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TEMA 10: DIOS CREADOR Y PECADO ORIGINAL El Misterio de la Creación del Mundo en el Conjunto de la Fe de la Iglesia EL tratado teológico de la creación es la parte de la dogmática cristiana que se ocupa del origen del mundo y del hombre. Es ésta una cuestión que, junto a la de Dios, resulta básica para la concepción cristiana sobre el sentido de las cosas y la existencia humana. La creación del mundo y del hombre por Dios es un misterio de fe. No es el simple resultado de una deducción empírica-racional. De hecho, la reflexión pagana clásica no se planteó jamás directamente la cuestión de la procedencia del mundo y su razón de ser. Los griegos se adherían firmemente a la idea de un cosmos eterno, permanente e inmutable, a un ser de períodos cíclicos. La verdad sobre la creación aparece revelada con claridad el la Sagrada Escritura (Gen 1,1) e incluida en el Credo. Este artículo de fe nos enseña: a) Que existe un único Dios, causa soberana del mundo, cuyo impulso es el amor. b) la correcta relación entre Dios y las creaturas. A la luz de estas consideraciones podemos entender mejor la importancia decisiva que tiene este tratado en el edificio de la doctrina cristiana. No es un simple prólogo neutro de la historia de la salvación, sino que es parte de la historia salvífica. Allí se nos revelan los atributos de Dios, el sentido del mundo, la vocación a la vida del hombre a quien es entregada la tierra como morada y tarea hasta la consumación escatológica, el gobierno del mundo por parte de Dios mediante su Providencia hasta su perfección última Es cierto que el misterio de Cristo es el misterio central de la Fe, y el que articula adecuadamente todas las disciplinas teológicas. Pero ello no hace irrelevantes ni meramente secundarios las verdades de Fe que no son directamente cristológicos. Le confiere, por el contrario su plenitud de sentido y su alcance en el conjunto de la economía divina de santificación y salvación. Así es como debe ser integrado y concebido este tratado dentro de la dogmática de la fe de la Iglesia. 1. LA CREACIÓN EN LA SAGRADA ESCRITURA I) CREACIÓN ANTIGUO TESTAMENTO A- En Gen. 1, 1ss, se destaca claramente la idea de que Dios es el Creador del mundo y que crea en el tiempo (en el sentido de que las creaturas no son eternas: tuvieron un principio en el tiempo). La creación tuvo un comienzo absoluto en el principio creavit Deus ceolum et terram . Ninguna criatura es colaboradora de Dios en el acto creador. La creación es un acto libre de Dios. Dios crea de la nada (ex nihilo) es decir, es Dios quien por su palabra, por un acto libre y espontáneo de su voluntad, atrae (tira, saca) de la nada el universo entero. La aparición del hombre culmina el acto creador. Después de la creación del hombre Dios vio que era muy bueno: este adjetivo muestra la excelencia del hombre. La creación no es un acto generativo. Dios creó el mundo por su palabra, Dijo Dios y lo hizo. El acto creador es un acto personal, es Dios mismo quien opera en la creación. División de la obra de la creación: Hay dos fases: -Fase de separación: Tres primeros días. -Fase de decoración: Tres últimos días. 1) Fase de separación: 1° día: Dios separa la luz de las tinieblas, es la creación del día y la noche. Desde este momento, comienza el tiempo, antes existía sólo Dios en su eternidad. 2° día: Dios separa las aguas superiores de las aguas inferiores, es la creación del agua encima del firmamento y del agua de bajo del firmamento. 3° día: Dios separa agua y tierra, es la creación de los océanos y el suelo. Surge pues el aire, el agua y la tierra. Empiezan a crecer las hierbas y las plantas. 2) Fase de decoración: 4° día: Dios crea los astros: sol, luna y las estrellas.

Dios Creador y Pecado

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Page 1: Dios Creador y Pecado

TEMA 10: DIOS CREADOR Y PECADO ORIGINAL

El Misterio de la Creación del Mundo en el Conjunto de la Fe de la IglesiaEL tratado teológico de la creación es la parte de la dogmática cristiana que se ocupa del origen del

mundo y del hombre. Es ésta una cuestión que, junto a la de Dios, resulta básica para la concepción cristiana sobre el sentido de las cosas y la existencia humana.

La creación del mundo y del hombre por Dios es un misterio de fe. No es el simple resultado de una deducción empírica-racional. De hecho, la reflexión pagana clásica no se planteó jamás directamente la cuestión de la procedencia del mundo y su razón de ser. Los griegos se adherían firmemente a la idea de un cosmos eterno, permanente e inmutable, a un ser de períodos cíclicos.

La verdad sobre la creación aparece revelada con claridad el la Sagrada Escritura (Gen 1,1) e incluida en el Credo. Este artículo de fe nos enseña:

a) Que existe un único Dios, causa soberana del mundo, cuyo impulso es el amor.b) la correcta relación entre Dios y las creaturas.

A la luz de estas consideraciones podemos entender mejor la importancia decisiva que tiene este tratado en el edificio de la doctrina cristiana. No es un simple prólogo neutro de la historia de la salvación, sino que es parte de la historia salvífica. Allí se nos revelan los atributos de Dios, el sentido del mundo, la vocación a la vida del hombre a quien es entregada la tierra como morada y tarea hasta la consumación escatológica, el gobierno del mundo por parte de Dios mediante su Providencia hasta su perfección última

Es cierto que el misterio de Cristo es el misterio central de la Fe, y el que articula adecuadamente todas las disciplinas teológicas. Pero ello no hace irrelevantes ni meramente secundarios las verdades de Fe que no son directamente cristológicos. Le confiere, por el contrario su plenitud de sentido y su alcance en el conjunto de la economía divina de santificación y salvación. Así es como debe ser integrado y concebido este tratado dentro de la dogmática de la fe de la Iglesia. 

1. LA CREACIÓN EN LA SAGRADA ESCRITURA I) CREACIÓN ANTIGUO TESTAMENTO

A- En Gen. 1, 1ss, se destaca claramente la idea de que Dios es el Creador del mundo y que crea en el tiempo (en el sentido de que las creaturas no son eternas: tuvieron un principio en el tiempo). La creación tuvo un comienzo absoluto en el principio creavit Deus ceolum et terram . Ninguna criatura es colaboradora de Dios en el acto creador. La creación es un acto libre de Dios. Dios crea de la nada (ex nihilo) es decir, es Dios quien por su palabra, por un acto libre y espontáneo de su voluntad, atrae (tira, saca) de la nada el universo entero. La aparición del hombre culmina el acto creador. Después de la creación del hombre Dios vio que era muy bueno: este adjetivo muestra la excelencia del hombre. La creación no es un acto generativo. Dios creó el mundo por su palabra, Dijo Dios y lo hizo. El acto creador es un acto personal, es Dios mismo quien opera en la creación.

División de la obra de la creación: Hay dos fases:-Fase de separación: Tres primeros días.-Fase de decoración: Tres últimos días.

1) Fase de separación:1° día: Dios separa la luz de las tinieblas, es la creación del día y la noche. Desde este momento, comienza el tiempo, antes existía sólo Dios en su eternidad.2° día: Dios separa las aguas superiores de las aguas inferiores, es la creación del agua encima del firmamento y del agua de bajo del firmamento.3° día: Dios separa agua y tierra, es la creación de los océanos y el suelo. Surge pues el aire, el agua y la tierra. Empiezan a crecer las hierbas y las plantas.

2) Fase de decoración:4° día: Dios crea los astros: sol, luna y las estrellas.(A diferencia de las religiones paganas en las cuales Dios y los astros se confunden se enumeran los cuerpos celestiales. Hay un único Dios Creador, las demás cosas son criaturas.)5° día: Dios crea los animales, adorna los mares de peces y los aires de aves.6° día: Dios puebla la tierra, crea los animales domésticos y el hombre a su imagen, le pone encima de todas las criaturas.7° día: Dios descansa.

B- Relato Yahvista (Gen. 2, 4b-25), este relato empieza con la creación del hombre y lo presenta en dos estados diferentes:-estado de inocencia, de alegría y de paz-estado de pecado y promesa de salvación.Gen. 2, 7, Dios crea el hombre con polvo, sopla en sus narices para darle el soplo de vida, así el hombre deviene un ser vivo. El hombre no ha sido creado por la palabra de Dios según este relato, sino que fue modelado con barro del suelo. La creación del hombre y de la mujer es el inicio de la creación. La creación del hombre es una participación del ser de Dios.

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C- Los profetas:Los profetas contribuyen decisivamente a hacer cada vez más explícita y a desarrollar la fe en el misterio de la creación. Mención especial merecen los profetas del exilio, sobre todo Jeremías (32,17;33,25-26) y el Deutero Isaías (Is 40 ss), que presentan a Yahvéh como Creador y Salvador al mismo tiempo. El Creador todopoderoso del mundo de también autor compasivo de la Alianza con el pueblo elegido y, a través de éste, con toda la humanidad. La doctrina de la Creación y sus consecuencias se hace ahora un mensaje claramente universalista.Isaías presenta también la creación como un acontecimiento escatológico, que se extiende desde la producción del mundo, el presente y la consumación definitiva (cfr. Is 27,1 ss).

D- Salmos, Proverbios y Sabiduría:Los salmos son himnos que hablan de la creación. Cantan y exhortan las acciones gloriosas. por lo tanto

muestran que Dios es el Creador del universo (Sal. 136).En los libros de los proverbios se relata la creación como obra divina en su aspecto objetivo: se destaca su orden y su racionalidad. Es considerada como una obra magnífica (Prv. 3, 19-20; 8, 31-32). Pasa a un segundo plano su aspecto histórico-salvífico.En el libro de Sabiduría, la sabiduría divina aparece personificada y como coprincipio creador. Procede de Dios y Dios crea con ella. La sabiduría se identifica con Dios. Su función es de crear (Sab.1, 14). E- 2 Macabeos 7, 28:

Dios crea el mundo de la nada. Hay una relación entre creación y escatología. Dios es Consumador por ser Creador y es Creador por ser Consumador. El misterio de la creación es en definitivo un estímulo para la confianza en Dios y una prueba de la fidelidad divina a la Alianza. 

II) CREACIÓN EN EL NUEVO TESTAMENTO.

A- Evangelios sinópticos:La predicación de Jesús acerca del Reino de Dios, que llega con El, arranca de la fe bíblica en Dios

Creador. Esta resulta tan evidente en el ambiente religioso judío, que Jesús no necesita insistir en ella. Aún así, Jesús acude expresamente a la doctrina de la Creación en diversas ocasiones manifestando que es la Creación un hecho fundamental.Mc. 10, 6: al principio del mundo Dios les hizo varón y hembra.Mt. 6, 25_30: Jesús pide a los judíos que no se preocupen de su vida, de lo que comerán, ni por su cuerpo, con qué se vestirán. Porque Dios, Creador del universo, Padre celestial les nutrirá. Dios ejerce su providencia sobre todo lo que ha creado (criaturas sensibles y los hombres)Mt. 25, 34. La salvación de Dios en Jesucristo se inserta en al Creación.

B- San Juan:Jn. 1, 1-5: Este texto de Juan se relaciona con Gen. 1- Al principio, expresa la eternidad del Verbo.- La Palabra estaba con Dios, preexistencia de la Segunda Persona (Hijo de Dios).- La Palabra era Dios, en Gen. 1 Dios es el autor de la creación. San Jn. presenta a Cristo como autor de la nueva creación. Jesús no se distingue de Dios por que él es Dios. - Todo se hizo por ella, es un resumen de la doctrina creadora. Cristo se presenta como la Palabra de Dios, la sabiduría de Dios que crea el mundo. Sin ésta sabiduría el mundo no habría existido.- En ella estaba la vida y la vida la luz de los hombres, Cristo es el salvador del mundo. La creación es renovada por la Redención

C- San Pablo:1Cor. 10, 26: S. Pablo dice que hay que comer de todo, porque todo viene de Dios. Predica así que Dios es el Creador del mundo. Sólo existe un único Dios Creador (1Cor. 8, 5). Dios creó el mundo por medio de su Hijo Cristo (1Cor. 1, 15-20). Rom. 4, 17: Dios ha creado el mundo de la nada, y ha dado existencia a todo lo que no existía.Rom. 8, 20-21: La creación fue sometida a la vanidad en la esperanza de que será liberada. La creación toda entera sufre. S. Pablo nos presenta una creación que no encuentra la plenitud en este mundo. Hace alusión a Jesucristo y muestra su función en la creación en cuanto segunda Persona de la Trinidad.

2. DESARROLLO HISTÓRICO DE LA DOCTRINA DE LA CREACIÓN

La creación en los primeros símbolos de la fe:

A- Símbolo de los Apóstoles:Creo en un sólo Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la Tierra. Hace alusión a Dios, como Creador del universo. Todopoderoso, significa que todo viene de El. Creador de cielo y tierra; expresión que muestra que Dios es el Creador de todo el Universo.Creo en Jesucristo su Hijo nuestro Señor, Cristo no se presenta como agente de la creación. Se alude pues, al antidualismo (dos Creadores, Maniqueísmo y Agnosticismo).

B- Símbolo de Nicea: "Creemos en un único Dios Padre..creador de todo lo visible e invisible, y en un Señor Jesucristo...por quien todo fue hecho".

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LA CREACION EN EL MAGISTERIO I) Concilio de Nicea 325

Hace alusión a Dios, como Creador del universo: Todo viene de El. Dios es el Creador de todas las cosas visibles e invisibles. Creemos en un solo Dios Creador de todas las cosas visibles e invisibles, se dice claramente que la obra creadora es de un único Dios. El Hijo es engendrado y no creado, la relación entre el Padre y el Hijo es una relación de filiación, mientras que la relación de Dios con las criaturas es una relación de creatividad (de hacer). por quien todas las cosas fueron hechas, Dios crea el mundo por medio de su Hijo.

II) Concilio de Constantinopla 553Contra el arrianismo. La acción creadora es obra de la St Trinidad. Dios Padre-Hijo-Espíritu Santo, misma

naturaleza, misma constitución, una sola divinidad:- Todo procede del Padre.- Todo fue hecho por el Hijo.- Un solo Espíritu por lo cual todo existe (Cfr. Gen. 1, El Espíritu de Dios flotaba sobre las aguas

III) Concilio de Letrán 1215Hay una enumeración Clara de la St Trinidad. El Dios uno y tres es el Creador del universo. Se confiesa

que hay un solo principio de todo lo que existe. De Dios todo procede, de las tres personas divinas, pero con un solo principio.Contra los que postulan que hay dos creadores:1° Principio que crea las cosas buenas.2° Principio que crea las cosas malas.

Crea Dios al comienzo de los tiempos. Antes no había nada, con la creación empieza el tiempo. Dios creó el mundo de la nada. Crea las creaturas espirituales y corporales. Dios Creó todo bueno. El mal no ha sido creado por Dios, por que Dios creó el mundo ordenado y en armonía. El mal entró en el mundo por la causa del hombre (pecado).

IV) Concilio de Florencia 1438-1445Contra el dualismo maniqueísta. Trinidad creadora de todo el mundo. Dios no ha creado el mal, todo lo

que creó es bueno. Dios crea por su bondad y por amor todas las cosas de la nada. Creó las criaturas con una cierta libertad capaz de moverse hacia el bien y capaz de equivocarse.

V) Concilio Vaticano I(1869-1870): Afirma que Dios es el Creador del universo. Dios es perfecto, inmóvil, inmortal, creó el mundo no por adquirir perfecciones, sino para que las criaturas participen a su perfección (repartir su perfección a las criaturas). Condena los errores modernos que niegan la existencia de Dios (ateísmo materialista, y panteísmo: Dios y las cosas tienen una misma substancia); los que aceptan a Dios pero no admiten su libertad creadora y su intervención en el mundo (deísmo);

Magisterio: Se inclina por el monogenismo por razones teológicas pues explica bien la unidad del género humano en el pecado y la redención Rm 5,12-21. antes la Iglesia condenaba el poligenismo (antes de Pío XII).

"Humani Generis", Pío XII (Dz 2328)El poligenismo polifilético sí está condenado porque es racista. No se rechaza la evolución sino la ideología: evolucionismo. No es cuestión de fe, el monogenismo es sentencia cierta, para algunos es opinión común. Sentencia cierta: No obliga, no se duda.

VI) CONCILIO VATICANO II1962-1965: Tres personas divinas son autor de la creación. El mundo fue creado bueno por que Dios es Bueno y de El nada malo puede salir. La actividad del hombre debe llevar a la perfección la obra creadora de Dios. 

NOCIÓN TEOLÓGICA DE CREACIÓN

I - El acto creador:La idea cristiana de creación es una idea precisa y bien determinada. Se refiere al acto creador por el

que Dios produce la totalidad de lo que existe. No hablamos ahora por tanto de Creación como efecto o producto de ese acto creativo divino. Nos ocupamos en este momento del acto creador, o creación activa.

Noción: La Creación se puede definir como la producción del ser entero de las cosas o la producción de las cosas según toda su sustancia. En el acto creativo, Dios produce lo que existe en cuanto que existe. Dado que lo que existe es tal en virtud del acto de ser, que es perfección de toda perfección en todo individuo existente, producir lo que existe en tanto que existe significa producirlo totalmente.

La creación activa puede definirse también como la emanación de todo el ser, realizada por Dios. Emanación equivale aquí sencillamente a producción u originación. Lo que emana en virtud del acto creador es todo el ser, es decir, no este ser concreto. Si fuera así, estaríamos en presencia de una generación.

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El acto de Creación encierra tres aspectos básicos:a) El Creador no sufre cambio o modificación alguna por el hecho de crear, es decir, no pierde ni adquiere ninguna perfección.b) Lo creado es real y completamente distinto del Creador. La Creación implica que aunque el Creador y la criatura pueden considerarse ambos bajo la noción común de ser, dado que la criatura posee un ser participado, no tiene sin embargo comunidad de ser con Dios.

La Teología de Santo Tomás se apoya en la idea de participación para formular el concepto de creación. Participar significa aquí el poseer de modo limitado e imperfecto algo que se halla en otro de modo total, ilimitado y perfecto. La participación de la criatura respecto del creador es la llamada participación trascendental.

Ser creatura significa poseer el esse participado, limitado por la esencia que lo recibe. Dios, en cambio, no "posee" el esse, el ES el ESSE subsistente. c) Lo creado es totalmente creado. El creador no parte de una materia informe preexistente, sino que crea "ex nihilo".

LA CAUSA EFICIENTE DE LA CREACIÓN

a) Dios solo es el Creador:-Cfr Gen. Al principio Dios crea-S. Agustín: No puede haber una criatura creadora, ni los ángeles, ni las demás criaturas.-S. Tomás dice que entre el efecto y la causa debe haber una proporción, por lo tanto, si el efecto es universal la causa debe ser universal. Es necesario que la creación sea producida por Dios porque sólo Dios es el Ser total que existe por sí mismo, el Ser absoluto. Dios no puede crear a través de un ser finito porque crear es pasar del no-ser al ser, lo cual requiere una potencia infinita.

b) Creación obra de la Trinidad:Como toda actividad de Dios hacia afuera (ad extra) la creación es un acto libre de Dios, y común por lo

tanto a las tres Personas divinas.

El concilio II de Constantinopla (a. 553) afirma:"Un solo es Dios y Padre, de quien todo procede; y un solo Señor Jesucristo, por quien todas las cosas han sido hechas; y un solo Espíritu Santo, en quien todas las cosas existen".

El Conc. Lateranense (649) habla de la "Trinidad, creadora y protectora de todas las cosas". La misma verdad expresa el Lateranense IV (1215): "Padre, Hijo y Espíritu Santo constituyen un solo principio de todo el universo, Creador de todo lo existente". Testimonio de la Sagrada Escritura:-Jn. 1, 1ss, Todo fue creado por El y sin El nada sería hecho. Se refiere al Hijo.-1 Co,8,6 atribuye al creación tanto al Padre como al Hijo.-Gen. Y el Espíritu de Dios soplaba sobre las aguas, Espíritu Santo agente de la creación. (JP II, en Dominum et vivificantem se refiere repetidas veces al "ES Creador"). 

Argumento teológico: así razona Santo Tomás: "Crear, es decir, producir el ser de las cosas, conviene a Dios por razón de su ser, que es su misma esencia, la cual es idéntica en las tres divinas Personas. Por consiguiente, crear no es principio de alguna Persona, sino algo común a toda la Trinidad" (S.Th.1,45,6.).  En la mayoría de los símbolos de fe antiguos, la creación suele atribuirse al Padre, que es fuente y origen de la Trinidad. No se dice, sin embargo, que la creación sea propia o exclusiva del Padre. Sencillamente, se le atribuye como una apropiación justificada por el hecho de que el Padre no tiene ni recibe el poder de otro. Pero no se excluye con ello la afirmación del poder creativo de las otras dos Personas.

Es el mismo proceder teológico por el que se atribuye la redención al Hijo y la santificación al Espíritu Santo.  Creación y Redención: es importante no separar ambos misterios. Ambas verdades reveladas constituye como dos centros de una misma concepción dogmática.  Fin de la creación: "Dios creó el mundo para manifestar y comunicar su gloria. La gloria para la que Dios creó a sus criaturas consiste en que tengan parte en su verdad, su bondad y su belleza" (CEC n.319; cf también 293 y 294).

3. EL ESTADO ORIGINALDios creó al hombre a imagen y semejanza de él (Gn 1, 27) el primer hombre fue constituido en la

amistad con su creador y en armonía con sigo mismo y con la creación en torno a él; amistad y armonía que no serán superadas más que por la gloria de la nueva creación en Cristo. La Iglesia , interpretando de manera auténtica el simbolismo del lenguaje bíblico a la luz del NT y de la tradición enseña que nuestros primeros padres, fueron constituidos en un estado de santidad y de justicia original (Trento DS 1511). Esta gracia de la santidad original era una participación de la vida divina (LG 2);(CEC 374-375).

Por la irradiación de esta gracia, todas las dimensiones de la vida del hombre estaban fortalecidas. Mientras permanecía en la intimidad divina, el hombre no debía morir (Gn 2,17; 3, 19) ni sufrir (Gn 3, 16) la armonía interior de la persona, la armonía entre el hombre y la mujer, y por último la armonía de la pareja y toda la creación constituía “justicia original” el dominio del mundo que Dios había concedido al hombre desde el

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comienzo, se realizaba dentro del hombre, como dominio de si mismo. El hombre estaba íntegro y ordenado en todo su ser por estar libre de la triple concupiscencia de los: sentidos, apetencia a los bienes terrenos y la afirmación contra los imperativos de la razón.

Signo de la familiaridad con Dios, es le hecho de que lo coloca en el jardín (Gn 2, 15) cultiva la tierra, esto es colaboración del hombre con Dios, en el, perfeccionamiento de la creación visible. Toda esta armonía de “justicia original”, prevista para el hombre por designio de Dios se perderá por el pecado de nuestros padres.

La constitución del hombre en justicia y santidadLa humanidad originante, diferente de la manera que de ella desciende, se condensa, en términos

teológicamente comprensibles, en las figuras de Adán(=el hombre como ser genérico, como descripción de los elementos constitutivos de su naturaleza, incluida su referencia trascendental a Dios, como individuo y prototipo de la humanidad en la secuencia de las generaciones)y Eva la“Madre de los vivientes”(Gén,3,20).

El hombre se percibe como esencialmente distinto del animal, cuando al reflexionar sobre su existencia, espíritu, descubre su auto posición espiritual y libre, como la modalidad-producida por Dios- de su participación del ser. Está es su constitución como persona finita, con capacidad para integrar en el proceso evolutivo la materia disponible, justamente entendida como propia de su ser corpóreo, en su autorrealización espiritual y libre. La auto revelación de Dios está unida a la condición de la criatura del ser humano a través de las obras del acto creador(“desde la creación del mundo”), se revela en la razón, en cuanto que ella es la esencia del hombre. Por medio de su razón alcanza el hombre, en efecto, la divinidad de Dios, su poder eterno y su gloria y se alcanza también a asimismo en su referencia al misterio siempre mayor de Dios(Rom.1,20)

Este conocimiento primordial de Dios dado a una con la naturaleza del hombre es, por un lado, el punto culminante de la acción creadora divina y de la auto revelación de Dios como fin del hombre, y por el otro, y a l mismo tiempo, autoconocimiento del hombre como criatura de Dios. Una criatura que, al reconocer su condición de ser creado, participa , con adoración, gratitud y obediencia, en la vida de Dios. El primer hombre, Adán.... perdió... la santidad y justicia en que había sido constituido(concilio tridentino DH 1511)

4. LA CONDICIÓN SOBRENATURAL DEL HOMBRE

SOBRENATURAL. Es todo aquello que no constituye parte de la naturaleza ni es efecto de ella ni entra dentro de las exigencias a las que tiene título la misma, sino que esta por encima del ser, de las fuerzas y de la exigencias de la naturaleza. Lo sobrenatural es algo que rebasa las potencias y exigencias naturales y que es añadido a los dones que una criatura tiene por sobrenaturales. El orden sobrenatural es la ordenación de las criaturas racionales a un fin ultimo sobrenatural.

Lo sobrenatural no subsiste en si mismo, sino en otro; no es, por tanto, sustancia, sino accidente. Lo sobrenatural presupone la naturaleza, la requiere, para que pueda sustentarse y actuar.

Lo sobrenatural perfecciona la naturaleza. No es algo que se añade de forma extrínseca a la naturaleza, sino que constituye con ella una unión extrínseca y orgánica. Penetra la esencia y las fuerzas de la naturaleza perfeccionándola, o bien dentro del orden creado (dones prenaturales), o bien elevándola al orden divino del ser y del obrar (dones absolutamente sobrenaturales).

CONCEPCIÓN DEL HOMBRE SOBRENATURAL EN LA SAGRADA ESCRITURAEn la narración bíblica se da ha entender la elevación del hombre al estado sobrenatural por el tono

filial con que tratan nuestros primeros padres a Dios en el paraíso: Una prueba cierta de tal elevación la hallamos en la soteriología de San Pablo. El apóstol nos enseña que Cristo, segundo Adán, ha restaurado lo que el primero había echado a perder, a saber: el estado de santidad y justicia. Si Adán lo perdió, tuvo que poseerlo antes; Cf. Rom 5,12ss; Ef 1,10; 4,23s; 1Cor 6,11; 2Cor 5,17; Gal 6,15; Rom 5,10s; 8,14s.

ANTIGUO TESTAMENTOComo hemos indicado antes, el hombre religioso se considera como criatura, creado por Dios a su

imagen y semejanza. El hombre en Gn 1, 26 ocupa el lugar principal entre todas las obras de la creación; es la última obra divina, la única a la que le precede una deliberación. Por contraste con Gn 2, 7 la creación del hombre no se realiza por medio de una acción, sino de una palabra; no de la tierra, sino según la imagen de Dios1. La Ley de Israel, para salvar la total trascendencia de Dios, prohibía fabricar imágenes o esculturas de cualquier tipo que indujeran a idolatría. Sin embargo, el autor de Gn 1, 26ss no duda en afirmar que el hombre mismo ha sido creado “a imagen, según semejanza”.

Si “imagen de Dios” era un apelativo ordinario de los reyes de Egipto, en Gn se afirma de todos los hombres... En este sentido ser hecho según la imagen de Dios significaría que el hombre es símbolo de la majestad divina, es el mandatario de Dios en la tierra y por esto el hombre tiene poder sobre todo lo creado. Si comparamos Gn 1, 26ss con el Sal 8, 6 y la versión de los LXX (elohim = ángeles), equivaldría a afirmar que el hombre pertenece a la esfera de lo divino como los ángeles. El hombre indivisible es la epifanía de Dios, la forma visible de lo divino de la creación. Estos nos dejan en claro que la trascendencia de Dios se expresa en la inmanencia del ser humano. Esta manifestación está movida por el amor y no por la necesidad

La imagen de Dios es regalo y promesa, lo cual eleva al hombre a una dignidad especial dentro de la creación: es sagrado porque Dios le ha dado ese ser: imagen y semejanza de Dios.

NUEVO TESTAMENTOEl NT marca el punto culminante de la revelación en Cristo. Con Jesús comienza lo nuevo no siempre

enraizado en lo antiguo. En Jesús se revela quién es Dios. Es el EMMANUEL, “Dios con nosotros” (Mt 1, 23). A

1 Gn 5, 1; 9, 6; Eclo 17, 3; Sb 2, 23

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Dios nadie le ha visto (Jn 1, 18) ni le puede ver nadie (1Tm 6, 16), el Hijo nos lo ha contado. El sí puede porque: es Dios: aunque él no lo diga directamente, sí lo revela indirectamente

Es imagen de Dios: el Logos de Dios hecho hombre (Jn 1, 14). El que le ve, ve al Padre; es camino hacia el Padre (Jn 14, 6). Es Dios hecho hombre. Enviado para ser salvador (Lc 2, 11); liberador absoluto del pecado y de la muerte; reconciliador de los hombres entre sí y con Dios (Rm 5, 1-11); el que nos hace hijos de Dios, dándonos su vida, la vida verdadera, la vida eterna.

En Jesús se revela qué y quién es el hombre. Por lo que Jesús es: Dios, Hijo de Dios, pero al mismo tiempo es verdadero hombre, en todo igual a nosotros excepto en el pecado (Hb 4,15). Es el hombre llegado a la plenitud de sus posibilidades: infinito abierto ya realizado, ser como Dios, ser Dios. Por lo que nos manifiesta del destino del hombre: el término o destino determina el ser mismo y lo define. Los escritos apostólicos son los que mejor aclaran este punto. Al llegar la plenitud de los tiempos, se nos revela en Cristo Jesús el misterio escondido (Ef 3,3-10) y así se nos revela qué y quién es el hombre: criatura y no Dios, puesta en la existencia libre y amorosamente por Dios en Cristo; llamado a participar de lo divino, de la inmortalidad: la vida divina, amistad y filiación divinas (Ef 1,3ss); ser como Dios, imagen de Dios, criatura con valor absoluto; ser personal: tú, con el que Dios puede dialogar; por tanto libre, responsabilidad ante Dios y los demás; ser comunitario, social, siempre en comunidad no solitario; hermandad e igualdad de todos por único destino y origen - Dios único Padre, todos hermanos (Mt 23,8-9), - único mandamiento: amor mutuo como el de Cristo; en la historia y más allá de ella. Comunidad de hermanos e implicaciones en el pasado, presente y futuro. Unidos indisolublemente en la acción temporal y sobrenatural (Mt 25,31-46). El reino de Dios ya ha comenzado aquí; ser inmortal y resurrección, como Cristo resucitado, presente en la historia y sin división.

Existe, por tanto, una abismo infranqueable para el hombre entre el “ser imagen de Dios” y su “ser en Cristo”. En este punto nos encontramos de nuevo con la paradoja: la meta que quiere alcanzar el hombre, imagen de Dios, no podrá ser posible si no es ayudado por la gracia de Dios, que lo eleva a la participación con Dios, de manera especial por Jesucristo. De nuevo nos proponemos el interrogante: ¿sobrevaloramos demasiado el ser del hombre?

ELEVACION DEL HOMBRE, AL ORDEN SOBRENATURAL.Dios creó al Hombre en estado de gracia, ordenado al estado de beatitud sobrenatural. Presuponiendo

la naturaleza y el ser natural, Dios dotó la naturaleza de una capacidad sobreañadida para poder lograr el fin sobrenatural: Conocer y amar la intimidad de Dios. 

Lutero negó que la gracia fuera sobrenatural, puesto que la consideraba como algo connatural al hombre en estado de inocencia.   La fe en la elevación sobrenatural y en la gratuidad de la elevación fue vaciada de contenido por Bayo y Jansenio. Bayo negó la posibilidad de un estado natural del hombre sin elevación a un fin sobrenatural: lo sobrenatural sería debido a la naturaleza.

Pío V en la Bula EX OMNIBUS AFFLICTIONIBUS. (1-X-1567) en la cual condena los errores de Bayo; entre ellos la afirmación de que “en la integridad de la primera creación no fue exaltación indebida de la naturaleza humana, sino condición natural suya” (Dz 1026).  Más recientemente Pío XII, en la Enciclica HUMANIS GENERIS. (a.1950), lamenta algunos errores de la “Nouvelle Thelógie” que en realidad eran ya antiguos, “Otros desvirtúan el concepto de gratuidad del orden sobrenatural, como quiera que opinan que Dios no puede crear seres intelectuales sin ordenarlos y llamarlos a la visión beatifica” (DZ.2318).

5. LA CUESTIÓN DEL ORIGEN DEL HOMBRE

ORIGEN PERSONAL: CÓMO APARECE CADA HOMBRE, EN QUE MOMENTO EXISTE UN HOMBREOrigen personal: en el momento de la concepción ya hay una eexistencia personal y Dios infunde el

alma. En los descendientes de Adán, el origen del alma esta vinculado a la generación natural. Sobre este

hecho existe conformidad, pero hay diversidad de opiniones cuando se trata de explicar cómo tiene origen el alma.

1. PREEXISTENCIANISMO.Esta doctrina, ideada por Platón y enseñada en los primeros y tiempos del cristianismo por Orígenes y

algunos sucesores suyos (Dídimo de Alejandría, Evagrio Póntico, Nemesio de Emesa) y por los priscilianistas, mantiene que las almas preexistían antes de unirse con sus respectivos cuerpos (según Orígenes y Platón desde la eternidad), y luego, como castigo de algún castigo moral, se vieron condenadas a morar en el cuerpo del hombre, desterradas de los espacios etéreos. Esta doctrina fue condenada en el sínodo de Constantinopla (543) contra los origenistas y en un sínodo de Braga (561) contra los priscilianistas; Dz 203, 236.

Es completamente extraña a la Sagrada Escritura la idea de que las almas existieran antes de la unión con el cuerpo y que en dicho estado cometiesen una culpa moral. Incluso el pasaje del libro de Sabiduría, 8,19s: “Era yo un niño de buen natural, que recibió en suerte un alma buena. Porque siendo bueno vine a un cuerpo sin mansilla”, no se puede entender en el sentido de la preexistencia platónica, pues las ideas antropológicas del libro de la sabiduría son radicalmente distintas de la Platón. Según testimonio expreso de la Sagrada Escritura, el primer hombre, creado por Dios, era bueno en cuento al cuerpo y en cuanto al alma (Gén 1,31). El pecado entró en el mundo por la desobediencia de nuestros primeros padres (Gén 3, 1ss; Rom 5.12ss). San Pablo excluye directamente la idea de un pecado cometido en un estadio pre-corporal: “Cuando todavía no habían nacido ni habían hecho aun bien ni mal” (Rom 9,11).

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Entres los padres que se oponen al pre-existencialismo tenemos a: San Gregorio Nacianceno, San Gregorio Niseno.

2. EMANATISMO.El emanatismo, representado en la antigüedad por el dualismo de los gnósticos y maniqueos y

enseñado en la edad moderna por los panteístas, sostiene que las almas se originan por emanación de la sustancia divina. Tal doctrina contradice la absoluta simplicidad de Dios y fue condenada como herética, juntamente con el panteísmo en el concilio del Vaticano I; Dz 1804; cf. Dz 347.

San Agustín dice: “El alma no es una partícula de Dios, pues, si así fuera, seria inmutable e indestructible bajo cualquier respeto” (Ep. 166,2,3).

3. GENERACIONISMO.El generacionismo atribuye el origen del alma humana, lo mismo que el del cuerpo humano, al acto

generador de los padres. Ellos son causa del cuerpo y alma. La forma más material de generacionismo es el traducianismo, defendido por tertuliano, el cual enseña que con el semen orgánico de los padres pasa al hijo una partícula de la sustancia anímica de los mismos (Tradux). La forma más espiritual de generacinosmo, considerada posible por San Agustín y defendida en el siglo pasado como probable por Klee, Rosmini y algunos otros, mantienen la espiritualidad del alma, pero enseña que el alma del hijo procede de un semen espiritual de los padres.

El generacionismo es incompatible con la simplicidad y espiritualidad del alma. El papa Benedicto XII exigió a los armenios como condición indispensable para la unión que abjuraran de la doctrina generacionista; Dz 533. León XIII condenó la doctrina de Rosmini; Dz 1910.

4. CREACIONISMO.Cada alma es creada directamente por Dios de la nada (sentencia cierta).El creacionismo, defendido por la mayor parte de los santos padres, de los escolásticos y de los teólogos

modernos, enseña que cada alma es creada por Dios de la nada en el instante de su unión con el cuerpo. Tal doctrina no está definida, pero se halla expresada indirectamente en la definición del concilio V de Letrán; (Dz 783). Alejandro VII, en una declaración sobre la concepción inmaculada de María que sirvió como base de la definición dogmática de Pío IX, habla de la “creación e infusión” del alma de la virgen en su cuerpo; (Dz 1100; cf Dz 1641). Pío XII enseña en la encíclica Humani generis (1950): “que la fe católica nos enseña a profesar que las almas son creadas inmediatamente por Dios” (Dz 3027)

No nos es posible presentar una prueba contundente de Escritura a favor del creacionismo. No obstante, lo hallamos insinuado en Ecle 12,7 “ El espíritu retorna a Dios, que fue quien le dio”, Sap 15,11 (infusión del alma por Dios) y Heb 12,9 (distinción entre los padres de la carne y el Padre del espíritu = Dios).

La mayor parte de los padres están a favor del creacionismo, mientras que San Agustín anduvo vacilando toda su vida entre el genaracionismo y el creacionismo (ep 166).

Postura de la iglesia sobre el origen del hombre en el CEC.

"CORPORE ET ANIMA UNUS" = una unidad de cuerpo y alma |N362 “La persona humana, creada a imagen de Dios, es un ser a la vez corporal y espiritual. El relato bíblico expresa esta realidad con un lenguaje simbólico cuando afirma que "Dios formó al hombre con polvo del suelo e insufló en sus narices aliento de vida y resultó el hombre un ser viviente" (Ge 2, 7). Por tanto, el hombre en su totalidad es querido por Dios.”

|N363 “A menudo, el término alma designa en la Sagrada Escritura la vida humana (cf Mt 16, 25-26; Jn 15, 13) o toda la persona humana (cf Ch 2, 41). Pero designa también lo que hay de más íntimo en el hombre (cf Mt 26, 38; Jn 12, 27) y de más valor en él (cf Mt 10, 28; 2 M 6, 30), aquello por lo que es particularmente imagen de Dios: "alma" significa el principio espiritual en el hombre”.

|N364 “El cuerpo del hombre participa de la dignidad de la "imagen de Dios": es cuerpo humano precisamente porque está animado por el alma espiritual, y es toda la persona humana la que está destinada a ser, en el Cuerpo de Cristo, el Templo del Espíritu (cf 1 Co 6,19-20;15,44-45):

“‘Uno en cuerpo y alma, el hombre, por su misma condición corporal, reúne en sí los elementos del mundo material, de tal modo que, por medio de él, éstos alcanzan su cima y elevan la voz para la libre alabanza del Creador. Por consiguiente, no es lícito al hombre despreciar la vida corporal, sino que, por el contrario, tiene que considerar su cuerpo bueno y digno de honra, ya que ha sido creado por Dios y que ha de resucitar en el último día(GS 14, 1)’.”

|N365 “La unidad del alma y del cuerpo es tan profunda que se debe considerar al alma como la "forma" del cuerpo (cf Cc. de Viene, año 1312, DS 902); es decir, gracias al alma espiritual, la materia que integra el cuerpo es un cuerpo humano y viviente; en el hombre, el espíritu y la materia no son dos naturalezas unidas, sino que su unión constituye una única naturaleza”.

|N366 “ La Iglesia enseña que cada alma espiritual es directamente creada por Dios (cf Pío XII, etc. Humani generis, 1950: DS 3896; Pablo VI, SPF 8) - no es "producida" por los padres -, y que es inmortal (cf Cc. de Letrán V, año 1513: DS 1440): no perece cuando se separa del cuerpo en la muerte, y se unirá de nuevo al cuerpo en la resurrección final.”

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|N367 “A veces se acostumbra a distinguir entre alma y espíritu. Así S. Pablo ruega para que nuestro "ser entero, el espíritu, el alma y el cuerpo" sea conservado sin mancha hasta la venida del Señor (1 Ts 5, 23). La Iglesia enseña que esta distinción no introduce una dualidad en el alma (C. de Constantinopla IV, año 870: DS 657). "Espíritu" significa que el hombre está ordenado desde su creación a su fin sobrenatural (C. Vaticano I: DS 3005; cf GS 22, 5), y que su alma es capaz de ser elevada gratuitamente a la comunión con Dios (cf Pío XII, Humani generis, año 1950: DS 3891).”

|N368 “ La tradición espiritual de la Iglesia también presenta el corazón en su sentido bíblico de "lo más profundo del ser" (Jo 31, 33), donde la persona se decide o no por Dios (cf Dt 6, 5- 29, 3, Is 29, 13;Ez 36,26;Mt 6,21;Lc 8, 15;Rm 5,5).”

ORIGEN HISTÓRICO: CÓMO APARECE EL HOMBRE.

Gn 1,26-28; 2,7: El hombre ha sido creado por Dios

Gn 1,26-28: (P) intención teológica: justificación del sábado hombre es el culmen de la creación, una presentación densa y apologética de Dios contra la teología babilónica. Dios crea hablando, creación de la nada implícita (gran desierto acuático). Aproximación piramidal.Gen 2,7: (Y) justificación del matrimonio (prefiguración de la Alianza), Aproximación circular. Todo empieza en el desierto. 1º creación del hombre, el hombre da sentido al mundo, es el centro de la creación

Confrontación entre ciencia y Biblia:S. XIX Darwin cuestiona los datos bíblicos con la evolución.- proceso de lo inferior a lo superior: Adán no sería hombre perfecto- proceso de adaptación del más fuerte: muchos “Adanes”- proceso intrínseco a sí mismo: no es necesario que Dios exista.

Teología explica el origen del hombre a partir del:a. monogenismo: origen en una sola pareja.b. poligenismo: origen en una multitud o colectividad 1. monofilético: una colectividad única 2. polifilético: una colectividad de varios grupos étnicos

6. DOCTRINA BÍBLICA SOBRE EL PECADO ORIGINAL

PECADO ORIGINALTérmino que no aparece en la Biblia, creado por san Agustín y quiere expresar una realidad que sí está

en la Escritura y es parte de la experiencia humana. Hombre creado bueno pero inclinado al mal Rm 7,14-25: "no hago el bien que quiero sino el mal que no quiero". En sí mismo es expresión ambigua porque tiene dos sentidos que están en la Biblia:1. Pecado de Adán, pecado de los orígenes que introdujo la desgracia para todos los hombres. pecado original originante: lo que Adán tiene sólo, Gn 32. Consecuencia del pecado de Adán en cada una de las personas que vienen a la existencia "situación de desgracia inherente al hombre desde que comienza a existir". pecado original originado: lo que cada uno tiene Rm 5,12-21; Ef 2,3.

1. PECADO ORIGINAL ORIGINANTE: Gn 3: lo importante no es la descripción del hecho, Dios dio un mandamiento: “No comerás del árbol del bien y del mal...” (Gn 2,17), que apunta a que el hombre logre la comunión, si el hombre no cumple se corta la comunión, se produce la muerte. El hombre creado bueno pero no perfecto sino perfectible ( in statu viae), cuando vea cara a cara a Dios alcanzará la perfección, logrará la comunión plena y definitiva.

Cuando el hombre peca, rompe la comunión con Dios y todas las comuniones que se siguen de ésta: consigo, con los demás, con la naturaleza (es la cuádruple ruptura que tiene como base la ruptura frontal).

Es la muerte: Is 38,9-20 +ya no está en la presencia de Dios. +ya no es hombre, no tiene cuerpo. +ya no está con los hombres, sombras. +ya no está en la creación.

Adán pierde la gracia santificante (gracia es comunicación con Dios, amistad con Él), cuando venimos al mundo venimos sin esta comunicación aunque Dios sí sigue comunicándose.

Según la teología clásica (Sto. Tomás) Adán pierde los dones preternaturales:

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a. inmortalidadb. impasibilidadc. rectitud de conciencia.d. exención de concupiscencia.

Por ejemplo, inmortalidad no significa non posse mori (no poder morir, imposibilidad de morir) sino posse non mori (poder no morir, posibilidad de no morir). Inmortalidad no significa imposibilidad de morir sino posibilidad de no morir. Lo mismo se aplica para los otros dones. Adán en el paraíso sufría pero la oferta está en que si cumplía con todo no sufriría nunca.

Don preternatural: cualidad que Adán posee, que perfecciona su naturaleza, que le es propia y que debía transmitir a sus descendientes.

Gracia santificante + dones preternaturales = JUSTICIA ORIGINAL

2. PECADO ORIGINAL ORIGINADO:Consecuencia del pecado original de Adán en todos sus descendientes. A causa del pecado de Adán

nosotros vivimos una vida apartada de Dios (sin gracia). Rm 5,12 afirma que esta realidad es:

a. una realidad universal, en todos los hombres. b. aparece como una especie de poder que envuelve a todos los hombres y que los conduce de manera libre pero ineluctable (inevitable) al mal.

Para Pablo el pecado original es una situación que ya nos viene dada, una desviación en nuestra naturaleza (el hombre crece inclinado, desviado y así optará libremente). Consecuencia del pecado es la muerte eterna.

Análisis de Rm 5,12: 3 niveles.Transgresión o delito de uno: pecado original originantePecados: pecados personales: “todos pecaron”.El Pecado: pecado original originado.

Pablo dice que este originado ha venido por la desobediencia de Adán; da a entender que en Adán todos somos pecadores.

Rm 5,12 ha tenido traducción equivocada a lo largo de la historia:

"por cuanto, porque todos hemos pecados” in quo homnes pecaverunt Agustín

"porque todos han pecado" quia homnes pecaverunt s.XV-XVI Erasmo de Rotterdam

Sí hubo error de traducción pero no en el concepto.

RESUMEN:

Pecado original originado es el estado de “desgracia” en que se encuentra el hombre como consecuencia del pecado de Adán.

En sentido análogo se llama pecado porque no es una realidad cometida sino contraída (el hombre no ha hecho el pecado original sino que viene con él),viene por generación, desde que uno es hombre tiene el pecado original.

Ef 2,3 hace referencia a la generación; por naturaleza nos viene esta condición. Leer: CEC 396-409.

EL PRIMER PECADO DEL HOMBRE (SEGÚN EL CEC)

|N397 El hombre, tentado por el diablo, dejó morir en su corazón la confianza hacia su creador (cf Gn 3, 1-11) y, abusando de su libertad, desobedeció al mandamiento de Dios. En esto consistió el primer pecado del hombre (cf Rm 5, 19). En adelante, todo pecado será una desobediencia a Dios y una falta de confianza en su bondad.

|N401 Desde este primer pecado, una verdadera invasión de pecado inunda el mundo: el fratricidio cometido por Caín en Abel (cf Gn 4, 3-15); la corrupción universal, a raíz del pecado (cf Gn 6 5.12; Rm 1, 18-32); en la historia de Israel, el pecado se manifiesta frecuentemente, sobre todo como una infidelidad al Dios de la Alianza y como transgresión de la Ley de Moisés; e incluso tras la Redención de Cristo, entre los cristianos, el pecado se manifiesta de múltiples maneras (cf 1 Co 1-6; Ap 2-3). La Escritura y la Tradición de la Iglesia no cesan de recordar la presencia y la universalidad del pecado en la historia del hombre:

Lo que la revelación divina nos enseña coincide con la misma experiencia. Pues el hombre, al examinar su corazón, se descubre también inclinado al mal e inmerso en muchos males que no pueden proceder de su

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Creador, que es bueno. Negándose con frecuencia a reconocer a Dios como su principio, rompió además el orden debido con respecto a su fin último y, al mismo tiempo, toda su ordenación en relación consigo mismo, con todos los otros hombres y con todas las cosas creadas (GS 13, 1).

LA REVELACIÓN DEL PECADO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

Los aspectos sombríos de la condición humana El pueblo de Israel ha experimentado a lo largo de su historia la miseria de su existencia, el sufrimiento

y la muerte como continuos protagonistas que hacen gritar al salmista: “Hazme saber, Yahveh, mi fin, y cuál es la medida de mis días, para que sepa yo cuán frágil soy... ¡Retira tu mirada para que respire antes que me vaya y ya no exista más!” (39, 5.14).

Estando así las cosas, los israelitas piadosos no pueden menos que preguntarse por las razones de tal situación. Y su respuesta, salvando la santidad y la justicia divinas, localiza las responsabilidades del lado del hombre. Encontramos, por tanto, una secreta correspondencia entre las penosas condiciones de la vida humana y el estado de relación del hombre con Dios.

La existencia religiosa del hombre se mueve dentro de tres coordenadas fundamentales: alejamiento, alienación y ruptura. Todo hombre tiene una inclinación natural al pecado y la existencia humana está condicionada por esta situación. El hombre rompe su finalidad y la comunión, inscritas en su ser más profundo por ser creación de Dios.

Si nos atenemos al concepto de clan, en los orígenes del pueblo, el jefe (fundador) asume el carácter de personalidad corporativa en el pueblo de Israel, no podemos hablar de pecados exclusivamente individuales, concretos, aislados que afectarían sólo al que los comete, sino que habría que hablar, en este sentido, de pecados sociales, comunitarios o colectivos. La solidaridad del pueblo se hace presente también en este sentido. Por todo lo anteriormente dicho, podemos concluir afirmando que el hombre se encuentra ante la realidad del sufrimiento y de la muerte interpretándolas desde su lejanía o acercamiento a Dios, pero no vividas desde una perspectiva puramente personal, sino vividas en clave solidaria y comunitaria. Estos elementos serán claves a la hora de entender los textos.

Respuesta de la Sagrada Escritura en Gn 2, 4b-3, 24 La respuesta es naturalmente a la pregunta sobre el origen del mal. Como todos los problemas

fundamentales humanos la sagrada Escritura nos manifiesta de una forma progresiva la revelación de parte de Dios. Gn 2, 4b-3, 24 es una síntesis magnífica de los temas relacionados con el hombre primordial bajo el punto de vista religioso. No son problemas originales del autor sagrado, sino que ya fueron tratados por los poemas mitológicos, principalmente de las culturas mesopotámicas: creación del hombre, huerto original, paso a la cultura sedentaria, la mujer, divinidades de la fertilidad, divinización del hombre, pecado de origen, la desnudez y el vestido, árbol de la vida y el tema de la muerte y la inmortalidad.

Gn 2, 4b-3, 24 tiene, por tanto, una función teológica y religiosa, no científica. El tema central es el pecado o el de la rebelión del hombre contra Dios. Alrededor de él se desarrollan los otros temas. ¿Cuál es el punto de partida del autor sagrado? Parte de dos experiencias: 1) La primera es su propia experiencia humana en sus circunstancias históricas, como las de cualquier otro humano en medio de este mundo de los hombres: el desorden reinante en el mundo. La experiencia del pecado en el mundo, en la sociedad, ha conducido al autor a reconocer el desequilibrio más radical en el corazón del hombre mismo. El origen de este desorden moral del hombre es lo que preocupa al autor principalmente. 2) La segunda experiencia es más trascendental y rebasa la pequeña experiencia personal de una vida humana: es la de que Dios es bueno. Se lo dice su fe profunda, afincada en la experiencia larga de la historia de su pueblo, que es historia de salvación. Dios ha sido siempre fiel a su palabra a pesar de que el pueblo le ha vuelto la espalda una y otra vez, y siempre está tentado de abandonarlo por los cultos idolátricos. Yahvé Dios es bueno y, si ha creado el mundo y al hombre, los tiene que haber creado buenos y en orden.

Origen del texto2: es probable que Gn 2-3 haya nacido como una universalización de la experiencia de reinterpretación que Israel ha hecho de su propia historia, y más en concreto, de la experiencia de desvirtuamiento que vive con la monarquía.

De ahí, que si aceptamos este principio (su localización o “Sitz in lebem” en la época monárquica), podemos entender la entronización de Adán en el relato en semejanza a la de los reyes, la noción de jardín que surge de un pueblo asentado y la serpiente como elemento de la experiencia vivida por Israel: “la seducción que viene de fuera”.

De este modo, nos encontramos ante una experiencia fuertemente religiosa, que ha marcado la vida del pueblo, por lo cual se proyecta sobre toda la humanidad histórica.

El texto: en él, a nivel general, podemos observar la ruptura de las relaciones de los personajes de un capítulo a otro.

En Gn 2 se nos presenta a Adán con un nudo de relaciones:Con la tierra: el hombre “es” la tierra. Adán, adamah (2, 7)Con el mundo: construyendo, labrando y dominando los animales (2, 15)

2 En torno al género literario del relato se ha discutido bastante. Dos respuestas parecen ser las más aceptables: a) Gn 2-3 es un relato de carácter meramente simbólico, una simple parábola de la condición humana. La mayoría de teólogos protestantes se inclinan por esta versión, así: Bonhoeffer, Barth... y sólo algunos católicos; b) Esclarecer la presente situación humana con una reflexión sapiencial sobre el pasado; tendría así el relato un carácter etiológico. La mayoría de los teólogos católicos se inclinan por esta versión, aunque no niegan su índole simbólica; también la aceptan un buen número de exegetas protestantes.

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Con la mujer: carne de su carne (2, 21- 25)Con todas las cosas: dispone de la capacidad de dar incluso el nombre (2, 19)Con Dios: le impone un mandamiento (2, 16-17), le crea una ayuda (2, 18-22)

En la otra cara del díptico, que es Gn 2-3, nos encontramos que en Gn 3 se rompen todos los lazos que mantenían a Adán en armonía con todo lo que Dios le había dado:

La condición de barro/tierra del hombre cambia de significado, convirtiéndose en castigo de muerte (3, 19b);

El dominio sobre el mundo se transforma en trabajo duro y constante con la tierra (3, 17-18);La capacidad de dar nombre y así dominar, se escapa de la figura de la serpiente (animales), que tornan

a hostilidad perpetua (3, 15); Entre el hombre y la mujer surge el engaño y el miedo a sí mismos (3, 12-13);Con el mismo Dios, sintiéndose desnudos y con miedo (3, 10-11).

Significado: En la narración campea soberanamente la trascendencia divina, pero no está en pugna con el sentido

de cercanía (los antropomorfismos tienen esta función teológica). Dios es bueno. Esta es una experiencia que tiene el autor ante la grandeza de la creación. El autor de Gn 2-3 no trata de narrar la materialidad de los hechos tal como ocurrieron. Se trata de plastificar una tesis religiosa teológico-sicológica, pero no ficticia sino aplicada al primer pecado. Al mismo tiempo es un intento de profundizar en el análisis del proceso de todo pecado. Dos personas: Dios y el hombre. El hombre es plenamente consciente de sus acciones y de la trascendencia de sus decisiones: conoce el precepto divino; no se siente coaccionado a obrar en uno o en otro sentido. El hombre siente el atractivo del objeto prohibido. Pero también percibe la tiniebla, el misterio del pecado: querer ser como Dios.

Con el pecado el hombre pierde el candor de su inocencia, se le abren los ojos, adquiere la conciencia de pecado y, sobre todo, experimenta el sentimiento de temor y terror ante Yahvé. El sentimiento de culpa no le deja presentarse ante la presencia de Dios. Este detalle nos revela la naturaleza del pecado: aversión de la criatura a su Dios. Dios en toda la narración no ha hecho más que acercarse al hombre. Éste, según nos lo presenta el autor en su acción más propia, en la que decide sobre sí mismo con plena libertad, el hombre en un afán de emancipación, de querer ser como Dios, se vuelve a las criaturas y huye de Dios.

Si en la primera parte, en el tiempo de la tentación, el autor sagrado ha presentado el diálogo animado al hombre (Eva) con el poder adverso (la serpiente), en la segunda parte, en el tiempo de recoger los frutos de la acción pecaminosa, es Dios el que aparece examinando y sentenciando a los culpables. Dios es justo juez.

Podríamos decir que el yahvista certifica un dato de pecaminosidad que se remonta a los orígenes de la humanidad y que se realiza en el seno de la solidaridad universal trastocando el plan de Dios sobre su creación.

LA REVELACIÓN DEL PECADO EN EL NUEVO TESTAMENTO Desde el punto de vista cristiano, sólo a la luz de una propuesta de salvación (soteriología) tiene sentido

una teoría sobre el pecado (hamartología). Sólo cuando se nos revela en Cristo la voluntad salvífica universal de Dios, puede percibirse con nitidez la necesidad de la gracia redentora y por ampliación, la anormalidad de la realidad religiosa del hombre. Así, si en el AT se afirmaba: todos somos pecadores, en el NT se afirma: todos somos redimidos. Es el misterio de la salvación el que esclarece el misterio del pecado, y no al revés.

Ya hemos visto en parte cómo se trata en la sagrada Escritura el problema del origen del pecado. Los autores del AT y del NT abordan el problema vivencialmente, constatan el hecho del pecado en la historia suya contemporánea y buscan las raíces. San Pablo acepta esta explicación, pero la ilumina a la luz de Cristo que nos reconcilia con el Padre. Nadie hay que no sea pecador. Cristo es el único sin pecado que nos libra de él. Este es el mensaje del NT.

1 San Pablo: Rm 5, 12-21

Rm 5,12 y los Concilios: es un hecho bien conocido que Rm 5, 12, a partir de la controversia con los pelagianos, es aducido por los Concilios que han tratado el tema del pecado original. No es el único texto, pero sí el más significativo e importante en relación con el tema del pecado original. Pero el hecho de que estos Concilios se hayan celebrado dentro del ámbito latino, y de que Rm 5, 12 se haya citado siempre según la versión de la Vulgata Latina, ha dado lugar a controversias exegéticas y teológicas dentro de la Iglesia latina. Hacen referencia al tema los siguientes Concilios: Cartaginense XVI (418), Arausicano II (519), Trento, Ses. V (1546), canon 2 (D 789/1512), canon 4 (D 791/1514).

Dos corrientes de interpretación de Rm 5, 12-21: latina y griega: la primera, se basa fundamentalmente en la Vulgata. Encabezada por S. Agustín, común en la Edad Media y aún después del Concilio de Trento: Adán individuo, el pecado personal de Adán, la muerte física (casi exclusivamente) con pena y castigo del pecado en Adán; todos han pecado en Adán, pecado original originado, no pecados personales. Rm 5, 12 contiene, según esta explicación, explícita y directamente la doctrina sobre el pecado original (originante y originado), incluyendo a los niños. En los vv 13 y 14 ve este autor confirmada esta interpretación. La segunda, entiende la última parte del v. 12: “... y así la muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” de los pecados personales.

Exégesis detallada de Rm 5, 12-21: por la importancia que tiene este pasaje paulino y por la gran influencia que han ejercido sus interpretaciones en la evolución y desarrollo de la teología sobre el pecado original seguimos la interpretación de St Lyonnet3.

3 LYONNET, St., Le péché originel et l’exégèse de Rm 5, 12-14, RecScRel 44 (1956) 63-84.

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- Contexto de la perícopa Rm 5, 12-21: Incapacidad absoluta del hombre en orden a la salvación; fuera del evangelio reina la ira de Dios (Rm 1, 18-3, 20).

En el evangelio, es decir, en Cristo, aparece la justicia salvadora (3, 21-31).Esta economía ya estaba anunciada en el AT: Abrahán justificado no por la ley sino por la fe (4, 1-8), no por la circuncisión (4, 9-12), sino por la promesa anterior (4, 13-17). La fe de Abrahán es el modelo de la nuestra (4, 18-25).

La justicia de Dios llega al hombre sólo por Cristo; pero también la salvación o realización de la justificación:

Se proclama el tema de la salvación en Cristo (incluida la resurrección del cuerpo), salvación fundada en el amor de Dios, garantía de nuestra firme esperanza (5, 1-1l).Superación por Cristo de todos los obstáculos que se oponen a nuestra esperanza:

--- Superación del pecado y de la muerte (5, 12-21).--- Superación de la muerte física y eterna (cap. 6).--- Superación de la ley (cap. 7).Himno a la vida cristiana, a la vida de Cristo (cap. 8).La economía de la salvación no se opone a las promesas hechas por Dios a Israel (cc. 9-11).

- Exégesis de Rm 5, 12-21: paralelismo entre Adán (raíz de la muerte y del pecado) y Cristo (única fuente de justificación y de vida). Primer estadio (vv. 12-14): Como el pecado vino por uno, tipo del que había de venir, así la justicia vino por el que era esperado. Segundo estadio (vv. 15-17): Si por el delito de uno muchos han muerto, mucho más abundará la gracia de uno, Cristo, para muchos. Tercer estadio I (vv. 18-19): Conclusión de lo precedente. Subraya ahora los elementos de la semejanza entre Adán y Cristo; vuelve al v. 12. Pero la argumentación avanza más. Tercer estadio II (vv. 20-21): El paralelismo entre la obra de Adán y la de Cristo se resuelve a favor de Cristo. Algunas conclusiones sobre nuestro texto: 1. El acento de la exposición de Pablo recae en “todos”, tanto en su alusión al camino falso (las propias obras) como al verdadero (saberse amado por Dios por la fe); 2. El segundo punto interesante para nuestra reflexión es la figura de Jesucristo como ese ALGUIEN que abre el camino válido para todos;3. La unicidad de Jesucristo, aspecto realmente fundamental en la exposición paulina hace que escoja a Adán para cerrar el paralelismo, haciendo caer sobre él, el “todos” del anterior camino.

De esta manera Pablo relativiza al “uno” (Adán) y no admite el “metidos todos en uno” de la lectura agustiniana.

Aducido todo lo anterior, parece claro que el texto de Rm 5, 12-21 no puede ser la base fundamental y explícita de lo que después se llamó la doctrina del pecado original. Pero no acaba aquí la reflexión, si nos acercamos al v. 19 nos encontramos subrayado un elemento “pasivo” de la pecaminosidad de todos: “por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores”. Esta cita nos sirve para retomar el tema de la solidaridad intrínseca del ser humano que se trasladó incluso al ámbito del pecado, y de la que ya hemos hablado al principio del tema: el hombre no es pecador sólo por él, también es por los demás4

Tentación y Caída .Dios una vez que todo estaba creado le entregó al hombre toda la creación para que la dominara. y

pactó con Adán en estos términos: "Come del fruto de todos los árboles del paraíso; más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comas, porque el día que comieres de el, infaliblemente morirás" (Gén. 2,16-17).  "Tentada por el diablo, en forma de serpiente, Eva come y da de comer a Adán. Dios castiga a ambos con la expulsión del paraíso, diciéndoles además, que "mediante el sudor de tu rostro comerás del pan hasta que vuelvas al suelo, pues de le fuiste formado" (Gén. 3).A lo largo de todo el capítulo 3 del génesis se nos muestra la caída del hombre, esto es fruto de la Soberbia, pues el hombre quería ser como Dios. Con la caída viene la pérdida de los bienes preternaturales, y de igual modo entra el desorden, el pecado y la muerte.

- Los textos del Génesis.- Rom. 5,12: por tanto, así como por un hombre entro el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y asi la muerte paso a todos los hombres, pues todos pecaron… así pues, como por el delito de uno solo el juicio vino sobre todos los hombres para condenación. así también por la justicia de uno solo viene sobre todos una justificación de vida”.

La obra de la salvación de toda la humanidad ha podido hacerse solamente por Jesucristo. Así como Adán es principio y causa de nuestro pecado y de nuestra muerte, así Jesucristo lo es de nuestra redención y vida eterna. Aquí, pues se trata del primer pecado cometido por Adán. Lo confirma el contexto y el v. 14: todos morían por participar del algún modo del pecado de Adán.

4 En cuanto a la relación existente entre la teología de Rm y la doctrina del pecado se han dado diferentes opiniones: Minimalistas: El pensamiento paulino nada tiene que ver con el pecado original. De lo último que habla Pablo es de los pecados personales. Maximalistas: El pecado original se contiene con claridad en el texto. Intermedia: Pablo nos suministra los elementos con los que la fe de la Iglesia articulará su discurso sobre el pecado original, son: 1) La pecaminosidad universal que se manifiesta: socialmente, en la solidaridad culpable e individualmente, en la incapacidad para el bien; 2) La existencia de una opción humana culpable (libre); 3) La función mediadora de un acto humano; 4) El establecimiento de la mediación para la salvación en la persona de Cristo; 5) La decisión libre personal para ratificar, por la fe o por el pecado personal, la solidaridad en el destino previo de gracia o de perdición. Algunos otros elementos no aparecen formalmente en la revelación bíblica...

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- 1 Jn. 2,15 ss: “no ameis el mundo ni lo que hay en el si alguno ama el mundo, el amor del padre no esta en el…”

Pecado Original existencia, naturaleza y consecuencias.El Concilio de Trento definió que: "Si alguno no confiesa que el primer hombre Adán, al transgredir el

mandamiento de Dios en el paraíso, perdió inmediatamente la santidad y la justicia en que había sido constituido, e incurrió por la ofensa de esta prevaricación en la ira y la indignación de Dios y, por tanto, en la muerte con que Dios antes les había amenazado, y con la muerte en el cautiverio bajo el poder de aquel que tiene el imperio sobre la muerte (hebr.2,14), es decir, del diablo, y que toda la persona de Adán por aquella ofensa de prevaricación fue mudada en peor, según el cuerpo y el alma. sea anatema" (DZ 788).  El Catecismo de la Iglesia Católica manifiesta que el primer pecado del hombre fue la desobediencia, razón por la cual en adelante todo pecado será una desobediencia a Dios y una falta de confianza en su bondad (CatIC.397).

Consecuencias del pecado Original:1.- la pérdida de la gracia santificante.2.- La Expulsión del paraíso (Gen 3,8)3.- La pérdida de los dones preternaturales.4.- La pérdida de la inmortalidad.5.- El dominio del demonio (Hbe 2,14).6.- La naturaleza humana quedo herida (inteligencia y voluntad). 

La perdida de los dones preternaturales.Los dones preternaturales son dones sobrenaturales "secundun quid" ya que, aunque superan las

fuerzas de la naturaleza humana, no introducen al hombre en la intimidad divina. su función es dar plena integridad y vigor a la naturaleza, de modo que quede aún mejor dispuesta para la recepción de los dones estrictamente sobrenaturales.  Por decreto divino, tanto la gracia como estos dones preternaturales fueron dados a Adán para que los trasmitiera por generación a sus descendientes. Y es por esto que Trento define que Adán no sólo perdió la santidad y justicia no sólo para sí, sino también para nosotros".(Dz.792).  Los dones preternaturales son:

1. Don de integridad. Es el perfecto equilibrio, rectitud y dominio de las pasiones.2. Don de inmortalidad. este don consistía en la actualización del "poder no morir", no en un "no poder morir".3. Don de impasibilidad. no sufrían las consecuencias de los padecimientos exteriores.4. Don de ciencia. Se refiere Al desarrollo intelectual y a la capacidad del hombre a conocer lo que era necesario para su vida terrena como para la vida eterna.5. Don de perfecto dominio. El hombre, en estado de inocencia podía dominar con suma facilidad todas las criaturas inferiores y utilizarlas de modo perfecto. (sentencia común). 

El pecado original se trasmite por generación a todos los descendiente de Adán , con excepción de la santísima Virgen María, esto fue definido por el Concilio XVI de Cartago y el II de Orange, y Trento asoma esta posibilidad.

En cuanto a la naturaleza del pecado original, se definió en el concilio de Trento que tiene verdadera y propia razón de pecado. Antes de Trento tanto Abelardo y algunos escolásticos decían : que era solamente reato de pena eterna. Según la carta a los Romanos 5,12 ‘Todos pecaron por Adán’ y la doctrina paulina nos recuerda que el pecado original es algo por lo que todos pecadores.  Tampoco se puede afirmar que el pecado original consiste en una cualidad enfermiza del alma, trasmitida por Adán a sus descendientes, algunos como, Zwinglio, Occam, Hermes, identificaron con la concupiscencia habitual, la pugna entre razón y apetitos sensibles.   Por lo tanto la esencia del pecado original consiste formalmente en la privación de la gracia santificante, causada por el pecado original. El concilio de Trento define al pecado como muerte del alma y privación de la gracia, es de hacer notar que el único medio para recobrar la gracia es el Sacramento del Bautismo por el que se nos perdona el pecado original.  Santo Tomás de Aquino (I-II, q.82,a.3).’El pecado original materialmente es la concupiscencia, pero formalmente es el defecto de justicia original’. Esta sentencia de Sth. Aquino manifiesta una enseñanza distinta de el error de Lutero, el cual enseñó que la concupiscencia es lo formal del pecado original, de tal modo que ella misma el el pecado original, prescindiendo de otros elementos. Santo Tomás sólo considera la concupiscencia como algo material, que acompaña a lo verdaderamente formal en el pecado original que es la privación culpable de la gracia.

Resumen:

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1.- La revelación nos da a conocer el estado de santidad y de justicia original es del hombre y a la mujer antes del pecado: de su amistad con Dios nacía la felicidad de su existencia en el paraíso.(384).2.-Constituido por Dios en la justicia, el hombre, sin embargo, persuadido porr le Maligno, abusó de su libertad, desde el comienzo de la historia, levantándose contra Dios e intentando su propio fin al margen de Dios (GS13,1) (415).3.-Por su pecado, Adán, en cuanto primer hombre, perdió la santidad y la justicia original es que había recibido de Dios no solamente para él, sino para todos los humanos.(416).4.-Adán y Eva trasmitieron a su descendencia la naturaleza humana herida por su primer pecado, privada por tanto de la santidad y la justicia originales. Esta privación se llama ‘Pecado Original’. (417).5.-El pecado original se trasmite, juntamente con la naturaleza humana, ‘por propagación, no por imitación’ y que ‘se halla como propio en cada una’. Nota: los números corresponden al Catecismo de la Iglesia Católica. 

7. DOCTRINA DEL MAGISTERIO DE LA IGLESIA SOBRE EL PECADO ORIGINALDios trata al hombre como es: un ser libre, y quiere respetar su libertad aun en la realización de su

proyecto de salvación. El hombre puede responder también con el no a la invitación que Dios le hace. “Constituido por Dios en la justicia, el hombre, sin embargo, persuadido por el Maligno, abusó de su

libertad, desde el comienzo de la historia, levantándose contra Dios e intentando alcanzar su propio fin al margen de Dios. Conociendo a Dios no le glorificaron como a Dios, sino que su necio corazón se oscureció y sirvieron a la criatura en vez de al Creador... Pues el hombre, al examinar su corazón, se descubre también inclinado al mal e inmerso en muchos males que no pueden proceder de su Creador, que es bueno... De ahí que el hombre esté dividido en su interior. Por esto, toda vida humana, singular o colectiva, aparece como una lucha, ciertamente dramática, entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas. Además, el hombre se encuentra hasta tal punto incapaz de vencer eficazmente por sí mismo los ataques del mal, que cada uno se siente como atado con cadenas. Pero el mismo Señor vino para liberar y fortalecer al hombre, renovándolo interiormente y arrojando fuera al príncipe de este mundo, que lo retenía en la esclavitud del pecado...” Gaudium et spes 13

PRIMERAS INTERVENCIONES DEL MAGISTERIO

El Concilio XVI de Cartago (418): aprobado por el papa Zósimo (418-422) en su Epístola Tractoria, combate las enseñanzas pelagianas sobre el pecado original (cc 1-2), la gracia (cc 3-5) y la impeccantia (cc 6-8). Como se ha indicado, la gracia para los pelagianos es puro don externo. Sobre la gracia habla el Concilio en los cc 3-5. Con la aprobación de Zósimo el valor de este concilio provincial pasa a ser de carácter universal como doctrina oficial de la Iglesia. El Concilio asume la tesis cotidiana de la muerte física como pena del pecado original aparece por primera vez en un documento de la Iglesia la expresión “Pecado Original”. Afronta el caso límite de los niños y su bautismo, condena a los que rechazan su legitimidad.

El Concilio de Orange II (529): es la consagración del agustinismo moderado. Fue convocado por san Cesareo de Arlés y aprobado por el papa Bonifacio II. Se rechaza la predestinación al mal y se afirma que todos los bautizados tienen pleno y entero poder de salvarse, si quieren. Se afirma, por tanto, la libertad y la gracia suficiente dada a todos los hombres. La iniciativa de la salvación viene de Dios. Ni siquiera se puede poner la iniciativa en la oración del hombre, pues esa misma oración es ya gracia de Dios. En toda acción buena el primer movimiento viene de Dios y nos acompaña siempre. La gracia antecede a cualquier esfuerzo humano, da la justicia de Cristo y es necesaria para obrar bien por Dios.

LA TEOLOGÍA MEDIEVAL

De San Agustín a Santo Tomás: san Agustín fue el maestro por excelencia en la Iglesia latina. Su influjo se dejó sentir en todos los ámbitos de la teología, aun en todos aquellos autores que corrigieron sus doctrinas. Esto se debe afirmar especialmente de la doctrina sobre el pecado original. Los Concilios que trataron el tema llevan de alguna manera la impronta agustiniana. Los Maestros y Doctores de la época que van desde Agustín hasta santo Tomás no hacen más que repetir fundamentalmente las tesis agustinianas sobre el pecado original, con leves modificaciones.

La controversia pelagiana tuvo su fin con el reconocimiento eclesial del pecado original como se ha indicado anteriormente. Será tarea de los teólogos posteriores hacer frente a las preguntas sobre la naturaleza, el modo de transmisión y la gravedad. La corriente agustiniana hace consistir la pecaminosidad del pecado original en la situación de miseria en que nace todo ser humano, como situación de concupiscencia, de aversión a Dios. Está representada fundamentalmente por Pedro Lombardo y la Escuela de san Víctor. Para Pedro Lombardo, el pecado original es una culpa, que se transmite por generación física y cuya esencia sería la concupiscencia habitual. Esta postura es más existencialista, pero, al mismo tiempo, más pesimista.

San Anselmo (1033-1109), distanciándose de san Agustín, ve la esencia del pecado original en la privación de la justicia original, privación que da origen a la corrupción de la naturaleza humana. La pecaminosidad del

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pecado original no está en la situación de miseria en la que nace cada hombre (todo lo más esta situación es penosa, pero no pecaminosa), sino en el pecado de Adán, del que todos hemos sido hechos partícipes, ya que por positivo decreto divino Adán fue constituido representante jurídico de toda la humanidad. La justicia original fue conferida por Dios a Adán para que la transmitiera junto con la naturaleza. Al perderla por el pecado, ya no puede transmitirla. Nosotros, por tanto, recibimos la naturaleza tal como él la ha tenido después del pecado, es decir, con la privación de la justicia original. Por ello, el pecado original puede ser llamado también pecado natural o pecado de naturaleza. Adán es, por un lado, una persona concreta; pero, por otro, toda la humanidad, en cuanto cabeza y en cuanto todos debíamos nacer de él; de tal modo que todos pecamos cuando él pecó.

Evidentemente, hay una gran diferencia entre el pecado de Adán, que pecó voluntariamente, y el pecado original, que procede de una necesidad natural. Esta diferencia rompe con el radical pesimismo agustiniano. No obstante, el hombre no puede volver por sí mismo al estado original, por lo que se hace necesaria la redención de Cristo. En este sentido, la postura anselmiana aplica, por tanto, un correctivo a la explicación pesimista de la tendencia agustiniana, pero tiene el peligro de no valorar suficientemente el elemento dinámico del pecado original, y, por ello, su dimensión existencial, corriendo el riesgo de degenerar en puro nominalismo. Además, la sutil diferencia entre pecado personal y pecado de naturaleza puede llevar al extremo de eliminar la culpabilidad.

Santo Tomás de Aquino (1225-1274): es quien ha logrado la mejor síntesis entre las dos escuelas anteriormente descritas. Para él, el pecado original consiste en un elemento material, que es la concupiscencia, un elemento formal, que es la “ausencia de justicia original”. En sí misma considerada, y en cuanto controlada o controlable por la razón, la concupiscencia es “natural al hombre”; deviene “contra la naturaleza”, y por ende pecaminosa, cuando “trasciende los límites de la razón”. Y eso es justamente lo que ocurre cuando va acompañada por la “privación de la justicia”; justicia que es el factor por el que la “voluntad se somete a Dios”.

En cuanto al modo de transmisión, santo Tomás, asume la tesis anselmiana, pero encuadrándola en una concepción de la humanidad como organismo unitario, en el que todos los miembros están interrelacionados. Primero la persona (Adán) infecta a la naturaleza, luego la naturaleza infecta a la persona. Y ello es posible porque todos los hombres que nacen de Adán pueden considerarse como un solo hombre, en cuanto convienen en la misma naturaleza... de un modo análogo a como en los asuntos civiles todos los que son de una misma comunidad se consideran como un solo cuerpo, y toda la comunidad como un solo hombre... Así pues, los hombres derivados de Adán son como miembros de un solo cuerpo5. Se puede concluir que el papel de la generación en la propagación del pecado original es claramente secundario; lo primario es el pensamiento de una solidaridad corporativa, en el seno de la cual las partes están en función del todo.

Por lo que atañe al grado de intensidad del pecado original, Tomás estima que, desde el punto de vista de la intensidad, el pecado actual es mayor que el original, porque es voluntario, aunque en términos de extensión, éste sea mayor que aquél, puesto que afecta a todos. El pecado original en nosotros es la privación de la justicia original y, al menos indirectamente, de la gracia habitual. Por esto los que mueren en este estado sin pecados personales son privados de la visión de Dios. Esta doctrina desembocará en la doctrina sobre el limbo (I-II q. 87 a.5).LA REFORMA PROTESTANTE Y EL CONCILIO DE TRENTO

La Doctrina de los Reformadores sobre el pecado original. La ocasión de tratar Trento en su Ses. V la doctrina sobre el pecado original la ofrece la doctrina de los Reformadores. Lutero y sus discípulos no niegan la existencia del pecado original. Creen, como todos los teólogos de su tiempo, en la realidad del paraíso, en el estado de justicia original, en la tentación y pecado del Adán histórico y subrayan exageradamente las consecuencias del pecado. Lutero identifica el pecado original en nosotros con la concupiscencia.

Dominado Lutero por el pesimismo de la escuela agustiniana, afirma que el pecado original no sólo ha herido a la naturaleza humana, sino que la ha corrompido totalmente. Todo es pecado en el hombre caído. Cristo por su muerte nos ha salvado. Sus méritos cubren, no borran, nuestros pecados. Por la fe en Cristo somos justificados: no se nos imputan nuestros pecados, sino que el Padre nos ve ya a través de Cristo. Esta es la doctrina que Trento tiene presente en su Ses. V, canon 5 y en la Ses. VI sobre la justificación. También tienen presentes los padres del Concilio otros errores, cuyo elenco se propuso a los Padres y Teólogos en 1546. Para Lutero la concepción del pecado original es partir de su experiencia personal (concupiscencia muy fuerte en él): La concupiscencia para él es el pecado y el bautizo no ha hecho desaparecer nada.a. Toda la realidad humana está por el pecado original destruida, el hombre es totalmente malo y nada bueno se puede esperar de él. Para Lutero la imagen también se destruye: pesimismo antropológico protestante.b. La realidad pecaminosa humana se expresa en la concupiscencia que para Lutero es la esencia del pecado original:

Pecado original = concupiscencia + desgracia

c. El pecado original no se puede borrar, permanece para siempre en el hombre. Cualquier obra humana no lo podrá llevar a la salvación, la única posible es la fe.

Doctrina sobre el Pecado Original en Trento: éste atacó el problema en su Ses. V, lo que podemos resumir, muy brevemente en: La situación universal de pecado tiene como factor desencadenante la acción histórica de una libertad humana (c. 1). Se afirma la existencia del pecado original, “muerte del alma”; que afecta interiormente a todos (cc. 2,3,4); de lo que sólo nos puede liberar la gracia de Cristo, comunicada por el bautismo (cc. 3,4); éste borra totalmente cuanto hay de pecado en el bautizado y, por tanto, la concupiscencia que queda tras el bautismo no es ya pecado en sentido propio en los bautizados (c. 5).

Para Trento la esencia del pecado original es la pérdida de la gracia; la concupiscencia es una consecuencia del pecado pero en sí misma no es pecado.

PECADO ORIGINAL = Perdida gracia santificante + concupiscencia

5 S. Th. , I q. 81 a.1; De Malo q. 4 a.1; III q. 69 a.3 ad 3

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El pecado original, o sea la pérdida de gracia santificante, se borra por el bautizo; la concupiscencia permanece pero no es invencible y con la cooperación humana a la gracia puede ser derrotada.

En síntesis a lo dicho por los cánones, podemos añadir: + La acción pecadora del hombre no afecta sólo a él, sino al género humano (c. 2º).+ Le afecta con la pérdida de algo que no es puramente super estructural o jurídico, sino que le deteriora interiormente (c. 1º).+ Se puede decir incluso que, por ese deterioro, se vuelve el hombre “pecador” (c. 2º).+ Esa acción pecadora del hombre ha comenzado por algún acto concreto, situado en los orígenes mismos de esta historia (cc. 1º y 3º).+ Afecta a todos los miembros del género humano situados en esta humanidad concreta es decir, que nacen de ella (c. 3º).+ Por eso, cada cual no es sólo único culpable de su propia pecaminosidad, sino también víctima de la pecaminosidad de la historia humana (c. 3º). + La única salida de esta situación se da en la vinculación del hombre con Cristo (cc. 3º y 4º). + Por esa vinculación, Dios ama al hombre, y este amor no sólo cierra los ojos ante la maldad del hombre, sino que la transforma (c. 5º). + Esta transformación es un proceso de la libertad en el que el hombre tropezará con su fragilidad (c. 5º). + Pero esa fragilidad es distinta del deterioro humano y, aunque éste la haya actualizado, Dios no condena al hombre por eso, sino que lo considera merecedor de más (c. 5º).

La evaluación global del Concilio podemos decir que es positiva, sobre todo por la forma como trata los temas más espinosos, evitando zanjar las cuestiones abiertas o quedarse en sutilezas especulativas o condenar personas; y sólo, marcando mínimos en los que todos los católicos convenían, apartándose de las dos posturas extremas Pelagianismo y Reforma en las que la Iglesia no se podía reconocer. Sin embargo, esta diplomacia en afrontar los temas trajo consigo también limitaciones, pues no se abordaron todos los temas. Así, quedan abiertas algunas cuestiones:

¿Cómo concebir al sujeto del pecado originante?¿En qué sentido es pecado el Pecado Original?¿Cómo se transmite el Pecado Original? ¿Siempre por generación?

DESPUÉS DEL CONCILIO DE TRENTO

El Magisterio eclesiástico interviene de una forma oficial para condenar la concepción que Bayo (Cf. 3.3, p 4, supra) tiene de Adán y de su pecado y consecuencias, insistiendo en la necesidad de la voluntariedad para que se llame verdaderamente pecado, voluntariedad que existe solamente en el causante y en los descendientes en cuanto dicen relación con él. Como consecuencia de la concepción que Bayo tiene de la concupiscencia, no podía admitir que “Dios pudiera crear al hombre tal como ahora nace” (D 1055/1095).

La discrepancia está, pues, en el modo de concebir la concupiscencia; según Trento (D 792/1515) la concupiscencia no es pecado; según Bayo, que en esto sigue prácticamente la concepción luterana, sí lo es. La concupiscencia, según él, es un impulso positivo hacia el mal en contradicción directa con la voluntad del Creador, aun sin necesidad de incluir la voluntariedad y, por tanto, se da plenamente en el infante (D 1049/1949).

Pío XII en la Humani generis de 1950, trata del tema del Pecado Original.El Concilio Vaticano II no trata ex profeso el tema; sí tiene algunas alusiones en contextos más generales, Cf. Lumen gentium 2; Gaudium et spes 13.Paulo VI tiene una alocución el 11 de julio de 1966 a los participantes de un simposio sobre el PO. Propone la doctrina de la Iglesia tal y como la define Trento (AAS 30.IX/66).

EXPLICACIÓN DE LA GENERACION:Sobre todo es explicación de los teólogos holandeses: Schoonenberg, Schillebecx como alternativa al

pecado original: pecado del mundo.* El pecado original es cuestión mitológica, mejor es hablar del pecado del mundo "puesta en el mundo (estar en situación) del hombre que desde que nace comienza a vivir una existencia pecadora (Jn 1,29)".* De suyo no hay transmisión de tipo generativo para el mal; uno nace bueno pero se hace malo en la medida en que vive en un mundo que es malo.a. suma de todos los pecados personales pecado del mundo, b. vínculo que une a todos los pecados y que crea un ambiente de pecado o una situación de pecado.* Pecado del mundo en sentido estricto es lo 2º . Estar situado en un ambiente de pecado. La persona por solidaridad con la sociedad en que vive va asumiendo el pecado. El pecado no es interior a la persona. * No importa lo que ha sucedido al principio con Adán, sino lo que ocurre ahora.

CRÍTICA: + Considerarían hombres que no son malos ej: niños que no tienen uso de razón.+ No hay lugar para la Inmaculada Concepción.+ Disuelve la importancia de la persona en la colectividad (influencia de Heidegger).+ Rechazo de la Iglesia cuando se escribió el Catecismo Holandés.

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+¿De qué nos limpiaría el bautismo? De nada, según ellos.+ Desaparece el pecado como acontecimiento histórico y por lo tanto afirma que el hombre es malo desde siempre.

Textos del magisterio- Dz. 788: “Adán perdió la santidad y justicia al transgredir el mandamiento de Dios. Incurrió en la ofensa a

Dios y en la muerte amenazadora y en el poder del diablo.

- Dz. 789: Adán daño la descendencia. Por eso perdimos también la santidad y la justicia y se introdujo el pecado que es muerte del alma. (Rom. 5,12).

- Dz. 790: Pecado de Adán transmitido por la propagación y no por imitación. No se quita por la sola fuerza de la naturaleza sino por medio de Jesucristo el Cor. 1,30; Hch. 4,12; Jn. 1,29; Gál. 3,27).

- Dz. 791: Los niños que se bautizan también han contraído de Adán el pecado original (Rom. 5,12; Jn. 3,5).

- Dz. 792: Con el bautismo se borra todo reato de pecado (Rom. 6,4; 8,1; Ef. 4,22; Col. 3,9ss). El concilio no niega la permanencia de la concupiscencia para el combate apoyado en la gracia de Dios (2 Tim. 2,5). Concupiscencia que procede del pecado y el pecado inclina.

8. PROPUESTAS TEOLÓGICAS CONTEMPORÁNEAS PARA EXPLICAR EL PECADO ORIGINAL Y VALORACIÓN DE ELLAS

TEOLOGÍA DEL PECADO ORIGINAL HOY6

Universalidad del pecado en la humanidad según la S.E.. El sentido y sentimiento del pecado es un elemento común en todas las religiones. El hombre se considera de alguna manera culpable delante de Dios. Generalmente la visión histórica es pesimista, porque no se puede prescindir de él como elemento perturbador en las relaciones interhumanas personales y colectivas. La S. E. engloba en sus afirmaciones a todos los hombres presentes y pasados.

El ANTIGUO TESTAMENTO. Presupone de hecho la universalidad del pecado dentro y fuera de Israel: Dentro de Israel es muy fuerte la conciencia de pecado en el pueblo elegido. Los historiadores los profetas y los poetas acusan continuamente al Pueblo de su tiempo de que ha sido infiel a Dios, o de que confirman la actitud rebelde de sus padres (Jr 5, 1-5; Is 1, 4).

Fuera de Israel los pueblos son sinónimo de pecadores e idólatras. La convicción de los autores sagrados de que todos han pecado es constante y por eso se intenta sistematizar de alguna manera. El pecado es una realidad tan honda y extensa en la humanidad que su origen se identifica con el hombre mismo (Gn 2-3). A medida que la humanidad se extiende sobre la tierra, el pecado lo mismo (Gn 4-11). Nadie escapa al juicio de Dios y sólo se salva por su misericordia.

EL NUEVO TESTAMENTO.: presupone también la realidad universal del pecado, al anunciar como tema central de su evangelio que Jesucristo es el salvador único y necesario de todos los hombres y expresamente lo afirman en otras ocasiones, especialmente Juan y Pablo. Éste es explícito en sus afirmaciones. Como toda la tradición judía Pablo divide a la humanidad en gentiles y judíos. Los gentiles son pecadores (Rm 1, 18-32); también los judíos han pecado; todos: judíos y no judíos, han pecado. En Rm 5, 12-21 la fuerza dominadora del pecado, independientemente, se extiende a todos sin excepción, para realzar la figura y obra universal de Cristo.

Jesucristo único salvador. El único plan salvador es universal, sin exclusivismos ni fronteras; se extiende no sólo a los individuos, sino a la comunidad entera humana, a la raza de Adán, ahora dispersa y rota, pero que debe ser reunida, para formar un solo pueblo. El hombre y toda la comunidad pasada, presente y futura es impotente para realizar este plan salvador. De Dios ha partido la iniciativa del plan salvador, pues no podía ser de otra manera. Sin el don y la gracia de Dios el hombre no puede dar un paso en orden a la realización del mismo plan. Sin la gracia sobrenatural el hombre no puede elevarse por sí mismo a participar del orden sobrenatural, divino, al que pertenece el plan de salvación.

En primer lugar, venimos a la existencia con un destino sobrenatural a participar de la vida y amistad divinas, a ser hijos adoptivos de Dios en Cristo Jesús (existencial sobrenatural positivo), pero sin la posesión de la vida divina, carentes de la gracia santificante. El plan de Dios ofrece su gracia, su amistad; se ofrece a sí mismo y quiere que el hombre, elevado al orden sobrenatural, dé libremente su respuesta: le acepte y entable un diálogo humano-divino. Pero el hombre puede también cerrarse en sí mismo y negarse al diálogo con Dios (el pecado)

En segundo lugar venimos a la existencia en una comunidad pecadora, donde ha dominado y domina el pecado, cometido por todos los que nos han precedido, desde nuestros inmediatos antecesores hasta los

6 Cf. VÍLCHEZ, J., El pecado del mundo y la doctrina del pecado original: Proy 22 (1975) 279-289.

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primeros que originaron esta cadena e historia de pecados. Por la generación no se transmite ni el pecado ni la gracia, sino que por ella venimos a la existencia, somos hombres y por ellos mismo formamos parte de la comunidad pecadora. Es un dato de revelación que el pecado entró en el mundo por un hombre (Gn 2-3; Rm 5, 12) y de él sólo nos puede librar Jesucristo nuestro Señor. Así lo propone la Iglesia. Es dogmático.

La exposición tradicional de la doctrina sobre el pecado original en nosotros ha subrayado, al hablar de la situación en la que venimos a la existencia, exclusivamente su aspecto negativo, silenciando lamentablemente el aspecto positivo: el existencial positivo de gracia sobrenatural en que también venimos a la existencia. Para abordar adecuadamente el tema es necesario hablar no sólo de “estado de desgracia sobrenatural en que se encuentra el hombre por lo que necesita absolutamente de la redención de Cristo para salvarse” (el llamado pecado original originado), sino también de su situación de esperanza al estar llamado por Dios a participar de su misma vida y tener a su disposición el fruto copioso de la redención realizada ya por Cristo, ya que “donde abundó el pecado sobreabundó la gracia” (Rm 5, 20).

Por el bautismo Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo se nos comunica, nos introducimos en la Iglesia, cuerpo de Cristo, comunidad de gracia y de creyentes, educadora en la fe, en contraposición a la comunidad a la comunidad obstructora que nos lleva e induce al pecado. Los que están justificados por el bautismo solamente pueden recaer en estado de pecado por el pecado personal. El infante bautizado, aunque permanece bajo el influjo del pecado del mundo, pertenece realmente a Cristo y a la Iglesia, comunidad sacramental de gracia. Si se le educa debidamente, podrá seguir en el mismo estado de gracia; si no, la virtud de la gracia quedará frustrada. Pero no se puede decir que recaiga en el estado de pecado original. Así, la comunidad creyente puede tener un papel relevante en el ofrecimiento de redención de Cristo.

CONCLUSIÓNSi la salvación se presenta como un don gratuito de Dios a la humanidad, el pecado es la decisión

humana de oposición o rechazo.El primer pecado del hombre (pecado original) es el rechazo de la situación inicial de gracia.

Sin embargo, la obra redentora de Cristo recupera definitivamente la situación de salvación para la humanidad pecadora. Por tanto, en esta nueva situación, el pecado es un rechazo de la redención ofrecida por la Persona de Jesús el Cristo.

En realidad y, por ende, el concepto de pecado sólo se entiende en su plenitud dentro de este contexto de rechazo y de oposición al plan salvÍfico de Dios para la humanidad.

CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICAN387 La realidad del pecado, y más particularmente del pecado de los orígenes, sólo se esclarece a la luz de la Revelación divina. Sin el conocimiento que ésta nos da de Dios no se puede reconocer 18 claramente el pecado, y se siente la tentación de explicarlo únicamente como un defecto de crecimiento, como una debilidad psicológica, un error, la consecuencia necesaria de una estructura social inadecuada, etc. Sólo en el conocimiento del designio de Dios sobre el hombre se comprende que el pecado es un abuso de la libertad que Dios da a las personas creadas para que puedan amarle y amarse mutuamente.

N389 La doctrina del pecado original es, por así decirlo, "el reverso" de la Buena Nueva de que Jesús es el Salvador de todos los hombres, que todos necesitan salvación y que la salvación es ofrecida a todos gracias a Cristo. La Iglesia, que tiene el sentido de Cristo (cf I Co 2, 16) sabe bien que no se puede lesionar la revelación del pecado original sin atentar contra el Misterio de Cristo.

Al comienzo del s. XX , J. Turmel y J. Gross, ven en los padres de los primeros siglos, que la inclinación al mal y a la muerte son hereditarios, pero no lo atribuyen a Adán. Otros autores opinan lo contrario como Schwane y Jugie, que tras un estudio y abundantes citas, afirma” demostrar que los padres griegos y los latinos, han enseñado un pecado de naturaleza, transmitido por generación. En la interpretación dogmática, se estudia el problema hasta que punto debe ser recibido este texto(...) como norma de fe.. este planteamiento no tendría sentido, si la situación actual de las ciencias naturales y la exégesis Bíblica, no presentase dificultades para el creyente para admitir el pecado original, tal como la presenta Trento.

Para los protestantes y los padres de Trento, era natural tomar todo al pie de la letra. Pero los católicos saben que no deben ver como errónea la doctrina de Trento. Pero hay que tener honradez intelectual, y ver hasta que punto, se consideran como verdad inmutable e irreformable.

E. GUTWENGER: simplifica el problema, afirmando que las afirmaciones de Trento, no son irreformables. Argumenta que la conclusiones teológicas se basan en primisas reveladas y otra de conocimiento natural, que la última podría tener un fallo. porque además en es concilio falta una definición clara de los que es pecado original. Sino que condena la opinión contraria. Él no define la esencia del pecado original, pero Trento lo describe. Es equivocado reducir el desarrollo dogmático de un simple raciocinio. Los protestantes enseñaban la permanencia del pecado original en los bautizados, mientras los católicos lo negaban.

M. FLICK Y Z ALSZEGHY: comienza preguntándose si para san Agustín el pecado original es la muerte d el alma o la concupiscencia o quizás la solidaridad moral con Adán, es un falso problema. Pero afirman que no son tres alternativas que hay que elegir sino que son tres aspectos de una sola realidad, que es preciso afirmar. El último aspecto es la afirmación según la cual el más misterioso, transmitido, es también un pecado, del cual Cristo salva, defendido y expresado de forma clara, con demasiada asistencia, para que pueda considerarse marginal y caduca.

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LA ESCOLÁSTICATienen poca importancia en este tema, porque no han llegado a un acuerdo entre sus autores. Pero no

hay que minusvalorarlo, porque han influido mucho en la predicación de la iglesia. Para los escolásticos es un hecho indiscutible, que todos los descendientes de Adán son pecadores, desde el seno matero. Lo consideran un misterio, pero falta un consentimiento a la hora de explicar la esencia del pecado original.

Todas estas aportaciones son importantes, porque buscan esclarecer el dogma, gracias a los aportes y a las críticas se ha profundizado el misterio del pecado original La naturalización del pecado original en una concepción evolutiva del mundo

Sin tener en cuenta que del pecado y de la gracia como relaciones básicas trascendentales a Dios solo puede hablarse con fundamento a partir de la teología de la revelación, se llevaron a cabo varios intentos por “rehabilitar” el pecado original a base de comprobar su presencia -dentro de la moderna remodelación del mundo y de la historia- mediante razonamientos históricos o psicológicos. Y así, se aludía, por ejemplo, al paso del hombre desde un estadio instintivo a otros racional o cultural en los inicios de la edad de la piedra, o se le entendía como la metáfora de las experiencias traumáticas de la pubertad o como expresión de la experiencia de culpa y felicidad en las primeras fases de la sexualidad. Entra también en este campo la propuesta de explicar el pensamiento paulino sobre el pecado de Adán como una interpretación mitológica, condicionada por la concepción del mundo, de una experiencia universal de culpa.

Carecen totalmente de base los intentos de una historiográfica liberal de los dogmas que achacan “el pecado original” a una invención de San Agustín, sin fundamento en la escritura, que se podía atribuir o bien a las experiencias neuróticas de una sexualidad no dominada o bien a los irreductibles residuos maniqueos de su vida anterior.

La interpretación de la doctrina del pecado –personal y original- de Teilhard de Chardin como “factores contraevolutivos” en un proceso global de “hominización mediante evolución” hacia el Cristo cósmico reviste un indudable interés para el diálogo entre el la teología y las ciencias naturales (Mein Glaube, Olten 1972, 179). Pero también aquí se ignora el verdadero carácter del pecado y la gracia. De lo que se trata, en efecto, es de las relaciones personales con Dios que, una vez más, no deben ser entendidas totalitariamente como un proceso natural sino -aunque con una base natural- como elementos que posibilitan o estorban el encuentro dialogante con el Dios personal.

Frente a la pregunta, excesivamente ingenua, de si debe atribuírseles a los hombres de las edades antiguas una visión de las amplísimas consecuencias de aun acción pecaminosa, debe replicarse que –considerados desde la ciencias naturales- los hombres primitivos no eran en modo alguno monstruos y que –desde una perspectiva teológica- el pecado no es una cuestión de inteligencia sino de libertad personal. Lo formal del pecado no consiste, como se ha dicho en las líneas precedentes, en una simple conducta moral defectuosa, sino en el rechazo de la comunión con Dios ofrecida a Adán como representante de la humanidad. Los primeros homínidos, que se diferenciaban de los animales en virtud del acto espiritual de la concepción de sí mismo, se veían también , eo ipso , referidos a Dios, como fundamento y fin de su existencia.

El pecado original como “codeterminación trascendental por culpa de la situación de la libertad de cada individuo concreto” (Karl Rahner)

Es posible abrir una vía de acceso hacia la comprensión de las enseñanzas cristianas sobre el pecado original mediante el análisis de la experiencia humana radical de que la libertad individual esta codeterminada por la historia universal de la libertad humana. La intercomunicación de las criaturas tiene su supuesto trascendental en la autocomunicación originaria de Dios : sólo a través de ella resulta posible la historia humana de la libertad como historia de salvación desde los inicios de la humanidad.

No debe confundirse la justicia del estado original con la visión inmediata de Dios. La comunicación con Dios estaba vinculada a la mediación de la intercomunicación creada. Pero al rechazarse culpablemente en el estado original , la oferta de la comunidad con Dios, la subsiguiente historia de la humanidad debía estar necesariamente codeterminada por la objetivación negativa de la libertad de Adán. Así, pues, la intercomunicación creada había dejado ya de ser de por sí , el medio del encuentro con Dios del hombre abierto a Dios tal como debería haber sido en razón de la originaria oferta de gracia.

9. ANTROPOLOGÍA DEL HOMBRE CAÍDO

PRESUPUESTOS ANTROPOLÓGICOS Durante la historia se han ensayado diversos tipos de respuesta a ésta y otras preguntas, incluso hoy se

ofrecen posibles soluciones o nuevas comprensiones de esta cuestión ciertamente ardua y difícil de solucionar. Hoy más que en otros momentos históricos la presentación de esta verdad del mal en el mundo, en la sociedad, en las personas, es necesaria para la cultura actual que ha encontrado un mecanismo de “autoexculpación”, que le conduce a no asumir las consecuencias trágicas de esa tendencia humana al mal.

Tal vez este puede ser nuestro punto de partida: debemos estar persuadidos de que todos somos corresponsables, en algún modo culpables, todos necesitamos ser ayudados por la misericordia divina y necesitamos ser salvados. Desde esta convicción es necesario partir cuando queremos indagar por la salvación. La misma tradición cristiana no plantea conscientemente una “hamartología”, sino que es como la clave hermenéutica desde donde se avizora el universo inmenso de la salvación: “Pero donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia” (Rm 5, 20).

Nuestro tema parte de la experiencia irrefutable, verdadera y profunda del descontento del propio ser humano, que no puede ser olvidada irresponsablemente: “la existencia del mal”. Pero solamente podemos llamar mal a lo que de alguna manera choca con la persona humana, no simplemente al desorden de lo físico sin relación con el hombre. Mal catastrófico: acontecimiento físico a gran escala que hace daño, que va contra el hombre en cuanto persona y que se percibe como un absurdo. Mal trágico: procede del hombre mismo. Males

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que traen las desgracias sobre el hombre mismo y sobre los demás. Mal moral: el que a un mismo tiempo brota de la persona y va dirigido contra la persona, es una decisión libre y consciente, en este sentido, es culpable. Es el mal que yo, persona, hago al otro como persona (o contra mí mismo). Es la negación del amor. Mal moral-religioso: este mal o pecado tiene siempre una connotación religiosa, pues la acción no va solamente dirigida contra los hombres, sino, en ellos, directamente contra Dios.

Como ya hemos señalado, el hombre es un ser que vive secretamente descontento de sí mismo Un descontento que no procede del hecho de tener determinadas inclinaciones o tendencias, sino de la manera como se enfrenta a ellas, como las maneja y lo que hace de ellas. Así, el hombre intentará defenderse de esas tendencias de diversas formas:

Proyectando al exterior su descontento de sí mismo.No soportándose a sí mismo.Negando ese descontento o acallándolo.Identificándose con un grupo idealizado.O, por último, cargando y asumiendo esa decepción.

La desproporción del mal, por otra parte, se presenta como una experiencia humana llamativa de difícil comprensión. Pues existe en el ser humano una desproporción muy grande entre su contingencia, fragilidad y limitación, que le provoca serias dificultades, y el mal existente de hecho en el mundo. La miseria de la existencia humana no puede responder a la dimensión universal del mal en el mundo, por lo que el hombre debe simplemente aceptar su cuota de participación en el dolor y la tragedia del mundo, sin que ello agote su sentido.

ADAN Y EVA, UNA HISTORIA DE PECADO

1.- EL MENSAJE DEL GEN.1 - 11El libro del Génesis nos habla de la realidad misteriosa del mal, donde lo hace en forma más explícita es

en el Cap. 3, que debe ser leído en el contexto de los 11 primeros capítulos: las narraciones de los orígenes. En estos relatos, que no son históricos sino simbólicos, encontramos elementos fundamentales de las relaciones entre el hombre y Dios.

Con esto, no está dicho todo. La mayor parte de estos relatos tratan de presentar la situación del hombre valiéndose de acontecimientos primitivos (relatos etiológicos). Aquí cabe situar el relato de la caída de Adán y Eva. Hay que ver que Dios se ha servido de esto, no tanto para explicarnos detalladamente el problema de la caída; pero sí para darnos a comprender algo del trágico comienzo de la historia religiosa de la humanidad.

EL mensaje de estos 11 primeros capítulos del génesis contiene lo siguiente:a) Dios crea y da el crecimiento como lo proclaman el poema de la creación (Génesis 1) y las grandiosas geneologías (que no deben tomarse al pie de la letra).b) El hombre está destinado a la amistad con Dios, como lo da a entender la historia del paraíso terrenal. (Gn. 2)c) Otro elemento es el pecado del hombre. Esta visión se desarrolla desde la experiencia de la infidelidad de Israel a la Alianza; a la desobediencia, el fratricidio, la corrupción en tiempos de Noé y la confusión en Babel. Todo ello prefiguran nuestros grandes pecados.d) Pero Dios siempre se muestra misericordioso a pesar de las caídas del hombre; le da vestidos a Adán y Eva; marca con una señal a Caín, hace un pacto con Noé después del diluvio; y después de Babel surge Abraham.e) Por último con el relato del Paraíso se nos muestra el peligro y las consecuencias del pecado, pero sin cerrarse la posibilidad de una redención.

La respuesta al indicio que se nos presenta en el génesis, lo encontramos en el N.T. y en la doctrina de la Iglesia asistida siempre por el Espíritu Santo.

2.- EL MENSAJE DE ROM. 5En esta carta, San Pablo, detalla mejor las consecuencias del pecado original. Es un pasaje difícil, y aún,

al presente, su exégesis no es totalmente estable. No obstante algunos puntos son seguros.EL Concilio de Trento declaró que San Pablo enseña la existencia de una situación de pecado en que se

encuentra todo hombre al nacer, y que proviene del pecado de Adán (sesión 5, can. 2 y 4). Los exégetas católicos encuentran esta doctrina de todo el pasaje, pero sobre todo en los versículos 12 y 19.

En estos versículos Pablo hace alusión a la idea de un sólo hombre.Pablo, pues piensa en el Adán pecador del génesis, y no se plantea de si era o no era una sola persona.

Este es también el caso de los padres del concilio de Trento. Nuestra situación ya no es la misma. Nuestra situación se relaciona con las modernas ciencias como la Paleontología y la genética, sin afirmar precisamente que hay habido una multiplicidad inicial de seres humanos surgidos de la vida.

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Se plantea sin embargo la cuestión del poligenismo (esto es de la multiplicidad inicial). Desde aquí se podrían plantear muchas cuestiones. Pero el Concilio Vaticano II, siguiendo la sagrada escritura, se refiere a Adán y a los hombre caídos por el pecado de Adán. (G.S. 22; L.G.2).

En los capítulos 6 y 7 de la misma carta también habla Pablo de una inclinación del mal. Latente en nosotros a la que, indudablemente por su conexión con la caída de Adán, denomina “pecado” (Trento, ses. 5, can. 5)

En la carta a los Romanos, Pablo pretende sobre todo ensalzar a Cristo que nos salva del mal acarreado por Adán, la multitud de sus propias faltas (Rom. 5,16 “Pero donde se multiplicó el pecado mucho más sobreabundó la gracia” (Rom. 5,20). Pablo dice también la muerte está en conexión de dependencia con el pecado. (Ro. 5,12; 6,34); sin embargo, la justificación que Cristo nos ha traído nos devuelve la vida (Rom. 5,18-21): “como en Adán todos mueren, así también en Cristo serán todos vueltos a la vida” (1 Cor. 15,22).

Sin embargo, en medio de estas observaciones, y considerando el adelanto técnico - científico de nuestros tiempos, ¿cómo es que tenemos que asumir la realidad del paraíso en su tragedia de la caída? Sabemos que hoy se plantea la teoría de la evolución de las civilizaciones y que en la actualidad se ha iniciado la época de los viajes interplanetarios. En medio de todo se esto, se puede plantear el pecado cometido en los orígenes de la humanidad?

Hay que reconocer que la descripción del paraíso terrenal es ingenua;: esto no quita la belleza del relato, su sentido de la dignidad humana y sus varias lecciones.

Tomás de Aquino, - dice que “no delata sana razón” el pensar que las fieras salvajes hubieran sido masas en otros tiempos. Nada nos obliga a tener que admitir un estado, diferente en la creación antes del pecado del hombre. Lo que, no obstante, sigue siendo verdad es que el pecado introduce el mal también en el mundo que nos rodea. Donde reina la pereza, crecen hierbas malas en los campos y se rompen las estructuras más levantadas. Donde se da el odio, las ciudades quedan reducidas a escombros y todas las personas sufren los estragos calamitosos. Y lo que es aún más grave: una humanidad culpable siente el mundo como una carga pesada.

El relato es instructivo cuando evoca el trato familiar de Adán y Eva en Dios. Los rasgos primitivos y antropomórficos se encuentran también aquí en gran cantidad; de que el hombre está llamado a una vida de amistad con Dios. Esta vocación se nos manifiesta aún más claramente en la historia del pueblo elegido y está expresada plenamente en el evangelio.

Pablo es quien subraya con fuerza el significado del primer pecado, pero también en el A.T., y después de Pablo, ya que insiste en la multitud de pecados. Ej. Os. 1-3; Pablo en los primeros capítulos de la carta a los romanos ratifica, con palabras oscuras, la maldad de los gentiles y la de los judíos para concluir”… a fin de que nadie pueda recibir y que el mundo entero se sienta reo de culpa ante Dios (Rom. 3,19).

Así pues, la palabra de Dios ratifica la rebelión de los orígenes. Esto nos hace entrever cómo (sin caer en ideas fantásticas o míticas acerca de Adán) podemos atribuir gran importancia al primer pecado por su estrecha relación con la totalidad de los pecados de todos los hombres.

EL MAL EN EL HOMBRELa pregunta salta a la vista : si Dios existe y es un Dios de los hombres:De donde viene el mal, el sufrimiento injusto? (constituyen un argumento existencial) ¿Por qué y para

que existe la explotación, la opresión, la culpa, la angustia, la enfermedad y la muerte, la persecución etc.?El sufrimiento inocente e injusto constituyen un argumento existencial muy fuerte contra la creencia en

Dios.

Epicúreo formularía:

O Dios quiere eliminar el mal,pero no puedey entonces es impotentey no es Dios.O puede y no quierey entonces es malo,es el verdadero demonio.O ni quiere ni puede,y entonces, de donde viene el

mal?

Camus da al argumento la siguiente forma:

O bien nosotros no somos libres.Y entonces Dios es responsable del mal.O somos libres y responsables,y entonces Dios no es omnipotente.

A pesar de estos argumentos y de las críticas a que se han hecho a la teodicea tradicional la idea de que el mal, con toda su atrocidad, es sólo una realidad secundaria que sólo es posible como negación del bien y sólo se experimenta como mal en el horizonte del bien. Pero esta idea fundamental requiere profundización esencial frente a las teorías tradicionales.

Y es que la relatividad del mal frente al bien no permite establecer un equilibrio armonioso ni una comprensión, sino que pone de manifiesto el carácter negativo del mal. En base a este carácter intrínsecamente negativo, el mal no es simple nada, pero es una negación. Por eso, según la Biblia el pecador ha perdido su derecho a la existencia y merece la muerte. Pero esto significa que EL PROBLEMA NO ES LA JUSTIFICACIÓN DE DIOS, SINO LA JUSTIFICACIÓN DEL PECADOR.

Ya el hecho de que el pecador siga viviendo a pesar de su pecado, muestra que el pecado queda superado por un amor siempre mayor que, al acoger y justificar al pecador, desenmascara y vende el mal en su

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negatividad. Precisamente la identificación con el pecador viene a aniquilar el pecado, al superarlo desde dentro mediante el bien. Así se clarifica, en la figura de la esperanza, una respuesta al problema del mal y del sufrimiento que, al tomar en serio el hombre pecador y al hombre doliente, redime el pecado y el sufrimiento mediante el amor siempre mayor. (W. Kasper: “el Dios de Jesucristo”, pp. 187-192).

Desde este esbozo de la realidad del mal, se plantea la pregunta: ¿Por qué se produjo el pecado de los orígenes?

Mirando desde Dios, podemos pensar que los pecados fueron permitidos en vista de que Cristo nos traería la salvación. Visto desde el hombre, se debe considerar el pecado como dependiente de nuestra libertad. Nunca podremos explicar una decisión libre y menos si ésta es una elección mala. Si realmente hemos pecado, sabemos, en lo profundo de nuestro ser, que hemos cometido un acto pecaminoso y nos sentimos culpables, ¿Porque sucede esto? Es algo que no se puede explicar totalmente porque nos movemos en la realidad del misterio del mal, en la sin razón., el contrasentido por excelencia. Por eso será siempre incomprensible para nosotros su lejano comienzo en la historia de la humanidad. Con todo podemos abordar una reflexión desde la perspectiva de la fe.

10. ÁNGELES Y DEMONIOS

LOS ANGELES: La existencia de seres espirituales, no corporales, que la S.E. llama habitualmente ángeles, es una verdad de fe. El testimonio de la Escritura es tan claro como la unanimidad de la Tradición.

Sagrada Escritura: a) A T: Los ángeles aparecen a lo largo de toda la historia salvífica, y no solo después del destierro: se les designa en grupo (Gn. 28,12; 32,2-3;Jb 1,6), se habla del "ángel de Yahvé” (Gen 16,57, 22,11). Otros textos: Dn 10,13 (Miguel); Dn 8,16 (Gabriel); Tob 12,15 (Rafael); Gn 3,24 (querubines); Is 6,2 (serafines).b) En el N.T. se llega al máximo de la revelacion angélica: forman la corte de Dios, están presentes en la tierra con mayor frecuencia (Anunciación, Zacarías, San José, etc.), se ve claramente su subordinación a Cristo y su función de mediadores, así como la distinción entre los ángeles buenos y los demonios, la limitación de su ciencia (desconocen la fecha del juicio final), su posesión de la visión beatífica, etc.

La Tradición, en general, deja claro que no son "diosecillos", sino criaturas, y que hay ángeles buenos y malos. Mas confuso es el tema de su perfecta espiritualidad. Fue Santo Tomás el gran constructor de la teología angélica.

Quiénes son los ángeles: San Agustín dice respecto de ellos: "El nombre de ángel indica su oficio, no su naturaleza. Si preguntas por su naturaleza, te diré que es un espíritu, si preguntas por lo que hace, te diré que es un ángel". Con todo su ser, los ángeles son servidores y mensajeros de Dios. Porque contemplan "constantemente el rostro de mi Padre que está en los cielos” (Mt 18,10), son "agentes de sus órdenes, atentos a la voz de su palabra".

En tanto que criaturas puramente espirituales, tienen inteligencia y voluntad: son criaturas personales e inmortales. Superan en perfección a todas las criaturas visibles. El resplandor de su gloria es testimonio de ello.

Toda la vida de la Iglesia se beneficia de la ayuda misteriosa y poderosa de los ángeles. En la liturgia, la Iglesia se une a los ángeles para adorar a Dios, invoca su asistencia y celebra la memoria de ciertos ángeles. En cuanto a la vida del cristiano, durante todo su transcurso está rodeado de su particular custodia (Sal 34,8; 91,10).

D. José Morales resume así "la doctrina definida solemnemente por la Iglesia en torno a los ángeles". Abarca cinco afirmaciones principales: a) los ángeles existen; b) son de naturaleza espiritual; c) fueron creados por Dios; d) fueron creados al comienzo del tiempo; e) los ángeles malos o demonios fueron creados buenos, pero se pervirtieron por su propia acción".

MAGISTERIO+ El Concilio IV de Letrán y el Vaticano I establecen una distinción entre la creación de la naturaleza espiritual y la de corporal, identificando la primera con la naturaleza angélica; (Dz 428, 1783.)+ Los ángeles son por naturaleza inmortales (sent, cierta)+ Pío V condeno la doctrina de Bayo, el cual aseguraba que la felicidad eterna concedida a los ángeles buenos era una recompensa por sus obras naturalmente buenas no un don de la gracia (Dz 1033s).+ La misipon primeria de los ángeles buenos es la glorificación y servicio de Dios. (Sent. Cierta).

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EL DIABLO, LOS DEMONIOS: Cuando los seres personales creados, pervirtiendo su libertad, se alejan de Dios, pueden afectar de manera negativa a las condiciones y disposiciones de la historia de la libertad humana(“tentación”). de ahí que la Biblia hable también de los ángeles pecadores, llamados diablos y demonios, que están implicados, de peculiar manera, en la historia de la condenación de la humanidad y en las perversiones de la libertad (Jud 6; 2Pe 2,4; Gén 6,2). No han modificado su naturaleza creada. El diablo no es una sustancia mala en sí misma, sino una criatura personal que, pervirtiendo la trascendencia de su voluntad, se ha apartado del fin que debía alcanzar, el amor a Dios. la autoperversión de la voluntad se dirige contra Dios y también, por tanto, contra las restantes criaturas personales cuya salvación quiere Dios.

El diablo es el “señor del mundo”(Jn 14, 30), con poder sobre el pecado y la muerte (Heb 2,14). Los demonios(los malos espíritus) se oponen al dominio de la salvación de Dios y son los señores de la condenación que se manifiesta en la enfermedad, las discordias, etc.(Mc 1, 34). Pero han sido vencidos por Cristo. Frente a ellos, ha establecido Cristo, en el reino de Dios, “la ley del espíritu que da vida” (Rom 8,2). No existe motivo alguno para una fe independiente en el diablo o para el temor de los demonios. tampoco es nunca el diablo excusa tras la que escudarse ante los fallos de la libertad humana, porque no pueden penetrar en la autonomía personal y ética del hombre. De quien debe el hombre precaverse es de sí mismo, para no perder la libertad que se la e ha concedido en Cristo y, con ello, el dominio de sí en el Espíritu Santo (Gál 5, 13-26).

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