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Lo escribí con la intención de hacer un poema sinfónico, es posible que sirva para un ballet o el guión de un filme. ricardo gustavo espeja
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EL CANTO DEL FUEGO EN FLOR
Por Ricardo Gustavo Espeja
“La ciudad muere por lenta asfixia de silenciosHernán Jaeggi
I
YERMO
Bajo el verdinegro
y
umbrío techo ojival
de las tipas por las copas
entrelazadas
discurren raudas las aguas
enlodadas
tornasolando las albas piedras
del canal.
Descienden al río leonado
su lecho final
integrarán el caudal de linfas
enturbiadas
triste destino
no verse en el mar mezcladas
No
es fácil diluirse en la pureza
de la sal
cuando se nace entre la sangre
y
el barro.
Tan breve
es del arroyo la corriente
que se ve impedido
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de aclararse en el camino
con singular ironía
pule a más de un guijarro.
No
es fingida humildad
si troca en impetuoso torrente
de sus profundas vertientes
surge
vigoroso un reto al sino.
En la gigantesca arpa de las pérgolas
los fantasmas desgranan
endechas agonales.
Bajo la pétrea mirada
de las gárgolas
gatos
y
ratones corren
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por las peatonales
Sentado ante la mesa de un bar
el Rey Trovador
no repara en el bullicioso
movimiento del bulevar
suave
eróticamente casi
las cuerdas empieza a pulsar.
Erguidas
y
a la vez suplicantes
vegetales
candeleros sin fulgor
Ya
ni las ramas pretenden
enraizarse en los cielos
comprendieron
la interminable danza
4
de Thanatos y Eros
mirando a las hojas
hoy
ocres
glaucas y
crujientes
Aquellas que otrora
lucieran
un tan rozagante verdor
la selección natural
esa fría espada
sin resplandor
impíamente
las hermanó con el polvo
de los suelos
agrupadas en inquietas
y
5
mórbidas mareas sin rompientes
acarician
tiernamente
las aceras
Doradas
y
bellas
como las horas postreras
cuando el ocaso prolonga
sostenido
su bemol
Olvidando la noche
y
su penumbrosa cercanía
y
recordando del alba el lejano
arrebol diluyéndose en agonía
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Errante
por la ciudad de los colladosy
los valles
el Rey Trovador
entona su canto por las calles
Intenta colorearlas
Con singulares
y
sonoras tintas
Bajo el cascarón de gris
inmutabilidad
ellas anhelan ser
distintas
como el estallido esplendoroso
de los pimpollos al florecer
o
la única
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y paradójica
opacidad luminosa
de cada amanecer.
Ensordece a la ciudad
un inmenso vacío
que al canto intenta
tornar inerte
cuando el Rey Trovador
así lo advierte
retador
impulsa del son
mayor brío
cual herrero blandiendo
el cortafrío
al duro hierro transforma
de tal suerte
nadie
repara que tan delicada
8
belleza
tan áspero y tosco principio
encubierte
Y
la melodía
en su diamantina
pureza
no alcanza el efecto requerido
Parece que nada vale ya
la entereza
del Rey Trovador
ni el puro sonido
que del bajo
hace fluir cual vertiente
cristalina
Las notas ya no descubren
el sonriente
y
9
mágico sendero colorido
ni la espectral vía
que por un solo día
rescató
a la Amada Ausente
del oscuro reino
de la muerte.
Rebotan
en el invisible
y
muelle muro
que a la ciudad
en callado yermo
convierte.
Sucedió una hermosa noche
serena
con las estrellas marcando
10
la sístole
y
la diástole
de la inconclusa sinfonía
universal
había
un leve halo nimbando
la luna llena.
Cuando
una gran burbuja sutilmente
iluminada
mostró
de repente
la muy bizarra figura
en el cielo dibujada
que al noreste partió
con velocidad pasmosa
a bordo el Rey Trovador
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muy ensimismado
cree haber perdido
su facultad maravillosa
¿De qué sirve el crisma heredado ?
Si no puede mejorar
ni a la gente ni a la cosa
ni siquiera
perpetuar la memoria
de sus antepasados reyesy
troveros
quienes con sincera penay
mucha gloria
estuvieron junto al pueblo
en lóbregos tiempos tormentosos
y
en los pocos pero ciertos
momentos cimeros
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Abajo
a miles de metros iluminaba
la vital
esmeralda brillante
que el caudaloso Amazonas
atravesaba
y
los ídolos de barro
con el brazo armado del hacha
candente
al verde fulgor
con soberbia pretenciosa
intentan verlo apagado
cegados
han olvidado
que invocan a la infinita
soledad
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de los páramos cenicientos
poco
les importa
la humanidad
y
su paulatino ahogamiento
II
LA FUENTE ARDIENTE
La esfera descendió en
la ciudad garbosa
pequeña y
muy graciosa
cuyo nombre trae dulces
remembranzas
la morbidez lozana
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de
las carnes anaranjadas
de los mangos
de mejillas sonrosadas
de los azules guacamayos
llamados por el sol
sus papagayos
de tambores
y
mil danzas
de las infinitas razas
entremezcladasen una sola
la humana
de las gráciles palmas
de penacho altivo
con efluvios de mar
y
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en la selva recostada
¡Hermosa Paramaribo !
Por el Surinam besada.
Como el lucero del alba
emergente del mar malva
surgió
cual fabulosa ilusión
el bulevar de las Palmeras
vibró
al ritmo del mágico son
de sus prodigiosas caderas
La selva puso verdor
a sus ojos
una
mixtura de canela y miel
silueteaba la perfumada
calidez
de su piel
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destacando la maciza turgencia
de sus senos
coronaba tan sensual esplendidez
la armoniosa curvatura de sus labios
tan rojos
y
tan plenos
que el alba y el ocaso
en su esencia
luminosa
resumían
Cuando sus miradas se cruzaron
del Rey Trovador
las mejillas ardían
por extraña paradoja
Ella fue quien primero habló
El Rey Trovador
olvidó ya toda congoja
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como
los capullos que a la primavera
en miles de colores encendieron
Supo que la desconsolada espera
tras
el vacío dejado por la Amada Ausente
concluyó
y
amando a Norah a la humanidad
amó
Ocurrió
cuando de Curazao retornó
dirigiendo
las barcazas de Jethró
recorría
de Norah abrazado
el vergel por ambos cultivado
Asombrados
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vieron de repente
una llama pura
y
refulgente
a toda la fuente
aureolaba
Intrigados
se acercaron al surtidor
incandescente
y oyeron de su interior
una voz clara
y
vibrante
les exhortaba
¡Ni les turbe !
¡Ni les espante !
Solo
escuchen esta canción
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y
con excelso ritmo sonaba
una y otra vez
¡Desciende Moisés !
Go down Moses !
Go down !
¡Desciende !
¡Moisés !
III
EL FUEGO EN FLOR
Es preciso apurar el mal trago
No
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se puede apartar el cáliz
de
licor amargo
Una herida desgarradora
será
volver a la ciudad aterradora
y
silenciosa
Mas
contará
con
una auxiliar maravillosa
Norah su amada
Norah su bella
será
su acompañante
Un destello de alborada
enciende
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la noche oscura
y
callada
La ciudad era una sombra
ni
siquiera silueta de una fuente
luminosa
solo de un pálido reflejo
La pesada mordaza omnipresente
esa que no se la nombra
pues hasta las palabras
absorbe
codiciosa
la oprime
con velo de plomo envolvente
que a la misma luna
cambia en sangrante espejo
Un acorde fue la chispa
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y
el vigoroso danzón
vivificante
fogón
mas
el velo inmutable no crispa
Norah baila con frenesí
iluminando las fantasmagorías
con magia de selvática hurí
todo conmueve su ritmo arrobador
Con violenta languidez de sultana
la ciudad de los collados y los valles
esa mañana
rompe de la plúmbea mordaza
el sopor
Florecen
en mil colores sus calles
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y
embalsaman el aire melodías
Vueltos ya los sones
y
el color
buscaban a Norah
y
al Rey Trovador
querían
preguntarles el secreto
de su ritmo liberador
quizá
para anularlo
o
usarlo
como
un simple amuleto
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La pesquisa resultó
tan fatigosa
como insustancial
hasta que una niña encontró
el bajo
a la sombra de un rosal
tras el encordado
había
un mensaje de los buscados
los brotes han florecido
el velo
desaparecido
Doquiera
exista belleza
ritmo
y
color
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estarán entre ustedes
Norah
y
el Rey Trovador.
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