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DISEO PRECOLOMBINO MUISCA
El grupo indgena Muisca, a pesar de ser uno de los ms renombrados de Colombia y de
Amrica no cuenta con suficientes estudios sobre sus manifestaciones culturales que nos
permitan poseer un conocimiento adecuado de lo que fue su cultura.
Se puede comprender que este grupo indgena sea conocido dentro y fuera del pas por la
divulgacin de que fueron objeto algunos aspectos de su cultura ya desde los tiempos de
la Conquista, cuando en el centro poltico de su territorio se fund la capital del Nuevo
Reino de Granada.
Desde esta poca se hizo clebre por la Leyenda del Dorado, sustentada por las que se
tejieron en torno a la orfebrera, las esmeraldas y a diversos aspectos de su cultura.
UBICACIN GEOGRFICA
En la zona central colombiana correspondiente a los actuales departamentos de Boyac y
Cundinamarca se encuentra un altiplano de incomparable belleza natural, en el cual
floreci la cultura del grupo de los Muiscas. Su territorio estaba surcado por numerosas
fuentes de aguas cristalinas, que regaban vastas zonas cubiertas de vegetales, tanto
natural como cultivada.
All debi sobresalir como primersimo cultivo, el maz, base de su alimentacin, as como
diversos tubrculos comestibles tales como las ibias, los cubios, la papa y los frutales para
complementar su dieta alimenticia. La cordillera Oriental sirvi de marco a este suelo
privilegiado.
Quizs la exuberancia del paisaje, sus tierras prdigas y frtiles, la abundancia de aguas
llenas de variados peces, ejercieron poderosa influencia en la idiosincrasia de los Muiscas,
quienes posean un temperamento pacfico y una bien estructurada organizacin poltica y
social.
En efecto no tuvieron que luchar con el medio para poder sobrevivir, como s les ocurri a
los belicosos Panches vecinos de la parte occidental y sur-oriental de su territorio.
Rodeados de numerosos grupos indgenas, los Muiscas sostuvieron con ellos relaciones
generalmente amistosas y de carcter comercial; sin embargo, tuvieron enemigos
acrrimos como los citados Panches quienes los obligaron a establecer un pie de fuerza
permanente en su zona occidental.
Con los Muzos, vecinos Nor-occidentales, igualmente sostuvieron grandes guerras
probablemente a causa del deseo de stos de apropiarse de algunas extensiones de la
frtil sabana para albegar una poblacin que padeca hambre, por la escasez y dificultad
de cultivo en su territorio.
Por el norte tenan de vecinos a los Guane, aguerridos, comerciantes, alfareros y tejedores
destacados. De otra parte, es probable que sus aproximaciones tuvieran tambin fines
matrimoniales dadas las reconocidas costumbres exgamas de este grupo.
Lanches, Tunebos, y Achaguas fueron los vecinos de la parte oriental y con ellos
aparentemente no tuvieron conflictos, probablemente mediaban relaciones de carcter
comercial. Por el Sur colindaban con Los Sutagos y los Guayupes. Los primeros estaban
sometidos parcialmente al dominio del Zipa e hicieron frente unido contra los Panches sus
enemigos comunes. Los segundos, habitantes del lmite con los llanos, tuvieron contactos
frecuentes y amistosos, lo cual nos lo prueban las investigaciones arqueolgicas de los
llanos donde se ha encontrado alfarera con marcada influencia Muisca.
CRONOLOGIA
Los Muiscas se pueden situar en el tiempo mediante fechas de C14. por sus
manifestaciones culturales en el grado de desarrollo denominado Formativo
Desarrollado en el contexto precolombino americano.
Los Muiscas alcanzaron notables adelantos desde el punto de vista de sus complejos
sistemas polticos y sociales.
Posean un slido gobierno con una bien estructurada legislacin y gobernaba toda una
pirmide social en cuya cspide se encontraban los caciques y la nobleza y en la base el
pueblo y los esclavos. Practicaron la agricultura intensiva con excedente de produccin y
emplearon terrazas de cultivo para aprovechar con ventaja los sitios de difcil cultivo o
sujetos a inundaciones.
Trabajaron con relativo xito en metalurgia y alfarera aunque en estos campos sus
resultados desde el punto de vista esttico no pueden compararse con algunos de los
grupos precolombinos contemporneos como por ejemplo los Quimbaya, entre otros.
Por el C14 se puede apreciar a travs de toda la secuencia temporal comprendida desde
310 D.C., hasta 1305 D.C. una continuidad y repeticin de formas, tcnicas de
manufactura y elementos decorativos, tanto en alfarera como en la orfebrera, por los
cual se puede notar claramente una persistencia de estilo dentro de este grupo cultural.
De otra parte los estudios arqueolgicos realizados en la zona reportan una escasa
profundidad de la capa cultural identificada como perteneciente a los Muisca, entre 50 y
80 cm., lo cual nos lleva a concluir sobre un asentamiento relativamente reciente del
grupo cuando lo sorprendi la conquista espaola. Vale decir que los Muiscas tuvieron un
desarrollo temporal aproximado de 1200 aos, pero se encontraban en pleno proceso de
crecimiento y desenvolvimiento cuando llegaron los hispanos.
USOS DE LA CERAMICA ENTRE LOS MUISCAS
Los Muiscas tenan diferentes clases de cermica la cual utilizaban para diversos fines, es
decir, tenan forma, acabado y decoracin, segn la funcin especfica a la cual estuvieran
destinadas.
Sin embargo, la especializacin no fue tan completa puesto que su alfarera en un gran
porcentaje no es el resultado del trabajo de especialistas dedicados exclusivamente a este
oficio.
Se pudo deducir al observar que las piezas no alcanzan a tener el pulimento acabado y
arte caracterstico de la cermica que s fue producida por artesanos especializados como
es el caso de la alfarera de Nario, Calima, o Quimbaya, en el territorio colombiano, o
tambin la Inca en el Per y la azteca en Mxico.
CERMICA COMO AJUAR FUNERARIO
Los Muiscas no se apartaron de la mayora de los grupos aborgenes precolombinos en la
creencia en otra vida posterior a la muerte y a la cual haba que llevar las pertenencias
materiales, esclavos y esposas, segn fuera la categora del desaparecido.
Por esta razn al difunto lo inhumaban engalanado con sus adornos de oro y esmeraldas si
los posea. Se lo introduca en la tumba con armas, vestidos, recipientes con comidas y
bebidas y en fin todo lo que consideraban que pudiera necesitar en el largo viaje que se
iniciaba.
Las personas de bajo rango social eran enterradas con sus escasas pertenencias las cuales
consistan normalmente en unos pocos recipientes de cermica con alimentos.
Una costumbre algo comn entre los Muiscas, fue el embalsamiento o momificacin de
sus muertos, lo cual realizaban mediante el empleo del jugo de algunas plantas.
Tambin sometiendo el cadver a la accin del humo y el fuego hasta obtener su
deshidratacin.
Respecto de estas prcticas y su ajuar funerario nos dice el Cronista de la Conquista, Fray
Pedro Simn: Eran varios los modos con que enterraban a sus difuntos, porque a los
reyes y caciques de ordinario los sacaban las tripas e intestinos en muriendo y con resinas
que llamaban Mocoba que se haca de unos higuillos de leche pegajosa y otras cosas con
que las mezclaban, embalsamaban los cuerpos y despus de llorarlos en su casa 7 das, los
enterraban en una bveda que ya tenan hecha para esto, envolvindoles en mantas finas
y ponindoles a la redonda muchos bollos de maz y mcuras de chicha, sus armas y en su
mano tiradera con un pedazo de oro... (Simn, Noticias Historiales. Tomo 1 pag.27).
Esta costumbre es igualmente reseada por los diversos cronistas que relataron todo el
acontecer de la conquista.
Ya bien entrado el siglo XVIII, Rodrguez Freyle cuenta lo siguiente respecto de las mismas
prcticas: ...Estos (indios) quedaban enterrados por aquellas cuevas y peascos,
ponindoles dolos de barro y de oro y dems pertenencias... (Rodrguez Freyle, El
carnero. pag 84).
La anterior relacin nos lleva a pensar que en pleno perodo colonial los indgenas an
conservaban sus prcticas y costumbres funerarias. Por excavaciones arqueolgicas
realizadas en los municipios de Soacha y Funza en Cundinamarca a comienzos de 1976,
hemos podido comprobar diversas formas de enterramiento utilizadas por los Muiscas, as
como la ofrenda de cermica como ajuar funerario de acuerdo a lo relatado por los
cronistas.
LA CERMICA CEREMONIAL
Los Muisca elaboraron una clase especial de cermica con formas determinadas y cuya
funcin era eminentemente ceremonial. Esto quiere decir que eran utilizadas para recibir
las ofrendas en los templos o tambin para simbolizar en figuras antropomorfas sus dioses
o deidades tutelares a quienes se les renda culto. Aparecen tambin representados en
cermica falos y pequeas figuras femeninas los que posiblemente fueron utilizados para
algn rito especial de fertilidad.
Las vasijas que servan de ofrendatarios fueron denominadas por los espaoles del siglo
XVI Gazofilacios posiblemente por analoga con las figuras que servan para recoger
limosna en Jerusaln. Los gazofilacios o cepos Muisca consisten en figuras antropomorfas
huecas con una abertura en el vientre o en la cabeza. A veces la cabeza o su tocado era
movible y serva de tapadera, la abertura en la figura est hecha con el propsito de que
pudieran ser introducidas las ofrendas. Estas ofrendas consistan por lo regular en figuritas
antropomorfas de oro, cobre y tumbaga denominados comnmente tunjos; en collares
de conchas o de semillas; y tambin esmeraldas piedras favoritas de los Muisca con las
cuales adems de adornarse y de servirles de ofrendas, realizaban importantes
transacciones comerciales con sus vecinos para obtener el oro, metal del cual carecan en
su territorio. Adems de esta clase de ofrendatarios, posean otros en forma de vasijas
corrientes, denominadas Mcuras o tambin Copas. Las ofrendas eran depositadas
exclusivamente por los sacerdotes denominados jeques o mohanes quienes previo al
ofrecimiento realizaban complicados y especiales ritos. La ofrenda ceremonial estaba
igualmente representada por figuras antropomorfas manufacturadas con diferentes
materiales tales como oro, cera, cermica, algodn y madera con los cuales se hacan los
ofrecimientos o rogativas segn las necesidades del ofrendante.
Las pequeas figuras femeninas posiblemente tenan el poder de conceder favores a su
dueo aunque tambin podra tratarse de un amuleto, por ejemplo para propiciar un
buen parto.
Los falos fabricados en cermica son otro tipo de representaciones ceremoniales
encontradas en la zona Muisca, esta cermica presenta dimensiones que varan entre 24 y
30 cm en su eje; se presume que eran utilizados para un culto ritual o flico relativo a la
fertilidad, igual al observado en otras reas americanas y colombianas como en la Tairona
y Tumaco en Colombia y la Mochica en el Per.
Una prctica frecuentemente observada en la cermica del ajuar funerario es la de la
ruptura intencional, total o parcial, de las vasijas, en este ltimo caso aparecen unos
orificios de forma redondeada o ligeramente alargada en el cuerpo de la vasija los cuales
por sus caractersticas acusan una fractura intencional cuidadosa, de ninguna manera
accidental, puesto que no se observan estras perpendiculares al orificio como s ocurrira
si se tratara de un golpe accidental. Esta cermica se denomina matada en razn al rito
simblico realizado por los indgenas en el cual las pertenencias del difunto moran
igualmente con l.
Otra clase de cermica ceremonial es la de los braseros utilizados para quemar Moque,
resina de penetrante olor, en sus ceremonias religiosas. Estas vasijas generalmente
presentan una excelente forma, acabado y manufactura y su superficie tiene un color
negro caracterstico producido por el efecto de la exposicin prolongada al fuego en seco
durante el proceso de quemado de las citadas resinas.
LA CERAMICA DOMSTICA
En lo referente a la funcin especfica de esta cermica no hay una relacin detallada,
pero se puede inferir su presencia por las alusiones que hacen sobre jarras, destinadas
para el transporte de la chicha y tambin por la mencin de las vasijas utilizadas para
tostar las hojas de coca que fueron consumo usual entre los aborgenes precolombinos
debido a sus propiedades estimulantes, a la vez que eran utilizadas como producto de
intercambio comercial. Esta vasija ceremonial era denominada Mcura, la cual tiene las
caractersticas de poseer un cuello alto y angosto, con decoracin antropomorfa o
zoomorfa y un cuerpo globular. Este recipiente era usado como ofrendario y tambin para
la funcin domstica de almacenar los lquidos y la chicha de consumo diario. Sin
embargo, las Mcuras destinadas para el transporte de las chicha son las mismas vasijas
denominadas jarras, estas tienen cuerpo ms ancho y corto y no siempre presentan
decoracin en el mismo, su acabado y manufactura son poco esmerados; adems su
frecuencia de aparicin en relacin a la mcura ceremonial propiamente dicha es bastante
alta debido, a su funcin domstica.
Es conveniente anotar que aunque estas jarras de uso domstico son utilizadas como
parte del ajuar funerario para almacenar la chicha, casi nunca presentan seales de haber
sido usadas. Seguramente este hecho se deba a que para las prcticas funerarias
empleaban piezas nuevas. Las Mcuras o jarras tenan otros usos adems de los
meramente domsticos como son los de servir de dote a la novia cuando contraa
matrimonio.
Haba otra clase de vasija domstica denominada escudilla o cuenco, utilizadas para servir
alimentos, aunque tambin nombran como escudilla al recipiente destinado a recoger la
sangre de los Moxas, como se llamaba a los nios destinados a los sacrificios religiosos.
La cermica propiamente domstica sea la empleada en las labores de cocina cotidiana
es fcilmente identificada por las seales de frecuente uso que presentan como por la
cantidad de holln que generalmente tiene adherida a su superficie.
Es poco frecuente encontrar esta cermica en el ajuar funerario porque como ya
habamos anotado por amplia observacin, se puede deducir que preferan o tenan por
costumbre ponerle al muerto piezas cermicas nuevas.
LA CERMICA INDUSTRIAL
La cermica industrial era aquella utilizada en la elaboracin de diversos productos
destinados primordialmente para el intercambio comercial y an para ser utilizados en el
consumo interno. Es el caso de los recipientes cermicos de considerable tamao
llamados gachas o moyas, utilizados para la evaporacin en la produccin de la sal. Otra
clase de cermica destinada a usos industriales eran los crisoles y los sopladores de arcilla,
utilizados para la fundicin del oro. El Museo del oro del Banco de la Republica cuenta con
algunas muestras de estos utensilios encontrados en los municipios de Guatavita y Pasca
en Cundinamarca, famosos precisamente por su laboreo del oro durante la poca
precolombina.
Respecto de los volantes de huso o torteros, utilizados en la industria de los hilados, se les
ha encontrado generalmente manufacturados en piedra con dibujos muy bien elaborados
como elementos decorativos.
Sin embargo han aparecido unos hechos en arcilla pero con una manufactura diferente, lo
cual hace pensar que los utilizaban seguramente de manera provisional mientras
elaboraban los usuales en piedra.
Para la decoracin de su alfarera los Muiscas usaron preferencialmente la pintura positiva
tanto en monocroma como bicroma, las incisiones, y en una baja proporcin emplearon
las tcnicas de modelado, impresin y pastillaje.
Estas ltimas tcnicas aparecen casi exclusivamente en sus representaciones
antropomorfas de deidades o de personajes principales, y solo por excepcin en la
cermica domestica. Los colores empleados fueron el blanco y el rojo en todos sus
matices. Los diseos se elaboraron con el colorante rojo directamente sobre la vasija y
tambin aplicaron el color blanco a manera de engobe y sobre ste dibujaban los diseos
deseados.
La pintura fue aplicada con plumas, con los dedos y tambin con una gota de algodn o un
ramillete de hojas arregladas para que sirvieran de instrumento decorador.
Evidentemente estos pinceles no fueron muy eficaces dados que los diseos solo por
excepcin aparecen bien elaborados. Generalmente, la perfeccin del instrumento iba de
acuerdo con la especializacin del artesano y con la funcin que desempeara la pieza
una vez manufacturada.
La cermica ceremonial aparece decorada con mejor tcnica y sentido artstico que la
domstica. En esta ltima es usual la aplicacin de la pintura con los dedos o con
instrumentos muy rudimentarios.
Segn cierto nmero de estudios consultados al respecto, en muchos pueblos primitivos
se puede observar que en sus manifestaciones artsticas se evidencia generalmente una
primera etapa de naturalismo o realismo, en la cual se plasma en la piedra, en la cermica,
en los metales o en el hueso, lo que el artista tiene a su alrededor; la naturaleza, los
animales y el hombre mismo. Luego ya en una etapa ms adelantada, generalmente
prescinde del elemento naturalista para pasar al plano de las representaciones
geomtricas, las estilizaciones y las abstracciones. Este desenvolvimiento suele ir
generalmente a la par de sus dems realizaciones sociales, intelectuales y materiales, en
las cuales gradualmente se va llegando a un perfeccionamiento, producto de la repeticin
de las experiencias derivadas de sus realizaciones en estos campos.
Es este plano, de geometrizacin y muy poco naturalismo, en el que encontramos las
representaciones artsticas de los Muisca, quienes fundamentaron su decoracin en los
diseos geomtricos y en las estilizaciones humanas y animales, pero a diferencia de otros
pueblos, sus dems manifestaciones materiales y culturales no estn del todo acordes con
esta etapa de abstraccionismo.
El resultado del anlisis de los Muiscas dentro de su contexto histrico social y cultural,
nos ha llevado a pensar que su decoracin geomtrica con pocas excepciones estaba
desligada de un simbolismo o abstraccionismo.
Pensamos esto, debido a que sus incursiones en los diversos campos culturales, salvo su
organizacin social y poltica, no dejan de ser manifestaciones simples carentes de una
planeacin o sensibilidad que evidencie expresiones artsticas en anlisis o abstracciones.
En esto se diferenciaron de los mayas, los Incas y los Aztecas, por ejemplo, quienes
expresaban su arte y sus conocimientos en nivel ms avanzado por medio de smbolos y
tambin por representaciones naturalistas. El hecho de encontrar entre los Muisca un
adelanto significativo en su organizacin social y poltica, no acorde con sus realizaciones
tcnicas y artsticas.
La especializacin alfarera de los Muiscas, no parece haber tenido una dedicacin
exclusiva por parte de los artesanos puesto que los resultados no fueron del todo
satisfactorios. Se puede constatar este hecho al observar la decoracin precipitada y
descuidada de gran parte de sus vasijas, posiblemente por el afn de dedicarse a otros
menesteres ms necesarios para su subsistencia. Se pone de manifiesto que el mejor
resultado en el desarrollo de una industria cualquiera, se logra cuando existe la
especializacin por parte de individuos dedicados a una determinada profesin quienes
gradualmente perfeccionan y desarrollan nuevas tcnicas que necesariamente se
traducen en mejores obras desde el punto de vista de la calidad tcnica.
El hecho de que los diseos geomtricos no correspondan al adelanto tecnolgico, en
acabado y decoracin, nos hace suponer que los Muisca pudieron haber tomado los
diseos decorativos de otro grupo ms adelantado, el cual no podemos precisar debido a
que en otros sitios de Amrica se encuentran los motivos representados en su alfarera
tales como espirales, ngulos, lneas curvas, etc. Tambin debido a que los Muiscas
provenan de otro sitio y que su asentamiento en el territorio colombiano era
relativamente reciente y no haban alcanzado a desarrollarse plenamente cuando los
sorprendi la Conquista. Nos inclinamos un poco ms por este ltimo planteamiento, ante
la evidencia arqueolgica que as lo demuestra, por las excavaciones llevadas en la zona.
En estas, la cermica apareci solamente en los primeros niveles de la excavacin y hasta
50 cm de profundidad. De esta profundidad hasta 3.50 mts, donde ya aparece la capa
cultura estril, solo se encontraron objetos lticos y huesos pertenecientes evidentemente
al Paleoindio (Correal,Gonzalo. Investigaciones en los Abrigos Rocosos del
Tequendama.1975).
El anlisis de los fragmentos cermicos puso de manifiesto una cermica ya evolucionada
en los aspectos de adecuado manejo de la arcilla y uso de pintura positiva. Sin embargo,
en ningn fragmento aparecieron rasgos que denotaran una cermica temprana, a saber,
de manufactura burda y decoracin ungulada o digital tosca. (Perdomo Luca de, Informe
de laboratorio sobre la Cermica Tequendama, 1975).
En efecto, la poca profundidad de la capa cultural identificada como Muisca y la aparicin
de cermica bien manufacturada nos llevaron a considerar que la cermica de los Muiscas
no tuvo su primer desarrollo en el territorio ocupado por ellos sino que la trajeron ya
adelantada de otros sitios. Probablemente algn da sern reconocidos si se emprende un
estudio conjunto y metdico en las zonas arqueolgicas americanas.
En la decoracin Muisca el diseo predominante es el geomtrico simple a base de lneas
rectas, de puntos, de espirales y de lneas curvas de diferentes anchos y dimetros,
diseos carentes de regularidad y ejecutados con trazos descuidados y precipitados. En su
disposicin se observan superposiciones y repeticiones simtricas que evidencian un
sentimiento de composicin pero en general se observa ausencia de habilidad en su
ejecucin.
Los diseos geomtricos de la gran mayora de las vasijas cermicas Muisca no parecen
ser representaciones simblicas de ideas abstractas y solamente estos dibujos parecen
encerrar una funcin de adorno bsica y elemental, independiente de conllevar implcito
un mensaje, una rogativa o una cbala religiosa. Pudiramos pensar que los primeros
diseos, cuando empezaron a decorar su cermica, se elaboraron independientemente de
la mera representacin ornamental, dado que la mentalidad de los primitivos aborgenes,
siempre ha estado influenciado por conceptos mgico-religiosos. En este concepto estn
de acuerdo la mayora de los autores que han hecho estudios sobre arte primitivo por
ejemplo Pijoan en su Historia del arte dice que tanto el indgena precolombino como el
actual se haya condicionado por creencias, costumbres y mitos orientados en funcin de
lo religioso y sobrenatural. Similar concepto emite Carlos Samayoa, en su breve resea
sobre el arte Maya al afirmar que el hombre primitivo vivi y vive en funcin de la
mitologa que es la forma de interpretar los diversos fenmenos que los rodean. Quizs
los primeros diseos de los muisca se elaboraron con esa funcin religiosa pero luego el
dibujo fue repetido colectivamente hasta el punto en el cual el artesano olvido el cabal
significativo de su decoracin y sta pas a cumplir una funcin meramente de tipo
ornamental; una excepcin a lo anterior la presentan las mcuras y copas ceremoniales
tipo Tequendama, alguna cermica del valle de Tenza y Buenavista en el departamento de
Boyac, en las cuales el elemento artstico es notoriamente complejo y parece llevar un
mensaje religioso, adems se pone de manifiesto que su manufactura y decoracin estuvo
a cargo de un alfarero especializado y se adivina en sus diseos el deseo del artista de
producir un dibujo esttico y una forma en armona de proporciones. Las mcuras poseen
un cuello esbelto, elegante sobre un cuerpo igualmente bien manufacturado, su
decoracin es compleja y parece llevar un mensaje de carcter religioso por el hecho de
estar formadas por figuras antropomorfas y por sus rasgos parecen representar a un
personaje principal o mtico, tambin por sus motivos zoomorfos de culebras y ramas, las
cuales tiene una significacin dentro de su mitologa. La decoracin de la culebra que
aparece invariablemente en estas piezas y en las copas ya sea de representacin
naturalista o tambin estilizada, parece corresponder al mito del Bachu, considerada
como la madre del gnero humano.
Segn la leyenda Muisca, Bachu emergi de la laguna de Iguaque con un nio en sus
brazos y ms tarde cuando el nio creci se caso con l y tuvieron tantos hijos que
poblaron el mundo; despus cuando la pareja se volvi anciana se tornaron en culebras y
volvieron al fondo de la laguna.
Una vez canalizamos este mito, podemos entender el porqu de las frecuentes
representaciones de serpientes y culebras, que aparecen en la alfarera de su ajuar
funerario, debido a que los Muisca posiblemente asociaban la culebra con la muerte y el
viaje al ms all.
La rana y el renacuajo son representaciones muy usuales no slo en la cermica sino
tambin en el oro y en las pinturas rupestres entre los Muisca, posiblemente estos
animales tenan al igual que en la mayora de los grupos aborgenes americanos una
connotacin mgica o religiosa especial. Luis Duque Gmez las identifica como deidades
del agua y de la lluvia, pero es probable que tambin tuvieran alguna connotacin con la
muerte pues aparecen representadas habitualmente en las vasijas ceremoniales
funerarias. En el arte Muisca esta clase de representaciones las podemos incluir dentro del
plano representativo, puesto que conllevan una significacin especial. Este significado es
independiente del resultado esttico aunque, algunas veces los dos elementos de
representatividad y esttica se ven combinados en una misma decoracin.
El diseo cruciforme, es un motivo que con frecuencia encontramos en las copas y en las
mcuras en las cuales ocupa un lugar evidentemente destacado dentro del conjunto de
dibujos, parece que el artista hubiera querido resaltarlo sobre los dems diseos. Este
motivo es una representacin que ha aparecido en casi todas las culturas primitivas y
antiguas. Las cruces posiblemente tuvieron para los Muiscas una significacin mgico-
religiosa especial debido a que, como anteriormente lo anotbamos, su ejecucin es
cuidadosa y su posicin destacada dentro del conjunto de diseos y adems no se
encuentra representada sino en las vasijas ceremoniales. La escultura de las figuras
antropomorfas en los Muiscas entra igualmente en el plano de lo representativo.
Tampoco denotan gran habilidad en este campo, tienen s, un estilo especial que las hace
diferentes a las representadas por otros pueblos, por la ejecucin de la cara de forma
aplanada, con los ojos y la boca grano de caf y la nariz fina y angosta pero totalmente
inexpresiva y esttica. No hay representaciones de movimientos en ninguno de sus rasgos
o de sus miembros, cuando estos son representados son apenas estilizaciones
disarmnicas en cuanto al tamao del cuerpo y de la cabeza de la figura y acusan un
evidente descuido en su confeccin. Parece que les dieran muy poca importancia en el
conjunto corporal y slo les interesaba la aparicin de la cabeza y los adornos con los
cuales distinguieron el rango de la figura representada.
Acerca de los diseos y de la manufactura cermica de los Muiscas podemos agregar que
los alfareros lograron a fuerza de repetir diseos. Agregndole cada artesano una mnima
variacin, un estilo que los diferencia y los hace identificables entre los diseos y formas
de otros grupos ceramistas como son los diseos de espirales sencillas y tambin radiadas,
estas ltimas a veces aparecen con unos diseos a manera de letra T dispuestos en
forma perpendicular, pero su proporcin de aparicin es muy baja. A diferencia de la
espiral con T de los Guane de Santander, que constituye un elemento decorativo muy
usual y caracterstico de este grupo cultural.
Tambin aparecen los diseos a base de lneas geomtricas superpuestas, tringulos,
ngulos y lneas curvas que estn ejecutadas en forma simple, e invariablemente sobre el
cuello, hombro y asa de la vasija cuando se trata de mcuras o de jarras, y en una cenefa
externa o interna de aproximadamente 7 centmetros de ancho en las copas.
Las figuras antropomorfas, como vimos, tienen un patrn homogneo de manufactura. La
variacin de los diseos decorativos que aparecen en la alfarera Muisca pueden
observarse en la serie de planchas que se ilustran ms adelante, las cuales fueron
dibujadas en forma geomtrica algo perfeccionada para que puedan apreciarse mejor los
diseos sin la deficiencia de ejecucin que presenta el diseo original.
LAGUNAS COMO CENTROS CEREMONIALES
Entre los Muisca las lagunas fueron adoratorios naturales. La exuberancia de la naturaleza
y la abundancia del agua, elemento vital en su mitologa constituyeron escenario
esplendoroso para su comunicacin con los dioses Chiminichagua, Huitaca, Xue, o Bachu,
a quienes posiblemente se les renda culto.
La laguna de Guatavita fue adems importante porque all se investa de mando al nuevo
cacique. Esta ceremonia debi dar lugar a la leyenda de El Dorado. La balsa de oro
encontrada en Pasca, en los ltimos aos es quizs una representacin de uno de esos
cultos Muisca.
GEOMETRIA SAGRADA
Las altas culturas amerindias crearon, sobre fundamentos msticos, desarrollos
matemticos, numerolgicos (cbala) y geomtricos para una estructuracin fctica de las
obras de culto.
Al igual que otras culturas del planeta, la Geometra Sagrada en Amrica fue un sistema
esotrico de valores mgicos, similar al pitagrico hermtico de tan secular vigencia en el
Viejo Mundo, que estableci en cada alta cultura una normativa de cnones
proporcionales y subyacentes signos de alusin mtico-csmica y cabalstica adivinatoria.
Esta geometra regidora fue celosamente guardada en secreto por las castas sacerdotales.
Para este clero, tales normas fueron cerrados sistemas mgico-religiosos, generadores
vitales de sagradas formas y de imgenes icnicas metafricas de connotacin csmica.
La deteccin y estudio de tales sistemas demuestra la necesidad de una prolija
investigacin terica para acreditar los criterios armnicos de las distintas concepciones
estticas habidas en Amerindia.
Toda la arquitectura ceremonial participa de esta semiologa al igual que la escultura, la
pintura, el dibujo, la cermica, la textilera y la orfebrera. De acuerdo con estas
comprobaciones es indudable que, en las obras artsticas de Amerindia, no todo lo que se
ve es tal cual como se ve y que como norma, se encuentran pensamientos trascendentes
plasmados visualmente que evidencian el alto nivel intelectual habido en la Amrica
antigua.
CRONOLOGA DE LAS CULTURAS HEGEMNICAS Y SUS PRINCIPALES
VOCACIONES PLSTICAS
SURAMRICA
COLOMBIA
Horizonte Temprano/Medio/Tardio/500 a.C.-1534 d.C.
SAN AGUSTIN: ESCULTURA ltica. Monolitos. Arquitectura incipiente, tumbas.
TIERRADENTRO: Arquitectura incipiente, tumbas. Orfebrera, votiva - adorno, joyas.
SINU/MUISCA/CALIMA: ORFEBRERIA. Joyas, votiva - adorno.
QUIMBAYA/TOLIMA: Cermica, vas.-vas. Escultura.
CAUCA/NARIO
TAIRONA: ORFEBRERIA. Joyas. ARQUITECTURA. Cermica - Escultura.
CARACTERSTICAS SOCIALES Y ECONMICAS DE LOS MUISCAS
Entre los muiscas exista una clara diferenciacin de clases; en la cima se encontraba el
Zipa, seor de Bogot y descendiente de la luna y el Zaque, seor de Tunja, descendiente
del sol. Despus de la nobleza que ocupaba cargos en el gobierno, estaban los sacerdotes
o jeques encargados de la comunicacin con los dioses; seguan los guerreros, defensores
del territorio; despus estaba el pueblo tributante, quienes hacan el trabajo agrcola,
minero y artesanal; y finalmente estaban los esclavos, generalmente prisioneros de
guerra, que servan a veces de vctimas en los sacrificios religiosos.
Para los muiscas, la luz y el agua representaban el principio de la vida. Las lagunas eran
santuarios naturales en donde rendan culto a los dioses y les ofrecan rogativas. Rojas
plantea que la mitificacin del agua se puede deber a que dado que los muiscas eran un
pueblo esencialmente agrcola, su sustento dependa de la lluvia y el riego. Esto explicara
su culto al sol y a la luna. Cuando faltaba la lluvia, ofrecan sacrificios a Xu (o Zu) para
apaciguar su ira. Cha, la luna, guiaba las siembras con sus fases. A diferencia de otros
grupos precolombinos, entre los muiscas, los hombres y las mujeres encarnaban las
fuerzas supremas y solo ocasionalmente intervena un animal: las culebras representaban
la muerte, los pjaros eran portadores de luz y las ranas eran estimadas por su relacin
con el agua.
En el territorio del norte, en donde rega el Zaque, se crea que los primeros hombres
fueron hechos de barro (a semejanza de la mitologa judaica) y las mujeres, de hierbas.
Su religin era politesta y contaban con dioses protectores que estaban en la mayor parte
de los actos de su vida.
Dentro de su mitologa figuran personajes masculinos que representaban la fuerza, el
poder y la sabidura y personajes femeninos que representaban la fertilidad y la
continuidad de la vida, pero tambin la lascivia y tentacin: Cha, deidad femenina, era
llamada Huitaca por su inclinacin a la vida disipada; fue ella quien les ense las
costumbres insanas.
Algunos dioses eran etreos mientras que otros tenan figura de hombres; solo uno,
Mencatacoa (o Fo), el dios de la chicha, de los pintores, de los constructores y de los
tejedores, se representaba con figura de oso o zorro.
Entre sus dioses estaban:
- Bachu, la diosa de los muiscas y de las legumbres
- Cuchaviva (o Suchaviva), el arco iris, protega a las mujeres durante el parto y era el
protector de la salud.
- Chiminichagua era el ser supremo y la fuerza creadora.
Tenan templos en donde veneraban a sus dioses, representados en figuras de cera, oro,
cermica o hilo. El templo ms conocido por sus dimensiones fue el de Sogamoso, el cual
dicen estaba ntegramente alfombrado en fino esparto. Fue incendiado durante una de las
incursiones de saqueo de los espaoles.
Las ofrendas se depositaban en figuras huecas de cermica y eran los sacerdotes o jeques
los que realizaban los ofrecimientos despus de elaboradas ceremonias.
El jeque adems de sacerdote, era curandero, labor que realizan con diversas yerbas
acompaadas de invocaciones a sus dioses. Su cargo era heredado por los sobrinos, hijos
de la hermana. El aspirante al cargo era sometido desde nio a drsticos ayunos y
penitencias; le enseaban la mitologa y los ritos y prcticas para realizar las curaciones.
Parece que llegaron a practicar complicadas cirugas en el cerebro, con resultados
positivos.
Realizaron sacrificios espordicos como el de los Moxas (Mojas), adolescentes ofrecidos al
sol para aplicar su ira, durante las sequas. Tambin tenan costumbre de inmolar nias en
los postes de las construcciones de jeques y caciques.
La organizacin social muisca se basaba en clanes, en donde estaba prohibido el
matrimonio debido a la cercana de parentesco.
Eran polgamos: la primera mujer era la principal y poda reprender a su marido. Las
dems tenan categora de concubinas.
Los hombres tenan derechos casi ilimitados sobre sus mujeres: podan darlas como
obsequio, las enterraban vivas para acompaarlo durante la muerte y eran una de las
principales fuentes de trabajo.
En la mujer, la infidelidad era castigada con la muerte y en el hombre con una sancin ms
o menos leve, a menos que el ofendido fuera un personaje principal, en cuyo caso ambos
culpables eran ajusticiados.
El matrimonio era un trueque que se realizaba entre el novio y los padres de la joven; se la
cambiaba por mantas, cargas de coca y chicha o por venados. Las vrgenes eran
rechazadas por el esposo, lo que implica que era permitida y necesaria la libertad sexual
entre los jvenes.
Era importante para los muiscas el paso de la niez a la pubertad: las nias eran recluidas
en una casa especial y luego culminaban la ceremonia con un bao del ro; los hombres
celebraban una gran fiesta con chicha.
La msica acompaaba todos los sucesos de sus vidas, incluso la guerra.
Para los muiscas, el rojo era seal de luto y muerte, de ah que las vasijas funerarias
estuvieran pintadas de este color.
La sal y las esmeraldas ocuparon el primer rengln en la minera muisca. La explotacin de
las esmeraldas la realizaban solo en poca de lluvias, explotando las minas de Somondoco,
ya que las de Muzo, estaban ocupadas por tribus belicosas. Para los muiscas, las
esmeraldas tenan un significado mtico: Segn la leyenda, el primer zaque, Goranchacha,
sali de una esmeralda que gest y alumbr una joven de Guachet por intermedio de un
rayo de sol. Las esmeraldas eran colocadas en los ojos, la boca, las orejas y el ombligo de
los personajes importantes cuando moran.
Para la explotacin de sal hacan largas y angostas galeras y luego extraan los terrores
con palos puntiagudos (coas). Para refinarla, utilizaban como tcnica, la evaporacin.
Los espaoles fueron recibidos con miedo por los indgenas, quienes pensaron que eran
enviados del sol y la luna para castigarlos por sus pecados.
Del mismo modo, muchas de las innovaciones de los espaoles fueron aceptadas. La lana
de oveja sustituy casi totalmente al algodn. La ganadera vacuna, caballar, porcina y las
aves de corral tuvieron igual aceptacin.
Los bueyes y la yunta espaola aligeraron las labores agrcolas, para las cuales solo se
contaba con la fuerza del hombre y el palo plantador o coa.
ORFEBRERA
Los muiscas elaboraron piezas en oro utilizando la tcnica de la Tumbaga, que consisti en
la utilizacin de una mayor proporcin de cobre en la aleacin del oro. Trabajaron el oro
por el sistema de martillado de lminas de delgadas, con aplicaciones de motivos hechos
con alambre; tambin utilizaron el sistema de moldes como el de cera perdida. Los tunjos
no se caracterizaban por su belleza. Parece que eran representaciones de los personajes
sobresalientes (deidades o gobernantes), destacndose la incidencia de figuras femeninas.
Los muiscas utilizaron el dorado por oxidacin, para darle a la tumbaga la apariencia de
oro fino.
Segn los cronistas, los indgenas usaban el zumo de una planta para lavar la tumbaga,
luego la ponan al fuego, de modo, que el cobre se oxidaba, produciendo una pelcula de
xido de cobre. Este xido era limpiado y la superficie quedaba recubierta de una capa
delgada de oro.
Esta tcnica fue utilizada por los muiscas para engaar a los espaoles cuando tuvieron
preso a Sagipa, el ltimo Zipa, por el cual pedan un rescate en oro. Cuando la baja calidad
del oro fue descubierta por Quesada, recay su furia sobre el zipa.
ALFARERA
Por otra parte tenan centros dedicados al trabajo de la cermica como Tocancip, Tinjac,
Rquira, Tunja y Soacha.
Hicieron vasijas para las ofrendas en los templos, figuras antropomorfas que simbolizaban
sus deidades tutelares y personajes principales y grandes vasijas para el intercambio
comercial. Elaboraron su cermica modelando directamente el barro, o por medio de
rollos de arcilla en espiral. La decoracin utilizada fue la pintura roja y blanca en varias
tonalidades. Estos colores los obtenan de xidos minerales. Algunas vasijas fueron
adornadas con aplicaciones de pastillaje y con incisiones, tcnica con la que realizaron
diseos antropomorfos y geomtricos. La decoracin de la alfarera era pobre, salvo
cuando el diseo tena una simbolizacin mgico-religiosa con culebras y figuras humanas.
MANUFACTURA
Los muiscas fueron hbiles tejedores. Utilizaron los husos, varitas de madera insertadas en
torteros de piedra, que cumplan la funcin de pesas para facilitar la torsin de las fibras.
Para el tejido emplearon telares horizontales y verticales. Utilizaban agujas de oro y
hueso. Pintaban la tela con pinceles o tean las madejas de hilo para realizar franjas
decorativas. Elaboraron dibujos geomtricos de gran complejidad. Utilizaron colorantes de
origen vegetal y animal. El color rojo lo obtenan de unos insectos llamados cochinillas y
del achiote (Rojas, 1980).
ASPECTOS FUNERARIOS
La muerte era concebida como el inicio de un largo viaje, al final del cual, llegaran a un
mundo similar a este, en donde segn el comportamiento que hubiera tenido la persona
en vida y la forma como ocurriera su muerte, tendra una recompensa o un castigo. En la
mayora de los casos, dotaban las tumbas de adornos de oro y esmeraldas, armas, vasijas
de arcilla con provisiones de maz, chicha y otros alimentos, mantas y herramientas. Una
de las maneras de preservar los cadveres era la momificacin, que lograban ahumando
el cadver hasta secar todas las sustancias lquidas y grasas, con lo cual la piel quedaba
apergaminada; la otra consista en cubrirla con capas y capas de telas de distintas tramas,
y finalmente lo metan en una bolsa de fique, parece que con el propsito de preservarlo
de la humedad. Los personajes principales eran enterrados con sus esclavos y mujeres a
quienes narcotizaban y embriagaban, para que no se dieran cuenta de su destino.
Buscaban la capa de greda natural, para sobre sta, tallar la tumba, de tamao
ligeramente mayor que el del difunto, a quien depositaban directamente sobre la tierra.
Las cuevas naturales fueron otros sitios para sus enterramientos, en donde colocaban a
los cadveres momificados. Silva Celis excav gran cantidad de estas cuevas en la Belleza
(Santander) y encontr ms de 500 figurillas de arcilla sin cocer, antropomorfas y en
posiciones flexadas. Todas tenan representado el sexo femenino, lo que hace pensar que
se relaciona con el culto a la fertilidad.
ORGANIZACIN SOCIOPOLTICA
La Confederacin Muisca era la forma poltico-administrativa que se conformaba en el
momento de la llegada de los conquistadores en 1537. La conformacin presupuso el
predominio de los psihiqua, jefes o caciques, dentro de cada comunidad. El origen y parte
de la explicacin de unidades polticas que trascendan la comunidad debe buscarse en los
lazos de parentesco, como los que existan entre los caciques de Bacat y Cha, Tunja y
Ramiriqu o Duitama y Tobasa. Aunque la necesidad de unirse para ejecutar obras o
comerciar o de aliarse temporalmente durante las guerras, haya desempeado tambin
un papel en la articulacin confederal, entre los muiscas la tendencia preponderante lleg
a ser la sujecin de las comunidades ms dbiles por las ms fuertes, por medios militares.
Representacin orfebre de la antigua tradicin del Zipa que, cubierto en oro, hace
ofrendas a la diosa de la Laguna de Guatavita. En esta tradicin est el origen de El
Dorado.
El cacique dominante dentro de una confederacin respetaba el gobierno autnomo de
los caciques subordinados y mantena la territorialidad de las respectivas comunidades,
pero se converta en el mximo jefe militar y adems el detentador final y principal
beneficiario de un sistema de tributos comunitarios que ha sido documentado. Operaba
una superposicin de estructuras de caciques y comunidades dominantes, subdominantes
y dominados, a la que le correspondan caciques de jerarqua diferente, que los espaoles
denominaron seores, caciques (uzake, eran convocados a los consejos), capitanes
(sybintiba) y capitanes menores (utatiba). Se heredaba el cargo por lnea materna.
Las confederaciones hermanas, ubicadas en el Altiplano Cundiboyacense, rea central de
la Cordillera Oriental de los Andes colombianos, comprendan un territorio de
aproximadamente 46.972 km2 (rea un poco mayor que la de Suiza: 41.285 km2), desde
el norte de Boyac hasta el Pramo de Sumapaz, y desde las cimas hasta las faldas de la
cordillera en la Cundinamarca oriental, limitando con los Panches y Pijaos, tena una
poblacin de aproximadamente un milln de habitantes. Pero el rea de influencia de la
cultura muisca es mayor, comprendiendo parte de Centroamrica.
Las confederaciones conservan la soberana, luego es inexacto hablar de un planeta
chibcha y mucho menos de un imperio chibcha. No fue un reino porque no exista un
monarca absoluto y no fue un imperio porque los muiscas no sometieron pueblos no
muiscas a su rgimen poltico. En este sentido las confederaciones chibchas no pueden ser
comparadas al Imperio azteca o al Imperio inca que le eran contemporneos.
La importancia poltica de la Confederacin Muisca es que fue la ms grande y la ms
organizada confederacin de tribus del continente.
Cada comunidad estaba regida por su jefe o cacique, tena su autonoma y se sentan
parte de su confederacin.
Los muiscas no trataron de agregar a esas confederaciones a otras etnias, sino que sus
jefes se batan entre ellos para unirse en torno al vencedor. La confederacin, adems de
ser entre tribus hermanas, de la misma cultura e idioma, garantizaba el trueque y la
defensa comn ante enemigos externos. Por esta razn el ejrcito dependa directamente
del mximo jefe de la confederacin (Zipa o Zaque) conformado por los gechas, los
tradicionales guerreros muiscas.
Gobernantes muiscas
Al llegar los europeos, haba dos confederaciones principales, la de Hunza (hoy Tunja),
cuyo soberano era el Zaque y la de Bacat cuyo soberano era el Zipa. Ambas
confederaciones tenan relaciones polticas estrechas dada la afinidad tnica y cultural,
pero mantenan rivalidad. Adems de Bacat y Hunza, los cronistas refieren la existencia
independiente de las confederaciones de Duitama (Tundama), y Sogamoso (cuyo jefe era
el Iraca).
Territorio del Zipa (Dividido en cuatro partes):
Cacicazgo de Guatavita: Guatavita, Sesquil, Guasca, Sop, Usaqun, Tuna, Suba,
Teusac, Gachet, Chocont y Suesca entre otras.
Cacicazgo de Ubaque: Ubaque, Choach, Chipaque, Cqueza, Usme
Cacicazgos de Fusagasug: Fusagasug, Pasca y Tibacuy.
Cacicazgos de Ubat: Ubat, Cucunub, Simijaca, y Susa.
Territorio del Zaque:
Hunza, Ramiriqu, Machet, Moniquir, Tenza, Sutatenza, Somondoco, Sorat, Tibirita,
Lenguazaque y Turmequ.
Territorio del Tundama:
Duitama, Tobasa, Paipa, Cerinza, Ocavita, Onzaga, Soat, Ibacucu, Sativa y Tiban, entre
otras.
Territorio del Iraca: Sogamoso, Bombaza, Busbanz, Chipat, Pesca, Pisba, Tpaga, Toca
entre otras.
Cacicazgo de Bacat: Funza, Tenjo, Subachoque, Facatativ, Tabio, Cota, Cha, Cajic,
Zipaquir, Nemocn, Engativ, Bosa, Soacha y Zipacn.
Cacicazgos autnomos:
Saboy, Charal, Chipat y Saquencipa, Tacasquira, Tinjac, entre otros. La confederacin
de Guanent, perteneca a los guanes, y la de Cocuy a los tunebos, pueblos ambos de
lenguas chibchas, pero independientes.
La legislacin muisca estaba basada en la consuetdine, es decir, en la fuerza de la
tradicin. Un determinado comportamiento ms o menos aceptado por el comn y
aprobado por la mxima autoridad (zipa o zaque), era tenida por todos como fuerza de
ley. En tal sentido dicha manera de legislar corresponde naturalmente al modo
organizativo de una confederacin y de esta manera la normatividad muisca tena un
admirable nivel administrativo. Los recursos naturales no podan ser privatizados.
Bosques, lagunas, pramos, ros y recursos naturales en general pertenecan al bien de
todos.
Economa
La Confederacin chibcha explotaba los siguientes productos minerales:
Esmeraldas: an hoy Colombia es el primer productor mundial de esmeraldas y son
tenidas entre las ms preciadas del planeta. stas vienen del territorio que constitua la
Confederacin chibcha.
Las minas de cobre.
Carbn: tanto vegetal como mineral. Hoy todava se siguen explotando minas de carbn,
por ejemplo en Zipaquir, y en este producto Colombia es una de las principales reservas
mundiales.
Sal: las minas de sal de Nemocn, Zipaquir y Tausa.
Oro: el oro era importado y lleg a ser tan abundante que fue material principal para la
artesana muisca (orfebrera) con fines religiosos. Este material dentro del territorio de la
Confederacin ms la tradicin de Guatavita crearan el mito de El Dorado.
Era una sociedad agrcola que tena un complejo sistema de regados. Otras actividades
econmicas fundamentales eran la orfebrera y la cermica. Se conservan piezas nicas
del arte precolombino muisca de figuras de extraordinaria fineza.
De manera muy especial hay que mencionar la produccin textil muisca. Al respecto dice
Paul Bahn que las culturas andinas dominaron todas las tcnicas de tejido y decoracin y
ya para el 3000 a. C. haban desarrollado los textiles de algodn y producan tejidos de
extraordinaria delicadeza superiores en muchos casos a los contemporneos.15 La
arqueloga Sylvia Broadbent quien estudi tejidos pintados de algodn, concluye que
las tcnicas de los muiscas eran complejas para producir telas de una sola pieza con
innumerables entretejidos y una capacidad de resistir el tiempo.
El mercado era sitio obligado de la economa de las comunidades, que practicaban la
compra-venta y an ms el trueque. All se cambiaban productos de primera necesidad
como el maz, la sal, miel, frutas, granos y mantas e incluso artculos de lujo como plumas
de pjaro, cobre, algodn, coca y caracoles marinos importados desde el territorio
tayronas. Bacat, Chocont Pacho y Hunza tenan los ms grandes mercados de todo el
territorio.
La moneda general eran unos tejuelos redondos de oro, aunque esmeraldas, sal, coca y
mantas de algodn tambin fueron usadas como equivalentes monetarios o para facilitar
el trueque.
Idioma
Idioma muisca
Nombres geogrficos:
Se conservaron los nombres de poblaciones y localidades. En muchas ocasiones los
conquistadores nominaban una fundacin espaola con un nombre castellano y otro
muisca (por ejemplo Santaf de Bogot). La toponimia de los municipios de los
departamentos de Boyac y Cundinamarca, en su mayora provienen del muisca: Bogot,
Sogamoso, Zipaquir, Cha, Soacha, Bojac, Bosa, entre muchos otros.
Tambin la palabra chucua para designar un pantano.
Nombres naturales:
la curuba y la uchuva, por ejemplo, son frutas.
Relaciones: al hijo menor se le dice cuba, a una muchacha se le dice china, muysca
significa gente.
Cultura
Ruinas de un antiguo observatorio solar muisca en el sitio El Infiernito (en las cercanas de
Villa de Leyva).
Los muiscas constituan y constituyen una sociedad agro cermica y manufacturera
perteneciente a la regin andina del norte de Suramrica. La manera de organizacin
poltica ya descrita los haca una unidad cultural compacta y disciplinada. Los aportes de
los muiscas a la identidad nacional colombiana hoy son incuestionables, ms an porque
la Confederacin chibcha no era otra cosa que la mxima representacin poltico-
organizativa de una cultura y una familia lingstica mayor. El estudio de la cultura muisca
es motivo de permanente investigacin y ello contribuye en parte a entender la identidad
del colombiano.
Religin
Los sacerdotes se formaban desde la infancia y eran los responsables de dirigir las
principales ceremonias religiosas. Nadie ms que los sacerdotes poda entrar al interior
del templo. La religin muisca contemplaba los sacrificios humanos, pero es probable que
a la llegada de los espaoles estos hubieran desaparecido tiempo antes y los relatos de
sacrificios humanos entre los muiscas sean historias transmitidas por tradicin oral, pues
no existe un testimonio de primera mano que mencione un sacrificio humano
contemporneo a la presencia de los espaoles. En todo caso las fuentes coinciden en que
cada familia deba ofrecer un hijo a los sacerdotes, el cual era criado por ellos como
persona sagrada y a los 15 aos era sacrificado a Xue, lo que constitua un honor para la
familia y para la vctima. Junto a las actividades religiosas, los sacerdotes participaban de
la vida de la comunidad con recomendaciones acerca de la agricultura o mediando en
casos de conflicto entre los lderes polticos.
Culto solar
Si bien no era un calendario muy preciso, los muiscas conocan el solsticio de verano (el
da ms largo del ao, que cae en el 21 de junio). Esa era la fecha indicada para rendir
culto a Xue (el dios Sol). El templo de Sue estaba en Sogamoso, la ciudad sagrada del sol y
sede del iraca (sacerdote). De ese culto viene el nombre de la ciudad:
Suamox o Sugamuxi. Una procesin de la corte del zipa se diriga al Templo del Sol y el da
era motivo de gran fiesta y alegra entre el pueblo quienes se pintaban el cuerpo y se
embriagaban con chicha. Se hacan ofrendas a Sue para pedir por la bendicin de las
cosechas anuales. Tambin era el nico da en el cual la gente poda ver al zipa.
Mitologa
La mitologa muisca estaba muy bien documentada gracias a que el territorio de la
Confederacin muisca fue escogido como sede de la administracin colonial en una nueva
unidad administrativa de un territorio ms vasto conocido como Nuevo Reino de Granada.
Ese factor permiti que los ms destacados cronistas se establecieran en Bogot y
recopilaran mucha informacin de primera mano.
Sue (El Sol): era el padre del partenn muisca y su templo estaba en Sugamuxi o Suamox
(Sogamoso), ciudad sagrada del sol. Era este el dios ms venerado, especialmente por los
sbditos del Zaque que se consideraban hijos de Xue y que le rendan culto a base de
sacrificios humanos muy sangrientos y del consumo de ojos de nios, los cuales eran
extraidos en el momento mismo del ritual.
Cha (La Luna): su templo estaba en lo que hoy conocemos como el municipio de Cha y
era venerada especialmente por los sbditos del zipa, que se consideraban sus
descendientes.
Bochica: este misterioso personaje no era propiamente un dios, pero era digno de gran
veneracin. Como sucede con seres mitolgicos de otros pueblos, quiz se trate de un
antiguo jefe o hroe inmortalizado en los relatos que protagoniza. Dice de l el relato que
en la sabana, vivan los muiscas, pero se haban cansado de las inundaciones, que podan
ser causadas o por Huitaca, la hermosa y malvada mujer, o Chibchacum (el protector de
los agricultores). Entonces, del cielo sali un arcoris, y de l baj un hombre blanco, con
barbas blancas y tnica. ste dijo llamarse Bochica y les ense a tejer. Bochica escuch
las quejas de los muiscas sobre las inundaciones, y con su bastn de oro parti dos piedras
al borde del precipicio donde terminaba la sabana y sali toda el agua, crendose el salto
de Tequendama. Bochica castig a Huitaca y Chibchacum. A la primera la convirti en
lechuza, y obligndola a cargar el cielo. A Chibchacum, lo oblig a cargar la tierra, y cada
vez que se la cambia de hombro, la tierra tiembla. Se crea que los zipas eran
descendientes de la luna (Cha) y los Zaques del sol (Xue).
La estatua de la Diosa del Agua fue tallada en piedra por la escultora bogotana Mara
Teresa Zerda. La Diosa del Agua - Sie se identifica con Bachu.
Bachu: la madre de los muiscas. Dice de ella el relato que un da, de la laguna de
Iguaque, sali una mujer esbelta y bella, con un nio en sus brazos. Ella (Bachu), se sent
a la orilla de la laguna y esper hasta que su hijo creciera. Cuando este alcanz la edad
suficiente, se casaron y tuvieron muchos hijos, siendo estos hijos los muiscas. Bachu les
ense a cazar, cultivar, respetar las leyes y adorar a los dioses. Bachu fue tan buena,
que los mismos muiscas se referan a ella tambin como Furachoque (mujer buena, en
chibcha). Cuando ya eran muy viejos, Bachu y su Hijo-Esposo decidieron volver a Iguaque
y se convirtieron en serpientes sumergindose en el lago. Ese da los muiscas, a pesar de
su tristeza saban que Bachu, su madre, era feliz. De la leyenda existen otras versiones.
Por ejemplo aquella que dice que despus de sumergirse en Iguaque, Bachu asciende al
cielo para converirse en Cha, mientras que en otras versiones Cha es una diosa diferente
de Bachu.
El Dorado
El Dorado era un lugar mtico en la parte central de la Nueva Granada (hoy Colombia). Se
supona que tena grandes reservas de oro. El Dorado tiene como origen la Confederacin
chibcha y la misma nace de la antigua tradicin del zipa de ofrendar dones a la diosa
Guatavita en la laguna del mismo nombre. Dicen los relatos que el zipa se cubra
completamente de oro. Esa tradicin que fue conocida por pueblos circunvecinos a los
muiscas, atrajo muy especialmente a los espaoles que atravesaron las selvas
colombianas y venezolanas en bsqueda de una Ciudad de Oro con tesoros fabulosos. De
esta leyenda y su legtimo origen colombiano, viene el nombre de Aeropuerto
Internacional El Dorado de Bogot.
Arquitectura
Los muiscas construan sus casas utilizando como principal material la caa y el barro para
hacer las tapias llamadas bahareque. Las casas comunes eran de dos formas: unas cnicas
y otras rectangulares. Las primeras consistan en una pared en crculo hecho de palos
enterrados como pilares ms fuertes sobre los cuales se sostena de lado y lado un doble
entre tejido de caas cuyo intersticio era tupido de barro. El techo era cnico y cubierto
de pajas aseguradas sobre varas la profusin de tales construcciones en forma cnica en la
sabana de Bogot, dio origen a que Gonzalo Jimnez de Quezada le diera a esta
altiplanicie el nombre de Valles de los Alczares. Las construcciones rectangulares
consistan en paredes paralelas tambin de bahareque, como las anteriores, con techo en
dos alas en forma rectangular.
Tanto las construcciones cnicas como las rectangulares tenan puertas y ventanas
pequeas. En el interior el mobiliario era sencillo y consista principalmente en camas
hechas tambin de caas, llamadas barbacoas, sobre las cuales se tenda una gran
profusin de mantas; los asientos eran escasos pues los indgenas solan descansar en
cuclillas en el suelo. Adems de las casas comunes existan otras dos clases de
construcciones:
Una para los seores principales, probablemente el jefe de la tribu y del clan, y otras para
los jefes de las confederaciones chibchas, como los Zaque y los zipas.
Historia
La historia precolombina de los muiscas es en realidad pobre por la prdida de mucho
material que permita una reconstruccin detallada a causa de las guerras de conquista
durante el siglo XVI. Todo lo que sabe de los muiscas precolombinos es gracias a la
tradicin oral, las crnicas de los conquistadores y a las excavaciones arqueolgicas
adelantadas especialmente despus de la Independencia.
Antecedentes
Arqueologa de Colombia
Las excavaciones realizadas en el rea del altiplano Cundiboyacense dejan evidencias de
una gran actividad humana en ese territorio a partir del periodo arcaico, es decir, hace
ms de 10.000 aos, al inicio del Holoceno. Ello termin una hiptesis tenida como vlida
durante el siglo XIX que los muiscas haban sido los primeros habitantes del Altiplano.
Colombia cuenta adems con uno de los yacimientos arqueolgicos ms antiguos del
continente, El Abra cuya edad es datable incluso hasta de hace 13.000 aos. Otros
vestigios arqueolgicos relacionados con El Abra determinan una cultura agrcola
denominada abriense. Por ejemplo en Tibit se encontraron artefactos abrienses datados
a partir del 9740 a. C. y en la Sabana de Bogot, en el abrigo de Tequendama otras
herramientas lticas que datan de un milenio ms tarde elaboradas por cazadores
especializados. Entre los hallazgos ms apreciados se encuentran esqueletos humanos
completos del 5000 a. C. Los anlisis han demostrado que los abrienses eran otra etnia
diferente a los muiscas con lo que se termina la hiptesis de que estos ocuparon un
territorio vaco.
Poblamiento muisca
En la actualidad los estudiosos coinciden en que el grupo humano muisca inmigr hacia el
Altiplano Cundiboyacense en una poca comprendida entre el 5500 a. C. y el 1000 a. C., es
decir, durante el periodo preclsico por las numerosas evidencias arqueolgicas
encontradas en sitios como Aguazuque y Soacha. Como todas las culturas del preclsico,
los mismos estaban en una transicin entre cazadores y agricultores.
Desde 1500 a. C. arribaron a la regin grupos de agricultores portadores de tradiciones
cermicas incisas provenientes de las tierras bajas que inician la ocupacin a travs de los
valles de vertiente. Estos grupos tienen viviendas permanentes y campamentos
estacionales. Entre sus actividades econmicas se destaca la explotacin de fuentes de
aguasal. En el sitio de Zipacn son reconocibles las evidencias de agricultura y alfarera
ms antiguas de la altiplanicie, y datan del 1270 a. C.
Entre el 500 a. C. y el ao 800 d. C., lleg una nueva oleada de pobladores al altiplano
Cundiboyacense cuya presencia est indicada por cermica pintada y por obras de
adecuacin agrcola y de vivienda. Estos grupos permanecen hasta la poca de la
conquista espaola y han dejado abundantes huellas de su ocupacin mediante las cuales
y con la ayuda de los testimonios escritos del siglo XVI se puede reconstruir en forma
detallada su modo de vida y organizacin sociopoltica. Al parecer los muiscas se
integraron a la poblacin que estaba antes que ellos, pero fueron los muiscas los que
definieron el perfil cultural y la lengua estrechamente relacionada con la de los pueblos de
la Sierra Nevada de Santa Marta (Kogui, Ijka, Wiwa y Kankuamo) y la vertiente de la Sierra
Nevada del Cocuy (Uwa).
Historia muisca
Hasta 1450, todo lo que se narra antes de esa poca, es de carcter mitolgico, por cuanto
se daba ms la influencia de las leyendas de personajes divinos y semidivinos dentro de la
cosmogona muisca. Sin embargo, gracias a la tarea de los cronistas de la poca de la
conquista y colonia de las Indias (como el de Lucas Fernndez de Piedrahta), se ha podido
reconstruir los ltimos aos de existencia histrica de los muiscas.
Las guerras civiles e intertribales
Con la ascensin del zipa Saguamanchica, este se mantuvo en constantes guerras contra
diferentes tribus hostiles en sus cercanas como los Sutagaos, Fusagasugaes, a los que
someti capturando y subordinando a su mximo cacique Usatama y sobre todo los
panches, lo que sera un serio problema para sus sucesores Nemequene y Tisquesusa en
los aos venideros. As mismo tenan que estar pendientes de las oleadas de invasores
caribes y de la lucha hegemnica con los Zaques de Hunza por el mando del territorio
muisca, principalmente por las minas de sal que eran preciadas para la economa y al
tiempo con los caciques rebeldes que se alzaban en su contra.
Se sabe que Saguamachica domin a los Sutagaos o Fusagasugaes, al cacique Ubaque que
incendio el pueblo de Usme, para conquistar el corazn de la hija del zipa, Usminia,
pretexto de la guerra entre dos clanes rivales, finalmente conquist la confederacin de
Guatavita, pero este cacique tras su derrota se ali con el Zaque de Hunza, Micha, con
quien march a la batalla, a pesar de la imprecisin de los registros histricos se cree que
ambos ejrcitos sumaban unos 30.000 hombres y que el campo de batalla seria cerca de
Chocont, en el transcurso de la batalla tanto el Zipa como el Zaque murieron, dando la
retirada de los dos bandos en contienda.
El Zaque fue sucedido por Quemuechantocha y el Zipa por Nemequene. Este ltimo se
destac en los siguientes aos como una especie de Carlomagno muisca tanto legislador
como conquistador. Rechazara continuamente las invasiones panches, fortificara las
fronteras, adems tipificara los delitos y dictara normas estrictas de investigacin y
juzgamiento. Finalmente se lanzara a la conquista de las tierras del Zaque, en una batalla
similar en Chocont se enfrent a Quemuechantocha, pese a que los ejrcitos del Zipa
inclinaban la balanza, Nuemequene fue herido por una saeta y retirado del campo de
batalla muri unos das despus, lo que provoc la retirada de sus fuerzas, su general
Sagipa cubrira la retirada. Sucedido por su sobrino Tisquesusa se sabe que adelant una
tregua con el Zaque, mientras organizaba sus ejrcitos. Pero fue sorprendido por los
espaoles derrotado y finalmente muerto en Facatativ en 1537. Quemuechantocha,
Tundama, Suamox cayeron con facilidad ante los poderosos ejrcitos europeos.
La conquista espaola del territorio
Mientras los gobernantes muiscas se enfrascaban en guerras civiles, los conquistadores
espaoles ya se adelantaban en conquistar el territorio colombiano. Algunos de ellos
Sebastin de Belalczar, Gonzalo Jimnez de Quesada y Nicols de Federmann,
interesados en la bsqueda del tesoro de El Dorado. Avisados de la inminente presencia
de los nuevos invasores, los gobernantes muiscas se valieron de ellos para terminar sus
conflictos con las tribus hostiles pero una vez terminadas sus diferencias con ellas, los
espaoles pronto se aprovecharan de la situacin para conquistar la confederacin y
legitimar sus actos ante la Corona espaola.
Muertos los ltimos soberanos muiscas (Sagipa y Aquiminzaque), los caciques y el pueblo
se alzaron tardamente contra los nuevos dominadores hasta 1542 cuando el conquistador
Gonzalo Suarz Rendn finalmente sofoc los ltimos movimientos de resistencia.
Inicialmente la confederacin fue repartida por Belalczar, Federmann y Quesada hasta
que la corona design a ste ltimo como adelantado de los cabildos de Santa Fe (sic) y
Tunja.
ltimos soberanos muiscas
Zipas de Bacat:10
Meicuchuca (1450-1470)
Saguamanchica (1470-1490)
Nemequene (1490-1514)
Tisquesusa (1514-1537)
Sagipa (1537-1538)
Zaques de Hunza:
Michu (hasta 1490)
Quemuenchatocha (1490-1537)
Aquiminzaque (1537-1541)
Muiscas como colonia
Desaparecida la estructura de las dos confederaciones muiscas como estado soberano,
este pas a integrar la realidad de las colonias espaolas en Amrica. El territorio de las
confederaciones muiscas, ubicado en una de las regiones ms frtiles de los Andes
colombianos, el Altiplano Cundiboyacense y que haba dado como resultado una de las
civilizaciones ms avanzadas de la actual Colombia, fue escogida por los espaoles como
cabeza administrativa de una regin mucho ms grande a la que llamaron Nuevo Reino de
Granada.
Ese hecho ocasion que la clase alta, la nobleza y la casta sacerdotal muisca fueran
eliminados y slo quedaran las capitanas. Tambin posibilit que los espaoles ms
intelectuales se interesaran por la civilizacin y registraran mucha informacin. Los
mejores terrenos en cambio fueron para los conquistadores y se constituyeron los
resguardos indgenas para albergar a la poblacin muisca sobreviviente, que al mismo
tiempo fue sometida a encomiendas o sea a la obligacin de trabajar en las haciendas
apropiadas por los jefes espaoles. La poca colonial contribuira a dar una importancia
creciente a Santaf, la antigua Bacat, que jugara un papel primordial en las luchas de
independencia y de consolidacin republicana. La guerra de independencia que implic la
unidad de propsito poltico de los que seran tres naciones (Colombia con Panam,
Venezuela y Ecuador), fue liderada por los criollos, es decir, los descendientes de los
conquistadores. En tal caso la participacin de los afroamericanos, indoamericanos y
mestizos fue ms bien como soldadesca, no menos importante porque fueron los que
pusieron el pecho a los poderosos ejrcitos realistas mejor preparados.
Siglo XX
Despus de la independencia (1810) el nuevo estado criollo propici la disolucin de los
resguardos, de los cuales subsisti solamente el de Tocancip. En 1940 fue repartido y
queda el de Sesquil que fue recortado por el concejo municipal, hasta quedar solamente
el 10 por ciento de su tamao original. El de Tenjo despus de 1934 qued con tan slo 54
hectreas. El resguardo de Cota fue reconstituido con un lote de tierra comprado por la
comunidad en 1916, reconocido entre 1991 y 1998, cuando fue retirado el
reconocimiento a la comunidad, que lo recuper en 2006, pero la formalizacin del
resguardo est en trmite.
En 1948 se prohibi la fabricacin de chicha de maz que no fuera pasteurizada y
embotellada en envase cerrado de vidrio. ste fue un golpe cultural a los indgenas y al
consumo de la bebida tradicional muisca, que disminuy los ingresos de muchas familias
de origen indgena y se agreg a la prdida de las tierras. La prohibicin rigi hasta 1991.
El Festival de la chicha, el maz, la vida y la dicha se celebra en el barrio bogotano de La
Perseverancia (principal sitio de produccin de chicha) como una muestra de las
tradiciones ancestrales de alegra e identidad.
Siglo XXI
Desde 1989 se ha dado un proceso de reconstruccin de los cabildos indgenas por las
comunidades muiscas sobrevivientes. Actualmente cuentan con Cabildo en
funcionamiento las comunidades muiscas de Suba, Bosa, Cota, Cha y Sesquil. Los
diferentes cabildos se reunieron del 20 al 22 de septiembre de 2002 en Bosa en el I
Congreso General del Pueblo Muisca y constituyeron el Cabildo Mayor del Pueblo Muisca,
que se afili a la Organizacin Nacional Indgena de Colombia ONIC. Se propusieron la
recuperacin lingstica y cultural y la defensa del territorio actualmente ocupado, frente
al ordenamiento territorial que se quiere imponer para planes urbansticos y de turismo.
Tambin apoya a las comunidades muiscas como las de Ubat, Tocancip, Soacha, Rquira
y Tenjo, para que defiendan su identidad y recuperen su organizacin y derechos
especficos.
Comunidad descendiente de los muiscas en Bosa; se observa la degradacin de esta
cultura y el intento de recuperarla.
Los muiscas de Suba se opusieron con xito a la desecacin de la laguna de Tibabuyes y
lograron la recuperacin del Humedal de Juan Amarillo. Tambin han defendido la reserva
natural del cerro de La Conejera, que el acta de disolucin del resguardo considera tierra
comunal y por lo tanto inalienable. La revista Suati (cancin del sol) divulga poesa y
otros trabajos literarios y de investigacin de autores muiscas. La comunidad de Bosa ha
logrado desarrollar con xito un proyecto de recuperacin y ejercicio de la medicina
tradicional, en conjunto con el Hospital Pablo VI y con la Secretara de Salud Distrital de
Bogot. La comunidad de Cota adelanta un programa de soberana alimentaria, ha
reintroducido el cultivo de la quinua y realiza peridicamente eventos de trueque de sus
productos agrcolas, pecuarios y artesanales y participa de los mercados campesinos que
en Bogot organiza el Comit de Interlocucin Campesino y Comunal.
Hacia finales del ao 2006 ste es el informe de la poblacin muisca contempornea:
3 cabildos muiscas: Cota, Cha y Sesquil con una poblacin de 2318 personas.
En el Distrito Capital estn censadas 5186 personas pertenecientes a la etnia muisca,
principalmente en las localidades de Suba y Bosa.
Ello no cuenta otras comunidades muisca en otros sectores del territorio de las antiguas
confederaciones ni de Colombia y no tiene en cuenta el mestizaje, es decir, las personas
que tienen ancestros muiscas.
Desde algunas perspectivas polticas, la cultura muisca desapareci con el fin de la
estructura poltico-organizativa de las confederaciones de Hunza y Bacat a principios del
siglo XVI. Incluso se dice que el idioma muisca muri definitivamente hacia finales del siglo
XVIII. Pero dicha percepcin es un desacierto histrico y una negacin cultural. Por el
contrario la cultura muisca vive, est presente de una u otra forma en la cultura nacional
colombiana y est presente en muchas comunidades campesinas que han sobrevivido los
convulsos siglos que arrebataron la soberana de un pueblo que todava tiene mucho que
aportar.
Estudios muiscas
Los estudios acerca de la cultura muisca son abundantes y tienen una larga tradicin. Las
primeras fuentes histricas acerca de la existencia de este pueblo estn en los llamados
Cronistas de Indias cuya labor dur los tres siglos de la existencia de la Colonia Nuevo
Reino de Granada. Despus de las gestas de la independencia (1810), se present un
fenmeno que fue til a los estudios sobre los muiscas: los criollos establecieron como
capital la que fuera la capital colonial, Santaf y la que a su vez fuera la capital de la
Confederacin del Zipa, Bacat. Se dio pues un inters por documentar la idea de que el
territorio del Altiplano Cundiboyacense haba sido en realidad la cuna de una civilizacin
avanzada cuyo proceso de esplendor fue bruscamente detenido por la conquista.
El presidente Toms Cipriano de Mosquera invit en 1849 al cartgrafo italiano Agustn
Codazzi, quien dirigi la Comisin Coreogrfica con Manuel Anczar. Hicieron estudios
descriptivos del territorio nacional en el que contaban hallazgos arqueolgicos. Los
resultados de dicha expedicin fueron publicados en 1889 en Peregrinacin Alfa.19
Argello Garca seala que el objetivo de dichas expediciones dado el contexto reciente de
la constitucin de la nueva nacin, era el de resaltar la civilizacin de la poca
precolombina y en tal sentido se centran en la Cultura Muisca como parangn cultural.
Esta percepcin que habit el territorio de lo que hoy es Colombia fueran vistas como
salvajes.