El Cuerpo en La Psicosis

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    UNIVERSIDAD DE CHILE

    FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES / FACULTAD DE MEDICINA Magster en Psicologa Clnica de Adultos

    Tesis para optar al Grado de Magster

    en Psicologa Clnica de Adultos

    EL CUERPO EN LA PSICOSIS: LECTURA DE UNA EXPERIENCIA DE TRABAJO EN UN TALLER DE DANZA-MOVIMENTO

    ALUMNA

    Trinidad Quinteros Cruz

    PROFESOR PATROCINANTE

    Roberto Aceituno

    PROFESOR GUIA

    Viviana Pereda Ruz

    Agosto de 2009

    SANTIAGO

  • 1

    INDICE

    Introduccin ...........................................3

    Antecedentes ...4

    La psicosis para el psicoanlisis5

    Captulo I: Los cuerpos .........................................10

    1. Los Fenmenos Corporales en la psicosis.....................10

    2. Dimensiones Psquicas del cuerpo.........11

    3. Aporte freudianos para la nocin de cuerpo..12

    3.1 El caos inicial: de lo somtico a lo psquico.....12

    3.2 Primera operaciones somato-psquicas: del real del cuerpo a la pulsin..14

    Captulo II: Cuerpos sin destino (del caos al Ideal sin cuerpo)....20

    1. El Pictograma: la metabolizacin y lo originario.23

    2. El cuerpo como envoltura psquica...26

    2.1 Concepto de envoltura.........................29

    2.2 Los significantes formales............32

    2.3 Sobre el yo piel.............38

    2.4 La envoltura Sonora.........39

    3. Gisella Pankow. Imagen del cuerpo y esquizofrenia....................44

    4. El cuerpo como esquema de Representacin. El tiempo y el espacio......51

    4.1 La dimensin temporoespacial ...................................51

    4.2 La dimensin temporoespacial y el mundo psquico........53

    4.3 El tiempo...55

    4.4 El ritmo.....55

    4.5 El espacio..56

    4.6 La dimensionalidad espacial........58

    4.7 La lateralidad como funcin organizadora..........63

  • 2

    Captulo III: Movimiento y Cuerpo...................66

    1. Cuerpo en movimiento....66

    2. Cuerpo, movimiento y Danza .........67

    3. La Danza.........68

    El cuerpo de la Danza Contempornea.........69

    El cuerpo en la Danza Clsica. .....70

    El cuerpo en la Danza Moderna71

    Metodologas en la danza actual....74

    Movimiento libre y expresin corporal.......75

    Movimiento-improvisacin.78

    El tiempo y el espacio como conceptos metodolgicos......80

    Tiempo y Espacio en la danza, conceptos transversales...82

    Lo sensorial en la danza....85

    Captulo IV: Observacin clnica............87

    La Sala.......87

    La metodologa de trabajo.............87

    Los ejercicios..88

    Las grficas.90

    1. Observacin clnica en un taller de movimiento corporal....................................90

    1.1 Puntualizaciones sobre el primer tiempo: De la tcnica a la presencia. 93

    1.2 Observaciones sobre algunos elementos........95

    1.3 El caso de Jazmn99

    Conclusiones....113

    Aperturas......115

  • 3

    INTRODUCCIN

    Presentacin

    El presente estudio surgi de una experiencia de trabajo realizada en un taller de

    danza-movimiento en un Programa de rehabilitacin y terapia para personas con

    diagnstico de psicosis, donde he intentado aproximarme en la prctica, a un

    trabajo con el cuerpo con pacientes psicticos que participan de un programa de

    psicoterapia institucional de orientacin psicoanaltica. Desde esa experiencia, y

    de mi formacin en clnica psicoanaltica, surgi mi inters en investigar acerca del

    estatuto del cuerpo en la constitucin subjetiva y especficamente sobre la

    corporalidad en la clnica de las psicosis. Por otra parte, a estos objetivos deba

    agregarse una revisin acerca de la danza, dado que la experiencia del Taller

    estaba orientada desde mi trabajo en ese mbito y especficamente sobre el

    cuerpo y el movimiento. Este trabajo intenta presentar una reflexin documentada

    acerca de estos objetivos, necesarios para dar cuenta de la experiencia prctica

    ya mencionada.

    El desarrollo de este estudio integra por lo tanto tres parte: en la primera, que

    incluye los captulos 1 y 2, presento un conjunto de referencias tericas y

    reflexiones sobre el cuerpo en la clnica psicoanaltica, poniendo nfasis en

    aquellos aspectos relacionados con la experiencia psictica. En la segunda parte,

    que incluye al captulo 3, introduzco la problemtica del movimiento y del cuerpo a

    propsito de la danza. Finalmente, en el captulo 4 describo la experiencia de

    Taller de danza-movimiento en la Comunidad Teraputica de Pealoln, para

    terminar con la presentacin de un caso en el que acontecieron movimientos

    posibles de leer en referencia al desarrollo terico de la presente investigacin.

  • 4

    Antecedentes

    El Taller de Danza-Movimiento fue realizado en una institucin ambulatoria. La

    Comunidad Teraputica de Pealoln realiza una labor fundamentada en generar

    un espacio de tratamiento para la psicosis que no est fijada al modelo psiquitrico

    y mdico como nica manera de abordaje de la enfermedad mental, pensando

    que el intercambio y la inclusin en las prcticas sociales y cotidianas pueden ser

    un modo de darle lugar y tramitacin a estos modos de patologa.

    En este contexto, la propuesta de tratamiento institucional no se dirige a la

    curacin, sino a ofrecer un espacio de organizacin mediante un ambiente vivo,

    compuesto por un colectivo que hace de lazo socializante. Partimos de la

    hiptesis de la extrema debilidad del yo (moi) psictico. La exploracin de los

    conflictos inconscientes a partir de un yo insuficiente para ligar el verbo, afectos,

    sentimientos y representaciones () Para responder a las arcaicas necesidades

    fusionales y de indiferenciacin narcisista, el proceso psictico rodea y esquiva el

    lenguaje verbal al cual l no aporta ninguna garanta simblica. El pensamiento

    permanece localizado en el cuerpo1.

    En este sentido la institucin forma un colectivo, tejido humano que trabaja para

    contener y dar un espacio de simbolizacin a lo que aparece en los cuerpos sin

    poder ser enunciado, se trata de un colectivo pensante que se ofrece para dar

    cavidad psquica a lo que no puede ser articulado a travs de un mensaje.

    Existe algo en el cuerpo que se muestra en la psicosis. No es que sta hable a

    travs del cuerpo, porque hablar ya implica un estatuto metafrico, que es lo que

    hace la histrica en forma de representaciones que aparecen en lo corporal. La

    psicosis se manifiesta en el cuerpo no cmo metfora sino como acto;

    pensamientos que son puestos directamente en el cuerpo. El cuerpo toma el

    1Fontaine,A.LaInstitucinvinculante.MetapsicologadelafuncinHospitalaria.JornadaAnlisisInstitucional.DocumentointernodelaComunidadTeraputicadePealoln.2006.Pg.4

  • 5

    relevo y muestra lo que la psiquis no puede verbalizar y lo que el yo no puede

    organizar2.

    El cuerpo es un primer soporte, pero para que ste se constituya como tal deben

    existir condiciones que hagan de la carne un cuerpo. A continuacin, se har un

    recorrido sobre cules son las condiciones y los elementos que entran en juego

    para la constitucin corporal, dispositivos necesarios para que un sujeto se

    constituya y tenga la experiencia de un cuerpo.

    La oportunidad de ofrecer este taller relanz diversas interrogantes que se

    generaron en relacin a los posibles efectos de bienestar que podran acontecer

    en una experiencia de trabajo con estas caractersticas.

    Se dialogar tambin con experiencias de trabajo como las de Gisella Pankow,

    quin a travs de una experiencia prctica de trabajo construye una propuesta

    terica en relacin a la imagen del cuerpo en la psicosis ligada a elementos

    fundantes para la experiencia del cuerpo, como es la vivencia del espacio y su

    relacin con la forma corporal.

    La Psicosis para el psicoanlisis

    La psiquiatra ser pionera en instalar el saber cientfico sobre la psicosis,

    abordndola como una problemtica biolgica posible de remediar a travs del

    saber mdico. La locura para el saber mdico ser tomada cmo un objeto de

    conocimiento, materia de estudio sobre la cul ser posible encontrar curacin.

    Anterior a sta concepcin las teoras acerca de la psicosis se inscriban ligadas al

    mbito de lo cultural-religioso, hiptesis que la explicaban como un producto de la

    deificacin y el castigo, y que en consecuencia, terminaban tratando este

    fenmeno a travs del asilamiento y la exclusin. Previo a estos entendimientos, la

    locura fue aceptada por muchas culturas, no se ubicaba en un lugar de exclusin

    sino que era incluida (normalizada) por la mayora de las sociedades.

    2dem,Pg.5

  • 6

    Michel Foucault a travs de su teorizacin entrega un marco de comprensin de

    los saberes ligados a su condicin epistemolgica, es decir a la produccin de

    verdad de los saberes y conceptos.

    En la historia de la Locura seala que la enfermedad mental es un efecto histrico,

    producto de condiciones culturales que se sitan bajo determinadas formas de

    relacin respecto de la circulacin del poder y de la verdad.

    Actualmente el saber acerca de la psicosis se ha descentralizado de la perspectiva

    causal medicalista que la reduce a una problemtica individual correlativa a lo

    orgnico. Respecto al psicoanlisis tambin surgir una diversidad de

    perspectivas tericas y clnicas.

    Freud en el texto Neurosis y Psicosis seala que la prdida de realidad

    (objetividad) estara dada de antemano en la psicosis3. Habra un retiro de las

    investiduras libidinales sobre el mundo exterior, sobre la realidad. En otro escrito

    comenta que en la psicosis falta la investidura libidinal de los objetos4.

    Lacan, a partir de su texto Cuestin preliminar a todo tratamiento posible de la

    psicosis de 1958, sealar que el conflicto en la psicosis corresponde a una

    dificultad en el anudamiento a la cadena simblica que sostiene al sujeto. Un corte

    que no estara suscrito en el orden de la representacin, y en este sentido, no

    pertenecera al registro de la represin ni de la posibilidad de negacin que ello

    permite. Pertenecera para Lacan a un orden estructural, en el que la cadena

    discursiva no se ordena en relacin al enlace con otros significantes, a la manera

    propia de la neurosis.

    La hiptesis que Lacan articula con el concepto de forclusin, se relaciona con una

    operacin de negacin radical en relacin a la ley paterna y al orden simblico

    3Freud,S.(1924)Laprdidaderealidadenlaneurosisylapsicosis.Vol.19Edit.Amorrortu,BuenosAires,2006.Pg.193.

    4Freud,S(1917)Conferencia26.Lateoradelalibidoyelnarcisismo.Vol.16.Edit.Amorrortu,BuenosAires,2006.Pg.378.

  • 7

    que ello posibilita. Una forma de disentimiento fundamental, que en el

    pensamiento freudiano puede entenderse a partir del concepto de Bejahung, es

    decir, el ingreso al orden simblico y a la ley paterna que la sostiene, tanto en su

    condicin de aceptacin como de negacin.

    Si bien ests perspectivas dan luces para comprender el mecanismo psictico, no

    profundizan sobre cules son los antecedentes u orgenes de tal dificultad a nivel

    del lenguaje.

    Si se mantiene slo este nivel de abordaje, es posible quedarse en una

    comprensin deficitaria de la psicosis en relacin a lo simblico, cayendo en el

    entendimiento de que los psicticos estaran fuera de lo simblico. As, las

    tcnicas teraputicas con la psicosis se podran ver ancladas en un esfuerzo por

    analizar las problemticas remitidas slo al discurso del paciente.

    Referirse a la psicosis es referirse a una problemtica psquica que se puede

    asociar, a modo introductorio, con una vivencia particular de la realidad que pone

    en cuestin ciertas representaciones compartidas socialmente.

    Siguiendo la lnea foucaultiana, los psicoanalistas Jean-Max Gaudillire y

    Francoise Davoine, comprendern la psicosis como un fenmeno socio-cultural,

    correspondiente a una problemtica anudada en el lazo social, sealando que el

    trabajo con la locura nos pone siempre en contacto con catstrofes sociohistricas

    que marcaron a los linajes () y el lugar de dificultad para que estas catstrofes

    se inscriban en eso que es el linaje5.

    Segn esta perspectiva, es posible afirmar que la problemtica psictica est en

    relacin con una problemtica de alteridad, es decir que no ser entendida como

    un producto de un dficit orgnico, ni un fenmeno correlativo slo al individuo y el

    5Gaudillire,J.Conferencia:PsicosisyLazoSocial,ApuntesdelcursodeActualizacinDocenteenPsicoanlisis.TraduccinRaquelCapurro,FacultaddePsicologa,UniversidaddelaRepblicaOrientaldelUruguay,Montevideo,1998.

  • 8

    funcionamiento particular de su aparato psquico. Tendr su origen en una

    dinmica anclada en la relacin al otro, posible de analizar a partir de prcticas_

    tanto discursivas como corporales_ que aparecen a nivel cultural, social y

    subjetivo.

    Para abordar la psicosis, la presente investigacin se instalar sobre la pregunta

    de la constitucin subjetiva; entendida como un momento inicial que establecer

    los primeros anudamientos para la simbolizacin posterior, escenarios de

    subjetivacin en el que se conforma el aparato psquico y el cuerpo. Asimismo,

    que la dinmica en que el sujeto se inscribe ser transmitida por los primeros

    agentes de cuidado, quienes reciben y se hacen cargo de un sujeto.

    Las lecturas sobre las teorizaciones de Lacan y Freud sobre la psicosis, y sobre la

    constitucin subjetiva en general, subrayan la articulacin sobre el nudo edpico y

    la castracin, es decir, sobre la coordenada paterna como elemento ordenador y

    constitucional del sujeto en tanto simblico. Sin embargo, para que un sujeto se

    inscriba a cierta ley, es decir a cierto ordenamiento simblico, sern necesarias

    ciertas condiciones que posibiliten dicha adscripcin.

    En consecuencia, una va es acercarse al primer momento subjetivante para poder

    comprender los avatares de un sujeto cuando deviene psictico, dar cuenta del

    momento originario de toda existencia humana.

    La psicosis cuestiona el patrimonio comn de certeza, deposito precioso que se

    sediment en una primera fase de nuestra vida psquica, en relacin con el cul

    comprendemos repentinamente que constituye la condicin necesaria para que

    nuestras preguntas tengan sentido ante nuestra propia escucha y no nos

    proyecten al vrtigo del vaco6

    La pregunta por el estatuto del cuerpo en la psicosis, es necesario situarla ms

    all del cuerpo entendido nicamente como material-biolgico. Se puede decir que 6Aulagnier,P.(1975)Laviolenciadelainterpretacin.Delpictogramaalenunciado.Edit.Amorrortu,BuenosAires.2oo4.Pg.12

  • 9

    la vivencia del cuerpo ser completamente distinta para cada sujeto, el que

    implicado en particulares vicisitudes psquicas, tendr un cuerpo subjetivo, que se

    definir a partir de los primeros momentos de vida.

    Primer tiempo que se caracteriza por la infinitud de intercambios que puede

    establecer una madre con su hijo, que si bien sostenidos en el discurso, se

    entendern como una instancia pre-lenguajera, en tanto la apropiacin de la

    palabra del hijo, requiere de procesos que puedan conformar una plataforma para

    sostener esas palabras y hacerlas luego propias, que puedan devenir discurso. El

    escenario privilegiado para que estas operaciones se establezcan, tendr que ver

    con el registro corporal.

    Es decir que tal instancia, traspasa la palabra como va por donde se pueda

    comprender la psicosis, se pondrn en juego instancias ligadas a lo corporal y al

    cmulo de registros que se anclan a lo sensorial, anterior al momento primario y

    secundario, marcados por la represin primordial, el complejo de Edipo y la

    castracin.

    El objetivo esta tesis es retomar algunos de los aspectos introducidos hasta ac

    acerca del lugar del cuerpo en la clnica de la psicosis. Asimismo, se intentar ligar

    este recorrido a la descripcin de un trabajo con el cuerpo y el movimiento con

    pacientes psicticos que participan de un programa de rehabilitacin comunitaria

    basado en la psicoterapia institucional.

  • 10

    Captulo I

    Los Cuerpos

    El trabajo que hacemos con los locos es un trabajo que no es serio, porque en un trabajo serio se

    pueden hacer series y si se pueden hacer series, se pueden hacer estadsticas. En el trabajo con

    los locos es cada vez el comienzo de algo, no hay posibilidad de acumulacin () no hay

    posibilidad de objetivacin Jean-Max Gaudillire

    1. Los fenmenos corporales en la Psicosis

    Los fenmenos corporales como la descorporizacin, la despersonalizacin, la

    disociacin y la desorganizacin del movimiento, son cotidianos en las

    observaciones y descripciones de la patologa psiquitrica. De esta manera, los

    vnculos que pueden existir entre un trastorno mental y las perturbaciones fsicas

    siguen siendo muy imprecisos. La catatona lo demuestra en forma ejemplar7.

    En cuanto a los fenmenos de descorporizacin en la psicosis, Rose Gaetner,

    quin realiz un trabajo corporal con pacientes psicticos durante aos en el

    Centre Santos Dumont en Pars, seala que el cuerpo es uno de los lugares

    privilegiados en que la angustia puede insinuarse y estallar. En estos casos, se

    trata de una serie de trastornos, que pone en movimiento un sentimiento de

    despersonalizacin en el que el cuestionamiento de la identidad corporal del sujeto

    es en gran parte responsable de la impresin de extraeza experimentada,

    impresin que es de por s generadora de angustia () esa expansividad de cierta

    psicosis agudas que no tiene en cuenta ni el espacio ni el campo corporal, o el

    enquistamiento en un mundo imaginario en el que se refugia el esquizofrnico8.

    Sujetos en los que el cuerpo no aparece como un elemento contenedor ni

    limitante, est como deshabitado. Esto se expresa en vivencias permanentes que 7Gaetner,R.Psicomotricidadypsicosis.Ladanzaylamsica.Edit.Paidos,BuenosAires,1982.Pg.9

    8dem,Pg.11

  • 11

    insisten en aparecer, ya que las estructuras fundamentales del orden simblico,

    que aparecen en el seno del lenguaje y que contienen la primera experiencia del

    cuerpo, estn destruidas en la psicosis, y simplemente deformadas en la

    neurosis9

    2. Dimensiones Psquicas del cuerpo.

    Se puede sealar que desde que una vida se engendra se comienza a hacer un

    cuerpo, y que ms all de su estatuto biolgico, tiene que ver con el momento en

    que un hijo es deseado por otro, tiempo en que existe cierta corporalidad que

    podr (o no) ser escenario para la actualizacin del devenir subjetivo.

    Para hacer referencia a la constitucin corporal, es necesario sealar que lo

    corporal esta intrincado en la constitucin psquica. No se puede separar un

    elemento del otro. As, cuando hablamos de cuerpo, debemos entender que ste

    tambin porta una dimensin psquica. Freud desde sus primeras

    conceptualizaciones, se refiere a la constitucin somato-psquica, constatando que

    el divorcio insistente de separarlos es una ilusin conceptual para entender ciertos

    fenmenos.

    Autores como Piera Auglanier y Didier Anzieu sistematizarn toda una lnea de

    pensamiento que converge en escenas que pertenecen al registro de lo sensorial,

    anteriores al logro yoico (reconocimiento de la imagen como unidad) y anterior al

    advenimiento de la palabra como palabra significante para el sujeto.

    El abordaje de la nocin de cuerpo se plantea desde lecturas de lo originario y

    todos los elementos que se ponen en juego en relacin a la constitucin psquica y

    el registro corporal en la psicosis. Registros pertenecientes al cmulo de

    sensaciones y percepciones que convocan lo espacial, lo temporal y lo que

    9Pankow,G.(1977)EstructuraFamiliaryPsicosis.Edit.Paidos.1979.BuenosAires,Pg.20

  • 12

    acontece a nivel del cuerpo: la piel, el sonido, entre otros. Antecedentes que van a

    constituir el escenario para el reconocimiento visual, imaginario del cuerpo.

    La nocin de cuerpo se entiende como una primera envoltura que contiene el

    psiquismo, es el lugar en el que se sita la imagen yoica. Si bien la imgen es

    siempre engaosa, siempre alienante, sin una imagen, sin una sentimiento de Yo,

    no es posible separar lo exterior de lo interior.

    El yo no es amo de su propia casa seala Freud, quin descubre la dimensin

    inconsciente que moviliza el deseo humano. Sin embargo sin casa, sin un lugar

    dnde habitar lo psquico no sera posible la dialctica con lo inconsciente. Es en

    este sentido que el cuerpo aparece. Y anterior al circuito pulsional que a travs de

    los orificios se organiza, es necesario que se constituya un cuerpo como lugar

    estructurante sobre el que advendr una imagen.

    El cuerpo ser entendido como el primer registr en donde se va a fundar lo

    psquico, el cuerpo como dimensin vital de la realidad humana, como dato global

    presexual e irreductible, como aquello en lo que las funciones psquicas

    encuentran su soporte10.

    3. Aportes Freudianos para la nocin de cuerpo.

    3.1 El caos inicial: De lo somtico a lo psquico.

    A lo largo de la obra freudiana se puede hacer lectura del lugar del cuerpo como

    referente para pensar en los mecanismos fundantes del aparato psquico. En

    Esquema del Psicoanlisis (1940) puntualiza: Llamamos ello a las ms antiguas

    de estas provincias o instancias psquicas: su contenido es todo lo heredado, lo

    que se trae con el nacimiento, lo establecido constitucionalmente; en especial,

    entonces, las pulsiones que proviene de la organizacin corporal, que aqu (en el

    10Anzieu,D.Elyopiel.Edit.BibliotecaNueva,Madrid,1987.Pg.33

  • 13

    ello) encuentran una primera expresin psquica, cuyas formas11 son

    desconocidas (no consabidas) para nosotros12

    Esto tendr relacin con un funcionamiento econmico y en principio arcaico, que funcionar como primer mecanismo regulador de lo que para el recin nacido es

    un estmulo agradable o no.

    Interesante es rescatar la ltima frase de la cita, que tiene relacin con las formas

    que se sitan en esta primera temporalidad y que sern uno de los registros sobre

    los que el aparato psquico se constituye. Freud marca que estas pulsiones son

    desconocidas, es decir que existe un registro que no se anclara a la palabra y que

    tiene relacin con el registro corporal.

    Freud se refiere a las primeras respuesta del recin nacido como mecanismo de

    sobrevivencia y reaccin frente a estmulos del medio que aparecen sensibles al

    cuerpo, dispositivos de subsistencia de un cuerpo todava dependiente de otro

    para vivir.

    De esta manera (y si las condiciones lo permiten) el cuerpo del lactante

    reaccionar de manera activa frente a estmulos del medio; cerrar los ojos frente

    a la luz, pestaar con el viento, voltear la cabeza si se lo estimula sonoramente,

    llorar y ocupar el grito, como formas de comunicarse, etc. Reacciones del

    cuerpo con las que comenzar a funcionar y a vrselas con la discontinuidad de la

    realidad, situaciones traumticas en el sentido de marcas y quiebres de estmulos

    provenientes tanto del exterior como del interior del cuerpo.

    Estas respuestas, primero instintivas del cuerpo a partir del contacto con el mundo

    exterior y con los otros, comenzarn a mudarse rpidamente hacia estmulos

    psquicos, formando una relacin dialctica entre el nio y el mundo que comienza

    a serle presentado. Es decir, el recin nacido no puede ser entendido slo en el

    11Elsubrayadoesmo.

    12Freud,S.(1940(1938))Esquemadelpsicoanlisis.Vol.23.Edit.Amorrortu,BuenosAires,2006.Pg.143.

  • 14

    plano de la necesidad ni del instinto. Freud ya al principio de su teora, se apartar

    de un entendimiento evolucionista, pre-dado, como mecanismo de funcionamiento

    para la existencia de un ser humano.

    El proyecto de psicologa (1895) es un texto inicial en el Freud pensar acerca del

    mecanismo del aparato psquico y que servir de matriz para sus posteriores

    teorizaciones. Aqu realiza un intento en dar respuesta a cmo es que cierto

    estmulos energticos dejan de ser slo un acto reflejo, como es que el lactante va

    a ordenar y a darle cierto valor a los estmulos que lo aquejan.

    El sujeto cuenta con ciertos procesos psquicos rudimentarios que ayudarn a

    ordenar el caos inicial y el bombardeo de energas, que son an difciles de ubicar

    como proveniente de un exterior o de un interior, ya que an no se articula una

    instancia yoica que pueda hacer lmite con el adentro y el afuera, as como otorgar

    continuidad temporal y espacial a la vida del lactante.

    3.2 Primeras operaciones somato-psquicas: del real del cuerpo a la pulsin.

    Las primeras funciones somato-psquicas con las que el lactante se moviliza, son

    la expulsin y la incorporacin (mecanismo que opera como base de la

    introyeccin). Son mecanismo defensivos arcaicos, operaciones con las que el

    sujeto cuenta como posibilidad activa para responder a los estmulos,

    incorporando los que son gratificantes y expulsando los displacenteros.

    Es de este modo como se va a ir constituyendo un primer limite con el adentro y el

    afuera, porque ser a travs del acto de incorporar que las vas pulsionales se

    libidinizan, lo que hace inaugurar la constitucin de un borde que se plasma en el

    cuerpo y que inscribir un lmite con lo exterior e interior. El ejercicio de incorporar

    implica un lugar por donde pueda transitar la energa y el objeto, a la vez que

    expulsar lo que se desecha. De esta manera se delimita un lado interno de un lado

    externo, lo interno delimita al s mismo y lo externo formar parte del mundo

    objetivo, afuera del borde corporal.

  • 15

    Se puede sealar que la incorporacin y la expulsin, son antecedentes de otros

    mecanismos como es la introyeccin y la proyeccin; su diferencia radica en la

    estructuracin del aparato y la permanencia psquica, en tanto ya se ha logrado la

    capacidad de representacin del objeto.

    La dinmica que est a la base para el mecanismo de incorporacin-expulsin y

    que hace que el aparato psquico seleccione ciertos estmulos, es el estatuto del

    principio del placer y del principio de constancia. Economa psquica primera que

    opera a favor de la constitucin del aparato psquico y que tiene por funcin

    conservar un equilibrio; seleccionando las vivencias placenteras que aportan a la

    inscripcin corporal y psquica, se busca la disminucin de los estmulos bajo el

    principio de constancia, condicin de trabajo que se extrae a partir del principio del

    placer.

    En relacin a la serie placer-displacer, Freud seala que son sensaciones que

    reflejan el modo en que se cumple el dominio de los estmulos. Y ello con

    seguridad en este sentido: el sentimiento de displacer tiene que ver con el

    incremento del estmulo, y el de placer con su disminucin13

    Es decir, habra algo de la tensin interna que requiere ser satisfecho en tanto se

    vuelve intolerable. Mantener el principio del placer es mantener baja la tensin de

    estmulos como equilibrio necesario para el funcionamiento del aparato, ya que

    para que algo sea incorporado al psiquismo tiene que ofrecerle algn monto de

    satisfaccin al sujeto; de otro modo, no podra establecer ningn lmite con

    respecto a su cuerpo. Lmite que circunscribe los orificios del cuerpo, y que por

    consecuencia, favorece a la formacin del contorno corporal.

    Freud en relacin a esta operacin que realiza el sujeto, escribe: Recoge en su

    interior los objetos ofrecidos en la medida en que son fuente de placer, los

    introyecta (), y, por otra parte, expele de s lo que en su propia interioridad es

    13Freud,S.(1925)Pulsinydestinosdepulsin.Vol.14.Edit.Amorrortu,BuenosAires,2006.Pg.116

  • 16

    ocasin de displacer. () Despus de este reordenamiento, ha quedado

    restablecida la coincidencia de las dos polaridades:

    Yo-sujeto (coincide) con placer - Mundo exterior (coincide) con displacer14

    Es decir, se constituyen los antecedentes para el advenimiento del yo, donde las

    llamadas operaciones cognitivas como la atencin y la memoria, cobran valor ms

    all de su dimensin cognoscitiva, ya que estas funciones _seala Freud_ operan

    bajo el registro del placer-displacer. Favoreciendo la sobrevivencia del individuo, lo

    resguardan de un desequilibrio pulsional que pueda ser devastador para la

    integridad del sujeto. As por ejemplo, la atencin selecciona un estmulo de otro,

    permitindole el ingreso al aparato, o su expulsin u inhibicin, mecanismos de

    respuesta frente a elementos displacenteros.

    Freud se interroga cmo es que ciertos influjos energticos, en principios vividos

    cmo somticos, son convertidos en estmulos para lo psquico. El concepto que

    vendr a dar respuesta a esta interrogante ser la nocin de pulsin, entendida

    como una energa proveniente del interior del cuerpo que se ubica en un espacio

    fronterizo entre la psiquis y el soma, es decir, sera una energa de lazo entre

    estas dos instancias que en principio aparecen desarticuladas entre s.

    El sujeto tendr requerimientos pulsionales de los que no puede escapar, ocurren

    a pesar suyo y requieren satisfacerse de manera activa. Slo cesan bajo precisas

    condiciones que tiene que realizarse en el mundo exterior15

    La pulsin en Freud tendr caractersticas libidinales que se anudan a los

    primeros requerimientos del recin nacido. Las primeras mociones de la

    sexualidad aparecen en el lactante apuntaladas en otras funciones importantes

    para la vida. Su principal inters est dirigido a la recepcin del alimento () Pero

    observamos que el lactante quiere repetir la accin de recepcin del alimento sin

    14dem,Pg.130131.

    15Freud,S.(1950(1895))Proyectodepsicologa.Vol.1Edit.Amorrortu,BuenosAires,2006.Pg.256.

  • 17

    pedir que se le vuelva a dar este, por tanto no est bajo la impulsin del

    hambre16.

    La satisfaccin de la vida pulsional del recin nacido en principio no aparece

    delimitada por un recorrido, tendr que ser mediatizada por otro, que inscribir un

    circuito pulsional sobre el cual se articula la satisfaccin. De esta manera el cuerpo

    orgnico deviene ergeno.

    Freud escribe: El organismo humano es al comienzo incapaz de llevar a cabo la

    accin especfica. Esta sobreviene mediante el auxilio ajeno: por la descarga

    sobre el camino de la alteracin interior, un individuo experimentado advierte el

    estado del nio17.

    En sntesis, la actividad y la pasividad en el nio estarn entrelazadas en pos de

    su sobrevivencia y de la inscripcin de circuitos pulsionales; de esta manera, se

    puede pensar en una doble actividad originaria (pasiva y activa), ms propia de un

    cuerpo-sujeto, que de un cuerpo-objeto que padece los efectos del mundo

    exterior.

    Ser a travs del circuito pulsional que se inviste libidinalmente la representacin

    de la huella dejada por el objeto. Funcionamiento que opera bajo el principio del

    placer, apuntado a mantener el equilibrio para la constitucin del aparato psquico.

    Es interesante pensar que, en este sentido la permanencia del objeto, la

    representacin, tiene primero que ver con la permanencia del sujeto, ms all de

    los objetos que ofrezca la madre, al constituirse ella misma como objeto para el

    hijo, ser la presencia que garantiza y se imbrica a lo corporal lo que sita la

    permanencia de los objetos y que garantiza la existencia del sujeto, en tanto es

    capaz de representarse a travs de un cuerpo.

    16Freud,S.20conferencia.Lavidasexualdelossereshumanos.Vol.16.Edit.Amorrortu,BuenosAires,2006.Pg.286.

    17Freud,S.(1950(1895))Proyectodepsicologa.Vol.1Edit.Amorrortu,BuenosAires,2006.Pg.362.

  • 18

    Si bien la pulsin una vez inscrita en un circuito libidinal, opera a la base del

    principio de constancia y del placer, y de la constitucin yoica, es preciso sealar

    que Freud articula otra dimensin pulsional, la pulsin de muerte, que tiene por

    destino volver al sujeto a su dimensin originaria. Podemos descomponer toda la

    vida pulsional en oleadas singulares, separadas en el tiempo, las cuales se

    comportan entre s como erupciones de lava. Entonces podemos imaginar que la

    primera erupcin de lava, la ms originaria, prosigue inmutable y no experimenta

    desarrollo alguno18

    La pulsin de destruccin es contraria a la pulsin de vida, ya que sentirse vivo es

    un efecto establecido por el principio del placer. La pulsin de muerte se moviliza

    en tanto destruccin, ya sea como agresividad o como autoagresin. La

    afirmacin _como sustituto de la unin_ pertenece al Eros, y la negacin

    _sucesora de la expulsin-a la pulsin de destruccin19

    Distinguir y reconocer la vida pulsional de esta manera, establece la dimensin

    dinmica y mvil de la vida psquica y su correlato en lo corporal, el cual no se

    desarrolla de modo evolucionista, ni menos opera como un sistema cerrado de

    respuesta. Entendido desde esta perspectiva, el cuerpo tampoco termina de

    constituir como un sistema objetivo, a modo del cuerpo mquina abordado por la

    biologa. Que el cuerpo sea pulsional tiene que ver con una temporalidad lgica,

    que responde a lo inconsciente y al sujeto.

    Se puede establecer que la pulsin de muerte, si bien desordena el entendimiento

    lineal y unvoco para pensar la vida psquica, para que un cuerpo se configure y

    erogenice es necesario que la pulsin de vida se anteponga a la de muerte, de lo

    contrario, la energa permanecera no ligada y la pulsin se mantendra acfala,

    sin circuito ni inscripcin rondando el aparato, destinado a la separacin del sujeto,

    a la pura fragmentacin.

    18Freud,S.(1925)Pulsinydestinosdepulsin.Vol.14.Edit.Amorrortu,BuenosAires,2006.Pg.126.

    19Freud,S.(1925)LaNegacin.Vol.19Edit.Amorrortu,BuenosAires,2006.Pg.256.

  • 19

    La conformacin del cuerpo para Freud pasa por un registro principalmente

    pulsional, dinmico y econmico, como describe en el proyecto de psicologa. Sin

    embargo, es preciso considerar desde esta dimensin metapsicolgica, los

    acontecimientos y registros que se ponen en juego para conformar lo corporal en

    estructuras como la psicosis.

    Las observaciones sobre la experiencia de trabajo referida ponen de manifiesto

    fenmenos que interrogan sobre culs fueron los destinos de estos cuerpos;

    cuando ante la indicacin de moverse los cuerpos aparecen extraos, no

    responden. Eso hace pensar por ejemplo, que existe algo de la delimitacin de

    estos cuerpos que se pone en riesgo.

    Se evidencia una utilizacin distinta del cuerpo, o mejor dicho, cmo si este no

    estuviera. Es necesario recorrer distintos elementos que comprometen a la

    constitucin del cuerpo y que en la psicosis parecieran mostrarse presentes, como

    si algo de estos momentos permanece fijado y anclado, procesos de constitucin

    somato-psquica que al parecer sufrieron violencia y que comprometen a la

    vivencia del cuerpo.

  • 20

    Captulo II

    Cuerpo sin destino (del caos al ideal sin cuerpo)

    Hasta aqu se ha revisado como es que se constituye un cuerpo, que desde los

    aportes freudianos se ligan a la organizacin pulsional que desde el Otro se

    inscriben en el cuerpo, relevando el soma y la necesidad, a lo psquico y al

    estatuto de la demanda y del deseo.

    Cmo entender la metapsicologa freudiana, el recorrido pulsional en cuerpos y

    en experiencias que no dan cuenta de una organizacin?, es decir que no han

    tenido un destino como el que Freud describe, siguiendo el lineamiento anterior;

    en el que la pulsin de muerte pareciera ganarle a la de vida.

    Existe una transmisin que desde el otro constituye cuerpo, selecciones que son

    ofrecidas desde el exterior para que el sujeto pueda representarse la realidad

    psquica y el cuerpo, que para constituirse necesita de las investiduras simblicas

    e imaginarias del otro.

    La constitucin del cuerpo entendida desde la organizacin pulsional hace

    referencia a la inscripcin y repeticin de circuitos pulsionales que marcaran e

    inauguran un borde corporal, dinmica que se instala bajo el principio del placer,

    expulsando lo displacentero e incorporando lo placentero, inauguracin de la

    delimitacin de un cuerpo.

    El resultado de esta operaciones supone un logro de separacin y diferenciacin,

    es decir que implica la capacidad del sujeto de reconocerse como unidad,

    reconocer que tiene un cuerpo, y superar entonces el despedazamiento corporal

    que lo carcaterizaba hasta entonces. De lo contrario, La pulsin no se siente

    como empuje, como fuerza motriz, sino encuentra lmites y puntos especficos de

    insercin en el espacio mental en el que se despliega20.

    20Anzieu,D.Elyopiel.Edit.BibliotecaNueva,Madrid,1987.Pg.112.

  • 21

    El Yo se constituye como instancia psquica que separa el s-mismo del otro,

    divisin que hace emerger al otro como un semejante, surgiendo por efecto el

    Otro como interlocutor simblico que participa en toda subjetividad.

    Lacan va a instalar el resultado de logro de constitucin del Yo en el estadio del

    espejo, instancia imaginaria que articulado a los antecedentes de inscripcin

    ofrecidos por la madre, en tanto lugar simblico referido al Otro, van a permitir el

    reconocimiento de la imagen yoica, vivencia corporal como una unidad del cuerpo.

    Pero qu es lo que sucede entonces en las patologas dnde se observa que la

    mirada, lo imaginario chocan de manera traumtica con el semejante? Esto hace

    referencia a un sin nmero de patologas de la imagen, que remiten a una

    dificultad que se devela en este estadio. Pero ms all de indagar cuales son, la

    pregunta (pensando en la psicosis) se devuelve entonces a los primeros tiempo de

    organizacin corporal.

    Se ha visto que la funcin materna es la que inscribe la organizacin pulsional,

    operacin necesaria para el anudamiento pulsional y el devenir subjetivo. Lo que

    se podra interrogar es cmo es que deviene o no lo corporal cuando estas

    operaciones que fundan al sujeto fallan o no han tenido lugar.

    Si algo se fractura en el proceso de anudamiento psquico, el estatuto del cuerpo y

    de la imagen tiene destinos diferentes a la salida neurtica que anclada a una

    fantasmtica significante se organiza; cadena que remite al lenguaje, logro que

    supone varios hitos en la constitucin subjetiva.

    Ser necesario revisar a cuatro autores que desde distintas producciones se

    conectan y dialogan para pensar sobre los acontecimientos que suceden a nivel

    originario de la psiquis y que respectan a lo corporal, dimensiones que han sido

    pensadas precisamente para dar cuenta de vivencias extraordinarias como son

    frecuentemente descritas en las psicosis.

    La psicosis muestra esta manera de habitar en el mundo, como seala Anzieu, la

    libido no corre la serie de fases descritas por Freud cuando el psiquismo del beb

  • 22

    ha sufrido violencia; y que una dislocacin mayor de las primeras relaciones

    madre-nio provoca, en este ltimo, graves alteraciones de su equilibrio

    econmico y de su organizacin tpica21.

    Didier Anzieu retoma y rescata la nocin de tpica freudiana, quin junto a una

    escuela de pensamiento desarrolla el tema de los continentes psquicos, como constitucin de lugares, esquemas de envoltura necesarios para constituir el

    pensamiento. Territorios continentes donde se alojan los pensamientos y que

    tiene relacin con la produccin de las imgenes y de las transformaciones que

    irn conformando el aparato psquico.

    El cuerpo se entiende como un primer lugar estructurante, que a travs de la

    mediacin de otro va a instalarse como el primer esquema de representacin,

    ordenador del espacio y del tiempo22.

    Siguiendo esta lnea, Piera Auglanier se refiere a los primeros procesos que se

    realizan para constituir el aparato y que operan en la frontera de lo corporal y lo

    psquico, como procesos de metabolizacin, movimientos de engendramiento y

    elaboracin que si las condiciones lo posibilitan, tendrn por resultado la

    capacidad de representacin23.

    El proceso de metabolizacin es un movimiento que realiza el sujeto para poder

    introducirse en el mundo y establecer una relacin dialctica con los objetos. Es

    un proceso que se puede homologar a la metabolizacin que hace el cuerpo a

    nivel fisiolgico. Seala Aulagnier: El origen de la relacin psique-cuerpo se

    encuentra en lo que la primera toma de modelo de la actividad del segundo; a su

    vez, este modelo ser metabolizado en un material totalmente heterogneo, que

    21dem,Pg.3334

    22SamiAli,Elcuerpo,eltiempoyelespacio.Edit.Amorrortu,BuenosAires,1993.

    23Aulagnier,P.(1975)Laviolenciadelainterpretacin.Delpictogramaalenunciado.Edit.Amorrortu,BuenosAires.2oo4.

  • 23

    formar el marco constante de un argumento originario que se repite

    indefinidamente24.

    Este trabajo es necesario para que se articule el aparato psquico y la vivencia del

    sujeto en relacin con el principio de realidad. Relacin dialctica que es sostenida

    por una matriz simblica, como condicin necesaria para que la relacin lgica,

    aparente, que tiene el sujeto con el mundo, opere sin tener demasiados efectos de

    desborde a nivel dual.

    Por ltimo, Gisela Pankow a travs de una experiencia prctica de trabajo con

    pacientes psicticos, va a conceptualizar sobre la imagen del cuerpo en la

    esquizofrenia y las posibilidades de estructuracin dinmica de la imagen del

    cuerpo25.

    1. El pictograma: La metabolizacin y lo Originario.

    Piera Aulagnier en el ejercicio de repensar la metapsicologa freudiana en relacin

    a la constitucin del aparato psquico, ser categrica en proponer que esta

    dimensin implica primeramente al cuerpo, y que anterior al proceso primario

    (ligado al proceso de fantasear) y al proceso secundario (ligado a la conformacin

    del Yo y la capacidad de enunciacin), existe un momento originario en donde se

    juegan las primeras inscripciones, primeros intercambios y encuentros entre un

    sujeto y el Otro.

    Lo originario corresponde al primer proceso de metabolizacin de la actividad

    psquica; para la autora esto concierne principalmente al cuerpo y a la actividad

    sensorial, terrenos privilegiados donde se comenzar a metabolizar la actividad de

    representacin que se posibilita con la conformacin del aparato psquico. Se

    caracteriza por la representacin pictogrfica, escenario en el que an no existe

    24dem,Pg.17

    25Pankow,G.ElHombreysuspsicosis.Edit.Amorrortu,BuenosAires,1974.

  • 24

    posibilidad de separacin entre el cuerpo de la madre (lo engendrante) y el cuerpo

    del nio (lo engendrado).

    La estructura de lo originario ser un proceso que antecede a la capacidad de

    representacin fantaseada o representacin cosa, correspondiente al proceso

    primario, y de la representacin enunciada o representacin palabra, propia del

    proceso secundario.

    Asimismo, el momento originario tendr por efecto el comienzo de la accin de lo

    primario, momento concerniente al advenimiento de la imagen corporal. Aqu ya se

    ha establecido la separacin del cuerpo materno con el del infans: la entrada en

    funciones de lo primario es la consecuencia del reconocimiento que se impone a la

    psique de la presencia de otro cuerpo y, por ende, de otro espacio separado del

    propio () el reconocimiento de la separacin de dos espacios corporales, y por lo

    tanto de dos espacios psquicos, reconocimiento impuesto por la experiencia de la

    ausencia y del retorno26.

    Es en el proceso secundario donde emergern los efectos de la estructura

    originaria (plasmada en el pictograma). Lo secundario se caracteriza por el

    encuentro que gobierna a la conducta de la madre y la posibilidad de introduccin

    al discurso y al lenguaje.

    Las actividades en lo originario se movilizarn para comenzar a constituir (a

    engendrar) las primeras representaciones de objeto que se anclan a la dinmica

    pulsional. As lo originario ser el momento en el que se representa y se actualiza

    indefinidamente el conflicto irreductible que enfrenta a Eros y Tnatos, el combate

    que disputa el deseo de fusin y el deseo de aniquilacin, el amor y el odio, la

    actividad de representacin como deseo de un placer de ser y como odio por tener

    que desear27

    26Aulagnier,P.(1975)Laviolenciadelainterpretacin.Delpictogramaalenunciado.Edit.Amorrortu,BuenosAires.2oo4.Pg.72

    27dem,Pg.70

  • 25

    El pictograma corresponde a la primera representacin que establece la psique en

    correlacin con lo corporal, es la representacin originaria de la cosa corporal.

    Se caracteriza por una heterogeneidad de los objetos, en donde an no se ha

    instalado la dualidad adentro/afuera, por lo que Auglanier prefiere ocupar el

    concepto de autoengendramiento, dinmica que caracteriza este proceso en tanto

    primera posibilidad de representacin, donde la actividad sensorial, corporal y

    afectiva estarn en constante movimiento y sern protagonistas.

    Auglanier puntualiza sobre la representacin pictogrfica: es la representacin

    que la psique se da de s misma como actividad representante; ella se re-presenta

    como fuente que engendra el placer ergeno de las partes corporales, contempla

    su propia imagen y su propio poder en lo que engendra, es decir, en lo visto, en lo

    odo, en lo percibido que se presenta como autoengendrado por su actividad28.

    El proceso originario se caracteriza por un encuentro entre el espacio psquico y

    el espacio exterior, instancia difusa en un primer momento, ya que como se ha

    sealado, los lmites del adentro con el afuera an no estn bien definidos en un

    recin nacido, por lo tanto la propiedad de esta actividad (proceso originario) es

    metabolizar toda vivencia afectiva presente en la psique en un pictograma que es,

    indisociable, representacin del afecto y afecto de la representacin29

    El momento original se sita en una primera experiencia de placer: el encuentro

    entre boca y pecho30. Es decir que, siguiendo el postulado freudiano, lo que se

    juega en lo originario se liga a una economa ligada al principio del placer-

    displacer, y que para Aulagnier estar por consecuencia enteramente vinculado

    con el cuerpo y la actividad del sensorio, requisito para que este momento original

    se pueda desarrollar y anclar a los posteriores procesos de metabolizacin y

    encuentro en la constitucin psquica.

    28dem,Pg.66

    29dem,Pg.67

    30dem,Pg.40

  • 26

    El resultado del proceso originario circunscrito bajo la dinmica del placer-

    displacer, ser la actividad de representacin, capacidad privilegiada del animal

    humano.Toda puesta en representacin implica una experiencia de placer31,

    seala Piera Auglanier. El producto de la actividad originaria para la autora es un

    fondo representativo, plataforma sobre la cual se posibilitarn posteriores

    actividades como el fantasear y la posibilidad de enunciar y significar, adjudicadas

    al Yo.

    Sentimientos indefinibles e indecibles son los del pictograma, anudados a lo

    sensorial y a lo corporal, que operan luego bajo la represin en el Yo, slo

    posibles de traducir por el lenguaje mediante imgenes.

    En la psicosis este fondo representativo ocupa un lugar importante, ya que la tarea

    del proceso secundario est resquebrajada, vale decir, que el proceso de

    enunciacin en el psictico no se instala de forma metafrica. El psictico intentar

    hablar a modos de actos corporales venidos de lo pictogrfico. Ya no se trata de

    una puesta en sentido del mundo y de los sentimientos que se pretende

    conformes a los encuentros en los que estos surgen, si no de la tentativa

    desesperada por convertir en decibles y provistas de sentido a vivencias cuyo

    origen reside en una representacin en la que el mundo es solo el reflejo de un

    cuerpo que se autodevora, se automutila, se autorechaza32

    2. El cuerpo como envoltura psquica

    Qu es lo que hace que el pensamiento y el lenguaje puedan tener sentido y

    estructura para quin los emite y para quin lo reciben? Pareciera ser necesario

    primero, una estructura, una forma continente para los pensamientos.

    El psicoanlisis de nios, el de los psicticos y el de los estados fronterizos, el de

    los grupos y, ms recientemente, el psicoanlisis familiar atrajeron la atencin

    31dem,Pg.28

    32dem,Pg.69

  • 27

    sobre las estructuras limitantes, envolventes y continentes, justamente porque

    esas nuevas situaciones analticas enfrentan a los psicoanalistas con deficiencias

    posibles en esas estructuras33.

    Desde la dcada de los 60, algunos autores introducirn los conceptos de

    continente (Bion), de piel psquica (Bick), de yo-piel y de envoltura psquica (D. Anzieu), entre otros. Articulaciones que emergern para dar cuenta de la

    clnica con pacientes en las que la patologa encuentra un lugar principal: falta de

    lmites, incertidumbre sobre las fronteras entre el Yo psquico y el Yo corporal,

    entre el Yo realidad y el Yo ideal, entre lo que depende de s mismo y lo que

    depende de los dems34.

    Desde esta perspectiva se intentar situar la ms estricta topografa en relacin

    con la organizacin espacial del Yo corporal y del Yo psquico35, cuestin que

    recae sobre el cmulo de registros que comprometen a lo corporal y a lo sensorial

    en la constitucin subjetiva. Elementos antecedentes que participan en la

    constitucin Yoica y la vivencia de un Yo corporal.

    Estos aconteceres se ponen en juego antes de la fase del estadio del Espejo

    desarrollada por Lacan, en el que el Yo se edifica como otro sobre el esbozo de la

    imagen especular del cuerpo entero unificado. Anzieu problematiza; Yo querra

    destacar la existencia, ms precoz an, de un espejo sonoro o de una piel

    audiofnica y su funcin en la adquisicin, por el aparato psquico, de la capacidad

    de significar, y luego de simbolizar36

    Anzieu va a pensar la constitucin del aparato desde la dimensin tpica que est en juego, que tiene en este sentido relacin con los lugares y lo espacios sobre los

    33Anzieu,D.yotros.(1987)Lasenvolturaspsquicas.Edit.Amorrortu.BuenosAires,1999.Pg.39

    34Anzieu,D.Elyopiel.Edit.BibliotecaNueva,Madrid,1987.Pg.19

    35dem,Pg.13

    36dem,Pg.171

  • 28

    que la psique se constituye, un espacio imaginario que requiere un territorio para

    constituirse. El primer elemento organizador aqu, ser la delimitacin que se hace

    en el cuerpo, a travs de un Yo corporal que hara de continente del pensamiento.

    La cuestin de una estructura limitante y continente del psiquismo cobra all la

    forma del concepto de yo37.

    Poner el acento primero en la estructura que contiene, tiene que ver con la

    dimensin espacial y temporal que se organiza en las primeras experiencias de

    vida. Se habla aqu de continente en el sentido de la figuracin, como forma

    continente que etimolgicamente, remite a la perspectiva del discurso: los tropos,

    las formas del discurso, envuelven los contenidos psquicos, los pensamientos38.

    La instauracin del continente psquico resultara de un doble proceso:

    internalizacin de la envoltura de los cuidados y la envoltura narrativa,

    suministradas por el entorno39.

    El Yo ser entendido de esta manera como una instancia que opera como

    continente del psiquismo, que se ir constituyendo en un proceso de envolturas

    que garantizan la continuidad de existir, para terminar en el reconocimiento de la

    unidad alienante en la fase del espejo.

    Para Freud el yo es sede de la funcin del juicio, y Houzel seala que esta

    actividad del juicio es necesaria para evitar tanto las descargas motrices

    intempestivas e ineficaces cuanto la alucinacin40. Es decir que el yo hara de

    regulador de la actividad y del movimiento voluntario para el sujeto, as como de

    protector del mundo exterior.

    37Houzel,D.Elconceptodeenvolturapsquica.EnAnzieu,D.yotros.(1987)Lasenvolturaspsquicas.Edit.Amorrortu,1990.Pg.40

    38Anzieu,D.yotros.(1993)Loscontinentesdepensamiento.Edit.delaFlor.BuenosAires.1998.Pg.22

    39dem,Pg.54

    40Houzel,D.Elconceptodeenvolturapsquica.EnAnzieu,D.yotros.(1987)Lasenvolturaspsquicas.Edit.Amorrortu,1990.Pg.40

  • 29

    Otra caracterstica que se le atribuye al yo es la funcin de la atencin, Freud

    introduce la atencin como una funcin que permite reconocer a tiempo una

    percepcin penosa, es decir, una percepcin de la que emana una cantidad

    demasiado grande, fuente de displacer, as se puede evitar este. Es lo que l

    llama defensa primaria. En este aspecto de la atencin se puede discernir las

    primacas de lo que despus sera la funcin protectora antiestmulo, destinada a

    poner el aparato psquico a salvo de un desborde traumtico41

    El concepto de envoltura psquica da cuenta de cmo es que el aparato se va

    constituyendo por un entrelazado de diferentes envolturas; as hablar de una

    envoltura tctil, sonora, olfativa, etc. Tejidos que van componiendo un continente

    para lo psquico y que estn relacionados con la delimitacin de lo exterior con lo

    interior como una funcin que antecede al Yo.

    En este sentido, el Yo ser un producto de aconteceres preliminares que va a ir

    tejiendo, envolviendo un s-mismo, entendido como esquemas e imgenes que

    van a referir al sujeto y lo van a delimitar anterior a la constitucin yoica.

    2.1 Concepto de envoltura

    La envoltura sirve para describir la estructura de deslinde entre el mundo interior y

    el mundo exterior o perceptivo: es el plano de demarcacin entre el mundo

    interior u el mundo exterior, entre el mundo psquico interno y el mundo psquico

    de otro42; de modo que lo corporal ocupara una funcin de frontera entre un

    adentro y un afuera. El concepto de envoltura tiene que ver con la nocin de

    continente de lo psquico, como espacio y plataformas que sostiene y limitan las

    vivencias subjetivas, es un concepto geomtrico o tpico43.

    41Anizeu,D.yotros.(1987)Lasenvolturaspsquicas.Edit.Amorrortu.BuenosAires,1999.Pg47.

    42Hozuel,D.Elconceptodeenvolturapsquica.EnAnzieu,D.yotros.(1987)Lasenvolturaspsquicas.Edit.Amorrortu,1990.Pg.39.

    43dem,Pg.61

  • 30

    La funcin continente del yo puede marcar un lmite adems de diferenciar al

    sujeto y tiene como efecto hacer que los procesos de transformacin (sensaciones

    y emociones) que son impensables se vuelvan pensables, ahora pueden ser

    contenidas en una actividad de pensamiento en lugar de ser simplemente

    evacuadas en actos o desviadas hacia lesiones somticas, o de hacer efraccin

    entre el mundo exterior en una actividad alucinatoria44.

    La envoltura psquica es un concepto que conlleva gran complejidad y no se

    puede reducir a un saco que contuviera los elementos del psiquismo45; si fuera

    as se estara hablando de un primera nocin o envoltura, arcaica y casi sin vida,

    propia del saco corporal de un autista.

    Las envolturas psquicas son un tejido complejo que se puede referir por ejemplo a

    la envoltura de la piel, y no es que se establezca una analoga rpida entre la piel

    biolgica y la piel psquica, sino que la piel psquica se apuntala en la piel corporal

    () el vnculo psicoanaltico con el cuerpo es de orden metafrico y no

    analgico46.

    El concepto de envoltura tiene la cualidad de capas de hojuelas que van

    envolviendo y constituyendo el s-mismo, otorgndole continuidad a la existencia.

    Se puede destacar la propiedad de Pertenencia que propone Hozuel como una de

    las tres propiedades estructurales ms generales de las envolturas psquicas, en

    el sentido de darle lugar a los contenidos psquicos en un espacio dado, adems

    de la condicin de permeabilidad de las envolturas que permitirn la conextividad

    con otros espacios, y la funcin de plasticidad que las caracteriza.

    Al mismo tiempo que delimita espacios, esta estructura debe permitir

    comunicaciones entre espacios; es decir tener cualidades de permeabilidad ()

    44dem,Pg.44

    45dem,Pg.53

    46dem,Pg.54

  • 31

    La envoltura psquica no se debe concebir de una manera esttica sino, ms bien,

    como un sistema dinmico que permite establecer la sntesis de los puntos de

    vista dinmico y tpico, es decir, de los conceptos de fuerza y forma. No existe

    fuerza psquica que no se asocie con una forma dada, ni existe forma que no

    tenga una dinmica47.

    Las envolturas psquicas componen un hbitat, contorno corporal en el sentido de

    composicin de determinados elementos estables e invariantes a su localizacin

    en el espacio de referencia. En este sentido est caracterstica de la envoltura se

    refiere a la dimensin estructurante que compromete a una representacin

    corporal, o ms bien a una vivencia del cuerpo como forma de cuerpo humano.

    Hozuel escribe: Defino el hbitat como una hojuela de la envoltura psquica

    construida metdicamente a partir de un material perceptivo y motor, segn los

    indicadores temporales y espaciales de nuestro mundo euclidiano, es un

    ordenamiento coherente y estable, y cuya textura y forma se ligan precisamente a

    esas cualidades de estabilidad y de coherencia () el hbitat puede estar ms o

    menos vaco, carecer de contacto con la membrana y, por consiguiente, con la

    vida pulsional y emocional48. Esto ltimo se puede entrelazar con lo que Bick

    seala como segunda piel en los esquizofrnicos, o lo que para Meltzer es la

    superficialidad, formas en que el hbitat se encuentra vaco.

    El primer representante de la forma en tanto continente de lo psquico ser el

    cuerpo. Representante concreto de las formas abstractas. Distincin fundamental

    para abordar el pensamiento como contenido y el pensar como continente, que

    deriva de la oposicin del esquema corporal y de las imgenes fantasmticas del

    cuerpo49.

    47dem,Pg.55

    48dem,Pg.59

    49Anzieu,D.yotros.(1993)Loscontinentesdepensamiento.Edit.delaFlor.BuenosAires.1998.Pg.22

  • 32

    Anzieu escribe: hacerse una idea es formarse una imagen de los objetos tal y

    como nuestros sentidos lo experimentan () Todo pensamiento es pensamiento

    de una idea de mi cuerpo50.

    La figura del cuerpo como espacio que contiene, se relaciona en este primer

    tiempo arcaico, con representantes que ms all de remitir a otro representante,

    circunscriben la dinmica formal que se relaciona con la dimensin del tiempo y el

    espacio, en el que se constituye el cuerpo.

    2.2 Los significantes formales

    Los significantes formales (Anzieu, 1987) remiten a la dimensin continente que

    instala un esquema para las representaciones, necesarios para dar sostn al

    contenido, depsito de lo imaginario. La figura vuelve visible las proporciones, nos

    encontramos, pues, con la nocin de configuracin, de esquema51.

    Los significantes formales corresponden a las primeras representaciones de los

    continentes psquicos. Son nombrados cmo significantes, pero tiene que ver con

    la primera marca de un significante, la que en primera instancia no est ligada a

    otro significante, sino que es una instancia prelinguistica en dnde lo que se

    compromete es la relacin al espacio y a la forma, es el referente que delimita las

    representaciones. Es un significante cuya dimensin espacial es esencial ()

    este significante espacial traduce metafricamente una configuracin particular del

    espacio psquico52.

    Anzieu utiliza el concepto de significante en tanto ser un elemento que aporta a la

    representacin del mundo psquico y se relaciona con la envoltura continente. En

    este sentido el significante formal delimita el espacio, lo recorta, primera

    50dem,Pg.16

    51dem,Pg.22

    52Anzieu,D.yotros.(1987)Lasenvolturaspsquicas.Edit.Amorrortu.BuenosAires,1999.Pg.18

  • 33

    introduccin de un elemento simblico. Mediante la dinmica formal y espacial

    puesta en juego, va a separar lo interno de lo externo.

    Los significantes que yo prefiero llamar formales son, en efecto constitutivos no

    tanto de los objetos que forman los contenidos psquicos inconcientes

    fundamentales cuanto de los continentes psquicos () imgenes que han

    permanecido al margen del lenguaje, relaciones entre los diferentes estmulos

    sensoriales, que encarnan relaciones con otro, con la madre de la primera

    infancia, en un contacto corporal, o en una posicin espacial, un modo de

    sostener, una proxemia53.

    El significante formal es un vector de una operacin psquica que concierne a los

    cambios de forma, es decir que no se instala an en la instancia estructural,

    metafrica, que prescinde del objeto (significante simblico). Es un significante

    que compromete a la forma y a la ubicacin de los objetos en el espacio. Son

    representantes psquicos, no slo de ciertas pulsiones, sino de las diversas formas

    de organizacin del s-mismo y del yo. En este sentido parecen inscribirse en la

    categora general de los representantes de cosa, ms en particular de las

    representaciones del espacio y de los estados de los cuerpos en general54.

    Si el espacio es entendido como el continente de todas las cosas55, los

    significantes formales tienen relacin con una lgica formal que va a organizar el

    aparato psquico, apropiada a los procesos primarios y a una tpica psquica

    arcaica56. Las angustias violentas y especficas que denotan, no obstante, los

    53dem,Pg.25.

    54dem,Pg.15

    55dem,Pg.15

    56dem,pg.15

  • 34

    convierte en frenos para la adquisicin de los primeros sistemas semiticos, que a

    su vez son condiciones de acceso al lenguaje y a los representantes de palabra57.

    Primeramente existe un espacio indiferenciado sobre el que se irn delimitando las

    formas, existe primero un vaco ilimitado, y el significante formal es una tentativa

    de bordear ese vaco y es al mismo tiempo una realizacin imaginaria de las

    diversas maneras en que el yo corporal del nio puede sentirse aspirado por este

    vaco58.

    El significante formal no es reprimible, pertenece al campo de lo material, de las

    cosas, y en efecto como el yo no dispone todava de la represin, tiende a

    imponrsele bajo la forma de un vivenciar alucinatorio. Respecto al significante

    formal no slo se produce en el aparato psquico un movimiento regrediente

    desde el extremo motor hacia el extremo perceptivo, sino que esta regresin

    tpica se acompaa de un estado crepuscular59.

    Es interesante esta distincin para pensar los estados crepusculares y las

    vivencias alucinatorias corporales en la psicosis, que en definitiva pertenecen a

    significantes que no han sido reprimidos para el sujeto, y que se instalan en el

    registro del significante formal, no remitiendo a otra cosa sino que estn en el

    registro de lo real y que a travs de la alucinacin imaginaria intentan ser puestos

    afuera, metabolizados.

    En este sentido cabe destacar que el significante formal tiene una estructura

    diferente de la del fantasma60, ya que la secuencia fantasmtica est construida

    bajo el registro de la frase, aqu se pone en escena imgenes esencialmente

    57dem,Pg.16

    58dem,Pg.28

    59dem.

    60dem.

  • 35

    visuales. La fantasa es posterior o contempornea a la adquisicin del lenguaje,

    en efecto incluye un sujeto, un verbo, un complemento de objeto61

    Es decir que en la fantasa existe una matriz simblica donde podr situarse una

    fantasmtica, algo ya se ha sustrado, la dimensin de la falta que organiza lo

    simblico. Hay una dialctica clara entre sujeto y objeto, el ejemplo clsico es el

    que propone Freud en Pegan a un nio, donde existe distincin entre uno que

    pega y otro que es pegado. Los significantes formales en cambio estn

    constituidos por imgenes propioceptivas, tctiles, cenestcicas, kinestsicas,

    posturales, de equilibracin; no estn referidas a los rganos de la percepcin

    distal (la vista, el odo), seala Anzieu. Cavidades estas ltimas por donde

    transitan los circuitos pulsionales.

    Existe un registro espacial y corporal anterior que comporta estas otras

    dimensiones, en el que la organizacin pulsional y su conflictiva an no se

    organizan. Los significantes formales estn investidos sobre todo por la pulsin

    de apego y por la pulsin de autodestruccin62.

    En este sentido no se trata de un escena fantasmtica, sino de una

    transformacin de una caracterstica geomtrica o fsica de un cuerpo (en el

    sentido general de una porcin del espacio), transformacin que trae consigo una

    deformacin, y hasta una destruccin de la forma () se desarrolla sin

    espectador, y a menudo es experimentada por el paciente como ajena a l; se

    desarrolla en un espacio bidimensional63.

    Estos traumatismos originarios conciernen sobre todo a alteraciones de las

    oposiciones distintivas primarias: sensoriales, kinestcicas, rtmicas64. Existe

    61dem.

    62dem,Pg.37

    63dem,Pg.29

    64dem,Pg.35.

  • 36

    confusin de los objetos y su lugar en el espacio.Con estos pacientes no se trata

    de analizar sino de ayudarlo a producir sntesis65.

    Lo anterior tiene que ver con el primer momento de organizacin psquica que est

    en relacin a los intercambios reales con otro. Anterior a la alucinacin del objeto

    perdido, las primeras imgenes psquicas se posibilitarn de acuerdo a la

    representacin precoz que tiene el nio de estos primeros intercambios. Es lo que

    Winnicott conceptualiza cmo Holding (Winicott, 1957).

    Son las primeras representaciones de configuracin del cuerpo y de los objetos

    en el espacio, as como de sus movimientos. Significantes de constitucin precoz

    que se organizan en el cruce de tres serie de factores: las experiencia corporales

    (ritmos, posiciones, sensaciones diversas, etc.), las posibilidades de comunicacin

    del nio y las respuestas maternas66.

    Elementos psquicos fundantes que configurarn los esquemas de representacin

    y que comprometen a lo corporal como primera estructura contenedora del

    psiquismo.

    Producto de las primeras satisfacciones y vivencias de placer, es que se

    configuran las primeras envolturas psquicas. Esquemas iniciales que sern

    depsito de lo imaginario, aparicin de personajes y no ya solamente de formas

    en movimiento; instalacin de argumentos que implican una sucesin de imgenes

    y no ya meramente una sola67.

    El dibujo y primeras grficas infantiles pueden ejemplificar estos elementos

    puestos en juego primero como marcas, ms que cmo contenido. Los esquemas

    de envoltura, en efecto, constituyen al dibujo como continente de imgenes, al

    tiempo que garantizan que el sujeto mismo pueda contener sus fantasas;

    65dem,Pg.36.

    66Anzieu,D.yotros.(1993)Loscontinentesdepensamiento.Edit.delaFlor.BuenosAires.1998.Pg.91

    67dem,Pg.94

  • 37

    mientras que los esquemas de transformacin presiden la puesta en escena de las

    mltiples transformaciones presentes en toda figuracin68.

    Los esquemas de envoltura en este sentido posibilitan las transformaciones de las

    formas, la figuracin simblica. La grfica aqu es pensada como una superficie

    de inscripcin investida de una funcin de envoltura y de transformacin69.

    Anzieu seala que los esquemas de envolturas comprometen primeramente a lo

    corporal, y que son la matriz para poner en circulacin los significantes de

    transformacin, los esquemas permiten la representacin de las formas y sus

    transformaciones. En este sentido tiene la posibilidad de enquistarse en el cuerpo,

    adems de que bajo la influencia de otras experiencias corporales () pueden

    participar en la constitucin de las primeras imgenes del propio cuerpo70.

    Por ltimo, estos elementos implican un entorno material ya que no son mviles

    como la fantasa, son elementos montonos y repetitivos para un mismo sujeto,

    tiene que ver con la materialidad dnde se puede ubicar el espacio y el tiempo.

    Tal es el caso cuando la actividad ldica normal con la madre no permiti la

    transcripcin simbolizante de las primitivas representaciones iniciales. Entonces se

    fijan provocando una obnubilacin psquica al momento de su retorno71. Se trata

    de las operaciones anteriores al logro de la continuidad del sujeto en relacin a la

    presencia/ausencia materna.

    Estas primeras representaciones de esquemas de envoltura y de esquemas de

    trasformacin permiten la puesta en escena de las deformaciones y de las

    metamorfosis del cuerpo, as como de las confusiones entre espacio interno y

    68dem,Pg.94

    69dem,Pg.95

    70dem,Pg.96

    71dem,Pg.97

  • 38

    espacio externo (tratando el cuerpo como un espacio, o, por el contrario, el

    espacio como un cuerpo72.

    2.3 Sobre el Yo-piel

    El yo se teje sobre la superficie del cuerpo, es en un tiempo originario donde se

    comenzarn a entrelazar las actividades de integracin perceptiva, de adaptacin

    entre las exigencias primero instintivas y la realidad exterior, y la discriminacin de

    la realidad externa con la interna. Esto garantizar una continuidad del existir que

    se sostiene en la piel como superficie de envoltura.

    La capacidad de envoltura psquica pasa por la piel entendida como dato

    originario de orden orgnico e imaginario a la vez que y como sistema de

    proteccin de nuestra individualidad al mismo tiempo que cmo primer instrumento

    y lugar de intercambio con los dems73.

    Se ha sealado que la piel es plstica y flexible, en este sentido sostiene el

    esqueleto corporal en la infinitud de formas y transformaciones que ste puede

    llegar a poseer. Adems de hacer de lmite y frontera, la piel conlleva un sostn

    kintico y postural que comporta la dimensin psicomotriz y de movimiento del

    cuerpo. Anzieu escribe: La piel, sistema de varios rganos de los sentido (tocar,

    presin, dolor, calor (), estn en estrecha conexin con los dems rganos

    externos de los sentidos (odo, vista, olfato, y gusto) y con las sensibilidades

    kinticas y de equilibrio74. Adems de esta relacin con la dinmica sensorial, la

    piel para Anzieu cumple una labor esencial en relacin al cuerpo y la continuidad

    espacio-temporal que implica la vivencia de individualidad. La piel sostiene al

    cuerpo en una forma determinada, en torno al esqueleto y su verticalidad75.

    72dem,Pg.97

    73Anzieu,D.Elyopiel.Edit.BibliotecaNueva,Madrid,1987.Pg.15

    74dem,Pg.25

    75dem,Pg.27

  • 39

    Anzieu en referencia al Yo piel seala que perder la piel es perder los lmites de

    s- mismo, perder la cohesin de los fragmentos que lo constituyen, perder el

    sentimiento de identidad () es evidente aqu el nexo entre fallas del yo y las

    distorsiones de las sensaciones tctiles76.

    2.4 La envoltura Sonora

    La dimensin del sonoro es entendida como una dimensin espacial, un primer

    espacio psquico: ruidos exteriores dolorosos cuando son bruscos o fuertes,

    gorgoritmos inquietantes del cuerpo sin localizar en el interior, gritos de hambre,

    dolor o clera acompaados de una imagen motriz activa77. Este espacio deber

    organizarse en un tiempo para que constituya una envoltura y tenga efectos en la

    constitucin del s-mismo.

    Los sonidos y de la audicin ocuparan un lugar en la formacin y organizacin del

    continente psquico y corporal. Es una dinmica que se pone en juego en

    interaccin con la dimensin tctil, ya que paralelamente al establecimiento de las

    fronteras y de los lmites del Yo como interfaz bidimensional apoyada en las

    sensaciones tctiles, se constituye el S-mismo por introyeccin del universo

    sonoro, como cavidad psquica pre individual dotada de un esbozo de unidad e

    identidad78.

    Anzieu seala que la dimensin auditiva es un componente de la primera

    estructuracin del aparato psquico, antes del final del primer mes el nio

    pequeo empieza ya a ser capaz de decodificar el valor expresivo de las

    intervenciones acsticas del adulto. Esta es la primera es la primera de las

    reacciones circulares comprobables en l, mucho ms avanzadas que las relativas

    76Anzieu,D.yotros.(1987)Lasenvolturaspsquicas.Edit.Amorrortu.BuenosAires,1999.Pg.1819

    77Anzieu,D.Elyopiel.Edit.BibliotecaNueva,Madrid,1987.Pg.171

    78dem.

  • 40

    a la visin y a la psicomotricidad, inicio y quiz prototipo de los aprendizajes

    ulteriores79.

    Se desprende que la dimensin auditiva ser el elemento articulador de la

    dimensin temporoespacial en tanto organizacin desde dnde podr fundarse el

    s-mismo, entendido este como una instancia de continuidad de existir (Winicott,

    1957). Esto ofrecer una plataforma para la adquisicin del lenguaje y la

    motricidad en tanto logro del movimiento organizado, donde se requiere la

    adquisicin de la tridimensionalidad. Las sensaciones auditivas preparan al S-

    mismo para estructurarse teniendo en cuenta la tercera dimensin del espacio

    (orientacin y distancia) y la dimensin temporal80.

    Sin embargo, el ingreso a la tridimensionalidad no es una condicin suficiente para

    permitir la elaboracin del lenguaje. Existe una relativa disociacin, ya que puede

    haber un progreso importante en cuanto a la organizacin psquica sin que esto

    garantice un desarrollo del lenguaje.

    En este sentido, se debe tener presente la cualidad de estas envolturas sonoras,

    ya que ms que ser sonido que interrumpe (ruidos), son ritmos y melodas del

    entorno que envuelven al nio en un bao sonoro, que implican una continuidad

    rtmica y meldica y que se entrecruzan con la dimensin tctil en tanto existe una

    dimensin de reciprocidad, de intercambio.

    El S mismo se forma como una envoltura sonora en la experiencia del bao de

    sonidos concomitantes a la de la lactancia. Este bao de sonidos prefigura el Yo-

    piel y su doble faz vuelta hacia adentro y hacia afuera, porque la envoltura sonora

    est compuesta de sonidos emitidos alternativamente por el entorno y por el

    beb81. Las combinaciones de estas envolturas de sonidos producen un espacio

    79dem,Pg.178

    80dem,Pg.171

    81dem,Pg.181

  • 41

    de intercambio que se inscribe como un volumen entre dos direcciones, adems

    de producir una primera imagen espacio-auditiva del propio cuerpo82.

    En este sentido el bao sonoro tiene una intencin que compromete a los

    cuidados maternos y a la dimensin del espacio en tanto existe una relacin desde

    la superficie al volumen. Ella excluye la consideracin de agresin sonora-as

    como la produccin sonora expresin, excrecin, desborde83.

    El interjuego de las envolturas sonoras como intercambio entre madre e hijo van a

    ir constituyendo al nio. Lo que del otro es odo cuando envuelve al S-mismo en

    la armona y luego, cuando como retorno responde en eco a lo emitido y lo

    estimula, introduce al pequeo en el rea de la ilusin84. Ilusin de continuidad

    entre el espacio del s-mismo y el entorno. De esta manera habra una vivencia de

    fortalecimiento en relacin al s-mismo, en tanto es contenido en un espacio

    sonoro que por la estimulacin y por la calma del entorno entrega una vivencia

    que compromete a lo corporal:

    Esta nocin de bao sonoro introduce algo que no es propio de lo sonoro sino de

    la cenestesia, la ingravidez () uno se siente arrebatado transportado, acunado o

    danzante, en un movimiento que no aferra lo real, que es gratuito, que se hace por

    placer85. Espacio protegido pero no cerrado, ya que permite la envoltura, el

    reconocimiento de s en una movilidad y en interaccin con el espacio rtmico.

    Algo se va devolviendo y el lactante es capaz de reconocerse, escenario anterior

    al reconocimiento de la imagen, que hace de condicin previa para el encuentro

    82dem,Pg.181

    83Lecourt,E.Laenvolturamusical.EnAnzieu,D.yotros.(1987)Lasenvolturaspsquicas.Edit.Amorrortu,1990.Pg.210

    84Anzieu,D.Elyopiel.Edit.BibliotecaNueva,Madrid,1987.Pg.182

    85Lecourt,E.Laenvolturamusical.EnAnzieu,D.yotros.(1987)Lasenvolturaspsquicas.Edit.Amorrortu,1990.Pg.211

  • 42

    visual, el sujeto comienza reconociendo su propia voz en la voz que le devuelve la

    madre.

    Anzieu significa este momento como la instancia del espejo sonoro, momento

    virtual en trminos de que algo es devuelto y que se releva a la categora de lo

    imaginario, haciendo aparecer algo que se despega de lo real. Instancia que se

    ubica en el registro de los sonidos.

    Podran pensarse como imgenes-sonido que van a ir envolviendo y organizando

    al lactante, dndole una forma. Antes que la mirada y la sonrisa de la madre, que

    le nutre y le cuida, remitan al nio una imagen de s que le sea visualmente

    perceptible y que interiorice para reforzar su S mismo y bosquejar su Yo, el bao

    meldico pone a su disposicin un primer espejo sonoro86.

    Lo que se propone es que habra una unin con el espejo visual y la dimensin

    sonora en la constitucin del narcisismo, entendido este como una instancia de

    unificacin yoica.

    En relacin a la psicopatologa, Anzieu seala que la dinmica del espejo sonoro

    ser un elemento incidente en la emergencia de las patologas, ya que si el

    espejo _sonoro o auditivo_ no reenva al sujeto ms que su propia imagen, es

    decir, su demanda, su desamparo (Eco) o la bsqueda de ideal (Narciso), el

    resultado es la desunin pulsional que libera las pulsiones de muerte y que les

    asegura una primaca econmica sobre las pulsiones de vida87.

    El sujeto en este sentido quedara desvinculado de una organizacin pulsional,

    habra aqu una fractura a nivel originario relativa a la envoltura sonora del s-

    mismo, que dificultaran el desarrollo de la progresin en la serie de espacios,

    visual, visuo-tactil, locomotor y grfico, que diferencian el s-mismo del entorno, lo

    familiar de lo extrao.

    86Anzieu,D.Elyopiel.Edit.BibliotecaNueva,Madrid,1987.Pg.183

    87dem,Pg.183

  • 43

    El problema para el sujeto se genera cuando la diferencia entre la vivencia

    sensorial y afectiva del l con su entorno no se efecta, quedando un vaco, una

    no-inscripcin. O de otra manera, esta articulacin se realiza a contratiempo,

    cuando el sujeto no ha podido vivir suficientemente un perodo original en el que el

    entorno haya respondido a sus sensaciones en principio vividas desde lo corporal;

    el placer con placer, el dolor con apaciguamiento, el vaco con lo lleno y su

    fraccionamiento con la armonizacin.

    Se puede pensar aqu en el desborde que aparece en el cuerpo del

    eszquizofrnico, en el que existe la vivencia de un cuerpo desarticulado que

    perturba la vivencia de un cuerpo. Cuerpo como totalidad que si bien est siempre

    dirigido a un ideal del cuerpo, siempre es imaginario; el que no se organice en

    relacin a esta instancia significar el desborde de los lmites corporales,

    acusando que no existi una matriz simblica que organizara el reconocimiento de

    la imagen del cuerpo.

    Existe en este sentido algo de la voz y de los sonidos del entorno que no se

    inscriben y que retornan en lo real, comunicacin que es agencia por la madre en

    tanto hace de funcin para un hijo. La constitucin tiene que ver con una alteridad

    que respecta al Otro y a una transmisin inconsciente que traspasa al individuo.

    Sin embargo, Anzieu marca el determinante de la voz materna como elemento

    incidente en la constitucin de elementos patgenos: A menudo, ya se sabe, se

    reconoce a la madre de un esquizofrnico en el malestar que su voz causa al

    profesional al que consulta: voz monocorde (mal ritmo), metlica (sin meloda),

    ronca (predominio de tonos graves), lo que favorece en el que la escucha la

    confusin de sonidos y el sentimiento de su intrusin. Semejante voz perturba la

    constitucin del S-mismo: el bao sonoro ya no es envolvente, se hace

    desagradable88

    88dem,Pg.183

  • 44

    El autor se refiere a los defectos del espejo sonoro como es la discordancia en

    trminos de la intervencin de lo que siente, espera o expresa el lactante. Su

    brusquedad, que puede ser insuficiente o excesiva, pasando de un extremo a otro

    de forma arbitraria e incomprensible para el otro. Por ltimo su impersonalidad, en

    tanto no se produce una informacin que exprese al beb lo que siente sobre s

    mismo ni lo que su madre siente por l.

    El espejo sonoro y despus visual, slo es estructurante para el S-mismo, y

    luego para el Yo, a condicin de que la madre exprese al nio algo de ella y de l

    a la vez, y algo que se refiera a las primeras cualidades psquicas que el S-mismo

    naciente del beb experimenta89

    En sntesis, hablar de envoltura sonora es alcanzar en el interior del vivenciar

    sonoro, un nivel de mentalizacin que asegure superficie, continuidad y contencin

    para prepara el encuentro con los dems sentidos. La integracin combinada del

    sonido y el silencio, realizada por los cdigos verbal y musical, constituye una

    proteccin, borde, esfnter frente a la dimensin traumtica (intrusin, hueco,

    ruptura, hiancia en relacin al silencio y por lo tanto persecutoria90.

    3. Gisela Pankow, Imagen del cuerpo y esquizofrenia

    A travs de un extenso trabajo con pacientes psicticos Pankow va a reflexionar

    sobre la dimensin de la imagen del cuerpo y las posibilidades de recomposicin

    en estructuras como la psicosis. En particular aborda las zonas de destruccin de

    la imagen del cuerpo en la esquizofrenia, argumentando que en esta patologa la

    imagen corporal se encuentra mucho ms disociada que en otras modalidades de

    psicosis.

    89dem,Pg.184.

    90Lecourt,E.Laenvolturamusical.EnAnzieu,D.yotros.(1987)Lasenvolturaspsquicas.Edit.Amorrortu,1990.Pg.221.

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    La imagen del cuerpo ser entendida en primer lugar, concerniente al orden

    espacial y la manera de cmo cada sujeto tiene la experiencia de un cuerpo: Lo

    que importa en la psicoterapia, antes que nada, es saber cmo vive un hombre en

    su cuerpo, o mejor dicho, como lo vive91.

    La vivencia de La imagen del cuerpo para Pankow se liga fundamentalmente a la

    estructuracin dinmica de las partes con la totalidad del cuerpo, expone el

    ejemplo de pacientes psicticos que en el trabajo de modelar su cuerpo (tcnica

    con la que trabaja) dan forma a una imagen en que las faltan miembros del

    cuerpo. La imposibilidad de hacer consciente esta supresin dara cuenta de una

    destruccin de la captacin del cuerpo92, que compromete bsicamente a la

    forma.

    La conceptualizacin del espacio va a ser central en su propuesta, ya que el

    trabajo consiste en un intento de recuperacin de la unidad de las estructuras

    espaciales que en la psicosis apareceran fragmentadas, Mediante el concepto de

    disociacin defino la destruccin de la imagen del cuerpo, destruccin que hace

    que las partes pierdan la ligazn con el todo para reaparecer en el mundo externo.

    La esquizofrenia se caracteriza por esta ausencia de ligazn entre el adentro y el

    afuera, no hay cadena asociativa que permita recuperar el vnculo existente entre

    los restos de esos mundos destruidos93.

    Pankow propone que en el trabajo con la psicosis ya no se trata de interpretar a

    primera vista lo reprimido; se trata de encontrar el acceso al dominio de lo

    psquicamente no representable. Por ello abordar lo no representado por

    medio de una dialctica de la estructura del espacio, para darle forma, para

    hacerlo representable94. 91Pankow,G.(1977)EstructuraFamiliaryPsicosis.Edit.Paidos.1979.BuenosAires,Pg.17.

    92Pankow,G.ElHombreysuspsicosis.Edit.Amorrortu,BuenosAires,1974,Pg.11.

    93dem,Pg.9.

    94Pankow,G.(1977)EstructuraFamiliaryPsicosis.Edit.Paidos.1979.BuenosAires,Pg.10.

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    En este sentido es que lo que se hace en un primer tiempo es dar reconstruccin y

    volver a asegurar la vivencia corporal que se encuentra fragmentada. Si en la

    neurosis se trata de situar la relacin de objeto y el metabolismo de la libido, en el

    tratamiento analtico de la psicosis, en cambio, el centro de gravedad reside en el

    principio de seguridad95, que podr ir modificndose a medida que se trabaja en

    relacin directa con el cuerpo y la posibilidad de reparar las estructuras rotas a

    partir de la mismas zonas de