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 NATURALEZA Y  ULTUR E N ROUSSE A U  Naturaleza  cultus a  En todas las crisis históricas que se producen por la superabundancia ... --observa Ortega y Gas et- el hombre intenta salvarse podando la excesiva fronda cultural, desnudándose y añorando la sencillez primigenia. Al sentirse asfixiado en una cultura superlativa recurre de ella a la naturaleza. Rousseau huye del Versalles de las marquesas al bosque de Fontaínebleau para imitar allí a los salvajes. Es curioso: el hombre de las extremas civilizaciones, desespe- rado, llama al salvaje que sospecha llevar dentro. Y nuestro salvaje interior acude siempre a la cita. Por lo visto, imperecedero, está ahí oculto, siempre pronto a nuestra llamada. Análogamente comenta Gomperz que cuando nossentimos oprimidos por las cadenas de rígidos convencionalismos, por las exigencias múltiples de una' sociedad complicada, ¿dónde volver la mirada sino a los orígenes del presente, a las civilizaciones primitivas, cuyo espectáculo poéticamenteembellecido se nos presenta de esta manera como el modelo del porvenir? . .. En tales casos suena enérgicamente un grito -al comienzo del siglo IV a. c. lo lanza Antístenes, a mediados del siglo J. J. Rousseau-: ¡volvamosa la naturaleza 2 Ahora bien, no se malinterprete e l sentido peculiar que este grito tiene para Rousseau, sentido que es muy diferente del que posee en los filósofos cínicos de la Antigüedad griega. La naturaleza es sentida por Rousseau, no comoanimalidad, sino como un ideal de perfección ética. A pesar de las ex- presionesque usa a veces en elogio de los salvajes, dejándose llevar por la inercia de una moda intelectual de su época o or una poetización circuns- tancial de la existencia primitiva, la voz de la naturaleza significa para Rous. seaula vozde la conciencia humana y una norma moral. Si mira con deliquio al salvaje esporque a vecesllega a creer qu en el salvaje podrá percibirse con mayorclaridad y autenticidad esavoz deontológica, Mientras que lo que a los cínicos les atrae en los salvajes es su salvajismo, su carácter selvático, en cam- bio, lo que Rousseau ama en ellos esla espontaneidad de su vida interior que puede hacer que escuchen mejor esa voz ética. Rousseau bajo el influjo de aquellos factores cree que el salvaje conserva más genuinamente el sentido de s u propia existencia y de su yo interior. ero Rousseau no quiere poner su ideal humano en la s lva, sin vínculos de familia ni de nación, antes bien, 1 Cf. José Ortega y Gasset, Ob ra s completas, vol. V, págs.503 y si g., M adri d, 1946. 2 Cf. Th. Gomperz, G ri echische Den he r, 3{1 ed., 1911. [3] Diánoia, vol. 6, no. 6, 1960

Diánoia, vol. VI, núm. 6, 1960

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Revista de filosofía.

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Dinoia, vol. 6, no. 6, 1960

NATURALEZA Y CULTURA EN ROUSSEAU1.

Naturaleza y cultus a

"En todas las crisis histricas que se producen por la superabundancia ... --observa Ortega y Gasset- el hombre intenta salvarse podando la excesiva fronda cultural, desnudndose y aorando la sencillez primigenia. Al sentirse asfixiado en una cultura superlativa recurre de ella a la naturaleza. Rousseau huye del Versalles de las marquesas al bosque de Fontanebleau para imitar all a los salvajes. Es curioso: el hombre de las extremas civilizaciones, desesperado, llama al salvaje que sospecha llevar dentro. Y nuestro salvaje interior acude siempre a la cita. Por lo visto, imperecedero, est ah oculto, siempre pronto a nuestra llamada." 1 Anlogamente comenta Gomperz que "cuando nos sentimos oprimidos por las cadenas de rgidos convencionalismos, por las exigencias mltiples de una' sociedad complicada, dnde volver la mirada sino a los orgenes del presente, a las civilizaciones primitivas, cuyo espectculo poticamente embellecido se nos presenta de esta manera como el modelo del porvenir? . .. En tales casos suena enrgicamente un grito -al comienzo del siglo IV a. c. lo lanza Antstenes, a mediados del siglo J. J. Rousseau-: volvamos a la naturaleza!" 2 Ahora bien, no se malinterprete el sentido peculiar que este grito tiene para Rousseau, sentido que es muy diferente del que posee en los filsofos cnicos de la Antigedad griega. La naturaleza es sentida por Rousseau, no como animalidad, sino como un ideal de perfeccin tica. A pesar de las expresiones que usa a veces en elogio de los salvajes, dejndose llevar por la inercia de una moda intelectual de su poca o por una poetizacin circunstancial de la existencia primitiva, la voz de la naturaleza significa para Rous. seaula voz de la conciencia humana y una norma moral. Si mira con deliquio al salvaje es porque a veces llega a creer que en el salvaje podr percibirse con mayor claridad y autenticidad esa voz deontolgica, Mientras que lo que a los cnicos les atrae en los salvajes es su salvajismo, su carcter selvtico, en cambio, lo que Rousseau ama en ellos es la espontaneidad de su vida interior que puede hacer que escuchen mejor esa voz tica. Rousseau bajo el influjo de aquellos factores cree que el salvaje conserva ms genuinamente el sentido de su propia existencia y de su yo interior. Pero Rousseau no quiere poner su ideal humano en la selva, sin vnculos de familia ni de nacin, antes bien,1 Cf. Jos Ortega y Gasset, Obras completas, vol. V, pgs. 503 2 Cf. Th. Gomperz, Griechische Denher, 3{1ed., 1911.

y sig., Madrid,

1946.

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LUIS RECASNS SICHES

quiere que Emilio sea' un salvaje en la vida social, esto es, un hombre au, tntico en una civilizacin genuinamente humana. . A este respecto es' muy ilustrativa la correspondencia con Voltaire en torno al Discurso sobre la desigualdad, Mofndose de algunas de las ideas expuestas por Rousseau en esta obra, escriba Voltaire: "Nadie ha puesto jams tanto ingenio en querer convertirnos en animales. Se siente el de, seo de caminar a cuatro patas cuando se lee vuestro libro .. Sin embargo, como hace. ms de sesenta aos que he perdido el hbito de hacerlo, siento desgraciadamente que me. sera imposible volver a l, y dejo esta marcha natural a los que son ms dignos de ello- que vos y yo." A esto Rousseau replic: "No tratis de caer nuevamente a cuatro patas; nadie en el mundo lo conseguira menos,que ,vos.' Sabis muy .bien enderezarnos sobre nuestros dos pies para que dejis de teneros sobre los vuestros:' Voltare haba interpretado' rorcdamente a .Rousseau, como si ste pretendiese poner al la humanidad a cuatro, patas, hacerla volver a una condicin de animah. dad: Rousseau protesta de esta equivocada interpretacin manifestando que fel hombre no debe de ningn modo renunciar a su condicin humana. Rousseau siente' con orgullo y entusiasmo el alto rango de la naturaleza humana y la ensalza y exalta. El hombre es el nico ser sobre la tierra que "sabe observar todos los otros seres, medir, calcular, prever sus movimientos, sus efectos, y unir, por as decirlo, el sentimiento de la existencia comn al sentimiento de la existencia individuaL.. Puede. observar, Conocer los seres' y sus relaciones; puede sentir lo que es el orden, la belleza, la virtud; puede contemplar el universo, elevarse hasta la mano que 10 'gobierna; puede amar el bien, hacerlo". "Si soy aS, cmo se me podra comparar con los animales? .. Contento con el puesto en que Dios me ha colocado, no veo nada mejor, despus de l, que mi propia especie; y si tuviese que escoger mi lugar en el orden de los seres,qu tosa mejor podra elegir que ser hombre?"4 Aade en otro pasaje del Emilio: "Tngase en cuenta, en primer lugar. que al querer formar el hombre de la naturaleza, .no se trata con esto de hacer de l un salvajey relegarlo al interior de los bosques. Basta con que, envuelto en el torbellino social, no se deje arrastrar por las pasiones ni por las opiniones de los' hombres; basta con que vea sus ojos y sienta con su corazn; basta con que ninguna autoridad lo gobierne fuera de la de su propia razn.". O dicho oon .otras palabras: Rousseau no trata de suprimir la situacin . ,social ni el Estado. con ~us ~tor!l.ades.~ Lo que pr:t~nd~ ,es hallar los .cri.terios para convertrr en Justa la sociedad que tantas mjusticias ha producido. El hombre, al someterse a Ja organizacin poltica y social justa, que es la

con

100, pgs. 196 sigs.

cap. rr.S 4

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determinar si se aplican o -no las series numerales, sino en cmo aplicarlas. El problema es la norma de criterio de la medicin y su dimensin: Qu es lo que es alvalor de una cosa lo que, digamos, el metro a la longitud? Y qu es lo que est contenido en esta norma de criterio como el centmetro est contenido en el metro? La respuesta, a la luz de una teora sinttica, es tan simple como complicada -en verdad irresoluble-, lo es en cualquier teora que use conceptos analticos. La axiologa formal, tomando como punto de partida el axioma de que elvalor de una cosa es el sentido de la cosa, y que la cosa tiene sentido en el grado en que posee las propiedades contenidas en su concepto, define elvalor como cumplimiento del significado. El significado -o la compren-. sin- del concepto de una cosa es entonces al valor, lo que la vara del metro es a la longitud: la norma de medida. Y lo que se halla contenido en la comprensin como los centmetros en el metro, son las notas que definen el concepto, El valor de una cosa se mide, entonces, segn la posesin, por la cosa, de las propiedades que corresponden a las notas contenidas en el concepto.adecuado, as como la longitud de la cosa se mide segn la posesin, por la cosa, de los centmetros que corresponden a las unidades contenidas en la medida mtrica adecuada (cinta, .vara, etc.), Una cosa es valiosa en el grado en que posee las propiedades notificadas por su concepto. "Bueno", "malo", etc., son palabras para medir valores, como "metro", "gramos", "segundo", son palabras para medir longitudes, pes,_os tiempo. y En su uso axiolgico, el significado lgico aparece en dos funciones: en su funcin lgica; .como comprensin de un concepto, es un conjunto de predicados analticos; pero en su funcin como norma de medida de un valor es un conjunto de trminos sintticos: ya que la funcin de medir es la definicin del trmino sinttico. Como unidades de medida axiolgica, los predicados analticos del concepto de la cosa se vuelven as trminos sintticos. Tal nocin de la medicin del valor es fundamentalmente diferente de aquella otra que usa predicados analticos analticamente. Supongamos que al valor se le define como placer. Cul sera, entonces, la norma de criterio para el placer? Bentham.s Hutchesons y otros en la historia de la tica han propuesto los clculos correspondientes. Ellos han expresado as su conviccin de que el valor es medible. Pero sus esfuerzos fueron vanos y comparten con otros intentos similares, en la historia de la ciencia natural, los rasgos tpicos de la aplicacin de conceptos analticos analticamente: la vaguedad de estos conceptos no es remediada, sino extendida; y el numero, lejos de elevar al fenmeno a la esfera de la precisin, es descendido l mismo a la5 Jeremy Bentham, An Introduction to the Principies 01 Morals and Legislaiion, Selby-Bigge, Britis Moralists, Oxford, 1897, Vol. 1, pgs. 356 sigs. 6 Francis Hutcheson,An Inouiry Conceming the Original o/ OUT Ideas 01 Virtue or Moral Good, Sec. lJI, IX: "un canon universal para computar la moralidad de cualquier accin". Selby-Bigge, op. cit., pgs. 110 sigs. cap.IV.

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esfera de la vaguedad.. La matemtica se convierte as en numerologa. Esta confusin de la precisin sinttica con la vaguedad analitica produce los tpicos resultados pseudo-cientficos cuyos aspectos "tericos" discutiremos ahora. Histricamente, este procedimiento, en la alquimia y la astrologa, trajo consigo toda la supersticin, la pomposidad escolstica, el trgico des. carro de la vida que dominaron en la Edad Media y que vinieron a ser reconocidos como tales slo despus de que se hubo creado la nueva ciencia de los conceptos sintticos. En la actualidad, no slo la teora axiolgica, sino tambin la mayor parte del resto de 10 que era la filosofa moral, especial. mente la mayor parte de la "ciencia" social, tiene esta condicin pseudo.cien. tfica: utiliza al nmero para servir a la vaguedad analtica. Bien puede decirse que esta confusin pseudc.cientfica es el rasgo caracterstico de las disciplinas. sociales de nuestros das; y el catastrfico manejo de nuestros asuntos sociales es el resultado necesario. . Para la teora axiolgica, seguir los mtodos de la ciencia social de hoy .,-en virtud de su carcter supuestamente "emprico" - equivale a saltar de la sartn de la confusin metodolgica al fuego. "Es sumamente significativo que... ls concepciones mgicas, a las cuales no toleraramos en la fsica o en la biologa, persistan an en las ciencias sociales y polticas." 7 "La pasin de cuantificar toda clase de datos cualitativos se ha manifestado en muchos cama pos: en la medicin de las intensidades y cualidades de las creencias, las emociones, la inteligencia, las ideologas, las actitudes y la opinin pblica; en las teoras cuantitativas del 'anlisis de factor'; en la construccin de 'moa delos matemticos'; y en la exploracin de mtodos generales para traducir correctamente cualidades no-mtricas en cualidades graduables por escalas ... Si las cualidades cuantificadas tienen unidades, pueden ser medidas o sornetidas a escala, y las medidas pueden ser expresadas en nmeros. Si las cualidades sometidas a escala no tienen unidades,' no pueden ser medidas y sometidas a escala en forma adecuada. Si, a pesar de esto, las 'cuali. dades sin unidad' son cuantificadas, las medidas resultantes sern con toda probabilidad ficticias y no reales, estarn arbitrariamente superimpuestas a' los fenmenos en lugar de que den medidas objetivas de stos ... All donde no hay unidades y nmeros, todas las frmulas y ecuaciones son nulas o bien representan una clasificacin, un pesaje y un contaje subjetivos por parte de los devotos de una cuantificacin fuera de propsito." s La cuantificacin est7 Henry M. Pachter, Magic into Science: The StOl-y 01 Paracelsus, New Yoik, 1951, pg. 329. s Pitrim Sorokin, Fads and Eoibles in Modern Sociology and Related Sciences, Chicago, 1956,pgs. 122 sigs. Aunque la crtica de Sorokin se hace desdeun punto de vista similar al que critica -su propia teora usa conceptosanaltcos.L, y aunque l no analiza la falacia lgica cometida por los "numerlogos"modernos,su confusin de procedimientos. analticos y sintticos,esta crtica debe ser leda por todo aquel que deseeabolir la pseudociencia analtica para darle paso a la genuina ciencia sinttica en las disciplinas sociales y morales.

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fuera de propsito porque los cientficos sociales en cuestin no hacen lo que hizo Galileo: penetrar en los fenmenos y "resolverlos" en sus cualida. des primarias. Ellos ms bien dejan a los fenmenos como estn, usan. sus conceptos analticos cotidianos y aplican las matemticas, no a su esencia, sino a un comn denominador arbitrario, generalmente obtenido mediante cues. tionarios. En otras palabras, los cientficos sociales empricos tratan de -des. cubrir "valores" mediante la manipulacin, estadsticamente y de otras maneras "cientficas", de materiales que son cientficamente defectuosos. Estos materiales no tienen casi nada que ver con el asunto de la investigacin y constituyen pseudo.materiales, tema de estudio pseudo.emprico, que circula como si fuera la cosa legtima. Es como si Galileo hubiese tratado de des. cubrir las leyes del movimiento envindoles a las personas en movimiento cuestionarios acerca de sus sensaciones, "evaluando" luego tales cuestionarios para ofrecer sus resultados como las "leyes del movimiento". Este uso del mtodo matemtico es, desde luego, tan ilegtimo como cualquier otro sobre basesanalticas. Nuevamente debemos repetir que los procedimientos numricos no pue. den aplicarse legtimamente a menos que los fenmenos sean descompuestos primero en sus constituyentes primarios, las unidades cuantificables. Cuando "las reas de actitudes de opinin que se dice son graduables por escalas se examinan cuidadosamente, se descubre que su graduabilidad se debe, no a unidades o jerarquas objetivamente existentes en los fenmenos estudiados, sino al hecho de que, en sus cuestionarios, los autores han ordenado arbitra. riamente la graduabilidad de las preguntas. Sus preguntas no piden nica. mente respuestas positivas o negativas, sino respuestas jerarquizadas en trminos de 'muchsimo', 'algo' o 'poco', o incluso en mayor detalle. Habiendo predeterminado las respuestas al jerarquizarlas en esta forma, los autores sen: cillamente cuentan el nmero de respuestas en cada jerarqua y as obtienen su 'jerarquizacin' o 'graduabilidad' de diversas intensidades de tal o cual opinin, creencia, emocin, deseo o actitud. En sus respuestas ellos obtienen exactamente aquellas jerarquas, unidades o intensidades que ponen en sus preguntas. sta es una graduabilidad ficticia, creada y superimpuesta a los fenmenos mediante el acto libre del investigador'w. 9 Sorokin, op, cit., pgs. 123 sigs. Sorokn menciona, como ejemplo, la medicin de la intensidad del miedo mediante cuestionarlosen los que se preguntabaa lO'Ssoldados cuntasveceshaban experimentado,bajo fuego, reaccionescomo "palpitaciones violentas del corazn", "malestar en el estmago","sudor fro", "vmito", "incontinencia urnaria", etc.,y objeta con razn que la frecuencia de la ocurrencia de los sntomas de miedo -"A menudo/Algunas veces/Nunca/Ninguna respuesta" -no es una medicin de las intensidades miedo. "Del heohode que el catarro comn ocurra con mucha mayor frede cuenciaque el cncer,no se deriva que el catarro comn sea una enfermedadms grave que el cncer. Del hecho de que slo un 9 por ciento de los soldados'se orina en los pan t"lones',en tanto que un porciento mayor vomita durante la experiencia del miedo, no deriva que uno de estosdos fenmenossea una forma de miedo ms grave que el otro.

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Encontramos este tipo de' procedimiento no slo en la psicologa.w la psicologa social, la sociologa, ete., sino tambin en la teora del valor. Toda clase de "modelos matemticos" son ofrecidos como anlisis de valorizaciones -basados usualmente en los conceptos analticos de "seleccin", "prefe. renca", etc., sin un examen de la naturaleza de valor de estos conceptos, en los cuales, sin embargo, se funda toda la discusin. Usando "escalas" de respuestas-"7. Me gusta mucho", "6. Me gusta bastante", hasta "1. Me dis. gusta mucho"-, cualquier clase de material, desde el "Nirvana" hasta "ori. narse en los pantalones" es presentado a la escala -el contestador-, y las respuestasson tabuladas, correlacionadas, alternadas de acuerdo con las reglas de las estadsticas, etc. Sin embargo, todo lo que los resultados pueden llegar a mostrar es el porcentaje de ciertas respuestasa ciertas preguntas. Determi. nar si esos resultados son pertinentes al valor ---o en general al asunto bajo investigacin- y cmo son pertinentes, es cuestin de la definicin del valor -o del asunto bajo investigacn.c-, y tal definicin usualmente se rehuye. Examinemos el tratamiento de Charles Morris como representativo de toda la literatura de las "mediciones del valor": "E trmino 'valor' es una de las Grandes Palabras, y, al igual que el de otras palabras semejantes ('ciencia', 'religin', 'arte', 'moralidad', 'filosofa'), su significado es mltiple y complejo. No es necesario, para nuestros fines actuales, tratar de definirlo, en l sentido estricto de dar las condiciones suficientes y necesarias para la aplicacin del trmino. .. La cuestin... es un problema en la teora general del valor, y una discusin adecuada del asunto nos llevara demasiado lejos." 11 Es pos. ble que todo valor tenga que ver con la preferencia: "La conducta preeren. cial definira entonces el campo del valor, y los diversos empleos del trmino 'valor' seran explicados no como referentes a diferentes entidades (diferentes 'valores'), sino como delineantes de diferentes aspectos del campo del valor. En el grado en que esto se pudiera hacer, la axiologa (la teora del valor)Estas consideraciones revelan que la escala de sntomas de miedo de los autores no es una escala de las intensidades de diversas manifestaciones de miedo," (Sorokin, op, cit., pg. 127. Los autores son L. Guttman y P. F. Lazarsfeld, en Studies in Social Psychology in World War Il , vol. IV: Measurement and Prediction, Princeton, 1950.) Los procedimientos en cuestin no son "matemticos", aun cuando utilizan nmeros. Un estudio bien conocido, "Sociology Learns the Language of Mathematics", de Kaplan, tiene mal puesto el ttulo y es inexcusablemente temerario. Los lemas de Newman que le sirven de epgrafe son extraordinariamente exactos: "Nunca es tarde para aprender. -Con el saber preciso para citar mal.L, Byron." (A. Kaplan, "Socology Learns the Language of Mathematcs", en J. R. Newman, The JlVorld 01 Mathcmatics, New York, 1956, pgs. 1294-1313.) ao "Factores" tales como "timidez", "emocionalismo", "masculinidad", "viveza", etc., no son definidores cientficos -sintticosde las "dimensiones" de la personalidad, sino vagas conjeturas analticas expresadas en la forma pseudo-matemtica de "variables". "Los factoristas tienen el hbito de representar a los 'factores' individuales mediante letras sirnblicas, Si estas letras se tomaran como algo ms que abreviaturas convenientes, su uso sera injustificado." W. H. Werkmeister, A Philosoplry of Science, New York, 1940, pg. 416. 11 Charles Morris, Varieties o] Human Vales, Chicago, 19.')6,pgs. 9, 12.

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vendra a ser, como la ciencia de la conducta preferencial, parte de la ciencia general de la conducta. El que la teora del valor pueda o no concebirse as no est bajo consideracin directa en este estudio.' Pero se cree que los resul. tados de la investigacin le prestan apoyo." 12 En otras palabras, no sabemos qu es el valor, pero procedemos a base de la suposicin de que es conducta preferencial. Obviamente este procedimiento, y el aparato acompaante de cifras y ms cifras -hasta dos y ms fracciones decimales.L, tiene valor para la ualo: racin slo si la valoracin es una cuestin de preferencia, y ste debe ser el problema fundamental a examinarse antes de que se haga un estudio detalla. do de preferencias bajo el ttulo de un estudio sobre los valores. Esto presu. pondra una discusin de la falacia naturalista -la de confundir el gnero "valor" con una de sus especies- y por qu sta puede ser cometida, una prueba de que la gente siempre prefiere 10 que es mejor y nunca lo que es peor, una definicin de "mejor", "peor", etc., en suma, una fundamentacin slida del procedimiento propuesto. En lugar de eso, todos estos problemas de la teora del valor son omitidos, y una investigacin de la preferencia se inicia como si fuera una investigacin de los valores. De tal suerte tenemos el uso de un instrumento de precisin en un asunto que no ha sido "resuel. to" --en el sentido galileano- y examinado antes con cuidado y penetracin, el uso del bistur sin un estudio de anatoma. En lugar de descubrir las cualidades primarias y de convertir al fenmeno en un sujeto de conceptos sin. tticos, todo lo que se est haciendo es descomponer los conceptos analticos, ms o menos arbitrariamente, en sus constituyentes igualmente analticos. As se descompone, por ejemplo, "miedo" en diez sntomas, desde "palpitar vio. lento del corazn" hasta "vmito", "prdida de control intestinal", y "sensa . . cin de rigide(,li (La naturaleza de la cognicin esttica y la naturaleza valorativa de la psicologa estn definidas en la axiologa con precisin

y a priori.)54 56 Mi Cf,

56

The Language o/ Value, pg. 59. The Language o/ Value, pg. 74-, La estructura del valor, pgs. 309 sigs.

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. 4) La pregunta, Cul es la relacin general entre significado y signifi. cancia? ha sido contestada ya. Hemos visto que no hay ninguna relacin tal en Morris, pero s hay una en la axiologa formal: que est precisamente definida, sistemticamente estructurada y es empricamente aplicable, al grado de ser susceptible de formulacin, sencilla en .Ios propios trminos 'de Morris. As, pues, todas las cuatro preguntas hechas experimentalmente por Morris estn siendo contestadas por la axiologa formal, y en una forma puramente deductiva. Continuemos ahora y contestemos las preguntas que Morris no hace y, desde luego, no contesta.

5) Por qu muestran los endomorjos una correlacin mayor, entre Zas tasas A y P, ..y POy qu los 'ectomorfos -not La respuesta. no puede ser tanclara como las anteriores, porque tenemos q~e aceptar trminos -"endomor. fo", "edomol'fo"cuya legitimidad o ilegitimidad dentro de la axiologa no pueden determinarse excepto por una investigacin detallada. Podemos decir, sin embargo, que, en general, los endomorfos son mejor integrados, ms cal. mdos -ms racionales, en una' palabra.L que los ectomorfos, Los endomorfos son la gente que Julio Csar gustaba de tener a su alrededor; hombres gordos, de cabeza lisa; en tanto que los ectomorfos, como Casio, tienen una mirada penetrante y hambrienta; piensan d~masiado: 'hombres as son peli. \ grosos. Los endomorfos, como dice Morris, son calmados y receptivos, ima, gnativos y meditativos, extrovertidos, confiados, poco suspicaces, dinmicos. Los ectornorfos son ~ensitivos, se cuidan, .son suspicaces, conscientes de 's; inhibidos; reprimidos, " estacionarios. En una palabra, como dijmos, los en. domorfos: son el tipo de gente ms integrada. La. oposicin natural de racionalidad e irracionalidad, conocimiento y gusto, est armonizada en ellos en la sntesis de una personalidad integral. Pero si esto' es as, entonces 105 endomorfos serian los que tendran ms 'conocimiento esttico que necesidad psicolgica y cuyo gusto sera parejo a su comprensin y, viceversa. En ambos casos seran los que tendran una correlacin mayor entre las dos tasas. De. searan lo que saben que es bueno, y no desearan lo que saben que es malo. ste sera. el signo del tipo optimista; pues, por definicin axiolgica, el optimista es el que prefiere hacer concordar a las propiedades dadas con el concepto correspondiente, en tanto que el pesimista es el que prefiere hacerlas concordar con un concepto inadecuado. , Los endomorfos y Jos ectomorfos son, pues, tipos axiolgicos exactamente definidos, es decir; optimistas y pesimistas. Segn el 'axioma de la axiologa formal, cualquier cosa que bajo un concepto es buena porque cumple el concepto, puede bajo otro concepto ser mala porque no lo cumple. As, pues, como ya lo observ Spinoza, una buena ruina es una masa casa una buena casa es una mala ruina. De manera similar, un buen callejn es una mala'

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calle y una buena calle es un mal callejn; una buena silla es un mal tabu. rete y un buen taburete es una mala silla, y as sucesivamente ad intinitum. El arte del optimista consiste en hallar siempre el concepto en cuyos trminos la cosa aparece como buena, y el del pesimista en hallar siempre el concepto en cuyos trminos la cosa aparece como mala. La cosa es siempre la misma; el optimismo y el pesimismo aparecen en el arte de darle nombre, y por ende, de comprenderla. El pensamiento correcto, desde luego, consiste en aplicar el concepto adecuado a la cosa, y el concepto adecuado es el que contiene todas las propiedades de la cosa y no otras. Pero tal concepto hace que la cosa nombrada sea buena. El pensamiento correcto consiste, pues, en hallar que las cosas son buenas, o sea pensamiento optimista. El pesimista, en cambio, sufre de incorreccin de pensamiento, y es, como ha dicho Charles Peirce, "un poco demente't.e" l no ve la integridad de la cosa ni su plena significancia. Como se ha dicho, para el optimista el vaso de agua est medio lleno y para el pesimista est medio vaco. En trminos de la axiologa, para el optimista el concepto est medio lleno y para el pesimista est medio vaco. El optimista, pues,ve ms del mundo concreto y del mundo abstracto. El optimista est a tono consigo mismo y con el mundo, y el pesimista est fuera de tono; y sta es la descripcin exacta del endomorfo y del ectomorfo, respectivamente. As, pues, la axiologa formal prediria que el endomorio habra de mostrar la mayor correlacin, y el ectomorio la menor entre las tasasA y P. Esto se liga, por supuesto,con la pregunta 3, que en la medida en que el conocimiento esttico aumenta, disminuye la referencia al tipo fsico; pues un tipo ectomorfo que tiene conocimiento esttico sera en este respecto endomorfo: un esteta endomrfco o un endomrfico esttico. l sera, por lo que a la esttica se refiere, calmado, receptivo, imaginativo, etc.; y un Csar esttico preferira tenerlo a su lado en lugar de un endomoifo sin sentido esttico. 6) La siguiente pregunta que no discute Morrs es Por qu escogecada tipo lo que le es similar y no lo que le es contrario? Por qu no es cierto aqu que los extremos se tocan? Una vez ms, la axologa formal da una : respuesta a esta pregunta. Segn el sistema axiolgico, "debe" relaciona la . peoridad de una cosa con su mejoridad, y "no-debe" la mejoridad de una cosa con su peoridad.se En trminos de seleccin, esto quiere decir que debe. mas escoger 10 que es mejor y no escoger lo que es peor. Tambin quiere decir que es mejor para nosotros escoger 16 que .es bueno para nosotros y no lo que es malo, y que es bueno para nosotros .escoger lo que es mejor para nosotros y no lo que es peor.{!)La definicin de "bueno para" es la yuxta,57 Collecied Papers 01 Charles Sanders Peine, ed. Charles Hartshorne y Paul Weiss, vol VI, 484. Cambridge, Mass., 1935. 58 La estructura del valor, pgs. 239 sgs.59 [bid.

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posicin o el traslapo de las comprehensiones.w 'As, normalmente, una ,pero sona .escoger una cosa cuya comprehensn traslapa su propia comprehen, sin, 0, en trminos del experimento, algo con lo cual l tenga una afinidad y no algo con lo cual no tenga ninguna. As, pues, nuevamente, la axiologa normal predira la clase de selecciones de pinturas hechas en el experimento de Morris. Ms an, la axiologa formal es capaz de hacer una prediccin que est ms all del experimento de Morris y la cual sera interesante proseguir en un nuevo experimento. Puesto que los ectomorfos son menos integrados que los endomorfos, no escogern en el mismo grado que stos 10 que es bueno para ellos. Por esta razn, debera observarseuna correlacin mayor de selec: cin a base de afinidad en los endomorjos que en los ectomortos. En otras palabras, los ectomorfos escogeran pinturas endomrficas en mayor propor. cin que los endomorfos pinturas ectomrficas. Por otra parte, bien pudiera ser que los endomorfos, debido a una mayor integracin de su naturaleza inte, lectual y emocional, escogieran pinturas ectomrficas a causa de su superior va lar esttico no-realista. Una confirmacin de esto parece ser, en el experi. mento de Morris, la de que los ectomorfos sienten la mayor preferencia por una pintura que es indudablemente del ms alto tipo endomrfico -no tanto en forma como en contendo-,., "La lechera" de Vermeer, en tanto que los en. domorfos sienten la mayor preferencia por una pintura de tipo indudablemente ectomrfico -otra vez ms bien en contenido que en forma____" "Cristo escaro necido por los soldados" de Rouault.w As, pues, lo que en los ectomorfos es o bien anormalidad de seleccin o bsqueda de normalidad, puede ser refi. namiento en un endomorfo, Slo en el Caso de los mesomorfos deberamos, quizs, predecir afinidad completa, seleccin eh completo acuerdo con su tipo, no complicada ni por perversin psicolgica ni refinamiento esttico. En el experimento de Morris se confirma esto tambin. La primera seleccin de los mesomorfos est en completo acuerdo con su tipo, el "High Yaller" de Marsh. Todo esto arroja luz nuevamente sobre la relacin entre afinidad y necesidad que puede en realidad ser contraria a la que presume Morris, y que en todo caso no es tan simple como l la presenta. 7) Discutamos ahora la diferencia entre el mtodo analtico de Morris y nuestro mtodo sinttico. Como ya dijimos, en la pregunta 7 no es la hiP. tesis de Mortis tan vaga que cualquier resultado del experimento la coniir, mara? No es el caso que su experimento, en lugar de ser orientado por la hiptesis, viene a ser en mayor grado productor de sta? El mismo Morris, como hemos visto, no considera el experimento como la prueba de una defi. nicin del valor, sino solamente como algo que "presta apoyo" a la determi.00 Op, 61

cit., pgs. 238 sigs. Varictics 01Human Vales, cap. 7; The Language 01 Value, pgs. 70 sigs.

AXmLOGA

y SEMNTICA

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nacin tentativa de una "gran palabra". La vaguedad de su hiptesis hizo imposible la prediccin. Hizo a la .hipotess incapaz de aprehenderlos detalles del experimento,al igual que una red de pescar es incapaz de atrapar moscas.La expresinlgica de estavaguedadera una serie de silogismosfa: laces. Sus medios ndistribuidos se utilizaban, por decirlo as, para cubrir las lagunas del argumentoanaltico. Ms bien que darle definitud a la filosofa moral, el experimento era uno de aquellos "pata generarla o darle origen", segnlas palabras de Bacon. . La hiptesis era la ocasin, pero no la estructura del experimento. El experimento trascendaa sta en toda direccin. . Nuestro mtodo sinttico, en cambio, era definido y poda dar razn tericamenteno slo de cada rasgo del experimento, sino tambin de los rasgosde los que no daba razn el experimento. As, pues, empezandocon nuestromtodo,el experimentopuedeserproyectadocomouna situacinhipo. rtica en todos los detalles: como un modelo en el sentido cientfico de la palabra, construidoen la mente sobrela base,no de las respuestas la gente de .acerca algo que se suponevagamentequees el valor y en ocasinde vagas de categorasanalticas, sino sobrela base de un axioma que define al valor sin. tticamente y con tal precisin que las respuestas' xperimentales sealan e minuciosamentelos detalles del modelo, confirmndolos o negndolospuno to por punto. El experimento,en otraspalabras,seraorientando;pasoa paso, por la teora, y la teora predira el resultado sobre la base de sus propias deduccionesaxiomticas. Llegamos a nuestras conclusionesmediante consi. deracionespuramente formales, y las vimos confirmadas en forma notable por el experimentode Morrs, As, conformenos lo propusimos,dimos a este experimentoun legtimo carctercientfico: el de confirmar una teora formal. sta, y nada menos,es la funcin legtima de un experimentocientfico. Lo que el experimento debe presumir debe ser el modelo detallado de lo que seael sujeto de la:teora; en el caso de la teora del valor, el valor. Un experimentocientfico en la teora del valor slo debe efectuarsepara sorneter a prueba a la estructura del valor. Y esta estructura slo puede surgir como la construccin de una teoria axiomtica. Si no existe tal estructura, si el sujeto que va a someterse prueba es concebido slo vagamentecomo a una categoraanaltica, si se considera que la discusin de su definicin es impertinenteo nos "lleva demasiadolejos",6:2i se confa vagamenteen que s los resultados del experimento "presten apoyo" a la presuncin categorial, entonces, o importa 10 que sea el experimento,no es un experimento cien. n tifico acercadel valor. Es, ms bien, un experimentoprecientfico, en el sen. tido alqumico, y recibe su significado cientfico tan pronto como se da la frmula qumica. 0, para tomar el caso de la mecnica,es la clase de expe. rimento qu los predecesores e Galileo efectuabanpara "sometera prueba" d6:2

Vorieties o[ Human Values, pg.

12.

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.'ROBERT

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la categora aristotlica del movimiento y sus diversas implicaciones. Nada de lo que hizo Galileo era nuevo estrictamente hablando, ni 19 que hizo inductiva o experimentalmente, ni lo que hizo deductiva o matemticamente. Occam haba desmetafisizado el tiempo y el movimiento/la Oresme haba anunciado la ley delmovimento uniformemente acelerado.ss el Cusano haba construido el famoso mecanismo de agua para medir el tiempo,(\5Stevin haba efectuado los experimentos de cuerpos de diferentes pesos en cada/l6 Tartaglia haba prcticamente enunciado, en sus ltimos escritos, la ley de los proyectiles: 67 todo ello supuestamente "inventado" por Galileo. EIi realidad, lo nico nuevo respect de Galileo era la cabeza que tena sobre sus hombros. l vio que el mtodo que sus predecesores haban utilizado representaba un rompimiento radical con la manera aristotlica. de filosofar; que la tisis, la naturaleza, no haba de estudiar mediante categoras vagas, sino mediante procedimieruos precisos, y que el hombre, en lugar de 'seguir los mandatos de la naturaleza, deba embridarla y hacerla seguir sus modos de pensamiento. Como. lo expres ms tarde Kant, en lugar de acercrsele "como un discpulo que escucha todo lo que el maestro tiene a bien decir", el hombre debe acercrsele "como un juez designado que obliga al testigo a .contestar las .preguntas que el propio juez ha formulado".68 Esta nueva y radical concepcin fue lo original en Galileo: su "nuevo gorro de pensar", la "transposicin que tuvo lugar en su mente" -como lo ha expresado Butter. field con tanta justezatlll_ y que hizo posible la revolucin cientfica, sin cambiar los antiguos materiales y mtodos. Pero stos fueron vistos bajo una nueva luz: y esta nueva luz, la claridad cientfica, aadi a los dos antiguos mtodos, el filosfico y el numerolgicot? ....".ambos nalticos en nuestro sena tido-, un tercero, el experimental, mediante la generalizacin de una de las antiguas frmulas, considerndola como un axioma, y elaborndola tericamente en tal forma detallada que entonces fue posible hacerle las preguntas a la naturaleza, La teora, entonces, abarca al- experimento en toda su ex. pansn, no hay lagunas ni conjeturas, el experimento y la teora son uno y se someten a prueba el uno al otro, y no es ninguna antigua categora de Aristteles que se llena accidentalmente con algn significado material.67 Vase H. Shapiro, Motion, Time and. Place According to Ockham, Franciscan Institute Publications, Philosophical Series, NQ 13.' 64 R. Dugas, A History o{ Mechanics, London, 1957,pg. 60.. (\5

F. Dessauer, "Galileo

and Newton: The Turning

Point

in Western Thought",

en

Spirit and Nature, J. Campbell, ed., New York, 1954. pg. 297. 66 A. C. Crombie, Augustine to Galileo: The History 01Science,A.D. 40-165, London, 1957;pg. 289. , . . 67 H. Crew, The Rise 01 Modern Physics, London, 1935,pg. 81. 68 Kant, Critica de la razn pura, B. XIU . . !Xl H. Butterfield, The Origin 01 Modern Science, London, 1949,caps. J, V. 70 Crew, ap. cit., pg. 113. 71 Galileo. Two New Methods, Evanston, Ill., 1946,pgs.. 155 sigs.

AXIOLOGfA

y SEMNTICA

75

En esta forma axiomtica ms bien que categorial, los experimentos y las construcciones anteriores a Galileo fueron unificados en un solo patrn consistente. Por esta razn pensamos en Galileo, y no en Oresme, Stevin, el Gusano, Occam o Tartaglia, cuando pensamos en la mecnica. Todos stos trataron, o bien de hacer encajar sus descubrimientos en el patrn aristotlico, o bien de dejar que la posteridad hiciera tal cosa o 'construyera un nuevo patrn. Fue Galileo quien construy este patrn. De su nueva manera de concebir las cosasnaci la nueva concepcin de la naturaleza, la compren. sin de que la naturaleza ofreca dos clases de cualidades, las que encajaban en el patrn y las que no encajaban. Galileo, con innecesario nfasis meta. fsico, llam a las primeras cualidades "verdaderas", "reales" o "primarias"; en realidad, -Ias cualidades "primarias" son meramente aquellas que encajan en un patrn especfico, aquellas que constituyen el morj fenomenal que encaja con el mori sistmico del patrn. Son aquellas propiedades del Ien, meno que hacen posible, y realizan, el isomorfismo entre el fenmeno y el patrn. Todo esto ahora, mutatis mutandis, es verdadero para una teora cien. tliica del valor. Lo que se necesita no son nuevos materiales ni nuevas frmu. las, sino una nueva concepcin de los viejos materiales y frmulas. La axio. loga provee esta estructura del valor; y lo que ella llama valor son las cua, lidades primarias de los fenmenos de valor, que preparan a estos fenmenos para el patrn: las cualidades de cada fenmeno de valor que lo hacen encajar en el patrn -las cualidades isgmrficas del valor por una parte y del concepto "valor" por la otra_:. el valor siendo fenmeno, y "valor" su definicin en la axiologa formal. El patrn no es categorial, sin' axioma, tico; no es analtico, sino sinttico. El experimento de Morris, en cambio, "somete a prueba" una categora aristotlica, la, de la seleccin como el valor fundamental, rebautizada por Morris como "conducta preferencial". Morris enuncia y describe mediante el anlisis categorial muchos de los rasgos del valor que nosotros describmos mediante la sntesis axiomtica. Pero l deja que el experimento deter: mine su teora. escuchndolo como un discpulo, en tanto que nosotros usamos el mismo experimento para contestar preguntas precisas formuladas independientemente de l, y juzgamos el experimento en trminos de las preguntas formuladas. En lugar de una vaga categora filosfica, un concepto inestructurado y amorfo llamado "valor", la axiologa formal construye axio. rnticamente un patrn terico que propone sintticamente para representar la estructura del valor. Por medio de esta teora somete a prueba al expe. rmento tanto como ste somete a prueba a la teora. Es cientfica en el sentido de Kant. Afortunadamente, ambas pruebas tienen xito; el experiment confirma lo que deducimos tericamente, y la teora confirma lo que el experimento

ROBE:R:t

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presenta. Pero -algunas de las inferencias que Morris deduce dl experimento sobre la base de sus presunciones categoriales quedan refutadas: Desde el punto de vista de la axiologa formal, el experimento viene a ser; como es la intencin de Morris, una contribucin "a la integracin de las disciplinas socio.humansticas dentro del programa de la ciencia unificada".72 Desde' este punto de vista, pues, el experimento de Morris tiene todo el valor cien. tfico que alega tener,' pero no lo tiene, en el estado actual de la teora del valor, desde cualquier otro punto' de vista. Si, como afirma el lema, de Morris con Lao Ts, "en los asuntos de los hombres hay un sistema", y si, como sostiene' Morris, la ciencia natural es el modelo de este sistema, entonces la teora del valor debe dejar de ser anlisis categorial y empezar a ser sntesis axiomtica: debe avanzar de filosofa a ciencia: Morris, con ingeniosa percepcin 'experimental, ha dado este paso en la prctica. Per; careciendo de teora siste. mtica, no ha podido interpretarlo correcta o comprehensivamente, en el marco de referencia proporcionadopor la axiologa formal, los rasgos del ex. perimento no slo caen dentro de un patrn, sino puede sugerirse la pruebaexperimental de nuevos rasgos, Morris, pues, no est en lo correcto -o por lo menos se precipita a dar por supuesta la existencia' de una hiptesis formal- cuando compara el pro. cedmiento axiolgico de la semntica con las bolas que Galileo hizo rodar por un plano inclinado. Galileo hizo esto por la misma razn, precisamente, que f~lta en Morris, es decir, a fin de confirmar una 'teora forma1.73 Tal teora 'la haba elaborado l previamente mediante el pensamiento, pene. trando.: en el pensamiento; hasta la esencia del fenmeno, al punto de con. oertirse l mismo en un cuerpo en descenso, segn su propia expresnino contentndose con los conceptos del sentido comn, sino descartndolos resueltamente. La axiologa semntica no como cree Mortis, "del tiempo de Galileo";74 No ser de ese tiempo, y mucho menos del de Newton, hasta y a menos que se proporcione una teoria formal de Ia axiologa basada en

es,

la -"penetracinen el fenmeno de valor mismo.Afortunadamente, ya hay en nuestro' tiempo tal penetracin; es la de G. E. Moore. La nueva axiologa cientfica que era la meta de Moore se diferenciar de las actuales disciplinas sociales y axiolgicas en la misma foro ma en que la alquimia se diferencia de la qumica. La actual teora social y axiolgica en cuanto aspira a ser "cientfica", combina, a la manera alqu. mica, ingenuos conceptos analticos del lenguaje cotidiano con usos metairicos del nmero. El mtodo correcto debiera 'combinar conceptos sintticos del valor con una ,medida sinttica. Este mtodo est disponible hoy y clama,7'2'

73 74

Varieties of Human Values, pg. VIII. Galileo', Turo Neto Sciences, op. cit., pgs. The Language oi Value, pg. 76:

154

sigs.

AXIOLOGfA,

y SEMANTICA

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por ser usado. Sin embargo,slo puede ser usado por quien entienda la paradoja en la que Whitehead insiste con tanto nfasis para la esfera del hecho como para la del valor.. que las ms radicales abstraccionesson las. verdaderasarmas para el control de los fenmenosms concretos.ROBERT

S.

HARTMAN

Dinoia, vol. 6, no. 6, 1960

LA CORRELACIN FUNCIONAL MTODO

DEL

La va ms directa para caracterizar al mtodo es acudir al concepto de fun, cin, que designa en general la posibilidad de una sntesis. El concepto de funcin emplase originariamente en matemticas, in. dicando la variable dependiente de una ecuacin, o bien el sistema de la ecuacin misma. Dicha propiedad est de acuerdo con la virtud del mtodo, consistente en la vinculacin de diversos elementos para definir un problema y organizar su solucin. Por ejemplo, en una ecuacin matemtica como y 2X, la variable Y es dependiente de la X, y ambas podrn tornar diver, sos valores. Se' dice que Y es funcin de X, donde se hace equivalente el concepto de funcin al de variable dependiente. Tambin se dice que toda la ecuacin planteada es una funcin, puesto que sus variables admiten una cantidad ilimitada de valores. En este sentido, mtodo es equivalente a

=

funcin.Por. la analoga matemtica puede !eprsentarse al conocimiento por medio de una simblica ecuacin en la que el sujeto se simbolizar por la incgnita X, el predicado est constituido. por las notas a, b, e, y la cpula es equivale al signo. de igualdad. La ecuacin cognoscitiva quedara: X es a, b, e, .. En ella la variable X puede simbolizar en general a cualquier objeto, en tanto/que las letras a, b, e, representan los datos que se predican del sujeto. La partcula es encarna aproximativamente a la cpula, que puede adoptar una gran cantidad de expresiones, corno fue, debe ser, puede ser, ser, ha sido, etc., que son declinaciones del verbo. ser, y otras ms de verbos distintos. Interesa destacar que el mtodo. puede formularse mediante una especie de ecuacin epistmca en la cual se localizan los trminos predicativos; ello afirma la posibilidad de toda predicacin. De esta suerte, la expresin ms general del mtodo enunciativo es la atribucin de un predicado a un sujeto por medio de una cpula, como se verifica en la lgica tradicional. Aunque los valores de las variables lgicas puedan cambiar ilimitadamente (igual que en la ecuacin aritmtica), la posibilidad de la predicacin permanecer constante: el conocimiento. es la copulacin de un predicado. y un sujeto. Ahora' bien, en vez de la ecuacin explcita, donde figura la cpula afr, mativa, se puede tener una inecuacin, tal como sucede en las matemticas, al emplear, en vez del concepto de igualdad, el de mayor o menor, que tambin denota la posibilidad de relacin en sus trminos, pero en forma distinta de la[78 J

LA CORRELACIN

FUNCIONAL

DEL MTODO

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que representa el signo de igualdad. Tal es el caso de la cpula cuando adopta una expresin distinta de la partcula es, que rene los requisitos de ser afirma. tiva, actuar en tiempo presente y de modo categrico. Hay la cpula negativa que seexpresa en no es, la autntica inecuacin epistmica de los juicios negati. vos,o bien una cpula que indica pretrito o futuro -cser, fue, habra de ser_ apartndose del tradicional presente; o bien revestir la forma hipottica o disyuntiva, en lugar de la categrica habitual. Tambin adoptar "la forma problemtica puede ser, en vez de la asertrica es. Aqu se ve el gran nmero de posibilidades que tiene la copulacin, dando origen a otras tantas fun, cienes del conocimiento. Empero, las variantes no se apartan de la metdica general, que consiste en la incorporacin del predicado al sujeto por medio de la cpula, el despeje de la incgnita por la atribucin de los datos predi. cativos que le corresponden. Otra variante de la funcin metdica estriba en cada especie de las ciencias particulares; las matemticas emplean conceptos distintos que las cien. cias biolgicas, sociales o antropolgicas, y cada una utiliza conceptos espe. cficos, Esta observacin es fundamental para ingresar en la lgica moderna, donde se h~ tratado especialmente de representar al conocimiento por me. dio de "ecuaciones", o sean funciones que emplean una notacin matemtica para expresar conceptos lgicos. ' La consideracin dinmica del. mtodo se funda en la pluralidad de elementos lgicos determinativos que participan en su realizacin. Pese a constituir una variedad cognoscitiva, sta se sujeta a la unidad que los rela. ciona, dotndolos de una funcionalidad comn. Una pluralidad de elemen, tos que admiten la unidad se conoce como sistema. En este caso, los elementos del sistema son elementos lgicos; el sistema adquiere un sentido metdico en el momento que se le considera como idea de sistema, esto es, como la posibilidad de incluir un nmero indeterminado de sistemas que renen el requisito sealado. La estructura sistemtica obe, dece a la necesidad de relacionar una diversidad de trminos indispensables para la constitucin de la estructura metdica; en vez de sistema puede ha. blarse de sistematicidad, o si se prefiere, de la idea de los sistemas. La siste. maticidad representa plenamente una categora metdica, a saber: el mtodo de proceder sistemticamente, lo cual se nota de suyo al requerir la condicin bsica de todo sistema. Proceder sistemticamente equivale a enlazar una plu. ralidad de elementos de acuerdo con su unidad comn, o en un sentido in. verso, buscar la unidad que relaciona una pluralidad. El mtodo sistemtico es inexorable para el levantamiento y consolidacin de las estructuras epis., tmicas. La idea de sistema indica, en trminos generales, el requerimiento de unidad. Pero al hablar de estructura se pan tea la cuestin de cul sea la un, dad mnima y la mxima, esto es, si puede haber un "tomo" y un "universo"

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en el conocimiento y, por otra parte, .una correlacin suficientemente amplia para que se pueda considerar como insuperable. En rigor, no existe un "tomo lgico", esto es, un conocimiento indivisible en el camino de la fundamenta. cin, indivisibilidad que podra' atribuirse a los, principios lgicos supremos en el sentido que los considera la lgica tradicional; pero siempre es posible ir ms all 'de todo "primer principio", considerado como enunciacin concreta, pues cada axioma slo tiene vigencia en su correspondiente.rea. Por ello, el "absoluto" de los principios lgicos no es tan supremo como se cree, conside. raudo que siempre es posible descubrir nuevas demarcaciones que actuarn como unidad de sendas pluralidades para llegar ala correspondiente edificacin del sistema. De ah concluimos en el sentido metdico que reviste la idea d tomo, aceptado no nicamente en.el.sentido lgico de "principio supre. mo", sino tambin en el fsico naturalista, por cuanto se ha demostradoque el antiguo tomo de la fsica clsica est formado por partculas que hasta ahora se tienen como elementales, siendo de pensar que ellas, a su vez, constituyan sistemas de referencia integrados por nuevas unidades. En.el lado opuesto, el macrocosmos representa la idea de una totalidad mxima a la qu pueda aspirar el saber humano y frente aIa 'Cual no cabe una determinacin mayor. Empero, la ciencia no ha llegado .al conocimiento _ supremo del universo y a todas luces no podr lograrlo jams, quedando siempre en un .estadofragmentario y limitado de la determinacin. A partir de ah procura desenvolversehacia mayores objetivaciones, de manera que el universo ser para el hombre cada vez ms amplio, pero nunca total y abso. luto -. Hablar de universo no. puede significar otra cosa que la idea del mximo sistema de la naturaleza, comprendiendo en ella al ser humano y sus productos, as como" desde luego; aIas cosas que existen fuera de la Tierra. El concepto de universo adquiere el carcter de idea regulativa que sirve para dirigir a la, investigacin por un continuo progreso, indicando que nunca se ha llegado a la mxima determinacin posible, sino que ms all de cualquier etapa conquistada habr la posibilidad de extenderse y agrupar en torno a ella un mayor nmero de elementos. . _ . En esta idea se denota la facultad de un sistema cada vez ms amplio, en el sentido fsico y en el lgico. En ambos casos, microcosmos y macrocosmos, tomo y universo, se constituyen ideas metdicas que norman la investigacin de la ciencia, as como el fundamento lgico de dicha investigacin. Continuamente se descubren nuevos universos, y nuevos tomos, que correspon. den a la definicin de nuevas ideas constitutivas, de donde el alcance de l' idea metdica llega a las mximas y mnimas dimensiones de la racionalidad. Entendida la categora general del mtodo como forma de investigacin, indisolublemente ligada a la unidad sistemtica, es de reconocer, sin embarg, que no todos los mtodos tienen el mismo desempeo, as como tampoco los sistemas tienen todos la misma significacin.

LA

CORRELACIN

FUNCIONAL

DEL

MTODO

Con. independencia de otros puntos de vista, emplearemos por el mOA mento el que establece el plano de raciorialidad metdica de acuerdo al nivel de fundamentacin que, desde luego, cumple el requisito de homogeneidad conceptual por cuya virtud a un mismo tipo de 'problema corresponde an. loga especie de mtodo. Esto lleva a la necesidad de distinguir la funconal. dad metdica en relacin a los problemas correspondientes, lo cual parece obvio, mas no siempre se observa ni se cumple con la debida fidelidad, ha, biendo multitud de casos en los que un mtodo quiere ser aplicado a pro. blemas que no le ataen; numerosas ocasiones se ha tratado de construir un sistema a partir de la problemtica que corresponde a determinada ciencia, empleando un mtodo que rige en otra. Tal es el origen de la desviacin que a cada paso se-registra en la filosofa y, para evitarla, el aspecto positivo debe deslindarse del negativo, en los trminos de autonoma y heteronoma que son especficamente metdicos. De acuerdo con ello, los principios de cada ciencia tendrn efecto en ella y nunca fuera de ella, obligndose a respetar la jurisdiccin de las leyes que pueden tener alguna relacin, y recproca. mente, adjudicndose el derecho de hacer respetar su autonoma frente a cual. quier posibilidad de intervenir injustificadamente en su campo. Tal es el caso de la extensin que ha pretendido efectuarse, por ejemplo, del mtodo matematicista en los problemas de la lgica, queriendo no solamenteque la deduccin .se efecte por la va matemtica, mediante la transo ferencia de operaciones simblicas, al razonamiento lgico, sino que este lti. mo, en su integridad, sera convertible al molde E'latemtico. Semejante pretensin tiene su origen desde la remota antigedad filosfica y su primer gran esfuerzoen la poca moderna, con los sistemas de Descartes, Spinoza y Leibniz, genera una reaccin heternoma que, en cierto modo, puede considerarse como reverso de la fundamentacin realizada en torno a los problemas raconales y matemticos, pero nunca abarcando la integridad del conocimiento, ya que permanece al margen la problemtica de la experiencia inmediata, as como la unidad de 10 fctico y lo racional, obtenida en la sntesis a priori y, con mayor razn, la autoconciencia metdica, que surgi modernamente a partir de la idea trascendental, entendida precisamente como idea correlativa en el sentido de infinitud que reviste el concepto metdico del universo. El motivo que puede haber en ello es la humana tendencia a seorear el panorama de lo real desde una sola atalaya, que ser factible siempre y cuando no se agote en ninguna de las parcelas cuyo carcter limitado no permite extenderse a territorios donde no encajan correctamente. Ha de mantenerse la unidad de trabajo mediante la inteleccin ideal y metdica de una tarea infinita, por encima de los logros particulares que obtiene la experiencia real. Existe una idea de coordinacin metodolgica que tiene un carcter formal y no representa conocimiento, sino posibilidad y direccin -mtodo-de conocimiento. Esta idea, formulada en el sistema

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platnico' y reforzada en el idealismo alemn, no ha sido cabalmente com. prendida; por ello se renuevan de manera estril los intentos de restituir a la metafsica con la pretensin de "ser en s", que sera determinado por catego, ras ontolgicas. Corresponden stas, evolutivamente, a la esfera de los con. ceptos universales que, precisamente por su universalidad, no constituyen co. nocimiento, sino formas de conocimiento, o sea posibilidades metdicas de una. determinacin infinita. As, y no de otro modo, pueden entenderse ideas como infinitud, existencia, ser, nada, todo y, en general, las que pretendida. mente maneja -la ontologa. Este concepto lleva' a una convertibilidad onto, lgica metdica en la lgica metodolgica. La posibilidad formal se mantiene' frente a las realizaciones empricas de la experiencia. Por el carcter formal del mtodo se.llega a la conclusin de que las con. cepciones tradicionalmente expuestas en torno a los problemas metdicos provienen -de posturas extralgicas que atienden fundamentalmente' a la cues. tn gentica formativa, ya que no a la 'teortica explicativa propiamente dicha. Quieren constituirse como una propedutica del pensar, expuesta en un recetario prctico sobre forma de conducir al pensamiento. Esta idea se relaciona con el concepto de la lgica como arte del pen~ar, canon del .buen razonar, etc. Los criterios extralgicos de las posturas heternomas revisten principal. mente una modalidad psicologista, ontologista, gramaticista y sociologista, con la doble significacin que se revela en el mtodo. ste, en su parte construc, tiva, denota la intervencin del factor correspondiente y deber ser debatido en la ciencia que deriva. de cada principio: psicologa, ontologa, lingstica y sociologa del conocimiento. En la parte crtica, el mtodo tiende casi siem. pre a evitar confusiones, de las cuales, por cierto, ha estado plagada 'la lgica. Aqu encontramos una de las partes ms relevantes en el tratadismo espe cializado que no obedece a la constructividad conceptual que parte de la significacin interna de cada concepto, en su ereccin propia y sus correlaciones dinmicas en el seno de la judicacin, lo cual se explica por el gran nmero de circunstancias que han concurrido al hecho del conocimiento. Desde un punto de vista real, la confusin misma es inevitable, pero ello no significa que haya de tomrsele como definitiva, sino al contrario, que a su abundamiento corresponde una crtica incisiva en el orden de los elemen. tos y las estructuras, as como de los procesos y etapas de evolucin a que dan origen. La piedra de toque para 'COmprender y justificar al mtodo radica en la posibilidad que tenga ste de subsistir, una vez que sus aspectos negat. vos hayan sido depurados por la arquitectnica de la razn, poniendo a cada trmino en su sitio y dejando que sus problemas se desenvuelvan por el camino autnomo. ste subsistir, en trminos funcionales, como una jerarqua de conceptos que van superponindose en planos a base de la funcionalidad relacionan.

la

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te que, por su desempeo en calidad de .sntesis epstmca, adquiere auto. mticamente prioridad con respecto a . los trminos relacionados. Por otra parte, la posibilidad misma de relacin est indicando un horizonte abierto, una especie de recipiente en el cual se pueden verter diversas clases de materia, de suerte que el recipiente mismo permanece en calidad de invariante, mientras que su contenido cambia a voluntad. Tal es la significacin pura del mtodo, de todo mtodo, incluyendo aquellos que se rechazan como no pertenecientes a la lgica pura y quieren incorporarse a otras disciplinas. Por ejemplo, la prescriptiva mnemnica que tiende. al desarrollo de Ias facultades retentivas y de una mayor agudeza del pensamiento, deja de ser un mtodo de conceptuacin para convertirse en un mtodo de captacin. Pero la captacin misma representa una posibilidad con respecto a los elementos que han de ser recibidos a travs de.. lla.para dirigirse a la conciencia y, des. e pus de una serie de procesos elaborantes,que~J.,J~T"1_c~]idad_ilf\ ..xl!1!.g~nl!.b. i s yacente en el inagotable archivo de la lI!_(';Jll6ria, fin de que ms tardes 'e' a proced~ a la correlacin asociat~.y:a-,de-ras ideas que hacen del conocimiento, en el terreno fctico, un_y.erdi"deroreconocimiento. Se trata de un mtodo gentico que, et}Juanto" tal, tiene y mantiene su procedencia de origen indio vidual, .. n..:virtudde las categoras psquicas que ella misma constata y de las e -que-ofrecesu posibilidad de accin. Otro tanto sucede con el lenguaje. Al negar la posibilidad de una fun. damentacin lgica basada en la expresin gramatical propugnase por que el significado interno de los conceptos se mantenga como fuente inalienable para la explicacin terica. Pero con ello no desaparece la intervencin del lenguaje, sino ocupa realmente el sitio que corresponde a la lingstica. El aspectometdico de este aparato cultural radica en la posibilidad de formar nuevos trminos, o lo que equivale, en la formacin de todos los trminos existentes, ya que cada uno ha sido, en su momento, un elemento nuevo, y ha implicado la necesidad de una gnesis. El problema de la creacin lgica reclama la postulacin de funciones generales a ttulo de posibilidades expresivas. El mtodo de la expresin encuentra una serie de ramificaciones que corresponden a las diversas ciencias del lenguaje: fontica, semntica.. filologa, lingstica, gramtica pura, comparada e histrica, etc. Cada una obedecea una necesidad metdica que deber serle reconocida, sin que ello implique la confusin heteronomista tantas veces combatida, Anloga consideracin puede aplicarse a la ontologa, que se interfiere con las ciencias particulares arbitrando pretendidamente el conocimiento de la realidad, tarea desde un principio adjudicada a la filosofa. La complica. cn .metdica es mayor, pues supone por una parte, la refutacin de toda metafsica,y por la otra, la justificacin de las ciencias particulares como una teora del ser, deslindando el desempeo que' cada una tiene en su jursdic, cin objetiva, as como la funcionalidad comn que corresponde a todas las

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ciencias en cuanto conocimiento generalde la realidad. Aqu se implican conceptos universales tan importantes y significativos como Jos de ser" universo, existencia, y varios otros que se han erigido como postulados mximos de la lgica y la ontologa. Hasta qu punto puedan las teoras ontolgicas convertirse mutuamente, es algo que la metodologa debe deslindar con Un sentido estricto de la fun, cionalidad conceptual. Para ello tendr en cuenta las intervenciones circunstanciales que se presentan de acuerdo con la poca histrica y la corriente espiritual a que pertenecen. De este modo se llega a un verdadero eclecticismo, o sea un sincretismo trascendental que prosigue el decurso de las corrientes ontolgicas, desde su principio hasta su fin. . En lo que se refiere a los factores sociolgicos del pensamiento, se denotan ellos a travs de las diversas acotaciones-que, por medio de una trayec. toria histori~ista se.han ekc{;l:t~a uno. de los mom.:ntos significativos ~cln -. Creemos que mngu.... otra postura ha tenido un desempeo na tan netamente metdico como suced~t}):i~l.,ltistoricismo, en el cual se recogen los principales conceptos de evolutividad qu;S'on."ba,separa una comprensin dinmica del pensamiento. ~" Una de las atribuciones principales del mtodo es la rel1ltivizacQn del pensar; en este sentido el historicismo ha llevado la batuta, pues la 'cilltura< posee una raigambre dinmica y sociolgica. La funcin del mtodo en la sociologa se presenta casi siempre como una esquemtica donde se ponen de relieve los elementos que confluyen en la sinergia social, limitndose en un momento dado (de acuerdo con los requerimientos prcticos de orden estadstico, que generalmente postulan las investigaciones sociolgicas) a la toma de noticia que se vierte a travs de la cuantificacin mensural. . De este modo parecen estar la sociologa y su correlato cuantitativo, la economa, un. tanto alejadas de la dinmica metdica; pero en el momento que s toma en cuenta la evolutvdad de los sistemas sociales, Ilgase a la conclusin de que cualquier aspecto de la sociedad es slo un peldao en la ascensin histrica, un momento artificialmente segmentado en el decurso del tiempo; al quedar circunscrito como una etapa del presente deber vincularse al pasado, del cual proviene, as! CI?mo al futuro, al cual dar origen. Cmo sea dable la concepcin de un "presente" en la vida histrica, debe ser enjuiciado metdicamente en la aportica de la historia. Es posible delim, tar un presente en la existencia? He aqu el tema histrico-metdico fundamental que, llevado a las funciones conceptuales, reporta el problema del historicismo lgico, que es principalmente un logicismo metdico. Pero no solamente las intervenciones heternomas son vulnerables a una revisin metodolgica mediante la reduccin a la postura extralgica de' la cual derivan. Tambin lo s~mlas expresiones que se han querido ostentar como metdicas puras y a las que cabra colocar en un orden distinto del

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que corresponde a la funcionalidad conceptual, casi siempre en el lindero de las observaciones empricas, ya sea en torno al proceso del pensamiento o la captacin de la experiencia. La mayor parte de las connotaciones metdicas que contiene el tratadismo lgico recaen bajo esta reduccin; por ejem. plo, los grandes mtodos, l inductivo y el deductivo, presentan 'la dificultad de haberse captado por efecto de un abstraccionismo, derivando tal vez de la especializacin profesional que rige en un mundo propio, pero limitado, y soslayala existencia de otros que no tienen el carcter de mnadas, sino cons, tituyen puntos de referencia para orientar a la investigacin; de ningn modo han de tomarse como esferas isolativas que debieran soslayar su inde, clinable y mutuo contacto. Ello ha provocado la crtica enderezada tradicionalmente por parte de los inductistas en' contra de la deduccin, recprocamente. El leitmotiv de dichas crticas es conocido: la falta de apodicticidad en las observaciones inductivas y el requerimiento de fecundidad para el deductivismo. La historia filosfica registra ese debate; en el fondo es un solo problema que arraiga en la impostergable necesidad de la experiencia -lato sensu=complicando los trminos de realidad y racionalidad que tantas veces se han proclamado. Desde el origen de la filosofa, con la presencia de Herclito y Parmnides, se pretende esta disyuntiva: realidad o razn. Ciertamente, a cada paso 'ha surgido un sistema conciliatorio que 'la convierte en una frmula de inclu. sin; en vez de existir realidad o razn deber proclamarse realidad y razn. Empero, la disyuntiva ha seguido figurando y los trminos mismos, por el simple hecho de su pronunciamiento, permanecen en calidad extraa e irre. ductible a .los intentos que se han perfilado desde fuera de la significacin lgica; la disyuntiva es fcilmente soluble en virtud de la funcionalidad conceptual. que se manifiesta en la concatenacin predicativa y en el seno mismo de cada ciencia. De aqu se han dado equivalencias aparentemente paradjicas; que la realidad tenga sentido racional o el ser quede concebido en calidad de idea regulativa, o bien que el pensamiento revista un sentido de realidad en el momento que se convierte en objeto. Adoptar esquemtica y abstractiva, mente los trminos de realidad e idea no puede conducir ms que a la estril fragmentacin que proviene de la disyuntiva original, lamentablemente dir. gida a la raz misma de la filosofa. Lo que deban significar idealidad y realidad se comprende en la ecuacin del conocimiento como incgnita y datos resolutivos, respectivamente, agregando la cpula, que podr consistir en el concepto o signo de igualdad, en cuyo caso se tiene una ecuacin propiamente dicha, o bien en algn elemento de desigualdad, 'con lo cual no se altera el sentido predicativo de la "inecuacin". De este modo, la realidad "en si" adquiere un carcter perentorio y la idealidad abstracta se reviste de una formalidad en la cual descansa su carcter metdico.

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Manteniendo el distingo que correspondea la jerarqua de los diversos grados del saber, reconocemoslos siguientes planos metdicos. a) Mtodo cientfico.natural. b) Mtodo cientfico.racional. e) Mtodo lgico. d) Auto. concienciadel mtodo. Sobre el primero sabemosque la existencia de unidades y estructurasen la naturaleza manifiesta la comunidad funcional "preestablecida";pero sta es la constatacinde un problema que la ciencia deber despejar,explican, dolo mediante la integracin del sistema conceptual, correlato de la estructura armnica de la' realidad. Por ejemplo, los sistemas del organismo humano seconstatan en su operabilidad fenomnica y de suyo son innegables como seresreales,proporcionando una prueba de la teleologa imperante en la naturaleza. A pesar de ello, este hecho representaslo el primer paso de la investigacin,que en estecaso deber integrarsea partir de las teoras fisiolgicas para llegar a las concepcionesmximas de la ciencia, que tienen un sentido especulativo. La distincin entre el sistemanatural y el sistema cientfico radica en que el primero est inmerso como parte funcional del segundo,como la X por determinar en la ecuacin del conocimiento; los datos y' signosresolutivosse dan en la esferade los conceptospuros que tras. cienden la realidad fenomnica,y pueden, por ello mismo, dar margen a la constitucin de los sistemascientficos. Con esto se obtiene el segundode los niveles metdicos.'Son los conceptos puros que se vierten en la experiencia para determinarla.con los requi. sitos de verificabilidad y sistematicidad que avanza progresivamente,de acuerdo con la .idea regulativa que se contiene en los postuladosde naturaleza metdica. Las cienciasparticulares poseenlos suyosy, consideradoscomo conceptosuniversales,fijan el horizonte en el cual se recorta paso a paso lo indeterminado para incluirlo en la ecuacin del' conocimiento,por efecto de la funcionalidad y en relacin a sus etapa~ anteriores,de acuerdo con la pro. gresividad que define la historia ideal del conocer. En esta especificacin de los sistemascientficos se incluyen tanto las ciencias naturales, que en un sentido estricto son las ciencias fsicas, como las ciencias sociales, que por el hecho de requerir una proyeccin en la experiencia inmediata se constituyen tambin como ciencias"naturales", slo que en el sentido de naturaleza que reviste la interaccin camal de la sociedad. Se rigen por categorasdistintas de las que operan en las ciencias fsicas, pero en el fondo existe un concepto comn, el de causalidad, aplicado a problemas diversos y sujeto a la expresin de espacialidad y temporalidad que rige a toda accin real. El tercer tipo de mtodo est dado por la fundamentacin lgica, que ya no tiene el atributo de'llegar en forma directa a la experiencia Ienom, nica, sino de observary explicar cmo las ciencias.particulares resuelven los problemasde la experiencia,exhibiendo los conceptos,el mtodo y el sistema de trabajo que se han empleado.

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De modo ms amplio y con un sentido netamenteformal, la lgica se ocupano solamentede comprobarla aplicacin de las ciencias particulares sobrela realidad, sino' tambin la inoperanciade los erroresmetdicosque se cometenal no haber una idea lo bastanteclara de las cienciasy de sus postulados, ueriendo extenderse la heteronoma pretendidamente q a univer.. salizante. El doble papel metodolgicoes positivo o constructivoy"critico o negativo;arraiga en un mismonivel conceptualpero con vertientesopuestas,encaminadas mismo tipo de problematicidad. al Por ltimo, la autoconciencia metdicaestconstituidapor una reflexin sobrela reflexin anterior. Es ella posible por la particularidad de las ciencias,que determinala particularidad de las observaciones lgicas;las posturas lgicasarraigan en posturasfilosficas,que a su vez derivan de un punto de vista metdicopara enjuiciar la problemticadel filosofar. De estemodo, la multiplicidad de las posturaslgicas,que deriva de la multiplicidad de las posturas filosficas,requiere una unidad superior que sea capazde englobarlas para obtenersu comprensinterica e histrica. Existe la posibilidad de erroresheternomos la interferenciade las ciencias,de modo que la salen vaguardade la autonomase determinapor el supremonivel de la idea trascendental, que comprendea las demsposturascomo momentosintegrativos del gran sistemasincrtico. Si a pesarde la idea trascendental en medio de y Suoperanciametodolgica puedehaber errores,se debea la humanaposibilidad de equivocarse, ero estaexplicacin corresponde p ms bien a una psicologa o antropologadel conocimientoque a la esferateorticade la lgica y. sobre todo, metodolgica. Esta ltima acta en un nivel trascendental desdeel cual puedenenfocarse todaslas demsposturasy fundarselas discu, sionespara llegar a la conciencia lgica del conocimiento,incluyendo la autoconciencia metodolgicade la fiIosof~. . La suprema comprensindel mtodo estriba en presentaresosniveles observando mancomunada su operancia;de estemodo, sin perder de vista la particularidad de los problemasy posturas,se mantienela exigenciade un; versalidaden la filosofa. Es frecuentereferirseal mtodode la filosofa y del pensaren general, como abstraccin,emplendosede preferencia en la metafsica, donde se habla del ser "en el tercer grado de abstraccin". Adems,se dice que los problemasfilosficos son abstractos, que la idea del mtodo para filosofar es por excelenciala abstraccin,etc.; el abstraccionismo ha manifestado se principalmenteen la lgica tradicional comoresultadodel influjo aristotlico formalista. . Empero,no faltan opinionesque vayan en contra de la abstraccin,propugnandopor entronizarel mtodoinverso,la concrecin,para lo cual sirve de basela idea genricadel mundo sensible y especialmente intuitivo, que conducea la captacinde la realidad tal como se da.

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El efecto de la abstraccin consisteen llegar a un conocimiento universal y necesario, mientras que la concrecin tiende al conocimiento particular y contingente. En cierto modo pueden ser equivalentes el concepto del racionalismo y el' del mtodo abstracto, as como el .del empirismo y el mtodo concreto, afirmando que el primero tiende a lograr un conocimiento universal, necesario y apriorstico, mientras que el segundo quiere llegar a lo inmediato y contingente, que se consideran atributos del ser en cuanto tal. Esta bifurcacin del mtodo en abstracto y concreto habra tenido plena significacin a no ser porque establece de hecho el antagonismo de dos pos-, turas que se contraponen artificialmente y llegan a reir en sus puntos de vista, en 'vez de buscar una complementacin, que 'se evidencia en la correlacin dialctica, simultneamente implcita en los conceptos de abstraccin y concrecin, considerados como mtodos activos, esto es, como procesos. El mtodo abstractvo sera imposible sin algo' concreto de donde s abstrayera, y tambin 10 sera el de concretar, sin algo abstracto que diera cabida a la concrecin. En cierto modo equivalen al acto de abstraer y el de separar, as como de concretar y de unir; la anterior inferencia puede expresarse comprobando que para separar algo es necesario que est previamente unido, y para unirlo se requiere que est separado. Por ello, la abstraccin implica a la concrecin, as como lo concreto supone previamente a ,lo abstracto. De .ah se deduce que abstraccin y concrecin no representan aisladamente un mtodo y ni siquiera conceptos operativos del saber; SOn'dos fases del mismo proceso que en conjunto 'aplcase no nicamente en calidad de mtodo filosfico, sino como metdica general del pensamiento, que atae con igual derecho a los problemas inmediatos de la experiencia y a las cuestiones filosficas del valor. Lo que vara es el nivel del proceso, el grado de concrecin o de abstraccin que expongan sus problemas, pues evidentemente no todos estn en el mismo nivel, habiendo unos que son ms concretos o abstractos que otros. As, por ejemplo, una ecuacin algebraica es predominantemente abstracta, pero al dar valores a la incgnita la ecuacin se concreta; los trminos despejatorios sustituyen a la X y se unen a los datos de la ecuacin. De parecida manera, la observacin de un 'fenmeno es un acto fundamentalmente concreto, que se encuentra en el lindero de la singularidad caracterstica de los acontecimientos reales; pero la simple observacin del fenmeno est indicando ya la unificacin de los datos sensibles, como una sntesis sensorial y representativa, esto es, parcialmente abstractiva, . Lo que interesa correlacionar es el anlisis y la sntesis de los conceptos, en la abstraccin y la concrecin del conocimiento. El sentido metdico radica en que se trata de dos fases operativas que no deben comprenderse aisladas, sino mancomunadamente, en el seno de un' mismo proceso. Por ello, los defensores incondicionales de la concrecin llegan a un abstraccio,

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nismo (sin necesidad que sea un abstraccionismo algortmico) al afirmar la concrecin radical de los fenmenos de la naturaleza; aislados en su abstraetividad, 'omi ten la fase sinttica, que no slo es necesaria sino indispensable, puesto que sin ella sera imposible establecer cualquiera' distincin; y el acto mismo de designar un objeto implica una serie de elementos metdicos que se sintetizan para arrojar la nocin de dicho objeto. Al afirmar que abstraccin y concrecin deben ser mancomunadamente los elementos metdicos del filosofar, indicamos el sentido dialctico de dichas operaciones, refiriendo que ambos mtodos tienen una significacin anloga en cualquier tipo de trabajos; el mtodo abstractivo sirve para llegar aIa esfera ideal donde se procura el conocimiento apodctico, integrado en la filosofa por la idea de valor; el mtodo concretizan te lleva a hurgar en la individualidad de los objetos que constituyen la experiencia. Cuando afir. mamos que la filosofa debe tener simultneamente como mtodo a la abs. traccin y la concrecin, sostenemos,que partir de los hechos culturales para llegar a la idea de valor, concebida como hiptesis ideal explicativa, y re. gresar de ah al terreno de los hechos que comprueban las hiptesis de la filosofa. El tipo de problemas que .consideramos esencialmente metdicos son los problemas relacionantes; en ellos se reitera la caracterizacin del mtodo como funcin vinculatoria del conocimiento, Esta funcin es indispensable y por ello se encuentra en todas las regiones epistmcas como una sntesis de rna, teria y forma en la que predominan alternativamente una y otra, segn la proximidad o lejana con respecto de la postulacin axiomtica inicial. Por ejemplo, un conocimiento netamente emprico es la designacin de un objeto o la observacin de un fenmeno; posee un mximo material y un mnimo formal, de donde la funcin relacionante es por dems incipiente: hay cierto tipo de problemas en los que la experiencia ocupa un lugar menor y la fun. cin formal abarca la mayor extensin; stos son los llamados problemas "abstractos", que se debaten en la ciencia pura, integrada por problemas formales. Con lo anterior est dicho que, al perseguir la evolucin del conoc. miento a travs de sus diferentes grados, se va captando la distinta proporcin en que estn dadas la materia y la forma. La mera designacin de un objeto no es ms que la traduccin inmediata de nuestra percepcin, y por ello la funcin racional es mnima, en tanto que la concepcin de una frmula ma, temtica implica un largo proceso en el cual se han abstrado los conocimientos empricos para llegar a un plano culminante de pureza. En este plano se cuentan los problemas metdicos o formales. Y ante todo, las cuestiones filosficas, especialmente las funcionales, que se refieren a la autoconciencia por cuyo conducto se llega a las categoras universales, que son ideas directrices metodolgicas de la filosofa.

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Otro tanto sucede con las ciencias de la naturaleza, cuya finalidad es llegar al concepto universal de la realidad a travs de la nutrida red de con. oceptos que arrojan las experiencias de laboratorio y los dems elementos conceptuales que se constatan en la realidad, vinculados por medio de las ciencias que los estudian en orden creciente de complejidad. Un Ienme. no como puede ser, por ejemplo, la dilatacin de los cuerpos, pertenece a una rama fsica que es la termodinmica, La fsica es una de las ciencias naturales cuyo sistema se integra con otras disciplinas, digamos, la qumica o la biologa, que tienen como denominador comn a los fenmenos intramoleculares y vitales, respectivamente. Cada una de ellas arroja un testimonio parcial que servir para llegar al concepto .universal de la naturaleza, ocupando uno de los tres vrtices que, a nuestro juicio, forman la totalidad del, acervo emprico: ciencias naturales, ciencias sociales-y ciencias-antropolgicas. Su integracin llega finalmente al concepto supremo que se denomina ser o universo; obte. nerlo implica el mximo problema metdico, formal y relacionante del saber.MIGUEL BUENO

Dinoia, vol. 6, no. 6, 1960

SENTIDO Y SINSENTIDO EN

LAS INVESTIGACIONES

LGICASA Luis Vi lloro

1. En las Investigaciones lgicas la teora de la significacin o del sentido -pues para Husserl ambos trminos son snnimosc-t est desarrollada a partir del fenmeno de la expresin,por lo cual ser necesariodetenerse primero en la expresin para llegar posteriormenteal tema de nuestro tra, bajo;en lo que a estepunto serefiere,es forzosomantenercon toda fidelidad la secuenciatemticatrazadapor Husserl. La Primera investigacin comienza con la distincin del doble sentidodel trminosigno.2 Para Husserl el primer sentidosera el que consideraal signo comoseal>estoes,aquello que indica o sealaa algo, lo cual puede formularse de la- siguientemanera: para que un objeto o una situacin objetiva seauna seal es menesterque ejerzauna funcin indicativa -pinsese, y son los ejemplosde Husserl, en la bandera como signo (seal) de la nacin o en el estigmacomo signo (seal)del esclavo.s A lo cual podra objetrsele que tambin existendeterminadossignos que ademsde cumplir la funcin indicativa tienen una significacin. Pero esta objecin, que seala un hecho indudablementecierto, se resuelvedistinguiendo el segundosentido de signo, a saber, el signo significativo>4 el cual se ejemplifica en la expresin,esto es, en la palabra, en la frase o en el enunciadosignificativo. Ahora bien, la expresines clasificadacomo signo porque la expresin participa de "cierta cantidad o proporcin de seal".5 Por consiguiente, oda expresinposee,adems del elementosignificativo, el t elementoindicativo, en tanto que el signo como seal puede presentarse, segnvimos,sin el elementosignificativo. Sin embargo,ya en estasprimeras correlaciones menesterpuntualizar, con;toda pulcritud, que la expresin es no implica, para ser una expresin,el elementoindicativo, lo cual es necesario que se advierta para que as no se incurra en el error de pensar que el signo indicativo (la seal) por ser un conceptode extensinms amplia que el de expresin-pues se aplica a objetosy situacionesque no son expre1 Edmund Husserl, Logische Untersuchungen, 2 vols, en 3 tomos (tomo 1, 1928; tomo11, 1922; tomo III, 1928) Halle a.d.S.,Max Niemeyer;t. H, Inv, 1, 15, pg. 52 (pg. 59). Entre parntesiscitamos la pgina correspondiente-y el nmero del tomo cuando es distinto-- de la traduccin espaola de M. Carca Morente y J. Gaos, Investigaciones lgicas, 4 tomos,Madrid, Revista de Occidente, 1929. 2 Ibid., t. H, Inv. 1, 1, pg. 23 (pg. 31). 3 Ibid., t. n, Inv. 1, 2, pg. 24 (pg. 32). 4 lb u., t. n, Inv. 1, 5, pg. 30 (pg. 38). 5 lbid., t. n, Inv. J, l. pg. 24 (pg. 31). [91 ]

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siones,pudiendo presentarse, por lo tanto, separadade elIas- es un gnero del cual la expresinsera. una especieen lo que toca al contenido. Que no es as lo prueba el hecho,ya mencionado,de que la expresinpuede ser tal sin cumplir la funcin indicativa. En estebreve desarrollo de la distincin entresigno indicativo (seal)y signo significativo o expresin, se encuentran. las lneas directricesdel planteamientohusserliana.En efecto,por una parte habr que determinarcon mayor precisin lo que Husserl llama la esencia de la seal y, por otra parte,ser necesarioexplicar en qu consiste,en una expresin,la funcin indicativa y la funcin significativa. Por lo pronto, entre los signosque slo ejercenuna .funcin indicativa hay que incluir tambin aquellos que en espaol podran traducirse como "indicios", o "notas",6es decir, aquellos objetos que forman parte de otro objeto, constituyendo propiedades"caractersticas" l; en estesentido los de indicios (o notas) sealanal objeto del cual forman parte -pinsese, a va de ejemplo,en un hueso fsil propio de una determinadaespeciede an, mal. Sin embargo,el conceptode signo indicativo y el de indicio (o nota) no son equivalentes, uesel conceptode signo indicativo es ms amplio 7 ya p que seaplica a objetosque no son partes "caractersticas" de otro objeto. En una enumeracinms completa tambin tendran que clasificarseentre los signos indicativos, los signos "memorativos",aquellos cuya manera de indicar es la de recordar, como los monumentos,nudo en el pauelo, etc. Estas' iferentesmanerascomolos diversostipos de.signoscumplenla funcin d indicativa, no invalidan el conceptogeneral de signo indicativo apuntado lneas arriba y que,en definitiva, esel de anunciar la presenciade otro objeto o situacin. No obstante,cabe aqu una pregunta,a saber,en qu consiste. esa peculiar relacin entre la seal y lo sealado? Antes de responderes menser reparar en que no se preguntapor una explicacin de las diversas t maneras como los diferentes tipos de sealesindican, esto es, las mane. ras como un sujeto puede aprehender,mediante una seal, lo sealadopor ella. Bien por el contrario,aquello por lo cual se preguntaes por la relacin comnque todaseal, en cuantotal, mantienecon lo sealado, elacinque es r igual en todoslos ejemplostranscritosen la medidaen que son,a pesarde sus diferencias, ejemplosde seales., Husserl afirma que la existenciade unos objetos o situacionesobjetivas que cumplan la funcin de sealesmotiva la creencia,'o conviccin,acercade la existenciade otros objetoso situaciones.s Por consiguiente,a relacincomn entrela sealy 10 sealadosepresenta l del siguientemodo:un objeto-la seal- indica la existenciade otro objeto-lo sealado- a pesarde que entre ambosno exista la relacin que Husserl Ha6 La palabra alemana es Merhrnal la cual admite las dos acepcionesindicadas en el texto; la edicin espaolala traduce por "nota". Ibid., t. II, Inv, 1, 2, pg. 24 (pg. 32). 7 Ibid., 1. n, lnv. 1, 2, pg. 24 (pg.'32). 8 Ibid., t. n, Inv. 1, 2, pg. 25 (pg.33).

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mar,para distinguirla de la de motivacin, relacin de inteleccin, esto es, un vnculo racional entre la seal y 10 sealado. Por otra parte, la relacin entrela sealy Jo sealadono podra serotra que la de motivacin-trmino steque expresacarenciade vnculo racional,puesequivalea la oposicinen. tre un motivo para suponerla existenciade un objetoy una razn a partir de la cual pueda deducirsela existenciade esemismo objeto"":" puestoque cual. quier objeto puedeconvertirseen sealde otro objeto,lo cual demuestra que para que dicha relacin existano es necesarioningn vnculo de'ndole inte, lectiva.s De estamanera se elimina la posibilidad de confundir la relacin entre la seal y 10 sealadocon la que guarda, por ejemplo,la premisa,o fundamento, on la consecuencia; c es,pues,evidenteque cuandose infiere con inteleccinuna situacinobjetivaB de la existenciade la situacinobjetivaA, la situacinobjetivaA no cumple la funcin de sealcon respectoa la situa. cin objetiva B. En suma: la conexin intelectiva entre un objeto A y un objetoB manifiesta,comoescribeHusserl, "una regularidadideal que rebasa los juicios enlazadoshic et nunc por motivacin't.tv En una palabra, es la diferenciaque media entre mostrar y demostrarw Por otra parte, el hecho de que a vecesun objeto que guarda con otro una relacin de fundamenta. cin pueda,en ciertascircunstancias, tilizarsecomoseal,no esuna objecin u en contrade la distincin entremostrar y demostrar porqueaun cuandoen un momentodeterminadofuncione como seal,es siempre 'posible demostrarla existenciade un nexo necesarioentre ambos-explicndose, entoncesese uso Justamente porque se ha establecidocon anterioridad una relacin deductiva entrelos dos contenidos, educcinque en estecasose dara por supuestasin d quehayanecesidad repetirla. Baste10 anterior por lo que se refiereal signo de comoseal. De aqu en adelantela investigacinse ceir con exclusividad al signo significativo,a la expresin. Ya se indicaron los dos conceptosque van a dirigir el estudiode la expresin,a saber:la funcin indicativa y la fun. cin significativade la expresin. Para una mayor claridad tngase presente que "signo significativo:' y "expresin" son trminosequivalentes.wAcerca de la extensindel conceptode expresin,Husserl es sumamente claro; por expresinhabr que entender"todo discurso y toda parte del discurso,as como todo signo que, esencialmente de la misma especie "p sin que sea ... importeque seao no utilizado para la comunicacin.De tal maneraque tan. to una frasecompleta,como tambinlas palabrasconsideradas aisladamente, soninstanciasdel conceptode expresin.Se excluyenen cambio,del concepto de expresin' oda la gamade ademanes gestosque accidentalmente t o pueden acompaaral discursocomunicativo,aunque no solamenteel comunicativo,s Ibid., t. n, Inv. 1, 3, pg. 26 (pg. 34). Ibid., t. H, Inv, 1, 3, pg. 26 (pg. 31). 11 tu,t. n, Inv. 1, 3, pg. 25 (pg. 33). 12 lbid., L n, lnv. 1, 5, pg. 30 (pg. 38). 13 lbid., L n, Inv. 1, 5, pg. 30 (pg. 3'8).10

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pues una persona que se habla a s misma puede Igualmente 'gesticular; inclusive se excluyen aquellos ademanes o gestosque pueden expresar el partcu. lar estado anmico -alegra, clera, ansiedad, duda, etc.- de quien est, hablando ya que, en primer lugar, las gesticulaciones no van unidas, en quien las ejecuta, a un deseo claro de expresar o presentar, como escribe Husserl, unos pensamientos, ya sea a si mismo o bien a otras personas. Es evidente; las gesticulaciones accidentales, casi diramos involuntarias que, por ejemplo en una conversacin, acompaan la expresin de determinados pensamientos o ideas, no favorecen ni desfavorecen esencialmente la comunicacin, su ausencia no la afectara. Lo mismo por lo que toca al lenguaje solitario. En segundo lugar, los gestos que pueden acompaar el discurso no son significativos y su funcin es la de indicar, sealar, 1;:1 posible existencia de unos estados anmicos. Acotada, as, la extensin del concepto expresin, cabe iniciar el estudio de sus funciones. Sin embargo, para explicar en qu consiste la funcin indicativa de una , expresin, es necesario primero responder a las siguientes preguntas, cul es la razn por la cual un conjunto de sonidos se convierte en palabras, esto es, en sonidos con sentido? en qu se diferencia un sonido de una palabra? 14 La respuesta es obvia: una palabra se diferencia de un simple sonido porque tiene un sentido, una significacin. Pero, a su vez, por qu tiene Un sentido? La solucin de Husserl ser que un determinado sonido tiene una significacin -convirtindose, por lo tanto, en una expresin- porque cuando emitimos un sonido llevamos a cabo un determinado "acto" que tcnicamente se-deno, mina el acto de dar sentido. Pero esto ltimo requiere una explicacin. El trmino acto es para Husserl equivalente al trmino vivencia intencional 1-15 el cual, a su vez, viene a ser una formulacin ms precisa de lo que en un sen. tido muy amplio