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0. EXHORTACIÓN
2
“Los contenidos esenciales que desde siglos
constituyen el patrimonio de todos los creyentes
tienen necesidad de ser confirmados,
comprendidos y profundizados de manera
siempre nueva, con el fin de dar un testimonio
coherente en condiciones históricas distintas a
las del pasado […]. El conocimiento de los
contenidos de la fe es esencial para dar el
propio asentimiento, es decir, para adherirse
plenamente con la inteligencia y la voluntad a lo
que propone la Iglesia. El conocimiento de la fe
introduce en la totalidad del misterio salvífico
revelado por Dios.”
(Carta Apostólica en forma de “Motu proprio”, Porta Fidei,
Benedicto XVI)
El Credo.
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1. INTRODUCCIÓN
3
“Creer significa aceptar y reconocer como
verdadero y como real el contenido de lo que se
me dice, de las palabras de otra u otras
personas, en virtud de su credibilidad y de su
autoridad en a expresar la verdad.”
(Juan Pablo II, audiencia general del 13 de marzo de 1985)
El Credo. Creer.
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1. INTRODUCCIÓN
4
Credo: (del lat. credo, creo, primera palabra de
la oración).
1. Oración en la que se contienen los
principales artículos de la fe enseñada por
los apóstoles.
(R.A.E., 22ª edición del Diccionario de la lengua española)
El Credo. Definición.
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1. INTRODUCCIÓN
5
Desde los tiempos apostólicos la Iglesia ha
venido expresando lo fundamental de la fe en
fórmulas fáciles y breves, que son los Credos,
Símbolos o Profesiones de Fe. San Agustín lo
explica con unas palabras de profundo
significado en la entrega del Credo: «El símbolo
del sacrosanto misterio que recibisteis todos a la
vez y que hoy habéis recitado uno a uno, no es
otra cosa que las palabras en las que se apoya
sólidamente la fe de la Iglesia, nuestra madre,
sobre la base inconmovible que es Cristo el
Señor.»
(San Agustín, sermón sobre la redditio symboli)
El Credo. Definición.
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1. INTRODUCCIÓN
6
La procedencia de estas palabras, que encierran
lo fundamental de la Fe del pueblo de Dios, nos
la deja clara San Cirilo de Jerusalén cuando
afirma que: «Esta síntesis de la fe no ha sido
hecha según las opiniones humanas, sino que de
toda la Escritura ha sido recogido lo que hay en
ella de más importante, para dar en su integridad
la única enseñanza de la fe. […] Este resumen
de la fe encierra en pocas palabras todo el
conocimiento de la verdadera piedad contenida
en el Antiguo y el Nuevo Testamento.»
(San Cirilo de Jerusalén, Catecheses illuminadorum, 5,12; PG 33)
El Credo. Contenido.
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2. LOS SÍMBOLOS DE LA FE
7
La palabra griega symbolon significaba la mitad
de un objeto partido (por ejemplo, un sello) que
se presentaba como una señal para darse a
conocer. Las partes rotas se ponían juntas para
verificar la identidad del portador. El "símbolo de
la fe" es, pues, un signo de identificación y de
comunión entre los creyentes. Symbolon
significa también recopilación, colección o
sumario.
(Catecismo de la Iglesia Católica, 1ª parte, sec. 2ª, 188)
El Credo. Símbolo.
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2. LOS SÍMBOLOS DE LA FE
8
A lo largo de la vida de la Iglesia se han sucedido
diferentes símbolos o profesiones de fe que han
dado respuesta a las necesidades de los
cristianos del momento:
• “Fides Damasi” (71-72).
• Símbolo Quicumque, San Atanasio (75-76).
• Profesión de fe de varios Concilios:
Toledo XI (525-541)
Letrán IV (800-802)
Lyon II (851-861)
• “Credo del Pueblo de Dios”, del Papa Pablo VI
(1968).
(Catecismo de la Iglesia Católica, 1ª parte, sec. 2ª, 192)
El Credo. Los símbolos.
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2. LOS SÍMBOLOS DE LA FE
9
Aunque ninguna de ellas puede darse por superada, hay dos símbolos que destacan por encima de los demás y son el “Símbolo Apostólico” (antiguo símbolo Bautismal de la Iglesia de Roma, recogido en el Concilio de Nicea en el año 325) .
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen;
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica, la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.
El Credo. Símbolo de los Apóstoles.
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2. LOS SÍMBOLOS DE LA FE
10
El “Símbolo de Nicea-Constantinopla” (fruto de
los dos primeros Concilios ecuménicos Nicea,
año 325, y Constantinopla, año 381).
Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y
de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del
Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios
verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por
nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo,
y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y
se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a, vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma
adoración y gloria, y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los
pecados.
Espero la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro.
Amén.
El Credo. Símbolo niceo-constantinopolitano.
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2. LOS SÍMBOLOS DE LA FE
11 El Credo.
Símbolo de los APÓSTOLES Símbolo de NICEA-CONSTANTINOPLA
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la
tierra. Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y
de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido
del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de
la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que
por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del
cielo,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació
de Santa María Virgen; y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y
se hizo hombre;
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto
y sepultado, y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio
Pilato; padeció y fue sepultado,
descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los
muertos, y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre
todopoderoso. y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre;
Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a, vivos y muertos, y
su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una
misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.
la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
el perdón de los pecados, Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los
pecados.
la resurrección de la carne Espero la resurrección de los muertos
y la vida eterna. y la vida del mundo futuro.
Pilar de la Catedral de Palma de Mallorca
Mosaico del Mausoleo de Gala Placidia
3. EL SÍMBOLOS DE LOS APÓSTOLES
12
«El Señor les mandó ir a cada una de las naciones para predicar la palabra de Dios. Antes de partir y separarse establecieron una norma común de su predicación para que no sucediera que, al alejarse uno de otro, expusieran algo diverso a los que invitaban a abrazar la fe de Cristo. Congregados, pues, todos ellos y llenos del Espíritu Santo, poniendo en común lo que cada uno sentía, compusieron este breve compendio de su futura predicación, prescribiendo dar esta regla a los creyentes. […] muchos de los judíos fingían ser apóstoles de Cristo, y se dedicaban a predicar nombrando ciertamente a Cristo, pero sin anunciarle conforme a las líneas de la tradición. De ahí que establecieran este signo por el que se conociese quién predicaba a Cristo verdaderamente.» (Rufino de Aquileya)
El Credo de los apóstoles. ¿Por qué un símbolo?
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3. EL SÍMBOLOS DE LOS APÓSTOLES
13
El Credo de los apóstoles consta de doce artículos repartidos en tres partes diferenciadas:
• Creo en Dios Padre
• Creo en Jesucristo su único Hijo
• Creo en el Espíritu Santo
El Credo de los Apóstoles. Estructura.
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3.1. PRIMERA PARTE
14 El Credo de los Apóstoles. Dios Padre.
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen;
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica, la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.
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Creo en Dios, Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen;
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica, la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.
3.1. PRIMERA PARTE
15
Artículo 1: “Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.”
• Creo en Dios: Me fio de Él y acepto todo lo que me propone.
• Creo en un solo Dios: “Shemá Yisrael: Adonai eloeinú, Adonai ejad.” El misterio de la Trinidad.
• Padre: “Abba”, mensaje central del Nuevo Testamento, Dios es un padre lleno de misericordia,
que perdona siempre, y que quiere hacernos felices con su eterna felicidad.
• Todopoderoso: “Pantocrátor”, que lo llena todo, que lo invade todo, que está presente en toda
la creación como obra de sus manos,
pero que no se confunde con lo
creado, sino que está más allá,
porque lo trasciende todo.
• Creador: La voluntad creadora de
Dios. Con la creación Dios “da y
regala”, con la creación del hombre
“Dios se nos da”.
El Credo de los Apóstoles. Creo en Dios Padre.
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3.2. SEGUNDA PARTE
16 El Credo de los Apóstoles. Creo en Jesucristo.
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen;
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica, la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.
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Creo en Dios, Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen;
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica, la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.
3.2. SEGUNDA PARTE
17
Artículo 2: “Creo en Jesucristo, su único Hijo,
nuestro Señor…”
• “Jesucristo” centro del cristianismo.
• Hijo único de Dios: profesión de fe en su Divinidad y
por tanto en la Trinidad. Es hijo por su naturaleza
divina. Nosotros somos hijos de Dios por gracia, en la
participación de la humanidad de Cristo.
• Nuestro Señor: Tanto en la Sagrada Escritura, como
en el Credo Dios es el protagonista, no el hombre.
El Credo de los Apóstoles. Creo en Jesucristo.
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3.2. SEGUNDA PARTE
18
Artículo 3: “…que fue concebido por obra y gracia del Espíritu santo, nació de Santa María
Virgen…”
• Se dice que “fue concebido” y que “nació”, los verbos que describen al hombre. Es decir se
encarnó, vino al mundo como venimos los hombres (hasta en eso se hizo igual a nosotros).
• Jesucristo es hombre porque ha sido enviado, lo ha elegido, nosotros no.
• La común-unión entre dos seres no es posible
si no son de la misma naturaleza.
• Jesús es el hombre en plenitud porque es Dios.
Cuanto más de Dios seamos mejores hombres
seremos.
• La humanidad de Cristo, muestra de la dignidad
de la condición y singularidad humanas. Por ello
esta naturaleza ha de considerarse sagrada e
inviolable.
El Credo de los Apóstoles. Creo en Jesucristo.
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3.2. SEGUNDA PARTE
19
Artículo 3: “…que fue concebido por obra y
gracia del Espíritu santo, nació de
Santa María Virgen…”
• Santa María “Virgen”: Jesucristo ya tiene
Padre, con el que se comunica y al que
obedece tanto en su humanidad como en su
Divinidad.
• Madre: que atestigua la veracidad de la
condición humana de Jesús, es carne de su
carne.
• “María” es ejemplo de la gracia de Dios que
nos llama a la Santidad.
El Credo de los Apóstoles. Santa María.
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3.2. SEGUNDA PARTE
20
Artículo 4: “…padeció bajo el poder de
Poncio Pilato, fue crucificado,
muerto y sepultado…”
• Se cumple la escritura: el Mesías ha de
padecer.
• Poncio Pilato: testigo de la historia. La Pasión
tiene lugar en un momento concreto de la
historia: Tiberio es emperador de Roma, Pilato
procurador de Judea y Herodes tetrarca de
Galilea.
• La muerte: finalidad redentora en Cristo.
• “Fue sepultado”, conoció la realidad de
separación entre alma y cuerpo.
El Credo de los Apóstoles. Creo en Jesucristo.
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3.2. SEGUNDA PARTE
21
Artículo 5: “…descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos…”
• El infierno o sheol de la escritura: la privación de la visión de Dios.
• Jesús no libera a los condenados, sino a los justos que lo precedieron.
• Universalidad de la obra redentora de Jesucristo: llega a los hombres de todos los lugares y
de todos lo tiempos.
El Credo de los Apóstoles. Creo en Jesucristo.
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3.2. SEGUNDA PARTE
22
Artículo 5: “…descendió a los infiernos, al
tercer día resucitó de entre los
muertos…”
• La resurrección centro de la fe cristiana: “Si no
resucitó Cristo, vacía es nuestra predicación,
vacía también nuestra fe.” (1 Cor. 15,14)
• La resurrección no es la vivificación de un
cadáver, que es volver a la vida anterior, que
acaba con la muerte. Cristo Resucita y ya no
vuelve a morir.
• Cristo es el hombre celestial: la resurrección
supone la introducción de la humanidad de
Cristo (su cuerpo) en la Trinidad.
• La resurrección de Cristo: primicia de nuestra
propia resurrección.
El Credo de los Apóstoles. Creo en Jesucristo.
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3.2. SEGUNDA PARTE
23
Artículo 6: “…subió a los cielos, y está sentado a
la derecha de Dios Padre
todopoderoso.”
• La Ascensión: entrada en una dimensión nueva,
en el mundo de Dios. Nos abre las puertas de la
“casa del Padre”.
• Un cuerpo glorificado: con nuevas capacidades,
más allá de tiempo y del espacio.
• La Ascensión no supone un abandono, sino una
presencia continua, en el interior del hombre, y en
el mundo (a través de la Iglesia).
• La Ascensión: comienza el tiempo de la Iglesia,
que ha de durar hasta la segunda venida en el
final de los tiempos.
El Credo de los Apóstoles. Creo en Jesucristo.
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3.2. SEGUNDA PARTE
24
Artículo 6: “…subió a los cielos, y está
sentado a la derecha de Dios
Padre todopoderoso.”
• Sentarse a la derecha: compartir honor,
dignidad y poder de la persona junto a la que
se está. Cristo ha sido glorificado y nombrado
Señor.
• En el mismo nivel que el Padre: con su mismo
poder y dignidad, pero siendo diferente a Él.
• Mensaje de esperanza: nuestro mediador,
intercesor y protector con el mismo poder que
el Padre.
El Credo de los Apóstoles. Creo en Jesucristo.
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3.2. SEGUNDA PARTE
25
Artículo 7: “Desde allí ha de venir a juzgar a
los vivos y a los muertos.”
• Ahora es el tiempo de la misericordia,
después será el tiempo de la justicia.
• La universalidad del juicio final.
• Juicio particular ante Jesucristo y ante nuestra
vida.
• El destino del alma: cielo o infierno.
Retribución inmediata como consecuencia de
nuestras obras y de nuestra fe.
• Juicio de amor: “Al final de la vida seremos
examinados en el amor.” (San Juan de la Cruz)
El Credo de los Apóstoles. Creo en Jesucristo.
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3.3. TERCERA PARTE
26 El Credo de los Apóstoles. Creo en el Espíritu Santo.
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen;
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica, la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.
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Creo en Dios, Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen;
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica, la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.
3.3. TERCERA PARTE
27
Artículo 8: “Creo en el Espíritu Santo,...”
• Babel vs Pentecostés: La incapacidad para
comunicarse con el otro fruto del pecado,
frente al entendimiento común que nace del
Amor.
• El Espíritu Santo potencia y diviniza la
naturaleza humana, porque prolonga en ella lo
que sucede eternamente en el Seno de la
Santísima Trinidad.
El Credo de los Apóstoles. Creo en el Espíritu Santo.
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3.3. TERCERA PARTE
28
Artículo 9: “...la Santa Iglesia católica, la comunión de los Santos,…”
• Cristo esta objetivamente presente en su Iglesia por el poder del Espíritu Santo. En la
Eucaristía y el resto de sacramentos, en su Palabra leída en comunidad…
• La Iglesia es Santa en sí misma: no se le pueden imputar nuestros pecados personales.
• La Iglesia depositaria de la tradición.
• Católica: del griego katà olón (según la totalidad). En doble sentido: porque posee la plenitud
de los medios de Salvación por la presencia plena de Cristo; y porque ha sido enviada a todos
los hombres.
El Credo de los Apóstoles. Creo en el Espíritu Santo.
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3.3. TERCERA PARTE
29
Artículo 9: “...la Santa Iglesia católica, la comunión de los Santos,…”
El Credo de los Apóstoles. Creo en el Espíritu Santo.
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• Bautizados en el “Santo de los santos”: todos
los cristianos estamos llamados a la santidad.
• La gracia nos trae la común-unión con Dios y
con nuestros semejantes.
• La familia de los creyentes. El bien común.
• “El Amor es más fuerte que la muerte”: el
intercambio de bienes espirituales entre la
Iglesia peregrina y la Iglesia purgante y
triunfante.
3.3. TERCERA PARTE
30 El Credo de los Apóstoles. Creo en el Espíritu Santo.
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Artículo 10: “…el perdón de los pecados,…”
• “Ser hombre” equivale a “no ser Dios”. Ser pecador equivale a ponerse en contra de Dios.
• El pecado posee una triple dimensión: rechazo
de Dios, dimensión religiosa; rechazo de los
demás, dimensión social y eclesial; y rechazo
de uno mismo, dimensión personal.
• “No hay nadie tan perverso y tan culpable que
no deba esperar con confianza su perdón
siempre que su arrepentimiento sea sincero.”
(Catecismo romano, 1, 11, 5)
• La conversión: fruto del Espíritu Santo y centro
del sacramento junto con el Amor de Dios.
• La iniciativa es de Dios: por que Él vino a
nosotros, nosotros podemos volver a Él.
• El perdón de los pecados perpetuado en la
Iglesia, de quién el pecado también nos aleja.
3.3. TERCERA PARTE
31 El Credo de los Apóstoles. Creo en el Espíritu Santo.
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Artículo 11: “…la resurrección de la carne,…”
• Las dos fases de la vida: presencia en la tierra, desde que nacemos y hasta que morimos; y
posterior a la muerte, en un primer momento sobrevive nuestra alma, hasta el final de los
tiempos en que resucitará nuestro cuerpo. No sobrevivimos reencarnados, sino que somos el
mismo en las dos fases.
• La resurrección: fruto de la pertenencia al cuerpo de Cristo.
• Carne: ser en el cuerpo, en el mundo
y en relación con los demás. La
plenitud de la Resurrección lo implica
todo (hombres, fraternidad, universo).
• La materia: creación de Dios, por lo
tanto algo bueno y bello. La salvación
no implica su abandono en busca de
una esfera espiritual.
3.3. TERCERA PARTE
32 El Credo de los Apóstoles. Creo en el Espíritu Santo.
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Artículo 12: “…y la vida eterna.”
• Hemos sido creados para vivir eternamente con Dios y por ello, nuestro destino es el cielo.
Dios no ha inventado la muerte, sino que esta es consecuencia del pecado:
«Es verdad que la muerte no formaba parte de nuestra naturaleza, sino que se introdujo en
ella; Dios no instituyó la muerte desde el principio, sino que
nos la dio como remedio.»
(San Ambrosio, De excessu Fratis sui Satyri)
• La vida es conocimiento íntimo. La Sagrada
Escritura nos dice que el conocimiento es
llegar a ser interiormente una sola cosa con
el otro. Es decir, la vida es relación.
3.4. AMÉN
33 El Credo de los Apóstoles. Así sea.
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen;
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica, la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.
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Creo en Dios, Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen;
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica, la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.
4. RECURSOS
34 El Credo. Materiales y publicaciones.
• Catecismo de la Iglesia Católica. Parte primera, sección segunda. 1992. En la web: http://www.vatican.va/
• Youcat. Catecismo joven de la Iglesia Católica. Ed. Encuentro, 2011.
• Carta apostólica en forma de motu proprio “Porta fidei” con la que se convoca el año de la fe. Del Santo Padre Benedicto XVI. 2011. En la web: http://www.vatican.va/
• El Credo hoy. Benedicto XVI. Ed. Sal Terrae, 2012.
• La belleza de la Fe. Nuestros obispos explican el credo y los Sacramentos. Cervera Barranco, Pablo. Ed. San Pablo, 2012.
• Catequesis sobre el Credo del Santo Padre y de la Archidiócesis de Madrid. En la web: http://www.misionmadrid.es/
• El Credo, la fe de la Iglesia. DVD, Goya Producciones, 2012.
• Blog de nubes de palabras: http://profundizandoenelcredo.blogspot.com.es/2012/