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Dharma Arya Akong Rimpoche

El Arte De Domar el Tigre

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Este libro ofrece un método sencillo para madurar la mente y encontrar una felicidad personal que no esté desvinculada de la de los demás. En la primera parte del libro, Akong Rimpoché expone los principios de sentido común del budismo, de forma que puedan ser aplicados a la vida cotidiana. Los consejos que se ofrecen no están orientados especialmente a quienes están interesados por la religiones orientales, sino a todo aquél que busca la verdad acerca del sufrimiento y la felicidad. La segunda parte del libro consiste en una secuencia de ejercicios que, practicados con seriedad, proporcionarán una base de autoconocimiento, terapia mental y autocuración que será de gran utilidad a lo largo de toda la vida. También pueden considerarse como el trabajo emocional que es necesario realizar antes de iniciar una verdadera práctica de meditación. Los ejercicios han sido experimentados y considerados beneficiosos por muchas personal que han trabajado con ellos en grupos de terapia durante los últimos quince años. Para algunos han supuesto un tratamiento completo para diferentes problemas de carácter psicológico. “ Si estamos enfermos, estas enseñanzas pueden ser como una medicina. Sea cual sea nuestro estado de desarrollo, son como un alimento para nutrir la mente. Cuando alcancemos la madurez, nuestra comprensión aumentará y podremos afrontar cualquier situación con mayor facilidad”.

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Dharma Arya Akong Rimpoche

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El arte de domar el tigre

Dharma Arya Akong Rimpoche

Ediciones Dharma

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Titulo original: "Taming the Tiger"

©Dzalendara Publishing, 1987 Kagyu Samye Ling

Eskdalemuir, nr. Langholm Reino Unido

Traducci6n del Ingles: Ani Chopel

© Ediciones Dharma. 1993 © Segunda edici6n • Junio 2000 © Tercera edici6n • Mayo 2004

© Cuarta Edici6n • 2007

© Ediciones Dharma, 1993 Elias Abad, 3 bajos

http: www.edicionesdharma.com Apartado 218

03660 Novelda (Alicante)

ISBN : 978-84-866 I 5-37-6

Deposito legal: SE-1938-2007 Union Europea

Impreso por Publidisa

bnpreso en Espana. Printed in Spain

Todos los derechos reservados. No estA pennitida la reproducci6n total iii parcial de este libro. iii la recopilaci6n en un sistema inforrnatico. ni la transmisi6n por rnedios electr6nicos. mecAnicos. por fotocopias. por registro 0 por otros metodos. sin el penniso previo y por escrito del editor 0

el propietario del Copyright.

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Este libro esta dedicado al desarrollo de la humildad, la paz y

la comprension en el mundo.

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Ilustraciones

Agradecemos vivamente a Su Eminencia el Khenpn Tai Situ­pa su amabilidad por hacer todas las ca/igraj(as y la mayo­ria de los dibujos de este libro.

Portada y p~g. 14. El tigre. Frontispicio. Para no cansarse en la labor de trabajar en beneficio de los dem~, 10 m~ valioso es tener una compa­si6n desprovista de esperanzas.

p~g. 22. Circunstancias favorables -el precioso nacimiento humano-. p~g. 28. impermanencia. p~g. 34. La motivaci6n correcta. p~g. 42. Afroritar la situaci6n. p~g. 50. El espejo. p~g. 58. Las sflabas tibetanas Om Ah Hung, que representan respectivamente la purificaciOn del cuerpo, el habla y la mente. p~g. 64. La conducta. correcta. p~g. 74. La Bodichita, la rafz de la paz. Caligraffa pertene­ciente al libro "Way to go". p~g. 88. Aquel que posee una perfecta atenci6n diffcilmente puede verse perjudicado por el ejercito de los obs~culos. p~gs. 118-121. llustraciones de la manera de sentarse y re­lajarse, por Dolma Tsering. p~gs. 136-137. llustraciones de Dolma Tsering para el ejerci­cio del arco iris. p~g. 148. Buda en el mudra de tocar la tierra, de Heinz Hoes, a partir de un dibujo de Sherapalden Bero. p~g. 192. Fotograffa del presente Akong Tullm, tomada en 1990, por Thom McCarthy.

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, Iodice

Introducci6n 9 PrOlogo 11 Agradecimientos 13 El arte de domar el tigre 15 El precioso nacimiento humano 23 La impermanencia 29 La motivaci6n correcta 35 Afrontar la situaci6n 43 El espejo 51 El cuerpo, el habla y la mente 59 La conducta correcta 65 La compasi6n 75 La atenci6n vigilante 89

Los Ejercicios 101 Introducci6n 102 Program a 114 1. Postura 116 2. Relajaci6n 124 3. Sentir 127 4. Estar abierto 131 5. EI arco iris 134 6. El espejo 139 7. El amigo 144 8. El Buda interior 149 9. Dar vida al Buda interior 152 10. Dilatar y contraer 159 11. El enemigo 163 12-14. Tomar para sf el sufrimiento 167

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12. Tomar para sf el sufrimiento de los padres y familiares 168

13. Tomar para sf el sufrimiento del pais, los amigos y los animales 170

14. Tomar para sf el sufrimiento de los enemigos 173 15. La esfera de luz de arco iris 176 16. El universo transfigurado por la compasi6n 186 Comentario acerca de los ejercicios 190 Breve Biograffa del Primer Akong Tulku 192 Biograffa del Segundo Akong Tulku 199

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Introducci6n

Existen en la actualidad un sinffn de libros escritos por per­sonas profundamente espirituales, 0 extrafdos de sus confe­rencias y ensefianzas. Habiendo ya taritas preciosas joyas de sabidurfa, no creo realmente necesaria mi limitada contribu­ci6n. Sin embargo, un considerable mlmero de personas han solicitado la publicaci6n de algunos de los consejos que he intentado dar en diferentes centros a 10 largo de los wtimos quilice afios, porque piensan que puede ser util para mis estudiautes y para aquellos a quienes no he podido conocer en Kagyu Samye Ling 0 en los diversos centros Samye Dzong conectados conmigo.

En respuesta a sus sinceras peticiones he accedido a la publicaci6n de este libro, compartiendo asf el limitado cono­cimiento que poseo, con la esperanza de que sea de alguna utili dad para alguien, en alglin lugar. Yo mismo soy una persona muy inmadura y sin gran entendimiento, y se que el consejo que pueda dar s610 beneficiara a quienes sean tan simples como yo 0 10 sean alin en mayor medida. Me discul­po, pues, ante las personas muy cultas 0 espiritualmente puras que lean estas palabras, porque sin duda se sentiran decepcio­nadas. Sin embargo, si usted es un principiante como yo, el provecho que obtenga al leer y estudiar estas palabras depen­dera en gran medida del esfuerzo con que se aplique en su aprendizaje y del interes que tenga en progresar realmente. Estoy seguro de que algunos de ustedes encontraran en este libro cierta ayuda, unos mas y otros menos.

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10 El aTte de domo.r el tigre

El autentico provecho que debemos buscar es el desarrollo de la paz y de la mutua comprensi6n; comprensi6n del mundo y de las personas que nos rodean, y tambien de nosotros mismos. Con ello, nuestra sabidurfa resulta util tanto para uno mismo como para los demas, y su valor irradia a la propia familia, la propia sociedad e incluso a naciones enteras.

La primera parte de este libro se basa en consejos genera­les para la vida cotidiana. Considera la manera en que expe­rimentamos las diferentes situaciones y dificultades. La se­gunda parte presenta diversos ejercicios mentales como medio para afrontar esas dificultades. No se c6mo hay que clasificar estos ejercicios. Pueden considerarse y utilizarse como meditaciones, tecnicas de relajaci6n para el cuerpo y la mente, 0 como terapia mental. No tienen ninglln nombre en particular. Yo no soy una persona especial ni de grandes conocimientos, y carezco de poder para resolver los proble­mas de todo el mundo. Por el contrario, soy como cualquier otro. S6lo puedo ofrecerles estas tecnicas como amigo.

A menudo buscamos un mundo diferente, un parafso en la tierra. Pero el que nuestra vida se convierta en un cielo 0 un infiemo depende totalmente, en Ultima instancia, de nosotros mismos; de 10 que somos interionnente y de nuestras motiva­ciones. Yo pienso que para avanzar gradualmente hacia una mejor comprensi6n, es esencial trabajar de modo sencillo y tranquilo, paso a paso. Entonces el cielo surgira en nuestras vidas y no necesitaremos suspirar por el como si fuese un Shangri-la que estuviera ahf fuera, en alguna parte.

Espero que este libro pueda contribuir a una comprensi6n mas intima entre las personas y los pueblos. Cualquier bene­ficio y virtud que pueda generar, 10 dedi co a este fin.

Yen. Dhanna-Arya Akong Rimpoche Kagyu Samye-Ling, Abril 1987

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Pr61ogo

Quienes han conocido a Akong Rimpoche saben de su humildad y humanidad, de su disponibilidad para ayudar y tambien del camcter compasivo de sus ensei'i.anzas, tan realis­tas y pnicticas. Sus instrucciones para la practica del Dharma, es decir la doctrina de Buda, son tItiles para cualquier clase de personas, desde las que tienen familia, trabajo e hijos, hasta los monjes budistas. La claridad y sencillez de su exposici6n las hace provechosas y accesibles para tOOos.

Tratar de expresar la naturaleza de sus ensei'i.anzas 8610 a traves de palabras impresas es muy diffcil, ya que mucho de 10 que ensefia nos Uega a traves de su ejemplo. Se muestra siempre estable y conserva una actitud de calma y desapego ante cualquier circunstancia. Su sentido del humor a menudo extrae el veneno de una situaci6n, cuando las cosas se ponen demasiado serias o · se les otorga excesiva importancia. El trabajar con los consejos y ejercicios reunidos para componer este libro me ha ayudado mucho personalmente. Es muy diffcil hacer justicia a su energico y directo estilo de ensefiar, y este libro puede dar 8610 una idea de la profundidad y riqueza de su vasto entendimiento. Sin embargo, la manera de pensar de Rimpoche es que debemos hacer siempre 10 mejor que podamos y sentimos satisfechos con eUo.

"El arte de domar el tigre" esta compuesto por notas y grabaciones de ensei'i.azas de Rimpoche. Tambien contiene material original amablemente ai'i.adido por el durante la ela­boraci6n del texto. Un libro nunca es perfecto, pero se ha hecho tOOo 10 posible por comunicar los consejos y las

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instrucciones de Rimpoche con la mayor fidelidad y preci­si6n.

En los veinte afi.os que Rimpoche lleva viviendo en Occi­dente, ha impartido ensefianzas en Europa, Norteamerica, y SudMrica, y ha visto el tipo de dificultades con. las que nos enfrentamos los occidentales. Las presiones, las tensiones y las prisas de la vida moderna no son las condiciones m~s id6neas para la relajaci6n y la meditaci6n. Los consejos e instrucciones de este libro son fruto del deseo compasivo de Rimpoche de ayudarnos en nuestras vidas cotidianas. Favore­cerm el desarrollo de la comprensi6n y la creaci6n de un espacio en el que podamos ver nuestro mundo con mayor cla­ridad yen el que podamos estar m~ relajados y abiertos ante cualquier cosa, dentro y fuera de nosotros. De esta manera podremos ir m~ all~ del ego, que es~ siempre intentando hacer realidad sus fantasfas; podremos llegar a comprender que nuestra realidad cotidiana es semejante a un suefio, y tal vez asf no suframos tanto.

"El arte de domar el tigre" naci6 a consecuencia de reitera­das peticiones de que Rimpoche pusiera sus ensefianzas al alcance de todo aquel que las necesitara; peticiones expues­tas principalmente por el creciente nmnero de alumnos que rara vez tienen la oportunidad de verle personalmente. Para sus alumnos, el prop6sito de este libro es refrescarnos la memoria, recordarnos sus consejos y servirnos de estfmulo. Para otros, constituir~ una introducci6n a la necesidad de adiestrar la mente y a c6mo hacerlo en la pr~ctica. Ojal~,

pues, sirva de inspiraci6n a todos. Clive Holmes

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Agradecimientos

Deseamos expresar nuestra gratitud a todos los que ban cola­borado en la realizaci6n de este libro.

A Rob Nairn, de Kagyu Samye Ling, Nieu Bethesda, Sudl1-frica, por 'la transcripci6n original de un curso de terapia impartido por Akong RimpocM en SudMrica en 1982, que ba servido de base para el desarrollo de los ejercicios.

A Yin Harris Y Phil Jhonson, que aportaron observaciones y sugerencias para la elaboraci6n del texto.

A Bill Watson, por su ayuda en la redacci6n y la correcci6n, y a Hanna Hiindorf y Ashley Mago por su colaboraci6n en la publicaci6n del libro.

A Hylda Bruyes por su amplia contribuci6n en los cursos de Edimburgo, principal campo de pruebas de los ejercicios;

A quienes asistieron a los cursos celebrados en numerosos lugares de la Gran Bretafia, del resto de Europa, Norteameri­ca y SudMrica, cuyas preguntas y respuestas acerca del con­tenido de este libro han contribuido a moldearlo en su forma actual.

Clive Holmes Edie Irwin Colin Betts

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El arte de domar el tigre

Una mente controlada conduce a La jelicidad. Buda Gautama

La mente es la rruz de toda nuestra experiencia, tanto sobre nosotros mismos, como sobre los demas. Si percibimos el Mundo de manera poco clara, surgiran sin dud a confusi6n y sufrimiento. Es como alguien con visi6n defectuosa, que viera el Mundo del reves, 0 como una persona miedosa que se asustase de todo. Aunque no seamos nada conscientes de nuestra ignorancia y nuestras concepciones equivocadas, nuestra mente, en su estado actual, puede compararse a un tigre salvaje descontrolado a 10 largo de la vida cotidiana. Impulsada por el deseo, el odio y el desconcierto, esta mente indomada persigue ciegamente 10 que desea y la emprende con todo cuanto encuentra a su paso, con poca 0 ninguna comprensi6n de c6mo son realmente las cosas.

El estado salvaje al que tenemos que hacer frente no es simplemente el de la ira y la violencia, sino otro mucho mas basico. La tendencia a dejarnos llevar por la ignorancia, el odio y el error nos esclaviza, dejando que predominen la

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confusi6n y las emociones negativas. As! la mente se vuel­ve salvaje e incontrolable, y nuestra libertad queda com ple­tamente destruida.

Normalmente estamos tan ciegos que no nos damos cuenta del estado salvaje en el que realmente se encuentra nuestra mente. Cuando las cosas van mal, tendemos a culpar a los demeis y a las circunstancias, en lugar de buscar las causas del sufrimiento en nosotros mismos. Sin embargo, para encontrar verdadera paz y felicidad, 10 que tenemos que afrontar y someter a tratamiento es ese estado ca6tico inte­rior. S610 entonces podremos aprender a utilizar nuestra energfa de manera mcis positiva y equilibrada, para dejar de datlamos a nosotros mismos y a los demeis.

Para domar el tigre, primero tenemos que seguirle el ras­tro. Ninguna de las dos cosas es feicil de realizar, pero tene­mos que afrontar las dificultades y los peligros que ello im­plique. Si un nitlo es debil y estei poco desarrollado, no es bueno dejarle a su aire y consentirle ser perezoso. Los pa­dres tienen la responsabilidad de animarle a andar para que su cuerpo pueda crecer correctamente y fortalecerse. Tal fir­meza la podemos considerar una manifestaci6n de verdade­ra compasi6n. De la misma manera, aunque adiestrar la mente pueda ser diffcil e incluso doloroso al principio, tene­mos que continuar adelante a pesar de todo.

Las ensetlanzas de "El arte de domar el tigre" no estcin di­rigid as s610 a los orientales 0 a los budistas, sino a cualquie­ra que este sufriendo. Los occidentales pueden ser diferen­tes de los orientales en los rasgos faci ales , la manera de vestir, las costumbres y la forma de hablar, pero la naturale­za humana es universal y va mcis allei de simples caracteris­ticas raciales y del color de la pie1. En todas partes una ac­titud bondadosa suele originar una respuesta favorable, mientras que 10 opuesto provoca enfado, aflicci6n y dolor. Si reflexionamos sobre la dicha y el sufrimiento que experi-

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mentamos en nuestra vida, podremos ver con claridad que la mente, que esa dettas de todo 10 que hacemos 0 decimos, es esencialmente la misma en Oriente y en Occidente. Pero j,d6nde esa la mente? S610 tenemos que examinar nuestro comportamiento, nuestros deseos y nuestro padecimiento en las situaciones cotidianas para detectar su presencia.

En nuestra vida como seres humanos hay gran cantidad de deseo y apego que nos causan mucho sufrimiento, tanto a nosotros mismos como a los dem's. Si no satisfacemos nuestros anhelos, nos sentimos desgraciados. Incluso cuan­do obtenemos 10 que queremos, la felicidad que ella nos produce es s610 temporal ya que, invariablemente, un nuevo deseo surge en su lugar. Continuamente estamos tratando de satisfacer deseos que son ilimitados, carentes de forma y tan extensos como el espacio.

Este proeeso se va repitiendo a 10 largo de nuestra vida. De niflos queremos muchos juguetes, uno no nos basta, y prpn­to nos hartamos de cada uno de ellos. M's adelante tenemos ambiciones culturales y sociales. El deseo hace que nos es­forcemos por acumular posesiones materiales, tener un ves­tuario abundante, comprar comidas especiales, coleccionar propiedades, coches, radios y televisores. Tambi~n, aunque de manera menos evidente, deseamos ser hermosos y no estar enfermos en toda nuestra vida. Incluso podemos enfer­mar con tal de atraer atenci6n, simpatfa y amabilidad, pero en cuanto esto sucede deseamos sentimos bien de nuevo. Nuestra actitud hacia la comida esa igualmente condiciona­da: cuando nuestro est6mago esa lleno, desearfamos que es­tuviera vacio; cuando est' vado, desearfamos que estuviera lleno. De todas estas maneras perseguimos y softamos 10 que no tenemos, sin encontrar nunca verdadera satisfacci6n. A pesar de nuestros esfuerzos, dificultades y gastos, fracasa­mos constantemente en la tentativa de saciar nuestros de­seos.

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El error estl1 en que esperamos encontrar la felicidad fuera de nosotros, sin darnos cuenta de que s610 puede pro ceder de nuestro propio interior. Si cortamos una flor que nos gusta particularmente, en unos dfas habrl1 perdido su belle­za. Pero mientras se marchita y muere, el deseo persiste y deseamos otra flor. Es evidente que nuestro deseo no puede ser eternamente satisfecho con una flor; necesitarfamos una cantidad infinita de ellas. Lo que nos hace falta es cambiar nuestro modo de percibir el mundo. Debemos aprender a aceptar el deseo sin dejarnos llevar por el; s610 entonces estaremos satisfechos con 10 que ya tenemos en vez de es­perar constantemente mAs.

El deseo no tiene fin. Se dice que al no tener la mente forma ni lfmites, el deseo tam poco los tiene; es amorfo, y nunca se acaba. Por 10 tanto, unicamente adiestrando la mente podremos apaciguar la incesante busqueda de satis­facci6n, y podremos desarrollar la comprensi6n. En esa eta­pa seremos un poco mils maduros, un poco mils adultos.

Es indudable que nuestras mentes estl1n ya adiestradas has­ta cierto punto. Cuando somos bebes, nos movemos y hace­mos ruidos s610 por estfmulos. Mils adelante, al ir crecien­do, adquirimos algo de control e independencia. Las difi­cultades que encontramos y la relaci6n con los deml1s nos proporcionan cierto grado de comprensi6n, y maduramos un poco de forma natural. Podrfamos decir que viviendo y cre­ciendo dfa a dfa hem,s domado un poco el tigre. Pero esto aun no es montarlo.

Gurdjieff utiliza el ejemplo de un caballo salvaje y su do­mador para ilustrar el proceso del adiestramiento de la mente. Para domar un caballo salvaje no hay que dejarlo completamente suelto ni fustigarlo incesantemente. Tales medidas, extremas, fracasarl1n inevitablemente; es necesario encontrar un camino intermedio. La actitud negativa de que no merece la pena intentar domarlo tampoco nos sera de

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ninguna utilidad. La disposici6n correcta es aceptar que el caballo es salvaje, relacionarnos con el tal cual es, y adop­tar una actitud compasiva al adiestrarlo. Y, tal vez 10 mlis importante de tOOo, el caballo tambien tiene que aceptarnos como domador.

La madurez s6lo es posible cuando nos hemos aceptado a nosotros mismos tal como somos. No sirve. de nada justifi­car nuestra obnubilaci6n culpando a la sociedad, a nuestra familia 0 a nuestros enemigos. Tenemos que llegar a un cierto acuerdo con nosotros mismos tal como realmente somos y aceptar nuestra manera de pensar, ya sea buena 0

mala. Cualesquiera que sean los pensamientos que tenga­mos, dejemoslos fiuir sin mani.festarlos impulsivamente ni tratar de suprimirlos 0 hacerlos nuestros prisioneros.

Si, por ejemplo, en lugar de aceptar los pensamientos ne­gativos, los apartamos y los escondemos en una bolsa de basura, llegarc1 un momento en que estarc1 tan llena que aca­barc1 reventando. Esta actitud podrfa originar una enferme­dad mental y, al igual que un tigre sin domar, podrfamos causar mucho dafio. Lo que debemos hacer es trabajar con nuestra parte negativa y transformarla; el poder del tigre puede utilizarse bien.

La actitud correcta es domar el tigre de manera digna, de manera admisible. Aceptamos el tigre aunque ni siquiera podamos verlo. Es fundamental afrontar la situaci6n tal cual es. Independientemente de que seamos 0 no personas reli­giosas, hombres 0 mujeres, j6venes 0 viejos, todos nuestros sufrimientos son bastante similares; s610 las causas de esos sufrimientos difieren sustancialmente. Si somos viejos, por ejemplo, experimentamos el padecimiento que acompafia a la vejez; si somos de mediana edad, el del trabajo y las rela­ciones sociales, y si somos j6venes, el de la educaci6n y el crecimiento. A 10 largo de nuestra vida nos encontramos con una continua serie de sufrimientos segtin el desarrollo y los

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cambios de nuestro cuerpo. Aunque pueden ser muchas las clases de sufrimiento, y su

grado de intensidad puede variar, hay s610 una manera efec­tiva de liberamos del dolor de nuestra exislencia, y es el aceptarlo. Continuamos teniendo que afrontar las situacio­nes de la vida cotidiana, pero dejamos de pretender que el Mundo entero se adapte a nuestros deseos y expectativas. Si somos viejos aeeptamos ser viejos, si somos j6venes tam­bien 10 aceptamos. Cualquiera que sea la situaci6n, simple­mente la aceptamos. Una vez que se produce esta acepta­ci6n, nos liberamos en gran medida del sufrimiento. Cuan­do somos capaces de "soltarlo", simplemente se desprende de nosotros.

Esto no quiere decir que la soluci6n sea desarrollar una total inactividad 0 pasividad en relaci6n al mundo, ni que tengamos que estar esforzlindonos constantemente en hacer perfectas nuestras vidas, sino que hemos de seguir un cami­no intermedio entre ambos extremos. Aceptando las limita­ciones del ser humano, nos conformaremos con hacer 10 mejor posible en cada situaci6n, actuando de una manera flexible segun nuestro nivel de comprensi6n, siendo cons­cientes tanto de nuestro propio desarrollo como de la situa­ci6n tal como se presenta. Nuestro objetivo, desde el princi­pio hasta el fin, es liberarnos completamente de las causas del sufrimiento y dejar de crear nuevo sufrimiento para nosotros y para los demas.

En primer lugar hemos de intentar remediar nuestro propio padecimiento. La manera de lograrlo es muy similar, este­mos donde estemos. Cuando aeeptemos que la causa del su­frimiento reside en la incapacidad de la mente para satisfa­eer sus deseos, reconoceremos que esta causa es interna y no un mero producto de nuestro entorno. Sea cual sea la sociedad de la que proeedamos, seamos 0 no personas reli­giosas, la comprensi6n de que el deseo se origina en nuestra

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propia mente nos pennitini comenzar a progresar. Nos dare­mos cuenta entonces de que los dem4s sufren igual que nosotros y la compasi6n surgir4 espont4neamente. M4s aUn, veremos claramente que ellos, al igual que nosotros, s6lo quieren ser felices.

Compasi6n, como tennino especfficamente budista, signi­fica el deseo de beneficiar a todos los seres. Sin embargo, cuando nos culpamos de las dificultades que surgen en ·nues­tra propia mente, puede parecer que nos falta compasi6n por nosotros mismos. Y si carecemos de compasi6n por noso­tros, l.c6mQ podremos cultivarla por los dem4s? En realidad no es una cuesti6n de "culpa", en absoluto, ni de intentar martirizarnos 0 castigarnos. Estamos simplemente recono­ciendo que el deseo no se origina en ning6n otro lugar m4s que en el interior de nuestra propia mente. Semejante acep­taci6n despertanila confianza y la sabidurfa dentro de noso­tros, y comenzaremos ·a darnos cuenta de que el deseo surge en las mentes de los dem4s de la misma fonna que en la nuestra. En ese momento seremos capaces de relacionarnos correctamente con los demlis y se desarrollani nuestra com­pasi6n. La verdadera amistad aparecer4 entonces en nuestras vidas.

Aprender a adiestrar la mente es util para todos, no s6lo para los principiantes. Aunque pensemos que sabemos mu­cho y que tenemos una amplia comprensi6n de la vida, 10 mlis importante para tOOos nosotros, 10 m4s esencial y 10 primero, es domar la mente. Asf podremos desarrollar la compasi6n y ser amigos de nosotros mismos y de los dem4s, en lugar de sentir enemistad. Seg6n un dicho tibetano, es muy f4cil crearse enemigos, pero desarrollar la amistad toma muchfsimo tiempo. El camino que va m4s all4 del su­frimiento consiste en generar amistad dentro de nuestras fa­milias. en nuestra sociedad y entre las naciones. Tratemos de ser amables unos con otros, siempre.

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El precioso nacimiento humano

Raro como una estrella en plena d£a es este precioso naci­miento humano.

La joya que omamenta la liberaci6n. Gampopa.

Es muy importante comprender ahora mismo cum uti! es este cuerpo que tenemos y cum valioso es nuestro tiempo. No hace falta esperar a que nos ocurra una desgracia para reflexionar sobre ello. Si aprecil1ramos de verdad 10 afortu­nados que somos, intentanamos desarrollar nuestra mente ahora que aun tenemos la oportunidad de hacerlo.

En un sentido mundano, ya consideramos que nuestras vidas son preciosas y hacemos 10 posible por proteger nues­tra existencia. EI problema es que nos solemos identificar con sus aspectos menos valiosos. Nuestra apreciaci6n nor­mal de ese carl1cter "precioso" se manifiesta tratando de proteger el cuerpo contra la vejez, la eofermedad, el fno y el hambre, y casi nunca consideramos que tiene que morir alglin dfa. Nos gustana ser ricos, estar sanos y ser hermosos etemamente. Cuando algo no nos gusta intentamos cambiar-10; si ocurren acontecimientos desagradables hacemos cual­quier cosa menos afrontarlos. Como seres humanos estamos

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atrapados en un ciclo continuo de felicidad y sufrimiento, y podemos perder f:icilmente el verdadero sentido de nuestra existencia preocupados por las relaciones, las posesiones, las apariencias, el trabajo y las diversiones ..

Sin embargo, somos por esencia capaces de mucho m:is. Incluso seres sin inteligencia como los insectos y otros ani­males desean preservar sus vidas con co.modidad y calor, y evitar el sufrimiento. Si nos limitamos a esas preocupacio­nes, sin aspirar a nada m:is, no estamos aprovechando al muimo nuestras grandes oportunidades; estamos desperdi­ciando nuestro potencial.

Por 10 tanto, necesitamos damos cuenta de 10 mucho que podemos hacer en beneficio nuestro y en beneficio de los dem:is. Esta comprensi6n nos har:i progresar hacia una vida uti! y provechosa. Incluso una sola persona puede beneficiar considerablemente al Mundo. El Buda, por ejemplo, ha ayu­dado a miles de millones de personas con su doctrina, de la misma fonna que lesucristo y el Profeta Mahoma. Tambien el trabajo de cientfficos como Edison y Pasteur ha sido muy valioso para la humanidad. Nosotros, aunque quiz:i no lle­guemos a tanto ni nos hagamos ricos ni famosos, tambien podemos desarrollar completamente nuestro potencial con detenninaci6n y esfuerzo diligente. Habremos logrado mu­cho si podemos obtener felicidad y liberaci6n del sufrimien­to para nosotros y para quienes est:in a nuestro alrededor.

A veces puede parecemos innecesario adiestrar 1a mente, porque nos consideramos suficientemente felices . Pero tal felicidad puede perderse con facilidad; sena absurdo pre­tender 10 contrario. Es como los castillos de arena que le­vantan los nifi.os a orillas del mar; tarde 0 temprano la ma­rea se los lleva. Los placeres materiales y la felicidad son, en el mejor de los casos, temporales, y a menudo s6lo bene­fician a uno mismo.

Sin embargo, la felicidad que surge de un profundo desa-

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rrolio interior es estable. aumenta sin cesar y es utH para los demas. Es como un fuego magico que continua ardiendo intensamente aunque se vierta agua sobre el. Si. por ejem­plo. alguien se enfada con nosotros. normalmente reacciona­mos negativamente. pero si somoscapaces de tener pacien­cia y apreciamos el dolor que esta sintiendo la otra persona. la compasi6n surgira espontaneamente y aumentara nuestra comprensi6n. Si no existieran circunstancias negativas l,c6mo podrfamos domar nuestra mente y cultivar la compa­si6n sin lfmites. la alegrfa sin Ifmites? Podemos ver que la felicidad mundana y la felicidad de una mente paciente y madura son en realidad muy diferentes.

El modo correcto de vivir es aprender a poner en practica el propOsito de ayudar a todos los seres. Semejante objeti­vo hace nuestra existencia cada vez mas valiosa. En cambio. si nos ocopamos unicamente de nosotros mismos. el benefi­cio que se obtiene esta limitado a una s61a persona. Cuanto mas capaces somos de ayudar a los demas. mas valiosa es nuestra vida. Cuanto mas se usa un coche. mas se carga la baterfa. pero si dejamos de utilizarlo. la baterfa se descarga y no sirve para nada. De la misma forma. si vivimos de manera provechosa. ganaremos fuerza en lugar de perderla. pero si no somos capaces de apreciar el valor de nuestra vida. desperdiciaremos el tiempo y la oportunidad preciosa de que disponemos; y el tiempo y la oportunidad desperdi­ciados. no volveran nunca mas.

Ayudar a los demas no significa que tengamos que olvidar­nos de nosotros mismos. Debemos tratar nuestro cuerpo con respeto y cuidar de nuestra salud y apariencia. ya que dis­gustar 0 herir a cualquiera. inc1uidos nosotros. serfa descor­tes e incorrecto. Pero cuando ya somos capaces de cuidar­nos a nosotros mismos podemos pasar a ayudar a los demas. En ese momenta podemos utilizar correctamente nuestra energfa y capacidad para beneficiar a todos los seres sin

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excepci6n. Esta compasi6n y benevolencia universales otor­garan valor y sentido a nuestras vidas y nos conducirm al completo desarrollo de nuestro potencial.

Nuestro objetivo es no estar demasiado envlleltos en nues­tros propios asuntos. Sigamos disfrutando de la vida, pero de una manera diferente a como 10 hacfamos antes, siendo conscientes de que cuando somos indulgentes 0 nos peIjudi­camos estamos devaluando algo inapreciable y engaftando de hecho a todos los seres. Tomar drogas, fumar 0 beber de­masiado, por ejemplo, no beneficia a nadie a largo plazo. Los efectos de todo 10 que produce sufrimiento, aurique no sean evidentes al momento, indudablemente se manifestarm m4s tarde.

Para comprender correctamente el valor del precioso naci­miento humano es necesario reflexionar detenidamente en ello. Una de nuestras principales dificultades es que tende­mos a subestimar esta existencia. Pero 8610 tenemos que mirar a nuestro alrededor para poder apreciar nuestra buena fortuna. Los innumerables animales, p4jaros, insectos, pe­ces, estm todos a merced de su entomo sin la menor posibi­lidad de ir m4s all4 del sufrimiento que experimentan en su existencia. Incluso entre los seres humanos hay muy pocos con la comprensi6n y la inclinaci6n necesarias para seguir un camino espiritual. En el Tibet se dice que tener un pre­cioso nacimiento humano es tan extraordinario como ver una estrella en pleno dfa. Pensar de esta manera nos ayuda­r4 a apreciar nuestra vida y la excepcional oportunidad que nos ofrece, y a estimar las considerables bendiciones que han recafdo en nosotros.

Ahora quiz4 consideramos que nuestra vida carece de sen­tido y de valor, pero a pesar de los problemas y padecimien­tos que nos aquejan, existe en nosotros el potencial para aportar una contribuci6n valiosa y digna al mundo en que vivimos. Todos tenemos algo que ofrecer; la cuesti6n es

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El precioso nacimiento humano 27

saber que y c6mo. Cien pesetas bien gastadas pueden hacer mucho bien, mientras que un mill6n utilizado sin inteligen­cia tal vez cause unicamente sufrimiento. Tengamos 10 que tengamos, si 10 utilizamos con el mejor prop6sito y con habilidad, producir~ beneficio. Es decir, que la riqueza que hemos de ofrecer no depende de facto res extemos como el poder personal, las posesiones 0 la aprobaci6n de otras per­sonas; el valorar excesivamente nuestra experiencia ffsica 0

las condiciones de vida. puede causar infelicidad. Sin embargo. para quienes poseen la comprensi6n correc­

ta, da 10 mismo habitar un bloque de apartamentos. una pri­si6n, un monasterio 0 un palacio; habiendo conseguido paz y ecuanimidad autenticas y duraderas en sus mentes, son felices dondequiera que se encuentren. Si seguimos su ejem­plo y aprendemos a plantar y cultivar la motivaci6n ilumi­nada de Iii" compasi6n, estaremos aprovechando la extraordi­naria oportunidad que nos ofrece nuestro precioso nacimien­to humano.

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La impermanencia

Como estrellas, nieblas y llamas de vela, Como espejismos, gotas de roC£o y burbujas, Como suenos, reJampagos y nubes, Asi considerare todos los fenOmenos compuestos.

Oraci6n Kagyu

Aunque seamos conscientes de nuestro potencial intemo, si no logramos comprender la impermanencia de todas las co­sas, retrasaremos nuestro desarrollo. Para apreciar correcta­mente la impermanencia debemos comprender su verdadera naturaleza. Entonces podremos aplicar ese conocimiento a nuestra experiencia.

Primero examinemos el entomo, todo 10 que percibimos a traves de los sentidos. Las cuatro estaciones, por ejempio, se caracterizan por el cambio de las condiciones climaticas, el grado de calor y de frio, de luz y de oscuridad. Puede que prefiramos el verano, pero aun asf tenemos que aceptar el inviemo cuando llega, ya que el deseo de que una estaci6n dure para siempre y que otra no llegue es el tipo de deseo que nunc a se puede cumplir. Tratemos de apreciar los cambios de estaci6n, la variedad de pajaros y flores, las hojas que cam-

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30 El arte de do1T/lJT el tigre

bian de verde a dorado y despues caen, la tierra ocre que se vuelve blanca y de nuevo ocre. En todas las cosas podemos ver la esencia de la impermanencia. Observando asf podemos apreciar que es algo realmente bello. .

Tambien se producen cambios en las circunstancias de nues­tra vida. Pasamos de pobres a ricos y de ricos a pobres; un dfa perdemos un trabajo y otro dfa encontramos otro; un dfa somos el jefe y al siguiente somos un sirviente. En el mundo de la polftica estas variaciones son particularmente notables. Muchos dirigentes ostentan gran poder durante unos pocos af1os, a 10 sumo, hasta ser derrotados en las elecciones, derro­cados 0 incluso asesinados. Nuestras profesiones se yen igual­mente afectadas por cambios aunque no sean tan radicales.

Nuestra vida interior y nuestros sentimientos tampoco esca­pan al efecto de la impermanencia. Desde el momento en que despertamos por la maf1ana hasta que nos acostamos por la noche, nada se mantiene igual por mucho tiempo. Nuestros estados de l1nimo suben y bajan, nuestras esperanzas y temo­res van y vienen continuamente. Los factores extemos influ­yen poderosamenie en nosotros. Quiza nos alegramos mucho al ver a un buen amigo por primera vez despues de muchos af1os, e instantes mas tarde la llegada de un enemigo da un vuelco total a nuestros sentimientos. Nos haremos una idea de la clase de mente que tenemos si imaginamos un mono sal­tando arriba y abajo de ventana en ventana en el interior de una casa vacfa. 19ual que el mono, nuestras emociones estl1n arriba un minuto y abajo al siguiente.

No hay absolutamente nada que sea permanente. Nacemos, crecemos, vamos a la escuela, envejecemos y tarde 0 tempra­no morimos. Nuestra vida se acorta a cada instante y no pode­mos impedirlo de ninguna manera. Cuando llegue la muerte tendremos que dejar atras a nuestros amigos y familiares, nuestras casas y posesiones. Esto quiza nos asuste 0 nos de­prima, pero en ese caso no estaremos aceptando la imperma-

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La impermanencia 31

nencia de manera positiva. Lo que tenemos que hacer es reconocer que ese cambio sera inevitable llegado su momen­to, y proponemos vivir el resto de nuestra vida de forma mas provechosa y compasiva. El damos cuenta de que los demas com parten el mismo destino que nosotros puede ayudamos a ser mas bondadosos con las personas con las que ahora vivi­moS y trabajamos.

Norrnalmente tendemos a utilizar nuestro tiempo libre bus­cando diversi6n y tratando de satisfacer nuestros deseos, ig­norando completamente el adiestramiento de nuestra mente, 0

dejandolo para el final. Por supuesto todos necesitamos des­cansar de vez en cuando, no tiene senti do ser extremista. No obstante, una comprensi6n correcta de la impermanencia nos impulsara a utilizar nuestro tiempo de manera mas util, bene­ficiosa a largo plazo y no s610 para hoy y para mafiana. A menudo se malinterpreta el verdadero significado de la im­

permanencia. Podemos pensar, por ejemplo, que desde el punto de vista de la impermanencia nuestros trabajos y profe­siones no merecen la pena y que debemos abandonarlos. Esta sena una interpretaci6n incorrecta, utilizando la verdad como una excusa para la ociosidad, como una forma de evadirse de la situaci6n. De modo similar, si tenemos que hacer la colada y pensamos: "no la voy a hacer porque puedo morir mafiana", estaremos unicamente desarrollando la pereza y de ning6n modo nuestra comprensi6n.

En la actualidad muchos j6venes piensan que la educaci6n es fastidiosa y aburrida, y cuando se encuentran con la ense­fianza de la impermanencia consideran justificado dejar los estudios, aunque disgusten y causen sufrimiento a sus padres y amigos. La impermanencia no significa que no tengamos que trabajar 0 estudiar, s610 indica que todo cambia.

No hay que asustarse ni reaccionar exageradamente en cuan­to oimos hablar de la impermanencia, sino tratar de utilizarla positivamente para vivir una existencia provechosa. Podemos

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observar c6mo cambia todo sin dejar de disfrutar y de apre­ciar la vida.

Ni la felicidad ni la tristeza pueden durar para siempre. La una se convierte en la otra de manera natural, y debemos aceptar cada momento tal como venga, sea cuai sea su color emocional; incluso cuando hay gran sufrimiento estamos al menos sintiendo algo y podemos intentar r~lacionamos con la cualidad particular de esa experiencia.

Tenemos que dejar de pensar que todas las cosas, tanto den­tro como fuera de nosotros, existen de manera s6lida. Nues­tros esfuerzos mentales por establecer las cosas de manera cada vez ml1s fija no haran sino causarnos sufrimiento cuando se produzcan los inevitables cambios. El tomar demasiado en serio nuestras aversiones y deseos provoca la tendencia a rechazar las cosas que experimentamos 0 a aferramos a elias. Asf, nos negamos a aceptar e1 cambio cuando se presenta y nos oponemos a el. Luchar en esta serie de batallas perdidas altera constantemente nuestros sentimientos y emociones, a expensas de nuestra estabilidad interior. La soluci6n es darse cuenta de que todo cambia y tener menos apego por 10 que hacemos.

Si dejamos 1a mente sin domar continuaremos sufriendo in­definidamente. Vale 1a pena seguir un camino espiritual ahora que tenemos 1a oportunidad; no hay tiempo que perder. Aun­que prefiramos pensar que existimos etemamente, al cons ide­rar e1 asunto con detenimiento y honestidad reconocemos 1a evidente realidad de que mafiana puede ser demasiado tarde; nosotros estamos sujetos al cambio igual que todo 10 demas.

La impermanencia, por 10 tanto, penetra el mundo exterior en su totalidad y tambien nuestra experiencia interior. No podemos impedirla ni eludirla; siempre esta presente. Lo que sf podemos hacer es reconocerla. El aceptarla nos ayudara a apreciar 10 que ya tenemos al tiempo que reducira nuestra implicaci6n en ello. Comprendiendo la impermanencia no nos

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desviaremos hacia objetivos imltiles, y nuestra mente se ira perfeccionando con la simple aplicaci6n de esa comprensi6n a 10 largo de la vida.

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La motivaci6n correcta

Que todos los seres puedan ser siempre felices y tener las causas de la felicidad. Que toOOs puedan estar libres del sujrimiento y de las causas del sujrimienlo. Que ningunO de ellos este nunca separado de La verdadera fe­licidad en La que no hay sufrimiento. Y que puedan actuar siempre con entendimiento de La gran imparcialidad, lib res del apego a los allegados y de La aver­sion por los demds.

Las cuatro contemplaciones ilimitadas

Esta oraci6n representa la actitud correcta del estado despier­to de la mente. Aunque el lenguaje nos resulte extrafto, el significado es realmente bastante simple. Todos tenemos en nuestro ser la esencia de la mente iluminada, pero a causa de la ignorancia, esta naturaleza esencial ha quedado oscurecida y cubierta por la negatividad, las interpretaciones err6neas y las acciones peIjudiciales. Entre nuestro estado mental actual y el estado despierto, hay todo un viaje. Aunque para algunos el camino puede ser mas largo que para otros, 10 importante es que hay un sendero por el que podemos llegar a vivir feliz y utilmente. La oraci6n expresa la clase de mentalidad a la que tenemos que aspirar y los medios para intentar conseguir­lao

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La motivaci6n correcta es el deseo de felicidad y bienestar para todos; que todos puedan tener paz y estar libres de las causas del sufrimiento. Este es el valioso objetivo que inspi­rani nuestros esfuerzos, tanto en los tiempos fliciles como en los diffciles. Aunque esta oraci6n refleja un nivel de com­prensi6n elevado, es util establecer la meta desde el principio, ya que su veracidad y su valor son aplicables a tOOos los ni­veles del camino.

En la actualidad muchas personas llegan a la meditaci6n con una motivaci6n incorrecta. Desean utilizar la meditaci6n para propiciar sus objetivos personales, sin pensar en nadie mlis. Sin embargo, aspirar a conseguir c1arividencia, viajes astrales, poderes especiales y logros semejantes, s610 alimenta y forta­lece el ego, y la comprensi6n no mejora en absoluto. En lugar de perseguir experiencias excitantes, nuestra labor es apren­der a relacionarnos con nuestra mente y ayudar a los demlis. Incluso si se producen tales experiencias, no son nuestro ob­jetivo y no hay que prestarles atenci6n.

Otra equivocaci6n es considerar el camino de la meditaci6n como un medio 0 una justificaci6n para apartarse de la socie­dad. Esta es una actitud negativa sin utilidad ni provecho para nadie. Si empleamos la prlictica de la meditaci6n para preser­var y fortalecer nuestra negatividad para con la sociedad, sig­nifica que la motivaci6n esta esencialmente equivocada.

Si fuesemos completamente felices y estuvieramos total­mente libres del sufrimiento, este camino no serfa necesario. La realidad, sin embargo, es que somos ignorantes, igual que los demlis, y que todos padecemos dfa tras dfa el sufrimiento causado por esa ignorancia. Estli claro que hace falta un camino, y el reconocimiento de esta necesidad nos motivar' para recorrerlo, tanto por nuestro propio bien como por el de todos los demlis.

Sin tener una motivaci6n 0 un incentivo, probablemente no serfamos capaces de realizar el esfuerzo requerido para alcan-

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La 17Wtillacwn COrrt~C ta 37

zar nuestros objetivos. Cuando tenemos frio y deseamos ca­lentarDOS, nos sentimos estimulados a levantamos y encender fuego. Si ya tuvi~ramos calor no nos molestarlamos en hacer-10. Si queremos obtener un buen empleo estamos dispuestos a pasar por un aprendizaje considerable, e incluso por dificulta­des, para conseguirlo. En todas nuestras actividades primero existe la motivaci6n, seguida de la intenci9n y de alglin tipo de esfuerzo. El mismo proceso se aplica tambi~n a la medita­ci6n.

Si no hubiera un objetivo 0 una raron, i,por qu~ tendrfamos que cargar con todo el trabajo que puede implicar? Ya que nuestro principal deseo es el de ayudar a todos los seres, tene­mos que dirigir nuestros esfuerzos hacia la realizaci6n de ese deseo. Cuando hagamos una sesi6n de meditaci6n, y tambi~n a 10 largo de nuestra vida cotidiana, hemos de procurar con­servar siempre la actitud correcta y guiarnos por ella.

En nuestro nivel actual, como principiantes, quizli nos sinta­mos intimidados por un ideal tan elevado y pensemos: "i,de qu~ sirve que alguien como yo trate de perfeccionar su men­te? Estoy tan lleno de odio y deseo que es inlitil intentar cambiar". Pero esa es precisamente la raz6n por la que es necesario un esfuerzo considerable. Si ya tuvi~ramos una vi­si6n positiva del mundo, si estuvi~ramos muy abiertos hacia los demlis y todo 10 que hici~ramos fuera por su beneficio, significarfa que ya poseemos una actitud compasiva. Estas cualidades son como el abecedario del camino espiritual. Si ya sabemos leer no necesitamos que nos ensefien el alfabeto, pero si nos falta la motivaci6n correcta tenemos que desper­tarla en nuestro interior.

Por 10 tanto, si la idea y el deseo de ayudar a los demlis alin no estlin presentes, deben ser introducidos, aunque al princi­pio resulte un poco forzado. No podremos desarrollar la compasi6n a menos que tengamos esta disposici6n de benefi­ciar a todos; es como ensefiar el alfabeto a los nmos para que

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puedan leer m~ adelante. La actitud de beneficiar a todos los seres es, pues, la motivaci6n correcta.

Actualmente, sin embargo, quiU 8610 deseemos liberarnos de nuestro propio sufrimiento. Tal sentimiento es muy natural y puede que disfrutemos de esa libertad durante un corto pe­rfodo, incluso sin meditar. Pero estamos intentando conseguir algo m~. En lugar de estar siempre pengando en nuestros propios deseos, comodidades y felicidad sin preocupamos demasiado del bienestar de los dem~, el prop6sito ahora es desarrollar una autintica bondad y compasi6n bacia todos los seres.

La manera de progresar es identificar y madurar las cualida­des positivas que existen en nosotros, al igual que en todos los dem~, y perfeccionarlas cuando y como podamos. l,C6mo conseguirlo? En primer lugar no debemos intentar correr an­tes de saber andar; tenemos que aprender a avanzar paso a paso. Primero generamos la actitud correcta hacia nosotros mismos, despues bacia nuestra familia y nuestros amigos, y luego la extendemos basta incluir a todo el mundo.

Es importante darse cuenta de que el camino empieza por uno mismo. Hemos de aprender a bastamos a nosotros mis­mos y a no ser una carga para los demas. En primer lugar dejemos de agobiarles y de aumentar sus problemas. Tratar de ayudar activamente a alguien sin conocemos primero a noso­tros mismos, puede causar mas mal que bien; serfa compasi6n sin sabidurfa. Si tratamos de salvar a alguien que se esta aho­gando en un lago y no sabemos nadar, acabaremos ahogi1odo­nos los dos. Primero tenemos que aprender a nadar. De la misma forma, 8610 podremos ayudar realmente a los demAs cuando bayamos domado nuestra propia mente y sepamos relacionamos correctamente con la felicidad y el sufrimiento.

Tambien es importante actuar con sentido coml1n .. Aunque el deseo de ayudar a los demas es muy bueno, no debemos ir por ahi tratando de imponer nuestra ayuda. Pero tam poco

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La motivaciOn correcta 39

tenemos que esperar a ser perfectos para poder ser utiles. Es una cuesti6n de equilibrio, de utilizar nuestra energfa sabia­mente. Nuestro presente estado no iluminado no debe ser uti­lizado como excusa para no hacer nada. Aunque no podamos actuar todavfa de forma pura cien por cien, si procedemos con la m~xima atenci6n y cuidado, habr~ beneficio. Cuando este­mos completamente purificados todo 10 _ que hagamos sem provechoso para los dem~, pero mientras tanto es bueno ayudar de la mejor manera que podamos. Asf, a pesar de nuestra limitada capacidad, ahondaremos en nuestra compren­si6n y formaremos la actitud mental correcta, que m~ tarde dar~ lugar a la pmctica de la perfecta compasi6n.

Por 10 tanto, primero generamos compasi6n hacia nosotros mismos y luego bacia los dem~. Por supuesto podemos creer que somos ya muy afectuosos y amables y que no necesita­mos mayor compasi6n. Aunque es cierto que a menudo hay profundos vfncuIos entre marido y mujer, entre hermano y hermana y entre amigos, 1a verdadera bondad y compasi6n es sentir ese grado de amor hacia todos los seres. El problema en nuestra sociedad es que nos enamoramos Ucilmente de nuestros amigos y amantes, e incluso de nuestras posesiones, pero normalmente es un tipo de amor estrecho y limitado. No hay nada malo en querer a los amigos y familiares, es real­mente muy bueno; adem~ la bondad debe empezar por algu­na parte. Pero si limitamos nuestro amor a esas personas nos estamos s610 encadenando a nosotros mismos. Lazos y atadu­ras de esta clase acruan en dos senti dos, nos atan en la misma medida en que nos confortan.

Asf pues, tratemos de no restringir nuestra compasi6n a un grupo 0 categorfa especial de personas en detrimento de otra. Nos resulta f~cil tener buenos sentimientos hacia los pobres y hambrientos, pero sentir compasi6n por los ricos y bien ali­mentados puede semos diffcil. Aunque el padecimiento de estas personas a menudo sea de naturaleza mental -preocupa-

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ci6n por perder su riqueza y sus posesiones, 0 por las decisio­nes que tienen que tomar- no es por ello menos agudo. La gente pobre tiene otra clase de sufrimiento, eso es todo; como el simple problema de tener 0 no suficiente para comer. Tene­mos que aprender a extender nuestra compasi6n a todo el mundo, ricos y pobres, blancos y negros, a todos.

Un desarrollo correcto en este senti do nos bani mucho mc1s felices y nos proporcionam una vida mc1s equilibrada y, pues­to que las mentes se influyen unas a otras, generar una com­pasi6n amplia y expansiva beneficiam esponW1eamente a cuantos nos rodean. Paralelamente, al madurar nuestro poten­cial y aumentar nuestra fortaleza, necesitaremos menos el apoyo y el consuelo de los demc1s.

Sin embargo, hemos de tener mucho cuidado en no volver­nos pretenciosos y orgullosos. Podrfamos pensar que seguir un camino espiritual nos convierte en personas muy especia­les, superiores de algl1n modo a los demc1s. Pero nuestro obje­tivo es servir a los demc1s, y no ser servidos por ellos. Desa­rrollar una mente compasiva no significa que tengamos que esperar sentados a que los demc1s satisfagan nuestras necesi­dades, como si fueramos reyes y ellos nuestros sirvientes. Esta clase de orgullo es un gran obstaculo para la practica espiritual. Tampoco debemos menospreciar a quienes estan sufriendo, pensando que no son personas norm ales 0 que son de alguna manera inferiores. La humildad es fundamental; de hecho reside en la esencia misma de la verdadera compasi6n. Debemos estar dispuestos a darnos y a sacrificamos por el bien general.

Para progresar correctamente hemos de hacerlo de modo suave y amigable, cada uno de acuerdo con su capacidad. Mientras hagamos 10 que mejor podamos, no estaremos des­perdiciando nuestro potencial y podremos estar satisfechos. Como humanos que somos, cometeremos sin duda equivoca­ciones, pero no hay que obsesionarse ni recriminarse por ello.

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La motivaciOn correcta 41

podemos sentimos apenados por haber hecho algo mal, sin permitir que ese remordimiento se interponga en nuestro desarrollo; incluso podemos utilizarlo para fortalecer nuestra determinaci6n pensando: "aunque se haya cafdo un puente sobre el no, puede construirse otro. De nada sirve quedarse aquf llorando".

Cada maflana, al despertar, debemos fo~arnos el prop6sito de que todos nuestros pensamientos, nuestras palabras y nues­tras acciones del dfa sean utiles y beneficiosas para los demlis. Si nos olvidamos de la compasi6n perderemos algo muy pre­cioso y tendremos cerrado el verdadero camino. Mientras que la fortaleza ffsica y la vitalidad duran un dfa, un aflo, 0 una 0

dos decadas a 10 sumo, la actitud mental correcta hace desa­parecer el cansancio y la desesperanza indefmidamente, y nos permite seguir ayudando a los demlis constantemente a 10 largo de nuestra vida. Hasta que no se encuentra a alguien que manifiesta semejante capacidad, esto es diffcil de creer. Sin embargo es el potencial que existe dentro de todos nosotros.

La motivaci6n correcta se puede comparar a una semilla que hay que plantar una y otra vez. AI principio puede parecer que nos estamos engafiando a nosotros mismos y a los demlis, ya que nuestros apegos y aversiones nos incapacitan reaimente para ayudar a nadie. Pero aunque en esa etapa nuestro com­promiso sea s6lo de palabra, no perjudica a nadie, y mlis adelante, cuando esta actitud ya no sea cilgo ajeno a nosotros, surgira de ella la auntentica bond ad hacia los demlis. A medi­da que la vayamos desarrollando, la correcta motivaci6n se ira integrando en nuestra existencia basta hacerse inseparable de nosotros. Entonces la compasi6n sera espontanea, consis­tente y efectiva; sera, simplemente, nuestra manera de ser.

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Afrontar la situaci6n

iNo te comp/azcas compadeciendote de ti misma! Los siete puntos del adiestramiento mental, de Atisha

Desde nuestro primer encuentro con ensefianzas espirituales basta ellogro de la numinaci6n, hay un viaje largo y a menu­do diffcil. Si nos decidimos a emprenderlo, debemos ser rea­listas acerca del modo de viajar. Si deseamos ir de Londres a Escocia, el s6lo hecho de pensarlo no nos llevar~ hasta allf, tenemos que subir realmente en un vehfculo e ir, ya sea en coche, en tren 0 en avi6n. Si eludimos el viaje pensando en las dificultades que podamos encontrar, ni nos sentiremos satisfechos ni llegaremos a donde queremos ir. Debemos ele­gir un punto de partida, un vehfculo y un camino, y ponernos en marcha.

En nuestro viaje de Londres a Escocia nos dirigiremos a la estaci6n de Euston, la M-l, 0 el aeropuerto de Heathrow. De igual forma, si nuestro objetivo es vivir una vida feliz y util para beneficiar a todos los seres, el punto de partida son las situaciones normales de la vida cotidiana. Estas situaciones son la materia prima para nuestro trabajo, y la experienda y la comprensi6n que proporcionan son accesibles a toda clase

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de personas, instruidas 0 no. Lo primero que tenemos que hacer es superar la tendencia habitual a descuidar 0 evadimos de los problemas relacionados con nuestro entomo y con quienes compartimos ese entomo, asf como la ~ndencia a no querer reconocer la insatisfacci6n y el sufrimiento que expe­rimentamos en nuestro interior.

Si somos honestos con nosotros mismos admitiremos que, en cierto sentido, todos somos principiantes al tratar de abor­dar adecuadamente los problemas de nuestra vida. Quiza nos sintamos atrafdos por meditaciones excitantes tales como aprender a levitar 0 a volar, pero es mas util aprender a man­tener los pies sobre el suelo. 0 quiza pensemos que ya esta­mos muy avanzados y que no necesitamos ninguna ensefian­za, a pesar de que inconscientemente nos estemos causando el mismo sufrimiento una y otra vez. "El arte de domar el tigre" trata esencialmente de la forma de aprender a aceptar y a tra­tar las situaciones corrientes de nuestra vida diaria. A menos que admitamos la necesidad de tal instrucci6n, es muy poco probable que consigamos un aurentico progreso.

Tras haber reconocido que es necesario un camino, tenemos que viajar por el. En un mundo de ensuefio, como Shangri-la, podrfamos sentamos con un cigarrillo en una mano, un vaso de vino en la otra, una bella amante a cada lado y aun asf alcanzar la numinaci6n. Pero en el mundo real esto no fun­ciona; tenemos que realizar un esfuerzo de algl1n genero. Por muchos que sean nuestros buenos deseos, no evitaran el sufri­miento que encontraremos si no nos enfrentamos ahora con las situaciones blisicas de nuestra existencia y descuidamos el adiestramiento de la mente.

Primero tenemos que domar la mente y sentar unos cimien­tos s6lidos para nuestro desarrollo ulterior. Esto es muy im­portante. Debemos recordar que tener un nacimiento humano es una preciosa oportunidad, que todas las cosas son imper­manentes y que las acciones positivas conducen a la felicidad

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AfrOnIaT la siruacwn 45

mientraS que las negativas originan s610 sufrimiento. Sobre lOdo, no debemos olvidar nunca cuAl es el prop6sito de domar la mente: desarrollar la compasi6n para el beneficio de lados los seres.

partiendo de estos finnes cimientos podemos avanzar gra­dualDlente, paso a paso. Sin ellos todo progreso quedarfa U­cilmente obstruido y podrfamos desviarnos del camino verda­dero. Dejemos a un lado nuestro orgullo y reconozcamos el nivel en el que realmente estamos. Por muy inteligentes 0

prosperos que seamos en un sentido mundano, mientras tema­mos perder nuestra fortuna, nuestros amigos y nuestras pose­siones, 0 simplemente nuestra vida, estaremos inmersos en el sufrimiento y tendremos la necesidad de adiestrar la mente. EI Unico punto de partida, para todos. es el principio.

Si encontramos un di1mante en bruto y sabemos romo tallar-10, podremos hacer una bella piez~ de joyena y lucirla para nuestro placer. Pero si no sabemos romo tallarlo, 10 destroza­remos y su valor se perdern. Los ejercicios y meditaciones de este libro ofrecen los medios para transfonnar y perfeccionar Ia mente. Si se utili zan con habilidad y cuidado. su resultado serli una mente tan clara y pura como un diamante tallado y pulido.

Es importante que tratemos de afrontar las situaciones que se producen entre nosotros y los demlis de manera relajada y exenta de complicaciones. £Sto, tal vez no resulte particular­mente interesante. incluso puede ser bastante aburrido, sin embargo nuestro objetivo es aceptar las situaciones tal como son y la mayona son muy corrientes. Cada dia hay felicidad y sufrimiento. pasan cosas agradables y desagradables; a veces nuestras experiencias son dulces y amargas al mismo tiempo. En otras circunstancias nuestras vivencias son mlis bien neu­tras. Lo que importa es que son nuestras experiencias y que somos nosotros quienes tenemos que afrontarlas.

Los problemas no estlin siempre provocados por causas ne-

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negativas. Podemos disfrutar de una buena posici6n, y aun asf sufrir por temor a perder 10 que tenemos 0 por no saber que bacer con nuestra riqueza. Sean cuales sean las circunstancias bay que comprenderlas y asumirlas. Algunas hap de aceptar­se, para bien 0 para mal; otras bay que trabajarlas y mejorar­las. Los demas pueden animamos y apoyamos, pero si quere­mos solucionar nuestra vida, tenemos que hacerlo nosotros mismos.

Muchos de nosotros sabemos bien c6mo evitar las situacio­nes dolorosas y cada uno tiene su manera favorita de hacerlo. Cambiamos de trabajo 0 de domicilio, encontramos un nuevo amor, corremos al medico 0 nos rodeamos de amigos. 0 bien fantaseamos desmesuradamente, miramos la televisi6n, toma­mos drogas 0 comemos y bebemos en exceso. Si nos fallan estos sistemas, tal vez acabemos por no poder dormir ni pen­sar correctamente, y nos angustiemos de tal modo que nos pongamos enfermos. Incluso podemos lIegar a sentir la tenta­ci6n de quitamos la vida, aunque eso serfa tan malo como matar a otra pesona. Sentir lastima de uno mismo puede aca­rrear todo tipo de problemas, y no soluciona ninguno. Como puede verse, hay muchas maneras diferentes de echar en olvi­do nuestra intenci6n de desarollar compasi6n por nosotros mismos y por los demas.

El hecho de evitar las situaciones diffciles 0 de escapar de elias s610 aparta nuestra mente de los problemas, pero no sir­ve en realidad para resolverlos. Si hacemos unicamente 10 que nos gusta y eludimos 10 que no nos gusta, las dificultades no hacen ml1s que aumentar y se repetirlin una y otra vez; mien­tras tanto, puede que estemos dailando tanto nuestra salud como nuestra mente, y adquiriendo toda clase de Mbitos nocivos que se van haciendo mas fuertes y mas diffciles de romper. Cuando nos dejamos lIevar por la apatfa, nos debili­tamos cada vez mas y somos menos capaces de liberamos del sufrimiento a largo plazo. Un agricultor puede usar durante

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AjrontaT La situacion 47

unos anos toneladas de abono para obtener buenas cosechas, pero despues se encontrani con que ha agotado y envenenado la tierra. Hemos de tener un poco de sabidurfa, y buscar solu­ciones que reporten beneficio duradero y nos ayuden a ir ml1s alll1 de las causas del sufrimiento, en lugar de pensar en reme­dios a corto plazo.

Esto no quiere decir que tengamos que relacionamos con las situaciones que nos parecen desagradables de una manera ngida e inflexible. Tomarse las cosas demasiado en serio puede ser tan perjudicial como vivir de forma totalmente frf­vola. En el primer caso podemos perder el sentido del humor y tender a considerar la vida como una lucha, mientras que en el segundo corremos el peligro de vivir enteramente en un mundo de fantasia. En ambos casos perdemos contacto con 1a vida cotidiana y, en consecuencia, con nuestros verdaderos sentimientos re1acionados con ella. Esto ocurre tambien cuan­do estamos dominados por emociones negativas como la c6-1era 0 los ce10s, 0 cuando estamos obsesionados por el pasado o el futuro. Debemos procurar no perder de vista el mundo tal como es en este momento, el mundo en el que de hecho vivi­mos.

Hasta aqui nos hemos ocupado de 10 que ocurre cuando in­tentamos escapar de nuestros problemas. Sin embargo, adies­trando la mente, podemos aprender a afrontar y abordar efi­cazmente 10 que normalmente percibimos como doloroso 0 conflictivo. Para empezar, el solo hecho de afrontar las situa­ciones nos libera de la lucha por escapar de eUas. En ese momento nos daremos cuenta, probablemente con asombro, de que nuestro problema no es en realidad tan grande e im­POrtante como habfamos imaginado.

Una vez estamos dispuestos a aceptar las cosas tal como son, podemos transformar incluso los aspectos de la vida aparente­mente infernales. S6lo necesitamos los medios y la voluntad para Uevarlo a cabo. Si, por el contrario, cedemos al deslini-

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mo y desistimos, las cosas probablemente empeoraran. Por 10

tanto, debemos reconocer nuestras experiencias y compromi­sos por 10 que son, sean diffciles, faciles 0 simplemente co­rrientes. Lo importante es no dejar que nuestra percepci6n de esas circunstancias y los juicios de valor que asOciamos con ellas nos afecten demasiado emocionalmente.

Lamentablemente, nuestra herencia cultural como miembros de un pais de civilizaci6n modema nos ayuda muy poco a aceptar las cosas tal como son. Nuestro tipo de sociedad adopta una postura totalmente diferente de la de otras civili­zaciones ante las situaciones que se consideran desagradables o imperfectas. Por ejemplo, inventamos maquinas com plica­das para hacer trabajos mecanicos y aburridos, y entonces tenemos que prescindir de muchas personas, dejandolas mas aburridas de 10 que estaban. Derribamos comunidades enteras para construir bloques de pisos que mejoren el nivel de vida, y luego nos encontramos con que nadie quiere vivir en eilos, mientras que los que no tienen mas remedio que vivir allf se sienten aislados y desgraciados. Estamos siempre tratando de aumentar y mejorar las cosas, sin considerar las consecuen­cias y sin saber cuando hemos de detenemos.

En lugar de emplear toda nuestra energia en fUtiles intentos de hacer la vida perfecta, podrfamos utilizar parte de ese es­fuerzo en desarrollar tolerancia y apreciaci6n de las cosas tal como son. Esta paz interior aporta felicidad profunda y verda­dera, mientras que la dicha que proviene de logros mundanos, de objetos y de otras personas, es invariablemente imperma­nente. Tenemos que decidir claramente entre dejamos llevar de un lado para otro, segl1n soplen los vientos del cambio, actuando y reaccionando ante 10 que se presente, 0 bien traba­jar para implantar en nosotros una estabilidad que no dependa del azar ni la fortuna, las alabanzas ni los reproches.

Si escogemos correctamente' la comprensi6n verdadera y la ecuanimidad se afianzaran y creceran constantemente en

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Afrontar La situacion 49

nuestro interior. Con el tiempo, llegaremos a ser capaces de transformar toda nuestra experiencia y relacionamos con sus cualidades positivas, en lugar de dejamos influir por las que percibimos como negativas. En esa fase podremos sentir gra­titud hacia las personas que son rudas, descorteses 0 desho­nestas con nosotros, porque sabremos utilizar sus malas inten­ciones para desarrollar paciencia y compasi6n. No se trata de ir por ahf buscando problemas, pero si surgen dificultades podemos vivir con ellas y utilizarlas en provecho nuestro sin sentimos desgraciados ni desesperados.

Desarrollar una actitud semejante es por supuesto mucho mas facil de decir que de hacer; de hecho requiere trabajar muy duro. EI problema es que en Occidente estamos condi­cionados para pensar que la fortaleza y la felicidad vienen de fuera de nosotros, as! que no las buscamos en nuestro interior. Tenemos que estar dispuestos a probar un nuevo planteamien­to.

En este momento 10 que necesitamos es un espejo, para poder ver c6mo somos ahora. Luego podremos limpiar y transformar 10 que encontremos allf y despertar la confianza y la fortaleza dentro de nosotros.

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El espejo

EI samsara es la tendencia a encontrar faltas en los demas. Naropa

Hemos visto que cuando buscamos la felicidad fuera de nosotros, estamos buscando en lugar equivocado. Por mucha que sea la variedad que introduzcamos en nuestra experien­cia, incluso viajando a muchos lugares distintos, seguiremos viendolo todo con los mismos ojos. Es nuestro modo de pensar y sentir 10 que colorea nuestra percepci6n del mundo en que vivimos.

Si intentamos cambiar el mundo para adaptarlo a nuestras expectativas y preferencias, estamos destinados a fracasar. Cuando llueve no podemos hacer que brille el sol s6lo con desearlo, pero podemos trabajar aquella parte de nosotros que se siente molesta por la lluvia. Esto no quiere decir que necesitemos una nueva personalidad; ya tenemos una. Lo que necesitamos es un espejo que nos muestre con precisi6n qUienes somos y que partes de nosotros mejorarfan si las trabajasemos.

Rasta ahora nuestra tendencia ha sido reunir una colecci6n de mascaras, una diferente para cada situaci6n, pero nunca

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52 El arte de do1l1iU el tigre

hemos examinado realmente nuestra verdadera cara porque en cierto modo estamos demasiado cerca de ella para verla claramente. Lo que solemos bacer es mirar a los demlis, y cuando vemos una cara bonita esperamos que esa. sea tambien nuestra apariencia.

A veces, sin embargo, la mascara resbala u olvidamos po­nemosla y entonces vislumbramos nuestra verdadera persona­lidad. En general nos resulta tan doloroso que no podemos soportarlo y tenemos que tapamos de nuevo 10 mas rapida­mente posible. Estamos tan acostumbrados a tratar de cam­biar las cosas que ni siquiera podemos aceptamos a nosotros mismos tal como somos. Mientras tanto, bajo la mciscara, nuestra verdadera cara se va descomponiendo por falta de aire y de luz, y porque nunca nos hemos propuesto limpiar­la bien.

Por fuera podemos aparentar ser una buena persona, pero la persona que necesita ser purificada es la que estci debajo de la mliscara. Si nuestra mente es pura seremos realmente utiles a los demas, pero fingir que somos buenos, permaneciendo podridos por dentro, no nos beneficiarn ni a nosotros ni a nadie.

Detrlis de la mascara estc1 el yo que tenemos que aprender a comprender y en el que debemos trabajar. Todos llevamos la etiqueta de "yo", pero realmente no sabemos quienes somos. Cuando damos algo tan insignificante como un mendrugo de pan, pensamos que somos muy buenos y utiles y recordamos durante largo tiempo ese acto de bondad. Sin embargo, cuan­do hacemos algo malo 0 egofsta tratamos de olvidarlo ense­guida. Tendemos a fabricar una imagen falsa de nosotros mismos para consolamos. Esta forma de autoengafl.o es muy diffcil de reconocer, por eso necesitamos un espejo.

Hubo en el Tfbet un famoso maestro llamado Lodro Thaye Jamgon Kongtrul Rimpoche, quien en una ocasi6n expres6 el problema de la siguiente manera: "Cuando observo a los

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El espejo 53

practicantes del Dharma yeo que por fuera van muy bien vestidos, hablan muy bien y se sientan exactamente como los Budas; pero cuando miro dentro de sus mentes yeo que son como serpientes, estan llenos de veneno. Cuando se encuen­tran con obsteiculos 0 dificultades, su verdadero ser queda al descubierto. Asf como la serpiente pica a pesar de su inofen­siva apariencia, estas personas atacan en cuanto alguien las amenaza de alguna manera". -

Por supuesto, no es que la serpiente sea esencialmente mala. Tiene la capacidad de ser buena 0 mala, pero por temor, odio o ignorancia puede matar si se siente amenazada. 19ualmente, todo 10 malo que vemos dentro de nosotros surge de la igno­rancia, que puede y debe ser transformada en sabidurfa. Cuando dirijamos la mente hacia el interior y comencemos a purificar 10 que allf encontremos, habremos hallado el cami­no, y automeiticamente nos serei mAs feicH desenvolvemos en todas las situaciones extemas de manera utH y positiva.

Es importante tener una actitud equilihrada hacia 10 que encontramos en e1 espejo. Ver unicamente el1ado malo es tan perjudicial y esteril como ver 0010 el bueno. Fijarse insisten­temente en los aspectos negativos de la personalidad puede originar profunda depresi6n y desesperaci6n. Debemos exa­minamos en e1 espejo sin condenar ni desear destruir la imagen que veamos. Por otro lado, ignorar 0 tratar de repri­mir nuestra parte negativa 0010 1a fortalecerei, conduciendo a una acumu1aci6n de tensi6n que seguramente exp10tarc1 algtin dfa.

En 1a actualidad, muchos estamos en contra de las armas nucleares, sin embargo en nuestra mente se produce continua­mente una especie de reacci6n nuclear. Cada dfa e1 ego genera orgullo, celos, c6lera, deseo y odio que propagan temor y tensi6n en todas direcciones, causando dafio a noso­tros mismos y a los demAs. Para neutralizar un arma 0 una reacci6n nuclear no basta con enterrarla y desear que desapa-

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rezca, sino que bay que desactivarla. De modo similar, para que las fuerzas destructivas que hay en nosotros dejen de ser perjudiciales, hay que desmantelarlas con mucho cuid;ldo y habilidad mediante la compasi6n y la co~prensi6n. Esta diffcil tarea ha de acometerse con paciencia y con tranquilo desapego.

Lo que aprendamos mirando en "el espejo" puede sernos muy util en el camino, pero tiene que convertirse en parte de nuestra experiencia general y no permanecer aislado de ella. Si no integramos el entendimento y la compasi6n que se van despertando, 8610 estaremos colocandonos otra m~cara.

Puesto que somos seres humanos, si queremos aprender a defendemos serA mucho mAs util hacerlo como hombres y mujeres que imaginar que somos elefantes y aprender autode­fensa de elefantes. No hay nada malo en imaginar que uno es un elefante, pero si no tiene alguna relaci6n con 10 que esiA ocurriendo en la realidad, es una perdida de tiempo. Las reflexiones y visualizaciones que hagamos debemos aplicar­las a nuestra vida normal. No sirve de nada pasar una hora meditando en eliminar los celos, por ejemplo, si una vez terminada la sesi6n nos dejamos arrastrar inmediatamente por un ataque de celos. Hemos de aplicar a nuestra vida cotidia­na, a las situaciones normales que configuran nuestra existen­cia, 10 que se ha estado examinando 0 meditando.

MAs alin, <podemos coleccionar y estudiar multitud de ense­fianzas diferentes con la mejor motivaci6n del mundo, pero a menos que podamos relacionarlas con nuestras circunstancias particulares y aplicarlas a ellas, no seran de mucha utilidad. La educaci6n formal y la habilidad intelectual son de cierta ayuda para comprender y abordar las situaciones de la vida cotidiana, pero una mente abierta y receptiva es mAs impor­tante. En el Tibet no era ram que personas que no sabfan leer ni escribir alcanzaran la numinaci6n.

Aunque existe en nosotros este gran potencial de numina-

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El espejo 55

ci6n Y todos tenemos experiencia de la vida, si no desarrolla­mos estas materias prim as y las utilizamos bien, es como si no existieran. Un hombre rico que no sabe c6mo utilizar su dinero sufre m~ que uno pobre que gasta cada peseta de manera provechosa. Puede que alguien tenga un coche y cien batenas, pero si deja que se descarguen todas, el coche no arrancan1.

Por 10 tanto, tenemos que ser cuidadosos y utilizar de la mejor manera 10 que tengamos. El mero hecho de ser cons­cientes de un sentimiento interior de eelos, por ejemplo, no es suficiente. Si queremos dominarlo y transformarlo, hemos de emplear cierta habilidad y esfuerzo. As! nuestra confianza y fortaleza se acreeenter.1n y los sentimientos de pobreza y debilidad darm paso a una sensaci6n de plenitud y dignidad. Utilizando el espejo de forma continuada se aprecian1 alguna mejora en 10 que vemos en el, confirmando que esta teniendo lugar un progreso espiritual; y el dolor que sentfamos antes disminuira y gradualmente desaparecera.

Uno a uno y paso a paso, seremos capaces de identificar y neutralizar los venenos interiores y los estados mentales negativos que estan haciendo del mundo un lugar tan diffcil para vivir. Nadie puede dominar completamente el mundo exterior, pero podemos veneer la ira, el orgullo, el deseo, el odio y los eelos que hay dentro de nosotros y que es 10 que nos hace estar en desavenencia con el. Al llegar a este punto, cesara toda sensaci6n de estar en conflicto con las situacio­nes extemas. Podremos ser amigos de nosotros mismos y tambien del mundo, y seremos capaces de ayudar a todos aquellos con quienes 10 compartimos. Todas las cosas y todas las personas nos ser.1n utiles, y nosotros a ellas.

Mientras tanto, debemos tener cuidado de no obsesionamos Con nosotros mismos y nuestros problemas. Si recordanios la motivaci6n correcta nos sera mas facil conservar la perspec­tiva y el sentido de la proporci6n. Nuestro objetivo es utilizar

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10 que vemos en el espejo para beneficio de todos, 10 cual implica una actitud mental expansiva, un punto de vista objetivo. As! seremos capaces de ver las cosas con claridad, tal como son, y podremos detectar clarament~ 10 que est4 desequilibrado en nuestra vida, cambiando 10 que se pueda cambiar y aceptando 10 que haya que aceptar.

Vivir con un espejo del ante no es f~cil, mas para compren­der y solucionar nuestros problemas merece la pena soportar un poco de aflicci6n y de incomodidad. Estamos m~ acos­tumbrados a juzgar y tratar de cambiar a los dem~ que a nosotros, por 10 que afrontamos y trabajar en nosotros mis­mos puede asustamos un poco. Temer 10 desconcocido es normal, la soluci6n esm en Uegar a conocemos y hacemos amigos de nosotros mismos, de la misma forma que un domador se gana primero la confianza del tigre. Una vez establecida una buena relaci6n de trabajo con uno mismo, nos daremos cuenta de que no tenemos tantos problemas como pens~bamos y de que los que realmente existen se disuelven m~ f~cilmente.

Esta forma de trabajar con uno mismo no es s610 apremian­te, sino que hemos de tomarla muy en serio, con sinceridad y autenticidad. Resolvamos nuestros propios problemas, tene­mos que domar nuestra mente y disciplinamos. La altemativa es permanecer indefinidamente en cierto grado de conflicto con el Mundo culpando a los dem~s y a las situaciones exter­nas de todo 10 que nos molesta 0 contrarfa. Si enfocamos el problema de esta Ultima manera, hay que enfrentarse a varios miles de millones de personas. En lugar de tratar de cambiar­las a todas, miremos en "el espejo", trabajemos en nosotros segUn 10 que somos y acometamos la algo menos diffcil tarea de domar y adiestrar nuestra propia mente.

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EI cuerpo, el habla y la mente

Es muy bueno que ayudes a los demas, pero si no puedes hacerlo, al menos no les hagas dana.

Su Santi dad el Dalai Lama

Cuando surgen dificultades en nuestra vida 0 cuando sufri­mos, tendemos a inculpar a los demc1s 0 a las circunstancias que estan fuera de nuestro control. Encontramos mas facil proyectar nuestra propia negatividad en un objeto extemo conveniente que intentar apreciar la inherente pureza de los demas. Asi, pensamos que la forma de actuar, hablar 0 pensar de los demc1s es la causa de 1a ira, los ce10s 0 cualquier otra emoci6n negativa que podamos sentir. Esta idea del mundo y de nosotros mismos es err6nea. Lo que debemos haeer es aceptar y tratar de resolver nuestros propios problemas y defectos. Quiza entonees nos demos cuenta de que ya no hay tantas dificultades y de que las que quedan no estan fuera de nuestro control. Es evidente que en 1a practica resulta mc1s sencillo llevar sandalias que intentar cubrir de cuero todo el camino.

Dejemos de culpar a los demc1s de nuestros problemas y de esconder nuestros defectos bajo las diferentes mascaras. Nos

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60 El arte de dDmar el tigre

equivocamos al pensar que una vestimenta bonita puede ha­cer nuestro cuerpo perfecto, que el silencio perfeccionaJi nuestra palabra de algt1n modo 0 que no importan los malos pensamientos ya que nadie puede verlos. La fo~a de progre­sar es quitamos esas mAscaras, vernos tal como somos y asu­mirlo. Las situaciones cotidianas de la vida, sean aburridas 0

emocionantes, nos revelan c6mo somos de verdad. Estas son las situaciones que tenemos que afrontar; constituyen nuestro objetivo.

Para aislar e identificar las causas del sufrimienio, primero tenemos que intentar comprender la manera en que experi­mentamos el mundo. Nos ser~ provechoso hacer este examen en funci6n del cuerpo, el habla y la mente.

Seamos j6venes, de mediana edad 0 ancianos, todos tene­mos un cuerpo hecho de came, sangre, huesos y otras sustan­cias, que experimenta diversas sensaciones y sentimientos. Tambien tenemos la facultad de hablar y comunicamos, aun­que 10 que digamos pueda 0 no ser verdad. Por Ultimo, tene­mos el creador de pensamientos y sentimientos, buenos y malos, al que llamamos mente. Para nosotros, en la actuali­dad, el cuerpo, el habla y la mente tienen una existencia real y s6lida.

Lo que hacemos se expresa en movimiento y actividad ffsi­ca, y 10 que decimos encuentra su expresi6n a traves de pala­bras y sonidos, pero todo 10 bueno 0 malo que hay en noso­tros tiene su origen en la mente; el cuerpo y el habla respon­den como una marioneta dirigida por la mente. El problema es que hemos estado tan ocupados intentando manejar a los dem~ y a las situaciones externas que nuestros propios alam­bres se han oxidado por falta de uso; necesitan un poco de aceite. En la actualidad, por 10 tanto, las cosas no van del todo bien, la forma de actuar de la marioneta no acaba de ser satisfactoria; su torpeza e ineficiencia estm provocando un monron de problemas y decepciones.

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El c~rpo, el habla y la mellle 61

De fonna ideal, e1 cuerpo deberla servir sumisamente a 1a mente en annoniosa compenetraci6n. Pero si pennitimos al cuerpo seguir sus inclinaciones b4sicas, podemos vemos atra­pados flicilmente en una existencia sensual y materialista de la que nos sem muy diffcil escapar. En esta trampa caen tanto los descuidados como los vo1untariosos, y e1 resultado es e1 mismo en ambos casos: 1a perdida de libertad. Por 10 tanto, tenemos que aprender a tirar de los hilos con m4s destreza; es mejor expresar 10 que realmente pensamos y creer en 10 que decimos Y hacemos.

Esto no significa que tengamos que negar las necesidades de nuestro cuerpo 0 reprimir 1a sabidurla natural que hab1a a traves de elias; e1 principio que nos debe guiar es e1 de 1a compasi6n. Aquf, compasi6n puede definirse como 1a convic­ci6n de que tenemos Mucha que ofrecer al Mundo y sus habi­tantes, porque somos seres p1enamente dotados y en potencia iluminados. Plantemos esta semilla, esta actitud positiva, en nuestra mente y permitamos que penetre y de forma a cuanto decimos y hacemos. Ello unificarli nuestro cuerpo, nuestro hab1a y nuestra mente en un prop6sito comtin, de tal forma que los tres actl1en en annonfa en todo momento, en cada Dive1 de conciencia y en todas las formas de expresi6n. La compasi6n es 1a semilla y e1 comienzo, y tambien e1 camino y e1 resultado.

Si tendemos 1a mano a un perro puede que se acerque en busca de comida 0 de caricias, pero si 1a 1evantamos, se aleja­rA sospechando que 10 queremos dafiar. 19ualmente, cada movimiento, sonido 0 pensamiento que producimos causa algtin efecto en los dem4s. Para comprobar10 s610 tenemos que mirar a nuestro alrededor. La fonna de movemos, por ejempl0, emite seftales, ya 10 hagamos deliberadamente 0 no. Si alguien cojea suponemos que tiene reuma 0 que ha sufrido algtin accidente. Si vemos a alguien moviendo las caderas al pasar, quizli 10 encontremos provocativo y pensemos que e1

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mensaje va dirigido a nosotros, aunque dicha persona no sea en abso1uto consciente de 1a seftal que estamos recibiendo. El 1enguaje del cuerpo es un poderoso medio de comunicaci6n. Si queremos que se perciba 1a presencia de nuestro cuerpo de forma 6tH y positiva, tenemos que aprender a actuar cons­cientemente, teniendo en cuenta que nuestros gestos afectan a quienes nos rodean y provocan reacciones que pueden volver­se contra nosotros.

De 1a misma forma, tenemos que ser conscientes de los sonidos que producimos y las cosas que decimos. Los sonidos y las palabras suaves y agradables tendnin un efecto positivo en 1a mente de los demAs, animAndoles y confortAndoles. Incluso alguien que estA sufriendo intensamente puede verse liberado de su dolor al ofr palabras de consue10 apropiadas 0 mediante el poder curativo de una p1egaria 0 un mantra. La manera de decir las cosas resulta tan importante, al menos, como las palabras que decimos.

DetrAs de todas nuestras acciones y palabras estA 1a mente funcionando. No tiene importa'ncia si pensamos que reside en e1 cerebro 0 en otro lugar, 10 que importa es que tOOo 10 que hacemos 0 decimos se origina en 1a mente. A pesar de que no tiene forma y no se 1a puede ubicar con precisi6n, hemos de comprender que si deseamos mejorar 1a cali dad de nuestra conducta hay que tratar, en Ultima instancia, con 1a mente.

AdemAs de ser conscientes de las manifestaciones mAs ob­vias de esta mente prob1ematica, hemos de estar prevenidos contra sus tendencias mAs sutiles, que no por eHo son menos peIjudiciales. Quiza pensemos, por ejemp10, que ver una pelf­cula 0 un programa vio1ento en 1a te1evisi6n es algo inofensi­YO, pero si 1a mente se identifica con 1a tortura 0 1a muerte de otros, ello puede fortalecer inconscientemente nuestra tend en­cia a ser crueles e inhumanos.

Hasta ahora ha sido una mente en gran parte egofsta y ego­centrica 1a que ha inspirado nuestras palabras y hechos, y

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El cuerpo, el habla y la mente 63

debido a nuestra incapacidad 0 falta de voluntad ha gozado de gran fuena y poder. Actualmente puede que ni siquiera reco­nozcamos su existencia, pero en alglin momento tendremos que buscar a este dictador y hacerle frente; confrontar y tratar esa mente en su propio nivel, tal como se nos presenta ahora. Entonces podremos decirle: "Mira, has dirigido mi cuerpo y mi habla durante demasiado tiempo, ya has causado suficien­te dafio y sufrimiento, jahora tienes que ser domada!". No habra un progreso verdadero hasta que no abandonemos 0 transformemos esta mente egofsta. S610 entonces empezare­mos a movemos en la direcci6n correcta. La meditaci6n nos proporcionam un espacio y un tiempo que nos permitan ob­servar el problema con objetividad y asf verlo con mas clari­dad. Nos ayudara a comenzar a comprender la mente y su funcionamiento, tanto en sf misma como a traves del cuerpo y el habla.

Hemos examinado el cuerpo, el habla y la mente por sepa­rado, pero son, por supuesto, interdependientes. Para que podamos progresar en el camino, los tres han de viajar juntos. Los tres han de ser adiestrados a actuar de forma menos per­judicial y destructiva, y mas provechosa para nosotros, para los demas y para el entomo en general.

Los ejercicios de este libro se han disef'lado como base prac­tica de trabajo para ayudamos en esta tarea. Mas adelante, al ir purificando el cuerpo, el habla y la mente, podremos pro­fundizar un poco mas. Podremos llegar a comprender que no tienen sustancia 0 solidez real, que nuestro cuerpo es como un arco iris, nuestra palabra como un eco y nuestra mente como un reflejo en el agua. Pero llegar a esta comprensi6n no se lograra sin un arduo trabajo.

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La conducta correcta

Abstenerse del mal, Practicar La virtud perfecta Y domar completamente La mente Es La doctrina de Buda.

Buda Gautama

Esta es la esencia de las ensefianzas de Buda, completa en sf misma y apropiada para todos, sea <:ual sea su nivel de comprensi6n espiritual. A primera vista es un consejo simple, pero no es fAcil ponerlo en prActica, ya que evitar acciones incorrectas y actuar s610 de fonna positiva y virtuosa resulta muy diffcil. Hacen falta Mucha paciencia y habilidad para domar la mente, pero no debemos desanimarnos por ello, pues las ventajas de seguir este consejo son inestimables. Una conducta correcta reporta felicidad para uno mismo y para los demAs; mientras que intentemos practicar esta ensefianza, podemos estar seguros de avanzar en la direcci6n correcta.

Todo el Mundo quiere ser feliz, pero la btisqueda de la felicidad nos puede llevar a cometer muchas acciones nega­tivas 0 incorrectas. Podemos, por ejemplo, matar a otros seres, engaflar 0 robar, tratando de conseguir felicidad. A menos que sepamos c6mo comportarnos, podemos estar

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causando sufrimiento a los demas en el momento presente, ademas de estar acumulando las causas de futuro sufrimien­to para nosotros mismos.

j,D6nde esta el origen de las aciones negativas? Surgen al aferrarnos, debido a la ignorancia, a la noci6n de un yo 0 ego independiente. Hasta ahora hemos mimado mucho este yo y nos hemos apegado a todo cuanto 10 sustenta. Nuestro apego a las posesiones, la riqueza y las sensaciones placenteras, a su vez hace que se desarrollen el orgullo, los celos y la codicia. Por otra parte, nos sentimos agraviados por cualquier cosa 0

persona que contradiga nuestra idea del Mundo y nuestra posici6n central en el, y asf surgen la intolerancia, la ira y el odio.

Mientras que a nivel cotidiano es practico e incluso necesa­rio aceptar la idea de un yo, a nivel absoluto el yo no tiene existencia separada 0 independiente. Esta verdad se hace evidente al reconocer que todos los fen6menos estan condi­cionados y son interdependientes.

La ignorancia y el error, por tanto, son la base de todas nuestras acciones negativas y nos crean problemas a todos, mientras que la practica de la disciplina y la vinud aumenta la calidad y el valor de nuestra vida. Esta practica nos ayuda a meditar y a domar la mente, al tiempo que nos libera de las manchas de las acciones negativas previas. Nos puede aponar felicidad a nosotros y a los demas. Por eso necesitamos observar una conducta correcta.

Hay diferentes maneras de entender y valorar nuestro com­ponamiento, pero un sistema util es considerar positivas todas las acciones vinuosas y negativas todas las acciones no vir­tuosas. Asf podremos apreciar dfa a dfa en que medida somos positivos 0 negativos. Nuestro objetivo no es otro que aumen­tar 10 positivo y reducir 10 negativo hasta que, finalmente, todo sea positivo. Cada manana debemos reiterar nuestra motivaci6n de hacer el bien y no danar a nadie. Durante la

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jornada hemos de recordar esta motivaci6n mientras trabaja­(DOS, estudiamos 0 descansamos; tanto si estamos solos como si estamos en compaftfa de otros. Constantemente debemos renovar esta motivaci6n en todo 10 que hacemos, decimos 0 pensamos. Vivir teniendo presente el bienestar ajeno dara valor Y dignificara cualquier tarea que realicemos, por muy insignificante que sea.

Por 1a noche, antes de dormir, es utll recordar y examinar nuestras acciones, palabras y pensamientos del dfa. Si 10gra­(DOS hacer10 sin engaflamos, podremos evaluar fielmente nuestro progreso sin necesidad de consultar a nadie mas. Llegaremos a reconocer las tendencias negativas y 1a forma en que surgen, y podremos reducir 1a frecuencia con que se manifiestan. De igual forma, al aprender a distinguir las ten­dencias positivas y sus causas, podremos fomentar su mani­festaci6n en un creciente numero de situaciones. Por supues­to, muchas de las cosas que hacemos son neutras y no requie­ren atenci6n.

Nuestra investigaci6n es algo mas que un simple ejercicio pasivo. No se trata simp1emente de observar nuestro defectos y pensar, "soy una persona terrible", ni de reforzar nuestro orgullo y autoestima al encontrar cualidades, sino de intentar transformar 0 eliminar 10 malsano y de cultivar las cualidades positivas. De esta manera podra mejorar 1a calidad de nuestra vida.

l,C6mo podemos distinguir entre 10 positivo y 10 negativo? En 1a tradici6n budista se explica la conducta correcta segl1n diez acciones negativas y diez positivas, que se refieren al cuerpo, 1a palabra y 1a mente. Estas pautas de conducta se han venido aplicando, probando su efectividad, durante dos mil quinientos aflos aproximadamente, y aun son vatidas para noSOtros en 1a actualidad. Tenemos 1a apremiante necesidad de evitar las diez acciones

nocivas. Tres de ellas se refieren al cuerpo: 1a primera, quitar

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la vida a alg11n ser viviente; la segunda, robar 0 lOmar 10 que no nos ha sido dado libremente; y la tercera, una conducta sexual incorrecta, que incluye forzar a alguien contra su voluntad 0 inclinaci6n y hacer que alguien romp~ sus votos religiosos 0 compromisos con su pareja.

Cuatro actos negativos se refieren al habla: e1 primero, engaftar 0 mentir a los dem~, 0 decir conscientemente cosas que no son verdad; e1 segundo, hablar de tal forma que provoque separaci6n 0 discordia entre amigos 0 parejas; el tercero, hablar mal de los dem~, denigrarlos 0 insultarlos, 0

herir sus sentimientos exponiendo cruelmente sus defectos; y, por Ultimo, debemos abstenemos de decir cualquier cosa que no sea ni uti1 ni beneficiosa.

La mente es 10 mas importante, por ser la fuente de toda nuestra actividad. Si permitimos que un pensamiento arraigue ahora, cuando mas tarde haya madurado y tomado expresi6n producira sin duda sufrimiento. Hay que evitar estrictamente tres inclinaciones mentales: la primera es la codicia. Se refie­re a desear la riqueza, posesiones 0 pareja de otras personas. La segunda es albergar malas intenciones hacia otros seres 0

desearles perjuicio de cualquier forma. Por Ultimo, no debe­mos dudar nunca de la verdad de la ley de causa y efecto que gobiema toda acci6n beneficiosa 0 nociva.

Hemos de comprender que las acciones negativas causan 8610 sufrimiento e impiden la consecuci6n de paz y de felici­dad. No necesitamos ser personas religiosas para entendedo. Si plantamos semillas de girasol creceran girasoles. Si perju­dicamos a los demas, su felicidad disminuye al momento y nuestra propia felicidad decrecera con el tiempo. E1 abstener­se de realizar las diez acciones negativas produce automatica­mente beneficio, pero ninguno de nosotros ha 10grado evitar­las completamente basta ahora. Esa es la ramn por la que hemos de tener mucho cuidado con 10 que hacemos, decimos o pensamos.

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La conducta co"ecta ff)

Tambien debemos intentar practicar las diez acciones posi­rivas, siendo cada una de ellas el antfdoto de su contraria. Asf, en lugar de matar debemos fomentar y preservar la vida en todas sus formas. En lugar de tomar 10 que no nos ha sido ofrecido libremente debemos compartir nuestra riqueza por rouy limitada que sea. Tambien debemos procurar mantener sieropre una buena conducta moral en nuestras relaciones.

En cuanto al babla, debemos ser veraces y honestos en todo roomento; hacer 10 posible por conciliar los mimos y arreglar desavenencias entre las personas; hablar bien de los demjis, si es que tenemos que hablar de ellos y, en general, emplear nuestra palabra con fines litiles y meritorios.

Mentalmente, nos tenemos que alegrar de la buena fortuna de los demjis en lugar de pensar: "ojalA eso fuera mfo", y debemos tener siempre buenas intenciones y deseos de felici­dad hacia todos. Por Ultimo, debemos comprender con clari­dad y aceptar totalmente la verdad de la ley de causa y efecto.

Las diez acciones nocivas y las diez virtuosas son pautas de conducta litiles tanto para budistas como para no budistas. Aplicarse a la pdctica de la virtud mejorarA las relaciones entre las personas, conduciendonos a un mundo mAs feliz. Siguiendo este consejo no se romperA ninguna ley y a nadie se of ended. Podremos estar seguros de que nuestras acciones no causarm ning11n daflo 0 sufrirniento.

Por muy virtuosa que sea nuestra conducta, tenemos que abstenernos de juzgar y encontrar defectos en los demAs. Una excesiva implicaci6n en 10 que otros hacen, dicen 0 piensan, o la comparaci6n de su comportarniento con el nuestro, puede conducir al orgullo por un lado y al desaliento por el otro. Por el contrario, 10 que tenemos que hacer es aplicarnos al maximo en domar nuestra propia mente seglin las elevadas pautas propuestas en las ensei\anzas. Busquemos dentro de nosotros signos de progreso 0 indicios de 10 que alin queda por mejorar 0 transformar, en lugar de buscarlos fuera.

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Una manera uti! de medir nuestro desarrollo es examinar nuestra actitud hacia los defectos que percibimos en los demas. Cuanto mas domada esm la mente, menos defectos encontramos en los demas; cuanto menos domada, mayor es la tendencia aver faltas fuera de uno. Cuando nuestra actitud y nuestra motivaci6n sean autenticamente positivas, predo­minara una apreciaci6n gozosa y virtuosa del entomo. Pero si la motivaci6n esta contaminada por la ignorancia y el egoismo, ella se reflejara en nuestra percepci6n de las cosas y de las personas, y el resultado sera la insatisfacci6n. La pureza, como la belleza, esm en los ojos y en el coraz6n de quien la percibe.

Evidentemente, es mas sabio adaptarse al mundo exterior que intentar que el mundo se ajuste a nuestras necesidades y deseos. Si la superficie de la tierra estuviera cubierta de espinos y ortigas, tratar de arrancarlos todos seria una tarea interminable, imposible. Pero si nos pusieramos un huen calzado, podrfamos andar c6modamente por todas partes a pesar de los espinos y las ortigas. Asimismo, cuando la mente esta domada, las circunstancias y las situaciones, tanto inter­nas como extemas, se aceptan y afrontan con mayor facili­dad.

Un cambio tan radical en nuestra visi6n de las cosas no se producira de la noche a la maftana y, al principio, debemos contar con que seguiremos cometiendo equivocaciones. Pero no hemos de eofadamos, desanimamos ni torturamos por ello, sino adoptar una actitud paciente y compasiva e intentar aprender de nuestros errores. Hemos de reeducamos a fondo para poder llegar a abordar correctamente las situaciones di­ffciles y relacionamos con los demas de manera mas equili­brada y positiva.

Es muy importante la actitud que tomamos cuando las cos as van mal. Es bastante facil contemplar el exito con ecuanimi­dad, pero hacer frente a cualquier tipo de fracaso es una

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prueba mucho m4s dura. Ciertas personas necesitan ser fir­roes consigo mismas para aprender de sus errores e impedir que vuelvan a suceder. Para otras, es mejor una respuesta m4s suave y considerada ante sus equivocaciones al juzgar 0

afrOntar una situaci6n. Tenemos que llegar a conocemos muy bien a nosotros mismos para poder emplear los medios m4s adecuados para desarrollar las cualidades del cuerpo, el habla y la mente.

Adem4s, al intentar practicar la conducta correcta y transfor­roar las tendencias perjudiciales, existe una gran probabilidad de que surjan esponUneamente distracciones e impulsos ne­gativos. No debemos sorprendemos 0 alarmamos si esto sucede; es evidente que un sol muy brillante proyecta una sombra m4s negra que uno nublado 0 parcialmente oscureci­do. 1.0 que debemos hacer es seguir adelante haciendo 10 que mejor podamos.

En nuestro nivel de principiantes es util aceptar que existen 10 positiv~ y 10 negativo, el bien y el mal, y que es necesa­rio disciplinar la mente. AI final del camino podremos ir m4s alla de estas nociones dualistas, pero al comienzo nos propor­cionan material de trabajo y nos indican la manera de avan­zar. A medida que nuestra practica vaya fructificando, el proceso de adiestramiento continuara sin que sea necesario pensar conscientemente en ello. Entonces todo 10 que haga­mos, digamos 0 pensemos sera, espontanea y naturalmente, por el beneficia de todos los seres. Es como aprender a conducir, al principio tenemos que concentramos en cada paso de la operaci6n, pero despues de un tiempo no es necesario repetir el proceso de aprendizaje cada vez que deseamos ir a alglin Iugar. De igual manera, una vez doma­da la mente, Ia practica de la conducta correcta sera como pane de nuestra naturaleza.

Por encima de todo debemos conservar Ia confianza y el respeto por las enseftanzas y no abandonarlas cuando las

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cosas se ponen diffciles. Sus principios Msicos son inmuta­bles y las tecnicas prActicas han sido refinadas y verificadas por cien generaciones de practicantes. Se puede confiar en elIas por completo. De nosotros depende el que. integremos estas enseflanzas y tecnicas en nuestra vida cotidiana, el que las bagamos nuestras. Si asf 10 bacemos, estaremos actuando en todo momento por el beneficio de todos los seres sin perjudicar a ninguno, y tambien estaremos conservando viva esta preciosa tradici6n en favor de las generaciones venide­ras.

Pregunta: Algunas personas piensan que si otros romp en las reglas de La conducta correcta y parecen ser /elices I.por qld no pueden elias hacer 10 mismo? La gente malvalla se hact a veces rica y poderosa, mientras que muchas buenas perso­nas no salen de la pobreza. RimpocM: Tal vez los que engat\an a los demAs se bacen muy ricos, pero eso no quiere decir que sean felices. La elase de riqueza que realmente merece la pena es vivir una vida satisfecha, disfrutando y apreciando cualquier cosa. Este tipo de riqueza podemos llevarla con nosotros dondequiera que vayamos, en cualquier situaci6n en la que nos encontremos. Incluso alguien que viva en la calle, en Picadilly Circus, y que duenna en una caja de cart6n, puede sentirse feliz si piensa: "esto es suficiente para mf'. En semejante situaci6n ni siquera tienes miedo de que te quiten la caja de cart6n, porque no tiene ninguna importancia realmente. Tener mu­chas casas 0 coches no qui ere decir que seas rico, pero si practicas la conducta correcta y estAs satisfecho de tu vida, eso sf se puede llamar riqueza.

Pregunta: La conducta correcta se ex plica a veces como aumentar el nUmero de acciones positivas y abandonar 0

eliminar todas las acciones negativas. Obviamente esta es La

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manera correcta de comportarse, pero algunas veces, al tra­tar de solucionar problemas 0 emociones negativas, se nos aconseja no luchar contra nosotros 0 contra Ia negatividad sino tratar de apreciar su cualidad. I.Podrla aclarar estos dos enfoques aparentemente diferentes? RimpocM: Creo que el enfoque depende del perfodo en el que uno se encuentre, inicial, intennedio 0 avanzado. Los principiantes, por supuesto, necesitan aprender a superar las acciones negativas, no es util simplemente aceptarlas. La mente no esta al1n madura; "10 negativo" existe y hay que afrontarlo. El primer paso esencial, el fundamento necesario para el desarrollo futuro, es actuar de manera positiva.

En la segunda fase no s610 sabemos romo hacer frente a la negatividad, sino que podemos reconocer y apreciar sus cualidades.

En la tercera fase nuestra mente esta madura y podemos integrar cualquier experiencia en nuestra practica. Si ya esta­mos en ese nivel tal vez no tengamos que comenzar por el de principiante. Pero en cualquier Divel que estemos, debemos pensar, actuar y hablar de fonna que sea beneficiosa para los demas y no cause ningl1n dano.

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La compasi6n

Con el fin de ayudar a todos los seres en su aparentemente inevitable sujrimiento, nos cubrimos con la tierna armadura de la compasion, que no se limita a la humanidad, sino que incluye a todos los seres, visibles e invisibles.

El XVI Gyalwa Karmapa

La compasi6n y el amor son esenciales para nuestra felicidad y para nuestro desarrollo espiritual. Los problemas con nues­tros amigos y familias, as! como los relacionados con nuestro entomo y el mundo en general, pueden solucionarse con estas cualidades.

Cuanto mas amplia y mas profunda es nuestra compasi6n, mayor es su efectividad y su alcance. Por 10 tanto, si es ver­daderamente univers"al, podremos ocupamos de todos y de todo de la manera correcta. Nuestra vida familiar adquirira mayor sentido y utili dad y, al aumentar nuestra felicidad, los demas tambien seran mas felices. Un crecimiento y una expansi6n continuos de la compasi6n mejoraran gradualmen­te el mundo, haciendo disminuir el deseo y el odio a nivel personal, mientras que entre naciones y grupos sociales dis-

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minuinin los conflictos y las guerras. Una cierta medida de compasi6n existe ya en todos los seres.

Aun los mc1s egofstas suelen ser capaces de ocuparse de sus padres, hijos, pareja y amigos. Incluso criaturas a~stumbra­das a matar, como los cocodrilos y las serpientes, sienten afecto por sus crfas. Sin embargo, cuando la compasi6n estj restringida a la propia familia 0 especie, excluye muchos m4s seres de los que incluye, y es muy estrecha comparada con la compasi6n sin lfmites que todos somos capaces de desarro­liar.

Aunque es posible imaginar tal capacidad, de momento alio no la tenemos. En el presente, el simple hecho de cui dar de nosotros mismos y no causar dano ni ser una carga para los demas ya requiere un esfuerzo considerable. Si podemos lograr tan s6lo eso, ya habremos logrado algo muy valioso; tendremos entonces la base apropiada para el futuro creci­miento, puesto que si no tenemos compasi6n por nosotros mismos, sera muy diffcil desarrollarla por los demc1s.

Para empezar es necesario comprender que todos comparti­mos el potencial de la mente iluminada. Es este un estado de alegrfa, amor, compasi6n e imparcialidad. Todos poseemos este potencial, pero la ignorancia y la acumulaci6n de nega­tividad 10 han oscurecido. Nuestra falta de comprensi6n y nuestras acciones negativas nos impiden, a su vez, reconocer-10 y desarrollarlo. Por 10 tanto, eliminando estos oscureci­mientos, podremos ir m<1s all<1 de la ilusi6n de una existencia separada y comprender la interdependencia de todas las co­sas. Se hara entonces evidente que cuando danamos a los demas, nos danamos a nosotros mismos, y cuando cuidamos a los demas, nos cuidamos a nosotros mismos. Cuando sea­mos capaces de ver este potencial de la mente iluminada tanto en el amigo como en el enemigo, podremos tener igual com­pasi6n por todos.

En realidad todo el Mundo desea la felicidad y sus causas,

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exactamente igual que nosotros. Incluso los que se causan sufrimiento a sf mismos 10 hacen 8610 por ignorancia, porque nadie, sinceramente, quiere ser desgraciado. No se dan euenta de que la virtud es 10 que crea la felicidad, y de que un estado mental feliz es 10 que inspira a practicar la virtud.

1.0 primero, pues, es distinguir entre actividad positiva y negativa. Cuando hayamos aprendido que es correcto y que es incorrecto, podremos aplicar cuidadosamente esta com­prensi6n a nuestra vida cotidiana. El capitulo de la conducta correcta nos ofrece pautas sencillas acerca de la acci6n vir­tuosa y nos previene contra la negativa. Puede resumirse asf: las acciones positivas producen la felicidad y sus causas, las negativas s610 producen m~ sufrimiento. A menos que comprendamos esta distinci6n, que es la base para el desarro­llo de la compasi6n, crearemos sufrimiento para nosotros mismos y para los dem~, 10 queramos 0 no.

La compasi6n y el amor pueden desarrollarse progresiva­mente, paso a paso, pero no sin gran esfuerzo y paciencia por nuestra parte. Primero hay que adiestrar bien la mente para que estas cualidades puedan ser suficientemente profundas y fuertes como para permanecer intactas aun cuando las cosas se pong an en contra nuestra.

Para empezar, debemos reconocer que todos nosotros, sin excepci6n, sufrimos de alguna manera. Pobres y ricos, dota­dos 0 no, todos tenemos que padecer los sufrimientos del nacimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte. Sin posible liberaci6n, somos como prisioneros esperando la ejecuci6n en el calabozo; no hay donde escapar ni donde esconderse de la impermanencia y la muerte inevitables. Ninguno queremos SUfrir, pero todos 10 hacemos en diversas formas, incapaces por igual de escapar de ella por mucho que 10 intentemos.

Los ricos sufren a pesar de su buena fortuna; viven con teroor a perder su riqueza, son corrompidos por ella, 0 es la causa de la destrucei6n de la amistad y la eonfianza de los

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que les rodean. Los pobres pueden sufrir de hambre, de falta de cobijo 0 por la constante preocupaci6n de mantener a los suyos. Las personas inteligentes sufren a pesar de sus facul­tades, e incluso a causa de elIas, mientras que. los menos dotados se sienten desbordadospor los problemas mas sim­ples . . Aunque algunas personas parecen disfrutar dafiandose a s(

mismas y a los demas, no por ello estan exentas de sufrimien­to; con frecuencia, ya sea por ignorancia 0 por babito, 0 por ambos a la vez, no pueden evitar hacerlo. Una serpiente puede no tener el deseo de picar a un nino que esta jugando en la hierna, pero 10 hace as( por miedo e ignorancia, aunque no tenga hambre ni se sienta en peligro. Para las serpientes el veneno es parte de su forma de vida, pero para los humanos no tiene por que ser asf. Si alguien nos molesta 0 hace algo que no nos gusta, posiblemente nos enfademos, pero culparle o desear castigarle no es una actitud en absoluto compasiva. Tenemos que aprender a dejar de reaccionar negativamente y a no atacar como 10 hana una serpiente u otro animal. En estas situaciones la respuesta adecuada es la compasi6n, no la ira.

A la mayorfa de nosotros nos resulta fAcil ser bruscos y egofstas, mientras que ser considerados y bondadosos nos resulta muy diffcil. Para desarrollar nuestra compasi6n y nuestro amor debemos intentar ponemos en el lugar de los demas y ver las cosas desde su punto de vista. De esta manera ni les dafiaremos ni haremos nada que no nos gustana que nos hicieran a nosotros. Por el contrario, debemos siempre intentar dar a los demAs la felicidad que quisieramos para nosotros. Asi, finalmente, llegaremos a desear tanta felicidad a los demas como la que nos deseamos a nosotros mismos, y podremos llegar a encajar en el Ambito social como piezas de un rompecabezas. Es evidente que esto no se puede conseguir sin tener muy en cuenta los sentimientos de los demAs.

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Todos los seres sufren, se den cuenta de ello y sean capaces de admitirlo 0 no. Una vez hemos reconocido plenamente este hecho, el siguiente paso es cultivar el fuerte deseo de que se yean libres de las causas de ese sufrimiento. Nuestro objetivo debe ser no excluir a ninguno de la esfera de activi­dad de nuestra compasi6n.

Es diffcil definir una compasi6n ilimitada semejante, pero puede compararse a la fuerza y profundidad del sentimiento que existe entre una madre y su hijo, extendida a 1000s los seres por igual.

En la sociedad occidental la relaci6n entre padres e hijos es mas distante que en Oriente. El ideal occidental es indepen­dizar y dar libertad a los hijos 10 antes posible. Los beMs son alimentados con biber6n; los niftos pequeftos duermen sepa­rados de sus madres y se les da responsabilidades para las que no estan preparados. A menudo incluso se les deja solos en casa mientras los padres van a trabajar. Los adolescentes salen al mundo demasiado pronto y tienen malas expelien­cias. Esta bUsqueda prematura de libertad es como la de los pajaritos que saltan del nido antes de saber volar y se estre­llan contra el suelo. Estas situaciones son frecuentes y son consideradas como algo normal, a pesar de que en numerosos casos esos niftos acaban reclufdos en instituciones especiali­zadas s610 porque han tenido demasiada libertad antes de tiempo.

En muchos pafses orientales, sin embargo, en las familias a6n se conserva la tradici6n de trabajar y dormir juntos. Las madres com parten su leche, su comida y su felicidad con sus hijos, y existe una gran intimidad que hace que los hijos se sientan muy seguros. Aunque menos frecuente en Occidente, esta clase de relaci6n amorosa, pero aplicada a todos los seres por igual, es la que estamos buscando.

Otra manera de cultivar compasi6n es pensar en como nos sentirfamos si nuestra propia madre fuera torturada 0 daftada

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de algt1n modo. Pensarfamos: "jQue pueda ser liberada de ese sufrimiento!". Nuestro objetivo es generar un sentimiento de esa misma intensidad respecto a todos los seres: desear fer­vientemente que todos puedan verse libres de suo sufrimien­to. AI principio uno practica compasi6n y amor por los seres mas cercanos: la propia madre, la persona amada 0 el amigo fntimo, y luego ampliamos ese sentimiento hasta incluir a todos los seres sin distinci6n.

Eso no quiere decir que los seres humanos sean el 6nico objeto de nuestra compasi6n. Los animales tambien padecen grandes sufrimientos. Muchos de ellos son sacrificados inne­cesariamente, a menudo sin ni siquiera la excusa de ser necesarios para servir de alimento. Los deportes sangrientos son practicados en todo el mundo; en todas partes los anima­les son cruelmente explotados por el hombre, perseguidos por otros animales y ademas tienen que buscar com ida y cobijo para sf mismos y sus crfas. Nos resulta diffcil imaginar c6mo se siente un pez cuando es pescado y extrafdo del agua, 0 un zorro perseguido hasta la muerte, pero podemos estar seguros de que tales experiencias no nos gustarfan. Nos quejamos 0

chillamos cuando nos arrancan un solo pelo de la cabeza, pero las ovejas son cruelmente esquiladas incluso cuando hace mucho frio. A pesar de que no podemos influir mucho en el mundo en estas cuestiones, podemos siempre esforzar­nos por ser 10 mas bondadosos, cuidadosos y respetuosos posible bacia todas las formas de vida.

EI siguiente paso en el desarrollo de la compasi6n es traba-. jar para liberar a todos los seres de su sufrimiento. Recordar sus padecimientos y ponemos mentalmente en su lugar nos ayudara a despertar nuestra compasi6n y ampliara considera­blemente su radio de acci6n.

EI punto de partida de nuestra ayuda a los demas es nuestra propia experiencia, ya que a menos que podamos afrontar y resolver las situaciones que nos producen a nosotros dolor y

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sufrimiento, no podremos adquirir ni la confianza ni la capa­cidad necesarias para ser utiles a otros.

En este sentido es importante reconocer que cuando perci­bimos el mundo y nuestra situaci6n en ~1 en rerminos de vio­lencia Y sufrimiento, se trata de nuestra propia creaci6n, 1a proyecci6n de nuestra propia negatividad interior. Resu1ta evidente que no sirve de nada tratar de huir con la esperanza de encontrar un mundo mejor 0 alguna especie de parafso celestial. Con el entendimiento correcto, sin embargo, sf que podemos conseguir una re1aci6n sana y positiva con e1 mundo aparente, aquf Y ahora.

Cuando nuestra mente es pura. esa pureza ilumina todo 10 que percibimos. de 1a misma manera que una persona con buena vista 10 ve todo con c1aridad. tal como es. Para una visi6n defectuosa, sin embargo, todo aparece borroso e im­preciso provocando confusi6n y error. Es inutil intentar cambiar el objeto que se ve; es la vista 10 que hay que mejorar. Si percibimos negatividad en otras personas, debe­mos desarrollar compasi6n por elIas. A medida que la com­pasi6n y 1a comprensi6n aumenten dejaremos de encontrar faltas en los demc1s, quienes, a su vez, nos tendrm en mayor estima; se generara respeto mutuo y la enemistad decrecera considerablemente.

Nuestro objetivo al desarrollar el amor y 1a compasi6n es que lIeguen a ser totalmente imparciales. Tenemos que llegar a comprender que ser mas amab1es con nuestros amigos que con nuestros enemigos no es 10 correcto. Teniendo en cuenta que el amigo de hoy puede ser el enemigo de mafiana, y viceversa, no debemos tomarnos ninguno de los dos de una manera demasiado s6lida. Tenemos que hacer todo 10 posible por tratar a nuestros enemigos tan amigablemente como a nuestros amigos y considerarlos a todos como objeto de nuestra bondad.

Ellogro de la alegria, e1 amor, 1a compasi6n y la imparcia-

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lidad ilimitados puede parecemos que estA mAs allA de nues­tro alcance. Sin embargo, a 10 largo de la historia han existido muchos santos y maestros que alcanzaron ial realizaci6n y que dedi caron sus vidas a trabajar intensamente ppr el bene­ficio de los demAs. Sus logros no se basaron en el estudio, la habilidad para hacer la guerra 0 la acumulaci6n de posesiones materiales, sino en su amor por todos los seres. Siguiendo su ejemplo nosotros tambien podemos llegar a hacer realidad la promesa de nuestro precioso nacimiento humano y despertar en nuestro interior esa compasi6n sin limites.

La compasi6n que vemos en las personas que nos rodean tambien puede servimos de inspiraci6n. Existen muchas personas honestas, sinceras y consideradas que, por ejemplo, dan dinero, comida y ropa a familias y nifl.os necesitados. Cuando nuestra preocupaci6n por el bienestar de los que son menos afortunados que nosotros estA desprovista de orgullo 0 deseos de fama y reconocimiento, estamos en el camino correcto. Gradualmente, a medida que vamos adquiriendo confianza y nuestro prop6sito se va fortaleciendo, nuestra benevolencia llegarA a abarcar a todo aquel que sufre, y con mayor raWn a los que estAn mAs desamparados y necesitan mayor ayuda y consuelo.

Esto es particularmente relevante respecto a los ancianos y enfermos que, en la sociedad occidental, son tan a menudo desatendidos 0 rec1ufdos en asilos 0 instituciones publicas. Es erroneo apartar de esta manera a los ancianos y enfermos s610 porque nos "estorban" 0 porque requieren mayor atenci6n y cuidado de los que nos sentimos capaces de ofrecer. Por el contrario, siempre que sea posible, debemos facilitar ese cuidado y apoyo, esa seguridad y afecto que puede ayudarles a considerar la proximidad de la muerte como parte de la continuidad de la vida, y no como algo ajeno 0 separado de ella.

Es indudable que ocuparse de los ancianos y los enfermos

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puede ser muy diffcil. A menudo sufren confusi6n e irracio­nalidad adem cis de dolor ffsico y debilidad, e incluso pueden tratar de manipular a los demcis con asuntos de herencias y legados. Sin embargo, constituyen un buen ejemplo para desarrollar compasi6n poniendonos en su lugar, ya que todos seremos viejos y estaremos enfermos un dfa. Observar como se sienten los demcis nos ayudarci a madurar mentalmente y ampliarci nuestra compasi6n.

Por muchas cosas utiles que hayamos aprendido, la semilla de la compasi6n no crecera y darn fruto a menos que este expuesta a la luz de la experiencia cotidiana. Estudiar meto­dos de relajaci6n y tener una actitud mental abierta y solicita es de poco beneficio si en nuestra vida diaria estamos tensos y somos desconsiderados. Si compramos y alimentamos un caballo, sin montarlo jamas, puede que se vuelva salvaje y no nos sirva para nada. Si queremos que alglin dfa nos lleve a donde deseamos ir, debe ser montado asiduamente. De modo comparable, la compasi6n, el amor y la bondad han de con­vertirse en parte integrante de nuestra experiencia.

Sin embargo, no debemos practicar estas cualidades con la esperanza de recibir algo a cambio. Considerar la prcictica del arnor y la bond ad como una especie de transacci6n comercial, s610 refuerza el concepto de ego y de "yo" separado. Por el contrario, la compasi6n desprovista de egofsmo nos ayuda a ir mcis alla de esta aislada y empobrecida visi6n de la realidad y de nuestro lugar en ella, poniendonos en contacto con la unidad esencial que estci presente en todo. La actitud correcta no es ni tener esperanzas de exito, ni temor al fracaso perso­nal, sino simple y humildemente avanzar con el esfuerzo liberador de velar por todos los seres.

A menos que comprendamos esta motivaci6n correcta, la prcictica de la bondad y la generosidad hacia los demas puede crear obstaculos. Lo importante es recordar que sea 10 que sea 10 que podamos dar, ha de darse sin reserva, ya sea poco 0

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mucho. Tener una mala disposici6n para compartir 1a propia felicidad 0 riqueza es no comprender e1 sentido verdadero de 1a compasi6n. Un nll\o se aferra a su juguete temeroso de perdedo; nosotros actuamos de una forma simi)ar cuando pensamos Unicamente en proteger y guardar nuestras posesio­nes para nosotros. Con esta actitud devaluamos las posesio­nes y dejamos de encontrar en elias una fuente de dicba. Lo que necesitamos proteger en todo momento es nuestra moti­vaci6n compasiva; cuanto mas nos demos a los demas, mas fuerte y mas fiab1e sera esta motivaci6n.

La pnictica de la compasi6n requiere una buena dosis de discernimiento. Por ejemp10, dade a un alcoh6lico una bebida fuerte, aunque nos 1a pida, no es un acto de bondad. Tampoco debemos tratar de imponer nuestra ayuda 0 interferir en situa­ciones en las que no podemos bacer nada positivo. Si vemos dos personas pe1emdose, quiza pensemos que es un acto de compasi6n intervenir y tratar de parar 1a pelea. E1 resultado probablemente sera que se enfadarm con nosotros y nosotros acabaremos tambien enfadmdonos, y s610 aumentara 1a con­fusi6n. A menos que nuestra compasi6n este suficientemente arraigada como para poder contro1ar nuestras propias emocio­nes, inc1uso en medio de 1a ira y e1 conflicto, mejor sera no intervenir en abso1uto.

No tenemos que pensar que porque nosotros estamos prac­ticando 1a compasi6n los demas deben hacer 10 mismo. Debemos simp1emente aplicarnos a nuestro propio desarrollo y, a medida que crezcan nuestra felicidad interior y nuestra compasi6n, otros muchos se darm cuenta de manera natural de los beneficios de 10 que estamos intentando 10grar, y se sentirm inspirados, en su momento, a seguir nuestro ejemplo.

Por 10 tanto, mientras que por un lado debemos siempre esforzarnos en ser 10 mas utiles posib1e, por el otro debemos tener cui dado de no ir mas alia de nuestro nivel de desarrollo. El crecimiento de la compasi6n ha de ser uniforme y gradual.

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Con paeiencia, discreci6n, discriminaci6n y sentido comun, podremos relacionamos euidadosamente con eada situaei6n cuando se presenta, asegunindonos de que todo 10 que hace­mos, decimos 0 pensamos no hace dafto a nadie y es siempre benefieioso.

Hasta aquf hemos contemplado los beneficios del amor, la bond ad y la compasi6n, la manera de eultivarlos y la mejor manera de praetiearlos. Debemos seftalar, sin embargo, que aunque las diferentes fases de desarrollo y pnietiea requieren pacieneia y una euidadosa aplieaei6n, nunea es sensato pos­poner el despertar de nuestra compasi6n y el adiestramiento de la mente.

En general todo el mundo desea disfrutar de la vida y ser feliz, y prefiere no pensar nunca en la muerte. Si fuera posi­ble encontrar un placer mundano que durase basta el momen­to de la muerte, esta aetitud estarfa justifieada, pero tales goces nunea duran mueho tiempo, unos pocos aftos a 10 sumo. El dinero que aeumulamos 0 invertimos se derrite como un helado at sol; los placeres derivados de la comida y la ropa, o de la forma de hablar 0 aetuar de otras personas -todas las cosas que apreciamos- esWl sujetas al eambio. La alegrfa y la felicidad de hoy faeilmente se eonvierten en la desdieha y la perdida de maftana. Incluso durante el transeurso de un solo dfa, una fuente de placer puede convertirse en una fuente de infelicidad.

Si bien no hay nada malo en disfrutar de la vida, no debe­mos olvidar nunea que todo es impermanente, inelufdos nosotros, y que nuestro tiempo es demasiado precioso para ser desperdiciado. Aunque podemos estar seguros de que nos llegara la muerte, el tiempo y ellugar son imprecisos. Ya que sin duda en el momento de la muerte darfamos todo 10 que tuvieramos a eambio de un solo dfa mas de vida, no debemos retrasar ni un instante el despertar de la compasi6n. Cuando tengamos que dejarl0 todo atras, 10 que nos reportarA mayor

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paz y consuelo es el bien que hayamos hecho. Por 10 tanto, donde y cuando podamos, debemos desarrollar

compasi6n sin demora. Si 10 dejamos para mai'Uma no podre­mos relacionarnos tan directamente con la situa~i6n que nos habia inspirado aquella compasi6n. Cuando tenemos hambre y sed no las posponemos veinticuatro horas, sino que las satisfacemos inmediatamente. Con similar urgencia debemos aplicarnos a la practica del amor y la bondad haciendolas parte natural y espontafiea de nuestra vida.

El recordar que tenemos que morir no quiere decir que tengamos que vivir con terror a la muerte. Desesperarse y atemorizarse no seran de nioguna utilidad, y ademas nos impediran disfrutar de la vida. Por el contrario, la inevitabi­lidad de la muerte nos debe inspirar a utilizar de la mejor manera cada precioso instante, cultivando la fortaleza inte­rior, el amor y la compasi6n. Asi, cuando quiera que tenga­mos que morir, habremos hecho todo 10 posible por hacer de nuestras vidas algo valioso y util, tanto para nosotros mismos como para los demas.

No hay manera de evitar la muerte, pero con suficiente esfuerzo y la motivaci6n correcta podemos sin duda evitar el sufrimiento. Mientras que nuestra determinaci6n sea 10 bas­tante fuerte y nuestra confianza no nos falle, tendremos los medios y el poder de neutralizar las causas del sufrimiento para cortarlas de raiz. Y si alguna vez dudamos del valor de nuestros esfuerzos, no tenemos sino que mirar nuestra propia experiencia y la de los que nos rodean para reconocer cum beneficioso es para todos el desarrollo y el florecimiento de la compasi6n en el mundo.

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La atenci6n vigilante

Cuando en un estado de total reiajacitm uno observa 10 que esta sucediendo, este acto, en s( mismo, produce Juerza.

Jetson Milarepa

Una gran parte del sufrimiento que encontramos en nuestra vida es~ causado por nuestra faha de atenci6n. Cada dfa nuestra ignorancia y nuestra limitada comprensi6n dan lugar a problemas y situaciones diffciles. Sin embargo, si estamos atentos, 10 negativo puede transformarse positivamente mien­tras que 10 positivo ni se descuida ni se desperdicia. Si nos adiestramos en la practica de la atenci6n, encontraremos mas facil desenvolvemos en cualquier situaci6n, nuestro trabajo sera mas fructffero y todos los demas aspectos de nuestra vida se haran mas ricos y valiosos.

Una atenci6n simple y clara, aplicada a toda nuestra expe­riencia en el mismo momento en que se produce, nos liberara de los errores emocionaies que son la causa de tanta confu­si6n y sufrimiento. Cuando surgen tendencias negativas ame­nazando con manifestarse, frenamos, nos estabilizamos, e in­tentamos hacer una s61a cosa a la vez, cuidadosa y completa-

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mente. Esto es la atenci6n vigilante. No hace falta que seamos personas religiosas para apreciar

los beneficios de la atenci6n vigilante, ya que adem as de aumentar nuestra felicidad e$piritual puede condQcimos a una mayor felicidad mundana. Tanto si estamos realizando ejerci­cios de visualizaci6n, como si estamos simplemente cruzando la calle, podemos utilizar esta atenci6n como base de nuestro bienestar. Podemos practicarla en todo momento y en cual­quier situaci6n, mientras trabajamos, comemos, vamos en coche 0 disfrutamos del sol.

Asf pues, no estamos considerando un concepto filos6fico abstracto, sino algo que tiene que convertirse en parte pnkti­ca de nuestra existencia cotidiana. Es incorrecto pensar que la meditaci6n y la atenci6n vigilante son actividades de algl1n modo diferentes de 10 que normalmente hacemos, decimos y pensamos. En lugar de intentar encontrar este estado de aten­ci6n fuera de nuestra experiencia diaria, nuestro objetivo es integrarlo en todo 10 que hacemos, estemos donde estemos.

A medida que seamos mas conscientes de las necesidades y deseos de los demas, disminuiran las fricciones y los con­flictos en nuestro trabajo, en nuestro hogar y en todos los demas aspectos de nuestra vida. Con atenci6n vigilante desa­rrollaremos mayor flexibilidad y adaptabilidad, junto con una mejor comprensi6n de los demlis y de la manera en que les afectan las cos as que hacemos y decimos. Manifestandonos de una forma mlis Mbil, menos dura, podremos coordinar nuestras actividades con las de los demlis.

Sin embargo, esta no es tarea flici!. Transformar nueStras actitudes egotistas y egofstas en cuidados y atenciones para con los demlis requiere mucho esfuerzo. Para lograr una rela­ci6n armoniosa con todos, debemos aprender a domar la mente y a no dafiarles con nuestra ira, nueStras neurosis y nuestros celos. Incluso cuando nos sentimos mal por dentro, hemos de ser cuidadosos y no dejar que esa negatividad les

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perjudique. Si expresamos inmediatamente 10 que pasa por nuestra mente, sin reparar en 10 que hacemos, nuestro com­portamiento sen impetuoso y descuidado. Con esto no quere­mos decir que debamos reprimir constantemente nuestros sentimientos, ya que podrfamos crear una especie de cubo de baSom interno para todas las reacciones negativas, que lIega­ria a estar tan lleno de veneno que 10 vomitarfamos violenta­mente y no podrlamos controlar las consecuencias. Por e1 contrario, si aprendemos a considerar nuestros pensamientos y emociones de una foma m~ transparente y menos solida, la baSura dejari de acumularse.

Los impulsos emocionales pueden surgir y surgirin, pero con atencion vigilante podremos conservar la calma y evitar la manifestacion de sus aspectos perjudiciales. Podremos sim­plemente detenernos y darnos cuenta de la naturaleza negati­va y las consecuencias potenciales de emociones tales como la ira y los celos, y no nos dejaremos arrastrar por elIas. 19ual­mente, si tenemos la tendencia de racionalizar 0 justificar nuestra negatividad y malas intenciones, podremos darnos cuenta de nuestra equivocacion y dejar de bacerlo.

Esto puede parecer muy simple, pero esta sencilla manera de practicar es de hecho muy compleja a causa de todas las dificultades que nos hemos creado nosotros mismos. En este siglo XX hemos fabricado muchas m~uinas y desarrollado mucho la tecno10gfa, y como resultado nos hemos complica­do mucho m~ 1a vida en lugar de simplificaria. Todo 10 que experimentamos, nos guste 0 no, es un producto de 10 que hemos creado nosotros, inclufdas las vidas tan ocupadas, acti­vas y mundanas que vivimos. El antfdoto contra todo 10 que esU mal y es demasiado complicado es simplificarlo todo. i.C6mo podemos conseguirlo?

Para empezar, en lugar de intentar bacer varias cosas a la vez, apliquemonos totalmente a una sola. Necesitamos vivir m~ en el presente, en el ahora, en 1ugar de estar siempre

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pensando en 10 que podriamos estar haciendo 0 en 10 que vamos a hacer despues. Tratemos tambien de no dejamos distraer por 10 que vemos, 10 que ofmos, y todo 10 que perci­bimos a nuestro alrededor. A medida que surjan pensamientos y sensaciones, observemos simp1emente su ir y venir de una forma re1ajada, sin aferramos a ellos. De esta forma nuestra mente tendeni a vagar menos, a preocuparse menos, y a no invo1ucrarse ni dejarse afectar por las ideas y emociones pa­sajeras. Este tipo de conciencia, simple y desapegada, nos darn una capacidad mayor para comprender tanto 10 que esta­mos haciendo como 10 que sucede a nuestro alrededor. 19ual que un cocinero experto puede hacer una comida alimenticia y equilibrada con unos pocos ingredientes Msicos, nosotros podemos aprender a aprovechar al maximo 10 que ya tene­mos, a hacer 10 que mejor podamos. Asi no cometeremos la equivocaci6n de hacer nuestras vidas mas complicadas de 10 que ya son.

La meditaci6n formal nos da un exce1ente punto de partida para e1 cultivo de 1a atenci6n vigilante. Una de las tecnicas es simp1emente sentarse, re1ajarse, no hacer nada y dejar que la atenci6n se dirija hacia el interior. Podremos entonces ver con mayor claridad 10 que pasa en nuestra mente, 1a forma en que surge la confusi6n y cuM es e1 origen de los errores que sole­mos cometer. Generalmente vamos tan deprisa que no somos realmente conscientes de 10 que es bueno 0 malo, ni de d6nde nos equivocamos. De la misma forma que un montador de cine pasa la pelfcula a camara lenta, fotograma a fotograma. para detectar errores y hacer correcciones, nosotros tenemos que desacelerar nuestras vidas si queremos hacer arreglos 0

mejoras en nuestra pelicula. El hecho de observar, dejando que todo vaya y venga a su aire, hara que nuestros pensamien­tos se calmen de forma natural. Sin rechazar los malos pensa­mientos, como haria un censor, ni dejarse fascinar 0 detenerse en los que consideramos buenos, simplemente observamos sin

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reaccionar. Libemndonos de la actividad ffsica y de la tenden­cia a actuar 0 reaccionar ante cualquier impulso que suIja, podremos desarrollar un estado de serena comprensi6n que llegara a penetrar toda nuestra experiencia.

Mas adelante, al irse desarrollando nuestra atenci6n, sere­roos capaces de permanecer en calma y sin distraemos en las situaciones m4s bulliciosas e inc6modas; imperturbables ante la actividad, los ruidos, el calor, el polvo e incluso ante perso­nas que nos insultan 0 nos causan algdn perjuicio. En ese nivel nada podra alterar 0 trastomar nuestra ecuanimidad. Permaneceremos tranquilos y relajados en tod~ momenta y en cualquier situaci6n. La atenci6n se habra convertido en un estado agradable del que podremos ciertamente disfrutar.

Nuestro objetivo debe ser adquirir paz mental. Cada uno de nosotros debe hacerse responsab1e de 10 que dice, hace 0 piensa, de 1a misma forma que un embajador 10 hace por °e1 pais que representa. Para conseguir esta paz tenemos que cul­tivar nuestro propio ser. Si desarrollamos paz interior ya no tendremos que buscar1a fuera de nosotros, y los dem4s se beneficiaran de nuestro ejemp10. Una vez la mente haya desarrollado p1enamente la paz, ya no reaccionaremos negati­vamente, pase 10 que pase.

En el presente esto puede parecemos una tarea muy diffcil, pero debemos comprender que no hay nada en este mundo que no pueda cambiarse. Ya que nuestra percepci6n del en­torno esta condicionada por nuestra mente, es posible superar todo sufrimiento y alcanzar 1a felicidad. Aprenderemos a no huir del sufrimiento y a no aferrarnos a la felicidad, conscien­tes de que ambos estados son igualmente subjetivos e imper­manentes. Nuestro objetivo, por 10 tanto, es desarrollar una tranquilidad que este m4s alla de 1a pena y la alegrfa ordina­rias.

Tambien aprenderemos a descansar la mente, no en un esta­do de embotamiento y semi-inconsciencia, sino en uno de

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vigilancia libre de apego. Un buen artista, para que una pintu­ra sea completa, considera cada detalle as! como el cuadro en su totalidad. AI mismo tiempo, el objetivo no es tan s6lo ver con claridad y precisi6n, sino tambien ver mas alla de las apa­riencias y ser conscientes de la naturaleza no-s6lida de todos los objetos.

Todo 10 que nos encontramos y experimentamos a traves de los sentidos esta compuesto por alomos y partfculas sub-at6-micas. Cuando se agrupan, hay forma; pero al no existir sepa­radamente del espacio en el que aparece, esa forma carece de verdadera existencia s6lida. De hecho, tod~ esta en estado de flujo, puede disolverse, destruirse 0 reorganizarse en cual­quier momento. Esta perspectiva del mundo ffsico esta veriti­cada por muchos experimentos recientes en el campo de la ffsica. Ejercicios tales como "El areo iris", que encontraremos mas adelante en este libro, nos ayudaran a reconocer la natu­raleza no-s6lida de las cosas y a reducir nuestro apego e invo­lucraci6n por las cosas materiales.

La atenci6n vigilante tambien nos ayudara a dejar de proyec­tar ideas y valores falsos en el mundo que nos rodea. Las cosas del mundo extemo parecen tener su propia existencia individual, pero somos unicamente nosotros los que estamos proyectando una forma 0 un valor en esas cosas. Mientras que nuestra mente no sea completamente pura, nuestras proyec­ciones pueden parecer muy s6lidas, ya que nosotros mismos parecemos ser muy s6lidos. Por ejemplo, las experiencias que tenemos en suefios y las que tenemos cuando estamos despier­tos no nos parecen muy diferentes; el grado de intensidad del temor, la excitaci6n y otras sensaciones y sentimientos que puedan suIjir, es muy semejante. Sin embargo, cuando noS despertamos y nos damos cuenta de que estabamos sofiando, podemos ver que esas experiencias no tienen el mismo signi­ficado y las mismas consecuencias que si hubieran sucedido mientras estabamos despiertos. De la misma forma, a medida

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que la mente se vaya desarrollando, podremos reconocer la insustancialidad de nuestra experiencia cuando estamos des­piertos. Esta es la razOn por la cUal una mente desarrollada se describe a menudo como "despierta": que es~ libre del suei'l.o de la ignorancia y reconoce la naturaleza no-s6lida de toda experiencia.

Hay otro conocido ejemplo que ilustra el poder de la pro­yecci6n mental, el poder de imaginar cosas: al ver una cuerda en una habitaci6n poco iluminada podemos pensar que se tra-13 de una serpiente y asustamos. E1 temor que sentimos no es diferente del que experimentarfamos si se tratase de una ser­piente de verdad. Sin embargo, tan pronto como nos damos cuenta de que es s6lo un trozo de cuerda, e1 temor desapare­ceo Esto es un ejemp10 de c6mo todo 10 "bueno" y 10 "malo" es enteramente nuestra proyecci6n. No hay nada a 10 que aferrarse 0 a 10 que temer mas que a los valores que nosotros mismos atribufmos a esas proyecciones. En este sentido, cuanto m~ reales las concebimos, mas fuertes se vue1ven.

La experiencia cotidiana, a pesar de que parece tan s6lida y real, puede compararse a un espec~culo de magia, una fun­ci6n de teatro 0 una pelfcula. Si no somos capaces de ver este aspecto no-s6lido y parecido a un suei'l.o, estamos atados como prisioneros por nuestra propia involucraci6n. Mas ade­lante, a medida que nuestra comprensi6n se desarrolle, co­menzaremos a entender c6mo gran cantidad de ingenios, tru­cos y efectos especiales se combinan para reforzar la aparente realidad de esa experiencia . . Esta comprensi6n puede, en cier­to sentido, hacer el espec~cu10 menos interesante, pero aoo podremos apreciar toda su riqueza, emoci6n y variedad. La diferencia respecto a nuestro estado anterior es que ahora podremos ver que todos nuestros pensamientos y sentimien­los positivos y negativos son simp1emente e1 juego de la mente. De esta forma ni ni)s sentiremos abrumados por ellos ni perderemos e1 sentido de 1a proporci6n y la perspectiva.

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Aquel que no realice la naturaleza de la mente estani para siempre bajo el hechizo de la ilusi6n. No en vano se ha dicho que la diferencia entre lluminaci6n y no-lluminaci6n es sim­plemente la diferencia entre ser capaz de ver Y CQmprender, y no ser capaz de ver ni comprender.

La aptitud para actuar en beneficio de todos, es decir, saber c6mo aplicar nuestra ayuda de la forma m4s hAbil y apropia­da, depende en buena medida de la capacidad para superar cualquier concepto del Mundo como algo fijo, s6lido y sustan­cial. Cuando ya estamos libres de esta limitaci6n, nuestra comprensi6n puede aumentar en su alcance y esfera de at­ci6n. Desde el suelo, por ejemplo, s610 podemos ver los alre­dedores mas inmediatos; desde un tejado podemos ver MUCha

mas, mientras que desde 10 alto de una montafia se pueden ver muchos tejados; desde un avi6n, grandes extensiones e inclu­so regiones enteras estm a la vista.

De manera similar, la atenci6n y la comprensi6n de una persona sabia no estm restringidas a sus asuntos personales, ni a una idea del Mundo rlgida e inflexible. Con desapego y objetividad, las diferentes situaciones se ven con mayor clari­dad, tal como son, y se puede ser consciente de las necesida­des y problemas de todo el Mundo. Una conciencia compasi­va de esta fndole permitira aplicar los medios apropiados y correctos seg6n las necesidades de cada momento. Asf pues, nuestra responsabilidad es tratar de aumentar nuestra com­prensi6n, considerar cada situaci6n en su totalidad, desear ayudar a los demas con sus problemas y no tener una menta­lidad estrecha. De esta manera todo el Mundo se beneficiara

Sin embargo, semejante grado de atenci6n requiere un man­tenimiento diligente y una continua reiteraci6n de nuestro compromiso. Aunque ello sea dificil, no esta en absoluto fue­ra de nuestra capacidad. Incluso ahora, por ejemplo, si la persona que amamos est~ a punto de dejarnos por otra, somos capaces de seguir sus movimientos y acciones en cada mo-

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lIlento del dfa. Sabemos con quien esta y con quien hab1a y podemos visualizar facilmente cada uno de sus movimientos. Aunque estrecha en su alcance, esta intensa vigilancia, este conocimiento de 10 que esta pasando, representa una c1ase de atenci6n. Por tanto, cuando pensamos que no podemos tener atenci6n, estamos Unicamente siendo perezosos y nos engafta­mos a nosotros mismos. Si nuestra motivaci6n y nuestro com­promiso son suficientemente fuertes, este estado de alerta ' y atenci6n vigilante puede ampliarse basta incluir a todos los demas, Y no s610 a aquellos por los que sentimos alg11n tipo de apego.

Para ilustrar el proceso de domar 1a mente volvamos al ejemplo del adiestramiento del caballo salvaje. Adiestrar un caballo requiere gran cuidado. Si 10 encerramos 0 10 maltrata­mos puede volverse inquieto, desquiciado 0 rebelde, y proba­blemente Ie haremos mas mal que bien; incluso puede volver­se indomable. La actitud correcta es ser amable, suave y pa­ciente, permitiendole correr libremente de vez en cuando, pero no excesivamente. El caballo respondera favorablemente ante este trato amigab1e. Aprendera a fiarse de nosotros y acudira cuando Ie llamemos, puesto que somos a la vez fir­roes y razonab1es, sin llegar a ser tan rlgidos como para negar su espontaneidad natural. Para domar tanto un caballo como nuestra propia mente, primero tenemos que hacernos sus amigos. En este sentido, tanto 1a compasi6n como la atenci6n vigilante son vitales.

Entonces, l.c6mo debemos reaccionar cuando pensamos que no tenemos atenci6n 0 que no podemos meditar con la calma y la paz que desearfamos? En primer lugar no tenemos que preocuparnos. En e1 sentido mas profundo no hay pensamien­lOS buenos ni malos, y nuestros estados de animo son bastante menos s6lidos y fijos de 10 que parecen. Tampoco tenemos que reaccionar desmesuradamente si surgen demasiados pen­samientos y sentimientos causando confusi6n e indecisi6n. En

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su lugar, tratamos de re1ajamos y observamos simp1emente el juego de 1a mente. Sin embargo, si estamos intentando visua_ lizar algo determinado, 0 nos estamos aplicando en desarro­lIar una cualidad especffica, como 1a compasi6n, \a mente va­gabunda y descontro1ada debe ser suavemente llevada de nuevo al objeto de concentraci6n.

En 1a vida diaria, en vez de invo1ucrarnos tanto con 10 que pasa en nuestra mente, debemos prestar mas atenci6n al1ugar en donde estamos y a 10 que estamos haciendo en ese momen­to. Inducimos 1a mente a discurrir en 1a direcci6n correcta, pero no tratamos de forzar nada. Las riendas sirven al jinete para percibir los movimientos del caballo y tener influeneia sobre ellos, asf como para dirigirlos cuando sea necesario; pero si tira demasiado fuerte, e1 caballo puede revo1verse. Asf, nuestro objetivo en todo momenta es encontrar e1 equi­librio entre reprimir 1a mente y darle demasiada libenad. Aprendemos a experimentar nuestros pensamientos con acep­taci6n y naturalidad; sin estar demasiado tensos ni demasiado re1ajados. De esta manera nuestra meditaci6n y nuestra pn\c­tica de 1a atenci6n vigilante seguiran e1 camino mAs aneho y seguro: e1 camino medio.

La mente es una tierra muy fertil; 10 que se plante en ella seguramente crecerA y llegarA a dar fruto. Si cuando estamos sentados en postura de meditaci6n nos ponemos a pensar negativamente en otras personas, nuestra actitud hacia elIas en 1a vida cotidiana se verA condicionada y afectada adversa­mente por ello. Tales tendencias denotan una mente descon­tro1ada y pueden ser muy perjudiciales. Ya que nuestro obje­tivo es generar y cu1tivar 1a mente iluminada, debemos tener cui dado de que nuestra prAetica no comprometa ni viole este prop6sito.

Resulta bastante fAcH reconocer 10 que estA equivocado y mal en nuestros pensamientos, pero cuando intentamos trans­formar estas impurezas encontramos en 1a mente una fuerte

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rendencia a volver a su estado anterior. Es por esta raz6n por la que cuando utilizamos visualizaciones u otras practicas, aunque al principio haya un buen progreso, nuestras tenden­cias habituales contimlan ejerciendo una poderosa influencia. En este sentido la mente tiene propiedades muy el~ticas: estiramos un poco, soltamos, y retrocede de nuevo. Si se tra­tara de una goma elastica, la clavarfamos para evitar que se encogiera de nuevo; de igual forma, tenemos que aplicar una fuerte disciplina en el proceso del adiestramiento de la mente, para que cuando nos encontremos ante circunstancias diffci­les no reaccionemos de la forma negativa habitual y po4amos conservar nuestras buenas intenciones.

De hecho, las dificultades pueden ser muy provechosas. Ademas de aumentar nuestra comprensi6n de c6mo funciona la mente, tambh~n sirven para poner de manifiesto debilidades que preferirfamos ignorar, al tiempo que nos recuerdan el trabajo que a\1n nos queda por hacer. Gradualmente, persis­tiendo en la practica, las nuevas tendencias positivas se iran haciendo tan habituales como 10 eran las negativas, hasta que lleguen a prevalecer y las neutralicen eficazmente.

Por 10 tanto, cuando nos encontramos con obstciculos, no sirve de nada echarse a dormir con la esperanza de que habrein desaparecido como por arte de magia cuando nos desperte­mos. Esta actitud es una clara sefial de que tenemos que mirar mas profundamente en nosotros mismos. Puede que no quera­mos, pero si deseamos progresar, tenemos que hacerlo. Desde nuestra mas tierna infancia nos hemos esforzado en ignorar u olvidar nuestra parte negativa, haciendo alarde de nuestras cualidades buenas y atrayentes e incluso otorgeindoles m~ valor del que realmente tienen. Por 10 tanto, 10 que tenemos que hacer es afrontar 10 que esta mal en nosotros y cambiar en consecuencia.

Ademas de ser sinceros con nosotros mismos tambien tene­mos que ser pacientes. Nos ha tornado mucho tiempo llegar a

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ser 10 que somos ahora y no podemos esperar ningdn cambio positivo de la noche a la maftana. Todos cometemos equivO­caciones basta que dejarnos de hacerlo. Nuestro objetivo es utilizar para nuestro desarrollo tanto la parte posiJiva de nues­tra experiencia como la negativa. El crecimiento espiritual esta impulsado tanto por los aspectos positivos de la experien­cia como por los negativos, de la misma forma que un fuego arde igual de bien, ya este alimentado con madera, con incien­so caro 0 con basura.

Dentro de nosotros esta el potencial de ser 10 que deseemos. Si desearnos una existencia pacffica y valiosa, beneficiando a los demc1s as! como a nosotros mismos, ello esta, sin duda, dentro de nuestra capacidad. EI primer paso hacia el logro de este objetivo es simplificar nuestra vida para que todo 10 que experimentemos se convierta en una oportunidad de practicar la atenci6n vigilante, en lugar de ser una fuente de confusi6n. Las actividades bi1sicas; tales como la manera en que nos sentamos, estamos de pie, andarnos y hablamos, as! como nuestra actitud hacia la limpieza y el orden, son facilmente descuidadas, pero son tan fundamentales que condicionan todas las demas actividades.

En todo momento, nos este viendo alguien 0 no, debemos ser conscientes de 10 que sucede dentro de nosotros y evitar ser descuidados y negligentes en nuestra vida cotidiana. De esta forma no perjudicaremos a los demas. Nuestro objetivo es desarrollar gradualmente la atenci6n vigilante y activar la compasi6n y el arnor que ya estan dentro de nosotros. Esto es algo que tOOos somos capaces de hacer.

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Introducci6n

Avanza despacio y llegaras pronto. Jetsun Milarepa.

La segunda parte de este libro es un manual pnictico para desarrollar la mente de fonna que podamos utilizar los con­sejos de la primera parte. Los ejercicios que la componen ayudan a llevar la mente a un estado de compasi6n y madu­rez. Algunos de ellos se ocupan del sufrimiento, las emocio­nes negativas y los enemigos, factores que nonnalmente preferirfamos evitar. Pero si aprendemos a afrontarlos, gra­dualmente llegaremos a relacionamos de fonna correcta con todo aquello que nos resulta molesto.

Desde e1 momento en que nacimos hemos ido adquiriendo muchos habitos nocivos que causan sufrimiento. Se nos ha inducido a creer en e1 valor de poseer un ego fuerte y a utilizar 1a mayor parte de nuestra energfa en realzar10 y satis­facerlo. En la escue1a se nos ensefia a actuar y a reaccionar, a 10 que tenemos que decir y a 10 que es correcto e incorrecto. Estamos condicionados por nuestros padres y por 1a sociedad para comportarnos seglln mode10s establecidos y para consi­derar las cosas de la misma fonna que ellos.

Gran parte de nuestra educaci6n previa resulta util, y mediante un anAlisis adecuado podremos distinguir c1aramen-

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te 10 que queremos conservar y 10 que no necesitamos. podremos identificar las causas de los Mbitos perjudiciales y corregir los errores que hemos estado cometiendo desde la jnfancia con el cuerpo, el habla y la mente. Si adoptamos sinceramente estas enseflanzas podremos reeducarnos y de­sarrollar la compasi6n y la comprensi6n, y asf aumentadn el valor y la utilidad de nuestra vida.

El apresurado ritmo de vida de la sociedad occidental causa ciertas dificultades en nuestra existencia. No tenemos tiempo de digerir las cosas completamente ni la distancia precisa para vedas con claridad. Estamos demasiado implica­dos en nuestros asuntos personales y vamos almacenando los problemas en lugar de afrontarlos a medida que se producen.

No es agradable hacer frente al dolor y a las dificultades, pero no debemos tratar de evitarlos sistematicamente. Si tratamos de pasarlo bien todo el tiempo seguramente creare­mos mucho sufrimiento, porque este es un objetivo imposible de realizar. Cualquier cosa agradable, si es excesiva, pr:oduce sufrimiento. Para una persona que adora la comida y que no puede contenerse, comer es como una enfermedad. Tenemos que superar tambien el extremo opuesto, que es estar siempre tratando de evitar 0 rechazar las cosas con pensamientos tales como "no quiero hacer esto", "es su problema, no el mfo", o "no quiero estar con esta persona". Lo que nos proponemos es ir mas alla de los extremos de goce excesivo y rechazo excesivo, y establecer un autentico equilibrio en nuestra vida.

La tendencia a reaccionar de manera exagerada cuando las cosas van bien 0 mal es causa de sufrimiento para nosotros y para quienes estan relacionados con nosotros. La mente nece­sita adiestrarse para poder conseguir equilibrio y estabilidad sean cuales sean las circunstancias extemas. Es como adies­trar un caballo que se asusta del crepitar del fuego. Acostum­brandole gradualmente a ese sonido dejara de sorprenderle y ya no se asustara cuando 10 oiga. De modo similar, si afron-

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tamos repetidamente la ira y el dolor en los ejerclClOs de meditaci6n, despues de cierto tiempo seremos capaces de afrontarlos y controlarlos en la vida normal.

A traves de estos ejercicios podremos crear lJ1l espacio que nos permita comprender mejor las situaciones conflictivas y aprender a manejarlas en el momento en que se producen. Por ejemplo, las visualizaciones de luces de colores nos ayudarm a relacionarnos con las emociones negativas que a menudo se apoderan de nosotros. Las meditaciones del amigo y el ene­migo nos ayudaran a liberarnos de las rfgidas ideas que tene. mos acerca de quien es amigo y quien enemigo. Con frecuen­cia, qui en act6a como enemigo puede ser la persona que mu nos ensefte a desarrollar la paciencia y la compasi6n; mien­tras que nuestros supuestos amigos pueden frenar nuestro pro­greso espiritual al fomentar nuestro apego y ser demasiado posesivos con nosotros.

Esta secuencia de tecnicas para disciplinar la mente puede considerarse una terapia. Este termino tal vez nos resulte extrafto al primer momento, pero en realidad la terapia es algo muy normal. Todo 10 que hacemos puede ser tera¢uti­co. Los alimentos que comemos, la ropa que llevamos, los colores que utilizamos en nuestro entomo, los sonidos que producimos, todo puede ser como una medicina y tener una propiedad curativa. La "terapia" consciente es necesaria cuando hemos perdido nuestra naturalidad Msica y olvidado nuestra humanidad instintiva. Debido a un exceso de estudio y educaci6n podemos perder contacto con la vida, con los amigos y con el cuerpo. La terapia no es 0010 para los enfer­mos. No tenemos por que avergonzamos de nuestro interes por ella; puede ayudamos a todos a vivir una existencia m4s util y equilibrada.

Tampoco la meditaci6n es algo completamente nuevo para nosotros. Una definici6n amplia de 10 que es la meditaci6D puede incluir cualquier tipo de relajaci6n. Considerandolo

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desde esta perspectiva, todos los seres hunianos y los anima-1es meditan, pero en general no son conscientes de ello y por 10 tanto no saben c6mo desarrollar la meditaci6n.

Sentarse a tomar una taza de t~ despu~s de haber realiza­do un fuerte trabajo fisico, es satisfactorio y relajante a la vez. Podrfamos considerarlo "terapia" 0 "meditaci6n". Sin embargo, si pasamos el dfa bebiendo una taza tras otra, la vig~sima no sera ni beneficiosa ni re1ajante, e inc1uso puede resu1tar perjudicial.

En 1a actualidad, hay mucho sufrimiento mental entre los occidentales debido a un exceso de medios materiales. Ape­nas tenemos que realizar trabajos corporales, 10 que conduce a una inactividad ffsica cada vez mayor y a un aumento de las preocupaciones. Una inclinaci6n por la terapia, en el sentido de obedecer al instinto humano de equilibrar el cuerpo y la mente dfa tras dfa, mejorar<i nuestra experiencia y nuestro concepto de la vida. Una correcta comprensi6n y pr<ictica de la meditaci6n, una clara conciencia en cada instante de todo 10 que hacemos, decimos, sentimos y pensamos nos aportar<i un beneficio profunda y duradero.

AI utilizar estos ejercicios hemos de reconocer que todo cambia constantemente y que ningl1n libro puede responder a las diversas y cambiantes necesidades de todos sus lectores. Un libro tiene sus limitaciones. Sin embargo, estas tecnicas trazan un camino general y l6gico para ayudar a la mente a madurar y aprender a superar los problemas.

Es frecuente encontrar dificultades cuando se intenta rea­Hzar algo valioso e importante. Asf, algunas veces sentiremos fuertes impulsos de dejar de practicar durante unos dfas, 0 incluso de abandonar la pr<ictica comp1etamente. No tiene sentido forzarse a hacer algo, pern tenemos que intentar disciplinar nuestra mente. Ello no debe considerarse una perdida de libertad, sino m<is bien un m~todo que nos permi­tim salir del dominio que las emociones negativas ejercen

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sobre nosotros. De esta manera podremos disfrutar de mayor libertad en nuestra existencia.

A veces, cuando tratamos de realizar alglin ejercicio de te­rapia 0 de meditaci6n, podemos encontramos .en un estado mental alterado. En ese caso cualquier intento de relajaciCSn puede aumentar la agitaci6n, la desesperaci6n, 0 cualquier otro estado mental negativo predominante en ese momento. En tales situaciones, puede ser mru. util realizar alguna acti­vidad fisica, como dar una caminata a paso nipido, trabajar en el jardin, 0 hacer alguno de esos trabajos caseros que ten1a­mos relegados. Es muy importante tratarnos a nosotros mis­mos de manera natural y realista, sin olvidar el sentido comUn.

Es conveniente hacer toda la secuencia de ejercicios en el orden descrito, realizando cada uno correctamente antes de pasar al siguiente. De esta manera no habni ningUn problema. La experiencia de cada ejercicio cambiani y se desarrollani al ir progresando; cada paso tiene su valor y su utilidad. Para obtener un beneficio completo debemos considerarlos todos juntos como una unidad, del mismo modo que las manos, los brazos, las piemas, la cabeza, el tronco, etc., forman un solo cuerpo. NingUn ejercicio debe ser excluido simplemente en raz6n de preferencias personales. Si probamos 8610 los que nos parecen mru. atractivos, no obtendremos todo su benefi­cio.

Estas pnicticas nos recompensanin con creces la cantidad de tiempo y atenci6n que les hayamos dedicado. Por muy ocupados que estemos, siempre podemos encontrar tiempo si realmente nos 10 proponemos; una vez hayamos comprobado su utilidad, seguro que hallaremos tiempo para adiestrar y desarrollar nuestra mente, tal como hacen los madrugadores practicantes de "jogging" 0 los bebedores habituales para ir al bar. Sin caer en el fanatismo, cuanto mru. demos, mas obten­dremos. En todo caso, un poco de pnictica es roejor que nada.

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IncluSO el mero hecho de leer las instrucciones sera de cierta utilidad Y puede conducimos a practicarlas y comprendedas rols adelante.

No debemos inquietamos si unos ejercicios nos resultan rols faciles y OLIOS m~ diffciles. Mientras nos esforcemos al roaximo, sin abrigar expectaciones concretas, todo ira bien. euando suIjan dificultades no debemos desanimamos, sino esforzamos en resolverlas. Sin embargo, si hay una fuerte sensaci6n de lucha con nosotros mismos 0 con el ejercicio, es roejor tomarse uno 0 dos dfas de descanso antes de continuar. Intentar forzarse demasiado puede resultar peIjudicial en lugar de beneficioso. Es mejor tratar de realizar la practica cuando la mente estt menos tensa y recurrir a los tres prime­ros ejercicios -"relajaci6n", "sentir" y "estar abierto"- cuan­do los dem~ nos resulten excesivamente diffciles.

Si surgen muchos pensamientos cuando estamos haciendo los ejercicios, no debemos preocupamos por ellos, sino que debemos relajamos y volver al objeto de meditaci6n en cuanto notemos la distracci6n. Si es necesario, podemos tomamos un pequefio descanso 0 hacer los ejercicios de rela­jaci6n antes de probar otra vez. Tenemos que averiguar si somos demasiado severos 0 demasiado indulgentes con no­sotros mismos y encontrar un camino intermedio.

En muchas de las prncticas descritas en esta segunda parte se utilizan visualizaciones de Buda. En este contexto pode­mos considerar a Buda no como una figura religiosa, sino como ejemplo de alguien que ha conquistado completamente la negatividad de su propia mente y alcanzado un estado de compasi6n universal y total lluminaci6n. No obstante, si existe alguna resistencia religiosa 0 intelectual, 0 cualquier incomodidad por recurrir a la figura de Buda, podemos ima­ginar la esencia de la compasi6n universal en la apariencia de una esfera de luz dorada y pura.

Las meditaciones que se muestran aquf no tienen como fi-

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nalidad lograr nada extraordinario, sino tan s610 ayudamos a afrontar las diversas situaciones que surgen cada dia en nuestra vida. Para apreciar nuestro progreso basta con obser­var c6mo nos desenvolvemos en elIas. Si nos re~ulta cada vez mas fAcH afrontar las situaciones conflictivas, estamos avan­zando correctamente. Sin embargo, debemos adoptar una actitud paciente y no esperar resultados instantmeos; hemos de ser conscientes de 10 diffcil que es romper con los profun­dos Mbitos del aferramiento al yo. Nos sern util recordar que 10 que hacemos no es s610 en beneficio propio y para el momento presente, sino en bien de todos y con vistas al futuro. Asi, por muy lentamente que viajemos, podemos estar seguros de avanzar en Ia direcci6n correcta.

Si a pesar de practicar pacientemente encontramos diffcil hacemos frente a nosotros mismos 0 afrontar las situaciones cotidianas, podemos intentar encontrar un buen maestro que nos aconseje, 0 buscar el apoyo de un grupo. Pero conviene investigar la organizaci6n 0 el maestro antes de ponemos en sus manos. Tambien es posible escribir a Akong Rimpoc~ en Sam ye Ling.

Una vez completada toda la secuencia de ejercicios, pode­mos utilizar cualquiera de las tecnicas, 0 todas en con junto. para superar las debilidades y los obstAculos que puedan sur­giro Se aplicarA cada una segtln resulte mAs conveniente y util. La secuencia de prActicas estA proyectada para que quie­nes esten interesados en un camino espiritual puedan comen­zar una meditaci6n seria y efectiva, relativamente libres de los obstAculos creados por los estados mentales negativos.

Hemos de intentar aplicar la comprensi6n que adquiramos con estos ejercicios. No sirve de nada sentarse c6modamente a meditar sobre la compasi6n durante una hora, y una vez terminada la sesi6n enzarzarse en una disputa. Las enseftan­zas han de llegar a ser como nuestra pieI, siempre insepara­bles de nosotros. Tambien debemos aprender a com partir

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conscientemente los resultados positivos de nuestra pmctica al finalizar cada sesi6n. Hemos de pensar asf:

''Que cualquier comprension correcta 0 estado mental po­sitivo que bayamos obtenido podamos aplicarlo en nues­tra vida y compartirlo con todos, especialmente con quie­nes sufren fisica 0 mentalmente. Que puedan ellos superar o ser capaces de afrontar su sufrimiento por el poder de la verdad universal, y no por cualquier poder de nuestra parte. Que todos puedan ser felices."

Pregunta: i.Debemos procurar no fijarnos un objetivo dema­siado elevado al hacer los ejercicios? RimpocM: Tener demasiada expectaci6n respecto a los resul­tados no es uti!; se fuerza a1go. EI prop6sito de los ejercicios es que se conviertan en parte de nuestra vida, no cambiar 10 negro en blanco de la noche a la mafiana.

Pregunta: Cuando habla de un Juerte ego que esta Jortaleci­do por la educacion, I. es 10 mismo que un Juerte sentido de identidad? Y, i.se puede decir algo bueno del ego?, i.acaso no 10 necesitamos para nuestros asuntos en el mundo? RimpocM: Creo que necesitamos cierta clase de ego objeti­VO, cierto senti do de "yo tengo que ir en esa direcci6n; ten­go que lograr eso". Pero cuando bemos llegado a ese punto debemos estar dispuestos a abandonar ese ego en tugar de continuar aferrados a el, de la misma forma que tiramos un par de zapatos cuando estAn gastados. Es decir que al princi­pio es necesaria una clase adecuada de ego, pero cuando se ha producido el cambio no 10 necesitamos mas; ya no nece­sitamos ninguna clase de ego.

Pregunta: Si alguien no desea visualizar a Buda por alguna razon determinada i.puede visualizar a JesUs 0 a algun otro

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gran maestro en el que tenga Ie? RimpocM: Cuando nos referimos a Buda queremos decir alguien que posee todas las cualidades de un Buda; alguien que estA totalmente despierto y purificad9, que tiene una dedicaci6n y una compasi6n ilimitadas. Si uno considera que JesUs personifica todas esas cualidades, es equivalente a visualizar a Buda.

Pregunta: Si se realizan los ejercicios regularmente durante algun tiempo y despues, por alguna razon, se dejan de haeer durante unas semanas 0 meses, I.es mejor comenzar de nue­vo por el principio, 0 continuar donde los dejamos? RimpocM: Depende de 10 utiles que Ie hayan resultado los ejercicios. Si los que ya ha terminado Ie han reponado todo el beneficio posible, puede continuar donde los dej6; pero si no es asf, quizA sea mejor comenzar de nuevo.

Pregunta: I.Como podemos evitar caer en trampas, como La de sentirse orgulloso de los resultados logrados, 0 cualquier otra actitud distorsionada hacia la practical Si se practica solo eon el libro, sin un maestro I.es posible progresar en sentido negativo? RimpocM: Si nunca nos hemos analizado, y desde que naci­mos hemos llevado encima esa imagen proyectada de nosa­tros mismos, pudiera ser que esa proyecci6n, la opini6n que tenemos acerca de nosotros mismos, fuera bastante inexacta, en especial . si nadie nos ha dicho nunca si esa imagen es correcta 0 err6nea. Tal vez pensemos "soy el Poder de la Luz", o · cualquier otra cosa semejante, 10 cual sena una la­mentable equivocaci6n. Por eso es muy utH que otros nos digan "no eres tan bueno, tan hermoso 0 tan maravilloso como piensas", porque eso nos impide creer y convertirnos en esa falsa imagen que estamos proyectando. Tambien un maestro puede impedir que caigamos en esa trampa, disipan-

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Los ejercicios III

do nuesttos engatlos y guimdonos en la direcci6n correcta. por 10 tanto, es cierto que guiamos exclusivamente por el libro puede resultar equfvoco si 10 interpretamos s6lo como una manera de refonar el ego; de reforzar la imagen que teneroos de nosottos. Semejante enfoque no serfa util.

Pregunta: Entonces, si uno no esta en contacto con un maes­tro, iCuaJ es La mejor manera de evitar di/icultades? Rimpoche: Intente, simplemente, desarrollar al mhimo la compasi6n, y dejese guiar por ella, hasta que encuentre a alguien que tenga comprensi6n de estas ensei'lanzas.

Pregunta: Si surgen emociones negativas, ies siempre un signo de practica incorrecta? iNo podrfa ser un eJecto de la terapia; tendencias subconscientes que salen a la superjicie? Rimpoche: Es diffcil saberlo. Puede ser cualquiera de las dos cosas 0 ambas. Las emociones negativas pueden haber estado presentes todo el tiempo, pero no ha sido consciente de ello basta ahora. Si se ha conferido siempre demasiada importan­cia a sf mismo, viendo s6lo el1ado que querfa ver, al comen­zar a analizarse se hacen visibles de repente las emociones negativas, el otto lado. Quiza esto no sea muy alentador, pero en cualquier caso, sea bueno 0 malo, mientras no tome demasiado en serio ning6n sentimiento y permanezca cons­ciente de sus pensamientos y emociones, creo que no habra ninguna dificultad duradera.

Pregunta: En La actualidad hay toda clase de personas ofre­ciendo todo tipo de teropias. iCree usted que son "tiles en general? Y, ien que sentido di/ieren del enfoque budista? Rimpoche: Yo no puedo hablar en nombre de otras personas, pero estoy seguro que muchos ofrecen terapias utiles y eso 8610 puede ser positivo. Otras serm menos beneficiosas y PUeden causar cierto perjuicio. Depende en gran medida de la

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motivaci6n del terapeuta porque, desde luego, el terapeuta tiene una gran influencia sobre la terapia misma. Todo depen_ de de su grado de experiencia; quizci se baya limitado a inventar unas ticnicas porque no tiene otra cosa que ofrecer . , ni ninguna tradici6n en la que respaldarse. La idea budista de terapia estci basada en la mente, en la manera de adiestrar Ia propia mente. Cualquier persona que tenga experiencia perso­nal sobre el modo de domar la mente estci calificada para ayudar a otros a realizar 10 mismo.

Pregunta: iComo puedo fortaleeer mi motivacion, el deseo de practiear? Tengo Lafirme eonviecion de que es neeesario, pero La pereza y los bloqueos mentales estan siempre inter­poniendose. Rimpoche: Pienso que en lugar de esperar a convertimos en seres humanos perfectos, es importante hacer 10 mejor que podamos en cualquier situaci6n. Ayudando a los demcis, se ayuda uno a sf mismo. Incluso si se cometen equivocaciones se puede aprender algo de ellas; por ejemplo, se aprende a cuidar de uno mismo mcis efectivamente. En lugar de ir por ahf diciendo "quisiera ayudarte pero aun no estoy realmente preparado para hacerlo", es mejor basar la prcictica en ayudar del modo que se pueda a quien 10 necesite.

Pregunta: iCual es La di/erencia, 0 La relacion, entre terapia y meditacion? Rimpoche: Terapia y meditaci6n no difieren mucho. Como ya he dicho, terapia significa curar. Si nos cortamos un dedo, po­nemos un esparadrapo es terapia; al mismo tiempo aprende­mos a no cortcirnoslo de nuevo. La terapia ffsica beneficia a Ia salud ffsica, mientras que cualquier terapia relacionada con Ia mente es una especie de meditaci6n.

Pregunta: Asf ieualquiera que medite eorreetamente, est4

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tmnbitn haciendo terapia? Rilnpocbe: En efecto; y no 8610 eso, sino que comer, donnir vestirse, descansar -todo cuando necesita una persona- es te­rapia.

Pregunta: tQue significa realmente ser compasivo? Rilnpocbe: Mi idea de ser compasivo es pennitir que todo el mundo se convierta en parte de mi propia vida. Es saber que todos quieren ser felices, exactamente igual que yo, y que nadie desea sufrir 0 ser infetiz. Nuestro problema consiste en que, debido a la ignorancia, no sabemos c6mo ser fetices y tenemos todo tipo de experiencias desagradables. Compasi6n significa desear ayudar a todos sin distinci6n, me sean lltiles o no, aunque se enfaden conmigo 0 se comporten de manera agresiva, e incluso si me acusan falsamente de algo. Cual­quier experiencia de esta indole debe acrecentar mi deseo de prestar ayuda. Pero es importante no esperar ning11n resultado de dicha ayuda. Si fu6ramos a dar en la carcel por haber ayudado a alguien, deberfamos sentimos satisfechos de haber sido capaces de asumir las emociones negativas de esa perso­na y sustituirlas por nuestra propia felicidad. Eso es la auren­tica compasi6n, dar todo 10 que se tenga sin esperar nada a cambio.

Pregunta: En determinado momenta ha dieho que praetican­do estos ejereicios podemos estar seguros de que avanzamos en La direcci6n correcta. lQue signijica esto exactamente? iQue signos de autentico progreso debemos buscar? Rimpoche: Si por medio de estos ejercicios Ie resulta un poco mas facil desenvolverse en las situaciones de la vida cotidia­na, ello ya representa un buen progreso. Si los realiza correc­tamente, tendrli menos probabilidades de crear problemas y de incurrir en situaciones negativas. Y la practica Ie aportara algo positivo: Ie convertira en un ser humano digno.

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Program a

1. Postura. Unos cuantos minutos antes de cada sesi6n y siempre que haga falta. 2. Relajaci6n. 15 minutos diarios durante cuatro dfas al co­mienzo de la secuencia de ejercicios. y el tiempo que sea necesario al comienzo de cada sesi6n. 3. Sentir. 1 bon diaria durante 1 sema..,a. 4. Estar abierto. 20 minutos diarios durante 3 dfas. S. EI areo iris. 1 hora diaria durante 1 semana. 6. EI espejo. Fase 1. 15-20 minutos una 0 dos veces diarias durante 1 semana como mfnimo. Fase 2. 15-20 minutos diarios durante 3 6 4 semanas. 7. EI amigo. 45 minutos diarios durante 3 6 4 semanas. 8. EI Buda interior. 1 hora y 45 minutos diarios durante 1 semana. 9. Dar vida al Buda interior. 1 hora y 15 minutos diarios durante 4 semanas. 10. Dilatar y eontraer. 1 hora diaria durante 3 semanas. 11. EI enemigo. 1 hora y 20 minutos diarios durante 4 sema­nas. 12. Tomar para sf el sufrimiento de los padres y familia­res. 1 hora y 15 minutos diarios durante 2 semanas. 13. Tomar para sf el sufrimiento del pais, los amigos y los animales. 1 hora y 5 minutos diarios durante 2 semanas. 14. Tomar para sf el sufrimiento de los enemigos. 1 hora y 30 minutos diarios durante 4 semanas.

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15. La esfera de luz de arco iris. I hora diaria durante I seroana por cada color. En total 6 semanas. 16. EI universo transfigurado por la compasion. 30 minu­toS diarios durante 4 semanas.

EI tiempo sugerido para los ejercicios tiene como prop6sito obtener el ml1ximo beneficio de cada uno de ellos, asf como de la secuencia en su totalidad. Sin embargo, no tOOos podnln seguir este horario. Habr~ quienes s610 dispongan de media hora diaria y se pregunten si merece la pena emprender la serie de ejercicios. Otros quiz~ tengan el tiempo pero no la paciencia 0 la disciplina para practicar el horario completo y se preguntarnn si estos ejercicios son aptos s610 para quienes ya tienen cierta madurez. En ambos casos, es mejor poco que nada, y cada uno debe hacer 10 que mejor pueda. Sin embar­go, es aconsejable comprometerse a cierto perfOOo cada dfa, por muy corto que sea. Tal vez se prefiera hacer dos 0 m~s sesiones diarias, pero m~s breves. Se decida 10 que se decida, es importante fijar un compromiso y ajustarse a el 10 m~s estrictamente posible. El nl1mero de dfas sugerido es el mfnimo que se debe dedi car a cada ejercicio. Practicar menos tiempo porque a uno no Ie guste algl1n ejercicio puede impe­dir llegar a comprender su prop6sito.

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1. Postura

AI bacer estos ejercicios y al meditar, nos sentamos para fa­vorecer el adiestramiento de nuestra mente y encontrar la paz interior. Pero l.cmU es Ia mejor manera de hacerlo? En primer Iugar es importante el entomo apropiado. Los principiantes, especialmente, deben intentar encontrar un Iugar tranquilo, libre de sonidos pertUIbadores como risas y conversaciones, aunque sonidos naturales como el del agua corriendo 0 el canto de los pajaros son admisibles, particularmente si produ­cen una sensaci6n relajante.

Si deseamos sentamos al aire libre, el campo y otros Iugares tranquilos son apropiados. Resulta especialmente bueno sentarse en 10 alto de una colina desde Ia que se divi­se una gran extensi6n. Tambien es bueno sentarse cerca del mar en calma, sin distracciones visuales. Si no tenemos siem­pre Ia posibilidad de disfrutar de Iugares semej antes , hemos de intentar encontrar el entomo mas tranquilo que podamos.

Si nos sentamos en el interior de una casa, la habitaci6n que escojamos ba de estar desprovista al maximo de distrac­ciones y bien ventilada, sin un ambiente cargado. La tempe­ratura no debe ser ni tan fifa que nos ~laga tiritar, ni tan calida que nos haga sentir somnolientos Yr embotados. En general, para que Ia mente este despejada, ,es mejor un poco de fifo que demasiado calor.

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Los ejercicios 117

Tras haber encontrado el mejor ambiente para nuestra practica, es importante aprender a sentarse correctamente. Las posturas que adoptamos pueden afectar nuestra meditaci6n, asf como nuestra vida cotidiana. Desde el punto de vista medico, podemos ver que el cuerpo tiene arterias, venas y musculos conectados con cada 6rgano. En los sistemas de curaci6n tibetano y chino, las enfermedades de estos 6rganos pueden diagnosticarse y tratarse ejerciendo presi6n en ciertas partes de las manos, el cuello y los pies. La explicaci6n esta en la existencia de los meridianos 0 canales por los que fluyen las energfas a traves del cuerpo.

Si tenemos cuidado de no obstruir el flujo de estas ener­gfas cuando estamos sentados, podran circular libremente sin incomodarnos ni perjudicar nuestro cuerpo. Podemos obser­var que si la arteria de una pierna esta bloqueada, la pierna se duerme. 19ualmente, una obstrucci6n en el flujo de energfa del cuerpo mientras estamos sentados producira sensaciones desagradables y desequilibradas. Ciertas malas posturas re­sultan agradables al principio, pero despues de unos dfas pueden producir sentimientos depresivos; otras posturas inco­rrectas como tener la cabeza hundida entre los hombros, pue­den originar depresi6n al principio y una excitaci6n incontro­lable despues de la sesi6n. Mas aun, si tras hacer los ejerci­cios nos enfadamos con nuestros familiares 0 amigos, la postura podrfa ser la responsable.

Quizas algunas personas no esten de acuerdo con estas in­dicaciones y prefieran su propia manera de sentarse por las experiencias y emociones tan poderosas que experimentan, como alegrfa 0 ira. Pero ya tenemos suficientes emociones de esa Cndole como para tener que provocarlas a6n mas; procu­remos, pues, sentarnos de una manera neutra y equilibrada al hacer estos ejercicios.

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118 El arte de damar el tigre

En primer lugar es importante, si es posible, sentarse con las piemas cruzadas. La postura del loto y la del semiloto son las mejores, aunque si no podemos sentamos en ellas debido I

alg6n problema de las piernas 0 a la rigidez causada por II edad, no es necesario forzarnos y rompernos las piernas; podemos sentarnos en una silla. Pero si somos j6venes y no tenemos impedimentos ffsicos, es recomendable aprender dichas posturas.

Tanto en la posici6n del loto como en la del semiloto co­locaremos siempre la pierna izquierda dentro y la derecha fuera, es decir que la izquierda se dobla primero y la derecha despues.

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• • 1,

Luego tenemos que enderezar la columna vertebral cuan­to sea posible, hasta el cuello. La raWn de ello, en parte, es que cada 6rgano del cuerpo es~ conectado a la columna a traves del sistema nervioso; de modo que si la columna es~ encorvada 0 fuera de sitio, puede producir dolor 0 incomodi­dad en otras partes del cuerpo, mientras que si estA derecha, nuestras energfas pueden fluir libremente. Hay que sentir el cuerpo en equilibrio, con los hombros erguidos pero relaja­dos, sin forzarlos bacia atrAs ni tener uno mAs alto que el otro.

Para enderezar la columna y mantenerla derecha, hay que utilizar un cojfn pequeno y duro, de cinco a diez centfmetros de grosor y de treinta a treinta y cinco centfmetros de lado, segl1n resulte mAs c6modo. Si nos sentamos en la postura del loto probablemente necesitaremos un cojfu mAs alto, de unos diez centfmetros. Si resulta demasiado inc6modo cruzar las dos piernas, 0 una sola, podemos sentarnos en la misma

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posici6n pero con las piernas cruzadas h<,>lgadamente. Otra posibilidad, que algunas personas encuentran c6moda, es sentarse en un taburete bajo 0 en almohadones, con las rodi. llas apoyadas en el suelo para que la espalda es~ equilibrada y derecha. .

Hay dos posiciones posibles para las manos. Podemos apo­yarlas en las rodillas, con las palm as hacia abajo y los codos estirados, 0 colocar la mana derecha abierta, con la palma hacia arriba, encima de la palma izquierda, con los pulgares tocandose pero sin presionar, a una altura de unos cuatro cen­tfmetros por debajo del ombligo. En esta segunda posici6n debemos procurar no colocar las manos ni demasiado altas ni demasiado bajas.

El cuello debe estar ligeramente inclinado, con la barbilla recogida hacia adentro. La boca debe estar ligeramente abier­ta con la lengua tocando el paladar. De esta manera podremos respirar por la boca y la nariz a la vez.

Los ojos deben mirar hacia adelante, siguiendo la linea de la punta de la nariz, a un metro y medio 0 dos metros enfrente

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de nosotroS. Para los principiantes tal vez sea mejor conser­var los ojos abiertos. S6lo han de cerrarse si estamos visua­lizando algo. Debemos quitamos las gafas y no enfocar la mirada de manera forzada y artificial.

Todas estas indicaciones acerca de la postura quid parez­can diffciles e inc6modas, pero es necesario ajustarse 10 mas estrictamente posible a elias, siempre y cuando no nos pon­gamos muy tensos ni nos produzcan demasiado dolor. Si sentimos fuerte resistencia a sentamos de esa manera, 0 si estamos muy tensos, podemos hacer los tres ejercicios de relajaci6n del comienzo de la secuencia tumbados sobre la espalda, teniendo cui dado de que la columna vertebral este bien derecha. 19ual que cuando estamos sentados, la barbilla ha de estar ligeramente recogida hacia adentro, para 10 cual

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puede colocarse debajo de la cabeza un pequefio libro, un cojfn 0 una manta doblada. Si se siente dolor en la pane inferior de la espalda, hay que colocar almohadones bajo las rodillas hasta que la regi6n lumbar este c~mpletamente

c6moda. Sin embargo, cuando nos hayamos familiarizado COn

los ejercicios y los hagamos con suficiente soltura, serfa conveniente probar de nuevo sentados en la postura que podamos adoptar con mayor facilidad.

La posici6n del cuerpo es importante. No se trata de man­tener el cuerpo dentro de un armaz6n rfgido ni de encadenar-10 como un prisionero; es mejor una forma relajada. Pense­mos, por ejemplo, en el algod6n: es flojo y mullido, y las fibras se encuentran separadas; estan juntas pero de una manera suelta. 19ualmente, nuestra postura debe ser equilibra­da, ni demasiado suelta ni demasiado rfgida. Con la pr~ctica esto nos ayudar~ tambien a mantener la mente equilibrada.

Pregunta: I.Por que es preJerible adoptar la postura de las piernas cruzadas en lugar de arrodillarse apoyandose en WI

taburete 0 un cojin? RimpocM: En general es m~s beneficioso para la mente sentarse con las piernas cruzadas, pero a quienes no pueden sentarse asf, el arrodillarse no les causara, ciertamente, nin­gUn dafio.

Pregunta: Si las piernas estan muy rigidas y las rodillas so­bresalen hacia arriba cuando nos sentamos con las piernas cruzadas, I.debemos persistir en nuestro empeno de adoptar esa postural Y si es asi, I.podria darnos algun consejo para hacerlo mas Jacil? RimpocM: Sf, es util un poco de entrenamiento ffsico para lograr la posici6n ideal. Los problemas de las personas difie­ren, pero en general es util hacer ejercicios tales com exten­siones, etc., de manera regular; y tambien darse masaje. 1.0

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Los ejercicios 123

mas importante es no insistir excesivamente. no forzar nada.

Pregunta: Rimpoche, i.cree que tiene algUn significado par­ticular eI hecho de que los occidentales nos hayamos acos­tumbrado a war siIIas desde hace tantas generaciones? RimpocM: No sabrfa decir. Tal vez es signo de inquietud. de estar preparado en cualquier momento para levantarse e ir a otw lugar. 0 podrfa ser indolencia; estando a mitad de cami­no entre arriba y abajo. no se necesita tanto esfuerzo para subir 0 bajar un poco mas. Pero es 8610 una suposici6n.

Pregunta: Me resulta mas facil sentarme con las piernos cru­zadas cuando la derecha esta debajo de La izquierdo, en lu­gar de 10 contrario. i.Es correcto? RimpocM: Depende del prop6sito de su terapia. Si es mera­mente fisico. no es tan importante. pero si el objetivo es tambien practicar meditaci6n. serfa mas beneficioso aprender la manera indicada. Aunque al comienzo quiz~ no sea muy importante. un poco de firmeza ahora puede resultar prove­choso a largo plazo.

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2. Relajaci6n

Los dos ejercicios de relajaci6n que aquf se ofrecen estan ba­sados en la respiraci6n. Debe realizarse uno u otro al comien­zo de cada sesi6n. En el primero, como pauta general, se cuenta hasta cinco al respirar, pero es importante adaptarse a la forma individual de respirar y a la situaci6n inmediata. Mientras no resulte forzada, la inspiraci6n puede ser algo mas profunda de 10 normal, hasta que se produzca una sensaci6n de plenitud. En ambas versiones, si uno se encuentra en un estado de gran sufrimiento 0 muy emocional, puede hacerse todo el cicIo un poco mas rapido. Si uno se siente tranquilo y relajado, puede realizarse mas despacio.

Cuando resulte diffcil relajarse al hacer los ejercicios de respiraci6n, 0 cualquier otro ejercicio, es util tumbarse un rato y dejar ir y venir naturalmente todos los pensamientos y sensaciones. Despues, se puede intentar hacer de nuevo el ejercicio con menos intensidad.

EI Ejercicio

1. Inspire profundamente al tiempo que cuenta mentalmente hasta cinco (0 cuatro 0 seis, como resulte mas natural). Contenga la respiraci6n contando hasta cinco. Espire contando hasta cinco -a traves de la boca- , ya que

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Los ejercicios 125

produce una descarga de tensi6n mas completa. No contenga la respiraci6n teas la espiraci6n, sino continue naturalmente con la siguiente inspiraci6n. Visualice toda la tensi6n saliendo con el aire en cada espira­ci6n, como si vaciara un vaso de agua sucia, y deje la mente en libertad. Repita el cicio completo tees 0 cuatro veces como mfnimo.

2. Espire por la boca un poco mas profundamente que de costumbre, pare un momento ... Inspire por la nariz un poco mas despacio y un poco mas pro­fundamente que de costumbre, pare un momento ... Repita veintiuna veces el cicio comp1eto, contando una espi­raci6n y una inspiraci6n co~o un cicio de respiraci6n.

Cualquiera de estos dos metodos de relajaci6n debe practicar­se durante cuatro dfas, como mfnimo, al comienzo de 1a secuencia de ejercicios. Luego pueden utilizarse antes de las sesiones 0 cuando suIja tensi6n al realizar otros ejercicios. Tambien son utiles para aliviar la tensi6n en las situaciones cotidianas.

Pregunta: En determinadas circunstancias, I.recomendaria una de las dos opciones del ejercicio en lugar de la otra, ° es unicamente una cuestion de pre!erencias personales? Rimpoche: A1gunas personas pueden preferir una opci6n, otras quiza encuentren mas agradable 1a otra. Creo que da igual; 1a que resu1te mas facil para cada uno.

Pregunta: En La primera alternativa del ejercicio, al contener La respiracion, I.hay que mantener la garganta abierta ° ce­rrada? Rimpoche: Lo que resulte mas natural sera 10 mejor.

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Pregunta: AlguMs veces, al realizar estos ejercicios de res­piracion, sigo sintiendome tenso, e incluso mas tenso que antes de iniciarlos. ;,Signijica esto que respiro de manera erronea? . Rimpoche: No necesariamente. No creo que deba preocupar­se demasiado por la respiraci6n. TUmbese e intente relajarse de modo natural; tambien puede ser llti! realizar el ejercicio de "sentir" del capitulo siguiente.

Pregunta: Rimpoche, el asma que padezco me hace experi­mentar temor en relacion con los ejercicios respiratorios. ;,Como puedo superarlo? Rimpoche: En ese caso creo que no es necesario realizar los ejercicios de respiraci6n. Intente simplemente relajarse.

Pregunta: Si por ejemplo me interrumpe el teU/ono cuando estoy haciendo el ejercicio, ;,es malo dejarlo a medias y luego continuar donde 10 habfa dejado? Rimpoche: No es necesariamente perjudicial, pero si se pro­ducen constantes interrupciones y distracciones, la utilidad del ejercicio se vera, sin duda, reducida.

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3. Sentir

Con este ejercicio aprendemos a relacionarnos con los hechos mas basicos de nuestra vida: 10 que realmente sentimos. La relajaci6n se produce aquf como un beneficioso efecto secun­dario al observar nuestra experiencia a nivel de las sensacio, nes ffsicas . Muchos temores y tensiones pueden resolverse concentrando nuestra mente en algo personal y a menudo evitado. La habilidad de percibir nuestros sentimientos y sensaciones con precisi6n, aceptandolos en su totalidad, tanto los agradables como los desagradables, es una s6lida base para afrontar las cos as tal como realmente son en las situacio-nes exteriores. .

En general, todos tendemos a cultivar las sensaciones agra­dables tanto ffsicas como emocionales y a huir de las nega­tivas. Nos obsesionamos facilmente con nuestros dolores y tenemos dificultad en reconocer que el dolor no es s6lido. El dolor cambia constantemente y se encuentra mezclado con aspectos neutros y positivos de experiencia. Realizando este ejercicio repetidamente, nos familiarizamos con el funciona­miento de la impermanencia al nivel mas sutil y aprendere­mos a despreocuparnos del dolor. La actividad de fijar la atenci6n es tambien relajante por sf misma.

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128 El arte de domar el tigre

El Ejercicio

1. Establecer la situaci6n

Sentado con la espina dorsal derecha, 0 tumbado boca arriba en una posici6n simetrica, sienta el cuerpo en contacto con el asiento 0 el suelo. Trate de distinguir tOOos los puntos de contacto, notando donde hay mayor presi6n. Observe tambi~ que la presi6n puede variar ligeramente con el movimiento de la inspiraci6n y la espiracl6n. Una vez el cuerpo este inm6vU -excepto por el movimiento sutil de la respiraci6n nonnal­examine las sensaciones m~ detalladamente.

2. Sentir las sensaciones del cuerpo mas detalladamente

Comenzando por el dedo gordo de ambos pies, perciba cual­quier sensaci6n en cada uno de los dedos de los pies. Si DO

hay ninguna sensaci6n, simplemente sea consciente de ello y pase al siguiente par de dedos, notando el derecho y el iz­quierdo a la vez.

Moviendo la mente de modo unifonne, recorra los pies apreciando cualquier pequefl.a diferencia en las sensaciones: fifo, calor, pesadez, honnigueo, embotamiento, palpitaciones. fiotaci6n, etc. Se trata Unicamente de percibir las sensaciones. no de ponerse a contar historias acerca de ellas.

Continue recorriendo mentalmente las piemas basta las caderas y luego pase a los dedos de las manos y suba por los brazos basta los hombros. Despues, traslade la atenci6n a la base de la coluinna vertebral y pase de una vertebra a otra, observando las sensaciones a cada Divel, tanto en la columna como en el resto del torso. Aprecie tOOas las sensaciones relacionadas con los 6rganos intemos y el movimiento de la respiraci6n. Sienta simplemente, procurando no clasificar ni analizar.

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Los ejercicios 129

Al llegar al cuello y 1a garganla, ascienda percibiendo tanto 1a parte extema como 1a intema hasta llegar a la boca. Viaje conscientemente por las diferentes zonas de la cara y la cabeza, por denlro y por fuera, hasta la parte superior central de 1a cabeza; deje descansar allf su atenci6n.

Invierta entonces el flujo de atenci6n, moviendo la mente algo m~s deprisa. Imagine e1 cuerpo hueco y lleno de agua. Quite el tap6n en los pies y deje salir e1 agua. Siga la linea de nive1 del agua que desciende desde la cabeza hasta los pies, percibiendo. la gama de sensaciones en cada nivel en 1ugar de considerar e1 cuerpo parte por parte. AI llegar de nuevo a los dedos de los pies, tras1ade 1a atenci6n al movi­miento de 1a respiraci6n en 1a totalidad del cuerpo; observe-10 de manera re1ajada, sin enfocar 1a atenci6n en ningtin 1ugar en particular durante el resto de 1a sesi6n. Al fmalizar, estire muy bien e1 cuerpo.

Es importante invertir e1 flujo de atenci6n en sentido des­cendente una vez se haya llegado a la cabeza. AIgunas per­sonas encuentran mas agradab1e y relajante mover 1a atenci6n de 1a cabeza a los pies.

Hay que realizar este ejercicio una hora diaria aproxima­damente, durante una semana, y volver a e1 cuando sea nece­sario re1ajarse.

Pregunta: iQId hay que hacer si surgen sensaciones de mucho dolor durante el ejercicio y es imposible ignorarlas y seguir adelante? Rimpoche: Puede ser utH repetir los ejercicios de relajaci6n en 1ugar de intentar forzar la pr~ctica. Pero si esas sensacio­nes de dolor se repiten a 10 largo de unos meses, tal vez sea necesario detenerse en elias e intentar afrontarlas.

Pregunta: Cuando dice "repetir los ejercicios de relajaci6n" , i.se refiere a los ejercicios respiratorios de relajaci6n?

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130 EI arte de diJmar el tigre

RimpocM: QuizA s610 tumbarse y dejar que las sensaciones cesen; tratar de no preocuparse por nada.

Pregunta: A veces, durante este ejerclclO, mi atencion se niega a recorrer ciena parte del cuerpo; parece como si Se quedara atascada en un sitio u otro. iQue puedo hacer? RimpocM: Tal vez estA intentando mover algo demasiado pesado y s6lido, 0 tal vez se estA esforzando excesivamente. En algunas ocasiones un tornillo no entra en el agujero por­que es demasiado grande para el. Necesita otro un poco mb pequeilo; tiene que proceder de una manera mAs ligera, mb suave.

Pregunta: Cuando se repiten insistentemente emociones /uer­tes 0 recuerdos inspirados por determinadas sensaciones, ies util examinar y analizar esas experiencias, 0 me debo con­centrar en las sensaciones fisicas mismas? Rimpoche: Intente Unicamente seguir las sensaciones, sin fi­jarse demasiado en 10 que surge de ellas.

Pregunta: Al hacer este ejercicio comence a tener sensacio­nes que nunca hab£a percibido. iSon solo producto de mi imaginacion? Rimpoche: No necesariamente. Tal vez esas sensaciones ban estado ahf siempre, pero no ba sido consciente de elias basta ahora; estA comenzando a ver con mayor claridad.

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4. Estar abierto

Con este ejercicio cu1tivamos 1a actitud de estar abiertos a los demc1s y aprender a servirles. Nos abrimos a nuestros propios pensamientos, sentimientos y sensaciones, con 1a conciencia de que nuestra experiencia natural es 1a materia prima para e1 ' perfeccionamiento personal. Dejamos fiuir bacia e1 exterior todos los pensamientos y sensaciones que surgen, para ayudar a todos los seres. Cultivamos este sentimiento: "A partir de ahora trabajo por e1 bien de todos". Este ejercicio tambi~n es utll para re1ajarse, porque no es necesario reprimir ninglin pensamiento 0 sensaci6n, por muy destructivos 0 molestos que sean. Todos son igualmente valiosos para e1 desarrollo de la compasi6n. Es, por 10 tanto, una exce1ente pnictica para liberarse de los sentimientos reprimidos y almacenados.

El Ejercicio

Hay que concentrarse Unicamente en 1a espiraci6n. AI espirar, imagine una puerta abierta al espacio por 1a que

sale el flujo continuo de sus pensamientos y sensaciones. AI atravesar la puerta se transforman todos, sea cual sea su forma Original, en compasi6n universal en forma de 1uz dorada que

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llega a todos los seres. Sienta que esta 1uz de compasi6n satisface las necesidades y deseos de todos.

Esta meditaci6n debe realizarse veinte minutos diarios durante tres dfas. Sin embargo, si en cualquier mpmento surge tensi6n durante 1a serle de ejercicios posterlores, se puede vo1ver a ella durante un dfa 0 mru;, antes de continuar con la serle.

Pregunta: Despues de espirar a traves de la puerta, ise que­da abierta 0 se cierra con cada inspiracion? Rimpoche: La puerta permanece abierta; pero si 1a ve abrir­se con cada espiraci6n y cerrarse con cada inspiraci6n, tam­bi~n es correcto.

Pregunta: Si uno se con centra solo en La espiracion, i/ol pensamientos y las sensaciones continUan fluyendo por la puerta durante La inspiraciOn? Rimpoche: Sf, nos concentremos 0 no en ellos.

Pregunta: iEn lugar de visualizar La puerta frente ami, es correcto pensar que yo soy La puerta? Rimpoche: No habr~ nada malo en ello.

Pregunta: Si al visualizar la luz que llega a todos, se visua­liza que quienes sufren estan recibiendo realmente /0 que 1Ie­

cesitan, ies correcto? Rimpoche: No bay ninguna raz6n en contra de ello. Puede mandar 1a 1uz a todos los seres que esUfi sufriendo en gene­ral, 0 a una persona 0 personas en particular.

Pregunta: iSe puede utilizar este ejercicio para trabajar CO"

relaciones personales conjlictivas? Por ejemplo, si alguie" me trata como si yo estuviera siempre haciendolo todo mal, iser{a util imaginar toda mi colera y resentimiento saliendo

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Los ejercicios 133

por la puerta Y transjorm/lfIdose en /a luz doratJa de la com­pasion, para que se sienta mejor y deje de censurarme? RimpocM: Sf, puede ser beneficioso.

Pregunta: iLos sentimientos visualizados tienen alguna for­ma determinada antes de [[egar a la puerta, como una pe/{­cula mental 0 como humo, 0 es s% cuestion de sentirlo? Rimpoche: No creo que se pueda ver realmente el humo, se trata s610 de sentirlo.

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5. El arco iris

En los ejercicios anteriores hemos utilizado objetos intemos para trabajar con la mente: la respiraci6n, las sensaciones ff­sicas y una visualizaci6n que genera compasi6n. En el ejer­cicio del areo iris nos concentraremos en objetos externos con el prop6sito de apreciar su verdadera naturaleza. Hay diferen­tes categorfas de objetos que podemos escoger: a) Objetos con valor material (por ej . una piedra preciosa). b) Objetos sin valor material y que no nos pertenecen (por ej. una piedra 0 una brizna de hierba). c) Objetos que nos pertenecen, valiosos 0 no; cualquier cosa que consideremos nuestra.

Este ejercicio tiene un triple prop6sito: 1) Observar la tendencia mental a aferrarse a los objetos, y la forma en que ese aferramiento interfiere en la visi6n de las cosas tal como realmente son. 2) Contemplar la naturaleza impermanente y no-s6lida de todas las cosas, incluso de las que tienen una apariencia s6lida. (Esta teorfa coincide con los conocimientos de la ciencia moderna). 3) Superar el temor que tienen muchas personas de no poder visualizar. Aquf, el objeto esta siempre ante nuestros ojos.

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Los ejercicios 135

por 10 que no hace falta esforzarse. Asf aprenderemos de manera natural a construir una visualizaci6n y a disolverla.

EI Ejercicio

Este ejercicio consiste en tomar un objeto y transform arlo mentaImente en un arco iris. Primero seleccione algo que Ie pertenezca y que no tenga mucho valor. Co16quelo delante de usted de tal forma que pueda verlo entero. Reflexione acerca de su valor. Luego, con los ojos adn abiertos, visualice otro exactamente igual en el espacio frente a usted e imagine que 10 rompe. Gradualmente pMtalo en trozos mas y mas peque­nos hasta que quede reducido a polvo. Las partfculas son tan pequenas que resultan casi invisibles. 1l1ntelas formando un montoncito, de tal forma que no se pierda ni una mota de polvo. Entonces pregl1ntese: "i,d6nde esta el objeto?".

Luego reflexione: "cuando comence habfa un objeto, un nombre y un valor, i,d6nde estan ahora el objeto, el nombre y el v alor? ".

Despues, transforme el polvo en un arco iris. Puede ser de un solo color 0 de varios colo res. Con este arco iris cree de nuevo el objeto como un objeto-arco iris. Vuelve a ser como el objeto original, pero ahora puede ver que no tiene ninguna solidez; es de la naturaleza del arco iris, no tiene ningl1n valor material.

Finalmente, disuelva el objeto de arco iris en el objeto ori­ginal que tiene delante. Observe que su apreciaci6n por este objeto, la idea que tema de su valor, puede haber cambiado.

AI realizar este ejercicio los ojos han de permanecer abiertos y mirando, sin demasiada fijeza, al objeto. Si empieza a sentirse cansado 0 tenso, t6mese cortos descansos y haga una de las tres prim eras meditaciones de relajaci6n.

Cada vez que realice el ejercicio utilice un objeto diferen-

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teo Comience con un objeto que tenga relativamente IX>Co valor para usted, basta llegar a algo de gran valor. Escoja tambi~n diferentes clases de objetos. Por ejemplo, PUede concentrarse en un cuadro. Mentalmente mmpalo en pedazos . . levante la pintura, destruyala, haga jirones el lienzo y con-vietta en astillas el marco. Si escoge un tapiz, desMgalo y reduzcaIo a sus componentes.

Realice esta meditaci6n una hora diaria durante una sema­na.

Pregunta: Si resulta mas /tuil ver el objeto imaginado y el proceso de destrucciOn con los ojos cerrados, ies tan efecti­vo como con los ojos abiertos? RimpocM: Si encuentra que el ejercicio resulta mas efectivo con los ojos cerrados, esta bien, pero en general es mejor mantenerlos abiettos.

Pregunta: Encuentro que este ejercicio aumenta mi aprecia­ciOn del objeto original respecto a su naturaleza y a los ma­teriales que 10 componen. iEs esto parte del propos ito del ejercicio? RimpocM: Sf. Cuando reconozca que, en esencia, todas las cosas son tan insustanciales como un arco iris, tenma mas apreciaci6n de su verdadera naturaleza y podra utilizarlas co­rrectamente.

Pregunta: iQue ocurre si se empieza a pre/erir el arco iris, si se disfruta destruyendo el objeto con forma? iNo es una manera incorrecta de considerarlo? RimpocM: No necesariamente incorrecta; al menos de momento. Por supuesto no estarfa bien dejarse arrastrar por ello. Tiene que haber un lfmite.

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teo Comience con un objeto que tenga relativamente poco valor para usted, basta llegar a algo de gran valor. Escoja tambi~n diferentes clases de objetos. Por ejemplo, PUede concentrarse en un cuadro. Mentalmente mmpa)o en pedazos, levante la pintura, destruyala, baga jirones el lienzo y con­vietta en astillas el marco. Si escoge un tapiz, desMgalo y reduzcalo a sus componentes.

Realice esta meditaci6n una bora diaria durante una sema­na.

Pregunta: Si resulta mas focil ver el objeto imaginado y el proceso de destrucciOn con los ojos cerrados, ies tan ejecti­vo como con los ojos abiertos? RimpocM: Si encuentra que el ejercicio resulta mas efectivo con los oj os cerrados, esta bien, pero en general es mejor mantenerlos abiettos.

Pregunta: Encuentro que este ejercicio aumenta mi aprecia­ciOn del objeto original respecto a su naturaleza y a los ma­teriales que lo componen. iEs esto parte del proposito del ejercicio? Rimpoche: Sf. Cuando reconozca que, en esencia, todas las cosas son tan insustanciales como un arco iris, tendra mas apreciaci6n de su verdadera naturaleza y podra utilizarlas co­rrectamente.

Pregunta: iQue ocurre si se empieza a preferir el arco iris, si se disfruta destruyendo el objeto con forma? iNo es una monera incorrecta de considerarlo? RimpocM: No necesariamente incorrecta; al menos de momento. Por supuesto no estarfa bien dejarse arrastrar por ello. Tiene que baber un limite.

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6. El espejo

El prop6sito de este ejercicio es ayudamos a comprender y a ser conscientes del proceso de la proyecci6n. Por proyecci6n nos referimos aquf a la tendencia mental aver cosas fuera de uno mismo seg1in los sentimientos intemos y la comprensi6n que tengamos. Todos sabemos que si nuestro estado de mimo es particulannente infeliz, parece haber un sinffn de cosas externas que justifican e incrementan nuestra infelicidad. Cuando m4s conscientes somos de este proceso de proyec­ci6n, y m4s nos responsabilizamos de ello, Mis cerca estamos de la madurez mental.

La falta de comprensi6n del proceso de proyecci6n es 10 que nos pone en peligro y nos causa dificultades. Vemos defectos en familiares y amigos pero negamos su existencia en nosotros mismos. No nos damos cuenta de que las faltas que Mis nos gustarla negar en nosotros son las que con mayor probabilidad proyectamos en los demis y ante las que reac­cionamos de manera m4s emocional. Tambien podemos estar proyectando nuestro potencial positivo y nuestras cualidades en los dem4s, sin desear tomar la responsabilidad de cultivar­las, alimentarlas y poseedas en nosotros mismos, prefiriendo ver a los dem4s como los "buenos" y a uno mismo como el "malo" sin remedio.

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E1 ejercicio de "E1 espejo" nos muestra que podemos Ira­bajar con nuestros sentimientos, proyectrutdo10s consciente_ mente. En la fase 1 podemos reconocer y dejar los que no SOn

utiles, conservando y desarrollando los que sf !o son. En 1a fase 2 vemos que nuestras proyecciones vue1ven a nosotros, afectando nuestra experiencia hasta que podemos reconocer_ las tal como son. Es importante realizar este ejercicio en sesiones cortas, de quince 0 veinte minutos, una 0 dos veces al dfa. Un mfnimo de cinco 0 diez minutos de re1ajaci6n deben preceder y seguir a cada sesi6n.

EI Ejercicio II

Fase 1 Sientese frente a un espejo, preferiblemente uno en el que pueda ver todo su cuerpo. Primero piense que e1 espejo es un trozo de cristal que contiene una imagen, un reflejo que s610 esta "ahf' en virtud de 10 que usted ve en el.

Mantenga los ojos cerrados 0 mirando hacia abajo duran­te unos diez minutos, simp1emente relajandose, consciente de sus pensamientos, sensaciones y emociones. Procure percibir 10 negativo y 10 positivo de manera equilibrada Despues de unos minutos, cuando la mente comienza a asentarse, mire su reflejo observando todos los pensamientos y sentimientos que suIjan. Luego, concentrl1ndose s610 en la espiraci6n, exhale todos esos pensamientos, sensaciones y emociones hacia su reflejo en e1 espejo. Sienta que se esta vaciando gradualmente de sentimientos, pasandolos al espejo. Piense que esta trasla­dando todo su "yo" al espejo. Deje que se origine una sensa­ci6n de falta de solidez y de transparencia, una sensaci6n de espacio entre usted y sus pensamientos.

Despues de quince 0 veinte minutos, haga volver todas las cualidades positivas que escoja, dejando en e1 espejo 10 nega­tivo, todo aquello de 10 que erea poder preseindir.

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Los ejercicios 141

Reconozca que son sus propias proyecciones las que han creado todo 10 que ve en el espejo y que, por su propia voluntad Y entendimiento, puede tomar de nuevo las cuali(la­des puras y positivas que ha reconocido.

Despues dedique cinco 0 diez minutos a relajar la mente, dejando que los pensamientos vayan y vengan, fluyendo sin dificultad.

Continue con esta primera fase durante una semana como mfnimo, 0 hasta que Ie resulte f<1cil proyectar sus sentimien­tos al espejo y considerar sus experiencias de manera menos . s6lida que antes. Es mejor no pasar a la fase 2 del ejercicio hasta que no se tenga cierta facilidad en experimentar las cosas de forma menos s6lida.

Fase 2 Comience de la misma forma que en la fase I, sen.andose y dejando que la mente se calme. Despues, mirando su reflejo en el espejo, intercambie sus sentimientos con los de la per­sona que ve frente a usted: con cada espiraci6n, todo 10 que considera que es, todo 10 que siente dentro de sf mismo, 10 exhala hacia la persona que ve en el espejo; con cada inspi­raci6n, traiga hacia usted todos sus pensamientos y sentimien­tos. Continue realizando este intercambio, recordando siem­pre que todo 10 que est<1 experimentando es proyecci6n suya. Es importante no tratar de analizar, sino hacer simplemente el ejercicio durante el tiempo indicado, y relajarse al final.

La meditaci6n de "El espejo" es muy importante para llegar a la base de nuestra experiencia de nosotros mismos y de los demc1s. En muchos de los ejercicios posteriores hay intercam­bios con im<1genes proyectadas de Buda, amigos, familiares, enemigos, etc., pero estos ejercicios no pueden considerarse tOlalmente v<1lidos a menos que comprendamos profunda y Correctamente 10 que queremos decir con "nuestras propias

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proyecciones". Esta es la raz6n por la cual quienes deseen seguir adelante con el programa, no deben omitir los ejerci. cios de "El espejo".

Si se experimentan serias dificultades para completar uBI espejo", como fuerte temor u otras reacciones intensas, se puede pasar a uEI Buda interior", luego a "Dilatar y con. traer", y despu~s a "La esfera de luz de arco iris". En alg6n momento uno se sentirc1 preparado para probar de nuevo UBI espejo", y podrc1 realizar los demc1s ejercicios que implican proyecci6n.

Tiempo Fase l. 15-20 minutos, una 0 dos veces al dfa durante 1 semana como minimo. Fase 2. 15-20 minutos diarios durante 3 6 4 semanas.

Pregunta: Rimpoche, en La primera fase del ejercicio he podido transferir muclws sentimientos y sensaciones doloro­sas de mi cuerpo al espejo, y ha supuesto un gran alivio para mi. Pero iOO es en cierto modo solo un truco? RimpocM: En cierto sentido todos los ejercicios podrfan lla­marse trucos, pero ofrecen la posibilidad y los medios para adiestrar la mente. Aunque este ejercicio no puede quitarnos realmente el dolor y el sufrimiento -en este sentido no repor­ta un beneficio absoluto- nos puede ser util de modo tempo­ral.

Pregunta: iWS ejercicios del espejo podrian considerarse una lee cion de impermanencia? Es decir, iPuedo considerar­los de esa manera, 0 deberfa aplicarme tinicamente a trans­ferir mis sentimientos al espejo y viceversa? RimpocM: Puede mirar el reflejo, verlo transparente e imper­manente, y extenderlo a todo 10 que ve. Esta bien, es un ejemplo utH. Tambi~n puede utilizarlo para liberar la tensi6n

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y sacar a la superficie sus problemas internos. Esto tambien es provechoso; puede emplearlo como quiera.

Pregunta: Si dejo todas mis experiencias negativas en el es­pejo, i,no es un poco sucio? i,No deberia limpiar mentalmen­te el espejo antes de que 10 use otro? RimpocM: No, no creo que sea necesario. El espejo no sien­te dolor ni sufrimiento, ni 10 almacena. La idea es dejar fuera algo de nuestro dolor y sufrimiento, vaciarse un poco. Es como una taza de te que esta demasiado Dena; no la podemos coger sin que se derrame algo, hay que vaciarla un poco. 19ual con nuestros sentimientos, tenemos que vaciarnos un poco. "El espejo" sirve para eso.

Pregunta: Lo que vi en el espejo durante La segunda lase del ejercicio me disgusto mucho. Y mas tarde, cuando 10 tome en mi mismo, me senti aun peor. Lo unico que me consolaba era pensar que ni mis sentimientos ni el reflejo son en absoluto s6lidos. i,Es esta La manera correcta de considerarlo, una manera valida de resolver el problema? RimpocM: Sf. Al mirar en el espejo es muy importante darse cuenta de que 10 que se ve no es s6lido en absoluto. Por 10 tanto, cuando surgen sentimientos gozosos 0 deprimentes durante el ejercicio, no hay que tomarlos en serio, no hay que otorgarles demasido valor; ambos sentimientos carecen de solidez.

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7. El amigo

La finalidad de este ejercicio es comprender el apego. Tene­mos un apego tan fuerte a ciertas personas y objetos que nos resulta diffcil separamos de elios. Esta pnictica tambien nos ofrece la posibilidad de comprender mejor a nuestros amigos, basandonos en 10 que sabemos de elios en lugar de en 10 que queremos de elios. Asimismo, por medio del intercambio, que implica dar 10 que conocemos de nosotros mismos, se amplia­ra nuestra capacidad y deseo de comunicamos y de dar a los que estan cerca de nosotros. Una motivaci6n positiva es crucial en este ejercicio, al igual que en todos los demas. El intercambio nos ayuda a comprender mejor a nuestros amigos y a nosotros mismos y, por consiguiente, a poder sentir y actuar con compasi6n. La altemativa es continuar indefinida­mente con nuestro comportamiento negativo, basado en un punto de vista egoista y unilateral.

EI Ejercicio

1. Primera sesi6n. Proyectar

Piense en una persona a la que este apegado, alguien cuya

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Los ejercicios 145

compafiia Ie guste mucho. Puede ser cualquiera a quien se sienta muy unido: padre 0 madre, esposa, marido, novio, novia, amante, hijo, hija 0 un amigo fntimo. Visualice a esa persona delante de usted y, sobre todo, sienta realmente su presencia. Dedique el tiempo que sea necesario a pensar y proyectar de esta manera hasta que la imagen y la sensaci6n de la presencia de dieha persona sean muy claras.

Medite asf durante diez 0 quince minutos y luego t6mese un corto descanso.

2. Segunda sesi6n. Intercambio.

AI inspirar imagine que inhala al amigo que tiene delante. Al espirar se exhala a sf mismo y entra en el amigo. La forma extema de su amigo y la suya propia permanecen invariables, pero el contenido se intercambia gradualmente. Todos sus sentimientos, pensamientos, sensaciones y deseos fluyen con la espiraci6n, de uno en uno, dentro de su amigo, y los suyos entran en usted con la inspiraci6n. No es necesario realizar el intercambio con cada una de las inspiraciones y espiraciones. Trate de mantener el flujo de ida y venida tan natural y rela­jado como sea posible, dando y recibiendo todo 10 que surja sin censurar ni estructurar. Dedique media hora a esta fase del ejercicio. AI fmal de la sesi6n puede conservar la sensaci6n de ser su amigo 0 volver a sus propias sensaciones, pero en cualquiera de los dos casos, conserve la comprensi6n del amigo dentro de usted.

Realice esta meditaci6n una vez al dfa durante cuarenta y cinco minutos, a 10 largo de tres 0 cuatro semanas. Al ir avan­zando, utilice diferentes amigos como objetos de la medita­ci6n.

Pregunta: tQue ocurre si La persona en La que estoy pensan-

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de no se queda quieta, sino que se pasa el tiempo deambll_ lando, apareciendo y desapareciendo? RimpocM: Esta bien, no tiene porque sentarse. Es usted el que esta sentado.

Pregunta: La mayorfa de las veees siento un bloqueo total haeia este ejereieio; me partee que es por un temor a tomar o dar eualquier eosa a ese nivel. La sensaeiOn de separaciOn es muy intensa. iQue puede haeer? RimpocM: En ese caso, prolongue la duraci6n del ejercicio de "El espejo" para eliminar la sensaci6n de solidez. Lo que Ie esta causando problemas, en especialla dificultad para in­tercambiar, es esta sensaci6n de solidez. Practique mas "EI espejo" basta que el temor a la falta de solidez sea superado.

Pregunta: iNo podria ser un tanto atrevido, incluso peligro­so, tomar de estaforma tolia la experieneia de otra persona? RimpocM: No, no hay ning11n peligro. Tendrfa que estar eo una fase muy avanzada para que 10 fuera. Cuando ese peli­gro llegue no Ie afectar<i, porque est<i practicando con la motivaci6n correcta.

Pregunta: Si me siento muy unide a una persona, muy ape­gado, el proeeso de acerearme tanto a ella mentalmente, inD aumentara ese apego? RimpocM: No. "El espejo" resolvern tambi~n ese problema.

Pregunta: iQue oeurre si con este ejercieio tengo una expe­riencia flsiea y emocional muy juerte de los problemas y d0-lores de la otra persona, de los euales antes ni siquiera tenJo eonoeimiento, y esta experiencia es insoportable porque no Sf como ayudar? RimpocM: No creo que ocurra esto. Casi tOOo el dolor que siente est<i creado por usted mismo; no es que pueda sentir el

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Los ejercicios 147

sufrimiento de otra persona. Sin embargo, aunque fuera algo mas que simple imaginaci6n, la actitud correcta es generar gran compasi6n por ella. Se da cuenta del sufrimiento que esta experimentando y fonnula el deseo de poder ayudarla.

Pregunta: iCuanto tiempo hay que dedicar a cada amigo? lEs mejor comenzar con amistades simples, de menor apego? RimpocM: Puede dedicarle a cada uno el tiempo que sea necesario. Es bueno trabajar con amigos muy fntimos y tambien con otros que no 10 son tanto.

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8. El Buda interior

En este ejercicio se utiliza la figura de Buda como sfmbolo de la mente iluminada: total conocimiento y perfecta sabidurfa junto con compasi6n universal. Cualquier persona que tenga alguna objeci6n 0 problema en visualizar a Buda, puede uti­lizar una esfera de luz dorada para expresar las mismas cualidades: lucidez y compasi6n, perfecta pureza mental.

El Ejercicio

1. Base

Realice el ejercicio respiratorio de relajaci6n durante unos minutos, sintiendo que con cada espiraci6n el cuerpo se vuelve menos s6lido.

Compruebe que la espalda este bien recta. Piense que en el interior del cuerpo, en el centro, hay una flor de loto ama­rilla abierta hacia arriba.

Visualice un tubo hueco, de color indeterminado, que va desde la coroniUa -donde el cabello forma un remolino- hasta elloto, entrando en su centro. La parte superior del tubo es rnuy abierta, como un embudo de boca ancha.

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150 El arte de domar el tigre

2. Invitaci6n

Visualice un precioso Buda dorado, hecho de 1uz -() una esfera de 1uz dorada de cualquier tamano- situado justo en­cima de 1a boca del embudo. Piense que el cuerpo se 'Va ha­ciendo cada vez menos s6lido y mru. abierto y transparente; trate de sentirlo.

3. Entrada

Haga descender 1a preciosa forma transpatente de Buda, 0 la esfera, a traves del embudo hasta el coraz6n del 10to, en el centro del cuerpo. Piense que 1a forma de 1uz dorada y el cuerpo no son en absoluto s6lidos.

Dedique cuatenta y cinco minutos a estas tres fases del ejer­cicio, luego t6mese un descanso.

4. Relajaci6n

Realice 1a meditaci6n de re1ajaci6n: deje descansar 1a mente y permita que los pensamientos vayan y vengan, fluyendo de manera natural. Piense que 1a esencia de 1a mente iluminada y la compasi6n estan ahora dentro de sf mismo y en todo 10 que Ie rodea. No hay un cuerpo ffsico s6lido, no hay dolor ni tensi6n. Deje que todo se disue1va en e1 sosiego, en un estado mental de paz.

Dedique una bora a esta fase de re1ajaci6n. Cada sesi6n dura una hora y cuarenta y cinco minutos, y hay que hacem diariamente durante una semana.

Pregunta: Cuando menciona el centro del cuerpo, ia qui lugar se refiere exactamente? RiropocM: Normalmente es 1a regi6n del coraz6n, pero no es

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Los ejercicios 151

}a Unica posibilidad; depende de donde sienta que estA el centro de su propio cuerpo.

Pregunta: Si no puedo ver reaImente La forma de Buda en mi mente, Les suficiente sentir que esta aM? Rimpoche: Sf. EI objetivo es situar la esencia virtuosa de la mente, la fonna exacta de esta cualidad es secundaria.

Pregunta: Rimpoche, a veces en lugar de una luz dorada aparecen otros colores. LDebo insistir en conseguir el color dorado? Rimpoche: Sf. Un color dorado es 10 mejor.

Pregunta: LMe podria dar alguna idea para conseguirlo mas j{lcilmente? Rimpoche: Observe algl1n objeto dorado. Si al mirar el obje­to el color se hace muy s6lido, pruebe a verlo reflejado en un espejo. Tal vez pueda obtener asf ciecta sensaci6n de transpa­rencia en el color.

Pregunta: A menudo, durante la fase de reLajacion al termi­no del ejercicio, mi mente no esta nada tranquila, suelen surgir muchas emociones. LQUe puedo hacer? Rimpoche: Intente conseguir algo de tranquilidad, la que pueda, y deje que las emociones y los pensamientos se disuel­van en ella. Aunque s6lo consiga un poco de paz, s6lo un uno por ciento, ya puede realizar esta parte del ejercicio.

Pregunta: Si no se dispone de la hora y cuarenta y cinco minutos sugeridos para este ejercicio, Les importante hacer La relajacion al final de cada sesi6n? Rimpoche: Sf 10 es. Disponga del tiempo que disponga, trate de conservar las mismas proporciones para cada fase del ejercicio.

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9. Dar vida al Buda interior

Antes de seguir adelante con el siguiente ejercicio, revisare­mos la utilidad y el progreso de los anteriores. Cada uno de los ejercicios esta pensado para preceder y seguit a ow. Quiza no se comprenda su finalidad inmediatamente, pero insistiendo en la practica, la comprensi6n surgira espont4-neamente.

Lo que estamos considerando son nuestras situaciones cotidianas. No estamos intentando crear algo diferente 0

nuevo. En nuestra existencia tenemos problemas que hemos creado nosotros mismos, pero por esa misma raz6n, por ser nosotros quienes los hemos creado, tenemos la llave para liberamos de ellos.

Hemos comenzado con los ejercicios de relajaci6n, sentir y estar abierto, seguidos por la meditaci6n del arco iris -disolver objetos materiales en una forma menos s6lida-. Despues hicimos los ejercicios del espejo y del intercambio con un amigo. Las meditaciones de "El arco iris", "El ami­go" Y "El Buda interior", nos mostraron que sabemos visua­lizar en cierta medida. Para perfeccionar la visualizaci6n po­demos servimos como punto de partida del apego a un ami­go, a nuestra pareja, etc., y luego intentar llevar a ese mis­mo nivel de claridad la imagen de Buda 0 la esfera dorada.

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Los ejercicios 153

£1 proceso depende del grado de implicaci6n que tengamos con la persona 0 la proyecci6n. Por ejemplo, cuando nos enantoramos 0 tenemos una relaci6n muy intensa con una persona, surgen espontaneamente imligenes muy poderosas de ella.

Todo el mundo puede visualizar, pero el resultado depen­de del tiempo que dediquemos a ella y de que apliquemos el esfuerzo correcto. La incapacidad para visualizar suele de­berse a que se aplica un esfuerzo excesivo de manera muy tensa. En cambio, si disfrutamos con la prlictica y tenemos una total confianza en su beneficia potencial, la visualiza­ci6n surgirli flicilmente de manera natural.

No hay que preocuparse si al intentar visualizar a Buda 0 la esfera de luz dorada s610 podemos ver un amigo 0 un enemigo; significa que tenemos que esforzarnos en com­prender que todos los seres poseen la esencia de la compa­si6n y la mente iluminada. Este hecho s610 se ve oscurecido por la divisi6n que estab1ecemos entre "amigos" y "enemi­gos", y por 1a tendencia aver la parte negativa de las perso­nas en 1ugar de sus aspectos positivos. Aunque todas las per­sonas poseen en su interior 1a esencia de 1a mente ilumina­da, tenemos que meditar y hacer prlicticas de visualizaci6n para poder llegar a comprenderlo.

En el ejercicio anterior visualizabamos dentro de nuestro cuerpo a Buda -0 1a esfera de luz dorada con todas las cua­lidades de Buda- al que aun no hemos realizado ni recono­cido. Para estudiar an atom fa no tenemos que extraernos los 6rganos, huesos, etc., sino que utilizamos modelos que son sus imagenes proyectadas. Ocurre igual con el Buda inte­rior, esta ahf, 10 hayamos olvidado 0 no, 10 sepamos ver 0 no, pero comenzamos proyectando una imagen en e1 exterior para comprender 10 que existe en nuestro interior.

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EI Ejercicio.

La finalidad de este ejercicio es dar vida al Buda interior. No es necesario repetir tOOo el proceso de crear el Buda -0

la esfera de luz dorada- e introducirlo en el cuerpo, puesto que ya 10 hicimos en el ejercicio anterior. Comience visua­lizando directamente el Buda 0 la esfera en el centro del cuerpo. Concentrese en ello recordando que tanto su cuerpo como el de Buda son transparentes, como un arco iris, sin peso ni opacidad. Si mantiene la imagen de un cuerpo de naturaleza semejante a un arco iris, no surgiran los proble­mas de forma, de la direcci6n en la que mira, etc. No esta­mos tratando con cuerpos s6lidos que haya que colocar en posiciones rfgidas.

1. Ver al amigo como Buda.

El Buda -0 la esfera de luz dorada con todas las cualidades de Buda- est~ sentado en una flor de loto en el centro del cuerpo. Visualice uno de los amigos del ejercicio anterior sentado frente a usted. Con la espiraci6n, la forma dorada transparente del Buda sale de su cuerpo y se disuelve en el amigo, de tal forma que los dos se mezclan completamente en una sola esencia compasiva y puramente despierta. Esta­blezca un flujo f~cil de un buda por cada respiraci6n, pero no sea demasiado rfgido en ello.

Antes vimos c6mo el apego nos conducfa a conocer y comprender al amigo; este mismo apego nos capacita ahora para conocer y comprender el buda que es uno con el ami­go.

2. Verse a SI mismo como Buda.

Ahora usted tambh~n se convierte en Buda. Piense: "Soy

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Los ejercicios 155

suda", "Soy la personificaci6n de la mente iluminada y 1a compasi6n". Tanto usted como su amigo tienen ahora un cuerpo de arco iris y no queda traza de su identidad ante­rior. Como Buda frente a Buda, no existe "yo" ni "mi ami-go".

3. Descansar en un orgullo positivo

Si 10 desea, puede dar un paso mlis en esta meditaci6n de­sarrollando un sentido de innata dignidad u "orgullo positi­vo". Este orgullo no significa "estoy lleno de cualidades ma­ravillosas y soy una persona muy espiritual"; es algo dife­rente. Es un profundo respeto que proviene de reconocer que todos los seres, incluido uno mismo, son Buda. Es 10 con­trario del orgullo eg61atra, porque conlleva un sentimiento de uni6n con los dem<is y un deseo de felicidad para todos. De hecho es un poderoso y efectivo antfdoto contra esa cla­se de orgullo que nos separa de los dem<is y nos hace creer ser mejores que ellos. E1 verse a uno mismo y al amigo como Buda nos hace sentir la innata dignidad de esa reali­dad, e1 orgullo de "los dos somos Budas". Permanezca en esta certeza durante alg\1n tiempo.

Si se siente inquieto durante la meditaci6n, det~ngase, practique la respiraci6n relajante y comience de nuevo. No se fuerce a hacer sesiones largas si est<i muy agitado. Es mejor hacer varias sesiones cortas con intermedios. Pueden ser incluso de cinco minutos. Hay que practicar teniendo en cueRta las propias limitaciones.

Realice este ejercicio una vez al dfa durante una hora y quince minutos, a 10 largo de cuatro semanas.

Comentario

Con este ejercicio nos volvemos conscientes de que tanto

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156 EI arte de damar el tigre

nosotros como nuestros amigos somos Buda. Esto nos PI'().. porciona una importante comprensi6n: cuando nos conside­ramos a nosotros mismos y a nuestros amigos como seres corrientes, sentimos deseo y apego que originan aferramien_ to, ilusi6n y odio. Pero si los dos somos Buda, i,c6mo pUede existir apego? EI amor codicioso se convierte en respeto y podemos desarrolIar la actitud de ayudar a todo el mundo. Nuestro problema estA en el "yo" y .en el "mi amigo". Esta idea da lugar a esperanzas y a las consecuencias negativas que se derivan de elias. Pero si consideramos a lOdos los seres como bud as, sus acciones se convierten en las accio­nes de un buda y podemos vedos con la mente libre de ex­pectativas, censura u otra negatividad. Hemos de realizu este ejercicio repetidamente para que, gradualmente, nues­tra mente comprenda su verdadera naturaleza.

Pregunta: dEs mejor concentrarse en una persona diferenu cada dial dPodrfa ser un enemigo en lugar de un amigo? RimpocM: Si es~ intentando afrontar un problema u obs~­culo en particular, puede utilizar repetidamente la persona que 10 encarna hasta que 10 haya superado. Pero si el objeti­vo es s610 adquirir 1a comprensi6n de Buda dentro de todos. puede utilizar una persona diferente cada dfa.

Pregunta: dPOr que esta tan mal considerado el orgullo? Ell la sociedad, ayuda a las personas a mantener un alto COII­

cepto de si mismas y constituir un buen ejemplo para los de­mas. RimpocM: Si uno es una persona muy pretensiosa, al prin­cipio es beneficioso trabajar con ese orgulIo, transform4n­dolo en el orgullo positivo descrito en el ejercicio. Pero a la larga el orgullo no es litH porque implica un ego muy fuer­teo Por ejemplo, si nos sentimos orgullosos de nuestra familia, no hay nada malo en pensar: "que familia tan en-

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Los ejercicws 157

cantadora tengo", pero esto nos conduce a aferrarnos a esta idea de familia encantadora y nos causara problemas. Cierto aprecio de nosotros mismos es muy util, pero el orgullo no es beneficioso ni necesario.

Pregunta: iQue ocurre si el amigo que estoy utilizando se convierte en otra persona en mitad de la sesion? iDebo continuar 0 intentar volver al objeto de concentraciOn ori­ginal? Rimpoch6: AI principio puede intentar volver al anterior, intentar mantener cierto control de la visualizaci6n. Pero una vez trascendido un determinado nivel de desarrollo no es tan necesario.

Pregunta: Como cristiano, no he querido utilizar la icono­grafla budista y la esjera de luz dorada ha juncionado muy bien hasta ahora, pero me resulta diflcil imaginarme a mf mismo y a mi amigo como dos esjeras, una jrente a otra. lMe podrfa aconsejar algo? Rimpoch6: Cuando se habla de Buda, en general pensamos en el Buda que naci6 y vivi6 en la India, igual que la mayo­ria de los cristianos asocian las cualidades de Cristo con la figura de Jesus. Pero al hablar del estado despierto me re­fiero a cualquiera que posea esta cualidad especffica, miis que al Buda hist6rico. Asf, en realidad no tiene importancia que se considere la cualidad de total lluminaci6n como Buda 0 como Cristo. Cualquiera que personifique dicha cualidad es vi1lido, s6lo difiere el nombre.

Pregunta: iQue puedo hacer con la parte de mf mismo que insiste en que no tengo mucha compasion ni entendimiento y que piensa que esto no es mas que un juego de autosuges­lion? Rimpoch6: El prop6sito de la priictica es precisamente desa-

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158 El arte de dtJmar el tigre

rrollar la compasi6n. Si ya estuviera desarrollada no tend ria­mos necesidad de practicar.

Pregunta: iComo es posible creer que todas las persolt4l son Buda, estando el mundo tan lleno de gente violenta J cruel? iNo se trata solo de buenos deseos? RimpocM: Pienso que primero tenemos que desarrollar la motivaci6n correcta. Cuando 10 hayamos conseguido serA posible, a traves del adiestramiento mental, ver la pureza esencial de todos los seres. Entonces encontrar~ la respues­ta a su pregunta y podr~ relacionarse con todo 10 demU.

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10. Dilatar .Y contraer

El prop6sito de este ejercicio es reconocer c6mo el cuerpo s6lido obstruye el flujo de la mente. Todos tenemos un sen­tido de territorio debido a la existencia del cuerpo fisico. Quiza hayamos notado que una mente infeliz esta asociada, con frecuencia, a un dolor fisico, mientras que una mente feliz generalmente coincide con un cuerpo relajado y satis­fecho. Todos tenemos nociones conscientes e inconscientes acerca de nuestro cuerpo que pueden volverse muy rfgidas, impidiendo un cambio positivo y la experiencia de libertad. Hay que destruir esta solidez; hemos de salir de las garras de las ideas fijas acerca de la mente y del cuerpo. El ejerci­cio de dilatar y contraer nos ayudara a conseguirlo.

Tenemos que perfeccionar nuestra mente trabajando con todo 10 que surge en las situaciones cotidianas. Esto puede ser considerado terapia mental, ya que nos libera de la pri­si6n de una mentalidad estrecha, abriendola y ensancMndo­lao La practica es progresiva y se desarrolla por fases.

Hay que tener cuidado con esta meditaci6n porque puede producir temor. Si surge tensi6n 0 temor, deje de meditar, descanse y realice uno de los ejercicios de relajaci6n. No reanude la practica hasta que se sienta completamente segu­ro y relajado. Si es necesario, dejelo durante un par de dias.

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160 El arte de dorruu el tigre

Si el temor se produce en relaci6n a una parte especffica del cuerpo, rellijese y permita que esa parte del cuerpo se haga transparente a los ojos de la mente. Luego preg11ntese i.d6n­de estli el miedo?, i.quien tiene miedo? Reflexione en eUo.

EI Ejercicio

1. Dilatar

Comience recordando la presencia de Buda, 0 la esfera de luz dorada que personifica las cualidades de Buda, en el centro del cuerpo; asi se previene el temor. Es Buda, por 10 tanto no puede perder nada, pase 10 que pase con el cuerpo. Cada tres 0 cuatro espiraciones, piense que toda la piel del cuerpo se dilata adquiriendo mayores proporciones, pero conservando la misma forma. Si siente alg11n dolor 0 moles­tia, concentrese en esa parte del cuerpo y comience la dila­taci6n aUf. Piense que el dolor sale con la espiraci6n al tiem­po que la piel se va haciendo mlis fina. Continue dilatlindo­se hasta alcanzar el tamano de una casa, disuelva entonees la forma del cuerpo y siga creciendo con forma amorfa. Re­cuerde continuamente sus cualidades de Buda: compasi6n y pura sabidurfa.

A medida que progresa la dilataci6n, la piel y todo el contenido se van haciendo menos densos. Cuando alcanza el tamano de una montana, el cuerpa ya casi no existe, s610 hay un contomo fino y borroso. Continue dilatlindose hasta que no quede nada del cuerpo; todo se ha desvanecido en el espacio.

Si en alg11n momento surge temor, recuerde sus cualida­des de Buda y que no puede sufrir ning11n dano. Finalmente deje fluir completamente la sensaci6n de existir sin un cuer­po, abandonando tambien toda noci6n de "yo".

Esta fase del ejercicio ocupa la mitad de la sesi6n.

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Los ejercicios 161

2. Contraer

Esta parte del ejercicio es 10 opuesto de la anterior. Recuer­de que es Buda y conc6ntrese en la inspiraci6n. Cada tres 0

cuatro inhalaciones piense que su cuerpo se va encogiendo. No se preocupe por conservar ninguna forma en particular, continue encogi~ndose hasta que su cuerpo se disuelva completamente en el Buda 0 la esfera de luz dorada que hay en su interior; hasta que no quede nada de "sf mismo" y s6lo permanezca la expresi6n de sus puras cualidades. Continue concentmndose en las inspiraciones reduciendo el Buda cada vez mis, hasta que tenga el tamafio de un grana de arroz. Finalmente, el grana se vuelve incoloro y transparen­te y desaparece completamente. Esta fase del ejercicio ocupa la segunda mitad de la sesi6n.

Dedique a este ejercicio una hora diaria durante tres se­manas. Media hora para cada fase.

Pregunta: iDurante La dilataciOn hay que sentirse en con­tacto con eL asiento 0 eL sueLo? Rimpoche: No es en absoluto necesario sentirse pegado al asiento 0 al suelo. La finalidad de este ejercicio es veneer cualquier tipo de temor que se tenga de hacerse uno con los demas. Sin embargo, si no se siente capaz de "dejarse ir" completamente, puede conservar cierta sensaci6n de contac­to con el suelo, aunque a veces es necesario sentirse un poco por encima del mismo suelo.

Pregunta: iQue ocurre si uno encuentra mas diflciL visua­lizar La dilatacion que La contraccion? Me resuLta diflcil sentir que eL proceso estti sucediendo reaLmente. Rimpoche: Sf, puede ser un problema. En lugar de intentar forzar la situaci6n realice algunos ejercicios de relajaci6n y despu~s pruebe de nuevo.

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Pregunta: Al volverse nuestro cuerpo cada vez mas grande i,el Buda en el corazon se hace tambien mas grande, 0 ,;

mantiene del mismo tarnaiio? RimpocM: En realidad el Buda no es un objeto s6lido COl. gando en el medio del cuerpo como si fuera una estatua de bronce; la idea es mas bien que se va haciendo transpareDte y menos sustancial a medida que usted se va haciendo f:r'ana. parente y menos sustancial. De modo que el tamafto no importa demasiado.

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11. El enemigo

Con esta meditaci6n continua el proceso de aprender a afrontar las situaciones cotidianas. Estamos intentando ave­riguar por qu~ pensamos, decimos y hacemos tantas cosas innecesarias e incluso perjudiciales. En la parte anterior de este proceso hemos visto que al estar las cualidades de Buda en todos los seres, el tamaflo no tiene importancia. Es posi­ble aumentar y reducir las dimensiones del cuerpo y tam­bi~n cambiar su forma. Asf empezamos a conocer el modo de liberarnos de sus limitaciones.

La finalidad del presente ejercicio es afrontar la aver­si6n. Es posible realizar esta meditaci6n aunque no tenga­mos un enemigo al que aborrezcamos intensamente, ya que existen diferentes categorfas de enemigos y diversos grados de enemistad:

a) Enemistad basada en la propia aversi6n: puede variar en intensidad, desde la mas insignificante, como la irritaci6n 0

el fastidio que sentimos cuando alguien nos molesta con fre­cuencia, hasta un fuerte sentimiento de ira y odio que podrfa incluso producimos deseos de matar. b) Enemistad basada en la aversi6n de la otra persona: cuan-

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164 El aTle de domar el tigre

do alguien censura constantemente todo 10 que uno hace. c) Enemistad basada en el apego: Cuando uno estci intensa_ mente apegado a otra persona. En este caso uno esta siem_ pre pensando en el otro, constantemente preocupado por ~I o ella. Este tipo de apego puede teI),er 1a apariencia 0 la eti­queta de "amor", pero en realidad esc1aviza 1a mente y pro­duce sufrimiento.

EI Ejercicio En esta meditaci6n nos concentraremos en 1a forma y los sentimientos del enemigo, no en su hab1a y su actividad. Comience 1a sesi6n escogiendo una persona que entre en alguna de las anteriores categorfas de enemistad, ya sea de intensidad debil 0 fuerte. Imagine a dicha persona sentada frente usted. Con 1a mayorfa de las inspiraciones, no todas, introduzca al enemigo en su interior. Tome todos sus senti­mientos, sensaciones, pensamientos, temores, 6rganos inter­nos, etc. Con 1a mayorfa de las espiraciones deje tluir bacia el enemigo todos sus propios sentimientos, etc. Este proce­so continua hasta que todas sus "cualidades y atributos" hayan sido totalmente intercambiadas por las del enemigo, pero conservando los dos su forma original.

Una vez finalizado el intercambio reflexione: "l.D6nde estci la ira? l.D6nde estci el enfado, el odio, el miedo, el apego aprisionador? l.D6nde estcila causa de la enemistad?". Piense: "Ahora que yo soy el enemigo y el enemigo es yo, l.d6nde estc1la fuente del sentimiento?".

Tras el intercambio y la retlexi6n vuelva a su propia for­ma y sentimientos, pero conserve la comprensi6n que ba adquirido del enemigo. Realice la meditaci6n relajante, de­jando simplemente que los pensamientos y sensaciones flu­yan con libertad. Deje descansar la mente y observe todo 10 que transcurre por ella.

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Los ejercicios 165

Este ejercicio pone el dedo en la llaga de nuestros pro­blemas. Puede ser muy doloroso en ciertos momentos, pero hay que ser valeroso y continuar adelante.

Realice el ejercicio una vez al dfa, a 10 largo de cuatro semanas, durante una hora y veinte minutos, dedicando los tiltimos diez minutos a relajarse. Es mejor concentrarse en pocas personas que cambiar a menudo.

Pregunta: Aunque comprendo que este ejercicio esta pro­yectado para cambiar mi propia mente y no la del otro, no puedo evitar pensar que al trabajar tan intensamente con­migo mismo tiene que haber alguna mejora en el otro. ;,Es una consideracion erronea? RimpocM: El prop6sito fundamental no es cambiar a otra persona. Aunque pueda haber alguna mejora en los demas, el objetivo y el resultado han de ser un cambio positivo en uno "mismo.

Pregunta: Ha indicado que estar enamorado puede conside­rarse una forma de enemistad. ;,Signijica eso que debemos huir cuando sintamos una fuerte atraccion hacia otra per­sona?, ;,es posible purificar el amor dentro de La atraccion misma, de tal forma que resulte positivo y util? RimpocM: Si ama sin aferrarse, 0 si puede superar el afe­rramiento que pueda surgir inicialmente, ese amor sera uti­Usimo. Sin embargo, cuando existe apego al objeto de amor o a la misma idea de amor, este amor es impuro y se dete­riora flicilmente. El apego disipa la pureza del amor porque da lugar a otras tendencias negativas, como esperanzas, po­sesividad y celos.

Pregunta: Al realizar este ejercicio he experimentado la sensacion de ser posefdo por alguien que me querfa danar reaLmente. Me asuste tanto que pasaron varios dfas antes de

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166 El arte de domar el tigre

sentirme seguro en mi pieL de nuevo. ;,Debo persistir en el ejercicio a pesar de todo? RimpocM: Si esta practicando el ejercicio de forma comple­tamente pura y amorosa, la idea de que alguien se apodere de su vida puede ser considerada como un progreso muy es­perado, en lugar de algo negativo. Pero si es un principian­te y no puede verlo de esta manera, serfa uti! que intentara mejorar su comprensi6n del Buda interior. Si vuelve a sur­gir ese temor, recuerde que la naturaleza de Buda esta en usted mismo y repita el ejercicio.

Pregunta: ALgunas veces este ejercicio me produce un eJec­to muy perturbador, me aLtero mucho y me dejo dominar por Juertes y amargas emociones, ;,es mejor continuar y meter­me de lleno en esas experiencias, 0 debo parar y practicar La reLajacion? RimpocM: Ambas posibilidades ·tienen su momento. AI principio pUede resultar utH algo de relajaci6n, pero llegara un momento en que sea necesario afrontar la situaci6n, por muy diffcil que esta sea, y superarla. AI final es necesario meterse de lleno e ir mas alIa de ella.

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12-14. Tomar para sf el sufrimiento

Comentario general.

Los tres ejercicios siguientes: "12. Tomar para sf el sufri­miento de los padres y familiares", "13. Tomar para sf el sufrimiento del pafs, los amigos y los animales" y "14. Tomar para sf el sufrimiento de los enemigos", har.m pro­gresivamente mlls profundo nuestro deseo de beneficiar a los demas. Estas meditaciones nos comprometen a afrontar y purificar las emociones negativas, con el objeto de liberar nuestra compasi6n por todos los seres. Tras despertar la compasi6n, debemos ponerla en acci6n tomando el sufri­mento de los demas. Pero no podemos hacerlo en nuestra forma humana corriente, necesitamos el cuerpo perfecta­mente puro de Buda, de naturaleza semejante al arco iris, con todas las cualidades de la perfecta conciencia despierta y la compasi6n universal.

La eonfianza de "yo soy Buda", que hemos desarrollado en los ejercicios previos, es fundamental para las meditacio­nes siguientes. Continua siendo posible, con una correcta comprensi6n, visualizarse como una esfera de luz dorada, pero la confianza y la convicci6n han de ser "soy Buda". Por 10 tanto, la alternativa de la "esfera de luz dorada" no se mencionara en esta secci6n aunque puede ser utilizada por qUienes la prefieran. Si en la actualidad todavfa no se siente esta total confianza, hay que omitir estos ejercicios y pasar al de "La esfera de luz de arco iris".

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12. Tomar para sf el sufrimiento de los padres y familiares

Hasta ahora hemos estado aprendiendo a intercambiarnos con los demAs y a vemos a nosotros mismos y a enos en una forma de naturaleza semejante a la del arco iris. Hemos visto que la pura esencia de la mente es Buda. Todos nues­tros sentimientos, nuestros temores, nuestras experiencias del cuerpo, del habla y de la mente, se han convertido en Buda y por 10 tanto debemos trabajar para ayudar a todos los seres. Para eno hemos de aprender a tomar su sufrimiento. Comenzaremos tomando el de los que estm mAs cerca de nosotros.

EI Ejercicio.

Recuerde: "Soy Buda". Visualice frente a usted a su madre, a su' padre (esten vivos 0 no) y a los familiares mAs cerca­nos. Piense en cada uno de enos sucesivamente y deje que su mente yea su sufrimiento. Por ejemplo, su madre puede sufrir 0 haber sufrido debido a su gran apego, su padre puede estar dominado por la ambici6n y su hermano puede estar incapacitado ffsicamente. Permita que vengan a su mente, de una en una, todas las formas de sufrimiento que afligen a sus familiares. Luego escoja una persona entre

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Los ejercicios 169

ellos como objeto de concentraci6n para la sesi6n. AI ins­pirar tome todo su padecimiento, sea fisico, mental, emocio­nal, etc., en la forma de un Ifquido espeso y negro, como alquitrlin, casi s6lido y de aspecto desagradable. Con cada treS 0 cuatro inhalaciones este Ifquido entra en su coraz6n de Buda donde arde como combustible, generando compa­si6n y fortaleciendo su comprensi6n de la esencia bUdica.

AI mismo tiempo, cada varias espiraciones, exhale toda la bondad, virtud y felicidad de su coraz6n bUdico a la per­sona que tiene enfrente. Estas cualidades puras toman la forma de una luz blanca, clara como el cristal, que la libera del sufrimiento y de las causas del sufrimiento. Como ve­mos se trata de un proceso de ida y vuelta: tomar el sufri­miento en la forma de Ifquido negro y cambiarlo por pura luz blanca.

De vez en cuando vuelva a visualizar a la persona que tiene enfrente y piense en su padecimiento particular. Re­cree el proceso tan frecuentemente como sea necesario.

A medida que va avanzando el ejercicio, al irse eliminan­do poco a poco el sufrimiento, el Ifquido negro se va dilu­yendo y su color se va aclarando. Finalmente, al cabo de una media hora, 10 que inhala es la misma pura luz blanca que exhala. Es suficiente concentrarse en ello cada tres 0 cuatro respiraciones. Su familiar ha sido liberado del sufrimiento y se ha convertido en un Buda igual que usted.

No hay que sentir temor de caer enfermo 0 verse domi­nado por la negatividad, porque no nos encontramos en nuestro ser corriente al hacer este ejercicio: somos Buda y por tanto no podemos sufrir ningtln dafio.

Realice esta meditaci6n una vez al dfa durante una hora y quince minutos, a 10 largo de dos semanas. Concentrese en cada miembro de la familia durante varios dfas. Puede dedicar a este ejercicio mas de dos semanas si desea medi­tar en muchas personas.

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13. Tomar para si el sufrimiento del pais, los amigos y los animales

El trabajar con los sentimientos en la forma en que 10 he­mos venido haciendo en los ejercicios previos, nos ayuda a liberarnos de los extremos de las emociones negativas y positivas. Primero tenemos que superar las emociones nega­tivas y permitir que suIjan las positivas. Este proceso es gradual y avanza por fases.

Si desarrollamos la habilidad y el conocimiento, tenemos que utilizarlos. Una vez hemos establecido que somos Buda, hemos de comenzar a ayudar a todos los seres. Como Budas podemos tomar todo el sufrimiento, pero ello no nQS puede afectar 0 enfermar. Absorbemos las negatividades de los demc1s para que su energfa, asf como la nuestra, pueda trans­formarse en compasi6n y bondad. Este proceso de transmu­taci6n de energfa continua hasta que alcanzamos el estado de la compasi6n ilimitada.

El Ejercicio.

El objeto de concentraci6n de esta meditaci6n es nuestrO pafs, nuestros amigos y los animales. No s610 es sufrimien-

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Los ejercicios 171

to el que se manifiesta de manera evidente ante nosotros. Todos los seres experimentan, en formas diferentes, sutri­miento fisico, mental y emocional. Hemos de aprender a to­mar todas las clases de sufrimiento de todos los seres. Por ejemplo, tomando un padecimiento que origine apego, como el deseo, eliminamos los factores que privan de la libertad a los seres.

Elija un objeto para su meditaci6n: un grupo de personas a las que se sienta asociado, su pais, un amigo, un animal 0

grupo de animales, y visualfcelo frente a usted. AI inspirar tome todas las clases de sufrimiento (visuali­

zadas como en el ejercicio anterior). Al espirar mande la luz blanca de la compasi6n que les alivia del sufrimiento inme­diato y ademas les proporciona aquello que mas anhelan.

Para cada caso, exhale todo 10 imaginable que pueda col­mar los deseos que son causa de su sufrimiento. Piense que el ser 0 los miembros del grupo que hay a escogido quedan liberados de todo apego al recibir sobradamente todo 10 que desean. Esta luz blanca positiva se transforma automatica­mente en cualquier cosa que precisen en el plano ffsico, mental y emocional. Si conoce las necesidades y apegos especfficos de esas personas 0 seres, mandeselos con la res­piraci6n en las form as mas bonitas que pueda imaginar. Por ejemplo, si alguien desea desesperadamente una casa, ima­gine la mas hermosa que pueda, hecha de piedras preciosas y joyas y envfesela con la espiraci6n.

Una vez finalizado el ejercicio, satisfechos todos los de­seos de todos esos seres y por consiguiente liberados del apego, imagfnelos como Budas.

A 10 largo del dfa recuerde: "Soy Buda"; deje que esta comprensi6n gufe todas sus acciones de cuerpo, habla y mente, y conserve constantemente la actitud de desear ayu­dar a todos los seres. En todo momenta sienta la luz blanca irradiando y ayudando a los demas, colmando todos sus

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deseos. AI mtsmo tiempo tome su sufrimiento; siendo Buda puede hacerlo sin peligro y eficazmente. De esta manera se desarrolla continuamente la actitud del intercambio.

Es normal sentirse a veces incapaz de tomar todo el su­frimiento de los seres y darles el amor puro y 1a compasi6n de Buda. En esos momentos es importante recordar que la pureza de nuestra motivaci6n es, en definitiva, el medio de progresar mAs poderoso que tenemos. Puede parecer que existe una contradicci6n entre nuestro ideal de compasi6n ilimitada y nuestros pensamientos, palabras y acciones ac­tuales, pero en realidad no hay tal contradicci6n, porque la esencia budica permanece siempre pura dentro de nosotros, independientemente de 10 que nos ocurra.

Realice esta meditaci6n una vez al dfa durante una hora y quince minutos, a 10 largo de dos semanas, dedicando dos o tres dfas a cada objeto de concentraci6n.

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14. Tomar el sufrimiento de los ene-. mlgos

En esta meditaci6n nos relacionaremos con tres niveles de enemigos:

a) Enemigos nacionales: sufrimientos 0 fuerzas negativas generales, incluyendo a miembros de naciones en guerra con la nuestra, y fuerzas impersonales como enfermedades y sequfa. Este no es un nivel muy profundo emocionalmente.

b) Nuestros propios enemigos: aquellas personas que nos disgustan por razones personales pero que no son muy pr6-ximas a nosotros. El sentimiento es algo mas intense que en el anterior apartado pero no produce demasiado dolor.

c) Enemigos que provienen de relaciones cercanas: amigos o familiares bacia los que sentimos una profunda aversi6n 0

que sienten intensa aversi6n bacia nosotros. Si carecemos de enemigos de esta clase pensemos en un animal cuya proxi­midad detestemos especialmente.

En todos estos casos trataremos con emociones negativas como el deseo, los celos y el odio. Como antes, la negativi-

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174 El ark de domm el tigre

dad sale de color negro, pero ahora Ie damos a cada veneno mental una forma y una identidad especfficas. La codicia y el apego lOman la forma de un gallo; el odio, la ira y los celos toman la forma de una serpiente; la ignorancia y la ilusi6n toman la forma de un cerdo.

EI Ejercicio

1. Purificaci6n.

Antes de intentar tomar el sufrimiento de nuestros enemigos tenemos que afrontar nuestros propios venenos mentales. Primero visualice un Buda de luz dorada sentado frente a usted. Conc~ntrese en los sentimientos negativos que surgen en relaci6n con un enemigo en particular y deje que esos sentimientos tomen la forma de los animales mencionados anteriormente. Recordando todas estas impurezas que hay dentro de usted, 'brase ala pureza del Buda dorado y per­mita que sus Tayos de luz dorada entren en su cuerpo al inspirar. Con la espiraci6n, las emociones negativas abando­nan su cuerpo en las formas respectivas del gallo, la serpien­te y el cerdo, muy negras y pesadas, y se disuelven en el suelo a un metro de distancia delante de usted, sin dejar rastro. Gradualmente se va llenando de luz dorada, mientras que las formas de los animales y las emociones que repre­sentan se hacen menos dens as y menos frecuentes. Ahora ya tiene la convicci6n de ser igual que Buda y se siente capaz de tomar el sufrimiento mental de sus enemigos.

2. Tomar para sa una nube de sufrimiento.

Imagine todas las fuerzas negativas que provienen de ene­migos de la naci6n, junto con las de conocidos, amigos y

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Los ejercicios 175

familiares. Abs6rbalas todas de una vez en la forma de los tres animales, gallo, serpiente y cerdo. Debido a que es Buda, la negatividad arde en su interior y se convierte en la pura luz blanca de la compasi6n. Al avanzar la meditaci6n, su deseo de ayudar a todos los seres va en aumento. Cuando sus amigos y demas personas a su alrededor proyecten sus venenos, no intente escapar, t6melos para sf y devuelvalos convertidos en la compasi6n y la bondad de Buda.

3. Tomar para sa el sufrimiento de un enemigo personal.

Piense en alguien con quien tenga dificultades y por qui en sienta odio, celos 0 cualquier otra intensa emoci6n negati­va. Concentrese en esa persona 0 animal, identifique la for­ma predominante de su sufrimiento y deje que aparezca en su forma simb6lica. ,Suponiendo que es la c61era, la vemos en la forma de la serpiente negra. Siendo Buda, inspire su sufrimiento en la forma de una serpiente que se consume en su interior con el fuego de la compasi6n y es devuelta como pura luz blanca de bondad y amor. Esta luz puede ser de otros colores si aSI 10 desea, pero debe ser principalmente blanca. Al igual que en los ejercicios anteriores, el sufri­miento va perdiendo consistencia y al final las imagenes que inspira son del mismo color puro que las que espira. Las formas de animales se disuelven y queda s610 un intercam­bio de luz clara. Finalmente ambos son Buda y pueden comprenderse y respetarse mutuamente.

Luego deje descansar la mente en el espacio infinito du­rante el tiempo que desee, sin que resulte forzado .

Realice esta meditaci6n una vez al dfa durante una hora y treinta minutos, a 10 largo de cuatro semanas.

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15. La esfera de luz de arco iris.

El prop6sito de estos ejercicios de luces de colores es ayu­darnos a afrontar las emociones negativas que surgen y nos dominan en nuestra vida cotidiana, ya que son la causa de las dificultades que experimentamos. En cambio, si pode­mos identificarlas y conocerlas en profundidad, tendremos los medios para comprenderlas y superarlas.

"Comprensi6n" es una palabra clave en estos ejercicios. Por ejemplo, si nos encontramos bajo la influencia de los ce­los, debemos reconocer que nos perjudican a nosotros y a los demas, coartan nuestra libertad y no benefician a nadie. Este entendimiento nos hara desear vernos libres de esta emoci6n negativa. El saber 10 que estamos haciendo mal y reconocer su influencia negativa en los demas nos estimula­ra a desarraigar las causas de las emociones negativas.

Algunas personas quiza piensen: "Yo no necesito estos ejercicios porque no tengo esos defectos"; pero esto no es mas que un autoengafio que viene de no habemos analizado con suficiente detalle y precisi6n. Todos tenemos orgullo,

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Los ejercicios 177

ira, des eo y celos. El primer paso en todos estos ejercicios es reconocer la emoci6n negativa correspondiente, despues hay que trabajarla.

En los ejercicios se utiliza la visualizaci6n de luces de colo res; en todos ellos hemos de apreciar la cualidad de transparencia y falta de solidez de las luces, asf como su facultad de curar. Cada color tiene el poder esencial de to­dos los dem~s colo res y la habilidad de reducir el dolor fisi­co, la enfermedad y la negatividad emocional. Por ejemplo, cuando nos duelen los ojos 0 la cabeza, podemos imaginar la luz penetrando en el dolor y actuando como medicina.

Es fundamental tener confianza en las luces de colores, comprender que son la esencia de la medicina y tienen real­mente la capacidad de curar. Al crecer esta comprensi6n, la confianza tambien crecer~. COl! la practica nos acostumbra­remos a relacionamos con los colores y nos ayudarm a sen­timos relajados. Las luces pueden considerarse manifesta­ciones del potencial curativo de nuestra mente. La utiliza­ci6n de visualizaciones para ayudar a tratar el c~ncer es un ejemplo de ese potencial.

No existe una panacea universal; la enfermedad es parte de la vida y depende de muchos facto res. Sin embargo, aunque las luces de colo res . no curen todas nuestras enfer­medades, nos ayudar~n a afrontarlas con mayor facilidad. Con fe y una mente muy fuerte, los efectos curativos y los beneficios de las visualizaciones ser~n muy poderosos, ya sea en el mismo momento 0 con posterioridad. Pero si no se tiene fe en ellas 0 la mente es debil, los resultados ser~n mucho menores. En cualquier caso, realizar estos ejercicios no producir~ ningun dafio.

En general hay que visualizar la luz entrando en el cuer­po con la inspiraci6n, y todas las emociones negativas y el dolor saliendo con la espiraci6n. La luz acrua siempre en el cuerpo, el habla y la mente, pues todas las dificultades es-

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tm en conexi6n con estos tres aspectos, y debe aplicarse a la pane que 10 necesite. Sin embargo, puede dirigirse prime­ro a la mente por ser la fuente de todas nuestras acciones y palabras.

AI hacer los ejereicios hay que recordar que las emocio­nes negativas no estm rfgidamente separadas entre S1. Pue­de existir orgullo celoso, orgullo estUpido, orgullo col~rico ,

etc. Cada color puede proporeionar tambi~n el beneficio de los dem~, aunque nos concentremos s6lo en un color a la vez.

Una vez fmalizado el curso entero, podemos volver a estos ejereicios y escoger el que nos vaya mejor en cada momento. Si, por ejemplo, no podemos controlar las emo­ciones causadas por los celos, podemos utilizar la luz verde como remedio.

EI Ejercicio.

Primero observamos la emoci6n negativa que vayamos a tratar, como el orgullo 0 los celos, y reconocemos sus con­secuencias perjudiciales y perturbadoras.

Luego imaginamos frente a nosotros un cielo azul claro 0

un cielo nocturno completamente lleno de estrellas, seglin nos resulte m4s agradable y sencillo.

Desde la distancia aparece una esfera de luces de seis co­lores: blanco, verde, amarillo, azul celeste, rojo y azul oscu­ro, todos ellos como joyas, que se mueven y arremolinan sin cesar dentro de la esfera y son brillantes y transparentes como un areo iris. Hay que sentir la convicci6n de que cada uno de los colores tiene realmente el poder de remediar el dolor y las emociones negativas. Despu~s, todos ellos se juntan y se convierten en un solo color predominante.

A 10 largo del ejercicio la luz entra en el cuerpo con la inspiraci6n y nos ayuda con las emociones negativas, que

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abandonan el cuerpo al espirar en forma de humo de color desagradable que se disuelve a medio metro de distancia de nuestro cuerpo.

Esta meditaci6n no es nada extraordinario, en realidad es como cuidar el jardfn: quitamos las malas hierbas y cuida­mos 10 que queremos cultivar.

Hemos de utilizar nuestra imaginaci6n y recordar cons­tantemente que cada uno de los colo res posee la esencia de todos los demas. Si al final del ejercicio podemos percibir su beneficio en nosotros, dirigimos entonces la 1uz curativa de la esfera a las personas que 10 necesiten. Si considera­mos, por ejemplo, que alguien en particular es muy orgullo­so y deseamos ayudade, podemos dirigir la luz hacia el 0 ella. Despues dejamos que la luz llegue a todos los seres sin distinci6n.

Esta prActica nos ayuda a afrontar y trabajar nuestras propias emociones negativas, pero es bueno recordar que este hecho ya supone una ayuda para los demAs. Si somos celosos 0 colericos, nuestras acciones estAn impregnadas de celos y agresividad y eso perjudica a los demAs. Por 10 tan­to, la comprensi6n y la purificaci6n de nuestras emociones les beneficia automAticamente.

Si en alg11n momento nos sentimos tensos, debemos rea­lizar el ejercicio de respiraci6n, el de estar abierto 0 el de sentir, explicados anteriormente, antes de volver a esta prAc­tica.

Hay que hacer cada uno de estos seis ejercicios una hora diaria durante una semana. En total seis semanas.

1. Visualizacion de la luz blanca que vence al orgullo.

Observe el orgullo que hay en su mente. Orgullo en el sen­tido de arrogancia, soberbia y demas sentimientos de supe­rioridad sobre los demAs. Considere todas sus manifestacio-

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nes en su vida cotidiana y sus efectos ffsicos y emocionales. Visualice la esfera de luz multi color freote a usted en el

cielo. Todos los colores que se arremolinan en la esfera se convierten en una luz blanca como el diamante, centelleante y pura. AI inspirar imagine que esta luz blanca entra en usted, tocando y transformando la emoci6n negativa del orgullo (en el sentido de arrogancia y sentimiento de supe­rioridad).

Esta corriente de luz blanca que Ie penetra hace posible identificar, comprender, aceptar y abandonar el orgullo ne­gativo, el cual se transforma en humo espeso y negro que sale con la espiraci6n, y se disuelve completamente a medio metro de distancia del cuerpo. En este proceso la luz derrite y lava todas las consecuencias perjudiciales del orgullo que se experimentan con el cuerpo, el habla y la mente. Si tiene alglin dolor 0 enfermedad particular, dirija la luz diamanti­na hacia el Area afectada y perciba su ayuda.

Al final de la sesi6n, cuando sienta que se ha eliminado el orgullo, dirija la luz primero a quienes conoce y luego a todos los demAs. Despues visualice que la luz regresa a la esfera, que de nuevo adquiere los seis colo res y se aleja en el espacio hasta que desaparece completamente. Deje des­cansar la mente en el espacio infinito durante el tiempo que desee, sin que resulte forzado.

2. Visualizaci6n de la luz verde que vence los celos.

Observe los celos que hay en su mente. Considere todas sus manifestaciones en su vida cotidiana, as! como sus efectos ffsicos y emocionales.

Visualice la esfera de luces de arco iris freote a usted en el cielo. Todos los colores que se arremolinan dentro de la esfera se unen y se convierten en una rica tonalidad de ver­de esmeralda. Al inspirar imagine que esta luz verde entra

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en usted, tocando y transformando los ce10s en sus manifes­taciones ffsicas, verbales y mentales. Esta corriente de luz verde bace posible identificar, comprender, aceptar y aban­donar los celos, los cuales se convierten en bumo verde oscuro que sale con la espiraci6n y se disuelve totalmente a medio metro de distancia del cuerpo. Si tiene algUn dolor 0

enfermedad particular, dirija la luz verde bacia el ~rea afec­tada y perciba su beneficio.

Al final de 1a sesi6n, cuando sienta que se han eliminado los celos, dirija la luz a las personas que conoce y luego a todas las dem~s. Despues visualice que la luz verde regresa a la esfera, que de nuevo adquiere los seis colores y se aleja en el espacio hasta que desaparece completamente. Deje descansar la mente en el espacio infinito durante el tiempo que desee, sin que resulte forzado.

3. Visualizacion de la luz amarilla que vence el deseo y la rrustraci6n.

Observe los sentimientos de deseo y frustraci6n que bay en su existencia. Considere todas sus manifestaciones en su vida cotidiana, asf como sus efectos ffsicos y emocionales. Advierta cualquier sensaci6n en el cuerpo asociada con es­tas emociones.

Visualice 1a esfera de 1uz multi color frente a usted en el cielo. Todos los colo res que se arremolinan en la esfera se convierten en un brillante amarillo dorado. Al inspirar, ima­gine que esta luz entra en usted, tocando y transformando todos los sentimientos de deseo insatisfecho. descontento y frustraci6n que experimenta a traves del cuerpo, el habla y la mente. La corriente de luz amarilla hace posible identifi­car, comprender, aceptar y abandonar todos esos sentimien­tos negativos, los cuales se convierten en bumo amarillo oscuro que sale con la espiraci6n y se disuelve completa-

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mente a medio metro de distancia del cuerpo. Si tiene alg-un dolor 0 enfermedad particular. dirija la luz amarilla hacia el uea afectada y perciba su beneficio.

AI final de la sesi6n. cuando sienta que se han elimina­do el deseo y la frustraci6n. dirija la luz a las personas que conoce y luego a todas las dem4s. Despues visualice que la luz amarilla regresa a la esfera. que de nuevo adquiere los seis colores y se aleja en el espacio hasta desaparecer com­pletamente. Deje descansar la mente en el espacio infinito durante el tiempo que desee. sin que resulte fonado.

4. Visualizaci6n de la luz azul celeste que vence a la estupidez.

Observe la inconsciencia. ofuscamiento y estupidez que hay en su mente. Considere todas sus manifestaciones en su vida cotidiana. asf como sus efectos ffsicos y emocionales. 19ual que en los ejercicios anteriores. imagine que la esfera apa­rece frente a usted en el espacio abierto.

Los colores que se arremolinan en la esfera se funden en un color azul celeste claro. Al inspirar. imagine que la luz azul entra en usted. tocando y transformando todo el obnu­bilamiento y la estupidez del cuerpo. el habla y la mente. Esta corriente de luz azul hace posible identificar. compren­der. aceptar y abandonar esos factores. los cuales se convier­ten en humo azul oscuro que sale con la espiraci6n y se di­suelve a medio metro de distancia del cuerpo. Si tiene algl1n dolor 0 enfermedad determinados. dirija la luz hacia el area afectada y perciba su beneficio.

AI final de la sesi6n. tras sentir que se han eliminado el embotamiento y la estupidez. dirija la luz a las personas que conoce y luego a todas las dem~s. Despues visualice que la luz azul regresa a la esfera, que de nuevo adquiere los seis colores y se aleja en el espacio hasta desaparecer completa-

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mente. Deje descansar la mente en el espacio infinito duran­te el tiempo que desee, sin que resulte forzado.

S. Visualizacion de la luz rojo rubi que vence a la codi­cia.

Observe en su mente los sentimientos de codicia insaciable, y tambien los de ansiedad, pobreza, soledad, mezquindad e incapacidad para compartir sus cosas con los dem~s. Consi­dere todas sus manifestaciones en su vida cotidiana, asf como sus efectos ffsicos y emocionales.

Visualice la esfera de luz multicolor frente a usted en el cielo. Todos los colores se fund en en un alegre rojo rubf que transmite una sensaci6n de riqueza y amistad. AI inspirar, imagine que la luz roja entra en usted, tocando y transfor­mando la clase de sentimientos antes descritos. Esta corrien­te de luz roja hace posible identificar, comprender, aceptar y abandonar esos sentimientos, los cuales se convierten en humo marr6n oscuro que sale con la espiraci6n y se disuel­ve completamente a medio metro de.distancia del cuerpo. La luz funde y elimina las consecuencias perjudiciales en el cuerpo, el habla y la mente, originadas por la codicia, la mezquindad, etc. Observe, por ejemplo, c6mo su codicia y su ansiedad molestan a los dem~s y Ie angustian a usted, luego visualice que la luz roja remedia dicha codicia. Si tiene algdn dolor 0 enfermedad determinados, dirija la luz hacia el cirea afectada y perciba su beneficio.

Al final de la sesi6n, tras sentir que todo ha sido purifi­cado, dirija la luz a las personas que conoce y luego a todas las dem~s. Despues visualice que la luz roja regresa a la esfera, que de nuevo adquiere los seis colores y se aleja en el espacio hasta desaparecer completamente. Deje descansar la mente en el espacio infinito durante el tiempo que desee, mientras no resulte forzado.

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6. Visualizaci6n de la luz negro azulada que vence a la ira.

Observe los sentimientos de ira y odio que hay en su mente. Considere sus consecuencias peIjudiciales en su vida coti­diana, tanto ffsicas como emocionales.

19ual que antes, visualice que la esfera de luz multi color aparece frente a usted, en el espacio. Todos los colores se funden en un color negro azulado centelleante como una joya. Al inspirar, imag,ine que esa luz negro azulada entra en usted transformando toda la ira y el odio de su cuerpo, habla y mente. Esta corriente de luz hace posible identificar, comprender, aceptar y abandonar la ira y el odio, los cuales se convierten en humo sucio y negro que sale con la espira­ci6n y se disuelve a medio metro de distancia del cuerpo. Dirija la centelleante luz negro azulada hacia cualquier Area afectada por el dolor 0 la enfermedad y perciba su benefi­cio.

AI final de la sesi6n, cuando se han eliminado toda la ira y el odio, dirija la luz a las personas que conoce y luego a todas las dem~. Despues visualice que la luz negro azulada regresa a la esfera, que de nuevo adquiere los seis colores y se a1eja en el espacio hasta desaparecer completamente. Deje descansar la mente en el espacio infinito durante el tiempo que desee, mientras no resulte forzado.

Pregunta: A veces siento que me quedo atascado; se repiten insistentemente el mismo tipo de imagenes y sensaciones, incluso cuando estoy realizando otras meditaciones 0 visua­lizaciones. iQue me puede aconsejar para este problema? Rimpocht: Creo que es utH relajar la mente durante un rato.

Pregunta: Pero me produce mucha irritacion porque no progreso; me siento bastante negativo hacia el ejercicio.

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Rimpoche: Si se enfada y piensa que no est4 avanzando, eso es progresar, porque antes no se daba cuenta de que estaba irritado. Reconocer que hay ira es tambien un medio para avanzar. Es como limpiar una mesa: si hace aftos que no se limpia no se pueden ver las capas de polvo que se han ido acumulando, todo es una nube espesa. Si se limpia una vez al mes se puede apreciar el polvo nuevo. Si se limpia cada dfa se puede distinguir cad a mota de polvo. Sigue habiendo polvo, pero se puede ver muy claramente.

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16. El universo transfigurado por la compasi6n

Este ejercicio tiene como finalidad preparamos para recono­cer la pureza y la perfecci6n intrfnsecas del universo y de todos los fen6menos, tal como se revelan cuando la compa­si6n ha purificado nuestra percepci6n deformada por el ego.

EI Ejercicio

Preparaci6n: Crear en nosotros mismos un sentimiento de compasi6n.

Empezar cada sesi6n meditando unos breves instantes sobre las "Cuatro virtudes inconmensurables":

Que todos los seres sean felices y encuentren las causas de la felicidad. Que todos los seres se liberen del sufrimiento y de sus causas. Que ningtin ser se yea privado de la verdadera felicidad, exenta de todo sufrimiento. Y que todos experimenten la gran ecuanimidad que no conoce ni el apego a los seres queridos ni la aversi6n a los dem~s seres.

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Los ejercicios 187

Si esto parece un poco complicado 0 si este tema tradicio­nal plantea alg11n problema, dejese simplemente invadir por un sentimiento de compasi6n, formulando el deseo de que ningUn ser pueda sufrir jamc1s.

1. Transformacion de nuestro ser por medio de la com­pasion.

Imagine que tres inmensos rayos luminosos horizontales atraviesan el cielo de un extremo al otro, mas 0 menos a la altura de su mirada. Representan la gran luz de la compa­si6n universal que aparece en la forma de estas tres bandas de luz, una encima de la otra. La primera, empezando desde arriba, es de un color blanco deslumbrante e irisado, trans­parente como el cristal; la segunda es de un color rojo bri­llante y caIido; y la tercera, de un azul oscuro. Piense que tiene delante de usted una manifestaci6n activa de la com­pasi6n universal y sienta su presencia a traves de esta luz tricolor.

A continuaci6n, imagine que la parte blanca de la luz de la compasi6n emite hacia usted rayos de luz blanca, muy brillantes. Su cuerpo se llena completamente de luz blanca e irisada; piense que queda totalmente purificado y transpa­rente.

Despues, la banda de color rojo de la luz de la compasi6n emite rayos de color rubf que se dirigen a usted y penetran en su garganta. Piense que su palabra queda totalmente pu­rificada por esta luz.

Finalmente, la banda azul de la luz de la compasi6n emite rayos de un color azul vivo (el color del lapislazuli) que penetran en usted por el centro del coraz6n. Piense que esta luz· purifica completamente su mente, con todos los pens a­mientos y sentimientos que en ella residen.

La luz de la compasi6n ha purificado totalmente su cuer-

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po, palabra y mente; su ser esta ahora perfectamente puro a todos los niveles -fisico, verbal y mental-. Todo su ser ha quedado transfigurado por la compasi6n.

2. Transfiguracion del universo entero por la compasion.

Imagine ahora que Ia Iuz tricolor de Ia compasi6n, que si­gue en el mismo lugar, delante de usted en el cielo, se pone a brillar intensamente y llena todo el universo de rayos blan­cos, rojos y azules. Piense que esta luz ilumina toda la gala­xi a, y otras galaxias mas alia de nuestro mundo conocido, y que todo 10 que en elias se encuentra queda totalmente pu­rificado y transfigurado. El universo entero se convierte en un lugar paradisfaco, un mundo de pureza, de perfecci6n y de felicidad totales. Todos los sonidos que en el se oyen son infinitamente bellos y puros; son la resonancia espontanea, Ia expresi6n natural de la perfecci6n. Todos los pensamien­tos que animan el universo, cualquiera que sea su forma 0

su modo, los mas mfnimos movimientos de la mente, repre­sentan la esencia misma de la perfecci6n.

Si esta especialmente preocupado por los problemas 0 los sufrimientos de un pais, de un pueblo 0 de unas personas de­terminadas, puede dedicarles un pensamiento en el mom en­to en que la luz tricolor de la compasi6n llena el universo; imagine entonces que, al pasar, esta luz irradia hacia ellos de modo particular.

Fase final

Quedese inmerso en este estado de perfecci6n tanto tiempo como parezca normal, sin forzar.

Termine el ejercicio tal como 10 habfa empezado en la fase de preparaci6n, con unos momentos de contemplaci6n sobre las "Cuatro virtudes inconmensurables", 0 sobre el

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sentimiento de compasi6n. Practique este ejercicio durante cuatro sem anas , a raz6n

de una sesi6n de media hora al dfa.

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Comentario acerca de los ejercicios

Apenas creo necesario seftalar, a estas alturas, el significado y la utilidad de 10 que aquf se ha presentado, puesto que ya 10 habrm experlmentado personalmente. Sin embargo, quid les interese saber que durante los cinco aftos previos a la confec­ci6n de este libro, los ejercicios fueron utilizados como mate­ria de curso por varios grupos en unos veinte lug ares de Gran Bretafia, Irlanda, Estados Unidos y SudMrica.

A petici6n del Venerable Akong RimpocM empece a dar cursos de masaje y relajaci6n, introduciendo en ellos progre­sivamente el material de UEI arte de domar el tigre". Todas las preguntas y problemas que surgian en los cursos se los planteaba a Akong RimpocM, y sus respuestas eran incluidas en los cursos siguientes asf como en el texto dellibro. Todos cuantos han tomado parte en esos cursos han contribuido al libm, y tambien muchos de mis clientes de terapia en Edim­burgo, que han probado algunos de los ejercicios y me han inform ado de sus resultados.

La respuesta a ese material ha sido positiva desde el co­mienzo. Bastantes personas me han escrito, mucho despues de asistir a alguno de los cursos, expresando los beneficios que han obtenido con los ejercicios, tanto en el plano de la

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Los ejercicios 191

salud fCsica como en el desarrollo interior. Algunas personas que han practicado meditaci6n durante diez aftos 0 m4s, dicen que la sencillez del planteamiento les ha ayudado a superar la ambici6n espiritual y otros impedimentos para la autefitica meditaci6n. Otros han encontrado los consejos y la secuencia de los ejercicios muy practicos, realistas y fliciles de incorpo­rar a la vida cotidiana.

Aquellos que desean volver al "parvulario" y reflexionar acerca de los comienzos y las formas m4s simples de su expe­riencia, son los que encontrarm estos ejercicios m4s benefi­ciosos. Se taniara casi un afto en concluir el material que se ofrece en este libro, incluso practicando cada dCa. Sin embar­go, este no es el final de la terapia, sino el comienzo de la verdadera terapia: trabajar con el mundo tal como es y con nosotros tal como somos, desde ahora basta el fin de nuestros dfas.

Edith Irwin, M.A.

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Breve biografia del primer Akong Tulku

Existieron con anterioridad varias biografias del primer Aleong y diversas colecciones de sus cantos espirituales (dollas), pero debido a las dificultades politicas por las que ha pasado Tibet, casi todas han sido destruidas 0 se han perdido. Durante su primer regreso a Tibet en 1983, el actual (segundo) Aleong Tulku encontro en su tierra natal algunos monjes que recordaban al primer Aleong y que habfan preser­vado algunas de sus dohas en diferentes lugares. us pidio que agruparan toda la informacion que tenian en una corta biografta conmemorativa. Originariamente existieron tres biograjlas, una externa, una interna y otra secreta, acerca de los aspectos mils relevantes de su vida, pero consideraron que los aspectos interno y secreto eran demasiado dificiles de recomponer y se decidieron por una version abreviada de su biografia externa, en La cual se basa 10 que sigue:

Resulta evidente, en retrospectiva, que la totalidad de la vida del primer Aleong fue un radiante ejemplo de compasi6n. Naci6 en el alio de la Oveja de Agua del dedmoquinto cicIo (1883). Sus padres Ie llamaron Koncho Samdrup, que acab6 convirtil~ndose en el apodo de "Akong". Tenia cuatro herma­nos, y ya de nii\o demostraba gran compasi6n con sus compa­fteros en los juegos, tratando siempre de ayudarles yenseftar-

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les a ser amables y carifiosos. AI ir creciendo mostraba gran temura por los animales y se preocupaba mucho de su bienes­tar. Fue sintiendo un deseo cada vez mayor de dedicarse al Dharma de Buda, y fue creciendo en el una comprensi6n natural de la verdad, especialmente acerca de la impermanen­cia de la vida, hasta tal punto que cada dfa, cuando vefa la sombra del sol poniente, 10 comparaba con el implacable discurrir de la existencia. Decfa que otro dfa habfa pasado y se habfa desperdiciado. Decidi6 que 10 mejor que podfa hacer era adoptar la vida celibe de monje, y march6 al Monasterio de Dori Thubten Ling (Dolma Lhakang), donde tom6 ordena­.ci6n como novicio.

Cumplfa correctamente con las mUltiples tareas domesticas de la vida cotidiana de un novicio, considerando siempre sus

. deberes -como el de la limpieza- como un medio de purifica­ci6n, y todos eUos Ie parecfan meritorios. Durante este perfo­do como novicio, no sinti6 nunea descontento ni expres6 la menor queja.

A la edad de 18 aDos recibi6 la ordenaci6n completa de Bhikku del famoso Khenpo Rinchen Namgyal, en el monaste­rio de Karmi Gon. Esto increment6 alin m~ su devoci6n y su confianza en las enseftanzas. Tan intensa era su dedicaci6n al Dharma que la mayorfa de las personas que Ie rodeaban aca­baron tommdole como ejemplo de actitud pura. A la edad de 21 aDos pas6 a desempenar la tarea de asistente del retiro de tres aDos, donde se practicaban las Seis Doctrinas de Naropa seglin la tradici6n de Palpung. Adem~ de servir a los yoguis, se dedicaba en su tiempo libre at estudio y a la meditaci6n. Se aplicaba con tanta dedicaci6n y bondad al servicio que Ie es­taba encomendado, que nunca se produjo ninguna de las si­tuaciones conflictivas que pueden darse en un runbito de rela­ci6n tan cerrada. A la edad de 24 aDos comenz6 el mismo el retiro de tres aDos, y se dedic6 de tal forma a su pmctica que perdi6 todo interes por la com ida, la ropa y el donnir, consi-

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Biograjlas 195

guiendo practicar durante casi 24 horas al dfa y sobrevivien­do con el mfnimo de cosas posibles. Gracias a esta total dedicaci6n, pudo realizar todas las practicas tal como deben ser realizadas, mostrando una excepcional destreza en los Seis Yogas de Naropa. Adquiri6 una clarividencia extraordinaria que Ie permitfa saber todo 10 que ocuma tanto dentro como fuera del retiro y vi sitar libremente ·cualquier lugar durante la etapa del Yoga del SueD-o. Tuvo muchas experiencias directas y "visit6" muchos Reinos Puros en su experiencia visionaria: la "Montana de Color de Cobre" -reino de Guru Rimpoche-, Shambala, etc. (El relato de estas vivencias corresponde prin­cipalmente a la biograffa intema y son demasiado profundas para ser referidas aquf.)

Antes y despues de su largo periodo de retiro conoci6 a muchos de los mas famosos maestros del pafs. Entre los san­tos maestros que Ie ayudaron y a los que el ayud6, menciona­remos a:

Kham Riwoche Jedrung Rimpoche (finle Jampa Jungne) y Khenchen Ngawang Lekdrup, que fueron dos de sus primeros maestros y Ie concedieron muchas iniciaciones y enseD.anzas. A la edad de 39 mos, cuando ya era conocido por sus realiza­ciones, sus retiros y su destreza en los Seis Yogas, el Lama Akong fue obligado a abandonar su retiro, en el que se ali­mentaba s6lo con una cucharada de harina de cebada tostada (tsampa) al dfa, para ayudar al sexto Chame Rimpoche, quien habfa tenido una visi6n en la que se Ie dijo que el Lama Akong posefa un conocimiento completo de los Seis Yogas de Naropa y que tema que aprenderlos de el. Y asf 10 hizo.

A los 45 mos intercambi6 iniciaciones y enseD-anzas con Kongtrul Rimpoche de Palpung, y mas tarde con el decimo Trungpa Tulku de Surmang, Karma Chuji Nyinche. Ala edad de 54 mos, volvi6 a encontrarse con Kongtrul Rimpoche de Palpung, que estaba en la misma regi6n y habfa cafdo enfer­mo. Ningdn medico Ie habfa podido ayudar demasiado, por 10

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que solicit6 la ayuda del Lama Aleong sabiendo que era el Unico que podia curarle. Afortunadamente pudo prestarle la ayuda requerida.

Estos maestros Ie proclamaron "gran posesor de supremo conocimiento y maestro del Dharma de Buda", titulo corres­pondiente a Chuje 0 Dharma Arya. Adem4s, Kongtrul Rim­poche, Trungpa Rimpoche y Jedrung Rimpoche Ie confirieron la iniciaci6n de "Regente", ceremonia por la cual un maestro entroDiza a otro como su igual a Divel espiritual --de realiza­ci6n similar a la suya- y como su representante. A pesar de haber comenzado su vida como un simple monje, la promi­nente espiritualidad del Lama Aleong Ie convirti6, por con­senso general, en el Abad de Tsawa Dolma Lhakang.

Adem4s de su capacidad para la meditaci6n, posefa gran­des facultades como erudito, asi como amplios conocimientos en el campo de la Medicina adquiridos desde temprana edad por haberse criado en una familia con una tradici6n mMica de muchas generaciones. Numerosos maestros espirituales, incluido Jamgon Kongtrul Rimpoche de Palpung, Ie recono­cieron como una manifestaci6n de la actividad (tinle-pa) del Buda de la Medicina. (EI dtcimo Trungpa, en una oraci6n de larga vida que compuso para tl, Ie reconocfa como una ema­naci6n del gran siddha, Rechungpa, discfpulo de Milarepa. Otros maestros Ie consideraban tambitn como un aspecto de la actividad de Chenresig, el Buda de la Compasi6n). Curaba a las personas no s610 con medicinas sino tambitn con la bendici6n de su santa presencia. En algunos casos bastaba con su contacto para superar muchas dificultades.

A la edad de 56 aflos, en el aflo del Tigre (1938), vi6 que era el momento apropiado para cambiar de existencia y asf 10 comunic6 a quienes Ie rodeaban. Le suplicaron que se queda­ra m4s tiempo con ellos pero tIles dijo que, con vistas al futuro, este era el mejor momento para cambiar de cuerpo y les prometi6 volver para seguir ayudl1ndoles. Desputs de su muerte su cuerko permaneci6 en la postura de meditaci6n du-

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Biograjfas 197

rante cinco dfas y luego se encogi6 al tamafio de un niflo. Su vida fue un maravilloso ejemplo de pnictica y estudio, pero su caracterfstica m~ relevante fue la sencillez y naturalidad con que vivi6 y enseft6 el Dharma de Buda.

Una de sus biograffas relata c6mo se encontr6 "cara a cara" con Guru Rimpocbe durante su meditaci6n. Recibi6 de el diversas instrucciones, entre las cuales se encuentra la que se menciona a continuaci6n, que es una predicci6n adem~ de una breve ensefi.anza. La verdad de su mensaje ha quedado demostrada:

"Escucha atentamente estas palabras . y una vez las hayas of do guvdalas constantemente en tu coraz6n. De ahora en adelante distingue bien entre 10 correcto y 10 err6neo. l.Cu41es son las causas de la situaci6n en que se encuentra nuestro mundo? Son estas: la comunidad de quienes estan ordenados no guarda sus votos, los tantrikas no guardan su samaya, los reyes y ministros no actUan seg11n principios humanitarios, la gente del pueblo ha perdido sus principios y no siente ver­gtienza ni pudor. Las mujeres alimentan sus deseos y enga­fi.os. A causa de las diversas creencias err6neas y la conducta inapropiada de los individuos, los dioses blancos (las energfas positivas) se sienten of en didos y originan conflictos. Los demonios y espfritus (las fuerzas negativas) estan haciendose duefi.os de la situaci6n.

Estas causas y condiciones alteran el equilibrio natural de los elementos de la existencia que componen el mundo, y como consecuencia se esta deteriorando la calidad esencial de las cosas del mundo exterior (alimentos, minerales, etc.) Los seres se venin afligidos por enfermedades, disensiones y hambre. Las cosechas no senin suficientemente nutritivas para mantenerlos y el ganado producini menos. En cuanto a su posici6n, los que tengan bienes sufriran por elIos, y los que no los tengan sufrinin por necesidad. Todo sera causa de padecimiento. Siendo esta nube de sufrimiento tan dens a e incesante, el sol de la felicidad rara vez brillara. Esta situa-

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ci6n seguira en aumento hasta que el mismo infiemo parezca manifestarse en este Mundo para ser visto por tOOos. En esos tiempos de insoportable sufrimiento, las dificultades del Mundo exterior y las de los seres que contiene serm muy diffciles de eliminar.

Pero si a pesar de tOOo se practica el Dharma, adoptando 10 correcto y rechazando 10 incorrecto, ello influira en las consecuencias y supondra un alivio. La Sangha debe guardar escrupulosamente los votos, los yoguis deben guardar cuida­dosamente su samaya, los reyes y ministros deben establecer leyes justas y no actuar nunea por propio interes. Los que tengan poder deben utilizarlo en bien de los demas, los que no tengan poder deben abandonar los pensamientos negativos y el resentimiento. Hay que proeurar proteger la vida de los demas y examinar siempre minuciosamente la causa y el efecto, sin descuidar nunea ni la mas pequefta de las virtudes y absteni~ndose siempre de todo mal por pequen.o que parez­ca. El que no tenga experieneia no debe ir proclamando altas filosoffas ni comportrutdose pretenciosamente, engaftando a los demas y a sf mismo. Lo importante es aplicar siempre el cuerpo, el habla y la mente en alguna actividad virtuosa. El beneficio de seguir constantemente este principio se manifes­tara no 8610 en el momento presente sino tambi~n en el futu­ro".

Escrito por Kenneth Holmes, en 1984, bajo la amable super­visi6n del Dharma-Arya Akong Rimpoche, basmdose en una corta biograffa compuesta por los monjes del Monasterio Dolma Lhakang del Tfbet, y en otra biograffa compuesta por el Lama Pema, el mas antiguo de Dolma Lhakang, que actual­mente reside en la India.

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Biografia del segundo Akong Tulku

Las mismas cualidades de simplicidad y espontaneidad en su vida y en sus enselianzas del Dharma de Bulla caraclerizan al segundo Akong Tulku. EI considera su vida en Ires etapas principales: S41 primer per{odo en TCbel, su vida en India y sus enseiianzas y vida en Occidente.

La evidencia de las cualidades del primer Akong TuUm era tal que, tras su muerte, el Monasterio de Dolma Lhakang Ie pidi6 a Su Santidad el Karmapa que encontrara su reencarna­ci6n. Asi 10 biw, y en 1942, a los tres alios de edad, Akong Rimpoche fu~ entronizado, tras 10 cual volvi6 a su hogar. A los seis alios ingres6 en el monasterio y comenz6 los inten­sos estudios y adiestramiento de un TuUm. Entre sus m4s distinguidos maestros figuran Su Santidad Karmapa, Trungpa Rimpoche, Rolpe Rimpoche Y Dingo Chentse Rimpoch~. Uno de sus principales maestros fue Sechen Kongtrul RimpocM (que tambi~n fue el maestro de Trungpa Rimpoche).

En su juventud realiz6 un retiro de seis meses y tambi~n se especializ6 en el estudio de la medicina, tanto por interes personal como por la fuerte tradici6n m~dica de su monaste­rio. Su interes por la medicina ha continuado a 10 largo de su vida y hoy desarrolla y ensei'ia recnicas de meditaci6n y de terapia para ayudar a quienes 10 necesitan.

En Tibet tema a su cargo un monasterio, cuatro conventos y un centro de retiros. Ensei'iaba tanto a personas en retiro y a laicos como al millar de monjes y monjas que vivian en Dolma Lhakang (nombre de la regi6n sobre la que tenia auto-

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ridad). Akong Rimpoche siente una profunda gratitud por los maestros que Ie ensefiaron el Dhanna en el Tibet.

Cuando contaba veinte aftos, la invasi6n china Ie forz6 a abandonar el Tibet. Escap6 con Trungpa Rimpoche y un numeroso grupo de tibetanos, laicos y monjes. El viaje fue muy diffcil y pasaron grandes penurias.

En 1959 Rimpoche lleg6 a India donde pennaneci6 cuatro aftos. EI primero fue particularmente dificil, teniendo que habituarse a una sociedad extrafta, nuevas costumbres y un idioma diferente. Se siente muy agradecido hacia la difunta Hennana Palmo (Sra. Bedi) que Ie adopt6 y di6 hogar, al igual que a Trungpa Rimpoche. A partir del segundo afto tom6 la responsabilidad de la residencia para Lamas j6venes en Delhi.

En la India conoci6 a personas de todos los estratos de la sociedad (incluido Nehru) y comenz6 a aprender y compren­der las ideas occidentales.

En 1963 vino a Occidente y residi6 en la ciudad inglesa de Oxford durante cuatro aftos. AUf trabaj6 en un hospital, y se siente agradecido hacia el Dr. Juel-Jensen por su amabilidad personal y por haberle proporcionado valiosos conocimientos acerca de la medicina occidental. Esta atenci6n fue particolar­mente estimable ya que Akong Rimpoche ocupaba una baja posici6n en el hospital al no ser reconocidos sus tftulos tibe­tanos.

En Oxford muchas personas se interesaron por las recnicas de meditaci6n y la coltura budista, y decidieron comprar una propiedad en la que Trungpa y Akong RimpocM pudieran enseftar. As! comenz6 Samye Ling en 1967. En 1969 Trung­pa Rimpoche parti6 para Am~rica y desde entonces Akong Rimpoche ha estado a cargo de Samye Ling.

EI Centro Tibetano de Samye Ling ha crecido mucho des­de esos modestos comienzos y posee varias docenas de cen­tros afiliados en Europa y Sudafrica, que se han desarrollado

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de manera lenta y consistente. Rimpoche intenta impartir un curso en cada centro al menos una vez al afto y se muestra incansable en su voluntad de satisfacer los buenos deseos de las personas que estan vinculadas a elios. En Samye Ling siempre hay la posibilidad de verle personalmente para solici­tar su consejo 0 sus intrucciones.

Rimpoche ha iniciado en Samye Ling la construcci6n del mayor monasterio budista de la Europa Occidental, que da cabida a cientos de personas en su templo principal. La forma en que se han ido desarroliando tanto ese centro como los demas afiliados a el, demuestra la capacidad organizativa de Rimpoche. Muestra gran compasi6n y paciencia con sus estu­diantes y la virtud de la humildad es algo que no s610 ensefta, sino que practica el mismo en su vida cotidiana. Incluso la idea de bacer este libro surgi6 de sus estudiantes y no de su afan de fama 0 lucro personal.

En el afto 1983 volvi6 a Tfbet en una corta visita, y Ie pi­dieron que se hiciera cargo de la reconstrucci6n de varios mo­nasterios.

Rimpoche es un Maestro del Vajrayana totalmente cualifi­cado y posee la Transmisi6n del Profundo Mahamudra. Ense­fta una gran variedad de temas segUn las necesidades de sus estudiantes. Es bien conocido por su comprensi6n de la men­talidad occidental y por su inestimable direcci6n y consejo espiritual.

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.' diciont· ... Dharma

Este libro ofrece un metodo sencillo para madu­rar la mente y encontrar una felicidad personal que no este desvinculada de la de los demas. En la pri­mera parte del libro, Akong Rimpoche expone los principios de sentido comun del budismo, de forma que puedan ser aplicados a la vida cotidiana. Los consejos que se ofrecen no estan orientados espe­cialmente a quienes estan interesados por las reli­giones orientales, sino a todo aquel que busca la verdad acerca del sufrimiento y la felicidad.

La segunda parte del libro consiste en una se­cuencia de ejercicios que, practicados con seriedad, proporcionaran una base de autoconocimiento, te­rapia mental y autocuraci6n que sera de gran utili­dad a 10 largo de toda la vida. Tambien pueden COll­

siderarse como el trabajo emocional que es necesa­rio realizar antes de iniciar una verdadera practica de meditaci6n.

Los ejercicios han sido experimentados y consi­derados beneficiosos por muchas personas que han trabajado con ellos en grupos de terapia durante los ultimos quince afios. Para algunos han supuesto un tratamiento completo para diferentes problemas de caracter psicol6gico.

«Si estamos enfermos, estas ensenanzas pueden ser como una medicina. Sea cuaL sea nuestro esta­do de desarrollo, son como un aLimento para nutrir La mente. Cuando aLcancemos La madurez nuestra comprensi6n aumentara y podremos afrontar cuaL­quier situaci6n con mayor facilidad».

Akong Rimpoche

ISBN: 978-84-86615-37-6

111111111111111111111111 9 788486 615376