3
EL EJEMPLO ARRASTRA Cita Bíblica: Rut 1:818. El día de hoy no tienes fuerzas para levantarte, sientes que no existe una palabra para describir lo agotada que te sientes, la noche de ayer no pudiste dormir de tanto llorar, a veces piensas que ya no te quedan lágrimas, que por más que te expriman no van a lograr sacar nada de ti, pero al caer la noche, la soledad regresa y junto con ella, las lágrimas que brotan sin parar. Hace diez años que tu esposo se fue, dolió mucho el que de pronto te encontraras viuda, el que de la noche a la mañana, tu pareja de aventuras y amoríos, haya muerto, dejando atrás un vacío en tu cama, pero sobre todo un profundo vacío en tu corazón. ¡Cuán difícil fue el volver a sonreír! Pero por amor a tus dos hijos volviste a hacerlo, fue difícil no llorar cuando en las noches, tus muchachos decían Extraño a papá, tú con el ansia querías romper en llanto y poder gritar que era injusto, que no tenía por qué ser así, habían tantos planes, tantas risas, tantos viajes, pero fueron truncados por la horrible visita de la muerte; pero no, no te diste ese lujo y lo que salió de tu boca cada vez fue hijos Dios sabe el porqué era necesario que su padre partiera con él, debemos tener fe en que él sabe lo mejor para nuestra familia. Y así de la noche a la mañana, te convertiste en padre y madre para esos dos muchachos, a lo largo de esos 10 años, trataste de enseñarles el camino de Dios, les reprendiste cuando fue necesario, les mostraste como acercarse a Dios, sin importar que vivieran en una tierra extraña, lograste que su fe en Dios fuese genuina y real, usaste todas tus fuerzas para que se convirtieran en hombres piadosos, responsables y sobre todo temerosos de Dios. Poco a poco fuiste superando aquella pérdida tan dolorosa, fuiste saliendo hacia delante, conduciendo tu familia paso a paso en el camino del Señor, en medio de un pueblo extraño e idólatra. Hasta que el día menos pensado, uno de ellos se presentó con una muchacha que no conocías, poco a poco lo empezaste a notar más distraído, muchas veces lo encontraste con la mirada perdida en el cielo mientras tatareaba su nombre, fue entonces cuando te diste cuenta que tu muchacho estaba enamorado, pocos días pasaron y tuviste una fiesta donde tu pequeño se convirtió en todo un hombre de familia. No pasó mucho tiempo y tu otro pequeño también encontró una mujer que atrapó su corazón. Tu familia creció de la noche a la mañana, ahora hay dos jovencitas con las cuales platicar, compartir tu tiempo, enseñarles a guisar, en fin. Pero hay algo que no te gusta, ellas no creen en el mismo Dios que tú y tus hijos. Ellas buscan adorar al sol, a la luna, a los ídolos. Adviertes a tus hijos que mientras estén en tu casa ellas tendrán que respetar tu fe.

El Ejemplo Arrastra

  • Upload
    qpil

  • View
    213

  • Download
    0

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Reflexion sobre el ejemplo de Noemi hacia nosotros al permanecer fiel a Dios aun en medio de todas las situaciones dificiles

Citation preview

Page 1: El Ejemplo Arrastra

EL EJEMPLO ARRASTRA

Cita Bíblica: Rut 1:8–18.

El día de hoy no tienes fuerzas para levantarte, sientes que no existe una palabra para describir lo agotada que te sientes, la noche de ayer no pudiste dormir de tanto llorar, a veces piensas que ya no te quedan lágrimas, que por más que te expriman no van a lograr sacar nada de ti, pero al caer la noche, la soledad regresa y junto con ella, las lágrimas que brotan sin parar.

Hace diez años que tu esposo se fue, dolió mucho el que de pronto te encontraras viuda, el que de la noche a la mañana, tu pareja de aventuras y amoríos, haya muerto, dejando atrás un vacío en tu cama, pero sobre todo un profundo vacío en tu corazón.

¡Cuán difícil fue el volver a sonreír! Pero por amor a tus dos hijos volviste a hacerlo, fue difícil no llorar cuando en las noches, tus muchachos decían “Extraño a papá”, tú con el ansia querías romper en llanto y poder gritar que era injusto, que no tenía por qué ser así, habían tantos planes, tantas risas, tantos viajes, pero fueron truncados por la horrible visita de la muerte; pero no, no te diste ese lujo y lo que salió de tu boca cada vez fue “hijos Dios sabe el porqué era necesario que su padre partiera con él, debemos tener fe en que él sabe lo mejor para nuestra familia”.

Y así de la noche a la mañana, te convertiste en padre y madre para esos dos muchachos, a lo largo de esos 10 años, trataste de enseñarles el camino de Dios, les reprendiste cuando fue necesario, les mostraste como acercarse a Dios, sin importar que vivieran en una tierra extraña, lograste que su fe en Dios fuese genuina y real, usaste todas tus fuerzas para que se convirtieran en hombres piadosos, responsables y sobre todo temerosos de Dios.

Poco a poco fuiste superando aquella pérdida tan dolorosa, fuiste saliendo hacia delante, conduciendo tu familia paso a paso en el camino del Señor, en medio de un pueblo extraño e idólatra. Hasta que el día menos pensado, uno de ellos se presentó con una muchacha que no conocías, poco a poco lo empezaste a notar más distraído, muchas veces lo encontraste con la mirada perdida en el cielo mientras tatareaba su nombre, fue entonces cuando te diste cuenta que tu muchacho estaba enamorado, pocos días pasaron y tuviste una fiesta donde tu pequeño se convirtió en todo un hombre de familia. No pasó mucho tiempo y tu otro pequeño también encontró una mujer que atrapó su corazón.

Tu familia creció de la noche a la mañana, ahora hay dos jovencitas con las cuales platicar, compartir tu tiempo, enseñarles a guisar, en fin. Pero hay algo que no te gusta, ellas no creen en el mismo Dios que tú y tus hijos. Ellas buscan adorar al sol, a la luna, a los ídolos. Adviertes a tus hijos que mientras estén en tu casa ellas tendrán que respetar tu fe.

Page 2: El Ejemplo Arrastra

Los problemas poco a poco van invadiendo tu hogar, pero sabes que de tu lado está Dios, día y noche clamas por la vida de tus hijos y tus nueras, te aferras a la fe que te ha sostenido desde que tu pareja murió, las noches se vuelven largas mientras pasas las horas orando, intercediendo, clamando a Dios por qué alcance los corazones de tus hijos, para que no olviden en quien han creído.

Los conflictos se han intensificado en casa, las diferencias entre tú y las esposas de tus hijos son cada vez más ásperas, pero aun con todo, tratas de mostrarles que Dios las ama, que están en un camino de idolatría y muerte pero que en Dios está la salvación para sus vidas.

El día de hoy parece ser un día común como todos los demás, pero de pronto escuchas los gritos de tus nueras. De nuevo un escalofrío horrible estruja tus entrañas, trayendo recuerdos de ese fatal día de hace 10 años, sales corriendo, pidiendo a Dios que todo esté bien, sintiendo que tus piernas no responden, sintiendo que tu corazón quiere estallar en tu pecho, rogando en tu mente que no sea nada grave, pero al llegar encuentras a tus nueras llorando sin parar, es en ese momento que vienen a tu mente los recuerdos imborrables, en ese momento que de nuevo sientes que dolor que habías creído olvidar, es en ese momento que te enteras que tus dos niños han muerto.

Estás devastada, durante el sepelio todo mundo se dirige hacia las dos recientes viudas, “eran muy jóvenes para morir” escuchas a alguien decir “pobre de su madre, ahora si se quedó sola” comenta alguien más. Mientras ves a tus nueras llenas de dolor, maldiciendo a los dioses por arrancar de su lado a sus maridos, tantas risas, tantos viajes, pero fueron truncados por la horrible visita de la muerte; de pronto tú te levantas y ante la mirada atónita de todos, empiezas a cantar con una voz apenas audible, quebrada por el dolor…

“Dios no rechaza oración, oración es alimento, nunca vi un justo sin respuesta o quedar en sufrimiento”.

Nadie puede creer lo que estás haciendo. Algunos piensan que te has vuelto loca de dolor, pero aun así continúas cantando.

“Basta solamente esperar, lo que Dios irá a hacer, cuando él levanta sus manos es hora de vencer”.

¿Qué estás haciendo? ¿Cómo puedes adorar a Dios en este momento? Acabas de quedar completamente sola en una tierra extraña, tus dos hijos, tus pequeños, tus niños, están siendo enterrados ante el dolor tremendo de sus esposas pero sobre todo ante el dolor tremendo que hay en tu corazón, ¿Cómo puedes cantar en un momento así?, miles de recuerdos corren por tu mente, amplificando el dolor que hay en tu corazón, ¡cállate, no cantes! Tu mente te grita, pero en tu corazón hay algo cálido que no sabes cómo explicar, pero que te dice: “Calma hija no estás sola, yo aún estoy contigo”, sin saber de dónde, encuentras la fuerza para terminar de cantar:

Page 3: El Ejemplo Arrastra

“Oh alaba, simplemente alaba, si estas llorando alaba, en la prueba alaba, estás sufriendo alaba, no importa alaba, tu alabanza él escuchará”.

Dios va al frente abriendo camino quebrando cadenas sacando espinas manda a sus ángeles contigo a luchar el abre puertas nadie puede cerrar él trabaja para los que confían camina contigo de noche y de día levanta tus manos tu victoria llego comienza a cantar y…

alaba a Dios, alaba a Dios alaba a Dios, alaba a Dios. Días después decides regresar a casa, ya no hay nada que te detenga en este lugar, solo recuerdos tristes y soledad, te despides de tus nueras y lloran juntas, quieren estar contigo pero no quieres condenarlas a una vida de soledad, son tan jóvenes, merecen rehacer sus vidas, “¿qué van a hacer junto a una vieja como yo?” te atreves a pensar, pero de Ruth sale las palabras que nunca imaginaste escuchar: No me pidas que te deje; Ni me ruegues que te abandone, Adonde tu vayas iré y donde tu vivas viviré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios. Donde tu mueras moriré y allí mismo seré enterrada. Que Dios me castigue si te abandono, Pues ni siquiera la muerte podrá separarnos. Entonces en tu corazón vuelves a escuchar la voz de Dios decir “Tranquila, yo aún estoy contigo” ahora entiendes que sin importar las discusiones y problemas tu ejemplo y fe en Dios, ha impactado a esta joven para seguirte, que ha sido tu testimonio el que ha alcanzado el corazón de Ruth para dejar su familia y bienes atrás y seguirte para que tu Dios sea su Dios. Hermanas termino con esta pregunta ¿tu ejemplo ha impactado a tus hijas e hijos, a tus nueras o yernos, a los que te rodean a tal punto que puedan decir: Quiero que tu Dios sea mi Dios? Tal vez tus palabras puedan escucharse pero tu testimonio y ejemplo puede alcanzarles para gloria de Dios.