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1 EL EJÉRCITO HOPLITA Ángel Núñez Larrey Jéssica Guiot Méndez

El ejército hoplita

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EL EJRCITO HOPLITA

ngel Nez Larrey Jssica Guiot Mndez1

NDICE Introduccin Contexto histrico-cultural Del oikos a la polis o El nacimiento de la polis

El hoplita o Definicin o Armamento: Panoplia o Revolucin hopltica o El agricultor soldado Manifestaciones en el arte Conclusin Bibliografa

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INTRODUCCINEn las siguientes pginas vamos a hablar de valerosos guerreros, los llamados hoplitas, que a veces durante la formacin universitaria pasan desapercibidos y que tan importantes fueron para el desarrollo de lo que hoy estudiamos como polis, protagonistas ellos de las ms cvicas batallas, alejados ya de ese arcaico y pasado de moda hroe individual homrico. Veremos en primer lugar como se form la polis, iter largo y costoso en el cual se inserta el desarrollo de la falange y su tan ferviente revolucin en busca de sus ganados derechos . Importante tambin para el desarrollo del mundo occidental. Se desglosar el mundo del hoplita: su formacin, armamento, tcticas, pensamiento, revolucin y

miembros que conformaban la falange hoplita. Por ltimo, de manera fragmentaria y visual se ilustrarn las principales manifestaciones literarias con sus principales representantes y algunos de los restos del arte donde el hoplita ser el objetivo principal para el cincel y la pluma del artista.

Despide fulgor la enorme mansin Con el bronce Y los techos todos se han engalanado En honor de Ares Con cascos fulgentes, Y se bambolean blancos penachos De crin de caballo, Ornato de cabezas de varones; Remaches ocultan en derredor puestas Las grebas fulgentes de bronce, Contra el duro dardo, baluarte; Y arrojadas al suelo Cncavas adargas Y corazas de lino reciente Y a su lado, de Clcide, espadas, de hoja larga y ancha 3

Y a su lado, innmeras casacas y cintos; Y no es posible echarlas del pozo del olvido Ahora, cuando ya estamos volcados a la accin. ( Alceo 357 54 D)

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CONTEXTO HISTRICO-CULTURALNos encontramos en la poca arcaica, intermedia entre Homero y el clasicismo del siglo V, poca con caractersticas polticas y espirituales muy manifiestas respecto a la anterior y las siguientes pocas. Estas caractersticas estn en la base de la obra de todos los autores, aunque las soluciones que plantean son diferentes. Tras el periodo oscuro que sigue a las invasiones dorias, periodo en el que se establece el florecimiento de la pica, poesa que tiene sus races y busca su inspiracin en un pasado ya acabado, Grecia va despertando poco a poco y creando una nueva civilizacin y unos nuevos ideales. Surge una nueva vida, cuya base es la polis, que proporciona seguridad tras las invasiones dorias. Al mismo tiempo, la seguridad crea un nuevo desarrollo econmico, basado sobre todo en el comercio y la industria, que anteriormente no era fructfera. Ahora la aristocracia tiene nuevas fuerzas sociales enriquecidas que le disputan el poder: una aristocracia consolidada, la figura del mediador, el tirano que se apoya en las clases ms bajas del pueblo, el rencor de la aristocracia vencida y el triunfo de las masas, etc. En los fragmentos de estos poetas encontramos el reflejo de esta amalgama social. Por otra parte, el crecimiento de la vida provoca constantes conflictos entre las ciudades: las guerras de conquista y la fundacin de colonias, a veces en contra de intereses de otra ciudad, son los dos medios ms seguros para colocar el exceso de poblacin. Todo este conjunto de conflictos encuentra tambin reflejo en los poemas. Por tanto, los siglos VII, VI y comienzos del V son un mundo en lucha y conflicto constante, un mundo anrquico en el que existen diversas fuerzas, que a base de luchas continuas, van creando una nueva civilizacin. Es una poca creadora por excelencia, en la que nacen nuevas formas polticas, artsticas, poticas y filosficas. Todo ello dentro de una falta de normas preconcebidas, libertad y espontaneidad: se abren paso nuevas tendencias a travs de una vieja estructura. Estas nuevas tendencias se pueden resumir en una sola palabra: individualismo. Las luchas exteriores a su vez crean conflictos en el alma de cada hombre dando origen a la lrica en sentido moderno. La vieja aristocracia queda transformada muchas veces y es su voz la que llega a nosotros, sobre todo a travs de la elega y el yambo arcaicos. Es en esta poca cuando el poeta deja de ser annimo, como Foclides o Mimnermo que introducen en sus poemas su nombre, a diferencia de los poetas picos (aunque en Hesodo comenzamos a ver este posicionamiento). Un rasgo caracterstico es el inters 5

por hic y el nunc, es decir, el presente y no el pasado: exponen subjetivamente el ambiente en que se mueven. Se procura de este hic et nunc sacar enseanzas generales mediante la sentencia, el mito o la fbula. La aristocracia se consideraba como una clase superior y modelo para la comunidad: su poder y su riqueza se transmita por herencia sangunea. Esta sostena que slo ella posea la , un concepto en el que se incluan rasgos como el don de la poesa; pero no poda pedirse a los nuevos sectores sociales, que ascendan a la vida poltica, que aceptaran este ideal. Por el contrario tenan que tratar de racionalizar y moralizar este ideal y hacerlo asequibles a todos. Pero, un ideal que se encuentra en todos los poetas es la idea de la imposibilidad de defenderse del hombre, de la ausencia de bases slidas en que fundar su conducta y de la inseguridad de su futuro. Pero en esta experiencia e inseguridad se encontr un punto de coincidencia entre todas las fuerzas en conflicto y surgi el concepto arcaico del hombre como un ser muy limitado ante el poder de los dioses- concepto que en esta poca crea una filosofa de la vida. Este movimiento, relacionado con el nuevo tipo de religiosidad, representa una limitacin al individualismo. De hecho, hay muchas razones para pensar que fueron los aristcratas sus fundadores (y sostenedores), que as podran haber continuado guiando el pensamiento de la comunidad. Otro lmite al individualismo es el sentimiento ciudadano que se puede ver en Arquloco o en Mimnerno. Estos poetas, de forma gradual, van prestando atencin exclusiva al propio yo. Ahora, a la mayor parte de la poesa elegaca y ymbica, slo les interesa transmitir su pensamiento al resto de la comunidad, y poco a poco pasan a la expresin del propio yo. Al individualismo que hace nacer nuevas fuerzas y un estilo de vida le queda, despus de esta poca, mucho camino.

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DEL OIKOS A LA POLIS

El nacimiento de la polisEntre los siglos VIII y VI a.C. se produjo uno de los acontecimientos ms relevantes para entender todos aquellos cambios estructurales que se estaban fraguando desde la cada del mundo micnico: el nacimiento de la ciudad, de la poli. Una verdadera comunidad cuya prueba es que cada uno tiene su identidad: los espartanos se llaman a s mismos espartanos y as todas. Igualmente, la comunidad cvica tomaba las decisiones ms relevantes. Pero no slo eso, sino que desde este momento sern los ciudadanos los encargados de la defensa de la ciudad

Pues los hombres son la torre que defiende la ciudad

El nacimiento de la polis fue la consecuencia del sinecismo, consistente en la agrupacin de las aldeas dispersas (komai) en un mismo centro urbano y en el establecimiento de una administracin, de unos cultos y unas instituciones polticas comunes. Un proceso global en el que la poltica, la religin, la economa y la guerra tuvieron la misma importancia. Desde el punto de vista geogrfico, polis era una ciudad con su territorio y es que haba muchos residentes que subsistan de las rentas de sus campos, grandes terrenos de la aristocracia y oligarqua dominante adems de propietarios de pequeos terrenos. Pero la autarqua iba dejando paso al desarrollo lento de los intercambios comerciales por tierra y mar, que eclosionaron con la expansin colonial griega, la eubea en particular, y cuya prueba podra ser la aparicin de la figura del propietario o armador de navo desde el siglo VII a.C. La distincin entre centro urbano y pueblos no aparece todava en Homero, pero s que contamos con datos desde Atenas donde, por obra de Teseo, se abolieron progresivamente los distintos poderes locales y se llev a cabo un proceso de descentralizacin del poder. Pero el hecho de que fuese un rey quien impulsara esto no debe confundirnos, pues no se puede pasar por alto ni a la comunidad ciudadana ni a la gestin colectiva del poder, aunque se encarnase en la figura de un rey. Esta figura desapareci en muchas polis y sus papeles fueron tomados por magistrados (archontes) que en principio eran de familias aristocrticas. 7

. , , . [10] , , . : . :

Una cuarta especie de reinado es la de los tiempos heroicos, consentida por los ciudadanos y hereditaria por la ley. Los fundadores de estas monarquas, que tanto bien hicieron a los pueblos, ensendoles las artes o conducindolos a la victoria, reunindolos o conquistando para ellos terrenos y viviendas, fueron nombrados reyes por reconocimiento, y transmitieron el poder a sus hijos. Estos reyes tenan el mando supremo en la guerra y hacan todos los sacrificios que no requeran el ministerio de los pontfices, y adems de tener estas dos prerrogativas, eran jueces soberanos en todas las causas, ya sin prestar juramento, ya dando esta garanta. La frmula del juramento consista en levantar el cetro en alto. En tiempos ms remotos el poder de estos reyes abrazaba todos los negocios polticos, interiores y exteriores, sin excepcin; pero, andando el tiempo, sea por el abandono voluntario de los reyes, sea por las exigencias de los pueblos, este reinado se vio reducido casi en todas partes a la presidencia de los sacri-ficios, y en los puntos donde mereci llevar todava este nombre slo conserv el mando de los ejrcitos fuera del territorio del Estado.(Aristteles, Poltica 1285 b 5-14)

En ese desarrollo tuvo un gran papel los santuarios, cultos heroicos, santuarios no urbanos, etc. por la definicin del espacio de la polis y tambin en la integracin de la comunidad ciudadana a travs de la participacin cultural: la necesidad de tener una identidad genealgica a travs de un hroe fundador y buscar adems una divinidad protectora de la comunidad. Ya se ha hablado del gene y su funcin como institucin cohesionadora de los oikoi que se sentan descendientes de un ancestro comn. Cabe comentar tambin una institucin 8

paralela (y ms antigua quiz) que son las fratras (phratiai) o hermandades: Estas habran agrupado a las familias nobles en diversos gene y a sus descendientes y a los no nobles tambin, no reconocidos como miembros del genos. En los poemas homricos se poda ver como la fratra era una hermandad de carcter militar, pero la importancia que adquiri en la polis de poca clsica y su gran papel en el reconocimiento de los hijos legtimos (las Apaturias en Atenas) y, por tanto, de la ciudadana, obliga a pensar en un origen arcaico en Grecia. Las fratras eran un elemento mediador entre las tribus y las organizaciones familiares ms limitadas; esto se deduce del hecho de los privilegios que tenan en el reconocimiento de los derechos civiles y de ciudadana y su papel en el derecho sucesorio o en conflictos dados por las venganzas de sangre. Junto a las fratras grupos de no nobles se asociaron en grupos de carcter religioso, los orgeones, y ligada al culto aparecieron los thiasoi, cofradas culturales en las que se educaba a las jvenes de la nobleza (el caso de Safo en Lesbos). No obstante, desde el punto de vista poltico iba a jugar un primordial papel histrico la tribu (phyl). Estas escogan a las divisiones del cuerpo ciudadano y sus miembros se sentan descendientes de un ancestro comn tambin. A pesar de que el origen de este colectivo sea ms o menos oscuro, resultaron imprescindibles para la organizacin de la vida ciudadana, tanto desde el punto de vista poltico como cultural (con exclusin de esclavos, mujeres y extranjeros que no disfrutaban de los mismos privilegios que los varones libres) Era prerrogativa de estos ltimos el ocupar las magistraturas, de oficiar como magistrados ( archontes) , y por designacin de la asamblea y bajo control dela misma ostenta el poder. La asamblea (ekklesa) era la depositaria de la soberana popular: la comunidad cvica ms los campesinos. As mismo, los magistrados eran aconsejados y controlados por un consejo ( boul) cuya importancia era tambin destacable en el mbito judicial. El papel del basileus fue reducido paulatinamente y en muchas poleis acab por tener una funcin vinculada esencialmente a la religin. Otras formas de organizacin poltica surgieron en distintas zonas de Grecia y as en zonas como Macedonia o Tesalia las antiguas organizaciones tribales o monrquicas continuaron activas estableciendo una organizacin de estado federal conocida como koinn. El nacimiento de la polis fue un suceso de vital importancia para el desarrollo de eso que se llama el espritu griego. Por una parte, la palabra ( logos) adquirira una distincin que vertebrara el arte de la poltica y tambin iba a dar pie a una atencin al len9

guaje, a la retrica cuya plasmacin cultural es la aparicin de nuevos gneros literarios como la filosofa o la poesa lrica. Ese fecundo logos iba a democratizarse con la mutacin de la poesa cortesana en la poesa de los encuentros festivos, y al final de la poca arcaica ese ideal comunitario encontr su medio de expresin a travs de la tragedia y la comedia. Por otra parte, la socializacin de la poltica propici la publicidad de las manifestaciones ms relevantes de la vida social y cultural, y la posibilidad de que pudieran ser sometidas a juicio de la crtica del debate, de la dialctica. La recuperacin de la escritura contribuy al xito de ese proceso imparable y pronto aparecieron las reivindicaciones sobre la redaccin de las leyes. La conservacin e interpretacin de las mismas dejar de ser una prerrogativa del basileus y se trasformar en un bien comn aplicable a todos por igual. El nacimiento de la reflexin poltica y moral de carcter laico iba desde entonces a mediar en la resolucin de los problemas de la comunidad.

A finales del siglo VII a.C. y ya durante el siglo VI a.C.se vivi una poca de crisis, de disensiones internas en el seno de las ciudades y de concentracin de tierras en unas pocas manos, que condujo al pueblo a una situacin de penuria avasallamiento moral, La solucin vino de la aparicin en escena de los legisladores como Ptaco o Soln. La falta de bienes ( stenochora) encontr una salida en la expansin colonial griega

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EJRCITO HOPLTICO

Definicin

El hoplita era un ciudadano-soldado de las polis griegas. El trmino hoplita se deriva de - el escudo que ellos mismos portaban. Este tipo de soldados apareci a lo largo del siglo VII, en el momento en que adoptaron un nuevo tipo de armamento y nuevas tcticas para el combate. La aparicin de un nuevo tipo de armamento, la panoplia hoplita, provoc un cambio en la forma de combatir y una nueva formacin: la falange. La falange, al ser ms numerosa, supuso la participacin en la guerra de nuevos sectores de la poblacin que paralelamente reclamaron nuevos derechos y protagonizaron importantes cambios sociales, los cuales los llevaran, debido a su participacin masiva en el campo de la poltica, a lograr el control de los instrumentos de gobierno de las polis.

En qu se diferencia el hoplita de un guerrero arcaico?

Sin duda, es en el plan de comportamiento en lo que ambos se distinguen. En la poca arcaica, la guerra se concentra en combates singulares: son dos hroes de carcter excepcional los que se disputan el honor, hay una exaltacin del guerrero. En contraste con esto, la falange combate basndose en una accin colectiva, la batalla es librada por un grupo de hombres disciplinados de la misma manera: valores de dominio de uno mismo y orden, los integrantes pierden su individualidad para integrarse en un conjunto. En la falange cada escudo protege a su propietario y a su compaero, todos marchan al unsono, luchan codo con codo, mantienen la posicin hasta el ltimo momento, como bien muestra el siguiente fragmento de Tirteo: , , . Quienes codo con codo se arriesgan A luchar cuerpo a cuerpo y a marchar en vanguardia, Mueren menos y salvan a huestes que siguen tras ellos-, 11

En cambio ha quedado arrumbada toda la excelencia de los hombres que tiemblan. (Tirteo F. 11)

En lugar de haber un enfrentamiento entre dos hroes antagonistas, hay un enfrentamiento entre dos fuerzas polticas que se disputan el poder. No obstante, este arte de la guerra exiga un gran entrenamiento y ms an al pasar de un combate individual- de las epopeyas homricas- a un combate de un grupo cohesionado. En Esparta, por ejemplo, se le daba una gran importancia a la gimnasia para el entrenamiento de los hoplitas; en realidad, la gimnasia como un sistema de educacin colectivo ser una de las consecuencias de la falange. Estos realizaban ejercicios gimnsticos y rtmicos para su preparacin y disciplina. Hesodo hace una oposicin entre ambos guerreros: por una parte, habla de los guerreros llenos de hybris, movidos hacia la violencia pura, y la raza de los hroes, guerreros justos que aceptan someterse a un poder superior de la Dik. El combate de las falanges se basaba en unas reglas muy bien definidas: eleccin de un campo de batalla cerrado, acuerdos y alianzas, no utilizar lancees de loin ni flechas ni piedras que pudieran desvirtuar el combate. Adems, se entregaba un trofeo no al que haba destruido a un nmero ms grande de enemigos sino al que haba ejercido un empuje ms fuerte. Una tcnica que revoluciona la poca es el sistema de la doble defensa del escudo, ya que con ste no slo cambia la estructura del escudo usado en la lucha sino tambin el comportamiento del propio guerrero. Para los hroes homricos, el escudo era algo que poda abandonarse en un momento dado para escapar del enemigo, no obstante, para el guerrero hoplita abandonar su escudo era un acto de insolidaridad hacia la falange, se consideraba una traicin a sta. El escudo se convierte en el principal instrumento de cohesin, es decir, una tcnica de defensa contribuye a una transformacin social y mental. Otro de los rasgos que los diferenciaba de los guerreros arcaicos es que en ellos no haba lugar para manifestaciones mgico-religiosas de la fuerza, aunque a decir verdad no haba una racionalizacin pura ya que el sonido de la flauta, el pen que el grupo entero entonabarecordaba a esas manifestaciones; es ms, en Esparta, que era la ciudad ms poltica de todas, haba un culto pblico a Febo Apolo.

En realidad, el cambio cultural experimentado en la Grecia Arcaica y que conducira a la aparicin de la ciudad-estado como forma de organizacin poltica se debi a una 12

serie de transformaciones militares que tuvieron como resultado la introduccin de un nuevo mtodo de combate conocido como falange. La teora establece una secuencia evolutiva en tres fases: las transformaciones militares provocan una serie de cambios sociales, los cuales a su vez precipitan una reforma poltica profunda: de este modo, unos nuevos soldados (hoplitas) integrados en una nueva tctica (falange) conforman una nueva clase social que reclama mediante el empleo de la fuerza y la coaccin un lugar en las estructuras e instituciones de la ciudad.

Armamento: Panoplia

El armamento del hoplita consista en un equipo completo de un soldado de infantera pesada, o panoplia. Poda variar en algo de un soldado a otro pero, en poca 13

clsica al menos, haba unos elementos comunes para todos ellos. ste equipo bsico se compona de los siguientes elementos: lanza larga, escudo redondo de tipo , espada corta, coraza de bronce o casaca de cuero reforzado, casco de tipo corintio y grebas de bronce para las piernas. El peso de todo el equipo era considerable, poda oscilar de 22 a 35 kilos, por lo que generalmente cada hoplita, al menos los ms ricos, posean uno o varios esclavos que se ocupaba del cuidado y del transporte en mulas del material y del alimento durante las marchas. Entre stos esclavos, uno de ellos siempre mandaba sobre los dems, era el llamado paje de armas del hoplita (como los escuderos medievales), y generalmente conocan tambin el uso de las armas. Algunos de estos pajes de armas incluso acabaron participando en las batallas junto a sus amos integrados en la falange, cosa que no ocurrira hasta la guerra del Peloponeso, que requiri la recluta de gran cantidad de hoplitas. En poca arcaica ste equipo era ms pesado y ms completo, pero con el tiempo se fue aligerando y simplificando. Por lo general desaparecieron los brazales, las musleras, as como la segunda lanza utilizada como jabalina, elemento que a veces figuran en representaciones arcaicas. La coraza de bronce "acampanada", la ms empleada en poca arcaica, fue ahora sustituyndose por la citada casaca de cuero. An as, el equipo hoplita continuaba siendo muy costoso y requera una gran inversin por parte del soldado, quien deba sufragrselo por su cuenta. Pero no tena otra opcin si no quera combatir como remero o como infante ligero con las clases inferiores, ya que sufragarse el armamento era obligacin de todo ciudadano griego. Yvon Garlan nos dice que el equipo completo de un hoplita poda costar al menos cien dracmas ticas, lo que representaba aproximadamente el salario trimestral de un obrero medianamente cualificado. Segn Garlan, en la Atenas del siglo V a.C., solo poda exigirse un esfuerzo econmico de tal calibre a los ciudadanos que pertenecieran a las tres primeras clases censitarias, de las que los de la tercera, los zeugitas, constituan el grueso de los efectivos. Para ste autor, estos criterios de seleccin en el interior del cuerpo civil, deban de existir un poco en todas partes, y tambin en Esparta.

ste tipo de armamento se mantuvo entre los hoplitas hasta que las reformas armamentsticas de Filipo II de Macedonia y los gustos de sus soldados se extendieron entre los dems griegos. Bsicamente consistieron en la sustitucin del yelmo de tipo corintio y tico por los cascos de tipo frigio y beocio, que mantenan el rostro y las orejas descubiertas; la sustitucin de la lanza hopltica por una pica mucho ms larga llamada saris14

sa; y la adopcin de una espada ms larga en lugar de la corta xiphos. Pero para entonces los hoplitas ya se hallaban en proceso de desaparicin, y los nuevos soldados de infantera pesada de Macedonia ya no eran los ciudadanos-soldados sobre los que hemos tratado, por lo que volveremos sobre armamento clsico. Es ms, ste armamento descrito a continuacin ms en profundidad, acab por extenderse a otros pueblos mediterrneos no helenos que lo consideraron superior a suyo propio. Entre los que adoptaron parte del armamento y del modelo hoplita se encontraban sobre todo: los etruscos y otros pueblos itlicos, los pueblos sicilianos, los cartagineses, los persas en menor medida tras sus derrotas continuas contra los griegos, adems de algunas tribus ibricas. Sus vas de extensin fueron claramente los colonizadores helenos asentados en esos territorios, y tambin los mercenarios indgenas que combatieron contra o junto a los griegos.. Los hoplitas se armaban generalmente poco antes de la batalla, pues su armamento era muy pesado: el peso total de la armadura hoplita estaba entre los 22 y los 27 kilogramos. Cada hombre se haca con su propio equipo que no era uniforme en el ejrcito. Como resultado de la no existencia de un equipo comn, a menudo las tropas amigas no se reconocan Cada griego hoplita tena una armadura diferente, hecha a medida, y en el escudo colocaba los smbolos de su familia. Por el contrario, los espartanos tenan el mismo uniforme y la letra griega lambda () en sus escudos, en referencia a su tierra de origen, Lacedemonia (Esparta) Un dato revelador de la educacin espartana, que nos informa de su espritu guerrero, es que, a diferencia del resto de ciudades griegas, donde cada uno se costeaba su equipo militar, en Esparta era el Estado el que se lo procuraba a los ciudadanos. Desde luego, esto no conduca necesariamente, como veremos, a que el ejrcito espartano fuera esa formacin de infantes uniformados como si se tratara de un moderno ejrcito; los ajustes individuales en el equipo eran habituales e, incluso, necesarios, ya que la forma de la coraza, por ejemplo, deba ser lo ms ajustada al cuerpo de combatiente. Por lo tanto, aunque Esparta proporcionaba las armas, hemos de considerar tambin que los ms pudientes aportasen parte del equipo. Los espartiatas, como ya se ha indicado, formaban el ncleo principal del ejrcito de Esparta: los hoplitas.

Herodoto nos informa de que el xito de los griegos se debe a sus armas y armadura:

, 15

Los persas no eran inferiores en valor ni en fuerza, pero a la vez de un armamento slido, carecan de instruccin militar (Herodoto, IX, 62)

Las armas ofensivas

La lanza ( )

Era la tpica lanza de los hoplitas clsicos, con una longitud de entre 1,80 y 2,50 metros, superior a las jabalinas pero bastante inferior a las futuras sarissas macedonias y los kontos de caballera. Tena el asta de madera cilndrica. La punta sola ser de hierro y de forma lanceolada, de unos diez centmetros. Adems, en el otro extremo de la lanza, al pie, sola poseer una contera metlica de unos quince centmetros, o incluso una segunda punta. Esta lanza era la principal arma de acometida del hoplita y un elemento fundamental de la falange. En batalla no se empleaba como arma arrojadiza, como en poca arcaica, sino que los hoplitas de vanguardia la sujetaban horizontalmente con el brazo derecho, y la sostenan bajo la axila, mantenindola apretada al cuerpo, o bien la alzaban sobre su hombro, sostenindola con el brazo levantado, a la vez que avanzaban

contra el enemigo. La lanza de los de la primera lnea sola romperse -dado su escaso grosor- en el choque frontal; sin embargo, gracias a la puntera de bronce posterior, tramo con el que se quedara el hoplita en la mano, segua siendo til en el combate, al poder utilizar el regatn. Sin embargo los hoplitas de las filas posteriores la sostenan de manera diagonal o vertical, en espera de sustituir a algn compaero cado de la primera lnea. Podemos imaginar el aspecto de erizo que presentara una formacin de combate con cientos de lanzas en disposicin de embestida. Como inconveniente, los hoplitas se encontraban con dificultades de maniobra de la lanza en el seno de la formacin de la falange, dada la longitud del asta, de 16

ms de 2 metros. La tercera y cuarta filas tenan justo delante el regatn de las lanzas de las dos primeras filas. Haba que tener una gran concentracin para no herir a los compaeros con la propia lanza. El regatn o contera tambin serva como arma ofensiva, y se sola utilizar para ir rematando a los enemigos que quedaban yacentes a medida que la falange avanzaba. As mismo, se poda clavar el regatn en el suelo, en los momentos de descanso o en los campamentos. Por otro lado, serva de contrapeso a la punta de la lanza, y permita que se pudiera empuar hacia el tercio posterior del asta, lo que conllevaba que sobresaliera ms por delante de la formacin de hoplitas.

, . En el calor del choque, rotas las lanzas de la mayor parte de los combatientes Espartanos, iban con la espada desnuda haciendo carnicera en los Persas (Herodoto. VII, 224). , , . Emplearon primeramente las lanzas, que se rompieron en su mayor parte por los golpes que ellos mismos daban, de tal suerte que se lleg rpidamente a la espada (Diodoro de Sicilia, XV, 86).

La espada ()La espada: El arma principal era la lanza. Sin embargo, el hoplita tambin portaba una espada de hierro (), de doble filo y hoja recta, algo abultada hacia la punta. Su longitud, contando la empuadura, no sobrepasaba los 65 cm. Sola llevarse colgada de un talabarte, que se sujetaba en el hombro, cruzando el pecho. Tambin utilizaron una espada muy corta, casi un cuchillo, que vena a tener unos 30 cm.

La espada se utilizaba cuando la lanza se haba roto, lo que sola suceder con frecuencia, como se ha comentado, de forma especial en las primeras filas de combatientes. Con la 17

espada se poda cortar el asta de la lanza de los enemigos: al quedarse sin una formacin erizada de lanzas, la falange era ms vulnerable ante otra formacin de falangista, puesto que las lanzas de esta ltima impedan acercarse a los combatientes, de ah la necesidad de cortar las lanzas del enemigo con la espada. De la misma forma que suceda con la lanza, la lucha con espada beneficiaba a los ms altos, por la longitud de sus brazos, que permita golpear a una distancia mayor del combatiente enemigo. Los hoplitas utilizaron tambin otro tipo de espada llamada kopis o machaira que deriva de cortar-. Se trata de un arma de un solo filo y con la hoja gruesa curvada hacia dentro. Muy similar a la espada egipcia jepesh- y a la falcata ibrica.

Las armas defensivas

El escudo ()s, junto con la lanza, el arma ms importante de la panoplia. Se elaboraba con lminas de madera curvadas y encoladas. La parte interior era de cuero. El exterior se cubra habitualmente con una lmina delgada de bronce -medio centmetro de espesor- . Su peso rondaba los 7 kilos, o incluso algo ms. Tena forma de cuenco -debido a la curvatura de la madera-, y su borde exterior era casi plano, generalmente tambin reforzado con bronce. El dimetro oscilaba entre 90 y 110 cm.

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El agarre del escudo era una nota muy distintiva del hoplita, ya que no segua la pauta habitual de la empuadura central, que tena que ser sujetada por la mano del combatiente, sino que llevaba un agarre o embrazadura de bronce, en su parte central, lo suficientemente amplia como para pasar el antebrazo izquierdo -los zurdos tambin, por el sistema de combate de la falange, que luego veremos-, y la mano se cerraba bien sobre una cuerda, bien en torno a una pieza de cuero en el borde del escudo. Este sistema de agarre permita que la mano y la mueca no sufrieran tanto. Incluso se poda soltar la mano sin que el escudo se cayese, ya que an quedaba el antebrazo en la embrazadura central. Sin embargo, resultaba un mal escudo para los combates individuales, ya que apenas permita movilidad alguna, al ir sujeto al antebrazo, lo que obligaba a tener el brazo permanentemente doblado. Asimismo, como puede deducirse, era muy difcil de soltar con rapidez, lo que supona un riesgo, en algunas ocasiones, para el hoplita. La clebre frase de volver con l escudo o sobre l tambin nos ofrece una pista sobre esta dificultad: muchos hoplitas no se podran desprender a tiempo del escudo para iniciar la carrera de huida, y moriran con l prendido del antebrazo. Por otro lado, el peso obligaba a utilizar todo el brazo para sostenerlo a lo largo del combate. Por la posicin del brazo, flexionado en ngulo recto, necesariamente tena que sufrir un entumecimiento. Otro inconveniente era el de su tamao, notablemente grande. Mantenerlo en la posicin correcta, sin que basculase, supona un buen ejercicio de concentracin y fuerza. Por esto se utilizaba el hombro, en el que se poda apoyar el escudo cuando el brazo se cansaba. Esta operacin se vea facilitada por la forma cncava del interior. La rigidez en el embrazamiento provocaba que el flanco derecho de las falanges quedase ms desguarnecido: el escudo se sostena con el brazo izquierdo, y dada su forma redondeada y el combate en lneas cerradas, generaba una cierta desproteccin del flanco derecho.

Sobre el esfuerzo de portar el escudo nos ilustra este fragmento de la Anbasis: : , , : , .

Entonces Sotridas de Sicin replic lo siguiente: No estamos en igualdad de condiciones, Jenofonte. T vas a caballo y yo estoy completamente destrozado a fuerza de 19

llevar el escudo Cuando Jenofonte oy estas palabras, se baj del caballo, lo arrastr fuera de la fila y, arrancndole el escudo, prosigui la marcha con l en las manos lo ms deprisa que pudo... ( Jenofonte, Anbasis. III, 4, 47-49).

Tambin Tucdides nos relata un hecho que nos da idea de lo molesto que poda resultar el escudo fuera de la propia formacin de combate, al narrarnos como los platenses, en el ao 429 a.C., durante las Guerras del Peloponeso, con la intencin de romper el asedio de los espartanos, salieron armados exclusivamente con las armas de ataque, mientras los seguan de cerca otros hombres que portaban los escudos

, , .

Para facilitar su avance, otros les seguan, llevando sus escudos, los cuales deban pasrselos en el momento del combate cuerpo a cuerpo. (Tucdides, III, 22)

El tamao del escudo obligaba a reducir su espesor, unos 1,5 2 cm. Esta delgadez tena un riesgo: los escudos de la primera lnea de choque probablemente se romperan al empuje de la fuerza del enemigo no olvidemos que su alma era sobre todo de madera-. Si a esto sumamos que las lanzas tambin se solan astillar en este choque brutal, obtenemos una escena de gran destruccin y violencia en la primera lnea de la falange, con hoplitas sin escudos o con ellos parcialmente destrozados, al igual que las lanzas. Obsrvese que, por la forma circular del escudo y su dimetro, parece que el escudo se desaprovecha, ya que la mitad izquierda no est delante del cuerpo del hoplita, sino que sobresale de su cuerpo. Esto se debe a la tctica de combate de la falange: la mitad izquierda del escudo protege la parte derecha del compaero de formacin. Recordemos nuevamente como la educacin del espartano buscaba la integracin perfecta de la comunidad de los iguales. La formacin espartana de combate era un fiel reflejo de su espritu colectivo, cada hombre no es nada de por s, slo el cuerpo conjunto de los homoioi lo es; cada combatiente es responsable de la seguridad no slo del guerrero que lucha junto a l, sino de todos los infantes de la formacin sus iguales, no lo olvidemos-, puesto una debilidad de uno de ellos poda poner en peligro la formacin entera.

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En efecto, desprenderse del escudo durante el combate era poner en peligro no slo la propia vida, sino la de todos los miembros de la falange, ya que todos los escudos formaban la barrera infranqueable de la formacin. Que un hombre de la primera lnea soltase el escudo poda suponer una brecha por donde el enemigo entrara en el cerrado cuadro de hoplitas. Plutarco nos cuenta que los hombres llevan los casos y las armaduras para cubrirse ellos mismos, mientras que se toma el escudo para la proteccin comn de toda la lnea ( Plutarco. Moralia. Dichos destacados de los espartanos. De Demarato.)

Esta pieza de la panoplia era tambin un arma ofensiva, ya que con el escudo se gestaba una buena parte de la tctica de la falange: empujar con todos los escudos a la vez, hasta formar una masa compacta frente al enemigo. Se ha descrito este tipo de combate como una mele de rugby en la que las dos formaciones empujan la contraria.

Los escudos espartanos llevaban una lambda, de Lacedemonia, a diferencia de las dems ciudades griegas, en las que cada uno grababa un signo de su eleccin, aunque ms tarde algunas otras pleis siguieron el ejemplo espartano.

El casco ()Normalmente de bronce y de tipo corintio. El casco, en este tipo de combate, de encuentros breves pero muy violentos, deba de proteger tanto la cabeza como el rostro. 21

El casco corintio se sola moldear sobre la base de una nica lmina de bronce, lo que requera una gran pericia en el forjado. El interior sola estar forrado, habitualmente con fieltro, con el objeto tanto de amortiguar los golpes como de evitar rozaduras en el cuero cabelludo. Este acolchado se cosa al casco. Tambin se utilizaron gorras de fieltro. Su forma es la de un capacete de bronce con perforaciones horizontales para los ojos, y una vertical para la boca y la nariz. No resultaba especialmente pesado, unos dos kilos, pero s deba ser muy molesto, ya que cubra la cabeza casi por completo, como se ha comentado. Era muy poco confortable, sobre todo con el calor del verano griego. Asimismo, hay que recordar que los espartanos llevaban los cabellos largos, lo que haca que llevar el casco fuera todava ms sofocante.

Este modelo primitivo sufri cambios a lo largo del tiempo: se agrandaron las aperturas para los ojos y para la boca. Tambin se practicaron unas aberturas para las orejas. Al agrandarse esas aberturas, se aadi una placa para la proteccin de la nariz, que en el modelo antiguo quedaba al descubierto. Este casco estaba adaptado al tipo de combate en falange, es decir, permita ver lo que haba delante del combatiente, pero no a los lados, lo que, en principio, no era necesario ya que la falange supona un muro mvil de hoplitas que se protegan los unos a los otros. Tambin tena el problema de la audicin de ah que se le practicaran con el tiempo aperturas para los odos-, aunque esto no deba conllevar mayores inconvenientes en los choques frontales que eran los ms comunes. Como puede verse se trata de un casco para luchar dentro de una formacin, ya que no est diseado para un combate individual, en el que el guerrero debe controlar toda la periferia, y ser consciente de cualquier sonido lateral que le advierta de un peligro.

Debido a que el casco no permita escuchar las rdenes, stas se transmitan mediante trompas o trompetas. Este mismo hecho dificultaba los ataques nocturnos: al no poder or las rdenes ni ver lo que suceda a su alrededor, el combate deba desarrollarse con luz suficiente. El combatiente se encontraba realmente aislado, a pesar de situarse en una fila de la falange: apenas oa ni vea nada, y toda la comunicacin se reduca a los hombres prximos. Cuando el casco era golpeado se mova, y esto provocaba que su visin an disminuyera ms.nA menudo se adornaban con una crin de caballo, bien directamente sobre el casco, bien con un soporte especial que se colocaba en la parte superior. Ello haca que el combatiente pareciera ms alto y peligroso. 22

.

Adems del casco corintio los griegos los utilizaron de otros tipos, como el calcidio, muy similar al corintio, o el tico, con las El casco (kranos) era de bronce y existan diversos modelos, el ms difundido fue el corintio, que estaba dotado de un protector nasal y de dos grandes carrilleras que protegan las mejillas. Entre los cascos corintios, los ms caractersticos del hoplita, tambin haba diversos modelos que evolucionaron a lo largo de los siglos. Los ms antiguos posean unas carrilleras muy cerradas, entre ellos el conocido como Myros, muy empleado en el siglo VI a.C., hasta el punto de que incluso podan unirse cubriendo la barbilla del soldado (en la imagen el segundo casco del 550 a.C.). stos cubran pues todas las partes de la cabeza, excepto las ranuras de los ojos y la de la boca y barbilla. Con ellos, se reduca notablemente la audicin del soldado y, sobre todo, la visibilidad, ya que evitaba la visin hacia los lados y hacia arriba si no se giraba el cuello. El hoplita que avanzaba en la falange con ste tipo de yelmos, solo tendra la vista puesta en el frente.

A partir del siglo V a. C., el casco corintio comenz a sufrir sus mayores evoluciones, y la mayor novedad fue que dejaba al descubierto las orejas para que el soldado pudiera escuchar mejor. Entre estos ltimos, fue famosa la variante tica, que adems de libe23

rar las orejas, redujo mucho el tamao de las carrilleras y de la parte frontal, siendo mucho ms fresco que otros modelos, adems de que permita una mejor visin y audicin al soldado (en la imagen el primer casco del 500 a.C.). Algunos hoplitas posteriores comenzaron a utilizarlo con carrilleras metlicas articulables, las cuales podan levantarse y dejar el rostro al descubierto, lo que era muy til en los momentos previos o posteriores al combate, cuando el calor y el sudor azotaban las cabezas de los soldados. Sin embargo, los anteriores modelos corintios, ms populares, podan retirarse de la cabeza hacia atrs y se sostenan solos en la coronilla, como puede apreciarse en numerosas representaciones de la poca. Incluso tambin comenzaron a fabricarse cascos sin carrilleras y sin protector nasal, lo que dejaba todo el rostro descubierto, modelo ms del gusto de los ticos que de los sufridos peloponesios. De todos modos, no hay que olvidar que estos cambios dependan de los artistas armeros que los fabricaban, y tambin de un lugar u otro, de forma que circulaban todo tipo de modelos diferentes, eso s, casi siempre corintios, y convivan los modelos ms antiguos con los ms novedosos, segn el gusto o capacidad adquisitiva del hoplita.

Los hoplitas ms ricos e importantes, adquiran cascos de mayor calidad, a veces decorados con grabados o pinturas. No hay que olvidar adems, que la mayora de ellos adornaban sus cascos con grandes penachos coloridos (Stephanos). Habitualmente estaban fabricados con crines de caballo tintados, fijndolos con un pasador por delante y otro detrs. En un principio estuvieron de moda los ms grandes y largos, haciendo que colgaran por la espalda como una coleta, pero progresivamente fueron siendo reducidos o acortados por motivos de comodidad. Tambin hay que destacar que, desde el siglo V a.C., algunos hoplitas de una misma ciudad acostumbraron a teir las crestas de sus cascos con los mismos colores, como las franjas negras y blancas alternadas de los espartanos. Por ltimo, decir que todos estos yelmos estaban forrados por dentro con fieltro, piel o lino, pegada con resina como manera de sujecin, aunque en pocas anteriores al siglo VI a.C. se les haca sobresalir un poco sobre el reborde exterior, cosindolos a travs de unos agujeros practicados en la parte inferior del casco. Con este acolchado, el yelmo se adaptaba mejor a la cabeza del soldado, que la mantena presionada y adems no lo incomodaba. Algunos hombres, bajo el casco, llevaban una cinta en la frente que, adems de recogerles el cabello, proporcionaba cierto soporte para que el casco quedara fijo. Carrilleras ms pequeas y sin protector nasal.

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La coraza ()Aunque en los siglos precedentes se empleaba una coraza totalmente de bronce (), con una caracterstica forma "acampanada", debido a unos rebordes salientes en la parte inferior. La coraza broncnea deba de pesar bastante, entre 15 y 20 kilos. Se necesitaba ayuda para colocarla. Asimismo, se elaboraba a medida de cada combatiente. Esta fue siendo sustituida paulatinamente por una especie de coselete de cuero y lino (Linothoorax), de influencia asitica, que fue la empleada primordialmente por los hoplitas del perodo clsico. Estaba realizada con varias capas de lino endurecido y pegadas entre s, pudiendo ser reforzada con escamas de bronce o hierro. Se abrochaba por los hombros, el pecho y el vientre mediante cintas de cuero. Los brazos quedaban libres para una mayor movilidad. Muchas de ellas contaban con un peto metlico escamado que protega la parte central del torso del guerrero, mientras su parte inferior tambin poda estar realizada con dos capas de tiras de cuero superpuestas (pteruge) que protegan los muslos y las ingles. Desde que se reforz con esa especie de faja metlica, aumento su precio hasta convertirse en uno de los elementos ms caros de la panoplia hopltica, siendo inalcanzable para los ciudadanos ms pobres. An as era una coraza que mereca su precio, siendo muy flexible y ligera, lo que permita gran variedad de movimientos, y adems era lo suficientemente recia para proteger de tajos de espada y de otro tipo de ataques. Se utilizara indiscutiblemente por los soldados de infantera pesada de todo el Mediterrneo, hasta que fue progresivamente sustituida por la cota de mallas (lorica anillae), de origen cltico, a partir del siglo III a.C. Durante el verano la coraza propiciaba una gran acumulacin de calor; a pleno sol, el bronce deba incluso de quemar. A su vez, el lino, cuero o fieltro que se llevaba debajo del casco, la coraza o las grebas, para proteger el cuerpo del combatiente de las rozaduras con el metal, deba aumentar las dificultades en la transpiracin. Deban sufrir sed, debido a la sudoracin excesiva; Tucdides habla de la sed y el sol. Asimismo, la lluvia aumentaba las dificultades: se empapaban la ropa y los fieltros; el peso de la armadura complicaba el avance por el terreno.

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Las grebas ( )Se trata de una proteccin para la zona delantera de las piernas, que sola cubrir desde el tobillo a la rodilla. Su uso estaba muy extendido entre los guerreros de distintos pueblos, aunque sola ser de piel o tela. Las de los hoplitas eran de bronce, aunque presentan unos orificios en los bordes para sujetar un forro interior que evitara el roce. Con las grebas se consegua proteger las piernas ya que con el escudo circular stas quedaban desguarnecidas -de aqu que con los escudos romanos, las grebas fueran desapareciendo-. Nada impeda llevar una sola espinillera, en la pierna izquierda, como prolongacin

del escudo, aunque era ms comn llevarlas en ambas. Las grebas o espinilleras griegas eran del tipo semirrgido: con forma anatmica, se ajustaban a la pierna no con correajes como el tipo rgido- sino como una pinza, envolviendo la pierna casi completamente. Se ajustaban por la elasticidad del bronce. Los orificios que presentan algunas de ellas no servan para sujetarlas mediante cintas de cuero a las piernas, sino para atar algn fieltro protector de la pierna, como acaba de indicarse.

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Servan tanto para los ataques con flechas que pudiera sufrir la falange, guarneciendo un zona con poco msculo como es la tibia, as como para parar los golpes bajos de espada o lanza en la primera fila de falangistas. Sin embargo, generaban el inconveniente de introducir rigidez en las carreras; de ah que el estilo de combate de la falange no incluyera este tipo de movimientos rpidos. El movimiento del combate y los golpes recibidos podan deformarlas, lo que an era peor. Por estos motivos, estas grebas de ajuste directo son sustituidas posteriormente por otras con sujeciones de cuero que, aunque ms rgidas, al no envolver la pierna hasta los gemelos, permitan mayor facilidad para la carrera, y era posible desprenderse de ellas cortando los amarres, si llegaban a deformarse.

La capa ( )Por ltimo hay que destacar que las capas o clmides an sin ser armas, formaban parte de la vestimenta oficial del hoplita. En un principio slo deban de tener funciones de abrigo, pero desde mediados del siglo V a.C. se convirtieron en un elemento de reconocimiento, primando ahora las de lino sobre las de lana. Se convirtieron en algo as como un uniforme militar. No se sabe a ciencia cierta si todas las polis tenan un color propio, parece poco probable, pero en el caso de Esparta s que se dio. Segn Jenofonte, ("La Repblica de los Lacedemonios", 11-3), el legislador Licurgo, en el siglo VII a.C. orden a los espartanos adoptar mantos y tnicas de color escarlata que, segn l, eran atuendos "menos afeminados y ms propios de un guerrero". Este manto militar espartano, fino y austero, era conocido como tribn, y acompaaba a los guerreros en todas sus campaas y serva para protegerlos del fro durante las noches en las que acampaban al raso. Deba ser uno de los bienes ms preciados de todo guerrero espartano, ya que afirma Plutarco ("Licurgo" 27-1), que era la nica prenda que acompaara al guerrero en el momento de su enterramiento, junto a una corona de hojas de olivo. Tambin observa Plutarco ("Obras morales y de costumbres", 238F), que slo la visin de la tnica 27

escarlata poda provocar el terror en un enemigo poco experimentado, as como permita a los suyos camuflar las manchas de sangre de sus heridas. Probablemente era la fama que ya acarreaban los hoplitas espartanos lo que provocara ese terror, cuyos enemigos podran reconocerlos por sus capas a distancia. No sabemos a ciencia cierta si los atenienses buscaron un sistema de diferenciacin similar empleando mantos con un color distintivo, no existen evidencias al respecto, aunque s conocemos que sus hoplitas efebos (los jvenes novatos) vestan todos mantos negros que los distinguan como tales. Los hoplitas espartanos, con sus mantos de color escarlata, sumadas a las crines negras y blancas de sus yelmos, y a la Lambda pintada en sus escudos, posean una autentica uniformidad militar para la poca de la Guerra del Peloponeso.

Por ltimo, llevar el pelo largo era un arcasmo dentro de las ciudades griegas, y un signo distintivo de los hoplitas espartanos. Los cuidados para el pelo antes de la batalla podan constituir parte de un ritual primitivo, Nos narra Herodoto que los espartanos, antes de la batalla de las Termpilas:

, .

..algunos de los cuales se dedicaban a realizar ejercicios gimnsticos, mientras que otros se peinaban (Herodoto, VII, 208).

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La revolucin hoplita

Al aparecer los aristcratas, que hasta ese momento haban desempeado la funcin guerrera, son desplazados por esta nueva clase guerrera formada de ciudadanos no nobles que haba pasado a ser una nueva clase influyente de propietarios. As, la nobleza haba perdido el privilegio de defender al grupo social en beneficio de aquellos que podan pagarse el equipamiento de un hoplita o panoplia. La estructura militar anterior a la falange hoplita estaba monopolizada por la aristocracia, de hecho existan unas leyes dentro del ejrcito que favoreca a esta clase: una de ellas mostraba que los armamentos eran adquiridos de acuerdo con el poder adquisitivo de cada miembro del ejrcito y la otra deca que el botn de guerra se divida de acuerdo con la eficiencia de cada miembro del ejrcito en el campo de batalla. As, los aristcratas, que eran un grupo ms bien minoritario, posean los mejores armamentos y disponan de privilegios como el uso de caballos , lo que les garantizaba mayor eficiencia en los campos de batalla y mayor parte del botn. Las otras clases sociales, posean los peores armamentos y, por tanto, tenan una ms pequea eficiencia en los campos de batalla y esto a su vez repercuta en que reciban la ms pequea parte del botn. Pero, al aparecer, los aristcratas, que hasta ese momento haban desempeado la funcin guerrera, son desplazados por una nueva clase guerrera formada de ciudadanos no nobles, de campesinos, que haba pasado a ser una nueva clase influyente que podan pagar el armamento necesario. As, la nobleza haba perdido el privilegio de defender al grupo social en beneficio de aquellos que ahora s podan pagarse el equipamiento de un hoplita o panoplia. Esto har que cada vez los campesinos reclamen ms poder frente a la nobleza y comience la denominada revolucin hoplita. Esto sentar la base de todo el desarrollo poltico griego y de la democracia- democracia de base rural. Estaba naciendo esta clase media de artesanos y comerciantes (burgueses), que con los colonizadores se estaban convirtiendo en personas ricas, fletaban barcos, tenan oficios y talleres o posean pequeas propiedades. A partir de la Segunda colonizacin, se estaba produciendo una nueva estructura social, en la cual la clase social ms prspera segua siendo los latifundistas, excluyendo a todo aquel que no fuese aristcrata. Bajo ellos se situaban los comerciantes y artesanos, y en el ltimo estamento estaba configurado por los campesinos no emigrados, con mltiples problemas, junto a ellos,

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los esclavos (domulos), que aumentaron en nmero con las colonizaciones, pasando a ser un medio de produccin.

Las reivindicaciones por parte de la clase media y las reivindicaciones de los campesinos y las clases bajas. La burguesa reclama ms participacin poltica y ms derechos, ya que algunos burgueses llegan a ser ms ricos que los propios latifundistas, mientras que las clases bajas reivindican sus derechos en base a la reforma militar que se produca en otra Polis, la Reforma Hopltica. La reforma hopltica, se basa en que la guerra no solo era competencia de los Aristoi (aristcratas), sino que las batallas se ganaban en base a grandes formaciones de soldados disciplinados, compactos, bien armados y entrenados y para ello se necesitaban a las clases bajas y clases medias como fuerza de choque, como infantera ligera o pesada llamada Hoplita) por el escudo hoplon.

Paralelamente, aparecen en torno al 650 las tiranas arcaicas griegas , introduciendo la idea, de que el pueblo deba formar parte del gobierno de la ciudad. Nadie haba planteado este sistema de gobierno hasta el momento y result novedoso y tan revolucionario, que durara hasta Alejandro Magno. Estos gobiernos surgen debido a la Stasis: Entre el siglo VIII VI, hubo una grave crisis socio-poltica, que afect a los pequeos propietarios, amenazados por los latifundistas y oprimidos por las poderosas oligarquas, que monopolizan las instituciones, el poder y los puestos de vanguardia. Para el pequeo campesino esta situacin se manifestaba ante el riesgo de perder su parcela por las compras indiscriminadas de los latifundistas o el problema del hambre, la deuda (al comprar herramientas, abonos) y la esclavitud (si no pagan las deudas, pasaban a ser esclavos), A esa poca y a fenmenos de descontento, los griegos lo llamaban la stasis, que es el ambiente social de crisis, caos y desorden social, que afectaban principalmente a los griegos que vivan del campo.

Por tanto, el cambio cultural experimentado en la Grecia Arcaica y que conducira a la aparicin de la ciudad-estado como forma de organizacin poltica se debi a una serie de transformaciones militares que tuvieron como resultado la introduccin de un nuevo mtodo de combate conocido como falange. Hubo una secuencia evolutiva en tres fases: las transformaciones militares provocan una serie de cambios sociales, los cuales a su vez precipitan una reforma poltica profunda: de este modo, unos nuevos soldados (hoplitas) integrados en una nueva tctica (falange) conforman una nueva clase social 30

que reclama mediante el empleo de la fuerza y la coaccin un lugar en las estructuras e instituciones de la ciudad.

El agricultor soldadoHablar de campesinos en la ciudad puede parecer paradoja, no slo porque, como es lgico, la ubicacin obligada de los agricultores debera ser en el campo, sino sobre todo porque uno de los modelos ms difundidos acerca del campesinado ha postulado una distancia infranqueable entre la vida agraria y el mundo urbano. No es que no haya relacin entre los campesinos y la ciudad, todo lo contrario. Pero lo que esta visin afirma es la subordinacin de los labradores al sistema urbano y es debido a esta sumisin que el campesinado como tal hace su aparicin histrica-como ya se ha comentado: La interdependencia econmica de la aldea campesina y la ciudad halla expresin poltica en las instituciones de control de la comunidad local por el poder ejercido desde la ciudad. Las relaciones establecidas entre aldea campesina y el mundo urbano son tanto polticas como econmicas. Donde la comunidad local es todava ms o menos tribal, el control urbano puede ejercerse mediante expediciones punitivas, real eso potenciales, pero cuando el campesinado est plenamente presente, el control secular e impersonal de la ciudad es continuo y preciso Desde esta perspectiva la ciudad resulta un polo de poder que define al campesino. ste traba distinta relaciones con ese polo, empezando por la posibilidad de colocar all sus excedentes vendibles. La ciudad tambin puede permitirle, bajo ciertas condiciones, desplegar un conjunto de relaciones ligadas a consideraciones de ndole estatutaria. Formas culturales, calores derivados de la civilizacin urbana, etc., pueden transformarse en factores que sirvan de referencia para la propia definicin del, campesino. Pero todos los elementos del modelo tienden a subrayar que, ms all del conjunto de interacciones producidas entre el mundo rural y el urbano, el campesino no forma parte de este ltimo sino que se define en un contraste necesario con l. La formacin de la ciudad-estado con sus fundamentos materiales, espaciales y econmicos, con sus esquemas imaginarios y religiosos, con sus sitemas militares, polticos y sociales, es un proceso que se da en el transcurso de la era arcaica, aunque como tal no finaliza a comienzos del siglo V. Se trata de un movimiento constante, dinmica que a veces resulta difcil de apreciar debido al carcter de la documentacin que poseemos, pero que cuando se exhibe, deja ver que el cambio est siempre producindose. Sea co-

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mo fuere, cabe decir que con el sinecismo emerge la polis como modo peculiar de organizacin social del mundo griego. Pero esto no se da linealmente; el proceso de formacin de la polis signific no slo la unificacin territorial de las comunidades aldeanas y una organizacin poltica igualitaria derivada de la matriz segmentaria de una aldea, sino tambin la conformacin de la estructura militar tpica de la ciudad-estado, definida por la falange poltica. Estos aspectos comportan otras tantas facetas de una situacin nica que queda expresada en la figura del campesino en tanto que ciudadano y soldado, que detenta derechos de propiedad sobre un lote de tierras de la polis, ocupa un lugar en las asambleas resolutivas y combate codo a codo con sus conciudadanos enrolado en la infantera. La prerrogativa principal del ciudadano que pone de relieve esta configuracin es la defensa del territorio, que no es otra cosa que asegurar las condiciones de reproduccin de la polis. De esta forma cada ciudadano es a la vez un soldado que debe defender su territorio si quiere que la comunidad se perpete, dado que, en teora, ello implica conservarse y reproducirse como propietario. Se percibe as que la guerra, defensiva o expansiva, resulta ser un factor vital para la apropiacin del territorio y el desarrollo de las condiciones econmicas de la ciudad-estado. La aparicin del ejrcito poltico se ha analizado como una reforma o revolucin producida a mediados del siglo VII que provoc no slo cambios de tipo militar sino tambin cambios polticos y mentales. Paralelamente, a partir de diversos argumentos, se ha llegado a una conclusin que desafa la consistencia de la explicacin esgrimida por os adeptos de la primera postura: no hubo reforma poltica sino un desarrollo gradual de la falange, junto con lo cual se produciran adaptaciones y cambios en el equipamiento para hacer ms efectiva la forma de combatir que se estaba desarrollando. En este contexto, lo ms importante para este propsito aqu es la reconsideracin de los poemas homricos en funcin de la informacin que ofrecen sobre las formas polticas de hacer la guerra. Si en la Ilada se pueden ver ya ejrcitos que pelean en masa es porque, al menos desde el siglo VIII, la relacin entre la aristocracia y el resto de la poblacin, en especial los labradores de rango poltico, estara establecindose sobre unos fundamentos sociopolticos que permitiran una equiparacin. Esto, se claro, no hara que el predominio de la aristocracia se borrara totalmente, pero s conseguira que los agricultores hoplitas se constituyeran en el grupo primordial entre los ciudadanos de las poleis en formacin. Del mismo modo, de la misma manera en que los poemas homricos han permitido percibir una estructura aldeana de base segmentaria, cuya equidad se transforma en un ras32

go cardinal de la polis griega- haciendo de los campesinos autnomos el grupo principal de la misma-, as tambin con la formacin del estado a partir del sinecismo y los dems procesos que lo acompaan, esa dinmica campesina relativamente igualitaria aparece impregnando las formas de organizacin militar. Si bien es verdad que junto con la unificacin del espacio rural sobre la base aldeana previa se da una confluencia aristocrtica que busca, y en alguna medida logra, controlar a favor suyo la situacin, de todos modos, esto no dio lugar a una completa subordinacin del campesinado en los trminos tradicionalmente conocidos en muchas sociedades agrarias, sino que por distintas razones la aristocracia y los labradores de rango poltico se integraron (en un proceso altamente conflictivo, como ya hemos dicho) en un espacio igualitario que fue implantndose en las instituciones de buena parte de las poleis. En este sentido, la formacin de la falange poltica resulta, segn Aristteles, un proceso ntimamente ligado al desarrollo de la polis temprana. Las asambleas de guerreros, el reparto igualitario del botn, etc., parecen certificar que el igualitarismo aldeano, elevado posteriormente a la estructura segmentaria de la polis, se impone asimismo- y a pesar de la presencia de los vacilis- en el orden del campo de batalla. Y as como en el plano poltico no existan en las ciudades-estado cuerpos de expertos separados de los ciudadanos que concentraran en sus manos la tarea de tomar las decisiones que la polis necesitaba, sino que eran los propios ciudadanos, por lo general cualificados a partir de la posesin de tierras, los que tenan la facultad de decidir, as tambin en el plano militar no haba una clase guerrera especializada sino que eran los ciudadanos mismos, los agricultores independientes que conformaba el grupo ms numeroso y significativo de la mayora de las poleis griegas, los que combatan para defender sus tierras. Su absoluta identificacin con sus posesiones agrarias, que les permita obtener la subsistencia as como detentar el rango de ciudadano, prescriba su lugar en la batalla hopltica

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MANIFESTACIONES EN ARTE LiteraturaElega guerrera: Al igual que la pica, la lrica utiliza el mito como instrumento y forma de recrear el pasado para explicar el presente, con lo que en el presente quedan incorporados de alguna manera los valores de la pica. Intenta conectar el nuevo estilo de guerra con el pasado heroico, evocando el lenguaje pico y adaptndolo. Por eso, cuando Arquloco exhorta a sus conciudadanos a la conquista de Tasos les recuerda las acciones del hror Heracles en el mismo lugar. Tambin Tirteo recuerda a los Herclidas como los antepasados de los reyes espartanos y las hazaas de la primera Guerra Mesenia con el fin de exhortar a los soldados de su poca a luchar en la nueva guerra mesenia, para la consolidacin territorial de Esparta como polis: - , , 5 .

nimo, que Zeus no ha apartado an su rostro de nosotros Pues sois del estirpe del invencible Heracles, Ni os preocupe ni os de miedo el contingente de soldados; Acuda cada uno con su escudo a puestos de vanguardia Considerando hostil su propia alma, y queridas en cambio Como rayos del sol las negras Parcas de la muerte. (F. 11, 8D).

Son muchos los autores que, en forma de elega, se hacen eco de la nueva situacin social y poltica que se estaba viviendo durante los siglos VII a.C. y VI a.C. La mayora, desde una posicin aristocrtica, vean el fragor de la lucha a la vez que los animaban y nos legaban la lucha de este nuevo ejrcito, compuesto, como se ha dicho antes, de ciu-

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dadanos unidos y ansiosos de derechos. Entre los autores podemos destacar a Calino y Tirteo-ya mencionado- principalmente.

Calino:Inaugura este poeta de feso la serie de poetas que llamaremos elegacos en los albores del siglo VII a.C. Los avatares vitales del autor determinan en no poco grado el carcter de sus poemas. Las luchas entre los habitantes de feso y los cimerios son tema exclusivo de la poesa que conservamos de l. Sorprende en un hombre de feso, lugar que no se ha significado en la historia de Grecia por ser escenario de batallas decisivas, la fuerza, la guerra y la energa de las exhortaciones a sus compatriotas. Son tan slo veinte versos que se abren por primera vez en la historia de la lrica griega con una pregunta que queda sin respuesta en los que se ensalza al guerrero esforzado que pelea en formacin con sus compaeros (falange). Mientras Arquloco parece representar la negacin de los ideales homricos, Calino parece recuperar el valor de la aret realizada como excelencia del guerrero que pelea por su patria y familia hasta la extenuacin, en una lnea que recuerda la epopeya homrica:

; ' , ; ' ' ; , ......... ' . '

Hasta cundo estaris ah tumbados? Y cundo tendris, muchachos, espritu de lucha? En esta situacin de extrema desidia, no os da vergenza de vuestros vecinos?

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En paz creis estar mientras la guerra es duea de la tierra [entera .. Arroje cada uno al morir el ltimo dardo; Pues a un hombre en efecto le da honor y brillo Luchar por su tierra, sus hijos y legtima esposa Contra los enemigos (Calino F 1D)

Tirteo:Segn el profesor Adrados1, Tirteo fue el creador del ethos espartano y presidi siempre con sus versos la lucha espartana. No puede por menos que hacer de su poesa si no cantar de gesta, s al menos cancin guerrera: autnticos discursos destinados a levantar los nimos de los contendientes brotan de su pluma con fuerza incomparable. Autntico canto al herosmo individual que adquiere sentido enmarcado en el herosmo colectivo. Elega impregnada de fuerza potica que causa una profunda impresin sobre el lector. Maestro en el dominio del lxico guerrero y de la accin, en l encontramos formulada sin ambages por primera vez de un modo reiterativo e insistente el tpico que luego se llamar horaciano del dulce et decorum pro patria mori.

- , , .[] , . 10 , , .[]

1

Adrados, F.R.: Elegacos y Yambgrafos arcaicos. Madrid (1952), pg. 123

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, , , 25 .[]

nimo, que Zeus no ha apartado an su rostro de nosotros Pues sois del estirpe del invencible Heracles, Ni os preocupe ni os de miedo el contingente de soldados; Acuda cada uno con su escudo a puestos de vanguardia Considerando hostil su propia alma, y queridas en cambio Como rayos del sol las negras Parcas de la muerte [] Hasta hartaros, muchachos, de acosos y huidas Quienes codo con codo se arriesgan A luchar cuerpo a cuerpo y a marchar en vanguardia, Mueren menos y salvan a huestes que siguen tras ellos-, En cambio ha quedado arrumbada toda la excelencia de los hombres que tiemblan [] (Tirteo F 11, 8D)

'

Porque es hermoso que un hombre valiente Perezca por su patria peleando, Sucumbiendo en los puestos de vanguardia (Tirteo, F 6D)

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Artes plsticas

La arqueologa por su parte ha dado cuenta de la importancia de este ejecito: son muchos los hallazgos que en forma de escudos, nforas, vasos y esculturas verbigracia que en permiten ver en sus representaciones como eran vistos por sus creadores estos luchadores y nos ofrecen una visin, hemos de confiar, fidedigna de un combate, de un equipamiento, etc.

Estatua de mrmol con casco (siglo V.a.C.), quizs Lenidas, Esparta, Museo arqueolgico de Esparta, Grecia.

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Naiskos funerarios de un joven guerrero, mrmol pentlico, encontrado en la necrpolis Kerameikos en Atenas, ca. 350325 a.C.

Hoplita con casco, Museo del Acrpolis. Atenas, Grecia.

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Guerrero cortndose su pelo con su espada, lekythos ateniense, sobre el 470 a.C. (Metropolitan Museum of Art, New York)

Vaso pintado con hoplita (Koninklijke Musea voor Kunst en Geschiedenis, Brussel)

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Skyphos tico, figura que representa soldado hoplita negro mirando hacia atrs mientras camina. Alrededor de 490 a 480 a.C. Excavado en el cementerio de Contrada, Pezzino, Agrigento, Sicilia.

Hoplitodromos, a la derecha unos trpodes. Lado A nfora, ca. 550 a.C. De Vulci

Vaso Chigi,representacin de antigua falange, siglo VII a.C. Museo Nacional de Villa Giulia, Roma

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CONCLUSINPodemos decir con todo que el hecho de que podamos hablar falange viene dado por todas las circunstancias que se dieron anteriormente: El cambio del oikos a la polis , no slo es un cambio poltico como a priori pudiera pensarse, sino que conlleva un importante cambio de pensamiento. Importante ecuacin existe entre el paso del hroe homrico, individual y en busca de su propia tim, a una falange cohesionada donde el individuo no es lo ms importante sino el grupo y la ciudad por la que luchan, y el paso de un sistema tradicional, familiar, unido por lazos de sangre a un sistema donde las familias se convierten en ciudadanos. Por tanto un cambio de mentalidad unido a un cambio social y poltico. En este paso la aristocracia es apartada por una clase emergente de comerciantes, propietarios, etc. En fin, burguesa, como si de la Edad media se tratara. Esto llevar a un periodo de reivindicaciones de ciudadanos que a pesar de tener poder econmico y , como consecuencia, pueden pagarse un armamento y luchar por la patria , pero no tienen derechos para poder participar de la poltica. Revolucin hoplita. Todo esto se ver plasmado en la literatura, en las artes plsticas, dndonos as una visin fsica de cmo eran estos guerreros, y tendr una gran influencia en la posterior formacin de la legin romana, aunque en este caso llevada a la perfeccin. Guerreros campesinos, unin hasta la muerte.

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