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Educar en casa en Argentina Desde nuestra condición nómade, sentimos necesario intentar una especie de definición de lo que entendemos por "casa". ¿De qué habla alguien cuando dice "casa" si en realidad , en apariencia no la tiene? En nuestro caso, como dice nuestro hijo "Casa son todas, todas son nuestras casas" . Llamamos casa a lo que tenemos bajo de nuestros pies y encima de la cabeza. Nuestra casa somos nosotros, nuestro cuerpo, nuestra pequeña pero sólida familia. Tenemos una casa en movimiento y permanente cambio. Nuestra casa tiene ruedas. Cuando decimos "educar en casa" no es una contradicción, sabemos perfectamente de lo que estamos hablando. Educamos en casa todo el tiempo porque nuestra casa rueda con nosotros a todos lados.

Educar en Casa en Argentina

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Una maravillosa experiencia narrada sencillamente para aquellos padres incertidumbrosos

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Educar en casa en Argentina

Desde nuestra condicin nmade, sentimos necesario intentar una especie de definicin de lo que entendemos por "casa". De qu habla alguien cuando dice "casa" si en realidad , en apariencia no la tiene? En nuestro caso, como dice nuestro hijo "Casa son todas, todas son nuestras casas" . Llamamos casa a lo que tenemos bajo de nuestros pies y encima de la cabeza. Nuestra casa somos nosotros, nuestro cuerpo, nuestra pequea pero slida familia. Tenemos una casa en movimiento y permanente cambio. Nuestra casa tiene ruedas. Cuando decimos "educar en casa" no es una contradiccin, sabemos perfectamente de lo que estamos hablando. Educamos en casa todo el tiempo porque nuestra casa rueda con nosotros a todos lados.

Nuestra casa con ruedas del 2009 al 2013.

Nuestra casa con ruedas del 2014 hasta la fecha.

Para no pocas familias el espacio fsico juega un papel fundamental en el momento de educar en casa. Para nosotros tambin, pero mientras unos acondicionan un cuarto lleno de cajas,material didctico, carpetas y cosas maravillosas sin las que a veces creemos que no lograremos el objetivo, nosotros optamos por el espacio abierto y en permanente cambio. El aprendizaje en nuestra vida fluye como nuestra vida misma: en libertad y permanente creacin y re-creacin.

Sin nimos de cristalizar conceptos ni pretender generalizar experiencias ni plantear verdades absolutas, queremos compartir ciertos aspectos de este camino que muchas veces va a coincidir con el recorrido realizado por otras familias y muchos otras veces, no.

Queremos compartir humilde y alegremente nuestra

experiencia y nuestros pensamientos, ambos sujetos al cambio constante y a la transformacin. Si hay movimiento estaremos ante pensamientos vivos, experiencias vivas, aprendizaje vivo, una vida viva. Y lo celebramos con el alma, el corazn y todo el cuerpo.

Deseamos que nuestra experiencia sirva a todos aquellos que comparten esta bsqueda o que simplemente tuvieron la grandeza de querer informarse y conocer.

Y si empezamos por el principio?:

Qu es educar en casa?

Educar en casa es mucho ms que una alternativa a la educacin tradicional. No es simplemente no escolarizar , pensamos que estaramos empobreciendo el significado al establecer una definicin desde lo que "no" es y le restaramos as magnitud y belleza.

Para nosotros, educar en casa fue y es la alternativa que ms se adeca a nuestra manera de ver el mundo, a nuestros deseos y expectativas. Es un estilo de vida.

Se trata de una eleccin consciente en el ejercicio de la maternidad y paternidad responsables como agentes primarios en la formacin integral de nuestros hijos. Si educar en casa es una eleccin, lo es tambin mandarlos a la escuela y ambas son igualmente respetables. Tenemos que entender que si no respetamos las elecciones de los dems aunque no las compartamos, no podemos esperar respeto. Vivimos en un mundo maravillosamente diverso que lamentablemente a veces intenta ser ocultado tras los "hay que" o "se debe" que muchas veces no es sino la expresin de la comodidad, el temor o la ignorancia.

Educar en casa es abrir otras puertas e inventar puertas nuevas si no encontramos lo que buscamos o slo por el hecho de jugar y de experimentar. El camino es maravilloso, muchas veces incierto, pero en esa misma incertidumbre es donde se gesta la creatividad y se dibujan nuevas propuestas.

Educar en casa es tambin estar dispuestos a crecer y aprender a la par de nuestros nios. Es estar presentes, entregarse y aprender a decir s.

Y la legalidad?

ste es uno de los primeros fantasmas propios y ajenos a los que nos enfrentamos cuando pensamos en la posibilidad de educar en casa. Es muy importante tener claro este aspecto, principalmente para poder continuar en paz y en el mejor de los casos poder compartirlo con quien piensa que estamos metindonos en un problema. En Argentina es posible hacerlo sin miedo a estar violando alguna ley simplemente porque es alegal. Esto implica al menos dos cosas: por un lado, que no es ilegal y que existen, efectivamente, aspectos de la ley donde podemos descansar; pero por otro lado, no implica que el problema se resuelva, ya que en casi la mayora de los casos debemos enfrentar a una lista larga de gente que viene blandiendo obligaciones con las que realmente no sabe muy bien qu hacer y que usa como escudo para no escuchar, ni aprender ni...cuestionarse? Tuve la suerte, como seguramente mucha gente, de que un libro, producto de una exhaustiva investigacin llevada a cabo porPaula Lago y Silvana Gonella, llegara a mis manos en el momento ms oportuno. Lo llevo bajo el brazo y lo he ledo y sigo leyendo cada vez que lo necesito porque ha arrojado mucha luz y despejado temores. He aprendido mucho y me ha ahorrado muchsimos esfuerzos! Se llama "Aspectos legales de la educacin en el hogar en Argentina" y lo recomiendo sinceramente. A continuacin, su portada y enlace.

http://educoencasa.com.ar/curso-aspectos-legales-de-la-educacion-en-el-hogar/Yo...puedo?

Esta duda late en muchas otras frases:

"Pero... si vos no sos maestr@"

"Ests capacitad@ para hacer eso?"

"Nunca fui buen@ en la escuela"

Y tantas otras formas de manifestar los propios miedos o inseguridades (lo har bien?) o las desvalorizaciones que vienen de un otro (y vos quin te cres?).

En este punto hay que trabajar, una vez ms, primero desde un@ mism@ y comprender que tod@s somos capaces. El aprendizaje est presente de manera permanente dentro y fuera de nosotros.

El aprendizaje no es unidireccional sino que va y viene, aprendemos tanto como podemos dar. Creemos que la mejor manera de asegurarnos que podremos brindar la mejor enseanza es reconocernos en nuestro papel de aprendices y a nuestro hijo, de educador.

Siempre podemos, si nos abrimos al crecimiento permanente hay un poder interno que crece. Aparece la creatividad. Si no logramos orla, tendremos a mano una voz nia (la de nuestros hijos) que pide, sugiere y marca el rumbo, slo tenemos que abrirnos y, sobre todo, confiar.

Por qu lo elijo?

Saber por qu optamos por este camino es el paso anterior a cualquier otro paso. Es necesario preguntrnoslo y ser sincer@s con nosotr@s mismos. Sin una conviccin slida empezaremos a tambalear ante cualquier dificultad que se nos presente y estaremos mucho ms vulnerables ante los cuestionamientos de los de afuera. En cambio, el saber por qu queremos este tipo de educacin para nuestros hijos no slo nos dar paz y seguridad sino que ser la motivacin en la que podremos ampararnos para sortear los obstculos que aparezcan. No tenemos que saberlo "ya", a veces suele ser un proceso muy largo y debemos respetar nuestros tiempos, que la mayora de las veces no coincide con el de los dems. Es entendible la presin que un@ ejerce sobre s mism@ cuando el otro exige respuestas que a veces no podemos dar. Pero creo que es muy sano recurrir a un sabio silencio que nos permita escucharnos y ser discret@s hasta tanto tengamos resueltos nuestros propios cuestionamientos, cuidarnos, en fin, de los ataques que puedan desviarnos de lo que realmente queremos hacer con nuestra vida y la de nuestra familia. Al fin y al cabo, a nadie va a interesarle tanto y tan profundamente el presente y el futuro de esos hijos como a las madres y padres, digan lo que digan las opiniones "preocupadas" o preocupadas de los dems. Por eso, amig@s: paciencia. Paciencia con ustedes en primer lugar, con el entorno familiar y con los "opinadores" de siempre. Fuerza y adelante!

Y si no me animo, soy peor madre o padre?

Pienso que no, en absoluto. Despus de haber escuchado a tantsimas madres y no tantos padres (lamentablemente parecieran involucrarse menos activamente), creo que el error est cuando se cae en la soberbia. Muchos, para evitar mirarse dentro, evitar cuestionarse y reconocer las propias debilidades y hasta huir de los planteos de los propios hijos, optan por negar cualquier otra posibilidad de eleccin subestimado al que s se anima. Estimo mucho ms y valoro la sinceridad de alguien que dice "Me gustara pero no me animo" o simplemente "No s por qu elijo la escuela" al que niega con ataques y hasta amenazas hirindonos, demostrando la incapacidad de respetar lo diferente. Luego de largas charlas de intercambio, con no poca frecuencia hemos llegado a la conclusin de que la mayora no se plantea a la escuela como eleccin. Se escucha "no me gusta pero no me queda otra" o "es lo que hay que hacer" y cosas similares. Por motivos laborales, interpretacin o desconocimiento de leyes, comodidad... y la lista sigue.Pero cuntos padres y madres son conscientes de que la escolarizacin ES una eleccin de la que son absolutamente responsables? Justifican todos esa eleccin haciendo ejercicio de la paternidad responsable? Llevar a los chicos a la escuela no est mal. Pero es una eleccin. Una eleccin tan respetable como las otras decisiones aunque no acordemos con ellas. Lo que consideramos cuestionable es la ausencia de ese "hacerse cargo", el "patear la pelota para otro lado". Con frecuencia omos extensas quejas con respecto al sistema, la institucin, la maestra, los compaeros...y hasta ahora no hemos escuchado decir "Yo tambin soy responsable de que eso le suceda a mi hijo porque yo decido que est ah". En fin, que tenemos mucho que aprender todas las madres y padres del planeta: dejar de pelear entre nosotr@s, dejar de competir, respetar la diferencia, aprender a convivir y compartir, a enriquecernos mutuamente con las experiencias del otro, dejar de emitir juicios que no construyen y, sobre todo, ser sinceros con nuestros hijos y jams dejar de contestar "porque..."Arduo trabajo...no?

Otro fantasma frecuente:

cmo va a relacionarse con otros nios?

A veces resulta ingenua esa pregunta, pero entiendo que cada caso es particular y, aunque a veces deja de tener sentido en cuanto se empieza a reflexionar, otras s realmente lo tiene. Empezara contestando con otra pregunta:

La escuela es el nico lugar donde tu hijo se relaciona con otros nios?

Es extrao pero no imposible que la respuesta sea afirmativa. Trataremos de repasar brevemente ambas posibilidades. En general, las posibilidades que los nios tienen de relacionarse con sus pares fuera de la escuela son abundantes. Basta con salir a una plaza para que nuestros chicos se relacionen! Hay miles de actividades de las que pueden participar, vecinos, hijos de amigos, nios de la familia y la lista es tan larga como...nosotros permitamos! Y creo que ah est la cuestin. En la escuela, chicos hay a montones, pero cuntas relaciones verdaderas?. En el marco de "lo que toca" (no pueden elegir con quin cursar y a veces ni siquiera el compaer@ de banco) suele darse, en el mejor de los casos, alguna amistad. Esto es cmodo para los adultos porque durante la semana los nios tienen su aparente "cuota" de relacin con otros nios, pero esas relaciones son las que nuestros nios hubieran elegido en un marco de mayor libertad? Digmoslo de este modo: bien o mal los chicos se relacionan,como pueden, con quien pueden, en la medida que pueden... El no escolarizar nos enfrenta a la responsabilidad de tener que facilitar los vnculos sociales. Tenemos que estar dispuestos a ponerlos en situacin de compartir. Tenemos que permitir que las relaciones con sus pares sucedan. Una vez ms, tenemos que decir "s". Nuevamente, nuestros hijos necesitan padres y

madres activ@s. Sacando a nuestros hijos de la casa y acompandolos en la posibilidad de transitar otros espacios, estaremos ayudando a que se generen y crezcan nuevas relaciones. La comodidad ac no vale,mientras nuestros hijos no tengan edad de manejarse solos por el mundo seremos nosotros el puente hacia l. Slo el puente. Nuestra tarea es dotarlos con las herramientas necesarias para que esas relaciones sean el fruto de encuentros mediados por la paz, el respeto, la tolerancia y, sobre todo: sus propias elecciones. Tenemos que dedicarles tiempo, contenerlos y ayudarlos a comprender cuando sus amistades manejan cdigos distintos, ydarles la libertad de elegir. Una vez ms, amigos, ofrezcmosles presencia. Qu bonito cuando vemos a nuestros hijos cosechar amistades autnticas.

La familia o el "otro"

(con frecuencia un gran escollo)

Creo que hasta el momento, no he conocido una familia que eduque en casa que no haya tenido enfrentamientos con algn integrante de su familia (madres, padres, suegros, hermanos, cuados, etc). Convengamos que si esto , en gente que ni conocemos, levanta no slo reacciones en contra sino tambin una toma de atribuciones al opinar qu debe o no hacer uno con sus hijos, cmo vamos a esperar que la familia propia no reaccione? (O...porque es familia justamente esperamos mayor respeto de ellos?) Creo que cualquiera de las dos preguntas son vlidas y, aunque aparentemente contradictorias, no son para nada excluyentes. Cuando es el entorno familiar el que levanta juicios (muchas veces de la peor manera), moviliza. Es inevitable que no desestabilice emocionalmente, sobre todo porque, con frecuencia, suele tornarse imposible establecer un verdadero dilogo. Las opiniones negativas del entorno inmediato pesan, pero no son distintas a las que cualquier otra persona que no concuerde pueda decir. Creo que partiendo de ah, uno puede empezar a comprender que los rechazos de ese familiar pueden ir ms all de la relacin que uno tenga con l. Es decir que, as como el vecino de la otra cuadra se horroriza por lo que hacemos (aunque en verdad no le importe ms que por el chisme mismo), nuestra familia pasa por algo parecido (en cuanto a la reaccin, no siempre las intenciones). Quiero decir que tanto en uno como en otro, lo que se activa es un inevitable repaso de lo que cada uno est haciendo con sus propios hijos y esto, para ms de uno, es intolerable. Muchas veces ese otro es el que se siente cuestionado y por eso, ataca. Es muy molesto darnos cuenta que nos pasamos dando explicaciones de nuestros pasos a diestra y siniestra aunque nadie nos rinda cuenta de los propios actos. Y lo peor: ante los ojos de la mayora pareciera que es justo que as suceda! No slo no es justo sino que es agotador. Pero somos minora, y como toda minora, nos toca empezar ejerciendo la virtud de la comprensin, la tolerancia y cuantas virtudes podamos ejercitar. Primero, para sobrevivir a las reacciones; luego, para intentar otro tipo de relacin: si el mundo se pelea con nosotros, al menos no entremos nosotros en guerra con el mundo.

Respiremos honda y luminosamente. Comprendamos que las actitudes estn directamente relacionadas con las estructuras que cada uno tiene y muchas veces no ha podido o se niega modificar. Y que cada experiencia, por ms dolorosa que sea, se fortalecer si logramos transformarla en una nueva oportunidad para seguir creciendo.

Estas inquietudes surgen en algn momento del camino de las familias que educamos en casa, sobre todo al inicio, con las variantes propias de cada experiencia. No sern las nicas dificultades o dudas o temores, pero son puntos que considero clave resolver dentro nuestro y cuanto antes.

Una vez consolidad@s en nuestra postura podremos dedicarnos de lleno a nuestros hijos, sin que las influencias del exterior nos alcancen de manera desfavorable. El recorrido ser mucho ms rico, disfrutable, distendido, feliz y, sobre todo, estaremos enter@s en el momento de contener a nuestros hijos, quienes sufrirn sus propias vicisitudes. Recomiendo mucho participar de grupos, foros, encuentros y toda actividad en la que se pueda compartir con otros padres y madres de familia. Nos daremos cuenta de que a todos nos pasa ms o menos lo mismo y hallaremos un espacio de contencin, intercambio y alegra que nos motivar para seguir. Paso a continuacin el enlace de un programa en vivo que personalmente me ha servido mucho para sacar dudas, apaciguar angustias y reavivar la pasin que este camino despierta en m. Se trata de La Gran Gua de la educacin infantil, creado por Mara Jos Cifuentes. En estos encuentros se conversan temas de educacin en casa y crianza consciente en los que participan e interactan padres y madres con sus testimonios e inquietudes y expertos en el tema. Los participantes son de diversos pases y eso enriquece mucho el intercambio. Pueden encontrar los videos en Youtube o a travs de este link llegar a la pgina y entrar en contacto con Mara Jos para participar activa o pasivamente en vivo.http://lagranguiadelaeducacioninfantil.com/que-hacemos/

Los aspectos de la educacin en casa que repasaremos a partir de ahora estarn sujetos a nuestra experiencia, la gua ser lo que fuimos vivenciando en el camino. Muchas situaciones coincidirn con las de otras familias si no en la resolucin, seguramente en el planteo, ya que la manera de resolver es absolutamente personal. No significa que abarquemos todo lo que implica poner en ejercicio esta decisin ya que no todos atravesamos por lo mismo, creo que en gran medida depende de la informacin previa que estemos manejando en ese momento y el tiempo que hayamos tenido para asimilarla.

En fin, que no pretendemos marcar el camino sino compartir el nuestro con sus aciertos y desaciertos, y comentar los diversos rumbos que fuimos tomando hasta llegar al que mejor nos hace sentir hasta el momento.

Nos decidimos. Y ahora...

Por dnde y cmo empiezo?

Y luego...cmo sigo?

Ya puedo respirar en paz?

Qu significa aprender?

Para nosotros todo se dio de manera muy natural. La idea de educar en casa haba tomado forma en m desde muchos aos antes de pensar en tener hijos y, afortunadamente, la pareja con quien form mi familia mir con agrado hacia el mismo lado. Eso no es poca cosa, ya que es imprescindible tirar juntos y a la par para preservar la armona necesaria que debe rodear este proceso. Si una pareja no comparte el modo como educar a sus hijos, inevitablemente aparecen escollos que muchas veces no se pueden saltar. Aqu entra el juego la escucha, la comprensin, la apertura hacia los deseos propios y del otro y todas las cuestiones que rodean cualquier desacuerdo de pareja en el que los hijos estn en medio.

Por otro lado, parte de la decisin de viajar estuvo muy ligada a la voracidad que personalmente tenemos por aprender. Esta actitud hacia el mundo (que se contrapone absolutamente a las visiones de los adultos que piensan que ya no tienen nada que aprender o no pueden o no tienen tiempo o sinceramente no les interesa porque consideran que no lo necesitan) nos predispuso para estar atentos a ese aprendizaje permanente en cada rincn del mundo por donde anduviramos y con cada alma que saliera a nuestro encuentro. Me refiero al crecimiento de mi compaero y el mo, ya que nuestro hijo tena apenas un ao y medio y su aprendizaje se vea a diario en un despliegue vertiginoso que nos dejaba con la boca abierta, de modo que no tenamos por qu preocuparnos en ese momento.

Considero que si nosotros como padres, madres o simplemente adultos influyentes en el crecimiento de un nio no adoptamos esa actitud de expectativa maravillada ante

cualquier cosa que pueda suceder, si no somos capaces de ver todo lo que cada individuo por ms modesto que sea nos puede ensear, entonces tardaremos ms en comprender qu es lo que implica educar en casa, al menos en una magnitud ms amplia.

No slo los libros o personas especializadas o diplomadaso llenas de medallas pueden aportarnos algo, sino que cada momento y persona que atraviesa nuestra vida nos presenta la oportunidad. Claro que si estamos mirando para otro lado u ocupando nuestra mente con otras cosas, posiblemente no logremos siquiera oler esta posibilidad. De la profundidad con que nos planteemos y dialoguemos acerca de qu entendemos por aprendizaje, depender la amplitud con la que recorramos este camino.

No quiero decir con esto que educar en casa signifique slo salir a la calle para ver a quin conocemos hoy, ste es slo uno de sus aspectos. Pero es fundamental porque nos ayuda a trabajar nuestra apertura hacia el aprendizaje y eso, necesariamente, empezar a despertar nuestra creatividad y la necesaria humildad ante el mundo que se abre a nuestros ojos.

Valorando a los dems y a lo que cada uno tenemos para dar, abrazaremos ms la vida y entenderemos que todos somos capaces de enriquecer al otro, los caminos se multiplicarn y mgicamente...empezaremos a salir de nuestros caparazones comunicndonos, cosa nada insignificante si pretendemos apoyar a nuestros hijos en el momento de la socializacin.

Nada que los padres y madres no hagamos podemos esperar de nuestros peques: si no cultivamos una actitud abierta para aprender a la par de ellos, no podemos esperar que ellos se abran para recibir. Si no nos relacionamos con nuestros pares, nuestros hijos hallarn una enorme dificultad en el momento de querer hacerlo a su vez.

Entender y transitar el aprendizaje de este modo, ha significado para nosotros muchas cosas agradables. Compartir al menos dos aspectos de esta actitud: por un lado que los mtodos, los recursos, las ideas, los temas, las didcticas se multiplican; por otro, nos permite crecer juntos ya que somos educadores y educandos al mismo tiempo, interactuamos y nos retroalimentamos maravillosamente entre nosotros como familia. Esto fomenta la unin y nos permite compartir una mirada maravillada de la vida.

Y en este proceso los aos pasaron intensos. Felices con lo que el viaje le daba especialmente a nuestro hijo, que a su vez nos enseaba a vivir la vida con total naturalidad (ya que no conoca otra realidad que no tuviera una bici bajo los pies) tuvimos gran material para analizar y estructuras que ir modificando de su mano. l fue y es nuestro maestro.

Nada haba cambiado con respecto a la decisin de no escolarizar sino que ms bien la idea empezaba a fortalecerse y a abrirse a nuevos cuestionamientos. Inevitablemente uno se plantea nuevamente qu hacer cuando ve que el momento se acerca, aunque creamos haber tomado desde hace tiempo la decisin, cosa que me parece sana aunque no sea ms que para reafirmarnos en nuestra postura.

En nuestro caso, el ser nmades y estar en el exterior nos facilit la situacin en los primeros aos, no slo porque el sistema no nos inclua sino que los otros se mantenan bastante al margen. Digo bastante porque parece que los opinadores de siempre no reconocen fronteras! De todos modos las respuestas son ms fciles de dar y de ser aceptadas, ya que a nadie le importa realmente lo que hagas con tu vida,y por otro lado, las presiones del pas de origen no se sienten tanto, ya que son mucho ms manejables a la distancia. Personalmente en este aspecto, como en tantos otros, el viaje nos jug siempre a favor, sobre todo porque tuvimos tiempo de madurar la decisin sin intervenciones. Pero esto no implica que todo fue ms fcil ya que lo ms probable es que uno regrese a su pas de origen aunque no sea ms que de paso, pero para los juicios, oposiciones y maltratos siempre es tiempo suficiente.

Preguntarn y cmo hacemos los que no podemos ni queremos viajar? Pues sostengo lo que en otra parte del artculo deca: el silencio y la discrecin, la privacidad, en suma, son actitudes muy sabias que puede tomar una familia que necesita transitar su camino a gusto y piacere. Cuanto ms silencio haya alrededor, ms posibilidades de escucharnos y responder a nuestros propios interrogantes sin que los de los dems provoquen interferencias.

Es necesario plantearse hasta cundo uno actuar en virtud de lo que la familia o cualquier otro espera de uno. De todos modos, nunca lograremos satisfacer las expectativas de todo el mundo, entender eso nos liber. Tambin nos liber entender que es necesario comprender qu queremos repetir de la herencia y qu no. Y ni hablar cuando comprendimos que el maravilloso hecho de ser padres y madres, de algn modo nos obliga a abandonar nuestro rol de hijos complacientes en virtud del bienestar del hijo propio.

Liberarse, soltar amarras, navegar trazando nuestro propio itinerario y ser feliz eligiendo. Eso tambin es aprender.

Un mtodo?

No creo que se que pueda recomendar una metodologa en particular. Estoy convencida de que el camino a seguir tiene que ser descubierto en conjunto con el nio para que todo fluya.

Igualmente, conozco familias que imponen, a modo de maestros, un plan y mtodo de estudio determinado y tambin les funciona. Las razones para adoptar esta postura son seguramente infinitas y todas obviamente respetables: da ms seguridad al adulto que no logra deshacerse de su mente escolarizada, los resultados pueden comprobarse de manera ms inmediata, se prepara al nio para rendir libre en algn colegio, simplifica ciertas cuestiones ya que suelen usarse libros de texto con ejercicios predeterminados, uno tiene la seguridad de que avanza de acuerdo a la edad,etc, etc. ste sera el mtodo homeschooling o la escuela en casa.

Cuando nos iniciamos de manera ms rigurosa (vale decir ms o menos a la edad del preescolar), dira que lgicamente escogimos este camino. Fue algo frustrante porque nuestro hijo sufra, se amotinaba y todos nos aburramos horrores! Me dije: Bueno pues, es ms que evidente que esto no funciona. Basta con ver su trompa y sus rabietas. Y ahora...qu!?. Pas por muchas etapas: me culpaba a m misma por inepta, me las agarraba con el peque por indisciplinado, con mi pareja por dejarme sola, con la bici y el mundo por si las dudas. Hasta que entend.

Si me aburra a m, qu efecto poda esperar en mi hijo? Aunque no lo crean, fue un autntico descubrimiento! Le hablbamos de aprender jugando con alegra y armona como unos de los mayores beneficios de estudiar en casa, pero paradjicamente, eso no era lo que nos ocurra: ambos nos enojbamos y terminbamos llorando en un rincn, cada uno con sus propias frustraciones. Llegamos a acordar con mi pareja que l se quedara fuera de esta historia para poder actuar como mediador cuando las crisis sobrevinieran! Ahora me da risa, pero les aseguro que llor bastante.

No haba nada ms alejado de nuestra realidad que la rigidez del mtodo que, por supuesto, ambos adultos habamos padecido. Quedaba claro que estbamos repitiendo los mismos patrones que detestbamos. Ah fue como, aunque todava no me haba topado con el trmino mente escolarizada comprend que eso pasaba. Tena tan internalizadas esas estructuras que cuando quise volcar mis conocimientos no encontr de manera espontnea otro modo de hacerlo.

Inmediatamente comprend a mi pobre criatura a quien expliqu mi realidad y ped disculpas. Cmo se me haba ocurrido sentarlo dos horas por da a automatizar ejercicios en un papel si vivimos en plena libertad, rompiendo rutinas, desafiando paradigmas, involucrndonos con todo lo que tenemos alrededor, investigando, descubriendo...? Fue otro rapto de luminosa sensatez.

Sigui una etapa de intentos que caan una y otra vez en el mismo sitio. Entend que el mayor trabajo, si quera que esto cambiara, tena que hacerlo conmigo. El camino se torn sinuoso, con subidas y bajadas, con terrenos planos, desrticos, selvticos y toda la geografa que bien puedo comparar a la que atravesbamos en bici. Pero fue maravilloso, hoy puedo decirlo, porque crecimos a la par. Siento un crecimiento autntico que no se agota, que est en perpetua transformacin. As logramos llegar a lo que llaman mtodo unschooling: nuestro hijo marca el recorrido, nosotros le facilitamos las herramientas para profundizar en sus inquietudes y transformarlas en un verdadero y profundo aprendizaje. El desafo? Confiar ciegamente en el nio, no determinarlo, aprovechar la riqueza de su innata curiosidad y ayudarlo a llevarla un poquito ms all.

Es difcil poder describir las gratificaciones que experimentamos. En primer lugar,el depositar una confianza extrema en nuestro hijo nos conecta con la amplia sabidura y sorprendente brillo que cada nio posee y que los adultos nos encargamos de estropear e incluso de hacer desaparecer. Nos permite ver el mundo con otros ojos: los ojos de un nio, y les aseguro que el mundo se vuelve extremadamente ms rico. Nos ha permitido crecer, modificar estructuras, mejorar nuestra relacin de familia, profundizar el respeto hacia los nios, aprender a no subestimarlos, fortalecer nuestra escucha, tener confianza en el proceso natural del crecimiento, encontrar fuentes de aprendizajes permanentes, cultivar la creatividad en el momento de resolver problemas, volver a aprender cosas que habamos olvidado por completo, respetar los tiempos y tanto, tantsimo ms.

Qu significa "seguir" sus inquietudes?

Sencillo: darle bolilla a todo lo que le provoque curiosidad y no contestarle a las apuradas o ms o menos as. Tomar en serio cada una de sus preguntas. Se les ocurri tomar nota de la cantidad y tipo de preguntas que nuestros nios nos hacen por da? Bueno, nosotros s lo hicimos y no nos alcanzaba el da para desarrollar cada planteo! Tomando como punto de partida una pregunta aparentemente ingenua hemos llegado a estudiar cosas que el programa de estudio considerara para nios de mayor edad. Pero pensamos que si tuvo la inquietud es porque algo lo llam a saber. Un error gravsimo sera responder por ejemplo Eso lo vas a aprender cuando seas mayor.

Ningn nio aprende lo que no le interesa. En el momento en que plantea algo est viva y latente su curiosidad y sus ganas de saber, por lo tanto est receptivo y el aprendizaje se producir sin esfuerzo. Hay que aprovechar al mximo esa oportunidad. La profundidad se ir dando a medida en que l mismo vaya reclamando ms. Pero tenemos que ser conscientes que de nuestra disposicin, esfuerzo, ganas y esmero depende que esas respuestas sean lo suficientemente atrayentes como para despertar nuevas preguntas. Tenemos que apuntar a que su inters por querer saber ms se multiplique. Tenemos que apuntar a motivar su curiosidad dndole el lugar que se merece y no a frustrarla. No nos quejemos de que nuestros nios hacen muchas preguntas!, se es un problema de estancamiento, pereza y conformidad adulta, la avidez que los nios tienen por aprender es algo que deberamos volver a cultivar. La mayora de los adultos somos nios aplanados, acallados, y por qu no, desvalorizados. Intentemos recuperar al menos una pequea luz de ese brillo que alguna vez seguramente supimos reflejar.