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Stefan Ruhstaller & Maria Dalares Gard6n (eds.) DICCIONARIO Y APRENDIZAJE DEL ESPANOL PETER LANG Bern .Berlin . Bruxelles· Frankfurt am Main· New York . Oxford . Wien

DICCIONARIO Y APRENDIZAJE DEL ESPANOL · y encuadrada en una serie de productos en los que asistimos a una segunda relativizaci6n de las finalidades didacticas. 2. Origenes de la

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Stefan Ruhstaller &Maria Dalares Gard6n

(eds.)

DICCIONARIO Y APRENDIZAJEDEL ESPANOL

PETER LANGBern . Berlin . Bruxelles· Frankfurt am Main· New York . Oxford .Wien

Indice

Presentaci6n 7

JOSÉ ALVARO PORTO DAPENA

El diccionario como instrumento para la e1aboraci6ne interpretaci6n de textos 11

FÉLIX SAN VICENTE

Diccionarios y didactica en la tradici6n ita1oespafio1a(sig1os XVI-XVII) 47

DOLORES AzoRÌN FERNANDEZ /

JOsÉ JOAQUÌN MARTlNEZ EGIDO

Sobre la utilidad de los diccionarios monolingiies deaprendizaje (DMA) para estudiantes de ELE 89

HERMOGENES PERDIGUERO VILLARREAL

Logros y retos de los diccionarios de espafio1 paraextranjeros: noticias halagiienas 133

MARiA AUXILIADORA CASTILLO CARBALLO

Mecanismos de codificaci6n en la producci6n 1exicograficamono1ingiie para la ensefianza del espafio1 155

JUAN MANuEL GARciA PLATERO

La informaci6n semantica en los diccionariosde aprendizaje 171

ESTEFANÌA FLORES ACuNA

Sobre los diccionarios de aprendizaje en 1engua italiana 185

6 indice

FRANCISCO MOLINA DiAz

El tratamiento de las colocaciones en 10s diccionariosmonolingties de espafiol L2 213

STEFANRUHSTALLER

Elléxico fonnal en los diccionariosmonolingties de aprendizaje del espafiol como L2 233

VIRGINIA DE ALBA QurNONES

El diccionario como instrumento de correcci6nen las clases de ELE 255

ANA MEDINA REGUERA

Las f6rmulas rutinarias como tipo de unidad fraseo16gica en10s diccionarios de aprendizaje de espafiol y alemancomo lengua extranjera 287

MARiA DOLORES GORDON PERAL

La caracterizaci6n lexicogratica de voces malsonantesen el diccionario monolingtie de aprendizaje del espafiol 321

FÉLIX SAN VICENTE

Diccionarios y didactica en la tradici6nitaloespafiola (siglos XVI-XVII)

l. El diccionario: obra didactica

En el estado actual de las cuestiones lexicognificas se ha ido impo­niendo como postulado critico la relacion funcional o didactica quepuede establecer el diccionario con quien lo utiliza o consulta pordiferentes motivos; el consiguiente "relativismo" derivado de la dina­mica que se establece entre obras y usuarios se ha traducido en uneficaz eslogan: "Ni todos son iguales, ni todos sirven para lo mismo".Esta observacion, referida al diccionario monolingue generaI, laencontramos patente en la historia del bilingue desde sus origenes.Nace por necesidades practicas, pero al ir expandiéndose su empleo, laadecuacion variara de acuerdo con la conciencia de la diversidad siste­matica de las lenguas que se ponen en contacto, el sector o espe­cialidad, la finalidad especifica del diccionario, el tipo de ensenanza yotra serie de variables con las que la creacion de productos demercado, en serie y por nichos, es tan rica y variada como la impor­tancia comercial de la lengua. El avance trazado tuvo lugar ya en lasegunda mitad del siglo :XX, en tomo al inglés, y esta de pIenaactualidad con la eclosion del espanol y del piurilingiiismo de raizeuropea, pero el espiritu utilitarista y comercial se halla pIenamente enoperaciones editoriales como las que en el siglo XVI y XVII dieronlugar a los calepinos o los manuales denominados Coloquios oDialogos.

Recorriendo los postulados actuales de la critica sobre las ca­racteristicas didacticas del diccionario bilingiie ideaI, en su formato

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generaI, encontrariamos, dentro de un elenco mayoritariamente acep­table, un compromiso entre editor/autor y usuario en tomo a:extensi6n del lemario, variedad de fOlmas linguisticas lematizadas,presencia del uso real y neo16gico frente a voces anticuadas o mar­cadas diat6picamente. En la microestructura, la transcripci6n fonética,la infomlaci6n gramatical (morfo16gica y sintactica) mediantecontomos; uso de ejemplos, marcas, fraseologia, informaci6n prag­matica, sin6nimos y ant6nimos. Ademas de las disposiciones icono­grMicas y un aparato de informaciones gramaticales1 bien aliiculado,que la convierten en obra con una funci6n no solo descodificadorasino también codificadora. Tratandose de un bilingUe, las dos partestienen que asegurar las mismas informaciones teniendo en cuenta elcontraste linguistico y culturat2.

Algunas de las mencionadas cuestiones pueden ser discutibles, nosolo por el tipo de usuario sino también por las caracteristicas tipo­l6gicas de las lenguas y de las tradiciones o exigencias institucionalesdidacticas presentes en su historia; la dimensi6n diat6pica y diacr6nicadel espanol, por ejemplo, puede resultar de mayor interés, no solodesde el punto de vista comercial, sino que puede derivar de unaexigencia cultural o de una disposici6n ministeriat3 (Castillo Pena

Tomamos como ejemplo una declaracion del Prologo de uno de losmonolingiies italianos mas conocidos: "Il Dizionario Gabrielli non trascura ladimensione più propriamente morfologica della lingua. Anzi, esso è generalmen­te anche una grammatica. Come ogni buon dizionario, infatti, registra voce pervoce le caratteristiche grammaticali e sintattiche di ogni parola e ne illustra, at­traverso opportuni esempi, le combinazioni sintattiche, affrancando sempre alla'descrizione l'indicazione', mai pedestremente precettistica, dell'uso 'più corret­to"',

2 Esta acumulacion, mas o menos evidenciada en términos publicitarios, es la quehallamos en la reciente produccion lexicografica bilingUe de la combinacionitaliano y espafiol (San Vicente 2008), aunque no falten opciones precisas enfavor de una lengua, como la del diccionario de Lavacchi Nicolas (PérezVazquez 2008) u opciones hacia la produccion en L. Tam (Liverani 2008).

3 Un capitulo importante de la historia de los diccionarios bilingiies en Italia sedesarrolla a partir de 1860 con la aplicacion de decretos ministeriales que vancolocando al francés como primera lengua de estudio escolar, por delante del

inglés y del aleman (Minerva 1996). El espanol no tuvo, al parecer, ningunadifusi6n en el entomo escolar hasta bien entrado el siglo xx.

2008); las exigencias de los programas de ensefianza pueden acentuarla carga literaria o que se reserve al diccionario la finalidad traductivapasiva; la serie de productos comerciales preparados para e1 apren­dizaje de una segunda lengua puede llegar a prever que el uso secompagine con la presencia de manuales comunicativos. Tampocoesto es historicamente una novedad si observamos el mundo editorialde las segundas lenguas en los siglos XVI-XVII, o la conciencia decontinuidad didactica de su propia obra, que como gramMico ytraductor, tiene Trenado de Ayllon y de gramatico, lexicografo ytraductor manifiesta L. Franciosini.

En el contexto de la didactica actual, en el que cabe un amplioabanico de situaciones para el aprendizaje de las segundas lenguas,con tradiciones distintas segun zonas y paises, el manual de lengua yel diccionario mantienen una distancia variable con respecto a loscontenidos y descripciones gramaticales. La gramatica (en su variedadde formulaciones) ha tenido historicamente, como en la actualidad,una funcion prioritaria de consulta (de la que no esta exenta elléxico),mientras que al segundo diccionario se le solicita una funcion di­namica y comunicativa en e1 aula y se le exige, en la circunstanciadidactica presente, una capacidad de descripcion lingUistica cada vezmejor fOlIDulada para la produccion activa.

A falta, en muchas ocasiones, de declaraciones sobre e1 compro­miso con e1 destinatario y fmalidad, queda implicito que toda obralexicografica surge historicamente con una fmalidad practica y es denaturaleza didactica e incluso normativa, aunque sea esencial en suinformacion y se limite a la presencia de meros equivalentes y decategoria gramatical; asi sucede, por ejemplo, en los comienzos de lalexicografia bilingue o en las ediciones de bolsillo o satélites, denueva pIanta o reducidas. También se constata que, a medida queavanzan en la historia, desde sus comienzos humanistas, se vanconvirtiendo en obras que van perdiendo su dimension nacional ysimbOlica (incluso de exaltacion religiosa o racial), reunen mayor y

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mejor informaci6n linguistica y lo hacen con una técnica ill<lS

depurada y didactica en definitiva, en la articulaci6n de las infor­maciones con el paratexto. En este avance, sobre todo alllegar el sigloXX, las tradiciones diccionaristicas resultan mas difusas y la figuradel lexic6grafo tiene menor reflejo ideo16gico, asi como suspreferencias personales o de indole normativa que aparecen diluidas yfrecuentemente an6nimas en el contexto del equipo editoria14

. La obrase halla didacticamente mas pr6xima a un tipo de destinatario "ideaI"y encuadrada en una serie de productos en los que asistimos a unasegunda relativizaci6n de las finalidades didacticas.

2. Origenes de la lexicografia italoespafiola

La historia de la lexicografia con la combinaci6n italiano-espafiolconstituye un entramado de diferentes materiales, cuyo origen masinmediato se halla en Nebrija, pero es, sobre todo, una historia deeditores, ciudades, maestros de lenguas: gramaticos, lexic6grafos ytraductores (después, en época moderna, de instituciones escolares ydidacticas) que comienza hacia la tercera década del siglo XVI con laexpansi6n del castellano en Italia y que se resuelve a lo largo de unsiglo; hasta la tercera década del siglo XVII, en un ambiente culturalen el que se comparten nuevos valores que vienen a sumarse adiferentes contextos europeos con tradiciones e historia diferentes. Ensus origenes se hallan intereses plurilingties en tomo a las deno­minaciones cientificas, parcelaciones de la realidad en nomenclaturastambién plurilingues, glosarios diferenciales, listas de palabras enobras filo16gicas, diccionarios bilingues mono o bidireccionales con

4 Véase el estudio de V. Nanetti (2008) sobre las colaboraciones entre el equipoEdigeo y la casa Zanichelli, en la redacci6n de diccionarios bilingiies italiano­espafiol.

Sin clara distincion entre lo lexicologico y lexicognifico hallamos:

Entre sus diferentes formulaciones hallamos, pues:

amplias finalidades (lectura, comprension, traduccion, produccion) O

con finalidades, si no delimitadas, priorizadas.

51Diccionarios Y didétctica en la tradicion italoespmìola

Glosarios o vocabolarietti en obras literarias;Glosarios en los Coloquios o Diétlogos;Nomenc!aturas bilingiies, trilingiies, poliglotas;Vocabularios bilingiies, trilingties, poliglotas;Palabras lematizadas (italianismos) en diccionarios etimologicos.

Voces internas en diccionarios;Listas de palabras y abecedarios en gramaticas bilingiies y trilingiies;Listas de palabras o ac!araciones de tipo lexicologico;Observaciones lexicologicas y glosas propias de traductores5

La larga lista citada contiene materiales léxicos que pertenecen adistintas tradiciones y finalidades, unos por hallarse insertados enobras literarias, cientificas, filologicas o gramaticales, otros porconstituir textos que se van configurando con su propia tradicion,como son las nomenclaturas, 10s diccionarios y las gramaticas. Todosellos resultan interesantes para la historia de la didactica, delléxico yde 10s estudios contrastivos del espanol con el italiano. Buena partetiene finalidad didactica: traducir y aprender una lengua, o las dos

5 En los Contributi de A. Gallina (1959) puede hallarse la descripcion biblio­grafica de buena parte de lo relativo a glosarios, nomenc!aturas y diccionarios enlos que se halla la combinacion espafiol italiano, pero no asi a otro tipo de obrascon refiexiones lexicologicas o aproximaciones lexicograficas cOlltrastivas y quese hallan contenidas, por ej., en obras gramaticales (Trenado y Ayllon, Miranda,Franciosini), o en diccionarios etimologicos como el del P. Guadix o el mismoVocabulario del humanista de Palmireno. Resulta complementaria, con estafinalidad de identificacion textual, la parte introductoria de Nieto Jiménez yAlvar Ezquerra (2007), a proposito del tratamiento lexicografico que tiene estetipo de textos y que constituyellla "lexicogafia ocuIta" del NTLE.

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cosas indistintamente. Algunos carecen de autor y se renuevan enmanos de libreros, otros, como Las Casas y Franciosini, representanuna época y un modelo de diccionario. Juntamente con las gramaticas(y sus textos de apoyo, originales o traducidos), constituyen elentramado didactico de la lingUistica del Siglo de Oro, en el que lareutilizaci6n de materiales es constante, no solo entre obras lexico­graiicas, sino entre estas y las gramaticales, con una complementaci6nfavorecida por planteamientos comunes y, a veces, por los mismoseditores. Son frecuentes los intercambios entre diferentes lenguas (enespecial con el francés6 y el inglés) y la dimensi6n practica sobresaleen obras descriptivas, sin que, por otra parte, apenas haya entre suscontenidos o paratextos discusi6n o carga te6rica. En cambio, noparecen desdefiables, en los mejores casos, los planteamientos dellexic6grafo ante la historia o tradiciones de las lenguas que ponen encontacto, lo que debiera hallar correspondencia en sus eleccionesléxicas, formales y gramaticales; el ambiente cultural en el que semueve el lexic6grafo del Siglo de Oro es fluctuante en cuestionesnormativas (Pozuelo Yvancos 1986) y esta sujeto a fuertes presionesideol6gicas; son cuestiones, en generaI, hasta ahora poco consideradasen la metalexicografia actual, en la que se han ido definiendo lasrelaciones de fuentes planteadas por A. Gallina (1959) y en la que seva avanzando progresivamente, como viene postulando la teoria de lahistoriografia lingiiistica, hacia "a history of problems (and theirsolutions), techniques and models, in their significant relation toscientific traditions, to sociocultural context and to individuaIachievement" (Swiggers 1990: 26).

Un capitulo importante de esta historia7, si la miramos desde el

perfil de la adaptaci6n al usuario y a las fmalidades didacticas, se sitUa

6 Las relaciones entre italiano, francés y espafiol son especialmente evidentes enFrancia ya que el interés por esta lengua precede hist6ricamente a la espafiola ylos maestros de espafiollo fueron también de italiano (de G. Meurier a C. Oudin,B. C. Juliani, C. Lancelot, etc.); y Saez Rivera (2008).

7 Con anterioridad a esta obra, en Italia tenemos la labor de F. Delicado y A. deUlloa en textos de ortografia y glosarios que no han perdido el interés de lacritica (Mejias 1996; Sanmarco Bande 2005; Daniela Capra 2007), como no lo

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entre los afios 1570 y 1620, cuando aparecen los bi1ingties bidi­recciona1es de Crist6ba1 de 1as Casas y Lorenzo Franciosini, queconstituyen 1as dos obras de referencia para e1 periodo, dado que laaproximaci6n de los dos sistemas 1ingtiisticos es "frente a frente", sinotras mediaciones; a la primera hay que atribuirle en su esencia1idad e1haber dado origen a la 1exicografia bi1ingtie europea, mientras que lasegunda es ya una obra mas comp1eja y ambiciosa que p1anteadiferentes prob1emas para su interpretaci6n y con la que se concluye ladescripci6n 1exicogratica del espafio1 e italiano en e1 Siglo de Oro; apartir de 1620 solo queda espacio a reediciones (en a1glin caso de otrastrilingties de menor alcance) y con ella se llega hasta 1793, afio en e1que se edit6 e1 cuarto tomo del Diccionario castellano E. TelTeros queaport6 e1 diccionario bilingtie italiano-espafio1 con e1 titu10 de Alfabetoitaliano (San Vicente 2008b).

ha perdido todo el contexto de la presencia espai'iola en Italia cuyos estudios seremontan a E. Mele y a B. Croce (Oesterreicher 2004). Entre los italianosocupados por las cuestiones léxicas tenemos a Francesco Alunno (c. 1484-1546)que puede citarse en este contexto porque al final de Le ricchezze della linguavolgare (Venecia, 1543), incluye palabras regionales, antiguas, alguna regIagramatical, etc., entre las que se hallan 1400 palabras espai'iolas (segùn calculosde A. Gallina) que tenian forma semejante entre ambas lenguas. F. Alunno esautor de la Fabrica del mondo (1546), uno de los diccionarios onomasiologicosmas editados y conocidos del siglo XVI, fuente lexicografica principal delTesoro de Covarrubias.

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3. El Vocabulario de las dos lenguas toscana ycastellana (1570), un esencial para humanistas

El Vocabulario8 de Crist6bal de las Casas es el primer bilingtie9

bidireccional del espafiol con otra lengua europea. Publicado enSevilla, se sitUa en el ambito humanista de valoraci6n de las lenguasromances y en un contexto de fuerte expansi6n del castellano, en elque habia ya varias gramaticas monolingties publicadas en distintospaises de Europa para la ensefianza del espafiol y habia adquiridocierto auge la denominada lingUistica misionera destinada a evan­gelizar América. La obra lleva, al estilo del diccionario de Nebrija olos Calepinos lO

, la palabra vocabulario y un titulo escueto, sin

8 De las ediciones que llevan asterisco tenemos constancia bibliogriifica, pero nose hallan localizadas en bibliotecas: 1570- Sevilla, Aguilar- Escrivano; 1576*,Sevilla, Aguilar-Escrivano; 1576- Venecia, Zenaro; 1579- Sevilla Aguilar­Escrivano; 1582- (C. Camilli) Venecia, Zenaro; 1583- Sevilla, A. Pescioni, D.Nunez [ultima espanola]; 1587- (C. Camilli),Venecia, Zenaro; 1588*- Venecia,Zenaro; 1591- (C. Camilli), Venecia, Zenaro; 1594- Venecia, Zenaro; 1594*­Venecia, Bertano; 1597- (C. Camilli)- Venecia, Zenaro; 1600- (C. Camilli),Venecia, o. Alberti; 1604- (C. Camilli), Venecia, Guerra; 1608- (C. Camilli)Venecia, M. Valentino; 1613 - (C. Camilli) MA Zaltieri; 1618- (C. Camilli)Venecia, GA Guliani; 1622- (C. Camilli), Venecia P. Miloco; 1662*- (C.Camilli), Venecia P. Miloco.

9 No nos vamos a ocupar por pertenecer a otro contexto y finalidades, del brevediccionario espanol-italiano de N. Landucci contenido en un manuscrito (BNEMs 8431) junto a otros dos de espanol-francés y espanol-vasco. Para A. Gallinaresulta un diccionario de clara derivaci6n nebrisense "privo di valore dal puntodi vista lessicografico". E. Liverani (2008) mantiene una posici6n algo miismoderada a la espera de aniilisis miis profundos y, por ahora, hipotiza que nosencontramos ante una obra util y iigil en la que podemos suponer modestasfinalidades.

lO Se suele senalar en este tipo de obras la fuente italiana de Crist6bal de las Casas;G. Guidorti (2001: 113) ha abierto la cuesti6n presentando otras posibles comoLucio Minerbi (reelaborador y reductor del Calepino) A. Acarisio o F. Alunno,pero aparte de la deuda contraida individualmente con alguno de ellos, lo queresulta evidente es que Crist6bal de las Casas "ha maneggiato testi in cui la

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mayores precisiones en la portada que el nombre del autor, elcontenido: "la dec1aracion de Toscano en Castellano, y de Castellanoen Toscano", con "una introducion para leer y pronunciar bien entram­bas lenguas" y e1 personaje de la nobleza al que se halla dedicada.

Antecede al Vocabulario una dedicatoria (ademas de varias poe­sias entre las que se halla una de 1. de Mal Lara y otra de F. deHerrera) a Antonio de Guzman, Marqués de Ayamonte, en la queaparecen en varias ocasiones las palabras patria y nacion sin que suidentificaci6n vaya hacia el antecedente nebrisense de la lenguacompafiera del imperio, t6pico retomado por diferentes autores.Patriotismo en Crist6bal de las Casas se identifica con esfuerzo poraportar la ciencia de tierras extranjeras y ponerla al servicio delenriquecimiento de todos. El ejemplo de esta acci6n virtuosa viene dela antigtiedad (Grecia y Roma) y, sin denostar el actual estado de lasletras espafiolas, aduce a su origen: "por la comunicaci6n de variaslenguas, han entrado las buenas letras en Espafia, de que antesteniamos tanta falta". En la lengua toscana hay gran riqueza quederiva tanto de la traducci6n de las "buenas letras que habia en griegoy latin", como de que "han escripto y escriven siempre en su lenguaToscana". De este modo, Crist6bal de las Casas evita el t6pico de lacomparaci6n entre lenguas (Terracini 1996), tan habitual en la época,y es e1 saber alcanzado, y no la lengua, el auténtico patrimonio de lasnaciones. La traducci6n presenta dificultades, admite Crist6bal de lasCasas: "aviendo en medio tanta dificultad y advirtiendo tambien à laque ay en traduzir algunos libros, que ò no sera possible, o no temanaquella gracia y bondad, que tiene en su lengua". Pero no depende dela superioridad de una lengua sobre otra sino del mismo hechotraductivo. Es mas, Crist6bal de las Casas parece poner a espafiol eitaliano en un plano de afinidad (plano probablemente diacr6nico anteel latin), inc1uso en la riqueza de sus contenidos, tema que no quiere

parola del volgare italiano viene presentata nelle sue varianti ortografiche,morfologiche e regionali, e dalla stratificazione delle fonti deriva ilpolimorfismo, a volte ridondante, del Vocabolario",

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abordar, nos dice, por considerarse parte interesada, en cuantoespanoI.

La obra se presentaba con un paratexto adecuado a un lector cultoque podia llegar a entender la relaci6n filol6gica entre el latin y eltoscano, o el espanol (véase las observaciones sobre los diptongos). Elmismo autor se identifica como docto en lengua italiana pero nomenciona a otros autores, a pesar, por ejemplo, de la deuda mas queevidente contraida con Nebrija11 en la nomenclatura espanola (A1varEzquerra 1993); subraya solo la dificultad que tenia el presentar unalengua como la italiana tan copiosa debida a la "mezcla tan varia" a laque autores de diferentes regiones habian dado su aporte: "Fue assimuy importante, hazer este vocabulario el mas copioso que aora pude,ya hasta aqui se ha hecho: para que sirviesse, à poder se entender todogenero de libros, en que ay mezcla tan varia, como se vera bien quienlos leyere" (IX). En este punto, en la alusi6n a la mezcla, Crist6bal delas Casas se mostraba en comunicaci6n o en sintonia con quienes enItalia tenian una posici6n que no se limitaba a los autores toscanos yque estaban llevando el italiano de la comunicaci6n escrita a unpublico mas extenso (Marazzini 1993; Gil Garda 2000).

La atenci6n hacia las caracteristicas del italiano (nada dice delespanol), asi como en el mayor numero de lemas en la parte italiana(mas de 16.000 contra 9.000) nos esta indicando, ademas, que la obra,

Il Para esta cuesti6n ya A. Gallina (1959) se habia referido a una reelaboraci6n con"fisonomia propria" mientras que Guerrero Ramos tiende a rebajar este aspecto(1992: 467). Lope Blanch (1990) la define como "primera adaptaci6n critica"del Diccionario de Nebrija; por otra parte, la obra de Nebrija con la mediaci6nde las Casas, constituy6 la fuente inmediata o directa de varios diccionarios quecontenian el espafiol como los de Percyvall y Minsheu para el inglés y el dePalet y Oudin para el francés. El influjo de Nebrija alcanz6 también a la obra delandaluz Crist6bal Escobar o Cristoforo Scobar que combin6 el castellano con elsiciliano y ellatin; autor para el que remitimos a la bibliografia fmal. A. Gallinacomenz6 el capitulo I de su Contributi alla storia della lessicografia italo­spagnola dei secoli XVI e XVII, con Lucio Cristoforo Scobar y su Vocabolariosiciliano latin / latin siciliano espafiol de 1519-1520 (vid. Biliografia: Scobar yNebrija /Scobar); el II "Libro il quale si chiama introito e porta", el III est}dedicado a F. Alunnno, el IV a Conradus Gesnems y el Va Alfonso de Ulloa.

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editada por primera vez en Sevilla, estaba destinada fundamen­talmente a los espafioles o hispan6fonos que entraban en contacto conla lengua italiana y que dependian de su mediacion en las relacionessociales, politicas o comerciales, bien para intentar hablarla o bienpara comprenderla.

No tenemos todavia estudios profundos sobre la relacion entreCristobal de las Casas y sus fuentes, tanto italianas como espafiolas, nitampoco estudios sobre la organizacion y caracteristicas del léxico,por lo que al efectuar comprobaciones sobre los principiossubyacentes en las reelaboraciones efectuadas por e1 sevillano nosmovemos todavia ffi11S en términos cuantitativos que cualitativos.

Podemos, no obstante, comprobar si la observacion hecha sobre eldestinatario es acertada, y fijamos en la técnica de lematizacion y deconstruccion de los articulos. Si atendemos a la primera, pocasdiferencias hallamos, ya que las dos partes de la obra tienen la mismatécnica y son semejantes: generalmente, es de unidades simples, conpocas pluriverbales; no llevan indicaciones gramaticales (salvo raroscasos de homonimia, por ejemplo en la), y son pocos los discri­minadores de significado, generalmente en la entrada (quiza el masfrecuente sea yerba).

El tratamiento de las palabras funcionales no lleva indicacionessobre su categoria o construccion, por lo que puede afrrmarse que, enambas partes, no se halla diferenciada de las restantes categoriasléxicas, ni su tratamiento era diferente dado que se hallaban limitadasal equivalente. En cambio, si nos fijamos en la organizacion de losarticulos, el lemario italiano-espafiol es, como hemos dicho, masamplio que e1 espafiol-italiano por su voluntad de disponer lasacepciones de una unidad léxica en entradas diferentes, mientras queen la parte espanol-italiano, bajo una entrada, podemos encontrardiferentes términos del italiano reunidos en el articulo como sino­nimos. Comparese, por ejemplo, macchia y mancha; en esta ultimahallaremos nada menos que contaminatione, macchia, macula,magagna, nota, tacca (en buen orden alfabético, aunque esto nosucede en todos los casos); acudiendo ahora a la patie italiana (comosuponemos que también hacia quien consultaba la obra), podemos

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encontrar todas estas palabras en entradas diferentes y distinguidas, enalgunos casos, de otras acepciones también lematizadas (véase, porejemplo, nota en las cuatro entradas); en cambio, del italiano macchiallegamos solo a mancha y, en la parte espafiola, no encontraremoscontaminaci6n, macula, nota u otras formas semejantes y que tenianel sentido derivado y figurado, producido por el contraste entre elvalor de pureza y mancha.

En otros casos, las dificultades pueden ser todavia mayores. Asi,en e1 articulo de manjar hallamos como equivalentes cibo, dape, esca,guazzetto, manicaretto, y solo un italiano podria llegar a poder utili­zarlos correctamente; a un espafiol le tocaria recurrir de nuevo abuscar en la parte italiana, pero hallaria solo una especie de buc1e derepeticiones: de cibo se llega a manjar; de dape a manjares; tambiénde esca, y de guazzetto; de manicaretto obtenemos manjar y guisado.

Poco conocemos la obra, como hemos anunciado, desde e1 puntode vista de la organizaci6n del léxico para seguir indagando en lascaracteristicas del destinatario al que la obra estaba dirigida; lascaracteristicas generales quedaron ya bien definidas por A. Gallina,como pnictico y apropiado para la comunicaci6n, sobre todo, comohemos visto, en una direcci6n. En este punto incide también LopeBIanch, su moderno editor, para el que se halla basada en Nebrija,pero con abundante caudal de voces nuevas con respecto al maestrolebrijano (XVIII), resulta "en su conjunto [... ] muy rica y equilibrada,en verdad excelente para la época en que fue redactada" (XX); endefinitiva, ''un diccionario fundamental de las lenguas Toscana ycastellana" en el que pocas veces se da "entrada en él a voces queacaso no fuera muy usuales en su tiempo". Probablemente esta fue sumayor aportaci6n y no, como es obvio, la copiosidad (a pesar de tener,sin olvidar a Nebrija, el mérito de ser el primero) ni tampoco laposibilidad de entender o traducir al espafiol las obras de la culturaitaliana, como se indicaba en el pr6logo. En él encontraremos unléxico de uso cotidiano, con las caracteristicas propias de la lenguatoscana culta no literaria, perteneciente mas a la esfera de interesescomunes de la época (véase, mas adelante, los términos legales), sinnombres propios ni top6nimos (a diferencia de Nebrija) y con pocas

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unidades pluriverbales, como hemos adelantado. Sabemos con pre­cisi6n que hay 347 entradas del léxico de la botanica (desde arboles alegumbres, raices o plantas para componer medicinas y ungiientos);también el mundo animaI aparece bien representado y el de la marentre los tipos de barcos: balsa, barca, barqueta, batel, canoa,cal'avela, carraca (?), esquife, galeaça, galera, galeota, nave, navio I2

;

pero palabras tipicamente polisémicas, como caso, causa o piede,apenas tienen un equivalente, mientras grasso lleva tres (gruesso,lardo Y pringue); a veces es amplia la serie de derivados: scova,scovare, scovatore, scovatura; de poca utilidad debia resultar in conun unico equivalente en, como de stare el equivalente estar, o devenire solo venir.

Si en las intenciones de Cristobal de las Casas estaba el que losespanoles, o hispan6fonos si se quiere, tradujeran del italiano alespanol la gran cultura encerrada en sus libros que gozaba de ciertaantigiiedad, dadas las caracteristicas indicadas, este no pudo ser unode sus mayores logros, pero si el de avanzar en la mediaci6ninterlingliisticaI3 como lo demuestra el que la obra haya tenido variasediciones hasta 1662. Dejando aparte consideraciones culturales sobrelas relaciones entre ambos paises a partir de mediados del XVII y eltipo de interés I4

, hay que senalar que solo tres fueran realizadas en

12 Cfr. para los mencionados sectores en el desarrollo inicial de la lexicografiamonolingue: Carriazo Ruiz y Mancho Duque (2003).

13 El texto prologal ocupa poco mas de cuatro paginas a rengl6n seguido y se hallaarticulado del siguiente modo: elogio del peregrinar en busca del saber cientificoy del comunicarlo a su patria; ejemplos en Grecia y Roma; también Espana harecibido "por la comunicaci6n de varias lenguas" las buenas letras y el ejemploesta sirviendo para que se aprendan las "lenguas estrangeras" entre las que elitaliano tiene mayor tesoro y comodidad al tener traducciones del griego y latin,ademas de haberse escrito en toscano sobre "variedad de ciencias y buenasartes", y "copia de estremados libros", ha sido persuadido para dar un medio conel que se logren traducir los libros escritos en toscano (lengua en la que haymucha mezcla); también puede ser litil para que se traduzcan los buenos librosescritos en espanoi.

14 Para G. Guidotti (2001:113), la raz6n del mayor éxito editorial en Italia se debe­da a "una società [la italiana] che ha bisogno della lingua castigliana nei rapporti

60 Félix San Vicente

Espafia (las restantes se hicieron en Italia, en Venecia, con algunosafiadidos de C. Camilli en la parte espafiola, poco precisos seglin A.Gallina), teniendo en cuenta que la parte espafiol-italiano, la quedebiera ser de mayor utilidad para la traducci6n a los italianos, era dedimensiones bastante mis reducidas que la italiano-espafiol. Tal vezpodemos encontrar una complementariedad entre el "esencial"Crist6bal de las Casas y el "mediano" de Lorenzo Franciosini; en elprimero se podia hallar una buena guia para pasar de lema a lema,mientras que el segundo resultaba ser un diccionario medio mascomplejo y litil para el conocimiento de ambas lenguas y con unanomenc1atura mas extensa en la direcci6n espafiol-italiano, aunquemas rica y litil en la parte italiano-espafiol (véase mas adelante)15.

4. El estudio del italiano en Espafia: entreetimologistas y gramaticos

Con posterioridad a Crist6bal de las Casas, el interés por e1 italiano enEspafia es continuo aunque no haya vocabularios exentos con ambaslenguas hasta la edici6n del de Franciosini editado en Venecia. Laatenci6n por el italiano se registra junto a otras lenguas, en obrasfilo16gicas o de valor etimologista en las que estaba ocupada buena

con la Spagna, mentre gli interessi spagnoli verso il 'toscano' potrebbero trovareuna ragione nell'attenzione prestata soprattutto a scritti letterari e scientifici pre­stigiosi". En el caso de V. Alfieri, tenemos un testimonio ilustre en su Vita deque en su viaje a Espana (Barcelona) en 1771, para leer el Quijote utilizaba "unagrammatica e vocabolario spagnuolo"; el episodio lo senala A. Ruffinato (2008).

15 Poca pudo ser la influencia del Tesoro de tres lengnas de Vittori (1609), dadoque sus ediciones, hasta 1644, fueron ginebrinas. Poco debi6 influir en elmercado italiano el Tesoro trilingiie (francés, espanol, italiano) de Oudin, quecontenia tres lenguas y fue publicado en 1616 en Ginebra, y en la misma ciudaden 1677.

Diccionarios Y didactica en la tradicion italoespaiiola 61

parte de los linguistas hispanosl 6• Circu16, en cambio, manuscrita y ha

sido recientemente editada17, la Recopilacion de algunos nombres

arabigos (ms. 1593). Guadix, intérprete de la lengua arabe en el SantoOficio de la Inquisici6n de Granada, escribi6 su diccionario sobre losarabismos en la ciudad de Roma y a elIo quiza se deba la abundantepresencia del italiano, y sus dialectos, entre las palabras declaradas.El objetivo de la obra era evidenciar aquellas palabras usadas, tanto enespanol como en italiano, que tenian origen arabigo18

• A. Moreno, laactual editora, pone de relieve la condici6n de diccionario monolingiiedel espanol (y no solo de registro toponomastico como se veniaconsiderando) en su condici6n hibrida, dec1arada por el propio Guadixen la introducci6n, de diccionario etimo16gico, encic1opédico y deuso; la obra consta de 7.210 unidades de materiales léxicos de los que4.336 son entradas (2.318 top6nimos) y 2.874 voces intemas. Es obrade naturaleza plurilingiie (se inc1uyen el italiano, latin y muestras deotras lenguas). La presencia del italiano en las formas lematizadas se

16 Entre los postuladores del origen en el hebreo tenemos a Covarrubias y entre losintereses arabistas el elenco incluye a Alcahi y a Guadix, autores que a menudomezclan las cuestiones hist6ricas con las ideo16gicas y que sin duda dieronimpronta a las elecciones que los diccionaristas de la época llevanin a sus obras.El Tesoro de Covarrubias, etimologista y enciclopédico (almque tambiéninteresado por el uso), en el que confluyen intereses de estos afios en tomo a 10sorigenes del castellano en el hebreo y a los que B. de Aldrete habia dado unarespuesta cientifica con su Del origen, tendra un relevante influjo en autores dela lexicografia francesa (Oudin, Ménage, Richelet, Furetière) y en el Diccionariode Autoridades, pero también, como hemos anticipado, en Franciosini, queapareci6 nueve afios después, en 1620, cuesti6n a la que volveremos masadelante.

17 La obra, aunque resulta ya fuente citada por Covamlbias, por ejemplo, hapermanecido manuscrita hasta el afio 2007, en el que A. Moreno Moreno realiz6la edici6n con el titulo Diccionario de arabismos. Recopilacion de algunosnombres arabigos.

18 Las intenciones no eran solo filo16gicas dadas las teorias lingiiisticas del P.Guadix y de la época, que postulaban la relaci6n entre las palabras y lanaturaleza o esencia de las cosas nombradas y que, en el caso de las arabes,evidentemente, le hubiera gustado prescindir de ellas. Véase, por ejemplo, la vozadelantado.

62 Félix San Vicente

debe a que esta lengua, como el espafiol, sufri6 el fuerte infiujo delarabe, llegando a absorber numerosos top6nimos y palabras comunes.Al italiano (y sus dialectos) le corresponden 350 entradas de lamacroestructura, que serian las palabras arabigas corruptas y 585voces recuperables de las voces intemas que constituyen voces equi­valentes de las espafiolas (corruptas) en italiano19. Queda por reela­borar criticamente todo el material italiano-espafiol de la Reco­pilacion, pero su inc1usi6n dentro de la historia de la lingliisticacontrastiva del italiano con el espafiol aparece mas que justificada,aunque solo sea como fuente indirecta de Franciosini, a través delTesoro de la lengua castellana o espaiiola.

Con anterioridad a esta obra, e1 zamorano Trenado de Ay1l6npublic6, en Medina del Campo, en 1596, el Arte muy curiosa por lacual se enseiia de rayiO el entender, y hablar la Lengua Italiana,breve gramatica de derivaci6n nebrisense y fuerte presencia del latin,en la que hay un destacado interés por el tratamiento semantico siconsideramos las paties dedicadas a ac1arar semejanzas y diferenciasformales de palabras léxicas y funcionales y que mas de un tercio dela obra es una especie de abecedario de dificultades de pronunciaci6n,semanticas y abreviaturas21

• Son en total 161 entradas, de diferentescategorias gramaticales, en las que en los sustantivos y verbos se

19 Algùn ejemplo de lematizaci6n (de los 350) de palabras italianas derivadas de lacorrupci6n de otra anibiga, seria chabatino, gonfi, mariolo, matone, picolo,palabras para las que se da el étimo arabe y el equivalente en espafiol. Ejemplosde voces intemas serian, por ejemplo, en almaciga: "En Roma [a la a1maciga]llaman rrascas y en Veneçia la llaman vaneza"; hallamos también casos como eldel lema cardo que tanto en italiano como en espafiol es 'una mata espinosasilvestre y ortense', corrupci6n de cardacha.

20 Al comienzo de la Declaracion por la orden del abecedario, la palabra rayz esutilizada en relaci6n con el orden alfabético gracias al cual "se sacassen de rayz,todas las difficultades que tiene la lengua, ansi en la pronunciacion como en losdiversos significados de algunas letras y algunas diciones" (p. 31).

21 El titulo es: Declaracion por la orden del abecedario de todas las difficultadesque se oji-ecen en la lengua Italiana, ansi para la pronunciacion, como para lasabreviaturas, y diversos signifìcados, que se encierra en una sola letra, y enotras palabras.

Diccionarios Y didactica en la tradicion italoespaiiola 63

ofrece el equivalente, raramente sin6nimos, y la pronunciaci6n22, con

explicaciones sobre signos de abreviaturas y otras infOlTI1aciones quela palabra sugiere; a partir de agnolo, capella, cipolla, esercito,famiglia, fogna, guadagno, legno, macheroni, pace, ranochietto,salsicia, las informaciones sobre pronunciaci6n tienen continuasremisiones, a medida que avanza el abecedario, a lo ya dicho; junto aestas palabras, hay otro buen porcentaje con "diversos significados":a, che, è, da, il, in che, la, le, li, ne, o (7 entradas) si (5), ve, vi, vo, enlas que lo que interesa no es su pronunciaci6n sino el resolver supolisemia o fimci6n (Silvestri 2001: 15-26; Canals 2005: 70).

5. El Vocabolario de Franciosini: destinatario,finalidad y uso de fuentes

El castellano era lengua bien conocida en ambientes cortesanos y nofaltaban los manuales para aprenderla, sobre todo después de que G.Miranda sacara sus Osservationi, gramiitica en la que las finalidadesde diferenciaci6n semantica resultan prioritarias. Faltaba, en cambio,una buena obra lexicografica actualizada y con prioridades tra­ductivas. Este fue ellogro de L. Franciosini.

Poco sabemos del maestro de lenguas (espafiol e italiano)Lorenzo Franciosini, nacido en Toscana, gramatico, lexic6grafo y tra­ductor23 con una abundante producci6n lingliistico-descriptiva con lacombinaci6n italiano-espafiol: un Vocabolario (1620) y una Gra-

22 Cfr. Mufioz Raya (1996), en especial, para la relacion con Cristobal de lasCasas, tanto en el glosario como en las reglas de pronunciacion "sustancialmenteigual" al sevillano.

23 De particulis Italicae orationis (Firenze, A. Maste, 1637) y Fax Linguae Italicae(Firenze, Massa, 1638), escritas en latin y destinadas al aprendizaje del italianopor extranjeros. Las gramaticas de italiano para estudiantes extranjeros escritasen latin constituian un género didactico comUn en estos afios.

64 Félix San Vicente

matica (l624i4, ambos de singular éxito25

, la primera traducci6n de laobra cervantina L'ingegnoso cittadino Don Chisciotte della Mancia(1622-1625), ademas de otros textos menores, como el Nomenclat01J.6

y los Dùilogos apazibles27, de los que fue traductor-anotador y que

pasaron a ser complemento28 de la gramatica con la que acabaron porintegrarse como manual de lengua espanola29

• El Vocabolario, dada suimportancia en la historia de la lexicografia bilingue y su difusi6n envarias ediciones30 durante mas de dos siglos, es su obra mejorconocida, tanto en su filogenia como en sus componentes y técnicalexicografica. En cambio, la Gramatica, ha sido valorada en relaci6ninrnediata con la de Oudin31 y no ha merecido hasta ahora estudios de

24 Utilizamos la edici6n del Vocabolario de 1796 y la de la Gramatica de 1707.25 Aunque no tenemos un estudio bibliogrMico preciso si hay varias aproxi­

maciones (perinan 1970; Saez Rivera 2008); la gramatica se integr6 en latrilingiie de Deschamps y el nombre de Franciosini apareci6 al frente de un textogramatical denominado "Il nuovo franciosini" que se edit6 tal vez por primeravez en Lyon, en 1847 y se reedit6 en otras ciudades (Génova, Milan) hasta 1898,al menos.

26 Franciosini también introdujo un Nomenclator en su De particulis, citado arriba.27 Es bien conocida la historia de la transmisi6n de estos Dialogos Apazibles

(Sanchez Pérez 1992: 92-93; Gentilli y Mazzocchi 1996) que fueron publicadospor primera vez con la gramatica en Roma, Rev. Camera Apostolica, 1638.

28 En el volumen que consulto la parte gramatica1llega hasta la pagina 282; en laque cornienzan diferentes textos con la traducci6n a doble co1umna: losDialogos apazibles (283-445), a continuaci6n los "Dichos Politicos y Morales/Detti Politici e Morali" (445-517) y un "Nomendator , o Registro de a1gunascosas curiosas, y necessarias de saberse à los estudiosos de la lengua Espafiola"y (518-574) al fina1 los indices de los dialogos de los Dichos y de laNomendatura.

29 Hay que destacar en la parte 1éxica e1 Nomenclator o registro de algunas cosascuriosas que se edit6, por primera vez, al final de sus Dialogos apazibles (1626)y posteriormente, junto a otros materiales, al fmal de la gramatica.

30 Pueden ser definitivamente 1as trece aportadas por Gallina, confirmadas porMartinez Egido (2002); dos ediciones que varios bibli6grafos mencionan, una de1633 (Ginebra, P. Marcello) y otra de 1776 (Venecia, Baglioni) no tienen10calizaci6n conocida.

31 De las relaciones entre este texto y los de Oudin, Miranda y Giufreddi se ocup6B. Perifian: "Es Oudin [...] la guia basica para Franciosini, y el servilismo

mayor relieve que la relacionen, ni con su obra lexicografica ni comocon su producci6n gramatical, en lengua latina, para estudiantesextranjeros de gramatica italiana; ambas producciones, la lexico­grafica y la gramatical, son fruto del croce de diferentes tradiciones,de cuya coherencia te6rica poco sabemos todavia y cuyo conocimientohay que encuadrar, junto con L'ingegnoso Cittadino Don Chisciottedella Mancia32

, en el rico panorama de historia de la didactica de lassegundas lenguas y de la traducci6n entre el siglo XVI y el XVII,época en la que se asiste a una profunda renovaci6n en la lingUisticaaplicada de las lenguas vulgares. Se produjo una aproximaci6nconcreta a sus diferencias formales, socioculturales y comunicativasen las que colaboraron tanto autores espafioles como italianos,franceses e ingleses con un intercambio continuo de experiencias des­criptivas, didacticas y traductivas.

El diccionario bilingUe de Franciosini, editado en dos volumenes,l1eva ellia portada del primero e1 siguiente titulo:

Diccionarios Y didétctica en la tradicion italoespaftola 65

Vocabolario Italiano, e Spagnolo non piu dato in luce. Nel quale con la facilità,e copia, che in altri manca, si dichiarano, e con proprietà convertono tutte levoci Toscane in Castigliano, e le Castigliane in Toscano. Con le Frasi, & alcuniProverbi, che in ambe due le lingue giornalmente occorrono; con una chiara, ebreve Regola per leggere, e scriuere, & una succinta introduzione, con Avverti­menti di molte cose notabili. Opera vtilissima, e necessaria a' Predicatori, Se­gretari, e Traduttori, che con legittimo senso e vero fondamento le voglion tra­durre, o imparare.

Ostelltaba, pues, el sustalltivo Vocabolario, dellominaci6n que era yahabitual para este tipo de obras, y que lo sera hasta el siglo XX para la

aumenta en la segunda parte del libro" (1970: 228); cfr. también Hoyos Hoyos(1998). Menos conocido es el influjo de Franciosini en el an6nimo autor de unagramatica portuguesa del siglo XVII que se conserva manuscrita en la Nazionalede Napoles; cfr. Melillo Reali (1963).

32 La traducci6n de la obra cervantina llevaba tanto en su primera como en susegunda parte mas de un centenar de glosas interesantes para el léxico y losplanteamientos traductol6gicos del propio Franciosini (Bemardi 1993; Valenciay Pena 2003; Demattè 2008).

66 Félix San Vicente

combinaci6n italiano-espafiol; varios datos sobre sus caraeteristicas,como la facilidad en su consulta (lo que no dejaba de ser cierto, dadala riqueza y complejidad de la obra, sobre todo en relaci6n con susantecedentes); la abundancia de palabras (no se hace menci6n a otrosautores de diccionarios), presentadas con propiedad (la referencia a lapropiedad se puede entender de diferentes modos, pero sea cual sea sepone por encima del simple uso)33 y convertidas (ya no declaradas o"interpretadas"), asi como la presencia de expresiones y proverbiosnecesarios o frecuentes en la comunicaci6n cotidiana (giornalmenteoccorrono), que empezaban a ser habituales en los materiales grama­ticales y lexicograficos34 y que hallamos por primera vez ostentadosen la lexicografia italoespafiola; en la segunda parte del titulo, se dejapaso a las cuestiones gramaticales, que eran, en primer lugar,ortograficas con vna chiara e breue Regola per leggere e scrivere &una succinta Introduzione, con Avvertimenti di molte cose notabili ysin llegar a comprometerse, en defmitiva, con la palabra gramaticacomo se puede observar en algunas obras publicadas en Inglaterra. Porultimo, se sefialaban en el mismo titulo los destinatarios: "Predicatori,Segretari, e Traduttori, che con legittimo senso, e vero fondamento levoglion tradurre, o imparare,,35. La enunciaci6n de las caracteristicas

33 El arte y con élla propiedad no solo habia alcanzado a la gramatica (Valdés,Villa16n) sino al cuidado de la lengua vulgar por parte de los tratadistas: F. deHerrera (1580) y su prologuista F. de Medina, Fray Luis de Le6n, JiménezPat6n, etc.; cfr. Carrera de la Red (1988).

34 Las peculiaridades idiomaticas relativas a la fraseologia aparecen en elfrontispicio de Oudin, Tesoro de dos lenguas, en la edici6n aumentada de 1616 yen el mencionado Tesoro de las tres lenguasfrancés, espaflOl e italiano (1616).

35 La presencia de breves gramaticas junto a diccionarios no era novedad, apareceen forma reducida en los glosarios (Ulloa) y en la lexicografia bilingUe. Porejemplo, en la del inglés espafiol tenemos a Percyvall, autor que hemosmencionado por el influjo que tuvo en él Crist6bal de las Casas y que incluy6una gramatica junto a tm diccionario espafiol-ingles, en su BibliothecaHispanica (1591); en el caso de Minsheu, su diccionario bidireccional de 1599,contiene en la parte final una breve gramatica y dialogos; cfr. Rizo y Valera(2000); en otro ambito, en el del italiano, gramatica y vocabulario alteman envarias obras de los siglos XVI y XVII, por ejemplo, en la gramatica (The

de la obra es ya la que conocemos modernamente para el bilingUe, enel que hay una finalidad primaria, que es la de traducir y unasecundaria, afiadida o debida a la completezza de la obra, que es la deaprender la lengua. Es cierto que habni luego otros afiadidos (sobretodo el de la novedad o neologia, también los tecnicismos y ladiatopia) Y quedan alin resabios del aprender por "Regola per leggeree scriuere", froto de las controversias Oliognificas de la época36

.

Al referirnos a la modernidad, no estamos aludiendo a antici­paciones intuitivas, sino al periodo en el que surgen las obras di­daeticas para extranjeros (diccionario y gramaticas) en las que sepresta, como en la actualidad, una gran atenci6n a la hora de describirla lengua a las cuestiones léxico-semanticas (o semantico-pragma­ticas) diferenciales, de ahi que se parezcan tanto las gramaticas a losdiccionarios o que los diccionarios guarden estrecha relaci6n con lasgramaticas (Ramajo Caamafio 1987). En el ambito italiano, Trenado yAy1l6n habia dado una buena demostraci6n de este interés en su Artecuriosa, como lo habia hecho G. Miranda en sus Osservationi dellalingua castigliana (1566)37, también lo sera su continuador Franciosinien la Grammatica spagnola e italiana, defmida por Perinan (1970:230), como "una gramatica y un diccionario al mismo tiempo", a laque accedera como veremos a partir de lo realizado en el Vocabolario,en el que las abundantes observaciones gramaticales alternan con lasdebidas precisiones semanticas y pragmaticas, propuestas con abun-

Diccionarios Y didactica en la tradici6n italoespaiiola 67

Principle Rules ofThe Italian Grammar, 1550) de W. Thomas o en la segundaedici6n del diccionario italiano-inglés (1611) de I. Florio; cfr. Monnile yMatteucci (1997).

36 No es 1m tema bien conocido en la obra de Franciosini aunque todo ap1mta a que eluso es el de los volgarizzanti y no el de los latinistas (Valencia y Pena 2003: 141).

37 Las Osservationi fueron reeditadas en 1583, también en Venecia como laprimera, por Giolito de' Ferrari. De la primera hay edici6n facsimil al cuidadode I.M. Lope Blanch, México, UNAM, 1998. Del mismo I.M Lope Blanchvéase el estudio en 2001; M. Carreras Goicoechea ha dedicado varios estudios aG. Miranda, entre los que aqui resulta atinente el relativo a la dimensi6nlexicognifica que propone en 1993-1994; cfr. también Chierichetti (1997).

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dantes y variados ejemplos de uso, fiuto del conocimiento socio­linguistico y cultural en ambas lenguas38

.

Franciosini, que evidentemente estaba inspirado por un espiritupractico, presenta la obra, el diccionario, con una muy escueta decla­raci6n personalista; es decir, en lugar de hacer referencia a los dife­rentes autores que utiliza (asi lo habia hecho Minsheu o Vittori, soloafios después la autoridad de las Academias atraeran sus nombresjunto a los de otros autores a los titulos de los diccionarios bilinguesitaloespafioles) propone la siguiente paradoja: en cualquier caso, unaobra bilingue debe cojear de un pie. No nos hallamos, pues, ante elt6pico de la superioridad de una lengua sobre otra, tan bien resuelto,por otra parte, por Crist6bal de las Casas. Franciosini, en cambio,parece mas pr6ximo al naturalismo de la lengua matema39

En su pragmatismo, siente, no obstante, la necesidad dejustificarse ante el lector cultivado y afirma que evitara dar explica­ciones sobre cada una de las ocho partes de la oraci6n, en cuantosupone que la gramatica y sus partes son una para el espafiol e italianoy quien sabe gramatica no necesitara mas explicaciones: "non faròdiscorso particolare, per non esser tedioso a chi sà gramatica, e scuro àchi non l'intenda" (p.I); este concepto presente en otros gramaticos decuya obra se sirvi6, como Miranda40 y Oudin, lo repite a la hora deevitar explicaciones sobre tiempos y modos en el verbo (p. 9). No esque la gramatica no se basara en un fundamento, el esfuerzo pordemostrar que estaban basadas en arte ya habia sido realizado, tantopara el espafiol como para el italiano y lo que con elIo se habiademostrado es que las categorias eran las mismas, de ahi que hayaconsiderado su gramatica como "bilingUe" y que la verdadera

38 Recuérdese, por ejemplo, que en la gramatica el tratamiento del verbo es enbuena parte alfabético.

39 En cambio, en el prologo a su gramatica, tal vez por considerarlo texto decategoria superior, recupera el topico difundido por Nebrija de la lenguacompafiera del imperio, fuertemente connotado de catolicismo: "si parla da iDominatori d'una delle maggior parti dell'Universo: alla cui generosità,costanza, fedeltà, e Catolica Religione...".

40 Cfr. San Vicente (1989) y Encinas Monterola (2006).

69didactica en la tradicion italoespmìola

cliferenc:ta la hallase en los usos, en los ejemplos, en las peculiaridades

Lo que estaba quedando de manifiesto es que en la parte italiano­del diccionario estaba presentando una buena sintesis

lJTflll1litH;al pero, como veremos, del italiano, no del espanol; en efecto,estas observaciones inc1uye el articulo (almque no lo considera

de la oraci6n) y las partes dec1inables (sustantivo, adjetivo yjunto con el verbo; mientras las primeras llevan la

difiecclOn espanol italiano (quien > chi; de quien > di chi, etc.), en ella patie que él consideraba de mayor relevancia, lo hace

inversamente del italiano al espanol, dando espacio a las tres conju­gaciones y a una serie de verbos irregulares; en la parte espanol­italiano, nos tenemos que conformar con cuatro paginas de texto, enlas que después de breves apuntes sobre ortografia/pronunciaci6n y elarticulo, tres estaban destinadas al verbo, en coherencia con ladirecci6n espanol-italiano; para lo demas: "quien quisiere ver mas porestenso otras menudencias, leelas en la primera parte [del voca­bulario]". En cualquier caso, para el adverbio y las restantes partesinvariables, conjunciones, preposiciones e intetjecciones, lo que ellector tenia que hacer es no acudir a la introducci6n gramatical, sino allemario de ambas lenguas42

Se ha afirmado (Seco 1987) que los diccionarios de Crist6bal delas Casas y de La Crusca no llevaban observaciones gramaticales, loque hemos de entender en el sentido de marcas o explicaci6n deconstrucciones (por ejemplo, en las c1ases de verbos, como las llevabaNebrija), pero la afirmaci6n no es valida, al menos para losacadémicos florentinos que propusieron abundante informaci6ngramatical en las entradas (por ejemplo, en las preposiciones yconjunciones) e implicitamente en los numerosos ejemplos deautoridades. Por otra parte, se viene aflfillando que en esta

41 Lo que evidentemente le llevaba a observar el trabajo de otros gramaticos desdeuna perspectiva de la propiedad intelectual algo diferente de la actual.

42 Su distinci6n es, pues, mas de tipo morfo16gico que semantico, en cuanto mezclapalabras de alta informaci6n semantica como nombres y adjetivos con otras masfuncionales como el pronombre, por ejemplo.

70 Félix San Vicente

introducci6n se halla el gemlen de la posterior gramatica espanola eitaliana de Franciosini (como él mismo lo afrrma en el pr6logo de laprimera edici6n), y aunque pueda resultar eierto en sus planteamientoslinguisticos generales, dada la detallada descripei6n del italiano, en laintroducei6n y e1 cuerpo del vocabulario, podemos considerar que enla direcei6n italiano-espanol se hallan muchos de los contenidos queluego pasanin a la "gramatica bilinglie"; es asi, debido probablementea los conocimientos de Franciosini como profesor de italiano y a loc6modo que le result6 utilizar el Vocabolario de La Crusca. Todoaquello que habia quedado fuera de la introducei6n, por su naturalezaformaI invariable recibe un tratamiento lexicografico; si loobservamos en la conjunei6n come, que puede ser representativa,tenemos: a) explicaeiones, generalmente43 de orden semantico enitaliano, b) con traducciones de ejemplos al espanol, y c) de modoindistinto, fraseologia, ejemplos e incluso un microdialogo. Losdiferentes usos, con sus equivalentes semanticos (in quella guisa, cosi,quando, etc.) o pragmaticos "denota meraviglia", pueden reconstruirsea partir del texto de La Crusca; a Franeiosini le fue suficiente darleuna dimensi6n practica con ejemplos, lematizaei6n de formasfrecuentes, fraseo16gica, microdialogos y un breve texto fmal.

El semantico, es como hemos adelantado, el procedimiento habi­tual en las gramaticas (en Trenado y Miranda) y asi lo observamos en .su gramatica en la que verti6 su experieneia como maestro de lenguasy autor del Vocabolario44

. El procedimiento, que tenia un plan-

43 Decimos generalmente porque nunca valen afirmaciones tajantes y muchomenos en los inicios de la lexicografia; a veces puede haber otro tipo deexplicaciones, como esta con "l'aggiunta dell'articolo, talora piglia forza dinome, e vale, via, modo." que tomamos de La Crusca (1620) y que Franciosinireprodujo.

44 La Grammatica spagnuola e italiana de Franciosini, aunque puedan hallarsealgunas divergencias y haya que realizar un estudio detallado, no parece aportarotras descripciones o explicaciones que fundamentalmente no se hallen ya en elVocabolario. En muchas cuestiones parece llevar a parrafo lo que en eldiccionario tenia el ventajoso formato de la columna; para quien la consultarapodia tener la utilidad de observar ahora las conjugaciones desde la orientaci6nespafiol-italiano pero no creo que haya mayores informaciones, por ejemplo, en

71didactica en la tmdicion italoespaiiola

didactico subyacente, comun a gramatica y diccionario,basado en et aprendizaje de fomlas aptas para la comunicaci6n

su memorizaci6n, mediante ejemplos, dialogos e incluso breveselementos todos ellos presentes, tanto en el Vocabolario

e~ la Gramatica, aunque en diferente proporci6n46; al primero le

Co!rel;pond!a sobre todo la equivalencia semantica mientras que a laestaban reservadas en mayor grado las variaciones

La informaci6n gramatical, junto con la léxica, se ponia alcpf""H~110 de una norma linguistica con modelos diferentes para ambaslenguas, para lo que habria que observar el posible confiicto entreambas partes de la obra confrontando propuestas normativas y usosdel mismo Franciosini47

• Se viene repitiendo que La Crusca, por lillaparte, como hemos confirmado en la parte gramatical, y Covarrubias,por otra, como parcialmente veremos, constituyen las fuentes directasy tal vez primarias de Franciosini, pero mientras Covarrubias no tenianecesidad de abundar en la norma ya que su finalidad no eranormativa sino etimologista y cultural, la de los académicos crus­cantes buscaba precisamente esa finalidad basandose en buenosautores fiorentinos. En el Vocabolario hay una lematizaci6n y defini­ciones heredadas de la academia fiorentina, pero es indudable que sepuede gozar de su funcionalidad comunicativa, riqueza idiomatica y

las cuestiones miis detal1adas, que son las verbales (cfr. caer, entendel~ poner);diferentes preposiciones a, en, etc., conjunciones: como, etc.

45 Se viene afirmando que estos textos anecd6ticos que en la primera parte delvocabulario aparecen por doquier, estiin basados en la obra de Melchor de SantaCruz, Floresta espaiiola, cuya primera edici6n fue en Toledo en 1574 y cuyointerés es siempre actua1.

46 El uso de ejemplos es un aspecto importante del estudio, tanto de las gramiiticascomo de los diccionarios ya que en el10s es fiicil de observar la aproximaci6n aldestinatario, la ideologia y las propuestas normativas subyacentes; cfr.Chierichetti (1997) para su uso en el Paragone de A. D'Urbino y en lasOsservationi de Miranda.

47 Este planteamiento habria que l1evarlo también a la gramiitica para l1evar a cabouna valoraci6n generai de los elementos y ejemplos coloquiales en ambas obrasy en ambas lenguas.

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vitalidad de usos toscanos, tanto en las breves anécdotas como en lasanotaciones dellexicografo. Mas patente resulta todavia como en losDialogos apazibles dio muestras Franciosini de un "toscano parlato,ricco anche di una sua tradizione, ed adatto certamente a dialoghi ditema quotidiano, ma il cui ambito d'uso è sostanzialmente regionale"(Gentili y Mazzocchi 1996).

Para contextualizar lo que acabamos de plantear, y aunque hemosvisto lo utH que puede ser seguir los resultados de las gramilticas paraextranjeros, como las de Oudin para el francés, cuando Franciosinipublica su Vocabulario la lexicografia bilingtie y plurilingue habiaavanzado con diferentes obras, que mencionamos por situarse en elambito generalo directo de fuentes de Franciosini48

• El maestro delenguas C. Oudin fue autor de un bilingtie francés-espafiol en 1607,renovado en una segunda edicion en 1616, en la que inc1uyo la jergamarginaI; con la combinacion francés, espafiol, italiano, tenemos albolofiés G. Vittori que se sirvio de Oudin; e1 mismo Oudin seconstituyo en deudor de Vittori al publicar un tri1ingtie con el francés,espafiol e italiano (1617); por otra parte, el influjo del italiano enEuropa habia dado ya un paso importante con el monodireccionalinglés-italiano de John Florio: A Worlde ofwordes (1598).

En 1612, se edita el Vocabolario de La Crusca y, como es sabido,los académicos, prescindiendo o rechazando experiencias mas abier­tas, como las sefialadas arriba de los mencionados F. Luna y A.Acarisio y Pergamini49 o la del mismo Florio, dieron preferenciaprogramiltica en las dec1araciones que antepusieron a la obra, tanto ala obligatoriedad de consignar palabras de autores florentinos (o enflorentino) como por lo concemiente a no hacerlo con todos aquellosténninos técnico-cientificos de profesiones y artes que no eran del

48 Citado por su trilingiie en varias ocasiones por Covarrubias.49 Resumiendo las experiencias de las obras lexicogriificas del italiano que

surgieron con anterioridad a La Crusca, Patota, apud Della Valle (1993: 46),sefiala que no siempre coincidian en la concepci6n de la lengua con las teoriasgramaticales de la época por la presencia de la lengua del lexic6grafo, por lacuriosidad por los niveles diafiisicos, variedades regionales y las exigencias deun publico miis amplio en sus componentes sociales.

73· arl'OSY didactica en la tradici6n italoespaiiola'cClOn

mune uso, e solamente noti ai loro professori". La cita de La~sca es obligada, a pesar de que Franciosini en el pr6logo noenciona la cuesti6n regional, como habia hecho Crist6bal de las

(solo se plantea la dificultad que le habian sefialado de que unalas dos lenguas quedaria peor descrita al no ser nativo)50, ya que

la fuente primaria de Franciosini para la parte italiano­eSp,alllJ1 Ylas elecciones de los académicos se refiejan profundamente

maestro fiorentino. Por el mismo motivo, citamos aqui el Tesororovmrrub18lS, en cuanto ha sido sefialada como fuente primaria de

para la parte espafiol-italiano, en diferentes cuestiones(incluta~lS las fraseo16gicas) y que en este caso evidenciaremos en lo

concieme a las palabras antiguas. Al hilo de la descripci6n de lapasaremos mas adelante a una refiexi6n sobre e1 resultado

ob1:ellJldO por Franciosini en relaci6n con los planteamientos de Lay Covarrubias, que generosamente utiliz6.

Volviendo ahora al analisis del cuerpo del diccionario, obser­varnos que Franciosini lematiza variedad de formas gramaticales aptaspara e1 diccionario bilingiie, asi como formas pluriverbales51 : fraseo­logia, formas fijas o semifijas, pero también combinaciones frecuentese incluso frases aptas para el dialogo mas elementa152.

Aunque no es de modo constante y sistematico, e1 lema llevageneralmente una definici6n o explicaci6n en italiano y el equivalenteo equivalentes en espafiol, que en algun caso puede ser una expli-

50 Ai Sig. Lettori, "Vanamente sarà stata impiegata (Sign. Lettori) questa miafatica, se riuscira vera l'opinione d'alcuni, che m'hanno più volte detto, che pernon esser'io Spagnolo, non farei cosa buona in simil composizione".

51 Aunque la dimensi6n que adquieren las formas pluriverbales no eran unanovedad en la lexicografia bilingUe que ya aparecian en Crist6bal de las Casas yen Pallet.

52 Este tipo de frases podia ser liti! al italiano para la producci6n; en el caso de lasformas funcionales, quiza las mas litiles por la secuencia de funcionessemanticas que presenta, el italiano podia encontrar el modo de activar algunosusos mientras que el espanol podia encontrar en ellos la traducci6n. También seincluyen breves historietas espanolas traducidas al italiano, pero presentadas enla direcci6n italiano-espanol (de nuevo recordamos que los diaIogos en la épocacompletaban la parte gramatical).

74 Félix San Vicente

caci6n53. Cualquier muestra al azar, por ejemplo, caldo, confondere,

fallo, etc., nos lleva en las definiciones (a veces enciclopédicas) a unmetalenguaje culto en sus elementos y en su expresi6n que debia creardificultades a quien en su condici6n de hispan6fono se acercase porprimera vez al italian054

Nos hallamos en la primera parte ante una obra hibrida mono­linglie de italiano que oscila entre las caracteristicas del diccionario delengua y el enciclopédico, con los correspondientes equivalentes ytraducciones al espaiiol. Refleja una lengua propia de una civilizaci6nbien constituida en sus instituciones: familiares, religiosas, legales yde poder, que son, por otra parte, el fruto de haber optado por LaCrusca como su fuente principal y, en consecuencia, de haber asumidosus caracteristicas, entre las que se hallaban todos los aspectos legalesre1acionados directamente con la utilidad que se le atribuye en elfì'ontispicio a los Secretarios55

.

Franciosini, como hemos visto en el pr6logo, a diferencia deCrist6bal de las Casas, apunta, ademas de a una doble fmalidad, a ungrupo de destinatarios. La distancia entre las dos obras es inmensaincluso en cuanto reflejo no solo de una lengua sino de una sociedad

53 La definici6n no aparece cuando puede sobreentenderse por los lemas anteriores,como sucede con los participios o adverbios en -mente que aparecen junto a losverboso

54 De lo que no cabe duda es de la utilizaci6n de las definiciones que pro­porcionaba La Crusca, a las que Franciosini habia despojado de las autoridades,procedimiento que desvinculaba la lengua de la diacronia reflejada por losacadémicos florentinos, a través de las citas de autores de diferentes épocas ysobre la que volveremos ffi<is adelante.

55 La atenci6n por los altos funcionarios la hallamos también en el Arte curiosa deTrenado de Ayll6n, gramiitica destinada, con cierto afiin patri6tico por el saber, aun publico de humanistas deseosos de comprender la lengua italiana "por lomucho que en ella esta escripto como en la Latina" (Prologo al Lector) ytambién, al menos en las intenciones de la cédula del rey que antecede a la obra,era un "Arte muy copioso, por el qual se ensefia el entender hablar, y pronunciarla lengua Italiana", resultaba "muy util y necessario para los Vireyes,Embaxadores, y otros nuestros ministros, que imbiavamos a los negocios y cosastocantes a nuestro real servicio, a los estados de Italia".

75didactica en la tradici6n italoespwìola

ienlrq1uicamlente organizada en torno al Estado, la Iglesia, a valoresCUllUltU,",", prejuicios, etc., por lo que indudablemente podia resultarlitil a los mencionados Predicatori y Segretari56 o a quien aspirase aobt:en(~r cargos dentro de la administraci6n de la iglesia y del estado.Calado en la mentalidad dominante, Franciosini, en la dedicatoria allector con la que presenta su gramatica (A chi leggera), traza unaalabanza de la lengua espafiola en la que se identifica con "iDominatori d'una delle maggior parti dell'Vniverso, alla cùigenerosita, costanza, fedeltà, e Cat6lica Religione...". En este tipo deafirmaciones Y en los ejemplos, (cattolico: "Gli Spagnuoli son veriCattolici"), pero también en la introducci6n gramatical (el tratamientode la cortesia o la adjetivaci6n femenina, con mujer cruel, pequefiamuestra de su misoginia) mas que en las definiciones, puede hallarsela ideologia del autor. Si observamos, en cambio, voces comoapostasia, chiesa, eresia, infedele, o religione, pocas diferenciashallaremos con La Cmsca. Como los académicos en 1620, tampocoFranciosini da entrada a luteriano/luterano, ugonotto o protestante, dereciente creaci6n (Migliorini 1978: 398).

Centremos nuestra atenci6n en el "compromiso" con su desti­natario y, suponiendo, como hemos dicho, que los conocimientoslegales formaran parte del bagaje profesional del Secretario, podemosseleccionar elléxico atinente y observarlo, precisamente a partir de larelaci6n con La Cmsca (1612); partiremos de la bùsqueda automaticade todas las palabras que llevan la indicaci6n "termine legale"S7 y la

56 En la primera lista de palabras del Nomenclator puede hallarse un centenar,destinado a la religi6n, desde las figuras celestiales (Diòs, Nuestra selìora, losCherubines, etc.) a los componentes de la iglesia (Obispo, Priòr, Diacono) loslugares (Nave de la Yglesia, Sacristia, Cementerio, etc.) y objetos de culto(Cirio, Paténa, Vinageras, etc.); no falta la lematizaci6n de expresiones: Ayudarà Missa.

57 El Vocabolario de los académicos florentinos llevaba pocas indicaciones sobrela utilizaci6n figurada (metaf6ricamente) u otras indicaciones, como vozantigua, baja, terminologia y actividad (marina, legale, musica, mercantesco,etc., p.ej.); en Franciosini, también la marcaci6n, la observamos como carac­teristica asistematica si se quiere, derivada o resultante probablemente de lasfuentes y no elaborada expresamente para la utilidad del usuario espanoi.

76 Félix San Vicente

confrontaremos con lo que establece Franciosini. Los datos inicialesno son numerosos en La Cmsca, como era de esperar, con apenas 23voces de las que Franciosini registra en su mayoria como "terminelegale,,58 o sin marca (*): cautela, civile, criminale, di fatto*,eccezione *, indizione, investire, misto, peculio, pendente, positivo,prescrizione *, presunzione, rogare, sommario, stabile, titolo *; quedanfuera cauzione, diritura, giuratorio, municipale59

; es decir, en buenaparte derivados o términos excesivamente técnicos como petitorio opossessorio, u otro tal vez por descuido, titolo; la marcaci6n no esfrecuente en la primera parte del Vocabolario y nos hace pensar enuna transcripci6n directa de la fuente utilizada; si ampliamos el campocon un muestreo representativo del ambito legaI, con avvocato, caso,camarlengo, complice, fallace, falsare, falso, giurisdizione, giu­stiziare, lite, litigio, magistrado, peculio, positivo, sedere, sentenza,testamento, hallaremos las definiciones literalmente copiadas60

, lasupresi6n de alguna disquisici6n poco litil o algùn derivado y laaportaci6n franciosina de algùn ejemplo que podia ser ùtil enconsonancia con la dimensi6n practica del diccionario (s.v. caso). Unareelaboraci6n, en definitiva, de una fuente con buenos resultadosdesde e1 punto de vista traductivo y un avance en la lexicografia haciafmalidades concretas que al llegar e1 siglo XIX dara lugar a los dic­cionarios bilinglies de especialidad; después o en concornitancia conun periodo, a fines del XVIII, en el que se efectuaban simples tra­ducciones de obras lexicograficas.

58 El diccionario no ofrece resultados en la bùsqueda de forense; en cambio, en laparte espafiola resulta evidente la utilizaci6n que Franciosini hizo del Tesoro deCovarrubias.

59 En la parte espafiola, tenemos, en cambio, municipal con el equivalentemunicipale y una evidente deuda con Vittori del que, en definitiva, torna ladefinici6n "colui che partecipa de' privilegi d'una Citta". Pero no fue Vittori lafuente de los términos legales que, en buena parte, sobre todo los mas técnicos,se hallan ausentes en el bolofiés.

60 Por ejemplo, en giurisdizione: "Podestà introdotta per pubblica autorità, connecessità di rendere altrui ragione, e stabilire quello, che è conforme all' equità,imperio, podestà, padronaggio".

A diferencia de lo que hemos visto con legale, podemos hacerbusquedas sobre la marcaci6n en la variaci6n diacr6nica,

rliatoPlCa o de registro, pero los resultados no senin semejantes, pro­ballletneJ!1Ie porque La Crusca no los proporcionaba61

.

Continuemos ahora brevemente con la parte espafiol-italiano, quedebiera ser la que mayor interés presentaba para los ita16fonos a lahora de traducir textos espafioles o de comprender a los espafioles dela época. Si la dependencia de La Crusca resultaba un valor unifor­mador para la primera parte, en la segunda, como ya hemos anti­cipado, seni fundamental la mantenida con Covarrubias, cuesti6n bienconocida (Martinez Egido 2002) que intentaré plantear en lo que a laspalabras antiguas se refiere en sus efectos sobre el equilibrio didacticode la obra.

En principio, los planteamientos lexicognificos de la segundaparte resultan mucho mas variados e irregulares, debido proba­blemente a la utilizaci6n de diferentes fuentes y a la condici6n deital6fono de Franciosini; aunque son comunes con la primera parte62

las caracteristicas de la lematizaci6n, el repertorio abarca menor

:8

3e

1

l

)

didélctica en la tradicion italoespaiiola 77

61 Si pasamos ahora a la parte espanola y consultamos el uso de forense, que es lamarca que utilizaba Covamlbias, nos encontraremos con Ima utilizaci6n mayo­ritaria del Tesoro; no siempre lleva la marca (*) y en 1m par de ocasiones Oparece la forma pero no su valor legaI: auto, caer incomiso*, caso negado,colusion*, conocimiento de causa*, dar la casua por concluso (sic), declinarjurisdicion, de mas o allendè desto, denegar, denunciacion*, denunciado,denunciar*, dicho*, hecho, (emanar), inovQ/~ interin, plaço*, pleyteado/pleyteante*, pleytista, pleyto*, pleyto civi/*, pleyto criminal*, prestar caucion,primera instancia, processal*, processo, pnleva, recusar un juez*, remover eldeposito, restituyrse, (vigor).

62 En la técnica de construcci6n de los articulos, extremadamente variada, resultaconstatable que, a diferencia de la parte italiano-espanol, en la que la mayorparte de las entradas llevaban la definici6n propia de un monolingUe, en laespanol-italiano predominan las entradas con equivalente o equivalentes, pero nodejan de ser frecuentes aquellos articulos en los que junto al equivalente aparecela definici6n o simplemente tenemos una explicaci6n o definici6n en espanol pordesconocer el nombre en italiano; del tipo: "camara o apossento donde dor­mimos" y otras por el estilo, muy distante de la riqueza y precisi6n de las defini­ciones propias del monolinglie italiano que hemos visto en la primera parte.

78 Félix San Vicente

numero de ejemplos de formas pluriverbales y resulta mas pobredesde el punto de vista gramatical63

.

Se suele afrrmar, en cambio, que a diferencia de la primera parte,en la segunda hay observaciones sobre vmiacion interna de diferentetipo (antiguas, americanas, diafasicas) y que tal vez haya que rela­cionarlas, al menos en sus aspectos mas exteriores, con las gramaticasy obras didacticas de espafiol que se estan apartando de la autoridadliteraria (Nebrija ejemplificaba con autores) e introduciendo el usocomo principio de la descripcion linguistica.

Por lo que a las voces antiguas atafie, se suele sefialar entre lascaracteristicas positivas e innovadoras de Franciosini el hecho de quemarque tanto las antiguas64 como las desusadas, afrrmacion que ten­dremos que precisar observando como utilizo el Tesoro deCovarrubias. En esta, como en otras cuestiones, el toledano se mos­traba asistematic065 y quien leyera o buscara este tipo de informacionquedaria sorprendido por las diferentes maneras de tratar el tema quepueden hallarse en la obra (con o sin autoridades, referentes antiguos,legislacion antigua, antiguas pero todavia en uso, etc.), cuestiones quetal vez podian resultar mas c1aras a los usuarios cultos de la épocapero que descontextualizadas por Franciosini, es decir, sin los textosni autores que aparecian en el Tesoro, debian presentar mayoresdificultades.

Del centenar y medio aproximado de palabras que Covarrubiassefiala como antiguas, solo veinte quedan sin consignarse en el Voca­bolario de Franciosini; es el caso, creemos que justificado por lascaracteristicas del bilingue, de capellina por yelmo, enchas, enridar el

63 Véase, por ejemplo, a, ci, cio, che, come, ma, pure y confr6ntese con las formasequivalentes: a, en, que, como, etc., en espafiol-italiano.

64 La anotaci6n sobre la antiguedad no estaba en La Cmsca, ya que el concepto delautor fiorentino evitaba la distinci6n diat6pica y regional; la menci6n dediferente textos y autores daba, por otra parte, muestra de su época y vitalidad.Franciosini retrat6 en la parte italiano-espafiol la situaci6n de La Cmsca, perosin ningill tipo de citas.

65 Uno de los muchos aspectos conocidos en Covarrubias (Ruhstaller 1995-1996),aunque algo menos en Franciosini (Acero Dunlntez 2002; Alvar Ezquerra 2002).

Diccionarios y didactica en la tradici6n italoespanola 79

can, enrizar por 'irritar', guay, malfetria, etc.; las restantes aparecenregistradas aunque no todas lleven la marca de antigtiedad. Conservanesta marca, con cierta regularidad, tanto las palabras funcionales, al,connusCO, consuno, convusco, ende, luenes, maguer, so, somo, sus,etc., como los términos de canicter legaI: alogador, deviedo, eslador,jelonia, fiucia (jìocia), garrama 'contribucion', mesnada, personero,repto 'acusacion'. La llevan también fallar, farpar, membrarse,guarnir, toller, visquir, iantar etc. En su conjunto, podemos afirmarque el toscano tampoco en esta ocasion realizo una operacion me­canica de utilizacion de las fuentes y aunque no faltan las im­precisiones66

, el lector podia orientarse, entre lo que pertenecia alpasado y al presente de la lengua67

Como hemos anticipado, otro elemento, el del uso, venia aintroducir dificultades en la dimension diacronica del Tesoro y, enconsecuencia del Vocabolario de Franciosini en la parte espafiola. Sirecogemos en él las palabras que llevan alguna observacion (mera­mente sobre el uso, "poco uso", sin indicaciones sociales o regionales,ni tampoco altemativas), veremos que Franciosni descarta alumno,aterido, baldanza, conocencia, consumar y testa. Franciosini norecoge ninguna, en cambio, a pesar de la advertencia de Covarrubias,consigna contumelia, contumelioso, destinar, ermar, jubilo y tematico.

Tanto en Covanubias como en la seleccion de Franciosini, resultamarcado que la palabra no se usaba, pero las razones podian ser dedistinta naturaleza: j,eran neologismos consumar y destinar?; j,alumno

66 Asi, aguaitar lleva, como en Covarrubias, la marca de antigua en castellano y,en cambio, ninguna marca llevan los derivados aguaitador, aguaitadora,aguaitamento que Covamlbias habia sefialado; la entrada con vusco estamarcada como antigua, pero el ejemplo efect6a la correcta sustituci6n con elpronombre vos, lo que no sucede en con nusco, en la que se afirrna que esantigua pero no se da el equivalente moderno en castellano; en al se pone a algocomo equivalente pero en el ejemplo, en este caso un proverbio, se utiliza al yno algo; en otros casos, se trata de simples errores como en aveleza porCovamlbias avoleza, baldinada por baldonada, etc.

67 Aunque se consignan sin marca de antiguos: asmGl~ cuidar 'pensar', folgar,guarnir, usmar.

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resultaba culta pero no comun?; l,era antigua y sin uso ermar?Estamos, pues, ante un intento de introducir la dimensi6n del uso qUeresulta ambigua, a veces por parecer referirse al pasado, otras a sufalta de arraigo, tratamiento que resultaba de menor c1atidad y utilidaden el caso de Franciosini al presentar las palabras descontextualizadasde autores y épocas.

Si esbozamos ahora una comparaci6n entre las dos partes delVocabolario de Franciosini, la primera era util para la traducci6n delitaliano al espafiol y lo podia ser, vista la terminologia, en especial,para los secretarios o para dialogar en la vida cotidiana, mientras quela segunda lo era especialmente para quien quisiera traducir delespafiol al italiano, pero presentaba menos potencialidades didacticas,tanto por la ausencia de una introducci6n a la gramatica de la lenguaespafiola (hemos visto que la parte mas consistente, la del verbo, eraen la direcci6n italiano-espafiol) como por el menor numero deobservaciones para poder activar la comunicaci6n en este sentido. Ladiferencia, en este caso, se debe a la utilizaci6n de una fuente como LaCrusca, abundante en observaciones gramaticales, a diferencia de loexistente en el Tesoro o en la lexicografia bilingiie al uso (Las Casas,Pallet, Oudin, etc.).

Si prescindimos ahora de la poco fiable circularidad entre las dospartes de la obra, tal vez resida aqui la mayor diferencia entre ambas,lo que no se debe a planteamientos distintos motivados por el desti­natario o por las caracteristicas de uso de ambas lenguas, sino a lautilizaci6n de fuentes lexicograficas con tradiciones diferentes; en uncaso, con La Crusca al frente, aseguraban una norma léxica ygramatical con una dimensi6n culta y regionalista "autorizada", y, enel otro, con Covamlbias, retomaba los amplios margenes de unalengua utilizada por una sociedad de variados componentes, dinamicay vital, y también otras caracteristicas propias del monolingtie deltoledano como eran la falta de categorias gramaticales o elementos,como la diacronia, no depurado suficientemente y que des­contextualizado venian a resultar negativos para una obra bilingiie.

81didétctica en la tradici6n italoespanola

Perspectivas

tratado de aproximarnos a la historia de la lexicografiab1llngtlt: italoespafiola, desde sus comienzos en el siglo XVI y el cielTe

su primera gran etapa con la obra de Franciosini en 1620; es unenmarcado en el rico panorama de obras de la linguistica

hurnarllsta, que surgen con el auge del espafiol como lengua de amplioen Europa para las relaciones comerciales, sociales y culturales; es

componente de la abigalTada historia de la linguistica descriptivaeuropea, en el momento del asentamiento de las lenguas nacionales,de deslatinizacion de las propuestas didacticas y de progreso delinductivismo en el aprendizaje linguistico; en ella confluyen obrasdidacticas de diferente naturaleza: glosarios, nomenclaturas, diccio­narios, que surgen con distintas fmalidades entre las que hay un fuerteentramado que coincide con el desalTollo moderno de la lexicografiamonolingiie.

El analisis contrastivo delléxico entre espafiol e italiano surge enobras de diferente naturaleza y finalidad cuyo estudio habra queabarcar en su conjunto a partir de investigaciones parciales. En estehemos subrayado la existencia de algunos textos, como el vocabulariodel P. Guadix o la gramatica de Trenado y Ayllon. Junto a ellosquedan todavia por estudiar figuras como Landucci y emergen conmayor claridad las claves de Cristobal de las Casas y LorenzoFranciosini.

Las Casas, en su esencialidad, constituyo un buen diccionario enla direccion italiano-espafiol, mientras que en la parte espafiol-italianosu consulta se hada mucho mas dificultosa para los hispanOfonos quetuvieran que verter su lengua hacia el italiano. En manos de unpùblico de literatos y humanistas y con la ayuda de las reglas orto­graficas y de pronunciacion, resultaba adecuado para aproximarse a lalectura de obras literarias, contando, como afirmaba Trenado Ayllon,con la ayuda posterior de un monolingiie italiano.

El Vocabolario de Franciosini, como hemos intentado demostrar,es ya un diccionario moderno y "de autor"; resulta mas interesante

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desde el punto de vista descriptivo en la parte italiano-espafiol y conmayores posibilidades didacticas ya que, ademas de su variadatextualidad, contiene algo mas que una sintesis de gramatica delitaliano para espafioles, resultado de la consistente utilizaci6n de LaCrusca. A esta misma fuente (de la que torna sus definiciones) se debesu mejor adecuaci6n para interpretar la sociedad postridentina encuyos valores parece identificarse el autor y con él, el destinatario dela obra: el alto funcionario.

La investigaci6n queda ahora abielia a otras cuestiones, sobretodo de tipo filo16gico, apenas esbozadas, y que se refieren a lacombinaci6n de dos lenguas que convivian la exaltaci6n humanista delas vulgares, pero que tenian tradiciones y modelos diferentes. A lahora de observar el desarrollo paralelo de las dos tradiciones, con­sidero de particular importancia los siguientes puntos:

La tradici6n espafiola, que se remonta a Nebrija y a sus dos obraslexicograficas mayores, se halla destinada a la ensefianza delléxico del latin y no del espafiol. De esta nomenclatura inicialderivan buena parte de los bilingiies, de Crist6bal de las Casas aLorenzo Franciosini.En particular, los autores de diccionarios y gramaticas castellanaspara extranjeros tienen como objetivo presentar una lengua conlas vacilaciones de su uso y compararla con otra; en el caso delitaliano, es una lengua escrita, literaria, todavia vacilante en susrealizaciones fonéticas y morfo16gicas.La tradici6n italiana, lexicografica y gramatical, tiene comoobjeto la descripci6n de la lengua literaria de los autores del"trescientos" para elevarla a norma que pueda regular elcrecimiento del italiano. En el establecimiento de esta norma, elmodelo latino seguia jugando un rol importante.Si en el espafiol es el uso el que es vacilante, dada la vivacidadsocial o extensi6n, en el italiano la vacilante es la norma, ante laque los propios gramaticos adoptaron planteamientos de osser­vationi y no de preceptos.

Diccionarios Y didactica en la tradici6n italoespanola

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