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El compromiso bibliotecológico ante la sociedad del conocimiento Camilo Estrada * Una de las premisas de las que parte el deber de la bibliotecología es que la información debe ser para todos, la importancia recae, tal como lo menciona Ríos O. J. (2011) en que la ciencia y el conocimiento es fuente de desarrollo siempre que se comparta y ayude a las sociedades a alcanzar el bienestar humano. Esto en un contexto de desigualdad económica globalizada donde el acceso a la información muchas veces está condicionado por la capacidad adquisitiva de los individuos; sin embargo dentro de los proyecto democráticos se persiguen ideales del bienestar común, que tienen como raíz los principios democráticos, entendidos como la noción de justicia, la lucha contra la pobreza y el ideal del conocimiento compartido. (Ríos O. J., 2011) De allí que el ejercicio profesional del bibliotecólogo se debe enmarcar en la ética del servicio, promover la libertad de expresión, fortalecer el aprendizaje permanente de las personas, asegurar la intimidad de los usuarios y fomentar los procesos formativos en los derechos humanos a todo nivel. La biblioteca pública, como institución social es la encargada de garantizar dichos aspectos relacionados con el derecho a la información de los ciudadanos. "El Derecho a la Información, definido por Carpizo y Villanueva como “un conjunto de normas jurídicas que regulan y tutelan las libertades, garantías, facultades y delimitaciones que ... [lo] ... integran” y debe ser entendido como un “derecho subjetivo... de interés público y social”, al que debe tener acceso toda la ciudadanía, las mayorías y las minorías, pues es un “bien común... que debe perseguir el Estado... [en el que]... se deben crear ciertas condiciones materiales y espirituales”, para construir nuevas relaciones y alternativas sociales, acordes * Estudiante del pregrado de Bibliotecología en la Escuela Interamericana de Bibliotecología, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia.

El compromiso bibliotecológico ante la sociedad del conocimiento

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Reflexión del compromiso ético y ejercicio profesional del Bibliotecologo.

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  • El compromiso bibliotecolgico ante la sociedad del conocimiento

    Camilo Estrada*

    Una de las premisas de las que parte el deber de la bibliotecologa es que la

    informacin debe ser para todos, la importancia recae, tal como lo menciona Ros O. J.

    (2011) en que la ciencia y el conocimiento es fuente de desarrollo siempre que se

    comparta y ayude a las sociedades a alcanzar el bienestar humano.

    Esto en un contexto de desigualdad econmica globalizada donde el acceso a la

    informacin muchas veces est condicionado por la capacidad adquisitiva de los

    individuos; sin embargo dentro de los proyecto democrticos se persiguen ideales del

    bienestar comn, que tienen como raz los principios democrticos, entendidos como la

    nocin de justicia, la lucha contra la pobreza y el ideal del conocimiento compartido.

    (Ros O. J., 2011)

    De all que el ejercicio profesional del biblioteclogo se debe enmarcar en la tica del

    servicio, promover la libertad de expresin, fortalecer el aprendizaje permanente de las

    personas, asegurar la intimidad de los usuarios y fomentar los procesos formativos en

    los derechos humanos a todo nivel. La biblioteca pblica, como institucin social es la

    encargada de garantizar dichos aspectos relacionados con el derecho a la informacin

    de los ciudadanos.

    "El Derecho a la Informacin, definido por Carpizo y Villanueva como un

    conjunto de normas jurdicas que regulan y tutelan las libertades, garantas,

    facultades y delimitaciones que ... [lo] ... integran y debe ser entendido como un

    derecho subjetivo... de inters pblico y social, al que debe tener acceso toda

    la ciudadana, las mayoras y las minoras, pues es un bien comn... que debe

    perseguir el Estado... [en el que]... se deben crear ciertas condiciones materiales

    y espirituales, para construir nuevas relaciones y alternativas sociales, acordes * Estudiante del pregrado de Bibliotecologa en la Escuela Interamericana de Bibliotecologa, Universidad de

    Antioquia, Medelln, Colombia.

  • con las necesidades y transformaciones del ser humano, de acuerdo a sus

    circunstancias."

    (Martnez R. M., 2011, p. 114)

    En tal sentido los estudios de comunidad, donde se incluyen las necesidades de los

    usuarios y los no usuarios, es trasversal a garantizar el derecho a la informacin. No se

    puede concebir por tanto una biblioteca que funciona sin la pregunta constante por las

    necesidades reales de la comunidad a la que pertenece y en funcin de un proyecto

    social que busque el bienestar humano. Comunicacin de la informacin y formacin

    ciudadana se unen inequvocamente.

    No es gratuito que la expansin de la instruccin pblica es un:

    factor directamente relacionado con el surgimiento de estas bibliotecas, debido

    al requerimiento de informacin y de espacio para atender las necesidades

    informativas y educativas de los nuevos sectores sociales que ingresaban al

    mundo de la lectura y sentan inters por desarrollarla.

    (Jaramillo O. y Montoya R. M., 2000, p. 15)

    Tal como afirma Jaramillo O. y Montoya R. M. (2000) en Colombia la biblioteca pblica

    corresponde a las polticas y planeamientos educativos y culturales de la nacin.

    Organizaciones no gubernamentales, como las cajas de compensacin, interesadas en

    la promocin de la lectura y las bibliotecas populares que surgieron como iniciativas de

    las organizaciones barriales en bsqueda de autonoma en el conocimiento.

    Sin embargo el panorama contextual es un tanto ms desalentador frente al acceso a

    la informacin; por nuestra carga histrica de dictaduras, casi siempre se asume como

    enemigos del derecho a la informacin, los regmenes autoritarios y la censura directa

    sobre materiales y temticas; sin embargo existe otra limitacin proveniente de la

    economa de mercado.

  • Ros O. J. (2011 ) expone que "compartir el conocimiento es tambin una forma de

    asegurar la potencial aplicacin, progreso y mejoramiento humano en el cual se ha

    centrado la perspectiva de las Sociedades del conocimiento"; de forma parcialmente

    errnea expone esto, pues dentro del mbito bibliotecolgico se relegan los

    componentes econmicos intrnsecos dentro del proyecto de Sociedad del

    conocimiento o capitalismo cognitivo. Donde se concibe la informacin como un

    recurso econmico que solo activa la economa en la medida en que se restrinja su

    libre circulacin mediante patentes y derechos patrimoniales de autor. Es decir para

    someter la informacin a la ley de oferta y la demanda es necesario restringir el libre

    acceso a la misma.

    De manera simple, para no redundar en lo que ya se ha planteado en muchos textos, la

    sociedad del conocimiento naci a finales de los aos sesenta y principios de los

    setenta, pero solo hasta los noventa tom mayor relevancia con autores como Manuel

    Castell. La nocin de sociedad del conocimiento fue utilizada por primera vez en

    1969 por un universitario, Peter Drucker, y en el decenio de 1990 fue profundizada en

    una serie de estudios detallados publicados por investigadores como Robin Mansell o

    Nico Stehr. (UNESCO, 2005)

    Drucker pretendi generar una teora econmica sobre una sociedad post-capitalista,

    en la que el conocimiento estara en el centro de la produccin de riqueza, as como la

    apropiacin del trabajo lo es en la sociedad capitalista, la propiedad de la tierra lo fue

    en el feudalismo y la propiedad de esclavos durante el esclavismo. Adems seal que

    lo ms importante no era la cantidad de conocimiento, sino su productividad en la

    relacin costo beneficio y en el apalancamiento del mismo, para la produccin de

    nuevo conocimiento. Parafraseando a Adam Smith con la mano invisible del mercado,

    plante que las redes de informacin generaran un mercado perfecto que se

    autorregulara.

    En la sociedad del conocimiento lo ms importante es aprender a aprender, por lo que

  • este proyecto solo es posible en el marco de una sociedad educada, interconectada y

    con vocacin de aprendizaje constante.

    Todas estas definiciones y propuestas econmicas llegaron a nuestros pases

    principalmente por la va de dos organismos multilaterales que le dieron el aval

    institucional que requera: El Banco Mundial (BM) y la Organizacin de las Naciones

    Unidas para la Educacin y la Cultura (UNESCO).

    Tanto el BM en el 2003 como la UNESCO, definieron la sociedad del conocimiento

    como la sociedad contempornea que ha otorgado al conocimiento el rol protagnico

    en los procesos de produccin; para el 2005 la visin de la UNESCO fue refinada con

    una visin ms "holistica", incluyendo dimensiones ticas, sociales y polticas,

    considerando todo ello como fuente de desarrollo de un pas; pero sin cuestionar nunca

    la relacin funcional del conocimiento para la produccin dentro del actual sistema

    econmico. (MOLINA M. H. 2008)

    Para ilustrar este aspecto, basta con mirar los mltiples casos donde individuos que

    ponen a disposicin de libre acceso sus tesis doctorales, terminan asumiendo

    consecuencias jurdicas a la luz de los derechos patrimoniales. Por tanto existe un

    conflicto entre el derecho al libre acceso a la informacin y el derecho, dentro de la

    economa de mercado, a la explotacin comercial de la obras intelectuales. En el

    mismo sentido la sociedad de gestin belga, exigi a las bibliotecas de este pas el

    pago de regalas por la lectura pblica de libros a nios, por parte de voluntarios.

    Otro elemento ilustrativo del anterior panorama es el denominado Pago por canon cada

    vez ms difundido en Espaa y el mundo; tendencia fomentada por la industria editorial

    avalada por la Organizacin Mundial de Propiedad Intelectual; que pone en jaque las

    bibliotecas pblicas al exigir el pago de un monto por cada prstamo de los materiales.

    Es menester por tanto, en nuestro contexto, fomentar licenciamiento libre como el

  • creative commons y el copyleft dentro de los usuarios/autores para garantizar el acceso

    universal a la informacin y saltarse trabas jurdicas/mercantiles al mismo; mxime en

    un pas empobrecido como Colombia con escasos recursos para la cultura y la

    educacin.

    Este panorama se agrava en el caso de la documentacin, ciencia ligada directamente

    a la productividad industrial y cientfica. En este aspecto resulta importante diferenciar

    entre la responsabilidad profesional y la responsabilidad social del biblioteclogo.

    La responsabilidad profesional de un biblioteclogo encargado de un centro de

    documentacin, a diferencia de la biblioteca pblica, debe garantizar la proteccin del

    secreto comercial de la compaa u organizacin para la que trabaja, limitando el libre

    acceso a la informacin. Cul es la responsabilidad social del biblioteclogo, cuando

    con conocimiento de causa, limita el libre acceso a informacin que puede afectar

    directamente el bienestar de una comunidad? Posibles zonas de inundacin de una

    reserva forestal, desviacin de un ro que secara las cosechas de una comunidad,

    estudios ambientales que podran hacer inviable un proyecto econmico de la

    compaa para la que trabaja?

    Desde una perspectiva Kantiana el profesional que guarda celosamente estos secretos

    estara actuando conforme al deber, puesto fue contratado para tal fin, pero no por

    deber. Es ms, el no dejar circular la informacin ira por accin u omisin en contra de

    la autonoma de las personas, en tanto se est limitando su libertad de eleccin

    racional de oponerse, o no, a dichos proyectos.

    Es all donde el profesional de la informacin debe optar por un acto por deber; que

    segn Salles A. y Luna F. (2008) para Kant "Los actos por deber: son los moralmente

    correctos. [es decir los actos que se deben hacer] aunque fueran en contra de sus

    intereses y no tuviera ningn deseo de actuar de este modo." (p.40 ) Pues debe primar

    el bienestar humano que en dicho caso solo se garantizara con el libre acceso y

    circulacin de la informacin.

  • Al respecto Martnez R. M. (2011) resalta que la competitividad econmica, asociada

    con la gestin del conocimiento se contrapone en muchos casos al acceso universal a

    la informacin. En tal sentido concluye:

    "El ciudadano debe ser actor dinmico en las transformaciones sociales y no

    contentarse con ser un agente de desarrollo econmico, sino un ser humano con

    calidad de vida, ejerciendo su derecho a la informacin para coadyuvar en el

    cumplimiento de sus diversos intereses personales, laborales y sociales."

    (Martnez R. M., 2011, p. 123)

    Biblioteclogos y bibliotecas como instituciones, de todas las tipologas, deben

    defender los principios democrticos cimentados en el bienestar humano.

    "la institucin que representa y en la cual se desempea debe ser consciente

    acerca de la trascendencia de su funcin social, as como de la afectacin que

    produce si por omisin, descuido o deliberadamente, genera dao alguno e

    impide el beneficio potencial o real de la informacin socialmente valiosa."

    (Ros O. J., 2011 , p. 184)

    Desde esta perspectiva planteada, es necesario pensarse desde un lugar y contexto

    concreto, que permita el desarrollo tico de la profesin en un contexto colonial,

    abandonando el yo imparcial y asptico promovido por muchos profesionales. Es

    necesaria por tanto una tica de la liberacin para el contexto latinoamericano que

    busque la reproduccin de la vida digna, un compromiso con su comunidad y no con un

    proyecto econmico ajeno a la misma.

  • Bibliografa

    Jaramillo O. y Montoya R. M. (2000) Revisin conceptual de la biblioteca pblica. En

    Revista Interamericana de Bibliotecologa, Vol 23, No. 1-2 (pp. 13-56)

    Martnez R. M. (2011) El derecho a la informacin como eje fundamental en las

    sociedades democrticas . En E. C. Morales. Derecho a la informacin, bien pblico y

    bien privado: acceso comunitario y acceso individual (pp. 113-126). Universidad

    Nacional Autnoma de Mxico . Recuperado de

    http://132.248.242.6/~publica/conmutarl.php?arch=3&idx=124

    MOLINA M. H. (2008) Sociedades del conocimiento: sus verdades y sus falacias.

    Mxico : Universidad Autnoma de Tamaulipas, UAMCEH.

    Ros O. J. (2011 ) La informacin como bien pblico: la responsabilidad social del

    biblioteclogo . En E. C. Morales. Derecho a la informacin, bien pblico y bien privado:

    acceso comunitario y acceso individual (pp. 175-186). Universidad Nacional Autnoma

    de Mxico . Recuperado de http://132.248.242.6/~publica/conmutarl.php?

    arch=3&idx=128

    Salles A. y Luna F. (2008) Biotica: nuevas reflexiones sobre debates clsicos

    Buenos Aires : Fondo de cultura econmica.

    UNESCO (2005) Hacia las sociedades del conocimiento.

    Recuperado de http://unesdoc.unesco.org/images/0014/001419/141908s.pdf