclría responclerse clictencio que, con toclo, laclivelgencia se ha procluciclo cle hecho. Pero, :rclenás, hay r-azones

miis proftrnclls; y aunqlre ya hemos hccho algo por abogar en este

sentido Do est¿i tlemás insistir eprovechanclo la nueva pe¡spectivaert que nos hemos sitrraclo.

Poclemos clecir, en general y sin rieseos, que la filosofia y laciencia surgen ante la religión co¡r el plopósito de oponer al len-gLreje cle la imaginación que éste emplea, el lenguaje de la ¡:rzó¡r.Y:rclelan¡a¡rdo aú¡r sob¡e esto con f¡¡ses fíciles poclemos decir que

Page 28: Desde La Religion Al Humanismo

I¡O 7r¿r niJ¿lo, DBDD Lr R¡L'c¡¿rtr rL rI!!,\Nrs!o

'1

la iroaginación es sintética en tanto que ll i_azrjn es a¡ralírica. lstoquiere decir-, en buenes cuen¡as, qr;1a ¡¡zón br¡sca p.ir.ipi.r,en tanro quc la inaginación quiere resulraclos. S. pu"it",. Irilr.,sirr cuenta, cacienas cle fi-ases en que, grosto ntr.t,kt, r" aorrun¡rorra,,J.r r,,zón. y 1.r imrgiir.rLiórr. Se ¡,rre.le i",ir. po,

"1"rn¡ i., f"',',),,,,

rs .¡t^otrrr¡clorr, Je Jmrginación es plásLica; ia razón'ncgocia conel infiniLo, la imaginación sólo atini con lo clcLer_minacl;: il;";;ll

no ticne ojos para 1o visible, ia imaginación sóto .,e ti,re".'y .oio.er;la razón no.ticne capaciclacl cle coristr.uir, t" in,,girrn.iOr,'rro rie,r"ahla para cliviclir; la ¡azón sólo ari¡ra con to ¿lsiontinuo, la im"-ginación sufre r¡n colirpso en lo cliscrcto, etc.

. \o t. ,lilí, il ,le,.i.lir a 1,,¡io¡i., r¡: l,lo sn¡gell l¡ ljiosolr¡ y le ric.r_(rir (on sr¡ :rl,irr rlc l,rirrri¡,ins ). elerncrrus rjltinlo",,obre el rlcslr.no cre estrs iLctltucles clel homb¡e. No es (lificil adelantar- que nohabrá témriuo Para esle c¿rmino o clr¡c srjlc¡ lo habrii alli tloircle lall1:ll ,: I:'"1"-rjr en \,, li,ot:o i',"go 1 ." "¡,",".r p"--",,,conLlarro: li lnt-rgrn.lc;ón. No es clifícil, decimos, estar segu¡os cleqne en el e\treno último cie este t¡abajo irnalirico que b".,sca losriltiLrios. elemenros y prirrrelos pr-incipios

"rr¿ "l IronlUr" n,.,ia .",resrLttJdo que necesariur¡enLe aclo¡rtará la for.ma cle una Iigru.:rclelante clc los oj.os cle su inaginación. ya el riejo l"-¿..itn,-?.,,,maner¡, nos dejó un ejemplo cle esta cspecie cle clesenlace, cuanrl,,afirmaba qne toclo se ¡eclucía a ¡itor¡os, vacjo y ,rrn,,in l.nio-a"-ii.¿itonros e¡r ei t.acío. Nosotr.os estairojj el.r co¡rdiciones cle sr¡rilizarclespué-s cle una larga hisLo¡ia científica y suponer. " .,,,o ,i; ;,;;r-lros s.,l¡io¡-lr"¡ c il \u l,ir.,n. ,1.,n,1. c.¡.i h ,l¡ri¡¡r..c,"r, i:, ,l"l r,.,brjo rierrtrlito ell lr [orrn., ,le urr.¡.cr:r,i,rr ¡rL,ller¡iri.:,. l,,lclto,suponeL sin r-iesgo sobre el cstaclo de espíritu ciq esLe sirbiot I,t¡ir.ar_iiJ,s, r''yrs tt rzr,l,.s erl ¡,r.i;iz.rlr.r ¡ riit:i: ,L,ro a,

'",fo.. Uo ,,.,;. i,,o_birble es 1ue entonces hxgil su eparición r¡n sentimiento ¡elieioso

y que n cs tro ,hornbr.e

se proponga letanLa¡ un rernplo en totiro asu.ecuación. Y la ve¡clacl es q.le no exagero; ni lo irar_íe quien si-

:lll:"i "'l I '],: ) c\t,' r'¡r., que se so¡re¡rq.¡ l¡ ¡t,,, Din.t ,le',1,,e "s.,(c¡r.r,¡ón er Dios '¡rre, Iirrrlm, ¡rle, se lli .n(1ll¡irrlo o. ljlj\ ;rolri,r_nlente, se h¿r heciro tiza e¡r la tierra. De moclo pareciclo, tor'¡itáro,

fos van a llasar (le l¡s cosas qr¡e hay en el ,nunclo al ser de las cosas que las hace ser; y clel ser van a pasar a la naclir y cle la nncla "lsilencio. De.m_ane¡a €¡tonces que secÍnclono5 cl" lá ."gu.i,lna

",tque nos cobijaba la religión v, cielrn¡nenle, con el propósito cle lle_larnos a una segrrriclad más ¡lLa, la filosofia y la ciencia nos hanilevaclo con el artitugio cle la esper.anza allí cláucle ". lr"y;;;r;_

Page 29: Desde La Religion Al Humanismo

Ap¡oril¡¡ció¡ d ¡nloqr¿ di.léctico dc l¡ religión :i1l

n€r-a algon¡ segu¡iclad, alli (ioncle aParece envuelLa en clelica(lo

atavío una >cosa( írllima. Pero ya no hay senticlo algtrno ilara la

rclieión .rlli ,Lon,le ,'t.r¡no. ¡¡rte l:r ,ros;r ' irltirrr;r: Pot!'rc ,i.t t rc-

,,,"j-r¡ "n srr inorr¡r .irnl,Lici,lrrl Io{lo" e.lo- il)1,c, roi .rlror.r cli'lerrl, s.

c.alclo se han tlesveleciclo, de nuestr¡ r'idl y iruesito urr¡nclo; de

r¡anera qLrc hatr clejaclo cle existi¡ ]as concliciones ell qtte era ¿lDhe-

lacla la segrrriclacl. -¿\hor-a, )'!l llo solllos oLra cosa qtie una veleicl()sa

oscilación, un acljerilo Ll-anseílnLc, de esn >cosa( /rilima. Ahoia, só1o

exisLe esa ecuación dilere¡rciai o ese sileucio tnetalísico; y tales

eacelencias, sinrirle, eLer¡ra y autosrtficientemenleJ .trl¿; no Lietren

senticlo allí la ansiedacl cle segut'iclacl o el cleslino clel homb¡e. Si

lilm¡mos a este ¡esultado c¡r que DtlesLra birsqneda cle seguritl:lcl

conclLlye etr nt¡estla clisc¡ltrció¡r, nihilismo, ] si ¡ros ¡tL¡evernos a

pelriLir rl l,run.tt¡i'mo , rtrt¡,Jl'o cn loq:rt¡vío;,le lr reliei,itl, ¡tr-

rLJn(c., rcll(lrctn,)' lr¡r.r l,rrrrrrrll ¡tt:ic IIlel¡c l,.rr.r \cl"ll rr Il rcliqi,,lr

respecLo (le l¡ Iilosolía 1'la ciencia. Poclcmos cleci¡ que meclia en-

t¡e ellas la fisrrra qtre sel.rara al htrmauisr¡o tie] nihiiismo.

!

^PROXINI ,\CION" .\L ]jNrrOQU¡ Di,\i-ECt ICO

DN LA R¡LIGION

Sonos co¡rscicntes (le lo equi\oca clLre puecle parecel IIxsLir lqLljnuestla exposición. Llnn cxcusa pothia clarsc alegando el ec¡uilo-co cn el objcLivo nis[ro. Después cle to(lo, arguircnt¡l- io conlril¡ioecluivale a supon€r- que los homl¡r-es nacier-o¡r con un trata(io (le

lógica en la rnalo y qr¡e la historil es un juego cle ajeclrez; y es

r:laro qne tales ocu¡¡enci:rs srilo son permiticlls ¿r lo¡ niños. Sin em-bargo, el equir,oco €n el objetivo nlisrno no plre(le se¡- nLresLril

excusa. A u¡r homb¡-e qtle se i)r'opore clecir_ algo a oLl-os lc estliprohibiclo queciar-se en el eqnivoco; (licho de ot¡a ilaneLa,:il hom'bre <1rre est/L Deti(lo eD el eqr"rír'oco se le prohibe habl:L¡ ¡nienlLasno saiea. Se habla porque se est:i tr-abajancio en la ver-¿:rd, no por'qrre se quiera levantar confusió¡r.

Si, pues, hay equivocos en lo quc ller'¡r¡os clicho haste aquí, clc-

beiros esLal en concliciones cle sLlpelarlos. )io io clrre po(letrros ¡el,loalo el equi!oco se reclüce a la valoración qlle estamos hacicn(lo dcla religión. Ciertamente, pLrede consicierar-se que nuestt-o enloqL¡eclc l¡ cie¡¡cia y la filosolía es injusto, 1>or rrnilatelal y clefccruoso.

Page 30: Desde La Religion Al Humanismo

EI

I32 /r¿¡ ¡iua¿o, DESD! L,\ RE!¡cróN ^L

rrür,rNrstrro

Sobre esto queremos aclelantarnos a scñ¡l.rr qLre dicho enfoqueatenclia a la comparación con la religión y sonrltir la ciencir 1,'10filosoiía a una prueba dura cle ¡esisti¡ y €n nr¿estt¡ opinióu cle-finitiva¡¡ente latal; pe¡o esto no puecle afecta¡ a la irnportanciaenorme de la filosofía y la ciencia en ¡elación a un clestino men,l5pretencioso. Sobi.e esto, serÍa locL¡ra disenrir; la ciencie y la Íilo-sofía representan altas realizaciones clel hombre sob¡e ía tie¡r.¡.Lo que.nosoflos hemos quericlo most¡ar es que hay en el hornbrquna ansiedacl de ar.raigo y seguridacl que clebe po,rérse por. encimade toclo y.que, f¡ente a le religión, la ciencia y la filosofia apar-e_cen leduciclas a cero bajo esta relación. Eso es toclo.

En cuanto al equivoco que ¡econocemos en nuesf.ra exposicióny relativo,a la vaioración qne hacerlos de la religión, podemos po-ner'lo,expliciramenre ante los ojos; es el siguiente: poi u,r. 1rni,",consrderamos la lel¡glón como ulta cre¡tut:r del hombre que scoculta ¿r si misma su conclició¡r cle tal y que clespliega uni vidamagnilica, justamente, en la meclicla ,le éste o.,ilto*ienLo: ade.m¿is, hablanos de los clioses como cle se¡es l¡cricios y I.rntjstico!,cle sr¡ exis¿encia mentirosa polque encubr-e su proceclencia que vie_ne a ¡aclica¡se en nosotros mismos; hablamos de l¿rs limitacionesque impone la religión a nuestra seguriclad. Estor por una parte.Por otra, em¡rero, hemos deposirado en la religión lo m:is rioble;decimos que sólo en la religión riene el homLre seguriclacl, quesólo en ella encuentra un clestino; que sólo la religión habla algrulro o (ortrUni(lJcl tlc los hnlnbres: q e trteta rle Jr reliqión e..tar¡os en el nihilismo. lsto es 1o que nos allanamos n,ro-banr,,,,equír,oco.

_ lslorzánclonos por- salir cle esta graciosa trimpa cloncle

e5rimos, hircmos rrn btren negocio: polq¡te. il n,,ea,aa *"n",",Dos proPonenos illlstl.xr con dicha ta¡ea sobre esLa importante, ypara mrrchos, oscura palabra que es ,clia1éctica*.

Ante toclo, fijemos la atenció¡r en lo que henos inclicaclo mu-ch;rs veces, clicienclo palabr-as que vienen a scr, lo sigrriente: Lareligión es una solución inmediata cle la insegurirlacl. ¿que s;gniIica en esta frase la expresión ,inmecliata.? Lo hemos inciicaclo ya,pero aquí podemos avanzar un poco r¡¡ás sob¡e ello. Al clecil ,so,lución inmecliata cle la inseguricladcJ qr¡er.emos exch¡ir la idea cleLr¡l encLrentro conscienLer deliberaclo y explicito tle la solución;no quiere esto clecir que el hombre no se encuent¡e implicacloen Ia solución, sino qr¡e se enclren¿ra implicaclo sólo cle cie¡ta ma-ne¡a; se encuentra implicado, por decir-lo así, en un nivel inferio¡cle su propio desarrollo; se enclrentra irnplicado sollme¡rre a bulto

Page 31: Desde La Religion Al Humanismo

Apró\imJc;'i, ¡l c^loquc di.ló.ri.o dc la,clisión

..ónro ¡r'r¡5trJClo Pot slt in\icrlrrl: sc enctlenll¡ inLpliclclo tle rtn

l-.],ln no tctlc*iuo sino alectivr o emocion¡ltnente Al proponer

,,o "r,. ^.n"t" trn Pr¡r¡lo cle prLti,l.r ;r le ¡ellexión sobre lr ¡eli-

"i,, -"i pon"a este Pllnlo rle ¡.rrri,ll como 'olr¡ción inmediltr

le 1., jns"g,,ti,t"d- esrrmo' g:rttrnJo íl nl¡eslro levot lodr un¡

i^m. .1" .on.li.iones qrre (coino eqPer'o se mtreslre en el 'les¡l¡ollois "'Le

ensiyo) , consolid.rn Iir I'¡rte fi¡nrl¡ment:rl tle nuesLro pto-

ceclimiento. En primer lugar, nuestro punto cle Palticla no es hi-

,,otú¡i,o ni siquiera ctrestioneLrle Le religión esrii ¡lri' y ttrclie

f,,re,le re,l,¡za, qrre la de:tribrmos en tillnino: tle segtt¡icl¡tl In'.ee.rn,lo l,'g'rr, y ello sc Irr mostr¡,lo ¡ gr.rntles lnsgos. l¡ 'egrtri-.l.il q,,e r" int¡otlt¡ce en lorma cle religión 'e ohe(e Por sj sols

como rin crilerio que nos permite entrar a las claras en extensas

¡ceiones rlcl espiritu y en\ly¡r illlí atn¡Jirs Lótmulrs rle r¡Lot ¡ción

..,"n ru,,.1" tle esL.' vertl.ttle ¡ merLi,h qrrc e" l¡r segr¡ri'Lr,l. En terce¡

l¡g¡', y linrlmente l.r ¡.:o'ición,Ie ]¡ segrrritlarl (omo t¡n [enóme-

no" existcnre hr,e qrte \ex h nrlesllir L¡nr ¡,^lilll(l intelioriz¡nte;

o iere,tecir, rrnr xctitl¡,lr¡tte pr'r sin lot¿¡¡nien¡o y ll¡tl¡lirlmPnle i¡

inte¡io¡iz¡rse 'tcl punro rlc lilr';(lr, g:rninLlolo ¡rlr.r si. i,Lenrifi-

cánciose con él y siguiendo, Por clecirlo así, el movimiento da lacosa mismar descle clentro cle la cosa

Sob¡e esta í¡llima circrtnsL¿L¡lcia hemos clacio algunos pasos al

fatar cle los tlioses como expresión de la seguriclacl. Per-o, en eslo,

henos hecho ti-abajo insignificante, sin expiicitar toclo el principio que está en acción. Ahota, crtanclo nos PloPotremos entrar, finalmente, en el astlnlo cle aqtlel equivoco sobre la religión, tra-

Laremos cle esclarecer el principio. Ya clijimos que está en activi-

rhcl .rqui lo qile se nomL¡it dirlét licr.La religión como segttriclacl inmediata no es un clato sólido o

último para Ia refiexió¡r. Ista seguriclacl es r-efericla al homble y

clisfruta éste cle ella clentro cle la represenLación cle si mismo, clel

grupo a que pertenece y del munclo enlero ci¡cundanLe que le

ofrece su religión. Po¡ mucho que redtlzcamos a ceto el cuestionar

¡eflexivo clel inclivicluo, por müciro también que se hagan preva-

lece¡ el temor o el aherrojamiento en la explicación cle la condúc'ta incliviclual clentro del munclo establecido pol la religión, clebe-

mos sr¡poner que hay un centro Potencial en el inclividuo y quees la ve¡dade¡a fuerza positiva en ql¡e clescansa la religión. No hay

explicación posible cle una religión €xisLenle como mero temor opuro aherrojamienlo; t¿l religión sería como ur-r fuego sin com'bustible, como un peso sin masa, como un nrovimiento sin móvil;

331

Page 32: Desde La Religion Al Humanismo

1]!!i

I 3+ /u¿¿ ni,¿ro, DEDE Ln t¡L¡crót ,\L llurl\N¡sr,oen lrna p¡lxbr¡, ur¡ rbsurJo eriste ,e. L¡ Ier¡1,,.1 e,,.trre Lr ¡clioi,,obtiene rocla s.r sl¡srancia y s. hrerzi .1" 1,, .,."|;;**;ü"r;;'rr-;:ilb¡es, Pero, compeDetrélnonos bien cle io.1,,a ariá,li.lrn lrn.n ir Hn-cienclo ¡ruesL¡o c¡mino clialéctico. ,La ¡elüión olrtiana tá¿n r,, *.-tancie y srr iue¡z¡ rle L¡ ¡(el)r,r(iól) rlc lo. lromlltcs.. 1.. 1,,r.. ,,,;;.tilción,cle los ho¡nl¡¡es" sp pre\ra x r¡¡l lin,lo cqrriro,o, ., ,;"';j;;a qtre la enrenchmoj rle I;r nr;rne¡..r or<lj¡r¡¡i;r ) p;,'..",,,., l,;,];-;;.-or¡os: olI¡y ;rcepta< ión, iuego, h.ry l, rrc¡,r,,.to:'1 l";l,"1J,,r,fo nir.5es o[¡e¡i,lo o srrgc'iclo. Is,le,i¡, io.r(eljr;tlo (lc'..r, 1,"i," .':.;;;,nosotros contr-ibuimos al asr¡nto

ción <.. una mane¡a cre equ ivocarse :::i:"',".ijt,,:ll. j',:::' :, lTij:'pot ejemplo, de h 'exis rrrri¡ i¡r,lel,en,licn¡c.,i. ",,"1

,ii".". ,",,los ¡¡¡¡ls5 p¡rr:lnlos; ¡ 1,, i,le¡ Lle I.r r.ligiúrr,.,,,,,,,,, ,,.,:,", r,,;';:,Tlill " I¡ irlea tle r¡¡rr .egu¡irt.r,t,o,i",j,o,,,t"r,,,,,

"'; ,,.i"",,,;i:,,8-1,::::ll:

{o''u,,pü(sros ¡rcra siern¡rre y jrrrri" e I l,rc ,.:,g,r:.v et asegr¡ri1(1o. IJc est:r nrrrlr¡,r. ¡ro ros lr.rlriir¡no, ,;t,,,,1,, ,,i",,.,-ar¡¡lnos Jrmij silu¡lrros rlcnlLo,l_ LL,osr rnisnr.,. Lo,¡rre ir.,r.i.rrr ...ri:1, :¡ Io sunrñ, roml,enprrilrno) Lle nr¡e.lr..r ;,_q J.,f ,f, ,,,,r,-,de nuestra seguriclacl.

. Peto, nosotros no segniuros este cirnino. Nosolros veruos sólo lovisible y. encontrf,mos nro lr.rv l,,)) tir(l.r 1., ,r, ,, ,,, i., 1 t,,fl.,.,r¡e r:r relrg.ton en llue¡u.,1 ;r,e¡,r r, iorr. Los ,,liose" ).cl ol,le¡l.rlnie¡rr,1r¡e tos ¡troscs esr¡LieLerr .olr h l,l,lir:r -L.r.ir¡ sicll,lu LuD,r.¡nt:Tente l1 répiice- 11e Ia inscgur.iriicl, Noro,,.o,

"iri,l,u, lili".,,el londo (le nrrestt¡s ;¡lmas üil 5pntit4ienlo ,lc i,,."e,,,¡,1,,1, ,l- ,,rrencia, de clefecto. y vivie¡rclo así una negacidrn ,a "r.frr=."

,ia"irude nosouos.instilrirr y :rfe, tir:lnente r¡t¡ alir¡nr,jr,rr ,orr¡l¡rir¡.l\¡tpstro Itvrr el ,lele,ro llo lr¡el.r posiLlc si no llle,.:, \i.lr.i(r¡ Ligll-r.r,.ión correl¡riv.r clel romPlerne¡ro q¡¡e lo re.ucire. Cul,r,,lo l,l.rr5¡on esL¡Dle(lCl¡ se ircC¡.it ¡ ¡to\o .os ¡ ilnltoD-rno. \ s ¡.cljrecetaciones no lllrre mis g e ct)tr¡r en leI.¡e¡to Irr,j,i.io. ¡i¡r rlLle irllP^olte€5l,ecifi(e¡ soble.cs¡o, ¡rlc,le ,lerirse q,," I,,',"li"i;,,

",i,., ",,"r¡r¿ más de su co¡rsolicl.Lc ión ¡l iLr.rvés der proséliro. .c .,,ü; ,,,.1';:j,ri:':,; l:,.,:,:J; I j,:"fli::,;:EI ptosélito ¡crece si¡ rirl., in l,r rcligiórr; se ¡.,rrntle tle,i¡. n,,"',n".clr¡r¡ e¡r e.i.l¡r. En e.re ¡rsr¡nro, p.r"," iin¡o.,.,,,,'" i,,.i.. i¡. c,, "i'".,,"fcrer plosÉlrto ell ro(l¡ 5r¡ rlin;irnir¡: Lr rcligiórr vicnc., rivir eu elProsélito, éste la acepta con la implícitzr y coltstitriyente ."rr¿al¿,lcle ser las r.epresentaciones cle la ieligión vicla suy'ir.

Los rlioses y el orrler.rmiello qrrc los clin.qs I,ro(l¡{e¡ sorr x,cr,l3dos como un.r s¡lid¡ inte¡.n¡ cle I:t "irr¡;rti,rn,l"l ¡,rr,clir,. ño

Page 33: Desde La Religion Al Humanismo

^¡,oxinrc.ió" Jlclfo.ruc (|¡l¡ctico dc li telisi¿'r 351

n,rerenru\ ¡lc, ir (y nos Pi¡eLe yd innc' es¡rio insi'Lil sol¡re esto) 'l',]".1 ,,ro'¡tiLo seL cotrr.ienle Ielleriv¡mettte '¡q ¡611¡ 95¡¡ compli-

/",i¿",'1, qrLe eslxnlo' rli'.ien'to Ierr¡lln cle rrn ltr:ilisis ¡li:rléctico

1,," ,'n"o'rot h lcelno' ['tílmos. PI¡es, en "itrt:rtiútt de 'letir elgo

lJro "',o, 1r "egtrritlll

qrre l:r religiórr cstilble(e se origine ''le rtnr

in""g,'l¡¿"tl L'leviÍ¡ v no e\ rrli' ql¡e utrr proyetción ll 'cir ¡fr¡ere

,i. ri '"g',tij.,t interior qtrc es collelrti\¡ ¡ viettc ¡rteligtrrerJ t cn

..,rLell.r inscqtrrid;r,Í Nos ¡bl¡'rrlnos ¡ los dio'es forqr¡e nos lrare-

.n'nua a*ir,.n y Ie\lron,len ¡ nr¡esLr'¡ nor ión de le segrrrid r'i Y lde'

lrnirrr,lo ,u,l"ui. ¡r P.rrlir ¡le esro. po'lcmos tleci¡: H¡cenros los

,lior", n i-^g"t-t de nuest¡a iclea cle l¡ segulidacl. Porque tales son

ila ha.ho t.,átrtot concliciones que sonros c¿r¡De cle la inseguridacl y

,ólo h"y ",'t

nosotr-os la ídea de l¡ sep¡uriclacl Pala r-esolvel de ve¡-

clacl nuest¡os conflic¡os existenLes se tequier_en concliciones tam_

bié¡r existenLes lstas no las hay. No es, Pues' una abe¡¡ación tan

increíble que imaginernos que las hay Así surgen los dioses:,son

hechula üaléctica, Pero también lant¿tstica, clel clefecto y la lrus'

¡ación. Decimos qtle son hechura clialéctica, porque nuestra idea

cle la seguriclacl ,.ttga .o-o 1a neglción cle r.ula negatividad , exis-

tenLe: clicimos que son hechura fautistic¡t, porque olviclánclonos

tle 1¿ cliferencia isencial e,tt¡e inseguriclacl y segur-itlacl -es decir,

oLte mipnrt.rs l¡ ¡,rimer¡ es exi5le¡lcir. l-¡ seqrtrr¡l r. súlo e' ldea-'

lierno. ¡cel¡lrtlo clrr" h ,egrrr i,l.,,L e\tá L rlnbi¿rr en existenti¡ en ltDcrson,r ,le los.lioscs o en ll leligión

Aho¡.r esr¡mos ¡c¡50 cn (on'li(iones tle ¡ti\oLrer :'qrtel eq rivoco

sobre la religión. Si atenclenos a la soluciór que la reliSión aPolla

y al clestino qr.re se esftlerza por consoliclar, ¿no clebemos clecir cle

áUn lo n'rás aio? La religión mantiele vigente esta climensión clel

hombre en que busca éste ;rrraigo enlre las cosas, lugar-seguro en

el munclo, senticlo para sn f icla Y clebemos teconocerlo r'ivamente:

sólo la leligión ha cumpliclo hasla aho¡a esta Larea D€ manera

que debemás situarnos iquí si verdacleramenLe Pensamos en el

liombre y amamos al homble Pol oLre Parte, empero, hemos lle-

gaclo a tin punto en que resulta eviclen¡e la inclole lantástica de

ln religión; un punto el que totla la imaginería religiosa muesna

crimo 1a religión cie¡ra el camino a posibiliclades más altas Isaqui cloncle iclquieren senticlo y valor las expt-esiones dttras que

t,rmbién descarfamos sobre la teligión. Podemos clecir todo eslo

empleanclo las fórmulas a que estamos ya habituaclos: Como se-

guii,l^,I .l"l homb¡e, la religión dice una palabra sublime que de-

úe-os ercu.lto¡ seria y atentamente; pelo al traslacla¡ al cielo esa

Page 34: Desde La Religion Al Humanismo

-l

I36 /¿a¿ ¡i¡,no, DLsDtr r.\ R.LrcróN ^L

Hur,\Nrs oseglrriclacl la religión clescienclc cle<le aq,LLcl lengueje sublime a las.'li¡mrcioncs.mi. grrtrrirr, ,lrc los l)ombres .1."n,,'",,,io ,l;;;;

""Prta,len ronri,lemr scrilln^rrrc ¡in olridrrse .l.i ;;;1,; ;,f ,1,,.

v¡DIALnCTICTT Dn LA >LOGICA ¡UR.\<

Y DIALECTICA DNL DECURSO HISTORICO

Dialéctica, clijimos, es la relacirlseguricrad; "Áu^,. .iri *""';: J,,:,:

"T:::,".,";: [i";:illÍ ;lt,] 11no es,l,leLer¡,ri¡r¡rh por r.rrr scg,r¡.i.1.,1 ; f".f, ..-; i"r."'i.r],1i,,i";',,"es rete¡ict¡ i1 ¡¡.x jr¡¡eg,ri,tr,t "e,¡,n,íri,:r. ; i;,;;;i,;;,il,] ;.,',:;;.se vive como tal, r.efiriénclolaespeci{i c.r seguricracr q;.

-; ;;;":::jli'::rl, T;Tü',"1T,:;':.,x, Jll:es vivicl¡ corno t¡1, sien,lo i,-,,1.1

::*::,qt:;;T,11;"'.":ill'.;li;:'"i""',:1",i:l;:,:il:::"::X,.:l.l)oncte solo ¡ uno cle los tér.min¡

",." p".* ",,

*" "-i,

; ;.;:'J ":: ::.t ;.:l.Ll ll;:, ": jli.]:;.l::l,.1clest¡uccjón o l¡ sirpelación exieesLÍ aui, q.e "i; ir" r.;;;. ;.;:':1 ::.11:l:" de existencia que no

:l:.1:?: s.l l',,: .L per"r ión , :;;,: '],;:,Ti;;l ,: ll,j]ii:j1."1::i

i;::i.,i:,:L."'^:1,-l:,,o e\Lo .¡,,i1,1i.,¡,,to L, ¡rqr ¡,q¡¡i1 ¡. t,y'er,r, ion.sen qllc no ge e.jí1 (l.jigilrl,l.r,l,le los r,r.mit,o., en ou.

l:i:,:: ex isr err c,.. por. cic,r,ploi t., 'u", "*,.i'.,' r' i"'.",,, "'i,.ijl,oe Lrn.r ljne¡ estli¡t cli¡léctic.tue

sin convexiclacr, ni co¡rl,e:ricracr "lt't t"f"tidnt'- no iray concaviclacl

ro, r¿.-r,,o" á"' r" ;"d;,]';;"'in:il^';::::1.:i,íJ. iji,iiT..ijl:lidad; el resrütado cie esra igualcl-rcl.c's ,1.," ,.; ;;;;r';;;.,::,.;1,que su verdacle¡a existe¡rcia es lrirl esLr ig*r.rrcr r;";,," "_1,.1,l:L;.,,.:l];:l:;:i ;,Jr:? i":términos cle la relación,-¡ro la sol

I;r relision, ." ", ,i"". .-1,,1:il::;J,1, jTi:: j; fio,|'[::i:.ntbos,,s"gr¡ljd,.,l e irr.,grrli,Lr,l. ,",,n',¡,.;,,or';r;;i.r,"U.;,t:;jT l"l, l!l1l ¡rLeqli,.¡, lrs t,,r, (¡e:¡,. r,r ,egLrri,l.it. r"i.'r",ii.r"::"li:::._,-",1.

r'¡¿on 1,,¡r :rrgr¡me¡u.,r q,re ir retiqión no "rir,. ,"._(r:rrler¡mFr¡tc,

l)Lte\to qr¡e r r¡,1.-.11, roll,Iicio¡es c L,. ,,- -,,^-t¡\. ¡n\enr¡,1.r. y esl., e, Lr r,¡rr,t,,j.r. I,ol f" q,a lr.r"a", O, " a".f,""_r¡mosr fyisre L, religirln, rrl,,tic to ,1j..¡¡rc:

",", ilp"r,u,f i,iJ "iil.t¡ PorqLlc lc tiiLr L¡ni1 co¡rlicio¡¡.te c\r\tenciil.

Page 35: Desde La Religion Al Humanismo

- Dialócti.a de la ¡'lósica pu.¡" s7l

Creemos qr¡e esta Prracloja se clisuelvc si esLablecemos r¡na di-

visión cle la clialéc¡ica, De una par-te, hay una clialéctica de la in-

moviliclacl, una .lialéclica >lógica.; pa.ra esta cliaiéctica todo está,

al fin de cuen¿as, claclo clescle siempre y par-a siempre. Esta dialéc-

lic:l preslrPone jr igtr:rlrled exi.lenri¡l tle los létminos de t¡t¡r ¡elrtión ,Ii,rlictic r y sin p"euLu¡,'rse ,le l:r re:rlir] rrl tie trrt decU¡so

cle las cosas -alecu¡so que consiclera lrna mela cuestión de pers'

Dectiril- progles.r descle l¡r li¡rilr¡rl lt¡sl r el Absoltrio o I¡r ToL¡li.,ir,l. De otra prtte, hey t¡nl rli¡lécrit¡ (tel (lecr¡lso. rttt¡ rli¡lCr liclclinámica; para ésta, hay Puntos cle parLicla en la existencia, Pun-tos en que se configuran ante la reflexión, relaciones a 1o mera-

mente icleal; si hay la posibiliclacl cle pasar cle la itlea a la existencia,

entonces, hay genuina superación; si no es esle el caso, tocla solu-

ción se¡á en el lonclo falsa, aunque no por eso menos existente.

Para ejemplilical sobre esto, pocleraos salir del árnbito en que

€stamos y ampliar así nuestras posibilitlatles cle aceptación. Consi-

deremos, pues, la institución social, política y muchas cosas más

qr¡e nombramos,señor'-vas¡.llon. Para la cli¡léctica en el primersenticlo se t¡atnrá cle enfocar la situación en 1a aLnósfera cle loeterno, Nrleslra institución eriste y clebe ser anelizacla como un¡reiación clialéc¡ica en que ar¡bos Lértrrinos poseen igualclacl elis'tencial. Descle luego (así reza la canción) , la relación es clialéctica:

no hay señor sin vasallo, ni vasallo si¡r seilor. Poclemos esbozar pornuestra cuenta el trabajo que hlría nuesLlo ciialéctico: El seriorl-epresenta la voluntacl cle sel-rorio (una lincleza que servir-á a ma'ravillas para el camino hacia el Al¡soluto qne se pr-opone hacer'

nuestro clialéctico) ; el vasallo rePlesenta el sentimiento cle se¡vi-clur¡bre, col¡el¡rtivo clialéctico cle aquella voluntacl. Puesto queambas concliciones eslán alaalas, e\isle enLolces su suPeración enun¿r existencia rnls alta y r¡ís ulive¡s:1l que hemcs llarnaclo la ins-

Litncióll señor'-vasallo. Esta instituci(in *importa insisti¡- es su-

perior al vasallo y superiol a1 sel-ror'. Como al seiror clicha institt¡ción superior le importa rrn bleclo, se aviene encanLaclo a esta úlilocu¡rencia de que es slrperio¡ l él; es obvio que hay en ello un argu-nento para que el vasallo se avenga a segLri¡ sienclo vasallo (po-demos clecirlo con paradojas dialécticas: el vasallo \re que su se-

ñor es inferior, de manera entonces qlre lo super-ior se mr¡eslra in-Ie¡ior en lo inlerior que cle esla nanera se mlrestra superior') , Lainstitución señor'vasallo es una totaliclacl existente y espiritual don-de nuest¡o clialéctico percibe tocla una aparición del Estaclo. Isteú1timo será, en pleno, la uniclacl cle mr¡chas totaliclades subordi-

Page 36: Desde La Religion Al Humanismo

{38 Jua,,,?i¿¿no, DaDE L\ Rludó¡r ¡L HvM.{Nrsvn

.F

nadas y analizables mediante una clialéctic¡ siurilar. por_ ejs¡n.¡lo, la.¡olicía. el ejér.riro. lr pr.o¡riechrl, el rr:rb;rie, .i .l",f"Ulel magistraclo, erc., se analiza¡án á. ,rr;i.;";J;á; ;;ilil:i:r?y jelarquizánclose de una u otra manera ¿lent¡o de'la cabez¿r clelclialéctico, nuesrras institLrciones y hechos cle la existencia civilfo¡ma¡án la r¡niclacl clel Israclo, áqrecie cle p^i"rr*'-,iiü" a"*,.siemprc y jemás,por el Fs¡ririrU. y esro qrricre deri¡ qr¡e instiur, io.nes.como aquella que l-remos clesign:rclo señot_r as¡lio

""ir".-¿"moclo subsrancial en la vicla.",r1rit"e.,,n ¿A ¡rpf.iü q.¡"."",i..i.qne lo(lo!lo qrre Ir,r si,lo y seri, se q¡r¡¡g¡¡¡.¡ no sol;¡me¡re exr,l:,.r-co,. no sol:lmenre jrr.rilirarlo. sino elcv;rrlo ¡l ¡,rr¡go rle ;nnra,ii.n,aintimo y esencial de l¡ vicla clel FspirirLr.

,Pero. antes de rrn,r apleti;rrión mls ¡ fonclo, re¡r¡o,,ómo Drocede ¡r¡esto segunclo clialéctico frenre r la i"rri,,,.iJ" ,.¡Jr-"],riil"

:.:t^._l::::, ,iT"do de

.ejemp1o. Tambié. .""rid..;' él -;;"

;;;,en exrstencra las concliciones cle esta uticlad y quer por. ,nirro, pua-de hacerse r¡n análisis clialéctico que se ciña a las concliciones encuanto exisrenciales. pero, no le es clificit p...ilrl. i"-,iif",.".i" .*tre la unidad, por ejemplo, cle 1a linea y la'r,ni¿art ;i.1";;;;;;.se¡ior-vas¡llo !? .ó:.i]. y lo convexo esrán enrre sí, clenrro de la(¡¡r(i¡,,en ret,tcron srnrlil¡ a r(lrellir en qr,c est.irr el señor v el r:1.s¡tfo (lenflo cle ilr i¡sliu¡ciór¡ .eño¡-r.¡srjlo: ¡"ro L"1 q,,.,ti, i,,n,,,a ia.dilerenrie_qrre signilic.r el cilri{ Ler l.¡,iori" .f. 1,,.,,,:, i"i,ltr¡ció¡. Al fin cle cuentas, en este prtnto resicle la clivergencia entr-elas dos, dialécticas cle qrre esta,los h¡tbl.rnclo. L., pri_".;;, *,;;;"qtre- lo,l:1

,le¡fi(l¡d es rlel ripo rle Lr line.. *-",0,J1.., ", ,1".¡t'i,'*(le\enl¡err(le en rigor,lel irsl,e(ro gertóri{o e Iti,Lórico rlc l:rs tos¡i:r:l segr¡nrl¡. cltsungue enl¡.e el rnrltrlo rle ¡jl;i ¡trjl¡a y el cle rqrríabajo. Basánclonos en consiclera(mos poner tarnbién la ,rir.r"".i"':'.'1,"'",,'1^:;iili:'13:1'.'.1,:.,::1;o.no querienclo reconocer la ínclole y significaclo ¿" """ i¿""fi,i"¿di¡lé.rjca, ínsit¡ en ir exper iencia f;ni;, lx cliatéc;i;; ;';;;;;;l,nmer sentido se h,r heclro i(le¡list¡: crt rrrnbio, ¡ten,lie¡r,lo inrelj.gentemente a este aspecto cle la iclealiclacl, la clialéc¡ica an ,r,,ar,.oseg.ndo sentido se ha hecho realisra, exisrenci:rl . iril.;:;.';";;cloja cle paradojasl Il clescuiclo cle la idealiclacl ..*f.,."

"i lá""Timo; el cuidado y servicio cle Ia iclealicl¡cl ..",1,,.. ;i;";i;r;;."'"A-tendiendo, pues, al carácter. his¡ó¡ico cle f" i"riir".iá,r"r",1..

vasallo, nues¿ro segunclo clialécrico riene a mino f"._fii-.rá"'.isu r¡nid:irl-inestrble: qrrier.e esro ¡le, ¡r qr¡c co¡locc lo qre lr,ri rle lel-so y g¡aluito en est¡ in\titr¡.ión. Lr,l¡re c¡rre sigrrili',;r f" p.ri-,,

Page 37: Desde La Religion Al Humanismo

Di^tócrica dc la "lósic¿ puÉ"

hisró¡ica clel objeto en que reflexiona le o¡ienla inequivocamente

sob¡e la condición clele¡minanle y P¡eviamenle exislente -comooui"r" ,1,,e ell:r esist¡. (omo es el c.rso rle l:r inseguridarl qtre con-

áu"e a la religión- qtrc se Presenla como tolr¡nLed ,le serlorío (ertr

vol ntacl plrecle telacionarse, asimismo, con la seguriclacl; no es di-

ficil represenlarse una experiencia cle la inseguriclacl cloncle la se-

p.lrrirl:r.l iJeill loInil e5tl lotntl es¡,ecifica cle rolrtnt.rtI de reñorio

Lo*o ra ua, el clrnino que lletr :t la religión liene vírrilnles mrl(ho

nenos celestiales). La voluntad cle seiro¡io, allí cloncle se constiluye

la ¡elación señor-vasa11o, Pa¡ece hecha a ma¡avillas pala la ocasión;

el vasallo, por clecit'lo así, viene a las manos cle l¿r volunlad cle se-

ñorío como el anillo al cledo, clel moclo como calzan los dioses so-

b¡e Ia iclea nueslrl cle seguriclacl; y sin embargo, así como los clio-

ses han siclo hechos n¿l l¿oc con finitucles y represeltaciones, así

también el vasallo, el clesigual, ha siclo hecho con la sustancia cle

la igualclacl. Los hombres en tln acLo fabuloso inventaron las cott'

cliciones cle la seguriclacl existeDle, esto lo hicieron transfo¡mando

en algo clivino lo natural; clel mismo moclo, los homb¡es en un

^cLo de injusticia inventaron las colcliciones clel seúorío real, y

ésto lo hicieron transfolmanclo en algo clesigual lo igual. La Lrni-

clacl, entonces, cle la institución selior--vas¡.11o es tlna sohrción his-

tó¡ica cle la volultla(l de poclel Nosotros quelemos ag¡-egar, Polnltes'L¡a cuenla, que es injusta y, Iro¡ Lanto, no ve¡clacle¡a' sino in-

tlinsecamente falsa. Sobre eslo, es cietto, se cliviclen los hombres;

hay quienes han sosteniclo que existe en algunos lzr efectiva y na-

tu¡¡l conclición cle esclavos. No vamos a clisputar sobre esto y ploce'clelenos etr 1o que sigue como si nosol¡os tuvié¡antos tocla la ¡lzón

Nuestro segunclo clialéctico, ¡l enfocar'(i.' esta maner¿ la r¡¡riclacl

exisLente de una inslitnción se ubica en la perspectiva apropiacla

para un juicio que, por decirlo así, viene estatuido denlro cle la

uniclacl misma. Este juicio nicle el graclo cle velclacl clenl¡o cle ]a

uniclacl; esto quiere clecir: establece la meclicla en que las concli-

ciones existenciales importactas hacia acle¡L¡o cle la situación han

siclo iripuesras allí, el graclo de gratuidacl que la solución comPorLa

Iespecto cle 1a existencia importacla clentlo de ella Nrtestro clia

léctico supone respecto cle toda ltniclad que se procluce clentro

cle la hislorir par-eciclo clefecto conslitr¡cional; y sólo espera dife-

rencias en el atavio o eu el gtaclo. Pelo no só1o este aspecto deljuicio y la ¡'aloración importa destacar aqttl. Nuestro cliaiéc¡ico

se ha situado también en la petspectiva cle la ciinámica misrna clel

clecurso histórico; ha puesto la mi¡ada sobre un principio moror'

391

Page 38: Desde La Religion Al Humanismo

[4o /¿¿n ¡?i¿¿xo, D¡sD. ¡^ RsL¡cróN ^L

Huü¡Nrsnóque le permire mtntener alei¡

'i"¡' 'rl j"l'"' ii';';;;Ji ':'1,]:: ei r¡nta"¡na ide¡listx qrrc Ii r lre'

net¡ación y valorarión,la lo.,l'" de stt colega Fin¡lrnerrlc, lr pc

perspecrivi ;r;;;;;:;:' j;'.i:'l :".i.,i:il.v vis"crrre I bre u n'. n,,( \,.onii.,,,. ,r" i., ;;,,;,;,,:: ;JJ ,iI""li:"fj'";-J:;, :ll.: ll]l::;lqr¡e aliente cada vez más lirmiento. renr¡tiva cle prrrgrción y

"n,l"."ro-Toclo Io rliclro nos lrrc.e srrlicienre pxra esrrl rnás ¡rróximos ,1".ia seguridad exisrenre ¡el¡.e.el¡L¡d¡ tror Lr r,.tioiÁ- r, I ^..^r¡n lenómeno qrre conlrera "l ¿"r".,J'"ro ';";',Í;"i,, ,1,,,_r,li 1",imposible. La religión esrá ahi

clo cle constitut'e uno r¡uecle ,l]ijiit-l't" Lrn rlefe'to "n"'u '''n-

ren,tenci¡s Ui.iO.,,.^i""i,i"il oc(rr ¡ronrr¡n,to I 1,r.o¡rósiro ,le 1.,,

¡orunclas ras ;;;;'";r¿;il:1los conrronrado aqui: Ni son tanr-po.,n,o.u, á" ",;;;;;:#"'?,: ;l.';il:'j

tü ;::l.iIiJi:lcondiciones de inclicar un clefec

verlo; sin .-b"..;;, -;;r;;,,r;;::

" signirice qrre porlamos resor-

,l,,ce "l der;;;;;i";#':ffi::1 cada vtz mís cie cónro se pro'

dos en lo fr",rá., ¿."1^"?irl.i.".lece _n -tendencias. y mo.los arraiga_

secuencias q,. ", p;;;;;',;;;: il,T1J"1,'.il:,;.1 ];r] :::;, :Í1.. Te¡e¡ ¡ m¡no ¡¡n¡

'-"p, "r.n , ",

ió,., ,1. t" ,,"i,1",1 ;i;;",i,,;...,';;"Ia teligiún nos permire llÉv¡¡ ¡,¡1,o,,n" "^1,ii,' .oi,io;;;;:;,;;:

:,:,::-":^tl, de t¡ cielci¡ y Lr tilosotÍ:. n, p.',,,r," ,. *iru,, lOilner ¡mportantes ¡esultados si senómen; reliBioso ;..'; i;, ;: l,oyecril e)r¡ (o¡rrep(ión (ler fp

:: :* ::; :i:l:, ;;:;:, ;::":l ::; ;::1,;1";:i :.1,,11,.'::il.l. fl lJU. nr¡r(s cre ent¡¡r en est¡ m¡teri¡, sirr einlr.rrgo, ;n,"r."1 ,r"¡n*otro <apitu1o, donde cliremos alpexisre¡¡re. ,,no ,i"'io. .,;;;;:;."11? -t'e lo" g..cios .le Lr

'¡nirr¡,rsión. Frr r. ,r,,; ,;;;..";;"r:,:;:: l:iT:;:;'Jjl,"r,,' uo. '.

,.,,.

'I

DIALXCTICA Y UNID?\D NX¡STNNTE

llemos indic¡rdo especificrmenteI:r Jiner geornétric",'i; ;";t,:,;ii.'lts

c¡sos cle unirhd cri'rente:

"t .",o ¡,ii,n..o i,"it';"";;;'1;;';;" se'ror'r:rs¡llo v l;t relieión Fn

¡enci:r ,le r¡ ilr." .. .",'i"r"'r,rrrt¡rec 'bls; lrs conrlirjones 'rc exis-

l:::.:::_ : i;,,;,;.:' ;:1.' l'1,::;l:l;",1 I';'i,.]l: T;ll:,:Tí,;:loemos rtecrr qrre lo cónc¡ro y lo,onráxo "..1",.; Ji';;;;;;",,;;

Page 39: Desde La Religion Al Humanismo

D'¿léctiB y unid¿d esisiente 4ll

órro. No lray un l)lrnlo de ¡elere¡tcia privileqiado ¡er'r tle'cribir'

sL¡ retrnili.lrióu. no hay tergivers;r, ión o l'¡l'ílic¡cirn Je t¡llo ¡

nt¡rir ,lel otro: se cn(llenLr¡n, por decirlo ¡sí tle nlo,lo l¡n nece_

l,,,io q,," ",rt netcsid¡d lrrcce Iiberrir't; no hey lesidrro en esla

resolt¡ciór't. Pero, y esto es obvio, la linea geométrica no es hislórica,

no ha veniclo a ser; no estár tampoco, sienclo corno el resultado cte

.na ciecisión inteligente La iinea geométrica simplemente es; y cle

tal mane¡a debemos susc¡ibir este >sinrPlemente( qLle ni siquie¡a

noJemos alribt¡ir existenci¡ a la Iíne¡ gcornétricl.' Un¡ uni.l¡d perfecLr y exi\lente PJ]e(e rtnl noción imposiblcpltcliera encontrarse en la natu¡aleza; pero, además de sr¡ osten-

sible exte¡nalidad, se muest¡a como disr¡elta en innutlerables con-

diciones que dan a su existencia une apatiencia espectral Por

ejemplo. Irly en el reino natur¡l en,ucntr'o5 qlle 5c n¡lleltl¡n irle¿i¡¿e. y per fectos: la reunión tle las concliciones ¡rrerle inter¡rre-

mrse como iclenticlad de la 'idea' y la existencia imPortacla. PiéD-

sese en Lrna especie vegetal y stts 'tendencias' reProducto¡asj octlr-re

a veces que en el cumplimiento cle tales 'Lenclencias' inter-¡'ienen

los miembros cle rtla especie animal (insectos, aves) , o simplemen-

te lenómenos físicos (corrientes de ai¡e o de agua). llD tales casos

encontramos que el cumplirniento de la '¡enclencia' r'eproclrtctor-a

se exhibe como encue¡ltto aclecuaclo cle co¡rdiciones exisLenles; una

de estas concliciones encLrentra en la ot¡a la ¡ealizacióu efectivade su 'iclea'. No se t¡ata aquí cle invención fantasiosa cle condicio-nes imaginadas y, consiguienremente, cle'satisfacción alucinatoria'cle la '¡enclencia', La planta se reprocllrce efeclivamen¡e. Sin em-

baÍgo, no podemos quitar las comillas cle la telminología psico-

lógica que hemos empleado (ia terminología de tenclencia e idea) .

La unidad existenre que hemos enconlrado no es una unicladinte¡io¡izada; consiste -por todo lo que sabemos- en una aclecua-

ción cle yuxtaposición. Por toclo 1o que bay a la vista, clebernos

rechaza| que se lrate cle una unidacl genuina y consiclera¡la cor¡opura agregación. Además de esta externaliclacl y mela composiciónde las condiciones, hay otras circunstancias que nos inclinan a

rechazar que el encuentro nalu¡al cle condiciones cle ia especie

descrita sea una ger-ruina unidad. La unicl¿rd natu¡al implica dentrode si r.rna divergencia qrre le da r¡n aite c1e frivoliclacl. La existenciaimportacla (el insecto qlre se posa clentro cle la Ilor) r.ro tiene en sí

el designio cle colaborar en la reproducción; la eristencia impor-tada acepta la importación con 1a vista plresta en emPresas qoenada tienen que ver con la reproducción; cle maneta que la lepro-

Page 40: Desde La Religion Al Humanismo

L+2 luat Riu'no, Drabt L^ ReL,cróN ^L

HuúaN¡süoduccidn es posible por une er

'1""1" 'l 'h;;;;'#"'"iJ:"":l'::: cle compromiso vistas las cosa'

existencia' 'o" ;i'; ;;r""';:^'liry]t"da es ell¡ l. qtre importa

r.1e J,r phnr*i"o .u"o;;i. ,;:::f ii'onJ"" no es l'r reprocltrcción

.r"''. i"r,,",," ro" i;:"';,; :i,:.:'ji;i:; ;1T.:i:";,;: i"1";.ii,lljlAclemás, y finalmen¿e, la exisrenci¡ ;_p"rrna^.."l. .r'"lp::ir.*, ,"especie nrrural de nuest¡.o eieliáa des trc "".;,;;,;;,';;, i"",:,:l'':.,,ff fJ:;:i ]ill i" ililn ff:;:icle la r¡nidacl a lograr. Esre hecho er, "ni,t"nf"_;;;,,;;.#il: ,,noción ¡le rrrra genuina unirllcl.

Otra especie cle uniclad exisr,., ion, r"' ;,,;,;;;,;;;i;;:;f ,l::

;:J:,f,:IilI;,ii.: jl ;,ii;ftna¡se<, pero sabemos q'e eltr frl¡9 a"b" _.r"gi.; ;;";,,,;r..maneras y hasra el infinito en

.,, ¡ rmo¡-z¡ r "",i;;,;';" i; ii l.il"'lij"llu^,f].:'llc_. 11':

nos in vir a

l,¡m br c,. no .n,.n,r"o'o, L'.^ 1;.";" :,:.::,i,' #1"", ::T:Ti r::len la olla. Con esro se mr¡esrrl ur ¿"f".,o,f. ""'.rn..irhriiL, ."el ¡petiro; no esrí en éste figur

lo sflisf¡ce. - lrlo esperificrmente el ¡li¡nenro qüe

Sin embargo, hay un senticl,Itrn¡erinre, en la s¡ris[¡rción ,i,11?::"t''u".

exi\tente sólo r]r¡e, r ie.,n .on r, on r. r,; il, ;;.;::'.;"X:::;H:: Il !,,::^.Í :j:* #,strele em¡rJcr.r Agu"tin t rr,r"n,lo

,h¡bl:r co¡r Dios. L¡ pa, ia,,iO,,,srempre ¡elativa y rornadiza, ¿e t". s"t¡rfn.cio,, ;;i ;"ri;.".#"su máximo en casos como )co¡no se puecle peclir raás. rn esre coerj:r

Ilesasuj si h'ry fies¡s a mano

.ol,,.i;" "

; ;;;i, ;:;",";i ""ffl;: ;:.,; :l¿: ; :: iT r;f,l;.

;:JllltT:j" y que ahora. al ex¡:er_inentar

"pÉ,i," ro ."",i.,."" .".t,".,/i;sílmenre.¡ r¡n gr¡rlo de esrre¡ ifir:r¿ión s" ,,.",, ^-^^ _; ""t''",,',.,.iú,, '.,,r,,,..i1-,r;; ;;.;;:;'l';.";;,?,"t1"',.il,l ,lll].,,'i ;";"Ti,j''fl,t''. P",1.ón (omo ésre muy bien prrlierrrr me,lir.e';; i,;;;;.i;;elrstenLes qrre ricnen txetensiones ,fe p"rrc,.;án: ,,"';;;':i; *,;,es Ia religión.

Se notará que al hablar de r¡nicl¡cl estanos implicanclo siernprer¡n¡ r¡rrirl¡tl de cljl"e¡.enci¡s, unl inregrrrron rle a.pccroq o contlirió.nes, no l¡ me¡a r¡ni,l¡tl. Esra constiiLrye ;;; ;;fi;;;r:;;::;;;cle los maremáticos. Eiemolo de e

se rr.pue,le i",,"i,1.¡,,..,J" rJil,l".;?:l:i"':ÍLli J;ii .:,;Ti:son fo¡m¡lmente idénricos, esta.t.g..,.i",..r.i. r-;;;;;;, ;:"il;;ij,, i;'::'i:,;;.j:,:i':,,,j:to 1 l;r unid.rd nrrrnérica. To,l;rs esrrs ,",i;^;.';;p;;,;;;,.Í,;;

Page 41: Desde La Religion Al Humanismo

L¡ ciencia, I¿ rdisión t la rilosolia +31

Iusar, no Ptretlen s^r.on\idct¡d¡s en el nL¡esl¡o A I- rcrLlaLl. lli"i.' ,,ni.l.,t qrtc im¡rorte aqtrí es aquelh qlle \c lnrlertrx como 'olt¡'.i¿n ¿. l" idealid¿,t ,tiaté,tirr de qrre lt¡Ll.rrnos !rri" ¡tlis. Por

.iempJo, l¿ insegtrtitlatl ptt'cle ser \irir['r eslreciiir-:rmcnre (omo

i,ee,,¡i,t¡d enlre los orlos: el lado idc¡l rle e,rr in'eg.tric[ 'tl er Ia

rolrint¡,1 ,le:eño¡io: la solutión existenlc tle est¡ ide¡litl¡tI corlr¡e

tamente con.licionada es la muy inestable insli¡ución señor vasallo

Son r¡niclacles de esta especie, unidades histó¡icas y a su manera

existentes, las que importa tener a la visla para el clesalrollo que

nos ProPonernos Ie¡lizar'

VIII

LA CINNCIAJ LA RLLTCION Y LA

¡rLosoFtA

Aho¡a estamos en mejores condicio¡res para especificar -siemplea grandes rasgos- sobre la ciencia y la tilosofía, N[ás aclelan¡e

rraLaremos cle clecir algo sobre la politica y el clerecho. La religiótles una solución exis¡ente cle la seguridad clel holnbre, cle la segtt-

ridacl verclaclera, la seguridacl que pone suelo Ii¡ne bajo los pies

clel hornbre, claDclo un significaclo y ur clestitlo a su !il'ii- No se

L¡ata cle la seguriclacl económica o social, sino cle :rqtrella qrte clice

al homb¡e quién es, de clóncle viene, haci:r clóncle va y crlál es la

índole, origen, senliclo y valo¡ clel munclo en torro. Porque en

mayo¡ o meno¡ graclo, con mayor o ülenor exlensión, ésre es el t¡abajo que la religión se propone realizal, y realiza Sea que la segtr-

riclad se ponga a cuenta del cocodrilo, cle la matlte lierra o el sol,

siempLe enconrramos r¡n resullado pareciclo: el hornbre encrtent¡a

en la religión un mundo aclecuaclo a sll esLatlr¡a, !l[x resPr¡esta

objetiva a su senlimienlo, representación o juicio cle la seguliclacl.

Tal o cnal religión histórica se viene :rl suelo o es abanclonitla porun pueblo enlero, eso ya lo sabemos. Pero, y hasLa ahoLa, la nueva

solución ha consisticlo siemple en llna nue!a religión. No poclemos

entrar nosot¡os en la consicle¡acióu cle las coucliciones que explicanel cambio y la evolución religiosos. Lo que nos importa destacat es

c¡ue la función a que se clestina la religión ha siclo siempre la mis'ma: la seguridad del trombre en el munclo; cleslacer también que

hasta ahola no ha habido institución hunana que hirya Lomaclo

rle moclo tan cab¿l en sr¡s manos esta lunción; y clestacar, {ina1 1

principalnente, que la leligión es una satisfacción qte los hom-

Page 42: Desde La Religion Al Humanismo

'1

l+t /¿¿n.tir¿¡¿, D6DE LA REL¡cróN ¡L rlurÁNrsñobles h¡n.invenr¡,lor forqr¡e l¿ l¡¡n. lreclro ron los i.rr.oclLrctos ¡le l"rmiBrnrcróD y no h,rv en existencia- estos p¡oclrr,r'os. L¡ irle¡ ,lelx seguridad. hasra ahora, no .ha pocliclo pasa¡ aclecuaclamente a iaexi\rcnciaj er) tilcs conrl;.ione,. sc-lr¡ romn.lo ,f" l" .r;,

",r.j. l" "r''ejor calce y se Io ha ..,o."¿o -.il".r"r;-,;:;";ffi;;tlt:moclo que calce pe.fecramente. La imagina.ió. i*;;r;r";;;;;.,,"rle esLo) riene un oio ¡rrcsro "n 1., scnsi"lriiicl"ct ,'.i-",r""*',.',,i.,,

es bizra rl levés: en re; rle rer dos irn;igcrres,le,,,r al¡",o f,r.",',,ados objetos. una imagen. y asi c¡eó l.iaiá*i, j; ;;,";';;: r,seqrrriLhcl de rlenr¡o ..eyer¡ en¡on,:1r r,,., .;,, ;;o;;;;' '" ""'-Lsre lrrocert¡mtento de l.r imaginlción. qUc e5rá i.¡ i,r L¡se cle LrreJigiórr, es de r r¡rirrl imporr,,ncii p".n n,,;r;;o-;*",,;;; ,"t.';'.;.,,<ir y h filosolía, Srl,ernos qrr. h cien,i;r 1 f,, fii.,"i.,'r,,,"iirr,,arrLe Ia religión rlefen,lic¡r,lá lo, d"r..l,or'.1"1,;;,;,.;,:.'';,,

té¡1¡inos de aq.eua articulación. irnplicacla .r; i;.-;ü;l;:; q.,.¡epreseDta la religión -articulación tantas veces e*a_"inod" e,t'elcamino que lle'amos ltecho_ oo.ler.o, .orrsicler^; ;r;;;;; y

:j:lll.l: U:' r-oro(imienr.o qr¡e r¡¡en l¡ rie¡rci¡ 1 t.r filo:otir rtelrnoclo s¡gutentc: Los s¡Lrios ;rnrigrros rle l.¡ Cl.e.in 1tene,no, rlete.cho a srrponer que los hubo tomb]e. e n ",r"r;;;;;, ;;.;.il;;r)llegaro' a percibir clar.auren re el f acilisrno,_:;; ;;"rí;'; ; ;";.:'.,trir Jc religiórr: l;rr i,le". Orr" el honrb.e,i..,, "- "g;;;" ,ii,;,,;',i.sr no l,Ilc(len enron¡li . s,rtis[:r¡ció¡¡ gen,ri,r., rni,lirDL" "l "*.".,lienre poiriro cte inrenr.rrl¡r. ,Si ¡licri.r .,, ;.:;;r;;',,,, i,i",i,,;perfección, rrn icleal qtre es trmbién anhelo cle ,.;.;á; j;i;;:

l,¡e e¡t,el rnr¡nrlo,.,lebemos po¡lFr nr¡e(tro .\pilitlr cl tlis¡ro:i,iótrir(lecuJfl.r ¡l neFoLto (o iclers. Dcbenros. qrrieic.lecir. ¡ro/,,r"rno,1:.:1".:,1" l:l:. ,le, hs ros.rs qr¡e es n:r ¡¡:rner¡ <te irn¡orreI i,lc,is.\_olt(trrc¡cll,tonos ,te csle modo, nos ponrlremos en (onrli,iolles,.'l:.-.:'lp"r".

ies icleas gue hay dentro con las que uie,,e,, ,1" f,,er.y ve¡ cle esl.1 na[e¡¡r si cla el mrroclo lugar a nuestras "rlrarnrrrn,

o,rr.is L¡ien. .r¡.iles sor lls esperrnzrs qrre es legirirrro.lirrrel,t,,, u .,,i_res (íts e\l,erJ¡t/.¡s .lesesperxLl¡su, Algo corno esto viene im¡,1íciro. amodo (le decl,irxción de printipios, en el conlpof rirmi",,,o u olr.,rc. los- tromlJres qr¡e t¡¡jeron rl mundo l¡ cien.ia y lr lilosofia.Lllol <iefen¡li¡n el , onnr íinienLo frenle ;r l:r I"nr.ri. I l" r,,n"rrii, i¿rr,r¡rrerí.rn lrccerse un¡ ¡pf¡esenración de todo lo ",_irrentc';,,"

;;';.oletx et itceltrtlnie¡rto del jrricio de los lromL,,res y no m".",i,enr" l"acepració¡r de un ánirno anheloso cle segur_iclaj "i q,;-;óf,"';;,i;_

facen imágenes sensibles y anrropomólficas.llo qniere esto tleci¡ que aquellos sabios antiguos sólo acepraran

Page 43: Desde La Religion Al Humanismo

rt

:

La cicnci¡, l¡ r¡ligióo y la lilosofin 451

coüo objeto clcl conocimietto el nlunclo de la natu¡aleza ll éufasis

caía sob¡e el conocir¡icrlto; en cuanto a los objetos clel conoci-

mienro, Poclian se¡ telr-est¡es o celcsLes, Puesto que lo Iueron de

hecho. l.a misme relie;<ión soble la t'tatrt¡aleza iba a parar- en

.rrriosas enricl;tclcs qLLe asurlizrn el papel cle sttstancia de las cosis

o l.notor o iuteligcnci:l del munclo. Lo que inpot-ta como cliferc¡r-

cia aqLri ¡esPccto cle la actiLucl teligiosa es que tales objetos resul-

¡Lb¡n, o ¡n¿is bien se prerenclía qrte tesultaban, cle procesos iutelec-

t¡ales qrte, si llegaban a lel¡olllni-se al infinito, lo hacían en alas

cle h lxzó¡r y aclenás irartierlclo sictttpre cle hechos pretencliclatnen-

te obser-vables. Incllrso cn el rn:is espccttlalivo cle todos, Pa¡rné¡ri-

¡lcs, el vuelo hacia la regióú clel sc¡ r¡no e iDmutable a¡r¡nca cle la

consLntaciór, hechir rqui abajo, cle 1a imposibiliclad de so¡nete¡

L;r ¡ealiclacl colicli¿rll a las conclicione¡ ¡'nás ínlim¡s clel pensamien'

to. T¡úIpoco era, cntonces (esto ciebe agrcgar'se a nuestra consicle-

lación) , el puro pcnsatttienLo Io clue movía a estos homl¡res; ellos

lluerían conoce¡, quietc tlecir, aclclttitir utla PelsPectifl intelecturlrie Io exisrcnte y i'e¡(Lrdcro. l'c¡ lc clc¡lis, que el conocer debl

ceiri¡se r i€iur os¿Lmerl te a la PerccPción clel objeLo y no salir cle alii,

es una oclirrencia que LLrvieron lnLrchos siglos tlespués los lilósofos,

y es L¡na ocrrr¡encia a la clue llo colfesPollcle nada re¿rl.

lls inportante tenel- llicrl r la visLx este canbio de aclitud. Lareligión pasnba, mecliantc la imaginación, cle la iclca a la existen-

cia. La ciencia y ll filosolie sLrprirnieloll esle factor cle 1a itnagi-

nación y pusieton alli el cottociliiento Si e¡a ttn anhelo tlel honl-

l-.rc e¡¡contlar segrrricllcl e¡ el rnLrndo (Lrna seguridad qLre, d¡r.ia

la est¡tu¡a alc¡nzacla por cl horlbre, clebi¿r colsoliclarse {Lrera cle él)

sólo el coDocinricr-rto poclía suninistrarle esta segttriclacl. Só1o el co-

¡rocimiento t¡ae icleas tle luela <1ue pueclan compararse con las de

clcntro y estlblecer', si ello es posibie, lrr ¡el¡ción acor-dada ent¡e

cl clentro y el fuera, es decir, llaer a existerlcia la seguriclacl Dejan-

clo 1¿r consicle¡¡ción general cn esle PLrnto y reselvetrdo las esPe-

cilicaciones l)¡¡:r trrás irclelante, varlos a traer al ar-gu¡uento, aiivión-

clolo así, l¡s ¡amilicaciones cle iiL ciencia y la filosofí4. Sabemos que

sirnlrlicamos al proceclel clc e5ta malle¡a; l)efo ni oos alcanz¡ csl¡

sirnplificación ¡ri tcnenos un¡ Pailicula cle I' i¡fo¡mación nece'

sar-ia para tr-¡Lirt el temx cle la fase inicial así corno sc P¡esenLó (lc

hecho, o se:1, rer¡niclas ell Lt¡ solo clrerPo la ciencia y la {iiosofi.t.

Cotro nucstlo clesa¡rol1o clebe cla¡ rnás impotlancia a h filosolíealesirlcha¡emos breve[rente, en lo qlte reste clel capitulo, y en tlno

Page 44: Desde La Religion Al Humanismo

[4t' /¿¿¿ Rt,¿¡o, DB¡E L.\ RELrcróN ^r

Uur.\N6yoo dos que sigLren, el tema cle la ciencia. Nliis aclelaure aiiaditeDrossobre cl.icho tema.

La.ciencia se separó de la filosofia y reclucieDclo su alencióu alconocinie¡rto de la na¿u¡alezaNa¡urat. Asociamo,

",," d;.il;,f il': r:':1X::l'""j:, ^,,:;r::li,l::1ricos que se co¡1ocen co¡r el nomb¡e .le lcl.rcl lfocler n:r. ¿.;; .;;":,-*lta",?

cle Il nar¡¡taleza qrre se lTese¡lt,t r sí rni,mo scp¡¡¡,fo(le l¡.telrgrón y lr rnerrlisic,r, l.r cicr¡.i:r ,Leti,le qr¡ir¡rse,le en.i¡¡¿rodo cuida,-lo,qrre. prrrlierr lreretl:rr tle su5,,n.a,iro1 rleci,le, r.r,in.crp¡lmente, ¡Lin(lorrxr l.r consicle¡ilcjón rle I:rs rosns _";j¡ria, "tlivin¡s; l:r t¡zor¡ ,lc esLo como en el c¡ro rle Ir."¡r",n,ión Ae t.,ciencia y la filosolía respecto cle h religicin_ p".";;';;i.ür.';r.,.r.

mente e¡r una insistencia sob¡e el conocir¡iento- como la sola ftrenrccle r.rna posibie seguridacl clel hombre; eleviinclose .te-nria¿o ll."r_tamente hacia los cielos, la filosofi:r ¡uerl[ísica -es clecir, 1., t;lolotl"que se P¡oponia sustitüir clirectamente a la ¡eligión_ no hacía ot[acola que repeti¡ cle nane¡a un tanto eltnlasca¡atla el tema cle lareligión; la filosofía meLafisica r;ipid¿unenre .l"i,l";" ;;;;;;,;."-te positi\.¡ clel conocjmienro ),se ponia a sacar del saco,cle lirespecutacron _cofllo el brujo clel sornbrero_ las m:is extrañas cria-llrT¡s: r]pl tno,lo romo l.r religiún hrti¡ r¡n r¡so

"lr,,riro ,le h i,,r.e,.

n¿ciórr. l¡nr.r¡ios¡ l)rocc,liir iiror¡ la Iilosofirt nt" f,n.; l;;,;i";,:;al servicio cle elio la ¿ambién fant¡sios:r especut".i;,r. L.,'l;;;;;;:,ción religiosa creaba seres sensibles a io,"ge',r,1"

"".ri,J¿i",'ll'",pecrrlaciórr lilosófic;r ibl mri: rll:i, y por ltn , tmino l.r¡r o rlris ilcsiumo que el.ernpleaclo por- la r-eligión: suPonir qua "l ¡ranr"nrii,,opur-o permitía y justificaba esta oper-eción e*¿r."o'r,linn.i'o v ,,';frn.u-sí1; I no lepill:rb.¡ qrre no lrebi: crr elh siqLriera el ,ec,,,o,le l" r'L1,-gión puesto que.se las_arreglaba pnra ¡rnrni. sin r¡ás r¡ír¡ites y dir-ec_t¡mente cle la iclea a la exjsten.ia. ,ño _así poa.n o, ,.r1ro,i.. lr,"argumentaba la cieucia- no era nuestto p.opóriro clest¡onar a i¡ndéqtota para simplenente Lomr¡ con Dl¡estras manos ias rienclasdel desporismo. Lo que buscibamos era sustituir la satisfacción¡tu(r¡r¡Lor¡¡ y tod:r lir se(llel.l dF srrperclreri.rs y tllrmirl;rdes rel,re

::":,..1.". p* lr religión. Por. rlgo en que el liombre nr-.oign."'a"\erd¡d y qle res¡rorr.lierr ¡ sr¡ lronda \oci(ión. Noqor¡os qL,iri:rmos

rsegurirnos en eL (ouocinlien¡o y il\ent¡r como inr.¡tiles y rlañin:r"qulme¡¡s tos monslll¡o\ rle I.r rcligión. pero, lre irqr¡í q,," ]"¡¡",.fisi ca,, precipirrda y rorpernelre, lia hecho u" ,.odn;o'r^,,-o o.",,_mas desas¿ro5o que ll religión: h,r deirLlo clem¡si¡,lo r,ronro (lcInrerrogar a l¡ nrlu¡¡ler:l y poco lra esperado parr d:rr curso poé_

Page 45: Desde La Religion Al Humanismo

f-;1

La cicnci¡. la rcljsión y I. fil05olía +71

,ico ir líl v rrln e¡1 r", ul:1rión H r ¡,lrerro tln:rq cnleleqrli:r5 l¡nrs [or_

,n.,. .'..t.,n,i.r1.t, llli:l\ ol'ó\iciol.es rullilJli\xs. llllos lllg. r(5 Irlttl

,"1"r, " -utte." de soPortes fo¡lra]es clel ntlndo; ha echaclo a1li 1a

,ma¿e¡ia' y ha sosleniclo qrte roclo este comi)lejo se mlIeve Pol lln¡,1"¡,11.',¡óu ,r lo nlci ,r' I o lu rnrjor' lr'r 'i'1" cl Le'trl ¡'lo tle '',,e.r'1,r, irrrcs ¡J firl ,te cr¡ertr." rtl,iIt ,Ii,,.: lr'r ti,lo ¡,tresto .tll¡ ,rrlto

i*irtarrta ,it-t mís exlleclieute qtle la mc¡a especulación; lo r ejor

es io solamenLe inreligible y corrlo es el moLor qrte mueve sin ill¡[r-r-

L¡rsc la ¡ráqr¡ina etrte¡a cicl nun.lo, clebemos aceptat qtte lo inre-

ligiL.e e.tir c¡t exi-rettci¡. .lLre l;FIle erio erruir pletr:r ¡ 'e1, 'r.' l r

r"l'li,l',1. O" nr.ulerr {lLre II I'rerc¡r.iúli rlt los ¡¡rer'rlrslru¡ :r'rnrlrrc

difer-ente de la reiigión es LaD o mís inaceptable que ésta. l-s,

plres, bueno y cleseirble seParalse rle la lilosofí¿r metalísícau.' Un disct¡¡so como éste se comPagina perfectamente co¡ l¡ r-eac'

ciólr clesPectiva (le llewtou cnanclo Lech¡zanclo el c¡¡ác¡e¡ r¡etalisi'

co tle ia graveclacl clecia: ,Do labrico iripótesisn, clanclo a eltellder-

con cllo qüe no ponia clebajo cle las cosas ias octl¡re1lcias qLle

pasilran Por su cabeza; se colnllilgilll tambiéu colt llls consiclela-

iiones netoclológices cie Bxcoú, tetlcLienres a ciimin¡r el vuelo

espcculatir'o y ttret¡fisico en el á¡rbilo rle] conoci¡¡ienlo cien¡ílict¡-

¡atL¡l-¡1.Cier-LarnenLe, no toclos los filtisofos hal¡ían hecho tau al¡srtr-do

camino; pero -asi Pensab¿rlt ios ho¡nb¡es qtte irticiarotl l¡ e¡a cle la

ciencia- la neclicl.r en que ¡1o foer'ltn celrsLlrables cra cx¿lcl¡r'tle¡lLe

la rneclida eD que segLlian sielclo colegirs; al liu cie cnerlt¡s la cicn-

cir y la filoso{ía h¿rbian naciclc¡ jtttrtas, y si hal¡ía ahola la lecesiclacl

de es¡ablecer y manlener un¿r alilelgencix, era ello ¿L caLlsl cie Lrn

lonclo religioso que rnLrchos ¡o hltbian logtaclo srqlerrtr, era ellrr

a causa cle una vigerlci:t siempr-e apreciable cle 1a religióü e el

co¡azón de los filósolos.Asi conro queda aluciicla, pirlece qr.¡e la posición cle la ciencia,

al separar-se dc la filosofia, ha alca¡z¡rclo lrn exlrerlo cle llerlecciórt:no más dioscs, no m¿is polencias metalísic¡s qL¡e son al lin c1e

cuentas dioses ataviados cle tlranera cliferente. Lo qrre clebenos

alcanzar -asi clirín la ciencia es e1 coúocinlienlo cle lx nall¡ralez¡o, más precisamente, el co¡locimiento tle toclo lo que es cotiociblePirrece también que la posició[ ante la r-eligió[ y la filosolía se he

precisado; los términos en que clebe Ponersc csl¡ lelirció¡l soú los

siguientes: en la lcligión y en [a filosolie el homll¡e e cLrentril

una seguriclad cxótica, una seguriclad cle escrlDoteo, rllla Pselrdo-seguriclacl; eir la religión y en Ia filosolía el homble irlenl¿r exis'

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t48 .¡/a¿ Ri!¿,o, DDs¡¡ r-r R!L¡e¡óN aL ¡iurr^NrsMoI

l:ljl:,-, ,,!": ll¡mr rliores y se evirr f.r¡)risri(rmcnre Lrr¡ scriarare¡: la cle re:-ponder con el conocimiento al sentimiento y anhelq

cle segtrrichcl qrrc bulle en é1..E:ra rare¡, (omo orricrr o,,",1-,::,Tp]i,*, tiene q,'" repurtiar tos ir.l., "-f,.ii",,lr'i","t ilrii?lttrrglosa y los procecljmienros tan o más r.epucliables cle la me¿atí.sica especulativa. La religión renía la miraáa p"arr^ *b* f" a_r,,-tencia, pero pr_rso de laclo la comparación ¡azonable

"n,aa irr,"lioay exterior; la fiiosofía meralísica llo¡ su per_re empujó hasra laexageración aquella climensión de lo r¡cjon¡l y ff.gO,

" ,;r,;o",J:.:.lri.,-" ".1""". cle esra_región estaba la habitjció"-,1. i";:ii;;".Lnrre estos exrremos media L¡ solución posible que ¡esulta¡ia llemantener ia razón clespier.ta delante de ln, .or* a"l, *n*n

-"i;'¿"ai.,

que h sole respuesre a aquel anhelo ,r" ."gr.iJ"J' f .,.a. i"rr"prrticnrlo del conocjmienlo <le L,r tosrs.

^,--1"]o,no,n.t que eng.rnarse sob¡e esto. La ciencia no conenzó:¡orncrot¡.rndo enfel¡mcnte LL es¡.recrrl;rción. Sólo mrry tJrde en l:lhistoria de la ciencia salieron a clesporr_i.", t", p;;;J;;';';; ;,una tragicómica jornada que mc¡eci t¡a¡amien¡t ,"p"."a'.. inro,poco es seguro qr¡e los dioses fneran expulsaclos pá. ,nrorr", ,lalógica del campo de la ciencia; cle ¡uane¡a que habia la posibiliclad

rie re.nir en r¡n mirmo hombre l¡ ,,,;r,,¿ li.,riiiil" , ,1 *i","_,Quelemos decir ,on rodo esro -nueva actitucl r"p.",.,',náu-p* J'. :",:l'J1;'.fJ.:j'h: H":i,':que sosruvieran lo conrra¡io sus. apasionaclos ab.s",lé

-,;;;-'i;perfecta que nuesrLas consideraciones anre¡iores iuaiánn f_.i.suponer. A la verclacl, conrlucicla esta nueva actituci a su toa_n rrr¡apura alrojaba muy extrairos ¡esuhaclos.

LA CI¡NCIA ANT¿ L,.! CUESTIONDN LA S¿GURID D

La.actitud de la ciencia ¿clebe consiclerarse en todos los casos unarctitucl a'rte la ansiedacl hrunana de ,.g".i,I^¿lt H;; ;;;;;;;de entender y valorar la ciencia que presen¡a a esta úhima como<onocirnienLo rlesinreres¡do: l.r ciencia _plr,r ",,, ¿".,r;r"_ ,ia.il;r rrrdrtl por rinico objeriro, es.lecir, l,^r cienci¡

";";j ;..';;rr 5;rDe¡4. t_:s ml¡y ctírro tr¡e tal .on(epción clc l¡ ciencil no tieneque comp¡omete[se necesariamente con empresas humanistas comoésta de alcanzar una representació" " .o;".i_i";;;;;"il ;;;;gee sea consistente con nuestros anhelos y tendencias. D";p;J;i;

Page 47: Desde La Religion Al Humanismo

La cicnci¿ ¡rrc I¡ cucrti¿¡ dc l¡ scgurida.t 49)

ro(lo. cl c.rnri¡lo rlel q rLer rlptintcrc"r,.lo prre,le mrr¡ Lien ronclrrt ir

.L t¡n lru ro .ll qrle lo. lcmi1s hlrrrr nrns no tie[e¡1 l,cqo l]illgr¡Ilo: nisenrido, ni valor, ni.siquiera posibiliclacl cle ser- planreailos. por

lo tarrto, el saber clesirrteresaclo no te¡rcl¡ía l)ar-te e¡r as[ntos conoésre de la segtrr-iclacl.

Po¡ oua l)ar-Le, cabe llensar eD la ciencia corlo un conocimienloprcrio rl I'l¡ttte¡rnien o rle los gr,rn,rq, ¡,rro¡. ,1eI lroml.,¡c; r:rl,c,o,,rfr"n,lc, y \illo).r ll ci¡nriL r.onro cl trrL.rj.r ,oSnos(itivo cnqrrc lro) I'r'o(urillnus Iorl. l¡ rclLlTtl ¡,o.iLle,oL,,lc el holn[_,te y l¡r

¡t.rll¡l.rle/.¡ lr'rt.r c\l¡¡ etl (o¡lrl¡, inres '1" le.poltclcr Lon e¡ ¡ni\imocle aclecuación a los problenas clel hombre, res¡roncliclos en su

l,(,lrli:lr ) ¡rl,ill.rIi.r nr:rner.r l,ul l:r rcligión. L.rs ¡rrcor rr¡r.riionesi,rrr.r,'rI's'. s qrre rerel.'r, ' r,lir \c/ Iniir Ios lrornbr"s ,te , i",,, ir, ¡,","-ce[ ¡lla confirn¡ción cle ]o clicho at¡ni; y en el misr¡o serr¡iclo¡re,,igl¡irn los c\l'¡er'¿o,,le Lr reiigión

",, ,','"''r. é¡,o,,r por r,imilarlos ¡esui¡aclos cle l¡ ciencin. [s cielto c¡re e¡ esie último caso elclecto ¿ei collocimiento cie¡r¡ifico sobr.e el cuerpo cloctr-i¡]¿u.io cle

le Iglesia es casi nulo: 1a ünagen hel¡¡eo-cristianr clel universo yde lr llisru¡i.r nr,trrt:rl lli|rl .i,l^, c, cicr to, rtro,lilirr,l:rs ¡or Lr :,srrn-noüía, la física y la biologia; irero l¡ moclificación ¡ro h^ tocaclosensiblemente el cuerpo de la cloctlin¡i rcligiosa, aunque ha hechot¡miialear s¡.r Prestigio. Co[ LorLo, ia ¡ctitud de la Iglesia ante laciencia implica una valor'¿rció[ tle h cie¡cia como la ac*ri esbozacla.

La separación cle la cienci¡ del tema de ia segrrr.iclaj ptrecle esLa,blece¡se también, no ya tlescle la cienci¡ qtre cono sabei clesinte¡e-sado no toma e¡l cue[L:r ios pr-obleiras más hondos clel hombre,sino a partir cle una tajante clivisión, patr.ocinacla por la r-eligirin,cnnp lir li17óir ) I r te. Lij ter,l. ,', s tl lr ¡,,liEi,,ir \c rrreserrtrnrnrlo cl LUnrcni(lo,[c rur ¡ev¡l:rciór ,liri.,tr ,le Dio. ¡ Los'lLo¡,rLle.:1a e.listencia cle Dios es el ¡esultaclo cle un í¡ttilno ¡-ecogitriento;Dios toca en el cor-azón co¡r rrna fuerza cle p¡te¡)ci¡ y eviclenciarlrrc lo. Iilú.oto. y ]os c:enrili{o\ no s¡eir:r'l lrr',Li,lo, c* cl I.rbe-rinto cle sus ¡bst¡acciones. FIay, clalo está, 1a natural iúcli¡racióncle los homb¡es a Porler-en tér'minos Lie prueba Ia realiclacl cle Dios;pero est¡s pruebas son páliclas liguraciones clel objeto clivino que'Álo se h,rLe l/resenrc (lc \etrl,r,l er él ,olr¿ún. Si' esre rrrete'.i,ele.rivl ,lc Dius en el ¡e¡¡7r',¡¡ rl¡ lo, h^nrl_,res. ning,,n,i ¡,r.,,e1r.,racional de slr cxistencia puecle bastar. El lioDrbr.e llei;rclo por losrrteL.r,o., l,roltrnrlo) (le srr ,or'r/ón ,Ice ¡t) Dio.. v. |^un\ig ientemeDte, cree en las esc¡iLutas qre coDtie[en le ¡er,elación áe Diosa los hombres; todo este resultaclo que pone al hombre bajo cl

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I50 /!a, rir¿n¿, DaD¡ LA R¡Lro¡ór ,\L rrur,\N,svotecho de la seguricla(l no es u¡l trabajo (le la r-azón, sino clg Lr,sentimienlo con fr¡e¡z¿ cle convicción que sc nombl-i¡ la Ic. La feme permite sostenea Iir.rnenteúte y con pl¡ño ccr.raclo la exislenciay la ¡evclación clc Dios. No n"]1.::g:'.ld"U ailí tlo¡<tc uo hay Ie; ycomo la fe se cont¡apoDe tajatltemenLe x i;r rulón, cs l.t rcljgiírtaho¡a l¿ qr¡e repela a la cienci.r y ll exLirLlc rlel .i¡,rbir,, .lc lasegu¡iclad.

Pe¡o existe otra t¡¡neli .le conlpren(lef y valor-at. 1a cienciaque cae fuera de las consicle¡acio¡res .,ntcriorer. B,,crn, pol ciel¡-plo, propiciaba la ciencia como rlornr'nio cle l.r nutLrr.,lc)a ¡ro'r ¡1hombre; es clecir, ponia la cienci.r en ¡el¡ciun inr,".ti.,t.. i,,r, tntócnica. Esta es una nucva fo¡mr cle la scgrLritl.Lcl:

"t oru, t,. poL",,-cias cle la segur.idacl l.¡an siclo tr¡rl.rcl¡rl.ri al e1,i,irL, ,l"l 1,,',;;;"No hay ahora (por lo urenos, circutscribiénclonos

" t. .¡"n.¡,, ,,,r,r,ulé(.nic,r lro In ir;ry1 e,l rc¡,.rr rlirnc¡j:ión ,1 ," ,o,,.i,f",-f,rn i., ,, fiqió" y.1." merafísica y que la ciencia ¡,,r.ii" ,.r.,ri,r,o, ,..;";;,,"i,,climensión celesre, los clioses y el lLrgnr cle los iiior.r, i" ,¿*i.usupone el enf¡enramiento clel hombie y la nrLrrualeza y l;;o1,,por la segur.idlcl clel homb¡e aqrri rbr'jo; cie'ro que l:, ié;;i¿,,pue(le.enlc,(¡rje Lomo seqrri,lr,l m.,lcli.,i ,f..;.",fo ,Jfr."r,., 1,, ¡,o,i-bilid¡d de la religión. pcro, evirlenremente, cs posible co,.rsicler.al.la técnica como una solució¡r e¡rLe¡¡ clel pr.obiema lr,,rrr"no. lrlhombre -asi diria es¡a solución_ se hace

^a sí rrismo, ¡re.li"ltcia Lécnic:r, el señor cle la naLu¡aleza, es clecir, el ,"ñ".',¿;,,,;;,

hay alii en existencia enfr.entánclolo; .1" "rtn

,rrn,r".n, ai f"rr"¡."es un se.ñor seguror porque ticre en srls manos 1a cli¡ecció[ cle toclrlO ql¡e lt:ry,

Virmos a examina¡ btevemenLe la r.el¡cióu (le toclas cstas ecti-tL¡des cle la ciencia ¡efe¡iclas a la cuestión de la reiigión y l;,;;;,ri,la.l. Y es Lrrerro qle iqreq,tcnlur :,1rri .rlqo solrrc ,t,,c,,r, ,rJ,i.crón llelltc a Lr <r¡estión rle Lr segrrri,lr,l ,oii ,l ¡,t.o¡,,^i,o ,le ii,.,,la o¡ienración cle las valoracionei q,,. sigLen. rá. i" .ii.rr"-rr.,i,"lr¡tri, chrrmertre \e ve q c o¡ l¡rolro et o r,rmi¡r:r¡. ||tr rlrtt,li,,i-impo,,le tn,rnrlclt¡( iollcs es¡ititrr.,le, tle¡,le e.l. I.cj lc(tj! | t.,lilorr(¡dolll ) úlen ¡en¡tJd.l qrtc e.¡:rLle.e l.r .iotl, r cr,,ilr¡,lc l.rseguriclad del honb¡e. pe¡o no he¡¡os desli¡cado .o" ;guni f:,,".r"la importancia que oLo¡girmos a esLe terna. Ista irnpártrrrrcia lafo¡rnulamos simplemenre así: Sin segur.iclacl l,e¡dncle¡l'lil ,;,t" ,r,i"mu) l)oLo O ¡¡a,l¡..\c:.o rejr¡lt¡ljr l,Jr.t .ie rl,lr 1 p¡t t,,,l,r\ lr..rtr\.lr¡e Jx irnsieLl¡,1 l¡r¡rn:rn,, rle poncr iri, es ¡ l.i uij. r,o I,"," li" _.L¡na cr¡riosa tendenci¿ qrre clebe qLiedar insaLislcch". i.nro ..*,i

Page 49: Desde La Religion Al Humanismo

La .icncia antc l¿ crcltión de l. scsu,id.d 5ll

tar.a clnc cl hombre cslá hecho p:rr:r leer al ¡evés tlenno tle sí y

l-,,,, '., .,|l,1.'t l,"t ,:rlnirtos rllle Il^ ¡i(lrcll l' rmino por crtnirros

l'n,,,, "' t,t." "rrri '¡ rrl're r'¡,it.rr I lo irrc'li¡:rLrle ¡cr Ir\eirelx

,ifr',f"r',' , e lr ritl t lrrrrrr'rlr¡ 'l're virir' cn el mcjo' tle los crso'

^, "",1 , ¡" r:rl¡o eltlle l¡llslrr(iu¡lc' AL ¡'o frlrlr''lllo5 x I)xrJl cll

:::;" .' " o cn rJgo ror'ro erto \o lu Po{lernus er' lrrilonro po i

tlU,tr,t' p"ro t:1rnPo(o lerremoi 'lerc'JLo ¡ ¡lj¡¡'rrlo P;'rcce legrti-

-^ "r,,.rir qrrc se crrnrpl.rrt lrs e'l,irar i"net in'it:¡s ,ll nrle\ll¡ n tlll_

,.iar.,l v f" q,,a ,'oro'ro' (ler iliro' es 'Jrre :i L rl I t¡nll'lirnie¡rro (lebie-

an aon,l"nutr" a una PermaüellLe y necesar_i¿L frusttacióu, etltonces,

oos ari.te lu frretza para soslcnel qrle la vicia no 1'aie la PeDa Pelo,

;nie¡tlas no haya tln resultaclo como ésle, es clebe¡ clel hombre

r¡al¡aja¡ err la tli¡eccióIr cle sus Lenclencias y csforzarse pol clarles

cr¡r11t,lillierrro. l.r'lu\ c:lLelrro\ tómu 'rrrl., cl nrr'tt'lo 1 ' 'lc''1e.rnt,,,l.rc trn'r rle st¡' lilóqolo" e\.lrilrirl.r: ,¡Dios lt.r mLrerloir Yr

clesde rntes que se Pr-oalLlje¡a eslll excia¡n¿lción Padecelnos los eml¡a'

¡s5 de la clesesPeración y el nihilisno. Otro csc¡ito¡ no rrellos

fauoso enpleaba para clecir algo pol el eslilo los térüilos nenos

espanteblei clel concliciou¡rlt ,Si Dios no existe, toclo estzi perrui

ticloo. Vemos, no aho¡e coll argl¡melltos cle la r¿zrin sino con 1os

ojos cle la cara, lo quc significebe la leligiór.r par-a la situación clel

ho¡rb¡e en el mr¡n(lo: aun cltanclo cl1 lledicl:t ilirnagürable la reli-

gión enbotrba los espít-itus y se prcsraba l úrii lolmas de embalr

iamienLo e injusticia, aun cu¡rdo la r-eli¡¡ión abanclonó las gene-

raciones a una existencia fa1se, meclioc¡e y monólon¿1, con toclo,

ciel¡emos teconoce¡ que ela prefetible a cuenLo hay en la época

¡rLreslra eD qtle nos ellcolllramos cle pleuo en la clispersión y 1a

rabil; en que no hay principios corllo l1o sea en los chistes; ell qLre

se ncgocia ¡ rnanos llenas, pclellnclosc ios hor¡btes coülo arlilneles

para obtenel cl DoDoPolio cle la basu¡¡; en qLle se cscliben Ll-ata-

clos sobie la nhusea, l¡ ¡rleuslia, la clcsesperaciótl, la nrterLe, y el

frrcuso; en que clescar-aclillnente se hxce el elogio cle Ia inconscctten

cia y la apoügia clel absurclo; eú que se echan al horno seis tlrillo'nes cle hor¡rbles y uno cle los hecho¡es se hrrent¡ pírblicamenre cle

que no hayan siclo diez nillones; en que se erhibe clesverÉlou¿acla'

rnente la pugna naLcrial cle s¡qüe¡doles qne forlllan pueblos; en

qr,e los babósos iuconscienLcs escliben una fenornenología cle 1a

b"b^ q.re leen áviclamente los jór'enes; en qLte se Plrecle cleci¡ lo(lue Ie veDga a Lrno en gana sobre eslo y aquello; en que se P!¡ecleliacer', sobr-e toclo h¡ccr', 1o quc el ánit¡o clicLe. Ya pueclen poner

a 1as pueltas clel siglo esta f¡ase: o¡\qr'ri loclo estri Pc¡rliiticlo, PorqLre

N-\ Ci{,¡it¡ ictitl,t:\-\

Page 50: Desde La Religion Al Humanismo

[52 l at Ri¿¿no, DtsDL L^ R.,.rc¡¿r¡.' ^¡,

Iiür¡Áx¡s\r,

Dios lra nUrfl¡o". y Dios lrr mur. o, ell e[CLtO; lrero I¡n m:llF.,¡las cosas quc debemoi reconoce.:.

1": r:, "p..rur"¡no" ;;illen csto cle matar_ a Dios. No h:ql,e .eemprazar:i a ia rerigión.'{ 1,1,,:,l.ijl :"j,ll"rl].]T1],:i,,1ricsgñ (lc c,,er.en Lr .on(ltr.iúlt it,llal¡,tc qrre j¡ vi,J¡ .^.,r- ,pcna. [s cicrLo q'e la época, po, .i"* ai.,il.ri.. ;;,;',; ;:^:: ,.¡e I'r'( r,1 ¡ m r¡¡lcrrer r iv rrrertr. r,,¡c ¡¡uror¡o,

", Jr., ,',i" **,. rlliliP,,r lu ¡ncl|os, ,lc ar¡rrí 61.r11¡¡e¡¡¡e5 tir ¡nc,li,l.r P¡t,r Lrr \.,Jor.r.;,,,,^q*e nos I'.opor)em.s i.racer, cor¡o Ls¿il rle lx i,"".,".

-.rir"r".,rr.ilijqr¡^c nLutc:1, cr¡¡nclo est¡¡ttos en'r¡rrirros rrerrc ¡ l)r.er¡rsiorr"., ,, i"'"

lelicnloc lr¡cr/.1 !ivr ¡,¡¡¡il:' <r" t, .iel, i. t';i ';,,1:,;li:],:l '" s ¡' ir"¡' ¡'r) i'lili' rr .""r''' ao'''c¡rrrc L, {ic¡rcjjl y J:r ¡c¡,a¡¿,,.,,o'

tl."'" rIL l'r\'l'|1o 't",.'¡¡¡i,,o,otr., t,' '.g,,,;,t,,1,,',.,."';;' ,"" ' ll;r rr'ri;r 'rrre!ir.s l'r¡rt r¡ i"¡rcs

,o.1,,r,, ¡,,".1iqio.,ri,J,,;.,.j,;iji I I rrrorrie\ rr" rrrLrír ¡'cr'li,l.,

"*"a.,"s,,,i, i,i ; ;;: i. ::,'.jil :i: ::,ii;¿,i ;::':11.,::, l,:;;J:",1;

L.{ CI¡NCIA CQtrTO CONOCI}IINNTO PURO YI,A R¡LICION, Lr! ,1.¡icNIcr\

\. LA SncURIDT\D

FIay consicler-lcione¡ (le t)l.irneljr

'' i.iur" r, .,,ir,"'i,l; ;l: ;"l"iil;;;'i,:,',;l:,,,';;:;; ,,,1:1",,1,l;li

l.:,,,1,::.,t" ir ,irrrrir) ¿ll.r ir,.¡ ir:r,1,, j., cierrri.¡

" I*;,;;;;., ;;,,(o(, l,I¡rLoic:, e\, r¡ltot,.,. .rr,¡.i,., los ,l.l mo(lo .",,," 'i".i, ,,a i,,lx lcligiurl¡ ;proDrrLere ]rL cjerLci;y una Iisión i¡rteg."l ;;ir;,;;;;'

u¡r Pro)'eclo integr-al clel holnbre,o,r. r, rerigiórr) ,li;; ,;.:;". .',: ?i :j.,.;:i.""1:?,;l:il ll, li,l"l,;lzó¡r? Joclos co[oaemos l.r ]lislor;r",tro et npárLoi ;;";;,J";:".:"

dc Gniilco; ¡io es la histo¡i;¡ ¡l'reii'¡'lio ro.n,rlrle l.,,loiuirr-,,,.tj'lo

\ G 'lilco Ic c'igin'on rrrr

'r"i,i, a".r",.,. i,,.';,';1::;i:;,::. r:t tot r'ri'r v rr;'sl¡'iúr'¡ rer¡isrr,¡'

lalsa. y Galileo no tL,vo r.eoJo,,,lllen te lte¡ética y t""Lnrir;.n-ant"

.r¡o, ió ser l;¡. (o\ir¡ (or),o I" ;r;"i":':'1..l'.i."g,", '' q'," '",,.,, u '".o1,, ,rc lr ¡, er, t.rr tcr

" ,i, ; ;;;:1, ': :"¡orro'e¡: I t lcr' c1, ió,r ¡,o1,rr-

,en,i,,o rLrt ..,,.,", ;,; r; ,;;,',:l ::]- "::"':' 'rbr cl t,,moso rro

v I" q''. irl,ii..'ü. 'i," : t:;';,,1':-'.1''r

c¡rr¡? r" '¡rre exisir l:r rrresi'r

n,',',r,,1"r. r'"1 i"" ir;,1.'r,r',i"i,''" """n' r)o I'rerli( 'Lr \.Lrc Lr

lealLrd o li'lelitl¡'i t;".;;;'; ;"" ]irrrr'r' cn¡¡¡r¡61';5o ¡rlgtrrro 'lernucve prescindienclo absoluta_

Page 51: Desde La Religion Al Humanismo

i

I

L¿ ciencia .onro cono.i¡¡ic¡1o pu¡o y ld .¿lisnin 531

menle de nuestras rePresentaciones. Pe(1ro llegebx tambi¿n un

hec¡or Que coúoci:t a.Jcsirs y habia e'reclo jrLitto zr éi. Y poclemos

nt.eg nr.tl: ,,,¡rre irn¡'ottrLr rreg:rL,'o 'i 'lt l¡,lu c¡:r 'icrltj'lc lrlrL",i'o) ln,l'o,'"1,r' v In r,lr',: ¡ ng r ln crr con¡o 'rl'¡ir r¡rt r:r,.,'clentro cle sí, iluesto citle t¡les hechos c¡¡n la sustanci¿r misrn¡ cle l¡¡uer,a vicla. La lcaltatl y {icleliclacl corlrplicaban en la r-cligirin

I.jni,lirrncrrlL nll'srlo cullll o¡ 1'l,iclrro crrrer'o \ rl is ri Iro)Pc¡.rr\c.oLre .l m'rn'1., ,le l¡ r'.r'rt. lu¡¡. lF.ris i rr r^l' r r rrrrr lrigrrer. ro rr r

si fr¡era macl¡e infiel y San F¡ancisco llega a amar Loclas l¡s fo¡rnas

y seleq cle l¡ n¡truelezal-¡ ¡ierrci:r. cn trrnLio. c. rn.L s, nar ¡ fli:r. \.r lo ,li,c,. grito.

la f¡ase que se aplica a sí rnistrra con ¡rreferer-tcia: Conocil¡icntoclesinteresack¡. Hay una ambigtieclacl en esta fi-ase ciue mucho im-por.r rlescrrl,r ir ) l,onP¡ x I¡ v..¡¡. l',r'lre el ¡o¡o' irrrierto ,lcsin-

iere,¡do sugierc l.¡ venerrrióu cx(i,r),nrc,lc 1., rcr,l.,l, c. rl,,ir.suei€re un¡ enctrmbracl¡ cima quc nos llcna cle lespcto. La ve¡clad,

el se¡, la lealicllcl; nacla rlás alto puecle i)roponerse cl hombre,nada rn¿is noble, naclx trlás pcrlecto. Pero, ta¡rbiún, al aplicalsc el

conocimiento dcsinte¡esaclo cle malrera exclLrlente soble lx lerclxd

¿no está proponiéucl¡¡¡os cl m:rusoleo cornc¡ icleal cle viclu? Vea¡ros:

¿qué sería la ve¡clatl?, ¿crr:il es la Lenclctrcii1 clcl co¡tocillricnto cles.

interesaclo? Desde cl punLo cle \islir ln¿is alLo (el cle la Iealiclacl o

el absoluto) , le ver-dacl n qLle apLrnt¡ lu ciencil l)xl-cce ull l)e¡sarseel sc¡ a sí ll1ismo, una es¡recie rle ¡cti\,ilia.l aL¡tistica y enigntíLiceen que e1 se¡ sabe clel ser (le mo(io qLre cl sabel es el ser-y el serei cl saller. Por cloncle se le que aun eleYl'tnclcuos a la nlis altacrrmb¡e cle la ve¡clad no cnco¡rll-¡n1os en elle chispa ningun¡ cle

.,'r'erilo. Si Lr ltrrl.rJ ,sr.i c¡r e \er nñ.,,rJr. r¡l ¡ l,r'.l,rrrir. ,l jcsur-ge de nosotfos siDo en el sef llis¡ro y como la te{Lllair ilttet-¡taclcl ser h¡b¡í un valor incliscutil¡le etr lu verdacl; ¡relo ello nosignifica quc clebamr¡s enconL¡al en ello un fin ú1titrto. Si el ser.

(o Dios o el Absoluto) implica h rc¡clad corno ¡.¡na lcg¡licl¡cl inte¡na, por llta que seir la ve¡clacl clel ser alebernos leconocer que porsí ¡risma no pasaría cle irlLeresar a los i¡genieros. Sería buenoatendel a esle rspecto cle la cucsLiri[ tle le vertlacl y conoccr lameclicla en que nuesLr¿ 'culLu¡n r¡ccideutrl' se ¡ecluce al esPiritrrcle la ingenie¡ía. De m¡ne¡a enlonces qllc, l)o¡ cuanto cl conoci-mienLo desinleresado nos potre eIr r'e]rción con la ver_<lad, estarlosllenos cle respeto por tan alto objetivo; pelo, tiLnbién, pol clra[t.)1a ve¡clacl asi corno vicne aqui pensacla es cl padrón intc¡lo clelser cuya aprehensión busca ll ciencia, tenei¡os ql¡e consicler¿r¡ e1

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I5-1 /údn Riu¿¡¿, DEsbE LA nELrcróN ,\L Hu¡,^N¡sroconocimienlo desinte¡esaclo como la mera solución rle L¡n puzzie oalgo así.

Pero la ciencia como sabe¡ clesinte¡esaclo puecle rechazar quc Inempujemos a tal€s alturas clel ser y la verdacl; clirá que su áxtga-sión no pasl

_rle la este¡a empírica, y que en el .oso ,le ol.n.rrrr

elt.r r¡r (onocrmieuto,]e ¡o,lo lo rlrrc sc prol,one (omo ob'ero ai¡nquetlarían muchas cosas por saber. e¡rt¡e el cielo y le tierra. Isr.es..r¡n scnrido rle l¡ cie¡rci.r qL¡e rLo po(lemos.onlront"r.or, ¡¡religiór'r polque no compromele ninguno cle los términos que in_porlan. Si identifica¡nos io empirico con la naturaleza, la iienciacle que hablamos aquí estaría aspiranclo el conocir¡ienLo cle la naLrr-raleza; per.o este conocimienlo se p¡opone a sí misrno como unhe(lro consisrente con, por ejemplo, la religión. In es¡e senriclo,tx crencrl no tlene lits aspir;rciones más altas y se corresponcle co¡eJ segundo lspe.to que expusimos en el capítirlo ante¡io'r al L¡at¿¡de la cteltc¡i y Ia seguticlad.

Pero es importante señalar que la ciencia colno conocimientoclesinte¡esaclo -como conocimiento por el coDocimiento_ está ¡es_ponclienclo en alguna medicla al proúle¡¡ln cle l:i religió[. Al te¡rersepo¡ tuLora cle toclo el conocimiento genuiuo y cleclarar, al tiempo,que el conocimien¿o cientifico alc¡nza l¡ verlcl.rcl, ¡no está Dro;o_niéndonos

.roda- una represenración qrre ehborrch en el elplritu

de la ciencia y la filosolía puecle sustiruir a la religión? Is co'mo sitl cientíIico nos clijera: ,La religió¡r se origina all'. cloncle el hom-br-e, buscando seguridacl, se esfue¡za por encontra¡ r¡na existenciaque corresponcla a su idea; en esLa tarea, la r-eligión r.ell¡esenLala solución precipitacla qLre imagi¡¡a simple¡rente"una

"iirterr.incomo ésla. Pero esta solución no será gcnirina rrienuas no se pro.ponga acloptar couro propios los uroclos clel conocinienro. Sóli elconocimiento puede resolver el problema cle que se ha apropiaclole religión, y solamente l.r ciencia cono P,-¡fo saber siir mezclaninguna de otras funciones espirituales.a¡rraiarrrn la lorma genuinadel. conocimien¡o. No hay más ver.clatl que la verclacl ciJntífica;y si ei hombre exper-imenra la inquierncl y b.,sca et reposo seguro,sólo la ciencia está en concliciones de ¡éaliza¡ la prueba. Clertoque la filosofia sostiene junto a la cienci¡ la prJeminencia delronorimjento e¡r estc lroblem,r: Ircro, rl"l_rc¡nos reconocer q,re ellrabandona a corto ¡nrl.rr ll l¡rL.r toIrecr.r y.,,h.itl;rde clel i,leal, sepone J eje(r¡tírr cabliol¡. espenrl¡rir¡s r:ur o m;is irrrce¡ri:rbles quelas fan¡asias cle la religiór.r. Ahora bien, el saber puro^ al tiempoque se ejerce y pl.og¡esa va haciendo srrrgir la verclacl ante nuest;s

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La cictrci¿ cotuo .onocinricnto pu¡o y l¿ relisión 551

^iñ(- No hay los dioses qrre la religión poslrtla y en rllyo tegaTo

ÍJai"r"to. i."ginrr coLij rrnos: peto lrrl Ia rerdad; y la -ve¡clacl

f,.r"." ,"r¡,on,l"t perlettamente a nllcstrr ansie 'le segrrridad La

l"lieión esL¡br ll¡mr¡l¡r ¡ ser superrJe: la <ierlti¡ l;r superan'-i' "*1,,"'"-o.

nrrestre clirira sobte I¡ re¡tl¡rl a 9t¡e Iiende lir

ciencia: io¡ una Parte, la ve¡clad se muestra cono la intelna lega-

iia"a, et pna.a" cle constitución de lo real; y en esre sentido la

.i"n.iu *lt Parece lln nabajo de ingenieros que de hombres inle-

,"ro,[o, an eievarse al significado y valor tle lo real; se trataria en

in .i..,.iu cle percibir cómo funciona el inmenso aparato del uni-

ve¡so, nada más; toda actitucl qlre pasara de aquí y enlrara en

consicleraciones eslimativas sobre el sentido de las cosas, la posi-

lión clel hombre ante ellas y las implicaciones de clestino y vida

clel homb¡e, clejaria de se¡ ciencia Por otra Parte, por mucho que

conducienclo la idea cle la ve¡clacl a su extremo enconl¡emos que

el ser (la rcaliclacl, Dios o e1 Absoltto) y la verclad se ictentifican,

es fotzoso reconocer que esta PersPectiva úo nos toca en el corazón'

Digámoslo así abie¡tatlenle. En ítltima instancia el ser y la verclacl

.e ídentifican, de manera que la ciencia apnntando a la ve¡dad

tien€ abierta anle si la ¡ula a 1o írltimo y clefilitivamente seguro'

Lo que nosotr-os t¡aemos al argumento para repudiar esla forma

cle li seguriclacl consiste en 1o siguiente: En la vercl¿tcl estamos cle

cie¡ta m-ane¡a siluaclos respecto clel ser o la realiclacl; y esta cier[a

manera nos Parece una que cierra el lránsito ¿r núestr¿I ansia cle se'

gllidacl. Noiotros quelemos asegtralnos con amor; queremos la

simpatía cle la seguritlacl; q[eremos echar raíces con toclo el cueq)o

err el m.,rtclo; q.,"rarno, la seguriclacl cle la vicla, no la seguridacl

espectral que puclieran brindarnos las fórmulas del cientilico; que-

lemos h ieguriclacl activa y afectiva que comPorta ciertamente Y

elr nanera esencial la inteligencia, Pero qúe ante toclo irrr'rmpe

Do¡ sob¡e las ¡¡ocioncs clel entenclimiento P:rsanclo a un plano que

ia intcligencia no puede ¡ecluci¡. Po¡ mncho que la inteligencia,

hacienclJ cada vez más alta la erperiencia cle Ia veldad, alcance l¿t

iclentificación con el ser o la ¡ealiclatl, siemPre estará en defecto

respecto cle la seguridad que el hombre anhela;1a experiencia cle

la verdad (asl como el científico la implica) no llegará a ser jamás

experiencia del amor' Consicleraciones cle esta esPecie son las que

nos han inclicaclo esa telminología de 'mausoleon o 'ingenieriauhablando cle la ciencia; porqLre ésta es la tendencia del conoci

miento cientíIico como conocimiento Pulo y Porque esla lenclencia

parece conclenacla a no enconuar jamás dentro de si la o¡ientación

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I56 /¿d¡ nir¿¡o, D6DE Lr RELrcróN ^L

HuM¡N¡süo

que la haga empujar más allá cie ella. Si la cienci¿r como conoci_lniento 'puro y genuino, clebiera cl¡r lugal. naLul.alme[te a pers-pectivas más altas, no nos aventLrrir¡l¡os a un jrricio,"r, ¿',,irr;hay hechos, por lo demás, que testimonian a., Iiuo. ,r,,"r1.o. Lusola mención cle la bomba a¡ómicl b¡str¡i¡r plrl clrrclar sobre r-rnautocont¡ol humanist¡ cle la ciencia; hay mucho miis, pero 16dejamos de laclo para evita¡nos un pasaje desagraclable.

Es claro.que a la ciencia pura como sr¡bstituto cle la r.eligióupodríamos hacer o¿¡as objeciones. Lo 1tr-in-rero, q.," ,i"-ir.e lstáen ¡,ías de sel; hay incluso los qLle susLenLan que así estara par,rsie1lpre, y.jamás;.cle mane¡a qrre, aspiranclo . l. seguri.la.l ' p,rrmedio rte i¡ ciencia clnmos sirn¡rlerrrenie lrrgrr ,r l:r irr,e"3rrri,.l.,,l.'I.scasl gr'otesco qrre los desLrrrctores cle la religión ,ros clignr,

"sto,estamos tr-abajanclo por llna verclacl que nr¡nca tencl¡emo"s. [n scgunclo lugar, parece esencial al conoiimiento cientifico sorne¡er¡ca estrictos cánones (cálculo, meclició¡r, ve¡ilicaciór_r enlpr¡ica, etc.)que fuerzan lo conociclo cien¿iliclmente i1 preseltLalse'cle mane¡aaplopiacla a dichos cánones. De esta nanera, el ámbito clel cono,cimiento

.científico no pa¡ece coinciclir siquiera con h ¡eelicl¡clexpelienciada. En ter.cer lugar, la criLica clel corrocimiento cientí,fico h¡ r.ecl-razaclo en los últimos tieLtrpos que hay.r conocimienLoen el senticlo clásico cle la ex¡:r.esión, a, .laai., uná exPeriencia clelo verclaclero. La crí¡ica clel conociniento cientilico (ia

"pi.r.-o_logía) ha llegado a la muy clecepcionanre conclusió; cle que lasleyes que esLablecen las ciencias ion solat¡ente hipOfesis so'bre etcurso probable cle los acolttecimientos. Iste solo hecho, poclríirl)¡teCetnos qrle lL¡(c itrririlcq rorl,rs Lrs consiLlet¡riones.t,,c esor,ri.mos antes sob¡e la ciencia y la relcl:rri. Si no tricimos c]r:o cle'elloy proceclimos al examen cle la cuestión cle la verclacl científica fuePorque nos importa un temil p¡ra el cual las sohlciones históticils,lriry¡n sr(to o rro 'superadns'. tieDen sienpre importirncia. pe¡opasemos a la cuestión cle la ciencia como t¿cnica,

La ciencia como técnica se enxima cle la relisión que rn .i",.,.i1i,',',tli' .i,1-' J:1"'fjl.l,?,,ffi .ti";ciencia conro técnica se pr.o¡rone haier clel hombre et serior lle l¡natu¡aleza y en su más significativa Lenclencia implica que cle estamane¡¡ el hombre se tr'¡nsfo¡m¡ en el serlor cle io,lo lo t¡ue hrv.Trae, prres, l¡ ciencil como Iéc¡ricil rrido tle g,,ar." '"n,a í,religión: se propone clesalojrr l los clioses y iro.r.r:"., su lugar alirornb¡e. La cienci;r prrra. por el corrrr.rrio, po,lrl" p",t..,"ir"ni"le\,rnlar r¡n teml)lo ¡ I¡ r'erclecl y, Iin¡lmcnLe, l.aso,leci.lierl por.

Page 55: Desde La Religion Al Humanismo

La cic¡ciá coño conocimi.nro puro r ia retisión 57 I

enarse de maneras metafisicas; en este seDliclo, l¿r cieucia pLua

esrá más cerca cle la religión que la técnica. Por otr-a par-te, errrpe-

I.o, esta úllima, proponiéndose hacer clel homble un clios mecliante

el expecliente de poner en st¡s manos el control y clominio cle la

naluraleza da a la cuestión cle la seguriclacl una ¡esi¡uesta sensible,

como lo hacía la religión, con el aglegaclo cle esLa¡ aho¡a lo dii,inorepresen¿aclo por el hombre misno. Po¡ esto irllino, clecimos que la¿écnica está más cerca cle la religión que la ciencia pula.

La valoración cle la lo¡ma de seguridacl que apo¡ta la técnica

se clecide simplemente: la técnica suministra una seguriclacl mate-rial, nacla más. Y es obvio que el hombre no encuentr-a salisfac,ción en esLa especie cle seguriclad. [s cierto quc l¡s ¡elaciones conlos ¿lioses pueden enfocar-se bajo la perspectiva cle la seguriclaclmaterial; el sac¡ificio, el rito propiciatolio, el aparato cle la nagir,la plegaria, etc., tienen por finaliclacl el alejaniento cle tua c¿rla

miclacl, el logro cle una cosecha favor-able, el gozo agracleciclo cle

r¡na buena caza. Pero sería gratuilo, mezquino y tenclencioso eljLricio qtte no saliera clel enfoque matelial, Aun en sns for-mas

inmecliatas y primarias, aLlD en sLrs manilest¡ciones abiertamenteutilitarias y por decirlo así estomacales, el comportaraienlo clel g¡l -

po humano hacia sus clioses signilica la ente¡a abertu¡a clel hour-bre: pot mttcho c¡uc el observador erterior no r'e:r orrir (o\r qrreun miserable y egoísLa cleseo de procularse un poco cle rnaiz entodo el aparato ¡itual del grrpo que clama a su dios, r-esultar'íaesrúpiclo concluir que no hay ¡nás: en el r.ito Lribal e1 homb¡eentra en una amplia dimer-rsión cle encuentro corrsigo mismo; eslinaqui a flor de piel, y juganclo al rnáximo su potencia cle anrigo ysegulida.l, l:rs representaciones que el hombre cleposita en su reli-gión. Y si hiciéramos al primitivo, graciosam€rte y en un clesplie,gue cle técnica, el clon de las cosas que esper':r cle sus clioses noclejaría por ello cle seguil inlocándolos. Si lo hicie¡a, selia a lalarga y clespués de haber encontraclo dioses nuevos. Toclo estoes obvio; y para cerar el c¡so cle la técnica tros parece qrLe basLa

con clecir sin más conentario que sólo sumilistra segur'íc1."-cl mate-¡ial. Pe¡o hay otros aspectos en ia técnica que impor-ta señalar.

La religión, hemos clicho, estatuye la seguriclacl cla¡-rclo lormasensible, pero fanraseada, al conteniclo cle una iclea cle la seguridacl específica tlel glupo en qlre srrge tal religión ciete¡ninacla. L¡ciencia se propone elirninar la solución lantástica que representala religión y busca mediante el conocirniento encorltrar si hay asi'clero objetivo para nuestras inquietudes; por este canino encuen-

Page 56: Desde La Religion Al Humanismo

liI

l

158 luan RiMüo, DühE L R¿Lrdóñ ^!

Hu!^dlsMor¡a que se abren ante ella los horizontes prácticametlte infinitosclel unive¡.so y no encr¡ent¡a más senrido if ,r"f ii", ,r".0..que enLrar- en la asíntota tlel. co¡66j¡¡¡s¡r¡. clenrifi,co ..,;; ;;r,,"útrimo, pe¡o ¡ambié' inaccesibt", ., rn ,.,,r",i. i" i.",.liri,"*-giclo clel seno cle la ciencia: lr

narruareza p.,..r. .,tiü;;;.; .; ¡:;":;: ti"iiliH ::t;.:hl:p.ede poner las manos en la narrrraleza y, .i,; q,,;^;";ii"^"i;:ilr",(como ocrrrre en el caso cle la magia) , pá".. air".ir"."r"; n; .,.'siLrrr, ion l,ropici,r ¡l homb¡.c. I.,l,i ¡el¡ciórt

" ,,, 'rn.,g^",*r;r,

"a¡¡icr¡i¡r l¿ conexión tle la ¡écnic.r ron h rierrei.r ,f" -,".,1^,-,,"ponga a ta vista ta ¡etación co'' ta rer¡giór;-;:;;.i: ''* ili::,;:T.a magia acrúa sobre la narr¡raleza p:",";il

-f;;'l;;,,,.ri.r' ,técnica actúa sobre la naturaleza pasanclo por la ciencia. f.antoen Ie rnrgir romo en I¡ Lécr.

lr¡ri¡ el lrombre: "ólo oua ","t"

se Plorltltc rtlt de'¡lrz:rrnienlo

r,", ;" "r r,o-j,""i";;;;, ;i;.;".': Jq::. ""*;; jl;l]:,ll';"

; :.:jel homb¡e especÍIico. por esto, l:r ,r"gio ,o ,,r";i;';;;; ;, ';",

tigio de la retigión como si lo h¡ce t"i¿.oi.",, ;;t,;.i,l:";;;t;i.cle tomar. sobre sí la f*nción rte I^ ,"Ug,¿"; p;;"';;';';";;. ,i;"socied,r,l rle i¡genie¡o¡. por lo (lem.i¡, igrr;rl conclrr.ión ¡c.¡¡lL.r ¡ip:trtinros rlc I¡ me¡¡ ¡¡¡¡logÍ¡ qLre lrcmos ¡,,,a.,", ¡r9,:,1,,a ,i",,,f,,h mrqir r lr reologi¡ ,omJcs l,r r,i. nic;r ¡ Lr r i^r,, i,¡ 1 e¡rrr¡do l:rciencia y la religión en ta ¡elación ,1,," Lr.;r.;^;r;;rj ;i."lr'.rr,¡ s¡rbe¡, qrre I.r cienci¡r l)ul-¡ \e nj, rrere L.,¡ti lre ir 1,, religión,,||rDqu(.-: ":",,1," ¡1 re.r¡r11r I s pr¡cstos inr,resil,les, enton,er,

", .l.,rU(Fle ¡.t rten(ta se¡¡_ lse,li¡rl.l po¡ Ijr t,r( ¡ri(¡ ro¡ ,¡n gr.¡rJo ,lc rgre,i\rr:ro 1Uc lx rcl,erón no,lebe reure¡ tlc Lr nrrgir. Ll religiún h.r

l,:::ll",lo".di..r*.,lrc cL¡n ¡qenrtss evsr, nrps ) (lorr,los rlL J,q¡,¡6¡¡,.rrorcl; l1 (reni ¡.r it.l (r'e,r(io Lr vFl.l.t(l q e no es ni,rgrlrr reer e, ni:l^.lt:-t l1:1:::" que prrecle inspirarnos Lemo¡. De t"l

",,.,",r"i", ,,,i",.,_

l:,:: ,,1 .:,lCf." opone rt prestigio clei brujo una porencia cic acr:ió¡Lr¡rlnrL¡¡¡ente super.ior., mlnreniéndolo a ra1,a y iruncliénclolo cn elf¡acaso mucltas veces, la ciencia no encucnt¡a ¡racl¿r cficienle que

T:".: " ll récnic.¡ qre se aduerlrt cle rorlo e[ ,..r.,," u',".,,,ir"ro(1o c1 Porlcl p.rrJ el llomlrr". L¡ récnic¡ Ire,,,¡r1.,¡o,liretr.,ln'crrtt1,cle una vez esta blancla y clefectuosa postura de la ciencia an¡e urr¿¡sunto qrie no cscapaba a la sabiclu¡ía ile la religión, u n" ¡" \,".ilr,_do en adoprar la solución generat cle l" '."ligió;:'i; J;;,

..ü i"segLrridacl están encarnaclas en ur

::,,T1 :I: ..j. :, no*'..

" u.r"*$::::,."1i:i:,il:J,;;i;:lj.; ::rcrrgron y enllcgiin,lo\c:rl conocimiento puro. Ir cien,ii no Lcní.,

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L¡ cicnciá como conocimiento Dúro y la rclisión 591

úás que dos salidas: o Dios es la naluraleza o no hay ¡lroblema,rine,,no 'le los tlioses qtte con'i,ler'rr. Ll cicnci¡ rcr)íx rlrre seqttir'

errc"rllLimo rimino: le i¡tclole clirin¡ tle IL nrLLrt:'lc¡¡ tlel¡ir IeDus¡rr r los Pro(edim¡enros cienlíli(o'l no ll:rl¡i r l,.ttLer'r' qrrc

ioJn.. rl ¡t.rn,e clel rn:ilisis rientílico rto h¡l-,i,, 'ol-,r e roJo nin

s';,fl ttott l,lttc t'l!to f.ue Irrrt,iere impli.:r,lo lr ,on'i,Lelrción dc lo

i:L',r¡l"r.t r'ottLo rrn Dios. En ttnl p;rl:,brl i, nir{urillFll Lorno lo

clivino reP¡esenlaba nna r¡oción iniitil y fastirliosir palir el u-abajo

científico. La idea de que la nattualez¿¡ es Dios l¡ueclc puede salir

de la cabeza de uD científico, clcl mismo lllo.lo como invesliganclo,

prre,lc orrutirle.olr'¡r rrn rhisre. De tn¡ner¡ qtle. ) e\lo un Ilerllo.

i.r rien,i.r ll"eó ¡ de)(uno,er el l,roblcrn¡ tlc Dins De:ronotió rnis

bien, que había un problema allí cloncle la religión cleci¿r 'Losclioses existenn. Pe¡clió la ciencia a corlo andar todo tr-ato verclaclero

con esta inquietud clel homb¡e ansioso cle LeDel cxs.r segllra en el

mr¡nclo. Yr puesto que cxistia el problema, fue haciénclose por sr.r

plopia cuenta un lt¡gar, Peto a exPe¡rsas cle la ciencia O, por clecit'

rnejor, la ciencia Iue clando insensiblementc esta sollrción suya clel

problena cle la seguriclacl que eslaba rePresentada poi la técnica'

Se puede clecir qrre la religión es una solLLción clefcctrtosa clel

problema cle la scgui-iclacl; pero en la religiórt hrrbo cotllicllzos ex-

ptí.iLos y cada lel fue percibietrclo el homb¡e con m¡is cle¡iclacl

i¡ré era aquello a que resPonclia su religión. lln la ¡écnica, en

cambio, la ciencia ha trabajaclo sin saber ni cómo ni ¿r qué estabr

responclie[.lo lo clue hacia. Y e1 r'esttlt¡11o es tocl.lvia nrís mons-

truoso qlre en la religión: Dios es el horrbre, seI-ior cle llt natúla-Ieza. Se est¿i, pr¡es, p¡s¿rnclo cle los clioses al honl¡re sin alte¡at'

Ia noción qLre encalna este último o sin lo1n¡¡ coDcieDcia (le que

hay en esto una alLeración. Dios, ahora, es el honble que domitra

la natur-alez¿ par-a su P¡ovecho rr-taLer-i41. Pero, rli cs ésLa la no-

ción cle los clioses ni es la seguriclacl alcanzacla 1l qne se busca

La seguricl:rcl alcanza.ia es meramenLe material; pero el hombre

busca su inLegr-al seguriclacl. Los clioses cle la ¡écnica soll los amos

y clirectores cle la naturaleza, Pero los dioses cle Ia religión han

claclo seguriclacl ai homb¡e fer¡niclo con la natr¡raleza e1l lrn serl_

ticlo que sobrepas¿l la rnera clominación, l¡ ertelna opetación; los

clioses ¡esuclven el pr-oblema de l¡ vicla clel homl¡¡e eD lir n¡lr.rrlr-

leza y en la comuniclacl, llo meramellte cueslioDcs tle ingeuieríl.PeIo, sripuesto el estaclo cle segu¡idacl clue la tócniczr estalllecc

¿qué poclcmos esPer-xr de ello? El homb¡e .lonilla 11a nat¡.t¡alez¡

y de esta manera se asegu¡a. Debetlos, Pt¡es, rePrescnlalnos ill tntt¡1-

Page 58: Desde La Religion Al Humanismo

[6n ¡u¿n ¡n,dnú. DEsDa L^ RrLrd,óN ^r-

llu\r\¡.'¡sIo

clo roclo constituiclo por clos hemisfc¡ios: la ¡ratur-eleze y el honbrc.Oué ¡risLe¡io sea éste ¡epresenta L¡ra clLestión que no eotl-a en elcuacl¡o cle la seguriclacl surrrinistr-a(liL pol lir técnica. Aclen2is, elhomL¡¡c se ¿isegrlla en cuanto sc Lllnslolnrir cD cl xnlo y clircctorclc la naturaleza, es cleci¡, se ascgnra sujeLlnclo con sus rr¡nos loextrairo, el hcmisfe¡io que lo enfrenta, la naLuraleza en suma. Ouehayl en el hombrc, como her¡isferio scparaclo, la posibiliclacl cle

esLa acción sobte la natr¡¡alet¿ es un nuevo lltiste¡io: ¿córno sc

explica esla posibiliclacl clel l]onbre? Y, otla pregunta, ¿qué es elhombre? Polque ocurre esLo en el caso de entregarnos a la scgu,riclacl cle la técnica: que no tenernos ploblern¡s soble la natr¡la-leza está ahí, clelante cle los ojos- pero no sabenos nacla de csL¡

l)olenci¿ cle ircción y clominación qne sonos ¡tosotros misrrros. lls-tnrnos, eD la técnica, ahilos cle enpresas y realizacioncs; corro rrro-viclos cle una secleLa rabia de impotencia cle autocorlocimicnLo,ech¿rmos tocla nuesLla flre¡za hacia afr¡era, rlanej:imos las agu¡s v

los lientos; pero, r'ueltos hacia nosot¡os mismos, est¿rtnos Iler-ple-jos; ll Léclica, ocupacla cle aseguralnos en el rnedio nxtLu-al, h¡clejaclo cle l:iclo la parte más inrima y esencial clel problema cle laseguriclacl. [n esLe 1>unto, ¡esu]¡a lácil qLle nos leplereute¡los !rni1

técnica que se \Juelve liberal y que deja anplio lusar a la leligiól en el mrrnclo: ,iQué se baulicelt los rransatlinlicos, c1ué se

bencligan las nsinas! ¡No hay naclir que hacer! ,\1 lin cle crrenras,rrn ingeniero que se lespelc clebe persignar-se al ¡rasar ante eltemplo.....

XI

NUNVO INIJREN']TAr-![I]JNTO DIi LA ItLt, ICION

Y LA ¡ILOSOFIT\

Sobre el ¡l-oblema cle la ciencia cleber¡os voh,eL r¡iis :Lde1¿ulLc,

cr¡anclo traLer-nos cle las corrientes filosóticas conLe¡rPor:incas. Aho,lir, queremos ent¡ar con mlis cletalle en la cuestión ¡ie la filosofia.

Antes cle comenzar, r,ale la pcna iltsisti¡ en los cliter.ios queoriental nuestr-o cnfoque. Con sinples palabras: recurt-irnos a laseguriclacl y al análisis básico de la religión ¡rara hacer esle Lraba-jo. Sobre la seguridaci importa lo sigLriente: no se Lrilr.r, esto ilnr.eLoclo, cle ninguna srrtileza que se nos ocl¡¡la ahora, cuanclo unllalga historia cien¡ilica y especnlativa nos hii hecho Lcmibles euel arte cle sutilizar; no se traLa, cuatrclo decitrros 'segulidacl (lel

.:T

i

I

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\.-u$o cnfrt i¡tr¡icrrd d¿ 1.¡ ¡eliriión v 1¡ filo5oli' 01 l

Lornl¡rc.. -sr.ilrri,l: 'l e¡t t l lrr.llr'[oi. e{;\lcn' i:l scgrrt '"le rrll

"r,nlao f.lo'"ii,o l,c¡ri'.,-r Proe ionxl (lc es ¡s Pxl rLlr' \Ltrr'rl

l"l,'.. ,.. co\ti lr.,r rl, Inl¡rl', 'i lcs e{llcrrros ¡lrre e t r\ l'¡l br'rs

-.omo p"lab¡"s lilo¡tificas- no se puedcrl emPleal sin ltrl¡er he

.lto e.r,icli,rs sr.tPcIioles cle Iilosrrtía, y lnlrchas \eces ¡i siquiel-a

"rr,orr."r. C;,,"tt,io ¡losotlos (leci¡los '5egtlr-idll(l(, 'honlbrc(' 'cxi5-

rc¡cia., ,nrrnclo", otealiclacln, estanos signilicanclo lo que olcii-

,rn.i"a"rlr" clicelr esl¡s Pal:tbrirs. llsllln]os signilicando que li¡l,,nr, rit.tn.ió,t )'a P¡irrilivir clel honrb¡e qLIe mueve a éste inmcclia'

tir e instinLivamellLe a aferfalse l slls tlioscs, Pala Pr-ocll¡¡lsc con

ellos ¡rrrcla 1' clcfeüsa, P¡Lra gllnal por- stt intet_rlreclic) nrlr 1¡a11e¡'i

de r,e¡ el ¡rul-tclo (¡ruccle clecirsc tai11Ibiétl así: P¡ra te1lel-Lln IlrLrll

,lo). tr,Lr'¡ tcucl- ,i,l,r se8,t¡llt clclltro (lel o¡clelr iruntrno y tlatural

q'," e"' ')-,lc,elr lu. ,lio'.' liti r lrir(er 'l ( rmilLo tle i' ri'1"' cl^-

c^ir, para.ili. coll tlnn or-ictltació¡r l'Lcner tln (icslino Ull filó

so[() (le nuestlo tielnl)o, ill oír-esLas flascs q]ie srlenxn ell lltles[1()s

oi(los co¡lo algo mrL,v sirttple y ollr,io diría qLre hly couLerticia en

cllas uDa enor-lniai¡(1, qllc soil lleccsalios glallLles volilmencs l)x¡i!prc:parar la inLto(lLlcci(irr ll üDa cLlal(llliela cle estns f¡ases iios

¿.lrcltiria (lLre en llll¡ ltasc como )Pillx Qanal_ llol su itTter_rneclion

rele¡icla ai itotlble 1 a los tlioses es lleceja¡io to¡lilr conciellcix (le

la lelur:ión ,par-an y c1c 1l ltu-rcióu,irrre¡nteclion y soble toclo erl'

Lcncler de nl¿Lncra a(lecL¡¡c[¿t lo ciue cluiele tlecir csa exllr'esión in'nrcnsr que ira caítlo eu cl ohiclc¡ de los homl¡res y qtle cs ll pa-

labra ,giln¡¡u; ttn [ilósolo clc nrtcst¡:o tictlrpo hrrría m¡l¡f ilLrs 'ol'l

el ,clelcnclet n ) ll ,tutclao, y sc est¡r-ía sel-ilaclo cliez ar-ros antes

(le piotrLln(i¡r sLr Pl_ilDela flrse :;ollte el 'o¡(len htl anon Pero

llr)sr;tros csl¡t]1os 11sall(lo cslas Palllblits cn su nliis oblio y ele[rcn

tel siguiiicaclo, estauros enrPielindolas a btrilo 1 significarlclo rlimis ni menos qrle eso qtle a btllro signilicatll 'le estil nl¡'ne¡a

¡l)rrntiltxos sobre los hechos qtle llos iltlPorlaD y clescle los crtales,

si, pncden l)logresal r'irLestras cc¡llsicleLacioiles a llI trlirneia conlo

ILreion prc,gtesanclo los hechos limpleancio esLas p¡labr-¡s en su

senticlo llaüo no qtLer-e¡ros irfecl¡r' ¡lgunn esllecic cle rigor si¡]o si-

Luiunos erl un hecho t¡o ob¡'io l genetalizaclo aoüo es¡s Piilablas,qLrc no es e11 ruoclo ¡lgLlllo abstrltso, ciifícil cle lr-ralizar, it-r{itlito en

iinplicaciones o algo por el estilo Serri bucno tcue¡ sienpre pre-

se¡rte cL¡allclo debenlo! lclnxr en cotlsiclcración los hechos cle un

prrsaclo pt-ittitilo qLre nuesL¡:Is Palll)rirs, en cttanLo pasan a signifi-

cat aqrtellos hcchos, se Lranslofman en algo nruy tlireclo y l¡tlysimpic.

Page 60: Desde La Religion Al Humanismo

L 6? /u¡, ^i.¿,¿,

D¿i,. L\ R.Lrcrú¡.',!. IILn\fr,src

Del ¡nismo oclo, cLrxnclo hernos buscacio la réplica srrbjeLira cle

la seguricl:rcl .i¡rstiruicla por. la religión encorrL¡¡nclo qLle es uD¡iclea üal¡merlte s¿rtislecha pol la existencia; cuunclo hcmos encor-Lr.aclo que la scglr¡icl¡d subjctiva o icleal estri en relacióo, esta 1.g¿

ve¡daclcla, con le inseguriclad existentc y visente; cirancio hcnosobserva(lo c¡re insegrtriclarl existeDte y seguriclacl icleal fo¡ma¡ rr¡acor¡rl¡inacil¡r dialéctica, no ltcl¡os en¡encliclo eutl.al' en ¡suntos cliliciles y sutiies sobre 1a subjerivirlad, la iclealiclacl o I¿ clialécrica.Toclos entienclen lo que se quier.c significar- cuanclo se clice <¡ugalguieir clcsea Imtillas y que no he1 ;a mris lrrrLilhs e lo recloricLocle la tierra; eso es todo io qtle nosot¡os porremos erl las ¡talabrasosubjeLiviclaclo y >objctivicl:rcl. y r¡rnbién en el par nitlealiclad exislencia<. Si cleseamos Ii-Lrtillas (climensión subjeLiva) y hay fruri_llas (climensión objeriva) , el1o significa la posibiliclacl cle ponuuna idea (en este caso ull cleseo) cu uniórr co¡lsumaliv¿r con IucrisLenci¡. In cnanlo a la f¡¿rsc , courbinación clialécLica cle sesru.iclacl e irscguridacl(, r-esulta cle la m:is inr'¡ecli¿Le consicle¡ació¡ clclo qrte es un stijeLo: Que estén eu r.ni l¡rs ¡:o¡tcliciorrcs crisLe¡rtes dcr¡n delecto o, más bien, qlre sea yo la r.ealiclad mis¡ra clel clelectosignifica algo halto dife¡ente de un cír.culo clefectt¡oso o LrDa nliLn-zant clefectuosa; significa qLre cl clelecto erisLe cl esta manera pe.cr¡liar cle la conciencia; sigr-rifica que, por ]llr,r) preL¿rio que see clgrado cle niticlez y perfección consciente alcanzaclo, el .lcfecto cst.iclaclo a sí ütisr¡o cor'¿o tl,cfccta, es ciccir-, csLá claclo cle r¡ra¡re¡¡ rlrrcle es neces¡r¡iamente colr-elaliva, por-cllanto es un clelccLo con,.-ciente, un¿r itleir cle per[ección; po..h.í:r tlecir-sc incluso <]r¡e l¡ co¡-cienci¡ constituye Lrna [lane].l cle la fini¡ucl en que ¿sta uo se re(lucc rneraüente a ser., sino qr¡e esLii segreganclo una meciicllL clesí por' la cnal se aLaca a sí nisDra, geDerando un pr.oceso cle icleali,dacl clialéctic¿ que, grl)r.to arodo, podenos iclentifica¡ con la his-toria. Pasat' tle un¡ cosa ¿r olr.a clilcrentc por. intclna necesiclarl clela primela y, por clecir-lo así, no abanclonauclo c1 cír.culo cie ia pri,lriera sino amplilinclolo, t¡l es la caracLcrización ¿eneral m;is aclccr¡acla cie 1o clue cs p:ua nosot¡os cli¿rlóctic¡. Descubrir este tr.iinsito(lescle el de[ecto e\istente y conscicnte hacia la iclealidacl clLte lees co¡¡e1¡tiva y necesaria o, nrís especilicanenter encontl.ar eslar¡niclacl ilrclisohrl¡1e y r,iva cle la insegur-iclaci exisrente y l¡ segLrriclacl iclcal cs toclo lo que nosotr.os signilicarrros con los ¡tirr¡los cle,combinació¡r clielécLica<, )unidxd clial¿crica< o >rotali(la(l dixlúc-tican. Y tales expresiones iro hlccll más que nombrar clc ma¡rera

.I't!i

I

Page 61: Desde La Religion Al Humanismo

Nü¿vo cüfrcnr¡¡ricnto dc l¡ .cligión v I^ Iilosolí¡ 63 l

aceso enigniitica 1os hechos qr¡e están claclos por Ia mera exislen-

, ;. ,le l¡ conclenclÍlI :r lóflnrrl.¡ ¡n¡lirir IIe lr Ieligiorr qtrc l,lolroll¡.¡Liu\ lr',rre t'(

l¿ consicle¡aciótl tanlas veces hecha y para Ia cual ]a religiól cs

r,nu,olu.iótt Iantaseada cle la seSJuritlacl, ¡-'ata ll cttal la icle¿r clc

.errrr,,l.r,l l:, .i Io ..rlisle,lr'r ¡,ostrtl.Lrr,lo Ir e\i¡r'rlr:r .'r.il,lc r

r,erirot¡..1 cle rrlo¡ rBellles I" l¡ s' g,r¡ri'l.,l Ll i rriitLCr l'elsoll rl r Lrr

il l,,n'lo 'iel'r¡,rc ¡lrrlol'omúrli(o (tc L'lu\ 'tgclrLej jr¡c i¡lr:' retr'le¡r-

lia constante iie la relieiótl y debe porlerse a ctte¡rta de nna sal¡it1rl-

r.ía insrintiva cle la religión; ésta tiencie, ciega peto cerLelanlenLe, ¡slrPone¡ que la se¡Juriclacl se conslillrye en la climcnsititr cic lo hrt-

m,rrro. Pe¡o, la religicin, ¿lunqt¡e resPol1'lia cle maneln irlr¡eclilta

e históricamente ¡.clecuada a la exigencia cle segrtriclacl entr¡ba rii

uitl¡m,¡rrc en corlllr,lo (ñrl el l,lo(cso rlc lrs,nsr': l.r r"l.:iólr .l r

I, lr ',2 ,lcrn.'.i.r.lo l,, l.crr:r ) Ll(r'ri1ii.r'lo ¡rtec:rri., ¡'r'lr rL:i'li1 el

molir¡ienLo rtnivetsal; y aLrrlqt¡e, alinanci<¡ el ojo, Iue haciénclosc

cacla vez mlls omllicluyellLe y meuos vultretable, siemPre nauLnr'o

cn jucgo el nismo expecliente: invenla¡ mecliante la imaginncitin

la me¡caclería aclecuacia a las exigencias clc la seguliclacl. L:r reli-

gión iba cle la iclca a la existenci¡r Po[ la lut¿r cle Ia imaginación,

iro poclía procecler de otra lrl:lne¡a si quería seguil sicrrdo l.eligión

Pcro, u¡r clía, no Iue ya nillgLrna soiución leiigiosa neclicLa sufi-

cierltemenle llara la scgrtritiacl icleal; un clia lir seguliclacl icleal luc

tal que rocla c¡eación scnsible cle la itlaginecirin, pol rircliallte y

p¡estigiosa ciLle pareciera, no b¡sLabl a s¡tislecella; uil (lí¡, (ltlicte

ilecir', la seeuriclacl icleal estuvo e1l condiciolles cle ¡lctcibit trttrl

lisura en l¿ solución religiosa; se puccle Larrrbi¿n poner ilsíl un

clia, la segur-iclaci icleal se dcsarrollci (le aneln qLre to(lx relirción(lilecL¿r erlle iclcrliclacl e imagiirlcirir-r est¡ba cle ¡nlerrl¿rno v llece'

sa¡ianenLc lisrtlacla. En ese clia la cierlcil ,v la [iiosolí¡ co¡rcnz¡¡o¡rir minar honclo y para siempt e los ci¡rielLos cle le r-elig^ión

De entre las (los, cicncia y libsofia, ftte esla írlLir¡a la tlue nutt

ca clejri cle per-cibir con gr:rclos apreciables (le cl¿1ri(Lircl ei cielecto

cle la religión; y clsi sierr pre, aclem;is, ernprenclió la tarea tlc rcsolver esle clefeclo. La ciencil o se quecló eu conocinienlo (le lan¡lrrraleza o -como técnica-, en clomiIació¡r clc 1;r naLur¿]er2l;

alinó s¡s insl¡umentos y ploccclimientos aleudie .lo l¡11 e-'icltrsi-

lanreDlc ¿t este objetivo que terrtritró por emboLarse:'- sí nisua y no

Lencr ya rrtlls posibiliclacl cle emPrencler Pol'su cuellta )'co11 stls

nreclios la tarea qrte, a su nratlel-a y hrtnrilcler-uente, sL¡Po en stt Liell)_

po cunplir la religión.

Page 62: Desde La Religion Al Humanismo

t

II

i 6l /rxr IiJ¿r¿, DEsDs !.,\ RELrcró^- aL llun.lsrsyo

.\qui nos ploponen-]os hablar, de rllo(lo m;is ceñirlo, sobre l¿lilosc(ia. In este punto, la fó¡mula sobr.e la l.eligióir cortto solll-ción fantasiosa clc la seguriclacl, los enfrentamientos qlre iLntes hc-t¡los irecho c[tre acluclla lórmrrla y irs que selcn a r-egir ¡tor.5ucnenLa corno lilosolía y ciencia y, firlalmente, cl enloqrre l;ar.ticular.de l¿r filosolíe a partit.lc 1a religiór-r comienzan a prcsentar r¡t1 ca-r iz m¿is sisLer¡ii¡ico llue amc[aza con aclr¡ciretse del nur-rclo entc¡oclel espír'itrr. Sob¡e esto, sin crultargo, cs irn¡ror.tante decir que talescliterios signilican trrer¡rlente la elccción cle una ¡rerspectiva. N¡ql¡efelnos srrgcrir que la scgur-irlacl sca el setrticlo úl¡imo cle toclaslas cosas elrle el cielo y la tierr:r;1tero significarnos, eso sí, qr.re 95

una PelspccLi!a genuina echacla sobrr' 1o que noj pIop.lret¡los \i-sualiza¡. lll g.aclo en qlrc peneLr¡t¡los crr lo visr¡¡lizado desclc esLa

perspecriva y 1a extcnsión, ¡trtr clecir.lo así, cle niticlez locel nos prL-

tecen aclecuaclos pr¡a r¡na ca¡ttaci/rD seria (le ltLlcstr-o asLlnto; ¡cilsosrn_ja algo Duelo Por csLe c¡tnino. De rrcios lno(los, lu uriiclucl rlcr,isión que obLencnroi cle esta rnaue¡¡ lorj p:ll-ece algo cle intcr.és

La lilosolia sicrrprc percibió con clrrrid¡cl cl cle[ecro cle lrr ¡e]i-gi<in; la iilosofil se plopuso alcanz¡r lo clivino por-cl coriocimienLoy por cste carnilo cinpujri hasta s¡lir. del conocinierto y hastacaer en el puro pensamiento. La cielcin, con los ojos lijos en clconoci¡licr1to, Lelrninó por olvicla¡ el ¡cino cle los clioscs; la filoso[ía, co]l la ¡rrilada puesta en 1o cliliuo, abanclouó e1 conoci¡¡ien-to y fue a Par.ar-en el pensamiento PLrr-o- t\caso ll fihtsofía pLrsolos ¡ries en Lielra lnás segura pala elthenlar el ptobleDr cle Ia religión qLrc el te¡reno en quc se nrorie la cicncia; ést¡, a1 insisLi¡ enel conociDierlto, clcjalta sin rcsoi\el el cll¡alis¡lo cuL¡c peniialrienLoy realiclacl; illsisti¡ c[ el conocimieIrto e¡a hacer ltlcvalecer.ese dLrllisno.,\hora bien, el conocimicnio reclrriere que las icleas se lalo-¡eu con l¡ re¡licl¡c[; el \,alot de uDa iclcn, str Yerclad, sjer]ilica su

aceptación pol p¡rte cle la lealiciacl; el irecho cle estalllecer el ho¡r-br_e esta accptación se nomb¡¡ conocimiento; las icleas son vc¡d:r-def¡s cuancio en un acto cle conocimietrto enconl.l-arrtos que la le¡-lidad las acepta. La acLi¡ncl cienLífica tomci ra1 colno estab¡n lasicleas quc parecírn velificaclas 1:ror- Ia religión y encontró ripicla-rnenLe qlle no había conocil¡iento posible que ce¡tificara sL¡ viilo¡,es clecir, que no habia la aceptrción cle clichas itleas por. la reaii,ci¡.ci. Ile esta m¡nera, Ll ciencia se conclujo lrivolamenle y no ¡econoció que le religión responclía a un problema; co¡Iunclió l¡religión con ei plobleüia y liquidó torpemente €l lsunto. De Lodosmoclos, clebenos reconocer que insisticnclo en el conocimiento l¡

Page 63: Desde La Religion Al Humanismo

Nucvo €nfrcntaniento de la rclisión y la tilosolí¿ 651

ciencia no podía Pasar cle la iclea cle seguriclacl a la seguridacl ob'

ietive: porgtre, procetlienclo asi, no enconLraLía l¡ cieltcia entte strs

ábieror nn,l" qtte corres¡>onrlier¡ ¡ tlich¡ segrrrirl,td.

ia filosofia, en c:rmbio, al traslacla¡se al puro pensamiento se

establecía en un ten'e¡1o clescle cloncle podía esper-arse llna nueva

respLresta al problema de la seguriclad. Lo divino -para clecirlo

de nna vez- podia ser el pensamiento mismo. Y la filosofía ensa-

yó esra salirll. Pero ensayó también, y reite¡acl¡menLe el paso cles.

cle el penslmiento a l¡ existencia, (ljreclarnente, sitt paslr n I.r ma-

nera religiosa por la imaginación

Page 64: Desde La Religion Al Humanismo

T_

LA BIJSQUIIDA FILOSOlrlC \

D]I I-O D]!INO

Page 65: Desde La Religion Al Humanismo

xll

PARllf ¿NIDtr5 Y HERACLITO

poclemos illicia¡ esLe exartlen cle la filosofía cotl la tespttesLa cle

pa¡ménicles a la cr¡eslión del se¡. [n general, poclemos decir que sa'

benos muy ¡>oco cle la filosofia presocrática. Los tes¡imonios se

r.eclucen a unos cnanLos fragmentos sobre los cuales ¡iunca te¡mi-

¡¡n de cliscutir a ¡ienclas sueltas los comentaristas' Nlucho de loouc lr.r] corno lebrimollio cle l¡ filosoIi¡ nri' anrigtre e\ )¡ (omen

rl,rio ,1e p.n.l'lorc5 ¡,9'¡etiores Le l ¡re;r de tijilr l¡lLo. ¡ trtlrlos rrl-

,,¡*"n¡95 cle esta sabiclurí¿t se rech¡ce a la cotl]paración cie texlos

1a clisquisiciones filológicas qr"re, por lo visto, nunca teluinathn;n a.to t" tua" I¡ ¡r¡tl:rci¡ (creJrlor:r ¡ icrl;rtrrettte' ¡rero siem¡te .rtr

clacia) cle los filósofos que buscanclo el prestigio cie Io arcaico y

originario para sus icleas sr¡elen forzar hasta lo inclebiclo €l senticlo

de unos cuantos fragmenlos

Sob¡e Palméniclcs, loclos confienen en lo sigrticnte: ciistinguía

entre el conocimiento que nos da¡r los senliclos y el conocimiento

que nos cla la razón. Srilo eI segunclo era conocimienlo en selllido

liguroso (un conocimienLo que, co¡l1o veremos, clilie¡e esenci¿ri-

mente del conocintic¡rto cle ia ciencia) ; la scnsación o sellsibilidad,tenienclo por objeto lo mudable, caia en el íimbi¡o tle lo con¡raclic-

torio, 1o ajeno a l¿rs concliciones mismas clel pensamiento. Porque

el pensamienLo clice asi: trl sel es, el l-Io ser no es. La serlsibiliclacl,

po¡ tantor cayenclo en el hmbi¡o cle lo muclable, cle lo que es y ttoes, cle lo que está sienclo y está no sierlclo, rePresenta r¡n ca[Iino qu€

la lazón re¡ruclia. Separaba, pues, P:rrrléIrides cie moclo tajanLe er-r'

tre razón y sensibiliclad. Pero agregaba toclavía ttn notable principio: Que rtna y 1a misrua cosa so¡r el ser y el Pensar. Este principio,etttpero, ¡1o significa iclenticlad estricla, cono si Par-ménicles acepta-

r¿r qlle toclo se ¡ednce al pensamieuto, sino que el se¡ es siem'

pre pensable, y el pensal tiene Por- objeto ítnicanente el ser. Con

esto, el céleb¡e filósofo ¡echazaba l¡ ¡ealiclad o exislencia cle los ob'jetos cle la sensibiliclacl; porque la sensibilidatl exige que el ser y el

noser sean, pero tal complejo de ser y noser no es pensable. Pero,

al mismo tiempo, la o¿ra Parte clel principio postulaba la exis¿en

cia cle los objetos cle la razón.69

Page 66: Desde La Religion Al Humanismo

'''5

f 70 J¿d¿ R;!dro, DEsDr r¡ RÉLrcróN ¡L HuürN¡s o

,Lo que es, es pensablen; tal es la parte clei principio de par-ménicles que acep¿ó la ciencia y que ha siclo sienpre sri secl.eto ycaro postulado: La racionalidad cle lo ¡eal. ,Lo pensado esn; éstaes la seguncla parte del principio y expresa tocla la clivergencia g¡1_

tre esta filosofía y la concepción científica. Pe¡o expresa rambiérruIa cioctr-ina que se ofrece inrnecliatame¡tte a r¡na relación counnestla posicióD cle la religión. Parr¡énides sostenia qrre la icleacra garantía suficiente cle la exis¡encia cle su objeto, es clecir, sos.tenia que poclemos il cle 1a iclea a la existencia clalrclo explícitavigencia a un principio que operaba ya a sLr mirnera en la religión.

Que Parménicles entenclía cle esta manera las cosas lo srrgie¡eun argumento cle Gorgias clirigiclo contra esla cloctrina. Iste argu_menLo puecle servirnos para precisar- la relación ent¡e el principio cle Parménides y la religión. Simplificanclo, Gorgias decia queno se puede sostener qne el pensar conlleve la existencia de 1o peu.saclo, porque si uno piensa en un hor¡bre qrie ltela selia graciososostener a partir de ello que hay un hombre volanclo; ni se puedetampoco defenclel que lo no existente es impensable, por.que pen.s.Lmoq en lr Quimera. que no exisre.

Ante todo, podemos suponer que el énfasis puesto por Par.mé-nicles en la separación cle sensibiliclacl y razón coloca su clocr¡inacle las ¡elaciones entre el ser y el pensar por encina clel argunen-to cle Gorgias. No es fo¡zar las cosas representarse a Palméniclesriéndose del famoso solisra y replicánclole que ha traiclo al argrr-mento objetos que no son cle la razón. trl hor¡bre que vuela es

tuna combinación cle l:r fantasía y la sensibiliclacl, como lo es también la Quirnera. El homb¡e que vuela no exisle, concecliclo; peroL¡¡rpoco es pensaclo sino meramente inaginaclo. La Quimera noexiste por hipótesis; pero tampoco es pensada en el senticlo, nl1¡s

clelicaclo poI cierto qne el cle Gor.gias, que claba Pa¡ménicles alpensamiento.

Pero el argumento cle Gorgias puede clarse vuelta y, apal.ente-menteJ apoyarse en el principio cle Pa¡ménides para queclar al ser,vicio cle la religión. Porque la religióu ha postulaclo mnchas veces,el hombre que vuela(, y ahora resultaría que no es necesario pos,tlrla¡io; basta el pensamiento para hacerlo r-eal. Asimismo, la Qui-mera se tonra por irreal; pero ahora, apoyacla en el principio cle

Parménicles la religión reestablecería la realiclad de la Quimer.ameramente pensándola, Esta es la pr-imera aproximacióD, cierta,mente grosera toilavía, que poden-ros efecruar ent¡e la cloctrinacle Pa¡ménicles y la religión.

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?tl

Grosera todavia; Porque es muy obvio que el !¡ismo Pa¡ménides

.,bierari¡ ? ll religión (le moLlo s' lnei rnle ¡ romo llemo" srll'tresLo

.,,,'c ,"tut¡¡in a Corgirs.,El ¡rrinci¡,io,lel liló'ol¡ clertr ¡etmite,i¡,¡r ,lc l.¡ idca r l r exi'r.ttci r; ¡reto ,i lca tlebc ¡ltor.t ell etLcleLse

lesuringidumettte, idee cs totl¡víl lln PloJttclo 5r¡bierivo, lclo rrtr

nro(lllLro ([e la ¡¡zón. r¡nl lrcrtlrr'l e'¡.rititttrl ql¡c estí culllr.t¡li(l:l1,, o'," r. opon. t.rj¡rrlemcnrc:r l¡ sen'ibili,l:rcl v I i.r im rqinr'ión

i,,n,"riorn. L¡ i,lerr se so¡ele;r ILs ton'licioltes 't" ]¡ irrreligiLiti'll'lv sólo a ellas. De rnanera que 10 exis-tente cle cttya Plueba como

áxisten¡e se trata a Partir clel pensanienro, no es ninguna criatllra

nitológica, sino un set que se ajusta Perlectamente a las conclicic

nes de la razón, ul1 ser rigul'osal¡ente racional o iDleligible.

Poclemos lorjar una fan¡asía escénica y Leptesenlarnos a la

religión aguat-clando 1o qrie iba a sali¡ de la cabeza cle Parr¡énicles;

1o que saliera estirría perfectamente caicaclo sobre Loda la capaci

clacl cle ve¡clacl clel hou¡bre. Acaso salier¡ cle a1lí un clios clc segrt-

riclacl y reposo final. Y Pa¡ménicles habló y dijo, más o menos, esto:

Que sólo el ser es, Porqne es inposible concebir cltte el noser sea;

qie el ser no tiene origen, Porqu€ no es posible que, no siendo el

iro rer, p.ouet,gn clel no'ser; que el ser es inclestructible, porqLre si

ft¡era clest¡ttc|ible sería el no-selj que el ser es uno, porque clos im-

plicarían el ser clel no-se¡; que, en [in, el ser es ir.rdivisíble, inmór'il,irc,mogéneo y eslérico. Toclo esto salió cle la cabeza de Parnénicles

ct¡anclo se plopttso establecer lo ve¡cl¿rclelo o 1o existente a partirrle su principio. In rerclacl, toclo esto eslaba Pnesto ya rigurosamen-

te cuanclo cliviclió entr-e razón y sensibiliclacl, cleclalanclo el clestie-

¡¡o cle la sensibiliclacl clel ámbito clel conocinienLo.lntonces, la retigión que estaba aguarclanclo lecibió, si no el

primero, rtno cle los mis significativos clisculsos que ha pocliclo

cleclicarle la filosofia. La religión enconLró en Parménides lodauna rigulosa r€spuesta lilosólica al problema qne ella sabe resol'

l:cr a sLr mane¡a. Ll equivalente fiiosófico de Dios aparece aqní

como el ser inteligible; y este ser es el Uno, el Toclo, el Pleno y,

un poco también, el Silencio, el inmóvil y eterno Estar. En cuantoa la existencia concreta cle los hombres, hay, sí, ttna parte cle po-

sible ¡ealización en ella: Ios hombres lienen la razón que les per-

rnjte tomar contacto con el Sel y encontrar asi en el conocimienro

de lo Uno la anhelacla consumación.

L¿ lilosolla habí¿ tomado en sus manos el pr-oblema cle doncle

surgió la religión. Ll anhelo cle seguriclacl -algo que se va ale

Parménides y IIeráclito

i

I

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112 /!¿, 4i¡dro, DLSD¿ L^ Rcl¡cróN ^L

Húr^ó-rsiro

jan.lo en nuest¡a e\posiciólt cle lo que empiezan ya ¿r ser l¡s i.leas-,fue acenLr¡:indose en esta tendencia que ilamanos Iilosofia co¡noinquietud intelectual, como deseo cle seber y conocer. Asi, fLrcr.orrespecificiinclose v clile¡encirinclose ias facultacles espirituales; su¡,gió la razóu o enLendimiento qlrc cada lez n-r:is polarizó il atencióncle los honbres y echó sobre ¡í l¡ ta¡ca de Ia seguriclacl. Pero, cstaexclrrsiviclacl no respondia pelfccLamente a l¿rs concliciones i¡ricia,les, no claba cuenL:l integlal cle ias inquictncles hun-ran¡s. Y esLa

ano¡lalía tenía que pLer,alccer clescle r¡n comienzo. Y los filósofosse eDaorltr_arorr solos, r.oclcaclos cie t¡cs o cLlatro aliscipulos; (lescle

cl colnienzo fue ciaro que la filosofía no ltoclie tornar sobl.e si 1¡responsabiliclacl cle l:r religión. No rcsponclientlo inLeglalIlerrrc a

las inquictu<1es clel horrbre, la filosofia invcnró clespuós un arti-lugio: clefinirí rl hombre como anir¡¡i racional. Dc cst¿l lnanera si-utulabir sc¡ clueria cle toclo el Lerrenr¡. Pero el negocio nunc¡ plorj,per-ó para la filosofía. Vista desrle el laclo cle la ¡elisión, tutor.a (lcrurtltitucles, Ia filosofía no pasaba cle ser una caricaLuta.

I'¡rllrénicles habia enf¡tizacio el aspccLo est¿itico cle las cosas; FIe,r'¿icliLo, en c¿rmbio, clestacaba el aspecto clinár¡ico. Parece que noes posible prescinciir- (le ninglrna cle cstas con.licioncs; pero ¡quellos Iilósofos presocrriticos irrici¡bal por prirnera lez un trabajo vlo menos que podía ocurlir cLe esta c¡rída en ia unilrte¡aliclacl. Si

consicleranos las cosas tomanclo le per-spectila clescle aquella an-títesis enue pcnsemienLo y ¡e¡licl.rcl, ¡roclemos clecir qtre Perméni-des tonaba e1 pensamiento como 1to:ición cle ltar-ticla. Pelo ai pen-sanliento le ¡esult¿rba imposiblc (asi ircnsaba Palméniclcs) aple-hencler e1 aspecto ciinlinico, plocesai, ¡no\rieltLe cle la realiclacl; parir que el pensarriento aprehenclier:r el l¡or.iniento c¡a necesa¡ioque el scr. y el no-ser elrlrara¡l intimaücnte uniclos en un acto silrr-pie cle pensenicnto, es clcci¡, eir lreccsario qlrc el pells¿llnientopells¡ra la cont¡¡cticción y clue ésta existicla etr la r-ealirlaci. Po¡ lar'ne¡a r'Ía especulativa, eDLonces, y en taz<in cle un snpuesto clue noparecía rrejol que sLr contrarior P¡rt¡énicles eliminó cl aspecLo

clinámico cle las cosas; y e1 rrniverso se Lrarlslolmó en una esferirinnór'il. He¡áclito, pol el contlal-io, ltarece haber consiclelaclr por-

cncirna cle toclo el derenir; con los ojos pucsLos en l¿r nalu¡alezay en el trabajo clel tiernpo, Iler:iclito clebe haber percibiclo el valor¡elativo cle Duestras icleas; r'istas desde cl reino móvil y Iluctuantecle la naturaleza, ¡rucst¡¡s ideas pateciar-r orienLaciones cor-rlcncio-nales que la realiclacl no podia consclla¡ (lentro cle sí sin sobrc-

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731

,,r,s¡¡li\ infirirrqrcrrtc. L¡ ilrtcLigerlir sólo ¡'rrerlc c.rl'eLi, rlr,r-

lr.,rir'.'mente el set o cl rro.cL 'le lrts co\' s l'Fro 1: rerrlL'l c' qrr"

ln, aorna reí,tcrt realmenLe los contratios, rle r-nanci¿t c¡ue le itlte-

Iit .rri¡ v cn,l¡clrlla con'ler,, l.t ¡ lro \rr 'n'l(¡ lr ve"l l,l j:' irr-

cñrso, ¡,rol,,L,lc quc rli si'lt¡ielir rr¡r:r 'li¡l'cli'.r tl¡ l"s 'ot¡'l rlios

sxristicierlt rI Hcrác1ito, ¿ tal PunLo €nfaLizab¿r el movirlrienlo, el

clevenir y el ca1¡bio conslanle. Algo conro esLo sr.lgiele ia conclusión

rr c Ir.rLi¡ llegr.lo s r ,li'r i¡,rrl ' Cl: Iilo l' rrir iltriérr rl" \'x 'lu5r'..es, .in,-, rri rrrtr siltrierr po,li lnot lr''i, rrtro: rr' 'rll I rirl'lo IioL,l repuclio (le la ralólr'a lo Palménjdes'se mxnilicsla xsi ltlisnlo

eú cl mutislrlo a que, e1ltre J:uLlas y veras, se clice t¡re h¡bía lle-

s¡clo C1¿r¡ilo: no qucr'ía ltaceL uso cle ¡lalabr:is porque la per-

manente icienticlacl cle éstas era lo nlts contrario n h re¡clacl \'¡c'

¡nos, pues, que el énlasis sobre el Pensirr¡ietlto llcr'ít a P¿¡¡nérrides

a lepudiar la existeucia; en lanlo qoe el énlasis sob¡c la tc¡.lidad

€mpujrblt a He¡ácliLo a repttcliar- la razón

PLATON

Pla¡ón se inició en cl conocir¡icnto clc 1a filoso[ía coüo ¡lul¡no cle

Cr¡ti1(). l\ tralés cle éslc tuvo 1a it-tllttellci¡ (le Hericlito Nlás t¿rl-'

cle, hrego cle la muer-te cle Stic¡ales, enLr'ó en conlacto co¡r los [i'lósr¡[os cle Italia y, particu lal men te, (:orl los eleatas. Tenil, pttes,

Platón una perspecliva nrís ¡rclecttacla IJaIa tcsPoll(ler a los pt-o'

blenas que había manipttlaclo a dulas llcnls el liejo ?alné¡ricles.

CoÍro éste, aceptab¿r Plalón una lntílesis o clii'isión de la sensibi

liclld y la l¡zón; couo é1, asimismo, sulloníl qtle h¡rbí¡r clos mttn-

clos: el sensil¡le y el inteligible. Pero Pla¡ó¡'t irabía lecibiclo cle Cra-

tilo enseñ¿urzas qtre Ic impccliriln replrclial a bulto y par-a siemple

el munclo sensible 1' buscó r¡n¡r solLrción clel Ptoblena sobre lo

l erala(lero y real clue ltlviere en cr¡elt¿l eslos clo:i heniisletios qne

se of¡ecian al espíritu.

Sócrates enseñó ¡t Platótr ¿1 contlaPoner elllr.c los lrúltiPles in-

di¡'icluos cle una especie y la noción ullile.srl elr Lodos ellos enciil-nacla; habia, por- cjemplo, r¡na mtlllitucl clc \irtr.r(les, pero ac¡ttello

por lo ctral las viltudes se r-et¡ní¡n bajo lina mislna {lenonrill¡ciólrno er-¿l nllrltitr.lcl, sino algo uno qlle a la lez enfLenlaba y Iunclablt

lo ciivcrso: la uoción o concePo clc lilttr.l. Tales concepLos etatr

para Sócrates, si no toclo, Por lo üenos el asunlo plincipal cle lir

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I

l7,l /u¿a 4irdno, D¿SDE LA RELro¡óN ,\L ¡Iul'^N¡s!o

ciencia y el col-locimiento; el homb¡e conocc tal o cual objetocuanclo aprehende con la r-azón, perfectanente, el concePto quqlo comprenclc o subolcli¡r¡. Pala liegar al concepto, Sócrates partiirclel caso incliviclual y apuntaba clescle aquí hacia 1o ttniversal; t¡1operación se conoc€ con el nombre cie inciucción. Pa¡¿r aPresar clconcepto recllrría a la clefinición, operación ilustracla en el Pasajesiguiente:

Entonccs, )a podrás ciartc cuenta, corl eso, de io qrle yo entiendo Por fiSura.

Pucs para to(l¡t lis figuras digo que aquelio en lo que terminr rm cuelpo, eso es

la figr¡ra; tom,inclolo cr gcne¡¿l cliria )o quc la figu!¿ €s cl li¡nite del cncrpo ( ¡/d-not\ 16a) .

En los conceptos y la definición de Sócr-ates, e¡rconlró Platón!¡na manera específica y clara de ponel el caso cle la ¡¡zón. Y lave¡clacl es qr¡e por-este camino se aproximó cada vez más al asPec-

to facio[al de las cosas. Lo por excelencia real Pasó a esLnr- rel)re-

sentaclo por los conceptos; y pnecle clecir-se que de esta mallern es-

taba echacla cle nnlemano la srie¡te de las cosas exislenles,

Pero Platón no poclía fácilmente tlesligat-se clel mundo sensible:tie una parte de nueslro conocimie¡1to siqoier-a en su ¡noclo de

producirse cle hecho, estaba afianzaclo en nu€stra expeliencia clel

rnnnclo coticliano; cie la ot¡a habia que erplicar el urttnclo sensible,

puesto que no bastaba Para dar cu€nta suya cotl poner sobre él

el rótulo cle lo ilttsorio y apariencial. Aclemás, como recorclanosmás a¿rás, el trato cle Cratilo tiene que haber clejaclo en el espítitr"t

de Platón siquiela un mínimo cle respeto por 1o real e¡r su formacle movimiento y clevenir,

Como quiera que sea, Platór] adela[tó sobre Parménides po-

[iendo un¿ específica relación er¡r'e el plano seusible y el inte]i-gible: aqrrél eLa una semejanza de éste. Con ocasión de esta selue-jar.rza, el espíritu poclía pasar descle el plano cle Ia cliversiclad y el

cambio al reir.ro cle 1o inteligible, inmóvil y elerno. No eta, clatoestá, el senticlo en que importa la relación cuanclo eslamos en hperspectiva del problema que inquieta a la religión, pero era un in-rento cle a¡ticula¡ lo icleal y lo existenle y, por lo tanto, en algÍursenticlo -puecle esto ctecirse a priori- iraportará esLa tloctrina a

nuestro enfoque sobre Ia religión. Pero, especifiqrrenos toclavía

sobre ella.

Pa¡a Platón, Ios corceptos o icleas representan io por excelencia

real; nuestro trato teó¡ico de las cosas en el ml¡ndo aqui abajo,

Page 71: Desde La Religion Al Humanismo

7il

nltestlo conocimiento cle ellas tiene vaio¡ y ftrntlamenlo rlo en

,,,ranro sc eslablece esle tr-¿l¡o en el hmbito cle il sensacióu, mucla-

,,1, r .r.,"".."n,". "ilto c¡¡ l¡ nle'li'la en qr¡e "li llli ol'qr'rrr'l't rrlr:

,el...ir'r 'l.r,ct¡ ror'lo irrtcligiLLc Irr rtrr:r lrll.rl'r'r ql tilów''u eier'

ce su trabajo tcórico cnfocando las cosas cle manela que ve en esLas

io q.,. "tr ellas hay cle inreligible. Dos coucliciones cleben curnplirsc,

cnt;nces, pal-a que exista esla exPeriencia filosóIica: cle na P¿ilLe lo

inreligible clebc en algún scnticlo estar presetrLe en las cosasj cle

ou.r,;l hornble .lebe eslar-cn condiciones de leconocel' 10 inleli-

gible. Un.L s¡licl.r Lle csLo consistia en clccir qlle en el hombre se

!ier,c l:, ¡,,¿ón, qrte trl cjerticio es ¡tn h"tlto. I rqlcg'r '¡ '' del

,.'r,,.1., ,o'no el ojo ve rolores. líl t.r¡órr l ¡rtil'c i'lc s l"l 'rli'l '

-1¿ cle Partrénides , tenia ia 1'enlaja clc Poller (li¡eclanenLe io

i]Iteligible; per-o teuía tlr¡bión le clesletrlaja (lc con(leüar cli¡ec'

tante;te lo sensible cor¡o meta apar-iencia. Pletón opLó por- utla

doctrina que clejara a lo sensiblc siqr.licr-a uu graclo ínfiltlo cle relii-clacl. l)e uoclo qr¡e lcvantó dos nuevas clocLl-inxs: ulla resPecLo cle

1o sensible en su reiación con lo inteligible; la olr-a r-especto tlei es'

I,iritrr hrrr:'rro eu srr reL.cióll, t.rmLiétl. rorr lo irr" iq l'le. Lr ¡'ti-r'ner e rel¡ción hre iruest¡ m:is l¡t¡iisl lo sensible es tlna selllcjanza

o imiLación cle lo inteligible Iin cu¡tllo a ]a segurlcll lellción se

expresab¿r así: el espír-iru htltn¡no -el ¡lüa- hiL estaclo llrevia-n1;nle en trato clilecto con lo i¡Leligible. De estil marlcla, e1 cono-

cirnienro aqrti abajo ela posiblc por la sernejluza de lo que ha-

biir ¡rquí ¡esPecto cle lo qrre h¡bia ¿r¡riba y, aclcttris, Polque l¡ ple-

via expei iencia directa cle lo inleligible pol cl alrrra pemitia, srt

levivencix a Partil clc aquclla setlejanza. Iin cl conocitnietlLo, cu-

Lonces, asi col¡o 5e Plcsenla aqrri abajo, lo que ocuLLe es tln re-

crLe¡cio por Lllla sllelle cle ¡sociación clllr-e semej¡nLesJ cle los clta_

lcs uno es cxpelimeülado aholil, cl olrc lo lue erl el plsaclo

Vamos a examinar, en seguicle, los aspectos c1e ambas cloctrin¡s

qlrc ilrporliul a nueslr-o clesa¡r'ollo Pero anles, couviene lijat cste

liccho: Qtre l-rabia eu I'1ató¡r u1l¿r luerte inclinación a enlocar la

e](isLencia a l¡ manera cle Palmétlicles; cl1 electo, Locio este r-o'leo

para explicar el couocimieuto resuha clel lechazo cle tLna lelaci(illinís estiecha entre lo sensible y lo inleligible l{igulosamente, las

icle¡s lro cslabau eD lo exislenlcj ligrtrosemenLc, no hal¡ia tlínsiLo

clescle ia existencia al plano clivino, el plauo de l¡s icle¡s; rigrtlosilDiente, no h¿rbia una experienci:r cie lo eristente cle cloncle srlr-

gieran icleas c¡.re condujeran luego a un nivel cle exisrencirt nlis alta:

Ia exisrencia clivina. Iste e¡a el único carttitto qtre poclia aspit-ar o

Page 72: Desde La Religion Al Humanismo

ti6 Jü¿¡ nn.dx¿, DESDD L,\ R¡,Lrcró¡- ¡¡ ltüri^n-'rsño

r-esolver filosófica¡uente el problema que la ¡eligión resohía a slrmanera. Pelo, Platón se las a¡reEló cle ¡n¡nera clue clicho pllnqneclaba fuela de lrrgar. Il alna irunlana habia cstaclo cn r.elaciónclirecta co¡r lc clivino; habienrlo clescen<liclo al mri¡(lo, enco¡tl.lbaen ésle las cosas selsibles, que le hacian ¡ecor-cl¡¡ esa experieltci¡.No se L¡ataba cle icieas quc sLttgelt en la sittración existencial clesrlcella, las cualcs brrscan luego calnilto ltaciu un:t e\istencix ¡¡ás alt¡:sin Ia expelieDciir pr-eYia cle kr clivitro Do hrbíli posil>iliclart clcascenso clcscle cste nun(lo hacia lo clilino. Si sc consiclera¡e h clor:-

trina platónica co¡lo L¡n¡l prueba cle Ia cxistencia clc Dios linicnrloclesde 1a iclea, entonccs, l'tubiera en la pnreba lo clue k>s lógicosllaman círi:ulo vicioso; es clecir', plra probar la exi:Lenci¡ cle Lr cli-vino se emplea co[ro Luta plernisa cle la plucbir aquello que se

tr-aLa cle probar: la existencia cle lo divino.lsta consiclc¡aciritr es una indiclcióu sobre la ¡rroltlbilidail si-

guiente: Que habienclo Platrin llegaclo al piano cle lo clivino siurecufl-if a la ruta qtle nosottos henos eDcontaado como ca¡rino ot¡ligaclo para la existe¡icia clc los clioscs, lo riiliuo, o cualquiera clirnen-sión tle seguridacl, puecle entonces haber pasaclo a esLe plano re-cr¡¡¡ienclo al exlteclientc cle la rcligión, es decir', yc¡lcio clescle laiclea a la existenci¿r por-cl can'tino cle la irlaginación. [.s¡a inclic¿-ción aclquicre lalo¡ cna¡rclo ex¡rninantos rn¡is cle ceLca le ¡eo¡i¡ cle

la initacil;n coDro.elación entLe muncio sensible y munclo inteli,eiblc y la teoría cle lx cxpericticia ltlcria de las icle¿rs por el aln¡ht¡ttt¡¡ta.

Sobtc la ¡linera teor'ía cabc, en prirler lugar, csta l)rcgunt¡(cle las otlas no es neces¡r'io qlte nos ocupemos aqui) : ¿Cciuro sc

cl)nsLitLr)'e la serrejlnza? L;tán enfrcntacios los clorninios cle lo sen-sible y lo inteiigible; hay entre ellos relación; Platón ha ensayaclocspccilicar sobre esta relació¡r hablanclo lrn¡s l eces cle participeciór.,otras, ale ir¡iLaci¿)n. Pe¡o nuestra pregrrnLx no ¡pultLa sobr.e lil es

pccífica lelaciór'r sir¡o soble el plincipio agente de esta ¡elirci¿)n..rSe constitul'e pol vir-Lucl cle nn ascenso, es clecir, debeuos postulei-una cliniensión de lo existente (uDa rnateria o aleo así) , que tienela espontaneidacl cle alcenzar el plano sensible r-ealizanclo descle

si la imiLación clel plauo inteligiblc? Is clalo que Lal respuesLadesplazaria casi toclo el inte¡és a esta climensión cle 1o existente yriipicl:rnrente esLaríamos (lisl)uestos ¡r aceptar, coltro acepta¡nos str

espontaneiclad de asce¡rsión, que ella rlism:r contiene clentro cle si,implícita o potenciallrente lo sensible y lo inteligible. ¿Diremos,:,lrcrr¡rrir'.rrrrenrc, qrr, r.rl t.lr,iórr "c cor.titu)e l,or Llu., c\ljontr-

Page 73: Desde La Religion Al Humanismo

Pl¡t,,¡ ]t' )

,,ci(l.Lrl rlc tl' *cn'o it¡irr el l' 'lirrrerr¡ión 'l' lo in'eliqil'lel L"'o'

.Jr1"r,,",na,,,", rcIi. (leJ'o'ir rr cr) el (or:rlurl ll,isrno {lc lu ( lLIrlil

,r,"n,.,'"1'1" y I'ellP(lo I.r lrrerlle oliginill de L in'¡rer'[ec' iúrr' l'r cr

.i,t.ia"a y el mll que itnpeleu cn el ¡lr¡ncio cle aquí abajo Prta

.'. ,li, ' " ori¿err ,' lr ¡¡l ', it¡rr , rrl)L cl lr''rlrrlL, sen'ilrlr' ) e! lr " -

,f,, i',', laif,f., l:'r"¡ rr'' "¡'rú . ¡': r'errtcr'terrl^ I"'l lr;nS rlr,r 'l¡ r''

,or a"nr¡not, sino clue tectli-rió ll uDll ¡cl)reselll¿1ción esenci¡intelrte

¡ l,*i,.'.', "l ll'ilo ,lcl Dc rrirrtqo. Url li"' ir¡lrrit-' lo lta ¡'lrsrrt:"1o

,,,',i,r.,, 'i,. l,.irrLiqtrri:r ,1" Irnr:.' 'rrri',' rlrLtrr'llc¡¡: UI¡ l rtt¡ir'L

L,¡t, {. rlcr' rrcgrrir.,l'l l'r¡io lr^qñr'. ColL l¡r nlir:l l¡ l'llc'r'r cll

,lt ll,l"to ,orrtritrri'l', l'^r' l ' i.le' cl Den¡i'rtqo lr" lré¡lLo el Irlrrr-

,l,i 'lnc ¡\1,' rierlti:rrno. nlrlirlrrirl'r' lri(: lo Lr(l(lro rle ''lc lnrrl"loDrovicrr- Llr l:,' i'le.,s. l" rr.rlo * ,'rigilr:L ,lc le srrrr'.nr ir. t 'il (lrrF

i,'.i l'", I.o: L c\i'rcrl i.. L',lr e' ) lll'e\rrli' ¡q¡¡1p. 1¡¡¡' ¡'ccrrli rt'

nrezclil (le 1o buctto y lo ¡ralo Y c[ verdild, debemo:j r-ecollocer qtlc

el Demiutgo lia hecho cl pcor cle ios rntrnclos posibles: el tlel str-

r,l('0lu nu c" l.' ¡, rrL" ,1. e ' ir i,l.,l ,¡trc lr r1 ,tr I' er.'tctrlc: 'lm,l ,',l,r"n'o cs cl t¡'rrlt r'1, ,le e'L:r rrlez. l:, q re lr'r rle'lo cl Dc

niurgo. Polque es ii l-aíz dc esLc IDodo (lc esl¡tr constiltliclo el mllll_

clo qrre aspirauos neccs¡liattlenLe ¿rl l¡ictr en l¡¡1to que, talrrl)iélI

¡re.eaiLria¡lente, (lebcmos sol)o¡lar- el lr1al Y esta contlx(licció¡r es

1o quc llarnamos cl tnal sLrPl e lno. Cll¡r'o estli qlre no sor¡os pcsi-

nrisias: Si hlbhnos clcl urrl str¡rtenlo es aclopLanclo la ¡rerspectiva

lrhtcinica; es desclc estil PelsPcctiva qL¡c sLrrge la tloción (por ello

irn tanto litcraria) (lel rnal sltPrcrno Y lo qLle imPotta es ser-rallr-

lo así descle csta Pelspcclilx y colcluit-qne cl Dcmiulgo hizo e1

peor de los tnunclos, porque hizo cl niulclo .loncle el llral suPlemr)

cs ,reces¡rio 1', a1 fin rlc ctlellt¡s, lx m:is lllla experienci¡ Curioso

nlun.lo ¿ste cloncle la tllis alta erlleriencia cs i:r ma)ol c¿tlarniclacl.

a;lulo cstí cluc I'latón sosleuia la irosibilicllcl cle cxperiencias m:is

altas que éstas; pero parir lenelhs e¡¡ llcces¡lio clar 1e cspalcla a

este mundo.Cie¡to, se poclía clccit clrte cl trlttnclo eril ¡Penils I'lD Lriillsito Pelo

esta e\Lr'¡ñir (loctriD¡ imPlicabx cLresliolles nlhs clificiles cle ¡esol-

!c1- ),, conro r'eremos, ttansfoLlltal¡¡ eritl en cos¡r ltt:is gtár'icla el es'

¡rectro cle ia religión quc hacía srL ni(lo cl la lilosolí¡ platónicr.Ln rerci¡cl, 1a el sinplc enunciit(lo cle la cioctriua clel couocimien'to plerio y cli¡ecto clc lls iilcrs llol el ¡lrra huiurn¡ hace u¡ra irl-clicaciórr sob¡e h cuesrióll (iel tr¡illsiLo. Cou estlt cloc¡¡ina, Pla¡ól]daba lbierto lrrsa¡ a r¡ua gtandiosa re¡lresenlación religiosa: la

del al¡a humar-ra coüro slistancil seParacla clel cuerpo y que liene

Page 74: Desde La Religion Al Humanismo

-'g

Í73 lran R¡L¿to, DIrsDr L\ ltclu(rñ ¡r Hurt\¡_¡sro

su palliil ler(lacl€ra e¡r un lugar ceieste. PlalóD to.los lo sabc-

rnos- sosluvo csta cloctrina, ¡\ho¡a el Deniurgo no Lelli¡ potqué exp€rime ntar- i-e uror'(limienLos ante el munclo qtte habia clea-

clo: por pósirro clue Iuerl, las al¡nas sólo estabiln clc lt:ilsiLo q¡1

il. Desglaciaclame¡rtc, lhora caia cie ¡eclouclo una lllcgurlla sobleia ¡¡zón cle este tr-ínsiLo. ¿Pol qué tiebe ciescenclcl el ah¡a huntruacle un lugar-lan conLoltrblc 1 absohltarnente pcrlecto a esLe lrtLn-do cle imper'lccciones colllccciouaclo l]or-ei Dernittr-go? La altelna-tiva cle una espoDtaneiclad cle clesceuso, vigenLe en l¡ clirnensió¡r

cle lo clivincl (alrernaLiva que rlt;is ilLI¿is llos alrevirrros a r-ccltazar;,

¡palcce nquí con L[14 luclza cle convicción inesperach L¡s ahrlas

enceLlacl¡s eD sus crLcr-Pos sulte¡ aclrti al:ajo, pttesto clue clcbcrr

1-raclccer si<1uier:r el espect.ictilo del cielecto y el rDal, Lan contr'¡Lioa su natL¡talera espir-itual. Las allnas no Pr¡eclell, pues, hallelLolnado vacaciones para clar un !islxzo a las ingeniosiclaclcs clel

Dcrniulgo. ¡\ la velclacl, cuan(lo el Denirtrgo hizo el munclo, loclue hacíii er'a un calabozo lleuo cle a¡raraLos tle LoltLlra Par¿casLigar ¿r las alm¡s. Las almas, PLles, htbíntl irtctllt-iclt>, antes cle

elltrar el1 el nun(lo (esLo es tógica pu¡-¿r) en Lrnir rllalil accióu o,

rn:is .¡rrol>iamertte acaso, en r¡¡)a rllalil tlisposición; ¡lot ello se las

castig¡ba. De [trrter'¿ qrie el mai elllraba eI el cielo; llli tctliaslr !elcll.ler-o o¡igen e1 nirl. In eslo, I'iatórr llellba Lrs cosas mrL

cho urás allá c¡te 1o hacia tr{oisés. Só1o la rel¡eiión cle los :iltgele'puecle pelrnitil la compar-acióu con Ia trtitologia leiigiosa hebtco

clistirn¡. Ll clilerencia reside e¡r clue los :ilgcles mirlos ltlelollcon(lellallos ¿ cxclena Per-pcLrLit no ¿ Inel-o exilio.

Velros, pues, citrc PlaLtil rccul¡e nuevarnellte a Llll criPe(licnLe

caractcr-ístico cle la religiórr ¡rara erplicar el t¡iillsito (le las ¡rlnIiLs

pol el unalo. CorDr¡ cd el caso clel Derliurgo y el ill]ra, se lllrtaaquí también cle unr (le hs iclerts mir alt¡s cte l¡ r'eligiórt: el mitcr

de la caicla. Pa¡a s¡li¡ de esle ¡Ittndo clel¡enros cancclal rtlllr cletl_

da; micntlas no le¡liccr¡os esLir t¡re¡r acltrí ebrjo, conrPlelatrrentcy bien, clebenros pctlllanccer etr cl tlLlll(lo. Si utla vicll llo b¡stl

l'¡l.r r.fe lr.rLiljo, llC\' l.lll,,i,1,s. lr'(\. liltll¡\ aorn,r ser ll€iCs linSurge así la cloctrina, taurbién religiosa, de h transmig¡ación (le

las ah¡as. Jiinalrrrente, ) l)illll tlo abtll(lal collsi(lel-i¡nclo tatnl¡iénl¡¡s concliciones cle1 aL¡¡ eu su 1i(l¡ tcll'crla clen¡r'o de l¿ chrcel clel

cuerpo, la.la irr¡ricle tlue el alna cltte c¡yó u¡¡ 1icz, caiga otr-ll

y muchas !'eces n¿is. Jrs obvio qrie par-tiel'¡clo cle aquí se llttecle cllt'lugar a otr-o rlrlilo Icligioso: el clel eler-no IetolIro

En Piatón hay, entollces, una conscienle y tambiél itlteligenLc

Page 75: Desde La Religion Al Humanismo

Aristóiclcs i9)

^.-,,rr,ióu (l( lo, e\l,e,li(lrr,c ¡,irre Ic,rrllc l.r léliqiúrr' I'or lo,lo'll'1,

".,'lt" .r l¡ vi.,;r, srr \ ieI r :, la leligiúrr te'rtltr ltrtrrl.'n¡crrr.,l'

,;",;1,;,;. ;, r¡lot t órr 'lel trrrrt"lo sen'iLrlc"lc l¡ vi'l'r cotr'li'r¡

i.',"",i,f,¡ ,oti,li¡ '¡ r lr ex¡,cri, ¡¡r ir 'oti'li rr'ri lrcru r'rrir¡gT lr,.,,,

-.,,,' ,,,, l,l.r\ilr¡r ¡e cllr llell ¡¡ la t'r¡'crr"lor''ti"rr qll' l ' ¡r

,,"-]" r"rrn 1 srr obieto, lo inreJigible Si lo ilteligible lenía Pucsto

,.¡¡c, lo nlris alto, io clivino, hnbía tlos cnnrir)os Pitr¡ sacar it l)l-tle'

b¡ su crisLerlcia ) süPeral de esta ¡naueL¡ filosóIiclmeute el l)ro¡i"rt" ,ta la religión: O se plsalll dileclamente tlc ia r¡zóu a l¡

.anl;¿"¿ ¿a lo inteligible, co¡11o lo hacia P¡¡mÚllicles' clesco o-

.i"n,to tu exislentcr y tlotan'lo dc esLa üranel-x en la pltra abs

trr,,.ió,t; u se Pa¡tíx (lescle lo setlsible sacan(lo de allí las irLerrs 1

rclr,lo ,Lü,,1, r 'l ' ¡ Lo 'livirru l'e¡o l 'r i'lc rs to¡r ' l'lo'l'r' to es'

.1,'rjr.llncnr. u prrrir ,lc l.t existencia ¡esülL¡b'L11 irtcteíLlcs Para

It^L,in 1y dcscle lrtego, tio srilo prr-a ól) ; ta[rbién rcstl]t¡ba inctei

blc l¡ i¡lc¡licl¡cl ¡rbsoluLa de 1a existcucia; con tai cotllbill¡ciótl,

la srrirct ltci<itr filosótica dc la lcligión resulLaba itrrposible; er"

r"nt.r <1,tc r-cstllulja llcccsali¿t la clirl¡ cle la lilosolil crl le religión

xIl¡

]\RISTOTELES

,\r'isLó¡elcs -no irnPoltir locl¿r\'íx que lo haye loglaclo o no- se

plopuso elimiuar el tlrt¡lis¡ro pllrónico ellLl-e lnttn(lo sensible y

irLrirdo inteligible. Ils I¡mosa su polúrrica en co¡Lt:r clc las iclc¡s

l)latóDicas, ¡u1lquc ll ler_cllld es que Platón clil Lalt collsciellLc co)rlo

i\r'isLótcles, o acaso mhsr cle l¡s clilicuit¡cles (lrle i)o(lí¡n opollclse

a sr¡ alocLl-ir)it. ArisLótcles cllcollL¡eba qlle llI nleLalisicli clc ilts iclens

coDstiLuía uu clesclobllrnie¡rro sin razón ), xdel']riis cle cllo, str¡ler-

[]uo. [,sto lo clecía ilicnL¡as criticaba; ir] 1)roccder, c¡r c¡nlbio, por

sLl clrellLaJ poclía (si se 1o proptrsiera) \'erilical cLrrirl lcios se encolt-

tr'¡ba el crítico clel terleno mis¡lo y atlli¡l injtrsta IcstllLaba la acu_

slciril clc super{lui(lad. Is cictto clue la cloct¡irla platónica pLrccle

jLrz¡J"rse coniicierando ilspeclos clifetentcs; pet-o tlescle qile clcci(;

ir,,,in ,"r- 1r.o1r.,"rta coüo Lrlt sisterna col¡Plek) cle lilololí¡, cchír

sob¡e sus hontbr-os allas lesponsebiliclacles, 1' clebc set juzgada necc-

rl'¡,nr¡fidts cslabr olrligido ¡ dtrconoc.I lo cxistt tc (h r'¡lidrl s¡t5iLlc v mru'rl) p'rr, Dri¡c;pio.l. i¡ id¡rti¡l¡d de ser y pcn:a.. Dando rrdiantc estc fr¡r'iPjo tur¡'/r dc pru'b¡r\i$r¡cial a la,a,ón aseljuhb¡ ln rcalidxd dc lo inr.lisiblci Drro sifndo lo c\is!'ntc 1o u¿1il

I rrin(hhlr. i JrosibL obi.to (l"l pc¡srr, ru Podí¡, rnqu. quisicri, darlc '\ine"i¡

S¡ h¡bi¡xrctido lror í lirtd¡ l,¡,nra

Page 76: Desde La Religion Al Humanismo

[ ¡ic /rd, Iiira,o, DLsDr. u lirlrctó-- ^'

lluvr¡.'rsno

sariar¡e[Le situ¿]rn(lose e[ el punto (ie vist¿r de ]o m¡is ¡lto. Si lafilosolía platóDica tom¡ba tanlbi¿ll en sr¡s lltanos ql ltioblc¡r¡ ¡1g

la si¡uación y clesLino clel ho¡nb¡e en el rDLrndo, cnLonces, (lebía

sel jrrzgacla ¡rol io menos a la altu¡¡ cle la reiigión. -É\honr l)ic¡, erj

mn1' clucloso que en estas altu¡rrs el desclol¡lamicnto c¡t¡c ia i.lc,ry ia existencia o, mís bien, el enl¡e¡rtamie¡to clc 1l existcncirL icle¡11

¡ la erisLenciir errpír-icir sea superlluo. Nliis inclinaclo, por el coli-trario, se sien¡e uno a pens¡r qLrc es¡c clcscloblamienLo en lalesco¡rciicio¡res r-esulta ¡lecesar-io.

A nosolros, tlescle lrrcgo, iro nos colresponcle aqrri examinlr.a lqlargo y a lo ancho la filosolía ¡r'istc¡rélica. In relación al puntoque nos irrrporta clebemos ccrnsignar- la nrayor leloiación qus eD-

cuentra l¡ cxisLencia en este Iilósol¡r y su plop(isito cle explicur-conagutlas observacioncs y experiencias bs Icrrór¡ellos niltLl¡¡lcs. P1¡-tón estaba clenasi¡(lo inclinacio a soltctcr el luundo y ir e;{istcllciaa un tr¡aLo ercesivarnente especrrlativo; aqtri abajo imperan cl lo-ser y la mera opinión per-a Platón; e:i s(ilo r¡ir:rnclo a lo alto tlrrcpotlenros enLrar cn la verclacl y en ia riencir. 1\listótcles, el1 crLnbio,nos Iia ciejaclo extclsos t¡ataclos que Ievelart un esltilitu culioso(le las cosas concretas. Daba mLrche iorporLancia a aquello queclescle los tielnpos de Pa¡ménicles llennba <le tct¡o¡ a los hontlt¡csespeculativos: el cambio, el clevenir', e1 clcs¡rr'¡ollo. Elaboró utracloctrina dc lls c¡usas con el propósito cle explical el clereni¡. I)ecírque to(lo l)loceso de gencración irnplicl cuatto causas: rLn¡. mete¡i¡l(el blorrce, pol cjemplo, con que se irece la estatua) , otra Iolural (lriclea o fo¡ma clue esraba en la nlentc .iel esculrol), otla e[icientc(el esculror rrisl¡lo qtrc rcaliza h oltr-a), y unl filal (el ltro¡uisito uobjetivo: l-racel esta estatra) . ReclLrcia l¡s t¡es últim¡s ceusas ¡ srilortna o, n:is bien, encontraba eu í¡rtima unión I¡s causas fo¡urLl,cficiente y fin¡l. Po¡ ejenpio, la iclea de Ile¡mes en la iunginacicinclel escultor pone en rnovimicnto a ésLe cle manc¡a apropiacla a

ella misma y constitu)e ¿rl mismo tiemlto, clicha itlea, el fin qrLe

el esculto¡ se plopone realiza¡ mecliante ln malcli¡. Iiorma y mllLc-ria se conect¡ban con la poteucia y el acto, otras clos nocioncsacuñaclas por A¡isLóteles. La m:rteli¿l (la madera, po¡ ejemplo) es

la forma en poLencia (contiene la posibilidad cle le mesa) ; la fo¡r¡a,por su piute, representx la realización cle aquella poter¡cia, es cleci¡,el acto.

En esta ma¡re¡a cle analiza¡ ul hecho u objcto existeDte cual-qrriela, vcnía implícita una leprcsent¡ción clel cleve¡iir. cn rélminosde progreso o ntovimienlo ascendente. Aunque en la [aturaleza

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8t l

babi¡ gc¡re¡¡ci<irr y cotrupciótl, poclíamos rePlesenlir¡nos c1 proceso

"ntato-.tal uuive¡sc co¡tlo un ¡¡ovirnieltto ascen(lenLe, tln Paso (ies-

,Le r,,r objeio a lealizaciones m¡is altas lesPeclo de las cuelcs clicho

,rbic,oer'.. llrct'rnr;rlctir'l.¡,rir'i;,i",lceicl.¡orinriertto ¡l nrotot.

",,.fr.,,.¡'"',¡¡r:1,1o ¡ror l¡ torr'r'r' ir I e I I L i I it ¡

' li I I orr Ir r¡L¡¡, eli'ietL-

Le. Dc nilner¿l erlLonces qLle, (lcscle la ürale¡i¡, lloclíatnos rept_esen_

tarnos el l)r'oceso c¡rLero clel lrtinclo colno 1a rllla e¡r qtle ]'an

realizrinclosc toclas las posibiliclacles, como una sclie .le aclLraliza-

cioncs sücesivas ctlyo Pllllto cle ari_ancltte es ia l¡rateria. A-ho¡a bien,

coolo 1;r tnuteria pritletit es ¡lLra posibiliclacl y e1 proccso se en-

cüellt¡¡ ployeclaclo hacia ar¡ibl v moviclo clescle ¿i¡r'ii¡a es necesaiio

qrrc,r ':' ,;,rril--,..n rrrr prin, i¡,io, v cs rcc'\'rlio lrre c'r. ¡rrirrri¡rio,^.¡, , rr r.l ,, iÁ¡r :r i:r ¡cr ie tle terli¿:.r iore\ lrre s¡ irri, i r crr I r r¡t rlc-

r.ia, el t¿r¡rrino cle la serie. trsLc pr-incipio dcbia, a.lentiis, sel un¿r

fortrl y, evicleuLetrente, lltlr for'¡ra sin lnateria, u11;r [or¡ra pttra;y tlrubi¿n, cor¡o cacla término fePrcscntaba ltna acLualización

c1c lx nirteria, el pr-incipio o noLor últino clcl clevenir, (lebía ser'

acLualicl¿rcl, pura acLttaliclacl, Finaln-tente, este principio clel¡í:r exis-

tir y c\isti¡ separatlo de 1a nralcri¡. ll.e srtmiettclo, el devenir, el

cambio, el clesr¡rollo cle la natr¡¡¡lezit enle¡i¡ los exPlicaba Alistóle-les ¡rr:r' la accióu cle un principio que eLir fol-rna plr¡a, acLo PLrro,moto¡ ql¡e nlllere pelo qoe no es ya a slr vez moviclo; el elccto cle

este slrmil exislencia ela pr-ocLrcir unir ¡sPi¡aci(ill hlcia ellrt; cle esta

m¡l1er¡, l:r materia enlr¡bx en 1a í¡Jnca rlrLx cle la acturlizacirin.Pclo, es obvio, no hal¡ia nir'tgutta cottsrttrecióu efectir'a; en los

clistinLos niveles cle 1¿r existerici¡r (natut:rleza y licla, cn e1 mu¡rc1o

subli¡na¡; molilniento circular perlecto y eter'no, e11 el mul(l()cle las esferas celestes) se eneenall_aban procesos de :rsccnsit'rn tlttelle¡Jo caían sobre su plrnto inicial- [,] ciclo era irnpetlecto y ciceo

en cl ri¡rbito cle los clernentos (Lien-a, agrra, aile y ftrego) y cornpreD-clil el r¡cro canrbio cle ullos err ot¡_os; en el caso cle lli liila, queclirbaésta encerracla eDtr€ los Lél-minos tlel naciuriento y llr rnuette, potmurho que la "viclan cle 1a especie puclie¡a ser etern¡; en el nivelrtii'rs próximo cle 1a Jrei-Iección -los ¡stLos y las estlellas fijas-esLal¡a una insípicla monotor]ia que nacla bueno augur-aba sobt_c

la fonua cle vicla del motol primer-o o lotm¿ tle las formrs: eslabeun novintiento ci¡culx¡ percnne, un etelrro est¡l siernpte en el

comienzo y siemple en el Iin. La m:rle¡ia, ento¡rces, se clesPer.iiglbxen 1os clilerentes niveles y al tiernpo qLle, en e1 nr¡.rnrio sublun¡r,¡erLlizaba lo¡mas rnás altas, caía en lormas ir,lis bajas. No lcníamoscle¡echo a esperar, clacla 1a luelza y cviclencia cle 1os l'techos, nin-

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I lt? /rr,, nif,4d DrrnE ' \

kFL,n,o i.\, I{ri\r,sro

gu¡rr verdade¡a consumació[. A la ve¡dacl, y clejánclonos un pq¡6ilevar por las Irases, el Dllrn.lo uatur¿l cle ArisLóteles, con ho¡nl¡¡gy lotlo dentro cle é1, resulLaba, ciescle el punLo cle vista clel princiirioy fin írltimo, una especie cle cir-co cle r a¡ieclacles cloncle habi:r u¡¡plocligiosa r¡nltiLucl cle maueras cle par-ocliar- la vicla absoluta; cenmás o menos b¡illo, cr¡ toclas ¡rarLcs sc n¡ostraban i)royccLos (lcenl¡¿r en aqLreila vicla perlecta; pe.o la elcctiva cotistunación lropoclía prochicirse. Cier-to qrte habia una escala ascendente que llgy¿.ba al cielo y ofrecia un panoralna cle convetgeute r¡riclacl. Pe¡o

habia mr¡cho cle est¿itico en esla escala. La licla electiva se consu-

¡¡ab¿ clentro cle cacla uno de ios pelclarios; no habia r¡rra intelnaconexión de vicla en el clevenir. El honbr-e, nhs o rnettos en situa-ción cle equiclistanci:r respeclo cle los exLremos que habia en cstaescala, tenia la notable ca¡raciclacl cle per-cibir su )iurilla< y su

'abajo<; pero no estib¡ cle ve¡clacl obligaclo a teconoce¡ rttta ttni-cl:rcl cle r,icla ascenclenLe rlent¡o cle l¡ escala. AciemlLs, hacia abajoclel hornb¡e había cl cloble molir¡iento de asceltso y clesceDso quenacla propiciabl soble üna genuina su¡rcración a patlir cie la lt¡-teria; y hacia arriba clcl hombr-e, en cl mtln(lo cle los cuerpos celes-

tes, se manilestaba r¡D nolable conlolluismo que cerraba y ¡enraclta-ba la posibiliclacl cle u¡a cor:jrLmación efectiva.

En unl p:rlabra, r\¡isLciteles seprl illlr la forma prua clel tnunclo

mateliai. I-Iabía algo en 1a ur;rteria qtre impeclia Ia co[srtmación;o había en €l motor-primelo unx falLl (le vollrut:Id para llelarla a

cabo. El moto¡ pr-inlelo rnovíir sin moverse; tocla salicl¡ ft¡era de si

signi[icabr el colapso cle str perlección. El moror Primero ylciapelfecL¡nlenLe en si, rer¡Dí¡ .or¡o suyils absoltltamente Lo(las sLls

couclicio¡rcs. Si el r¡unclo se movia, o simulaba mo!er;e, a travésdc una esc¡líI, no era e¡l razr'tn cle un¡r ¿rcci(i¡r 'luci¡ aflrela' clel

nlotor printero. Una acción 'hacia afuera' clejara la iutegliclaclclel motor prilncro subolclinacla a algo ajeno, cle moclo qlre noseria ya en sí actualización pur-a sino que el mrtnclo sería slr maLeria

y elltrarí¿r en sü clefinición. Po| lo Lauto, si el tl]un(lo sc ¡lLteve €s

porque aspira a est;r lolrra prlra que eslrt eu sí y ftrerx.lel nllrn(lo.

¿Qué activiclacl es ésla que yace en sí misrna y es Prrr'a irctividnd]Uno poclría decir': es mer-o molilnicnLo; pero no hay moviürieltosin matelia. O es me¡o apetito; ile¡o no hay apetito sin nraleriaO es me¡o senLiüieirto, mera sensxción, ¡nera PelccPción, cleseo o

lolición; pero nacl:r cle esto puecle haber sin matelia; Loclas las

activicln.les enul¡er':rd¿ls estiul en defecto resllecto de la condiciólrcle 'en sí' que irrrplicr 1a acriviclacl pura.

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^ristótclcs B:3 l

,\¡isLó¡elcs soslr.rl'o qlle esLa activicla(l cs Pellsan1iento, y Pellsa-

tniento 1-rttLo. 1\_osolros, los ho[rbres, hacemos a ca'14 Paso 1¿r exPc-

,l"n.i",fr" ll¡nl¡mos lleusar'. SomeLemos los conleuiclos clc nuest¡¿rs

c¡ns.rr'ioll(\ ir Plo¡c\()5 '1rt. s"n cx¡'li' itl rrrettt' ¡'crrt:rm rrrln Pur

"i.,,-r,tu, ,li.'irrg',ilrlñj I rrrrc 'lrietu ) ¡r'iLrllo ) ilirrrrxrrro' lx ili-

úr.n,i¡ ,lel .rrriblro er el \ricto Irr,,lixlrlc rrr jrri,io /'le,i¡lro'

oor cje,,rpJo. "SóLrJtes es l-'L'nco') Se¡ralar y a 1e lez reuúir- el

J,,¡",,r"V , r ¡tr iLtrt. err trll irli( iu lclrr¡5'lrl r rrrl (lo le l.'ctr¡ rrLit 'L-

iol Átrut" -y éste es un Punlo iu'lllor-La[te )a A¡ist(iLel€s sostr-¡vo

íLre al perls.tr subenos qLle lrens.llllos; es decir, en el Pensxnlientoá.ru¡c,"'. lcrúnrc¡ro,le in,rlcrrl¡lri,',otr*,ttett,i.'s 1'rrrr l' lilo"o-

Iía: somos conscientes cle aqueilo que esui realizlnclo ntlestra coil_

ciencia. Ijesarrolielltos cslo llll poco 111ás: Pol ejcülPlo, solllos corls'

cie¡tes cle que allí hay ttn árl¡ol lsra coicielicia nLleslla es (lesill_lo-

lludl Pleuamcnrc ctlall(lo se hacc jLricio elistencial y tlice: '\lli iral

¡n ¿irirol. NosoLros Poderllos sct couscie¡lLes clcl át-bol qne hay alli

coI1 ejcrcicio clive¡so de ntlesLr¿ con.i(]ll.ia. Poclct¡os ser collscieDLes

con Lrll 1a8o sentimieDLo c1e prcscncil y cleterrtitlación clc lo que

hay allí; poclctut;s sel conscientes clir_igicnclo ltLenlal¡entc llLlestrll

miiacla 1 pcicibientlo; pocleuos sel conscienlcs llclatlclo al mrixi¡r'to

cle c<plicitación la siLir¿icióü ell qüe esllmos, sirc¡nclo ¿r la situaciótl,

por clecillc-, ¡si, su n¿ixiú]o cle tli¡iclez y (lecl¡r'¡nclo: 'Allí hay un

ri.bul.. lj, en este PunLo cle má{iDr¡r explicit:rción sitrtacional

-cll¡nclo eslal¡os collfronLllll(lo mccliante el juicio 1o \'eI(lilclcro )r-etir¡nclo l):¡rx cllo ir ttn plirno cle collcctrtración nucsLr¿l PloPi¡subjetii'iclacl- que se hace a su vez grr'tviclo y ligcnte Ltn tllrel-o gr¡clr¡ cie la conciencia. llsLe rtttcvo graclo vieue toclaví¡ irllPlicito )colDo los anLeriores clebe salir a ltl7. Sc tlllt¡ tle Llllr toll'iellci¡len que soy yo ahor:r el objeto. Poclemos tieci¡lo na 1a atistr¡télican:

en el sentiuriento h¿rbi¡ nna posibilidad quc alcxlrra e1 rclo en 1¡

sensirción; eu la sensacii¡r cncontralrlos la rnltcria rlel jLricio; el

juicio a su vez, o el juzgar-, tiene el cleslino de scr lx matelia cle un

;r,,ero 1re[samieuLo: clc ser el Pellsalniento de tln Pensxrrie¡Lo'Ll activiclecl seriaclíL e¡r té¡nrinos cle xcLuillizació11 encLlerltr¿I sLl

1>unto cie prrticl¡ eD el senliDliellLo; y el sentinlieuto, al Ii[.cle.l.r"rrL"r, a, un huúrilcle Ietló[rello eD ei mLlnclo cle 1a eener_¡ci1)l'l

y la coriupcióu. Por nny enculrblxcla que sea la ¡LltocollcrencLll

(1ue asi uombr:rr-r los lilósofos al peusatrrieirLo clel pensamienro)

pirece incluclable que tienc orígeues hurnilcles Sin embergo, pate

ce inciuclable tambión qtlc hay rocla nlll 1:rdia¡1le a1)x¡iclrcilL erl

esta cr-iatu¡a. Utlo cli¡í¡r qLle eIr 1a ¡rltoconcienciir hay tentacloles

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I cl J(¿" ¡lir.n,, DnsD! Lr

anuncios de libertacl, como si err ella cl cspilitu e¡lcontrarr sLr

c€ntro y atisb¡ra ur-r clcsti¡ro ciivjrio p:ria sí. L;r sugesLió1r cls i¡,ar¡toconciencia es casi iircsisLible, y Alist<itelcs uo pocli:r cncoltl.armejor ¡ep¡eseDtacióD hur¡ta¡r¡ tlel ,¡\bsolu¡o (iLre ésta. Lir forll]ir delas formas, el motor prirncro, el acto pul-o, Dios en rurl ¡,a1abr'¡,es Lrn ser peDsarlle cuyo objeto es él ¡lisoro. )' no llcg,! Dir¡s a laauLoconcieircia co[ro ilcga cl honrJIc, cllle e[ su -rith tcritica ¡¡¡,cue¡lna la imitación m:is pellecLa de 1o ciivino. Dios cst¿'r cLelna,

trrellLe en si, es activi(1a(l i)ula, pensanliento pulo cic sí urismo.Y no tiene nacla que ver co¡¡ el ¡nrt¡rclo, aunqLlc c1 llLLnclo sriloaspila a Dios y sólo exhibe toclo lo clue exhil>e ¡ror-c1ue Dios ev.iste.

Nadie puede discutir c1ue, con ,\¡istóteles, esLlmos bicn lcjosde la imaginería cle la religión; naclie puerle cluciar cle que sea

óste intenLo a¡istotélico torlo ul clespiicgue cle talertro Iilr¡srlficcr

pala lespo[clel al plobleura que 1¡ r'eligión resol\'ír a s¡-! ln¡]reir.Dios existe; hay, pLres, una (lil¡cusióu olljetivii con lx cull nicclirnuestra iclea <le la segurichcl. Y esLc plano clilino existentc no hu

saliclo, apai-enterrente, cle ningu[a ol-rclrción fant/rstic¡. A lirs icleas

se respon(leJ si no con el conociDiicllto, siquiera cotr 1a espccula-ción o con rlna nlezclir cle ar¡bas cosas.

Cierto que el hr)mbre ciLticre le segLrt'iclatl cle su vida, lspilra r¡n clestino lo miis conc¡cLo posible y no esti clisirLlesto rL abardonat aspeclos esenciales clc sr¡ unlutelcza y estrechar asi lls cortcii-

ciones (le su seguriclacl. Pol toclo esto, el h,¡t¡rbte siert pt'e miiarricon clesconfianza hacia el lugal lcaclil¡ico rkrucle estriu l¡¡s [ilósolos.Sin enbx¡go, alrnqr¡c [ue¡a esLlecho ¡,clil.icil el car¡i¡ro que con(llrcca lo clivino, cle existir', todos qrreliarnos se¡';uiilo o clel¡e¡iarnos

hacello asi, Los {ilósofos pretcncien rlrre ia seguriclacl sigüe lx rL¡tri

clel pensarliento. Dcjantlo cle laclo l¿ cucsticin genet:Ll (cle erarni'narla, vale Drís qlle esLo se ltaga clespuds cle uu exatitcrl cspeci[ic()),irrporta consicierar lo que olrecell: Si los [iltisoios clernostlat-an a sL]

n¡nelr la existencia cle Dios, con ello sólo jusLificatiau todo sr¡

rlrbljo y "¡¡i1n ülerc.LrliJte{ clc trtrq,rro Ic(ol.o' inliLillo.

xvARTSTOTELES

(C ott tin u a ció n)

¿Hir probaclo A¡is¡citeles la exisLelrcia clc Dios? FIay nrLchrs obje-ciones que hace¡ a esta plueba. En princr'lugar, sLrlgc l)or-si nlisnrx

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tels Bi l

r., ,onfrnnr.', i',r ,l¡ I.t lisi ¡li'¡' rclr':, v lr lsi' ' ¡to'lc'rr" Frr

,".,,,ri" ', 'rn', ,ln, ' 1 , ior': \ri'rúr' ' lro rornlrrt 'rrlió ei no\irlriel'

,",,"n,'1,¡¿ r.'l:r ''r'ri rrl ,i' Il 'le colrll rlrns rlr''o'.Lli lo 'c'olrúrrrc-,t,,. .,t, ', :'l':'jo tir'rr['r- rr'ili¡l¡n. 'rrl'l'lrr: rrcl¡rtc cr' rirrc li'

,¡,,',;.,.u,', lllillro,cl'l:Iírlliclll¡lii'rrreo:lrrl,'"'lettltrrlorlll ',urtnnaini"t quc Daclic LorDa en cltcnLa eD nLlestlo Lier]tpo; rechezri

1¡ clot'tri,ra moiecr¡la¡, 1a hi¡lóLesis tlcL lacio; equilocri ia lcy de la

caícla lil¡¡e, clel ¡rovir¡ic¡lLo iner-cial; clct:ia qtre e1 air-e no pesalla,

,rr.c :r .,r,lL Llcm'nto .o'r^\lroll'lc tttr lr'irl n r'lll rl Lll trll:r l'rlr_l',,,,. ,','1,'t. c,¡rri!o' ,lo (''i ^ll to,lo r nr''lIlc r'r'rl o rlijo llrsi(lo ¡.ePt¡(lo lol la física t]lotlerlla. Ls ob\.io tluc la tcología aris-

tot¿lica se r-csienLe co¡-l esto. Aclet¡rás, ll ast¡onomía aristolélica

coloca el mtlnclo e1l cl cellLro (lc1 ulli!'er-so ) SLll)ollc Lrnls cs[eLls

ceiesLes crl nlo!i¡rjetlto ciicular y elerllo La aslrolloluír llloclerlla

lia claclc¡ al Ll¡ste con toclo cslo, t}ritanclo así clc tlna l)lt¡¡lacla toclo

el pfrno ccle.rc ¡li)lolcli(o. Trnt¡o,o lr''r ¡,'¡ c ¡q l"to c'mirlo

1r..,'¡.r Dio". l:i rrlmrrrlc. l iL r,ir ln^,lclrr'r l . ',[o':r'lo el ¡rgrr-

rnenro c:lusil1 elli clotlcle Aristólcles Poúia el ar-gul¡ento finalista

o teleológico. Dios lto cs rtna hi¡lótcsis llc'csaria Para la cienci:r

¡roclerna, cr-l t¡nLo (111c la cicncia ¡¡istoiólic¡ llo se Podría col¡-

nlencler sin Dios. I]eir¡ no es necesa¡io iDsil;ti¡ en esle vel(laclcrc)

ilcscalabro cle la cienci¿r ¡t-istotúiica ¡l P¡s;u-a rrr¿trlo clc los cientí'

licos nodelnos; Io irtiico rluc irnpolLa irlclicat cs qLle tlo sc Pnccle

seriamente poner ll plr.reba cle Dios clc A¡istóteles etl tlc¡reticlenci;r

clc l¡s leres qrle 1'eí¡ eu la rlalttr-elcz;t, ¡lotquc tales leyes, corno

.\r'ist(ilcles las suponil, s{ll1 lalsas clc urt cabo :t ot¡o

De¡clc una Perspectill, lii¡r'c cle la Iísica y 1a irstrotrolltíir ¡r'isLo

t¿licas, po(lelDos aprrnlal sin clilicLrltlcles hacia 1o que había cle no

cicntílico y así, t¡rnibión, ir:tcia 1o quc hlbía cic me¡¿metlle esP€clt-

l¡tiro cn Lr con csPo¡1(l ien le ¡1clalísicir. No qluiei-c csto clecil que

nosoLros valorenlos 1o ciclltilico y Iellll(lielDos lo meL¡tnetlLe cs_

PecrrlaLiro. Lejos c',e ello: io úuico que Ltrlt¡¡los cle i[clic¡r es qtte

ia lnetalisica arisrorú1ir:e esLrba llena (ic lo 1lo-cienlí[ico; irlcltrso, 1'

csto es más grave, hilcía clepeucler- lo esllcculativo rlo cle 1o cientí'Iico sino de lo no cientíIico. trlás aclel¡nte elcanzó ia ciettcie utl

nivel ¡n:is alLo y tlajo pol el suelo l¡ cielci¿r rlistoLólica; de rrl¡lrer:r

cllre yx no ei:r posible haccr-la experiencia de 1o rlivino a la ¡llalera:r¡istotélica polque hlbian clcsapareciclo r.lnls condiciolles cle esl¡

expeliencir, a sll)cr', la cieucie cle Áristóteles In verclecl, corllo ile'rnos inclicaclo 1¡iis aLriis, el carrillo cle l¡ ciencia apl¡[t¿rba clescle un

comienzo sollrc la rrcte nalrú¡lcza; dc maneta qtte eta iurposible

'.. ,.i. r-: t.\ N,iaiiti¡,Jj,t l \l ,.i clii!¡ltl¡i

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I 86 Jr¿r /iir¿,¿, D.5DE L\ ii.LIclór.. ,\L II¡n^NIsno

ponel Ia ciercia en lelaciót1 colt la lilosolia nrclitfisjc¡; to(Lr r-ela

ción de esLa especic era en el lonalo üo lrás (lllc lrn c()rnl)rolriso

qlle tirrde o lenprallo reletltari¡. Iso es lo cltre ¡lesci cn el sislctllii

a¡istotélico, clescle luego, no muy lernpr-ano y sí ¡ruy tilrcle

La experiencia filosó[ica clc ]o divitlo en Atistótelcs clcllc, etr.

tonces, ¡islarse (¿ser:i ello l)osible:) de .tna ciencia peliclitlchque, en la rneclida en clue irlplica aqtrella cxpetietlcia, lo único

ciuc h:rce es clespresLigiarla. CierLlmetlLe, Po(lcmos corlticlcl-ar la

pnreba ar-istotéiicir cle la exis¡encia clc Dios couro rtna qLre lcsrrlla

de tomal r¡n pr¡nto clc particla crl lir tlaLuIalczlt, consiclellilclola cle

cier-La ma[e¡a y sin (irre impolte plra lracli la acePlación o ¡eclt¡tzo

de este proceclel Por Prlrte c1c 1a cietlcie moclcllla Poclenos, pot'

ejenplo, clecir- qrte el movimiento uaLtlral recluicre clc tlll ¡lloLol'

que tnt¡eve en cuaDto el üislllo se cncl]ellt|l cn rroYillliellLo; (lue,

por'10 tanlo, dicho motor r-eqtriele otlo nroLor y iste otlo; qne, clc

"rl" rrr^n"rn, Par-ir que el lnof ilniento aqrtí 1'ahora se llrocltlzcx, lie

lequicrc ull l¡otor Pfimefo que 1ntle\ia sin lno\'eISe. Poclel-nos

hacer esta consicler-¡rción, Pero clebenos convellir e11 qtle úo tiellc

nacla clue ver- con la ciencia de1 norilrieúLo No es uás, clicha

consiclelación, clue lir conclusiórT qtle l_estllt¡ tle especttlal a patLir

cle unas nocioncs Llue heDlos creado iuspirlintio¡los trn Poco en i¡.naturalez¡r, per'o nrtl)' lloco. Tales llociottes solt i¡Ls cle rlrltLeria, Lol_

ma, potencia y acto; las de molir¡icul.o col¡o Pxso <1c ilr potenci:r

al acto y cle lotnra como nrotot cle este lrrolitrricnto, elc. En esta

per'specliva, l¡ metafisica alistotilice es la peor esPecie cle Dl€t|l[i'

ii.n; pot'qu" cleja 1a resp''Lesle a cuesLiones eLernls e¡l Ielación liuna captaciór cle[ecLuosa cle la i-calicl¡cl tr:rLtt¡ali r]cjl toclo su

Inlto enLlega(lo a la lrlonta c¡clucicl¿rcl rle tttlas nociones sobte lll

natrL¡alez¡r qne son mitacl ailr-oxinracirin y miLaci Iantasia

Peio hay otrl persPccliva irnllottante, 1' clescle la cual sc llcrcibcal l'¡rnrir¡icies que alentabl tocl:u il etr '\r'istóteles como io había

hecho en Platón, Polque las l'lociotles cie rn¡Lerir y lorma no cle-

bÍ:rn ployectarse necesalianenLc corno 1o hizo Ar-isLóteles; uncr

poclía ver en el Proceso, eli cl tlcsar¡ollo, en l¡ realizaciótr de uu

iipo, ,,rr" elrclgellcia cle lo en rrlgírn moclo 1a itlrplicito en la male'

lia. Pero Arislótelcs hizo pievalecer r-rna posición que tenie cle atlLe'

¡lano di¡ icliclas las cosas en arliba,v allajo T¡rnbién, el hot¡br-e

putlo sel concebiclo en términos cle lo nl¡is alLo, 1o más prtiximo a

Dios; pei'o hlbí¿r las esferas celesles por etlcirla clel nr¡uclo. La

Irontera puesLa entre las esle¡ls sitle|ales y el munclo srtbluner, ntle

flontera qr¡e contle¡taba al honbre a ¡'iri¡ en el laclo pcor tlcl

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i

Ar¡rótcl$ 87l

nll¡clo, basl¿l Pa¡a conlenir en cltie cl 'ajl:i ilrribx< y "el aqtlí

.,¡r¡". at. IeJ,l,.crrl.cio les q.c \ri ¿rcl' s LUI'eliitbr ill'lr¡\u

-^_, , '

, ,, rr, I ,1, ',

C,l. i , Lr,lr c l¡s l' l)rciL ll r¡:or'e\ oc ¡'' c']C :rrri' i¡' ri',"

i,,,.,,¡ , '1"" el ,l¡.cri r,c '1. l¡ rrrct í'i{ : ¡l r ir" rrlo nrtLre ¡l, í,, l,'.1 rrrilr¡-'c clcrl".: rrre,li ¡rrc ci e\l'e'li' ¡r'c 'lu Irrcli-. ,; . " ' " ,c elc¡ rrl¡. \ri Árcl"' t. lrrr cjcrn¡'lo 'l^ lr scarrrr'l ' rlt"t'-,,',,,,.t'ro P1 'lórl lo er.r rl. Ir¡'rirrrtt.'. \'¡'c; '"le lrrl '1'lcrro",,' l.' ¡'rt'"1," ,le l:' c\i\LPll' I lic Di.¡i ¡rt Ati:'t"cllr' '':l o r¡rre ql

l¡r,,i,f ,cri.Lrnri., se h, 1,rol,r,l,r e',orrto'i I'n nri'riclr' \' 1"

.iuror, "i tttirr't-to -É\.istótclcs se aclelilnta a recollocer la Iicl¡ solitalil

f eL¡Locc[tr-a(14 de su Dios

Co1r i\risróleles se P¡es€tlta ttu cjellrplo nolab]e cle reslluestx

filoyitica al problerla qne resPollclia 1a religitirr; Pero, con Lodo,

cste Iiiósofo trajo a 1¡ elilbor-ació11 Iilosó[ica l¡ ituLilesis e11Ltc

,arribx( y oab:rjon; habiando simplel¡ente, poclemos clccir que ei

1a sola antítesis qtlc fue LlaÍcla clcscle la rcligiórl I la e1:rl¡otacióll

¡r'isroréiica. Pe¡o clich¡ anlílesis sie¡ilic(i inllotluci¡ trna IisLrr¿r

in:olt¡ble en 11 lePlesent¡ción de las cos¡s Porlcm's clecir' apoyrflr

(lonos en este notirble eicl¡P1o, cluc icstrLLe irn¡rosible resohcr Iiloyi[ic¡¡Ienle el probletla qLle iL sLl lllllllera Icsllelre lil religi(in si se

¡racn a 1a elabo¡¡ción filosr'rtice l¡s collclLlsiollcs clc le leligióLl. Las

conclusiones cle la leligió11 ll¡rccen llo ser cn absolLLto slrsccl)libles

Lle justificación Iilosóficr. De inodo que cu¡ll(lo la Iilosolia il¡ror',"

"n ,,t a"ttlro tLll r-cs¡ltaclo r¡r-lrcleríslico cle 1a Ieligiótl, cst:i ¡ror'

cllo ¡rismo conclenacl¡ a c¡Lcr en la lcligión. La religión tlo es rc-

rluctiblc pare la Iilosoiia; 1'es, aclerulis, clollili:rllle respecto tle cila:

rloncle la lilosoli¡ tlcjlt sitiuicla uu peqtteiro lugel a la reLigitil,

óstx se xpo(lelr cle toclo el telleno I tralrslorl¡a a 1¡ lilosolia cn

leligión.Alistólelcs, si, eúrPtetlcliri el primct'o scliaüeDLc lit talc¡ rle su-

plantal a la leligión coll 1:r iilosolía, cs (lccil, enconlral la sc¡irniclacl

pul el carlino clel pettsaurietlLo. Pero no se despojó clc tochs las

r"p.er"rtt".iort", cle li! leligión, sitlo qrre el 'allil>a' y e1 'al¡ajoocleLelmina¡on su clesa¡lollo; ¡ri clcj¿) a Pluclente clisllLncilr el coúoci'

mienro científico, sino qtle irrtPlicri fue¡leürc¡te u11a elallolacióti

cienLilica clelecrltost ell su teología i\ cor-to ¡lldal, c1 apoyo qLle

ellconLIaba c]r la cienci¿1 1l¡LLrral clcs¡Pareci(i clel toclo; en lxtrto

clrre la explicación clescle a¡¡iblr obligt! al autor [rislro de esLr filo'sofi¡ a decl¡rar clue la Yicla a]¡soluLa se ellcoüLl_abil ftte¡¡r clel mundo

y, esto pri cipalmenle, que era ajeua al Dlr¡l]clo'

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1'1'l

188 /r¿n ¡¡,¿xo, D.-sD¿ L.\ R.L'cróN ^r

Húr^NIsvo

[,] e]emento religioso en la fiiosofia arisLotélica hací:r irl posil¡[c.el inle¡r¡o filosrifico puro; el apoio en la natr¡¡alcza lo Jracía prs-ca¡io, A la ve¡clacl no se habia probirtlo la exislcncia cle Dios, ¡6¡¡1o

clebiamos exigirlo de la Iilost¡Ií¡. Dios cta Lo<lavia irn posLula(lo

o Lrnl crelturir cle la religión. Pe¡o se hecía cacla vcz mris clar-o (o

clescle nuestla cxposicitin, acaso, ap¡rece ca¡ln vez urhs clalo) que lafilosofía clebia, en or(leu a'ser-clix rnisüa'lrentc al problcma quetros inte¡esa, ¡eli¡arse dei te¡¡eno dc la cicttci¿r y cle la religión,9scleci¡, ¿banciona¡ la clepeucleucil del conocimie[to nattlr.irl y clc l¡fanrasía mítica. La Iilosofir, si iba e se¡ prueba .le Dios, clebia

centrarse en el pelrsamicnto.

XVI

nL ,\RGUivl¿NTO ONTOLOGICO Dn AN*StrLIIO

Al refelirnos a los hecl'tos que concluccn a Dios co¡lo Pcrtsír¡rlicntopuro, hemos indicaclo r¡u camino posible ptra la lilosolia cll ctrrlnto

se propone ésta asnnlir-Ia rcsponsabiliclacl q'-re asrrne la rcligi<in,Esle carnino qued:r alücliclo €on la erpresi(in ) irlr Lo.o[cienci a ( ]se insiEÍla (o lrancamente se muestra) allí <1onde el pensamientoalcanza el nivel clel jLricio. De rnaee¡a confusaj pclo )'r g¡ávicla,

surge en el juicio 1:r auLocouciencia; hay uu scnticlo efectivo en lalrlinn rriorr >..\l jrri:rr 5 rlene" qrrc i"r: 't,'o.n.

La autoconciencia lue conocicla pol Arislóteles, y nás profrttlclat,t'lcnte por r\gusrín; los fiióso[os intlios, por- su Par-Le, Palecclhaber ¡ecorriclo esle c¡ürino nucho anLes qtte Occiclcntc. Nosoirosvamos a cntlar en consicler¡ciorles soblc la ar¡ Loco¡cic¡lcia al rcfe_

rirnos a Desc¡rtes; y descle éste adellnle, clentro cle la tracliciónocciclentxl.

De la lclacl Nleclia no es ncccsar-io qne nos octrPernos aqui. Jis

cier-Lo que ¡hrrante este perío(lo hi5lórico ún¡cho sc prccisaron las

¡elaciones entr-e religión y filosofia, ntrcho se clelinie¡on las clos

rlltas que 1;ocliamos seguir en or.ien a aseflurarnos ttna posiciótren el nr¡nrlo y un destillo. Los con icros eutre la r¿zón y lir fe,

en¿r'e 1a inteligencia y 1e lolunLacli e¡tr-e la rnerlLe y el corazón,

en¿r-e el saber y la revelación, enne l¿r rerclacl y el ¡risterio, aclquie

¡en Loclo sr¡ clesarr-ollo cleut¡o cle este pcrio.lo PlecisirmenLe polqüeen é1 cntran en t¡Dión Listóiica y con Irar-eci.l¡r Plcvirlencia (los

collientcs culLLrrales (le illpor-¡entes dimcnsiones: la t¡aclición r-.clr-

giosa hcbreo-cristiirna y ia culttua glicga. La inconcilial¡le conlton-

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El arslmenró o.tolósico dc A.*ln,o 89l

rrLióir qlIc h¡Li r I'lri,io \lr l)irner in,tirio ¡¡rcc'lóri'o crr el clrlrerr-

ramicnto de Jesús y Pilato ¡'ino a instala¡se cle pleno y con aParato

for.miclal¡lc err Europa a Partir cle la clecaclenci¿r clc lloma y el sur-'

nimienru del .ri5tiilrirmo. -fo,tos ,o¡ro,ern¡, le Ltrtlr'r ;'Licrl rlc Irs

i.n,1",,,,.,. i¡ttclert¡r¡ii'¡.r, y Ir. cotri'nte' mis'iro-u-icnt:'lcs cn los

cornicnros cle la iglesia c¡istian:r. IsLa inLentó suPerar l)ala siemPre

ir¡ corlt¡alrosicióD ent¡c razón y Ie. La inteiigelcia frie iucorporacla

a la Triniclacl Divi¡a clc ¡Iane¡a que, cacla lez m:'ts, se Pcdsó que l¿r

razón podla correr sin lrenos por el munclo, que no habia en ello

riesgo para el dogma. Lo nás que poclía hr.ccr' la ¡azó¡l c¡a abunclar

cn tcstimonios, ante ios espírilus r-eflexivos, cn aPo,lo cle las vercla_

clcs clc la re¡'elación.Sin enbargo, la pretenclida solución entre razón y fe Do Pasaba

de scr ur¡ compromiso. De üna Parle, pugnabau las lcntiencias mís-

Licrs por colocar la expericncia cle lo tlivino Itte¡a rlc la ¡azón De

lx otra, 1¡s tenclenci¡s intelcctualis¡as hacían lo propio por acltte-

rialse clel campo. trn el mejol cle los casos, convi¡'íl¡r la razón y lale. lln r¡n mismo pcnsaclol poclian habitar Il¡ rnanera tle la fe y lamanera de la razón. Que la solttción no erl electiva se Probó atn

pliamente, con hechos, (lesde el Renacimiento hrci¿r acleiaute y a

tr'al'és cle lo(la la lclucl Mocle¡ua.Lo quc ir-rlporll deslac¡les el esluerzo cle los lacion¡list¡s.le la

Ipoca trIe.lieval por probar-la existeircia cle Dios; cle las mirltiplesplLrcllas plopuestas sólo rtna nos i¡rLeresa: l¡ lla¡lecla pttteba onto'lógica dc Anselno. Y sólo ésta nc! inLet-esa porcllre es ll única que

pl ctencle pa¡tir úDicanenLe (le l peusaüicnto. FIemos clicho niisatrás qüe en la autoconciencia se ab¡e un catnirto a l:r lilosofi¡para compelir con la religión. Iln la prueba or.rLológica cle Anselmo,¡sí como his¡ó¡icar¡ente se sitíra, hay un esbozo ¡nlicipatorio clel

resulLaclo al que concluce aquel camino de lr alrtoconciencia. IIásaclelanle tralarelros cle rrost¡¡1 que es así. No hirl uinguna razónpara supoDer quc Anselmo hiciela toclo csLe cnmirlo; la fo¡ma cnque l)fesenla su argunienlo es clenasi¿iclo sin-rple Parl qrte lealuos,como hemos dicho, <¡tra cosa que un esbozo ¡nliciPittorio dc expe'riencias qrre iban a ¡ealiza¡se miis aclclanle. Veaxlos esle argllnenlocéleb¡e:

Creemos que Dios existe, y que es un sel ta) qlte no se Plrc(ieconcebil uno mhs grancle. Se ¡rata cle probu cst¿1 creclrcia. Ahoinl.tien, crrancio decimos oun se¡ lal qtle rlo se Pue(le concebir- unoülhs glencle(, toclos comprenclen 1o qrre tlecirros, es clccir, driiJlcen lo ncnte clel que escucha el sel signilicrLclo eu lo qLtc decimos

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fr0 /tr¿4 Ri.,ro, DL\DL L1 l¡LLc,ó¡.'.\L ltur\Nrsño

Pero si esle sel que existc eD la tr-¡enle tro exislieia nrlis que cn lamente, serii¡ concebible qrie cxistiera en la realiclacl; y como cxisriren la rc¡licilci es ser- trriis grancle <1ue c;iislil Lan sólo en la msrl¡g,se¡ía concebible entonccs un ser rrrhs gr_rlale qL¡e el sc¡ il:is grautleconcebible. Pcro esto cs in¡rosible; Ir.rceo, el set m;is grrncle concc,bible ¡ro existe sólo en la menle si¡ro en la ¡caliclacl. Tal es el fan¡oso ¿r1'gu[lenLo ontológico de -Ansellno. Palte cle clos suPLrestos, Lrlioque nos es süúrillistr-ado ¡rol la Ic: la iclea o nocióu cle Dios; cl oLro

supone que el signilicaclo cle las icleas existe en ll mente, es riecir,quc a su nrancl-rl clichos sigrilicaclos son L¡mbién seles eaisLenLcs,

aunque sólo menLalmenLe erisLe¡ cs. Cierto que, sin hacer inter-veni¡ tal o cual r-eligión, uno poclría forrnrrla¡se ll preeunla: ¡ExisLe r¡n ser cle ma¡re¡a q e úo se puecla conccbi¡ olro tD¿is Í|¡I1(lclf)c esta pregL¡nta se pasa¡i:r a 1a iclea y, acel)t¡n(lo lll¡e eslir i(lcir cs

conplensiblel y que lo por ella signi[ic:rtio existe crI ]¡ nlcrlcde n.tanera que se puecla consideLar su gr-a.lo cle granclczx y corn-

parar-lo con el graclo clc glancleza cle 1o existente ltera tlc la ntcltc,se puccle llegar a la conclusión cle qLre 1o así colcebiclo cxisle. Conv)se ve, el supr¡csto pLcvalente es el segundo: que lo signilicaclo porlas icleas exislc cn Ia nlente.

Pelo hl1'rlás: si cle mi conccpción cle Dios paso :r sLr exislcncia e¡

obvio que Dios existente crece y se separa co¡r rei¡citin al Dios icle¡lque cxisLe en rri rnente; 1o concibo a Dios cle tal mlneta que curni corrcepción ha1' una irnplicación clLre lzc condücc

^ su existen

cil; pero irquí, en Ia conclusió1), Dios es mris gr¡ncle que cn rui

¡lcruisa l clistinto, porque no existc lne¡aülelrte conccl¡iclo sinoal¡soiutanentc, Po1 lo tanto, el Dios cle nri conclu!ión es clisLinto

dc la iclea cle ni pr emisa y pueclo concebir- rtn se¡ mis gnnclc qLrc

compren(le le iclcr eristente en trti p€Dsanienlo y ai Dioi cxistenlcen la realiclacl. Si es¡a consideración es legítirn¡, (lebei¡os lel¡oceclel,

)'r'econoce¡ quc en mi iclea cie Dios cstá clx.la lu eristencia cle Diosiiulcclialamente; y que el argumenlo no liace truis t¡rc explicitat'esta i¡¡necliatcz, llsLa co¡rsicle¡ación pcr'üriLe itrteriolizar 1a cx¡rc'r-iencie cle Dios cn un senticlo que el a¡ gume nlo cle Anselmo parecedesconocer (el algur¡ellto, cligo, no '\nselno) . La lalrra cle este

iugur¡enlo proÍiene rlc que permite paslr-tle la iclea a la exisren-

cia; y lo qrre nosotros ttatanos cle iuclicar es qlre no slle (le l1 icle¡o, mejor qrriz:is, qr¡e conduce a la erislencia porque sLrpone r¡D¿

lsobrc l¡ cxigcn.i¡ dc q!¿ csr¡ idr¡ sc..on,prensiblc, ver la c'i'i.a dc Lcib¡iz.n s¡

Dcqucño y Lc.Doso tmt¡do ¡ce.c¡ de l¡s ide¡¡, ¡l cono.in¡ic¡to y l¡ r.{lid, e¡ L¿,¿lorIt | | ¿d . u t ¿l'!, Los^Ll^.

Page 87: Desde La Religion Al Humanismo

II

l

LL ¡'s, n,¡nlo o rtól,isi.o d" ArÁrl o 9ll

iclea er la cual cslli Puesta cle anter¡ano c irll¡ccl i¿L llttlen Le la eris-

i"".;., fl lirl ,lc .rtetrt s urr rel,lrrcleto :rgrlrrcll o olll'rlr"qirr) l(n-

,,,, ur¡" "t",,',',, rrn irlro: rle ', i,le¡ 'r lt cxi''"¡rtir' I'elo r)ol

,,,,., n.",a, P.Lrcce qt¡e u¡1 \clclldclo ¿irgomelrto no sal)C hacer csta

^-.,.i.i.r rle rll¡ slltos. ALl\ellrr,'tomó una idca qLrc llelir cottsigo

il a',irr"n.l. 1' que eriste elll mis¡¡a :r(lelriis Lo not¡blc seria

,nn-rn]- unn i(ica como lo que es, es alecir, no eriilcute, cLlJos colllc-

ni,in, tuat"n sol¡ruenle eso, coüLeni(los, y Pasal dc alli a la cris-

tcraiaPara quc pttecla ir cle la iclea ¡ la existetlcia tlebo slrponel la

eristenci; c11 la icleir. Pelo esLo tlttiele clccir quc clebo pat-tir.cie

,-rn,, i,l"n q.t" no es iclca La iclea cle que P¡r'te ;\nselt¡o nc¡ es iclea

r)ol clos l:rloncs: PolqLle se suPolle qtlc existe (como coDleniclo

lncnL.'l o ilc,' por el estilo) ) ¡olque se inplica tltte la existenci¡

., ur'r i,tgt.ili.,,," o asPecto suyo. Flablan'lo de Dios, a ptopósito

dcl rrgu;enlo onlológico, sueic clecirse: Dios es el ítnico ser cuy:r

cseucii inrplica stt existencia Y esLo qnietc clecil- qlre al ¡enel la

iclea cle Dits ptreclo ir mecliaure Ltn razonanlienlo lógico a ia exis-

tencia; peto án el lonclo qtriere clecil que la existetrcia es urt-ele'

,¡re¡rto cie 1:r iclea Potque si no {tte¡a asi mi icle¡ cle Dios y c1 Dios

exisLe¡rLe seríar1 cosas rlisti¡tlls y yo potlría r:otlccj¡ir- uu sc¡' mli;

grlnclc, quc coutuvic¡a a a¡nbas l\[i iclea cle Dios' cll:r tnismi"

,i"n" "rrror'r.",,

c\istencia clilina alii cloucle es iciea rtlia. Iistl qttier-e

clecir, cl pensamienlo Puecle hacer- la expetieucir dirin¡ :tl ntoclo

,',,mo ln pirlen los mísLicos: en cl PeDsamicntt) prteclo iclenLificarrtre

con Dios y cle hecho me icienrifico rllí cloncle corcibo a Dios; me

iclentifico allí cloncle lo cr¡trcibo y a1lí tloncle Pltrebo str exisLencia'

aullque tanto en !¡n casl) colno en olro llucclo no ser- colls'ietrle (le

rni identificación.Toclo viene a parar, clestle esll Pe]-sPeclivir, ell el slrplreslo que

enunci¡mos al comienzo: la iclea o ttociir¡l cle Dios No sielnpre ha

siclo ni en todas Pa¡tes es l¿r iclea clc Dios ésr¡ clc url ser-urás gtlulcie

c¡re el cull es imposible concebir oLro De tnatteta qrLe el ¡rgrlmcll

ó cle -¡\nseLno clqtencle de nna iclca plrticttla¡ cle Dir¡s Ahole bierl'

esta icle¿r es ,,t, ,lito q,," no ha siclo, ciet-LarnenLe, obLeniclo cle los

s€nticlos o Ia experieniia sino suminisL¡aclo por la {e' De uoclo que

cl argunenlo cle ¡\nsch¡o clepetlcle clc la [e, o rn:is exactatnctlle, clc

runa Te parlicular-: la Ie ca¡óiica. No sólo ir:ry cn cl at-gltrnclllo cl

clelecto que supoue el suPtlcsto soble 1a elisLencia tlc 1as itleas etl

la mente; tal cGfecto Ptle.le inte¡esar a ulla criticir, por clecirlo asi'

inmanente a la filosofia misrla, y ¡ anroj a oclrPllrllos lr1ls lld€lallle

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-

t92 /r¿¿ ¡ird¡¿, D¿sD¡ A R¿L¡cróN ^'.

!trrrAN¡s\ró

de é1. Pe¡o no sólo hay eslo sino, aclernás, la posición, t¡aícla ciescleel mundo cle la Ie, cle r¡na noción de Dios. La iclca cle Dios canbiacviclentemente cle una religión dete¡ni¡racla a otra igualnrcntc dc_terminada. La existencia cle Dios est;i implícita en slr esencir sol.-¡¡enLe en ei caso cle una clete¡minacl¿r esencia de Dios. Cic¡tamc¡rt^la religicin católica po(lía senLir-se o¡slrllosa ae laler tlegaclo a r,nitan alta concepción cle Dios que pe¡niría al filósofo probal l¡existencia clivina; pero el lilósoIo no estabe en parccidas concli¡ie-nes y ter¡ía que acepta¡ esta iclea tlel moclo abst¡:rcLo y esqr¡emíticoco¡no le era ofrecicla; no cr.a il quien habia alc¡nzacio esta iclea.

Y en r-ealiclacl -por.que e¡t esto viene a pa.ar to(lo el caso cielargumenLo ontológico como cncuenLro etrt¡e filosolia y religióu_e¡a necesa¡io avefiguar. si en elec¡o eslá en In ¡rente clel hornbrcla iclea cle u¡r ser nás grancle que cl cull no se itueda corrccbir otto.l'Iuchos filósofos han delendiclo el principio cle qrLc nrrcla iray cn lamente si previanente no pasó por los senti(los. Con ral ¡rriDciPioresul¡a clificil aceptar.como un conLeniclo .le la menle el signilicirlocle la iclea qlre supone el argume¡1to ontológico, lllresto quc na(iic seaLlever-ía a clecir- clue ha visto el ser signilicaclo por diclta iclca. Si,al te¡n a Liyal¡cnte, clcjando clc lacio un principio t¿rn basLo co¡roaquél qLre eslablece err los sen¡iclos un cu¡ioso conlrol de x(luanirclel ¡reusamiento, recnrrirnos a la clescriPción que hicimo; mris atriissoble los ¡Jlaclos cle la experiencia teóricl; quicr-e clecir, si accpr:i-rnos que hay en efecto un puDto cle particla eD la exper-icncia senso-lial, y que la erperiencil se hirce cacla vez m¿is te(irica en ia rueclirlaclrre se ¡telfiian y explicitan los elemenlos qlre ent¡xn elt cllir, etl-tonccs, ciertamente, poclemos csl)crar. quc haya camino para la lilo.solia (esto 1o he¡uos inclicado al irabl¡r dc la autoconciencia) ; pclo,con Loclo, no Lenellos de¡echo a espent qr¡e e5te calnino exhil¡a e¡r

lJarLc nineuna la idea cle Dios que supone cl aLsunenro onLológico;no tenenos clerecho ¿r csperar que la expcr-icncia r.ruestra, por unlrst¡erLe dc imnulso propio y procligioso hrgr surgir clentro rle ellala idea que supone el a¡gumento onrológico. O, acaso nás bien,alcanzamos icleas plreciclas a las que requier.e cl alglrnlentot po¡ejernplo, puedo tene¡ la iclea del se¡ más erande que pueclir yoconcebi¡i pelo esto no significa qlle mailana no puecla concebil ullse¡ toclar'ía m:ls gr:urcie ui que otr.os no esLén er co¡rcliciones dcconcebi¡ r¡¡r ser más grancle que cl que yo puccia absolutane¡rleconcebir. Esto es toclo lo que puede ¡esulta¡ clel cnfoque cle la expelienci;r teórica que hacemos por n!¡estra parte. [s clar-o que existel¿r cloctrina platrinicr cle una ¡.elaciirn inmecliata y espccíIica del

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I

J

Ll ars ¡Filo .xhienci.l dc Deici.t4 ,J3 I

homb¡e coD las icleas; plra es'.a doctrina no hay aparentemente (lifi-

cultaci en soste¡er-<}re hay icleas tle objetos que lltlllca P¡salon PorDrLestros scnliclos y qtle llo Lul,ieron jamás relación ningrtua con la

c\t,erierr¡ir i¡¡lcliol Lnlrc e.l.r. irle¡1 I'o,ll r ligrt¡¡r l,r rlr.¡ ¡lc,

.ir.r cl r,r¡',Lt Ll,ctl io onrológitoper-o no l)uccle lla¡ial esLa iciea si no p¡saI aque]1xs cloctriuas

561¡rq lir cxper_iencia y soble el conocirrienlo hrt¡r¡no. Y comc lotodos los hon-rbles eslán aiispuesios a que se clesctlbran en ellos unas

irpo¡Lantes oper_aciones qtte ellos pot stl crtenLa no son c¿tPaces (le

descul¡tir'; quicl.c clecir', corno no Lorlos los honb¡cs estiiir clisp csLos

a acepLar qllc las iclcas cntrarl er el alnla por un conciucLo especial,

ento[ces, debe ¡etrocecle¡se cle aqLrí y poner la iclea comc¡ alirmacióncle 1;r fe. De mxnera que en el ulis clelicatlo de Ios atguurcnlos

rnedi€vales eslá, sir ernbalgo, operando el coD[li{to cnt¡e l¡ ¡azón

y ia Ie. No se enctrcllLra¡r etr güerra la llzót y la Ie, ¡rero Lampoco

estiiir cotlciliad¿rs: la fe aporLa la plemis:r, la razón pasr cle ésr¡ a lirconiltrsión.

lln el ar-srrntcnto ontológico la leligión estii presente todavi¿ir l¿

P¡rte que ella aporta es toclavír r¡n Produclo cle 1a i¡raginación.La rnilllera mcnos I¡Lsticliosa (le rllostrai que es asi es ir'lciica¡ la c¡'l

¡c¡a Ialta clc PercePció[ ])or' PaILc de sLl aLrLor clel enpleo Paoteistnque poalia hrcelse clc su x¡gLllnento: el sc¡ rrlis granrlc quc el cu¿Ll cs

imposible concebil otlo ser-ílt, pala quien no luviel-a una fa[t¡síateligiosa tlabajanclo a str cabeza, el mur-iclo entcro con todo lo qLle

hay clentlo de é1. Dirinizar el ¡lurldo no ha siclo nrrrc¡ el rlcseo

dc ia religión caLólica ni (le ninguna religión quc haye pclclulrcio.Y lu razón es sim¡rlc: la religióu necesit¡ clioses st¡rccptibies clc 1c-

lrrcscllt¡ción sensible, cle repr-esentacióD sob¡e todo ¡re|sona1. Losclioses cósmicos y omniabxrcanLes h:rri sicir> siernpre telegrclrs :Ll

trasfontio en hs nlitologias histó¡ic¡s. Ya cl ¡rundo coruo totelicl¡cl,el unilerso, es un objeto cler¡asiado especulatiro ¡rala Ja rcligión.Y así como la mitologia ha elnpujaclo sicmil-e ai lonclo clioses ilre-presentables como la Tierra o el Cielo; clel nismo ntoclo, y corrcs-pondienLcmente, h¿r m¿nte¡riclo a r¡ya y cotno bajo sos¡rechl a loss¡cercloLes cle esLos dioses. Los teólogos meclicvrles no ltacieD excepción.

XVII

¡ I, J\ 1¡ G U ¡I E N T O E X I S T E N' C I ¡\ L D tr D I.: S C'\ R'T L S

Desclc nucsL¡a llerspecti!'a (y clcsclc otras, eviclcntetnente), Dcscilr-tes ¡p¡r'eae co¡ro unr culminación y ¡¡n conicnzo. Fue el princlo

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l9+ /rd,, ]]t r¿, D$DE r\ RLrrc!ó:.- iL Ilur\Nrxro

qr¡e, (lcliller¡clarrre¡rte y con métoclo inll-recab1e, Puso l.r aLrlocorls'

cicncia a h b¡se cle ll c{Peliencia filosólicir. [.stc Iilósolo clcr¡-raba, a quien qt¡erir oille, su fe religiosa; Pero tlrvo ¡lucilo cui-

claclo c1e elal¡o¡¡r¡ srt [ibsofía prescinclieutlo cle esa [c l]s cie¡to

qLre el alglrmerlLo onlológico elll¡a eD stl el¡bo¡acióu; cs cieltr¡

t:rr'nbiér'r qlre se nruesLla crricl¡closo cle toclo conflicLo con la cloc_

trine c¡Lólica til pullLo que clucla uno cle tan pcrlecta at-trtoni¡

enuc sus especulaciones y los clognlts tie la lglesie; pero, cualclttis'

.a sea l¡ limitación que resrllLe (lc t¡les cilctlnslancies, no cabe tirl'gLtna duclx soble el propirsito cal-tesiallo clc funclar' ¡ocla l¿r cloc'

i¡ina cle su religióu sobrc llrinci¡lios y pt-oceclirrierlLos r¡ci<¡nales

Por lo clemlis, nucsLro jlricio sobre Dcscrtl-Les trlno filóso[o en

quc sulgc exlllícita y:r 1a exPeriencill Iilosófica cltrc PrcleD(le (lcs-

t¡on¡¡ e l¡ religitln, se alieDe .l LIs dos plimeras elrtrc slrs célebtcs

llctlitttcíoncs. Clrt¡nclo cn l¡ Let-ccr¡ lneclir¡citin Lcctl¡te Dcsclttlcs

al argirrrrento onlológico parn 1)rol)¡r' la exisLcllcie cle Dios siguc

un ca¡rino eD (luc la filosoiía qtrecla trtta t'ez t¡:is sul¡olciinecle ;L

la religión. Su atgnn-rcuto no cliliele esencialulenle clei que hrcia

Anscllno. Pull Descitl'tcs, tamlliér1, ha)'eu el es¡líritr'r 1a iclc¡r cle rLn

scr qr¡e ahora se cl¡¡lifii:a cle i¡rfinitamenLe pcllecLo; esta iclea, sien'

clo nosoLros fiuiLos e irnper[eclosr tro 1)tle(]e Ploce(lel_ de nosotros

r'nisll]os; r1o ptlecle tll¡lPoco Provetlil ale los sen¡iclos (lltc n¡(lir se-

mej:urte pcr-ciben. ¿De clónde entonces vicne est¡ ide¡r? Ls (lei lo(lo

ar:el-,Lrble que ¡lgttien rros ciig:r: 'Po1- miis que br¡sco en el cajtitl

rie rnis icleis. no le ellcucrltlo( Si Desc:irles tiene ellx idca es, scu

cillaniente, porqtle clec en cl sel que clicha icle¿r si¡Jnilica; ctr ottrs

pllabras, Descaltes ha llegeclo a teller'la icle¿r cle l)ios Po¡que, Plraé1,,Dios existc" cs utt altículo cle [e

Como csl¡rros iutctesaclos e[ segllir l¿r tttta cle tlnlr {i]osofia qtlr-

sin rcclrrril a la r_eligión haga llor s!¡ cLtenln ) a sll 1tl¡ller¡ lo qtlc

la religiór-r logre a la suya teu licilmeüte y colr trlllll elicacie,-tlc-

bemos-euLonces r-cLroaealef clel cal¡irlo qllc llble l¡ te¡tera meclit¡

ción y consiclelar e1 plttlto a que ha llegaclo Descalles en la segtrnd¡'

Lsie filósofo ilevó a st¡ mís Perfectl y cotnpleta expresión lo

que lx lilosotia habia emPreucliclo y.r en tiemPo cle los sofisl¡s 1

los escépticos gr-iegos. Se tralaba del conocimienlo H¿rbia eu es¡e

r¡r1 problema que p¡recir insolublc,v qu€ Podcrnos notrrllirr- )pro

LleÁa de ta ve¡cl¿¡cl". Se plentea nriis o ncnos asi lln el conoci'

lni€nto cstáu ellfrcnt¡clos el que conoce y lo conocido Se llretentleqtle tales t¿rtriltos están a Lrno y otlo iaclo cie lo quc PocLelnos 1e-

pa"rantnarro, coülo lrn ntLLto. colt esla inagen, clecimos: hay utl

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Dl alqu, c tD c\istcnci¡l .lc Dcsc.rt¿s e5l

D1Lü.o eDLle la r¡enle cognosce[te y el objeLo couocido. I)er:imos,

¡cle¡¡ás:la Drenle ell cllaDto col]oce Percibe clenlro cle si LlDa illla',,cn del objeto conociclo. Dccit¡os tambié¡r: ei co¡locimienLo es

ier.l"clero cuanclo la irnaeen que pclcibe la menre es imagcn (se-

rncjerza, sirnLrlacro, copia, r'ellcjo, ctc ) tlel objeto qtte ha1' al otro

la(lo clcl ¡rulo y r1r-re es el objeLo conociclo Ahora biell, para sa-

bel si la itlegeu quc percibe dentro (le si es imagen cle lo que ltalal c¡t¡o lltilo clcl tnllro, Ia nre¡lLc tettclría que mil_ar hacia el ot¡o

laclo y vcr si hay csra corlesPoll(le¡rcilr (cot-r-espondencia cltre se

no¡rbra lcrclad) con el objclo. Pero lir ¡nellLe no ¡lttctle irlLcet'

cstx c¡bliola. De mauc¡a que, colt ciLa r-eP¡eseút¡ciórr clcl collo-

, ir',i"¡¡r',, trtrtt.:r 1,o,lr'errros .. lr'¡ .i trrle'tto (o¡o.ilnierr", L. rer-

rl¡dcto.llst¿L clesclillción pL¡e.le l)itrece¡ r-iclícula 1' caticalttresc¡. 5e PLle-

dc, pol ejenplo, clecit quc la expcricucia no acePla analogias es

paciales 1, r¡eLafó¡icas conro le cmpleatla Por nosolr-os. Sin curbei-

t_o, L¡nir i¡¡g¡ historia es¡recullLLi\':l nos enseita qLte llo clellclnos to.

¡Diu_a lu liger_a las ntctliloras, sicluieta porqtte no potlettos ptcs-

cinclir de ell¡s. Aclcuris, por gJtaciosa que sea ¡lueslla tlesclipciórr,

expresa litelahnente lo5 t¿r-üiiros e¡r qLre se Plantea esta célebIccr¡esti(i11 (lc1 (]o¡ocinlienLo y la vetchcl.

'fal problcnra constitrL)c cl ülotilo crítico Iun(laDrenLal (ie 1a!

^I(¿itacion¿t i\Ictolis¡cús (le DeJcrIles. CierLarrente, esLe filt'rsoIo

comenró ir esc¡ibirl¡s cr.riLnclo clci¡ habe¡ resuelLo toclas l¡s clili"crrltlcles, ¡rero puso el problenra ¡ 1;r blse cle sll rtzollamicDtoJ (le-

terlllinan(lo (le cste ]nodo e1 ctltso y ci sc¡rticlo cle stts es¡tectrlat:iones.

hl ¡rreguuló: ¿De qué cosas podernos (lLrLlilt? \' e]rco¡rt¡rj que Potlía¡Ios (lLr(lar c1e toclo conoci¡¡iento. -fanlo cl€l qrle exl)lestbit cóne-

rioncs De¡amenle icleales (como ,Dos ) tles sr¡üren cirlcon) y delcLr:rl, por 1o deuiás, ere bien poco lo qrre potlia resuitar, como clei

co¡rocirniento qte inplicabe o rfir'rnabn explicitauente la cxisLcu-cia (colno >Eslo qucúran o >;\qui hal fucgoo) . Irr uua pllnbra,I)escarLes no encotrt]-aLra proposición elguna tlrte se oh_ecicrir co-

mo neccs:rria¡ncD¡c ve¡d¡dera; <le toclir proltosición, Por Ll11ir razónlr ot¡e, se 1locli:r cluclar. De Íliuier¿l que el liiklsofo riguloso qtLe

se pr'oprrsiera no formular nacla tlc lo cual no tuvicr-a conocinie[-ro {irrre y seglr¡o se encontr'¡ba a co¡to ¡nclal_ clrrclanclo clc queexisticrrr un mrrncio, clc qrrc hubiera ollos hotrtbr-es, tle ciue hrt-bicra cicncir nir)gLrnl. Incluso, clicho filósoIo poclía, si se ie ocu'r¡iela üilirr-sus rnanos o senLil stl corazón, (lud¡r asimisno clc

la ¡eaiiclacl cle t¡les cosas. Dcscrrtes, sitr ernbargo, err un¡r pe]-sorlil

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[!6 /"d, lli,a,o, D, srr, \ Rr!ürú\,\L llLn\isno

se¡i¿r (o creía serlo) y no iba a suscribi¡ ninguna krcrr¡a qus p¡,_diera surgir- (le esLe est¡clo, por-clccir-lo así, cle higienc clubiiati\,¡;no iba I aceplar que salieran sus cliscipulos gritanclo lcn:rs escép-ticos colro, po¡ ejemplo, ,Nacla es cictLo< o,[l mr¡icio exte}ir¡¡no existc<. Si Descaltcs llegaba a un prLDto en que, al ltarer:cr., ¡¡¡.cla era cier-to, no se (lellix cll¡¡ a lrivoliclacl aca(l¿1¡icat lo quc ¿lhacía e¡a \'er hasL¿r clóncle el coDocinrierrto existeriLc resistía el elll-bate cle la clrrcla. Le parecia clue acluello cle 1o quc no es posiblecluclar clebe scr ciet_Lo; y rlue si enLle nLte,Lros conoci¡ticltLos hxyalgunos inclubitaJtles, ciebernos esfo¡;ra¡nos por irlentiIicarlos y se,pararlos del resto. T¿rles, hasla ¿ihorir hiporéricos, conocinricutos il-dubitables scr'ía[ ]a sustaltcia mris c¡¡a rle la cic[cia; y cl r.csto clqlos conocirricrtLos sólo Lendria deaecho a scr- colrsiLlcraalo conro cic¡-cia e¡ la meclicla en que tuliera el conocinliento irTclubit¡blc cor,roIunciamenLo, A1 iin de cLrentas, lo cluc busczrba Dcscar-Les cla l¡funclamcnr¡rción clc la cicncia; c¡a indica¡ ctuiles son los principiosde la cicncia y cómo son seslr¡os csLos pr-incipios. Descartes n¡rcluclaba cle la ciencia;1o único clue tr'¿rtó cle hircer fuc strminist¡aLun procediürictito cle lunclar¡cnLacióu p¡¡a que nac]ie ciucla¡a rlela ciencie. Fuc conro si dijera: >Vcan ustetles cómc se pmeba lasolide¿ clc ll ciencia: se rechaza roclo lo que sca susceptible cle Lhr-

da y de esta nanera se llega a los pr-incipios cle Ia cienciir, aquc,llo cle lo que no cs Posible cluclar 1'soble lo cr¡al clebc irsenLulsccuarlto sex digr-ro clel nonb¡e clc cie¡rcia. La clucle r'ro es niis qucun métoclo parl clcscubrir' lot vc¡cllcle¡os principios.. Descartcs,entonces hacía 1, proceclie collo si las cosas no exisLieran; pcroél r¡islDo no tcní¡ duch ninguDn sobr-e sn erislencia.

Pot eslo, clecimos nosoL¡os qLle DesctlLes era u|rl ltcr.soDa seria;este pensaclol no ejtab¿ clispucsLo ¿r ch¡ci¡r¡ clel conocirliclLo sino,al contrario, a coltsolitlirrlo p¿ra sicmpre. Sin ernbargo, rlcbenos ¡c-conocer, pot otros hcchos (lLle ent¡amos ¡ consicle¡ar aqr¡i, qLleno es Lan segLt¡o qLle Descartes haya sido una perso¡ra seria.

In pr-iner luga¡, nuestro Iilósofo aplicanclo el métoclo cle iatlrda, jugaba colt luego e¡l el senLiclo ¡nás fuerLe qr¡e pueclu teneresta frase. Cuirnclo se cleja toclo cl ¡rullcio cle la exisrencia y el co¡locimiento pendientc cle una opelación siml>ie, pcrsonal, tlificilí-sima, como ést¡ cle arina¡ con Lrs pasos qLre ha cle scguir. Ia tlucln

¿qué clucla cabe clel riesgo? Iiasra r¡n ligero elr.or de petcepci(in,ric juicio o prevención para ql¡e toLlo el eclilicio se !enga al sl¡clo.

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Ei arqu¡rJn1o cxirlcn.irl d. Dcsc¡.tcs 911

El segunclo ltrgal, ciranclo se hl llegeclo clc ¿illlemirno y ¡lor-. Ia vía

r;¡cli¡rarie al Irunto final, ¿qLlé neccsicllcl hay cle h:lcer e1 camino

dc oL1¿l lllalle¡iL? Pat-ecc l>r'e[clible y menos alambicaclo aprrnLaL

cle r-erl:rltenlc al ca i¡ro clue ha hecbo el esPiritr¡ eü su li.la teóri-

c:r; brscar tlll cani¡lr) clilc¡cntc clel qtlc e[ectiv¿rnellLe sc hizo pala

lleg¡r a l1 segttriclacl suPone clesconocer ia capaciclacl cle lerda'lrre rirllc cL e.¡'írir,r alli rlón,.c no\ulru). ¡,or clc.iIIo ¡'i n. l", 'n-

.i)D.rrüus instintil rLrn¡:llLe xl corl(-'ciinie nLo. In terccl lugar, esta

acLiLLrcl car¡esiaua cle frLnclar conlo sobre un PLllllo arqtintéclico

roclo ei eclilicio clel conocirriellio im¡rlicaLe un enloque simPii

Ii.¡.lo y absLleclo cle la expetielrciir, se pelclía clc lisr.a csla cir'-

clürst:ln.i.r t¿1r-t si¡rPle de qrte el jtricio y el conocil¡ielllo han llega'

clo a se¡ sob¡e ci lllncl¡nerlLo filo y sltslilllcia cle trn lo¡do tic e:r_

Der'icncia qr¡e en este caso se descoDocí¡ 11a colno si el ho¡lbre es

rL,vic¡a clor¡clo clc muchas [acltltatles ¡l rnoclo cóüo h mliqrtina

cle cllculal puecle c(ectl¡al clivel-sils oPcr¿rcioiles ln el honlb¡e ha-

l)i¡ i¡ facultad cle percibit c}te sc potlia e1l collti'¿lsle con otL.Ls co-

llto iDilgiual, concebir, jttzger o quele]-. [tlLIc eslas frtcultacles, una

había que por-sí y sitr r-eluciLin ii las ot¡as sur¡inisl¡aba la llase so

blc 1l curl seria e(lifica.la ia ciencil. \' esto, claro cstli, t-cs'-ilLa tle-

masiado gt¡tr.riLo y en exceso simplilicaclo Había esLas cilcttns-

tanci:rs y muchas otr-as qtle collLliblLycl_on ¡ ulr leslllLaclo truy cli

lelente del c¡ue probablemctrte soñiua Dcscarles en su ingenuiclaci

cle rlater¡ático. I'olquc Descarles soñal)a qLle stls lV¿r¿¿ilr¿ciot¿a.t cr_an

rlg-o al estilo <Ie los Elc¡¡tc¡ttos cle luclicles: el eslableci¡riento só-

liclo cle ia cie[cia p:rra sienlple y jan/rs. Pelo el ¡esulLa.lo lue

rnuy cliferentc; por ahot-a, bast;r altrcli¡ a esla dile¡encia con ]a ob'

scr'l irción cle tin Lenór¡cno mLtY culioso y que sc itticia con Des-

cartcs: que des.le enlonces y cluratrte mucho LicmPo todos los filó'solos quisieron escribi¡ los llriLrcipios que ftler-a11 ¡rtincipios ¡rar-a

siempr-e y jatniis, aulclue rtilgrrno lo logró

Ot¡o irecho que üás ilrPoll¿1 destacirr- al tratar- cle la Iiloso[ia

crl-tesiala es 1a conciencirL de sí ntisma quc adqLriele la filosolí:r

e¡ este pensaclor'. Como tlijimos, ya descie Ios Licmilos cle la solis-

tica liriesa el ploblcrna dcl conocillricrrto y la Ictclacl había itlquie

tiiclo a los Pensaclores; per_o es sólo r:on DcscltlLe$ que se lolna ell

tcla colcienci:r cle é1, asiguánclosele ¡clemhs ei plllel de lnoti|acióny soluciót-t básic¡ cle la Iilosofía Pero este problelna, al [iu r1e ctten-

Lits, viene a situai-sc dcntro cle la cueslicitl cltle ellconLlaDlos ¿l 1¡

l¡ase cle la religión, cuestión que ha siclo (le utra tl oLra DaDe¡ir inl

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'lI 118 /r¿i ¡irdn¿. D$De ¡.\ RLL¡Cró^" jL tIu\6¡.'¡sro

plic¡(la alli cloncie ia fibsofia h¡ irLtelt.rclo ¡rlrLeñ:use rlel ,:rnr¡)oqre Ir,,rL,. .rltor:r lrr ¡j,lu Lg.'L rl. t., ¡, lieión. frr , r,cr,,. ,l ¡ ' ,lrie-m:l del conocirliento es el rlc ln reiacicln-cot-t espouclencia, r'elzrción-

si¡rilitucl, r'elacióu-adecuaciótt, ctc., entr-e idea y cxisLencia; el p¡q-blena clel conociüiento es el cle la l'er'(laci, en el senticlo cle si ¡q-nerros cle¡echo a sostener qr.re algo cristc por el hccho cle haLc¡dentro de nosotlos ideas y en el senLiclo L:unbién cic si tc¡euros clc-

rechc¡ a cualilica¡ y cletelminar io existentc soble I:r base rle una re-

lacióD aproPiacla entre lo existente y nlres¿1'a imagen suya o iclea.

Pelo (y esLa es ulla imporlanle clilcrcncia) 1¿ cuesLitin a que sabs

responcler a sll lnanera ia religión es ll cle si h:ry luera r¡na reali-clacl que s¿tisfagl nLlestras esperaD/irsj no se l¡aLa clc rea[i¡mar- rrna

lelación que existe cie sui'o siuo cle establece¡ un:L rellcirin illconrpleta cleenclo el tér'mino que lc lirlta. La c¡ítica qrrc hacir Dcscrr-

tes no er-:l (le esilecie parccida a h tlrre señala[ros ut)soLLos. Dcs-

cnrles se pregr¡ntaba por el tlinsito que conducc círrr scqtrlirliltlclescle. ia iclea a la exisLeDcia: cluclenclo ¡¡eróclicalnenLe cle ia rer-cl¡ci cle tocla pr-oposición o elerneüto cuelquiela cle conoci¡rientoque le ltera pr-opucsto, sc ascgulaba no cl¿rl hrgar a nadx que nofuera nn conocirrriento inclucllble, un conocirriento qrre estaba

obligaclo a acept¡1; y nn¡r \'cr erl poclcr- de €sle conoci¡riento se

enconllaba segllro (le un caillino qLre co¡(hlce cle la iclea a la exi-.

LeDcia. Polque, al lin cle cuentas, eso es el conocil¡iclrto: e\pcric¡rcia cle lo existenLe ¡recliante icle:rs; por_ lo cu¡l cst¡r scglllo (le Lln

r',n tirLticllto c, lrrlr"t rlc:rlr¿r,lu ul l,..nto clt .lr¡c ,.t.' c\1,.r i, tlcia es no solanenLe posiblc sirro real. Dicho toclirvíx cle oti¡ m¡-nera: aLr¡1qLLe Descartes sLrpoIia c]Lre Dacla había cle iD<lrrcl¡l¡lc eD

el conocirnicnto, 1o hacia sólo con el ciesignio clc clcsct¡brir unconoci¡uienLo (lne ILle¡r següro, qLle Ir¡vieta esta enridinble pccr-r'

liariclacl cle ser una experiencia eD la cual y por-1a cual sc legitima!lDa existeucia, PeIo esto no rluicle clecir' qrre Desca¡tcs (lLld¡ra tlcheciro (por (leci¡lo así, eu su corazól) .lc la !clda(l clel couocir¡iento; ni qniere ten-r¡roco clecil qlre Desc¡¡¡es pensarx qlre el conoci-miento seguro cs utlo en que le crisrenci.r stllge u \c co¡.sLitl¡yc

por obla cle l¡ iclca o el peusamiento. Descartes enconlrrba qlle el

conocimie¡to incluclablc cla aquel clLre ligaba una e\istcnci:r ver-(la(lera r urla expeliencia lerclacler:r (ic l¡oclo que se poaliiL il con

absoluta scgrrriclacl cle l:r segr¡rlclil a 1l plirnera. Il una palabra, clconocitnieDLo ver_aladero eta Pata Descertes ca¡rino següro qt]e !a

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Dl arg,'r).nto c:iircncial dc Dcjc¡rrc! egl

de l:! exPeIierlcia, o la i.le¿r,:r ll e\isLcrtcia. Er] I¡ r'eligióu, igual

l1lc]lLe, ellcotrt¡anlos qr¡c sc ha l)llesLo u¡r callliDo qlle va (lescle nucs

t¡.a i¡LeIDa crpeliencia o cstaclo iclcal, hacia 1a exisLencia cluc lc

corresporcle. IsLe canino, en el caso clc i:r religión, no se eslablece

e[ ],lna e\pcl-icncia lc¿)iica co1¡o era el c¿lso clel ca¡¡i¡lo rlrte tetlclía

9 se proPonia lenclcr Desc¡rlcs elltre inLeli¡rr ) c\terior, 5ino qLle

es elabo¡aclo por lir imaginacitln que se esfuerza Por salisface¡ uD

anhelo honclatnc¡rtc alraigirclo en el ho¡¡b¡c; Pero ia inaginación¡o se ha adentr¡,do tan¡o clel estaclo qtlc lesltelve col¡ro Para btls

ciil desde clcntlo dc él sr¡ soltrciótr (conro pleLen(le Dcscarles que

lo hace el e¡rtencliniento que parle cle rtna iclea) ; la imaginlciónclca el léllnino exisLente, cr_ea ir los clioses, y cle csta l¡anelI t¡ae

dcsclc fue¡a la cxistencia para hirce]- posible true s¡licL¡ fauLasios¡

¡1, s.l, r I irrret io¡ h;r, il Lt exi'tcr, i:'.

Dc rna[ert, elrLonces, (llle de habe¡ eut¡e tluesLIos conocilniell_tos sicluiera riúo ql¡e va clcscle ia iciea a la exisLenci¿ y hace esle

camjno con explicita e inchLbitable segttt-iclacl tench-íal¡os por lin la

rcr(la(ler-r sepatación cle 1a liloso[ía rcspecto cle la religión; en

t¿r-rrirlos (le la crtestión biisica qtte, colno sosLellclllos, la r-eligi<in

cstá resolvicDclo en la e\¿Icta Dreclitla en que e\iste y tiene vigcll-cia (la cuestióu cle la segLrriclacl) , le búsqtrecll carlcsi¡ua riebe

considerarse como intenlo pcl-Iccl¡nrcnte cicliuiclo y acloprircio rie

scpar-ar la fiLrsofía y la religión. Pocleutos ltrrce¡tlos la reptesenta-ción cle rosot¡os lrlis¡nos corno irersorlas a la expectarir'lt: Si Dcsc¡r-tes clcscul¡¡e uü conoci¡rienLo iuclubiral¡le, esL¡nlos en conclicio¡essiquiera en esle c¡iso especifico clc il clc la idea a la existetlcia. Si

cllu tr :r'1. re¡re:nos rl¡rr,lr,' r e.l,c¡ rl rlrr^ cs e tt:itr.ito .iqrricr., ¡, re.

cla ensayarse en r¡¡clen a busc¡L I¡ cxisLcncix lcf(laclerar cle Dios o los

clioses; clelecho a esperar que 1a religión sea linalmelrtc clcslllaza-

cla por' 1a Iilosolii; clcreaho a esper-al tlrLe ha1'a cn ¡llirtDrr P:ule l¡r

1ó|licl cxisieüLe cle la scguriclacl icleal que se agita clentlo (le llos-

otrot ansiose de un coDrPleülento que lu blga rcrclacleta.

De r]o resr¡lt¡¡ el iDtento, acaso la [ilosoLia se hlgr loclir\'ír mlts

cr¡nsciertLc cle sí mism¡; acaso oPte Por fcsl)orlclel (le otf¿r ü¡Deraal ploblcma ¡echazanclo su piantc¡1r1ielllo en Lér-lrinos (le plLrel)¡.lc una eristcllcia; acaso, quiere clecir', 1a [ilosofia bttsque a Dios

clent¡o clel peDs:lmielLo rnismo sosteuienclo qrle el Pensal¡ienL()cs esellciallrenLe aulocollcienciar ur-rr corno esPilitrLalizaciriu tle iltexistencia cloncle no rigcn ,\'r ale noclo lbsoltlto llLs dete¡nri¡racio-

nes cle iuter-ior y erte¡ior.

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ll00 /r/, ,Rir¿rd, DLsDs rÁ R.L¡cró:.' .\L II!n.\\-rsno

XVIIl

EL ,{RGUI'f nNrO IXIsTljÁ"CI{l. IrE DESC?\tiTLs

(contínwtcíón)

Pcro 'leL.n¡or e\.r',tir. r'el ¡lqurrerr ,, ¡:ll ,.i,,¡rr, ,1llc : ,r.,e¡r ..,1¡,..Dijirrros lrrc Dr',;.rrc¡ c¡rcotr rj c1r.e i,nrl, r,ro,,lL¡,1.,i l, ¡,,,.t¡., rr'r ..¿r-os conocimienLos. Cuan(lo digo >r\llí hey fi.regou, nadie ne irr,c-

gtlr_a l¿l !elalad alc lo qrtc digo; t¡Llci1¡s leccs ocLti-1e qlle ct-eelnoscorl glaclo parccirio cle segnriclacl que allí hry fueeo, siendo queno lo hay de hecho, sea l)orque eslernos alrrcinaclos o l)orclue este.llros soñanclo. Ctrlndo cligo )Dos v ttei suinatr cillao( ú](lie rreasegrlr-a que sca ósta su sulDa y que rro hale un gcnio ltlrrio r'¡rlcaro haciendo que ¡Ie eng¡ñc caclil \ez que sulDo dos )'tlcs. No l)llvl)rol)osició¡r en qrte Se l¡uIule ]|n c , , r I , , t i I I I j I r r I , r (llre L),r(.1 \Lrs

ccpliblc cle sel pucsta erl clltcla.Pe¡o Desca¡tes Liene r¡na ca¡¡a cle hiunlc¡ cir la llrLtlo. \' ¡ii lr,r

daclo lienda suelta al juego c1e la clucla er pol(lue cst:i scr^r¡r.o clc rruprincilrio a putil del cuirl -así cl-ec él- todo se fontla rigur.osa

1

sóliclane¡rte.,Yo cluclo de to.lo co¡l¡cirrtienLo qLrc ¡re seir lriuPucstoen una proposiciólt *algo cot¡o esto (lice- pero hly ull cr.lnllcimiento clel que no pueclo cluclar', e liesgo cle iracer. inposiltle cstallisma experiencia .le trii (lLtclirj t:11 .onocirriento es el (ie trti ])ro-pia ¡ealiclad conro clnclanLc; r¡i (iu(lirr-es unl cle las erpeciliceciones cle nti pensrr, a saber, senLit, petcibir, jLrzgar, clesc.rr., c1ucr.er,

etc., que van iguahlente aconl)aiiaclas cle esL:l ce¡te7i soble sü lIo,pia realidad. Yo ltrredo clucl¡r'cle la eaistencia rle esle trozo cle cei.aque esloy percibienclo. Lste l¡ozo clc cclir crnti)i¿r co1l1o electo (lelcaior-; 1o que percibía alttcs t qLle coüstiLLlía to.lo ltri couocirrien-lo de esle trozo ale cela l¿! no está: era ¡lllirriilo, ah,tra es (le unbt'illo marrón; era sólido, ¿rho¡x es liqlrido; ela poliéch.ico, ahoL.les r¡na extensión plana y circular. ;Curil cs, pLres, el objcLo clLre

cteía percibir y que creí:i existentc asi conto lo ltelciltíl? Pueckr,entonces, dudar de 1a existencia exLerio¡ cle este oltjero c1'.re 1;elcibo;pero no pueclo clt¡clar cle mi percibir en tirnto lo percibo. Y pare-ciclas consicle¡aciones pueden hacerse sobre toclas las especificacio,nes del pensamientor en todi,s ellas hay estc aspccto cle cert€za: elpensat se cjerce conllevanclo l¡ inclLrbiLalrle ce¡Lezl cle su pr.opiarealidacl; en todo acLo de pensamiento hay un momenLo tle ceL-

teza inclt¡bitable de si lnisrno. Por lo cual, pueclo plopon€¡- comoverdad inobjetable la siguiente: pienso, l-rego exisLon.

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ll ¡rqunre¡ro .sir.n.i¡l Cc Dcrarrcs 10r l

De 1¡anela entonccs que el pcüsxnricnLo cornpo¡Lrl la seguridari

¡bsoluLa cle st¡ exislcncia. I-r clucl:l tuetócljca tro ituerle doblegar

csr¡ ciinensióu cle ln allLoco[ciencia. Porque im¡rorta destacar que

es cl la aLlL¡lco¡rcieircia .londe sc ha heclio erplicito y le¡cl:rclela-

¡le¡tc l.rr'¡rülablc cl prirl(:iPio caltesilno. Lo rlue eriste es cl pen'

sanrie¡Lo p¡lra cl pcjtsatnicDLo. Y to(l¡ lu cttcsli¿)rl se desplaza aho-

l-a sobr-e el ploblerna cle la c:iistenciu. I,l 1>eus:tr;rieuto -parece for--

zoso ¡ccoúoce¡lo- conlleva ) slrca a cxplicitación cs¡e cli¡rensión cle

lt autoconcienciil. El pensanieliro rlcau;:a rrn gt¡clo cle sí ¡Dismo

cit clite se lolna por objcto sienclo ¡sí PeDsirmienlo de1 pensanricnro. Pero, ¿cluiere esto (icci¡ que el pcDsamienLo oi)jeto sea L¡rla exis

te¡rcia? Y en el supucsto clc que oPlelrros por clecil que eir la aulo-

corrciencia cl pensaniento existc perx sí rrrislro, ¿signi[ica cllo que

clistc en el nlisnlo seDti(lo en que existen los objetos pelcibidos

¡ror los órganos sensorirlcs o cn el scrlticlo en qtre cxisten los clio

scs del c¡e)'enLe? Aqui palet:e lesitlir toclo el ptobletle clue iupor'-la a la perspectiva que adol)t¡mos. La r-eligión pretende ir de lairlca a la eristcncia ciirina;1 pol mt¡cho que esLa eriislencia Pueclaconcebirse co[lo un pcnsanliento la ieligión ¡tutica lta llegado a

¡Ul,On¡l qtle r\i.l,l lr.' r'.imL l¡i (uirlO ¡, ¡¡'.r¡ lirtrro. sino q'rg ¡e¡¡_silmienLo y exisLencia son pnl:r clla aspeck)s .listiütos clel se¡ cli-

vino. Si Ia religirlrn ltrbiet'e sosicuiclo Io conLratio tlo poch'íl ex-

plicarse que no ha1'a aclopt:rclo al clía siguieure de nace¡ la doctrin¡cle que toilos sol¡os liLeraiüente pet-tcs cle l¡ ielliclacl cle Dios. Po

Lle¡ios, LaInIliéD, a¡ruoLar sobre el pt'oirleua llsi: cl peusamieuloconllefii un aspecto cle alrLopercepr:ión; pero pelcibir-se a sí misnono significa que el llcllsrmie¡to se¡ corlscieDlc inrrrccliara l certe'frnenle clc un sujeto, de uI cuctiro e\iSlerttc ] \'ivo, qtle lealizilla actii iclacl de Irensirr'. [,1 1-.ctts¡¡ricnto es coüscicnlc clc si uristlo;pelo:r l:r \'erclacl no ha1'en ningíLn scüti(lo La pelccpcióll iLrtocvi-clente cle nn srrjeto err cl 1)e s¡nricn'ro. Si ut'to cluicre hrccl toclo eljuicio a clLre cla senticlo,v lunclarlento lu rutoconcietrcia clebe clecir,

sola111ente, csto: ,Pienson. Si, pulticnclo clc la ¡trtoeliclencia clel

Icr,,rr. LIcrirro.: .l'i.l.o, lreqo csi.to t r.enru\ i,trc .¡cerrr. 1.r,ia existencia coürprencle especiiicaciones y qtLe une cle óstas es el

pensar misnro. Es¡a clocnina tiene sus clificultaclcs ptir':rclls; peto

Puede sosLenerse y selvit a utuchos filtes. Si11 crDbargo, el Irlo]rle-rlta nLleslto es si iructle se¡i'it a los fincs clc llL segirtl_irlacl e11 rltane-

Ia qlle pcrlDita a Ia filosoli¿ cornPelir cotl la Ieligióü. La segttli-clacl icleal, en orclen l lealizar-se, Liette neccsicl¡cl cle pasar-a la exis-

Lencie elr rin serlticlo qr¡e r-esrrltir itlposiblc al argumento c¡lllesiano.

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-l

f lo2 lr,r Rt-a .,D.sú i. trUrLrói \LItL!\:rs\l

Clalo está, hly h iuta que m:'rs atr'ás bosquejuros alucliltclonoscle algunos ejemplos y que eslá r'eprcscntacia pol la dialéciica clcla inmoviliclacl, l¡r clialéctica cle Ja lógica pnra. Iista r-r¡ra consisLircsenciaimente en un enfoclLre igualitalio de los té¡minog cli¡]éctic¿r-mente ¡elacionaclos; seguriclad e insegLrridacl descle la PelsPectir¡cle esta clialéctica solt térmirlos iclcales ¡euuificaclos en el elencntocle le reiigión, o son si se prclier-e sus conclicio[cs eristentes. O se

¡necle clecir clctltro cle esta corliente cle pensarniento: ,I-l religirinhlbía pasaclo ¡n¡is alli clel munclo y había c¡eacl¡ ci muncio inri.sible para concilial al honbr-e consigo rnismo; cle esla manere, elespíriru sacaba a existeDcia srl seguridacl en el elenento clc ]a [an-tasia; pero l¿r lant¡sía ¡ro es menos espir-iLual rlne el pensrmicntoespecul:rtir,o. Al lin cle cuentas, 1¿ religiriD existcnte cla toda cilacreatLr¡a de concliciones espii-ituales: segrrriclacl i(leirl ), falrtxsi¡ lni-tica. In ei eDcuentto y rnutna tefeteDcia (le eslas clos ¡clitt¡cles lla-cía la realiclad existente reprcscDLacla pol ia leiigión.. Ista cs 1u

leptesentación -cor¡o hemos clicho inmór'il clcl fenrirneno ¡eli-gioso; la lePresentacicin que en últirna insLancia clcbe juzgarlo nc,cesario y así justilicar-lo col¡o nn lnoclo rrrás del Lspir-itu Infinito.No consiclera llara nacla esLa represcnt¡ci(in que hay una clisiure-L¡ía irreductible en la esercia r¡isrn¡ cle la leliei<in; no consicle¡aque la religión esLli calcada soble la ¡¡rtítesis er]Lre Pen5¡[riento v

existencia y qr¡e, por nuy esl:rir-ittal que sea, es inposible sino es

como copia sobre esta anl.ilesis. oDios existe< no es lrese que sig,niliclue 'Dios es nero pensllmiento(; y porque no hay esta iclen-tificación, sino que la filosofia le elrcLre]rtt11 cornr¡ la esencil ocultay prohibicla tle h religirin, clebe¡ros clecil que l;r leligión es nentirosa, y clebemos acePt¡¡ que es una solucirjn inclebicla, un¡ so,

lrrciun lrtc cs rrc,¡',.rio 'rrl et¡t.Pero lo quc importa es ntosLraL c¡inio esta esl)ecie de clieiécLi

ca ql¡e ll;rtrramos clialéc¡ica cle le lógicn pula es consistente con laexpeiiencil clrtesiarl¿r cicl ,l'¡ienson, cotrro experiercia esta últimrquc ht cle totrral e]r sns nlanos la ta¡ca cle 1a rcligión. I-a enL¡acl¡e1l 1a arttoconciencia puecle co¡sicle¡arsc como Llll¡l eLapx cn quces conscieDte cle si ¡¡isrnc¡ e1 pens¡niienLo; y cn cuanLo ha), estirclimensiórr clel pens¡mienLo colrscielte cle si, aclquicre signilicacióne irnporluncia la clialéctica clc la lógica prrle, ia cliaiéctica qrre sa-

be hlcer pomposa[rente Lrn camino espectrlalivo qrre es la viclirmisma del mero pens¿1miento. Porqrre lllí cloucle surjl la cliure¡sión de la autocoücienciu se Puecle lleg:rr' :l sostelter- que la sllstaü-cia intima.le toclo cs el penslnrieuto; ),en t¡l caso, óste qlrelri'r all'

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-F,l,rq,,nr.ri. c\istrn.ial .le D.s.rrbs 103l

so1-l)c¡ clentro clc sí la ¡otalicl¡cl cle los lenórrrellos, entre ésLos la

'eligión, y explicar-los corl rucglo a la clirléc¡ica cle la lógica prua

o:¡rr lo cu¡l ir¡(lir conrenlú [i tcrtrjnó sino que to(lo cs rlecesa¡io

i.,,r"".i, "t IrLrrro,tc ri't' rl'olrrto. itr.tili,.rl,le 1 I'rrnrro

Pcro esto cr llrre 50L¡me¡rle erl ( ll:'lllo /¡e l, ¡e'lc ll":. t r sos'c

ner que l¡ sust¡ncil inliül cle Loclo es el PensemieDton OPinión

qrrn en rnorlo ¡lgtlno (l.l ]:,,lc Dcs,irrtes. I'or rlo¡l''. s, \e lrle,nia,',t.t P"t llnx pxrle lliriir c'F lili'olo L.lr'r l'rrrcL.r rlF Ii c\j'Lencia como Pensamienlo, Por ot1¡, dcbia Plobal la existetlcia cle

un:t srLsl¡ncia no pensanle. Y llueslo qtre, ir¡1>licatlclo l)escartes que

hxbiil conexión eIrtle la exi¡jtencia l)ensallte y la existcncia no_

t! n<. nlr, rr'rn istn. :r ¡.e' '¡ 'le lo,ltr cxi¡l¡ tlri.r¡ sLl, rr¡rl ls' elrlo r'

,cs l.r .lj 'lé.1i,¡ rle lr 1,iqir: l,rrr., e\r:Ll,.r ior,lcrr"li, ¡ ri\ir tr),e-

rra.1a deülro del PensirnrienLo Pulo. La 'clialéctica iógica" sabír

¿lclueñar-se de todo en la meclicla qtte toclo err pellsanienLo; sabia

irresciirclir cle la retnpotaliclacl 'emllirica' ctianclo se tratalla cle hacet

en la cabeza clel hornb¡e sus cabriolas,v rrostlar quc Loclo eslab¡

a11i, activo y realizltlo clesde siernpre etl el seno clel Pensauiento'y qne sólo It¡bia esta climeusión clc tenpollliclacl, cle cles¡ruolio.

de progreso, en la meclida en qrte la ¡renLe fiuita crtrttplia o tca'lizaba su moclo pecttliar cle licla. La ,dialéctic:r kigic:r. tlo quería

ningúrt pttnto clc particla precario y acciclelltal (coruo, pol ejeur

plo, ,Yo, ahora y aqui, pienson) silo qi¡e quer'íl exhil)ilse como

ün proceso neceser_io cles(le sLls r-aice5; por eiemplo, se situilbx, nllis

ell:i clel ,pienson, eD la libcr-la¿ explícita y tilmbién rrn Pocro lolanrie¡a cle 1a autoconcielcia ,v sultortía qLlc habia Pltesto 1)ie so'

ble suelo seguro, sobte un sibcr absolulo. Y clesde aqrtí cchalla:r lolar- pol' ei mr¡¡rclo entelo (1el espíritu, y encortlrabir todo ]o

qrre hay históricarnente err e\isten.i:r cotllo si esto salier-a a e\ijLil'por pur-as razoDes cle lilgicl, corlto si li! histolia fucte rrn siloqisrlro

en Lrn mundo hecho clestle siempr-e y Par':r sicrllPle. Por- el coü-

tralio, alli tloncle habíl uDa (linlc¡rsióu ell[]elltallclo al Pensllrlierlto y reacia a tocla ¡eclucción al pensamiclrto, la ,tlialéctica lógica"no teníir vicla vercltclera qne vivir; sólo llelabe exislencie como

I)elsaniento puro, es decir_, exisLía coll ulra absLracció]1 e[ su base;

slr erislencia, como clicen los lógicos, e¡a cotlclicion¡1.Para Descartes, clecinos, no toclo cra pensntlicnto Si podia pro'

bal que habia una exisLencie aclemás clel Pensilrniento clel modo

irnpecable como habi¡ probaclo la existcucia de éste, eutoilces, si,

¡roclíanos esperar una lespuesla más esPecíficl, r¡.is ceirid¡ al P¡o-blcua cle 1a religión por partc cle la Iilosofía. Pel.o Descartes no

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--!

I r0+ /¿¿¡ ti¿d,,. DESDE r,\ REL¡d,óN ^r.IIür,^Nra\,6

probó esta existencia, la clel mrrnclo exterior con recr¡rsos pril,ati_vos cle la filosofía. Pala probar 1a existencia clel tr,.rnclo c:<tctiq¡,es clccir, pala probar la verclacl clel conocinien¡o ciue nos claq ¡¡5senticlos tecurlió a 1a ve¡aciclacl clivir-r¡. Si Dios exisLc, elloncc..no ¡r'recle soste[er'se que el munclo e{ter]1o sca una c¡eutt¡r-a rle llimagitlción o u¡1 eng¡riro qrrc nos hace ¡lsún genio llaio y nlcn_tiroso; si Dios exis¡e, el r¡undo externo pet-cibiclo p()1- nosotl-.)5exisLe fueLa cle r-iosoLros y ¡lucsLto co¡roci¡1rieDio clei nunclo erte¡,no es Ier:dade¡o,

l,Iecli¡nte csLe arguI¡etlto hemos asegutaclo la exisLencia 1.etcl¡,cle¡a clel munclo extet-[roj pel{r el srrpuesLo (le esta p[reba es laexistencia cle Dios. Dcsc¡¡tes hace varios itlg Lrentos p¡t-¡ cstaprueba; pero sólo im¡torLa clc ve¡dacl el argometto ontológico clcAnselmo. La prueba cle 1a existencir clivi¡¿r cle Dcscartes suponeque hay en nuestro espiliLu la iclea cle un se¡ inlinilo y p€l.fccto.Ista iclea ha siclo ltnesra en el espír-itu dc l)escartcs Por la reli,gión en que fue eclucaclo. Al fin de cl¡enla¡j, el punto vcr(lacletocle a¡royo parur ir clescle el pensamienLo h¡cia la cxistencia exte¡naes la religión. Y aunque alguien pudiera foruaL por.sí mismo laiclea cle un sc¡ inli¡lito y perlecto (el pr-oblen.ra cie si es esro posi,ble puecie clejar-se aqui cle iaclo) no es [ecesar.io qrre cló a esta icleael nombre cle Dios. Tal iclea puccle queclar- a cUentrr ¿1e nL¡estr¿liinitucl y nacla más; puecle, quiere clccir', asurr ir- la Iuncil¡n tlc ¡re-cesaria, aunque también vagr y con{usa, co¡relación de un ruoclonueslro (le se¡ clenlto clel cual nos ellcoitLtatllos cot¡o enccrLaclos;pelo no es ¡recesario iclentificu¡ esLa icle¿r con e1 Dios de nucstr.lreligión, ni ntr¡cho men()s enconLrla la existenci¿ en esLa iclea. La€xistencia -se clice es una lterlección y no puecle falta¡ a un se¡que concebinos como infi¡ilo y per{ecto. Pcr.o qtle la existe¡rciasea uDa pcrfección, he ahí el problene. Por.todo lo que hay l hr,ista, la existencia exlterie nciaclir y coucebiclir po¡ nosotros es, ynecesarianletlLe, imperlecta. A 1a ver.clacl, no hay manera cle clalcabicla e¡r ei argurnento a trna noció¡ altropiacle cle Dios, coniono se la tr-aiga prcparacla cle aDten¡¡o tlescle la ¡cligión o, r¡lisl¡ien, clescle la fe qrre, por lo clemás, nos b¡int1a no sólo una icleacle Dios sino ur-r Dios existente.

O poclernos, también, ponerlo asi: la supuesla etisle¡tcix en miespíritu cle ia iclea cle un ser infinito y peifecto no puede ser ot¡acosa que un lago y oscilanLe sentimiento que sr¡r.ge y con miis o¡nenos niticlez se clefine en el contr-asle cle la exisrencia imper.fectay finiLa. Al fin de cr¡enias, la conciencia es este serltirriento de sí

Page 101: Desde La Religion Al Humanismo

coüo linitri.l y precalieclacl; y es Por ello continu:r y nccesitl i ¡u¡enle

el selliimiellLo coflclilivo cie complenleúlo y Perlccción absoluta.

ióto ctc aqní pueclc salir la pretensión r¡/ts o menos aiisiocriilica y

túás o ¡lenos nlenLirosa de lroseer Llno cn sL¡ r¡ente le icle:i cle urt se¡

i¡Iiniro. Pe¡o, esle eslaclo clc cosas rlo es otlo qlre aqr"rel clc cloncie

,L,ree l:r rPliqiú¡l tralón,lonor ,le ltrcr:r I.' ri¡'lic r cri"t"trtc rle rrrr-r

[,-rs lnhelos. PLrclierl plerentler\e, Pucs, que Ia lilosofí¿ rcPlcse¡lta

la macluración de las cosas, qtte cila cs l¿L ter-ea de explicitar aque'

lla icle¡ cle un se¡ infiuiLo y Perfecto que bulle etr nosolros; Pr-l-

ciieia ¡rretenderse que la filosolia es la rnaclLlr'cz cle la religión Pelo

se notará atrte Lodo qtre nt¡nca Pretcn.iió ningún filósofo hacer

cl ¡lgurrrenlo clescle utra idea qlte lta llegaclo a clcs¡r'r'ollarse clent¡o

cle la'lncnte cle los hombles, cou llrescinclcncie c1e tocla ¡clelación

,,,Ja ¡6'l.r ill¡.sici.,n ertc¡nr. Fl l-li'rlo Dccc:rlc' qlc rolro rlin-

au¡o, ali¡rna tcller en sll mente esla iclcl no pnr:cle si¡ro tecr'rrLir'

ii str fe leligiosa p:rl-a esPc¡¡r el asentimienLo cle roclos Y se noL¡ri

aclcnhs qtte alli cloncle es posible seguil este catnitlo especulativo

y ¡lc¡n,,ar el uii'el cle ur-ra conciencia explicita, alii clr¡ncle l¿r llente

irace inlcligeuLetucnte el camino que conduce nl inlinito ¡'l no

hry más argumento onlológico coll]o no sea ell ulr scnli(lo sllboL-

clinaclo y t eiaLivo.

10i l

I OCI(E Y SERIiELI']Y

DcscalLes -se puecle clecir así- trajo al nttnclo el Pros-r¡ma de unil

ciencia rrnive¡i¡l qt¡e se bastx a sí ntisrna, que se lclanta tocb' cila

sob¡e el cimicn¡o cle llrinciPios autoevidentes ll Plogtatia cle Des'

c¡r-Les obcclccia al espír'itrt cle los rienllos; al clespl-csLigio cacl;t vcz

m;r1,or cle la ciencia metiiev:rl; al tlescalablo 'le 1x lePlesentxción

meilio'al qt c siguificaron homb¡es como Copórnico y Galilco El

espiritu clc los tiempos pugnaba por-clesligarsc tle la religión y por-

póner a pnreba las porencils clei hombre colro ser jltrga[tc y cos-

,toraartr". Ln ciencia y el conocimiento no poclían sulloclin¡r'sc ¡ la

religión; si había un tr-ibunal suprerlo erl la cicnciir clel hombre

éstc no Poclía sino se¡ Ia ¡azóu L:r ciencia seeutl estallil a:jetlLlcllr

sob¡e rrna experiencia auloeviclente, es clecii, sol¡rc nnl experietl-

ci:r cle l¿r r¡zón.La iclea cle una ciencia segtlra ellclerez¡(lr sobLc principios pt-tr

pios y conscieute cle sus principios prevllcció Por lo(l11s Partcs i1

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=_q

I rn6 /r' l?¡¿,ro, DDs¡! !,\ RELro,óN a! Hux.\Nrsvo

pa¡tir cle Descartes. Pero hubo fiJ,i;ofos que se .tp.uL¡rol r gl¿rnclistancia clel pensaclor lrancés. lar.r DesLiLrtes el princil,io ,li i¿ciencia enLera e¡a el oPierso, lueto, esisrou; ¡¡rrl L,s Iil,,soft,. ¡¡¡,"aludirnos aqui y quc se sepa¡irron clel rrLcion.Lljsnr,r crlre\ir11,r el¡rrincipio cle ll ciencia e¡a la sens¡ció¡. I-llLLrie, ciert.rnretr¡q, 1. ,)r-sibiliclacl cle funclar la ciencia; Jrclo estx t¡r'eit rlebíl rener.",r.u",',,,,que se lr:lta de la cicncia, es clecir, que clebemos Poner. los luncl;r-1ne¡ltos (lel conocimiento y la vclclacl como actos ett quq l¡ ¡1g¡¡asale rle su círcrrlo y enlra en contacto cor-r lo cxLe¡no a sLl círculo.Il ,Pienson cartesiano no perrnitia i¡ n;is allí clel pensamiclLo,coÍno ¡to fuera aclmitienclo que en el espirinr haltie rrn:r itlet qLrc

¡termitía problr una existe¡lcia scprr':rcla clel pensxnticr)ro Iinito.Recién cuanclo prol:ábarnos la realidacl cle Dir¡s est¿ibamos er1 con-cliciones cle pr-obar el munclo extel-no: que eLa existenLs 1 ,,,q¡-clacl elo.

PcLo, corno ciecimos, estos pensadores enconLrabaD que no |avicleas en nuest¡o espíritu como r-ro se originen cle ia sensacióI. ,Sitoülamos una iclea cualquiera dice uno cle cllos- por. erlcumb¡a-Lla que se¡, su anilisis mostrará que const¡ clc p.rrres sinrl,les qrLe,en úlLimo exLlemo, nos remiten ¡ irrpresiorrs5 inL¡elli¡r,rs cle nue;_tro espíritu. La rlisma iclea cle Dios no constituye una excepci¿)na este plincipio.. I1 r¡¡'rs famoso cle estos pensaclor.es, Lockl, n,,cluclabr cle la existeDcia cle Dios y de que er.a ¡tosible rlernostrai-lrr.PeIo sosteni¿r que elil la cle Dios una iclcl com¡rlcja, es rlcci¡, clelilacla; una iclea que se originaba y constituír a p¡¡tir de ltueslr¡expeliencia linita 1, con elementos de esLa cxperiencia; nosoLr-os,clecia, poclemos ¡lc¡rnza¡ lo clir,ino, pero nuestro conocimiento cleesta natu¡aleza es exLe¡11o, relatir,o, in¡clecuacio. Por.que la solaIlleDlc ale nueslta ciencia o conocinienLo cs la cxltetiencia seDso,

Pe¡cel)tLrai; cle Drallela qtle no hay t¡ínsito ve¡cl¡cler.r¡ :r lo in{ini.lo, como no sea por-la vía inferencial.

Lo que importa clesLacar. aquí es este vuelco car¡cterístico (lcLo¡la una impo.tirnLe cor.riente clel ltensar-nicnLo lilosóIico uroclet_no soble ia experiencia sensopercel)tr¡al como la sola IueDLe clelconocir¡iento, Habia aquí una posibilichd que mucho itrtl)or.ta anuestro clesarrolio y clue fue llelacl.r a curlpliniento .ab"lmenrepot uno cle estos pcnsadores empir-istas: Berkeley.

Locke habia clesLacado en prirnerísimo lugar- l:r sensoerperien_cia; I)escartes tomaba cono ptuto de partirla la a u toexpet iencia.Pe¡o ar¡bos filósofos coinciclían en la acei:tación de unx e{isten_cia exLer-na al cspiritu: Para Descartes la sustancia no espir.itual es

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Lockc Y Rc i't'Y 107 l

.. e\lcnsióll: l,'i r Lucki" e\islLn lor ! rlclPo\ e\rerrlo\ rler^l lrrillr-

li", u"r .,. 't¡.rl.,l.,.les ¡,tirnrtir'' rsoli lez cr'r tni'r t' fiqrrtr y.rro-

itrti"to; Berkeiei' r'r ¡ reu¡ir' la se nsoexperie ncia cle Locke y

t"'^r,ioatp"ai""ai ^ c^at"'in"^ llarl r1:rr stlslancia a stl sislelll¿ Pcro'

-u,l'o ,u i, rolLsistentc qrre :'qrtcllo' rlos liló¡ulns r:' ¡ tc' ltr u ¡r'

,o,i" "r'",1o'i'f" l irter¡crierI' ii'lr' ro l r ¡rrsl rr' i ' rl' crNi"lc ' s

,t"*i., un,, rechazar qlte exista lo qrrc lns fil'!sntos ll'r¡i¡:r¡ rnrLtetia

r ouc ningt¡¡lo ,lc elloq'e.r're\i'; lc(llx/lL ¡ trri' Lr rrlllto rlrlc

l,.,i.ll ,,','"o";'"tt.." r Bokclcy eu err. cs Leil)rri/: l'er^ tto teclLr¡'''

i" n,,lt",'i. ,on l¡ r'rl"rrti.r ) ll lnq r'¿¡ 'lel ¡'rirrer''r'"' -O.ira yo -alirm¿r Berkeley- iltlnque no es lir- nocióll cle rrri

,.',,,ri¿ n¡rttr:,leza e5l)ilittlill cl irnico y tlniver_sei fltnclalnenLo cll

1,,"a' oa,tr.rlr" D"r."rrer' ;\clemris clc esta reali(lacl esPilitual de qüe

r'.nc",rn.i¿n, existell lxs iclers cle l¡s cuales tiene eriPer-lencla lll

""i,iiltu. ¡,,",. cle esro. los filó'otoc ¡rrl'orlen lir e\i\rerr(ii,\le rLr'r:

.¡is exlernos deteltninatlos erl rnaDel-a apropiach a les icleas qne

i,'",f,,."n "n nosoLlos; ll exisLeDcia cle estos cuel-Pos es absoluLa

'u.",r.,".1¡, existcll 5in los erPílitrs en Iurlo el sctrril' lc e't:r es'

,',r"ri¿,,. n, 'o clr ctln esl ln g'""n'"tll" eqtrir"':r'1"' lwr filú''fo':

lo,l,' i', "*¡.'"..' ¡' ex¡eri'ncir.lr 'c reLILt' e :r lo' e:¡'iritr" 1 I s i'ler"

., no hav ¡osible ni coDcebillleúlenle nacla existellLe nás ¡llá cle

t',s l,c,n¡.,i'¡o, ,lel ¡'rrcil,ir {c'l rrilrrr ) eL "' I l'cr'.jL'i'ro ri'le-') '

Si los filósotos han llegaclo a im:'ginrr eslíl contlilrlrctnlrl llocLorl

Aa -n,"ri", e1lo se clebi a que hrr iclers cluc no dc1''entlcrl-de rni

No estii en r-ni pocler cleciclir qrr'1 hc 'le rct si nrilo cleL I'r(Lo rz-

quierclo; eslo trt" ll"uo n Pensitr que lries icle¡is soll,inher.ellLes i1

rrlla srtstancia extelna y no Pensallle Pero 1:r vetcl¡rcl cs qlLe L]1]ir

i,ia^ ,to ona,la scl inllc;enLe ,it'o "tt ""^

especilica lel¡cirin cle ser-

" ' ': cie¡tas icieas' su uo clepenclencie¡reLcibicl.L. Lrrego, lr leirlrd¡rL Llt

lle -i vol,,ntaci me lleva a Pe¡sal ell ol¡o esPililtr (le cli)'e \ollrn-

racl clepctrclen las iclc¡s ¡r itt,va pelcel'ción estoy obligeclo en el

rnurr,l.. L"te erfi¡iL r e' Di ''Berkcley, enánces, no ira teniclo ningírtr llr-oblena cie 1a especre

esnantable'qtre clebielon enhenLar Locke y Descar-Les Pala LL re¡-

,ij¡ ,t"l ,o,io,imierrfo, es rlc,ir'. ¡'.rle cl trir"jro ql''¡q i'rtet or ¡cKter-ior. no efa necesario rectlllir:;L Lrill!!il11 '11)¡r¡to ¡lol Ln silLrpk:

."r¿n ¿" rto habel'aqui trár-tsito lingtttto Descarles-rccür-Lia.a la ve-

,nai¿n¿ ¿i"irt" para sellar la cuestió¡r cle la leicllcl; Lolie iracíe lcr

,r,ir-o, t "lrtn,t,io

cle la objetiviclacl cle nucstr-as ideas siurples y ¡rri-lnarias se apoyaba plra eslir correspotreletlcia ulrir oc'r entre lllter:L:l-

y exter-ior-* in rnbi,lutin y voltmtatl clc Dios Sin 1rr1:r e\l)lLcrcl')n

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I l0B /r¿r Ridro, DrsDL !^ RELIC¡óñ aL Huü^ñ¡syoile esta. especie, clejanclo, por decir así, meramente eDfreltados elpensamienro y la exisrencia no habia posibiliclac.l ninguna cle cou_tener la co¡rclusión escéptica: l¡r r erclacl como acLrer(ú, .or,"riun_clencia, representació¡r u ora relación ciralquiei., anrra panr"nii"n-ro y realiclad, relación que en Lodo caso careciera cle la gaia:rlia clivi_la o clerriúrgica, era t¡na respLrestir ten m.,i.r conro ot¡u ct¡iilq¡i;ra.L.lt encucnrro en¿re los lremislcrios (le ll menle y li ari.',.n,,.,no e¡a..relació¡ fi'n¡lada ni segur.a; pero sí era un asunto hecho a11

1gc]ida cie 1¿ duda y la sinraz,ón. De ,rr..n"r.. qL,c perecia iur¡rrcs-cindible el postulaclo cle la exisrenci¡ clivinrL: y Loike y D"s.l.r"s1o susc¡ibie¡on prestamenLe.

. Belkeley, por el contrario, cambió funtlanentalmente cle estr.ale_gia; enfrentanclo Lesueltamente la noción cle exisLe¡rcia (como he-mislerio opuesto al pensamiento), encol.ttró qQe no es siqr,iera esosino una confnsa monstruosiclacl, una cont¡;riicción q,,e, pasancloent¡e.los filósofos como algo que va de suyo, no ticüe por ei contra-lio uinguna cabida, ningirn senriclo, I.lillgirna lunció¡r en el campcrespecLrlatilo sino que es rrna nuliclacl absoluta, una gror"r" o.,,-rrcncia endosacla y manipulacla por los sabios en la meilicla en quehan anclaclo cor¿os cle reflexión. De rnoclo entonces que la filosoiiano sólo había conquistaclo r¡n terreno segur.o p¡r.r si eln la autoex¡re-liencia cartesiana; ahora, con Berkeley, tlab.r otro ltlso irlporten'te:s€gu¡a en su propia ¡ealidacl ei pelsxntiento la filosoiia dispa-¡aba sol¡Le la existencia y araeuazaba pulverizarla. A toclo io anároclel muncio mi¡aba abiertanente la lilosofía; y toclo lo ¡e¡luci¡ alespíritu y a la experiencia cspiritual.

La fiiosofía tonlaba concien.ia cle la climensión que le er-a pr-o,pia en conrr.aste con ia ciencia y la relieión. Mieirrias esra irftirna,se e¡Ircntaba a las clos primer.as como la le se contrapone a la ¡azóny al conocimienro, la cienci¡r y la lilosofia dife¡ían ei un poslulacloeristencial qr¡e parecía esencial a la primera y clel cual pá,li^ p."r_cinclir la seguncla. Berkeley representa ulta conciencia lúcicla de'estaseparación y asentamiento cie la filosofia; y, sin emblr-go, no se r)l.o_cluce en él la culn-rinación clemorrcla ttntos siglos. poiqu",

"u,rlu.DcrleJey logró r¡n¡ el,rLor¡rión brsrr¡rte nor.l,l" cie lo .iue h.,Li.,dicho Tales *que el munclo está lleno cle lo cliviro- y n.rrrq,,a opartir de aquella elabo¡ación puclo cleciarar. abie¡¿rmeníe qLre ia fi_losofia no er¿r más que la entr;rcla en la vicla absoluLa, con todo, seinterpusieron en la Lt¡La cle esra conclusión ias inágenes cle la fe.

Para lnostrar.esto basta atencle¡ al ,critc¡io cle r.eaiiclacl, que ern_pleaba Berkeley. Flabía para este filósofo sólo icleas y espíritus; es_

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tr

109l

Los irlti[ros, elan los sujelos clc aqucllas icle¡s. Pero, no poclia Ber-ke-

ley rcclucil toch la r¡ulLiLucl cle las ideas ir neras cleatur¡s de los

ssprítLrs iitrJtc,s. lsto hrrl¡iet:L irnplicaclo hacer cle los homb¡es io:;

.,c.r l, rc' y sort-¡t,.lo.-q ,lel Inrlrt,l., ¡rrtcto: LrLri¡l:' 5'll,ll '.o, : l.

]ris, un Irrilrtgro inexpiicablc clc collle¡selr.ix cle los homl>¡es sob¡e

L¡r sisLer¡a cstebic y bieu ellsanbla(lo cle icleas: las iclels que for'

¡'l¿ll cl tnun(lo r€al; per'o, no se hul¡ieia explicaclo elllollcc5 pol'

qué los hombres Do salcn cacla tlno Por-st¡ lacio colfiguLrntlo lrr,

munclo a su albedr-ío 1, convicnen por el coutl-a¡io (y rlndie slrLe

crinro lc' logtan ni cómo sc clisponen a ello) , en ateller-se rt trn sis

tcina ¡rr_ocligioso constitr¡ido coú stls ideas: el nlLlllalo r-cal De ¡iit'Der¿ (lLLe Bcrkelcy debia leconocer- ciue no loclas l¡s icleas sou nlc-

rls clciltLrl¡s cle lx mente linit¡ de ]os homb¡es. 11 nrt¡ndo te¡l con'

sistix clecLi\'rDlenle sólo en icleas; peto éstas no eL¿rir c¡eettt¡as clc

le rncntc hLtrDanit. Las iclcas clrte los hotnbres cr_caball Pol sll cuc¡l

t¡ eran un p¡o(iuclo clc la imaginación. Flabía, 1lues, clos espccies

cle icleas: las icleas ¡e¡les y las irlcas [¡c¡icias o metilrrenle itrlagi-

rclas.

¡\ho¡a bien, ¿cómo se clistiu¡1tre cntle idcas realcs e i.leits iül¡gi-nalias? Ber-kclcy rcculrió al cllricl.e¡ cle nlcrarneilic clacl¡s, cle i;i¡rurlas, en oposici¿)n e1 catricLe¡ [¡cticio tle las oLr'¡s. 1]stas irltitn¡s,dice, son creadas lror nucslln loluntacl; en cttenlo a las llritnetlis,no cstlln en esla (lcPcnclenci¡ y (lcben, po? /o l¿¡¿lr, olisin¡rse r¡e-(liente la i¡rterlencióri cle le lolttntatl cle uli espiriLu infinito Pcro

r1o cl-a forzosa esta dcLlLrcción: Del hccho (clcl suptreslo ilecho) cle

clLrc las icleas cltle son cl_eiltul'as 1l'.lesL¡ils, se origitlaLr llot ll eccicil't

de ¡ruest¡a lolunLircl, ro se clecll¡ce cltte las icleas qne úo .lcpellclell

clc tlosot1os, las icleas ¡ea]es, son cfeatLlras cle oLla \olLlntacl, 1a 1o'

luntacl clivinr. Berkeley liabia elabo¡¡clo su criLicir clel materialis-

r¡o, de las sr¡slancias no Pensílntes ni pensaclas, ¡legando ql¡c to(lo

cl sel cle aquello que no es esPiritu co|lsi¡jtc erl set-petcibitlo. Peto

scl per-cibiclo no signitica ni implica scr cre.rtur¡ cle u¡e ¡oll¡rllLciDicho con oL¡¿rs palabras, Berkeley iroclia y, e¡1 est¡icla lrigicl, cleJ>ía

¡rr-escinrlir de una volunLacl clivila; le bxsLirba con u¡r¡. sensibiliclatl(livina o un enten(limie¡llo divirto pala explicar el nrrDdo 1eal; )ellnr¡nclo Icui -rsí Poclia algumellL¡r' es ur)a telr5irción o tln sistetü¡

de sensaciones en el espíritu cle Dios.. Is muy obrio que si irttbicta

Procecliclo de esta mancr-a, en esLr-icta consist€ncia coll sLl 1)rii'lciPio<lel ,ser'¡rer-ciiricloo, hubiera teniclo que cler lugar a conclusiolles iilesilcr'¡dils: el lnuDClo teal se encontl¡ria en relación inLirua con el

cs¡rilitu clivino; se enco¡rlraria, Por cleci¡lo ¡sí, interio¡izaclo cn Dios

Page 106: Desde La Religion Al Humanismo

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/kd¿ l?i.¿ro, D.sDtr r,\ R¡Lrc,ó-- {. IIt!^¡-rsnoY, entouces, ¿qué nos i¡¡l)edir-ía sostenc¡ clllc ei rnlrn(lo l.ell es Lanr.bién Djos y qüe e11 ltucsL¡a e\lretiencia pcrreprrrlrl e\Liq¡05 Do,seyenclo literalnenLe lo clivino? ¿eLré nos irnpc.liria p,,,,, ,,tr,,,,Ji.,.en inrplicaciolcs que hrLbierart r-epL¡gnaclo a IJer.kelel,- sostcle¡qlle cuanalo comerros llo estanos ya senlaclos en ultil tnesil sci.\.i(lilI,or I).o\ .irr,, qLrc, r¡DrL,i r.llict¡merrte, ¡¡o.,.I,l.rrros ir L).,r\.

Decitnos, pues, que llel.keley prtilo (lemostra¡ lr exisrencia cle Diosbas¿inclose soia¡renLe en cl principio clel oser. ltcrcibido.. Si habi¿icieas que lechtzaban L¡ansforr¡¡tse elt creaLLlr¡s nLlestr-¿ls -j¡s i(learsreales- y que nos et.Ln rrreriLtrtente claclas, había sólo cios salicl:i,rposilllest o tales icleas cralt el col.reiato est¡ic¡o cle nLre5t¡o e¡rLeD(li_rniento, co¡t lo cual el rtru¡do ¡cal se ¡eclucia a ur]a image¡ imlrll.cita en la vida inrelcctual (le los hombr.es (con lo cual, quiere (ic;ir,el rsei' l)el_cibi(lo. del rnuncio era L¡¡l ¡sL¡nto soltl¡elttc itrrrlarro) ;o tales icleas eralt el cor-leliLto de u¡ra ¡,icla intelecLual extellle ¿L |rnrlestr¡r L¡na vicla intelectual in[inita. trn el caso cle ia primera al_teIDaLita, la conYe¡gcncia cle las icleas ¡e¿lles (lenLro clel sistcm¡que llarn¡tlos el ntL¡n(lo queclaria inexplicircizr y seríl r¡n lnilag¡oinexplicable; por. lo cual, Len(lrix¡nos que r.echazar la pr.ineta al_terDativa. Sólo queclaria la seguncla que, siendo inelrrclible, sieni_li'. r ir 1., ¡,r.rcl,:r ,lc Lrrr.r inreligerr, i.r .nlinir,¡.

Pelo Belkeiey (acaso por. iurplicaciones col¡o lxs qLre llLrsiIrt{Jjm:is arr-iba) , prefirió salrar el hilo consecuenci¡l es¡¡icro y clccicLiciclue ia erisrencia en la erperiencia Iini¡a cle icleas r.eales, inclepe¡tlientcs clc ltllestra l olullLil(1, cl-:r 'l)rueba' dc una volurtrad in[inir¡.Dc csta lrtene|a, cl-ea])a t¡ua cicrta (list¡ltcia entre Dios ),el ntLln(loteal; el münclo letl crn ultit 1)l-trebl cle Dios col¡o ia c¡ealr¡ra es

Prtreba cle la volunLacl c¡enclor.¡,

FIay una irnpiicacid¡u en¡re tcís1no y pilntíeslno, de una perrc, yvolunLaci y enLen(lirnie¡rto, cle la ot¡n. N,Iientras el énfasis pucsto sobre el eDteIclirniento es propicio a l¡ ider.r¡ific¡ció¡r cle Dios co|lel universo, el éllasis sobre l¡ r'oluntacl srrgicr.e la r-e¡rlcseutaciónde Dios corno pefsonal. En ia pelsltectira panLeísta, podenos ex,plicar ia voluntacl cor.ro urra ncccsiclacl cle nr¡estla conclición fi¡rita:Inc:rrnacla erl nosotros l¿r u¡rillter.aliclncl y la se¡rareción, sur.ge co,¡¡o climensión esc¡cial cle nrrest¡a n.lturrlezl lu e¡tisión

",r¡ré i,1""

y existencia; la volu¡rtacl no se¡ia mris que una suertc clc s¡¡stiLuroo mís bien simuluc¡o clel espir.itu divillo; éstc es la u¡ricl:¡cl cle 1a

iclea ), Ll e\istcnci¡, es asi ¿bsolL¡Lalnente Iibl.e; ltosotr-os, el1 ca¡r

1[5tc rrrincit)io l) (lrbd rl r)rofosor 1]og ¡'il J¡sirosrLi,

Page 107: Desde La Religion Al Humanismo

DI c{.l,ricisno dc IILn¡c lll l

bio, clebeüos imitar-csta consllmaci¿)n, de mane¡a que llevamos la

i.lea l la e\isteDcia tal bicn como poclcrnos; esta operación cs la

vol nrarl y ¡caliz:i[clo]a rlos lllocnramos tanl¡ién una imitación clc

le libct ¡acl clilin¡.Por cl cr)ntIalio, cD lil I)el-sllecliva teisliL ¡rtlestra volunt¡.cl es cli-

lectxlrrc¡lle sir¡rtLl¡clo clitiuo. Dios h¡ ilcvaclo sus itle¡s e la rerli_

dacl y nosottos eu la volición nos elelaLnos clirecLa y posiLilame[te¡ l1a selrcj¡1124 c()D Dios.

Pe¡o ci Dios iolitivo y crerLlor no h¡ siclo clenost¡aclo sino a

aLrc¡L¡ (le u a cllrclos¡r analogía. A la vettlacl, el Dios crerclo¡ cie

Berkelcl, hl siclo nle¡:r¡re[te ptlesto clr sL¡ nrgLlmenLo. [.n la rneclicla

c¡r (11¡e el cilcbre espiritualisla se ciire al principio clel ,scr Perci-bi(lr)n rcslrltx inevitlble la suger-cncia PxnLeizanLe. Si puecle, a me'

dias Por lo denás, crear unx distarlcia o¡tocloxa ent¡e el Creaclor y

l¡ crerLu¡:r cs por srl insistencia en el espíritu <iivino conro volun'tacl. [s, en una palabra, l)o¡qtle en ltrgltt cle ser la clealula imagen

clcl Crc:rclor, es m;'rs bien este úlLimo imegcn cle ia c¡ealrtt n.

XX

¡L ¡SCEI'TICIS]\IO DN HU]\tN

Con Flume, asistilnr¡s a ulii fislll-¡ clel clesar¡ollo qr.te nos intetesecnfocrr'. Berkcley habia lechlzrLclo la cxistenci¿r e\Lelna qLle DesciLl--

Les y Lockc sc csfo¡zrbir¡r po¡ conselti!1_. Sólo hay r.rna suslitnci¡ l)¿tl x

Ile¡keley: el csPilitu. Hu[rc, esLo sc Pt-etcncle, avanza Lo(la1iir y Ierhrza csLe ÍrlLimo rcclucto susturlciulr sc!1o hav intpr_esiones clc I¡sensibiliclacl c irle¡s cle 1¿ mcr¡i¡¡ia y clc la imlginacirin; a esto se

ledL¡ce todo el mate¡i¡l (le nLrestro conocinlienLo. ÉIay ia creeucia

cn l¡ ¡ealiclacl cle un nrLrnclo cxlerúo, y es bueno que il ha1,e; pettrcsta creencia no a1c¡¡la a una sul)uesl¿1 cerlera o ve¡(iacl (lel co

nocilnieDt().

Suponemos que hay un sustr:rto objerivo de nLlestrils itnpresiottcs;

Pero dicho sllstl-uto ¡lo pasx de sel trtrrt liccirjti ir lo suilo cónroda.C)üo lilnto oclrr¡e con cor]sllL¡ccioncs como el xlln¡r, l¡ sr¡st¡]lcix es

pilitual, o Dios. 'I'ómese una i(lel cr¡alquieta, pot'compleje y liceclL¡e sea, ),eml)réD(lase srr a¡¿'rlisis: [,n Í¡lti¡ro extreDlo, se cllcolltlarlisienrpl-e que estii fol_lua(la por eleürentos qL¡e son a su vez idees sinr'ples clcrir aclas cle ¡tuesttas irnpresiones. Finalmente, las lcycs ttlturales que, el clcjarnos el cscepLicismo l-el^tilo a la existencia y el

espiritu clesr'ruclos cle toclo asicle¡o sLlstantivo, pr¡(lier'¡n lenelse por'

Page 108: Desde La Religion Al Humanismo

I ll! /r¡n llit¿,o. Di:s¡r r \ R¿,_¡üj.]N tr. rrr fr\..J(!.

pILrel)x cle rLr-ln causació¡1 esi)i1itu.Ll ill]n.,rrcDle il lir sccL¡eIlL¡.r Lle I.l\it,r¡'t,'¡9n"., ir., rp..isren,rL"', 1,ri, j¡¡n,lr I I r r r r r , : r I i . i r r s 1 , , . .,,.Liellc nLrestio hollbrc- sol ci i-esulta(lo ¡ie un acos Ltr i nbr.an¡ iq11¡.,\so. i:'r tn. rrrr.L itll¡,rc.i,',r. :, o¡t. , ) ll.¡Dr. ¡ro ,. .t ir. I l1 ,, v.ll ,1., ;efecto a 1:1 priIuela PoI la soia y rIul irrLoni,,rr.Lb]e r.L,,Lr !le rtLreen nLlestra erpcriencia hr,11 altarecjilo htstr .']rot:' ¡)r¡lltr,l s, ([cl¡arncra que la costunble hace qr¡e creirn¡os en la le¡ii(luLl (le unircllan(lo Lcltenlos irnltlcsiórt cle la oit¡r. No hay ninguDa lteccsicladni inLrillseca cot'tcririrr clue pelnlita tlansitar. intclectivaurc[ts d¡5cle la caL¡sr al electo. Dc otra m:iltet¡, pocleiros concebir.si¡l contr¡dicción qlr(] un:r'le1' cle la naLL¡¡aleza' Ialle en crralquier. rrolltento_El homb¡e cle cie¡rcias pr-oce(le coDlo si Do ilre¡¡ posible csLa falia;y este )como sin clesigDe y liniqLrita el Lema clel lalo¡.le la cietlcil:ésta se b¡sa en lil cleencin y, en cuant() prescincle cle ell¡, es ¡rcnr,rnenLe hipotórica,

La única esPccie cle cel Lezl, conlinlia l-Iu¡rle, c5 la qLLe sLuririistl-lLn l¡s ope¡aciol)es lolnralcs qrre sabe electuar el rn¡tenuitico. Scl.íitcier'lametrte coDtr-iL(lictolio sostcrlcr. que ios :in¡r^lrios i¡Lcriol.es alcnn liiilrgrr]o l)lxlro 11o sLuilell (los áDgulos tccLos. Pet-o e1 rDete-n¿itico no h¡cc ilris q¡le (iesur-r'.ill:rr.y hacer. exltliciLls las ¡rr.o¡rosi-¡ ie¡¡cr ,lrrr , ,r ,l..,rr 1,r irr lri,lrs er' ,rs 1r,.rrri.,¡.,. ¡ rro i ,trc., ,,,hace ¡lis clrLe obtencr lo irlplícito en lxs abstr.ircciores coit las cllirles Lrabaja. De lnlnela que lxs proporiciones (le hs mlterlriticrsso¡1 cierlas (le xcuer'(lo al plincipio cic contr.aclicción, pero no rpol,L¡¡r err r'igol collocinlictito; etr lillrto qLre 1as ptoposiciorrcs IecLuelero collcclnienlcs ar hcclios y clrrc rut m:is ¡il¡i de nnest¡:r inr¡>iesirinacLuul (por-cjcmplo, ,si me rl)roxirrro a ese lLrcso nlc qL¡e¡lo() 1to

son cier'{.as sino qLle clee¡tos en elles ltot tazo1let cle ucostun]blir-miento.

Ista elabor¡ció¡r cle lJl¡ne cs consiclellcla por algir[os (on1o Lr

co¡lsccucncia úhirnll y niltur_e1 (lc I¡ actitu(i car-tesianu qLre oiltx l)otsiltla¡se en el ol)ict1son. Se lrretcude quc Ihlntc hlbrilt razor¡ltkr!1tiis o mellos así: >Pierso, cs alecir, ])er.cibo; o l¡c.jol.J Lcng() csliLo acluella inplesión. No h¡y nr:is que irDpresiones. Istas so[ ]rr

pie(lrr (le toque y el genuiro natelial rle toclo el ecliiicio c1e lae\pe.iencia I¡¡ctual. Toclr¡ lo que entre c1t este e(iificio es en últirn¡instencia in¡lesión. Y 1as leles o r-cgl¡s co¡r qLre estii hccho el c.li-ficio lambién se rerlLrcctr a irleo sirultle y obr.io, aunclue et1 rno(ioalguno clivino: el acosLurtbl¡rricnt.o qLte ¡os hece relaciona¡ i¡tsti¡-Livancnte rrnas irnplesiones corl oLl¡s(. Debernos clcclar_er que quienes opinan cle esta nla¡le¡-a y \en cu tal elal¡o¡ación la consecuelrcia

Page 109: Desde La Religion Al Humanismo

rII

Ii

l

Li osccfti,iis!,o dc Liunr. 113l

neccsalir clel 'Piellso( carlesiilllo no Ililll enLendiclo nada cle Des-

c,l I tcspor(¡r" ,l ¡ iclr"" , rrlc iirrlo r'rrrlirirre 'rrir"'o ¡l :¡'IiI ' Ir'¡IIo

'

,,,r., ill,1 '' ',',',' rrrrli.it:r' iúrr ri' lr ¡r'l:'Lrr' "'¡iilcll' i:r " 'li'e:

,,,,i.,' ". f.,a3,', "'isro I rl'le'i,r, 'lrrc riqrrili'.r I Irl'"r'errl^ lo rlrre

1j"., ,,,"'1,",,1,.'lcsr I'rirr.i¡'io v'1rr'¡"irli¡ io cr'' i'l' T'rc cn

,"1", '1ll" 1,, lter'.r irnPte'i ,¡r tor.r!, rilri( r (orrtPniriu tl' lr er¡'eiicrrti'

"r.' ,i''' i,''l'lit" ión I ¡"'rrir 'l'l I'i'tr'" r:rtie¡i: rto rlrrrrri' dcri.r

,,,," O^,,,t ". l',, brl', ,1,.' r¡rr'r , si'letr' il 1 rrtt ' cri't''rr' i' ill'Irr[¡i-il¡,f,

'',,,'^ crl,n inrr, ir,lr (ñrr¡u I,rrrrto ,lc ¡'rlri'lr o r¡'rc 'i lr Lus

.;rb¡, ¡r¡ l¡ cnconLló, es clccir, tlnc lIo es t¡11a exl)crlencL;r ge¡lulnil

rle l,r !c¡,lacl ac}tellrt ir qne nPLlrltil e1 opicltson CliellameDte, l1

criLicu clc FItrne sobre la nxLtnlleza clel 1'o, la le(lLLcción qtle il¡c.e

,la ¿r," ^ .,,tn consLr-Llcció11 strcesiouel cle lletcepcioncs, PLlede clili-

oilsc rir conllrl tle Dcsc.trLes: cle la cxperiencia atltoe!i(lente (1e]

l',i.,rrn' ,,u restLltrt ninqrrrr '¡'o ¡ersotral , trilrgttua ccrLilicaciótl cle

l.i ¡ r.,r,,,' ,[rr. crFo \tr. Pcro l' , r¡" ri ¡r' ir ''r'l'rLi rl-'lc 'lel ¡'icrr'

soo clei¡c euftentlilse colIl() atlloccl-tilicilciól] clel pense iiento; lo

quc clebíl hacer Llttme ela nloslrirr qtre en la e{Pcric1lc;a no hxy

ni .,rr,iL,r,tto expeticncill qne constilu)a cl opiensoo ni un asllecto

.lc ¡utoeviclenciir lornlaclo ¡xl el 'Picnson. Lo cltle clebia hacer

Fftrme cta rllostrar qlre la ex¡retietlcia callcsiall¡ llo era electi\'¿l y

qüc cÍl tul¡l i¡rpresión no lilbia n¡clir e[ absollrlo clc esla exPerien-

ai"; rttorrr^r, por- ejelnplo, que un:I imPlcsiórl '¿¡'¿¡J

c11 las rtljsrnas

cilcrrlstancirs y sitt c¡ie mccliata cualificación ninguua, poclia no

scl /n/r¿ o, por mcior clecir, qrre lr'ases cortto 'irn¡lresióu mían uo

c\l)r'cs¡ban ningltn:L difercncia esencixl resPecto (ie f¡¡ses- coluo

,nrera irlPlesióirn. Pero esto no lo poclia hacel l-Iune clestle qrre

estlLba en una rttta al col ienzo cle la cnal se eücollLlaba D€sc¡l_les

\i, l,rc,. lr.'y rrr 'lri,onu,.rrricttlo ¡rl H rr rc 'lt l 'rr Irn' :r c l'iti,,,"i no

", por cuipa (le Descarles, Lockc o l3erkeley, sitlo que LItuDe

rro entcnclió cle cliré se tlaLrlba o tlo juzgir uecesaril 1¡ ¡ealid:rcl del

cspír'iLu mlis que la lealicllcl de la nateria Pxl:r el¡bor¡r slr Iiloso

fil. Que Hume no signilica rtna clisolución pretcucliclamenre- in-

¡rlícita en Desclrles se nluestr¡ ya eu el sirnplc hechrl que los filóso-

tos siguiclon acePL¡rndo la attloexpctiencil descrila Por el pcuslclor'

.r'rrjcL\ eD ll 5,3trr,,1r '\Í, J;ta, i:'t1

O lo pociemos poner de oLra nanela: IscéPLico ¡IlLc al 'locLril¡

.,,.¡eri"rtn cie las icleas inualas (las icleas que tti 1lr-ovienen cle 1r

exper-iencia PelccPtual ni cle 1a iüragitlacirin crexclorx .sitlo que

han siclo cleposiiail¡s etl ei alma como PaLlilllonio pr-evio llor su

Page 110: Desde La Religion Al Humanismo

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C¡cr,lott. Lorle rlt,¡'i:rz,r LL rrcllriú esl,er l.rlir r soLlc h "*-riencia seuso?ei-ceptuai; rodas ltLtestt.Ls i¿lc.¡s ,. oriri,,r,, ,; :)1"-Pero no ¡ectraza csie f¡ósofo ,," .;,;;;;,; t,,",';1,.'l].ii,,'.11:ltyo; ni 1o hace así Berkeley, alLrqoe sigue l. rie ,r.;.,.il l;:i'antecesor. Iterkelcy, sin

"ruú^.go,,".1,"r""1,, ".i,,a,r.'" "r,",,L,,'."t1lo cual el énfasis sobr-e las i(leas ar¡merta. [n IIumc, ti,r"lnr"ni"]inclivergencia se ¡ce1)túa al prrnro clue urresLro conocirnieuro in,,,i,i-vo se ¡c,lr¡(c .r l.¡. i,le,¡, 1i¡nc .rlror:r .c ll:lr lr i,,u,,., .i.,r,",, ihay en FI.rre u'n erp".i",r.in o p, u"rru .1" r., ,,.ri,r,i.i .L"l',lri",ri)lcartesialto. Se 1;retencle, clai.o esrá, i)roponer "1,a,n",ir.,n,.,j,,j-¡'rn"cloct¡i¡ra const¡uccionllista dcj in o 1,, ir"r.on., Iru,a",r.,; 1r"ao ¡,,.c J.r e\rc ¡r1re ¡,c,¡ i¡¡1, lll,r .lr¡icLtiIl. l:r :rL¡rocrltc¡icr,, i., "i,,",,,ta sirnple insisrácia e. el pr'i'ciirio ;;i;, ;i';;i;;;':l ;"".ii:icle nr¡estlo conocimienLo sc l.eslrellc an i,la", y, e¡r últirDo c\t¡c;1,),en im¡rlesiones. Cuanclo lIu¡re clesalí:r a qLie se le mLresrre un,,i,lP,r ,lr¡c rro se rrrrjj.c clr irjj¡1re¡.,,¡r(\. l,¡o, e,lc suLr(. \ct.rn, l"jt,lr,rl,.r lrnc\ro ,lc Lr,l,, i.r c\j,, i i¡.,, i.r rlcl ¡,.,r1,io yo.

"r¡,.,:.,,, ,,, ",,

,,, ..no cs una iclea lo cor]ociclo sino rrn-r cr,i;tenci.r: l:t eristelt.i¡ elr'ellnorl,r. del ¡re¡s.rmie rrto. L;r cr¡rct-ienci:r cle est¿l e{isLe¡cia cs LluconorlrntcltLot clr nl111(t¡ lrrc al clecir qr¡c l.¡uestr.o co¡rocir¡rieutotiene Po¡ objeto sol¡tletlte irnltr-esioDes o icleas, FILrme ha cer¡aclo¡rbitraria y clogmáticamerrre toria l¿l crrcs¡ióu.

No es, entortces, Humc LrirL cullinlción o mris bien un cles¡strcescéPtico que se ori€iinir a Piu.til. (le Descar-Les. IIay, eu !cr.clacl, rrtrdesastre im¡tlicito en la posicióu (r ¡rostulación)

'."r.tcri,,,rn; pcr.o

hay clLre ir liucho r¡lis ail¿i de FIu¡le p".n q,," .c pr,r,lur.n'ert"culni¡raciltn que es, a la r'c¡, clescalaltro. II,,r.rra ar.,rr" irlplic:iciónescépLica ciuc se o.igina cn Locke, no e1i Descartes. Cierrainentc. r:lescéptico inglés r]lrclio Liene qLre \ er en lo quc r,ts rgn. rrl:r por-clehnle_cor¡o un dcsastr-e; Pero él Do se ha co-urPr-ornetiáo

",,,ál.i,,el problema. Is con Iiant que se r.einicia la r.uta ptirrciPal inaugulacla pol Descar.tes.

I ll+ /üa¿ ¡i'¿¡¿, DLrDu L^ ]t¿L¡cróN ¡¡_ FIur,\N,sró

XXI

NL FORN{ALIS¡TO DII I(ANT

Casi no cs neccsar.io serialar el c¿rr.¿ictcr. rnuy especifico clc nuesL¡orlesarlollo. Is en [r¡nción clc ut.r algumcrrto sobie la lilosolil como¡spir¿Lnte ír tollla¡ con sus propi;Ls rrtanos un probleura clue resuelvea sr¡ lna¡lcla lrr religión, que irernos cnfocaclo la historia filrrsólic.r

Page 111: Desde La Religion Al Humanismo

l'l r.',¡iliif. il. lii t 115l

ea ¡rg¡r-es, lrar'¡ llosotios, significetir'os P¡r¿ csla clello¡ación es

neces;Llio lllcscitldil (lc u11 ¡lltlllalo cle Piolllemas y clocuilras; nicn

t1.¿1rj lro iL¡l)liqLlc 11L¡csllo (lesiLllollo lor_cel_ in(1eb;dillllellte la corl

retrciún rrrtc¡.r ,.le l,rs:LrLttrre' cotl:icleraclos, l)oclemos segLli¡ ¡(lelanLe

1tt ¡r,rnr', Pot lo,lellr.l' lloc' l.llo rllrollll rl r"lllli"liir'ol'r'"ll rl'

si5lcnre; de rrloalo (lLIe, xLlltclrle P¡lcixllnenle, Pocletnos e¡llocill it 1o5

aLrL(r'es (lescle llLlcsirtl Pcrsl)ccLi\'1. La rcgla es ¡Lcllelsc a 1o que

ellos han clicho; lo clenrlts, PLrede lenernos sirr cuirl¡cloLa cr'ítica clc LIu¡re signilicaba qrte sólo lls ploposiciones cle las

nr¡tcnrliLicrls o aclxtivas a coDe\ioncs ellLr-e ideas se valicl¡tr cle

¡cLrelclo xl principio clc uo co¡rtr;rtlictiórl. Nin3rrrr.L 1-,Lo¡osiciÁrl

I¡ctll¡l cs neccs¡ria eti este scnli(lo. Ptoprlsicicltcs col¡o 'Sricrltescs 111(]r1¡1( sorl ille¡al¡clllc veld¡(lclAs l)Of CL¡iLlIto cle heCllct sócr¡ter

ir;r uLlcrlo. Peto utra proposiciórl collo oLos iro¡llllcs soll rnol-L¡les(

no s(ilo llo cs tlecesaliil: LaluPoco cs \er-d¡(lellt; e\l)rcsll rLtr¡ Pel-lela_

lizrLción cluc hacemos a Pa¡lir cle la experictlcia ) Ilo ilocle¡los da1

l)¡r'u su Iornrulación oLlll 1¡z¿)ll <1uc cl hccho de qllc has¡ll ilqLli )'

pol toclo lo lFte sabelrlos 1r¡s hotlll>lcs ,nocieI desPu¿s dc cieitrr

cilDticlr(l (1e t ie¡lPo.I(alL lr¡¡¡tuL5 cst¡ clisLinció¡ (lc IILrrnc i¡rtlochrcictldo l¡ tcrmi-

tologie cle ojrricio.l analiticos y irricios sinLéticosn. I-os plimctos sotr

iLclucllos en tlrrc el plccLicaclo e!Lii coItelli(io cll Lr nocirin tlel sujeto

(¡r. ej., ,Los cncll)os sorl exLcrlsos() ; Ios scÉltlllclos, Por cl colllr':rlio,sxlcn lt¡err cle 1:r noción dcl sujero pltra clrelificarlo (-r. cj 'Los.LLelpos sor ¡rcsntloso). iis clillo quc los juicioi a¡r¡liticos no lcqtric-

rcIr (le lir cÍperietlciir plra su va]iclacióll: basta l)¡rll clltt r¡zri¡r clc

elL¡s con el princi¡rio cle no cortt¡adicción Los jrticios sitltÚticos,

c¡r c¡lllbio, se va]iclau dc actlerclo a la c\Pciicrltiir' ]-trt¡lleltltl'l littcr-ülinologi¡ creaLl¡l 1)xr'¡ cstlr clistinciód, se clicc qrrc los jtticios

aü¡liricos son L¡les .l prioti, eD t¡llLo quc los jLricios sirlLélicos se

cst¡blecen e postt:tiot i.

C)on csie clistingo cic lltr¡re ia vclcl:Lcl era clesllojrtcle dcl ca!nl)o

clc la ciencia natriral; y si no lo eta asiniistllo cle l¡ eslel¡ tnelcnl;i_

ticil se debía esto xl c¡riicLer t¡lelirlnentc au¡iítico clcl colloci¡nicnLr)

l)r¡ lellr iitico.Por su ¡raLLe, Kaut el¡ r¡n collvenci(lo de lo aotllt¡ti.J: 1¡ cictlcilt

rarural (la lisica cle Nel'Lon) el¡ \'er(la(1cIii, 1ro ¡letamenle hipotéLica y probabilistica; y lr)s ¡rincipios tlc lrts li:rtem¡iticas se explc

slbau en juicios qLIc no plreci¡¡l ser'¡tlltlíricos. Ciorllo l(;rnL pensabr

hebcr cogiclo tocla Lr (locLlirll de FIulue sol)rc el (i{)r1linio tlcl sabe¡

'redianle su airtítesis cle jrricios all¡liti(os 1' sirrrétic.s' era cLl¡o

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I l16 /rd! ,t!¡d,¿, DBDE r^ RrLrnúi.' ¡L H!r,\^--¡sro

entoDces que aquell¿r cloctrinl no poclía sopor.tar el peso quc lianrechaba soble ella: Los pliuciirios cle la ciencia natru-frl n; plrede;s.-r anllíticos; pero no ltueclcn talnpoco ser- sintéLicos 1toic1L,e luciencia es verclaclera, no llleranente hipoLética. r\clcnris, los p¡;¡¡;pios de la ciencia matemática no son rnuJiricos; ¡.rn r",,r¡,,.,,sirrt, ti,os, cll'l.r lr r'-r',1.,,1 ¡c,n,.rri¡ ,l¡ l:,r I.ro¡,o'i, i,,rr, . r,,.,' ,r .1.cas. [s irnpoltante eufaLiz¡r' qLre toclo e] sisLeÍra clc [ilosoli¡ rlucsalió cle la cabez¿r cle Ilaut reposa sobr.c eslos sui)ueiLos :tcc.c" l.le lun¡tritaleza del co¡locimiento cientifico ltxtr¡ral y l¡ irclolc cle 1os

priucipios cle la rnater¡ática pL¡r.a. Inporta porcltre la hisro¡ia rlcLpensamiento eltisremológico h¡ ¡ccliaz¡clo cte 1>l:rno la cloctr-ina kan_tian¡ cle la ciencia, tninrnclo (ie esta üt¡rler-it toalo el sistclux cl ¡rb¡se misma. Sin erubarqo, nosotlos lroclcitos ¡lcscindir clc cirrLfn¡stración qLte no nfecta al clesa¡¡ol]o que Lcnelnos c¡ 1ista.

El planteamielto cle I(anL eriigía (lLrc elttre las dos c¡legotius clt_,

juicios que estal¡lecía l¿r clistinción clc Hune hubiera u¡a tc¡ccr.¡categoría: la cle aqucllos ¡rrinci¡rios cle l¡r ciencia corno l¡ conceLirLI(e¡rt. [s ci¡¡o clue los jrricios quc erPre5ab¡lt estos ptinciPios clcbírn ser sintéticos, pelo lto a paslcríat¡ sí]lro a lníori. \' i(ant sc rlioa la tarea cle nostral que los ¡rrinciltios cle la ciencia lisice y loscle la matemática püllr etan jticios sitrLéticos n pr.ioil.

Sob¡e la base cle esta constatación, KaDt se octrpa a conLinuacióncle investigal cómo son posibles los jLricios sintóticos a l:riori, cont<tes posible la cie¡rcia. Il siguientc es el esqlLerra biisico cle la cxpe-¡iencia teó¡ica qr¡e propone I(ant: hay uil rrrtte¡i¡l clldo a l¡r scnsibiliclail; hay las lo¡m¡s cle i¡ sensil¡iliclacl -el cspacio y el riernpo-meclianLe las cuales l¡ dilei.sichd mater.ial -ult r.er.clacleLo c¡osaiógico se orciena corno clivc¡siclacl coexisLe¡iLe y clivcr-siclacl sucesiva; hay los concepLos puros clcl eltLen(iiltiiento que r.eunifican llclile¡siclad info¡mada en el nivel sellsible. Cu¡nclo esLos tr.cs m()rne¡ltos concutren articulaalos están clticles las conrliciones clc laexpeliencia, peto no toclrs ellas. [s to.la\,í¡ necesar.io quc se ex¡tliquc cóuo los conceptos pulos clel cntenclimiento se aplican a luclive¡siclacl suminisLracla por ia sensibiliclacl, I(a11t e\plicil csLrl Ll.lll-sición ¡cct¡r'rienclo al esquenatisno cle la imaginación qLre se llurclxen los moclos riel tictrpo: sucesión, sucesión constanLc, clur-aciónpura, simultane iclil(l. X{c(lianle estos tnoclos se oltcr.a el tr-iinsito enla aPlicacióD cle 1¡s categofias a los conLcDi.los cle lli setrsil:iliclarl.Pelo hay otra cucstió¡t to(lafia, y es ll que a nosotl.os nos itrtirorla.Tocla cxperiencia implica un aspccro cle yoidacl; tr)Ll:r erper-ienciaes experiencia mía. Si no fuera así, lo h¡br.ía uniclarl ningtLrra en

-!fiI

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Dl lorm¡lis¡ñ dc K^nt 117l

i¡ e{peliellcia. Si la dilersidad tlr: l¿ sens¡cii¡n er-rtr¡ en nnicl¡d

¡ne¡liinte la altlicaciótr clc los conceptos lltlros clel enten'limienlo

.orr l)'udl clc Irt irrragiuacirin, uo sieuificl ello toclavia ia conslitu-

ción cie trDa exirclicnci¡. l-l irreeo a¡Licrti¡clo cle setrsibiliclacl, irl¡-orn-rci,1n y crlLe11clinlicnto rto.ullJjljLlt)'e rLn objcro cle expericncia

iirro "', .,,"t-r,o Lon\'er,{en ¡¡,tl¡s esLlls Iuucioircs sol¡re 1¿r tlnicl¡cl

lundamental cle un yo. Poclcrnos lloncrlo asi: en orclc[ ir explicar

l¡ experiencia teórica Iiarll collcibe Locla Llnil gaDa cle contliciones

u piorí c¡uc vatl a dar' ¡ezri¡r de la irl'tilelsalid¡cl y necesiclacl clel

cr¡¡rocir¡iento cicutilico. Pelo, en el nirel su¡lerior, l¡s caLcsorías

5igucn sienclo lln:l l¡cf¿r clivelsicl¡cl de Innciotles; es necesarjo rLn

sisterr¿ cle las It¡lciones cateliol i¿1les si se qttier'e clil¡ (:Llenla cle la

cic¡cia, potque cD ésla hay cle hecho ult¿1 |rrticulación cle 1¡s cate'

gor'í¡s, EI hecho cle que l(lrrt hlL¡a leculliclo a rtn solo P¡incillio, cl:i,,rr¡,.. ¡.'" cl.'L^'¡l los rlistilrtos c'lrrrlrr:rs 'l' '1

1i, rr i"rr 'le 1,,'

.,n."lrtu, Putos cs ya rttl sigllo. In clccttl, ei ticlDPo en cl nivel cle

la sensibiliclacl y como mer¡ clLrr'¡ciót¡ es lo clue ha1'de rrrís P¡reciclolLi 1o espiritual. Las caregotías 11o soll otra cosa qrle lln sistemx cie

IurTciories clel )o; tlrl sislcltta de lttltciones c¡re aplica a 1o claclo

¿r la sensibiliclacl ell orden a solllePoncr- el omío< al 'esLo< clatlo.

Es itrlllortanLe pal-a llosotlos forll:rr eslx petsP€cli\il cle L:r elabo'

ración kantian¡. Iit-t cuanlo a clal- razón cle los juicios sintéLicos

a píori, Ikttt explica ia silltesis col¡lo Lllla Larea qrte realiza e1

srrjeto cognoscenle sitr s¡1ir cle sus plopias e i¡rrrrelrentes conclicio-

nes. No es, ¡rucs, ningr.rna n¡r'¡u iLla que la siutesis sea a f-'riorillno poch-ír decir', enlle Jttrrlas y veras: la sín¡esis es a prirrti por-

que es.¿ Prlori. K¡trt no sc eaPr-esa tle lllo(lo menos Paredriiiropucslo qtle recolloce llue nosol.los conocelllos lo clue hertlos llrtestoilli p"rn scr conociclo. IIune ¡echazal¡a h le¡clacl dc las lcyes

cien¡íIic¡s clt ctlanio habia en 1e cienci.t lx llietet'lsióll dc esl;rr lo¡rnrrl¡nclo 1e1'cs sobre la nlll.uralez:t cnLen(litlil colro t¡li clo¡liIlio (le

e\istcncia exLelnx. Lo clrte hlcc I(anL es calrbiar cle hlgar: tii clicc

que la n¡Lur-alcra es ull sisLena cic rclltcioues PLreslo ])oI el sujeto

IsLamos, cot¡o se lc, e¡l telreno clilereúte y mucho rrrhs inquictante

Per-o lo que imporLa a la persllecliva cle qtte hablamos es l¡ r'isión

clc la el¡botación kanliana cle la experiencia lcóric¡ conto url con

jnnto cle Iunciones qtlc se alticuLln ¡' sistematizan en la tr¡riclarl

clel yo. -Ibmanclo alLur-a Pxr'¡ cotrtelnPl¡r x las clxr'¡s l:r cl¡bo¡ación

kantienl, \relnos que hay esto: ul1 nitrrl)o Penunlllloso rle cloncle

)lega un rnaterial, y tocla unir mLrllittlcl Prodigiosa d€ funciones de

iltxque sobre cl trater-i¡l cllclo qrte realizan, no sabe t¡no si colno

Page 114: Desde La Religion Al Humanismo

--a

t ll8 /¿ax ,,li.dro, DLu L,\ lreljc,óN ^L

Huv,\ñ,svó.orrljrro'liiio o snJl¡r iun. lr L ,:r ,le miu¡Lc et 1., ,,ni,1.,,1 ,1, Isol¡¡e la cliversiclacl cle lo clacio. De cire enc!¡enrro,

"r.;;rrr.':i ,:'trn objeto, un algo experiencia,le ¡ ".' olgrLnizetlo , i;,¡;,'r,i,::Pelo, pucsLo que el nilrrbo cle cloncle liene el uare¡ial sLrltsi-sLccomo lo alógico e incognoscible, no clel¡emos arriblrir- \.¡l(rr a lilexperie[cia coülo u]1 ploceso cle alu¡¡bra¡tiento que se pao]eclehacia el crLos. Lo que consrirrrl.e ¡l ol)jeto es la uniciad t,igi.nni",rt.previa o (como leza 1x erpi-esión liantiana) ,Lr.asce¡clir¡¡¡1,

,1"1sLrjeLo. El ol)jeto cle exlter.iencia está en cleu(la clialircLica 1. toralcon las concliciones trascen(le11t¡ler, I)ero talnlli¿n i¡rurancnres, clela ex¡reriencia rnisrna.

De mane¡a que si, olvidándollos clel laberi¡tto .le srttilel¡\ (trLcsienlpr-e enLornx las especr.rlaciones [iiostificas y enlrenra¡<1,r la Jla_boración kantiana en bloqrre, nos haccmos 1a simple preglutrx:¿Qt¡é hay, llues, en el munclo?, clel,,euros responrl.-r: ti,,¡

"l ¡i, o "1esPír'itu, ltichanclo con sus arl¡atj teór.icas ltnra lna¡ttcltcr. a ¡il),a l¿L

i¡clete¡n-rinrciór-r circunriarte; i¡ clere¡m inación q,,e p.,ecle noml¡¡¡¡se también lo akigico, 1o irracional, el caos. Si nos atele¡rc,sa la exlteliencia teóric:r, llaiuilrte ir¡ico cle la filosofia cn la pLre.nacon ia leligión, (leberros aceptar qt¡e Iixnt, .u,r.1,,e to.lo un-."1r"jlero e¡r arr¡¡s clel conceltto 1, verclaclcro ejemplar cle hotnl¡re es-peculatilo, no ha saliclo de la erPer-iencia ca¡tesiaua. La sol;r cer.tr-ch¡nbre filosóIica, el ú¡tico sellido clt quc se ltuerle pusat-dclpensamiento a la existencia, es hacienclo tlcl ¡rensamiento una crislenci¿l; )', a la altula cle l¡s cos¡s, l¡ ú¡ica cliisrcncia.

Pero, es eviclente, la siru¡ción ett que esran]os se pr.eseDta cle lcrur;is i¡rcou[o¡¡a]tle. No lllrv clc dór)cle trirer un seltticlo a esta colclr,ciriu cle cent¡os csperienciales t¡iulscíultes, [iniros e im¡rcrfcr:tosqüe souos los sujetos cognoscelttes. ¿De clóncle?, ¿por c1ué?,:plrlaqué¡ sol l)r'egllntirs qlle st¡getr nlr¿u¡a]mcnLe y que lto Pucclen sct.lesponcliclas en lnanela ninguna sobrc la base clc la elabo¡¡ció¡rkanti¡na. Nuestto [ilóso[o c¡¡r]¡ia cle Ler.relto pilr¿ responclet. Iestas p¡egu¡rtasj se siLúa plrrlr ello en el ter.¡eno cle Ias costuml¡¡eso l¡ ¡rolal. Se trara, osLensiblemcute, de Ll¡1 tc¡.reno qlre ha sicioprresto pol-la leligión, aunque r I(ant le plr.ece la cosir ;ís nirtrrralclel l¡rrnclo.

Nuest¡o fil¡jsolo tont¡, pLres, sLr pr¡nto clc Pu¡ticla en iu ltr¡errrvoluntacl. Dice que ésta cleL¡e obcclece¡ a Lrü iur¡reratilo categórico,no lLi¡.,orcti,o. fl irn¡rer:rriru rlire .rcr'r.r ilc nroLIo ,lre l, ¡,,i.,i,,, .

de lr¡ r,olun¡¡cl puecla sei.r,ir en to(lo nlo¡llento corno principio cleuna lcgulación unilersalu. Del¡tac¡, pues, I(¡nt el clebc¡ sobre el

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]1l fo,nr¡l¡ ro d. lix¡t 1r! l

-i;r.cr. Il clebel impiicito cn cl irnPer-:'.1i1o caLegril-ico, iurplicl

1 ,., '", 1., IilrLtr.rl crr ur¡l"rr ¡ lr''rr ¡"''ii'le,lj 'e^ r.rror''l 'l'.1a,,,r,ri"rrai" J-i bien supiettto se crl¡lslitu)'e e¡¡ el cLll¡plitniellLo clcl

il"1rc., e,, ,1".i., eu la srtjeciótl e[ectiva el im1teraLivo r:aregórico

So,'r,or .iat,torul; en cultllto cstalllos (lisP!lesLos al uso dcbiclo de

,"r,r"rL.n liLtet¡n.l süjet:inclotlos ¡i iDrPelirti\o caregórico'. Ll l¡ic¡

,.1,'.,', n'1,",1",rn ¡ l.¡ ro.r.ci,r' rr, i r 'l* l¡ \irlrr'L \ lx lcliril"l e'

Itc.i', ',,,gc:rlli ,lorr'1" 'lir¡'r'ro' ¡ eiq'rrt rt lr rcr' ¡r'or'l 'orr''lelices cjecut:inclo1a, coinci(tctl el bien olljeti!o y e1 sentimiertLo

con.or¡i;anlc. Pe¡o en esLc Dllrnclo llo hay las concliciones clc llcoinciclencia erltre filtltLl y felicidld. De aclrrí se iuliele l¡ vicla

Iutür'a y la exisleDcia de Dios co[lo agente o caLlsa tle toclo estc

- ,,ri-ni' rrlo lril¡; lllll ' ol 'l¡l l l':utl.Pclo:ro es clilicil enco¡rr¡al la religión ir 1a ])ase de tocla est¡

r'lb¡zón inrelecrtr¡lislr cle ¡llollle¡1tos. La bLlella vohrlltacl es LLn

rLurto de pattiülr arl¡irt.rrio ¡l.tr.r exlllicrtr ll acción motal Se pttclo

i,.,,.,1..,,," I'orrel turrlñ l,:'"t t'l ''t r cl ¡'l:rrer' el rltic'l' l'rolrrrl-t,,a,le poa"t-, r.r oLro plincipio ¡lor el csrilo tL: ésLos Ll voltrnr¡¡l

," ".prÉrn

tocla ella clicietlclr¡: >!]nierou. La brteLl¡ r'oltrtlt¡cl lench;i

",r,ortaa, q,," cslleci[icar-cle m¡l]e1x clelcr'lnirlir(la: '(]LrieIo cl llien"

Irero, ¿quZ es et bien? Puccle rcsponclet-sc sobre eslo- de rl¡tleta,ti.erg",tte, e1 bicu es lir ritLucl, el bic¡r es la [eliciclacl, el bierr

cs el pocler, e1 ilrllor, etc. Pc¡o I(ntlr sale al cx¡liIlo cle llt buc[¡lolu[tacl y le exige qúe se 5c]1l1eti1 il ulla ley sobeLalllt, llll itnPerr'

tivo careg^riiico: Áart't^ ,1" luoclo qLle l¡r nr:irinla de tLr Yohllllarl

puecl¡ se;vir en toclo lrrorrrcnt-o cortto pliucipio dc nna Icgulrtcicitt

r,niler.¡1.. [,sto sigttiLit:l qLrc (lebe¡ros P1-oceder- collro si Itrétal¡c¡s

igLrales y con la capacitlatl, ecletllts, cle u11a visirill certera y pe-

ria,r^nr".la tocla 1a;ituilcirirr cn qlle iLcLLlarllos; y signilica tarrrbién

que rlcbieta Plo(lttcirse urla alirorrír d¡'l;r acción e¡1 el lllll¡'lo' Lan

he.mosu y plfe.ta, q.,e .r corlo ¡ucllr cs inchltllrllle que e1 cieicr

queclrrr'ía vicio. Pero tti sorllos igttirles, ni so]11os Pellelltlltes'.lli,iivi,rro,

"r-t a¡mouía. De t-ti¡1rera qlle al acltlal- 1 il-Lllosllmell l e' qL¡icll

lo hega no clejarh cle pcr-cibit lrlta enojosa incollsrLlencia. que har;i

"g.,"'pu. ro,li, p".t"i. [stlnclo erllonces separatlas i:r lirtrrrl y ia

f"llci,lncl, 1" obecliencia al irrirelltilo categórico erige q¡ttc sc pos

tr¡lc ul1a vicla [uturil; y 1ir ill5istcllcil en qtle debeüos o]lcdccel'

cxige pol str Par-te qtle Poslule¡los l¡ cristenci¡ cLc Dios <¡ltlo rtu¿

"o1,,,ri",1 y uir poclei.l.ia

^,"¡1,tt. ll licla Intura y la cotlstrrlrcirin'

Irr "rtn

párr¡re.iiua, r-e;ttlt¡ claro que I(rül veilíl cle vuelL¡ cuancio

elaboró stl ¿tica.

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--

[120 /r¿¡ n;r¿id, DqsDs L^ R¡:r.rc'ó** ^L

IIu .\^-rs!o

. l'enemos, pr¡es, r¡na respucstx x. las 1:r.egrnrr.rs clue ullLcs rrosItrci.¡rrrr¡. L.r cr¡ric:r,le Lr c\l,c¡r-¡r, i.r rcó¡ic;i o,l i .l ,:, ;,,;,igu¡la a Lall Lerribles preguntasj i)ero ]a lelisjnn srbc,ar1",,,,1".. Atal pL¡nto es la mctafísica kanLia¡ia una.latia",l" ut"rr,,'i,i,, ,ia i,,teiigión que, si nos atetrenros Ír¡ricarnente a sus espec¡laciol-tcs s;6;Acl .ñro, irlierro, c. LIctjt, ¡l rc¡, r,o c¡ lrre Lr lilórol¡,l"l,c,1,,i,l;;¡ol,¡e l:r .cqr¡¡i,l.,rl. c"r.lnos cl (urt l:, iorr"s rle ,1c,.,rlili,:r. . l. ,:ii..sofia y clecir que es la coDciencia más relinacla y nguAn aa to;nr.-guriclacl.

I- ¡\ CULIIINACION DE LA FILOSOlI/\

IJN LA CONtrXION DI¡ LA S¡GI-JRID.\D,

}I¡GNL Y RRADLNY

En este punto clebié¡amos consiclcrar- la lilosofía hegeiia¡ra, clo¡rcleDios se tra¡sforr¡:r en la lclea; cloncle cl n-runclo natiual se explicacoÍlo una salicla hacia fr¡e¡a cle si cle ia Iclea; clo¡cle, cn lin, LcxlrLla histo¡ia se cr¡ncibe cor¡o tn .lesenr.olvimie nto clc la Iclel clrreculmina en la liiosolia como saber.absolu¡o. pero llegel cs rrn liló,sofo conplcjo y clificii, de manera que oprarDos pol aliger.arnosel farclo y rratar el rema ciñénclonos ¿ la lilosolía cle .,nJ' cle st,scliscipulos mís norables: el inglés }3raclley.

De toclos moclos, poclenos señ¡lar.al pasiu-que I..Iegel, el pri_l¡ero,_ encuenLra en el pcnsanienLo l¡ cljmensj,iu p,-ópi" .lcj lafilosofía. A la le¡claci, para Ilegel todo es pensauienrá: e'l r,¡iuer-s,rtoclo se lo lcpresenta conto L¡rla sc¡ie cle mo¡nentos que clesar.roll;lla Iclea; la ¡icla clel Toclo es un l¡o1,il11i€r.lto alrtosufi;iente v iruto_cenLrado de la Iclel, rrra infirrira y ric¡ clialécrica q,,","

"rr.,,",rr."e¡r ¿lcto completo y auLosuficiente por. tocla la etel.;idad. De mocloque no hay llroezas maravillosas que cr¡lrrpii¡ cono aclnella ciebuscar el canino hacia ia exisrencie a Partir cle la iclea. La srrstancia única cle cnauto hay entl.e el cielo y la tier¡a es icleal. Cuatr-do KanL asignaba ulta 'materia' .r l¡s 'lottrr.rs clel coltoci¡lirltto,proponia una repr-eselttaciótr insosteltible cle la expericncia tecirica.La exlxr-iencia teórica cornltr.encle sLrs nronentos y ¡sPectos Ina¡1tc-niénclolc¡s cle¡t¡o cle una artr¡sulicienLe rrniclacl; en la exper-ienciateórica (cloncle hay la clualidacl sujeto-objeto) ocur.r.c q.,c pas,r clespír'itn por r¡na de sus fases cle clesg:rrramier-rLo clonclc, aunqt,c

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Lr culnnr¿ción d¿ l¿ liiosofía llcqcl l IJ.adlev L:l I l

lay conciencia, ésta quecla fue¡a de si misma y se realiza eIr cl

elernento cle la ex¡e¡ioriclad. La experieucia teórica corlller'¡ hasra

n cierto pullto esta cxtelio¡iclacl en que el objcto aslLlue tocla la

aD:rliencia cle la verdacl y la realidzrcl; cle nlanera qlre pt¡ecle uno

sJnti¡sc inclinaclo a Pctlsar cn clos he¡risfe¡ios cle] unile¡so: el Pen-

samiento y la realiclacl. Pero lambién 1' pl it-tcipahleri rc, 1l expe-

¡iencia teó¡ica en qtle se contrastan el sujetc-t y el objeto (lcbe

tonl¡rse en su totaiiclad y en lo que cs: rtDa f¡se pol qrte pasa la

llea en or(len a realizel esta piena y ¡r'licllla.l¿r conciencia cle si

¡nisma que es la filoso[ia. De nanela, ellLoncesr qlrc la existencia

cs una fxse o modo cle la iclea No serlt ellLollces rada extlaor'lina'

rio qrrc un filósofo pLrecla concluci¡ icleas a la existeucia Pe¡o 1a

cxistenci¡ no es ningún absoh¡Lo ¡r clue rsPit-e €l Pells¡lnienLo;la exisleucia, lePelimosJ es nn r¡oclo clel l)ensanieDio O poclemos

tarnbién cleci¡lo así: el pensauriento pr.tecle il cle la iclea a la exis-

tencia, pero, si emplea esre Proceclir¡ienlo Par-a ellcontral'en algllna

¡arte del munclo los clioses o la mo¡acla se€iln'a o el cleslino, enton-

ces, lo q,.ic el peusamiento csLá hlcienclo cu vctclacl cs olviclal str

r'ocar:ión t¡ás íntiura: srt abso¡cióu deiibctacla y rbielLl cn el fuego

clcl i\bsohrto, su incorporación e 1a vicla cle 1a Idea mecli:rrltc la

especulación {ilosófica. Y si no hey este olvi(lo clel pensrluicuLo

(que sí lo h¡bría, e imperclonable, a Partir dcl orrrertlo en qrte

li 'Iilosotía alemana' se ha heclto conscienLe cle sí tnisrtra) , lo que

hay es una vetsión urr tanLo pitlloresca clel ¡erciaclelo tema (livino;

porclue la ent¡aaii en el r,runclo l¡nt:isLico clc los clioses llo es oll¡.or" q.,a ,,tt^ rePrcsentación en ll atmiisleLe cle la inaginaciótlcle la vercladera expelicncia absoluta, cie la exlleliencia que es

Iilosolía 1'que se clescribc como ittcot¡lolación al pcnsarnieuto itllir'rito. Con Hegel, p es, no solir erlLe se desliga def illilivirntentc lilfilosofia cle la religiór-r auloestablcciéllciose como perlsanierllo ¡lttLo;

sino qrLe se eleva 1¡ Iilosolia por cncima cle la religirin; esta Írhima'

aparece cotrro una a¡raLiencia rociavia imllelfecta cle h Iiloso[ía'

En un pasaje de stts escrilos, Blaclley clice: 'La metalisica no

tiene conexión especial con la leligión gcntrila; niltguna cle esLas

clos apariencias puecle ser consicle¡acla couo 1a per'{eccióll de 1a

otra. La complelación cie cacl¡ u1l¡ se erlctlentra stjlo en el "\bsolu-

to(. En otr-o lugar, aPtlnta lo siguienLe: oes ob¡io que ll Iut¡ hxci:t

les ve¡rl¡cles riltinas clue pasa por 1l esllecul:rción, auncitle clisLitlta

y lcgítiura, lro es suPerior a las oLrasn. De rroclo qLre esLe lilósofo

¡ech¡za 1¡ i[rplicacicln clialéctica in¡recliata eutre religión y filoso-

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I l2? ./x¿r n,r¿tr¿, DLsnE , \ REL,.,ó\ ^L

L \n-,slr)

fia y acepta qtie aml]as complenclen un¡ r-t¡ta proPia pa¡a alcanza¡lo absoluto.

13r'l,lle¡ 'e cr)cllentr' cr¡ sirrLrrióll ,lc rl rr lrrq. r. ¡ I r, rrreo,,-.-quc sc lr¡cc cl lrombtc ,oLtc el clc'rir'o, l .ir r . iorr ." il ,i"",i,]v l:r riil¡r ¡egr¡rr ¡tcnión,los¡ :r los .rro,lo.

1 ¡,r.in, il,io'Lt lr r¡1""-i,l¡rrrrr. .fs, t.rl \c/. ,le)l',r''q d¡ Ileecl el lil,,snte 1¡¡" ,, i, .,,-;:i:rler;rtrollo ir.r cl¡do ¡ 1., c.l,e,rrl¡ci,,¡r pur.,. S¡\,,i,",¡o, I nilnli¡,io., srr itn¡c,.-rl-,lc (liilc,ti,ir, "r¡ ¡¡o1",ri,., r,,,lrcr',.,t ,"n ,áJ;1,\.rrro (olo ,.lc L,' ,lo.ni¡r¡" fito ó1.t.r.. lrr,-rr ¡,,, .L1,, ,i,,a no. .,*.\..llnor ¡ lotnr¡l^ rolrr,, l¡e,li,tlL ru)1,F, tu ,l¡l ,",,,,, ,¡,," n". ;¡1¡,oii"'..\rcriqu:,r qr¡L o( rnc r rr¡n'lo l:r lilos,li r ¡,len. rrrnrr'c cons.¡¿¡1s ¿fsi rni..rir:1 es itt cllog..,1. soLIe .l l,roblcnr.r ,¡rrc I' rciie,ijn re*rrelvea slr t¡anera. ¡\velisua. sobre nu€s{.ro destino y Dtrestra posibiliclaJde vicla segt¡ra en tór'minos tle la elal¡o¡ación llevacla a cumpli,miento por la filosolia.

Este filósofo co¡ricnza consiclelauclo las icleas metalisicas amon-tonaclas a lo lalgo cle siglos cle mccliración. y encuentra que todise'lrs ool¡ i¡r,orrsistcnrcs: rlnc ringrurr l,ern,.Le llr ,nlno molimienrolibre clel pensamicnto a través cle ella. trn tocia cloctrina propuestasobre lo qtle es ,¡eeiiclacln enconlral¡os, con iliversos graclos cle

exLensi(ir, la incorrsistencia, 1a incompatibilidacl, 1e contradicción.Pcro el pensamiento no puecle abso¡ber' la mcr;r contraclicción; ycono las (loctrinas r¡eta[ísicas preteDcleu sL¡miDistrarnos la iclea cle

1a lealiclacl, esLillllos eútonces attto¡izaclos para rech¡7¡rlas porquellrla i(lee que no plle(le ser peusada es sencillamente un absurdo,

lslo,:[rnquc obrio, cs cle ul-la inPo¡Lirnci¿ caPital. Lo prirneroqrrc debemos inclicar cs lo siguiente: Para que un¡ iclea sob¡e laieaiicll¡l sea r¡e¡daclcla, y poclamos así asegr¡¡ar el nc\o cnt¡e pen-

samieolo,v r'ealidacl, se exiee que sca corlsistente, que responcla a

Ias exigencias clel pensamiento. Si rechazxrnos urlrI idel sobre la

re¡licl¡d por conlr¡dicloria ello Puecle significer clos cosas: o la

leaiiclacl repele ser-pens¡clar esLo esJ lechaza to(lo cl trallajo de apro-

ximación y el)cL¡entro quc nombl'amos con ia palabra ,l'etcladn;

o la ¡ealiclacl entla en la expeliencia cle ia lc¡cl¡cl y es cnlonces

laciotral. Sraclley Iechazil la plirnera ¡lternativa por 1a simple razón

,l¡ quc ur'.i re¡li,l.r,l i¡nl'erts,¡l..,lc scrir irr.omlr"ible 'on cl in.tinto!i\u en nojullo\,lc ronocet l¡ r'e:rlirlrtl, es (le,ir' 'le ll"v¡rl r ¡l Pi¡-no clel ,pct'tsanienlo de la realiclacln. I-Iay muchas otras razones

en Bracltey para este rechazo, pero nos besta co¡r inclic¡r ésta

Ahore, si l¿r realiclacl es racional hefios de enfrent¡r cios nuevas

altelnalivas: O estí la realiclacl separ-atla clel ¡rensirmiento, o la

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L¡ cul,ninación dc h lilosofí3 II¿gcl v i}adlev 123l

^.;,.¡iu relri¡'lct r es Irn ru(lo 'te prtte" ilr li oltrLle' crt lrtccrP'¡" -

-, . .l- r¡ r¡.1LiLLrLl" ' .re:rli,l,.i 1,en..r,1.' rólo .o,r J l,e.-'P""tli';" ": ",,,r;., "

ln,-iiror,,l'r"r"""¡ e lc.nr i, los. 3r'r,lle¡, rrrrl,,.' rr

t"t 1'l'l''.". r".r,"rr l:r ptirrrrL r ¡l er'xti! r' lrtrP\") rlrre rrn ¡ rc¡li

llr''"".'.".i 'n.,1 qr¡e )c¡ \i e('i sel' rr'rrl:r clel I'ert';'trrie' to c' rrtr

ljl;:;;. ,,,' "'' ,i q'," rro poJe'nor 1'ernrr: l' qrrc rigrrilir':r"'

l]1"'i" t",,ri'l"t r'" ion rl es lrof enrri'r irr'' iurr"l''

n.,.r.o,1., nnlon'c5 qrle lo'elrl: 'lrr'rlll.llle te'l es rrrr:r ell'tr'etr

-,"lr1o.o,'or s4rn¡rs ltirllej tle l¡ rcrji'l:r'l r'llcl r ell 'rl rlrlo \ol'lñ\

l^1.,1. ri"i o. ,lc ex¡,erirrrr i:' \ :'rrn'lrre rerrL'irr"' rl rc'rl;rrrierrru

L"ri,U" t. irrl,etlc,,iórr y rlelctro' Ir lóei', 'le Ir (urr'i'ler)ci:r 'lcl'.".""l;,1",' n,,, ,,trlig., x .on, lrlit ,ltrc i' ¡c ¡ti,l¡'l 'rrre¡r' e' ,le, i''11 |T."i,'1,,, t,. """1 1." '1.1..,o, ir'rcgr' n l' rl¡t,rto rle.i r'nr'rrrio

::-",,,. '..,.' tir¡irr,l. to(lir diler'"i,1."1. ro'1., it,rlrLrlP,' iórr' l: I AL

I"i".""", , rn .rli,l.r,l l,tltectr qrrc ,r'rrrl'rFrr(lc 'lcrr'¡o le si tu'l r'

.i,.',"n¡1, i" '.*, e', l,o,lri.'nro' ,1,, ir. L' , r1,"rierr' i:r iruinit:' cl Lr¡r''

,"rt¡n,1" t L:rrcg,;rito ['r:r .rrri'l¡'l I'c¡tc'l¡ 'lel \L "llrlo corn]'ort r

;ln,,or',n'a' il.r1,li'.,ioncs lll irrit¡i que icrri irr r'¡t ' rrrr i'ri'i"nui no,l., 'o.

I,.r,rr \olrre Ir l.loso[i rltol:r '¡r ''r. rrio' lriirrl lo

"n "i ,.,r.,',. ,le 'rr r'¡l¡rrin¡, iÁ¡r' lorllle. ¡"c' ' .rttt' l '1rle. J r Ii-

Lsofía culnin¡ en el hegelianisltto; sob¡e todo, cultltin¡ en rela'

ción ¡ la cuestióu (ltle nos illlPorta Y esla culriirlaciótl habla nris

o menos así:

u ho¡rbre es un sel- cicstinaclo a cles¡r-rolllr y lieral a su ple-

nitucl el pensrnic[to; eD el Pensan]ielllo erlcrrellLrn el hoillbr-e sll

más alta t plena realización; etr el pellsamiento he1' lrrl.t semilla clc

libertacl que petnrite ittcoLpolar-se al libre clesenlr¡lviutienLo clel itl-

finito; cou cl pensal¡ienlo c¡yeron l¡s t¡ab¡s tlc 1a ncgla snpet-s-

tición, el apelilo cxLeDLrirnte, la i¡r¡lecliatez Ilrbiosa y descsPelacl¡.

L¿ voluntacl ener!a el espiritu l tocltl lo ctisl-'e; cl seütittrielltoanonada y enrboL¡; l¡ pasicin enceguece 1' clescorltrolrt. Só1o cl pen-

sanriento sc rb¡e horizonles a lo largo y a lo ancho cleL tr[ir,etso ,v

conducc r la qLrietucl y al encuctltlo clel hoirbre col1sigo rDisilo Y

es vocacirin, posibiliclacl y destino (lcl 1)ensiLrllicnlo l:r espititualiza'ción clel univei-so Lodo; porque el Pellsitrriento es ser¡illa cLe 1i'

bertad y virla ve¡cleclera. [n su clesalrollo, el Peils¡niento, co¡no

el rey Nlidas de la t¿ibul¡, toclo lo tlanslor'¡]l¿ eú Pell:l¡mielllo Lnsu plcniturl, crcuent¡a coilo un rnlll inlinito clc sLr PloPix stlsLilll-ci¿' El u¡rive¡so toclo es 11e naLLtraleza icleal; el in[iuito es 1ir icleil,el espiritu, la ve¡clacl Yivl autoircor-dedx y eLernaülenle xcli\'¡, eLer-

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t 12+ ./¿¿¡ Rtud"¿, DED' !a RBLro¡óN A! HuM^Nrs{o

namente girando y giranclo en el circulo clialéctico cle su perfeq_ciónu.

La filosofía es conciencia de sí donde el espíritu se mueve a susanchas, Habia oposiciones en la vicla ordinaria; y el clesarrollo ásla filosofia a través cle una larga historia aparece como todo ;lesluerzo finalmente cumpliclo- por super¡r esas oposiciones. tlhomb¡e esraba diviclido de la naturaleza; los homb¡es estaban di_viclidos en¿re si; no sabíamos cómo conciliar el placer y el tleber,el egoísmo y e1 altruismo, la libe¡rad y la necesiclad, el pensar¡is¡¡oy la exisrencia, la jrrsticia y la voluntacl de poder, la vicla naturaly la vida politica. Finalmente, la filosofía culmina; y su cr¡lmina-ción ocurre a una con la libertad plena clel pensamiento que hacecamino dialéctico entre las oposiciones y todo lo resr¡elve en L¡naolganicidad acorclada y autosubsisrente. El hombre repara por finen que la oposición en que €stá con la naturaleza es un g¡;do dela experiencia, una separación de la unidacl previa que era un merosentimiento y en la cual separación se contrastan momentos cou_fusamente unidos y ahora distintamente antitéticos. pero este g¡a-clo cle la experiencia es todavía, todo entero, experiencia en el mo_do de la oposición. Tomar conciencia de la unídad. antirética queconstituyen el homb¡e y la naturaleza es ya pasar a una fase o gra_clo más alto de la experiencia: la fase donde la reunión y coire_lación necesa¡i¿r cle los opuestos se hace explícita. Ahora, la ¡eali-clatl se ha espirirrralizaclo al adquirir conciencia completa y a lascla¡as de sí misma; ahora, la ¡ealiclacl ha superaclo la abst¡accióncle sus momenLos; no falsilica ya la iclea cle concreción dicienclo:,Lo .concreto es la exis¡encia sin el pensamienLoo; o dicienclo: ,Loconc¡eto es el pensamiento sin la existencian. Ahora la realidacl sctoma a si misma sin pórclida y alrtopercibe la unidacl de sus con-diciones: es espíritu concreto.

O, para tomar el ejemplo del placer y el cleber, encontramosque el placer está en contraste con la razón o la meclida; encontra,mos que la aplicación al placer de la medida (aplicación que ex-presa tocla la esencia del deber) es una solución inestable amena-zacla en todo momento por nuest¡a naturaleza, pero, cle modo pa"reciclo a como surgieron el hombre y la naturaleza de una unidadinmediata -el sentimiento- nos percatamos que alli clonde toma-mos conciencia del placer estaba el clebe¡ en la forma de meclida.Nos percatamos qne el placer y el deber soD aspectos co¡relativoscle una uniclad experiencial, Y entonces nunca más haremos con-tlastes entre las abst¡acciones del placer puro y el deber puro, ent¡e

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r25l

el h€donismo exl¡emo y el rigorismo moral. Nuestra expe¡iencia

moral sube entonces de grado y alcanza un nivel en que se conci-

üa[ los oPuestos'

Claro esti, y este cs lrll Plrnto imPotlanter que la consumación

sublime q e esbozamos a<¡uí se realiza en el plano cle la lilosofia,

esto es, clel pensamienlo. La filosofia cs Ll¡l entra¡ especulativo en

el Absoluto. La filosofía no tesuelve ningún probletra práctico; cr

si se quiere deci¡ lo mismo de ¡¡aneta elegante: los ¡esuelve toclos

oeto (omo lilotoIh. Al fin rle rrtentrs, Io,lire no. e¡rá,licien,lo cl

iilóroto ".,

qt¡e srr e'fe,rtl.ción Pone.L lf, \ista la vi.l.L cleL Absolrrro

en el moclo del pensamiento y qu€ en este moclo la vida clel Abso-

luto se revela como consumación perfecta. Ciertamente, ei filósofo

nos asegura q e el Absoluto es puro pensamiento; pero no puecle

pretender ql¡e stt lr¡rtiilmienlo ser el Absoluro, es rlecir. qrre cl ALr

soluto ro,lo enLe¡o ecle cn stt c¡bel¡. Importr. pues, prcrir,'r qrre

sí el Absolu¡o es pensirmiento, el filósofo esrá obiigado a recono-

cer qte es un pensamienlo infinito, un toclo omnincluyente clel

cual el filósofo sólo lo¡ma una parte insignificanLe. Importa incli,car que el pensamiento infinito ¡ealiza su cons¡,rmación tLasccn-

diendo la cabcza clel filósofo. Il fiiósofo ve la consumación y en-

cuenLra que es, para el pensamiento, per-fecta. Ll filósofo ve sola,mente; o el Absoluto, si se quiere, ve a través clel tiiósofo: se rea si mismo. Sin embargo, el Absolt¡to es más que esta contempla-ción cle sí misrno cumplicla o siquieta atisbada eD el án.rbito cle lafilosofía: el Absoluto l¿4.¿ stt vitll, es un 'pensamiento p¡'hcLico'una'teofía concreLa', o un¡ 'mente existenle', y para hacer su vicliremplea Loclo este aparalo tle cont¡asles y encuentros. Y lo que im,porta indicar es que Loclos los hechos clel munclo, especialmente,las l¡ll\lrtcione5. los c¡imenes. lrs guerr.ls. son nec"s:ll i,..r; prrir esr¿

vida, Cie¡tamente, nosotros poclemos y clebemos esforzarnos pc-'r

una ¡ealización buena y irermosa; pelo la verdacl es que al Absolutole da lo ruisl¡o. Podcmos esc¡iiri¡ bellos cliscu¡sos cle moral, po-demos leclactar folletos sobre la belleza clel crepriscuio, podemosabogar por el amor y la jnsricia; pero hay sobre nuestlas cabezas

un enigma: el Absoluto conlra viento y marea es siempre per'lectoy, además, para su pelfección, es necesa¡io que nosolros seamos locontrario, inpe¡Iectos. El mal es, aqui abajo, tan ner:esario comoel bien; la fealclacl como ln belleza; ]a falseclacl co¡no la velci¿rcl. Ymás tociavía: en orclen ¿r ser pensamienLo plrro, el Absoluto clebeprr-rclucir esta apariencia que es la pura existencia; en orclen a ser

Li d¡lmnración dc l¡ liloso(ía. Ilcgcl y Bradley

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t 1?6 Jxd¡ ntr,r¿. Dsd L,\ ReL¡cróN ^L

Hü\,{N,s\,ñ

sumo bien y pelfecra feliciclad, el Absoluro debe proclucir esta ¡s-latividacl miserable que es el mal y la desclicha. Nosorros esramosobligados a vivi¡ la posiriviclad insoluble del mal y el cle[ccro; si asíno fue¡a se¡íamos el Absoh¡to. Pe¡o estamos tanbién obligaclos areconocer que en él todo se leúnen y concilian en petfecta armoniatodas las cosas. De esLa ¡ranera no hay causa que m6\,er que ensentido último tenga funclamento. Il Absoh¡to es el Írnico frrncla-mento y el fin Írltimo; y no hay causa nuestra que puecla serlodel Absoluto; éste es st¡ propia causa y está eter.na y perfectamentejustificado. Toda causa nr¡estr-a es en último extremo vanidad y¡elatividatl.

Importa insistir y enlatizarlo: acaso el Absoluto sea pensamientopuro; acaso la filosofia represenle en su cr¡lminación la entraclaa lo ancho y a las claras en la vida absoluta; sin embargo, estavicla es más, infinitamenre más, que la consu¡¡ación filosófica; ysi nos cae una piech'a en la cabeza o tropezamos o muere nlrestramadre, no hay manela de acloptar la posición concreta en que es-

tos males son abso¡biclos. Lo único que puecle lograr el fitósofo(si lo togra) es nios¡ra¡nos que de algr-rr.ra manera y por algún ca-mino nuesftas desgracias son superaclas en una vici¿l infinitamen¡eperlecta que no es la nuestra. Hay -para apunrar sobr-e lo mismocle oL¡a rnane¡a- hombles que pasan por el munclo sin saber naclacle filosofía; honbres que sLrf¡en en meclicla exageracla. Y estos hom-bres nacla saben cle una consumación clonde se esluman ias penasy los conflictos. Ll filósofo sosriene que toclo esto es superado enla vicla infinita; pe¡o no se at¡everá a sostener- que é1 es ei sujetode esa consumación, no será tan audaz que diga a r¡n clesdichaclo:otrn mí está la experienci:r de tu felicitladu. De manera que ioshombres, casi er-r su totaliclad, positivamente sufren; y la supera-ción cle este suf¡imiento es sujeto que ellos no son; la su¡teraciónse ¡ealiza eterna y autoconsistentemente en el Absoh¡to. Noso¡¡ossomos a veces felices, muchas veces clesclichaclos; sólo el Absolntoes eLernamente feliz y eternamente bueno.

Ahora, pues, cuanclo la filosofia culmina y se pone en dos piesante la religión; ahora que la filosofía ha llegado a su autodefini-ción y sr.r pureza, nos clirigimos a ella por estar insatisfechos y an-siosos cle una seguridacl que no sea f:rntasiosa. Y la lilosofí¿ noscla una respuesta procligiosa: Nos dice que somos elementos clel

Absoluto y que esLamos asegurados descle siempre en su eterno re,gazo. Pero, mucha atención, no esLamos asegurados (Lsi como so,

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La culmin¡.ió¡ d¿ la l;losofí¡. Hcgcly Br¡dley 127 I

m.os) no hay un clestino para. nosotlos, no hay tampoco una líneaprecisa de comportamien¡o. Al Absoluto le importan igualmente el

santo y el bribón; en su vicla absoluta son trascendiclos hasta laconsu¡ración; tlent¡o cle es¡a vicla son elementos ciertamente clife-

reltes; pe¡o nacla hay en eilos que clé prevalecencia a uno sobre

el o¡¡o; Io que hay en esta pe¡spectiva es el Indivicluo írnico clue

inregra su vida con lo bueno y lo malo que hay en el mulrclo. Si

somos buenos, el Absoluto nos acepta; si somos malos nos acepta

ra¡nbién. El Absoluto no emplea códigos para llevar su vicla; es

un fuego para el cual toclo es combustible. Si hay, pues, un plolec-to que pucliera sernos propuesto €n esta perspectiva no poclría ser

otro que éste; muéreLe a la b¡evedacl posible para licluiclar tu cueD-

tl con el Absoluto: no pierdrs tu tiempo en ningrn¡ t¡re¡; l,or-que, hagas más, menos o nada, al Absoluto le da lo mjsmo,

Y la ve¡clad es ésta: la filosolía al tomar conciencia cle sí rnisma

y hacerse pensamiento puro, inmetliatamente se constirlryó cor¡odialéctica. Ilápiclarnente cayó en el Absoluto y se replesentó a lolargo y a 1o ancho el rrnivelso etrLero colno consumación. Lntonces

la realización 1, experiencia cle la segLrridacl fueron asunto cle u¡sr.rjeto infinito; el hombre eristente estaba, es cierto, en el seno cle

la segtrridad, pero sin experiencia cle ella. trl clestino se cumplia,las raíces entraban en el corazón clel Absoluro; pero aquel destinoy este enraizamiento no e¡an experiencia de naclie; ac¡so sus es-

pecLros oscilaban en la cabeza espcculativa de tres o cLlatro mor-tales. \'este e¡a toclo el discur-so escéplico que poclíamos, sin exa'geración, enclosar a los filósolos: oFlaz cor¡o quieras; sea bueno o

malo lo que hagas estás trabajanclo iror, para y en el Absoluto; y

no olvicles que toda {órmula sob¡e un clestino tuyo, un sentido pre-ciso y unívoco cle tu vicla, r¡na situación tuya en el unive¡so no es

ve¡claclera en última inslancia, ni es bttena en últim¿r instancia. Unaúltima insra¡rcia ¿u)¡r es pur-a unilate¡aliclad. La irltima iustanciaes el Absoh¡to; y en éste fue t¡ascendicla tu individr¡ali<Iad. Loúnico cligno de r¡n homb¡e es aceptar la consumación doncle toclo

sus pobres anhelos pelsonales se ¡e.l.¡cen a un mise¡able y aparen-

cial parpacleon.

Dernás es¡á decir que la filosofÍa, allí cloncle culmina, transfot'ma la religión en un r¡inúsculo negocio. Descle la filosofía, la re-ligión se le como un emb¡ollo lamentable. En esta perspectivarenlonces, c¿len por- el suelo las fórmulas leligiosas cle la seguridacl;

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f 128 JMt Ri¿dno, Dps"E u pelrcróN ¡L HuxaN¡svd

pero .caen

también por el suelo las pretensiones cle la lilosofia a

lsum]r la responsabilidad de la religiZn. porque clebe decirse: sólola religión nos- dio seguridad, La filosofía, -i"rrt.u, h.,bo

"r, .iilun fonclo grávido de religiosidad pudo aparentar un noble porte.Pero, alli donde aclguirió conciencia t.le sí misma, n,.n;f.ri¿ ruincapacidatJ para rransformarse en la nueva rntora cle lor'1lo-bra"

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llN LA CRISIS TRANSICIO¡_AL

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W¡.Í¡:l

TL ESTADO Y EL DNRECHO

CO¡{O SUBSTITUTOS D¡ LA RELlGION

A1 comienzo de este desa¡¡oilo prorneLirnos Úatar del estado y el

cle¡echo, Con estas expresiones queremos designar tocio el complejode rel¡ciones a que se sujetan los hombres dent¡o cle la comuniclacl.

Esta, la comunidad, en cuanto se p¡esenta ¡ealizando consciente

o inteligentenente el estado y el clerecho, et1 cuanto se constituyecomo ámbito cle una fotma de existencia indiviclual, es ciertamen-te üDa respuesta posible a las cuestiones clel clestino hrtmano y cle

la seguridad; el hombre puede encoltrar un mundo ajustado n

su vida y abie¡¡o favolablemenle a stls aspiraciones en la comu-

nidadLa primera pregunra sobre esta posibiliclad de substitución cle

la religión pol el complejo cle relaciones convivenciales que nom-bramos ocl estaclo y el clerechon se lelie¡e a la medicla en que la

comuniclacl depencle de la religión y está asentacla sob¡e ella. Esra

pregunta sc responcle prontamenle si nos atenentos a las cornuniclades primitivas clonde la ley ernana <le la fuente religiosa, dondetocla la textura sobre la cuai se u¡cle la vicla social ha siclo proyec-

tacla o directamente puesta por la religión.

P€ro también en el caso de comuniclades allamenLe clesarlolla-das y de gran extensión encontramos una proyección parecida. Ncr

es necesario que nos extenclamos sobre esto hablando cle los impe-rios anliguos (Egi¡rto, Asiria, Babilolria, Persia), cle las pequeñascomr¡niclacles helénicas, de los pueblos germánicos o ilel Islam. Ylejos cle nosotros suponer que haya aquí Loclo un enhel¡¡amienlode sutilezas: Lo que decimos al poner ei estado y el cle¡ecl-ro en ¡e-

lación con la religión es, sencillamente, que el funclamento últimcrde la ley y el derecho en el caso de tales comunicl¿cles resulta ser',

ostensiblemelte, la volunta<l de un clios que dictó nort¡as a 1os

homb¡es. Sea el emperaclor cle ascendencia divina, el sacetdoLe oracular, el profeta en relación di¡ecta con su dios o el consejo de

ancianos que dictamina sobre Io jusLo y lo injusto, en toclos los

casos la ley y el clerecho encL¡€ntran su razón últina en la voluntadde un dios.

Cabe, pues, afirmar parecida ¡elaci<in del estado y el derecho131

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-qffi$tr]

[ 132 /¡r¿ ¡idro, DaDE L\ REr.¡o¡óN ^L

Hu¡r.\N¡srro ]

con la_ religión a aquella qte encontra¡itos entre religión y {iloso_ Ifía;-cabe afirmar que la seguridacl que el hombre p,,écle "r.onLr¿¡ Ien la comuniclacl proviene -en el nivel primitivo_ .1" *.a iclen- Itificación inmediata de la comuniclacl con su religión o _"n .l ,lnivel de la comunidad clesa¡¡ollacla- clel flrn(lamento i,tLi,nu q,,e Iencuent¡an la ley y el de¡echo en las r.e1tr-esentacion", ¿e t" .eü_ igión, Y más nos ¿fianzamos a esta analogía sí, reparanclo an .i"rto, Ihechos, observamos que alli clo¡cle la ley y el ilerecho bur.o,, io Ieliminación de toclo lunclanento divino, la comunidacf cornienza ; Ides¡rrestigiarse revelanclo su incapaciclacl cle r¡a¡rtener por si sola Ilas contliciones cle la seguriclacl; más nos alianzarno, po.q.r" "rtu Iconexión se parece a la exisrencia entre religión y filosolíi según Ila cu¿l la total y li¡eraria inclepenclencia cle la filosolía signiÁcó iel colapso clei cles¡ino y la seguriclacl. per-o veamos eslo. i

Los hechos que tenemos presentes al hacer esLa consicleración /se ¡efieren a la bÍrsquecla en las peqrreiras ciuclacles griegas (birs.quecla cle que es Platón un teslirnonio importanre, peio cie la qLrehay prueba notable en los antiguos legislaclores) tencliente a es-ta-blecer la política sob¡e bases humanistas y racionales v el casi si_multáneo repuclio tle la co¡nuniclad y la vicla política po¡ parte clelos sofistas y los cínicos. Ocurre aquí como ii, cle una parre, alexperimentarse la cr-isis política com<.¡ clescalab¡o cle la religióntraclicional, algunos hombres hubjeran Lencliclo insLin¡ivamenie auna consolidación hunanisLa de la ley y el clerecho; cn Lanto que,por. otra parte, algrrnos pensaclores tomaron conciencia cle la lan_tasía religiosa y al mistro tiempo clel ca¡hcleL necesaLia¡¡ente con-vencional y no enraizaclo de la vicla politica. Uu lonclo cle r.eligio-sidacl parece i¡¡educrible en ei caso de los proyecros políticos {uepudieran salir de la cabeza de un piarón, un pirágorai o rur [Ieiá,clito; pero es innegable tarabién qtre en el caso cle estos hornb¡esla religión traclicional suf¡ia menoscabo cle su rLiición primitivaabsoluta sobre la comuniclad. Cabe incltso suponer que las espe,culaciones políticas cle los filósofos Luvie¡an fue¡za ,.,ii.i"r-rta pnr"reclucir y aislar el problema polírico respecto c,le la religióu. Doscausas, entonces, operan a la base del rechazo que los cínicos yalgunos solisras hacen de la comuniclacl. De una lrarre, la religióntraclicional ha siclo puesra luera cle juego y la forma srrbsistinrecle ésta, seriamente clebilitacla en la atmósfera clel racionalismo yla especulación, no tiene fue¡za par¿l asumir altas responsabilicla-des como ésta de la existencia política; cle manera qlre no iray ins-titución con presrigio que pueda clesempeñar e1 rci cle la tey y el

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EI "srrdoy cl dcmcho"on'osubsrirurodr l¿ .lis:ón 133l

derecho. De otra parte, queda la razón pura, o, si se quiere, el hom-

bre con ¿odo su patrimoDio natulal para emprencler la tarea; pero,de hecho, el hombre antiguo no palece encontrarse a la altura de

las exigencias. Toclo esto, podemos suponerlo así, explica un mo,

vimiento escéptico del cínico, movimiento que es casi inmediata-metLe superado por el resultado que arroja su negación. Esta su-

peración consiste en la afirmación del eslaclo cle naturaleza en bru-to; la naturaleza apar€ce pai'a el cínico como el vercladero lugardel hombre. No es difícil clarse cuenta cle que la vuelta a la natu-¡aleza es reacción pura; conciencia, ciertamente, de las dificulta-des que enfrenta el hombre cuando se €lecide a abandonar el re-

gazo cie la seguridacl religiosa, conciencia cle la precariedacl delsustituto of¡eciclo que a duras penas puecle levantarse sob¡e la acu-

sación de meto convencionalismo o contr-ato puro, conciencia de

un oscuro riesgo que amenaza por clelante cuando el hombre 5e

l€vanta sobre sus pies y encara a los clioses; pero, así y toclo, lavuelta a la natuLaleza no pasa de ser una reacción casi pueril, unolvidarse el homb¡e cle sí mismo en el peligro y no ver que la ame-

naza es la primera apariencia de su tarea, la prueba en negativode que tiene destino por delante.

De torlas maneras, el hecho clel cinismo y sus concliciones sonuna prlreba de la implicación entre la ley y el derecho, cle unaparte, y la religión, de la otr-a. Cuanclo quitamos la religión comot¡aslondo de seguriclacl sobre el cual ulclimos la vicla polÍtica o

comunitaria la ley y el de¡echo caen en el fuego del cinismo; so-

lamente pueclen perdura¡ en 1a neclida en que el filósofo no suel-ta las amarras que lo vincr.rlan al ámbito cle la seguriclad: los clio-

ses o la reliSióu.OÚo l-recho que puecle testimonial en favor cle lo que clecimos

es la condición qlre pusieron los ¡omanos a la base de la unidaclpolitica que dieron al mr¡ndo enLero durante siglos. Si esta uniclaclhubiera siclo perfecta se mosLrara con elio la posibilidacl del de-

recho como tal, de crear un ámbito Lrniversal cle seguriclad. Instin-tivamente, los juristas romanos reconocieron qrie ni la fuerza niel cuerpo del clerecho bastaban para la unidad política clel impe-rio; y se cuidaron mucho de nna coslosa a la vez que duclosa pro-paganda en torno a su religión privada. De mane¡a que respetaronla religión cle los pueblos someticlos. Por 1o demás, no es dificilmostrar (la escuela marxista lo ha hecho) que la ley y el derecho,así como de hecho han funcionado, si se recluce de ellas todo elaparato de sus justificaciones, no son en modo alguno una fó¡mula

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t 13,1 J¿d¿ l?iu¿ o, DesD¿ LÁ lillrcróN i¿ Huú¡Nrsro

cle seguriclacl sino de algo muy diferen¡e. Ciertar¡eDte, es clifícilasenta¡ la ir-rstitución juridica en fundamentos que sean cle sLr D¡o-picd:rrl exclrrsiva y prirrrl.r; y si el rlelcrlro lonj.lno dir

"rr;, i.frasión rcnr,lrír inter'és averiguar l: imporrrnr i¡ qrrc lienc .o.,, ,on-di,ión de esta aprriencia el hcrho Lle qtre el sistem: jirri,ii.o ro.mano prescindía hipócriramente de la religión y ios clioses. La5 ¡6,sas, entonces, ocurrían así: Si el clerecho y la ley prescinclen dc unIunclamenlo reiigioso se poner-r al clesnuclo las concliciones mate_¡iales de la instirnciór.r jurídica; así al clesnuclo, surge innecliata,mente la pregunta sob¡e si la religión no ser-á un sin.rple artilugiopara hace¡ posible la esclavirucl y la explotación clel hombre, pirahacer posible el robo y el saqueo sistemático, para clar insritucio-naliclacl a la injusticia. De mane¡a qtle es imporLante evitar que lainstitución jurídica aparezca al desnuclo; y paia es¡o nacla más acle_

cuaclo que dejar'la suborclinacla a la religión. 5in embargo, estasolución no tenía curso en el caso de Roma que cr-ecía por.el mun,do con notable velocidacl. Ll derecho romano crecia y se desnuclabaal tiempo que crecía, al punto que se cor-¡ía el r.iesgo cls me5¡¡¿¡a las claras que el derecho no e¡a mlis que la institucionalidacl clelsrqueo y la explotación. No puede extrañar enLonces que Romaoptara por dejar a los pueblos someticlos srr religión; cle esta ma-nera se clesviaba la mi¡ada que puclieran echa¡ los pueblos sobreeste ejemplo notable cle una institución, el clerecho, que podíatambién aspirar a crea¡ un ámbiro cle segluidad, pero que, al cles,nuclo, sólo se mostraba como la institucionalidad clel pocler, el ahe,rrojamiento y el robo.

Todos sabemos cu¿ll fue la suerte clel Irrperio Romano; sabe-mos cómo decayó al tienpo que surgia una nt¡eva institución es-

piritual formiclable: La Iglesia Católica Romana, Cualesquiera{ue¡an sus t¡anslormaciones y sltstituciones, el clerecho y el estadovolvier-on a esLar, ahora, alirectamente refericlos al plano celeste.La Iglesia llegó al punto cle tener un brazo secr-rlar; y aún en elmovimiento r¡lterior cle los conflictos entre poder espit itual y podertemporal hubo siempr-e la última ins¡ancia clel plano celeste. pero,

como reza la frase, la realiclad his¡órica seguia su camino y, estavez a la larga, se fue ponienclo de manifies¡o la inesrabiliclad de lafórmula que suministtaba la religión. La aslronotria, la Iisica, laampliación de los ho¡izontes geogrhficos y humanos, la especula,ción filosófica terminaron por minar roda 1a grancliosa y fanrhsricaconstrucción católica. E1 cisma cle la relorma conclicionaclo a la vezpor la tensión política que renía que originar el pap:iclo, por el

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El cr¡do y el dcrccho como sub tuto dc la rcügió¡ 135l

fariseísmo y el mercantilismo de toclo el cuerpo del clero, por lainsistencia del religioso nó¡clico en la interio¡idad de los primitivoscrisrianos, contribuyó a la división clel mundo meclieval y al sr-rrgi-

miento del estado mode¡no. Se volvían nuevamente los ojos sobre

la versión hllmanisLa del estado y el clerecho, pero esla vez no co-

mo en el caso de los estaclos griegos, alzaclos sobre el t¡asfondo cle

una mitología cacla vez más desprestigiada por lzr especulación,

sino sobre la base de una elaboración religiosa qne par-ecia imposible superar. I)e mane¡a enLonces que había la posibiliclacl cle

conlener el escepticismo político y repudiar la vuelta a la natu¡a,leza de los primitivos criticos clel estaclo y el clerecho.

Ls un hecho, sin embargo, que la elabor:rción política cle los mo-

de¡nos no prdo prescinclir de la naturaleza. La hoslilidacl abiertaante las prerensiones cesaristas de Roma, la mascaracla explícitaeo que se habia t¡ansformaclo el vicarinto clel papa, quitaban fuer,za a la referencia di¡ecta clel de¡echo a la religión insritucional;se hacía, enlonces, necesario un camino a lo alto qr¡e no pasarapor Roma. Se descalificaba una instiLlrción y en 1a imposibilidaclde substituirla por ot¡a con alguna venLaja, se recun-í:L a L¡na versión algo modificada cle la salicla cle los cinicos: se oponía a lareligión institucional una religión natural. No se afirmaba, pues,

la mera natutaleza l¡en¡e a la mera institr¡cionalidacl sino una na,turaleza específica (la natnraleza religiosa) frente a una deterrrri,nada institución (la Iglesia) . La especificaciór.r se explicaba porquese d€seaba asentar la institucionalidad política; es clecir, la salidaa la naLuraleza era un movir¡iento clei c¡re se esperaba la descalificación cle una institt¡ción (la lglesia) y la {unclamentación cie

orra (el Istaclo) . Se querian para el clerecho y el estaclo fnnclaciones absolutamente segluas, pero liberaclas de la tuición ecle-siástica; era necesario eludir el carácter cle puro convencionalisrloy mero contrato que adquiere la insti¡r¡ción política cuando se

quita el fundamento religioso, Para ello se eliminaron las condi,ciones más esenciales del estado cle natu¡aleza -el mieclo y ei ins,tinto de rapiña- cayéndose en el idilismo de la naturaleza inocentey bondaclosa. De este fonclo poélico, fuertemente ligado a las fan-taslas de la religión, quiso obtene¡se a modo cle implicación for,zosa el buen estado y el buen derecho: el estaclo y el delecho na-turales.

A la base de este mundo posible cle seguridacl política estabanlas representaciones de la religión: el mundo ha sido creado por unespiritu benevolente y omnipotente; el hombre es una criatura

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T!t 136 .¡¡d, Rira¡¿, DBD¿ L^ R¿L¡cróN

^! Hüñañ¡si,o '

,.ldotiLla de ¡a¡ón: la rrzón prrerlc rlcs¡rnar el ¡p¡r:lto dei errola supercheria y traer a existencia l¿r ve¡dacl y tn l.rrti.iu. eero

rnl

toclos pensaban así; la rrera iclea cle,cont¡aro,o.lot. y to iji ¿.1ul¡omLre como lobo rlel Iroml,¡e" basrrn prra p,olr.,; Io ,.;;;n.i"en h ipocr motle¡ n:r de crirerios escépricos ,ofri" l" i,;¿" "iii,.o la ¡eiliclad cle la comr¡nictacl.

".¡r"'.i. ..,. i. r;;;'1;,i;i'"t'::

posible. mosr.r;rr qtre lr religión n¡r;¡xl y el ¡lereclro n",r.ut i.nlllc;'ban los gérmenes (siquiera los génnenes) cle un ¿e¡ilirarnieltocle la seguridacl politica asentacla en ta reügión q.,, ,,i .t ..ro .r-cepticismo hubiera soñado.

. tl cr¡arlro era, esquemáricamente, el que sigue: Il carluco, De¡osiempre pretensioso cesarismo cle Roma, t,"ói" ._p.,joao o'to,teóricos del derecho sobre la soh¡ción naruralisra, ñ¡"áinr,r. ¿r,uasegnraban la religión y a la tez desenmascaraban la fórmula cle

l" t*l:r]l universal e imperialista. pero, de una pnr,., lu noiuru-¡eta oDlrg¡bít a tomar en cuente ja idea del contlaro y la rigenciabásica del temor y el instinro cle rapiña; de la otra, la ,."¿.i.iu oprescindir clel aparato ritual como asimismo cle roda la -oo,,i.ru_¡ia insrinrcional romana obligaba ¡ Ia susritución -"¿in,l," in l,r,timidad y. (en la perspectiva que nos importa) ta ¡nr¿.,. y roju,esras condiciones empujaban en la misma dirección: la comuniclacl

lo e_¡a-un ámbito de seguriclad sino, a lo sumo, lrn cuadrilá¡e¡odonde.la pelea debía sujetarse a convenciones preestablecidas, nodejando por eso de ser pelea. La seguriclacl ucnso la eo.o.rt.ara elhomb¡e en una íntima ¡elación con itior; pero esta relación no e¡ael f¡uto cle la comr¡nidad.

Pero, es principalmenre en esra dimensión cle la razón cloncleen(onir¡mos trabljinclo ya Lr frrerza que tr¡erj por tier¡ír estrepi_tosamenle y sin esperanzas el estaclo y el cle¡echá, Los pensacloiesmodernos -muchos entre ellos_ conliaban

"r, lo .raaarjrio .orrrir-

tencia de la fe y la razón; confiaban incluso en la posibilitlad áeplobar.las v"erdades de la religión mediante el trabajo especulativode la filosofía. De modo que no vacilaron en da¡ iiendl suelta oesta facr¡ltad que en sí misma les parecía ya una prueba cle lodivino.

Pero la razón no tardó en encontrar que no había ningún de_recho naLLr¡al-.en existeircia; que en ninguna parte estaüan loshechos qr.re ella soñabe e¡r sus clelirios a"e "p,.uero, necesiclad yconsecuencia(, A corro andar la razón enconi¡ó que la ley y eies¿ado debian enca¡arse asi como están alli clelante para' apre_hende¡ en vivo sus ver.claderas concliciones. porque ha'bia ta'ley

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El cstado y el derccho coño r,bstitúro de Ia ¡elisió¡ 137 l

y el estado; y si sus condiciones y su constitución se mosfraban le-gidmas no sería necesario buscar nuevas fórmulas. Por el contrario,si había defectos en la ley y el estado exisrentes, nada mejor queconocer estos defectos para averiguar sobre la posibiliclad y con-dición cle la ley y el estaclo genuinos. En una palabra, la t¡adiciónracionalista que había empezado soñanclo con la religión y el de-r€cho naturales y que había caído en este pecado pueril de lasutopías y el idilismo de la naturaleza pasó de aquí a edad másmaclura: Los filósofos modernos empezaron defencliendo el en-cuentro primigenio de la razón y la natur.aleza, Nfr¡y pr.onto la ra-zón se paró en sus propios pies y miró a lo ancho cle la políticaexistente. Y encont¡ó lo que debía encontrar.

Iste pararse en sus propios pies la razón, empezó sienclo hege,lianismo; pero la culminación se alcanza allí clonde Feuerbach, elprimero, eliminó el sentido t¡ascendente cle la religión y la reclujoa una curiosa especie de humanismo inverticlo. Ienerbach mosfóque la religión era posible como una proyección cle lo humanomismo en la atmósfera fantástica y hasta pueril de '1o clivino'. Lacritica y reducción del mundo celeste quiró la base acostumbradaa una razón que, no obstante y felizmente, poclia ya sostenerse porsi misma. Quitó también todo cimiento que no fuera contractualo algo peor a la vida política. Por orra parte, la larga experienciahistórica podia rechaza¡ el proyecto cinico de,vuelta a la natura-lezan. Toclas estas condiciones (autosuf iciencia de la razón, cr.í-tica de la religión, r'epudio maduro del naturalismo) hicieton po-sii¡le un encarar abierta y despiadadamente el derecho y el estaclo,Ahora se veria si, quitada la religión y enfocacla positivamenre lacuestióu del derecho, tenia la comunidad posibiliclacles respectode la existencia seguta.

Desanudado el enigma religioso, el politico resultaba una cues-tión más simple. No había ninguna interna necesidad que expli-cara la existencia política. Il hombre habia creacto a los clioses yen un pase prodigioso se habia ¿¡ansforrrado en c¡eatura de sr¡creatura; los dioses habian traído el de¡echo y la ley. Pero, quita-clos los dioses, el de¡echo y la ley aparecían a lo sumo como unconvenio de los hombres; y como este convenio o contrato favo-recía a r¡nos con perjuicio de otros, como no eran ya los diosesquienes guardaban en el cielo la explicación miste¡iosa cle esradesigualdad, ella se transformaba entonces en injusticia, en ahe,rrojamiento y €xplotación de unos homb¡es por otros. De maneraque el clerecho y el estado aparecian en esta nueya perspectiva

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I r38 l¿¿¿ Ri,a¿o, Dls¡B r^ ReLrc¡óN ^L

Hu aNrsMo

como 1a institucionalidad de la injusLicia en sus foruras cls ¡66s,explotación y saqueo. Resultaba entonces dificil en tales condicio-nes esperar clel derecho y el es¿ado lrn ámbito cle seguridacl,

Pe¡o la clescalificación de la religión y la r¡lte¡ior percepciónclesnuda del clerecho y el estado no cleben engairar sobre'el gratlocle responsabilidad cle la religión. Pudiera pensarse que la religiónmeramente encub¡ía o no clejaba ve¡ clesnudamente la naturalezaclel derecho; pudiera pensarse que la injrsticia social se aprovecha,ba simplemente de la religión que nada tenía que ver en Lrn ml¡n-clo que no le era propio. Se¡ia bien clificil sustentar esra tesis. Lareligión y la política se identilica¡on de tal mane¡a a lo largo desiglos de historia que muchas veces la primela no parecía más queun rellejo de la segunda. El hombre <lepositó su confianza en lareligión porque ésta se ofrecía al hombre como un mundo tle se-

gu¡idacl. Est€ mr¡nclo fantástico €ncontró un cuerpo clonclc existir.:el cuerpo del ¡i¡r¡al y clel clero; asi, buscando su seguridaci, el hom-bre ia depositó luera cle si y en lugar inseguro. Dar el homl¡retocla la confianza era ponerse en rlanos de otros homb¡es. La so-lución fantasiosa y pueril representada por la religión exigia uncuerpo que cliera exisrencia y vigencia a la fantasía. L¡a necesariolrn contacto con los seres divinos; de modo que la religión traiaen sus entraiias las figui'as clel hechicero, el sacerclote, el pr-ofetay, así, toclo el cue¡po levitico y clerical. De moclo que el homb¡epuso fuera de sí lo más íntimo oblig/rnclose con ello a una obe-cliencia y aceptación casi absoluta. Ll cler-o, por sn parte, Do naciópuro y era más que simple clero. Lo que descle un laclo se clesc¡ibecomo confianz¿ clescle el opuesto se clescribe como voluntad de

¡rocler; lo que es clescle un pr¡nto de visLa crealura cle la segnriclad es

clescle el otro aherrojamiento y urala conciencia.La religión no tLlvo un nacir¡iento simple. Cuando helros da-

clo cle ella una explicación que toma su base en la seguriclacl y eldeslino buscados por-el hombre, estamos atencli€ndo a una fuentepositiva de la religión, una rafz que debemos conse¡var ¡ cuiclary desde la cual sube hacia arriba del mundo humano ancha y fun-ciamental columna, Pero hay también las fuentes negativas de lareligión: la religión, en el momento mismo en que se hacia cargode nLrest¡a ansiedad, se hacía también cargo del fraucle y la falsi-ficación, consoliclada las injustas dife¡encias clent¡o de la conuni-dad, auspiciaba las empresas de Ia codicia y la rapiña y, sobre to-do, mentia ignominiosamente al despachar sus cánlicos de unaconsumación celestial.

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Tr¡rsi.ión dcsdc la relisión al humanhnro 139l

Y este aspecto negativo de la religión se hizo patente cuanclo

el cle¡echo y el estaclo clesnudos mosttalon la otr-a cara cle la reli-

eión. torque ella tenía dos c¡¡as: una hecha con ilusiones en que

íe I'oJi;r lcer el momenlo htrm¡nist¡ y I'rolurr.lo LIe lrr religión:

la otra, pintada de mentiras y fraucles clonde la religión muy Pococlife¡ia de la rapiira y el crimen Los dos aspectos inle¡venian en la

vida politica: la religión como ilusión nos sugería paclecel y espe-

rar el más allá, era como un opio; la leligión como ft¿ticle nos

obligaba a se¡vir en esclavitud, era un amo cléspota y sin corazór-r.

Si, pues, la vicla politica y la comuniclacl Poclian establecer Parael hombre un ámbito de seguridacl, e¡a necesa¡io ¡enovet las co¡¡'

diciones cle la injusticia instituicla. Para esto, habia que abanclonar

la religión. Ciertamente, no bastaba con esto; Pero eta a las claras

necesa¡io. En cuanto a su dimensión positiva, la religión seguia

siendo buena y deseable; pero, habienclo mact¡¡aclo en esta dir-ec'

ción, sabíamos que la religión se levelaba como un humanisr¡o

En 1o más lntimo, valioso y positivo de la religión eslá el hombre,

sólo el homb¡e.

ESBOZO DE LA TRANSICION D¡SDD LA

RELICION AL H¡IAf ANIS}f O

La historia que tratamos cle esbozar no ha terminatlo tocl¿via. Si

es posible sobrevolar de alguna maneta sobre esta historia, la vi'sión qr.re tenemos de ella ¡ros permite alirmar qlre nos enconlramos

en uno de sus Punlos críticos. Po¡que aquella conciencia cle la in-justicia social ínsita en las comunidades históricas nos ha compro-

melido en una lucha ya no merarnenle especulativa sino Pl'ácticay dolorosa. Y en los ¡¡omentos aclr¡ales no lenemos derecho a ser

del toclo optimistas. Nluchos hourbres, pueblos enteros, eslán tra-

bajando por eliminar las condiciones inhumanas en que vive l:irnayoría, En extensas regiones de nuesl¡o munclo se Ponen en P¡ác'tica los nuevos criterios; pero hay toclavía cno¡mes dificultacles

que vencer.La crltica y refutación de la r-eligión como institución €xislente

y el ataque sob¡e el derecho y el estaclo tliviclieron el catnpo de

la crisis. De una parte, surgía la necesidad cle movilizar- a Ios hombres con el propósito inmediato cle sacudi¡se de encina la caig:r

cle las instituciones enajenanles; tle la otra, habia la tarea cle bus-

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Ir40 Judn Riudno, DsDs L\REL¡cróN ^,

¡IuMANrsño

car el canino pa¡a lrn ve¡daclero humanismo. Ciertamente, habíaconvergenc¡aia de propósitos; pero cle hecho, se consriluyó una;ü:visión cle los cemDos. A tal Dr;;;' ; ;;i ^ :fi il" ::,'';'Jl;; .;;,." J' :.: :i"" tili:l J x1:pecLo de la realización humanr'sra que ctebamos .,,Irrpti.. n.i't o__bre. pensamos lo más alto y .o, arft.rn-,r, po. ar,nirl"aa, ür".un-

cliciones cle su paraiso te¡renal. pero la veáacl ", q"" ,.;;; ;;.no pasamos cle poetas.

, 5in embrrgo, y como_ puetle mosfl,r¡se ortetrsiblsrrr6.¡1s n ¡,,¡¡¡.(le la exposición que llevamos rumpliLle, Ir¡bia ¡rzón p...i "r,.,rparenLe clistorsión tle la rr¡estión pritrica y I..u".ti¿,', ,.ór1...

No es dificil concebir, aunque sí lo sea clesc¡ibi¡ .n ,u .o;;ii.n_do detalle, que la religión no solamenLe exhibía ia un,.fJ-irllro-ble.de,un argumento ontológico especioso sino que toclo

"rr.-.1,"_plejo clonde ent¡aba con la clesnuiez de la corlfianra .f -.or^]¿n

1:,t:: n."'9j* -era

manipulacto por la ambición y "l ;;J;;;.

poder y rapjña. No es ilegítirno concebir la religión,hisrórica conrolil unldaLl con(ret¡ (iel emf ,aD,.r¡¡i..¡¡9 y Lr conii;rnza, De r¡n.¡ D¡r_te, se encontraba ejerciendo su acción le ansiecl¿cl cle vicla coitso-lidada; trabajaba a su manera un insrinto cle segur.iclacl .i;;.-;;;"dimensión misma de la conciencia; si éramos .J".i"".io .Jiini,ray eslaba por clelante un camino posible cle encuentro aon norá,.u,mismos, ¿por qué no poclíamos liegar. a afirmar q,,. hnfriu

",, *r_otros o que éramos nosotros la r.uta viva ,ta .*n .onr.,*oai jnl

Hlcer'nos conscien res rle nueqtr(ri ¡ cr¡men.r e a

-

n Lres rr a r i r, *, " a, ¡i "liir,i"il':T:,?

j$':;:'1"';',:Jo{ertrlrc¡{jón 'lc l¡ ¡nsiecl¡d in,,rinrit:r qt,e oper"lr;, a I.r b¡se tle l¡religiór. De una pa¡te, pues, habia en ia religióu t ¡st¿ri.o .,,,o-,ti,mensión positiva y a todas luces imprescincli"bt. poro .,rl" f.oy.._ción humanista.

-. .I"ro,.9. orra parte, estaban las concliciones negativas cle la re_ligión. Al depositar nuesLra confianza e,r los .lioles fr...af"-",como,niños qu€ éramos: no poclíamos reparar en q,o lo, .lior",e¡an la solución ,apropiada a nuestra puericia. ño podíamos

rePirJr en qrre ondib;rmos un poro irrgancio ¡ l¡ ".gurid¡d v ouca.nque esraba en el ámbi¿o .te t" i"ñgion ,*r. .i."ri.";lJ.rlpiritual de que. éramos capaces, habia clmino por ¿"f"or., -,,.frocarnino. ¡",ar.r rlc¡n¿a¡ l¡ ron.oliLl,,ción rer.,lacle¡;r. iV. o..l¡Uil,r""que la vercladera exisrencia de ios clioses se reducia ,i a"ro f "t¡itual. De manera que al echa¡nos confiaclamente ..

"l .;;;J ¿los clioses era a otros hombres que confil¡bamos la tuLela cl"e nues-

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1l.',

141l

¡ra vida. En este confiarrlos no habia desiclia sino, solamente, pue-ricia, Todo oclmia en el plano de las leyes de la puericia. Y fuetambién la inconciencia de la puericia que empujó a los hombresa una instrumentalización cle sus iguales, Y así se cliviclie¡on los¡¡ombres: i\'Iientr-as los r.rnos, aherr-ojaclos y meticlos en el pantanocle la miseria, aunque llenos cada vez más cle oclio, podían conser--

var en 10 ¡ecóndito una posibilidad cle atror, los o¡¡os cultivabanla voiuntacl y el goce clel poder sin más ho¡izon¡es que el sojuz-gamiento y la c¡ueldacl. En estos últimos, la marea alra cle la in-justicia no poclía dar lugar a ningún encuentro verdadero; lo sa-

bemos, más fácil resulta a un camello pasar por el ojo de una agujaque entra¡ a un rico en el reino cle los cielos.

De manera que debía divicli¡se la pelspecriva sobre la religión.Y a tal punto, por su inmediatez y significaclo uraterial, pasabana primer plano sus condiciones negativas que dijeron sus primeroscrlticos: >La religiór-r es un embaucamiento, una mitología al ser-vicio cle la rapiña y la mentira. Hay qu€ eliminarla. P¡ocecliencloasí quedan el estado y el cle¡echo clesnuclos. Y clesnuclos no so¡r nisiquiera contrato; porqlre en la comunidacl r¡na mi¡)oría come clela mayoria. No cl contrato, sino el poder auxiliaclo por la mentiray la fantasía facinerosa son tocla la explicación clel clereciro y elestado. Pero, cuanclo eliminamos sus auxiliares, encon¡ramos queel pocler no es tan pocleroso. A la verclacl, una vez quitado el opioclel engaño, el pocler cambia cle sitio y se pone cle parte nuestr-a<,

Asi concluyeron los grancles críticos de la religión. Y convieneclecir que, prácticamente, concluyeron bien. Pero, sobre esta cua-lificación de oprácticamenten, estos c¡iticos tendrían expresionescategóricas. Di¡ían: ,'P¡icricamente es la cualificación cle la iiber,tacl; porque te¡mina|on los clías en que 'prácricamente' iba al laclode 'teóricamente'; terminar-on los clías cle las abst¡acciones; hemosconcluido yendo de premisas abstractas a conclusiones concretas.Te¡mina¡on los dias en que la filosofia hacía vicla prenatal en lacabeza de los caviladores. Ahora, la acción y la especulación hacenjuntas su camino. [n el comienzo era el verbo, en el comienzo erala acción; sea lo que pueda de estos oráculos. Lo que nos importaes el término; y en el término de tocla esta histo¡ia de menti¡asestá la acción inteligente o la inteligencia actuante<.

Así clicen estos críticos. Pero hay que responclerles a las clarasy valientemente volvienclo sobre las condiciones positivas cle laseguriclacl. Debemos reconocer conro ta¡ea cierta, por la cual valela pena empeñar la vida, la lucha por eliminar las condiciones de

T¡a¡sición dcsdc la relisión al humanisno

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I lll lún llit¿h., Dó¡¿ r\ R!:r.rc,ó)r .v H!!\\¡ryola enajeitacicin 1 1a iLrjLrsLicirL. I'e¡o tlcbclitos reconcccr tainlti¿¡lcltie estiin por'(lclaDte reali,,eciones nt¿is ¡lLas l que so¡t e\lils ret_lizaciones le nicta sr,r1-.Lema a quc aspir.amos. ,\spiranros ir quc ¡lhorirbrc cncr¡enl¡c su ltlctritucl v par:r cllo c5L:ntt.)s empeñados ellamontol¡t' ll basrrLa 1 qrrc:rrlrla. Pcr.o cs la plenitucl ciel horrr-bre aqucilo a que asl)ir.ri¡los. Y ol¡sé¡r ese acle¡rás qrre cuirn(Lo setrat:r (le 1a ¡a¡c¿r inmcclier¡ ¡o tacilamos en especilicar has,La losúltinos rietalles; micntrls qLte, si aisLricn nos pr.egllnts sobre estaplenituci h'.ii¡rana a q!rc cn ú1¡i¡¡.r i¡trL.r¡ci-r eslrir.tnros. n,t rJ1)..-

mos responder sino girando sobre l¡r mismo: PlenirLrd, plcnirLrd.P¡¡¡ est¡ clecii¡los clue el camlto se ha cliricliclo v qL¡c en or(lcl

a prccislr- lo clue ai-rhclantos, (lebenlos scguir- ia ria especulatir.L

)' retonlar en este senii(lo l¡r fó¡mLria l conriiciones de la religiu|.FIay la irlea cle que una ve7 esLrblccirl:l llL socieclacl sin clascs lo.;itombres Lrabajaiain menos ,v pociriiir siLtisliiccr toclas sus necr.i-(l¡des. H.l)', prics, 1a iclea rle cllrc lo bt¡scarlo es rrne cspecie tle 1,.1-raíso material. l.-s¡li iclea es bLrcnl r cleber¡ro:r luchar por srr rc:r1izlciótt. Ire¡r-¡ cs allarlenLe dcleaiLlorj¡ si en cl1¡ sc q'-ricre contencrtoci:r lu fór'mr¡L¡ clel hr¡nrenisuro. Iil ironrb¡e es nris clue nrer.r necesiclacl maLe¡i¡1, r'nás que mere ansicclacl dc clispcrsión contenrpllti\'¡ sol)rc ll sLrPerlicie cle la tierr.r; c1 hol]tLte cs nt.i\ Llüc ilr11,)l (lec¿i1ct¡io I colrrp¡oroiso: es luris in.hrso clue ins¡riracirin csLética \eleración rlcL¡lisicl. Dcbe¡nos corrc¡ el ricsgo de llLs gr.:rncics ¡,.,leb¡r¡s v tleci¡ que el houtbre es conciencia, sr.rjeto, espiriru: clueen ta1 cli¡rensión riene ciliclo Lt¡l (lesrino qtre, a la rercllcl, irr.orlurcr'értieo; qLre c1 irornb¡e es !¡¡1 iug¡r priiil.-giarlo en el trnircrso,aquel aclcrezrLclo por ll rcelidrci p:rr¡ una manifest¡ción y consoii-clacirin cum¡-rlicb- cn el moclo (le lx e\istencia.

Claro está, puede abcgarse en contr.ar.io ], en cl erlaclo xcrlr¡Llde coses, amonLori¿r¡ el ¡icliculr> sr¡l¡¡e n,r:ot¡r¡s; pucrlc perlirscnosuna prllbra m.i¡ est)ecíIica sol]]e estii 'corrcrccirin': lteclirsenos. PorejernPlo. que incliquemos sob¡e 1¿ forirl¡r etr rlrre entrlrán en eri,Lencir 1os plimcros acorcles rle nuestla 'epihnía'; p!¡cde iliclusoirse nis all¡i I preguntllrsenos si c¡eemos sincc¡irntcnte que ha\a pr),:iLili'1.,i ¡'.i, ri.x ningu¡., ,1, r.n.¡nr.,, ii¡r.

\' rtosoLros, aclem;is, poclemor ccdc¡ a este embaLe \' l-ecorlocerque no cstanios en concliciones rle replicar. Pocle¡¡os conceder so-b¡e esLo r sob¡e ¡rtrr:ho rnlls Llrlc esto. r\ceso le ¡>lenilucl sea rrne

Pallbra ambicios¡, clcnasiaclo a¡tbiciosa.Pero, hay r¡uchos senticlos cn que poden-ros replicar. Podentol,

en prinier- lugar', inclicar inccluiroca \ ce¡terimente sobre l¡ con

Page 138: Desde La Religion Al Humanismo

Ii

Tr,"rl.l,',,, .i,\.1¡ ir r.i:.i¡,n ¡l :[!hnisnó 11.i I

ciencia colro catrrino cle consolidiLción ,v plenilud. La concicncra

no es teo¡ia ni r¡iito;11 cc¡ncie¡rcia la sr¡mos nosolr-os nrismos, !siénciola poclemos lislumb¡¡rr a trarés cle ella altas posibilidaclesc1r.re sólo en llosotlcs ) mecliante nr¡soi¡r¡s I¡ueclen rellizarse; cabc

cleci¡, el honrb¡e (1' só1o cl irombrc), e5 el lugal clel clestino. Atle-rnás, 1'en seg..un<Lr lug;ir, n¡¡ h:Lbi"'nrl,r tiingúu oiro senLido cle

¡ricnitiLd r hrrbic¡tlo sitlo sr.r¡-,eirclos tc¡clos ios n-roclos cn cluc l:r

plenitucl ILre oüeciril a los i',o¡¡btes en ¡érmi¡ros cle religión, lilo'soli:r o políLica, ;rr.¡lrcmos ¡rcaso sobLe la 'pienitucl natLLral? Estc)

seria'",rlrc¡, sriio c1.rc bieu lestialos \ bicn alirnen¡¡rclos. sol¡¡e ri¡lriin¡rcdiatc¿ c¡r ll clr¡Ll queda pucsta -La posibiliclad cle Ian¡listic¡¡s

pro)c(tos ¡ l¡ rnane¡a cle il tcligirin, llero esta lez inj rrs';iiic;Lb Ls.

;C) encont¡a¡c¡r¡os quc I:r sirullción irlti¡uu cicl hombre en e1 mu¡¡-

rio es la dispelsi<'rrr ,v cl nrelo v exlelno enctlcntro cn 1l ¿trnrjsfcr_lt

cle la lrirolirl¿d? Pero clcLeruos agreulr l:r cottsitleteci¡in (1e1 ar¡or.No sólo la intir¡¡L cortcie¡tci¿r qoe eDcLlcntra por clelltuie dcs¡irto I'libc¡rrci se crreuLa lrosiLilantentc err faio¡ nuest¡o; 1¡ sinpaLía r eiamor t¡mpoc() son nlito o tcorí r; ,,rr:ri-. Ir rn n0,41¡o\ \. ir r.rros,

Dr)s trilrlsi)olLiln ¡L u¡rl cieclire ¡r[]Liilc tfitr]5erinle consunaciúlr.[1 lrur-,r_ sLrPcra \ c¡1rrre]\'c a 1e nlLturuleza, clis¡.¡eirc el ¡ne¡r¡ crilculo r. 1¡u¡¡lo¡¡re e1 cicsLir¡r,, en lcliciLl¡lcl.

Dc maue¡a qLre el ¿lInol_ su¡ge cn La couciiiltción con la naltL¡¡-lezl; pr-.r cleci¡lo asi, l¡ n¡tu_¡¡ie¡lr cj cl clemenlo en clue alniulrosclel ¡rorlo conro el ¡qu¡ cs el elc¡uento en clue rire cl ¡rez; Iri huino,;cie ie nlrlLrr'¡1e¿a p:tr';l ¡inrll erl igll{rr.ii: l tnisticas r¡o¡acl¡s. \'a 1¡

irnlrgincriu scnsible y clsi irtjuriosrt cic los mislicos es una ittttcb¡cle qrrc el ar¡o¡ hace su ricle cn l:1 ilLIitó:rie¡a ile 1:¡ na¡r¡¡¡Ieza. Pe¡cl

no es nle¡¡ natu¡al€ra el ¿rnof, porqrte ]:¡ mera n¡LuL¡leza tlo es

rli'rs clue erternaliclacl. lln cl amot, r1e hecho,v sin clrte inltorte la

clilicultecl c:peculatiir pur-a hacer iuLelig.'ible este hecho, 1e natrt-

¡¿rleza es sr'rlo ln r¡raterilt cle tr¡r con,rr.tlriltción.

Sea clue contemplemos el crepúscLrlo o una lierrlosa tnujer, sea

que erirerimeiiLenos 1a connise¡¡cióu, la simpatía o la prrsiort

amorosa, sien¡rre esL¿lrelrlos obligedos ¡ rcconocer que h¡y triisccn

clencie en cl airor, <1ue -cono |licen los Poctars-, somcs an-ebiLtii-

rlos por un frrego. somos tritnsporlarlos a una lil¡ertacl m¿is re¡cln-(le¡ a, ¡ ulra r ici¡ mhs plenr. Dcl lio¡lb¡c e namo¡ado, Iror- ejernt-.l,',

tlecirrros tlrre oesii l>oseíclo pol- r.u1 (iios<, que olate e¡ sLr co¡ltuótl

el unire¡so entero<, qu€ )re en toclas l¡s c¡e¿trtras el signo t1e str

a¡¡c¡¡u- Decinlr:s totlo es¡o apuntanilo sol¡te el hecho Lai conto es;

Page 139: Desde La Religion Al Humanismo

li+1 /r¿¡ Eid¿¿, D$DE !Á RELrcróN ^L

U! ,\N¡svo

porque la experiencia anorosa es, ar¡nque transeúnter consuma-loria.

Trascencliendo del cálculo y la mera externaliclacl, el amor recogeaquella climensión qr.re primer-amente inclicamos --la cliúensión dela conciencia como n¡ta abie¡ta hacia aclelante y ¿uguradora cle

clestino y libertad- haciéndose cargo legítimo cle ella y concl¡-ciéndola a una efectiya realización. Porque (conviene salir aquía la negativa), la conciencia como intimidacl, interioriclad, sub-jetividad o algo de esta especie no tiene posible clestino ni posiblefelicidacl en ninguna consumación dentro dr sí. Ocnrre que loshombres se han clejado a yeces clesh¡mb¡ar por esta experiencia dela intimidacl pura y 'plena'; en la 'co¡riente inte¡io¡' han creídoencontrar la ve¡dadera sustancia, lir vida verdacle¡a o, simplemen-te, el Dios o el Absoh¡¿o. Y se han esforzado por apartar como apa-

riencial y falsa toda experiencia que no sea este clecurso íntimo clel'pensamiento' o el 'espíritr¡'. Han conclenado la existencia comoun mundo de sombras, como sueño o ihrsión. FIan defenclido lacloctrina cle la realidacl como pu¡a experiencia clel 'mismo' quelleva vicla inconmovible y eterna en la cor¡iente de la identiclacl.El cor¡elato, por clecirlo así, existencial cle esta cloct¡ina es la quie-tucl plena, el apartarse cle la cambiante y munclanal diversidacl. Demanera que estos hombres, buscando 1o cierto y con€Letoi hancaído en lo falso y absrracto; han repucliaclo sin razón verdaderatocla la riqueza clel mr¡nclo y han debiclo hacer cabrioias en lamás ¡iclícula cle las cuerdas clialécticas para sustentar su clocllina.

Pero nosoLros clebemos rechazar esta cloc¡¡ina no sólo porque pi-de que desconozcamos la existencia, no sólo porqne sutiliza infini-tamente y hasLa la extenu¿rción; debemos rechazarla po¡que eslá

a la vista una experiencia en que es refu¿ada cle plano. Cuanclosentimos la belleza clel paisaje, cuanclo nos alcanza en el corazón

la piedacl, cuando experimentamos simpatía por un niño, cuanclo

amamos a una mujer, ¿no ocurre enLonces que aquella climensióncle la intimidad sube de graclo y alcanza satisfacción y plenitucl?

¿No ocur¡e en tales experiencias que la palabra odestinon visua-

lizada clescle nuestra intimiclacl adquiere significación y cumPlirniento? Y, natlie puecle negarlo, la feiiciclacl se enclrentra aquí ysólo aquí. Ciertamente, hay experiencias amotosasr como la con-

mise¡ación, doncle las noLas prevalentes son la tristeza y el dolor,cloncle el sentimienLo lunclamental es de inquietud y de insatisfac-

ción. Y, con toclo, hay un sentido consumatorio también aquí,

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¡45l

¡n glaclo sltpe¡ior cle ¡ealiclacl espiritual doncle el clestino empieza

¿ decir palabras que se oyen,

¿Por qué clecimos ,destinon hablanclo cle la conciencia y de laexperiencia consumatoria? Destino, para nosotlos, no significa¡inguna sutiieza etimológica, ningún misterio scrnántico o clelica,deza in¿imista. Intenclemos el ,estar clestinaclon al moclo comc¡

la ensalada, en el plato, está clestinada al estómago. Ententlemosque en la conciencia hay un sentido en que se anrincia el estar des-

tin¡tlo el hombre. Il homb¡e eslá clestinado a Ia libe¡tacl, al en-

cllentl'o en el fuego cle la consumación, a la plenitud. O también,como conciencia el hombre es posibiliclacl explícita de consuma-ción.

Ahora bien, en el amor esta posibiliclacl encuentra consumación,aunq[e sea ello de manera imperfecta y, como ya hemos clicho, tran-seún¡e. En el amor encuen¡ran el cles¡ino y la libertacl ar.rgurados

en la conciencia una cierLa certificación que la inmersión místicaen la abstracLa intimiclacl no puecle esp€rar cle sí misma. La con-sumación amorosa responde a la cli¡ección y tenclencia íntima de

la conciencia, excluye la inrnersión mística clel quierismo abstractoen cr¡anto sc realiza en el elemento de la naluraleza y trae a exis-tencia la sola sustancia cle la feliciclacl: el encuenLro y la universa'liclad.

Por-que el amor pone por sí mismo la concreta universaliclad, elencuentro existente cloncle el esto y el rnío son lrascencli.los. Demanera que en esta experiencia brilla y alienra pol sí mismo unabsoluto; o se puede decir también: sale a sr propia y diífanapercepción, a su goce puro, al encuentro consigo misma en la ple-nitucl de sí misma la m¿'rs cierta y autosubsistente realiclad. Y tocla

esta consumación, aunque precaria, incstable y pasajera es clestino clel hombre y ha hecho ciel homb¡e el germen y tocl¿Is las raícescle su surgimiento.

Hay, pues, todo un ámbito expe¡iencial sobre el que apunta-mos con grandes palabras como conciencia, clestino, libertacl, amory felicidad; y este ámbito experiencial se ofrece co¡no una dirnen-sión existente de encuentro y verclad hacia clonde se clesplaza laproblemática que ha traido el cle¡¡t¡mbamiento cle la religión. Pe-ro el camino seguido no ha en¡¡ado €n este ánbito. La conciencia cle si de la filosofía y el clermmbamiento cle la religión cle quehablamos más atrás tuvieron consecuencias rnenos obvias y gravisimas. En lugar del humanismo surgieron el nihilis¡no desesperadoy la religión desesperacla,

Tmn,ción desdc l¡ rctisión al hum¡nisfto

BÍ$LI o.rs¡A }:L?l?N o"

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[ 146 /r¿¡,ti¡nro, D¡rsDD L,\ Rrr_rcrú*- ^¡.

Hu rNrs o

xxv

CO¡{TE Y ](iERI(LGAARD

N[ás atrás, y pregrir)rándoDos sobr.e lx justilicación clel"humanismoc<)r¡o alte¡naLiva ¿nte el desasL¡e cle 1a religión, anunciábamos so-bre otras posibiliclacles: >¿Volver.emos acaso sobre l¿r 'plenirucl na,tural'? ¿O enconLraremos que la sitrración irltima ciel hombre e¡t€l munclo es ia clispersióu y el mer.o exter-no encuentro en la atmós_Ie¡a cle la fi.ivolid¿cl?.. Así nos pregunt¿ibamos. per-o, aho¡a, noscorresponcle la clesagraciable t¡rea de mosLrar que no se trata en -este caso de raeras posibilidacles; clebemos exarnina¡ la forma ymanera en que aquellas alternativas se realiza¡on hasta llega¡ enla época presente a una existencia más o nenos plena. y iiaciérr-dolo-se ponclrá a la vista lo qne expresamos con f¡ases como ,ple-n, ¿ r¡cl n.rtrrr¡lu y ",lis¡;ersiúrr,.

In el segnnclo cuarto del siglo pasaclo llorecieron clos hombrescle parecicla impolLaDci¿r, aunque cle intereses clivergenLes: Comtey I(ierkeeaarcl. Si co¡setvamos la ¡;erspectiva cn que ltos hemospuesLo poclemos clecir- que Comte, r-epuciió ia ,filosotíir pura'enbenelicio cle la ciencia y que l(ierkegazrrcl, hizo io rrismo, sólo queen benelicio cle la religión.

Com¡e sostení¿r que la historia cle la hr¡maniclad es una especiecle ciclo cle t¡es fases, las Iases teclógica, metalísiczr y científica.De rnrner¡ que la crrlmirrrr,órr ¡le lr lli\roriir se ¡-,rotlirrir al qrri-tarnos cle encima la supersticióI1 y la oscuridacl y al enpujar totloel aparto cle nucstro conocimiento y nr¡estr-o compor-tamienLo ast¡ fase cientíIica o positivr. Iin la fase tcológica Ia explicación clelos fenómeuos 11atu¡ales se l-educe a al intervención cle los clioses,el pocler espir-itual es asu¡niclo ¡ror la lelesia y el temporal por elnlonarca o el emperaclor. En l¿ lase metalísica la explicación cleios fenómenos naLlrrales se logr.a tecr¡rr.ienclo a catsas ocnllas, oinobselval¡les enticlacles cle razón; en esta lase -piensa Comte- se

quiebra la uniclacl espiriLual y ¡rolítica y se cor.¡e el ¡iesgo cle caeren el clelirio alomizalte cle ]a ¡azón pura. En la fase positiva, fi-nalmenle, los hombres superan la supe¡stición y la es¡:eculaciónpula, crean a lo largo y a lo ancho cle su ho¡izonte las conclicionescle Ia ciericia y la posibilidacl cle realizar 1a socieclacl perfecra. Lar.eligión subsiste, pei-o Dios ha siclo r-eemplazado por la Hr¡maniclacl.

Ln cuanto a l(ierkegaarcl, nLrestro esbozo clebe se¡ más lirera¡io,No. lo rel,re"cnt¡r,r(]5 (omo l¡n homlrrc clem.r¡ilrlo esrlerlr:rdo den-

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Comte y Iiic'kcgaard

tro de lo personal. FIay en él veleida(les cle escritol'y un Pmrilo a

ratos enervante cle Paracloja. Revoivía sin clescanso y con notable

ncneni(ión en el crjún (lc s'r illlimi,lJ(1. Srls a5l¡nros Priv¡(loi tle-

Len h:rberle hecho insoportrrble Ia consumación en lo unive¡sal

que ofrecía el sislema hegeliano y emprencliendo la guetta en cott-

t¡a cle la Iilosolia Pura y abstracta clel Pensador alem:in logró sa-

car a luz sus íntimas convicciones: Para Kiei'kegaarcl, la fe em-

pieza doncle te¡mina la razón; el elemento en que resPira y vive la

ie es la aceptación de lo absürclo; el inclividoo es suPe¡ior a Ioge¡l€ral; por sobre lo geueral, el in.livicillo Puecle esLnr en relación

absol.¡t. co¡r el absoluto; l¡ vicla verclaclera rehuye toda collslrl]Ia-

ción en un sistema; no eslamos en concliciones cle hacer nir-rgÚtn

camino consumatorio, sino únic:rmenie (le elegir, tlar un salto, 1'

situatnos en una fonna cle vicla i¡recluctible a olra; lo subjeLivo es

lo ve¡claclero y concreLo fi'ente a la allst¡acción y generaliclacl cle lo'objetivo'; la fisr¡ra, la clesesperación, el temor y el teublor-, 1a angus

tia, el absulclo y la solución en la fe clel abismo que meclia enlre

Dios y la criatura, tales son, a moclo cle un dibujo i¡lPresionista,

los lasgos más a la vis¡a clel nuuclo filosóIico en que I(icrkegaalclse mLteve.

Pero no quer-enos tratar aqui ni tle Coúrte ni cle I(ier-kegaar-cl

Só1o nos importa señalarlos col¡o Pr¡nlos cle particla que clespttós

cle la muerte de Hegel inician, y hasta enlrar en nuestra éPoca,

las clos con-ientes que col¡Prenden el nihilisr¡o coútemPol'áneo.

Y al señala¡los coüro tales putltos cle Pallicla no eslamos hacienclo

juicio ninguno sob¡e ellos. No poclemos clesconoce¡ que Kicrke-

gaarcl era una Persona religiosa y que Comte tení¿r ProPósitos hu'rrranislas; creemos, incluso, que si puclieran ellos ¡'er en el curso

que siguier-on las cosas par-tienclo c1e l¿rs icleas qüe sostuvier-on se

aclelanta¡an pront¿lmeüLe a descolloc€¡ estas úhinas o c.ralifica¡an

su pater-Diclacl, Dijeran, seguramente, que ellos sostuvieroll tales

ide^s jonto a olras, que las generaciones han despojaclo misera'

bler¡ente l¡r representación que eilos se hacían.

I(ierkegaarcl cliria que los lírnites, o eltralíDites, que se trabía

permitido no apuntaran sob¡e olla cosa qtte la locnra y el suici-

clio si no hubie¡a un {egazo cle la confiauza en qtte el hombt-e hace

su vide. Sin la existencia cle Dios, por lo clemás, el temor, h fisura,

la desesperación y la angusria o pierclcn toclo su senticlo o cleben

ser relegaclos a la conclición cle escoria subjetiva Sin la existencia

cle Dios, la opción scria de sustancia al¡solutamenle absur(la; nos-

r47 l

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I 148 jra¿ ¡;,¿¿o, D6D! h RELro¡óN aL HuñAN¡s,ro

otlos se¡íamos todo lo divino, y lo divino se resolvería en una fi-nita, paradojal y esrúpida liber.rad. Sin la exisrencia ¿.- Ol"r, f"razón" adquiriría r los ojos-de los lrombres un u"to, _ui *p".rio.a,ta te,,Pero, anle una réplica como ésta, la conrranéplica iinsisri_rla en la presentación de los hechos: Ahí están los irombres; yano existe Dios para ellos. Veamos con tal conclición qrré resrrltade la.angustia, del temor y el temblor, de la fisura y la .;.;.

Asimismo, Comte defendeda sr¡ cloct¡ina untirnetuíísicu y s., con_cepción de la ciencia como conocimiento cle las leyes qu..ig.r, lo,fenómenos, su repudio de todo animiEmo teológico o virtu'alisrr,o

*l::ill:l.i Peto no esr¡ria d_ispuesro a seguir ta rura escéptica ynrh¡hsta que una interpretación unilateral y mezquina de srr.on_

repción de la ciencia pucliera auspiciar. A iomte i" irr,".".n¡n, ro_bre rodo, Ia susritución cle la ya feuecicla socieclad medicral; qr¡c_ria poner las b¡ses de r¡na tomunicl.¡d positiva de los hornb'res.Comre sabia muy bien disringuir

"n,." unu cosa y una .oriflr, "orDa a contundir a la pobre epistemología con la política, el derecho

o la moral. Si la humanidad entraba en la fase posiriva habia qr,emostrtr. no un¡s cuantas m¡ravill¡s experimeniales, sino l¡ pá,i-bilidad de hacerse cargo clel clesrino cle la humrniiacl ¿"i J..r"como en la fase teológica sabía hacerlo la religión. Co_r.

".n, pu"r,

infinitamente mucho más que nn simple crit'ico clel .ono.i_li,r,o.Del modo como Kierkegaarcl estaba enojado aon lo, aonr.,*uaio.r.,especulativas de la filosofía, así Corrre no q,,erÍa oír cte oodu 1.,"fue¡a merafísica o teologÍa. pero ambos hombres buscaban riásque mera critica: Kierkegaarcl ,llevaba

a Dios en su corazón,; Com_te se consideraba a si mismo como un profeta de la humanidad.

Pero lo importante es el ¡esult¿do il" todu "rto

p.,grro. Co.,.se transformó en el padre clel posirivismo, rni.nr.", ii"rk"g"n.aera reconocido como su flrente más genuina por el existenialis-

.mo- Sin embargo, por todo lo que hry a lu ui'rrr. ni ., "f por;rlvrsmo un humanismo ni es el existencialismo una docffina de lafe o la existencia de Dios. perotrabajo por delante.

sobre este examen tenemos largo

., Antes de terminar, cligamos que no hacemos aqui hisror.ia de lasrdeas. Apunrando, desde Kierkegaarcl y Comte sobre los tiemposnuestros no pretendemos redr¡cir la articulación clel pensamien-to contemporáneo a esta sinpliciclacl. Solamente inten;mos mos_trar que en lo fundamental las alternarivas pesimistas anre el cles".

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tg

149 lcalabro de la religión y la filosofía empezaron a hace¡ su caminodesde entre las minas; solamente in¡entamos remitir el estado ac-tual de las cosas clel pensamiento a sr¡ condición más simple yprimitiva. Por lo clemás, siempre hubo pensadores que a la mzr.ncra de Kierkegaarcl opusieron abie¡tamente la religión a la filo-sofía y repudiaron como espúrea y estéril la vía de la razón; asi-mismo, mucho antes cle Comte ent¡ó en existencia la pugna anti-metafisica. Pero hombres como Comte y l(ierkegaarcl {ueron es-

cuchados; y esta pequeña dife¡encia es de gran importancia. y siIue¡on escuchados fue porque la filosofía como visión del mundoy destino del hombre había venido por los suelos y porque el de,rrumbe de la filosofía clejaba en clesnudo el cadáver de Ia religión,Los homb¡es, entoncesr y segírn los glrstos, debían sali¡ a las callesa gritar que Dios existía o buscar el olvido y el entontecimientoen el curioseo o en el rabioso hacer, es decir, en la ciencia purao en la técnica,

Y de aquí pasaron al más espeluznante nihilismo y a la másexacerbada i¡¡acionalidacl. No era clificil remover el dogma de laexistencia de Dios y transforma¡ al hombre en r¡na extraña aber-tura de abandono clonde se espesan el temo¡, la angustia, la deses-

peración, la nánsea, la incomunicación, la expecrativa, Ia opción,la caida, el ser no sienclo, el no ser siendo, etc.; ni era tampoco di-ficil acentuar la concepción matemático,descriptiva de la ciencia,su antimetafísica y su clogmático progresismo; totlo ello, paraclisolvel cualquiera cloct¡ina cle la natu¡aleza humana, cualquierabúsqueda de un fundamento, de un sentido, de una verdad incon-movible.

Pero no vamós a ocr¡parnos de cuestiones t¡ansicionales. Nosinstalaremos mejor de pleno en el siglo y atenderemo$ a dos o trespensadoresl. In este examen i¡emos entresacando lo que importaa nuestro clesarrollo principal y apuntanclo descle clent¡o de lascloctrinas actlrales hacia la solución humanista cuyos principiost¡atamos de esbozar más at¡ás. En este examen no respetaremosni el orden cronológico ni la importancia de los autores; nos ce-

ñitemos al orden que impone nuestra perspecriva y nllestra expe-¡iencia.

rHabía, en u¡ princip;o, proyectado inclui. a Sarkc en csre cxa¡ren; pero s! Ctíti¿a ¿¿la Ra.óa Dial¿ctnd Gi se as.eg¿ qtre cspcmmos la sésúnda y más inpofa¡te pa.te) jnpideal D¡cs€ntc quc mc atrcva ¡ ¡insín j¡¡icio.

Conte y Kierkegaard

Page 145: Desde La Religion Al Humanismo

/d¿n tiu¿"ó, D$D¿ L^ liELtc¡óN ^L

Huir\ñrsrlo

xxvl

¿L N]UPIRISMO LOCICO Y LA .1 NTITIETAIISIC¡\

DN ALFRID AYXR

Ln los clominios clel positivismo se puede enrar por clilerentespuertas, toclas ¡rrincipaies. Por ejemplo, se pnecle lleg¡r- al cenüomismo cle este clominio sig;rienclo el camino tle 1a anLüaetafísica,o el lepuclio cle tocla luente cle conocir¡ienro que no sea l:r experiencia sensoperceptrral, o lzr sos¡:echa de la llar¡acla intuiciórr intelectual, o el rechazo de l¡s escncias o fornas sustanciales, o laconclena cle la iclea cle Lrn munrlo norménico rlebajo cle los [enó,menos, sólo accesible al filósofo, o la refutación cle la cioctrina cle

las ve¡clacles unive¡sales y necesarias; se pnecle también llegar alcen¿ro clcl positivismo empujanclo las implic:rcioues ctel principioque exige atene¡se a lo percibiclo, o el priDcipio cle la verclaclcomo verificación sensoperceptual, o la inrerpretación probabilística cle las leyes científicas, o la noción consLruccional cie los 'ob-jetos reales', o la doct¡ina cle los hechos o fenómenos colno la sol¡¡'c¡clacl. Nosol¡os, aquí, vamos a iniciar esLa jornada por los:in-bitos clel positivismo conlemporáneo exaninanclo l¡ cloctr-ina an-timetalísica y clejánclonos conclucir por ella a través <le 1os r¡oti-vos positivistas que hemos enunciaclo. lfomamos, p¿ua esto, unlibro que pasa como cirtecismo popular cle esta filosolia:

L¿ Sran mryorÍa cle l¡s ciisprltas tridicio¡rles de los filósofos solr rrn infullda-clas coDro iuritiles. [1 proceclimic|to ¡nás scgüro para tcrminar con e]]xs, consisrcen estableccr de moclo iDcuestiou¡ble la naorrrleza del propósiro y del mérortodc unn iuvestigacióD filosófica. Y no es ésr¡, cn ¡nodo alguno, nna trrca taD dificilcomo pudiern hacernos suponcl' la hisioria dc la tilosotia. Pr¡cs, rocla vez que hayacucstiones, cualesquiera scan, que lx cierrcia dcjc resotver.a la filosofía, ser¿i posibled€scubrirhs mcCian[e Lrn proc€so riguroso de elininrción.

Podenos enrperal criti{ando 1¿ tesis metafisica scgún h cuat la fitbsofía nosd¿ el conocinicito cle una ¡ealirla<l qr¡c rrascie¡ldc el nundo de la ciencia y else¡rticlo comlin. llis aclcla¡rle, cuanclo nos orupe¡nos Lle dcfinir la metafísica y deexplicar srr existcncia, dcscr¡brire¡nos quc cs posible ser un 1¡etatisico si¡r crecrcn una rerlidall tr-ascenclente; pues verenos que much¡s cxpresioncs nerafisic¿sse clebc¡ más a crrores de lógic¿ qr¡e a un deseo conscienre, por parte de quieneslas emiten, de ir más allá de los limites cle la expericncia. Sin embargo, es conve-niente q e i:ricie¡nos ltuestra discusión considerarldo el caso de aquetlos quc cr.eeD

q!¡e es posible tene¡ conocir¡icnto clc ulra rcalidrd tr-ascendenre. Vcremos ilregoque los argumentos que utilicemos para reflrrar su creencia pueden aplicarse a

toda mctafisica (Alfred Áy€r, Langúnge, T¡uth a¡ñ Lolic, C^p. t\.

Page 146: Desde La Religion Al Humanismo

151l

De entracla, pues, aparece el motivo aDtifilosófico: ,La mayo-

¡ía cle las clisputas tradicionales cle 1os lilósofos son t:rn infundaclas

como inúLilesn. 11 ataque, aclemás, se inicia clescle el ámbito cle

la ciencia. Esta se reprrta 'seño¡a clel sabe¡'; si Ia filosofía clebe

ocuparse c1e algún problerrra habrá que Perguntarlo a la ciencia

El autor qr.re comentamos sostiene (y algo aclelanta en el texto

citado) que, eD efecto, hay rina tarea que eucoüenclar a la filo-sofía, y consiste dicha tarea en una suerLe cle higiene linbiiística:

la filosofia se ocupa cle estal¡lecer las condiciones clel uso co¡tecto

clel lenguaje; en particular, y uuy principalrrente, se ocupa cle

separar entre lo que tiene senliclo lileral y lo que es el plocluclo

confusiones y empleo no reflexivo cle las palabras.En la cita que hacemos se enltenta una lesis cenltal qtle aPa¡ece

con el nombr-e de )tesis r¡etafisican; aquella ,según la cual la Ii-losofía nos cla el conocirniento cle ltua realiclacl que tlasciencle el

munclo cie la ciencia y el senticlo comiurn, El texlo es claro sobre

la iclentificación cle la t¡ascenclencia así clescrita con el pr-oceso

que s€ caracte¡iza como utr oi¡ más ailá cle la experiencian. Laotesis metafísican, €ntonces, imPiica la realiclacl cle ul 'más allá'clel ,mundo tle la ciencia y el senticlo comúnn, 'más alllf al que

se llega por virtud de algirn extr.'.orclinario experienciar que no

es experiencia en senliclo liauo, es cleci¡, expcriertcia settso'petcep'

tu.al. Ayer se aclelanta a explicar el ol igen cle esra "Lesis lnelafísi'cau, O impensaclamente y sin 1a clisposición a ello, o clelibe¡acla-

menter pelo también sin reflexión, los filósolos ha caiclo en la o¡e-

sis mel¡.fisican Po¡ ún er-r-or cle lógica. L11 esta cita, e¡1Loilces, se

anuncian ya dos motivos cle esla cor¡ien¡e filosófica ls errr¡lirista,

quiere clecir', rechaza que acceclamos a un nundo Por ofta vía qrela experiencia en senticlo llano, o sea, lir experiencia sensoPer-ceP-

tual. Es lógica, és cleci¡, se pr-opone elirninar-la 'tesis meLafísican

meclianle una c¡ítica lógica, alegancio confusiones cle pensamien-

to como fuentes cle la conclusión metafísica. Descle ei comienzo,

eltonces, quedan a la ¡'ista los eler¡entos cle esla cloctri¿a q'-te

permiten clenominarla,empirismo lógiconPero, importa ceñirnos toclavía a las implicaciones clel texto ci-

taclo, La otesis metafísican sostiene el conocintier¿lo de una reali-

clacl trascenclente. Ayer se propone moslral que no hay tal cono-

cimienro. AparentemeDte (porque hay que tratar cle esto mhs acle-

lante) , el único conocimienlo en exisLencia lo es tlel omundo cle

la ciencia y el sentido comírnn. En abstraclo, o a pr¡or;, poclríamos

esperar si uo el conocimiento siquier-a la cleclucción cle un munclo

Dl enrpirnno lógico y l¡ a¡tiñctafisicr dc A. Áy€r

Page 147: Desde La Religion Al Humanismo

¡ 152 /r¿n n;¿¿no, DESD! t^ Rplrc,óñ aL lIuM^Nts o

que trascienda de la experiencia comrhn o científica Sin embargo,

en esLe caso tendríamos qr¡e srtPoner que la cleclucción Posee unapropiedad que nunca Ie han ¡ecc¡nociclo los lógicos: ir más alláde las premisas, quiere clecir, concluir en la realiclad de un mundo

t¡ascendente a partir del munrlo cle la ciencia o del nrl¡rrclo delsenticlo común. El munclo tr¡scendenle es cosa clistintzt cle aque-

llos mundos y no poclría sali¡ de ellos deductivameDte. Lo mísque podríamos decir es qne el mundo de la ciencia o el del sen-

tido común hacen surgir la hiPótesis de un mr¡nclo trascenderlLe.

Pe¡o, en tal caso, tendríamos que arrcglárnoslas para verificar esta

hipótesis. Desgraciaclamente, no h;ry mene¡a concebible de veri'ficar clicha hipótesis como no sea en la expericncia común o en la

experiencia científica; Pero en ¿stas no es un mlrnclo tr:tscen(lente

lo que se hace presente, sino el mundo de las ciencias o el mr¡ndo

de la experiencia cotidiana.Cuando los filósolos nos ilicen )Existe una sustancia o un es-

pírirun, cuando los teólogos ali¡rnan ,Exis¡e Dioso, están Propo-niénclonos un¡ ¡ealiclacl LlascendeDLe de la especie que Ayer se

propone climinar. Ni en cl nrundo común ni en el munclo cle la

ciencia existen tales objetos, Si verdacleramen¡c fue¡an conocidos

Po¡ llosot¡os tendríamos que suPoner una facultad cle conoaimien-

to qLle no reconocen ni el homb¡e orclina¡io ni el científico' Pero,

r-ro hay tal ext¡ao¡dinaria facultacl. Cuanclo se afirma la existencia

cle la sr¡stancia o de Dios, se ponen a la vista los resultados ilegitimos de una confusión lógica. Pero, veamos más en el texto de

Ayer:

. . .la infructuosidacl de todo intento cl€ trasccncler los limites cle la exPeriencia

sensoriat posiblc será deducida, no de trnr hiPótesis Psicoló8icr sob¡e la constitu-

ción lc.ll dc la mente hurnana, sirlo .lcl canon qüc determina la significación lite-r¿l clel lcnguaje. Nucstro at¡que contrr cl metafísico no se dirige a su Pretensióncle emplc¡r cl cniendimierlto cn un domillio tlentro clcl cual no puede aventur¿rse

con provccho; lo alcanar en ün punto difclcnte, Pü€s consistc en mosl¡a¡ que llts

conclicioncs del signilicado iiter¿rl de unll selltencia no se cumPlcn er el caso de hs

sentcncias que el mctafísico Produce. TamPoco cstamos obligados a deci¡ algo

que no teng¿ scnticlo parr mostr¡r q e todas las scntencias dc cicrto tiPo están

desplovistas de significado literal. Solamenre nos cs nccesa o fo¡mular el crile¡ioque nos permite comprobar si una sentcncia erPlcsa una ProPosición genuina

sobre algo frctual, y luego mostra¡ que las scnt€ncins quc estamos considemndo

no satisfacen dicho canon. Es 10 que vanos a hacer. Io¡mularcmos, en prime¡lugrr, el criterio cn términos un tanto vagos, p:rra clar a continuación hs expli'(Jcion,s que cx;ia su Prcrisiór,

El critcrio que usi¡r¡os pnra comprobar ta autenticidad de lo manifeslado

como afi¡mación factual es cl clite¡io de vcrificabiliclad. Diremos que una seo'

Page 148: Desde La Religion Al Humanismo

El eúphGmo lógico v la ¿ntimetatísica dc A Ave¡ 153 l

rencia es factualmente signiticaliva Para un sujero dado cualquiera' si' y solaúente

.'. ""¡" ¿f .¿.. verificar la ProPosición que (lal sentencia)

- trata de exP¡esar

-", ¿"ii., ti o¡. ¿l q"é ob"erviciones' baio cierras condiciones' le lle\lrian a aceP-

-r-f" o."po"i.i¿".o-o verdaclerx o a rechaza¡la como falsa Si' Por el contrario' la

1""""i" i,,"0*r.l¿" (pulatilre prcpo'i¡ion) es de un caricter trl .que tr hiPótesh

i"'* t.tá"¿, o f¡lscd¡d. es indifcrenle a otra cunlquiera suPosr(Lon concernrente

^"f""""ir."1"t^ de sL¡ full¡¡a experiencia, entonces' en cuanto a tal suieto ¡tañ€'

:" -'i

;; "" rautologla, trnr simpte pseudo-proposirión La senretrcia que la

"'.r""" ou.a" ser, pari tal sujeto. signiti(3tiva de una marrera emo'ronal; Pero

li'iil"lri...L 'ü'],'crtiva. Y ron "ip"to ' t"' Prcsunra' el Procedimiento €s€l

.i"-o. fn to¿o. lor.uro. t. tlata de averigu¡r qué observaciones,nos Tli::lllTá".t"".tn" ,".pu.",u, ti éstas o aqüeltas: y si no se descubre Procedrm¡.e1l 3-rg¡::'

iebemos con"iui, qu" la pregl¡nta que estamos considerando en cuanto a nosotros

;;;;;;;-p'.'" ;'^ .u"rñ¿,' ""ié"ti'u, Po¡ mucho qüe su asPecto sramatical

pueda sugeri¡ lo contrario'

El pasaje anterior avanza notablementc hacia el centro de esta

.roriciin fi'torófi.a. Vemos que el motivo emPirista es el gran dog'

ln;';; ;ti" Iilosofia. Une proposición' es significrtiva (esLo qtrie

," a..lr, poa"rnos tenerla-poi Senuina lJroPosició" " *"1::t: ]i

hipótesis ie stt verd;rd o fclsedad) (uan(lo es o l¡n¡ -taulologr¡

/cuando es verdade¡a en ¡azón r-le las pa]abra: 9ue I¡ tol-m'ln) o

).,orr¿o ,ian¿o factual podemos cleterminar las observaciones que

nos con.l,,ci.ían a acePiarla como verdadera o a rechazarla como

i.f*- Si "t

folósofo me dice: nDebajo de las cualiclades sensoexPe'

rienciaclas hay una sustancia que les soportan tendría yo qrte p,re-

eunt¡¡le si ,su.L"nci"o es une palabrr qrre él se ProPone lntroclLl-

li, -r"t"

t.f"titr. a la coincidencia en un mismo complejo de cier'-

,", ir"ri¿^¿*, si la sust¡ncie manzana' por ejemplo' no- es más

.r,," tn ,"urri¿n ca¡acterística de cierto gusto' cielto olor' cierto co-

i;;; i;;;, ",., ".' ur," palabr-a, si emplea la Palabra 'sustancian

;;;;;i.tl*. u .ierta "ipetie cle uniclad comPleja consüuida a

i"ti.J. la experiencia. P..o, to*o el filósofo me responclerá con

i"ir" -rqq"da"a'q"e

nor que él no está introducienclo una palabra

cómoda cuando ilabla de sustancir' sino apuntando a un:t [ealidacl

oue trasriencie de la experiencia s€n5oPercePtual' ellto-nces' Lencre

;; ;;;;t""t a mi filósoto que está prodrrcien'-lo ¡tridos..con -rP'r-

rien.iu,le proposiciones. Otro ejemplo: Si el Iilósolo.me Ll,t)e. >rllts-

te.,n mundu en si más allá de nuesttos senlidoso' le Pe(trre Pron-

,i-"n,. ou. me indique hs condiciones en que puedo. observat

^i"i" "."1t,..i-t"nto que verifique o rechace su afirmación' Pero

rNo !_.cce lccesario comPlicá¡ nucst'o exaúen con I¡ distir¡ción quc uiiliz¡ Ave' enirc kn-

tcncia Y ProPosició¡.

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I

Page 149: Desde La Religion Al Humanismo

lr54 /tr¿, nt,'¿o. DÉsD! L.\ Rs.rdró\ nL Huir^ñrsño

como el filósofo no podrá indica¡ rales concliciones (incluso, ¡eacepta que, en el senticlo experiencial exigiclo, pueclan prod(cirse)debo conclui¡ que está haciendo afirmaciones con apariencia cle¿ales cuan(lo a la verdad no tiene sentido ninguno lo que clice.

Toda proposición facrual clebe ser empiricamenre verificable;si no cumple esta con(lición no es una pr-oposición factual. pero,hay aquí otra cues¡ióo importante. Supongamos que cliga ,Tocloslos homb¡es son mortales<. Esta es una pr.oposición universal, ¿pueclo verifica¡la? Uno cliría: Sólo el íürimo cle los hombres puecle ha,cerlo, en la hora cle sr mLrer¡eJ con la condición cle que al morirpercibiera que se está muriendo y que, aclemiis, hubiera verificacloque es efectivameute el r'¡ltimo cle los hr¡mb¡es. Tales conclicionesimplican que la proposición ,Toclos los homb¡es son mortales.,si es factual, no es ve¡ificable cle moclo definitivo; sólo crece suplausibiliclacl a meclida que la gente se va r¡uriendo. Toclas lasproposiciones universales no taurológicas (y las leyes cien¡íficas sonproposiciones de esta especie) , se encuentran en el mismo caso.

¿Dón.le está enlonces l¿r verclacl? Pa¡ece que clebemos buscarla enlas proposiciones lactuales que nos r.emiten a un hecho simple.Supongamos, púes, que cligo ,trstá llovienclon. ¿No poclría ser queestoy ilusionaclo y creo ver que llueve cuanclo no llueve en efec¿o?Voy a preguntarle al vecino; pero no alcanzo a abr-ir la puer.tacr¡anclo ne asalta la clucla sob¡e si see mi vecino una pelsonx rexl.Claro está, si trabajo con hipóresis y cligo: ,La l.ripóresis cle quemi vecino es una 'peLsona real'se reforzará si al preguntarle so,bre mi hipótesis cle que llueve me responcle alir ma tivanlen te, ycle carambola se afir-n:r¡á mi hipótesis cle que llueven, enlonces,toclo esto se mosLr-ará como una máqrrina qne fnnciona a la perIección. Pero, ahitos cle hipótesis, pr-eguntanos nuevanente: ¿Dótr-cle está la verdacl? Y no se crea que especulamos por nueslra ctten,r.r, Vc¡mor rómo "e ex|re.l Aye¡:

Lo que nosotros, en verdad, hemos de sostener es que ninguna proposición,corno no sea na tautologia, puecle en modo alguno scr atgo más que una hipótesisp¡obable.

Los teólogos y los metalisicos c¡eían estar cliciendo cosas ver-dacler¿rs sobr-e un munclo que trascenclia clel campo de la experien-cia sensorial. In ¡ealiclad -nos dice Aye¡- ni siquiera hiporéticasson las expresiones con apariencia proposicional que salen cle st¡slabios; de sus labios salen erpresioles que no tienen sen¡idoj salen

Page 150: Desde La Religion Al Humanismo

El €mpirismo lósico v lá antimctafísica dc A Aver 1i5l

monsLruos cle confusión lógico-gramatical. Pero hay más; Po¡que

los científicos o los homb¡es que andan por las cailes del mundo

creían decir una verclad al desc¡ibir las iray€ctorias de los planetas

o las oscilaciones de la Bolsa; pero sus afirmaciones sólo son hi-

póLesis. Es clero, son )ripócesis en que es rrzonable (reer y.n las

cuales debe allegarse consistentemente nuestro comPort3mrento:

pero, así y iodo, son hipótesis.y no verdades'' [r,. a.ronro a nuestra angustiosa y lirica pregunta sobre el clo-

micilio cle la ve¡dad (¿clónde, dónde estás, verdacl?) recibe r¡na

,arp.,rrtn, Pero muy Poco salisfacro¡ia La verclad es r'rna cualiclacl'

.o,i¿i.i¿" o pre,licocio de las tautologias' Una proposición tauto'

lógica es siempre ve¡claclera. Pe¡o, cuando llenos cle ansieclad nos

m"ete-os ale aubaru "r-t

casa de las tautologías, encontral¡os solamen-

te proposiciones en que se Pone Por explícito el em¡leo que con-

o"rri-o, ttt clar a ciertas palabras. La proposición 'Un cuerpo no

puecle estar en clos lttgares al mismo tiemPo< es necesafrarlente

uerclaclera no Porque diga algo factr¡al, sino, simplemente, porque

explicita cierti .*ig"tt.á que nos hacemos al emplear en cie¡to

conte*to las palabras ,cuerpon, otiempou y 'lugarn Un cuerpo

Dodria €star en tlos lugares il -it-o tiemPo; Para este Lesultaclo

lp"r"nr"*a.rra pereclojnl no h¿bría más que hacer unos cambios

terminológicos. Supongamos que olugarn fuera ttn nombre gené-

rico sinónimo cle "callen; ,Un cuerPo puecle estal en clos lugares

al mismo tiempon podria en tal caso sustituirse por la proposición:

,Un cuer-po p.,e,le estot en dos calles al mismo tiemPo(, lo que

no tiene nada cle increíble dado que las calles se cruzan'

De manera que las verclades que hay en existencia son meramen

te tautotógicas; y las tautologias son meramente convención Si

quitamos lcomo clebemos hacerlo-, el nombre cle ve¡clades a cli-

áras tarrtologías, tenemos esLa hermosa conclusión: No hay ver-

dades; y ésto" implica: no hay conocimiento' Lo que hay sot.r hi-

póteris;'.y la ¡etación espiritual que corresponde- a rrna hipótesis^no

es la'de conocimiento, sino la de creencia Creemos que está

llovienclo; pero no Io sabemos. La verdad es que no sabemos nada'

Hume -el padre y capitán del escepticismo moderno- habia

rechazado que'hubieia en la conexión causal ninguna transición

intelectual, que se pucliera ir de la causa a1 efecto de la manera

como al inferir se va clesde la premisa a la conclnsión Sostenía

este lilósofo que la causa y el efecto son clos hechos que en la ex'

perieniia se -oattautt siempre ayuntados Si vamos Po1- nuestra

,uent¡ de.tle la experiencil rle un hecho 3nlece(lenle a Ia expec-

Page 151: Desde La Religion Al Humanismo

I156 /r¿¡ ¿tudno, D6DE a¡ RsLrcróN aL UuM^Nrsvo

tatiya de su efecto (trascencliendo cle esta manera clescle lo clacloo algo distinro y no impliciLo en lo claclo), cllo se clebe al acos-tumb¡amiento. Si sobre la base rle esta repetición y este acostun-bramiento formulamos una ley, una proposición general (,El fuegoquema(, por ejemplo) , ésta ni es necesa¡ia por. toclo lo que sabe;osni es r¡niversal clado el ca¡ácter limitaclo cle nuestra lxperiencia.Kant sinrió u¡a sacnclida que lo clespertó (estaba durmienclo¡ante esta doctrina cle Hume. Empezó sostenienclo que lrabia ¡rropo-siciones unive¡salesr necesarias y sinrérices. parr explic,u ,u a*ir,'"n_cia recu¡rió a la idea de síntesis a prio?.i. Hay verclacles universalesy necesarias; no las hab¡ía si como pretencle Hume toclo nuestroconocimiento procecliera merúmente cle las impresiones sensoriales;pero éstas se han sometido ya a concliciones que aporta el sujetode la experiencia que comienza siencto (poáemos ponerlo así)t¡ascendentalmenLe sensorial. Al some¡e¡sé a tales concliciones-qr¡e so¡l a prio,ri.- la materia de la experiencia es informacla yentra a ser el contenido cle una síntesis q¡e el sujero le imponeen o¡den a configurar una exper-iencia. Al lin cle ..réntu. lu .,rriu"._salidad y la necesidacl clel conocimienro son la implicación forzosadel hecho de que exista un sujero. Il suje¿o conoce clespleganclosus facultades de conocimiento o experiencia; éstas son concliiionesa priori de la posibilidatl del conocimiento y en la meclicla en quenos atenemos a ellas encont¡amos que siempre y necesariamenteinlervendrán como inte¡vienen. La entera cuesLión se recllrce a queFlume pensaba que sus imp¡esiones importaban en el ámbito ielsujeto tocla la clete¡minación en términos de la cual ha cle consti_¡ui¡se el conocimiento. Flume decía (o es como si clijera) : >Veo unabola en movimiento, veo qlle choca con otra bola en reposo,y luego veo que esta última se mueve. Toclo esto lo veo. pe¡o n,rveo Ia causación. Y como no tengo expe¡iencia impresiva cle estap¡€¡endicla conerión necesariar debo conch¡ir que yo la puse allip_orque llevado de falsas analogías tuve la ocLrr-rencia cle que estabaallío. Pero -así sostenía Kant por su parre- toda cleteiminaciónes negocio del sujeto. Iste pone las formas clel espacio y el tiempo yaplica' también la síntesis categorial. De ,fue¡a, sólo viene'unamateria informe; es 'adent¡o' doncle es info¡macla. De manera quelos juicios que hacemos se refie¡en a nuestras concliciones, a nu-es_tra activiclacl cognoscitiva que impone condiciones universal yne<es¡¡i¡mcnte rilides: la necesid¡d y la rrnivers;rliclarl son un co-¡olario del subjetivismo .le to,lu dereimi,r"ción conjuntamenre conla r¡nidatl del srrjero o i,t concienci¡.

Page 152: Desde La Religion Al Humanismo

157 I

Pe¡o la ciencia y los científicos iban a sorprender a Kant con unanoricia muy desagradable. Kant suponía que habia sólido funda-rnento bajo sus pies: suponía que en las matemáricas había juiciossintéticos rz priori, que la lógica aristotélica era inconmovible y

que lo era asimismo la física cle Newton. Casi no vale la pena ha-

blar del desas¡¡e: la teo¡ia cle la relatividad, la nueva lógica, las

geomeÚías no-euclicleanas y la axiomatización de las matemáticas

significaron que no había en parte alguna los juicios sinté¡icos ¿

príori en qlu.e creía Kant,

De manera que los pensador-es que tenían presente las ciencias

¿bandona¡on la doc¡¡ina cle la necesidad y la universaliclad; aban-

donaron las formas y categorlas kantianas en que habia muchode lo que Comte llamaba ,metafísican. Las cie¡rcias se ocupaban de

establécer las leyes observables y verificables que regían la secu€n-

cia y coherencia cle los fenómenos, No había que itvestigar ningu-na causación neces¿rria ni agente íntirno; no había que postularninguna facultad extrao¡dina¡ia que percibiera esencias o alque'tipos metafísicos. Kant habia trataclo cle escapar a la crítica escép-

tica de Hr¡me. Pero la ve¡clacl era que llume se llevaba las palmas:el conocimiento se distribuia entre las matemáticzrs y las ciencias

naturales o empíricas. El primero se valiclaba de acuerdo al prin-cipio de contradicción1; se trataba cle un conocimiento siempre,necesariamente y a priori verdaclero; pero, también, de un conoci-miento que se reducía fácilmente a me¡a cleducción, mera inferen-cia, a mera analiticidacl o tautologi¡, EI segunclo se ¡efe¡ía a hechosy -como paso de antececlentes a consiguientes- se caraclerizabapor ir más allá de aquello clesde lo cual partía; sin embargo, nohabía ¡acionalidacl en esta operación, no había más fnndamentocle ella que la recu¡rencia, la regulariclad y el acostumbramiento.Las proposiciones. cle la ciencia natural, compendios de la expe-riencia, no e¡an ni necesarias ni universales; iban más all¿i de lamera conexión ideal cie¡¡amente, pero no podian pretender rnás

firerza de persuasión que una alta probabiliclad; e¡an al fin decLrentas, en cr¡anto valo¡adas por el epistemólogo, hipótesis queresulta ¡azonable sustentar.

Todo esto de Hrrme procedia; y ahola 1o encontramos en elenpirismo lógico, De manera que no puecle pr-etender esla corrien-te filosóIica una gran originalidad. Por otra parte, sobre el aná-

r[n v..d¡d, el pünto no es tán sinplc como lo $gicre la f¡.sc; pero pucde ésta considcrarsecono crp¡csión dc Ia ma¡em formal en quc sc valid¡ l¡ vcrdad m¡tcmátic¡.

Elempirisho lósico y I¡ antimet¡física dc A. Ayer

Page 153: Desde La Religion Al Humanismo

t 158 ./rn¡ nir¿¡o, D4D¡ LÁ RsLrcróN ^L

H!M¡N¡sMo

lisis lógico o crítica gramatical que esta filosofía t¡ae como noveclad,Berkeiey dictó en su tiempo páginas magisrrales. El cuidado ¿qAyer por clistinguir la nueva co¡riente posirivista clel empirismoclhsico peca de ingrata meticulosidad. At lin cle cuentas, todo elpunlo está ilecidido cuanclo se formula un cri¿erio cle verificación(o de conocimiento o cle significación), Cierramente, los lógicoscontemporáneos poseen un instrumental más refinado y qr¡e simpli-fica la crítica hasta la elegancia. Sin embargo, el empirismo deBerkeley y de Hume lue casi tan ,lógicon como el de nuesrros posi-tivistas contemporáneos. Para una percepción al pasar cle la r.ela-ción aquí inclicada, compárense los siguientes pasajes, aclemás cle loscitados más arriba:

Es fácil saber, después del más ligero examen cle nuestros propios pensamientos,si nos es posible comprende¡ qüé se entiend€ por la exis¿encia absolüta.Ie obietossensibl¿s en si o Juera d¿ l1r mente. Es evidentc para mí que esas palab¡as implican una coltradicción clirecta o no signiiican nada. Y p¿ra convencer a otros decsto no conozco m¿nela más fícil y más corrcct¡ q!¡e rogar-les quieral observarcon calma sus propios pensaüientos; y si esra observaciór les muestra la vacui-clad o contmrieclad de esas expresiones, seguramente nada más es necesario paÉsü conocimiento. Es por lo tanto sobrc esro q e yo insisro, a saber, que l¡ ¿rir¿¿n-cia absoluta de cosrc t1o Pensant¿s son palab¡as sin sentido o que implican unacontracliccióI. Esto cs lo que repito y traro de inculcar y recomiendo calurosa-mente a la reflerión atenta del lector. (Berkelcy, Pr¡ncipios deL ConocimientoHunúnot .

. .. se cree que toclo nombre tiene, o debe rener, un solo significado prcciso yestablecido; 10 cual hace pens¿r a los hombres que hay ciertas ideas absr¡actas ydetenninadas que constituyen la verdader¡L y irnica inmediata significación decada nombre general y que es por la mecliación de esras ideas abstmctas que unnombre general ll€ga a significa¡ una cosa particula¡ (Berkeley, Principíos d.el

Conocintiento Humallo) .

He aquí, pües, una proposición que no sólo parece simple e irreligible €rI misma sino que, si sc 1a usa¡a adecuadamente, podrla hace¡ inreligible cual-quiera ot¡a disputa y desterIar toda esa jcrga que durante tanro tiempo hatomado posesión de los razonamientos merafísicos y ha rraido desg¡acia sobreellos. Todas 1as ideas, especialmerte las absrracras, son naturalmente débilesy oscr¡¡as: el espi¡itu no l¡s aprehende con fi¡meza, se pueden confundir conideas parecidas y, cuando hemos empleado a merudo cualquio término, aunquesin un signilicado pr-cciso, nos inclinamos a imagin¿ir que lleva aneja üna dere¡-minada idea. Por el contrario, todas las impresiones -es decir, todas las sensacio-nes, exF¡nas o in¿ernas- son flle¡tes y vivas; sus lfmiaes están más exactaúentedeterminados y no es tan fácil confündirlas y equivocarnos. Cuando ab¡iguemos,pues, la sosp€cha de que un iérmino filosófico se emptea sin ninguna idea o signi-ficación -.-como es muy frecuente- lenemos que p¡egr¡nramos ¿tle qué itnpr'esiónsc deriua esta sxtqúesta i¿etr? y s:r es imposible asignarle alguna, esto seryirf para

Page 154: Desde La Religion Al Humanismo

El e¡rpi¡ismo lógico v l¿ a'rtimet¡Iisic¡ dc A Aver 159 l

confirlrlar ruesrra sosPecha Razonabielncnte podemos tener la espelanza de que al

ir"", o ltt i¿""t o.,nu lu" ,u,'t cla...a alejaremos tocla disputa que Pueda surgi¡ con

;;;; " * nirturaleze y realidacl (Flumc, I¿'¿stiga¿ión sobre eI Enten¿imiento

Hünúno).

EI uso clel Lérmino sustarcia", aludi'to ya por nosotros' nos suminislra xn

fr"* .;.-pf. del modo cn que, princiPalmente, Ia metafhica llega a ser esoita

í"i"d"'.f.,,i ":r "".",'" r""gua¡",

"o podemos retetirnos a las ProPiedades sensibles

á" u'* á"o rit introtlucir una palabra o frase quc Pa¡ece rcP¡esentar la corr m¡-

i" .."u^p-.i¿t¿.f^ .r 1o que puede decirse de clla Y' €omo ¡esultado de esto'

^+",1* q"" Pacleccn la Primiti;a suPenticiór según l¿ cuat a todo nombre debe

;;l;".p"";.r'"'l" enticl¡ct real, suPonen que es necerario disringuil lógicrrncnte

"",t"j"..t^ Drisma y una cualquiera de sus ProPicdades sensibles o todxs eltls'

V ",

o"i .¡.," emPlea¡ el r¿rmino "sustarlcia" para referirse a la cosa misma Pe¡o

del hecho qüe emPlecmos ünlr Pahbr^ úrica para referi¡nos a una cosa' J qüe

fr"g"."" a"'taf p"f"fr.a el sujeto glamatical tle las scntencias e¡ que nos refe¡imos a

s.,s' up o.i.""ias tentitles, no se siguc en moclo algrlno que la cosa misma sea una

l"n,iiro¿ .i*p1" , o q." ,'o p""áo detiltirse er1 términos de la toralidad de sr¡s

"p"ti.*i"t. Ét .i"tto qu", tr.¡il:rnclo cle "sus' :lPariencias Pa¡ece que distinguiél4'

nios, ¿e ¿stas, la cosa; pclo eUo no Pas¿ 'le ser un accidentc lingüistico El análisis

iigi.. "* *u*"".1"" to.¡u. ttac" que tales "aPariencias" sean "aP¡riencias de"

la misma cosrl no ei su rel¡cióu a a18o clislhto de ellas, sino las relaciones que

r.,llti"l'"n .nt," 'i. H m¡r:lti.ilo rro logra vcr eslo poLqur se hir dejrdo sFduLir

porrr:1.¡r'lerrreBrrrri¡ticl.lcsulcrrErriie¡\t(r'Lang'úg''Tt thand Logi')

Claro está, AyeL lecolor:e sus fuenles, aun!¡re no esté clisPr¡esto

a r¡na tolal iclentificación, Lo qr-re importa aqui es ver la esencial

reclucción cle este Pensamiento conlemPor¿'rneo a los principios clel

empirismo clásico. Porqrte nosotros examinamos más atrás cl caso

.1"'H.,*" y encontramos que clesconoció una exPeriencizr lilosófica

It,rr.ln-".ri"1, la erperieniie del cogito; e¡lcontra¡los que' ter¡ad2l

esta salicla a un ál-nbilo de exislencia sLlstancial, se caía en la mer-a

iclea y lorzosamenre en explicaciones de tipo constrr'rccional; por--

o.re no h,.bir strstanci:r ningrrnr b:rlo lrs crraJi'lr'le' \ lo qrte irn-

,lnr,. ", .or,r.u ,-ómo cl ,tetrrtnlblmierrLo 'le Ir Lilosolia imIllt;t'

' a hace¡ la n¡La cle Hume El de'a renglón.eguirlo que se rttelr:rmm;amiento cle la filosofia es el desPrestigio clel mero Pensamren-

to, única suslancia c ya existellcia la lilosofí¡ puecle prober' Pero

este cler¡t¡mbamiento imPortll una c¡ítica de la que no puede pres-

cinclir más el teó¡ico q.," b.trao canino a t¡avés clel cler¡umbamien-

to: la ve¡clacl -tlice esia critica- clebe encerrarse clent¡o del ¿imbito

cle la experiencia Es l¿r fue¡za cle la primera A[.ed'íl'ació¡¡ de.Des'

caltes qrie queda en pie a pesar clel cle¡n¡mbamiento [s decir' 1:r

c¡írica ;blig; a ceñirie a li postura cle Hume Y esto han hecho

los posiriviitas conlemPoráneos Pero tlebemos enlrar más en el

Page 155: Desde La Religion Al Humanismo

TTI 160 J¿¿' niud

" DESDD I-a RtL¡cIóN

^L liuMrN¡svo

I

.entro ,lel ncopositivismo' Hasta aqui' hernos puesto a la vista I 'de los oios s,r ct, e¡rtici'mo. Qrrcda lo mis imPorl rnle y qrre no in..". .'"".¡".,ft c,, H't-", el nillilismo (le Io' neoPo"iLi\istas lpnro

^otrt- esle asPecto esPeluznanle cle la filosofía ql¡e eslamos

I

;;;i;;;á" h"-or'.",.'un.lo el nomb¡e de un célebre disciprüo I

,i"i"1,.f,,'¡- inelés. trn liLó'olo inglés tle nrrertro tiempo p'tta-q¡ |

.-Lr"t ,"ti ü"" ,io,los lo' letrómenos l)'iqrriLos -esL:in constitrtidos I

;;;;;;;' ,.,,,o.ion" ' i'á;;';':' iste filósofo es Bertrand

IRussell. I

ixxvlr I

RUSSELL Y I]L C O N S T R U C C I O N A L 1 S N{ O :

INIHILISTA

1

rr,^--t.^-^*-Llil^H¡r gllndes c inqrlielinles I)legrllrlirs qrre puttimos Ir¡rer r l:L Iilo-

r

,.il'"".,,""¿" isl:r errt¡rnó cn il petsona tle l-lrrme Otro t¡rnlo i

oudimos h¡cc¡ en eI r:rso tle Ayer' Ambos lilósolos no Llr\leron I

Íiti.,,i.,,L .n ,.r¡,o,t.1., not' ¡'ero ningtrno hrtbo cn cl mrtnúo c¡Lre ]

il;:;;; ;"rp.t"r;, de la maiera fria' sofisricatla' cínica casi y tam-

it¿" ti"*ri"" f jo.orn etpl""tln por este ve'daclero canpeón cle la

lógic-que es Russell.

huJ. nn.lo consistir toclo el mate¡ial de nuestro conocimienlo

"";;t;;;;, e i'le¡. corrsttui'lrs 5ob'e lír base 'le imPrcsiones'

*;;;:;;; ;.i. tilósolo j¡ Ierlicl¡'l cle to\l¡ srtst¡nti¡ Ni el espi

¡itu ni la matelia son olr¡ cosa qLle conslrLlc'ion€s.o [jcciones en

o¡clen a coo¡clinar y unificar el n'lteri¡l t¡;ts¡59 tle lil exPerren'r3'

*^rarlrl q"" consis¡e solamcnte en implcsiones,e iders Rech:L:-rbr'

esimi*mo,'la i,le.r Lle concri,n tte'cs¡ri¡ entre 1l clust y el elcclo:

;i;i';;t una manzara y clisponernos a cla¡le un mo¡disco antici-

"^-o, tn iclea cor-r esponclien te a nna impr-esiólr cle guslo y olor'.no

!, "ito oot otra ¡¡zón que Ia erperiencia anterior y Lrna asoclaclon

""t*"t,lpt.ti¿" e iclea que la clostumbre h¿ alianzaclo por sí sola'

x..lfl-"tia" la sustancialiclaci, lft¡me nos condenaba a una exPe

,ian.l^ q"a, verdacletantente, consistia en una dive¡sidad' por clecir-

;;;t,-til.",t.., "t átomos ciertamente reales (impresiones' ideas)'

""r,r-,ir-r r.,rra,'rr¿aolo al cual se enconLraran aclhe¡idos Pa¡a cleci¡lo

:;';,,;;;;;;, ";,,."

q,ir"u" cl e5cobir jo rl rrt imo y deiebr 'las

r-^.r, .',"1'.t.. Trl cxpericncie diversificrth o l¡l tlivelsi(t¡d exPe-

riencil!, potli¡ Icrtniliclrse. o más bien tcsrtll¡r lin¡lmentc reuni'

iii^.i".'rtt*itil" i"-lon"ri¿,t necesaria; quiere decir' si era posible

Page 156: Desde La Religion Al Humanismo

Russcll r cl corstrüc'ionalisño nihilisia 161 1

T,:'';:;." "

1 1:, Ji' l:?l;: H ; i : l' i "'

""

"i'""T''' :" : :; ":" :iil' fl ;

^.prión ner.es¡rtl rrrr;r scrie de ptegllnl¡s llenas det''ir"l','o qr.re surgír ""-liT";;'.';;i" .o,. 'l"t un.¡gr:g...do

f:111,:l;,li :,;:,:rt",*.f ...l':i$::,';. ;' ".:,';' l;:li:''.:l" iJir,i¡'¡ p:l-I"t,:lI^'"l1,lt',",'"i ,. pienso". ino expre:a

1,,o..r,"r", indica(lo bren t l:i""t,;,; j. ,iiu"rr", cxperienci:rs?

rl o"..niuan,-i" de ttn su¡eto.'-',riooi., i,r'irnl¡^¿ se reduzce ¡ un

]pJ¿.'no' accPtir que .Lll::l:1"i;';;';; er,ún"ot ¿Q"ién'"m"' "

i:::'ll:l;'."'.:ll"'xü ri "Ti: [:::.1" T" tl,,'jl:']::'li': J,,i:1"""i. ,t",,t" ¿on¡t srrlgen.e5rrs "tt,:::,; ;i- ¡6 h.'y ningtrn'r re[:rcion

i"",it"t y lx i'lenLid:rd.Persorr"'J i. ü";'J".'t !iguiente' ¿tle-n","."ri. "nttt

tt"" l)If.,t"t'.',)'ii"lr',,n"r'."¡"ti"n.i¡, cotl orras y

,i¿n¿" ui.n. ":rr. .:"":l'.11,,'.; .""; ;,,i;, r qr.rién clebo (rrn.r mr-

ior,"". l" ¡) cl3d 'le.Lrn t vrf tI,:,r","1l,,,,"'"-oii.l,¡

Lo.l.' e,tr prorli-

"""r,. i*pro¡'i ' 'le h¡bl rr) **'jl: i" ],,"''i"n.ir ,le r¡n yo clonde no

gioo .,,.r,'in'.'r" qli:l:",:: "T .;;,1;; ;;,;; se irrunLxn (o¡,,.,¡s

i.y má. q,,e (lisPelsronir¿ru¡.,'i',', u",i"rno, q,rem,rr lo. I.rJtir,los (le

,,,js bien qllc (on or(J\' ¿t:'l-.' :"'i" ;..r.;r,r" r'eerrl¡iid¡d rle l's

teoloeir y il mi\mo 1'"tl'' -'n.''ni"n-.clrrrnos por tierre.y procle-

"-*n"ii"tt' i"": ¿No 'lebemos

t:'-:-'.,'.. ','".

.e un Dios? ¿Y el mrrn

t¡r l'' q¡bi'trrri'r y lt:t*,ill-':: t;or.rion.' '" str¡one q-tre de algo

lo ,le l.' n.'turlle¡ir? l(_e( rl)lIIrL^ r"'t'^.,",,.,- l, ¡e¡rlicl¡¡l ,le rn nrttn-

"rr.rno u nosotros. si lle-e¡r:'Iii.'"-"',;"i,u:u.

¿Lliremo. qrre :rqrri

rlo exrerno ) esPectll¡rirnro\ 5i""'.r,,r,,.t¿"t ¿Q ó r¡¿ñne5 lcll'lrí3-

.i hry s.rsrrncicLi..t"', t_i:"ji';:1,;:. rr*," .l,o lir \otlr m¡nerr rlc

mos ¡rrr ello? ttt":":ll:'illi,.^,'..,'.," r restrinqirlo 'r nrreqrr¡s

esper rrlrr to¡t" ,,n m'll"'l )'",.*oi., mi iml)resión ll: fo"" ""¡ropirs <on,licionij- t"'^-"i,i,

i"r.",.", Lr "nrer¡ rerli,letl tendrá

ielrción .ognoscttt"" '1",1"-j. "ltt

cle e:io¡ cn trn inmcnso ton-

qrte ronsistir ("t P":""- ^':,l'"i;.,,'*i'.*" ¡ e\te (l:rr't Y si qrttcro

i'unto 'le elemenro" tI:.lii''il,';:;;;;,"n',t.'¡ t,, trnid:r'l.t[e é'ta' qtre

i 'r,'pon", qrre en le re'tli'l¡Ll nr) '"""o_n" "r'a,

cosls.- Y rt-rmn e.trs

1 ,J n"t".í,t" ir L3s i'[e¡s-qtre¡ryuh"l',i" i*pr""lun.t c i,le¡s ¡si. tam-

1 i,L,ito"r son cons[rllcclone\ t*"-::-,^" ¿]c .latos que experiencramosi¡lrim15 soo .onsLrtlcclone\ :'::""",f;; d.. Ll.rtos qtre expcrienr i;rmos

lión l.' .o.a' re'tles seran :?,T:l;;"t;;;,ü. por leve\ (le 'unexióno noclemos exPelienctrr Y qLt.. ".*',"rn., ,ro i.rtínt"t1.--,.,-...innes (han sido bechas con la vista

A t¡avés de estrs conslcteritLlu

Page 157: Desde La Religion Al Humanismo

I t6? Jr¿r ¡i!¿no, DESDE L,\ RE.¡cróN ¡L HuM,\N¡s{o

puesta en el desar¡ollo que no podia eluclir esta lilosofia y que ¿shecho alcanzó) se ponen a la vista Locla una serie cle elementos ,moclos que caracterizan la cloctr¡nt que exrminemos y c[ya deno_minación más apropiacla nos parece la cle nihilismo. En primerlugar la materia con que aqui se trabaja consiste en elementosúltimos que no se reducen; se trata de átomos con los cualg5 5qfor-man agregaclos, Tales agregaclos resrrltan cle engarzar utros ltto-mos con otros nreclianLe reglas o leyes cle orclenamiento qtq ¡¡q¡descle fue¡a sobre los htomos. Los agt-egaclos son construcciones que,aunque el término puede prestarse a equívocos, se apellidan ,lógi_cas(. Conviene enfaLizar que no hay aquí el propósito cle ponerleyes intrínsecas cle conexión. La relación entre los áLomos en o¡cieoa configurar agregaclos son telacioles externas. -IisLo puecle t:rm_bién cleci¡se cleclaranclo que las constt-ucciones lógicas excluyen lacontinuiclacl. Atomismo, aglegación sunt¿rto¡in, constmccionaliclacl,disconrinuiclacl, exte¡nalidad, son, pues, notas caracLeristicas clelintento cle esta filosofia por.l¡r cuent¿l cle la materia, clel espíritr¡y cle totlo cuanto hay entre el cielo y la tierra.

P¿rra tenel a la vist:L esLa fuLiosa acorneticla del nihilismo, pone-mos a continu¿rción algunos pasajes de Russell:

Ll mundo pucde concebirsc como consisrenre de un¡ mulritud de entidaclesdispuestas de acner.lo con cierla p¿utr. Deüolninaré,,parricüta1es" a las cntidadesasi dispuestas. Lr disposició[ o parrr resuira (le l¿s relaciones entre los par.ticll.l¡res. Las clascs o series cle particul¡rcs, agrupados atendiendo a atgrr¡a propiedadque hrce corsider¡r €onvenientc hablar dc cllos €omo si fue¡arr toctos, son lo quellamo conrlrccioncs lóBicas o ficciones sinrbólicas. Los particulares han r1e con-ccbi¡se, no como análogos a los iadrillos de unr constr cción, sino mís bien comoaDálogos a las notas de un¿ sinfonix. Los elemcntos consrirurivos últirnos de ür¿sinfonia (prcscindiendo cle las rclaciones) son las noras, que dumr ca.ia una sóloun lapso muy breve. Cabc agrrpar etr u¡ conjunro todas las noras locrdas por uninstrur¡cnto; éstas pucden considerarsc como los anátogos de los parriculares sLr-

cesivos que el senti(lo comírn co¡rsider¿ría como estados sucesjvos de una ..cosa'.

¡ero ciebería considelarse qne la "cos¡ no cs mris .,¡eal', o .,susta¡ciat" qüe, porejer¡plo, lr parte del trombór (Los Lle entos Constitutiuos Ut¡ü os de ta M&.teti¿).

Otro pasaje sob¡e el misr¡o Lema y también meramente clescr-ip-tivo es €l siguiente tomacto cle Análísis de I Espírin:

En hrg¡r de buscar- türa h¡ente imparcial, podemos obtencr la ncuiralidadüediante 1¿ igual rep¡escnr¡ción de todas las pa¡tes. E¡r lug¿r cle suponer- queexista alguna caüsa dcsconocida, Ia mesa ..real", tras las dife¡entes sensaiionesdc aquellos que se dice están mirando la mesa, podemos considerar ql¡e todo el

Page 158: Desde La Religion Al Humanismo

Russcllt el construccion.lismo rihilhta 163l

.^ni,rnro de esr¡s sensa.ioner (iunlimFnte qui¿ás con ciertos o(ros Particulares)

:: l:;;;";; ,. m."r. Es decir' lr mesr quc e5 neuLral entrc. direren I cs obsen¡

l-,^ ,*"1"" v lro'ibles), es 'l (oniunlo de todos eslos Parrrcul¡res que se rra_

:".;':""' ;;, ,;';';;;'" "',"r".'o' a' ra mesJ derLle dircrenres Puntos de vista

l;:;;a',r^ primFra 3proximr'iórr' mo{l'ri¡ad3 cle5Pués)'t

ar,r" ¡..,t:, Si no existe urr l¡nico enre que se¿ la fuenLe de toJos. esÍos

''-"1-'^',"o." se hnlhn reuni(lor irrnlos? La respuesra es simple: cxacramen_

'"'f^-^ '.'' """'rr" si exisriera cse (nte único La mesa real srtPuesrr'

.quP

::r";;"-'';;;;'.;.'"" " *. de rodos modos' P:"tbrdi ":-":l-l:::::"j::i""'rJ". t,., cutsrión rcl¡rirr 3 "i un (ierto Parricrtl¡r es un "ispecto de esta

"r"r^,_tútá o"o" ¡esolverse por la concxión particula¡ en cuestión con el o los

;^;;;;"';" fo' rneaio ae los cuales se rlefi¡e la mesa Es decir' aün si suPonemos

i.; ;;:, ;;, lo. prrri, ul¡rcs que constiruvcn sus asPecror q'*'. *' i:"1:""^'

.^'.'rsIcl¡Liones]Fcipro(as,ynosobrelrb¡sedesusvincu|aclonPscont:rDc5a':".":.;.;"".i; ". ¿J¿1,c. ¿e eslos p:ulicul¿¡es Po'lemos' Pues' limita¡nos.a

;;l:;;"1; t;;: .' .¡,," ^,,i" 'erirrr'tos v r'¡rcso rrcnemos ar :"'j":',,'ll'"".*;,'r¡

¡" .upo't"t ."," rerl ¡l8r¡nr qrte se¡ rlisrinls dc ésre Cr¡xndo^drre-

...i". 0..*"."'*" lo qüe ellas llaman h misma mcsa' ven cosas que no son

;^"r;""," hs mismas, clebi.lo a la cliferencia de punlo de vista' pero que son

;;t;**."t."," afines como parr ser clescritas con l¡s mismas Palab¡as' cn tanto

;;-;";;"; g.an precis;ót^o minúciosidacl Esros 'letalles

estrcchamenre simj'

i"t.' t. r'"ilarr '-,"i¿os, cn P¡imer lug¡r' Por su similirud y' mis- tor rectamente'

nor cl ¡ccho qrrc se h¡llan reciProcd y eslfcchamente relac;onados de rcuerúo

il ;;' ;;;;,i"',' p"*p-,i"" v de l1 ¡crlexión v dit¡acción de la luz susiero'

."-. .""'pt;-*" aproximación, q c estos prrriculares junto cor) tt:t:,::],t:-

fa";.,.,oao, que no se perciben, ro¿ conjuntrmente lr mesxi y que unx detrnrcron

'l-ir^. * ipri., a t;dos los objetos fisicos (Antilisis del Eslirít!) '

Un pasaje toclavia sobre la iclentificación que hemos hecho entre

estos Pensaclor€s Y Httme:

La ciencia Parte, entonces, de generalizaciones ¿le la forma' "A es general-

mente segulcto por 8". Esta es la mavor aProximrcióD q-Lte.Puede '"9:"]:'-.i.:,t"

r"y .uuroi a"r ripo rracticional. pueclc ocLrl.Lir que en cu¡iq ier ejemplo P¡ft'Lr¡nr

e'sca s;enr¡re scgtijo Por B, Pcro ¡o está a nL¡cstro alcallce srbe¡lo' des'le que no

p.o"-"' p"** i.o* io" .1'..,.''tan'ia" Peltcct¡mente ry:*':' cr.1: P-i-"^:i-:":::i.a.oru, ta ".cu.¡clo'

o saber qlle ¡calmenle no ocurrirá ningunr de ellas srn

cmbargo, si conocemos url nitmero mrv gr'rnde cle cxsos * q:' o.::,t:1'L"-,T,:

O. y ,i..o, qr¡e cn locoi o ninguno h¡ tr¡casado la se(rren(in esrrremos p¡¿'¿¡-

.am¿flt¿juslificaclosaldecir"AcausaB"'siemp¡equenose¡greg¡¡ealanociónO"."*^ "t*"t"

cle las suPersticiones rneralísicns que se hrn acumulado en torno

a la prlabla (Análisis del tspí1itrl) '

Fin.rlmenLe, citamos lo que sigrre sobte los criterios (onslr.r]c( io-

nales que Russell propone p^r:L itn^'reoria clel esPirilti y sobre la

índole const¡uccional cle la persona:

tfr!l

I

.i !

;r

ilLErq

I

i

i

Page 159: Desde La Religion Al Humanismo

t 164 /¿¿¿ Ilt,dn¿, D!s¡. Lr RELru¡óN ,v.IIur,\NrsñoTodos pensamos qüe observando ix €onclucr:r cle los animales, podemos descu-brir más o menos lo que.tesean. Si es éstc el caso _y estoy completa.."r" ¿" oü.".

do cñ lue e. Jsí- el d(reo dcbe scr \r$ cpriLtc tjc rn;rn itist¡ rsc en ,,.,.".", ;sólo son las acciones.tc los ani"'ales r" i,* p".r"-.. .u""*;;.;,;;;;

"fjT""sean espr'¡irus en los q.e ocu¡r¿ ro.la j"..'¿" ."*", p"..l ;..#:i:;acerca cie ellos, exccpto por lo qr¡e inferiDos de $us accior,"r; y

".,nnto m¡, se e,u_minan tales inferencias, ranto más duJosxs ipareccr. I3rccerix, por "r¿", qu.

ldlo ils rc(ioncs,tebi.rin scr l¡ f,rrcL¡,le los dFscos de los anirnrtes. o".,,";;;un prso fácil a la concllrsión dc que un deseo de un aDimal ro es sino una car¿c-tcrlstica de una cierta serie dc acciones, a saber, l¿s que serlan .onr,in*".,r".ooridcraclas como inspiradas por el deseo en cuestión. y una vez que se ha clemostra¿o

.que este punro de visra proporciona una explicación satisfacrorir acerca dc los

descos de los animal€s, no es difícit !c¡ que la misma cxplicación es apticable a loscleseos de los scres hurnanos (Anátisis ¿et [,spiritu\.

. .. cr¡ando r-econoccmos algo, no se trara de hecho cle la misma cosa que hemosconocido er una ocasión aDterior, sino sólo.le algo sioilar. Supongamos que elobjcto en cucsrión es et ).osrro cte un amigo. El ,.ort.o a. .,,.,a p.riona'cambiá con_tinuamerre, y no es nunca el mismo en .los ocasiones aistintas. U senticlo comúnlo considera cor¡o una cara rinica con expresiones cambianLes; pero las expresionescambiantes ex¡ten real¡nente, c¿da r¡n} eD su rnomento aclecuado, cn tanto lacarn única es tan sólo una consr¡ucción lógica. Consideramos a dos objetos comocl misno, pa¡a las finali(lades dcl senticlo común cuanclo la reacció,., q,rá prouo.uoes prácticamenre la mismr. Dos apa¡iencias visuales, a las cuales resulta apropiaaodccir: "tHola, Jüan!,,, son tlatactas corno ap¿rjencias de un objeto i¿¿nrtco, a ia¡er,Juan. E] nombre Juan es aplicablc a ¿rnbils, y sólo la refle¡¿n nos mueslra quemuchos particüiares diversos sc han reunicto prn tormar el signjfic¡tto det nomó¡e"Ju¡n". Lo que vcnos en una oesión cuatquiera no cs ta seie enre¡a de pa¡ticu-lares que consriruycn a Juan, sino uno de ellos ( o unos pocos en ¡ápic1a suiesión¡ .trn otr¡ ocasión venros otro riricmbro de la serie, per.o reiulta su{iciáremente sim¡lar como para scr consiclera(lo i(l¿nrico cles(lc €l punro cle vjsra del sentido com(rn.Por consig icnte, cuando jurgarnos ,.he risro esto antes,,, 10 hacemos falsamcnte sil¿ palabra "esro" se aplica al elemcnto ctecrivo clcl mun(lo qüe esiamos viendo enese rnomento. La palabta..esto', debe jnrclprctarse oug"a..rt", dc r¡trnera qr¡eimplique algo suficicrrcmente plreciclo ¿ to qu"

".t.r-o" ricndo cn el momeJro.

(Antilisís deI Erpiitu).

Si _nuesuo

análisis dcl espiritu es correcto, los claros esencialcs de la psicologíason sólo las sensaciones, ias itlágenes y sus relaciones. Las c¡eencias, deicos, vo"li-crones, ctc.i se nos mostraron como fcnórnenos complejos, consistentes en sensacio_nes e im:tgenes inrc¡rclacionactas dc varias :maneüs (An¿Iísis d.et Espiritlt).

Los pasajes citacios son bastante ilustrativos. Si combinanos Ioque R[ssell tr-ata de lbrnular como una,teoda de Ia realiclad, yla c¡ítica de_ los conceptos metalísicos al moclo como lo hace Ayer,es clecir, rechazándolos como ner-os engencL.os de la confusión gra-matical, eDtonces la 'teor.ia, cle l{ussell par-ece el Írnico camlno

Page 160: Desde La Religion Al Humanismo

Rúsell y c] consttucc'onalhño nihilista 16r l

F1*lR

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transitable; y no solamente estamos en este caso de pleno en la.i;..,"¡rión y el caos, no sollmente hemos entrado a las abie¡las en

unl'u"t¡rá o'r'e¡rlid¡d'tlon'le están mezrl¡rlo: rin r'rrón y exter

io-"n," tot áromos clel caos, sino que resufta forzoso que tan sólo

;;; ""t 'leoría' de toclo esto, aunqne naclie sabe como es posible

"sá orocligio de l3s leorí¡s'""-pJro,

""n'a. de esbo¿al rln jrticio v-'le la penr eni¡yrr l)reve

aaaria .,rto consicieración c¡itica de los elemen¡os cle esta 'teoría"

i. nri*aro que selr¡ a l¡ vist;r e' \rl eslrlrctur¡ 'le til'o m¡tcmitico:

io, irria,ot sensil¡les' l¡r persone humana, toclas las 'suslancias' qxe

nos son familia¡es en nuestra experiencia co¡icliana son explicatlos'.'J*o

.orrrr..,.aiorres lógicas, uniilacles facticias lormaclas mecliante

."nf* ¿a agregación y coorclinación que se aplican a elemenlos

,i,ipr"t, itJ-oi rlc experiencia como cal especilico senrit r.er'' elc:

darás ap¡etrenclictos en una experiencia o susceptibles cle serlo como

i"l-"rpJ.lti.o color, olo¡, sonicio' etc; imágenes de la meiroria o de

la fan¡asia. Istos elementos se coo¡clinan eD una PersPectrva o se

,nro"" "t una se¡ie temPor¡l; el r-esnllado de su coordinación

"".iuai¿. consLilul e or" lo q ue nomblamos una cosa sensible' ora

lo qu" r" designa ttn espiritu. La consideración crílica que nos

orooona-o, "rúor"r ana ¡rlternalivamente soble los clos momentos

ilgiio, funa"-"n,ales cle esta doclrina, momentos a que alntlimos

.Jrl lo, térrrino, de elettzento'¡ relacíón Porque los suPlrestos bási'

a", ro" f" existencia cle tales eleme¡tos y la vigencia' siquiera

p.riii", *". ellos cle las relaciooes que la cloctrina pretencle apli-

carles.In verclacl, desconcie¡la 1a tr-anqrrilidacl y segurichd cou que

Russell habla ile tales elementos y mrnipuh con ellos l)a l3 1m-

o¡e:ión Je un rprendir rle brrrjo rdel rntr'lo qtte de"rtmr y re:rrma

i.i" f " t-f l¿r,i ¡ omo si, liter:¡lmcnLc se trii(1r¡ de Itni I reslión

,fa "irl*. Cie¡tamente, Russell es un critico temible y sus escritos

.r,J t.pf"at cle agucla polémica' Sin embargo' sobre las.clificulta-

rles orre implic¡n los elementos qlre suPone no Pilrece 'Iilicil e-rren-

.ler"J. Es.i".o que nueslro lilótolo he<e de la me'rlisicr ttn ltrego

J"- -",a't ",1*r,' lo que parece imPoltsrle por sobre

.toclo cu¡ndo

tomir en stts a"rto, "i ploblem: clc I¡ m¡teli¡ 1 el espirirtr er sumt-

nistrar una constmcción que sea clescriptivl tle los-hechos: -asPir¡'

rlesrle lttcg.o, a producir t¡ll1 (eoríir re¡da'lera Pcro I t verdx't.en.sll

,Lr t" .ii^**i¡e al ámbito cle lo cientificamente verificable Sin

embargo, si préguntiramos a Russell sobre los elementos con que

"r-iJ átttn"'i¿o"t el mundo {ísico y e1 espíritu' si le Preguntáramos

Page 161: Desde La Religion Al Humanismo

1166 .¡u¿r Ri,¿¡o, D6DE ra Rs'.¡cróN ^¡_

IIu ^NrsMo

si existen estos el€mentos en este simple y categórico senticlo: queni son ficciones, ni iiusiones, ni sueños, ni apariencia, sino qrieestán ahí en algiut sentid.o categórico e incontt oter tíb te, es obvioque nuest¡o filósofo responclería afirmativame [¡e. Si los átomos.fueran meramente hipotéticos, la cloctrina cle Russell no mereceríaun examen serioj se t¡ansformaría en L¡n artificioso edificio mate_má¡ico sin ningún conreniclo.

Los átornos, pues, son hechos genuinos. y toclo el problema queimpor ta aqui es el de la posibili<Iad de estos elementos. Ln las ciiasque hemos hecho hay material suficiente para clarse c.renta cle cómoestán cleterminados estos hechos. ,El ¡ost¡o cle una persona cambiacontinuamente y no es nr¡nca el mismo en dos ocasiones clisti[tas...las expresiones cambiantes existen realmente, cacla una en slr mo_mento aclecuaclo, en tanto la cara Írnica es ta¡r sólo una constr-Lrc_ción lógica". Es muy claro que se busca cons¡¡¡ir- un .inrervaloexpresivo' a partir de 'expresiones,elementos'; se excluye tocla no-ción cle continuidad (como si dijéramos todo .dlan-expresivo,) queno sea de continuidacl matemática. En este caso la 'continuiclacl, seestablece como similariclad máxima (la existente ent¡e clos ,expre_

siones-elementos' vecinas). Se busca, decimos, construir r.rn .i;ter_valo expresivo', es decir, se obtiene este ¡esultado metliante la agre,gación seriada por similariclad cle los únicos hechos genuinos quehay: las 'expresiones,elementos'. Con respecto a estos hechos, cibepues clecir lo siguiente: en un momento aclecuaclo (mecliclo proba-blemente por algírn tipo cle 'rrmbral p€rceprivo,) existe un hechopercibiclo: tal específica configur.ación cle rasgos que consrituyenjno un rosfo, sino un '¡ost¡o-ahora', Si se quier-e determinar y es_

pecificar aun más este hecho, podemos introclucir esre carácter deexpelienciado por mí en este lugar. El hecho entonces es un .rosffo-

ahora,aquí,mío'. Con una se¡ie cle hechos efectivos y posibles cle esranaturaleza construyo nli'intervalo expr.esivo'

Decimos que esrá por clelante el problenla de la posibiliclacl deestos hechos. Sin más consideraciones, diría uno que son psicoló-gicamente imposibles: diría uno que esra noción poclrá proponersecomo un ingrediente de una posible descripción, por lo demás har-to sofisticada; aceptaria uno la posibilidatl cle bosquejar la expe-riencia mediante tales nociones; per-o rechazaría al mismo tiempouna par¿ícula de adecuación razonable a toda esta caricalu¡a. Rus,sell supone que las cosas ocurren en psicología como en el cinem¡-tógmfo: mrrchos hechos s¡rresivos en serie rliscreta .le elem.nlos ,só-

lidos'son integrados fo¡manclo la apariencia de un ll¿n conrinno

Page 162: Desde La Religion Al Humanismo

Ru$cll y cl construccionalisno nihilistá 167 l

v moviente. Sólo que esla anrlogí:r se dcrllrml¡¡ a 1r primera rpro_

li,on.ión, mient¡as naclie cliscute que hay un instante clurante el

c.,at no hay proyección sobr-e el telón, naclie se at¡everia a sosLener

"u" .a"tt" orro'r"nro en el lelón real'; tamPoco tendría senticlo

Jrp"rn, q.," haya en Ia ¡erliclacl una cáma¡a cle proyección ni que

"ri.*o, L, mo.toles .o-,,rrer, como lo sugiere el céleb¡e símil pla"

tónico, metidos clentro de una caverna' Pert-,, quitaclo esto, cabe Preguntar a los hechos mismos' Cier-

taa"n,a, noro,tot podriamos ser engrñrclos en nueslra exPellen( l¡:

sin embargo, no tenemos otro Punto clonde recu¡ri¡ y llt exPerlencr¡

no e*hibc" en absoluto señalei sobre esta especie de engaños No

L,v i'ni concebiblemente plrecle haber en n(estra exP€rlencla asl

a'oío'ra ¡rrar"n', cle htrho) los hethos qtre Rrrrsell su¡rone No.se

trrta,le i" clilicullarl práctica de ai:l¡¡ lales Itecl¡os sino rle l¡ tn-

consistencia abierta cle su noción con el moclo peculiar- de la.ex-

perie.r.io psi.otogica Observo la expresión -de aiegría' clubitación'

i".,ln. "t..- .leirortro amigo y es cle Ia esencia misma de esta

"*r,Ériencie chrse en toclo un ámbito ricamente cliversilicaclo y tam-

LiJ .or,, ¡t,"",.rn en te unilic¡do rlonrle esLán en inttinsecr impli-

lación mis recue¡clos, mis juicios, mi expectativa, mis sentimientos'

-i, uoloruaiorlar, mi .opo.iclo.l incluctiva, mi prospección volitiva;

v rrmbién mi temDle pectrtirr, y nlle\lto mtln(lo ¡lectivo vincrt'

í"do en la comt..,niiu.ión, y tocl'l la cirtrrnsl ¡nci l qtre nimba est:r

e*pe¡i"nclo, el entolno y iu coloración Todo es¡o y mucho más

cu'ya especificación tomiriit PronLamente asPectos cle biogralia cons-

tirl',ve érr" toclo vivieLrte sobre el cual, en é1 y clesde él' surge este

haat"o qua nombro ¡rerccpción '[e rtnr expresión en eL rostro ami-

g;. f"rá, i-potro cleci¡lo bien a las claras, esta mi especifica per'

ieoción cle una exp¡esión no es ningún hecho aislaclo ni es tam-

,r.ico eishble; si abstraigo <le las concliciones, clel 'munclo' el y a

i"t¡. ¿A cual surqe esie hecho, si separo, en orclen a obLerre¡ el

lhaaho p,.,ro', les cóncliciones por referencia a las cuales tiene su

.rp..ifi'.o senticlo clicha percepción, entonces' no obtengo ningún

hicho; lo que obtengo €; una abstracción, no un hecho; y lzr me

,l u án q.ie esta abit¡acción tiene un conteniclo es ¡:recisamente

la metlicia en que está en cleucla con toclas las concliciones en que

snrEe. Yo pueio manipular con esta abstracción' pero allí doncle

i*-*"o ,ro á. su contenl.lo (alli cloncle, pol ejemplo' tligo 'la sim'

páiica expresión del rost¡o amigo') pongo mi abs¡racción en re-

iación con sus concliciones (por ejemplo, es simpática Porque yo'

que lo amo, soy el sujeto de su percepción) Pe¡o' al Poner en re-

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t 168 /¿a¿ xi,¿¿¿, DaD! ¡^ R¿L¡G!óN ¡L HuMANlslto

lación mi abstracción con sus concliciones pudie¡a pa¡ecer que laabstracción es anterio¡ a sus condiciones y que sólo clespués y ex_t¡ínsecamente ent¡a en relación con ellas o pudiera parece¡ quedaba la posibilidad de la abstracción, lo abst¡aíclo es exterioi yhasta inclependiente cle sus condiciones. Esto es pura groseria. l¿ve¡dad es que allí donde efectivamente realizo en el pensamientoel contenido de mi abstracción, ésta rrae al juicio la esencial q

íntima dependencia en que está respecto cle sus concliciones; allícloncle efectivamente trato de mirar a las abiertas en mi,hecho pu-ro'éste clama por salir Iuera cle si para presentarse de verdacl antelos ojos. Y saliendo fuera de sí alcanza esLa consumación que pueclemerecer el nombre de experiencia.

Il inrento, pues, de 'diferenciar' y luego .inregrar' como si laprimera operación nos trajera a las manos el verdacleto materialcle las cosas siendo la segunda operación tan sólo una ,construcción

lógica' es un intento de falsificación. Propone lo obviamente abs-tracto como si fuera conc¡eto y crea o construye con ello una abs_tracción de segundo grado que se ofrece como slrstitLlto cle lo queparece real, siquiera en un primer nivel, den¡ro de la experiencia.

Se notará que nuestra a¡gumentación se atiene a la crítica del'hecho' (simple para nosotros) que se nombra ,percepción cle laexpresión de un rostro amigoo. Esre'hecho'nos parece una abstrac-ción, P¿¡a Russell ni siquiera este'hecho'es simple sino que re-sulta de una const¡ucción a partir cle elementos cuya simpliciclaclhace imposible que nos demos cuenta de ellos. Lo que nosottosrechazamos como hecho genuino son las 'moléculas' de Russell; y es

obvio que este rechazo vale con más fuerza en el caso cle los'átomos'.

Per-o digamos algo sobre las ¡elaciones que Russell pretenclehacer vale¡ para traer a la existencia sus ,const¡ucciones lógicas,,Al parecer, es destino del espír.iru hnmano llegar a la fase de larelación. Trascenderla es meta que han pr.opuesto algunos hom-bres; pero, por todo lo que hay a la visra, la ínteligencia no pue-de desplegalse sino como >modo relacional del pensamientonr, Larelación exige términos que se relacionan de manera que el ,modorelacional del pensamienton puede clescribirse como actividad pen,sanre en que lo pensado aparece como conjunto de elemenros (tér-minos, sr¡stantivos, átomos, partes, etc., son otros nombres que se

emplean) articulados entre si mecliante relaciones y de esta mlnera

rl.a frnsc cs dc Br^dleyt R¿latio at eay ol üowht.

Page 164: Desde La Religion Al Humanismo

Ru$ell y cl co¡struccioralimo nihilista 169 l

como un todo cxPlícitamente cletallaclo en su interna complejidacl'

ro, .¡"*pro, .u. n.lo Hu-" dice que todo .] rn",.ti"1,d:l ::lltl_mienLo cónsisre en impresiones e ide¡s está ProlronrÓnclonos los

t!.-ino, .on los cualei debemos construir (o cle hecho construi-

mos) el munclo de nuest¡a experiencia cognoscitiva Cuando' se-

*uiáo*"nr", afirma que las idéas son copias de impresiones que'pr.ui^rn.nt. hemos eiperienciado, está Hume ploponiéndonos una

i"f".iO" qu" articuta los dos hemistetios en que ha divjdido el ma-

i"rioi ¿al ^.ono.i*iento: un hemisferio aparece subordinaclo al-otro

"r, uu.io, sentidos, el más imPortante de lcs cuales es que las ideas

son posteriores a las im¡¡¡esiones: se sosliene también que las irleas

,.n'*ato, fuerte, y mér,os nititlas qLre las impresiones' "Subordinación(. ,Dosterio¡icladn, omenos fuerte quen, son exPresrones que

á".ro,"n tJr".ion.s Hume también so\tiene qlre l¡s idees en el es

pi.i,n oU.a.."" a leyes de asociación: la semejanza' la contigiiidad'

ia causación son ¡elaciones entre las icleas' Así también (otro ejem-

plo¡ ..,on.to los atomistas sostenian que sólo,hay "tt::l-".1i:^y*oui*iatt,o de los átomos en eI vaclo estaban ProPonlenclonos

una doctrina del unive¡so entero en términos cle eleurentos y re-

laciones entre los elementos. Porque el movimiento no es mis que

una ¡elación scriada de ¡elaciones; y también Porque los átomos

mediante rarefacción y condensación (es decir' rlenos o más.ele'

rnan,". a" un mismo espacio) constittryen las slrla¡cils sellsibles

Pe¡o la ¡elación (es nu€stra Per-sonxl exPenenct¡) lll llega(o

a ser a rravés de un proceso en cuyo Punto cle particla no-hay re-

tación. En el punto de Particla hay un senlimiento en c¡tre debemos

suDoner la r¡nidad inmediata de los elemenLos qr¡e en el me(ro (le

;;estra progresiva experiencie llegan a distinguirse e'. incluso' a

dividirse. N-uestra experiencia tiene su origen biográfico en una

iur. lnrn"aioto q.," ,rodi" querrá describir con ayucla de los ingre-

.ti.n,.r, orp..ro. o derallei que se han explicitado ulteriormente

á""it" ¿"'.llu. s"ríu grut.rito y ciertamente aventurado pretencler

cue la ne¡sona, lo, otros y eI mundo estaban previamente allí en

i'n.*p.ii"n.i" no des¡¡¡oll¡cla del infante y que el desarrollo pos-

i"r¿i ,¿to tuvo el electo de 'darse cuenta' de 1o que estaba pre-

viamente alll. Il surgir cle la persona conjuntamente con su en'

torno y los otros es u;a lase que el proceso . alcanza' o más exacta-

mente es una maduración del proceso mismo De manera que

supon€r una separación tajante de tales asPectos es olvldar el Plo'

a"'ro -aaiunt" el cual llegaron a establece¡se' Ciertamente' el resul'

o¿o ",

.,n complejo cle ingreclientes explícitos y distilrtos entre sí:

'.

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I r70 /!¿¡ Air¿¿¿, DsDr L\ RcLrcróN ^L

tru:r\ rsrro

pero su clistinción, su separación incluso, son hechura de un pro-ceso y a éste se encuentran refericlos. por ello, la r.elación en queeslamos con los otros y con el mrulclo no es tan ext¡inseca comor¡na consideración super-ficial poclría sugerir.

Hay quienes sostieneD que no importa la cuestión genética, queclebemos excluir cle la filosolía consicle¡aciones psicológicas o Áis_tóricas, qrre no importa cómo han llegaclo a ser las cosas sino quéson. Los tales ponen cle lado y abstraelt la conclición constitutiv¡básica, olviclan que las cosas -siquiera en este ámbito cle la expe_¡iencia- no son sino más bien esthn sienclo, cle manera que el serque manifiestan clebe consicle¡a¡se ciin:imicamente, es clecir, comoexpresión cuya posibiliclacl se remite a sus condiciones cle su¡gi_miento, al proceso qr¡e las hace sulgir. No pneclo prescinclir iltratar cie la experiencia explicita, en té¡ninos cle persona y munclo,de la base movierrte y tlinlu-r-rica que la hace surgir y cuya lórmulamás adecuacla es "experiencia inmecliatan.

Cuando, pues, alcanzamos un nivel experiencial en que la ex.periencia se escincle y cla lugar al moclo ¡elacional clel pensamiento,clebemos reconoccr la verclad cle l¡s c¡rego¡i:rs (le t¿rmino y rela-ción. Pero clebemos asimismo reconocer qLre Ja sLrlqestión cie unaclispersión or-iginaria y clefinitiva es el encantamienLo del relatbnaltuúy of thoügllt; que, en verclad, no !-!ay clispersión sino en el senocle una uniclacl que se ha ocultaclo a la mir-acl:r super-Iicial, peroque se hace necesaria cuanclo tomatrtos la sugestiór-t y el encantamienLo en se¡io. Cuanclo proceclemos asíJ enconL¡amos que la clis-persión no pneclc ser. absoluta porque sns raíces ltacia a¡rás la rcu,nilican en este sentimiento, en esta expelienci:r pr-evia que la hace

l,osible.Iguai Icsultaclo obtenemos sin que im¡rorte el púnto cle partida

que elijamos. Supongamos que la clispersión sea electivamente ori-ginal. Supongamos que lúego de encont.ar ll persona frente alm[nclo enfemos eu estos hemisfe¡ios y sigamos hacia aclentro deellos el análisis. Nft¡y pronto la persona se transformará en un agre,gaclo cle facultades y el mundo en rrn ;rgr-egado cle hechos atómicos.Las lacultacles cle la persona se translormarán en elemenlos expe-¡ienciales y l:r persona tocla y el m[ndo todo en prodigiosas cons,t¡ucciones lógicas. Supongamos €sto, supongamos que sólo hay sen-saciones, icleas y clatos sensibles. Aho¡a se reÍrnen mediante rel¡-ciones. Por ejemplo, clos hechos atómicos uno llamaclo ,mesa,ahoran y otro llamaclo,mesa-inmediatamente-cles¡t[ésn- son inte-g¡aclos en una construcción lógica ('es¿a mesa real() . La relación

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oLte los t¡nc es exl¡in\ec.r; Pero ¿Por qrré e5ll rel¡ción? trfuy siml'le:

lor la simi¡ari¿.¿ de e.tos heóhos' ¿Y córno perciho l¿ similrri-

Itr,l? sc ptretle reslronrler: ComIlran(lo trttl imrgtn (on trn] lm-

,,r".ión. i'".u est¡ simil¡ri't¡tl enlre rlos ltechos rli'tirrros ¿no stt

i.". .f- ttniversrl, algo i,léntico en :rmbos herlros? ¿Y 'liremoslia'ario',,ni""ttol no ,"el".ionn intern¡nlcnlc ¡mbos lrechos? Y si

lr a*rrinr"., est.r rel'tción, ¿dóntle ta ¡'ongo y córno prLecle set ret-

dadera cle tales hechos?---p^.".a q e no es posibte nna relación sin alguna mecliclzL cle

iclenticlacl á afiniclacl ent¡e los términos relacionirdos Parece que

rocla relación suPone lln contexto o comPleio dentro clel cual se es-

io¡t".". Si la clispersión luera original y Pura no habría lugar para

"r,^¡i..". relociá,tes. La verdacl es c¡tre Ia clispersión nació conjrrn-

tamente con la relación. Términos y relaciones no son enlle sl"cle

moclo que h seguntllr esté rele!ida r los ¡rtimctos (olno t¡ll¡ Lol-

mlrla que a nosotros se nos ocnrre para-hrrelnos 1nl¡estro gusto

la ficción lógica cle una unidad Lr ve¡clad es que lérm¡nos y re-

laciones son las ctos climensiones en que viene a exPresa¡se lln^

uniclacl previa, ahora más clesarrollada y más exPlícita Pero no Por

habe¡ aiumiclo €ste riesgo necesa¡io de la ciispersión cleja -la.uni-

,t"á-a" p..uot...t y -n,iif"rtn',t; el lado que contrapoue,al riesgo

.i" tu ,úqr"rriott es, pre.i,o"tel'r", la relación La relación no -es

.*,.i"t.."' ,ino q,te J*p,eso la ac¡iviclacl íntima 'le la unidacl La

;;l;.i;" ", inte¡ir¿r; es io mlts interno que exhibe e\ tclational uay

of tltougltt

R,Frell y cl con{ruc('onrlismo nihilist¡ r7r l

xxvtll

RUSSNLL Y TL C O N S T R U C C I O N A L I S M O

' NTHILISTA

(contintLación)

si no\ollos nos IroIusiér;rmos trna emPlesJ 'le ¡lestrrttr ión, y,erri'

.r,,¡l"mienro ,le lo.lt horizonte hrtm¡no: "i l¡n\ irslrlllr¡ eL rle5eo

i;.f*,t;,i. el destino y rncl;rr en los ¡1.'ism'rs 'le l:r r¡bir' l¡ 'leses-

oero.iór, y el srriciclio; si buscáramos la manera más segura y re-

iin"J",t.'"pt"t,t, Ia esperanze el amor' h inspir:r'ión; 'i nos es-

Io.r¿."to, 'por uuiu,. la chispr del e'(el)Li(ismo hrslir l)ren(ler

rlentro ,.le ,toiolao, -irmo, rttt ftrego potcnte qtlc letltlJeril I,ccnr_

zas tocla huella de espíriru; si lodo esto' llenos rle tttrtose utctlcra'

Page 167: Desde La Religion Al Humanismo

t t72 ./¡¿¿ n;d¿o, DaD¡ L^ RELtoróN a! Hu¡¡^N¡sltoquisiéramos cumplir, creo sincera y plenamente que t€nchiamosque hacernos discípulos de Russell,

.Flabía en el viejo Hume, maestro cle esre filósofo, una sugesrióny hasta una elaboración nihilista. pe¡o

", fr_rarro ,a.o.roaa, !.," .¡

esta Juta el discípulo fue mucbo más auclaz. Flume. ,l tiemp'o queconducía sus especulaciones atomizantes y .oarrtar.,aaio.ol'a, .on:19..-.iq"d y cierro brillo lógico, dejaba o*piio -n.g.n a orras posi-I¡ilidades. Siquiera estaba clispuesco a suponer que más allá denuestro conocrmlento era posible una ve¡clacl bien centracla en simisma, fundamento estable aunqlle no visible-cle lr, aoro, qua o.,,-rl.en en nuestro mundo. Russell, en cambio, aunque asume IJ acti-tl¡d de un teórico juguetón, no supone que nuestlas licciones lógi_cas y su material atómico sean alguna sabicluría insrintiva más allácle la cual esté un sólido fundamen¿o r-eal. Ni supone ,o-Oo.o u,roconsr¡mación riLima de la ciencia o alguna meia ditererite cle sumundo construccional. para Russell no hry otra cosa que clisper_sión y relación exte¡na: strs caregorias ," ofra,"n ,in Io'r,,gerei.lade un ulterior cambio cualitativo. Sólo hay eler¡enros y reñciones;y tales ingredientes del mundo de Russell constitr.ryen,' por clecirloasí, una epifanía. Hasta aquí, los hombres habían

'adhé¡iclo, cons-

ciente o inco¡rscientemente, a los postulados del mísrico que ieshablaba cle un espiritu, de un sujito, de una sr,bstancia, ie u¡élan y sv intuición correlativa. pe¡ó _asi sostiene Russell_ cu;ncloDos aten€mos ¿ lo que cierta y únicamente hay no podemos desco_nocer que todo es cliscreto, discontinrro; sólo hay hechos, y rela-ciones extelnas entle esros.hechos': no hay per.,-epción ,t" aoárln,,;_dacl, uo hay sentimiento cle cluración, nb hay intuición ae vidacomo no sea_ ello con cargo a la pura confusión, a la per.manenciaen la estúpida inmediatez.

, Si quiere adoptarse una perspectiva aclecuacla soble el común ylil mayoria de los mortales, Russell nos aconseja compa¡arlos conniños que están en el cinematógrafo. ¿l comiü y la mayoria delos mo¡tales no reparan en que las nociones que s.,pooen verclu-deras no son ot¡a cosa que consrruccione. q,ra

"llo, i.rir-or.."ona la man€ra como los niños en el cinemaiógrafo construyen sinpercatarse cle ello un conrinuo con lo discrelo. No liay ningunainterna y mistica relación cle unas cosas con otrasr no hay un cam_bio continuo cle una hasta transformarse en la ot¡a, No clebemo,exftañarnos cle que Hamlet tacitu¡no se transfo¡me en llamle¡iracunclo; al fin cle cuentas se trata cle clos Hamlet, y toda nuestra

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Rüsell y el co¡struccionalisúo ¡ihilkta \73l

perplejidad con los cambios de Hamlet se origina de suponer que

i-{umlet e. rtn espiritu teal cuando sólo es una construcción lógica.

De modo que allí donde, desesperados, echamos fuera nuest¡a

cabeza del piélago de las veleiclades y clauramos: Yo, pues, ¿dónde

estoy y quién soy? no clebemos esperar niuguna resPuesta 'meta-

fisica'. Nó somos otra cosa que un cí¡mulo mnemónico cle hechos

¡rasaclos y unir expectativa rx¿onable de hechos futuros. Ni tienen

ilmpoco sertritlo l:rs ilngusliss dc nttest¡a muerte; debemos ser nc;r-

clémicos y convenir en que las constlucciones lógicas no mueren'

O, acaso con más propieclacl, clebemos coloca¡ nuestra muerte cotrlo

una experiencia atómica, la ltltima de las factuales que forman

esta conshucción tógica que somos; cle manera qu€ nuestra muerte

se reduce ai punto Iinal de la construcción lógica en cuestión. Lrsangustias de la muerte son un matiz peculiar cle algunos átomos

experienciales que se remiten a un átomo experiencial privilegia-clo: e1 átomo muerte. Este átomo no ha llegado a la exisrencia

rodavía; pero tiene la peculiariclacl cle intranquilizar a los ott-os

y también la cle ¡ele¡irse al nno másu cle la const¡ucción lógica del

caso: eso es todo. Pero también es muiho.. .

¿Y qué clecir del amo¡? Desarrollemos Por nL¡estra cllenta las

icleas de Russell. Potque nuestro hombre tiene Pletensiones de ser

consistenle y nosotros tenemos el de¡echo a nuestras propias con-

sicleraciones. Por ejemplo, nosotros creemos que el amor es uncaso cle efectiva y plena comr.rnicación. Incluso el amor unilateralimporta una consumación en que enra el que ama Russell puede

poetizar, si qr.riere, sobre el amor; pero cuanclo de la Pa¡te contra-

iia se alega una consur¡ación comunicativa no puede eludir lacuestión melafisica implicada. Somos nosoLrosr no Russell, quienes

ven en el amor un encuentro de dos almas a1 punto que ya no hay

dos sino una. ¿Diría Russell que en el amor aquí alegaclo una mis-

ma experiencia es común a dos constmcciones lógicas? No es ello

tan ini¡eíble cuando estamos en esLe terreno especulativo. ¿Y si

la amaáa mLrere en los btazos clel amado, cómo no mue¡en los dos?

Puesto que l{ussell es un lógico a carta cabal optaría por salir- de

esta difiiultad negando Ia comunicación amorosa en el sentitlo que

nosotros ponemos aquí. Podemos hacer otro chiste para obtener

el mismo resultado: Si dos se aman y a ella le gustan las frutillas

¿por qué no le gustan o empiezan a glrstalle a él? Alte¡nativamen-

te, se supone que mientras ella ama siguen gustánclole las f¡utillas; sin embargo, debiera detesta¡las como le ocu¡¡e a su amado.

Y es claro que todas estas dificultades abiertamente absr¡¡das re-

Page 169: Desde La Religion Al Humanismo

f l7.l /r¿¡ Ri,¿,o, DesDE L\ REucróN,\L HuüÁNrsr¡o

sultan de suponel qr¡e la constrmación amorosr se cr¡mple enneconstrucciones lógicas. De clonde ¡esulra que no hay n;rrjuau .on.sumación si se insiste en ellas.

Y nada hay que pueda olrece¡se al homb¡e como lto sea por elexpeclienre cle la exter.na convención y el mero contraro. Iiu;etlse sienta_ en Trafalgar Squ,are para oponer resistencia pasiva al:-pl:o 1. la bomba atómica. ¿No es ¡iclículo? ¿eué no e; la t;n-ba atómica una constn¡cción lógical y si ha.e-oi esr,nltn, e.to po-tente const¡ncción desúuctora, ¿qu¿ va a aniquilar.o*o rro rJunconstrucciones lógicas? ¿Va a dest¡uir r¡n clestino de la humani_dad? Isto, si nos sujetamos a los criterios de Russell, es,rrr rirrrerr,tido (eufemismo que empleamos aqui para no pronunciar la Da_labra,,estupidez() . Aclemás ¿q.,é es erro cle un cüs¿ino ¿. to .o',,r_tlucción lógica que Ilamamos ohumaniclacln? Searnos consecrientes.un_destino no puecle ser más que un cleseo nr¡estro; hacer estallarla bomba es también un cleseo nuestro. ¿y cle clóncle saca Rr¡ssellun crite¡io seguro para jerarquizrr nuestros cleseos? Russell, quemucho se ado¡na con las docrriors cle Freud, habrí oiclo h¡biardel instinto cle mue¡te que trabaja omás allá del principio clelplacer(, Se¡t¿do ea Trafalgar Square como a, ,u p-¡rio irn_pn,nuestro nihilista y riguroso filósofo nos clice I,rsLimero:

"Sear¡iosrazonablesn. Y nosot¡os poclerros responclerle: >¿euiere ustecl qlre1o sea razonablel Pero, ¡qué ocur¡encias tiene usiecll yo sólo soyuna construcción lógica y una constmcción lógica ¡azonable escomo L¡n huevo cuyos ángulos interiores suma¡i clos clestinos clenoventa grados cacla uno. Aclemás, si quiere ustecl ser r.azonable yacePtar que yo le hable no ya cono construcción lógica süro comohombre, permítame que le diga que me resulra iriesistiblemenrechocante verlo sentaclo en esta plaza a altas horas cle la noche y eneclad avanzacla para oponerse a una amenaza que proviene pieci_samente cle sujetos como ustecl. porque es su cloctrina, aclemis cl.otras tan linclas como la suya, lo que nos ha llenaclo el alma clesofocante angustia. Nosotros creíamos ser algo; pero he aquí queno sol'¡los nada; nosotros creíamos conocer algo; pero he aqui q.reno conocemos nacla. Nosotros suponíamos que había nrnoi y ,i"r_tino; pero he aqui que estábamos hr¡ncliclos in el pantano clÉl sin_sentido. Y ustecl nos abrió los ojos pa¡a que viéra}os a las cla¡asque sólo hay la dispersión sin esperanzas. ¿euier.e usred que viva-mos pa¡a r¡ntar el pan en la olla cle amargur.a que nos ofrece? ¿Lla_ma¡ia ustecl a esto vicla? ¿Cree ustecl que somos tan imbéciles, quetenemos un estómago compuesto como el cle los rumiantes para ii

Page 170: Desde La Religion Al Humanismo

ttuscll y cl co¡stNccion¿lisDo nihilist¡ lii lgc¡i¡ una cosa con Lrrlo, ot¡a con otro? De su cloctrina lluye a

borbotones que la única consumación posible es la aniquilación.Váyase a su casa, viejo escéptico, y no haga un especr:icu1o ri-clículo..

lLussell tencl¡ia lr-ruy poco que replical anle esLe disctt¡so. Co-

menza¡ía hacienclo chistes y enhebranclo paraclojas. Luego, pasaríaa cleci¡nos algunas frases sobre nuest¡a 'naturaleza'. A conLinu¡_ción nos hablaria del placer, por-que no [-tay otro srtelo seguro

doncle pueda ponel pie este filósofo, Lr.rego cle hablar-nos del pla-cer, poclría exlenclerse sobre inlinitas leglas en o¡-clen a clist¡ibuir-

el placer. Y cle aquí salclrían la política, la ética, la jurispntclenciay toclas Ja cosas clel espíritu. Salclrían también reglas sobre lo razo-

nable, lo perjutlicial, lo cleseable y tocla una serie de maneras hi-pócr-itas que ernplearia el prilrcipio clel placel para clecir su pala-bra. Pe¡o nosot¡os i¡rsisli¡iamos en la metafísica atomista cle Rus-

sell; y es claro qre irsistienclo así no vald¡ía ya más el placer- co-

mo no sea éste ¡e{e¡iclo a r¡n Absolu¡o heclonista y sibilino que

hace su vicla pasanclo la lengua a los ¿iloúros lllle constiluyel la

caótica mate¡ia clel univer-so.

Russell pnecle ol¡ecetnos toclo un anrplio clespliegue cle co¡rsi-

cleracio¡res ¡azonables acerca tle los asuntos l-rumauos; puecle pare-

cefnos un humanista incluso, y enc¿lllt¿r¡nos colr sLrs ensayos y coll-ferencias sob¡e Il n-rolaliclacl, la ¡rolitica, lir felicidacl, la eclucación.

Sí, n veces adol:ta actitucles cle visiona¡io y reformaclor-. Y sin em-

bargo, nacla de cuanto este filósofo puecla clecir posee arraigo se-

guro. liu rnicloso tealismo, sus a¡¡esLos de luchaclor pacifisla, sus

cniclados cle abuelo cle Ia humaniclacl, son motivos que pullerizala llanra nihilistir de su metafísica, Cerr-al ias Ptlertas a Loda tr¿rs

cenclenci¿r religiosa y al t¡ismo tietrrpo qlritar los cir¡ientos cle rocla

srrstancia espiritual humana recluciendo la natu¡aleza clel homb¡ea una ficción matemática, es poner en 1a raiz misma cle toclo po-

sible valor-, de todo posible proyeclo, un luego clesrruclor. No hay

posibiliclarl ninguna cle of¡ecer a los hombres una fórmula porri¡tucl cle ia cnal valga la pena vivir la vicla; no hay orientación quevalga por sÍ misma. Pol el cont¡a¡io, la docrina metafísica cle

Russell obnubila y desquicia toda sereniclacl; sólo sugiere senci'

mientos nocivos que emponzoitan el cor-azón cle rabiosa clesespe'

ración, cle sorcla impotencia. Pe¡sttaclicl a un hombr-e paraclo sobre

sus 1:ies cle que la cloctrina cle Rnssell es verclaclera, y pedirá in-mecli¡t¡nrenLe tLn revúlver l)¡f¡ legrr'je t¡n tilo.

Page 171: Desde La Religion Al Humanismo

[ 11{; /!¿¿ niu¿no, DL9D. L^ R¿Lrc¡ór ^¡.

trú},iNrstr,o

XXIX

LA ANALITIC]\ FENOl,f NNOLOCICA DE

IJEIIJNGG¿R

Istamos examinando los clesar¡ollos clel pensamiento en el clirnade la clesesperación. Cie¡ramenre, simpl it-ican.ros ,obr"

"sro; f hs-mos simplilicado por toclas partes al segrrir "l cr.ro qu" opt'",r,q5d-a¡ a nueslro argumento. Los f¡cro¡es * ¡.,"go.a.o-pJi.i., oru_cho más de.lo aquí supuesto; y hay también .J.,di.iones^y uoria.lascircunstancias que no hemos consicle¡aclo. Sin embargo, ionfian,oshabe¡ transirado siem¡re por un anplio y principal .irni,,o. ¡t-iinde cuentas, la seguridacl en el senticio ."nuol q.,e implica nuestrodesa¡rollo es un noble mo¿ivo y en rorno suyo podeÁor rit.ru¡nosholgadamente par.a una consicle¡¡ción critica que v:¡lga la petra;aclemás, grandes canticlacles de der¡lles y .o,,,p Ii.".iJn ", p,,1J.,,absr¡ae¡se o reduci¡se sin que ello a[ecte a] seniiclo princ;p'"t. eorejen.rplo, un filósolo hace rocla una gran simplificaciá., .r,i,rdo .e-sume un enorme cúmulo cle exper.iencias que abarcan siglos me_cliante la frase >Dios ha muer.ro<, y no porui*pt. ."r.,ltu it. f..,_pensamicnto cles¡roseído tle su enorme importancia, Asi tamúién,cuanclo en orden a seguir el curso cle nuestra elabo¡ación clecimc¡s,La filosofia culmina en el Absoluto hegelianoo o,La religióncorno solución ve¡cladera cle la seguriclacl se clerrumba .,,andá lofilosofía muestr.a su incapaciclacl cle substi¡uirla< o ,El hombre er_Irenta las alte¡nativas cle humanisno o nihilismo., c.,nrr.lo erroIo¡mularlos estamos simplificanclo ¡l miximo y o¡ienrá¡rclonos po¡este norle cle la seguriclacl. pe¡o n¡die pr,ede clesconocer que ir,,urrn,ambicios<_r e importanLe pr-oblema implicaclo.

Los homb¡es querrán harrarse cle placér., cle disipación, cle goceest¿tico, cle satisfacciones famiiiares; querrán estucliar el tamañ"o yfo¡ma cle un pelo e¡r la Mctalísica cle A¡istóteles o coleccionar es-tampillas o medir distancias siclerales. pero ninguno cle ellos cles_conoce¡á el valo¡ de las altas empresas y toclos clamarán por-al-gunzt fórmula tle seguriclacl. Hay pregunras cuyo sentido v Dreva_lencia n¿die cliscute: ¿eué es el hombre? ¿De cláncle uien" y i aarr_cle va el hombre? In ellas entenclemos que se picle seguriclacl enel senrido de uu lugar, una o¡ientación; un clestino, i,rru aorr.,-mación.

La religión daba esta segur.idad al hombre. Hemos t¡ataclo tleponer a la vist¡ su crí¡ica mosL¡anclo que la religión existía como

Page 172: Desde La Religion Al Humanismo

La aDalíd.a fcnoñe¡olóeica dc ilcidesget ti1 l

niclad in€slable. La existencia de Dios o de los dioses eta la ¡es-

Duesta de la menre confundida que satisfacía r¡n anirelo mediante

llgo pareciclo a la satisf¡cción alucinatoria cle los psicólogos' trl sur-

ni"miento de l¡ inteligencia iba a minar necesari¡rltente la base prin-

iipal de la institución religiosa. Si en el hombre alienta un deseo

áé regtrridna, por decirlo ásí, cósmica, deben existir los ingretlien-

tes cli su satislacción (era legítimo argumentar así); Pero la sa-

tisfacción representada por la religión no resiste. la roirada de la

inteligencia y resrltu ilusoria. Por 10 tanto, la inleligencia es el-

.ornirr'u. Con todo, llevacla a su consumación, la inteligencia re'

chazaba la existencia y se lanzaba en el océano ingrávido de una

consumación teórica áonde las cosas todas de nuestro mundo se

incorporaban con parecida simpatía en la benevolencia i¡¡itante

del -Ábsoluto. No había absoluto para nosotros y lo mismo daba

legalarnos en el fango y el crimen que levantar "-rt ::lPl: n l"

P"ilección. De maneia que no hrbla la ¡rnsirda justifícación es

peculativa de la religión, y ésta a una con Ia {ilosofla caían por

el suelo,Surgía entonces la alternativa de buscar la seguridad en casa

propiai Hubíu, de una parte, un anuncio de destino y libertad en

,r.,"rt.n propiu conciencia y, de otra, genuinas aunque transeúnles

e*perierr.ia, de encuentro y consumación: la simPatia y el amor'

Ci'ertamen¡e, no estaban ya los dioses ni estaba el Absoluto; sólo

estaba lo que efectivamente hay junto a la posibilidad-de adelan-

,o. po, a.t ruta, Ciertamente, podía decirse (sobre todo miranclo

a lo alto doncle b¡illan mudas lirs estrellas) que estábamos aban-

clonados; pero esto fuera cerrarnos por delante eI camin-o lacia

la seguricüd. Podíamos hacer lugar a la desesperación cliciendo

qrr" io rro, hicimos a nosotros mismos, que hemos sido arrojados

en el mr,ndo sin haberlo querido; pero esto fuera torcer la vista

de Io positivo: que simplemente, pero tambi¿n rotundamenLe' so-

mos y que siendo sentimos surgir una posibilidad de perfecciona-

-i.rrio i. nuesro ser; y potlíamos agregar que no somos tan a lo

tajante como pueden algunos pretender sino que nueslra concren-

.i^ "r

a,tt l,tgor y rrnu función, una fase y proceso hacia la seguri

clad. PodíaÁs, pues, desalojar el lloro y la nostalgia centándo-

nos en lo positivó, buscando camino por entre lo que hay y lo q.ue

,o-o.; ,ólo asl asegurábamos en las manos nuestra resPonsabili-

dad y propiciábamos a las claras la tarea de posibilidades ciertas'

es ¿ecii, ¡ealizables. Sin dejarnos en¡eda¡ en las especulaciones so-

Page 173: Desde La Religion Al Humanismo

J 17¡l .¡ran 1?¡,d ¿, DBD¿ !¡ R¡L¡C¡óN ^r

Huñar¡sñob¡e el ser en su totaliclacl o sobr.e el sentido último clel r¡nive¡st¡Leniamos a mano las concliciones cle un tlestino

""a"a", ,^^."r0,ciones de nuesrra {elicida.l, ., a".i., ,rl,..i.u-"p"riü"rai_.r*a lo ancho de los anhelos más puro5 y más altos.

Peio habia orras alternariva;. pocliamos rechazar como estúpi_d:r quimera nr¡est¡a ¡nsieclarl cle cles¡ino, corr.¡n].;o-"",i.i.11el nihilismo. poclíamos rambié. / '{Lr en

xiiio ninguno ,r. In "rn..u

lo.?rlnsrst r¡ en la religión: pero, sin au-

"n," ro .ifniu]',;;,;J;;";:::::, v sospe,hosos ,ie ir¡acion¡iismo

este caso a expeclientes 0. r".#l':,1J,;;T"¿'l?i.fft:,::l#cias:

^el temor, la tlesesperación, la orrgu"rri", t-culr;'; ;;;::;rr.,etc, Sobre esra alte¡nativa de

ir clesde aquí u .,rr" .orr.luriórrfemos delenetnos brevemenre para

^^ 1ll:: jmpor,ra señalar algunos rasgos de la filosofia que sur.

::j::":,r9t, tmporta, en primer lrrgar, rtcsracar su ."rj|,".-t".nomenológlco, es decir, su o¡ocedimiento a. op.o*iIrr".iar, -áir..-

r¿ a lo más esencial de las ása-s. No se rrata aquí, empero, de losdatos sensibles e imp¡esiones rri ró,.ro; iii;;";.;"J;;il;:, Í:j,f "ljlii::.j:'ij'.ü:,ll'j.i; lli"jespecie de intuición intelecr'al. óes*iben i" 1" liJu."""r.ir"trn obieto o enLid¡d cullorrier¡ y prerenden que iu .ler.riocióoes ,eidérica(, que no, s,-ii,i,tr" ft;;j;r;;J;". ol,iifilXu.'0.1,lT :"::oio

por ejempto,_ describi."d" ;i r;;-;;,ffi ;' ;;;;, ",mrsmos (y que- Heidegger clenomina Daseiz) se ofrece" ;;;;;,-g^:: ,:].:i: l"t::

rle esr¡ enricl:d que ,en su ser se condrrre et Dn¡¡inIerir[rv¡mente a st¡ serr: oue el ser d.el Daseín,a, "., c-a;'il.omío{; ql¡e uel 'se¡ er¡ el rnr¡ncto, .. ,,";'":,;,-; ,:". :'^"--:1. .: ""' t:

det Da.;.e.i.::; q,;;,;; ;;;; .*":"::"#;i":;':::T,i#,;;su posibilidacl, ptrcde esLe enLe ,

narse, y también per.crerse, o ;; ;:Jl.'".il.,1:3].:. J"'iJj.::,,:l;que se gana(.Sin embargo, sobre la verdad de esras aserciones que direcra-menre,se hacen poclriamos no estar cle ".r.rd" .;"

j"Jl;";;;;;,39ff: *."",'.'lliya rigida. g ue'¿1"

",,-io--J. ii;ü#;?:{crrcs serra til s¡gl¡¡enle: O los cos¡s que dicen sobre oel ente o,,esomos nosotros mismoso son ve¡dederis porque se ;"J.;;;;r;"la,_definición nominal o concepto de ¿i.do .i¡"; o ;;";;;¿;,porque responden a observaciones nueshas que no difie¡en sra¡rros¡ de l¡s que hacen los hombres ordin,,r.ioJ. frr "f ".,-., 1,."l:r ver,l¡rl- es me¡a Latrtologi¡; "n .t ..gunlá. ,Jn".;j';,,; 'o.f;.

der -ayudándonos de alguna doctina apropiaclo_ q.,. r,. irur. á.

1

i

Page 174: Desde La Religion Al Humanismo

La analít¡ca fÉnoncnolósica dc Hci.t€gse! vslvercla.les. Los fencnenólogos rlo aceptan esta alte¡nativa v suno_

:l"l',":,:1 .'::luor,'" u'il especie pecuiiar de visión. Son ;j ;,:;san qe sr mrsmos_ capaces de ir por enfte los pliegues cle la éxpe_riencin y cle Lomar conr,¡cto cli¡e,ro..,,.,,",'^".;",:-:"';::' .

bilidad. .rrecto con sus concliciones de posi_

.Sin embargo, nos quecla la impresión de que no es tan univer_sal ni tan.necesario lo que dicen y q,.,e si pueáer, ,..ifri,

"..pru.iO"se debe ello a que dicen cosas nuevas iporqr.re es asi) y .no

r¡o¡alguna especie diferente de cerrezr que fr'"y. i"f iao ;;' ,.-l. ;ri.r.EI mérodo fenornenológico no es esencialmente dife¡ente de lascescr¡pc¡ones gue hacen o¡dina¡iamente los hor¡bres. pero a lanoveclad del material se une cie¡ta clisposición, .iar,. ,_ona.o" ¿":::f,j y .i*. pruriro de filósolo es.peiialisro q.,. i-po*'o-i.u,ncte rmponer sus crire¡ios.

",,f.]' :j:,Tnt", cuanclo Fieiclegger dice que el D¿sei¿ es un ente,soto que de especie diferente a las cosas, objeros, instrumeDtos, etc.,porh'iamos esta¡ cle acue¡clo en que se empiee esta pot"Ua", ,"art"_,para referirse a nLres¿ra natural¿za humuno o "l .iir,."i.' q";-.o-moii nosot¡os. miseos, pero debemos reconoce¡ también qrie estaes una cuestión rueramente teuninoiógica y qrra

"r.ra."."r'io *u:,"1].

r"gi. poner de iaclo la signifi, rciZn qú. i "utir"i."^," aJ^*d r¿ lrrraora ,ente<; en este sentido usual nosotfos no somos unente, ni lo es la complicacla es|l.uctüra que Heiclegger clescribe y a

l.:,,:,, 1, el nomble espeeilico de Dasc'it. tf q,,""'H ",

d"g;".'Aíg,que el Dase¡n es un enLe es, e¡Tli)eror no uua cuestión ter,ninol¿-C]:" ,]]r. ,: derrlle importante il. ,., -orr..n .f. ,.nro.

".io^.,]..:lon' Y e:, claro, entonces, que nosotos poclemos no estar cle acuer-uo con er. Asrmrsmo, cuando Heidegger sostiene que la cuestióncentral es la del Ser hace una afi¡mrción cle la que

", .ooriUf"tlisenri¡. Uno puecle movilizer grrnües p:rlabras ,rJ" ¡"_,Íi*""tema cte He¡degger: e¡ -gspiritu, Dios. li N¡ru¡alcza o el Hjmbrepueden ofrecerse akerDativame¡1re. puede sostenerss q;.

-;ñ;,como tal es la rnera Nada, o g¡s es a lo sumo .rrrn áb.taoa.iá,,o que es la Realidacl en 6u moclo cle cla¡se al Entendimiento, etc. y,ll!]nr e,1"0" ar¡ibuirse ta preeminencia q"" H"ia.g;"; d"

"fLtasetn en Ia cuestion del Se¡ ¡arsumenrarq'eracuestióno.,,J':.P,'.:;:J;l,.tlilTl11;."."l,i"rll!está alli delante enfrentánclonos o que ia experiencia entera es'elSer o qr.re, en contraste con el Ser, somos nosot¡os mero deveni¡.Iinalmente (para no abunclar en consideraciones¡ .,rorrao

"rr" ti1á,

sofo dice que el ente que somos nosotros mismos es el ente aI cual

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I100 J¿¿a fii¿¿r¿, DaDE L^ R!!¡cróN aL }ruw^NrsMo,en su ser le va su ser-", está afi¡ma¡rclo con ctrgo t sus persoDalesconside¡aciones. No creo que uno de c¡cla mil enr¡e tor' ¡o^¡ra,esté de acuer-do en que )en su ser le va su ser(. La ,rl.yo.í" Ja lo,hom b¡ es

,no .en re.nde¡iarl r¡n.r pizcr cle lo qrre aquí,a ji.a,-1"-,nr,-

yorla ue Ios ltombres convenLlri¡n en que sL¡ ser es ¡¡¡.¡ inlimo senLi-

:1.-T,r^" -.i :-1-al instante, que cambia cle un insrante " orr., 9*un.dia no van aser más; pero que en su ser les vaya su s€¡_ es Lllt¿

surlreza que pLleden entendcr solamente los metafísicos. A csia coD-side¡ación se responclerá con la- cloc|rina .tel ocrrltnrr_ric"ro, ,) u1gc,por el estilo: se dirá que el ,irle en su ser sLr ser< ., "lgo'qu. lo,hombres ¡¡o perciben rle torpcs que son; pero qLre l,eiribiriln siaooPtalan lir PosLur¡ tle Heidegger. si comprcn,lieran qrre el lrtrn_

bre hace-su vida enr¡e posibiliclides y siguienclo l" ¿ir"'..i¿n lü r,,pt-opia elección, si se clieran cuenta de que el ser clel Dos¿lr¿ ,sedecide exclusivamente por obra del Daseín mismo en .f *.if. ¿.1r¡cer o eI no-hJcer(. Anle r¡n¡ consideración como isfjr caLe olrt .

tter a grrnel otris de la especie sigrrietrre: eue,lar ai ,noi,.,.i,"el nolnb¡e de elecciól es pura suLilez.r; porqr¡e lto lr,rl.elccciónen el me¡o ,clejarse llevarn; los homb¡es prleden enrrn, i snli, ctetmundo sin haber hecho jamás una elección qesto no "i ,rirg.l,rnocurrencia). Se puecle también oponer que la consicleración slobrelo implícito, sob¡e el ocultamienro, es un artilugio para atribuir al,ser del hombren c!¡anLo se nos ocurrru y aclemis que nacla pueclejuzgarse implíciro si no se hace explicito; que to irrrpli.lro ,ro'J",,"titulos para atribuirse al ,ser (lel lio,¡bre" como lo in él or-iginaiioy veldadero. Se puecle argumenrar, asimismo, que muchos hlmbr.esse ¡emiten a lo ato cuando enfrentan una al¡eirativa y que los haypara quienes la fatalidad reduce a veleiclacl sin .",iriilo 1o Irtí,nimia elección.

Todas esLas consicleraciones buscan la siguiente conclusión: OrreI-Ieidegger puecle decirnos muchas e int"J¡es¡ntes cosl5 sollrel iahumana experiencia; pero, que en su prerension cle tr-aer una pala,bra úl¿ima y 'originaria' sobre ,el se¡ y la verciacl,n". rrolr.rir.l.entrada con grandes clificultades. y tales dificultacles nr.oinc",r,l"la

_actitud filosófica que adopta este pensaclor, par.a é1, la cuesLióndel ser es la cuestión fundamental; pira é1, clebemos io-",r.n, i,r,terrogando sobre el ser del hombre; para é1, el homb¡e es t¡n en¿et en sr¡ se¡, a este ente, le va su set. Toclas las consicle¡aciones clceste Ii]ósolo prreden ser.¡cept¡rlas en la [c¡i¡ cle i¡s e,lccrrl,rr io¡es,ro que no podemos aceprat es lo que Heidegger exige prr;r ellrs:que sean una veldad última, siendo que clistan mrrcho cle ser.lo.

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r8l lporquc una filosolía que tien€ p¡etensiones cle ser universal, radi-calne¡ie cent¡ada y vei-daclera, debe dar cuenta de toclo y encon-

rr.ar aceptación. Pero la filosofía cle Lleiclegger no cnmple con esras

concliciones ni tiene posibiliclacl de cumplir con ellas. Los homb¡esordinarios no van a enten€lerla y entre ios extrao¡clinarios muchosno van a aceptarla. In cuanto a sus defectos en el terreno de laexplicación con esto basta: que no explica que el hombre apar.ezca

caíclo en la confusiór'r ni que algunos entre tantos desventuradosse esfuefcen por salir de ella. Pero si esto que es muctro- nosatisface poder¡os ag¡egar que no explica la muerLe, la enlermedad,la miseria, las guerras, la crueldad, la explotación, la ignorancia, elestado espantoso cle los más, las monlañas cle cacláveres que subenal cielo. Ni es capaz esta filosofia -acaso porque se ha irecho rnuyprofuncla y muy or-iginaria- cle indica¡nos qué clebemos hacer. Aral punto ha clescendido esia filosofía en lls simas del Ser y la Na-cla que se paralizan en el 'espíritn e{istencialista' todas las poten-cias de la acción. In r¡n estaclo cle espír-itu or-iginario -la angustia-se nos hace patente la Nada; sólo en esta exll€riencia cobramosconciencia del Ser; tan honclo navegamos qL¡e nos enrran LiriLonesde perplejida.cl; estamos cntonces a punto para la 'existencia ¡rro-pia' presiclicla por una perspectiva de la mne¡te. Y es cierto; antela patencia cle la universal vaniclacl poclemos tornarnos compasivosy b'renos; pero, también, es posible moverse en senticlo contrario yabogar por la aniquilación unive¡sal. Si sor¡os para la muerte,

¿quién cluda sobre las ventajas cle apurar el rrago superlluo cle lavida?

Flabiamos de honclur¿rs y de paralización. Sobre la cuestión dela muerte poclemos aclelan¿ar aquí un p:'rrrafo c1e Heiclegger quenos Parece muy iluslrativo:

Finalmente, cae fuera del clrculo de un análisis existenciario de Ia muete loque cabría discutir bajo el titulo de una'metafisica de la muerte'. Las cuestionesde cómo y cuándo'vino al ¡rundo']a muerte, qué'senrido'püeda y deba renercomo mal y dolor dentro del universo de los entes, pr€suponen necesariamenLe unaco¡¡preffión no só]o dcl caráctel del ser de la muerte, sino la o¡tologla del uni-verso de los entes en su totalidad y erl especial la a€la¡ación ontológica del mal yde la negatividad en general (S¿r ? Tientfo, Se.c. I, C^p. t) .

El sentido de este párrafo es ciaro: antes de tener a mano unarespuesta valedera y adecuacla a nLlestra personal y también irn-postergable preocupación sob¡e asunto tan estr-emecedor y formida-ble como es el de nuestra propia muerte, clebemos aguardar a que

La an¡lítica ¡c¡o¡ielotégica dc H¿idegscr

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t 182 /¿¿¿ nt,¿¡¿, DLsDn L¡ RLLIü¡óN ^L

Ilur,r¡-¡srose ieirlircn cslri(tirs in\esrigir, ionc- ontolúcic.r-; s.:L_,r c .,,1 r:r,i|e,.de los cnres en su rorrlid¡,i-; ,lelr"mor .g,ir,.,l., i.¡¡U,n^ "'""llll::,i1"_:Ut:t:

ecierrc en ¡,rrrez;r,l"srri¡riri,.,, lrr.;,.;,;,,;.,.'.;;:(Iales.en qrLe se e\ptes¿n el rnll, el dolor, la negarividacl. iisio¡t_-S¡

irjcr, lor roclo lo que hry a la vistn, .1,," l ^r"'".I.i-i; h;o¡es n¿n mL¡e o err lo¡¡n:r inrproi,i::tl,r, q,," ,oia,na,,,. ,1""¡u,i.quc el viejo Heidegger hryr , rrmpli.lo ,u lr.rzrir¡.","i¿*,. "ir,-lcnros en rondiciones dc a¡renrler I mori¡. H¡sta .q,,i, ,,r" f,.nr;imue¡to'a la buena- de Dios,.

Ciertamente, la fiiosofía puecle a(le¡rtrar y aclentr.a de hechocn investigaciones profuudas e imporranres. 'ff" arrra¡.,,1o o i,hombres y Ir¡ orienrerlo su.; pJsor. p"ro e.,lc,n..i",i. f,,",,. ,,,=tcnder rll¡e l¡asre rl¡orr lr¡n ido j.rs gencrrciune\

" 1,,,,.; ;.,i 'i.,

tumba al buen tuntú! y que ao., arlrorr,la n ln ferrorterrálugj" v o l^ontología poner los {undamentos de unr ,¡neratisica ,f" 1.r';r,i.,,;Po¡ lo clemás, puclie¡a sostene¡se que, cacla uar -¡r, lo, no.rb.i,flo8resan en conocimiento y s.rbidLuía <ie mane¡a que la filosofi:Lde l¡ mUer¡e, el ¡cntido,[e la mrreltc. l¡ ¡,titrr,l

"nte 1., r¡,¡"i1. ,"hacen más adecuaclas con el tiempo. pero en el caso cte Fleicleggerre.r¡lr¡ q.e no h:ry ningrirr p,ogie.o.,lc

".," n.,,,,..1"r,, "i,^-l,iil.,lebe¡no¡ efe¡ru¡r lr¡r regre\o a lo originurio pi,l.¡ esl,r¡ el¡ cnn.li.

ciones cle hacernos luz sob¡e estas mater.ias. Toclo Io ul.o.r,.,]o ennuestras reflexiones sobre la rruette es asunro asentaclo eir la con-flsión y la ignor.ancia; clebemos clevolvernos cle aqui y "";i";'";-i; .'in¡recliarez- fenomenológica'; cuanclo tengamos .,;",á",;;;;"-,;;versal' poclremos clar hrgar a nuesLras consicleraciones sáI¡r.e l;rmue¡te,

, Y es obr io qrLe anLe tirnLo pLrrismo cabe l pr.egun¡as que se lormLrrirn por. s¡ sot¡s. ¿Lor¡o nc se procl,rjo el progreso humano ateDién,cose il lo ol rgrriu.iol ¿Desrle cloncle cayeron las tinieblas quc 1,91¡¡los ojos? ¿Por.qué no puecle un hombie cle unir simple *i.n,fn-r..e¡r sns condicio¡les? ¿podr:in toclos los hornb¡es o sictuiera algrrnosmiilones da¡ lugar a_ las complicachs espe cul¡ci,,nes'<le ;"i;f"..q;;.para ponerse al nivel de una ,interpretación

cle sr¡ nr¡e¡te,? ¡óuéresultará cle roda esLa filosofía de la mu€rte con ¡elación " f" i,if..l¿Seremos capaces de realizar una 'ontología universal,? ¡po,ir",rro,cn(onLrírr, trtrin,lose,lcl mll. rlgrrnl norrnJ qr¡e no, ¡eimirr srlir.

de sr¡ mert lenomenologi,t? ¿Es la mrrerrq rrn mrl? ¿i1.,, i,r r1ónrlc

1Pu"!nTo: pa¡a este juicio cle valor? porque e¡jro íilrimo pa¡ecede señalacla importancia. La lenomenologia pr.a. .,,."ir"rri* ,á_b¡e la esencia del mal, sobre la esencia ael aotor, sobre la esen.i¿

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L¡ ánalíti¿á renóncnolósica dc Heidcsge¡ 183 lde nuestro ¡epudio del mal y del clolor. Incluso, la fenomenologíapuede atinal con las 'estructuras' tlel r-epuclio y así mostrar cuálesson sus condiciones. Pero lo que nunca poclrá hacer la fenomelogíani ninguna disciplina teo¡ética most¡ativa o demostrativa es 1uiúl_f¡car tl.úes:ro repudio clel mal y del dolor. La {enomenología ve elser de las cosas, pero se ha dispuesto de tal nanera en las concli_ciones del puro ver que le r-esulta imposible justificar ningún com_portamiento valorativo. Qué ha ocurriclo con e1 honbr.e que elmal ha caido en su vida; po'r. qrré rodo este clespliegue q.,e bienparece una degradación a partir de límpidas luentes originarias;cómo justificar este esfuer.zo del homb¡e hacia lo que juzga valioso;qué juicio universal hacer sobre el universo en li toialiáact accesi_ble de su movimiento; cómo explicar y justificar la carre¡a loca clelSer por ent¡e los resquicios penumbtosos de los entes; tales soncuestiones que ni la fenomenología ni ciencia ninguna cle la .teoría

pura' podrán responder jamás. y no es difícil explicar que así sea:cuanclo, enfernos cle especulación pura, cre€mos que hay en nos_otros la posibiliclad de apartarnos y dejar a los entes lib¡es en suser. para que nos entreguen su verclad, hemos abie¡to insalvableabismo entre la vicla y el mero pensamiento. por nucho que, asldispuestos, nos tlanslormemos en eipectaclo¡es y tatabióir hiecloresde un bailoteo procligioso de'est¡r¡cturas y esencias', nunca poclre-mos salir del labe¡into. Cuanclo trater¡os cle hacer algo colL nues,tras categorías resultará de ello una ca¡icatura rígicla y gr-otesca.Nos iremos de la lengua a la primera tent¿tiva y no llegaremosnunca a la acción. O en el caso de atina¡ con lo primero a li mauo,actr¡aremos rabiosanente, con torcida conciencia y seguros tan sólode estar disparanclo a ciegas. Porque de tal maneia nos hemosataviado de fenomenologismo y eidetismo que nunca confiar.emosen nada; ninguna acción será plenamente acción para nosobosmienfas no hayamos dado término a la 'ontología unive¡sal,. y-¡ay, dolorl- es necesario actuar aquí y ahora, es clecir, hacerlo aciegas y a la desesperada.

Pero hay más problemas para el Ienomenólogo. El quiere clispo-ner la experiencia de manera que las cosas di6an por ií misma supalabra. Dejar a los entes en liberrad poro qrre -,,eit.en su ve¡clad;hacer la experiencia originaria para que el ser entre en casa conluz, Pelo, ¿qué palabra es ésta que dicen los entes? Las palabrasque nosotros conocemos y empleamos fo¡man un pafimonio histó-rico o tadicional. Por todo 1o que sabemos, no son las palabras elfrt¡to de una señalada tradición sino que su origen se

-dirpu.o .n

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Jtuü^Nrsvo

míütiples cli¡ecciones. Además, el significado cle las palabra5 carnb;¡con el tiempo. ¿Habrá entre las palabru5 histó¡icas algunas señala_das que diga el Se¡ con pr.eferencia? ¿por qué rencl¡ía el Scr quepronunciar unas más bien qrie otras? ¿por qué tenrlría el Ser queclecir ¡alabra ninguna? ¿Di¡ía, por ejernplo, el Ser. cuanclo se po¡¡a clecir su palabra: "Yo soy el Ser<? Si el Se¡ habla

",, ,lorotrur,¿por qLré dice nsern? L¡- ve¡dacl es que el Ser no clice ninguna pala_bra; somos nosoLros qnienes pensando que allí en nuestra expe,riencia ,hay algo 1o nombramos 'ser< como puclimos nombrailo>papá<. Las palabr--as son cosa irnportante, naclie lc cluda; pero,quitacla le experiencia en que sc emplean, son meramente un ¡uicloarticulado. Y tocla la cuestión resicle en la adecnación cle las paia-bras; reside, quiere decir, en si expresan las palabras tocla la expe,riencia. Y es obvio que no la expresan. Hary algo que no saie avivi¡ en las palabras aunque es vi(l;l nuestr¡j cle mr¡era que ntes,tra realidacl no está plenamente expresacla en palabras.

Heiilegeer conoce muy bien l¡s limiracionei rlei mé¡oclo feno_menológico; sabe que 'toda la verclad fenomenológica' está const¡e-ñida a las palabras que usa al hacer sus clescripciones. Ls claro paraél que toda su ambiciosa enpresa filosóIica clepencle de la ¡elaciónent¡e el Ser y la Palabr-a. Si la Palab¡a es mcra convención, 1ne¡oruido articulado, no puede ser aclecuada plenamente al Ser; si laPalab¡a no es originaria, si no surge en la limpia ex¡teriencia fenomenológica, si no es, por clecirlo asi, el paso primero e inmecliatodel Se¡ en su 'casa de luz', tampoco prrecle aspirar-a expresar plena_mente el Ser. Por lo tanro (l.re aqrrí a la lógica), se imponet exi-gencias a las palabras pala'tener la palabra'; se exiee qte la pala-b¡a se¡ el Ser mismo en cLlanto viene a acloptar.el moclo cie la luzo el Dcsencubrimiento; se exr'ge que el Ser sea la palabra en mocjoparecido a como es el Verbo l¿ mane¡a como se expresa y hace luzen l¡ c¡c:rtión el viejo Dios hebreocrisrirno.

Es fácil percibir Ia clificultacl que trae la cuestión de las palabrascuanclo se atiende a los siguientes pasajes cle la Carta sol¡re el Ílu,-manismo de Fleidegger:

Si el hombre dcbe enconrlar cle nuevo el camino hacia la proximidad del se¡,entonces, tiene primero que rprendc¡ a exisril.eD lo innoniina.lo. Tienc que reco_noce¡, tanto la seducción dc la pubticidad cu¿nro la imporencia de lo priva.lo.Antes dc h¡blar, el hombre tiene quc dejar que el ser ¡uevament€ le diriia tapalabrx, (orriendo cl riesgo que. ¡'nb:l€rJo,lc csrc modo. no tengr nrJa qr¡edecir o sólo muy r¡ra vez. Sóto asl se devr¡elve a la palab¡a la prcciosida¿t de suesencia, y al hombre Ia morada para que habite en Ia ve¡clad dcl ser.

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Conclusion€, 185l

A este pasaje, ha¡to ih¡strativo cle crianto decimos, agregamos elsiguiente del mismo escrito:

El hombre no es sólo un'ser con vida'que al lado de oüas facultades poseetambién el habla, sino que el habla es la casa del ser, habitando en la cual ethombre ec-siste, en cüanto, al resguarrlarla, pert€nece a la verdad del ser.

Debemos, pues, desandar un largo camino de aventuras merafí-sicas veleidosas y aprencler a cerrar la boca. Debemos, en este mu-tismo preliminar-, aguardar la palabra del Ser. Si el Ser no habla,no hay verdad ni especie genuina de seguridad. Pero suponemosque cuando hable el Se¡ lo hará en una lengua que entendamos;y no habiendo lengua originaria ninguna sino que toda lenguahistórica importa unos modos de pensaraiento y una metafísica,tendremos que iniciar una ardua tarea interpretativa cuando noshable el Ser, Y nunca estaremos en situación cle probar que hemosescuchado lo que el Se¡ nos dice. Heidegeer se debate desesperada,nente por enconLrar la huella de esta palabra originaria. Lo másseguro es que al término cle esta ruta, Ia palabra originaria se trans,forme en el Silencio,

Y ésta es la conclusión en el caso de Heiclegger. Debemos ¿rban-

clonar todo término alcanzado hasta aquí y aproximarnos a loolvidado: el Ser. Toclo el lar-go camino de la filosofía ha sido hechoa1 buen tuntún. Debemos aguardar la palabra clel Ser, guarclanclosilencio. Só1o de esta manera el Ser entrará a las abiert:rs y nosdará habla y casa cle seguridacl y verclacl. Toclo esto, descle luego,es talea que corresponde a las generaciones venideras. Vend¡ánnuevos Heráclitos, nuevos Pa¡ménides, y se establecerá una brilla¡,te Eclad de Oro. Después, los moltales caerán probablemente en elolvido del Ser; y vendr'á un nuevo Heidegger, y así aclelante enla rueda clel Eterno Retorno. !n cuan¿o a nosotros, los cle aho¡a,mucho mr¡tismo y cuidado y, sobre todo, nacla de acción porquesiquiera andal es proceder a ciegas.

xxx

CONCLUSIONES

Queremos llevar a una conclusión estas páSinas puntualizandosobre el desarollo de nuesrro argumento y razonando un poco encuanto toca al proceclimiento empleado. Porque -tratando primerode la cuestión cle método- no ignoramos que hay la manera obje-

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HuMAMsÍntiva y materíalista de apuntar sob¡e el asunfo que nos ha ocupaclo;segrin,este cri¿erio es posible moverse, por decirlo así, descle.fr¡eray señaiar lrs condjciones sociales. ¡.,olitic;rs y económicas ou" .l¡",

"consrriñen el cr¡rso hisrórico ,le nuesrro asunro. En ".i., ;r;;.;.1veccs, se dJ el caso de uo ¡onclicionamie¡ro orip nó .1..;_, ;:

q.e sobre ral ci¡crrnsrancia r,,.r"-;.,,"g";;r;.; :i;i"",.o:iffi' "l.iT'sión conscienre y cleliberada. por ello es que iinH"r, ,¡gtr";rt ¿"'astr¡cia de- la historia, y ¿ambién _clanclo arrrptio ,"rrU.tn'u tn

"r_presión- de marerialismo histórico. y parece'legítimo , J.r""Ol"rplic:rr esre c¡irerio: soll.e roclo l,or ljr vasrecl¡,1 ,lj ."¡¡ná ¡iriJr,-y social que ofrece a una c¡ítica consistente y t,aliosa. '

Si no her¡os dado lugar en el tratamieuto de nuestl-o terla a riu::.1?g-",d.

€sta especie, -complemento obvio rte ,"1

"f"!.*il¿",exl)ti9uelo_ el lectot. por lr imporranrie ql¡e ticne pil).f nosotros

¡r,opici.rr I¡ rcritud crírica srrbjerira en el re¡n¡ ,f" l.l *i;*iá,,. i_.crruca rntteratrsta parece una tarea finiquitacla y sus reiulraclos

son la moneda cor¡iente de nuestros clías. iroa.f aárr,rorin, f"-oari_trrcl sui.ljetir.a. que re.onstrr¡ye h prrgn:r inmrnen,a .1, nu" an'cr,"Iugiu hir s¡(Lo puesta_ en perspecriva fematiz¡n¡lo sobre lt s"eul.i,.l¡,1,no aparece. adoptada amplia y consistentemenre. pero cs" impo1._¡¡nLe. hacerlo asi.torla vez qte p¡re.e neLesirio ,rer ogcr I¡ m¡L,ei.i.rposrtlva del problema. Ciertamente, la conciencia reigiosa hace sucamino en el mismo mercaclo en que imperan ia volunt"acl tle pocler,Ia explorrción, ia lranca y ro,l¡i l¡s to.ma,,t. t" inj,,rii.i",*.i"manera que resultaría a todas luces absurclo prerender que cliihaconciencia_ constituye un soplo de pure¿1,

"*o., ao.rrrrirlro.órr' ocosa por.el estilo. Sit embargo, algo cle positivo clebe ocurrir cton¿ela-religión se cotira y.iqrriell rrnl prrricrrl:r tle bL¡ena ronciencie

llb¡ 1Sr9nt..,",t ranro eng:Iio. La crítica marerialista pone clelantede tos oJos el momento externo, mentiroso y mercaririlista rle lareligión; apurrLr, aderrris, sobr.c l¡ lndolc a" f"

"n.¡.n".ián-i"il.giosa: la religión es r¡n humanismo ül,ei Lido, f"rj ",

-a.r."¡i"avanzar en esra dirección, invesrigar las concliciones de la religiónen la conciencia y desarmrr el eprtrto srrbjerivo tle confusioncs"oreta hrce posible. De rÍl rnrnem se rlespejan clentro clel ho¡izoirehumano los términos de la cuesrión y ie erclnrec" i^.ir"".iJ,, I¿homb¡e hasta ahora ter.giversada o aplasracla

"r, .,r, l"¡.rinio J"

tramPas.Sabemos que las dos fases merodológicas cle la critica son inse_

parables; algo hemos'hecho en nuesrra presenración del p¡oblemapor indicar en la dirección materialisrr; cle rodos modos, á"fi"_",

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''Et 186 Júan Riu¿ o, DaDL t.a L\aLrcróN,11HUMANrs{ñ

tiva y mater.ialista de apuntar sob¡e cl asunlo que nos ha ocupaclo;según,este criLe¡io es posible moversc, por cleclrlo así, descle,fueray señalar las condiciones sociales, 1>oliticas y económicas q.r" .i1",, yconstriñen el cu¡so histó¡ico cl

'eces, se cr¿ el caso cle

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q u e s o b re ral cir c.ns ranci a .,,;i:':1:'#;;,1:; :l ; ;'"."i::'Ti "l1l::,sión consciente y cleliberacla. po¡ ello es que h"blr¡t ,lg,,".rta"

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"rr"It¡gilt llir \¡(lo PL¡est¡ en pel\pc{ti\ir te.n¡ti¡¡n¡lo sol¡telr seqr i,lr,l,no apnr€ce. adoptaü amplia y consjsLenremen¡c. pero cs" im1,ur_¡.¡nte. hrcerlo ¿sj.to,la vez qlre lr¡terc re,esirio re¡ogc,. l¡ rr¡r'ei.i.,positivr del problemr. Ciert.rminte, la conciencia ..tlgiorn 1ro." r,,camino en el mismo mercaclo en que impcran ia rolunt"acl tle pocler,l:r explorrción, ia lrrnca y ro,l¡i l"s iorm¡, ,le t" ¡,.,i,,.ri i,, ,i"manera que ¡esultaría a toclas luces absur-clo pretencler qua ,ii.l.rnconciencia- constituye un soplo cle pureza, or-,ro., ao,r-iri.o.i'óri- ocosa por.el estilo. Sin embargo, algo cle positivo clebe ocur¡ir.clonclela

"religió¡ se cotiza y siquiera una partícula cle buena conciencia

debe egiLarse,en rlnto eng¡iro. La c¡l¡ica materialista por,".i.torri"de l()5 ulos el momento eyrer¡to, mentit.oso y mer, rririlista ,le J;rreligión; npurrrr, adrl¡¡.i5,

"o¡r,." Lr irrrlolc a" t" ",,-¡.n".iJn i"i;giosa: Ia religión es r¡¡r hurnanismo inreiLitlo. p"rj ",

-a.r."¡i.avanzar en esta dirección, invesrigar las conclicio¡res cle la religiónen la con¡ iencia y desarmrr el ep;rrlto srrbjeliro rle con[r,sioncs"o,¡ctir hrce posiirie. De t¡l rn¡ner¡ se,le"pejan rlentro rlel horizoirehumano los términos cle la cuestión y ,e irclnre." fn .i","¡¿.i',fihornb¡e hasra ahora tei.giversada o aplasracla

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Sabemos que las dos fases metodológicas cle la c¡ítica son inse_parables; algo hemos hecho en nuestra presenración del problemapor indicar en la dirección marerialisra; lle toclos moclos, á"fi"_.,

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HuñAN¡si{o

y mezcladas coll otras en el condicionamien¡o de nuestro momenlohistórico. Las formas que adopta el pensamienLo conleDporáneocleben explicat-se en términos de todo esre desasrre, Son, ai fin decuettas, el pataleo final. Basta un muestra¡io cle los temas en boga:El ser para la muerte, la angusria, la náusea, la nacla, la clesesire_ración, el fracaso, la culpa.

I-a critica de la religión estaba llamacla a hacer histo¡ia. Se t¡a,taba nacla menos que cle pararse sobre los propios pies. Esta opera,ción no poclía realizarse sin vér.rigo; y ahi esrán ios homb¡es ati_nando a meclias con la nueva ruta; sin ver toclavía cla¡o en esteámbito hacia adentro de nosotros mismos y preñaclo cle libe¡tact.

Los hábitos especulativos granclilocuentes a la manera hegelianasubsisten- todavla. El empeño insistente en tales rnaravillas puecleresultar instructivo; pero es deseable que ," p.aoarp"n .nal-o ua,menos nuestros hombres especulativos de adoptar el punto cle vistade las esrrellas. Somos homb¡es y la nuesrra es tare; de hombres,Quien sienta 'latir el absoluto' denrro de si hará bien culrivanclola poesía. Los pensadores, por el contrario, tienen tarea menosambiciosn por cumplir, pero más necesaria.

- Cuando hemos desalojado, por pueril y g¡atuita, la supersticiónfetichista; cuando hemos archivado toda la pinru¡a trascendental;cuando hemos giraclo sobre la fuente de los fantasmas y leído abier,tamente en el estado de conciencia de clonde brota; cuando, tam_bién, hemos atinado con el principio materialista que pone a lavista el condicionamiento externo y enajenante del iu¡so histó¡icoy reduce la entera presrancia secular de la religióD a epifenómeno omero biombo de la explotación clel hombre por el hombre; cuanclotodo esto hemos hecho, aislando la dimensión humana hasLa ahor¿falsificacla y fetichizada, entonces, queda abie¡ta a la mi¡acla comoposibiliclacl inmediata y específica una ruta de libertacl y culmina_ción. No es necesario afinar el ojo para atinar con los té¡minosqr.re apr¡l1tan sobre la tarea humanista. La conciencia libe¡ada entraen escena y plantea ahora sin retorcimientos ni engaños los granrlestemas de la libertacl y el encuentro.

Esta ruta, decimos, se olrece ya como posibilidad inmecliata;pero tan sólo a la reflexión. La ¡eflexión, en este nivel, parte supo-niendo que se han levantado las ba¡¡eras de la enajenición mite_rial; es decir, parte solamenre de una hipótesis, aunque hacerlaparece cada vez más razonable. Y esto quiere clecir que la accióncle los hombres clebe ponerse tan sólo al servicio cle l;s tareas que

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clen cumplimiento a aquella hipótesis. La acción clebe encaminarsea clear las condiciones objetivas de un verdadero humanismo.

Porque es necesalio cleci¡lo: la religión y la filosofia hicie¡on suvida en la trampa de una absurda ambición; vólaban a 1o alto sinmedir lo posible con lo real; al revés, falsilicaban lo r.eal sometién,clolo al patrón gratuito y Iicricio de lo posible; querían proceclerclesde las ideas hacia la realiclad, hacienclo lamentables car-icaturasen el plano concreto, caricatnras que velaban el libre juego delah€r-rojamiento y la explotación. CuaDclo se puso cle manifiestola esencia clauclicante cle la religión y la filosofía, arinaron loscrílicos con la fórmula correcLa: la ¡ealiclatl histórica -clijeron-trae la soh¡ción con el problem¿r. Hasta ahora, la solución ha hechocamino a espalclas de la conciencia, con los expeclientes del const¡e-ñimiento externo y la injusticia; porque la conciencia- estaba ocu,pada con 1o clivino: la Justicia, el Destino, la lelicidacl y otr.osoráculos nayúsculos por el estilo.

Pero han siclo snperado los tiempos de la confusión y el choqueexter-no. Ahora, no querenos más un 'senticlo irltirrro' para nues,t¡os anhelos. Una determinada existencia insegura e inquieta nopuecle, sin culpa de frivoliclacl, elevarse a 'categoría existencial' o'conclició¡r ontológica'. La existencia inquieta cotrcliciona cli¡ecir-mente lrn con¿exto ideal que es necesario manipular en su especifi-cación; es clecir, debemos remiti¡lo a 1¡ situación objetiva cuyoco¡r'elato clialéctico constituye, buscando en su u¡ciimbre clete¡r¡i-nacla la clave que orienta ceñidamente hacia ur-ra superación, Estaes la sola manera de condr¡cir la existencia insegur-a e inquieta a rindesa¡rollo ideal que reob¡a sobre ella a través cie 1a volición inre-ligente y cognoscente. Ista es la sola mecliación próxiüra que p'.recleof¡ecer el desa¡rollo consciente de la historia.

Claro está, rige toclavía entre nuestros pensaclores una nostalgiade la mitológica edad de oro de la filosofía y la religión. Illosquieren saberlo todo, quieren comenzar clescle cero, y también aba¡,car en 'palabras verdaderas' el unive¡so mundo. Y vea el lectorqué pr¡eda hace¡se con tanta vehel¡encia: ,1No qriiero morirln,dice uno; ,¡Quiero alcanzar la verclada absoluta!n, clama el otro;>¡Tengo hambre de Diosln, grita el cle más allá... Si inciagamosen la situación cle cada uno cle estos titanes buscanclo la instanci.robjetiva que clé razón c1e tan {o¡midabies pretensiones te chernos

Por seguro que están confundiclos, exasperaclos o simplementemareaclos.

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I190 /¿¿¡ Ri,¿¡o, DaDs LA R¿L¡o¡óN aL HuúaNrsño

_ Yo pongo ejemplos de ideas que responclen inmediara y ve¡cla_

de¡amenre a mi situación: no quiero que se pro.tiLuyln ias muje_res; no quiero que los ancianos mueran abandónados en la miseria;no quiero que los hombres sean explotados; quiero que los hom_b¡es '¡ivan con gozo su vida; ¡o qule¡o la guerre;,ro q.,ie.o q.,eexistan d ircrimi nac iones raciales; quiero Ir JiÉet.tad unileisnl, .rJ,l,¡esto, póngase a cuenra de mi inquietucl y desazón. ¿FIay en ello unsenticlo volande¡o o idealista? Lo habría si tales icleas me vinieranpor la vía del catecismo; lo habría, también, si quisiera yo esiascosas 'en-general' y como pe$ona amaestracla. pe.á yo *e err..,eo_tro remiticlo directamente a mi situación cuanclo cligo todo esto; ypor ser ello así, no voy a ingresar al Ejército cle Sa-lvación o a laCruz Roja para dar curso a mis ideas. po¡ ser ello asi, busco, porel contra¡io, camino sin salir de mi situación y, por ejerrplo,'q¡vez de ir a poner inyecciones a una población .oito-pn,

"r..ibo .rr.libro. Porque la conciencia i¡rdica ila¡amente la tarea y lo que enmi c¿so debo hacer. no es poner inyecciones; "n ni'curo,^ .l"bo

escribir, hacerlo para contribuir a r¡i manera en este objetivo queespecifico actuando: que no sufran los pequeños .ri sean e*plotaáoslos hombres que ftabajan.

, Xs cierto que en estas páginas anduve volanclo; porque se traLa_ba de poner a la visra el vuelo sin cles¡ino cle seres iantásricos; por_que se t¡ataba de conrribuir al juicio crírico cle mi pueblo quevive todayía enredado en la cola de una ballena c.,yo árnrór, e'rtápodrido ya. Pero creo haber regr.esado de este vuelá en el vacío yconr¡ibr¡iclo un poco, con mi experiencia, siquiera a la aclopciónde r¡na actitud valienLe.

Y todo puede quedar en una f¡ase: La seguridacl es siemuteuna iclea específica refe¡icla inmediatamenre e

-unl siruación; s'ó1,,

aquí pueden encontra$e sr¡s condiciones de existencia. proceclienck¡sin abanclono tle esta fórmula, prevalecerá prontamente la justicia;y acaso algún día nr¡esros descendienres poclrán eleuerse dÉl pl"rruterrestre y acloptar (aqul, no puedo evirai un ¡espineo iróniá) eIpunto de visra de las estrellas. Será poru .rrro..". iuáo v .lerelbl"que lo- hagan asi; porque no habri crimen ninguno que disolue.con sofís¿ica fraseología y no serán la curiosidadl el vrlelo especu"l¡tivo ni frivolidacl ni hipocresia.

!

l

Page 186: Desde La Religion Al Humanismo

TNDICE ALFABETICO

,.\

Absoluto, 84, 123 y si8s.Aceptación, 34-5Acto y potencia, 80, 86Agnstln,25, 88

Alma,77-8Amor, 143-4

Analldco-sintético, 1t5-6ADselmo, 89 y sigs.; 10.1

Antimetafisic¡, 126 y sigs.A¡gumento exisrencial, 100 y sigs.Agumento ontológico, t6, 89 y sigs.;

105

A¡istóteles, 26, ?9 y sigs.; 88Atomos, 165 y sigs.Autoconciencia, 83-4, 86, 99, 100-tAyer, 126 y sigs-

B

Bacon,2l,47,50Berkcley, 106 y sigs; tll, l14, tggBieu, 119

Bradley, 26, t?0, t2l-8Bruno, 25

c

Caida, mito de la, ?8Causa, 80, 85Ciencia, 17 y sigs; 29-31; 44: 4j-8, jOCiencia aristotéiica, 85

Ciencia pura, 48-9, 53-6, 96, 105Ciencia y metafísica, 46-BCiencia y mo¡al, 52-3Ci€ncia y naturaleza, 59Ciencia y religión, 47-B; 54-5; 57,8; 63;

64

19t

Ciencia y técnica,59Clnicos, 132, 133comre, 21, t46 y sigs.Concepto, ?3-4Conciencia, 104-5; l4?-3Conciencia ensimismada, 144Conocimicr)ro, 44, 45; 68-6; 69t j3.4;

11;91'5i 97'8t 106Consiruccionalismo, 162 y sigs.Conrraro, l3 y sigs.; 136, tgiCopérnico, 105

Cratilo, 13, 14Crisis religiosa, 15,6

D

Deber y placer, 124-5Definición, 74Dcrccho, 131 y sigs.Dc¡echo natuml, 135I)cscarr€s, 88, 93 y sigs.; 105, 106, 107,

112 y sigs.Desti¡o, 145

Devenir, S0-lDiaiéctica, 18; 33-5; 36 y sigs.; 62, 7jDialéctica de la seguridad, 34-5Dial¿ctic¿ hisró¡ica,37 y sigs.Dialéctica pura, 37 y sigs.; 102-3Dios, 84Dios y 1os clioses, I7-8; 23

E

Elccción, 180Impirismo lógico, 151

Entendinien¿o y volunrad, 109 y sigs.Episten)ologla, 56Espíritu, 38Estado, l3l y sigs.; 136-?Ele¡no r€tolno,78

Page 187: Desde La Religion Al Humanismo

f1r2

Existenci¿,77Existencia e ideas, 4É, 46, 62, 10,11,76,

t9, 80, 90-3, 99, r04Extemalidad,4l

/!a¿ n;,¿¡,, D¿SDE h Rs.¡cróN ¡L HuM\ñrsro

K

:i#: t-'l:r' " j

l

F

Fe y Razón, 49-50, 88-9, 93

Icnomenologi¡, 178-9Iilosofía, 17 y sigs.;44, 105, 124Filosofla y religiór, 25.31, 64: 1li 19;

87; 99; I08; t26 y sigs:Forma y oat€ria, 80, 81, 82

Galileo, 105

Goryias, t0, 7lGrupo, l3 y sigs.

H

Hegel, 26, 120-1, t22Heidegger, l?8 y sigs.

Heráclito, 26; 72-3, 132

Flombre y n¿tlrralez¿, 60, 133

FluD"nisDro y religión, 3t, IHume,25, rll y sigs., It3-4, ll5, 155 y

sigs.;160-l; 169; 172

I

tde¡., 35, 12-3, 15

Ideas hnatas, 113

Idea y existencia, 45, 46,62,10,11,16,?9, 80, 90-3, 99, 104

Idea y semejanza, 76Imaginación y Razón, 29-30Imaginación y Religión, 43-4Inmedirtez, 13 y sigs.Impcr:llivo categó¡ico, 118-o

Inteligenci¡ y voiuntad, 88

J

Jasjnowski, ll0Jenófanes, 26

rant, 25; l1-l; 115 y sigs.; 156 y sigs.Kierkegaa¡d, 146 y sigs.

L

Leibniz, 90, r07Ley, 136-7

Libertad, Il9, 145

Locke, 25, 105 y sigs.; l1l, ll3

M

Nlagia, 58Mal,28; ??; 78Nfareria, 77, 80Materi¿ y forma, 80, 81, 82Nfaterialismo histórico, 186

Metafísica, l5lluovimientq 86trft¡e¡te, l8l-2

N

Na.uraleza, 13 y sigs.Nanrralez" y homb¡e, 60Negaciór dialéctica, 34Nex'ron, 47, lt5, I57

o

Objerivo,subjctivo, 62

P

P¿labra y Ser, 183-5Pantelsmo,9SPa¡ménid€s, 45, 69 y sigs.; 14;'75;'19;

80, 86

Pensamiento, 83, 99Pens:rmiento y realidad, 12-3, l0l, 104,

122-3

Pensar y ser, 69-70, 79Pitágoras, l3?Platón, 25, 73-9, 80, 87, 132

Placer y deber, ll4-5

G

EIILIOTECA NACIONATsEcctoñ cHIL¡N{

Page 188: Desde La Religion Al Humanismo

É!i:

193l

¡oiencia y acto, 80, 86

Prcposición facrual, 153-4

Proposiciór rautológica, 153

P¡osélito,34-5Prueba de Dios, ?6, 88, 107, 110

R

Razón, 72, 136

Razón e I¡Daginación, 29-30Razón ) fe, 49'50, 88.9, 93

Rcalidad y pensamiento, i2'3, I0l, I04,r22-3

Relaciones, 168 y sigs.

Religión, 14 y sigs.; 22-4, 32t 43-4i É1,

63, 99

Religión, explicación materialis¿a de la,16, 138-9; 140-1, 185 6

Religión nat ral, 135

Religió , unidad inestable de la,40Religión y ciencia, 47.8, 54.5, 57-8, 63,

64

Religión y filosofla,25-31,64, ?1, 87, 99,

108, 126 y sigs.

Religión y humanismo, 3I, 35

Rr$sell, 160 y sigs.; l?l y sigs.

S

Sartre, i.lgS€u¡idad, 14 y sigs.; 21,22-4,28; 33-5;

43,4,50-2.60,2,64Seguriclad e inseguridad, 34-5

Sensación, 106

sensible e iüteligible,69 y sigs.;74 ysigs.

sentido y sinsentido, 153

Seiicr y vasallo, 37 y sigs.; 43

Se¡ y palabm, 183'5Scr y pensar, 69'70, 79

Sintético y alralitico, I 15-6

Sóc¡aces, 73, 74Spinoza, 25, 26subjetivo-objetivo, 62

Supe¡ación dialéctica, 35, 36

T

T¿cnica, lt; 20-1, 50; 56'60Técnica y ciencia, 59

U

Unidad dialéctica, 36

U¡ridad erisrente, 40 y sigs.

Unidad inestable, 38-9Unidad y dire$iclad, 73-4

v

Veracidad divina, 104

\¡erdad, 53-6, 91-5, 97'8, 107-8, 15ó

Verificación, criterio cle, 152'3Voluntad, buena, ll8-9Voiuntad de poder, 21, 39, 43

Volüntacl y ertendimiento, 109 y si8s.

I trl:^l ietTn

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Ju.rrvRtvllosalreleer-lcrssignosdcrtrrticrrrpopfcsufosoycIi.tir:o. Y no tituLca ¿¡nte la neccsidad cle cnfrcntat l sus lec¿o¡es I .

a¡rditorcs con cl d¡anrático contenido dc csa experiencia. Cua.lIo litulos cn rrr0lro aiios tt¡.adt¡cción y Prólogo a l¡ cdiciórrtle "-itpariencia y Realidad',, cle F. IL Bradlcy, los elsayos de"Errtlr.Hcgr.l ¡ nlarr'', ¡¡n Jil,ro dc .-Lógica"

¡. Ia oLra que aho-¡¡ pr.-.entcruo¡.1- no .ólo tlan le rl,. una resPet¡Lle capacirl¡r,l¡lc cnáli-is r ¡¡-ll¡'xió¡- sino que nos r¡rueFtr¡n r¡na conrrrt:r r'x_

pcriencia , Iilosófica de hoy, en pleno Jesenvolvirniento y r:o_

l¡¡ltlllcaclrrn-

UI enfoqrrr.crítico rle la Religién qrrr, .,lnlrorir r.str. libro con-liene ¡rn l¡¡ndanrento posit¡vo, Sin r.r,chaz¿¡ la c¡.ítica nra¡r,ri¡listatr:adicional, Rivano c¡:ee dcscr¡b¡ir dicho fu¡¡tlar¡rento en uu colll-¡r|-jo srrlrjctiro qrrn nonrbra segrrri,lacl. La l,ú.queda dcl coru-

l)lcr¡rento positivo a u¡¡ .le{ccto cxistcncial -el tlesarn¡taro tl:lhonrlre en cl vasro iuundo natural- l¡a ]levado a éstc a colo.car elc conpleúrcnto

-su scguridarl- cn el ruundo f¿¡ntasiosode la Religién, en el dolrinio que prol)orciona l¿ tócnica; en.rl conocinriento de la Cienci¡ y la Filoso{ia. Totlas ellas, encrirnlo inlr.ntoi tlr' .olt¡cionar la r-o¡rf raclicción hourLrre,natr¡r¡l-l¡za- .e plopoucrr realizar algrrna Iornra tle segrrridarl

La bírsqueila de la scguridad eu qne se eurpeña Ia Filosofíac-i su renovado intento de pasar rac¡onnlmente tlesde una idearl,. .¡guri,l¡d a srr e\istenei¡r l.¡al, llicnlras esa irlea lc fr¡e pro-¡,or',-iona'la ¡'or la Rcligióu- l¡r Fifo.otí¡ rro lrr ¡,o,liJo sino .crteología, El desarrollo tlc 1.r Filosofia con relación aI problelratcolégico, ofrece ancho campo a la lal¡or analítica del autor¡:rr:r nroclr¡rnos ctinro l¡ crrlminación de la filosofía ha de.crt:rrrbién cl tÉr.rr¡i¡o ¡lc l¡ soltrción rcligiosa.

D,'.¡,rré- ,le un lrrc\c capitrrlo tle.tinado a ¡fectr¡ar el cnfo-r1rrr. tran.icional dcl I-slado r- el Dcrcclro, Riv¡no ter.rrri¡¡ eolro-¿¡rn¡lo lo- tórrü¡¡ros de rrna srrper.ación en cl Hr¡rr¡anisnro, qr¡c¡nlcndirlo cono i Ic¡¡itud prretle rcrrnir.cn sí lo positivo dc lar' _,c¡icn¡.i¡ r¡-liqios¡¡: el e¡cu¡-ntro tlel ¡rr¡or v Ia libertarl-