El Combio del Planeta Tierra

8/16/2019 El Combio del Planeta Tierra

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Instituto de Expansión de la Consciencia HumanaF: (09) 22 22 451Correo Electrónico: aleandrocelis!terra"cl#$%ina &e': www.transformacion.cl

Lo que trae el Combo "Vida en la Tierra"(artculo pu'licado en reista *no +ismo ,-1.5/ eptiem're 200)

Alejandro Celis H.

Llegar a esta realidad en un cuerpo físico, tener un cuerpo como el que tenemos,nacer en un parto, la idea de haber sido procreado por dos individuos que dicenser nuestros padres y haber permanecido por nueve meses en el vientrematerno... todas éstos son conceptos que nos resultan tan familiares que ya handejado de sorprendernos. Al ser informados, los niños sí se sorprenden; pero todoel mundo parece aceptar estas cosas en forma tan tcita que al cabo de poco susdudas e inquietudes se calman. Aceptan lo que se les ha dicho; y, con el tiempo,se sorprendern de que alguien se e!trañe de estos hechos.

"uisiera e!aminar algunas cosas que sobrepasan el mero fen#meno biol#gico, yaarchisabido y dado a conocer por las ciencias atingentes $no por ello menossorprendente, sin embargo%. Las observaciones que haré son con certe&a

incompletas, puesto que, si bien son muchos los que creen comprendercabalmente los misterios de la vida, creo que a'n es mucho lo que se nos escapa. ( creo que es bueno que sea así) *comprender* es un arma de doble +lo quesupuestamente nos entrega control sobre las cosas, pero por otra parte nos alejade la inocencia, la maravilla y la capacidad de asombro. e clonan seres vivos yse dice haber descifrado el c#digo genético... pero los grandes misterios subsistento&udamente.

-escribiré a continuaci#n las tres dimensiones en que nos movemos $cuerpo,mente y emoci#n% las que, a decir verdad, se hallan íntimamente entreme&cladas.Lo que le ocurre a una dimensi#n también detona reacciones en las otras dos; portanto, la separaci#n que reali&o es ms didctica que real.

Nuestro Cuerpo

Lo damos por obvio y por sentado. allamos *natural* disponer de e!tremidadesque nos permiten despla&arnos y manipular cosas, tener #rganos de los sentidosque nos conectan con el entorno de modos sorprendentes. allamos natural quecre&ca y desarrolle e!traños procesos en la adolescencia, que enferme, que sane,que enveje&ca y +nalmente muera. ay una in+nidad de procesos que ocurren

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automticamente, sin que participemos conscientemente en ellos) secrecionesglandulares, el bombeo del coran, las cone!iones neuronales, la contracci#n deciertos m'sculos, la digesti#n de lo que absorbemos, la respiraci#n, etc. (a no nossorprende que la sensibilidad de las yemas de nuestros dedos sea tan e!tremaque, por ejemplo, podamos reconocer diferencias mínimas de te!tura.

/odo esto es relativamente sabido, pero hay otras cosas en nuestro cuerpo.0uando lo e!ploramos con curiosidad, descubrimos que es realmente unamquina prodigiosa y con+able que nos advierte muy claramente dedesequilibrios internos o señales de peligro e!terno; a menos, claro, que seencuentre into!icado por las sustancias que ingerimos o por nuestrospensamientos. i lo mantenemos relativamente sano $algo infrecuente ennuestros días% es un sensor e!traordinario que nos reporta de nuestrasnecesidades momento a momento. -e hecho, nuestro cuerpo nos permiteconectarnos con el aquí1ahora, con esta dimensi#n. 2i nuestra mente $por suvolatilidad% ni nuestras emociones $por su subjetividad% pueden hacer eso tanbien como nuestro cuerpo. A veces, cuando la mente y1o las emociones se hallan

demasiado agitadas, puede que deseemos centrarnos y caer al presente)podemos entonces concentrarnos en nuestra respiraci#n, nuestras sensacionescorporales y lo que captamos con nuestros sentidos, y pronto nostranquili&aremos.

in embargo $y tal como mencioné en o natural/ lo aut3ntico lo espont$neo345 26789: nuestro cuerpo no viene con el *disco duro* en blanco. s como uncomputador cargado con una serie de programas) adems de aquellos que lomantienen en funcionamiento, e!isten otros que corresponden a lo heredadobiol#gicamente de padres y antepasados. ( adems de esto, tenemos la herenciagenética de actitudes y estados de nimo. 2o s#lo heredamos color de pelo uojos, sino también las tendencias depresivas de la abuela o la ansiedad paterna.A'n cuando veri+car esto cientí+camente puede resultar engorroso, usted lopuede observar en sí misma3o:. abr rasgos de personalidad y estados de nimocuyo origen no resultar claro si s#lo busca en su e!periencia de vida.


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animales ms bsicos) conejos y cocodrilos también se reproducen y cuidan suprole y territorio.

4n aspecto que es a la ve& e!tremadamente 'til pero también puede convertirseen una limitante es la *insistencia* del cuerpo por la supervivencia. Ante

cualquier riesgo físico que se presente, todas las luces de alarma del cuerpo seprenden) altura, calor, frío, velocidad y otras.


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personas. n +n, un complejo entramado de c#digos de conducta que nuestroentorno prescribe, y que debemos seguir so pena de ser recha&ados $algo quenos resulta emocionalmente muy inc#modo% y que, merced al condicionamiento,comen&amos a sentir internamente 3a nivel visceral, emocional e intelectual:como *lo correcto*.

Nuestras mociones

!iste la creencia generali&ada de que nuestras emociones constituyen nuestroverdadero ser, lo que realmente somos) nuestra ira, nuestra pena, nuestro dolor,nuestros celos, nuestro *amor*. in embargo, %y esto es algo ya sabido en eldominio cientí+co% si e!aminamos ms de cerca emociones como el temor y laira, veremos que son simples respuestas de defensa y ataque frente a un posibleenemigo. /ienen la clara funci#n de proteger nuestro cuerpo, nuestro territorio,nuestra pareja y nuestra prole) en síntesis, asegurar la supervivencia y lareproducci#n, y son parte del *programa* que mencionaba antes. /ambién

podemos ver que estas reacciones se detonan en las circunstancias msinverosímiles, cuando nuestra mente interpreta que la situaci#n $real oimaginaria% representa una amena&a a nuestra supervivencia.

n sí, nuestras emociones resultaban muchísimo ms 'tiles antes de nuestra vidacivili&ada) antiguamente, estbamos rodeados de peligros bastante ms realesque los actuales. Las +eras, la intemperie, la furia de la naturale&a, las tribusrivales, había que ca&ar para vivir... en +n. n la actualidad, salvo casose!cepcionales, los peligros resultan ms imaginarios) hay temor a otros, temor asituaciones, reacciones de ataque que son absolutamente desproporcionadasfrente al estímulo real.

Lo que llamamos com'nmente *amor*, por otra parte es, salvo e!cepciones, unconjunto de atribuciones condicionadas que proyectamos en una situaci#n cuyafunci#n es perpetuar la especie. l modelo de pareja que aprendemos en nuestrocondicionamiento incluye elementos estrictamente animales de supervivencia,protecci#n del territorio y reproducci#n. ( conste que el amor incondicional $muydiferente del que describo% es enteramente posible para nosotros, pero es claroque no forma parte de nuestro programa genético ni de nuestrocondicionamiento.

l Habitante

5aravillosa y asombrosa es la mquina que recibimos $mente, cuerpo yemociones%; sin embargo, dado lo que e!plicaba anteriormente, su funci#n es,simplemente, mantenerse con vida y buscar la seguridad y la predictibilidad. (esa funci#n la cumple a la perfecci#n. l problema, al menos para mí $y esperoque también para muchos de ustedes%, es que no vine a este planeta s#lo amantenerme vivo lo ms posible y a repetir lo que probablemente ya he hecho enincontables vidas anteriores) nacer, reproducirme y morir. l asunto es que, dado

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que tenemos libre albedrío, depende estrictamente de nosotros lo que elijamoshacer aquí una ve& que aterri&amos.

!isten señales. Eeneralmente son menos urgentes que las del cuerpo o de lasemociones, pero son perfectamente audibles. on sensaciones, inquietudes,

intuiciones. 2o nos las podemos e!plicar, pero allí estn. 2os llevan a elegirincursionar en actividades que no guardan ninguna relaci#n con la supervivencia,sino con divertirnos y e!plorar nuestras posibilidades) nos metemos al agua, noslan&amos en paracaídas, pedaleamos arriba de una bicicleta, nos sentimosatraídos3as: por una persona *prohibida* y buscamos relaciones se!uales que notienen ninguna intenci#n de procrear. n este sentido, somos nosotros $quieneshabitamos este cuerpo% quienes lo guiamos a vivir cosas que, para el cuerpo,representan peligro e incomodidad. F"ué nos lleva a esoG implemente, que el*habitante* desea divertirse. ( a veces, tenemos señales que nos llevan a lo quepodríamos llamar *trascendencia*. Inquietudes respecto a *algo ms* queestudiar, trabajar, tener hijos y +nalmente morirse.

5s all de las señales que describí anteriormente estn, entonces, las vocesinternas que nos transmiten lo que nuestra sensibilidad e intuici#n nos señalancomo oportunidades de e!pansi#n y crecimiento $pues eso es lo que son, a miparecer%. A veces, son indicaciones que se contradicen enteramente con nuestraracionalidad) implican dejar un trabajo en tiempos de crisis, separarnos de unac#moda y conveniente relaci#n de pareja o correr un riesgo físico importante. 4naimportante característica que tienen, sin embargo, es que parecen provenir denuestro ser ms íntimo, algo que sentimos que no podemos simplementedescartar sin ms. Jtra característica distintiva es que, cuando la señal indica enuna direcci#n que es realmente importante para nosotros, se volver cada ve&ms insistente. Algunos de nosotros $no sé e!actamente por qué unos y no otros%hemos sentido una llamada especialmente insistente a despertar a otros nivelesde consciencia, a e!pandir rotundamente la perspectiva desde la cual vivimosesta e!istencia; y, por tanto, nos hemos metido en cantidad de problemasbuscando las formas en que esto pueda ocurrir.

4n elemento especialmente importante $que cualquiera de nosotros puededetectar en su e!periencia subjetiva% es aquello que la Eestalt llama *darsecuenta* y en Jriente llaman *el /estigo*. Fn qué consisteG n aquella parte denosotros que se da cuenta de que estamos respirando cuando estamosrespirando, que percibe que pensamos cuando pensamos, que percibe queestamos emocionados cuando estamos emocionados. ( no me re+ero a loscomentarios mentales que acompañan prcticamente todo lo que hacemos ovivenciamos, sino a esa mera cualidad de *percibir* que est ocurriendo lo queest ocurriendo, sin valoraci#n o comentario. s un perfecto testigo, sin ms.

F"ué importancia tiene este testigoG


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/ierra* nos lleven de la nari&%. ecordemos que a éstos s#lo les interesa lasupervivencia) la trascendencia, la honestidad, la rectitud y la integridad sonintereses del abitante, no de la mquina. Figni+ca esto que no debemosconsiderar a la mquinaG ería un craso error, que ya han cometido todo tipo depensadores ascéticos o moralistas. 5i propuesta $en la que tengo bastante

compañía% es, que alcan&amos nuestro m!imo potencial al aceptar y dar totalcabida a todos nuestros niveles $cuerpo, emociones, mente, espíritu%, peroescogemos identifcarnos con lo ms elevado, re+nado, e!pandido o sensible.sto no guarda ninguna relaci#n con represi#n, sino con optar momento amomento, haciéndonos cargo de las consecuencias i, por ejemplo, nosemborrachamos, sabemos a lo que vamos y asumimos las consecuencias. ncada instante tenemos opciones, las que se e!panden mientras ms l'cidos yconscientes estemos y mientras ms responsables nos hagamos de lo queescogemos.

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