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El arte de amar: Catulo y Ovidio

La palabra amor puede representar varias significaciones, pero en esencia es un

sentimiento universal, que relacionamos con sentimientos afines entre los seres humanos. Dicha

expresión asume diversas formas según el tiempo, la cultura, estilos de vida, ideologías o puntos

de vista como el científico, el filosófico, religioso, artístico o literario. De esta manera la palabra

amor incluye una variedad de sentimientos y emociones diferentes, que pueden ir desde el deseo

pasional y de intimidad, al amor romántico, al platónico o al de la unión con Dios. Estas

emociones pueden ser poderosas e irresistibles, de triunfo o de derrota y desolación. Es por ello,

que la diversidad de usos y significados y la complejidad de los sentimientos que abarca hacen

que el amor sea especialmente difícil de definir de un modo consistente, pero permite ser

interpretado desde posiciones de compasión y colaboración o de egoísmo, de interés individual y

de rivalidad.

Dentro de este amplio tema del amor, este ensayo tiene el objetivo de interpretar la

visión que del amor nos presentan: Catulo y Ovidio. Se parte de la visión general que nos

presenta Ovidio en: El arte de amar. Ello nos servirá como guía para identificar el concepto que

los autores nos plantean en sus poemas y formular las diferencias que los caracterizan. De Ovidio

se analiza: Narciso y de Catulo varios poemas, donde se incluirán los temas secundarios de la

visión de la mujer, el erotismo y el deseo.

El arte de amar de Ovidio nos plantea el tema del amor, como objeto de enseñanza, por

ello en el texto nos indica cómo hallar el amor, su sentido, los caminos que aseguran la conquista

y el modo de preservarla una vez lograda. Se compone de tres libros, los dos primeros se los

dedica a los hombres y el ultimo a la mujeres. A través de su contenido el autor describe al amor

como un arte, lo que sugiere que este requiere conocimiento y esfuerzo. Para Ovidio este arte

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implica perseguir, cautivar, seducir: una guerra donde todo se vale hasta lograr su fin, en este

caso a la mujer. Una vez se identifica esta puede ser entretenida, se puede tocar, se conquista, se

flecha, uno se enciende y se posee; es un estado donde te sometes, aunque este produzca dolor.

Esta visión del amor que Ovidio nos expresa en el Arte de Amar, choca con la que

presenta en Narciso, joven de extrema belleza, que al verlo Eco se inflamó de amor. Comienza

a perseguirlo y un día estando solo, pregunta si hay alguien cerca y Eco repite, hasta que Narciso

dice: reunámonos. En ese instante Eco sale a abrazarlo, pero Narciso al verla huye, la rechaza y

le dice: “antes morir que darte mi belleza”. El poema expresa que ella desdeñada se recoge en el

bosque donde poco a poco va extinguiéndose. Uno que también había sido decepcionado por

Narciso, pidió castigo para éste y se cumplió con un amor hacia su misma figura. Termina

Narciso deseándose a sí mismo, abrasado en su amor a la figura que veía en la fuente y que era

su propia imagen. Fundido a esa imagen muere.

En este poema, Ovidio nos plantea una imagen del amor egoísta, como forma de elegir;

que no deja espacio para otros que compartan, se construye un mundo sin tomar en cuenta

quienes lo constituyen y construye en su desconocimiento un amor ideal que lo coloca sobre el

ideal. Aunque el amor se constituye en flama, atracción, búsqueda, persecución, por parte de

Eco y de otros, pero el egoísmo de Narciso, impide la seducción, sólo le impulsa a burlarse de

Eco y de otros. El amor en este poema no es un arte, es un sentimiento negativo de burla, desdén,

de dolor, de repudio, de castigo y de muerte. Nos indica que el amor aunque es un sentimiento,

puede ser engañoso, si no se tiene conocimiento de lo que es, si se idealiza, al yo construir un

estado hacia lo ideal.

Se observa en la poesía de Catulo, que este es un hombre experimentado en las penas

del amor, por lo cual pretende ayudar a los demás. Para Catulo el amor es una experiencia

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desgraciada, de ahí que el dolor y el sufrimiento estén presente en sus composiciones. El

gorrión muerto, ilustra esta desgracia y este dolor ante la pérdida de un ave, de su amiga. El

amor a esta ave, implica un sentimiento enorme y siente tristeza y pena por el sufrimiento de su

amiga. Combatiendo a la muerte, expresa el amor prohibido, del cual uno no piensa en lo

que digan los demás sino en continuar la relación. Catulo enamorado de Lesbia, pseudónimo del

amor prohibido, ya que era casada, indica que cada momento que se comparte hay que

disfrutarlo, por lo cual esa relación es como acercarse a la muerte o al fin de ella.

En Los besos, nos encontramos con la idea del amor insaciable, porque no importa la

cantidad de besos que Lesbia le ha dado, ellos no son suficientes para complacerlo. En el poema

Perseverancia, se describe al amor de Catulo como una locura, como un tormento, que

depende de juegos y caprichos, sin embargo, todo llega a su final y cuando ello ocurre no vale la

pena. Por tanto el hombre debe de resistirse y no debe ceder. La vuelta de Veranio, se

refleja la felicidad que siente Catulo por Veranio, su mejor amigo, quien ha regresado y se siente

alegre por lo que él representa: conversaciones, amistad y besos. De Sobremesa, es una

invitación a una mujer para que sirva como una delicia, donde ella le invite para él, saciar sus

deseos sexuales; el poema resulta en una invitación de tipo erótico.

Los peligros del ocio, expresan lo que pasa por la mente cuando uno está

desocupado, en ese momento viene a la memoria la imagen de la mujer prohibida que ama y todo

su ser se paraliza, se le apaga su voz y siente la fuerza de sus emociones correrle por el cuerpo:

todo se nubla. Descubre que la ociosidad es mala para el amor. De ayer y hoy, es un grito de

angustia al ver que su Lesbia anda con otro hombre; Vanidad, refleja el estado de ánimo del

poeta ante el convencimiento de que las palabras de las mujeres son agua y viento, en ambos

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elementos se diluyen. El prisionero, refleja el estado en que se encuentra su alma, atada a los

recuerdos de

Lesbia y reconoce cuánto ha perdido.

Cambia su actitud en el poema breve Un juego peligroso, donde describe la necedad

de Galo, porque sugiere con sus actos la enseñanza del amor adúltero. Se refiere a que Galo,

acuesta a la mujer con un niño. Finalmente, El amor se resume como un sentimiento que

encierra lo positivo y lo negativo, sentimiento que aunque no puede explicar, se comporta de esa

manera y así lo siente y ello encierra una tortura. Es la expresión del amor-odio.

Entre ambos autores se nota que el amor es un sentimiento, sea positivo o negativo este

existe y produce miles de sensaciones. Para Catulo, su manifestación refleja lo que ha

aprendido a través de las relaciones que ha tenido. Expresa que el sentimiento amoroso es frágil

y es breve, por lo tanto hay que aprovecharlo en todo momento de la vida. Describe al amor

prohibido como uno doloroso, donde no hay consuelo ni tranquilidad luego de este acabarse, solo

que el hombre mantiene su orgullo y busca otras experiencias para mantenerse viviendo, a pesar

de que es una prisión, un juego peligroso y una tortura. En cambio el Narciso de Ovidio, nos

muestra el lado oscuro del amor, el amor enfermizo de amarse para sí mismo, la expresión ultima

del egoísmo porque se enfoca en su propia imagen y lo toma como el otro. El amor de Narciso

no puede darlo, por su incapacidad para amar y para reconocer al otro.

De esta forma la visión que de la mujer presentan los autores, es diferente, porque Catulo

quiere enseñarnos lo que Lesbia o su amiga le provocan en buenas y en malas y en Ovidio, este

no la reconoce, no existe. Esto se nota, cuando el poeta indica: “ninguna muchacha consiguió

conmover su corazón”, no podía porque él no sabía ni conocía ese sentimiento hasta el final de

su vida. Cuando Narciso escucha a la ninfa responderle y la busca, cuando ella se acerca a

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abrazarle, la rechaza, porque no reconoce en ella el amor. Eco es descrita como una charlatana,

que retenía a Juno. En cambio Catulo, ve a la mujer como amiga que sufre la pérdida, como

mujer frágil, en cambio ve a Lesbia, como fuente de amor y de odio, ya que ha sido una mujer

infiel. Representa la mujer el centro de la satisfacción del juego erótico, pero a la vez es

caprichosa, es miserable, es provocativa, es delicia, es encanto, es imagen de seducción, puede

con su figura paralizar al hombre; es sal y agua, se desvanece, en fin, una mujer puede hacer

perder al hombre y puede ser infiel.

El tema del erotismo está presente tanto en Catulo como en Ovidio, ya que Narciso

refleja un autoerotismo, porque se toma a sí mismo como objeto sexual. En cambio, la ninfa Eco

demuestra pasión, flama, brasa que la quema, al ver a Narciso. Tras su rechazo sigue amándolo y

enflaquece y se consume de pena en el bosque donde se esconde hasta morir. En Claudio se

muestra un erotismo de tipo bisexual, poco común incluso para la época. Sin ninguna duda fue

el primer poeta latino que transmitió con intensidad todo aquello relacionado con el sexo y con el

amor. Su pasión por ella pasa desde sufrimiento hasta las confesiones más turbias. Es por eso que

a veces la indecencia opaca el sentimiento y el amor por Lesbia, llega a los extremos del amor

apasionado unido con el deseo sensual, sensación que predomina en la obra de Catulo.

Finalmente el tema del deseo está expreso en ambos poetas, ya que el deseo se concibe

como el anhelo de saciar un gusto o motivado por vivencias pasadas, o por neto reflejo corporal,

o por personas o por afectos. En estos el deseo se expresa como una manera o forman de pasión.

El deseo en Catulo, es una expresión mucho más abierta y llega a convertirse en pasión, que lo

induce al erotismo. El poeta quiere advertirnos que ese deseo que conduce a otras emociones

más fuertes, tiene todo tipo de consecuencias. En Ovidio el deseo de Narciso de amarse a sí

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mismo, contrasta con el deseo de Eco de alcanzar al joven de quien se enamora. Sus deseos no

fueron correspondidos y ambos personajes mueren víctima de sus deseos.

Luego del análisis de ambos poetas y sus correspondientes poemas, se puede concluir

que tanto Ovidio como Catulo, expresan a través de sus poemas la vida amorosa, las costumbres

y creencias que vivieron en su época. En ambos se nota el propósito didáctico, Catulo ofrece los

consejos y ejemplos sobre cómo seducir a las mujeres y relacionarse con ellas, e incluye el amor

infiel y el sentimiento erótico y el estado en que queda el hombre, cuando la mujer no le cumple.

Ovidio por su lado, utiliza el mito para enseñarnos que el amor egoísta, el amor a sí mismo es un

reflejo de no conocer el amor, de que nunca se sintió amado.

Ambos usan las anécdotas, dentro de un lenguaje sencillo, cotidiano y mundano que se

observa en Catulo, mientras Ovidio recurre al mito, a la historia de ninfas y dioses, mostrando su

conocimiento de la mitología. No obstante, ambos nos sumergen de lleno en la sociedad romana

de la época, en las cualidades técnicas y emotivas que poseían y en la concepción del amor que

les inspiraron sus poesías. Predominan el sentimiento y la honestidad en su intención lírica y en

su fuerza y extrema sensibilidad. Catulo lo demuestra cuando afirma:

“Odio y amo. ¿Por qué hago yo esto?, preguntes acaso.

Yo no sé, más lo siento y ello me causa dolor”.

En este verso puede verse claramente quién era Catulo, qué amaba y qué odiaba. Hombre

impulsivo y directo, crítico y locuaz. Muestra sin tapujos su pasión tanto en el amor como en la

amistad y no disimula nada.

Esta expresión amorosa le sirve de inspiración a Ovidio, quien continúa la lírica sobre el

amor, pero se enfoca su enseñanza en mostrar a través de Narciso, que la soberbia es un

sentimiento negativo, que nos conduce a considerarnos mejores que los demás y por ello somos

incapaces de aceptar a otros. La soberbia no es sólo el mayor pecado según las escrituras

sagradas, sino la raíz misma del pecado. Por lo tanto, de ella misma viene la mayor debilidad,

porque no se trata del orgullo de lo que tú eres, sino del menosprecio de lo que es el otro, el no

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reconocer a los semejantes. Porque negar la humanidad de los demás, es también negar la

humanidad de cada uno de nosotros, es negar nuestra propia humanidad.

Referencias:

Antología de la Poesía Latina. ( año ). Poemas de Catulo y Ovidio. Lugar: Casa Editora,

pags.

97- 100 y 27-30.

Bekes, A. (2009). Eros y Thanatos. Revista de Estudios Clásicos. Universidad Nacional

Entre

Ríos. 36, p. 141-146

La Lirica de Catulo, Horacio y Ovidio. (2007). Aula Virtual. Departamento de Latín. IES.

Ategua. http://www.latin.ategua.gmail.com