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El Conflicto Honduras - El Salvador, Julio de 1969 Def

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    El conflicto Honduras-El Salvador,

    julio de 1969

    Serie Jos Mara Caas N 1

    M R E C C RI S E

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  • Edicin aprobada por el Instituto del Servicio Exterior Manuel Mara de Peralta.Primera Edicin: junio 2014.Revisin de pruebas: Carlos Prez Pineda, Jorge Francisco Senz Carbonell, Charles S. Hernndez Viale, y Luis Fernando Ceciliano Piedra.Fotografa de la portada: Salvadoreos expulsados de Honduras. Diario El Latino, lunes 23 de junio de 1969, pgina 3.Edicin: Charles S. Hernndez Viale.Diseo y diagramacin: Imprenta Nacional.Preimpresin: Imprenta Nacional.Impresin: Imprenta Nacional.Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Instituto del Servicio Exterior Manuel Mara de Peralta, San Jos, Costa Rica. Avenida 7-9, Calle 11-13, San Jos. Telfono (506) 2539-5487. www.rree.go.cr

    Impreso en Costa Rica.Reservados todos los derechos.Prohibida la reproduccin, no autorizada por cualquier medio, mecnico o electrnico, del contenido total o parcial de esta publicacin. Hecho el depsito por ley.

    El texto es propiedad exclusiva del autor y no debe ser reproducido sin su autorizacin. Asimismo, no constituye un documento ocial del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, por lo cual las opiniones expresadas en l son de exclusiva responsabilidad del autor.

    972.83084P438c Prez Pineda, Carlos 1953 El Conicto Honduras El Salvador, julio de 1969 / Carlos Prez Pineda. -- San Jos, C.R.: MREC, Instituto Diplomtico Manuel Mara de Peralta, 2014. 164 p. ; 21 x 14 cm. -- Serie Jos Mara Caas N 1 ISBN 978-9977-76-025-4

    1. CONFLICTO ARMADO. 2. HONDURAS. 3. EL SALVADOR. 4. GUERRA DE LAS CIEN HORAS. 5.GUERRA DEL FUTBOL. 6. CRUZADA DE AUXILIO. I. Ttulo. II. Serie.

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    Presentacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1

    Introduccin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3

    Captulo I: El camino a la guerra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5

    Captulo II: La Cruzada de Auxilio y el establecimiento de la

    Unidad Nacional en El Salvador . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79

    Captulo III: La Unidad Nacional y la movilizacin patritica

    en Honduras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104

    Conclusiones nales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 140

    Bibliografa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143

    Lista de mapas:

    Mapa No. 1 Toma de Nueva Ocotepeque . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56

    Mapa No. 2 Teatro de Operaciones de Oriente T.O.O. . . . . . . . . . . . . 69

    Mapa No. 3 Captura de Cololaca, Guarita, Valladolid y

    La Virtud por el TOCH . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132

    Fuente: Jos Luis Gonzlez Sibrin, Las Cien Horas: La Guerra de Legtima Defensa de la Repblica

    de El Salvador, (San Salvador: Tipografa Oset Central, 1972).

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    Jams imagin la repercusin que tendra unode mis goles, lo que iba a desencadenar

    Mauricio El Pipo RodrguezSeleccionado Nacional de El Salvador (1969)

    Una situacin de paz duradera suele ser propicia para el crecimiento intelectual y material de las sociedades humanas. Por el contrario, los conictos blicos, cualesquiera que sea su origen o justicacin, suelen dar espacio para que aore lo peor del ser humano. Sin embargo, algunas guerras son ms perversas que otras y, en casos contados, ms extraas que otras. Es precisamente en esta ltima categora donde se puede situar la mal llamada Guerra del Ftbol entre El Salvador y Honduras en 1969, bautizada as por el periodista polaco Ryszard Kapuscinski.

    Una visin supercial y popularmente muy difundida ha considerado este conicto entre Honduras y El Salvador como la consecuencia de dos partidos eliminatorios entre los seleccionados nacionales de ftbol de esos pases, durante la fase eliminatoria para acceder a la Copa Mundial de Ftbol Mxico 1970. Las cien horas que duraron los hechos de violencia a ambos lados de la frontera comn dejaron miles de muertos y decenas de miles de desplazados, adems de causar enormes daos al aparato productivo de las dos naciones y dar un golpe casi mortal al hasta entonces boyante proceso de integracin econmica centroamericana.

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    La realidad es que los causales de la guerra distan mucho de un cerrado partido de ftbol en la ciudad de Mxico. Es precisamente ah donde la pluma del historiador salvadoreo don Carlos Prez Pineda, con rigor cientco y estricta imparcialidad, muestra al lector esa historia causal desconocida, que incluye el papel desempeado por sectores econmicos poderosos de uno y otro pas. A partir de ah, el escritor desgrana de manera cautivante y consecuente todos los entretelones y telones de esas fatdicas cien horas que, a la sazn, no dejaron ms que muerte y miseria a un costo material inmenso para dos economas que ni siquiera satisfacan las necesidades ms bsicas de sus ciudadanos. Adems del copioso conocimiento en hechos, cifras y circunstancias que de las pginas de este libro puede adquirir el lector, de l se desprende tambin una valiosa leccin moral e histrica sobre el valor de la paz y el absurdo de la guerra y la violencia, especialmente entre pueblos hermanados por la geograf a, la historia y la cultura.

    El Instituto Manuel Mara de Peralta, desde sus inicios, ha dado considerable importancia a la investigacin histrica y ha publicado numerosas obras relacionadas con la historia diplomtica de Costa Rica y la vida de sus protagonistas. Gracias a la iniciativa del director del Instituto Especializado de Educacin Superior para la Formacin Diplomtica (IEESFORD), embajador Francisco Salvador Fonseca, y de la embajadora de Costa Rica en El Salvador, Adriana Prado, recibida con mucho entusiasmo por el Instituto Peralta, en 2014 se ha ampliado el mbito temtico de las investigaciones y publicaciones a los dems pases hermanos de Centroamrica. La publicacin de la obra del historiador Prez Pineda constituye un nuevo hito al respecto, que conrma los vnculos de cooperacin entre las instituciones de formacin diplomtica de Costa Rica y El Salvador y enaltece nuestra comn identidad centroamericana.

    Cartago, mayo de 2014.

    Jorge Francisco Senz CarbonellDirector del Instituto de Servicio Exterior

    Manuel Mara de PeraltaMinisterio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica

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    El conicto armado conocido como Guerra del Ftbol fue la primera guerra internacional en el Hemisferio Occidental despus de la Segunda Guerra Mundial. El trmino es reejo de una concepcin equivocada sobre el origen de la confrontacin y ha servido nicamente para oscurecer las complejas causas de la misma. La guerra es conocida en El Salvador como Guerra de Legtima Defensa o Guerra de las Cien Horas. En Honduras tambin se usa la denominacin Guerra de las Cien Horas.

    Este trabajo es el resultado del examen analtico de numerosas fuentes documentales, fundamentalmente periodsticas y bibliogrcas, y de informacin obtenida de fuentes orales. La revisin de la documentacin periodstica ha sido realizada con cautela y sentido crtico ya que tanto los medios de prensa hondureos como los salvadoreos funcionaron en gran medida como herramientas propagandsticas antes, durante y despus del enfrentamiento armado. La informacin procedente de tales fuentes ha sido, en la medida de lo posible, cotejada y completada con otro tipo de informacin.

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    La presencia masiva de salvadoreos en territorio hondureo, presumiblemente alrededor de 300 000, en el momento del conicto de 1969, haba generado incomodidad en los dirigentes polticos hondureos, por lo menos desde la dcada de 19501. La situacin de los inmigrantes salvadoreos en Honduras comenz a deteriorarse a partir de 1954, durante la presidencia de Julio Lozano Daz. Bajo el gobierno liberal de Ramn Villeda Morales (1957-1963) la situacin de los salvadoreos en Honduras se deterior todava ms. Ante problemas como la prdida de empleos en la industria bananera, una desfavorable balanza de pagos asociada a las desigualdades generadas por el Mercado Comn Centroamericano y un crecimiento poblacional alarmante, las lites hondureas comenzaron a manifestar pblicamente su descontento con la competencia de los trabajadores y de los comerciantes salvadoreos. Durante el gobierno de Villeda Morales comenzaron las campaas sistemticas en contra de la minora salvadorea a travs de los

    1 Cuantitativamente, los salvadoreos eran el grupo extranjero ms importante, representando el 74,2% del total de los extranjeros residentes en Honduras. La mayor parte de la poblacin salvadorea estaba asentada en la regin norte de Honduras, principalmente en los departamentos de Yoro, Corts y Atlntida, que recibieron el 40% de la migracin salvadorea atrada por la presencia de las compaas bananeras en dicha regin. Slutzky, Caras y otros, La Guerra Intil, 245.

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    medios de prensa y tambin las expulsiones utilizando la coaccin y, algunas veces, la violencia2.

    La migracin de salvadoreos empobrecidos, sobre todo de campesinos, hacia la vecina Honduras se haba convertido en una constante histrica desde nales del siglo XIX. En las primeras dcadas del siglo XX enganchadores procedentes de la Costa Norte de Honduras llegaban a El Salvador a reclutar trabajadores migrantes3. En la dcada de 1960, la percepcin de la migracin salvadorea como una conjura expansionista y, por ende, como una seria amenaza al pas era un punto de vista compartido por un nmero considerable de miembros de la capa poltica hondurea independientemente de su liacin partidaria.

    Los campesinos hondureos haban disfrutado de un acceso a tierras ejidales-comunales en una escala inconcebible en El Salvador, pero tal situacin comenz a cambiar cuando la diversicacin agrcola (algodn, azcar y carne de vacuno para la exportacin al mercado norteamericano), apoyada activamente por el Estado, experiment un impetuoso desarrollo en la dcada de 1960 y caus una escasez creciente de tierras rurales4. El impacto de la expansin ganadera sobre la economa campesina fue particularmente grave, ya que a diferencia del caf, el banano y el algodn, cuya expansin territorial haba sido constreida por condiciones de tipo biolgico, tales como altitud y clima, la produccin ganadera era posible en cualquier lugar en el que los pastos crecieran. La expansin de la produccin ganadera para la

    2 Durante el perodo presidencial de Villeda Morales, ocurrieron asaltos contra residentes salvadoreos protagonizados por grupos de vigilantes, la Guardia Civil Departamental y la Guardia Civil Mvil. >omas Anderson destaca la expulsin de aproximadamente 300 familias acosadas por los hondureos. Anderson, p. 84. Cincuenta y ocho familias salvadoreas expulsadas fueron conducidas por autoridades hondureas al puente Goascorn, en el lmite fronterizo entre Honduras y El Salvador, el 10 de junio de 1962. Ante la reaccin de las autoridades salvadoreas y de hondureos opositores al gobierno de Villeda Morales radicados en El Salvador, el presidente hondureo admiti, el 16 de abril, la posibilidad de un error de los agentes encargados de ejecutar la orden de Gobernacin al incluir entre los inmigrantes ilegales a familias salvadoreas radicadas legalmente en territorio hondureo y ofreci reparar cualquier injusticia que inadvertidamente pudieran haber cometido elementos subalternos de la autoridad suprema. El Salvador y su diferendo con Honduras. Nuestra lucha por los Derechos Humanos, (San Salvador: Documento sin fecha de la biblioteca de la Fuerza Armada salvadorea), 18-23.

    3 Enganche de salvadoreos para trabajar en la Costa Norte de Honduras, El Da, San Salvador, 8 de mayo de 1924, nota editorial primera plana.

    4 Euraque, El capitalismo de San Pedro Sula, 280-281

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    exportacin reclamaba grandes extensiones de tierra sin ofrecer empleo a los campesinos desplazados de sus lotes de subsistencia5. La competencia por la tierra, sobre todo por las tierras baldas o nacionales en las cuales muchos campesinos de origen salvadoreo estaban asentados, produjo violentos conictos entre campesinos y terratenientes-empresarios ganaderos en Honduras. A nales de la dcada de 1950 e inicios de la de 1960, la United Fruit Company y la Standard Fruit Company redujeron drsticamente el nmero de sus trabajadores. Despus de la gran huelga bananera de 1954, ambas compaas haban buscado la forma de disminuir el nmero de sus empleados y reducir sus costos de produccin. La distribucin no equitativa de las mejores tierras y el retorno a la agricultura de subsistencia de un gran nmero de trabajadores desplazados por la mecanizacin de la industria del banano en la segunda mitad de la dcada de 1950 se combinaban con el progresivo agotamiento de los suelos ocupados por los pequeos y medianos campesinos productores de alimentos. En tales circunstancias, aparecieron iniciativas orientadas a regular la migracin salvadorea que condujeron a la suscripcin por ambos gobiernos de un tratado de migracin en El Amatillo en junio de 1962. Un nuevo tratado migratorio fue rmado el 21 de diciembre de 1965 en la ciudad de San Miguel, El Salvador, el cual entr en vigencia el 25 de enero de 1967. Inexplicablemente, no hubo ningn esfuerzo sistemtico de las partes por hacer cumplir las disposiciones relativas al tema de la documentacin de los inmigrantes, a pesar de que el acuerdo consideraba especcamente el asunto.

    El tratado rmado en San Miguel contena una disposicin estableciendo que poda ser renovado solamente una vez por un perodo de dos aos despus de su expiracin. El gobierno hondureo, en un repentino cambio radical de su poltica migratoria hacia los salvadoreos, rehus renovar dicho convenio migratorio por otro perodo de dos aos cuando ste expir en enero de 1969.

    5 Esa diferencia fue destacada por Robert G. Williams, quien observ que compared to other export crops, however, cattle raising oers few prospects for employment. >e most conservative estimates indicate that cotton cultivation oers six times more employment per acre than cattle ranching, sugar oers seven times more, and coee oers thirteen times more. Robert G. Williams, Export Agriculture and the Crisis in Central America (>e University of North Carolina Press, 1986), 117.

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    El problema migratorio no resuelto entre El Salvador y Honduras se convirti en una de las causas principales del conicto armado de julio de 1969.

    Otro de los motivos de la tensin existente en 1969 entre los dos pases era la hostilidad en los medios empresariales y comerciales hondureos hacia su contraparte salvadorea debido a la conviccin de que los salvadoreos obtenan benecios desproporcionados del Mercado Comn Centroamericano a costa de Honduras. Durante el perodo presidencial de Ramn Villeda Morales, el desarrollo industrial de Honduras fue estimulado por incentivos legales, como los contenidos en la ley de Fomento Industrial, y por el impacto positivo inicial de la participacin de los capitalistas nacionales en el nuevo mercado regional. El comercio intra-regional haba experimentado un rpido crecimiento y expansin como resultado de la sustitucin de importaciones de bienes manufacturados de consumo nal en el contexto ampliado de un mercado regional. El dinamismo generado por el crecimiento econmico no fue, sin embargo, igual en todos los pases miembros6. El Salvador, Guatemala y Costa Rica fueron los ms favorecidos mientras que en Nicaragua y Honduras los resultados eran menos beneciosos7. Despus de pocos aos, la balanza comercial hondurea presentaba signos negativos. El saldo decitario del comercio hondureo con todos sus socios del MCCA, pero especialmente con El Salvador, produjo sentimientos de insatisfaccin en las lites hondureas que se extendieron gradualmente al resto de la sociedad a medida

    6 El Mercado Comn Centroamericano se considera un modelo hbrido debido a que se injert en un modelo tradicional cuyo motor era la agricultura de exportacin sin desaar la hegemona de los grupos de terratenientes agro-exportadores que ejercan un dominio econmico y sociopoltico y de cuyo beneplcito dependa el buen funcionamiento y el futuro del nuevo modelo. Sin embargo, los formuladores de poltica no proporcionaron un marco adecuado para garantizar que los benecios netos del MCCA se distribuyeran equitativamente entre las cinco repblicas de manera que la estrategia de industrializacin se vio amenazada desde el principio por diferencias entre los pases. Victor Bulmer >omas, La Economa Poltica de Centroamrica desde 1920 (San Jos, Costa Rica: Publicacin del BCIE., 1989) 233, 245.

    7 Los pases con mayor industrializacin anterior a la integracin, como Guatemala, El Salvador y Costa Rica, se beneciaron ms que los de mayor atraso relativo, como Honduras y Nicaragua. Guillermo Molina Chocano, Integracin Centroamericana y Dominacin Internacional. Un ensayo de interpretacin sociolgica (San Jos, Costa Rica: EDUCA. 1974), 63.

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    que el dcit de la balanza de pagos se incrementaba8. En realidad, las inequidades en la distribucin de los benecios del modelo de integracin econmica regional, en el caso hondureo, se explicaban por la dbil base productiva del pas que impidi a los capitalistas nacionales competir en condiciones de igualdad con sus contrapartes centroamericanas9.

    Fueron, probablemente, los pequeos y medianos propietarios de talleres artesanales que producan con unos pocos operarios -no ms de cinco-, asalariados o fuerza de trabajo familiar los ms vulnerables a la competencia de las empresas industriales regionales10. Adems de la competencia regional, la pequea y mediana empresa hondurea tambin sufri el impacto de la competencia de las nuevas industrias hondureas productoras de bienes de consumo, como por ejemplo las fbricas de calzado instaladas en San Pedro Sula y Tegucigalpa, que no fueron capaces de armarse con sus productos en el MCCA compitiendo con fabricantes centroamericanos ms fuertes como la ADOC de El Salvador y la INCATECU de Guatemala, pero s de contribuir a causar la ruina de los medianos productores de calzado de su pas que producan para el mercado local11. El descontento de las capas intermedias artesanales y empresariales con la competencia de las grandes empresas de la integracin econmica regional, ofreci un terreno abonado al discurso nacionalista anti-salvadoreo con sus campaas de boicot comercial a las manufacturas producidas

    8 Despus de seis aos de Integracin las diferencias en el nivel de desarrollo se han agrandado. Si en 1960 el valor de la produccin industrial de Honduras corresponda al 78.5% de la salvadorea, en 1967 ha descendido hasta representar el 47.8%. El podero industrial de El Salvador, en trminos absolutos, es muy superior al de Honduras, sobrepasndolo en un valor de L. 160.900.000, en 1966, cuando en 1960 esta diferencia slo era de L. 22.900.000. Slutsky, Caras y otros, La Guerra Intil, 54.

    9 Los industriales hondureos, que estaban conscientes de que no posean la capacidad de competir con sus homlogos de la regin, vieron el proceso integracionista y la formacin del Mercado Comn Centroamericano como un peligro para sus intereses futuros, pues a la larga se veran arrollados por los productos de mejor calidad y ms baratos fabricados en los otros pases y que invadiran el mercado nacional. Stefana Natalini de Castro, Mara de los ngeles Mendoza Saboro y Joaqun Pagan Solrzano, Signicado Histrico del Gobierno del Dr. Ramn Villeda Morales (Tegucigalpa: Editorial Universitaria, 1985), 103.

    10 El paso de una produccin artesanal a la manufactura no signic en Honduras, como ha ocurrido en otros pases, la ruina de los productores medianos y pequeos, pues las grandes empresas que se crearon Cementos de Honduras, Industrias Qumicas Dinant, etc.,- no los afect. Fue la competencia de los bienes producidos en otros pases de la regin o fuera de ella zapatos, prendas de vestir, etc.,- la que da sus intereses. Natalini de Castro, 105.

    11 Natalini de Castro, 74.

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    en el pas vecino, organizadas y nanciadas por los capitalistas hondureos.

    En El Salvador, la tradicional resistencia de las lites dirigentes a realizar las reformas necesarias para asegurar la estabilidad poltica a largo plazo contribua al agravamiento de la conictividad social. Desde el inicio de su perodo presidencial el ao 1967, el general Fidel Snchez Hernndez proyectaba decretar un nuevo cdigo de trabajo ms apropiado para normar los derechos de los trabajadores y sustituir el viejo cdigo que haba evidenciado sus deciencias al nalizar el perodo presidencial del coronel Julio Adalberto Rivera, sacudido por una serie de huelgas. El proyecto de aprobacin del nuevo cdigo progres sin embargo muy lentamente, sometido a las presiones de las poderosas organizaciones de la empresa privada12. Snchez Hernndez enfrent, en 1966, 1967 y 1968, exitosos movimientos huelgusticos protagonizados por conductores de autobuses de la capital, mdicos y estudiantes de medicina, los maestros organizados en la Asociacin Nacional de Educadores Salvadoreos (ANDES 21 de Junio) y por sindicatos y federaciones sindicales de trabajadores que demandaban bsicamente mejores salarios y mejores condiciones laborales.

    A pesar de serios momentos de confrontacin y algunos incidentes represivos graves, incluidos secuestros y asesinatos atribuidos a los cuerpos de seguridad, el movimiento huelgustico fue tolerado por los gobiernos del coronel Julio Rivera y del general Fidel Snchez Hernndez pudiendo desplegarse y alcanzar xitos signicativos13. En realidad, la ola de protestas del perodo 1967-1972 fue impulsada por la liberalizacin paulatina del rgimen y se caracteriz por su naturaleza reformista y no

    12 Juan Hernndez-Pico, y otros, El Salvador: Ao Poltico 1971-72, (San Salvador, El Salvador: Universidad Centroamericana Jos Simen Caas, 1973), 11.

    13 El perodo 1966-1968 ha sido llamado, desde una perspectiva de izquierda, el perodo de las huelgas combativas. Vctor Valle, Siembra de vientos. El Salvador 1960-69, (San Salvador, El Salvador: Centro de Investigacin y Accin Social, 1993), 100. Segn Paul Almeida, (), para 1967 se dio una leve reduccin en los precios internacionales del caf (Colindres, 1977), mientras el MCCA se aproximaba a niveles de saturacin, lo que ubic al nuevo rgimen del general Salvador (sic) Snchez Hernndez bajo un grado de presin interna cada vez ms intenso (Webre, 1979). Paul Almeida, Olas de movilizacin popular: movimientos sociales en El Salvador, 1925-2010, (San Salvador, El Salvador: UCA Editores, 2011), 167.

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    violenta14. En la escena de la poltica partidaria, las elecciones tendieron a convertirse en eventos cada vez ms competitivos tal y como lo evidenci una serie de resultados electorales favorables al principal partido de oposicin, el Partido Demcrata Cristiano (PDC), que amenazaba con convertirse en un rival demasiado poderoso en los prximos comicios de diputados a la Asamblea Nacional Legislativa programadas para el mes de marzo de 1970. A pesar de la conictividad social crnica favorecida por las profundas inequidades de la sociedad salvadorea, el gobierno del general Fidel Snchez Hernndez no enfrentaba en junio de 1969 graves amenazas a su estabilidad poltica.

    En Honduras el gobierno presidido por Oswaldo Lpez Arellano, despus de reidas elecciones municipales en marzo de 1968, se vio afectado por un aumento de la oposicin interna manifestado en una huelga general muy bien organizada en la Costa Norte en septiembre de ese mismo ao y en las protestas en la capital por la creacin de nuevos impuestos asociados a la aprobacin del llamado Protocolo de San Jos15. La demanda creciente de tierras por parte del campesinado, las ocupaciones de hecho de tierras nacionales y privadas por agricultores precaristas y los intentos de los grandes terratenientes de expulsarlos violentamente agravaron las dicultades del gobierno hasta alcanzar niveles crticos. Los conictos agrarios adquirieron alarmantes manifestaciones en febrero y marzo de 1969 cuando los ganaderos, especialmente los del departamento de Olancho, rearmaron su predisposicin a usar la violencia en contra del movimiento campesino y ejercieron a travs de la Federacin Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras, (FENAGH), una creciente presin sobre el Instituto Nacional Agrario (INA), agencia gubernamental encargada de dirimir las disputas de

    14 Paul Almeida, Op.Cit, 148-149.

    15 El Protocolo de San Jos suscrito el 1 de junio de 1968 impuso una sobrecarga del 30% sobre el arancel comn externo sobre bienes importados no esenciales y concedi a los gobiernos la facultad de gravar con impuestos de consumo del 10% a los bienes no esenciales y con impuestos de consumo del 20% a los artculos de lujo producidos dentro de Centroamrica. Este protocolo revel los problemas polticos emergentes del Mercado Comn Centroamericano y provoc, en septiembre de 1968, una huelga en la Costa Norte hondurea que desa seriamente al gobierno de Honduras, el cual ratic, a pesar de las protestas, dicho protocolo. Rowles, El conicto Honduras-El Salvador, 40.

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    tierras16. La FENAGH apoyaba la extensin de los grandes latifundios de sus miembros a costa de las tierras del Estado, y como los campesinos inmigrantes salvadoreos generalmente estaban asentados en tierras estatales, el poderoso gremio ganadero lanz una gran campaa propagandstica contra todo lo salvadoreo en Honduras. El gobierno hondureo decidi resolver la crisis agraria mediante una maniobra diversionista que, en aquel momento, pareca ser una solucin de bajo costo poltico: la expulsin de los campesinos precaristas salvadoreos de las tierras nacionales que ocupaban de hecho desde muchos aos atrs y la aplicacin sin contemplaciones del artculo 68 de la vieja ley agraria de Villeda Morales que estableca la ciudadana hondurea por nacimiento como condicin para ser beneciario de los programas de distribucin de tierras del Instituto Nacional Agrario (INA)17. La reforma agraria tena un objetivo eminentemente poltico: disminuir la conictividad social en el medio rural apelando a un nacionalismo reaccionario dirigido exclusivamente contra la minora salvadorea ya que no se pretenda afectar a las compaas bananeras extranjeras que, junto con los latifundistas nacionales, concentraban las tierras

    16 Las relaciones entre la FENAGH y el INA haban sido tensas antes de la ruptura de relaciones entre Honduras y El Salvador. El 14 de junio, la X Convencin Nacional de la FENAGH haba decidido emplazar judicialmente al director del Instituto Nacional Agrario (INA), licenciado Rigoberto Sandoval Corea, en relacin a disputas de tierras entre campesinos, una parte de ellos de origen salvadoreo, y terratenientes. La FENAGH acusaba al INA de alentar a los campesinos a irrespetar el derecho a la propiedad privada de sus miembros. La Prensa, Director del INA ser acusado, 18 de junio de 1969, primera plana; La Prensa, INA sigue apoyando asalto a propiedad, 19 de junio de 1969, 5. La Federacin Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras (FENAGH) fue fundada en el ao 1966 con el propsito de oponerse a las demandas de reforma agraria por parte de los campesinos y promover de manera organizada el proceso de extensin de las grandes propiedades por medios legales e ilegales. >omas P. Anderson seala a la FENAGH como la gran culpable de la crisis que condujo a la guerra entre Honduras y El Salvador en 1969. Anderson, La Guerra de los Desposedos, 73.

    17 El historiador britnico Bulmer >omas calica de cobarde la decisin del gobierno de Lpez Arellano de implementar el programa de reforma agraria a costa de los salvadoreos. Bulmer >omas, 256. El historiador militar americano Charles H. Briscoe, autor de un breve relato del conicto escrito con el apoyo de la Asociacin de Veteranos de Guerra de Honduras, reconoce, a pesar de sus maniestas simpatas pro-hondureas, el trato injusto de la reforma agraria hondurea a los campesinos salvadoreos que ocupaban y laboraban tierras nacionales. La decisin del gobierno hondureo de restituir la reforma agraria era una buena idea. Sin embargo, la puesta en prctica de esta reforma no tuvo en cuenta la realidad de la propiedad agraria en las reas fronterizas y no facilitaba ninguna compensacin para los propietarios no ciudadanos. Propona soluciones que creaban ms problemas. Charles H. Briscoe, Treinta aos despus (Tegucigalpa, Honduras: Editorial Guaymuras, 2000), 33-34.

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    ms frtiles del pas18. Las presin ejercida sobre el gobierno por los empresarios ganaderos, a travs de la FENAGH y el Partido Nacional, lograron la implementacin de medidas para dividir al campesinado a travs de una lnea de demarcacin nacional. La ejecucin desptica de la ley agraria discriminatoria deriv en la expulsin masiva de inmigrantes salvadoreos del territorio nacional y convirti un conicto interno por los recursos, en un conicto internacional 19.

    Los incidentes violentos en ambas capitales relacionados con los partidos de ftbol han sido considerados como el detonante que desencaden la crisis interestatal salvadorea-hondurea de 1969. Sin embargo, en un primer momento, los medios de prensa y las autoridades de ambos pases no solamente repudiaron los actos violentos sino que los atribuyeron a grupos que actuaban al margen de la ley, pero mientras las autoridades hondureas culparon a bandas de rateros y delincuentes comunes por los saqueos y la violencia, las autoridades salvadoreas atribuyeron los desrdenes en su pas a una conspiracin comunista20. El diario hondureo El Da repudi los actos violentos e intimidatorios de hordas de vndalos y pcaros que saquearon establecimientos comerciales que vendan productos salvadoreos y denunci en

    18 Molina Chocano, Integracin Centroamericana, p. 67. El agresivo lenguaje nacionalista anti salvadoreo utilizado por el director del INA, licenciado Rigoberto Sandoval Corea, en una entrevista concedida al diario El Cronista publicada el 18 de junio de 1969 bajo la rbrica 18 aldeas sern limpiadas de Guanacos en Yoro reeja el espritu que impuls la ejecucin de la reforma agraria hondurea. Sandoval se reri a los desalojos de precaristas salvadoreos como una nueva limpieza de campesinos salvadoreos inltrados en territorio nacional. Sandoval consideraba las medidas que seran ejecutadas en el departamento de Yoro como nuestra segunda embestida, destinada a sanear las tierras nacionales y ejidales del pas de la invasin campesina extranjera () y prometi que diez aldeas seran saneadas en Yoro de usurpadores extraos de nuestras tierras. Citado en nota de pie de pgina en Slutzky, Caras y otros, La Guerra Intil, 293.

    19 In the late 1960s, when the national peasant movement began reclaiming lands, FENAGH counterattacked by pressuring INA to evict Salvadoran peasants from national land. >e ranchers argued that the 1962 agrarian law provided rights to national lands only to Honduran nationals. Not until 1969, however, did INA actually begin serving eviction notices to the Salvadoran settlers. >e evictions by the Honduran army and the mass exodus that followed removed some of the pressure on actual or potential pastureland, and it divided the peasantry on national lines. >e land scarcity problem was temporarily redened as a conict between Honduran and Salvadoran peasants instead of as a struggle between ranchers and peasants. With the war between Honduras and El Salvador following the expulsions, all of Honduras seemed unied, and it appeared for a while that FENAGH had succeeded in translating an internal problem of resource competition into an external one . Williams, Export Agriculture and the Crisis, 127.

    20 El Da, Vaco de Poder en Gobierno del General Lpez Arellano, 17 de junio de 1969. El Mundo, Gobierno repudia actos vandlicos, 16 de junio de 1969, 9.

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    una nota periodstica de primera plana que anoche en diversas colonias capitalinas como Palmira, La Alameda, San Rafael, Miraores, Jardines de Loarque, Marichal y otras, pandillas de vagos y maleantes se dieron a la vil tarea de tocar timbres y puertas de residencias preguntando a gritos si en las mismas vivan salvadoreos o extranjeros21. El Da report tambin que agentes del Cuerpo Especial de Seguridad presentes en los lugares donde ocurrieron los incidentes no impidieron la ejecucin de actos delictivos por los grupos violentos. El matutino capitalino hizo suya la pregunta formulada por otro importante diario nacional acerca de la existencia de un vaco de poder que impeda a las autoridades controlar a pandillas de rateros y seres antisociales22. Las autoridades de seguridad hondureas reportaron, sin embargo, la captura de ms de doscientas personas entre obreros, estudiantes, vagos y maleantes que fueron detenidos en el Cuartel General de Casamata como presuntos implicados en la destruccin y saqueo de varios establecimientos comerciales propiedad de hondureos y salvadoreos23.

    La Comandancia General del Cuerpo Especial de Seguridad (CES) llam a todos los hondureos bien nacidos, mediante un boletn emitido por su Departamento de Relaciones Pblicas el 16 de junio de 1969, a mostrar nuestro respeto, nuestra cordura y nuestra hospitalidad; no destruyendo la propiedad privada, ni formando tumultos que degeneran en escndalos pblicos. La Comandancia General del CES manifest, en una clara alusin a los incidentes ocurridos en territorio salvadoreo, que como buenos hondureos debemos soportar con hidalgua los daos, males y abusos recibidos pero nunca pagar con la misma moneda. El comunicado nalizaba excitando a los hondureos a cooperar con las autoridades, a no destruir la propiedad privada

    21 El Da, Turbas intranquilizan ciudadana, 17 de junio de 1969.

    22 El Da, Vaco de Poder en Gobierno del General Lpez Arellano, 17 de junio de 1969.

    23 El diario El Da public una fotograf a de supuestos hampones y maleantes salvadoreos que haban participado en los saqueos a los establecimientos comerciales arriba de otra fotograf a de hondureos que acompaaban en sus actos delictivos a los salvadoreos. El Da, Salvadoreos presos por saquear establecimientos, 18 de junio de 1969. Tambin La Prensa de San Pedro Sula public fotograf as de supuestos delincuentes salvadoreos que habran participado en los desmanes contra comercios propiedad de sus compatriotas en esa ciudad, destacando que muchos guanacos haban sido vctimas de la inslita maldad (sic) de sus coterrneos. La Prensa, Salvadoreos escenicaron desrdenes en esta ciudad, 25 de junio de 1969, 18.

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    y a no poner en peligro vidas humanas, que equivocadamente puedes daar a tus propios ciudadanos24.

    Radioemisoras locales hondureas, encabezadas por Radio Amrica y Emisoras Unidas, iniciaron una intensiva y sistemtica campaa llamando a la cordura, buen juicio y serenidad del pueblo hondureo a n de que no se adopten represalias contra los ciudadanos salvadoreos que conviven con nosotros, as como para que respeten la propiedad privada en vista de actos vandlicos que elementos antisociales, vagos y resentidos, lo mismo que pandillas de delincuentes juveniles han iniciado en esta capital25. El diario El Da record que las relaciones cordiales existentes entre Honduras y El Salvador, pas hermano al que leg sus restos el general Francisco Morazn no pueden ser enturbiadas por hordas de pillos y genzaros (sic) operando en San Salvador y Tegucigalpa. El matutino capitalino hizo adems un llamado a los peridicos salvadoreos y hondureos a no atizar las hogueras del rencor entre naciones fraternas y a prestar su contribucin para el restablecimiento de un necesario clima de paz26. Despus de condenar el primitivismo salvadoreo en contra de los visitantes hondureos y constatar, para preocupacin de todos, que estaban ocurriendo represalias en contra de los residentes salvadoreos en Honduras, El Da observ que (), no nos queda otro camino que lamentar los acontecimientos y al mismo tiempo, apelar a la cordura del pueblo hondureo, en el sentido de que no se deje arrastrar por la ira en este momento de indignacin nacional27.

    Mientras tanto en El Salvador, la Polica Nacional detuvo a 120 personas sospechosas de participar en los disturbios y su director general, coronel Oscar Rank Altamirano, acus a dirigentes de reconocida liacin izquierdista, algunos de los

    24 El Da, Llamado a la cordura hace el CES, 17 de junio de 1969. Ciertamente, algunos ciudadanos hondureos fueron vctimas de la turba enfurecida al ser confundidos con salvadoreos, como el caso del propietario del Circo Darwin, originario de Concordia, departamento de Olancho, quien perdi mantas, vehculos automotores, plantas elctricas y otra propiedad, valorado todo en 43 000 lempiras, en un incendio causado por una enardecida turba anti-salvadorea en el barrio Concepcin de San Pedro Sula. El Da, Compatriota pierde circo valorado en 43 mil lempiras, 7 de julio de 1969.

    25 El Da, Llamado a la cordura hace el CES, 17 de junio de 1969.

    26 El Da, Vaco de Poder en Gobierno del General Lpez Arellano, 17 de junio de 1969.

    27 El Da, Una situacin crtica, 18 de junio de 1969.

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    cuales usaron insignias rojas en la solapa de planear los graves desrdenes de la noche del sbado 14 de junio. El jefe policiaco arm que los desrdenes obedecieron a consignas externas y subray que no fue el fanatismo deportivo el origen de esos disturbios28. El gobierno salvadoreo emiti el 16 de junio de 1969 un comunicado que subrayaba que los actos del 13 y 14 de junio pertenecan al mismo campo de la delincuencia, manifestando su deseo de dejar constancia del repudio a los actos violentos que organizaron y dirigieron gentes partidarias del desorden y ubicados por la opinin pblica como agitadores comunistas que se convirtieron en una turba suelta, amparndose en el entusiasmo de la verdadera acin. El comunicado gubernamental destacaba que la violencia de los partidarios del desorden haba sido dirigida contra la vida y propiedades de sus propios compatriotas salvadoreos e instituciones del Estado como el edicio de Correos Nacionales y semforos que regulan el trnsito local29.

    La Asociacin General de Estudiantes Salvadoreos (AGEUS) public una declaracin en su peridico Opinin Estudiantil acusando al general Jos Alberto Medrano, director de la Guardia Nacional, de provocar los incidentes del 14 de junio frente al Gran Hotel San Salvador. Segn Opinin Estudiantil la AGEUS contaba con informacin dedigna de que el general Medrano haba llevado a miembros de la Organizacin Democrtica Nacionalista (ORDEN) desde los departamentos del pas para provocar actos violentos bajo la apariencia de fanticos del ftbol30. No es fcil establecer el rol del famoso militar en los desrdenes del 14-15 de junio en San Salvador, sin embargo, lo que parece estar claro es que el general Medrano estuvo presente en el escenario de los acontecimientos, que guardias nacionales bajo su mando participaron en los hechos violentos de esa noche y que el general culp a polticos de la oposicin de dirigir a los grupos violentos que destruyeron propiedad

    28 El Mundo, Planearon desrdenes, 16 de junio de 1969, primera plana.

    29 El Mundo, Gobierno repudia actos vandlicos, 16 de junio de 1969, 9.

    30 La verdad de los hechos de junio en San Salvador. Declaracin de la AGEUS en Opinin Estudiantil, Revista Ariel, (Tegucigalpa, D.C.) 212 (Julio1969).

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    pblica y privada31. La hostilidad de las turbas de acionados al ftbol, en las que seguramente haba un nmero desconocido de elementos antisociales, haba sido dirigida nicamente contra la delegacin deportiva y los acionados hondureos visitantes en El Salvador.32 Los hondureos residentes en el pas no fueron objeto de actos de violencia ni de campaas sistemticas de odio en los medios de prensa. Parece ser que el gobierno salvadoreo estaba ms interesado en permitir actos hostiles contra los visitantes hondureos para desprestigiar despus a los partidos de la oposicin poltica que en dirigir agresiones sistemticas contra ciudadanos hondureos radicados en El Salvador.

    Las autoridades y los medios de comunicacin hondureos exageraron posteriormente la gravedad de los incidentes alrededor del partido de futbol en San Salvador hasta el extremo de asegurar que mujeres de esa nacionalidad fueron violadas en el estadio de Flor Blanca. Dos narraciones muy detalladas y convincentes aparecidas en el diario El Da de Tegucigalpa inmediatamente despus de tales acontecimientos, una de las cuales fue hecha por una mujer, describen diversas manifestaciones de hostilidad en contra de los visitantes, el asedio del hotel en donde se aloj la delegacin deportiva hondurea, vehculos daados por piedras arrojadas por las turbas, ataques con bolsas de plstico que contenan orines, insultos terribles, irrespeto al Himno Nacional de Honduras, agresin con arma

    31 El dirigente demcrata cristiano Julio Adolfo Rey Prendes escribi en sus memorias que el presidente Snchez Hernndez me coment muchos aos despus que recrimin a Medrano por haber sido uno de los promotores del escndalo. Esa llamada de atencin debe de haber provocado que Medrano se inventara la excusa de que intervino para poner orden a la chusma dirigida por polticos deshonestos que nada les importa la vida humana lo que trat de comprobar diciendo: porque vi a Rey Prendes platicando con Fabio Castillo Figueroa. Estas declaraciones que las le en el Diario Latino, las respond al da siguiente diciendo que la noche del escndalo, yo haba tenido una importante cena en mi casa y mencion a todos los invitados como testigos de mis armaciones y que por otra parte el mismo Medrano se condenaba asimismo cuando en sus declaraciones haba mencionado que los manifestantes gritaban Viva El Salvador, Viva la Seleccin Nacional y Viva Medrano. Por la boca muere el pez, est claro que Medrano dirigi a las masas y que cuando stas se desbordaron, arremeti contra ellas a culatazos y bastonazos y que fue por esta actitud de los guardias que la gente indignada lanz piedras contra la Ocina de Correos. Rey Prendes, De la Dictadura Militar a la Democracia, 193.

    32 Esto fue reconocido en un comunicado de la Asociacin Nacional de Industriales de Honduras que seal como vctimas del tratamiento violento y agresivo de los salvadoreos a los deportistas hondureos y la fanaticada que les acompa. El Da, Lamenta resquebrajamiento de relaciones la Asociacin Nacional de Industriales, 2 de julio de 1969, primera plana.

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    de fuego contra un mdico hondureo y hasta ofensas raciales contra los jugadores costeos afro descendientes de la seleccin visitante, pero no mencionan en ningn lugar violaciones de mujeres hondureas por las turbas fanticas salvadoreas33. El Directorio de la Federacin Nacional Deportiva Extraescolar de Honduras dirigi un pronunciamiento, rmado por su secretario Ramn Prez Ziga, al presidente del Comit Cvico Pro-Defensa Nacional, doctor Miguel Andonie Fernndez, que contena un relato de lo ocurrido en San Salvador. El maniesto de la Federacin Nacional Deportiva de Honduras hizo alusin a las ofensas contra los smbolos patrios en el estadio salvadoreo pero no hizo ninguna referencia a agresiones sexuales contra mujeres hondureas por la turba salvadorea34. El diario La Prensa de San Pedro Sula destac los pormenores del asedio del Gran Hotel San Salvador, en donde se aloj la delegacin deportiva hondurea, por turbas de fanticos salvadoreos, dedicndole ms tinta y espacio que a lo acontecido en el estadio de Flor Blanca. El comentario de los resultados del juego por el periodista Norman Serrano hizo referencia a la serenata de bombas, bulla, agresiones y otras cosas con el n de crear nerviosismo entre los jugadores hondureos, lo que dio sus frutos posteriormente en el marcador nal del partido de ftbol del da 15, pero no menciona absolutamente nada acerca de mujeres hondureas agredidas y violadas en las graderas del estadio de la capital salvadorea. El pie de la fotograf a de la barra hondurea en el estadio salvadoreo subray nicamente que la alegra de los acionados hondureos se desvaneci a medida que cayeron los tres goles salvadoreos y que muchos de ellos abandonaron el estadio antes de terminar el partido35. Tambin la nota aparecida en primera plana de la edicin del da 17 de junio, llamando al pueblo hondureo a la cordura, no hace ninguna referencia a violaciones de mujeres por turbas salvadoreas sino que comenta nicamente que hemos visto a los hondureos regresar lesionados, ofendidos, con sus carros daados y amargados con la mayor de las desilusiones de un pueblo que creamos HERMANO36.

    33 Erlinda Landa Blanco, Como nos trataron en El Salvador; J. Oswaldo Ramos Soto, Salvaje actitud guanaca contra los hondureos El Da, 17 de junio de 1969, 7.

    34 El Da, Federacin Deportiva de Honduras culpa autoridades de El Salvador, 9 de julio de 1969, 11.

    35 Norman Serrano, Mi opinin, La Prensa, 16 de junio de 1969, 31.

    36 La Prensa, Hondureos cordura, 17 de junio de 1969, primera plana.

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    Un editorial del peridico La Prensa de San Pedro Sula coment los diferentes actos agresivos y los desrdenes provocados por salvadoreos ajenos al deporte pero tampoco hizo alusin alguna a abusos sexuales en contra de mujeres hondureas37. De igual manera un comentario sobre ftbol y economa salvadorea publicado en la segunda mitad del mes de junio en un diario hondureo record que miles de salvadoreos que se encontraban en el estadio durante el partido entre ambas selecciones, arrojaron piedras, botellas conteniendo orines y bolsas conteniendo excrementos sobre centenares de hondureos, (), sin dedicar una sola palabra a violaciones de mujeres hondureas en las graderas del estadio38.

    La carta de protesta de la Secretara de Relaciones Exteriores del gobierno hondureo del 19 de junio de 1969, describi algunos de los hechos vergonzosos sufridos por los visitantes hondureos en San Salvador, irrespeto a los smbolos nacionales, daos a vehculos, asedio de deportistas, delegados deportivos y visitantes alojados en el Gran Hotel San Salvador, daos a vehculos, lesiones con arma de fuego a un nacional hondureo y, solamente al nal aludi a abusos de la ms baja condicin contra nacionales hondureos, ms censurables an por haber sido perpetrados contra mujeres indefensas39.

    A pesar de que el Gobierno de Honduras a travs de su canciller, Tiburcio Caras Castillo, haba exhortado el 17 de junio a los hondureos a mantener la cordura y no proceder con violencia contra salvadoreos residentes en el pas, ocho das despus, el 25 de junio, la Cancillera emiti un boletn dirigido al pueblo hondureo, con un contenido que evidentemente no haba

    37 La Prensa, Salvadoreos usaron violencias contra hondureos, 17 de julio de 1969, 7.

    38 Pompeyo Melara, El partido de futbol y las relaciones econmicas, La Prensa, primera plana.

    39 El Da, Protesta de Honduras ante Cancillera de El Salvador, 20 de junio de 1969.

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    sido elaborado con el n de apaciguar nimos nacionalistas40. El boletn gubernamental otorg a los desordenes futbolsticos en El Salvador el carcter de una agresin planicada en contra de Honduras, armando que los verdugos de los hondureos no fueron grupos aislados de fanticos del deporte sino que los incidentes haban sido una manifestacin masiva del pueblo salvadoreo, ventilando su odio hacia Honduras con gala de salvajismo41. Los grupos que lapidaron vehculos con placas hondureas a lo largo de la ruta hacia la capital salvadorea cumplieron, segn el boletn, consignas, las turbas salvadoreas enardecidas violaron mujeres hondureas y las sometieron a los ms vulgares actos. El estallido de violencia anti-hondureista haba sido algo preparado y cuidadosamente planicado. El gobierno hondureo puso adems en evidencia su intencin de ligar la denuncia de los recientes sucesos violentos en el vecino pas con la cuestin de la masiva presencia de inmigrantes salvadoreos en Honduras. El boletn de la Cancillera hondurea hizo referencia a la buena fe mostrada desde hace varios aos por el gobierno hondureo materializada en los tratados migratorios con el vecino pas que haban sido ignorados por miles de salvadoreos que ilegalmente residen en Honduras, y tambin por su Gobierno, que rehus poner coto al desenfrenado xodo de sus compatriotas. El Gobierno de Honduras acus a la opinin pblica salvadorea (sic), con la complacencia y quizs la instigacin de su Gobierno de haber provocado la crisis entre ambos pases al mismo tiempo que justic las agresiones en contra de miembros de la minora salvadorea en Honduras que, obviamente, no haban tenido nada que ver con lo acontecido alrededor del partido de futbol en San Salvador. La violencia en contra de residentes salvadoreos era, segn la cancillera hondurea, una lgica reaccin, explicable y humana (sic), del pueblo hondureo ante la violencia anti-hondurea en

    40 La Prensa, Hondureos: pedimos serenidad, 18 de junio de 1969, primera plana. Por lo menos una de las manifestaciones anti-salvadoreas que estaban ocurriendo en importantes ciudades del pas causaron vctimas fatales hondureas. Un menor de 13 aos de edad y una joven de 22 aos fueron muertos a balazos, por efectivos del Servicio Especial de Guardacostas de Puerto Corts, mientras observaban la disolucin de una espontnea manifestacin anti-salvadorea que haba partido del parque central de Puerto Corts el 16 de junio de 1969. Las vctimas se encontraban en los altos de un edicio cuando fueron alcanzado por las balas disparadas al aire por los efectivos militares con el propsito de dispersar a los manifestantes. La Prensa, En Puerto Cortes, trgicamente mueren jvenes, 18 de junio de 1969, 6.

    41 El nfasis es mo

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    El Salvador que haba dejado una enorme cantidad42 de mujeres violadas, vehculos automotores destrozados y hombres lesionados brutalmente. El gobierno hondureo subray que no era responsable del xodo de los salvadoreos, que por un justo temor a las consecuencias de las mencionadas delictivas actitudes de sus compatriotas, voluntariamente han abandonado el territorio nacional43.

    El canciller Tiburcio Caras Castillo volvi a calicar los ataques contra residentes salvadoreos y la destruccin de sus propiedades en Honduras como reaccin lgica y justa del pueblo hondureo, en declaraciones hechas ante el periodista Ramn Morones del diario mexicano Exclsior a principios de julio.44

    Como era de esperarse, la versin manipulada del gobierno hondureo sobre los acontecimientos de mediados de junio en la capital salvadorea produjo gran indignacin en la opinin pblica del pas. Particularmente, las supuestas violaciones pblicas de numerosas mujeres hondureas en la capital salvadorea fueron consideradas como un ultraje imperdonable. Un articulista escribi en uno de los principales diarios nacionales que los hondureos despertamos sobresaltados e incrdulos del sueo centroamericanista, al sonoro rugir de la turba salvadorea, un domingo 15 de junio de 1969 que jams nunca olvidaremos ni perdonaremos. Hemos de olvidar acaso el ultraje a nuestras mujeres? Permanezcamos despiertos45. La Corte Suprema de Justicia de la Repblica de Honduras expres su solidaridad con los millares de hombres, mujeres y nios hondureos, vejados y atropellados en El Salvador. En el texto de

    42 El nfasis es mo.

    43 El Da, Agresin a Honduras fue planicada, 26 de junio de 1969, primera plana. El nfasis es mo.

    44 El Da, Alarde de su podero militar y su armamento hace El Salvador, 2 de julio de 1969, primera plana. Algunos hondureos llegaron al extremo de eximir de toda responsabilidad a sus compatriotas y culpar a los mismos salvadoreos de la violencia anti salvadorea en Honduras de mediados de junio de 1969, tal y como fue el caso del hijo de un ex presidente que escribi en un artculo de opinin que consideraba superuo, por inexacto, hablar de reaccin popular hondurea ya que en los actos censurables en territorio hondureo participaron delincuentes salvadoreos tal y como comprob el Cuerpo Especial de Seguridad (CES). Ramn Villeda Bermdez, Odio de Pueblo a Pueblo, El Da, 12 de julio de 1969, 3. El nfasis es mo.

    45 Roberto Suazo Tome, Entregaremos tambin Amapala a los guanacos?, El Da, 26 de junio de 1969.

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    su protesta, la Corte Suprema de Justicia traslad el escenario de las supuestas violaciones colectivas de mujeres hondureas del estadio de Flor Blanca a plazas pblicas y calles del centro de la ciudad de San Salvador, asegurando que muchas indefensas mujeres fueron brutalmente violadas o ultrajadas en su dignidad, al ser pblicamente despojadas de sus vestiduras por turbas enfurecidas, en las plazas y calles cntricas de la ciudad, con el beneplcito de las autoridades salvadoreas46.

    Siguiendo el patrn del boletn de la Secretara de Relaciones Exteriores del 25 de junio, periodistas hondureos asociaron los incidentes ocurridos en El Salvador con la suerte de los residentes salvadoreos en su pas. Un columnista de uno de los principales diarios del pas escribi que haba que ensear a los guanacos que de ningn modo se puede pisotear impunemente el honor de Honduras sin sufrir las consecuencias y que, por lo consiguiente, los salvadoreos que detentan tierras nacionales debern ser obligados a abandonarlas; los que entran y salen y se quedan, como si entraran y salieran de su propia casa, tienen que saber que eso no podr seguir ocurriendo (). El indignado columnista hizo nfasis en la necesidad de hacer comprender a los salvadoreos que una cosa es el juego de pelota y otro muy diferente, el juego que ellos nos han venido jugando siempre, juego hecho a la medida de sus propias reglas, que naturalmente solo a ellos favorece47.

    Probablemente las agresiones contra la propiedad e integridad f sica de los residentes salvadoreos inmediatamente despus del segundo partido de ftbol en San Salvador haban sido espontneas, pero las manifestaciones de hostilidad contra personas de origen salvadoreo no solamente no cesaron sino que se extendieron al mismo tiempo que las autoridades subieron el tono de la campaa anti-salvadorea y procedieron a acelerar el

    46 El Da, Corte de Justicia protesta por abusos del Tribunal salvadoreo, 30 de junio de 1969, primera plana.

    47 Julio Riera, Carta a la ta Florentina, El Da, 18 de junio de 1969.

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    ritmo de los desalojos de campesinos precaristas salvadoreos de acuerdo al artculo 68 de la ley de reforma agraria48.

    En la primera semana de junio la prensa salvadorea comenz a llamar la atencin sobre el ingreso a territorio nacional de grupos de personas que haban sido obligadas a abandonar Honduras y que carecan de medios de subsistencia. El Diario de Hoy inform sobre la llegada de los primeros salvadoreos expulsados de Honduras en sus ediciones del 7 y del 11 de junio de 196949. Segn los relatos de los retornados, nmeros crecientes de salvadoreos estaban siendo forzados a dejar sus hogares en Honduras con la participacin activa de autoridades locales y fuerzas de seguridad auxiliadas en algunas ocasiones por civiles armados50.

    Llama la atencin la maniesta contradiccin entre los llamados de algunos medios de prensa hondureos a no atizar las hogueras del rencor, inmediatamente despus de los desrdenes del 16 de junio, y la escalada anti-salvadorea azuzada, algunos das despus, por esa misma prensa. Tal discrepancia reej, probablemente, diferencias dentro de las esferas de poder entre

    48 El Director del Instituto Nacional Agrario, licenciado Rigoberto Sandoval Corea, haba anunciado en el mes de abril de 1969 la aplicacin del Artculo 68 de la Ley de Reforma Agraria. De acuerdo con Sandoval Corea, el deshaucio de los campesinos precaristas salvadoreos asentados en tierras nacionales comenz el 15 de mayo de 1969 en la zona de Guanchas, donde haban sido identicadas 2,000 familias salvadoreas para proceder a su desalojo. Rowles, 247, 106.

    49 El Diario de Hoy, Honduras expulsa a 54 salvadoreos, 7 de junio de 1969; El Diario de Hoy, Honduras expulsa a 63 salvadoreos ms, 11 de julio de 1969. El Diario de Hoy destacaba que con la llegada del ltimo grupo ya el nmero de expulsados de Honduras asciende a ms de ciento cincuenta. El Diario de Hoy reconoci despus de la guerra que los peridicos y la radio salvadoreos durante casi medio mes, se abstuvieron de dar a conocer lo que verdaderamente estaba sucediendo a la minora salvadorea en Honduras debido a que, errneamente, creyeron que con su silencio lograran calmar la situacin y dar paso a un entendimiento pacco. El Diario de Hoy, 11 de noviembre de 1969, 11.

    50 El Instituto Nacional Agrario (INA) haba recibido, a principios de junio de 1969, apoyo de fuerzas del ejrcito para desalojar a los campesinos salvadoreos que ocupaban de hecho tierras nacionales en la aldea La Guacamaya, en el departamento de Yoro. El Da, 5 de junio de 1969. El Departamento de Relaciones Pblicas del Cuerpo Especial de Seguridad (CES) emiti el 25 de junio de 1969 un comunicado respondiendo a una publicacin quintacolumnista (sic) reproducida por el diario La Prensa el da anterior. El CES asegur que ningn miembro de esta Institucin sea cual fuere su grado o cargo o su lugar de destino, ha vejado, ultrajado, perseguido, hostigado o irrespetado a salvadoreos; tampoco ha colgado de los postes, mutilado o expulsado violentamente de sus hogares a ningn salvadoreo. El CES arm que, por el contrario, daba seguridad y proteccin a los salvadoreos en sus vidas y propiedades, pero que siempre dara cumplimiento a la aplicacin de las leyes migratorias. El Da, Cuerpo Especial de Seguridad no ha vejado a salvadoreos, 29 de junio de 1969, primera plana.

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    actores que favorecan una poltica menos confrontativa con El Salvador y grupos interesados en obtener benecios polticos y econmicos inmediatos del clima anti-salvadoreo imperante en la sociedad hondurea, agudizado por los acontecimientos alrededor del duelo deportivo de las primeras semanas de junio, que nalmente lograron imponer una poltica de lnea dura51.

    Al iniciarse la segunda mitad del mes de junio, las autoridades salvadoreas y algunos grupos destacados de la sociedad civil mantenan todava un discurso conciliador en relacin a los problemas con Honduras. La Conferencia Episcopal de El Salvador, integrada por todos los obispos del pas, llam a la concordia entre los dos pases al nalizar su reunin el jueves 19 de junio. El arzobispo monseor Luis Chvez y Gonzlez, acompaado del obispo auxiliar monseor Eduardo lvarez, realiz una visita al presidente Snchez Hernndez, la tarde del mismo da 19, para entregarle personalmente una copia del llamamiento de los obispos52. Los industriales salvadoreos organizados en la Asociacin Salvadorea de Industriales (ASI) enviaron un mensaje a elementos representativos del sector privado hondureo solicitando su intervencin ante las autoridades de su pas para poner n a los incidentes que haban perjudicado a comerciantes e industriales salvadoreos residentes en Honduras53.

    Las autoridades gubernamentales salvadoreas mostraron en aquel momento una actitud conciliadora hacia el gobierno hondureo y evitaron pronunciarse sobre las expulsiones de sus compatriotas cuando la postura ocial salvadorea fue dada a conocer en una conferencia de prensa el 20 de junio, en la cual estuvieron presentes el ministro de Relaciones Exteriores Jos Francisco Guerrero y el subsecretario de Relaciones Exteriores Guillermo Paz Larn, junto con el ministro del Interior Humberto Guillermo Cuestas y el subsecretario del Interior Francisco Bolaos Lemus. Los altos funcionarios salvadoreos

    51 La naturaleza y el resultado de la competencia entre facciones polticas dentro del estado puede conformar las opciones polticas elegidas en un momento particular, segn William Stanley, #e Protection Racket State. Elite Politics, Military Extortion, and Civil War in El Salvador, (Philadelphia: Temple University Press., 1996), 13.

    52 El Mundo, Obispos hacen llamamiento a la concordia, 20 de junio de 1969.

    53 El Mundo, Retorno armona con Honduras busca ASI, 20 de junio de 1969.

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    manifestaron que, a pesar de no disponer todava de informes ociales, el gobierno salvadoreo haba mantenido contacto con su contraparte hondurea habiendo encontrado la comprensin y colaboracin de las fuerzas de seguridad de aquel pas para garantizar la vida y propiedad de los salvadoreos radicados o que viajan all54. Los funcionarios gubernamentales negaron las expulsiones masivas de salvadoreos del territorio hondureo y restaron importancia a las denuncias de actos violentos contra personas de origen salvadoreo en el pas vecino, a los que calicaron de incidentes aislados. Los representantes del gobierno destacaron la colaboracin del gobierno hondureo que, segn ellos, estaba actuando con energa contra las manifestaciones de hostilidad hacia la minora salvadorea55.

    La primera postura del gobierno salvadoreo ante los problemas con Honduras gener dudas e insatisfaccin en algunos sectores sociales y polticos. El alcalde municipal de San Salvador, Jos Napolen Duarte, en su calidad de secretario general del Partido Demcrata Cristiano, solicit el viernes 20 de junio al presidente Snchez Hernndez una reunin urgente dentro de las prximas 24 horas para analizar toda la informacin disponible y llegar a conclusiones que sirvan de base para decidir en el caso de Honduras56.

    La demora del gobierno en reaccionar ante los acontecimientos en Honduras motiv al Consejo de Profesores del Instituto Nacional Gral. Francisco Menndez a manifestar, a travs de un pronunciamiento publicado en el Diario Latino, su crtica a la indecisin de nuestros gobernantes que ha dado pie a que se juzgue de cobarde al pueblo salvadoreo, al no haber atendido debidamente el problema desde sus inicios, por no haber actuado con rmeza y dignidad como el caso lo requera. Los

    54 El Mundo, Movilzanse para ayuda salvadoreos, 20 de junio de 1969.

    55 El canciller Guerrero expres que en todo momento ha habido proteccin de parte de las autoridades en las principales ciudades y poblaciones de Honduras () pero es indudable que uno u otro incidente aislado ha sido dif cil de controlarlo por circunstancias fciles de comprender. El subsecretario del Interior Francisco Bolaos Lemus neg el ingreso de expulsados y aclar que los salvadoreos que haban retornado al pas procedentes de Honduras lo haban hecho voluntariamente. Bolaos Lemus declar que se haba comprobado que la mayora de ellos han ingresado por su propia voluntad y ninguno trae seales de maltrato f sico. La Prensa Grca, Contra manifestacin hostil se acta ya, 21 de junio de 1969, 5.

    56 La Prensa Grca, Contra manifestacin hostil se acta ya, 21 de junio de 1969, 27.

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    profesores del Instituto Nacional acordaron exigir al Gobierno de El Salvador para que en cumplimiento de los preceptos constitucionales, en lo sucesivo, tome actitudes decorosas que borren las falsas interpretaciones de cobarda del pueblo y gobierno salvadoreo, para reivindicar nuestro tradicional prestigio de pueblo valiente57.

    Algunos actores hicieron pblico su descontento no solamente por la reaccin de las autoridades gubernamentales ante los abusos contra los salvadoreos en Honduras, sino tambin por la, hasta entonces, dbil presencia de representantes del gobierno en la recepcin y asistencia a los expulsados que constantemente arribaban a territorio nacional en grupos cada vez ms numerosos, sobre todo en la regin oriental del pas. La Asociacin de Abogados de Oriente, a travs de un comunicado pblico emitido en la ciudad de San Miguel el 23 de junio, manifest que consideraba necesario hacer del conocimiento pblico, que el nico organismo o entidad, que se ha preocupado por la suerte y atencin de nuestros compatriotas expulsados, es la Cruz Roja Salvadorea, sin que ningn Organismo Gubernamental haya proporcionado la ayuda y proteccin necesarias. Los abogados orientales, despus de demandar del gobierno una protesta ante la Comisin de Derechos Humanos de las Naciones Unidas por los atropellos y depredaciones de que son vctimas los salvadoreos residentes en Honduras, acordaron tambin recordar al Gobierno su deber de adoptar una actitud enrgica y rme en la defensa de nuestra dignidad nacional; y su obligacin de proporcionar toda la ayuda necesaria a los compatriotas refugiados58. El gran peso que signicaba la atencin a los numerosos expulsados carentes de recursos propios que ingresaban al pas diariamente cay principalmente sobre la Cruz Roja Salvadorea, en ese entonces bajo la direccin de Baltasar Llort Escalante. El gobierno salvadoreo, consecuente con su postura inicial, haba pedido a la Cruz Roja manejar el problema de los retornados con tranquilidad y sin hacer demasiado alboroto59.

    57 Diario Latino, Pronunciamiento del Consejo de Profesores del Instituto Nacional Gral. Francisco Menndez, 5 de julio de 1969, 15.

    58 Diario Latino, La Asociacin de Abogados de Oriente, 26 de junio de 1969, 2.

    59 Anderson, 102.

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    Hasta la noche del domingo 22 de junio, el total de salvadoreos expulsados de Honduras controlados en los puestos fronterizos ascendan a ms de 3 500 personas60. Se presuma adems que otros centenares de expulsados haban entrado a territorio salvadoreo por lugares no controlados por las autoridades. Ante la gravedad de la situacin el Comit de Emergencia Nacional acord nalmente decretar la emergencia nacional el 23 de junio y cit a representantes del Instituto Regulador de Abastecimientos (IRA), Critas, Salud Pblica, Obras Pblicas y Defensa Nacional, a una reunin con el propsito de coordinar acciones para satisfacer las necesidades de alimentacin, asistencia mdica, vestuario, alojamiento y trabajo de los expulsados61. La cobertura noticiosa del xodo salvadoreo adquiri intensidad y moviliz a amplios sectores sociales que espontneamente procedieron a brindar su auxilio a los recin llegados62.

    El Consejo Superior Universitario de la Universidad de El Salvador consider que los lamentables actos ocurridos en El Salvador en el contexto del segundo partido de la serie eliminatoria de futbol podan ser calicados de desmanes cometidos por la turba fantica y reconoci que ciertamente poda acusarse a las autoridades salvadoreas de falta de energa para prevenir los incidentes contra los acionados hondureos. El mximo organismo universitario denunci que en el caso de Honduras, por el contrario, las agresiones contra los residentes salvadoreos revestan caractersticas de represalia nacional, no slo prohijada por la prensa y el Gobierno, sino alentada por ste. El Consejo Superior Universitario culp de la expulsin

    60 El Amatillo registr 462 personas el viernes 20 de junio, 1,200 personas el sbado 21 de junio y 750 personas el domingo 22 de junio. El sbado 21 de junio ingresaron por Perqun 80 personas y el domingo 22 de junio entraron 45. Las autoridades de migracin de El Poy reportaron el ingreso de 43 expulsados el da sbado 21, 30 personas el domingo 22 y 12 personas el da lunes 23 de junio, sumando un total de 2,622 expulsados, los cuales sumados a los 881 expulsados de la semana anterior hacan un total de 3,503 personas. Muchos de los expulsados estaban debidamente documentados con permisos de residencia gestionados por las autoridades consulares salvadoreas en territorio hondureo. El Mundo, Caso Honduras a Consejo de Ministros, 23 de junio de 1969.

    61 Diario Latino, Declaran Emergencia Nacional, 24 de junio de 1969, 2.

    62 En la maana del da de la conferencia de prensa del presidente salvadoreo, el 24 de junio, haban ingresado desde Honduras, al territorio nacional, 722 salvadoreos a travs de las fronteras de El Poy y El Amatillo segn reporte ocial de la Direccin General de Migracin. El Mundo,722 salvadoreos ingresaron hoy, 24 de junio de 1969, 3.

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    masiva de salvadoreos al Gobierno de Honduras, a su ejrcito y a instituciones nacionales como el Instituto Nacional de Reforma Agraria63.

    El martes 24 de junio hubo un cambio notable en el discurso del gobierno salvadoreo que, a partir de ese momento, asumi pblicamente una posicin enrgica hacia el gobierno hondureo. Conceptos novedosos en el mbito poltico nacional como Derechos Humanos y genocidio aparecieron reiteradamente en el nuevo discurso ocial junto a trminos de carcter patritico como dignidad nacional.

    El presidente Fidel Snchez Hernndez lanz un llamado a las fuerzas vivas del pas despus de denunciar la violacin de los Derechos Humanos de millares de salvadoreos radicados en Honduras. Snchez Hernndez explic que haba realizado gestiones a favor de los compatriotas en Honduras desde los primeros incidentes ocurridos en aquel pas y que haba mantenido comunicacin telefnica con el presidente hondureo pero que los atropellos se haban recrudecido a pesar de que el general Lpez Arellano haba ofrecido su colaboracin para evitarlos. El general Snchez Hernndez subray que los salvadoreos no olvidaran jams el mes de junio de 1969 debido al doloroso xodo causado por la increble reaccin de primitivismo de los hondureos. Despus de recordar que salvadoreos y hondureos eran pueblos que se necesitaban mutuamente, denunci que los incidentes obedecan a que ciertos elementos se haban aprovechado de la ignorancia del pueblo hondureo para lanzarlos contra los salvadoreos.

    En un comunicado emitido el 23 de junio se haba dado a conocer la formacin de un Bloque de Unidad Nacional entre el gobierno y los partidos polticos. La Asamblea Legislativa aprob el 24 de junio una mocin para emitir un pronunciamiento contra la violacin de los Derechos Humanos y de la Dignidad Nacional

    63 El Universitario, Pronunciamiento del Consejo Superior Universitario sobre los atropellos de que han sido vctimas los salvadoreos radicados en Honduras, 1 de julio de 1969, 4.

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    de parte del gobierno de Honduras64. La acusacin ocial salvadorea de Genocidio contra el Gobierno de Honduras apareci ese mismo da en un comunicado del Poder Ejecutivo reunido en Consejo de Ministros. El gobierno salvadoreo resolvi

    Dirigir en esta misma fecha a la Comisin Interamericana de Derechos Humanos formal peticin para que, con la urgencia que el caso amerita, compruebe el delito de genocidio en el lugar donde estn ocurriendo los hechos que hoy se condenan y exigir a travs del Organismo correspondiente la reparacin por los daos causados en las personas y bienes de los salvadoreos.65

    El 26 de junio de 1969 a las 23 horas y 30 minutos, el canciller salvadoreo Dr. Francisco Jos Guerrero entreg al encargado de Negocios de la embajada hondurea una nota dirigida al ministro de Relaciones Exteriores de Honduras, Dr. Tiburcio Caras Castillo, comunicndole que el Gobierno de El Salvador haba resuelto romper relaciones diplomticas con su gobierno a partir del momento del recibo de dicha nota debido a que haban ocurrido y

    Continan ocurriendo en esa Repblica, () homicidios, vejaciones y violaciones de mujeres, despojos, persecuciones y expulsiones masivas de que se ha hecho vctimas a millares de salvadoreos por el solo hecho de su nacionalidad, sucesos que

    64 El Mundo, Llamado a fuerzas vivas hace Snchez H., 24 de junio de 1969, 3. El pronunciamiento de la Asamblea Legislativa del 24 de junio fue emitido con la aprobacin de todas las fracciones polticas y con el voto unnime de los diputados. De acuerdo con el pronunciamiento del rgano legislativo el atropello a los residentes salvadoreos no era consecuencia de un partido de ftbol sino el resultado de una injusta campaa de odio y descrdito realizada contra los salvadoreos. El Mundo, Asamblea condena barbarie hondurea, 25 de junio de 1969, 2.

    65 El Mundo, Ejecutivo condena genocidio Honduras, 25 de junio de 1969, 2.

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    no tienen precedente histrico en la regin centroamericana ni en Amrica.66

    La nota agreg que el Gobierno de Honduras no haba impedido, investigado ni castigado esos delitos constitutivos de genocidio. La Asamblea Legislativa salvadorea apoy la decisin gubernamental el 27 de junio.

    En esa misma fecha el presidente de Honduras convoc a las fuerzas vivas de la nacin, representantes de 40 organizaciones, a una reunin en Casa Presidencial para dar a conocer la nueva situacin causada por la decisin del gobierno salvadoreo. Las fuerzas vivas constituyeron el Comit Cvico Pro Defensa Nacional y el presidente Lpez Arellano se dirigi al pueblo hondureo por medio de una cadena nacional de radio y televisin67.

    Los cancilleres de Guatemala, Nicaragua y Costa Rica constituidos en Comisin Mediadora ofrecieron sus servicios instando a los gobiernos salvadoreo y hondureo a tomar medidas enrgicas para detener el conicto entre ambos pases antes de que la situacin se agravara an ms68. Los mediadores haban viajado a El Salvador y Honduras para entrevistarse con los presidentes de las respectivas repblicas, sus ministros de relaciones exteriores y otros altos funcionarios gubernamentales. El 30 de junio los cancilleres centroamericanos propusieron a ambos gobiernos adoptar una serie de medidas para facilitar el proceso de mediacin. En primer lugar los dos gobiernos deberan ejercer efectivamente su autoridad para evitar atropellos contra la dignidad, la vida y el patrimonio de los nacionales de ambos pases. Tanto el gobierno salvadoreo como el hondureo deberan deponer actitudes belicistas o de apariencia belicista y se recomend evitar la concentracin de fuerzas militares dentro de una zona de por lo menos cinco kilmetros a ambos lados de la lnea fronteriza. Tambin se propuso a ambos gobiernos hacer un llamamiento a los medios de difusin y a la opinin pblica para

    66 El Mundo, Relaciones quedaron rotas anoche 11 y 30, 27 de junio de 1969, 2.

    67 El Da, Presidente informa sobre problema con El Salvador, 28 de junio de 1969, primera plana.

    68 La Nacin, Peticin de los cancilleres a Honduras y El Salvador, 1 de julio de 1969, 2.

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    suprimir inmediata y efectivamente la propaganda radial, escrita o televisada dirigida a exaltar los nimos contra los gobiernos y los nacionales de los dos pases. Los tratados vigentes sobre integracin econmica deberan cumplirse con el n de garantizar la sobrevivencia del Mercado Comn Centroamericano y evitar perjuicios a los intereses de los pases miembros, por lo que se recomend mantener abiertas las vas de intercambio comercial estableciendo medidas de seguridad. Se incit a ambas partes a iniciar investigaciones judiciales para deducir responsabilidades por los acontecimientos que originaron el conicto. Asimismo se invit ambos gobiernos a proceder a investigar exhaustivamente los daos a la propiedad de nacionales de ambos pases con el propsito de determinar responsabilidades y asegurar las indemnizaciones debidas. La comisin mediadora recomend tambin concertar un tratado migratorio a nivel centroamericano con el propsito de facilitar la migracin ordenada de los excedentes de poblacin hacia las regiones de menor densidad demogrca del istmo y que, mientras tanto, se facilitara el retorno de las personas que haban abandonado sus hogares debido a los recientes acontecimientos. Finalmente se propuso el establecimiento de un sistema para garantizar la ejecucin de las medidas pertinentes de comn acuerdo con las partes.

    El gobierno salvadoreo rechaz retirar sus tropas de la lnea fronteriza para crear la zona desmilitarizada de cinco kilmetros a cada lado de la frontera tal y como estaba formulado en el punto dos de la propuesta de los cancilleres centroamericanos. Probablemente el presidente Snchez Hernndez ya haba optado por la guerra en ese momento y, por lo tanto, no repar en rechazar una propuesta que en su conjunto le favoreca, sobre todo en el punto que recomendaba iniciar una investigacin judicial de los delitos cometidos durante los incidentes que originaron la crisis con el n de deducir las responsabilidades a los culpables69. Indudablemente ese punto beneciaba al gobierno salvadoreo ya que, a diferencia de lo que estaba ocurriendo en Honduras, los

    69 A propsito de la mediacin de los cancilleres centroamericanos, el presidente salvadoreo general Fidel Snchez Hernndez aclar en el discurso conmemorativo del segundo aniversario de su ascenso a la presidencia, ledo ante la Asamblea Legislativa el 1 de julio, que no hemos recibido a la comisin mediadora para claudicar, debido a que la mediacin es un procedimientos normal de solucin de conictos en el mbito internacional, pero no entraa obligacin de aceptar las propuestas de los mediadores. El Mundo, Honduras traiciona a Centroamrica: F S H., 1 de julio de 1969, 3.

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    aproximadamente tres mil residentes hondureos en El Salvador no haban sido objeto de actos hostiles en contra de su propiedad e integridad f sica70.

    La respuesta salvadorea a las recomendaciones de la Comisin Mediadora fue entregada por el ministro de Relaciones Exteriores de El Salvador el da 10 de julio. El gobierno salvadoreo argument que era obligacin constitucional de la fuerza armada de su pas la defensa de la integridad del territorio nacional y que, por lo consiguiente, no poda aceptar una propuesta que signicara una violacin de la Constitucin Poltica del pas71. La respuesta hondurea fue entregada a los miembros de la Comisin Mediadora en Tegucigalpa el da 12 de julio. El canciller hondureo Tiburcio Caras Castillo declar que su pas no solamente aceptaba la propuesta de retirar las fuerzas militares del lmite fronterizo entre ambos pases sino que tambin haca pblica su disposicin de aceptar la presencia de observadores de Costa Rica, Nicaragua y Guatemala. El Gobierno de Honduras haba aceptado nicamente ese punto de las recomendaciones de la Comisin Mediadora y haba rechazado enfticamente el punto seis referente a las indemnizaciones72.

    70 El diario El Mundo public en su edicin del 1 de julio de 1969 una fotograf a que mostraba a ciudadanos hondureos de ambos sexos que, a iniciativa del Comit Coordinador de Hondureos Residentes, declararon ese da no haber sido vctimas de atropellos u ofensas en El Salvador. Aproximadamente tres mil hondureos residan entonces de manera legal e ilegal en El Salvador de acuerdo a cifras ociales. El Mundo, 1 de julio de 1969. El Comit Coordinador de Hondureos Residentes haba donado mil 50 colones y entregado ropa y vveres por un valor de 400 colones a la Cruz Roja de Santa Tecla para auxiliar a los salvadoreos expulsados de Honduras al nalizar la primera semana de julio. El Mundo, Ayudan a expulsados hondureos residentes, 8 de julio de 1969, 3. El ministro de Relaciones Exteriores de El Salvador, Dr. Francisco Jos Guerrero, en nota entregada a la Comisin Interamericana de Derechos Humanos el 4 de julio de 1969, solicit a dicha comisin que investigara por todos los medios que el Gobierno salvadoreo le ofrece con la mayor amplitud, si se han cometido en El Salvador los hechos que falsamente le ha imputado el Gobierno de Honduras. El Mundo, Peticin entregada a Subcomisin OEA, 5 de julio de 1969, 14.

    71 Rowles, El conicto Honduras-El Salvador, 100.

    72 La Nacin, Reaccin de Honduras y El Salvador ante recomendacin de cancilleres, 1 de julio de 1969. El diario costarricense La Nacin cit una semana despus a fuentes ociales hondureas que declararon que denitivamente El Salvador est soando si piensa que Honduras va a pagarle alguna indemnizacin. El doctor Armando Rivera, director general de Agricultura de Honduras expres que, por el contrario, los salvadoreos deberan pagar a Honduras 2.167 millones de lempiras por uso de tierra, descombro de extensas regiones de bosque, explotacin de aguas y explotacin ilegal de pesca. La Nacin, Comps de espera entre El Salvador y Honduras, 7 de julio de 1969.

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    A principios del mes de julio la reivindicacin del honor patrio era ya una cuestin demasiado importante para ambos antagonistas. Los estudiantes universitarios salvadoreos organizados en la AGEUS declararon pblicamente que el enemigo irreconciliable de todos los salvadoreos, independientemente de la clase social, ideologa poltica o religiosa que cada uno profese, es el genocida Osvaldo Lpez Arellano, su gobierno y su camarilla militar en el poder73.

    La hostilidad contra la minora salvadorea en Honduras subi de tono. Los salvadoreos, inclusive los residentes legales cuya documentacin era destruida por las autoridades, eran expulsados sin contemplaciones en grupos cada vez ms numerosos74. Grupos de vecinos y estudiantes fueron movilizados para ubicar y controlar a la poblacin salvadorea residente a la que se consideraba como una potencial amenaza quintacolumnista en la retaguardia hondurea. Comisiones integradas por estudiantes de diferentes centros educativos de Tegucigalpa fueron organizadas para levantar censos de la poblacin salvadorea en barrios y colonias de dicha ciudad. Las comisiones anotaban los nmeros de las casas, calles y avenidas en donde residan familias salvadoreas que se negaban a proporcionar los nombres de sus integrantes. La actividad de las comisiones se desarroll en los 18 departamentos del pas75. Tales iniciativas fueron rechazadas por algunos ciudadanos hondureos que denunciaron que

    73 Opinin Estudiantil, AGEUS llama a las, Julio de 1969.

    74 Salvadoreos, custodiados por el CES, eran transportados en camiones hacia la frontera para ser expulsados de territorio hondureo. Personas de origen salvadoreo que crecieron en Honduras considerndose hondureos, con hijos hondureos, frecuentemente hijos de madre hondurea, eran despojadas de sus documentos de identidad y de su dinero por el CES. El entonces teniente Wilfredo Snchez Valladares del Ejrcito de Honduras ofreci su testimonio sobre uno de esos casos de abuso que coincide con muchos testimonios de expulsados salvadoreos publicados en la prensa de su pas. Wilfredo Snchez Valladares, TICANTE, Diario de la Guerra Honduro-Salvadorea, (Tegucigalpa: Gracentro Editores, 1988), 34-37.

    75 El Cronista, Que el CES y el DIN investiguen familias . En Barrios y Colonias se niegan a censarse, 8 de julio de 1969, primera plana. El Cronista destac que de acuerdo con fuentes extraociales se conoca que muchos salvadoreos trabajan en zapateras, en sastreras, en establecimientos comerciales y en puestos de mercados, estos ltimos en especial en el de San Isidro, en Comayagela. En casas de citas y burdeles del barrio de Beln se nos asegur que existen muchos salvadoreos, algunos hbilmente disfrazados de hondureos y hasta con documentos falsos. El Cronista propuso que la ciudadana, en colaboracin con agentes del Cuerpo de Investigaciones Nacionales deba desplegar toda actividad a n de conocer a los salvadoreos inltrados en ocinas de la Administracin Pblica en general y en diferentes ramos de la misma, tengan documentos o no los tengan. La previsin es de trascendental importancia para la seguridad del Estado. (El nfasis es mo).

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    personas abusivas que carecan de autorizacin estaban haciendo un censo de nacionales y extranjeros en la Colonia Miraores de Tegucigalpa e interrogaban, como si fueran miembros de la polica, a los vecinos, despus de llamar a las puertas de sus casas a cualquier hora, para saber si haban nacido en Honduras o si eran salvadoreos76.

    Residentes salvadoreos acusados de ser espas quintacolumnistas fueron vctimas de agresiones violentas de parte de autoridades hondureas auxiliadas en muchos casos por civiles y viceversa77. De acuerdo con los relatos de los refugiados salvadoreos, un nmero no determinado de sus compatriotas falleci a consecuencia de los maltratos recibidos en tales incidentes78.

    El gobierno hondureo no se apart un milmetro de su rotunda negacin de la naturaleza coercitiva del xodo salvadoreo as como de su determinacin de continuar con las expulsiones, justicadas por la aplicacin de una ley agraria discriminatoria y sin indemnizaciones79. La posicin del gobierno hondureo en relacin al retorno masivo de salvadoreos a su pas de origen fue dada a conocer el 8 de julio ante el subcomit de la Comisin Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por el canciller Caras Castillo en Tegucigalpa. Caras Castillo arm que la mayora de los salvadoreos que se congregaban en campos de refugiados en su pas para impresionar, eran toda clase de maleantes: prostitutas, ladrones, y en general delincuentes salvadoreos de toda estirpe. El canciller Caras Castillo sostuvo que las autoridades gubernamentales hondureas no haban ordenado expulsar a los salvadoreos y que los que

    76 El Da, Gestapo en la colonia Miraores, 1 de julio de 1969, primera plana.

    77 Quinta columna es un trmino popularizado por el escritor americano Ernest Hemingway, en sus obras sobre la Guerra Civil espaola de 1936-1939, para designar a un grupo organizado que opera clandestinamente en la retaguardia, en concertacin con un enemigo que ataca abiertamente desde el exterior.

    78 El dirigente comunista hondureo Rigoberto Padilla Rush ofreci un testimonio de un caso de violencia ejercida por autoridades hondureas en contra de un salvadoreo sospechoso de espionaje. Padilla Rush relat que haba sido capturado y fuertemente interrogado por el teniente Prince de la Direccin de Investigacin Nacional (DIN), que a manera de queja me dijo que tena varios aos de andar tras mis huellas. Me amenaz con dejarme convertido en una masa de carne sanguinolenta, como ya haban hecho con un pobre hombre al que golpearon en mi presencia, acusado de ser espa salvadoreo. Padilla Rush, 284.

    79 Rowles, El conicto Honduras-El Salvador, 222-223.

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    haban regresado a su pas lo haban hecho porque carecan de documentos, y para obtener ayuda gratuita como refugiados. El canciller hondureo asegur que los retornados haban huido de Honduras porque haban sido inducidos a hacerlo por los continuos llamados del gobierno salvadoreo en los que se les ofreca ayudarlos con hospedaje, alimentacin y vestido. Caras Castillo agreg que otros se haban ido de Honduras debido a que entendan perfectamente cuan natural y justicable es la furia del pueblo hondureo frente a los abusos sufridos en El Salvador por miles de hondureos80.

    Las infames expresiones de Caras Castillo dejaron meridianamente claro que el gobierno de su pas no se propona asumir una actitud ms exible en relacin a la crisis producida por las expulsiones masivas de salvadoreos del territorio hondureo. El Gobierno de Honduras no fue capaz de prever en ese momento las consecuencias de su poltica anti-salvadorea y, particularmente, el impacto producido por las expulsiones masivas de campesinos en los crculos de poder salvadoreos81. Las medidas hondureas signicaban la avera irremediable del modelo econmico salvadoreo debido al cierre de la vlvula de escape tradicional de los excedentes de poblacin salvadorea82. Las lites econmicas y la cpula militar salvadorea teman que un retorno masivo de campesinos sin tierra y sin trabajo producira una peligrosa situacin que podra derivar en una nueva insurreccin agraria como la del ao 1932. El temor a una

    80 Rowles, 94-95. El nfasis es mo.

    81 La reforma agraria discriminatoria hondurea fue, indudablemente, el detonante del conicto. El coronel Elvir Sierra destaca al respecto que pese a que la medida citada, se haba originado en una dependencia del gobierno bastante cercana al Presidente de la Repblica, General Lpez Arellano, no se consideraron las posibilidades de una reaccin salvadorea, ni mucho menos que sus repercusiones estimularan la guerra. Esa fue la causa por la que entonces no se tom, sorprendentemente, ninguna previsin. Elvir Sierra, El Salvador, Estados Unidos y Honduras, 85.

    82 El trmino excedentes de poblacin es un eufemismo, recurrente en algunas obras sobre el conicto, que oculta la verdadera causa de la emigracin salvadorea, mayoritariamente campesina, a Honduras atribuyndola a un problema exclusivamente demogrco. El efecto combinado, a travs del tiempo, de la presin poblacional y la concentracin de tierras produjo una exclusin competitiva y extremadamente rpida de la poblacin rural de las tierras disponibles. La cor