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DOSSIER DE PRENSA

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Índice 1.- El Yasuní -¿Qué es el Yasuní? -¿Hay indígenas en el Yasuní? ¿Por qué es importante el Yasuní? 2.- Yasuní y petróleo -¿Cuál es la historia del petróleo en la región ecuatoriana del Amazonas? -¿Cuál es la historia del petróleo en el territorioYasuní? -¿Cuáles son los bloques petroleros del Yasuní y qué compañías están involucradas? -Acerca del petróleo en el bloque ITT -¿Cómo explotar el petróleo ITT afectará al territorio Yasuní? -Yasuní y cambio climático -Yasuní y derechos humanos -Yasuní y pobreza -¿Ha habido alguna resistencia local? 3.- La propuesta original del Gobierno nacional para conservar el Yasuní ¿Cuál fue la propuesta original? Puntos fuertes Puntos débiles ¿Qué ha ocurrido a la propuesta nacional para conservar el Yasuní desde mayo de 2007? ¿Qué tipo de apoyo logró la propuesta? 4.- La campaña: Yasuní Oro Verde ¿Qué es Yasuní Oro Verde? ¿Cuáles son los objetivos de Yasuní Oro Verde? ¿Qué queremos de la propuesta nacional? ¿Cómo estamos yendo? ¿Qué no debe hacerse? ¿Quiénes apoyan y avalan Yasuní Oro Verde? ¿Cómo llegamos aquí?

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El Parque Nacional Yasuní, en la Amazonía ecuatoriana, es una de las zonas más biodiversas del planeta. Es hogar de varias comunidades indígenas incluidas algunas que aún se mantienen voluntariamente en aislamiento con el resto del mundo. Desafortunadamente el Yasuní también se encuentra encima de más de medio millón de barriles de petróleo que las compañías petrolíferas están desesperadas por empezar a explotar. Yasuní Oro Verde es una campaña internacional surgida con el apoyo de la población local del Yasuní, con el objetivo de aumentar la conciencia sobre la misma y fomentar una red de personas y organizaciones en todo el mundo que apoyen la conservación del Yasuní y la resistencia de los indígenas y las personas locales. En mayo de 2007 el presidente de Ecuador, Rafael Correa, anunció que el país estaba preparado en dejar el petróleo bajo la tierra pero que necesitaría apoyo financiero y político de la Comunidad Internacional. Yasuní Green Gold quiere asegurarse de que la propuesta sigue hacia delante en la mejor y más representativa manera, respetando los Derechos Indígenas y Humanos, con la esperanza de crear un modelo que pueda ser usado a lo largo del planeta. 1.- El Yasuní -¿Qué es el Yasuní? -¿Hay indígenas en el Yasuní? ¿Por qué es importante el Yasuní? HECHO: En el Yasuní hay más especies de hormigas en un árbol que en toda Inglaterra. ¿Qué es el Yasuní? El Yasuní es un Parque Nacional situado en el Amazonas ecuatoriano, de modo predominante en la provincia de Francisco de Orellana. En 1989, la UNESCO declaró el Parque como Reserva de la Biosfera y lugar de Patrimonio Cultural único. ¿Hay indígenas en el Yasuní? Sí. Viviendo en el Yasuní hay varios grupos indígenas diferentes incluyendo a los Waorani, los Shuar y los Kichwa amazónicos. Algunos de estos pueblos –tales como los Tagaeri y los Taromenane– aún no mantienen voluntariamente contacto alguno con el resto del mundo. Estos guerreros son cazadores-recolectores y han estado viviendo en armonía con la Naturaleza durante siglos. ¿Por qué es importante el Yasuní? El Yasuní es uno, si no él, de los lugares más biodiversos del planeta. Se extienden por casi un millón de hectáreas y es hogar de la mayor diversidad genética de plantas y animales de la Tierra. Se cree que es una zona que no se congeló durante la última Edad del Hielo, que comenzó hace dos millones de años y duró hasta hace 10.000 años. Como consecuencia, se convirtió en una isla de vegetación donde flora y fauna se refugiaron, sobrevivieron y finalmente volvieron a poblar la región del Amazonas.

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Esto explica la inmensa cantidad e importancia de las estadísticas registradas constantemente descubiertas en el Yasuní. Por ejemplo: dicha región acoge el mayor número de especies de árboles por hectárea del mundo. En solo una hectárea del Yasuní se ha hallado la misma cantidad de especies de árboles nativos que en toda Norteamérica. No obstante, todavía hay una extraordinaria cantidad de biodiversidad no registrada. Dentro de Ecuador se han declarado 700.000 hectáreas del parque como jurídicamente “intocables”, lo que significa que la zona debería protegerse de cualquier actividad que pueda afectar de modo negativo a la biodiversidad o la cultura la de la región. 2,-Yasuní y petróleo HECHO: Todo el petróleo predicho en el ITT sólo proporcionaría al mundo 5 días más de petróleo. ¿Cuál es la historia del petróleo en la región ecuatoriana del Amazonas? Hasta 1958, los Waorani en particular habían luchado mucho contra la incursión petrolera y esto había detenido ampliamente el avance petrolero en el Oriente ecuatoriano. En la década de 1940. El guerrero Waorani Moipa dirigió la resistencia contra una incursión por la empresa petrolera Shell, y los misioneros tuvieron la misma acogida 16 años después. En 1958, fue cuando se consiguió el primer contacto “pacífico”. Las consecuencias fueron devastadoras, abriéndose la región a la colonización petrolera. Principalmente dos grupos, los Tagaeri y los Taromenane, rechazaron tal colonización con intensidad y huyeron a lo profundo del bosque. La exploración petrolera en las décadas de 1960 y 1970 supuso oleadas de colonización fomentadas por el Gobierno Nacional de Ecuador. Para conseguir que el petróleo de la Amazonía, situada a un lado del país, vaya a la refinería, en el otro lado de Ecuador, se construyó un oleoducto de 420 km a través de los Andes. Esto significó abrir el área y despejar el bosque desde un lado al otro para construir carreteras. Por esta herida amazónica entraron miles de granjeros y gente que talaban más árboles para crear granjas y plantaciones. Con la colonización llegaron enfermedades, corrupción, deforestación y conflictos, por no hablar de los efectos del petróleo. ¿Cuál es la historia del petróleo en el territorioYasuní? Unos veinte años después se hallaron varios yacimientos petrolíferos tanto en el Parque Nacional Yasuní, como en la reserva señalada para la protección de los Waorani, así como en los territorios colindantes. Las compañías petroleras rápidamente invadieron las áreas protegidas y los 16.000 indígenas Woarani de la reserva se redujeron a tan sólo 1.000. Los que se hallaban fuera de la reserva -los Tagaeri y Taromenane- estaban en constante conflicto con madereros, compañías petroleras, misioneros y otros intrusos que estaban intentando exterminar o pacificar lo único que se hallaba en pie en su camino para lograr más petróleo. Los límites del Parque Yasuní han sido modificados en varias ocasiones para acomodar la explotación del petróleo que, de otro modo, estaría prohibida. En 1999, el Tribunal Constitucional de Ecuador aprobó planes para explotar el petróleo en el Parque Nacional Yasuní, un decreto que viola la legislación del Parque. En el mismo año, la parte sur del territorio Yasuní fue

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declarada ‘zona intocable’, un lugar seguro para los indígenas no contactados, pese a lo cual ha persistido la tala ilegal de madera. ¿Cuáles son los bloques petroleros del Yasuní y qué compañías están involucradas? Las reservas petroleras de Ecuador están divididas en diferentes “bloques” geográficos, con los derechos cedidos a diferentes compañías para su explotación. El Bloque 16, situado a la entrada del territorio Yasuní, está bajo el control de la compañía petrolera española Repsol, que le da virtualmente el control completo del área. En el año 2004, Pertrobras, una empresa brasileña, recibió permiso para perforar en el bloque 31, que está casi enteramente en el territorio Yasuní y justo al norte de la zona intangible. Los principales actores en la región son: Andes Petroleum (China); Petroecuador (Ecuador); Encana (Canadá); Occidental Petroleum (USA); Repsol-YPF (España y Argentina); Petrobras (Brasil) y PDVSA (Venezuela). Esta última puede también participar en la explotación del ITT junto con Sinopec (China). No obstante, un grupo completo de otros contratistas y subcontratistas de todo el mundo están asimismo participando y lucrándose en la explotación. Acerca del petróleo en el bloque ITT Ishpingo-Tambococha-Tiputini (ITT) es el nombre para el bloque en el corazón del territorio Yasuní bajo el cual se hallan entre 420 y unos posibles 900 millones de barriles de petróleo. A pesar del hecho de que los límites del bloque se superponen con los de la “zona intangible”, los interesados en el petróleo, encabezados por las empresas petroleras multinacionales, están presionando actualmente al Gobierno para lograr el derecho para explotar estas reservas. El petróleo de la ITT es un crudo pesado, muy difícil de extraer y con un alto contenido en carbono, que lo hace incluso más contaminante que el otro petróleo. Está suspendido en agua muy tóxica que contiene altas concentraciones de sal, metales, hidrocarburos y ácidos. Esta agua llega a la superficie con el petróleo en ocasiones hasta diez veces del volumen de petróleo, lo que significa que por un barril de petróleo puede haber diez barriles de residuos. Los modos de verter esta agua y otros residuos sólidos están poco desarrollados, y como consecuencia, una gran parte de ella termina en los ríos contaminando, matando animales y difundiendo enfermedades. ¿Explotar el petróleo ITT afectará al territorio Yasuní? HECHO: En los últimos 15 años, Ecuador ha perdido casi una cuarta parte de su cubierta forestal HECHO: Se cree que aproximadamente tres cuartas partes de la población del Yasuní usan aguas contaminadas

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La extracción del petróleo de ITT tendrá impactos similares a los bien documentados en las áreas circundantes:

Impactos medioambientales: la extinción final de especias conocidas y desconocidas, la contaminación por petróleo del agua y del terreno, y una amplia contribución al cambio climático mediante la producción petrolera adicional y una amplia tala maderera. Los vertidos de petróleo son habituales y se ven por las empresas de oleoductos como un buen modo de hacer dinero.

Impactos culturales: el exterminio final de tribus indígenas no contactadas mediante le enfermedad y la violencia.

Impactos políticos: represión, violencia y conflicto. Impactos sociales: altos niveles de enfermedades, particularmente cánceres y niños

nacidos con deformidades, alcoholismo, prostitución y enfermedades de transmisión sexual.

Impactos económicos: pérdida de medios de vida por impactos medioambientales; es decir, cultivos y ganado destruidos por la contaminación.

Yasuní y cambio climático Las dos causas principales del calentamiento global son la quema de combustibles fósiles y la destrucción de los bosques; explotar el territorio Yasuní sólo agravará estos aspectos.

La producción de petróleo, que significaría lanzar 108.900.000 toneladas de carbono a la

atmósfera, necesitando un bosque casi del doble de tamaño de toda Inglaterra para absorberlas.

La grave destrucción forestal debida a la tala maderera y a la colonización, los cálculos

sugieren que por cada nuevo kilómetro de carretera construida en la región, se pierde un promedio de 120 hectáreas de bosque para la agricultura.

Por esto, salvar el Yasuní ataca directamente las dos causas principales del cambio climático. Yasuní y Derechos Humanos Las leyes internacionales de Derechos Humanos otorgan a los pueblos indígenas el derecho a la vida y a elegir cómo vivir. Si el Yasuní es explotado, sus habitantes perderán la capacidad de elegir su modo de vida como ha sucedido en las zonas aledañas. En muchas ocasiones esto conducirá a la pérdida de vidas. Ellos tienen a su vez el derecho a vivir seguros, especialmente dentro de su propio territorio. Así como la gente tiene el derecho a protestar, lo que a menudo se reprime.

Explotar el Yasuní infringirá también el convenio internacional sobre pueblos indígenas y la Constitución de Ecuador que declaran ambos que los pueblos indígenas tienen derecho a ser parte de la toma de decisiones sobre su territorio.

El 10 de mayo de 2006, la Comisión Interamericana sobre Derechos Humanos ordenó medidas protectoras en nombre de los Taromenani y los Tagaeri, lo que implica la aplicación de medidas para asegurar los derechos y salvaguardar las vidas de estos grupos étnicos.

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El 18 de abril de 2007, el Presidente ecuatoriano Correa anunció la adopción de una política gubernamental para salvaguardar las vidas de estos pueblos en aislamiento, asumiendo la responsabilidad para proteger sus derechos básicos y garantizando la defensa de los derechos humanos colectivos e individuales de los pueblos y comprometerse a hacer esfuerzos para afrontar las amenazas de exterminio y garantizando la defensa de sus derechos.

Yasuní y Pobreza La explotación petrolera se ha justificado a menudo con una necesidad de librar de la pobreza a la nación. No obstante, la realidad es que desde que comenzó la explotación la deuda nacional de Ecuador sólo ha aumentado y que los más pobres sólo se han vuelto aún más pobres, perdiendo lo poco que tenían. ¿Ha habido alguna resistencia local? Cuando las empresas petroleras llegaron a la región hace 50 años, la resistencia indígena era fuerte y entrar en el Oriente ecuatoriano era casi imposible. Las empresas petroleras comenzaron a usar métodos alternativos para entrar en la región tales como los misioneros, antropólogos y financiar exploración medioambiental. Estrategia que tuvo un amplio éxito. Hoy día, la gente continúa luchando con energía a pesar de las amenazas, detenciones y otras medidas represivas a menudo realizadas en favor de las empresas petroleras. No obstante, gran parte de esta resistencia es ignorada. Dicho esto, ha habido aislados, pero importantes éxitos. El más famoso es el litigio judicial por los derrames de petróleo de la compañía estadounidense Texaco. Casi cien comunidades con más de 30.000 personas se vieron afectadas por el vertido de 17 millones de galones de crudo. El litigio, que aún está en tramitación, es un importante precedente ya que es la primera vez que un país sudamericano ha llevado a una empresa transnacional a los tribunales en su propio país. 3.- La propuesta original del Gobierno nacional para conservar el Yasuní ¿Cuál fue la propuesta original? En mayo de 2007, el Gobierno nacional de Ecuador planteó una idea innovadora: las empresas petroleras dejarían de explotar el bloque ITT en el Yasuní a cambio de recibir anualmente 350 millones de dólares USA de la comunidad internacional para los próximos diez años. Esta cifra es la que se ha calculado que sería la mitad del dinero que recibiría Ecuador por ingresos del petróleo. La propuesta originariamente afirmaba que el dinero se debería recibir antes del mes de julio del año siguiente. Puntos fuertes La propuesta era valiente, con un conjunto inspirador de principios detrás de la misma.

Fue la primera vez que un gobierno nacional había elaborado una propuesta y buscaba apoyo internacional para dejar su petróleo bajo la tierra.

La idea de que las naciones ricas ayudarían a un país en desarrollo, pese a la enorme presión de la industria petrolera, y poder mantenerse firme en la lucha contra el cambio climático, tenía el potencial de ser algo revolucionario.

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De tener éxito, podría llegar a ser un modelo para otras naciones en desarrollo de todo el mundo para salvar su propia riqueza medioambiental y cultural, que normalmente se sacrifica en pos del desarrollo económico.

Puntos débiles Había problemas fundamentales con el modo en que el Gobierno ecuatoriano estructuró la propuesta.

No garantizaba con claridad la conservación del territorio Yasuní. En su lugar, fijaba un límite de tiempo para exigencias financieras: después de lo cual, era presumible, el Yasuní sería ofrecido en beneficio del gran negocio petrolero.

También dejaba abierta la posibilidad, incluso si se lograban fondos con éxito de la comunidad internacional, se podrían devolver por el Gobierno ecuatoriano y por los Yasuní explotados.

Nunca se indicó con exactitud a dónde iría y cómo se administraría dicho dinero. Los organismos locales del Yasuní no fueron invitados a participar en la propuesta o en

cualquier planificación futura, arrojando dudas sobre cuánto dinero se canalizaría en el desarrollo de alternativas económicas locales, muy necesarias para la región y como se garantizaría el cumplimiento de los derechos humanos e indígenas en la región.

¿Qué ha ocurrido a la propuesta nacional para conservar el Yasuní desde mayo de 2007? Desde que se presentó la propuesta en el mes de mayo, ha habido algunos progresos muy positivos. Ecuador está en el proceso de crear una nueva Constitución que por ahora tiene algunos artículos medioambientales y sobre derechos humanos muy avanzados que, si se aprueban, apoyarían la conservación de los Yasuní y el respeto de los Derechos Indígenas en la región. El Gobierno también ha ampliado la fecha final en dos ocasiones, dando más tiempo para lograr apoyo. Por otro lado, a pesar de las dos extensiones del periodo, aún no se han mejorado los puntos débiles de la propuesta. Además, la vaguedad de los aspectos de la misma y su pobre exposición al mundo sugiere una carencia de dedicación que no ha inspirado mucha confianza. El Gobierno ecuatoriano no ha logrado incluir todos los recursos y esfuerzos necesarios para lograr que tenga éxito. El Gobierno comenzó a promocionar la propuesta demasiado tarde y abrió una cuenta bancaria después de que el primer plazo ya había pasado. Las noticias sobre lo que está ocurriendo no son claras y no están confirmadas, y la página web oficial del gobierno sobre el ITT raramente se actualiza. Han aparecido también divisiones en el Gobierno sobre la propuesta ITT, y recientemente algunos de sus principales defensores han comenzado a dimitir. Aunque algunos han decidido continuar, esto se ha entendido internacionalmente como una muestra de la falta de compromiso del Gobierno ecuatoriano. No obstante, parece que estas tensiones se han estado madurando durante algún tiempo. La propuesta nacional original para mantener el petróleo bajo tierra, desarrollada por movimientos sociales ecuatorianos, afirmaba el concepto de que nadie puede pagar por el derecho a contaminar el planeta. Sin embargo, al caer la propuesta en manos de los economistas neoclásicos, ésta se modificó, o interpretó para encajar en las ideas actuales de libre mercado de comercio del carbono y cancelación de la deuda: ideas que ya han demostrado su ineficacia para reducir las emisiones de carbono y pobreza.

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Tales divisiones en el Gobierno explican a su vez las contradicciones en la política que han creado desconfianza, ilustrado de modo más notable por la licencia dada para perforar en el bloque 31, también dentro del territorio Yasuní. Así como la promoción del corredor Manta-Manaos, que convertiría el río Napo en una autopista de barcos comerciales entre Brasil y China. Al mismo tiempo, a nivel local, en el Yasuní muchas cosas no han cambiado. Se siguen produciendo enormes vertidos de petróleo por las empresas, que se niegan a asumir su responsabilidad. Las comunidades indígenas siguen siendo reprimidas, como en el caso de Dayma, y quienes hablan contra las empresas multinacionales siguen siendo detenidos. ¿Qué tipo de apoyo logró la propuesta? Dentro del Gobierno de Ecuador y en organismos locales hay muchos miembros que trabajan duro para apoyar y desarrollar la propuesta de preservar el territorio Yasuní. Una encuesta realizada en Quito y Guayaquil, las dos ciudades más grandes en Ecuador, mostró un enorme apoyo por la propuesta original. No obstante, el mensaje de los habitantes de Ecuador fue claro: con o sin el dinero, el Yasuní no debe ser explotado. Fuera de Ecuador, países como España, Noruega y Alemania han respondido de modo positivo, y organismos financieros internacionales como la Fundación Clinton han mostrado interés activo en la propuesta. Organizaciones e individuos de todo el mundo han mostrado su apoyo o lanzado campañas, tales como Yasuní Green Gold, Amazonia por la Vida y Save America’s Forests, para contribuir en los esfuerzos nacionales para salvar el Yasuní. No obstante, un año después de la presentación de la propuesta, el presidente de Ecuador declaró que sólo los españoles habían puesto realmente dinero, y que el tiempo se está acabando. Sin embargo, el presidente olvida que para recibir el apoyo internacional necesario, se requiere que el Gobierno ecuatoriano sea claro, consistente y dé una garantía para la protección del territorio Yasuní y de sus habitantes, para el respeto de los Derechos Humanos y la conservación para siempre de la biodiversidad del Yasuní. El Gobierno de Correa, por otro lado, parece dudar para dar tales garantías sin un sólido apoyo internacional y por ello nos hemos visto en un momento de parada. La campaña: Yasuní Oro Verde ¿Qué es Yasuní Oro Verde? Yasuní Green Gold es una Campaña Internacional Sin Ánimo de Lucro que se creó con el apoyo del Gobierno local de Orellana y habitantes indígenas locales, en la región Yasuní. Yasuní Oro Verde no es otra ONG o institución sino una red de personas y organizaciones que creen que Yasuní es Oro Verde y que debe ser preservado. Nuestro objetivo es aumentar la conciencia y el apoyo para la conservación del Parque y la protección de los habitantes locales del Yasuní. Pensamos que el Yasuní es único y creemos que la vida de las personas no tiene precio. Creemos que una solución en el Yasuní puede convertirse en un modelo para otras naciones en desarrollo de todo el planeta. Una manera para los países de conservar sus tesoros culturales y medioambientales sin tener que sacrificar el desarrollo económico. Y lo más importante, puede

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dirigirnos a un camino efectivo contra el Cambio Climático. ¿Cuáles son los objetivos de Yasuní Oro Verde? Actuar como portavoz para la gente local aumentando su fuerza y llevando sus

preocupaciones a nivel internacional. Volver a centrar la atención del petróleo bajo el Yasuní a la importancia de su riqueza biológica y cultural con el fin de permitir alternativas para la región como el turismo responsable.

Crear una red internacional de personas y organizaciones que apoyen la lucha y esfuerzos locales en la protección del territorio Yasuní.

Actuar en cooperación con otros movimientos y personas para ser los más eficaces. Apoyar el desarrollo y la aplicación de soluciones locales para el desarrollo sostenible de la

región Yausní. ¿Qué queremos de la propuesta nacional? Queremos alentar y apoyar al Gobierno nacional para desarrollar y mejorar su propuesta original:

1. Queremos una extensión ilimitada del período de tiempo que el Gobierno ecuatoriano ha dado para llegar a un acuerdo para la conservación del territorio Yasuní. El plazo ha sido actualmente ampliado por segunda vez hasta diciembre de 2008. Para el respeto por los Derechos Humanos este planteamiento de dar tres meses más aquí, o cinco meses allí, no ha generado confianza en la seriedad del Gobierno sobre hallar tal solución. Sobre todo, porque la propuesta no ha sido desarrollada ni mejorada como debería.

2. Solicitamos que el Gobierno nacional consulte con las partes afectadas, de modo más

importante con los gobiernos locales y comunidades indígenas de la región. Esto último es en orden de cumplir las leyes universales de Derechos Humanos. Sugerimos que, con el fin de crear una propuesta clara, coherente y totalmente representativa para asegurar el futuro del Yasuní, los Gobiernos, las ONGs, habitantes locales y otras partes concernidas trabajen de modo conjunto. Nos gustaría ver este proceso en marcha con una conferencia internacional implicando a todas estas partes y con la finalidad de iniciar un proceso de obtener el compromiso con la mejor solución posible.

3. El Gobierno de Ecuador debe comprometerse y aceptar la responsabilidad de conservar

de modo incondicional el Yasuní y proteger los Derechos de los Indígenas de la región. Tal política debe ser coherente, consistente, permanente y totalmente implantada.

4. Al mismo tiempo, la comunidad internacional, incluidos los Gobiernos, las ONGs y las

organizaciones internacionales, deben comprometerse para trabajar juntos con el Gobierno ecuatoriano y los habitantes locales para crear la mejor propuesta posible para preservar el Yasuní. Una vez tomada una decisión, deben apoyarla de todo corazón y velar para que se ejecute adecuadamente.

¿Cómo estamos yendo con esto? Trabajando para crear un frente coordinado unido con esta red, de modo que podamos ser

los más eficaces en apoyar al Gobierno nacional para crear una propuesta positiva, efectiva y representativa.

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¿Qué no debe hacerse? Cualquier decisión de mantener el petróleo bajo tierra debe ser final e irreversible. El

Gobierno no debería poder devolver cualquier dinero que se haya dado por la comunidad internacional y extraer el petróleo. Y no puede recibir y/o usar el dinero dado para mantener el Yasuní intacto para otros fines, como los de remediación de los efectos petroleros. Esos son gastos que deberían cubrir las empresas contaminantes.

El Yasuní no debe incluirse en cualquier tipo de programa de negociación de carbono,

en el que la gente de la región perdería los derechos a su propio bosque. La negociación del carbono es una falsa solución para el cambio climático. El propósito de salvar al Yasuní es hallar una real.

No debe haber negociaciones secretas tan comunes en las negociaciones

internacionales sobre cambio climático. Una vez tomada una decisión, será responsabilidad de los Gobiernos nacional y local asegurar que se cumplan las promesas.

Todas las decisiones tomadas deben ser consecuentes con la conservación del territorio

Yasuní. No puede haber ningún proyecto paralelo que tenga un impacto negativo sobre el Yasuní, su biodiversidad o las culturas indígenas locales.

¿Quiénes apoyan y avalan Yasuní Oro Verde? Yasuní Oro Verde ha tenido bastante suerte por recibir contribuciones de personas y organizaciones de todo el mundo ofreciendo destrezas y recursos para la campaña. La organización no lucrativa “Movimiento Idun” coordina y aporta el respaldo opara la campaña a nivel internacional. El Gobierno Municipal de Francisco de Orellana ofreció su conocimiento, sus recursos y experiencias para lanzar la campaña desde una sólida base dentro de la comunidad local. Aportó el registro fotográfico del proyecto. Así como ha colaborado en la distribución del libro en Ecuador. Sigue cooperando con toda la ayuda y el apoyo posibles. La cooperativa New Internationalist se prestó para ayudar todo lo posible para publicar el libro de la campaña, en la mitad del tiempo normal, y para ayudar a poner en pie la campaña. Su implicación aumentó cuando decidió colaborar en la parte británica de la campaña. Desde el principio, organizaciones españolas como la Fundación Iwith o la Asocición Eutopía-Consultores Sin Fronteras han ayudado a consolidar y crecer la campaña, no sólo en España, sino Internacionalmente. Muchas personas y otros grupos han apoyado la campaña, incluyendo a científicos, antropólogos y expertos medioambientales como Jane Goodall, Ricardo Carrere y más expertos (ver listados completos en www.yasunigreengold.com y www.yasunioroverde.org).

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También están colaborando agencias de comunicación como Ideatik; Rafael Delgado, mejor pastelero de restaurante en 2007; www.neules.com; y Bodegas Pirineos de Barbastro. Igualmente la Universitat Oberta de Catalunya, la Fundación de la Universitat de Girona, Círculo de Bellas Artes de Madrid, Universidad de Cádiz y Diputación de Córdoba forman parte desinteresada. Por último, pero no lo menos importante: más de cien voluntarios han dedicado su tiempo y sus destrezas para crear y desarrollar los diferentes aspectos de la campaña, desde el diseño a la traducción. ¿Cómo llegamos aquí? Líderes y habitantes locales, cansados de luchar a diario por sus derechos, generalmente llegando a ninguna parte, decidieron recurrir a la comunidad internacional para hacer oír sus voces. A Yasuní Oro Verde se le confió llevar sus voces a tus oídos y sus luchas tu atención. El día a día de la campaña está coordinado por Ginés Haro y Georgina Donati. Se implicaron con el Yasuní cuando Ginés fue a trabajar por un año con el Gobierno Municipal de Orellana, colaborando con la gente local en definir sus necesidades y prioridades. En el verano de 2007 Georgina también se sumó a Ginés por unos meses trabajando en estos proyectos locales. Fue cuando estaban viviendo en Coca que decidieron conjuntamente, con los dirigentes y la gente local, usar las fotografías tomadas para fines de promoción del Gobierno Municipal de Orellana como un medio de introducir a más gente en la zona y en sus problemáticas. Querían mostrar que en la región hay muchas más cosas que petróleo: centrar la atención, en cambio, en su importancia biológica única y en la increíble gente que vivía allí. Para entonces desarrollar un movimiento internacional de personas y organizaciones que también crean que Yasuní es Oro Verde y que desean ayudar en la lucha de la gente local del Yasuní para asegurar que éste siga intocable y se respeten sus Derechos Humanos. Georgina y Ginés piensan que cuando la gente conozca la belleza y los problemas del Yasuní, se inspirarán, como lo hicieron ellos, para ayudar a salvarlo. Si actuamos juntos y creamos un frente unido, podemos lograr nuestros objetivos y salvar al Yasuní y a su gente ahora y para el futuro. El Yasuní y la vida de sus habitantes no tienen precio, el petróleo no debe ser explotado. Desde entonces, más y más gente ha sido inspirada por la posibilidad dada por esta propuesta no sólo para proteger al Yasuní y a su gente sino también para crear un precedente para ayudar a salvar otros lugares de todo el mundo.