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ENTREVISTA // CARME VALLS-LLOBET, DIRECTORA DEL PROGRAMA MUJER, SALUD Y CALIDAD DE VIDA DEL CENTRO DE ANÁLISIS Y PROGRAMAS SANITARIOS “Hay estereotipos sexistas: se diagnostica como psicológico lo que es biológico o social” DIAGONAL: ¿Por qué es necesaria una ciencia de la morbilidad que tenga en cuenta las diferencias en- tre hombres y mujeres para garanti- zar un sistema de salud equitativo? CARME VALLS-LLOBET: Porque existen diferencias entre hombres y mujeres en la forma de enfermar, de manifestar los síntomas, en las cau- sas del dolor, la metabolización de fármacos, etc. Podemos hablar de di- ferencias biológicas para referirnos, en el caso de las mujeres, a los tras- tornos de la menstruación, las enfer- medades derivadas de embarazos y partos o los tumores ginecológicos. También se ha visto que las enfer- medades autoinmunes son de pre- dominio femenino y que hay más mujeres que mueren por enferme- dades cardiovasculares. Otras enfer- medades relacionadas con el dolor y el cansancio (la fibromialgia, la fati- ga crónica...) afectan más a las muje- res; es decir, enfermedades que es- tán más relacionadas con la calidad de vida que con la mortalidad y que por eso son menos estudiadas. Las condiciones de vida –si tienen hijos o no, si hay reparto de tareas en casa, etc.– y las condiciones de trabajo pueden aumentar el estrés en hom- bres y mujeres de forma diferente. Por tanto, hay factores de riesgo di- ferenciales. D.: Uno de los condicionantes glo- bales de la salud es el medioambien- te, que ha empezado a ser estudiado recientemente, ¿cómo afecta a mu- jeres y a hombres? C.V.: Hay productos químicos, en los disolventes, insecticidas, metales pesados, derivados de los plásticos, etc., que pueden dañar la salud. Estos productos contienen átomos de carbono hidrógeno, dioxinas o metales pesados que pueden persis- tir durante años en las células gra- sas, tanto si entran en el organismo por inhalación o a través de la ali- mentación. Todos son posibles can- cerígenos y alteran la inmunidad, el sistema nervioso, y son disruptores endocrinos, es decir, que pueden al- terar la función hormonal del cuer- po humano. El efecto depende de la dosis y la repetición de la exposi- ción, pero se han encontrado dife- rencias entre mujeres y hombres porque estas sustancias tóxicas son más fáciles de acumular en las per- sonas con más tejido graso. Como el sexo femenino presenta casi un 15% más de materia grasa, las mujeres tienen más posibilidades de ser bioacumuladores químicos de pro- ductos que están en el medioam- biente y en el lugar de trabajo. La contaminación ambiental puede afectar al núcleo de las células (cam- biando el ADN) y el funcionamiento de las mitocondrias, que son las que transforman la energía en comida. Y estos cambios están relacionados con enfermedades que afectan más a las mujeres, como la fibromialgia, la sensibilización química múltiple –una enfermedad relativamente nueva que te vuelve sensible a pe- queñas cantidades de sustancias químicas– y el cansancio crónico. D.: La perspectiva de género ha he- cho cambiar el enfoque tradicional de salud, ¿cómo está siendo el cam- bio en el sistema público español? C.V.: Veo positivo que haya un Observatorio de Salud de la Mujer del Ministerio de Sanidad, donde además se estudian enfermedades emergentes que no se conocían. También hay una revolución dentro de los artículos científicos: Marcia Angell, de la revista científica New England, estableció una cláusula pa- ra que los estudios que se publica- sen especificasen el sexo del sujeto de estudio y esto ha permitido ver muchas cosas que pasan más en un sexo que en otro. Y también hay que mencionar las encuestas públicas sobre salud, en las que ha habido una mejora gracias a la voluntad de epidemiólogas como Carme Borell e Izabella Rohlfs, que han introducido temas de género, como la doble jor- nada laboral y la sobrecarga del pa- pel de las cuidadoras. Pero la ciencia médica sigue sien- do muy androcéntrica. En los traba- jos de investigación no se incluye por igual a mujeres y hombres. Ahora mismo, por ejemplo, un 70% de los estudios sobre enfermedades cardio- vasculares sólo incluye a hombres; hay un sesgo en la selección de pa- cientes que invisibiliza a las mujeres y que afecta a la docencia y a la cien- cia médica misma porque conduce a un reduccionismo etiológico. En los diagnósticos, nos topamos con estereotipos sexistas cuando las enfermedades del sexo femenino se asocian a la salud mental; diagnosti- can como psicológico lo que es bioló- gico o estrés social. En la primera consulta ya les recetan ansiolíticos y antidepresivos sin entender las cau- sas de lo que les pasa, lo que condu- ce a una medicalización de la salud de las mujeres. El antidepresivo es el segundo medicamento más recetado en España y el 70% de las personas que los toman son mujeres. Desde 1991, esta doctora en medicina y cirugía coordina un programa que intenta responder a la ausencia de estudios sobre la morbilidad entre mujeres y sobre su creciente medicalización. Soraya González Guerrero Redacción Las mujeres tienen más posibilidades de acumular productos químicos que están en el medio ambiente y en el lugar de trabajo CUERPO [email protected] SALUD - SANIDAD - CONSUMO - SEXUALIDAD - DROGAS Nueva entrega, como prometimos, sobre salud y mujeres. Prestaremos especial atención a los factores ambientales porque hay factores diferenciales en el mo- do de enfermar de mujeres y hombres, diagnósticos erróneos e invisibilización de ellas en los estudios. Desde el Centro de Análisis y Programas Sanitarios (CAPS) investigan todo ello desde un enfoque biológico, psicológico y social. SALUD Y MUJERES II. MEDICALIZACIÓN Y FACTORES AMBIENTALES CUERPO // 21 Del 11 al 24 de noviembre de 2010 // Diagonal TECNOLOGÍAS REPRODUCTIVAS, ¿OPORTUNIDAD O MAYOR CONTROL DEL CUERPO? DIAGONAL: ¿Qué efectos tienen las tecnologías reproductivas? CARME VALLS: Hemos manipu- lado mucho el sistema de ovula- ción de las mujeres sin tener en cuenta que el medioambiente es tóxico, está lleno de productos químicos que alteran el sistema hormonal. En un mundo indus- trializado lleno de compuestos químicos, la esterilidad de hom- bres y mujeres se está viendo afectada; las mujeres no ovulan. ¿Nuevas tecnologías reproducti- vas? Sería preferible mejorar el medioambiente. Las terapias hor- monales generan sufrimiento, las mujeres se sienten como una máquina de reproducir. Y tienen efectos a largo plazo, por eso se recomienda no realizar más de ocho intentos. Hay estudios que hablan del incremento del riesgo de cáncer de mama y de los infartos de miocardio. ¿Recordáis el caso de la anciana de 68 años que tuvo gemelos de forma asisti- da en 2009? Pues ha muerto de cáncer de ovarios. Es una noticia que se ha silenciado. Se minimi- zan los efectos secundarios por- que contradicen los supuestos beneficios de la farmacología ofi- cial lo que no deja de ser un gran negocio. Aunque también es difí- cil investigar sobre los efectos a largo plazo de la reproducción asistida por una cuestión de tiem- po, pero debería haber más pers- pectiva al introducir una técnica. En nuestro equipo hemos reflexio- nado sobre la anticoncepción, la medicalización del parto, los efectos secundarios de estas tec- nologías reproductivas, la vacuna del papiloma humano y toda la avalancha de agresiones al cuer- po de las mujeres. LA SALUD DE LAS MÉDICAS Un estudio sobre la salud de médicas y médicos, realizado por el CAPS junto a la Fundación Galatea, ha incluido en su análi- sis las condiciones de vida y las de trabajo. Respecto a estas últi- mas, el estudio toma en cuenta si tienen posibilidad de decidir y autonomía. Se ha observado que las médicas sufren más estrés por no poder decidir ni el tiempo de visita a los pacientes. Para Valls (en la foto), muchas veces son las condiciones de vida y de trabajo las que producen proble- mas de salud, que se manifies- tan en problemas somáticos y ansiedad. “El problema radica en pensar que el cuerpo está sepa- rado de la mente y que ésta diri- ge las reacciones del cuerpo. La mente también es cuerpo y está sometida a los desequilibrios bio- lógicos que padezca éste. Inten- tar controlar las mentes con fár- macos está produciendo más enfermedad y no soluciona los problemas de salud mental rela- cionados con la autoestima”, subraya. Ramón Fornell

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ENTREVISTA // CARME VALLS-LLOBET, DIRECTORA DEL PROGRAMA MUJER, SALUD Y CALIDAD DE VIDA DEL CENTRO DE ANÁLISIS Y PROGRAMAS SANITARIOS

“Hay estereotipos sexistas: se diagnosticacomo psicológico lo que es biológico o social”

DIAGONAL: ¿Por qué es necesariauna ciencia de la morbilidad quetenga en cuenta las diferencias en-tre hombres y mujeres para garanti-zar un sistema de salud equitativo? CARME VALLS-LLOBET: Porqueexisten diferencias entre hombres ymujeres en la forma de enfermar, demanifestar los síntomas, en las cau-sas del dolor, la metabolización defármacos, etc. Podemos hablar de di-ferencias biológicas para referirnos,en el caso de las mujeres, a los tras-tornos de la menstruación, las enfer-medades derivadas de embarazos ypartos o los tumores ginecológicos.También se ha visto que las enfer-medades autoinmunes son de pre-dominio femenino y que hay másmujeres que mueren por enferme-dades cardiovasculares. Otras enfer-medades relacionadas con el dolor yel cansancio (la fibromialgia, la fati-ga crónica...) afectan más a las muje-res; es decir, enfermedades que es-tán más relacionadas con la calidadde vida que con la mortalidad y quepor eso son menos estudiadas. Lascondiciones de vida –si tienen hijos ono, si hay reparto de tareas en casa,etc.– y las condiciones de trabajopueden aumentar el estrés en hom-bres y mujeres de forma diferente.Por tanto, hay factores de riesgo di-ferenciales.

D.: Uno de los condicionantes glo-bales de la salud es el medioambien-te, que ha empezado a ser estudiadorecientemente, ¿cómo afecta a mu-jeres y a hombres?C.V.: Hay productos químicos, enlos disolventes, insecticidas, metalespesados, derivados de los plásticos,etc., que pueden dañar la salud.Estos productos contienen átomos

de carbono hidrógeno, dioxinas ometales pesados que pueden persis-tir durante años en las células gra-sas, tanto si entran en el organismopor inhalación o a través de la ali-mentación. Todos son posibles can-cerígenos y alteran la inmunidad, elsistema nervioso, y son disruptoresendocrinos, es decir, que pueden al-terar la función hormonal del cuer-po humano. El efecto depende de ladosis y la repetición de la exposi-ción, pero se han encontrado dife-

rencias entre mujeres y hombresporque estas sustancias tóxicas sonmás fáciles de acumular en las per-sonas con más tejido graso. Como elsexo femenino presenta casi un 15%más de materia grasa, las mujerestienen más posibilidades de serbioacumuladores químicos de pro-ductos que están en el medioam-biente y en el lugar de trabajo. Lacontaminación ambiental puedeafectar al núcleo de las células (cam-biando el ADN) y el funcionamiento

de las mitocondrias, que son las quetransforman la energía en comida.Y estos cambios están relacionadoscon enfermedades que afectan mása las mujeres, como la fibromialgia,la sensibilización química múltiple–una enfermedad relativamentenueva que te vuelve sensible a pe-queñas cantidades de sustanciasquímicas– y el cansancio crónico.

D.: La perspectiva de género ha he-cho cambiar el enfoque tradicionalde salud, ¿cómo está siendo el cam-bio en el sistema público español?C.V.: Veo positivo que haya unObservatorio de Salud de la Mujerdel Ministerio de Sanidad, dondeademás se estudian enfermedadesemergentes que no se conocían.También hay una revolución dentrode los artículos científicos: MarciaAngell, de la revista científica NewEngland, estableció una cláusula pa-ra que los estudios que se publica-sen especificasen el sexo del sujetode estudio y esto ha permitido vermuchas cosas que pasan más en unsexo que en otro. Y también hay quemencionar las encuestas públicassobre salud, en las que ha habidouna mejora gracias a la voluntad deepidemiólogas como Carme Borell eIzabella Rohlfs, que han introducidotemas de género, como la doble jor-nada laboral y la sobrecarga del pa-pel de las cuidadoras.

Pero la ciencia médica sigue sien-do muy androcéntrica. En los traba-jos de investigación no se incluye porigual a mujeres y hombres. Ahoramismo, por ejemplo, un 70% de losestudios sobre enfermedades cardio-vasculares sólo incluye a hombres;hay un sesgo en la selección de pa-cientes que invisibiliza a las mujeresy que afecta a la docencia y a la cien-cia médica misma porque conduce aun reduccionismo etiológico.

En los diagnósticos, nos topamoscon estereotipos sexistas cuando lasenfermedades del sexo femenino seasocian a la salud mental; diagnosti-can como psicológico lo que es bioló-gico o estrés social. En la primeraconsulta ya les recetan ansiolíticos yantidepresivos sin entender las cau-sas de lo que les pasa, lo que condu-ce a una medicalización de la saludde las mujeres. El antidepresivo es elsegundo medicamento más recetadoen España y el 70% de las personasque los toman son mujeres.

Desde 1991, esta doctoraen medicina y cirugíacoordina un programaque intenta responder a laausencia de estudiossobre la morbilidad entremujeres y sobre sucreciente medicalización.

Soraya González GuerreroRedacción

Las mujeres tienenmás posibilidades deacumular productosquímicos que están en elmedio ambiente y en ellugar de trabajo

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[email protected]

SALUD - SANIDAD - CONSUMO - SEXUALIDAD - DROGAS

Nueva entrega, como prometimos, sobre salud y mujeres. Prestaremos especialatención a los factores ambientales porque hay factores diferenciales en el mo-do de enfermar de mujeres y hombres, diagnósticos erróneos e invisibilizaciónde ellas en los estudios. Desde el Centro de Análisis y Programas Sanitarios(CAPS) investigan todo ello desde un enfoque biológico, psicológico y social.

SALUD Y MUJERES II.MEDICALIZACIÓN Y

FACTORES AMBIENTALES

CUERPO // 21Del 11 al 24 de noviembre de 2010 // Diagonal

TECNOLOGÍAS REPRODUCTIVAS, ¿OPORTUNIDAD O MAYOR CONTROL DEL CUERPO?DIAGONAL: ¿Qué efectos tienenlas tecnologías reproductivas?CARME VALLS: Hemos manipu-lado mucho el sistema de ovula-ción de las mujeres sin tener encuenta que el medioambiente estóxico, está lleno de productosquímicos que alteran el sistemahormonal. En un mundo indus-trializado lleno de compuestosquímicos, la esterilidad de hom-bres y mujeres se está viendo

afectada; las mujeres no ovulan.¿Nuevas tecnologías reproducti-vas? Sería preferible mejorar elmedioambiente. Las terapias hor-monales generan sufrimiento, lasmujeres se sienten como unamáquina de reproducir. Y tienenefectos a largo plazo, por eso serecomienda no realizar más deocho intentos. Hay estudios quehablan del incremento del riesgode cáncer de mama y de los

infartos de miocardio. ¿Recordáisel caso de la anciana de 68 añosque tuvo gemelos de forma asisti-da en 2009? Pues ha muerto decáncer de ovarios. Es una noticiaque se ha silenciado. Se minimi-zan los efectos secundarios por-que contradicen los supuestosbeneficios de la farmacología ofi-cial lo que no deja de ser un grannegocio. Aunque también es difí-cil investigar sobre los efectos a

largo plazo de la reproducciónasistida por una cuestión de tiem-po, pero debería haber más pers-pectiva al introducir una técnica.En nuestro equipo hemos reflexio-nado sobre la anticoncepción, lamedicalización del parto, losefectos secundarios de estas tec-nologías reproductivas, la vacunadel papiloma humano y toda laavalancha de agresiones al cuer-po de las mujeres.

LA SALUD DE LAS MÉDICAS

Un estudio sobre la salud demédicas y médicos, realizado porel CAPS junto a la FundaciónGalatea, ha incluido en su análi-sis las condiciones de vida y lasde trabajo. Respecto a estas últi-mas, el estudio toma en cuentasi tienen posibilidad de decidir yautonomía. Se ha observado quelas médicas sufren más estréspor no poder decidir ni el tiempode visita a los pacientes. ParaValls (en la foto), muchas vecesson las condiciones de vida y detrabajo las que producen proble-mas de salud, que se manifies-tan en problemas somáticos yansiedad. “El problema radica enpensar que el cuerpo está sepa-rado de la mente y que ésta diri-ge las reacciones del cuerpo. Lamente también es cuerpo y estásometida a los desequilibrios bio-lógicos que padezca éste. Inten-tar controlar las mentes con fár-macos está produciendo másenfermedad y no soluciona losproblemas de salud mental rela-cionados con la autoestima”,subraya.Ra

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