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B ajo el título de La morada del miedo se ha estrenado en España The Amityville Horror, nueva versión de un pequeño clásico del terror de serie B de los años 70. The Amityville Horror (1979), la original, prota- gonizada por James Brolin y Margot Kidder, obtuvo un éxito insospechado a pesar de ser un film muy modesto, generó varias secuelas y popularizó el tema de las casas encan- tadas, sirviendo de avan- ce a la mucho más cono- cida Poltergeist. En España el título sólo les resultará familiar a los que hoy día ronden los treinta y tantos y fueron asiduos de las estanterías de terror de los videoclu- bes de los años ochenta. Al igual que la primera versión, La morada del miedo, producción de Michael Bay dirigida por Andrew Douglas, basa su gancho publicitario en que narra una “historia real”. ¿Qué es el horror de Amityville? Aunque para el público español el término no tiene ningún signi- ficado, a menos que se sea un chiflado del cine de terror barato, para el esta- dounidense medio Amityville es sinó- nimo de casa encan- tada. De casa encantada auténtica, se entiende. El horror de Amityville es a la cultura popular estadounidense lo que las caras de Bélmez a la española. La historia es conocida, aunque sea vagamen- te, incluso por personas que no muestran un interés especial por lo paranormal. El ‘Bélmez de Nueva York’ tiene muchos puntos en común con su equivalente jienen- se: el misterio en sí es increíble- mente ridículo, también fue des- montado en su día pero, igualmen- te, se ha resistido a morir converti- do en una especie de icono de la cultura basura norteamericana. La historia es bien sencilla. Amityville es un pueblo de unos 9.000 habitantes del estado de Nueva York. Aunque se constituyó en municipio a finales del siglo XIX su fundación se remonta a 1600, por lo que cuenta con un patrimonio arquitectónico bastante notable en el que destacan las casas colo- niales de diver- sos estilos. Una de ellas, la situada en el nº 112 de Ocean Avenue, fue el escenario del famoso horror. En 1974 la casa estaba habitada por la familia DeFeo, un matrimo- nio con tres hijos y dos hijas. La CINE el escéptico 70 VUELVE EL HORROR DE AMYTIVILLE Aunque para el público español el término no tiene ningún significado, para el estadounidense medio Amityville es sinónimo de casa encantada. De casa encantada auténtica, se entiende Cartel de la película La morada del miedo (The Amityville horror) –2005- de Andrew Douglas; con Ryan Reynolds, Melissa George, Philip Baker Hall y Jimmy Bennett. (Archivo)

Ee 21 Vuelve El Horror de Amityville (1)

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  • Bajo el ttulo de La moradadel miedo se ha estrenadoen Espaa The AmityvilleHorror, nueva versin de unpequeo clsico del terror de serieB de los aos 70. The AmityvilleHorror (1979), la original, prota-gonizada por James Brolin yMargot Kidder, obtuvo un xitoinsospechado a pesar de ser unfilm muy modesto, gener varias

    secuelas y populariz eltema de las casas encan-tadas, sirviendo de avan-ce a la mucho ms cono-cida Poltergeist. EnEspaa el ttulo slo lesresultar familiar a losque hoy da ronden lostreinta y tantos y fueronasiduos de las estanterasde terror de los videoclu-bes de los aos ochenta.Al igual que la primeraversin, La morada delmiedo, produccin deMichael Bay dirigida porAndrew Douglas, basa sugancho publicitario enque narra una historiareal.

    Qu es el horror deAmityville? Aunque parael pblicoespaol eltrmino no

    tiene ningn signi-ficado, a menos quese sea un chifladodel cine de terrorbarato, para el esta-dounidense medioAmityville es sin-nimo de casa encan-tada. De casa encantada autntica,se entiende. El horror deAmityville es a la cultura popular

    estadounidense lo que las caras deBlmez a la espaola. La historiaes conocida, aunque sea vagamen-te, incluso por personas que nomuestran un inters especial por loparanormal. El Blmez de NuevaYork tiene muchos puntos encomn con su equivalente jienen-se: el misterio en s es increble-mente ridculo, tambin fue des-montado en su da pero, igualmen-te, se ha resistido a morir converti-do en una especie de icono de lacultura basura norteamericana.

    La historia es bien sencilla.Amityville es un pueblo de unos9.000 habitantes del estado deNueva York. Aunque se constituyen municipio a finales del sigloXIX su fundacin se remonta a1600, por lo que cuenta con unpatrimonio arquitectnico bastante

    notable en elque destacanlas casas colo-niales de diver-sos estilos. Unade ellas, lasituada en el n112 de OceanAvenue, fue elescenario delfamoso horror.

    En 1974 la casa estaba habitadapor la familia DeFeo, un matrimo-nio con tres hijos y dos hijas. La

    CINE

    el escptico 70

    V U E L V EE L H O R R O R D EAMYTIVILLE

    Aunque para el pblicoespaol el trmino no

    tiene ningn significado,para el estadounidense

    medio Amityville essinnimo de casa

    encantada. De casaencantada autntica,

    se entiende

    Cartel de la pelcula La morada del miedo(The Amityville horror) 2005- de Andrew

    Douglas; con Ryan Reynolds, Melissa George,Philip Baker Hall y Jimmy Bennett. (Archivo)

  • noche del 14 de noviembre, a las3,15 h de la madrugada, RonaldButch DeFeo, el hijo mayor,cogi un rifle y acab metdica-mente con toda su familia, descar-gando el arma de cama en cama.Despus se duch, sali a dar unavuelta y, ya de madrugada, se fue atrabajar. En el juicio, despus dehaber intentado hacerse pasar porloco, declar que unas voces leobligaron a hacerlo.

    Un ao despus, endiciembre, otra fami-lia adquiri la casa. Elmatrimonio formadopor George y KathyLutz vea su sueohecho realidad: unaresidencia colonial enuna zona residencial aun precio asequible.Nadie quera vivir allporque haba sidoescenario de un cri-men. Pero el matrimo-nio Lutz no vio pro-blema alguno y seestableci en la casa. Sin embargo,veintiocho das despus hua enplena noche presa del pnico,dejando todas sus pertenencias enella. No quisieron volver nunca arecogerlas. George Lutz se puso encontacto con el parapsiclogoStephen Kaplan y le cont lo queocurra. Se oan ruidos extraos,aparecan miles de moscas de lanada que se evaporaban de un ins-tante a otro, olores asquerosos sehacan notar en puntos muy con-cretos de la casa. Pero eso slo erael principio: Lutz encontr unamisteriosa habitacin roja quealguien haba cegado. Al fran-quearla se desencaden el infier-no: puertas y ventanas se abran ycerraban violentamente hastaarrancar los goznes, los objetosvolaban de una habitacin a otra,una figura de porcelana mordi a

    George en un tobillo(!), se oanvoces amenazantes -presumible-mente las que forzaron a RonaldDeFeo a acabar con su familia-... yhaba un terrorfico cerdo de ojosllameantes que levitaba por lasnoches frente a las ventanas de lacasa(!!). Un sacerdote intentexorcizar el edificio sin xito yuna pareja de psquicos, Ed yLorraine Warren, concluy que el

    lugar estaba encantado: se tratabade un antiguo cementerio indio enel que se depositaba a los muertospor enfermedad. La habitacinroja se levantaba precisamentesobre el lugar en el que se realiza-ban terribles rituales. El testimo-nio de los Lutz dio lugar a unanovela de las basadas en hechosreales, The Amityille Horror, deJay Anson.El libro,publicadoen plenafiebre delcine demo-naco generada por el xito de Elexorcista y The Omen, fue un xitoy dio lugar a la primera pelcula.

    La historia autntica es tan banalque, como en el caso de Blmez,sorprende que todava perviva. El

    principal encargado de debunke-arla, es decir, de desacreditarla,fue el parapsiclogo StephenKaplan, fundador delParapsychology Institute ofAmerica, seguido despus porvarios periodistas y Joe Nickell,del CSICOP.

    Kaplan empez a sospechar que seencontraba ante un fraude desde la

    primera llamada deGeorge Lutz. Su tes-timonio era incohe-rente y no presenta-ba el ms mnimodetalle que se pudie-ra contrastar.Adems, su discursoestaba plagado denumerosos ticsdemonolgicos queresultaban muy lla-mativos. En su pri-mera visita a losLutz, Kaplan descu-bri que George eraun aficionado a lahistoria de la bruje-

    ra, sobre la que posea numerosaspublicaciones. Tambin descubrique la casa no presentaba ningunode los destrozos causados por elhorror: las puertas y ventanasseguan en su sitio con sus goznesdel siglo XIX intactos. La famosahabitacin roja no apareca porninguna parte, ni las moscas, tam-poco los olores.

    Ni la polica local ni losbomberos haban recibidollamada alguna de losLutz pidiendo ayudadurante su estancia en

    Amityville, lo que resultaba bas-tante curioso. Cmo no llamarpidiendo ayuda cuando hay unamenazante cerdo volador revolo-teando alrededor de tu casa?Ningn vecino de Ocean Avenuehaba visto nada llamativo, mucho

    el escptico71

    La historia autnticaes tan banal que sor-prende que todava

    perviva

    Calle Mayor de Amityville (Ayuntamiento de Amityville)

  • EL HORROR DE AMITYVILLE

    menos un cerdo volador. La histo-ria de los Lutz tena muchos aguje-ros. El ms notable era que nohaban abandonado la casa a los 28das de entrar en ella, sino a los 10.Pero no lo hicieron tan aterroriza-dos como decan, porque un par dedas despus volvieron para mon-tar una garage sale, una de esasventas de barrio que realizan losestadounidenses cuando quierendeshacerse de sus pertenencias.No es que no volvieran a por suscosas, sino que las vendierontodas. La conclusin de Kaplanfue sencilla: los Lutz abandonaronla casa porque no podan afrontarsu pago, se sentan incmodos conel hecho de que hubiera sido elescenario de un crimen y queranaprovechar econmicamente lacircunstancia.

    Joe Nickell comprob posterior-mente que las personas que hanresidido desde entonces en la casano han sufrido molestia sobrenatu-ral alguna. Por si fuera poco,William Weber, el abogado deDeFeo, confes que l haba suge-rido a George Lutz crear toda lahistoria para escribir un libro yganar dinero con l. Desde enton-ces, los Lutz, Weber y Anson hanpleiteado unos con otros -y todoscontra las productoras de cine-

    reclamndose derechos eingresos de una forma bas-tante poco digna. InclusoLutz mantiene una pginaweb que pretende ser la ofi-cial del horror de Amityville(www.amityvil lehorror-truth.com). Por su parte, lapsquica Lorraine Warren haa c t u a d ocomo asesorade la nuevapelcula y sutestimonio sepuede ver envarios vdeos

    en la pgina webdel film (www.amityvillehorror-movie.com). Ronald DeFeo sigueencarcelado.

    A pesar de todo, la casa es frecuen-tada por legiones de curiosos, apo-dados como the Amityville horri-

    bles por los lugareos, que soninvitados amablemente a abando-nar el lugar por la polica local. Enla web municipal (www.amityvi-lle.com) se indica que ni elAyuntamiento, ni los ciudadanos,van a facilitar las visitas de losturistas paranormales por respeto alas vctimas del crimen DeFeo y a

    la intimidad de lafamilia que habitahoy la casa. Laweb tampocomuestra fotograf-as de la casa, niindicaciones parallegar a ella. El

    negocio paranormal no es bienve-nido en Amityville. Una buenadiferencia con Blmez, por cierto.

    Julio Arrieta

    el escptico 72

    El negocio paranormalno es bienvenido en

    Amityville. Una buenadiferencia con

    Blmez, por cierto

    Pgina web que mantiene George Lutz yque pretende ser la oficial del horror de

    Amityville. (www.amityvillehorrortruth.com)

    Joe Nickell (CSICOP) y Juan Soler (ARP-SAPC), tras haber doblado fcilmenteuna cucharillas, en un reciente congreso escptico en Argentina, celebrado el

    mes de septiembre pasado. (S. Lpez)