Upload
others
View
4
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
Serie: Nowtilus FronteraColección: La puerta del Misteriowww.nowtilus.comwww.lapuertadelmisterio.com
Título de la obra: Los Secretos del Antiguo EgiptoAutor: Juan Jesús Vallejo
Editor: Santos RodríguezDirector de la colección: Fernando Jiménez del OsoCoordinación: Lorenzo Fernández BuenoResponsable editorial: Gilberto Sánchez
Diseño y realización de cubiertas: Rodil & HerraizDiseño de interiores: Rodil & Herraiz www.rodilherraiz.comMaquetación: Juan José CañasProducción: C.D. Form, S.L.
Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por la Ley, que
establece pena de prisión y/o multas, además de las correspondientes indemnizaciones
por daños y perjuicios, para quienes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren o comuni-
caren públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su
transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte
o comunicada a través de cualquier medio, sin la preceptiva autorización.
Editado por Ediciones Nowtilus S.L.www.nowtilus.comCopyright de la presente edición:© 2002 Ediciones Nowtilus S.L.Doña Juana I de Castilla 44, 3º-C, 28027 Madrid
ISBN: 84-9763-007-6EAN: 978 849763007-8Fecha: Noviembre 2002
Printed in SpainImprime: Gráficas Varona, S.A.Depósito Legal: S. 1455-2002
Í N D I C E
Prólogo de Fernando Jiménez del Oso. . . . . . . . . . . . . . . 13
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
1. Una ciencia para locos, bohemios y herejes. . . . . . . 23
2. La cultura que surgió de la nada . . . . . . . . . . . . . . . 45
3. En el país de los magos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
4. Los conocimientos perdidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
5. El mensaje oculto de la Gran pirámide . . . . . . . . . 103
6. La Esfinge, el león dormido . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123
7. Los extraños egipcios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141
8. Akhenatón, un faraón que se adelantó al tiempo . . 161
9. Dos hombres, un faraón y un destino . . . . . . . . . . 183
10. Los incansables viajeros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203
Epílogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 241
13
No hay país como éste. No hay lugar donde lo muerto esté tan
vivo, donde el romanticismo y el misterio envuelvan tan
apretadamente al viajero, que lo arrastran a un tiempo que ya
no existe para compartirlo con gentes que no son sino polvo desde hace
muchos siglos. Allí el pasado permanece, aunque se aletarga en el día,
como si no quisiera saber nada de este Sol que antes fue dios y ahora
es sólo una estrella incandescente. Es al atardecer, a la hora en que Rá
se hundía en el duat, cuando ese pasado despierta en cada piedra de los
templos, en cada estatua, en cada tumba… Aliado de las sombras, ha
esperado paciente a que turistas y vendedores vuelvan al sitio vulgar
del que salieron y, con su ausencia, reine de nuevo el silencio. No hay
magia comparable a la que entonces envuelve atrios y columnas: de
cada rincón oscuro surge un murmullo y leves pisadas parecen
recorrer sin prisa las estancias. Si no hay intrusos, al poco, el aire volverá
a llenarse con el piadoso aroma del incienso y ellos, los que antes
fueron, entonarán un salmo en honor de Osiris, el dios que vela por los
muertos.
Durante la infancia soñaba con visitar Egipto, y seguí haciéndolo
después, incluso con más fuerza, a medida que el destino parecía
alejarme de mi sueño. Luego, con los años, casi lo olvidé. Pero el
deseo profundo es como un imán colocado allá delante, en el camino,
que, sin darte cuenta, te hace despejar obstáculos y acumular coinci-
dencias, hasta que un día lo tienes en tus manos y, a punto de cumplirlo,
P R Ó LO G O
14
|
te preguntas si era tuyo el deseo o él era dueño de ti. Hace venticinco
años de aquél mi primer viaje. Recuerdo el modesto hotel Pharaos, en
una calle sin asfaltar, y los edificios públicos protegidos con ametra-
lladoras tras un muro de sacos terreros. Debía ser una de esas épocas
de gran tensión política con Israel, pero no la había en las calles a
pesar del despliegue militar, El Cairo bullía con esa ruidosa actividad
que tanto sorprende al viajero en su primera visita y la gente no parecía
sentir la más mínima preocupación.A cambio, escaseaban los turistas,
lo que para un equipo de rodaje constituye un bendición.
Nada era como lo había imaginado, las fotografías y descripciones que
presuntamente reflejaban aquello que ahora estaba recorriendo, apenas
tenían que ver con la realidad, carecían de alma, y el alma del Antiguo
Egipto es algo que, siendo impalpable, da vida, sentido y dimensión a
las ruinas de sus templos y al paisaje mismo. Pasé horas sentado ante
la Gran Pirámide, sin hacer otra cosa que mirarla, fue como la primera
vez que vi el mar, pretendía que tanta grandeza me cupiese en los ojos,
y no era posible. Así que me limité a sentirla…y a esperar que ella me
sintiese. Llegó la noche y ambos quedamos solos, uno frente al otro,
con la Luna allá arriba, redonda y espléndida. Era Isis, el frío reflejo del
Sol que despeja las sombras de lo inconsciente, y que esa noche
descorrió su velo para mí. Supe entonces que, más allá de la lógica, la
Gran Pirámide está viva y era consciente de mi presencia. Podría decir
que hubo un diálogo sin palabras, pero fue mucho más que eso: me
dejó compartir su secreto. Un secreto que nada tiene que ver con
cámaras ocultas o con la identidad de sus arquitectos. Estaba allí desde
antes de ser construida; sus piedras, formadas hace millones de años,
esperaban ser desprendidas de la cantera, porque ese y no otro era su
destino; la inteligencia y la sensibilidad de quienes la hicieron estaban
ya predeterminadas desde que surgió la vida en lo profundo del océano;
sus proporciones y medidas existían desde siempre en ese conocimiento
que todo lo abarca y del que el hombre, paso a paso, va arrancando
15
fragmentos. No hay casualidad en ella, es lo que ya era desde el
principio del mundo y, en cierto modo, la razón por la que el mundo
existe. Supe a su través que hay un orden inmutable, que todo es como
sólo puede ser, y que la aspiración del hombre no debe cifrarse en
conocer la Verdad, sino en tomar conciencia de que, fuera del sí
mismo, él es la Verdad.
Cuando, días más tarde, después de rodar cámaras y pasadizos, me quedé
solo en su interior durante parte de la noche, sin otra luz que la de
mis linternas ni otra actitud que la de estar abierto a cualquier sensación,
lo que experimenté fue bienestar, una tranquilidad confortable. No
pensé en el misterio, no tuve en cuenta la antigüedad de aquellas
piedras que me envolvían, no sentí, en suma, nada de lo que había
imaginado sentir. Me supe bien recibido y estuve en paz, eso fue todo.
La Gran Pirámide es un templo, quizá la síntesis de todos los templos,
adecuado para iniciaciones, para aperturas de conciencia, para la trans-
mutación del hombre común en hombre trascendido. Es un labora-
torio para el alma, y así lo entendieron los antiguos egipcios, tan
fascinados con la gigantesca construcción como podamos estarlo las
gentes de ahora, pero penetrar en él no implica transformación alguna,
hacen falta más cosas. Cosas que tienen que ver con olores y sonidos,
con la actitud y preparación de quien aspira al cambio, con el momento
astronómico… porque la llamada pirámide de Keops no es un
monumento funerario es, en todo caso, un monumento vivo y activo
a la integración en su sentido más elevado, la del hombre con el Todo.
En aquellos días, abrumado por las colosales columnas de Karnak, por
el imposible tallado de los sarcófagos del Serapeum y por las mil muestras
de un arte y de una ciencia tan evolucionados y desconcertantes, no
pude dejar de pensar que la historia de la civilización egipcia tiene
aún capítulos en blanco. En la meseta de Gizeh, parte de la necrópolis
menfítica, apenas se han excavado un diez o un quince por ciento de
las construcciones que presumiblemente existen; lo mismo puede
16
|
decirse del resto de Egipto, sobre todo en las márgenes del desierto. Es
muy probable que lo realmente importante, lo que concierne a la época
predinástica, esté por descubrir. Cuando eso suceda, tal vez podamos
entender cómo surgió esa cultura, qué camino siguió hasta aparecer
magnífica y madura en las primeras dinastías, de dónde les llegó el
conocimiento, si hubo o no otra civilización desaparecida que les legó
su arte, su religión y su ciencia. Entonces será el momento de
comprobar si el sacerdote e historiador Manetón estaba en lo cierto al
hacer retroceder miles de años la historia de Egipto y situar en ella
dinastías de reyes que eran dioses. Entretanto, habrá que limitarse a
preguntarle a la Esfinge, y no será tarea vana, porque ya ha empezado
a dar respuestas que desordenan el esquema histórico tradicional y que,
lejos de vincularla al faraón Kefrén, la relacionan con un tiempo más
lejano, cuando parte del Sahara era todavía un territorio fértil.
He vuelto en muchas ocasiones, ya fuese por trabajo o por placer, pero
jamás he faltado a mi cita con la Gran Pirámide. Otra cosa, que no hice
en aquél primer viaje y que después se ha convertido en necesidad, es
asistir al atardecer desde la cubierta de un barco Nilo abajo. En ese tiempo
de nadie en el que día y noche confluyen, los sonidos se hacen lejanos
y una luz dorada que luego se vuelve rojiza va encendiendo los templos
de las orillas. Es el momento mágico que precede a las sombras, pero
que ya anuncia su triunfo. El sol, asumiendo su derrota, se hunde en
el horizonte camino del inframundo, y durante unas horas, hasta que
vuelva a renacer, todo, incluso lo extraordinario, será posible en esa
tierra extraña donde habita el misterio.
Fernando Jiménez del Oso
Capítulo 8
A K H E NATO N ,
U N FA R A Ó N Q U E S E
A D E L A N T Ó A L T I E M P O
Hay veces en la historia en que un hombre es capaz de tener una
visión que le adelanta al ritmo de los acontecimientos, y
alcanza una comprensión de la sociedad, de la religión, de la
familia y de la vida que no se corresponden con las de su tiempo.
Normalmente este tipo de personas son quemadas en las hogueras
inquisitoriales, lapidadas o desterradas, y cualquier tipo de resto que
quede de su nombre y sus obras, borrado. Pero este odio ciego que
despiertan no nace de la racionalidad, sino de la cobardía de los
poderosos que sienten miedo ante todo lo novedoso, pues ven en la
innovación el germen de un orden revolucionario donde su estatus
puede verse en peligro.
Sin embargo, es gracias a este tipo de visionarios con ideas frescas y
valientes que el mundo avanza. La pena es que normalmente sus
méritos se reconocen después de su muerte, a los años, a las décadas,
e incluso a los milenios, como en el caso que nos ocupa ahora. Un
faraón que amaba el arte más que la guerra, que no se avergonzaba de
sentirse enamorado de su esposa y que repartía todo cuanto era del
Estado entre sus súbditos, para que éstos se sintieran felices y dichosos.
Un monarca que por su comportamiento estuvo fuera de su tiempo
con todos los problemas que esto obviamente le trajo. Pero que, como
163
,
164
|
todos los bohemios y soñadores de la historia, murió feliz. Relegado a
un segundo plano, seguro que en su último suspiro esbozó una leve
sonrisa. Espejo de la satisfacción que sólo pueden sentir los que ven la
vida de una forma justa y sincera.
El niño con el que nadie contó. La vida en la corte transcurría
placentera para los niños; incordiados sólo por la rectitud de los
sacerdotes que los atosigaban sin descanso, con la intención de que se
convirtieran en hombres doctos en Teología. La religión era no sólo
la base de la vida y del mandato del faraón,ya que el rey era descendiente
directo de Dios, sino que era también la clave para dominar al pueblo.
Drogados por el aura divina de los diferentes dioses y sometidos por
el poder mágico de los sacerdotes, el pueblo jamás osaba resistirse a los
designios de la oligarquía egipcia. Pues más que a los poderes terrenos
siempre se temía a los del más allá, ya que lo sobrenatural en esta vieja
tierra era algo palpable y cotidiano. Ésta fue durante milenios la base
de la civilización que dominó gran parte del mundo, unos cimientos
a los que nadie se atrevía a enfrentarse. Pero este muchacho absorto y
distraído iba a romper con todo lo establecido.
Amenofis IV fue un niño que pasó desapercibido en la vida familiar e
institucional de la corte de Amenhotep III, su padre. Prueba fehaciente
de ello es que apenas aparece en las representaciones que podemos
ver sobre la vida palaciega de la época.Todos los honores y el protagonismo
se los llevaba su hermano mayor Tutmosis, pero la tragedia se cebó en
él con una temprana muerte. Fue sólo a partir de ese instante cuando
el muchacho adquiere protagonismo, podemos decir incluso que
desmesurado y prematuro, pues aunque no está comprobado, casi con
toda seguridad tuvo un tiempo de corregencia con su padre, hasta
que este falleció en el año 1349 a. C. Y es a partir de ese instante que,
en un abrir y cerrar de ojos, comienza un periodo de cambios en Egipto
como antes jamás se había conocido.
165
,
La economía del país del Nilo se basaba en tres pilares fundamentales.
De un lado, las fértiles cosechas que se obtenían gracias a las crecidas
y el limo que su bondadoso río sagrado les otorgaba. Como segundo
factor, los tributos que el faraón recibía de los terrenos conquistados,
un impuesto de vasallaje que no se perdonaba jamás, pues, si no se
hacía el pago, la respuesta era la guerra. Y como último factor, el oro
que los nubios debían entregar periódicamente, extraído de las
explotaciones mineras que se encontraban al sur. Esta conjunción de
hechos fue lo que hizo que Egipto fuera el país más fuerte de la
antigüedad y que su imperio llegase a abarcar gran parte de las tierras
de Oriente. Todo ello envuelto en una fastuosa y deslumbrante religión
que afianzaba los pilares de la sociedad y que otorgaba al faraón el
poder absoluto. El rey era de talante autoritario y gobernaba con mano
firme. No son extrañas las representaciones de un monarca matando
personalmente a los enemigos capturados en batalla.Esta imperturbable
mezcla fue la clave del éxito de esta civilización, sin que en milenios el
orden establecido experimentara cambio alguno.
Imagínense por un momento lo que supuso que, en el cuarto año de
reinado de Amenofis IV en solitario,éste decidiera cambiarse el nombre
dinástico por el de Akhenaton “el servidor de Atón”, despreciando al
supremo dios Amón, a la vez que suprimió el sacerdocio, ordenó
cerrar los templos y repudiar a los antiguos dioses, y cambió los ritos
que durante milenios habían sido parte de la vida cotidiana a las orillas
del Nilo, a la vez que erigió una nueva capital del imperio. Descuidó,
por llevar a cabo esta increíble revolución, todas las funciones que hasta
ahora tan severamente habían llevado los reyes de Egipto.
Nace una nueva religión. Muchas han sido las razones que se han
esgrimido para explicar los verdaderos motivos que impulsaron a
Amenofis IV a emprender un cambio tan drástico. Para algunos
historiadores el nuevo faraón lo que quiso realmente fue realizar un
166
|
profundo cambio social, pues la casta sacerdotal poseía un tercio de las
tierras de Egipto, cuyas cosechas estaban además exentas del pago de
tributos. Es posible que el joven rey se sintiera por tanto una marioneta
en manos de los sacerdotes, y al eliminar su religión les quitaba el
poder. Pero si esto hubiera sucedido así, el nuevo monarca habría
intentado reforzar su imagen imponiendo un nuevo credo que no sólo
lo subiera a los altares, sino que también le confiriera un mayor halo,
si cabe, de divinidad, pues con ella el pueblo le sería más fiel que
nunca. Sin embargo, nada más alejado de la realidad, como ahora
comprobaremos.
Los motivos para un cambio tan drástico, rápido y profundo fueron
más sencillos y a la vez más fantásticos de lo que podríamos imaginar.
Tal y como nos refleja una estela de la ciudad de Tell Al-Amarna,
mientras el faraón se hallaba cazando leones contempló un disco
solar que descansaba en una roca. Lo describe con un brillo rojo y
dorado, y ante tal milagro se postró tomando esta experiencia como
una revelación. A partir de ese instante su vida cambió, y también la
del imperio que estaba bajo su mandato.
Akhenaton interpretó esta experiencia como una visión del dios Atón,
cuyo culto, aunque radicalmente distinto al que él instauraría, está ya
documentado en el Imperio Medio como uno de los nombres que
reciben el dios Sol Re-Harakte bajo la forma de disco solar. Por ello la
representación gráfica de este nuevo ídolo es la de un disco del que
emanan unos rayos, y debajo de ellos unas manos que recogen su
bondad y gracia. Sin embargo, pocos son los que piensan que la
experiencia de Amenofis IV, aunque fantástica, pudo ser real. Hoy en
día se podrían contar por millones los testigos que han afirmando
haber visto discos en el cielo, aunque esto nos sumerja en el mundo
complicado y escurridizo de los ovnis. No quiero hacer en este libro
ni mucho menos apología de este fenómeno, aunque no voy a ocultar
que he investigado decenas de casos y he disfrutado mientras lo hacía.
167
,
Sin embargo, soy el primero en afirmar que no encuentro explicación
alguna a este fenómeno, ni defiendo ninguna teoría sobre él. Tan sólo
afirmo por experiencia, incluso personal pues yo los he visto en compañía
de otras personas, que el fenómeno es real.Y no es una opinión personal,
miles de documentos desclasificados de las más diversas naciones de la
Tierra nos muestran abiertamente cómo los gobiernos y los militares
los han investigado también e incluso los han perseguido por la
mitad de los cielos del planeta.
Lo importante, sin embargo, en el caso que nos ocupa es analizar lo
sucedido hace miles de años a través los documentos y los textos de la
época. Introduciéndonos en la mente de una persona que vivió una
experiencia que no supo interpretar, salvo de una manera religiosa,
pues obviamente hace miles de años no existía ningún aparato humano
que tuviera la capacidad de volar. Lo curioso además del caso es que
desde aquel mismo instante Amenofis IV se comporta como un
verdadero contactado, y al igual que otros a los que he entrevistado
en el presente, desde ese momento siente que su vida es especial.Actúa
de forma mesiánica, y gracias al poder real que tiene aplica a la sociedad
egipcia los nuevos sentimientos que experimenta.
Tal y como narraba antes, suprime los antiguos dioses e instaura una
nueva religión, que, a diferencia de la primitiva, es bondadosa y justa
para el pueblo llano. Los templos ya no son patrimonio exclusivo de
los nobles y los sacerdotes, sino que se convierten en la casa del pueblo.
Así la sala hipóstila de uno los nuevos recintos religiosos que manda
construir en Karnak tenía 102 metros de anchura por 53 de profundidad,
y se convirtió en la nave más grande que existiera dentro de un tem-
plo antiguo. En ellas pretendió dar cabida a todos y cuantos quisieran
acercarse hasta las mieles de este nuevo dios. Las numerosas ofrendas
ya no eran para los sacerdotes que hacían de intermediarios ante los
ídolos, sino que se repartían entre la gente sencilla, para que tomasen
todo cuanto les hiciera falta.
168
|
Pero si se analiza con detalle y profundidad, su revolución religiosa es
mucho mayor que cualquier otra que jamás haya existido. No en vano
el culto a Atón se convierte en el primer credo monoteísta de la historia,
varios siglos antes de que el profeta Isaías hiciera lo propio con el pueblo
hebreo. Tal y como afirmó en su obra Moisés, faraón de Egipto el
investigador Ahmed Osman, es más que probable que profetas
posteriores se basaran en la vida y en la filosofía de Akhenaton para
crear sus nuevas religiones. No sólo por predicar la existencia de un
único dios, sino por la doctrina en sí. El ansia de compartir, que
implicó de forma indirecta la primera forma de socialismo, y la fe en
que la familia era la base de una sociedad digna e igualitaria son sin
lugar a dudas los grandes éxitos que más tarde hicieron del cristianismo
la religión más importante de cuantas hayan existido. Sin olvidar a
aquellos que afirman que este faraón fue, por su política y filosofía, el
primer comunista de la historia, aunque por encima de clasificaciones,
lo que fue realmente es un incansable soñador.
Atón frente a Amón. Los cambios emprendidos por Amenofis IV
fueron mucho más allá de la religión, y provocaron una profunda
mutación en la sociedad egipcia, algo que jamás le perdonaron los
poderosos. La mejor forma de comprobar lo que estoy afirmando es
la comparación entre los dioses Amón y Atón. El primero de ellos,
totalitario, una entidad a la que se debía servir; mientras que al segundo,
amable y generoso, no le importaba incluso bendecir el resto de las
naciones hermanas de Egipto. Esto fue visto como un sacrilegio por
la casta sacerdotal, un sustrato tremendamente xenófobo que veía a los
extranjeros como ciudadanos de segunda clase, y a sus naciones, como
vasallas del país del Nilo, y que no compartía jamás su sabiduría ni
sus secretos con cualquiera que procediera de más allá de las fronteras.
Sobre ambos dioses se crearon himnos que hacían las veces de plegarias.
Y en ambos poemas queda claro el talante de cada uno de ellos, carácter
169
,
que obviamente era el impuesto en la forma de pensar y vivir de los
egipcios. Como en casos así, lo mejor es que de primera mano puedan
juzgar ustedes mismos lo que les comento. Les extracto literalmente los
dos textos para que puedan comprobar lo que les estoy comentando.
El más antiguo de ellos, que sirvió para honrar a Amón en Egipto
durante milenios, dice así:“El único que ha creado lo que existe. Aquel
de cuyos ojos salieron los hombres, de cuya boca nacieron los dioses.
Aquel que ha creado la hierba para el ganado y los árboles frutales para
el hombre; aquel que hace vivir los peces en las corrientes y los pájaros
en el cielo; aquel que insufla el aire en el huevo y que nutre la cría del
gusano. Aquel que hace vivir los mosquitos, los gusanos y las pulgas;
aquel que proporciona lo que necesitan los ratones en sus madrigueras
y que nutre a los pájaros de todos los árboles”.
Compuesto durante el reinado de Amenofis II, este texto nos deja
claro que todo soplo de divinidad y de vida es gracias a Amón. Es un
dios, pues, al que hay que servir, pues nada existe sin su gracia, artimaña
que utilizaban los sacerdotes para dominar al pueblo llano, pues los
únicos intermediarios con él son los guardianes de los templos. En el
himno a Atón, que es además el poema más extenso del antiguo Egipto
que ha llegado hasta nuestros días, podemos notar un cambio drástico,
en cuanto a benevolencia y sobre todo a proyección de la nueva
religión, lo que nos hace sospechar seriamente de cuáles eran las reales
intenciones de Akhenaton.
¡Oh viviente Atón, principio de vida!
Creador del germen de la mujer,
hacedor de la semilla del varón,
dador del aliento que anima a todas las criaturas.
¡Múltiples son tus obras!
Éstas se ocultan delante de nosotros,
170
|
¡Oh único dios, cuyos poderes nadie más posee.
A todos los que están en lo alto,
que vuelan con sus alas
tú subvienes a las necesidades.
Cuán excelsos son tus designios,
¡Oh dios de la eternidad!
Hay un Nilo en el cielo para los extranjeros
y para el ganado de todos los países.
Amaneciendo, brillando, alejándote y volviendo,
tú haces millones de formas
sólo a través de ti mismo.
Tú creaste los países extraños, así como la tierra de Egipto
tú pusiste a cada hombre en su lugar
los hombres hablan en muchas lenguas
y son distintos en cuerpo y complexión
pues tú distinguiste entre personas y personas.
Nadie más te conocía
salvo tu hijo Ajnatón
tú lo hiciste prudente
en tus planes y en tu fuerza
En este extenso poema, y por primera vez en toda la historia de Egipto,
se comenta que la bondad de sus dioses llega hasta el extranjero, pero
no es una simple mención, sino una constante en el himno que se
repite en varias ocasiones; aparte de que como en cualquier religión
dios encarne el principio de la vida. No hay manera de explicar un cambio
171
,
tan radical en tan breve periodo de tiempo, salvo por dos razones. Una,
que Akhenaton tuviera un plan preconcebido para realizar una
conquista espiritual de todo el mundo conocido, y otra, que realmente
fuera un iluminado. Mucho más plausible parece la segunda, sobre todo
porque desde que tuvo su famosa visión actuó de acuerdo con esta forma
de pensar. Descuidó el ejército, y no atacó a los países que dejaron de
pagarle tributos en vista del nuevo talante del faraón. Tampoco hay
constancia escrita alguna de que saliera de Egipto para predicar su nueva
religión, ya que en cuanto lo hubiera hecho los ejércitos de los reyes
extranjeros no hubieran dudado en asesinarlo. Condenado pues a
predicar su nueva fe sólo en su país, se contentó con hacer hincapié
en que su credo era universal. Transmitiendo una revelación que
pretendía cambiar toda la Humanidad.
Ajetatón, la ciudad de los sueños. Un cambio religioso tan profundo
debía ir acompañado de cambios políticos no menos drásticos. De
ahí que el faraón, junto a su esposa Nefertiti, cogiera un barco, pusiera
rumbo al sur, y fuera a la búsqueda de un nuevo emplazamiento donde
construir una nueva capital. Relegó desde entonces a un segundo lugar
a Tebas, centro neurálgico de Egipto desde tiempo inmemorial. En este
mítico viaje sería el mismísimo dios Atón el que guiaría al monarca
en la búsqueda de la nueva capital.Así que el rey fue río abajo hasta que
una señal divina le marcara el lugar escogido. Y fue trescientos
kilómetros al sur de El Cairo. En una pequeña desviación del río que
tiene forma de media luna y está protegida por abrigos rocosos, se
detuvieron.
En la actualidad a este lugar se le conoce como Tell Al-Amarna, un
enclave en principio poco apetecible, pues las crecidas del Nilo ni tan
siquiera llevan sus limos hasta allí para que puedan darse fértiles
cosechas. Sin embargo, en este apartado enclave el joven faraón tuvo
otra revelación. Pasó allí la noche junto a su séquito, y al despuntar el
172
|
alba tomó su carro de oro y penetró en el desierto esperando la ansiada
señal.Atón fue de nuevo el que le marcó el sitio exacto donde construir
la nueva capital del imperio, tal y como nos comenta un texto dictado
por el monarca:“Ha sido el propio Atón quien me ha incitado a construir
esta ciudad Ajetatón”, que significa “el horizonte de Atón”.
Una metrópoli que desconcertó a los egiptólogos que la estudiaron y
excavaron, pues en ella permanecían las huellas de aquel tiempo
desconcertante repleto de cambios.Allí vivieron alrededor de cincuenta
mil personas, y los restos que iban viendo la luz delataban que se
había construido en un breve periodo de tiempo siguiendo un plan
preconcebido. Ricos palacios, enormes edificios dedicados a labores
administrativas y barrios para los obreros y artesanos. Aquella nueva
capital se construyó con la idea de ver cumplidas las aspiraciones de un
soñador, un lugar desde donde irradiar sus planes de cambio que se
plasmaron no sólo en los nuevos templos, realizados para un culto
distinto; la nueva concepción del mundo afectó por primera y única
vez incluso al arte egipcio.Cuando en 1925 el arqueólogo Henri Chevrier
descubrió estatuas colosales que rompían el canon estético que hasta
ahora se había empleado, no supo cómo explicar tales aberraciones.
El faraón aparecía ahora con forma afeminada en contra de los
cuerpos atléticos con los que siempre eran retratados. Anchas
caderas, cuerpo asexuado, labios carnosos, rostro fino… y toda una
serie de características que impulsaron a muchos a defender que aquel
hombre padecía alguna enfermedad genética, en concreto la distrofia
adiposo genitalis o síndrome de Frolich. Sin embargo, y aunque todavía
son muchos los que defienden esta teoría, la realidad parece muy
distinta. Tal y como escribe el escultor de las polémicas estatuas, Tutmes,
fue el mismísimo Akhenaton el que le enseñó su arte, y este nuevo
canon no es sólo aplicado a las representaciones del monarca, sino que
puede verse también en gran cantidad de personajes. Pero lo más
curioso no es sólo la nueva forma en la que se plasmaba la elegancia
173
,
egipcia. Son más increíbles todavía los retratos de la familia real.
Akhenaton junto a su esposa Nefertiti son retratados en escenas que
muestran su amor junto a sus hijas, en contra de lo que se hacía hasta
entonces, cuando el faraón aparecía como un semidiós esplendoroso
de poder. Los reyes ya no cortaban la cabeza de sus enemigos, sino
que despilfarraban amor para con los suyos. Incluso en las recepciones
de la corte, donde llegaban los tributos junto a mensajeros venidos de
medio mundo, estaban presentes las hijas del rey. La familia, pues, al
igual que luego sucedió con el cristianismo, era concebida como la base
de la sociedad. Y así, por primera vez también en la historia de Egipto,
el faraón era monógamo, tenía una sola esposa a la que profesaba amor
incluso en público, algo inconcebible hasta esta fecha. Detalle que no
sólo quedó ahí, sino que Nefertiti era representada con tocado real al
igual que su esposo, un hecho sin precedentes hasta la fecha y que
posiblemente marcó una igualdad de poder por parte de su consorte.
Otro de los hallazgos que despertaron la curiosidad de los arqueólogos
fue la aparición en 1887 de trescientas tablillas de arcilla con escritura
cuneiforme, lo que supuso la existencia del primer archivo estatal con
documentos pertenecientes a otros países. Pero de ellas también se
podían extraer varias conclusiones más que afectaban a la marcha del
reinado del faraón hereje. La más importante de ellas es que los
ingresos de las naciones que rendían tributos a Egipto estaban mermando.
Lo cual era bastante previsible, pues obviamente ningún rey extranjero
iba a pagar a un faraón que predicaba el amor entre los hombres, con
lo que quedaba tocado de esta forma uno de los pilares básicos de la
economía tradicional de Egipto. Esto fue posiblemente el principio
de su declive, sumado a que los nubios siguieron el ejemplo y dejaron
de mandar el oro que se extraía de sus minas.
Poco o nada sabemos sobre su muerte. Para algunos su fin vino a manos
del maltratado clero que urdió una conspiración en el año 1334 a. C.
para terminar con su vida.Aunque el caso es que jamás se ha encontrado
174
|
su cadáver ni el de su esposa, pues sus tumbas estaban vacías.Asesinado
o no, nada sabemos realmente sobre lo que ocurrió en el fin de sus días.
Quizás, tal y como soñaba, se fue a predicar por el mundo el amor, la
paz y la fraternidad en las que tanto creía, y encontró su fin en algún
rincón perdido donde ya nadie le hizo caso. Acerca de lo que le pudo
suceder no podemos dar más que conjeturas. El caso es que, aun odiado
por muchos, su ejemplo es digno de admirar en un tiempo tan cruel
y tan lejano. Si sus obras no marcaron un antes y un después, sí lo
hizo su forma de pensar. Como narra el gran egiptólogo norteamericano
H. Breasted, Akhenaton fue “el primer idealista del mundo”
175
El dios sol, Ra, fue sustituido por el esotérico Atón de la mano de un faraón que cambió lahistoria.
,
Estatua de Amenofis IV, en la que podemos observar su figura afeminada que algunos arqueólogos achacan a una malformación genética.
176
|
177
,
El faraón y su esposa jugando con sus hijas, una imagen pública que jamás habían dado losmonarcas de Egipto.
Nefertari, la esposa de un rey que fue el primer monoteísta de la historia. Sobre su origen persisten todavía varias incógnitas.
178
|
179
,
Akhenatón recibiendo la gracia del dios Atón, representado por un disco solar que emite rayoshacia las manos del faraón.
180
|
El busto de Nefertari es una de las obras cumbre del arte egipcio, denotando la gran belleza dela que hacía gala la reina.
181
,
Restos del palacio de Nefertari en la ciudad de Akhenaton, rodeados por un verde oasis.
Otros títulos de la colección
Desde NOWTILUS FRONTERA ofrecemos una colección
temática única: La Puerta del Misterio. Realizada por un grupo
de autores especializados en el periodismo de investigación
de todo aquello que resulta desestabilizador, extraño o misterioso; que
rezuma frescura, aventura y rigurosidad; que posee los ingredientes
necesarios para que el lector sacie su curiosidad por aquellos temas que
permanecen situados en los límites de la realidad, pero que no dejan
de estar presentes en nuestra sociedad, y en la curiosidad de todos.
Ediciones Nowtilus presenta una colección diferente, cuyo objetivo es
informar con veracidad, crear opinión y que los lectores sean los que
saquen sus propias conclusiones.
De la mano del Doctor Jiménez del Oso recorremos los enigmas del
país de los faraones, las caras desconocidas de Jesús, el uso de las plantas
mágicas, el secreto de los templarios en España, los lugares de poder,
las claves ocultas del cristianismo, la certeza del fenómeno ovni y los
expedientes oficiales, las técnicas de captación de las sectas, y cómo
defendernos de ellas. En definitiva, la obra más completa jamás
realizada, escrita por autores de reconocido prestigio y solvencia.
COLECCIÓN LA PUERTA DEL MISTERIO
Dirigida por Fernando Jiménez del Oso
Sectas, la amenaza en la sombraCómo actúan, quiénes son y cómo defendernos.
El problema de las sectas se ha convertido en losúltimos años en una de las grandes lacras sociales,aún pendiente de solución. Cualquiera de nos-otros, independientemente de la raza, cultura oestrato social, puede caer en las redes de estasagrupaciones que, como demuestra el autor de laobra, no cesan de crecer y expandir su poder. Enun excelente trabajo de campo realizado desdedentro y fuera de ellas, aprenderemos a identifi-carlas, y a defendernos de ellas.
La cara oculta de JesúsDe Egipto al sur de Francia, tras la pista de su vida secreta.
Por Antonio Luis MoyanoISBN: 84-9763-005-X
A través de este libro el,autor investiga y nosmuestra las diferentes “vidas de Jesús”. Primerocon la secta de los esenios; posteriormente con losegipcios, donde adquirió las enseñanzas propiasde los iniciados; y por último se presenta la posi-bilidad de que muriera cerca de una remota aldeade los Pirineos franceses, donde han sido halladosunos pergaminos con un contenido desestabiliza-dor, y donde aún se custodia su tumba.
Por Mariano Fernández UrrestiISBN: 84-9763-004-I
El enigma de las MomiasLa búsqueda desesperada de la inmortalidad.
Desde que el hombre es hombre el miedo a lamuerte, a ese último viaje sin retorno aparente, leha llevado a utilizar los más variados sistemaspara intentar luchar contra ella. La momificaciónha sido uno de ellos, y en esta obra están todaslas claves, desde las técnicas para realizarla, a lasmaldiciones de las momias.
Por David E. Sentinella VallvéISBN: 84-9763-011-4
Poltergeist, una incómoda realidadFenómenos inexplicables en nuestro hogar.
Casas encantadas, fenómenos extraños, sucesosparanormales… parecen formar parte del mundodel celuloide pero son tan reales como la vidamisma. El poltergeist no es selectivo; se manifies-ta cómo y cuándo le viene en gana, desencade-nando unos fenómenos que casi siempre sorpren-den a la “víctima” sin preparación alguna. Enesta obra, narrada de forma “diferente”, se hablade los más célebres, de los clásicos, y de los másdocumentados, desde el rigor y la investigaciónpuramente periodística.
Por Lorenzo Fernández BuenoISBN: 84-9763-006-8
Las Plantas MágicasSus propiedades desconocidas, los rituales y cómo utilizarlas.
A lo largo de la historia el uso de las plantas, tantoen su vertiente ritual como curativa, ha hecho queaparezca una nueva ciencia cuyo elemento princi-pal es el conocimiento de la botánica.Plantas curativas, malignas, los filtros de amor,etc, son parte de un libro ampliamente documen-tado y repleto de sorpresas, pero por encima detodo de gran utilidad.
Por Mar Rey BuenoISBN: 84-9763-008-4
La Espada y la CruzTras las huellas de los templarios en España.
Por Xavier MusqueraISBN: 84-9763-009-2
Si existe una orden de caballería que ha alcanzadocon el paso de los siglos la categoría de mito, éstaes sin lugar a dudas la Orden de los CaballerosPobres del Templo de Salomón, más conocidacomo la Orden del Temple.Su misteriosa aparición, sus primeros pasos, elenriquecimiento y poder que atesoraron, y sussecretos son parte de las claves que el autor desve-lará en esta obra.
Crónicas de Fenómenos InsólitosUna aventura por el sendero de los dioses.
Rituales de vudú, chamanes en el Amazonas, áridosdesiertos plagados de leyenda. Esta obra es undiario de viajes escrito con el polvo en las botas yel sudor aún resbalando por las mejillas. El autorse introduce en lugares anteriormente vetados acualquier occidental para demostrar, sin margena la duda, que lo imposible, en ocasiones, cobraforma en los cinco continentes del, planeta.
Por Miguel BlancoISBN: 84-9763-012-2
La “invasión” OvniLa evidencia que los gobiernos ocultan.
La posibilidad de que objetos volantes de origenincierto estén surcando impunemente nuestroscielos se ha convertido en certeza a raíz de lasdesclasificaciones de informes ovni que en los últimosaños han llevado a cabo diferentes gobiernos. Apesar de las críticas, lo que queda de manifiesto esque los ovnis continúan manifestándose, siendoocultados bajo los epígrafes de máxima confiden-cialidad de los estamentos militares. Esta sorprendenteinvestigación periodística así lo pone de manifiesto.
Por Bruno CardeñosaISBN: 84-9763-010-6
Víctimas del MisterioCrónica negra de los fenómenos extraños.
La crónica negra del misterio es, por desgracia, amplia y variada. Desde lainvestigación periodística, el autor ha reunido en este volumen la serie másdestacada de casos. A pesar de la distancia y diferencia social de aquellosque fueron siniestros protagonistas de los mismos, poseen unas característicascomunes: un absoluto desprecio por la vida humana, e importantes dosisde misterio en sus facetas más dantescas.
Por Lorenzo Fernández BuenoISBN: 84-9763-014-9
Lugares de PoderLos enclaves donde el hombre transciende.
Son muchos los lugares repartidos por el mundo que destacan sutilmen-te por encima de los demás. Son los conocidos como “lugares de poder”,enclaves en los que se concentran una serie de energías que transformanal individuo, que hacen que éste trascienda. El talante viajero del autorconfiere a este volumen un aspecto aventurero, pero también práctico. No envano le ha llevado a “expe-rimentar”. en estos sitios, obteniendo resultadosúnicos y sorprendentes que nos narra apasionadamente.
Por Juan Ignacio Cuesta MillánISBN: 84-9763-013-0
La Transcomunicación, ¿Quién hay ahí?El misterio de las psicofonías.
Es sin lugar a dudas el fenómeno paranormal más inesperado, impactante yllamativo de cuantos se incluyen en el fascinante universo del misterio.Hablamos de la psicofonía, voces sin rostro que en ocasiones se manifiestanpara demostrar que existen otras realidades paralelas a la nuestra. Cómo serealizan, cuáles son sus peligros o qué lugares son los propicios paraefectuar la práctica, son algunos de los argumentos de este excepcional estudio.
Enigmas del CristianismoLa Sábana Santa, estigmatizados, apariciones marianas y objetos sagrados.
Enigmas del Cristianismo, misterios de la Iglesia, en definitiva todo seincluye dentro de una misma idea: en el seno de la cristiandad se hanproducido, desde hace siglos hasta nuestros días, una suerte de fenómenosque dada su relevancia han sido rápidamente “callados” para que notraspasaran el grueso muro que separa la Basílica de San Pedro del resto delos mortales.
Por José Gregorio González GutiérrezISBN: 84-9763-015-7
Por Pedro Amorós SogorbISBN: 84-9763-016-5
Pactos SatánicosBlasfemia y magia negra desde tiempos remotos hasta nuestros días
Han sido la causa de muchas piras inquisitoriales. Los pactos satánicos se hanprodigado en la clandestinidad a lo largo de la historia, llegando hasta nuestrosdías importantes reminiscencias de unos cultos que se niegan a desaparecer.Religión para unos, filosofía para otros, vandalismo para la mayoría, elautor de esta obra narra de forma amena la evolución del satanismo en losúltimos siglos, y se ha “infiltrado”en varios colectivos satánicos para narrarnosdirectamente su experiencia, eso sí, desde dentro.
Por Santiago CamachoISBN: 84-9763-018-1
Tras las huellas del pasado ImposibleLa arqueoastronomía y el conocimiento oculto de la antigüedad.
A lo largo y ancho de nuestro planeta hay una serie de construcciones,yacimientos y objetos que permanecen fuera de su tiempo, construidoshace miles de años con una precisión y técnica que espanta. El conoci-miento que alguien en el pasado inculcó a las civilizaciones de esas épocassurge de una manera tan precisa y rápida, que ha despertado las dudas delos arqueólogos “apócrifos”, que se han atrevido a buscar las huellas deaquellos que dejaron, a su paso por nuestro mundo.
Por Tomé MartínezISBN: 84-9763-017-3
En busca del MisterioMemorias de un viaje por la senda de lo desconocido.
Hablar de aventura,de viaje tras las huellas de lo insólito, es hacer referencia a FernandoJiménez del Oso. En este libro su autor hace crónica viva de cuantos sucesosextraños investigó en un viaje de miles de kilómetros por toda Sudamérica yCentroamérica. Narrado con estilo ágil y ameno, Jiménez del Oso lanza variosguiños al lector, confía anécdotas jamás contadas y desvela qué podemos encontrarsi vamos en busca del misterio.
PsycokillersAsesinos sin alma.
Asesinos en serie,psicópatas que no muestran sentimiento ni piedad a la horade abalanzarse y descuartizar a sus víctimas, gentes sin alma… Juan AntonioCebrián nos sorprende una vez más con una obra inédita que saca a la luzlos aspectos más oscuros de la naturaleza humana.Narra de forma impecable la personalidad execrable de los psycokillers máscélebres de la historia.
Por Juan Antonio CebriánISBN: 84-9763-019-X
Por Fernando Jiménez del OsoISBN: 84-9763-020-3