El duende de El Retiro (Madrid)Por Ana González

Encima de una de las jaulas de piedra –que ocuparon unos osos pardos– de la antigua “Casa de fieras” del parque de El Retiro, se encuentra un duende de orejas puntiagudas, todo vestido de

verde, tocando tranquilamente la flauta.

Cuando muere Carlos II (1661-1700) sin

descendencia, le sucede en el trono Felipe V

(nieto de Luis XIV, rey de Francia), el primer rey

Borbón español que reinará desde 1700 hasta

su muerte en 1746. Cuando llegó a Madrid, acostumbrado a vivir en el lujo de Versalles, no encontró de su agrado

las residencias reales, por lo que en 1711 encargó

al arquitecto francés, Robert de Cotte, un

nuevo diseño, siguiendo la moda francesa, para

transformar el Palacio y los jardines del Buen

Retiro.

Como el Alcázar de Madrid fue destruido por un incendio

en la Navidad de 1734, la familia real decidió establecer su residencia en el Palacio del

Buen Retiro hasta que finalizaron las obras del

Palacio Real en 1764. De este modo, el rey paseaba

constantemente por los jardines quedando admirado

por la cantidad de flores distintas que lograba ver.

Según cuenta la leyenda, al rey le extrañaba cómo cambiaban las flores de un paseo a otro,

llegando a pensar que eran los jardineros que le querían

gastar una broma.

Uno de los trabajadores le confesó que era la

labor de un duendecillo al que habían querido dar caza sin lograrlo.El rey no supo qué

contestar. Pero, lo que sí es cierto, es que hasta el final de sus días, cada vez que daba un paseo por el jardín, las flores

iban cambiando.

Cuando la Corona cedió el parque para que fuera de uso público, las

parejas se acostumbraron a ir a la zona de la Casa de fieras, por hallarse más

retirada, y aseguraban que habían sentido la presencia de alguien.

Todas las informaciones aseguran que fue el escultor José Noja el que consiguió realizar esta escultura del duende en 1985. Lo cierto es, que no he encontrado confirmación de

que fuera este escultor el encargado de realizarlo.

Un poco de magia en la ciudad, viene bien.

Aseguran que quien logra verlo mantendrá una

relación dulce y estable con su pareja.

Ya sabéis,durante el próximo paseo,

buscadlo.