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12 | Combatiendo los TLCs El TLCAN firmado por México, Canadá y Estados Unidos en 1992 fue una ampliación del TLC entre Canadá y Estados Unidos que entró en vigor en 1989. Debido a su con- tenido y a su dinámica política y eco- nómica Norte-Sur, el TLCAN se con- virtió en un modelo para la siguiente ola de acuerdos comerciales bilate- rales. El TLCAN abrió camino en diversos aspectos: Tiró abajo los aranceles a las importaciones de productos agrí- colas estadounidenses. El maíz, la leche y otros productos estadou- nidenses pasaron a ser tan bara- tos al sur del Río Grande que pudieron venderse a precios más bajos que los productos mexica- nos. Como consecuencia, más de un millón de campesinos mexica- nos se vieron obligados a aban- donar sus tierras, incapaces de competir con la agroindustria estadounidense subsidiada. Le brindó mayores facilidades a las empresas estadounidenses para establecer fábricas en México, para ensamblar y manu- facturar allí sus productos y luego mandarlos a bajo costo de vuelta a Estados Unidos. Los tra- bajadores mexicanos están pagando el costo: eliminación de los derechos laborales, mayor violencia social (especialmente contra las mujeres) y la gran pre- sión emigratoria. Otorgó a las empresas estadouni- denses y canadienses el derecho efectivo a demandar al gobierno mexicano por cualquier decisión u omisión en materia de políticas que directa o indirectamente afecte sus expectativas de obte- ner ganancias por sus inversiones en México. Desde 1996, el gobierno mexicano ha sido demandado por un monto que supera los US$1.700 millones, a través de 15 controversias inver- sionista-Estado amparadas en el TLCAN. 1 Proveyó al gobierno de Estados Unidos con una plataforma para imponerle a México (como parte de la “asociación”) políticas de seguridad e inmigración, además de normas ambientales y labora- les al servicio de los intereses de las empresas estadounidenses. Un ejemplo claro de lo que esto significa puede verse en el campo de la biotecnología, donde México ha asumido el liderazgo en promover la preeminencia legal de lo que dicen los TLC en materia de etiquetado de los ali- mentos genéticamente modifica- dos, en el seno (y en contra) del Protocolo de Bioseguridad del Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica. 2 1 Para más detalles, ver Scott Sinclair, “NAFTA dispute table”, Canadian Centre for Policy Alternatives, marzo 2007, en: http://policyalternatives.ca/documents/ National_Office_Pubs/2007/NAFTA_ Dispute_Table_March2007.pdf 2 Ver GRAIN y African Centre for Biosafety, “Bilateral biosafety bullies”, octubre 2006, http://www.grain.org/briefings/?id=199. La opción de los TLC bilaterales como herramienta preferida para impulsar el neoliberalismo hoy en día descansa en dos pilares históricos: el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA por sus siglas en inglés), que demostró de qué manera un TLC puede jalonar la expansión de la globalización capitalista; y el fracaso de la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que dejó el camino abierto para muchos más TLCAN. El actual frenesí por los TLCs bilaterals.org y GRAIN (Septiembre 2007) Comunidades tailandesas han protestado fuertemente en contra de los TRIPS-plus incluidos en el TLC propuesto entre EE.UU.- Tailandia, por sus implicaciones para los agricultores y las personas que viven con HIV/SIDA.

El actual frenesí por los TLCs - bilaterals org · la OMC. Poco tiempo después de iniciada en Doha en noviembre de 2001, la ronda toco fondo en Cancún en septiembre de 2003, cuando

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12 | Combatiendo los TLCs

El TLCAN firmado por México,Canadá y Estados Unidos en 1992fue una ampliación del TLC entreCanadá y Estados Unidos que entróen vigor en 1989. Debido a su con-tenido y a su dinámica política y eco-nómica Norte-Sur, el TLCAN se con-virtió en un modelo para la siguienteola de acuerdos comerciales bilate-rales. El TLCAN abrió camino endiversos aspectos:

• Tiró abajo los aranceles a lasimportaciones de productos agrí-colas estadounidenses. El maíz, la

leche y otros productos estadou-nidenses pasaron a ser tan bara-tos al sur del Río Grande quepudieron venderse a precios másbajos que los productos mexica-nos. Como consecuencia, más deun millón de campesinos mexica-nos se vieron obligados a aban-donar sus tierras, incapaces decompetir con la agroindustriaestadounidense subsidiada.

• Le brindó mayores facilidades alas empresas estadounidensespara establecer fábricas en

México, para ensamblar y manu-facturar allí sus productos yluego mandarlos a bajo costo devuelta a Estados Unidos. Los tra-bajadores mexicanos estánpagando el costo: eliminación delos derechos laborales, mayorviolencia social (especialmentecontra las mujeres) y la gran pre-sión emigratoria.

• Otorgó a las empresas estadouni-denses y canadienses el derechoefectivo a demandar al gobiernomexicano por cualquier decisiónu omisión en materia de políticasque directa o indirectamenteafecte sus expectativas de obte-ner ganancias por sus inversionesen México. Desde 1996, elgobierno mexicano ha sidodemandado por un monto quesupera los US$1.700 millones, através de 15 controversias inver-sionista-Estado amparadas en elTLCAN.1

• Proveyó al gobierno de EstadosUnidos con una plataforma paraimponerle a México (como partede la “asociación”) políticas deseguridad e inmigración, ademásde normas ambientales y labora-les al servicio de los intereses delas empresas estadounidenses.Un ejemplo claro de lo que estosignifica puede verse en el campode la biotecnología, dondeMéxico ha asumido el liderazgoen promover la preeminencialegal de lo que dicen los TLC enmateria de etiquetado de los ali-mentos genéticamente modifica-dos, en el seno (y en contra) delProtocolo de Bioseguridad delConvenio de las Naciones Unidassobre la Diversidad Biológica.2

1 Para más detalles, ver Scott Sinclair, “NAFTAdispute table”, Canadian Centre for PolicyAlternatives, marzo 2007, en: http://policyalternatives.ca/documents/Nat iona l _Of f i ce_Pubs/2007/NAFTA_Dispute_Table_March2007.pdf

2 Ver GRAIN y African Centre for Biosafety,“Bilateral biosafety bullies”, octubre 2006,http://www.grain.org/briefings/?id=199.

La opción de los TLC bilaterales como herramienta preferida para impulsar el neoliberalismo hoyen día descansa en dos pilares históricos: el Tratado de Libre Comercio de América del Norte(TLCAN o NAFTA por sus siglas en inglés), que demostró de qué manera un TLC puede jalonarla expansión de la globalización capitalista; y el fracaso de la Ronda de Doha de la OrganizaciónMundial del Comercio (OMC), que dejó el camino abierto para muchos más TLCAN.

El actual frenesí por los TLCsbilaterals.org y GRAIN (Septiembre 2007)

Comunidades tailandesas han protestado fuertemente en contra de los TRIPS-plusincluidos en el TLC propuesto entre EE.UU.- Tailandia, por sus implicaciones para losagricultores y las personas que viven con HIV/SIDA.

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En una palabra, el TLCAN estableció un nuevo para-digma en términos de los beneficios que pueden brin-darle los TLC a las trasnacionales.

Aunque los tremendos impactos del TLCAN todavía nohan terminado de revelarse en toda su extensión, el sis-tema de comercio multilateral entró en un grave estadode inercia que la ha dado un ímpetu sin precedentes alos TLC como vía para imponer la liberalización delcomercio y las inversiones. La ronda actual de negocia-ciones comerciales de la OMC – cuya meta es reducir losaranceles de los productos agrícolas y manufacturadosimportados, abrir el comercio de servicios, desregular lapesca, etc – prácticamente no ha obtenido nada. Su lan-zamiento en Seattle en noviembre de 1999 fracasódebido a las tensiones internas entre los miembros de laOMC respecto del ritmo y el alcance de las conversacio-nes, el resentimiento creciente frente al predominio deun puñado de gobiernos del Norte, y la presión externade las protestas callejeras masivas que conmovieron laciudad durante los días de reunión de los miembros dela OMC. Poco tiempo después de iniciada en Doha ennoviembre de 2001, la ronda toco fondo en Cancún enseptiembre de 2003, cuando la exasperación políticaque suscitó la negativa de Estados Unidos y la UE a redu-cir los subsidios agrícolas internos – al mismo tiempoque exigían a los países abrir nuevas áreas de sus eco-nomías a la liberalización – colmó la paciencia de losgobiernos del Sur liderados por la India y Brasil. Lasnegociaciones volvieron a fracasar en Ginebra en juliode 2006. Los intentos posteriores de revivirlas han sidoinfructuosos hasta ahora, aunque sería poco inteligentedescartar totalmente una nueva revitalización de laOMC.

Se destacan dos momentos en esta serie de crisis:

• Cancún desencadenó un vuelco significativo de lamira y la presión enfocada desde entonces en losTLC. Robert Zoellick, que en ese momento se desem-peñaba como Representante Comercial de EstadosUnidos, respondió inmediatamente con su programade “liberalización competitiva”, mediante el cualEstados Unidos pondría a los países del Sur a compe-tir entre sí en la lucha por acceder a los mercadosestadounidenses a través de acuerdos bilateralesexclusivos negociados uno a uno. Washington anun-ció inmediatamente la negociación de varios TLC conTailandia, Ecuador, Perú, Colombia y poco despuéscon cinco países de América Central. Japón, China ymuchos otros gobiernos de Asia y el Pacífico tambiéncomenzaron a mostrarse mucho más interesados enlos TLC y se dispusieron afanosamente a entrar ennegociaciones. En este período muchas personashicieron suya la frase del economista de laUniversidad de Columbia Jagdish Bhagwati, que serefirió al “efecto del recipiente de spaghetti” para des-cribir los peligros implícitos al establecimiento deuna red intrincada de reglas de comercio bilateralesdivergentes en sustitución de un régimen multilateralmás coherente, que sólo un foro mundial como laOMC estaría en condiciones de mantener.

• La suspensión de la Ronda de Doha en julio de 2006le imprimió nuevos bríos al viraje en pos de los TLC.Si bien Estados Unidos no inició nuevas negociacio-nes, la UE se abalanzó a entablar conversaciones ten-dientes a establecer nuevos e importantes TLC con 21países de América Latina y Asia. Sin embargo, paraentonces ya mucho había cambiado desde Cancún.

Los países latinoamericanos habían poco menos que“enterrado” la iniciativa de un Área de Libre Comerciode las Américas (ALCA), y algunos de ellos lideradospor Venezuela se embarcaron en una AlternativaBolivariana para las Américas (ALBA) que rivalizabacon aquella. Venezuela ya había abandonado laComunidad Andina e ingresado al Mercosur, en pro-testa contra los TLC de varios países andinos conWashington. Los 77 países del África, el Caribe y elPacífico miembros del grupo ACP estaban ingresandoen la última fase de negociaciones con Bruselas parafirmar acuerdos de asociación económica (EPA porsus siglas en inglés). Y China –que ya se había asegu-rado acuerdos parciales pero trascendentes conTailandia y ASEAN en sus conjunto, además decomenzar su periplo con Occidente dando inicio aconversaciones para un TLC general con NuevaZelanda y luego con Australia- ya se estaba embar-cando en una estrategia multifacética de TLC másamplios.

Cumplir con los acuerdos de la OMC ha sido tremenda-mente difícil, pero los acuerdos bilaterales con disposi-ciones “OMC plus” a menudo resultan incluso más exi-gentes. La estrategia de los negociadores comercialesde Estados Unidos y la UE en materia de acuerdos bila-terales es muy clara, y consiste en presionar a los demásgobiernos a avanzar más lejos y más rápido mientras nopuedan conseguir lo que ellos quieren en la OMC.

La relación entre los TLC y la OMC

Aunque pudiera parecer que apuntan en distinta direc-ción, los TLC bilaterales y la OMC multilateral compartenmucho y se complementan de muchas maneras entre sí.

• Los TLC parecen más limitados que la OMC en tér-minos de a quiénes afectan –pero esto es sólo enapariencia. Un TLC Canadá – Corea por ejemplo,afectará principalmente las oportunidades de nego-cios –y por ende de empleo, derechos sociales y todasuerte de marcos regulatorios que se apliquen a losmercados- entre Canadá y Corea. Pero gracias al prin-cipio de la “nación más favorecida” que todos losmiembros de la OMC tienen que respetar, cualquierprivilegio que Corea le conceda a Canadá en el marcodel TLC deberá extenderse a otros países que tenganacuerdos similares con Corea. De modo que aunquelos TLC se limitan a los países implicados, existe unefecto dominó incorporado que le extiende a otrospaíses los privilegios de mercado bilaterales. Esto faci-lita mucho el establecimiento de nuevas reglas y nor-mas internacionales de abajo hacia arriba. Más quenegociar políticas o mejores prácticas –por ejemplo,para derribar las barreras a las inversiones- a nivelmundial (de manera visible y lenta), los gobiernos pue-den generar una serie de hechos consumados, disemi-nándolos a través de acuerdos bilaterales. Este efectoviral representa una ventaja muy importante de losTLC para potencias como Estados Unidos, Suiza, Japóny la UE. Las grandes potencias pueden hablar efectiva-mente de “normas internacionales emergentes” –porejemplo sobre derechos de transmisión televisada oradial, cláusulas sobre derechos de autor o protecciónde datos de la industria farmacéutica- y luego obligara todos los demás a aceptarlas.

• Los TLC Norte – Sur avanzan mucho más allá quela OMC. Los TLC entre los países industrializados y

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los países del Sur contienen por lo general disposicio-nes más onerosas para éstos últimos que las estipu-ladas por la OMC (por eso se las denomina OMCplus). Adoptan los acuerdos de la OMC como normamínima y sobre esa base avanzan más lejos. Estosucede en las áreas de la propiedad intelectual(ADPIC), las inversiones, y los servicios (AGCS o GATSpor sus siglas en inglés) – las tres áreas en que lospaíses industrializados tienen mayor interés de refor-mas que beneficien a sus empresas. Estados Unidos,la UE y la EFTA han sido los más adeptos a utilizar losTLC con ese objetivo. Japón se ha mostrado hastaahora más propenso a ceder en las negociacionesante las protestas de sus socios, por ejemplo enmateria de derechos de propiedad intelectual (DPI),aunque esto puede cambiar en cualquier momento.3

Los TLC entre países del Sur generalmente no impo-nen cambios mutuos trascendentes en materia depolíticas, mucho menos políticas que vayan más alláde la OMC (“OMC plus”). Una excepción importante alcarácter “OMC plus” de los TLC Norte – Sur se da enmateria de migración. El capital del primer mundodebe tener libertad de movimiento a través de lasfronteras, pero la movilidad de los trabajadores delTercer Mundo sigue siendo un tema delicado.4

• Los TLC hacen caso omiso si la OMC cumple o nocon sus objetivos. La OMC permite la existencia delos TLC bajo ciertas condiciones.5 Los TLC están con-siderados por la OMC, en el mejor de los casos, como“excepciones” a la regla de no discriminación en lasrelaciones comerciales. Se los tolera como iniciativasextracurriculares, en tanto que el “verdadero nego-cio” de reformar las reglas del comercio mundial tieneque llevarse a cabo en el ámbito multilateral másabarcador. Los políticos y los expertos polemizan entorno a si los TLC perjudican a la OMC (al dispersar lacapacidad de negociación y desviar el comercio), o sipor el contrario la benefician (al fomentar efectiva-mente la liberalización del comercio). Lo que estáclaro es que se está dedicando mucha energía aldiseño de acuerdos de comercio fragmentarios porfuera y a mucha distancia de la lenta marcha de laOMC.6 Entretanto, algunos de los principales paísesdel Sur como China, India y Brasil están incremen-tando cada vez más sus cuotas respectivas del mer-cado mundial (no como consecuencia de los TLC sinogracias a la aplicación de programas nacionales agre-sivos). Los TLC permiten que los países elijan a dis-creción sus socios comerciales privilegiados (merca-dos), en momentos en que el poderío comercial estácambiando de manos.

• Los TLC cumplen funciones mucho más ampliasque la OMC. Aunque los TLC hacen a la vez menos ymás que la OMC y la retrasan en el logro de nuevosniveles de consenso sobre la reforma del comercio, lacomparación entre ambos termina allí. Si bien es

cierto que uno de sus componentes centrales es elimpulso al comercio -sea a partir de la competencia,la cooperación o ambos- los TLC son fundamental-mente una herramienta para profundizar las relacio-nes. En el caso de los acuerdos Norte - Sur, éstas sonen general relaciones de dominación. Estados Unidos,por ejemplo, reduce sus aranceles para algunasexportaciones colombianas (“acceso al mercado”) y acambio obtiene soberanía y libertades indescriptiblespara que sus empresas operen en Colombia. Un paíscomo Estados Unidos no elige a un país comoColombia para un TLC porque lo considere un gransocio comercial, sino por razones geopolíticas: porejemplo, para asegurar su presencia en AméricaLatina, aislar y debilitar al presidente Chávez en lavecina Venezuela, para aumentar su influencia enColombia y permitirle fumigar con avionetas los culti-vos de coca; para operar más de cerca en la guerracontra las guerrillas de las FARC, etc. En los acuerdosSur-Sur, siempre hay un componente de demostra-ción de poder, pero la mayoría de ellos se desarrollanen un contexto regional en el que es necesario gene-rar cierto grado de cooperación. Los TLC son a la vezherramientas de política exterior e instrumentos eco-nómicos que usan los gobiernos de los países indivi-duales (o agrupamientos regionales de Estados).

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3 Ver GRAIN, “Japan digs its claws into biodiversity through FTAs”,Against the Grain, agosto 2007, http://www.grain.org/articles/?id=29

4 Hay actualmente 192 millones de emigrantes en el mundo, la mayoríaciudadanos de países del Tercer Mundo que han emigrado a paísesindustrializados en busca de trabajo.

5 Estas condiciones se describen en el Artículo XXIV del GATT. Allí diceque los miembros de la OMC pueden establecer TLC suplementariossiempre que: (a) eliminen, y no simplemente reduzcan, los aranceles ybarreras no arancelarias (b) en un período de tiempo razonable (habi-tualmente interpretado como entre 10 y 12 años) y (c) cubran “sustan-cialmente todo el comercio” entre las partes (habitualmente interpre-tado como entre 85 y 90%). El Artículo XXIV del GATT se aplica sola-mente al comercio de bienes y, en ese entendido, no permite ningún

trato “especial y diferenciado” entre los países. Los TLC que abarcan elcomercio de servicios tienen que ceñirse al Artículo 5 del Acuerdo delAGCS, que permite trato especial y diferenciado, así como algunasotras flexibilidades.

6 A pesar de todas sus reglas y burocracia, la OMC no vigila en realidadlos TLC. Se supone que hay un comité que los revisa, para asegurar quese cumpla lo dispuesto por el artículo XXIV y demás. Pero aunque elcomité se reúne, su tarea prácticamente es inexistente desde quecomenzó a operar la OMC en 1994. De los 194 TLC que se presenta-ron al comité para ser revisados hasta marzo de 2007, solamente 19pasaron por todo el procedimiento de análisis –apenas un 9%.

7 Trascripción de la entrevista a Susan Schwab, Financial Times, Londres,17 de noviembre de 2006. http://www.bilaterals.org/article.php3?id_ article=6505

(Photo: Chamsaesang)

“Los TLC bilaterales y regionales en la zonadel Asia y el Pacífico son la expresiónformal de hasta dónde nos han llevadonuestros respectivos sectores privados...son en realidad una manifestación del tra-bajo mancomunado de las empresas y elgobierno”.Susan Schwab, Oficina del Representante Comercialde Estados Unidos, 2006 7

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Las empresas fijan la agenda

Los objetivos de la negociación de un TLC son formula-dos por las empresas y los gobiernos en estrecha colab-oración. Por ejemplo, la agroindustria y las empresasfarmacéuticas estadounidenses han sido guionistas ypromotores de las disposiciones “ADPIC plus” en losTLC. En su informe de abril de 2004 sobre las disposi-ciones relativas a los DPI en el TLC Estados Unidos –Marruecos, el Comité Funcional Asesor de la Industria enmateria de Derechos de Propiedad Intelectual paraAsuntos de Política Comercial del gobierno esta-dounidense (IFAC-3), declara que “saluda con satisfac-ción el compromiso de Marruecos de proporcionar pro-tección de patentes a plantas y animales y la confirma-ción de ambas Partes de que se dispondrá de patentespara cualesquier nuevos usos y métodos de uso de unproducto ya conocido para el tratamiento de sereshumanos y animales. Esto permite contar con la protec-ción de las patentes para las plantas y animales trans-génicos que sean nuevos, que impliquen actividadinventiva y que sean aptos para una aplicaciónindustrial”. Y luego sigue destacando que “esto repre-senta una mejora significativa respecto de los compro-misos realizados por Chile y el CAFTA en sus TLC conEstados Unidos, que obliga a los negociadores esta-dounidenses a insistir en todos los futuros TLC para quese permitan las patentes tanto para plantas como paraanimales”.8

Está meridianamente claro que se trata de una estrate-gia mundial –no caso a caso- de la industria estadouni-dense. El IFAC-3 es una auténtica usina de las empresastitanes de Estados Unidos. Entre sus miembros estánPfitzer y Merck, Eli Lilly, la Organización de la IndustriaBiotecnológica (Biotechnology Industry Organisation), laAsociación de Fabricantes e Investigadores Farmacéuti-cos de EEUU (Pharmaceutical Research and Manu-facturers of America -PhRMA), Time Warner, Anheuser-Busch, y la Alianza Internacional de la PropiedadIntelectual (Internacional Intellectual Property Alliance),que es la coalición de industrias privadas de EstadosUnidos fundadas en los derechos de autor.9 Al decir delexperto en Propiedad Intelectual Peter Drahos: “El IFACes un comité que se ensucia las manos revisando yredactando acuerdos específicos. Hace este trabajo téc-nico para todas las iniciativas de comercio estadouni-

denses en materia de propiedad intelectual, sean bilate-rales, regionales o multilaterales. Por lo tanto, es capazde coordinar a nivel técnico el trabajo desplegado en losdistintos foros, y asegura así que las iniciativas comer-ciales que Estados Unidos negocia promuevan normasde propiedad intelectual que sean de conveniencia parala industria estadounidense. La experticia técnica delIFAC, así como la experticia que tiene a su disposición através de los departamentos jurídicos del sector privadoque lo integra, implica que, por ejemplo, puede evaluarminuciosamente las normas de propiedad intelectual deun país que esté solicitando ingreso a la OMC, y puedeproporcionar recomendaciones detalladas sobre las nor-mas que los negociadores de la oficina delRepresentante Comercial de Estados Unidos (USTR)deben conseguir que se incluyan en una negociación”.10

La Secretaría de la Coalición de Empresas del TLCEstados Unidos-Tailandia está compuesta por el ConsejoEmpresarial de Estados Unidos – ASEAN que representaa las empresas estadounidenses con intereses en ASEAN,y la Asociación Nacional de Fabricantes (NationalAssociation of Manufacturers – NAM), el grupo de pre-sión más importante de la industria estadounidense enmateria comercial. La NAM se ufana de que “Nuestra vozno está comprometida por intereses que no sean los dela industria”.11 FedEx, General Electric, New York Life,Time Warner y Unocal componen la presidencia empre-sarial de la coalición. Su Comisión Directiva incluye a:AIG, Cargill, Caterpillar, Citigroup, la Asociación deRefinadores de Maíz (Corn Refiners Association), laCoalición de Industrias de Servicios (Coalition of ServicesIndustries), Dow Chemical, Ford, el Consejo Nacional deProductores Porcinos (National Pork Producers Council),PhRMA, PriceWaterhouseCoopers, la Asociación deIndustria de Valores (Securities Industry Association),United Parcel Service (UPS) y la Cámara de Comercio deEstados Unidos (US Chamber of Commerce).12

Estas coaliciones empresariales desempeñan un papelpreponderante en la formulación de los objetivos de lasnegociaciones de los TLC de Estados Unidos, y recono-cen bastante abiertamente sus intereses creados y suafán de levantar las apuestas y obtener cada vez may-ores beneficios. El TLC recientemente firmado entreEstados Unidos y Corea, por ejemplo, contó con fuerterespaldo de la Asociación Estadounidense de Seguros(American Insurance Association) que busca abrir eloctavo mercado de seguros más grande del mundo.BusinessEurope (anteriormente conocida como la Uniónde las Confederaciones Industriales y de Empleadoresde Europa –UNICE) también expresa con franqueza susobjetivos respecto de los TLC: “Dada la importancia cre-ciente que tienen los servicios en las exportaciones de laUE, cualquier TLC futuro debe asegurar la más amplialiberalización de sectores claves como los serviciosfinancieros, las telecomunicaciones, los servicios profe-sionales y empresariales y los servicios de correos deentrega inmediata…La UE tiene ventajas comparativasevidentes en el área de los servicios, y es necesario ase-gurar que esas ventajas queden cristalizadas en losfuturos TLC”.13

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8 The Free Trade Agreement (FTA) US-Morroco: The Intellectual PropertyProvisions. Report of the Industry Functional Advisory Committee onIntellectual Property Rights for Trade Policy Matters (IFAC-3), 6 de abrilde 2004. http://www.ustr.gov/assets/Trade_Agreements/Bilateral/Morocco_FTA/Reports/asset_upload_file164_3139.pdf

9 Informe IFAC-3, 6 de abril de2004, ibid.

10Peter Drahos, “Expanding intellectual property’s empire: the role ofFTAs”, Research School of Social Sciences, Universidad NacionalAustraliana, Canberra, noviembre 2003. http://www.grain.org/ rights/tripsplus.cfm?id=28

11NAM at a Glance. Sitio web de la NAM: www.nam.org/s_nam/ doc1.asp?CID=53&DID=224181

12 Sitio web de la Coalición de Empresas del TLC Estados Unidos-Tailandia. http://www.us-asean.org/us-thai-fta/

(Photo: Courtesy Health Gap)

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Nippon Keidanren – la federación empresarial másgrande del Japón – resultó un grupo de presión clave enla formulación de las ambiciones de Tokio respecto delos TLC con Singapur, México, Corea del Sur e Indonesia.El conglomerado de la industria láctea de NuevaZelanda, Fonterra, creado a partir de la fusión de las doscooperativas lecheras más grandes del país y laDirección de la Industria Láctea de Nueva Zelanda, man-tiene una relación estrecha con los funcionarios decomercio neocelandeses y es un partidario agresivo dela liberalización del comercio agrícola. Fonterra es unode los principales promotores de un TLC China-NuevaZelanda, porque quiere sacar provecho de la crecientedemanda china de productos lácteos. El ConsejoEmpresarial Australia - China (Australia-China BusinessCouncil), que está cabildeando activamente a favor deun TLC China – Australia, tiene como vicepresidentes alos presidentes de la empresa Australia/Asia Gas y BHPBilliton Petroleum, y su ejecutivo de relaciones corpora-tivas viene de la empresa Rio Tinto.

Pero las transnacionales del Sur como la tailandesaCharoen Pokphand (CP), también han incidido protagó-nicamente en las negociaciones de los TLC para defen-der sus propios intereses, que a menudo se contrapo-nen a los de los campesinos y pequeños agricultores.“Nuestro Primer Ministro Thaksin Shinawatra acordó conel Primer Ministro de Japón que Tailandia no insistirámás en retirar el arroz de la mesa de negociaciones [delTLC Japón – Tailandia] para permitir que las negociacio-nes puedan avanzar. Creo que Japón debería demostrarsu buena voluntad no retirando otros productos, comoel camarón, el pollo y los frutos del mar”, declaróPornsilpa Patcharintanakul, alto ejecutivo de CP y subse-cretario de la Cámara Tailandesa”.14

Elementos clave para entender los TLC

Para entender el juego y la estrategia general de los TLCes necesario analizar todos los diferentes procesos yextraer los rasgos clave de estos acuerdos. No es algodifícil de hacer –y es imprescindible hacerlo si se quieredilucidar su poderío y saber cómo enfrentarlos.

Los TLC son sólo una de las herramientas: A pesar delfuerte énfasis actual en los TLC, nadie pone todos loshuevos en la misma canasta. Las grandes potenciascomo Estados Unidos y la UE suelen utilizar una gamaamplia de instrumentos para presionar a los países máschicos a adoptar sus prescripciones en materia de polí-tica económica. Utilizan las agencias de las NacionesUnidas, las instituciones financieras internacionales (elBanco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, losbancos de desarrollo regionales), la OMC, sus propiosaparatos de cooperación para el desarrollo, las políticasunilaterales y los viejos y conocidos acuerdos regidospor el garrote y los incentivos, para construir alianzas yasegurar cambios en las políticas. Aunque los TLCpermiten avances en profundidad, es importante noconsiderarlos como la única pieza del engranaje.

No todos los TLC son iguales: Algunos TLC son esencial-mente elementos de dominación.15 Otros son más biende cooperación. La mayoría presentan inevitablementeuna combinación de ambos aspectos, pero con mezclasdistintas.

Los TLC Norte-Sur están pensados, en general, paraabrir los países del Sur a las empresas privadas delNorte y permitir que éstas puedan operar libremente.Eso se logra fundamentalmente a través de las disposi-ciones sobre inversiones, propiedad intelectual y servi-cios (los tratados bilaterales de inversión funcionan dela misma manera), que constituyen los tres capítulos demayor interés para los países industrializados en unTLC, aunque existen además muchos otros que tambiénson importantes (ver el cuadro: Anatomía de un TLC).Los países del Sur supuestamente obtienen mayoracceso a los mercados: supuestamente pueden vendermás al país “desarrollado”, ya que la rebaja de arancelesharía que sus productos (y servicios, si es que exportanalguno) sean más competitivos. La reciprocidad entredos socios desiguales no los convierte en iguales, por elcontrario, refuerza las relaciones de dominación inequi-tativas. Para que todo este esquema funcione, los paísesdel Norte incluyen a menudo algún aporte directo defondos destinados a generar capacidad para el comercioo a la cooperación para el desarrollo –un refresco “dulce”para que los países del Sur se traguen más fácilmente laamarga “medicina” de la dominación.

Los TLC Sur–Sur, que florecen actualmente como hon-gos, son acuerdos invariablemente más débiles. Hastaahora han sido esencialmente programas de reducciónarancelaria: las dos (o más) partes acuerdan bajar losaranceles que se aplican a las exportaciones respectivas,y sólo para una lista limitada de productos.16 Los gobier-nos de América Latina establecieron muchos acuerdosde este tipo cuando abandonaron en la década de 1980la estrategia de sustitución de importaciones y adopta-ron la del desarrollo orientado a las exportaciones. Últi-mamente, este tipo de TLC simple se ha vuelto popularentre los gobiernos de Asia, como forma de reavivar elcomercio regional y seguir evaluando las posibilidades

siglas en inglés), acuerdos de asociación económica reforzada (CEPApor sus siglas en inglés), acuerdos de asociación económica estraté-gica (SEPA por sus siglas en inglés), acuerdos de cooperación econó-mica reforzada (CECA por sus siglas en inglés), acuerdos comercialesregionales (RTA por sus siglas en inglés), acuerdos de asociación (AA),etc.

16Habitualmente se los denomina “Acuerdos de comercio preferencial”(ACP o PTA por sus siglas en inglés) o incluso acuerdos preferenciales“parciales”.

13“UNICE strategy on an EU approach to free trade agreements”, Union ofIndustrial and Employers’ Confederations of Europe, Bruselas, 7 dediciembre de 2006, http://www.bilaterals.org/article.php3?id_article=7265

14Citado en el SiamRath Daily del 27 de octubre de 2004.15Además de la gama ‘dominación – cooperación’, los TLC difieren

mucho en su nombre y detalles. Tenemos tratados de libre comercio(TLC), acuerdos de comercio preferencial (ACP), acuerdos de coopera-ción económica (ACE), acuerdos de asociación económica (EPA por sus

¿Qué quieren decir con eso de una relación equilibrada?

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de la integración económica, que a pesar de años deconversaciones oficiales sigue sin rendir muchos resul-tados en el continente. Hoy en día, sin embargo, los TLCSur-Sur están comenzando a tener un carácter másamplio, dejando de ser meros programas de reducciónarancelaria para pasar a ser pactos de liberalización eco-nómica más amplios, incluyendo servicios e inversiones.Pero todavía no les dictan cambios de política a los paí-ses firmantes, como sí lo hacen los acuerdos Norte-Sur.

Los TLC tienen motivaciones más amplias que el “comer-cio”: Están mayoritariamente orientados por una mezclade intereses geopolíticos, de seguridad y económicos.Los intereses geopolíticos –las relaciones de poder entrelos países- son bastante evidentes en los TLC tanto deEstados Unidos como de la UE, no solamente por la selec-ción de países con los que buscan establecer TLC, sinotambién por sus contenidos. Veamos algunos ejemplos:

• Estados Unidos está utilizando los TLC para socavarla oposición social y política a Israel en el MedioOriente y el mundo árabe en general. Los siguientesson ejemplos de esta estrategia: los TLC acordadoscon Jordania, Bahrein y Marruecos; el componente

palestino del TLC Estados Unidos-Israel; las ZonasIndustriales Calificadas Israel-Egipto, auspiciadas porEstados Unidos; el juego al que ha sometido a Egipto(Estados Unidos tienta a Egipto con la zanahoria delTLC y luego la esconde, se la muestra otra vez y lavuelve a esconder dependiendo de la situación delmomento); y el proyecto general de un TLC entreEstados Unidos y el Medio Oriente en su conjunto.

• Los TLC con Estados Unidos han generado problemasserios para las alianzas regionales del mundo árabecomo el Consejo de Cooperación del Golfo (GCC porsus siglas en inglés) y la Liga Árabe. Una de las reglasdel GCC es que ninguno de sus miembros puedeentablar independientemente un TLC con un paísextra-bloque. Bahrein violó esa regla al firmar un TLCcon Estados Unidos, un hecho que generó gran ten-sión al interior del grupo durante varios años. Elnuevo acuerdo de Estados Unidos con Omán y lasnegociaciones que mantiene con los Estados ÁrabesUnidos han generado un “hecho consumado” que elGCC –especialmente Arabia Saudita- no tuvo másremedio que aceptar. A consecuencia del TLC conWashington, Bahrein se vio obligado a abandonar el

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Anatomia de un TLC delos EE.UU.

Un típico TLC “integral” puede cubrir20 puntos.

• Inversión: un conjunto de derechospara garantizar que las empresas deuna de las partes pueden instalarsey operar en el otro país sin interfer-encia por parte del Estado; incluye laobservancia de esos derechos, elderecho de los inversionistas extran-jeros a demandar al gobierno y unmecanismo de solución de contro-versias independiente que se basaen el arbitraje a puerta cerrada en elBanco Mundial en lugar de los tri-bunales nacionales.

• Propiedad intelectual: un conjuntode derechos para garantizar que lasempresas de una de las partespuedan poseer, como propiedadexclusiva y por el periodo más largode tiempo posible, cualquier tipo deconocimiento o información (mar-cas, variedades de plantas y ani-males, fórmulas de drogas, transmi-siones por satélite, páginas webdescargadas en los ordenadores,métodos comerciales, etc) en el otropaís; incluye la observancia de esosderechos por medio de legislaciónpenal, en lugar de civil. General-mente incluye el cumplimientoobligatorio de una serie de tratadosinternacionales de propiedad int-electual

• Servicios: el derecho de las empre-sas de una de las partes de poseer yoperar en todas las industrias deservicios del otro país: banca, dere-cho, servicios contables, salud, edu-

cación, agua, energía, cultura,comunicaciones, transporte, etc (Un“servicio”, se ha dicho, es algo queno se puede tirar con el pie)

• Servicios financieros: disposicionesespecíficas para liberalizar losseguros, pensiones y servicios rela-cionados con la banca, la elimi-nación de los controles de capital encaso de que existan.

• Medio ambiente: las dos partes secomprometen a aplicar sus propiasleyes sobre medio ambiente; puedeincluir el cumplimiento obligado dealgunos tratados internacionales demedio ambiente.

• Contratación pública: el derecho delas empresas de una de las partes asuministrar el gobierno (nacional,provincial o estatal y municipal) de laotra en su adquisición o utilizaciónde bienes y servicios a fines guber-namentales

• Medidas sanitarias y fitosani-tarias: se aplicarán las normas delos EE.UU. (por ejemplo, no puedehaber barreras a la comercializaciónde OGMs)

• Obstáculos técnicos al comercio:se aplicarán las normas de losEE.UU.(por ejemplo, no puede haberetiquetado de OGMs)

• Acceso a los mercados: arancelesespecíficos y cuotas, especialmenteen agricultura, pesca y productostextiles.

• Transparencia: el derecho de lasempresas de una de las partes a serinformadas de las nuevas leyes quese están redactando en el otro país yel derecho a hacer observaciones

sobre las leyes antes de su adop-ción, a fin de que no sean desfavor-ables al inversionista extranjero.

• Trabajo: ambas partes se comprom-eten a aplicar sus propias leyes lab-orales, podrán incluir un compro-miso de aplicar una serie de normasde la Organización Internacional delTrabajo (pero no los convenios de laOIT)

• Comercio electrónico: prevenciónde los impuestos sobre las transac-ciones comerciales realizadas através de Internet.

• Normas de origen: umbrales paradeterminar cuándo un productopuede ser considerado “hecho en___” para el acceso a los mercados;para productos textiles los EE.UU.aplica una regla de “el hilo delante”(el hilo en sí debe ser de los EE.UU.)

• Política de competencia: las dospartes se comprometen a aplicar suspropias leyes anti-monopolio

• Aduanas: medidas acordadas paraacelerar aduanas .

• Medidas de defensa comercial:permisos limitados para salva-guardias temporales en caso deaumento de las importacionescomo consecuencia de la aper-tura de los mercados.

• Solución de controversias: arbitrajeen un foro a elección; considera elpago de tasas como remedio cuandola queja se refiere a leyes laborales oambientales.

Varias de estas cuestiones han sidodeclarados “no negociables” por losgobiernos del Sur en la OMC.

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boicot a Israel que desde hace muchos años lleva ade-lante la Liga Árabe. El acuerdo entre Estados Unidos yMarruecos le impide a Marruecos aplicar preferenciascomerciales a terceros países no exportadores netosde ciertos productos agrícolas. Por este motivo,Marruecos no puede cumplir a cabalidad sus compro-misos en el marco del Acuerdo de Agadir, un TLCentre los países árabes cuyo propósito es servir deplataforma de lanzamiento para un TLC de toda laLiga Árabe. Y a todo esto se suma la alharaca de queel “capitalismo detiene al terrorismo”. Al anunciar elinicio de las negociaciones para el Tratado Bilateralde Inversiones (TBI) de Estados Unidos y Pakistán enseptiembre de 2004, Robert Zoellick afirmó: “Pakistány Estados Unidos son socios en el combate al terro-rismo mundial. Un TBI fundado en los elevados están-dares normativos que contiene nuestro texto modelo,puede jugar un papel importante en el fortaleci-miento de la economía de Pakistán y generar de estaforma nuevas oportunidades para los exportadores einversionistas de ambos países, y contribuir asi-mismo a lograr las condiciones económicas que con-trarresten el terrorismo”.17

• En América Latina, Washington ha utilizado los TLCpara alcanzar diversas metas geopolíticas: controlarla frontera con México (a través del TLCAN), crear unazona de amortiguación contra Chávez (ofreciéndoleun Acuerdo Marco sobre Comercio e Inversiones–TIFA por sus siglas en inglés—, un TBI y un TLC aUruguay, dividiendo así al Mercosur, un pilar econó-mico en el que Chávez quisiera poder apoyarse), paraaislar a Brasil (nuevamente cortejando a Uruguay ydesestabilizando al Mercosur) y para mantener supredominio económico (por ejemplo a través delCanal de Panamá) y militar en la región (en particular,en Colombia, dónde los asesores militares estadouni-denses están instalados cerca de la frontera venezo-lana, ayudando al ejército colombiano en la luchacontra las FARC. Del mismo modo que en el MedioOriente, la ofensiva de Washington en pos de TLC enAmérica Latina también ha generado grandes tensio-nes en los bloques regionales –no solamente en elMercosur, sino también en la Comunidad Andina.Cuando el Senado estadounidense dio el visto buenoal TLC Estados Unidos – Perú, el mundo empresarialmanifestó alborozado: “En la medida que los perua-nos [ahora] han conquistado nuevas opciones para sufuturo, no tendrán que recurrir a Chávez para obtenerrespuestas”.18 Bush está ahora cabildeando en elCongreso para que éste ratifique el acuerdo conColombia como “la principal herramienta políticaestadounidense” para frenar a Chávez.19

• Los TLC de la UE abordan de manera explícita lostemas militares. El acuerdo iniciado con Siria contiene

una cláusula especial que compromete a Damasco asumarse a la empresa de establecer en toda la regiónuna “zona verificable de Medio Oriente libre de armasde destrucción masiva, nucleares, biológicas y quími-cas y sus sistemas de lanzamiento”.20 La UE ha estadobuscando lo mismo con Irán, y ha logrado inclusodetener (al menos provisoriamente) el programa deenriquecimiento de uranio de Teherán, como condi-ción para reanudar las conversaciones sobre unTLC.21 Entretanto, Bruselas ha estado vacilando siincluirá o eliminará la cláusula sobre las armas dedestrucción masiva en su TLC con la India comopotencia nuclear,22 mientras que en los TLC que estánegociando con América Central y la ComunidadAndina, en cambio, avanza hacia un compromiso másamplio, que no sólo habla de impedir la “proliferaciónde armas de destrucción masiva” sino de “lucharcontra el terrorismo”.23

• La estrategia del gobierno australiano en materia deTLC está empezando a mezclarse descaradamentecon sus objetivos militares. Antes de iniciar conversa-ciones para un TLC con Japón en 2007, firmó unpacto de cooperación de seguridad conjunta con estepaís oficialmente desmilitarizado.24 Los planes paraun TLC Australia – Israel, que estaría concluido justoa tiempo para las celebraciones del sexagésimo ani-versario de Israel en 2008, están estrechamente liga-dos a los planes de cooperación conjunta en materiade defensa, además de las oportunidades de nego-cios para la venta de armas de alta tecnología que sesupone generará el acuerdo.25

Los fuertes intereses de política exterior que subyacen enlos TLC de Estados Unidos ayudan a explicar porquéWashington elige países con los que comercia muy pocopara firmar TLC. Es difícil desenredar la madeja de

17“United States, Pakistan Begin Bilateral Investment TreatyNegotiations”, comunicado de prensa del Representante Comercial deEstados Unidos, 28 de septiembre de 2004, http://www.state.gov/ e/eb/rls/prsrl/2004/36573.htm

18“Peru is in, now where’s Colombia?” Business Investor’s Daily, Editorial,4 de diciembre de 2007. http://www.investors.com/editorial/editorialcontent.asp?secid=1501&status=article&id=281664179614983

19Agencia France-Presse, “Bush wields Colombia trade deal to haltVenezuela” (Bush esgrime el acuerdo comercial con Colombia para fre-nar a Venezuela), Washington DC, 8 de diciembre de 2007,http://www.bilaterals.org/article.php3?id_article=10626

20Acuerdo de Asociación UE–Siria de 2004, Artículo 4, enhttp://www.bilaterals.org/IMG/pdf/com2004_0808en01.pdf

21Dilip Hiro, “No Carrots, All Stick”, Mother Jones, 8 de noviembre de2004, http://www.bilaterals.org/article.php3?id_article=941

22“EU aide worried by calls to drop India WMD clause”, Reuters, 2 de

marzo de 2007, en http://www.bilaterals.org/article.php3?id_article=7311

23Proyecto de directiva de negociación UE-CAN en http://www.bilaterals.org/article.php3?id_article=8334 y Proyecto de directiva de negocia-ción UE-América Central en http://www.bilaterals.org/ article.php3?id_article=8336. No hay ninguna mención al terrorismo ni a las armas dedestrucción masiva en el proyecto de directiva de negociación UE-ASEAN.

24Kyodo, “Japan, Australia strike strategic security cooperation agree-ment”, Tokio, 13 de marzo de 2007. http://www.bilaterals.org/article.php3?id_article=9759

25Mark Dodd, “Israeli deal to boost defence”, The Australian, 26 de sep-tiembre de 2007. http://www.theaustralian.news.com.au/story/0,25197,22483470-15084,00.html

26Sidney Weintraub, “The politics of US trade policy”, BBC, 3 de septiem-bre de 2003. http://news.bbc.co.uk/1/hi/business/3169649.stm

“El mensaje que se le está transmitiendo atodo el mundo es que la política de EEUU esfirmar TLC con otros países sólo si éstosestán dispuestos a adherir a las posicionesde Estados Unidos en materia de políticaexterior. En otras palabras, un TLC no esnecesariamente un acuerdo por el cual laspartes se benefician de la expansión delcomercio, sino más bien un favor que seotorga a cambio del respaldo a la políticaexterior estadounidense”.26

Sydney Weintraub, Centro de Estudios Estratégicos e

Internacionales.

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intereses geopolíticos y consideracio-nes relativas a la seguridad que danvida a los TLC. Las preocupacionesasociadas a la seguridad no abarcansolamente las armas y las fronteras.Las agendas de seguridad que seproyectan en los TLC se extiendenhoy visiblemente a la energía y la ali-mentación, incluso aunque ambasdependan del comercio.

• Países como China, Japón,Estados Unidos y la UE –todosellos grandes promotores de losTLC- dependen en gran medidade otros países extranjeros parasatisfacer sus necesidades deenergía. En su acuerdo pendientecon Brunei, Japón incluyó por pri-mera vez un capítulo sobre ener-gía, que le asegura a Tokio elsuministro garantizado de petró-leo y gas. Lo mismo ocurrió en elTLC Japón – Indonesia. El TLC lar-gamente pendiente entre la UE yel GCC, que se está negociandodesde 1990, supuestamente per-mitirá que empresas de la UEsean propietarias de compañíaspetroquímicas en los Estados delGolfo. Los aranceles que aplica laIndia al aceite de palma, que seutiliza para producir agrocom-bustibles, han sido una preocupa-ción central que ha detenido elTLC India – ASEAN.

• Japón y China dependen aguda-mente del mundo exterior parasu seguridad alimentaria, y estose refleja en sus estrategias decara a los TLC. Los TLC son unaherramienta que le permite alJapón asegurarse el suministro dealgunos alimentos, sobre los cua-les le puede imponer al país pro-veedor normas de salud e inocui-dad específicas. Con los países deASEAN, Japón ha negociado cláu-sulas para las frutas tropicales ylos frutos del mar; con Australianegociará normas para la carne ylos lácteos; y cualquier TLC quepueda firmar con China cierta-mente abarcará las verduras y lasoleaginosas. La preocupaciónjaponesa por su seguridad ali-mentaria se traduce también ensu actitud sistemática de excluirel arroz en los TLC para poderconservar los aranceles altos queaplica a las importaciones de esteproducto (más de 500%) – permi-

tiéndole así preservar la viabilidadde la industria arrocera nacional –y en su afán de negociación demayor acceso a las aguas depesca. La agenda de seguridadalimentaria de China se apreciaclaramente en Asia, donde sepuede ver cómo los chinos estántrabajando a largo plazo paraconstruir un sistema tercerizadode suministro de alimentos derespaldo desde el exterior. Laliberalización del comercio agrí-cola ha sido el primer efecto delos TLC firmados por China conASEAN y con Tailandia y los acuer-dos de China con Filipinas.27 Partede ese impacto ha sido la inunda-ción de los mercados locales confrutas y verduras chinas baratas,lo que ha ocasionado grandesproblemas a los campesinos tai-landeses y filipinos. Pero la otraparte es el efecto que han tenidolas compras de tierras con capita-les chinos y sus inversionesempresariales para desarrollar laproducción de alimentos a nivellocal para la exportación a China,en particular de alimentos bási-cos como el arroz.28

Lo económico es básico – peropotente: Los TLC y TBI Norte – Surson en realidad herramientas paraampliar los derechos de inversión,las oportunidades y los ambientespropicios para las transnacionalesdel Norte. Dentro de este marco, los

derechos de propiedad – y muyespecialmente los derechos de pro-piedad intelectual- son un factorcrucial. Los derechos de inversión ylos derechos de propiedad son prác-ticamente dos caras de la mismamoneda: lo que está en juego es enmanos de quién están los bienes.Muchos TLC y TBI específicamenteincluyen los DPI en sus definicionesde “inversión”. Esto significa controlprivado de bienes privados, porencima y en contra del interéspúblico y las ideas previamente rei-vindicadas acerca del papel delEstado. A esto se reducen la mayoríade los TLC Norte- Sur: expandir elcontrol y la propiedad de los recur-sos productivos en manos de lastransnacionales con raíces históricasen el Norte.

Los TLC proporcionan este control alestablecer reglas y normas – impul-sadas por el Norte – que son final-mente acordadas por ambas partes.Una vez acordadas, los gobiernosdel Sur a menudo deben rescribirvarias de sus leyes nacionales parareflejar estas normas, y ambas par-tes establecen organismos conjuntospara vigilar la aplicación del acuerdo.Para asegurarse que todo funcione,se incorporan una serie de mecanis-mos de solución de controversias.

Varios estudios del Banco Mundial yla UNCTAD demuestran que noexiste una relación directa de causa-

28GRAIN, “China–Philippines hybrid rice tie-up”, 29 de octubre de 2002en http://www.grain.org/hybridrice/?lid=18 y “Hybrid rice and China’sexpanding empire”, 6 de febrero de 2007 en http://www.grain.org/hybridrice/?lid=176. Ver también TJ Burgonio, “Probe sought on bio-fuels pacts between RP and China”, Philippine Daily Inquirer, 20 demayo de 2007, en http://newsinfo.inquirer.net/ breakingnews/nation/view_article.php?article_id=67037

27Ver la sección sobre China–ASEAN del sitio web bilaterals.org enhttp://www.bilaterals.org/rubrique.php3?id_rubrique=95; KingkornNarintarakul, “Thai–China free trade agreement for whose benefit?”,Asia Pacific Network on Food Sovereignty (APNFS), 2004 enhttp://www.apnfs.org/docs/apnfs2004kingkorn.pdf; NatividadBernadino, “The ASEAN–China free trade area: issues & prospects”,APNFS, 2004 en http://www.apnfs.org/docs/apnfs2004naty.pdf

Bush "negociando" con Toledo. (Imagen: Carlin)

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lidad entre la firma de un acuerdo de inversiones y elingreso de flujos mayores de inversión extranjera.China, Sudáfrica y Brasil son claros ejemplos de paísesque capturaron grandes flujos de inversión en los últi-mos años sin contar con ese tipo de acuerdos. Es más,la firma de dichos acuerdos puede acarrear costosas dis-putas legales por no garantizar un ambiente o condicio-nes adecuadas para las inversiones, dejando como saldopérdidas financieras netas.

Los derechos que obtienen las transnacionales a travésde estos acuerdos incluyen los siguientes:

• recibir un trato no menos favorable que el de lasempresas nacionales (“trato nacional”)

• recibir el “mejor” trato que se le ofrezca a las transna-cionales en el marco de otros acuerdos comerciales(“nación más favorecida”)

• seguridad en la propiedad de todos sus bienes: nohay expropiación (ni directa ni indirecta); no haynacionalización, y el Estado cuenta con menos posibi-lidades para establecer licencias obligatorias porrazones de interés público.

• devengar las ganancias previstas –y demandar alEstado si cualquier medida o decisión de políticapública se interpone a la obtención de las mismas.

• conducir sus negocios con mínima interferencia delgobierno: no hay exigencias de contratación de traba-jadores locales, ninguna obligación de transferir tecno-logía; libertad total para sacar el dinero del país y engeneral pocas restricciones al movimiento del capital.

• acceso directo a los procesos de elaboración de polí-ticas a nivel nacional.

• ampliar sus monopolios comerciales mediante unmenú de derechos de propiedad intelectual másamplio (marcas registradas de sonidos y aromas;patentes de plantas y animales; mayor duración delos derechos de propiedad intelectual y los plazos delas patentes; extensión de las patentes farmacéuticasa los datos de los ensayos, para impedir la comercia-lización de medicamentos genéricos; nuevas indica-ciones geográficas, emitidas según el orden de regis-tro de la solicitud correspondiente a quien primerocumpla con las condiciones; extensión de los dere-chos de autor a las transmisiones satelitales encripta-das; etc.) y compromisos del Estado en el sentido degarantizar la aplicación y respeto de estos derechos.

En segundo lugar detrás del afán prioritario por el con-trol [geopolítico y sobre los recursos] se ubica la aper-tura de nuevos mercados. Los TLC están desbrozando elcamino a medida que avanzan en áreas sensibles en quelos gobiernos no han podido lograr acuerdos en la OMC:servicios, inversiones, comercio electrónico, e inclusopartes del comercio agrícola y de la pesca. Todos losTLC Norte-Sur abarcan el comercio no sólo de bienessino también de servicios. Los servicios representanentre el 60 y 70 % de las economías industriales en tér-minos de empleo e ingresos, y han sido el sector de cre-cimiento más rápido del comercio mundial en los últi-mos 15 años. La UE es el mayor exportador mundial deservicios (52%), seguido de Estados Unidos, China yJapón.29

Hay muchos países que tienen previsto basar su riquezafutura en el comercio creciente de servicios. Los TLC jue-gan un papel clave en ese sentido, ya que comprometen

a los países a “abrir” –desregulando y privatizando- elcomercio de servicios más allá de los niveles que exigela OMC. Eso significa permitir que las empresas extran-jeras hagan negocios en sectores que de otra manera lesestarían vedados, tales como la educación, la banca, ser-vicios contables, asesoría legal, seguros, pensiones,medios de comunicación (revistas y periódicos, radio ytelevisión) y entretenimiento, telecomunicaciones, servi-cios de transporte y correos (postales y de mensajería),servicios de agua potable y energía eléctrica, serviciosde salud (hospitales), comercio minorista de alimentos eincluso servicios de vigilancia y seguridad. En el marcode los TLC Norte – Sur más fuertes, esto es una invita-ción a las empresas occidentales a venir y hacerse cargode enormes áreas que antes eran consideradas serviciospúblicos y parte integral del rol del Estado. Como lodemuestran muchas experiencias –especialmente en laprivatización del agua- la consecuencia es una degrada-ción de los niveles de vida, en particular de los sectoresmás pobres, en la medida que las tarifas aumentan (tor-nando inasequibles los servicios) al mismo tiempo quela rendición de cuentas y la responsabilidad de lasempresas privatizadas ante la sociedad disminuye.

El principal interés de los países del Sur en los TLC es laposibilidad de obtener mayor acceso a los mercados.Pero si lo obtienen es a un costo enorme.

• En el marco de los TLC Norte -Sur, el acceso a los mer-cados para el Sur es generalmente muy reducido. Enel caso del Acuerdo de Asociación Económica Japón –Filipinas (JPEPA), Japón mejoró su acceso al mercadofilipino de automóviles, a nuevas oportunidades depesca en mares filipinos (para sustituir importacio-nes), a mayores garantías para sus inversiones, yobtuvo incluso autorización para la exportación dedesechos tóxicos; en contraste, Filipinas sólo obtuvouna reducción de los aranceles para unas pocas fru-tas de exportación y un cupo arancelario para enviar100 enfermeras por año al Japón. En el acuerdo entreJapón y Tailandia, Japón obtuvo nuevas oportunida-des de inversión en los sectores automotriz y de aten-ción a la salud,30 mientras que Tailandia obtuvo uncupo exiguo para enviar chefs de cocina y masajistasal Japón.

• En agricultura el desequilibrio es pasmoso. En gene-ral, los países del Tercer Mundo son obligados adesmantelar sus protecciones agrícolas en materia dearanceles y controles de precios, mientras que lospaíses industrializados no tienen que tocar ningunode los subsidios a su agricultura, que son la base deldumping. El acuerdo Estados Unidos – Colombia es unejemplo extremo. Se estima que durante el primer añodel TLC las exportaciones agrícolas de Estados Unidosa Colombia crecerán 73 veces más que las exportacio-nes agrícolas de Colombia a Estados Unidos.31

• Muchos TLC Norte–Sur incitan a los países del Sur acompetir entre sí por pequeñas cuotas de apertura demercado para unos pocos productos. Japón, porejemplo, le ha prometido individualmente a Filipinas,Tailandia e Indonesia, en sus respectivas negociacio-nes de TLC, nuevas y mayores aperturas de sumercado para las exportaciones de mango y cama-rón. Pero los japoneses solamente pueden consumiruna cierta cantidad de mango y camarón. Sin

29OMC, “Informe sobre el Comercio Mundial 2006” (World Trade Report2006), p. 12.

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embargo, a los exportadores de los tres países se lesha hizo creer que estaban logrando acuerdos especia-les privilegiados. Lo mismo está ocurriendo enAmérica Latina, donde Estados Unidos prometió aColombia, Ecuador y Perú que obtendrían mayoresoportunidades para la exportación de mango, a cam-bio de lo que, en los hechos, será la destrucción desu producción nacional de cereales, carne, lácteos yoleaginosas.

Si bien existen excepciones, el acceso a los mercadospara los países del Tercer Mundo en el marco de los TLCNorte - Sur es más que nada un espejismo. Muchos paí-ses del Sur se especializaron en unas pocas exportacio-nes de materias primas que están crecientemente yestructuralmente controladas por las transnacionales.Los TLC los embretan aún más en esa trampa, en vez defomentar la diversificación –mucho menos la soberaníaalimentaria. Los gobiernos del Sur tienden cada vez mása tratar de aplicar la misma fórmula en los acuerdos decomercio regionales entre sí, lo que los lleva a una com-petencia sin sentido en la medida que no necesaria-mente abordan el problema de sus similitudes estructu-rales.

Evitando el escrutinio público: Los TLC están invariable-mente envueltos bajo un manto de secreto y falta detransparencia. Se negocian a puertas cerradas, sola-mente participa un pequeño grupo de expertos nombra-dos por los gobiernos, los textos se mantienen ensecreto hasta que se firman, y en la mayoría de los

casos, los representantes electos tienen poca o ningunaingerencia en el asunto. Porqué negocian los países, quénegocian, quiénes participan del sector empresarial, quéimpactos tendrán, son algunas de las preguntas que sur-gen todo el tiempo y las respuestas son siempre las mis-mas. Se nos dice que todos lo hacen y que no podemosquedar afuera, que no podemos conocer los detalles delo que se negocia porque son temas sensibles, pero queconfiemos porque veremos como finalmente se traducenen más empleo y nuevas oportunidades de negocios.

En última instancia, el problema más grave del secretoque rodea a las negociaciones de los TLC no es tanto lafalta de conocimiento público o de participación en elproceso. Es más bien el hecho de que muchos TLC sub-vierten las leyes nacionales, restándole autoridad ypotestades a los sistemas legales nacionales, y socavanprincipios establecidos en las constituciones nacionales.

El bombo de la economía, el lenguaje de la lucha contrael terrorismo a través de la liberalización del comercio ylas inversiones, y la cantinela sobre la defensa de lademocracia que acompaña estos acuerdos bilaterales,nos hace recordar que el neoliberalismo y la fuerzabruta del imperialismo marchan juntos de la mano en elsiglo XXI. Con la demonización y criminalización demuchos movimientos populares contra los TLC comoenemigos del Estado, y la represión y brutales operacio-nes de seguridad que eso conlleva, este tipo de conexio-nes no son muy ajenas a las muchas luchas cotidianaspor la justicia, la dignidad y la supervivencia.

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32Aurelio Suárez Montoya, “La CAN obtiene nichos para comida exóticay entrega todos sus mercados masivos de cereales”, BolPress, 5 denoviembre de 2005, en http://www.bolpress.com/art.php? Cod=2006051132

30Se espera que Japón invierta fuertemente en la industria de turismo ysalud en Tailandia para los japoneses ricos y de edad avanzada.

31Aurelio Suárez Montoya, “Agrio balance del agro en el TLC”, RECALCA,Marzo 2007, en http://www.recalca.org.co/AAdoceducativos/4_AGRIO_BALANCE_AGRO_TLC.pdf

Movilización contra el TLC Japón-Filipinas, delante de la Embajada de Japón en Manila, noviembre de 2006

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Los tratados bilaterales de librecomercio e inversiones (TLC) faci-litan la privatización, explotacióny contaminación de la biodiversi-dad a manos de las grandesempresas transnacionales globali-zadas. La biodiversidad es tancentralmente importante para elsustento de los pueblos en lascomunidades y para cualesquier“alternativas” a los modelos dedesarrollo predominantes – y estátan intrínsecamente ligada a lasculturas locales – que los impac-tos de los TLC son motivo de pre-ocupación vital para muchosmovimientos populares.

PrivatizaciónLos TLC imponen la privatizaciónde la biodiversidad, forzando a lospaíses a modificar sus normas depropiedad intelectual para permi-tir un mayor grado de apropiaciónprivada de los seres vivos y suscomponentes, que la que esta-blece la OMC. De modo que lospaíses a menudo tienen que cam-biar sus leyes nacionales paraposibilitar la obtención de paten-tes sobre plantas y animales; esta-blecer condiciones que garanticenla propiedad privada de las obten-ciones vegetales o variedades deplantas (semillas) en manos de lasgrandes empresas, sumándose atal efecto a la UPOV (Unión Inter-nacional para la Protección de lasObtenciones Vegetales); y facilitarel patentamiento de micro-organismos adhiriendo para elloal Tratado de Budapest. Algunosgobiernos del Sur están tratandode utilizar los TLC para establecerderechos de propiedad intelectual(DPI) sobre el saber tradicionalasociado a la biodiversidad.

Estos cambios en las legislacio-nes nacionales convierten lo quealguna vez “perteneció” a lascomunidades en propiedad exclu-siva de las empresas transnacio-nales (ETN). De modo tal que lospueblos se ven obligados a pagarregalías por utilizar “sus” produc-tos. Guardar e intercambiar semi-llas cosechadas de cultivos queson de “propiedad intelectual” dealguna empresa o titular indivi-

dual, se convierte así en unaacción ilegal. Los campesinos pue-den ser llevados a juicio si losgenes patentados son encontra-dos en sus predios, aun cuandoellos no hayan comprado ni sem-brado semillas patentadas. Elobjetivo es incrementar las ganan-cias y el control de los mercadosen manos de las agroempresastransnacionales y sus accionistas.Estados Unidos no firmará ningúnTLC que no incluya estas cláusu-las. La Unión Europea (UE) tam-bién promueve la mayoría de ellascon ahínco. Los gobiernos de laAsociación Europea de LibreComercio (EFTA/AELC) y Japóntambién utilizan los TLC paraobtener derechos más rigurososde propiedad intelectual sobre labiodiversidad en otros países.

ExplotaciónLos TLC le facilitan a las ETN laexplotación de la biodiversidad deotros países de variadas maneras.La bioprospección – la exploracióne investigación de la biodiversidad

en busca de genes útiles y rasgoso procesos genéticos para nuevosproductos comerciales – estáincluida en estos acuerdos, gene-ralmente como un componente delas normas sobre servicios e inver-siones. Allí se modelan muchosnuevos derechos y libertades paralas empresas extranjeras: elderecho a ingresar y llevar a caboinvestigaciones, exportar los mate-riales biológicos recolectados,obtener derechos de propiedadintelectual sobre los resultados delas investigaciones, no tener quecontar con un domicilio legal en elpaís donde se realiza la biopros-pección, etcétera. Estas disposicio-nes pueden ser incompatibles conla legislación nacional sobre bio-diversidad y pese a eso imponersepor encima de ella.

Costa Rica, por ejemplo – elpaís que le dio nombre a la bio-prospección en 1991, cuando laempresa farmacéutica Merck firmóun acuerdo de 1 millón de dólarescon INBio (el Instituto Nacional deBiodiversidad) para surcar los bos-ques del país en busca de nuevasmedicinas – tiene normas muyminuciosas sobre el ingreso deextranjeros para recolectar especi-menes biológicos. Pero estas dis-posiciones fueron arrojadas alviento por el Tratado de LibreComercio de América Central(TLCAC o CAFTA por sus siglas eninglés), cuyas libertades para losinversionistas estadounidensesserán las que se apliquen en lugarde la legislación nacional sobre bio-diversidad. El gobierno malayoestaba preocupado que eso mismole sucediera con su TLC con elJapón, y por eso excluyó de las nor-mas sobre inversiones para la bio-prospección, generalmente inclui-das en los TLC, los asuntos regula-dos por su legislación federal oestatal al respecto.

A nivel global, los TLC tambiénle facilitan a las agroempresastransnacionales el estableci-miento de instalaciones de pro-ducción, procesamiento y/oexportación. Esto ocurre no sólocon la expansión de las empresasdel Norte, sino también de ETNdel Sur, tales como CharoenPokphand (CP) en Asia. Al brin-darle a estas transnacionales nue-vos derechos y libertades paraoperar, y otros incentivos finan-cieros, se alienta a las empresas aoperar localmente. En la agricul-tura y la ganadería, eso general-mente significa inducir a los agri-cultores a abandonar sus siste-

TLCs y biodiversidad

bilaterals.org y GRAIN

(Septiembre 2007)

Campesinos de Araypalla, Peru, en2006: "Otro aspecto que se liberalizacon el TLC es la circulación de semil-las y productos transgénicos. La lle-gada masiva del maíz transgénicodesde EE UU impedirá a los agricul-tores latinoamericanos proteger suscultivos contra la contaminacióngenética y se negará a la población elderecho a saber qué esta comiendo."(Photo: Francisco Molino)

Los acuerdos de libre comercio son laprimera línea del impulso por permitirpatentes sobre la vida en la actuali-dad. Las consecuencias para losagricultores y para la soberaníaalimentaria, son enormes. Patentarsemillas significa un profundo controlcorporativo sobre el suministro dealimentos. (Foto: Daniel Schwen)

Page 12: El actual frenesí por los TLCs - bilaterals org · la OMC. Poco tiempo después de iniciada en Doha en noviembre de 2001, la ronda toco fondo en Cancún en septiembre de 2003, cuando

mas tradicionales y adoptar semi-llas o variedades específicas adap-tadas a condiciones de mono-cultivo y homogenización de altatecnología. En el caso de la pesca,significa que las empresas extran-jeras adquieren derechos paraexplotar las pesquerías locales, locual es una preocupación centraldel TLC entre Japón y Filipinas(JPEPA, por sus siglas en inglés). Laexpansión de la producción indus-trial de alimentos destruye la bio-diversidad local, ya sea erosionán-dola o sustituyéndola por unaspocas variedades comercialesaprobadas por las empresas, muyrentables y de gran potencial demercado.

ContaminaciónLos TLC son crecientemente utili-zados para garantizar que los paí-ses no puedan impedir los ensa-yos, la liberación comercial y elconsumo masivo de transgénicos.Sus disposiciones sanitarias y fito-sanitarias determinan qué tipo denormas de seguridad pueden“interferir con” el comercio agro-pecuario, que no debería tenerningún tipo de trabas. A medidaque la producción mundial de ali-mentos se hace cada vez más des-localizada y el comercio agrícolacrece, los países quieren preser-var ansiosamente sus propiasnormas de salud y seguridad.Pero Estados Unidos insiste vehe-

mentemente en que sus normassean aplicables a sus socios deTLC. La UE comparte la mismapostura con relación a sus propiasnormas sanitarias y fitosanitarias,que califica como “no negocia-bles”. Entre tanto, las disposicio-nes sobre “obstáculos técnicos alcomercio” imponen límites a lasnormas de etiquetado.

Washington le exige cada vezmás a sus socios de TLC aprobarla autorización automática de lasimportaciones de cualquier pro-ducto alimenticio o agrícola deorigen estadounidense aprobadopara la exportación en ese país.Estados Unidos realiza todas laspruebas aplicando sus propioscriterios, y el otro gobierno tieneque avenirse a confiar en ellas. (Nisiquiera se admiten disputas alrespecto). Pero EUA no cuenta conun sistema nacional (muchomenos uno confiable) de inocui-dad de los alimentos, aunquepractica una agricultura suma-mente dependiente de agrotóxi-cos, transgénicos y otras tecnolo-gías polémicas como la irradia-ción. Corea del Sur prohibió laimportación de carnes de origenestadounidense tan pronto comose detectó la enfermedad de lasvaca locas o Encefalopatía espon-giforme bovina (EEB) en EUA, peroWashington impuso la reaperturadel mercado de carne surcoreanocomo condición previa a cualquier

TLC con ese país.Entretanto, los movimientos de

consumidores, las organizacionescampesinas y muchos otros inten-tan impedir que los sistemas ali-mentarios y agrícolas sean conta-minados con transgénicos. Bajo lapresión de Monsanto y otrasempresas, el gobierno de EUA uti-liza las puertas traseras que leofrecen las negociaciones de losTLC para imponer la aceptaciónde los transgénicos en aquellospaíses que aún oponen resisten-cia. Esta presión la ha ejercidosobre Australia, Ecuador,Tailandia, Malasia y Corea del Sur,entre otros. La presión pública enAustralia impidió la aperturainmediata del mercado a los pro-ductos transgénicos de EUA, peroambos gobiernos acordaron crearuna comisión para continuar conlas negociaciones. Washington ySeúl firmaron aparentemente unmemorando de entendimiento enque Corea del Sur acepta no dis-criminar los productos estadouni-denses en su aplicación delProtocolo de Bioseguridad delConvenio de Diversidad Biológica.Eso significa que los alimentostransgénicos de EUA no deberían,en la medida de lo posible, seretiquetados como tales al sercomercializados en Corea del Sur,ya que eso podría afectar lasventas de productos estadouni-denses.

Combatiendo los TLCs | 23

La amenaza de la enfermedad de la vaca loca es un componente importante de la oposición pública al TLC de EE.UU.-Corea. Washington está utilizando agresivamente el TLC para volver a abrir el mercado para las exportaciones de carnebovina de EE.UU.. (Foto: Chamsaesang)