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Descripcion de unos de los edificios mas emblematicos de la Ciudad de la Habana asi como su construccion
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CIUDAD DE LA HABA�A
EDIFICIOFOCSA
EL FOCSA
El edificio FOCSA está ubicado en el corazón del
Vedado, en la manzana comprendida por las ca-
lles 17, 19, M y �. Fue construido en el año 1956
por la compañía Fomento de Obras y Construc-
ciones, Sociedad Anónima (FOCSA) de ahi su
nombre y fue, en su época, el segundo edificio de
hormigón más elevado del mundo,121 m, supera-
do en altura sólo por el edificio Marinelli en la
ciudad brasileña de Sao Paulo, también de hor-
migón armado con 144 metros de altura. En
aquellos años se consideraba demasiado costoso
erigir edificaciones de hormigón armado que so-
brepasaran las 18 plantas. La otra alternativa era
basada en estructuras metálicas.
La idea inicial fue la de construir viviendas para
los empleados de la Cadena de Radio y Televisión
CMQ, y a ese efecto el primer sitio que se selec-
cionó fue un reparto llamado Arroyo Arenas, pe-
ro se desechó debido a lo alejado del lugar, por lo
que se escogió la manzana situada entre las calles
17, 19, M y � en el reparto El Vedado, a 200 me-
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tros de Radiocentro, sede de los estudios de la
CMQ y casi frente al famoso Malecón habanero ,
en la ciudad de La Habana.
El costo de los 10 mil m² de la manzana fue de
700 mil pesos y se tomó como relación óptima que
el terreno debía ser el 10% de total del costo del
edificio y determinó que para amortizarlo sería
necesario construir 400 apartamentos. El orga-
nismo Fomento de Hipotecas Aseguradas (FHA)
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financió el 80% del costo
de las viviendas y el 60%
de los locales comercia-
les, como se consideraba
mínimo el riesgo al exis-
tir 400 deudores (el 20%
de los compradores lo
hicieron al contado) el
Banco Continental Cu-
bano concedió un crédito de 6 millones de pesos.
Los pisos típicos tenían 13 apartamentos, 5 de
tres habitaciones y un cuarto auxiliar y 8 de dos
habitaciones con cuarto auxiliar. El costo básico
de los apartamentos era de 21,500 para los pri-
meros y 17,500 para los más pequeños. Se esti-
puló que por cada piso que se ascendía se cobra-
ban 30 pesos adicionales, y sin embargo los más
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altos fueron los primeros que se vendieron. Una
inversión de tal magnitud requirió de investiga-
ciones especiales, que incluyeron desde encuestas
de tipo socio económicas en la zona de influencia
del edificio hasta consultas con especialistas mé-
dicos acerca de los efectos que podían producir
en los inquilinos las vibraciones y oscilaciones del
edificio. La estructura se calculó para resistir
vientos de 240 kilómetros por hora y permitir un
movimiento de sólo 10 centímetros en su parte
superior.
En contradicción con las opiniones dominantes
en los Estados Unidos que consideraban antie-
conómicos los edificios con estructuras de hor-
migón más allá de los 18 pisos, resultó que en los
pisos bajos se tuvo un ahorro del 5% sobre el
presupuesto y en los altos del 18%. La organiza-
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ción de obra alcanzada permitió construir el edi-
ficio en 28 meses, se comenzó en febrero de 1954
y se terminó en junio de 1956, con la siguiente se-
cuencia de obra:
1ª planta: 14 días de 12 horas, total 168 horas
2ª planta: 12 días de 12 horas, total 144 horas
3ª planta: 10 días de 10 horas, total 100 horas
4ª a 15 plantas: 7 días de 10 horas, total 70 horas
15 a 30 plantas: 5½ días de 10 horas, total 55 ho-
ras.
El edificio en total tiene 30 pisos de apartamentos
y 9 de usos múltiples,
que dieron al edificio
una altura total de 121
metros sobre la calle,
siendo en ese momento
el segundo edificio de
hormigón más alto del
mundo.
La estructura de hor-migón hecha con muros continuos que van desde
los cimientos hasta la zotea fue resuelta magis-
tralmente por sus calculistas y ella se acusa fácil-
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mente desde el exterior. La oposición entre los
vanos de las ventanas y los huecos de sus terrazas
acentuadas por las horizontales de los antepechos
forma una composición agradable, como si fuera
una enorme tela escocesa que iluminada en la no-
che resulta una poderosa atracción de La Haba-
na, ya que es una de las vistas que al llegar por la
tarde desde el mar se impone la primera, a pro-
pios y extraños.
Un sistema de pasillos, ubicados al fondo del edi-
ficio separaban el ingreso de servidumbre y ven-
dedores del ingreso de los propietarios. Varios
apartamentos fueron decorados por las principa-
les firmas dedicadas a ello y por los más destaca-
dos mueblistas de La Habana, donde se mostraba
un colorido pleno de armonía que aumentaba la
calidad de la composición. También sus baños de
colores y los detalles del buen gusto que dejaron
los arquitectos en sus cocinas, realzaban la termi-
nación acabada que se observaba en cada uno de
los elementos. Algunas curiosidades técnicas del
proceso constructivo son:
Los calculistas Sáenz, Cancio, Martín, realizaron
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los análisis del subsuelo, hicieron
taladros, estudios geológicos, po-
zos, pruebas de compresión y de
carga directa en el terreno. El
suelo era de calizas coralinas,
arenas consolidadas y margas con
fracturas visibles. Se construyó
una maqueta en escala de 1:100 y se comproba-
ron en ella los efectos de las cargas verticales y
horizontales por el viento. Se construyó una gran
cisterna de 300 mil galones de agua, que recibe el
agua de una línea de 8” de capacidad.
Para la energía eléctrica se consiguió con la Em-
presa Eléctrica un sistema de distribución verti-
cal a 13,200 volts con cámaras de
transformadores a tres niveles, lo que permitió
considerar el edificio como si fueran 3 de 10 pi-
sos. Cada apartamento con cocina y calentador
eléctrico, tiene servicio de 110 y de 220 volts. Se
instaló una hormigonera en la obra, en el área
que después ocupó la piscina, por resultar más
económico y eliminar el transporte del hormigón.
La obra se hizo con hormigones que no sobrepa-
Ing Luis Sáenz
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saban los 420 kg/cm², excepto en los pórticos de la
planta baja, donde se usaron hormigones de 490
kg/cm². En el edificio se consumieron 35 mil m³
de hormigón. Después de realizar un estudio se
compró una máquina de la firma Rosa Cometa,
para producir en obra los bloques de hormigón.
Para resolver los problemas de acústica, se uso
como relleno para los pisos escoria de carbón de
piedra con un espesor de 7 cm. Las dimensiones
del edificio fueron modulares, de modo que se
utilizaron el mismo tamaño de encofrados. Se
usaron para éste unas cajas de madera, construi-
das con tablas de 2” x 6” y forradas con plywood
de 4 por 8 pies. Los puntales se usaron de made-
ra. Se pintaron las partes del encofrado en con-
tacto con el hormigón para que no se adhiriera, lo
que permitió utilizar los cajones más de 30 veces.
Las instalaciones eléctricas y de plomería se rea-
lizaron independientes de la estructura, se co-
locaron los bajantes por los patinejos, y se
dejaron los ramales entre el falso techo de yeso y
la placa. Cuenta el edificio con una pizarra au-
tomática para 500 teléfonos, que permite 50 con-
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versaciones simultáneas. Se instaló una planta
eléctrica de emergencia de 200 Kw. que mantiene
el servicio a elevadores, luces en pasillos, escale-
ras, bombas de agua, etc.
Se usaron 120 Km de tubería plastica eléctrica y
300 Km de alambre eléctrico con aislamiento ter-
moplástico tipo TW.
Esta obra, orgullo de la ingeniería cubana, fue
seleccionada en febrero del año 1997, por la
Unión �acional de Arquitectos e Ingenieros de la
Construcción de Cuba (U�AICC) como una de
las Siete Maravillas de la Ingeniería Civil Cuba-
na. Fue proyectada por el arquitecto Ernesto Gó-
mez Sampera y el ingeniero Bartolomé Bestard
realizó la organización de
la obra. El proyecto eléc-
trico fue del ingeniero
Fernando Meneses, la so-
lución sanitaria del inge-
niero Gustavo Becker y
los cálculos estructurales se realizaron por la fir-
ma de ingenieros Sáenz, Cancio y Martín.
En el sótano del edificio hay un gran parqueo pa-
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ra 500 automóviles. La
torre que sobresale del
edificio también cuenta
con viviendas, estas de
mayor confort y en el
piso más alto de esta
torre se encuentra unbar restaurante con el mismo nombre (La Torre),
un auténtico mirador de La Habana, El Empera-
dor, piscina, oficinas, emisoras de radio, estudios
de TV, farmacia, correo, banco, tiendas, una sala
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de teatro infantil y un club, entre
otras instalaciones. La torre que
sobresale del edificio también
cuenta con viviendas de mayor
confort, incluidos seis penthouses
y dos dúplex.
FUE�TE:
Juan de las Cuevas Toraya, publi-
cado en 2001.arquitecturacuba.
Elaboración e edición:
Luis Brito
Septiembre 2012
Contraportada. Foto de la planta
baja del Focsa cuando aun no
existia el restaurant Conejito
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