Upload
others
View
3
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
1
El gato en la Música
Das Katzenkonzert. David Teniers D. J. (1610-1690)
Joaquín Saura Buil
2
“El hombre tiene dos medios para protegerse
de las miserias de vida: la música y los gatos.”
(Albert Schweizer (1875-1965) (1)
Si hemos de creer al autor de la cita, y no le faltan créditos para ello, todos cum
laude - médico, filósofo, teólogo, misionero, organero y organista gran conocedor de
la música de Bach y referente en sus técnicas de interpretación, además de Premio
Nobel de la Paz 1952 - el gato y la música vendrían a ser una misma cosa o, cuando
menos, producirían unos efectos muy parecidos.
Pero no hay que sacar conclusiones rápidas al respecto, porque, como pronto
iremos viendo hasta la saciedad, ni es el gato todo lo que parece ni, mucho menos,
aparece todo lo que es el gato.
Item, a fortiori, lo que es peor, si tras muchos siglos de tener, conceptual y
prácticamente, la música en lo más alto de nuestra civilización, no tenemos la menor
idea de lo que sea este arte, mucho menos podremos saber lo que es un gato, ese dédalo
confuso y enmarañado de contradicciones y misterios que, tampoco sabemos por qué, se
vino a vivir a nuestra casa y nos permite vivir en ella.
Historia /Prosapia
Los que viven de estas cosas y dicen saber de ellas, afirman que el gato apareció
sobre la faz de la tierra hace más de dos millones de años, no sentándose, sin embargo,
de frente, mirándole a los ojos, ante un homínido que aparentaba prometer, hasta hace
tan sólo seis milenios, que es como decir cuatro días.
Y muy pronto porque está en las tablillas y los papiros, los sabios y sacerdotes
(que ambos eran lo mismo) de las más antiguas y grandes civilizaciones de las que
tenemos noticia - Asiria, China, Egipto, India, Birmania, Siam, Tibet, Perú - lo
3
relacionaron directamente con la divinidad, cuando no emparentado con ella, gozando
del estatus correspondiente y de facultades reservadas a los espíritus superiores, muy
por encima de los demás seres, incluido el hombre, a quien asistían especialmente en su
fase escatológica.
.Como dioses
La memoria colectiva de los pueblos guarda vivo el recuerdo de aquellos
tiempos de alta prosapia, potestad y sapiencia de los gatos:
“En el pasado, los gatos fueron adorados como dioses y todavía no lo han
olvidado.” (Terry Prachett )
“…el juzga, él preside, él inspira
Todas las cosas en su imperio
Quizás sea un hada. ¿o es Dios?”
(Baudelaire, “El gato II”)
“El gato es inquietante, no es de este mundo. Tiene el enorme prestigio de haber
sido ya dios. Y nos miran con aire sereno y superior.” (Federico García Lorca)
“Cuando en una casa egipcia se declara un incendio, sus habitantes se
preocupan muy poco del fuego y mucho de sus gatos. Los protegen, los vigilan y,
si alguno, fuera de sí, logra escapar y precipitarse a las llamas, la aflicción
abate a los egipcios. Cuando un gato muere de muerte natural, todos los
habitantes de las casas se rasuran las cejas. Colocan el gato embalsamado en
un compartimento secreto y lo transportan a la ciudad de Bubastis.”
(Relato de Herodoto (484-425 s. C.)
Ellos nunca lo revelarán - dignidad y prudencia se lo impiden - pero no es difícil
entrever en su porte egregio, composturas, actitudes y comportamientos, consecuencia
de su alcurnia y potestad:
“ Los perros no quieren más que amor, pero los gatos exigen adoración. Nunca
han superado la costumbre de ser dioses en Bubastis”. (Lucy Maud
Montgomery ) “Emily of New Moon).
“El gato es el único animal que ha logrado domesticar al hombre”. (Marcel
Mauss, Antropólogo (1872-1950)
“…Dios creó al hombre para servir al gato”. (Antonio Burgos )
“…nadie puede ser el dueño de un gato”. (E.P. Berkeley)
“…los gatos nos miran como si fuéramos sus súbditos.” (Winston Churchill
(1874-1965)
“Son Felipes Segundos dogmáticos y altivos (…..) “Admiten las caricias con
gesto distinguido.” (Federico García Lorca)
4
Identificado con la estrella Sirio, todavía hoy conserva el gato el título de una
gran constelación en el hemisferio austral - “Felis” - que le otorgara en 1798 su
descubridor el astrónomo francés Joseph-Jérôme Lefrançais de Lalande (1732-1807.
“Yo amo a los gatos , (dijo) los adoro, y espero que después de sesenta años
dedicado a la astronomía me perdonen el haber puesto uno en el cielo”.
Tras muchos años de conocer, amar y admirar a decenas de ellos, Jorge Luís
Borges llegó a pensar incluso que su ser iba mucho más allá de lo racional,
comprensible o aún imaginable, rayano en los límites de un dechado primigenio de
inefable perfección
“… te buscamos vanamente;
más remoto que el Ganges y el poniente
tuya es la soledad, tuyo el secreto.
…
En otro tiempo estás. Eres el dueño
De un ámbito cerrado como un sueño.”
(“A un gato”)
“Me digo que esos gatos armoniosos
El de cristal y el de caliente sangre,
Son simulacros que concede el tiempo,
Un arquetipo eterno”
(“Beppo”)
Leonardo da Vinci que algo sabían en asuntos de belleza y en todo lo
relacionado con la Naturaleza, su equilibrio y trascendencia, absorto en su
contemplación sentenciaba lacónicamente:
“El más pequeño gato es una obra maestra”. (Leonardo da Vinci (1452-1519)
Más expresivo, Vittorio Messori retoma la idea de un ser con rango de
divinidad que delatan sus dechados de perfección y belleza
“Amo los gatos. Son bellos, elegantes, perfectos. Mirándolos me viene el
pensamiento que, proyectándolos, el Creador se ha, en cierto modo, superado.
Estos pequeños tigres en miniatura se encuentran entre las obras más perfectas
de la naturaleza, un sinónimo de Dios cuando quiere pasar (mantenerse)
incógnito. Y sabe que a la belleza se le perdona mucho. Incluso si yo no tengo
nada que perdonar a los gatos.”
“Altivo, libre, misterioso, voluptuoso, babilónico, impersonal, es el
eterno compañero de la superioridad y del arte - encarnación misma de la
belleza perfecta y hermano de la poesía - el gato meloso, grave, sabio y
patricio.”
(Howard Philip Lowecraft)
5
“Completo, orgulloso, paisaje, gracia, vuelo, caminando solo. Sabe lo
que quiere. Una cosa en sí, como el sol, como el topacio, conquistador sin
patria, emperador sin universo, tigre de salón, todo es inmundo bajo su pie
inmaculado.”
(Pablo Neruda . “Oda al gato”).
“Los ojos de un gato son ventanas que nos permiten ver dentro de otro mundo.”
(Leyenda irlandesa)
“…los gatos nos traen a domicilio el misterio de la creación.
(Oswaldo Soriano)
“Me da siempre un escalofrío cuando veo un gato que está observando algo que
yo no alcanzo a ver.” (Eleanor Fargeon)
Seres de una personalidad y de unos atributos tan sublimes y complejos que
asombran y desconciertan no pudiendo ser catalogados en la nómina común de unos
estándares meramente biológicos:
“…yo sostengo que un gato debe tener
un nombre exclusivamente para él,
un nombre peculiar y más dignificado.
Si no, ¿cómo podría mantener su cola enhiesta
y alardear de sus bigotes o alimentar su orgullo?
………
Pero (……) queda otro,
el nombre que jamás lograremos adivinar,
el nombre que ninguna búsqueda humana puede descubrir
pero que el gato conoce, aunque nunca habrá de confesarlo…”
(“Old Possum´s Book of Practical Cats”, “The naming of Cats”.)
Y todos conocemos su facultad reservada a los entes muy superiores, deidades y
espíritus celestiales, de materializarse a voluntad y luego desaparecer:
“…es una especie de dios, aparece y desaparece cuando quiere.”
(Lewis Carrol Alicia en el País de las Maravillas)
“…presencia afectuosa pero intermitente, desapariciones enigmáticas seguidas
de reapariciones misteriosas.” (Michel Tournier )
“Los gatos se vuelven invisibles cuatro veces al día y, si ellos quieren, nadie
puede verlos de guardia baja, empobrecidos de lluvia y madrugada.”
(Eduardo Pérsico)
Si quisiéramos intentar resumir los principales rasgos de su personalidad,
diríamos que es inteligente en grado sumo, libre e independiente hasta el paroxismo,
consciente de sus virtudes y consecuente con ellas que fueron ponderadas por cuantos
trataron de conocerlo.
6
“El hombre es civilizado en la medida que comprende a un gato”. (George
Bernard Shaw (1856-1950).
“Deberíamos ser la mitad sabios de lo que lo es un gato.Y también la mitad
bellos.” (Frank Snepp)
“Si un gato hace algo se dice que es por instinto; si nosotros hacemos la misma
cosa, la definimos inteligencia.” (Hill Cuppy)
“Mi gato nunca se ríe o se lamenta, siempre está razonando.” (Unamuno)
“He estudiado muchos filósofos y muchos gatos. La sabiduría de los gatos es
infinitamente superior.” (Hippolyte Taine)
El Gato de Cheshire es el autor de aquella famosa sentencia lapidaria que
contiene en sí la síntesis de centenares de tratados en que se fundamentan los principios
básicos de la física, la filosofía y la moral:
“…siempre llegarás a alguna parte si caminas lo bastante.” (Lewis Carrol,
Alicia en el País de las Maravillas, Gato de Cheshire
“Miles de años atrás, los gatos tenían una tremenda civilización; tenían naves
Espaciales y habían investigado el universo; tenían grandes plantas
Energéticas que utilizaban una energía que no era atómica; no
Necesitaban ni radios ni televisión, porque usaban una especie de
Telepatía y algunos otros portentos.
Pero una cosa que los gatos descubrieron fue que la importancia de
Cualquier experiencia dependía de la intensidad con la cual ser vivida.”
(Spencer Host “El idioma de los gatos”).
“Después de reñir al gato, lo miras la cara y se apodera de ti la amarga
sospecha de que lo ha entendido todo. Y lo ha archivado para el futuro.”
(Charlotte Gray )
Independiente
Lleva la libertad tan enraizada en sus genes que lo lleva a oponerse
compulsivamente a cuanto pueda tener la menor apariencia de una orden, exigencia,
sugerencia y hasta petición, haciendo, sólo por ello, todo lo contrario.
“Lo que en general a la gente le molesta de los gatos, su total independencia,
sus conductas libertarias, anarquistas, que sean ociosos, vagos callejeros, a mi
me fascina…”(Leonor Silvestri)
El orgullo, exacerba al máximo su sentido del ridículo
“Cualquier gato que no consigue atrapar a un ratón finge que iba tras
una hoja seca.” (Charlotte Gray)
7
y, aceptándola de grado, premiará toda deferencia con un solemne bostezo de disimulo.
Aunque deberemos concluir que todos estos juicios no van más allá de meras
suposiciones concebidas y razonadas desde la limitación e indigencia de nuestros
prejuicios:
“Extraño. Nos creemos dueños, propietarios, parientes, compañeros, colegas,
discípulos o amigos de nuestro gato. Yo no. No lo acepto. No conozco al gato.
Lo sé todo de la vida y su archipiélago, el mar y la ciudad incalculable, la
botánica, la lujuria de los gineceos, el más y menos de las matemáticas, el
mundo sumergido de los volcanes, la irreal corteza de los cocodrilos, la
desconocida bondad del bombero, el atavismo azul del sacerdocio, pero yo no
puedo descifrar un gato. (Pablo Neruda . “Oda al gato”).
No hace falta, en efecto, convivir con uno de ellos para constatar que nos
hallamos ante un ser particularmente raro, paradójico y antinómico, incomprensible a
través de los cánones generalmente aceptados y utilizados para la lógica, la ciencia, la
vida y el conocimiento.
“La ciudad de los gatos y la ciudad de los hombres existen una dentro de
otra, pero no son la misma ciudad.” (Italo Calvino)
La triple personalidad de félido pasado por el Olimpo para, finalmente, hallar
cobijo de pleno derecho y sin condiciones en el casa del hombre, ha forjado, en efecto,
en el gato una personalidad en extremo compleja y misteriosa que nos desconcierta,
sobre todo, por las constantes contradicciones de una mezcla emulsiva de caracteres:
Contradictorio
Salvaje, pero sin ferocidad, siempre bello y ocasionalmente terrorífico,
previsible y enigmático friolento y caloroso, franco y furtivo, carnívoro pero comiendo
hierba, ingenuo y desconfiado, reflexivo, juicioso e instintivo, vigilante y dormilón,
tierno y arrogante, impulsivo y paciente, perezoso y diligente, independiente y solidario,
calculador y expedito, abierto y furtivo, cazador astuto y juguetón confiado, augurio de
buena suerte y de desgracia, rápido y cadencioso, acróbata remiso, hogareño
indomesticable, sedentario vagabundo, territorial y aventurero, sibarita espartano,
agradecido sin sumisión, dictador gregario, predador sociable, frágil poseedor de varias
vidas, dominante condescendiente, exigente y desprendido, tierno y arisco, que acaricia
acariciándose…
“Ya sabes que los perros gruñen cuando están enfadados y mueven la cola
cuando están contentos. Pues bien, yo gruño cuando estoy contento y muevo la
cola cuando estoy enfadado.
“A eso le llamo yo ronronear, no gruñir, dijo Alicia.”
“Llámalo como quieras, dijo el gato.”
(Lewis Carrol, Alicia en el País de las Maravillas)
8
“Si lo dejas dentro, quiere estar fuera
Siempre está en el lado contrario de una puerta
Y sintiéndose en casa desea salir a pasear…
Su afán contradictorio lo tiene por costumbre.
Cuando no hay pescado, no querrá conejo
Y si le ofreces crema, la olfatea y la desprecia.
Porque sólo estima lo que halla por sí solo…
Digan lo que digan quienesquiera que sean
Él hará lo que quiera
Contra todo consejo y sin ayuda.”
(Thomas Stearns Eliot “Old Possum´s Book of Practical Cats”, “The Rum Tum
Tugger”).
“Ante dos gatos que se lamen, nunca se sabe si se trata de cariño, de gusto o si
van a saltarse a la yugular.” (Helen Thomson)
No es, por ello, de extrañar que, aunque sin ningún fundamento, alentada por sus
hábitos nocturnos, la ignorancia humana lo tuviera con frecuencia por misterioso:
“Los gatos son incomprendidos porque no se dignan explicarse: son
enigmáticos únicamente para quien ignora el poder expresivo del mutismo.”
(Paul Morand, 1888-1976)
¿Sabrá minnaloushe que sus pupilas
De fase en fase mutarán,
Y que de luna llena a menguante,
De creciente a llena, variarán?
(William Butler Yeats)
“Circula como quiere, visita su hacienda como le place, puede acostarse en
todas las camas, oírlo todo y entenderlo todo, conocer todos los secretos, todos
los hábitos y todas las vergüenzas de la casa. Está en su casa por todas partes,
pudiendo entrar en todas partes, el animal que pasa sin ruido, el merodeador
silencioso, el paseante nocturno de las paredes huecas.” (Guy de Maupassant).
incluso asociado con la brujería o el satanismo
“Esa mirada que nos atornilla al sillón, ese ronroneo que precede a la llegada
del diablo.” (Osvaldo Soriano)
y, finalmente el horror
9
“Buscan el silencio y el horror de las tinieblas, el Erebo se hubiera apoderado
de ellos para sus correrías fúnebres si hubiera podido (…) inclinar su
arrogancia.”
(Baudelaire “Los gatos”)
“…un quejido corto y entrecortado al comienzo, semejante al sollozar de un
niño que luego creció rápidamente hasta convertirse en un largo, agudo y
continuo alarido, anormal, como inhumano, un aullido, un clamor de
lamentación, mitad de horror, mitad de triunfo, como sólo puede haber brotado
en el infierno de la garganta de los condenados en su agonía y de los demonios
exultantes en la condenación,” (Alan Poe)
Nada predisponía ni hacía presagiar, por todo ello, una convivencia armoniosa
con el hombre, pero es el gato quien la ha propiciado poniendo por su parte casi todo
para el establecimiento de lazos de unión y cauces de comunicación
Abandona a sus congéneres por estar a nuestro lado. Come nuestra apestosa
comida química. Trata contra natura, de seguir nuestros horarios de vigilia y descanso,
viviendo de noche para sí y compartiendo, somnoliento, el día con los hombres,
adaptando sus ojos forjados para la noche a la luz del día o la radiación eléctrica, sus
oídos calibrados para los ultrasonidos de la naturaleza, a nuestra incontinente verborrea
y el estrépito de nuestros mil ajetreos sin sentido.
.
Soporta nuestras neuras y caprichos, tolera nuestros perros, respeta las visitas
indeseadas e inoportunas, aguanta los niños impertinentes, groseros e ignorantes….
¿Estaríamos dispuestos, por nuestra parte, a hacer lo mismo en aras de la sincera, abierta
y respetuosa amistad que nos brindan?
Albarda sobre albarda, su convivencia con el hombre sólo solo le ocasiona una
degradación de su personalidad
“Si fuera posible cruzar a un hombre con un gato, mejoraría el hombre,
pero se deterioraría el gato”. (Mark Twain (1835-1910)
incluso, con excesiva frecuencia, de sus condiciones vitales, cuando oyendo la voz de
sus instintos trata de recobrar una personalidad y libertad perdidas hasta convertirse en
paradigma de la marginalidad y pobreza
“…nació en la calle
su madre callejera
entre escombros y basuras tuvo que vivir
flaco, desnutrido
busca en la basura algo que comer
no está domesticado, ama la libertad.”
(SKA-P Extractado de “El gato López”).
10
Pero ¿qué hay, finalmente, de su relación con algo, a su vez, tan inefable,
complejo y misterioso como la música? Pues, sí, lo está adivinando y vamos a verlo:
como no podía ser de otro modo, un nuevo y gran cúmulo de rarezas y dédalo de
contradicciones.
Aptitud para los sonidos.
Los humanos y los gatos poseen funcionalmente un rango de audición similar; la
del gato, sin embargo, forjada a lo largo de millones de años de caza nocturna, abarca
un espectro de sonidos mucho más altos, incluso mayor que el de los perros: entre 60 y
65.000 Hz. cuando el hombre, en el mejor de los casos no pasa en el agudo de los
30.000.
Este prodigio de efectividad se ayuda con unas orejas direccionales que
movilizan no menos de 32 músculos. Cuando están escuchando algo, sus orejas rotan
en su dirección, y pueden hacerlo independientemente, una de otra, para precisar el
origen del sonido con una mayor exactitud.
Preferencias
Los gatos tienen preferencias musicales y las manifiestan abiertamente, pero,
como en todo lo tocante a ellos, no han podido establecerse conclusiones precisas. Ha
podido observarse, sin embargo, que, en principio, prefieren los tonos graves y lentos a
los rápidos o agudos y que las músicas que detestan pueden incluso llegar a producirles
ansiedad, histerias y paranoias, lo que ha propiciado que se venda música enlatada
especialmente preparada para ellos.
Es muy músico; entiende a Debussy, mas no
Le gusta Beethoven.
Mi gato paseó
de noche en el teclado,
¡Oh, qué satisfacción
De su alma!.
(Federico García Lorca)
“Mi gato se llama Fidel y revive al escuchar música en mi falda…Al oír el
Pugliese yumbeado de “Negracha” o “La Cachila”, Fidel conmueve su pelaje y
pierde su mirada lejos…Fidel es música con esencia y te hace ver Buenos Aires
desde el cielo, le digo pero él ni se entera…oyendo el “Concierto Número
Cuatro de Mozart, Fidel se hace una fiesta. Levita leve y ligero, gato definitivo
que se convierte en dos sílabas sin cuerpo y vuela oyendo el solo de corno de
Dale Clevenger…mi gato tal vez sea un atigrado cualunque cabezón y sin
prosapia, pero su gusto musical lo diferencia… ninguno supera a Fidel para
disfrutar a Mozart…” (Eduardo Pérsico)
Para muchos, la mayoría de los humanos, la música es una simple, elemental y
pasiva fuente de placer. Vaya usted a saber por qué intrincados senderos
neurosicológicos el gato puede tanto disfrutarla como ponerla entre él y “su dueño”
11
como un nexo sutil de identificación o rechazo sin saberse nunca cuánto de la causa se
halla en la música en sí o en el dueño, o ambas cosas a la vez, o sumando o restando una
de otra.
Nunca he podido tocar ante mi gato Nilo la viola organizada de Leonardo da
Vinci. Su sonido lo excita y trastorna, haciendo que salte inmediatamente sobre el
instrumento y se ponga a morder el arco en movimiento. He renunciado a saber la causa
de tal actitud que habría, una vez más, me remite a su aptitud para tender puentes y
abrir cauces a insólitas misteriosas sensaciones:
“Érase una vez una gata
Que tenía una mancha negra en el hocico
Y una vieja choza junto al mar
Con una ventana a un paso del cielo azul.
Si tocaba la guitarra
La gata ronroneaba
Y una estrellita bajaba a nuestro lado;
Luego me sonreía y tornaba a lo alto.”
(Gino Paoli, “La gatta”)
Capacidad expresiva
También su expresión por medio de sonidos es de una extrema complejidad y
sofisticación. Sabido es que algunos idiomas primitivos las palabras cobran un sentido
diferente dependiendo de la entonación que quien las profiere. El “basic” del gato para
dirigirse al hombre - de corto y apenas audible hasta prolongado o fuerte o entrecortado
- contiene más de 100 tipos de vocalizaciones multiplicadas o matizadas, además en
función del sexo y la edad o el propósito. Todo un desperdicio si se dirigen al
destinatario humano incapaz - caso que le importe - no ya de distinguir todas sus
facetas y matices sino tan siquiera construir una mínima onomatopeya, burdo remedo,
de aquéllas.
Recordemos, bufar, fufar, marramizar (marramao, marramau), maular,
maullar, mayar, miañar, miagar, miau, miaular, ronronear, zapear… (lamentable).
El humano necesita (o exhibe) centenares de miles de palabras cada una de ellas
compuesta de innumerables combinaciones de distintas letras para componer no ya uno
sino miles de lenguajes trufados de arcaísmos, neologismos, obsolescencias, confusas
polisemias, inútiles sinónimos que no lo son, tecnicismos que sólo entiende para sí
mismo quien los usa, todo ello ora esclerotizado ora ignorado por unas supuestas
autoridades que, arbitrariamente, imponen sus criterios sobre algo que nunca
contribuyeron a crear, todo ello para ser utilizado en la mayoría de los casos para
camuflar los verdaderos pensamientos y sentimientos, crear confusión en lugar de
entendimiento, y separación en lugar de unión.
Nada, en cambio, es ocioso, ni ajeno, ni gratuito, ni mentiroso en el lenguaje
universal del gato concebido sobre todo para satisfacer sus más sencillas necesidades,
12
comunicar sus más elementales sentimientos, eso sí, con una riqueza infinita de facetas
y matices para caso en particular; desde solicitar una mínima atención a requerir una
ayuda urgente, véase consumir el mínimo y postrer esfuerzo en algo que ni él mismo
está deseando ya decir o tener, a lo que contribuye el hecho, en los domésticos, de no
pueden utilizar el lenguaje corporal y el olor como en los espacios naturales.
“Los gatos tienen una total honestidad emocional; los seres humanos por una u
otra razón, pueden ocultar sus sentimientos, pero el gato no.” (Ernest Hemingway)
“Pocos animales alcanzan manifestar su humor mediante expresiones de forma
tan distinta como los gatos.” (Konrad Lorenz).
Se trata de un proceso lento y, como ahora se dice, “interactivo”: experiencias y
errores enseñan al gato lo que funciona y lo que no, y el humano acaba por entender
algunos de los mensajes que le envía. ¡Ah!, pero ya sabemos que los gatos tienen muy
diferentes personalidades, lo que hace impensable cualquier forma estándar de
comunicación .
Timbre de voz
“Ahora, dijo el gato, le voy a cantar a Bebé una canción que lo
mantendrá dormido durante una hora, y comenzó a ronronear subiendo y
bajando el tono hasta que el bebé se quedó profundamente dormido.”
cuenta R. Kipling en “El gato que camina solo y a quien no le importa estar aquí o allá.”
Pero es obvio que el gato no canta. Nadie ha oído cantar a un gato ni lo haría en
millones de años venideros si estuviera aquí para verificarlo. Aunque - áteme esta
mosca por el rabo - pocos seres o ninguno habrá a los que los músicos hayan atribuido
unas mejores y más idóneas aptitudes y sutiles culidades para el arte vocal de Euterpe
Cuando maúlla, apenas se lo oye,
Tan tierno y discreto es su timbre;
Que su voz se suavice o gruña,
Siempre es rica y profunda,
Allí están su encanto y su secreto.
Esta voz que brota y que filtra
En mi más tenebroso fondo
Me colma como un copioso verso
Y me regocija como un filtro.
Ella adormece los más crueles males
Y contiene todos los éxtasis;
Para decir las más largas frases
Ella no necesita palabras.
No, no hay arco que muerda
13
Sobre mi corazón, perfecto instrumento,
Y haga más noblemente
Cantar su más vibrante cuerda,
Que tu voz, gato misterioso.
Gato seráfico, gato extraño,
En que todo es, como en un ángel,
Tan sutil como armonioso”.
En efecto, compositores y literatos, a porfía, se han esmerado prolíficamente en
atribuirle un lugar en el intrincado y cambiante laberinto de la construcción polifónica
o en el aún más sofisticado de la lírica musical, teniéndose por seguro que lo que creen
haber oído no es sino el producto de uno más de sus habituales indeliberados ensalmos.
“…su voz se ha escuchado en el tejado
Cuando estaba acurrucado junto al fuego
Y, a veces, se ha escuchado junto al fuego
Cuando estaba sobre el tejado.
(Al menos, todos hemos escuchado que alguien murmuraba).
Lo que es una prueba incontestable
De sus singulares poderes mágicos.”
(Thomas Stearns Eliot, “Mr. Mistoffelees”.)
Estas son algunos de los timbres de voz que distintos autores atribuyeron a los
gatos, sin duda por creer haberlos oído al natural de su propia boca o haber sólo
resonado misteriosamente en el fondo de su cerebro.
Tiple y bajo
“Las gatas encontradas…(por Marramaquiz)
vinieron a las manos, dando al viento cabellos y faldas;
y en tanto arañamiento, turbadas de color las esmeraldas,
maullando en tiple, y el gatazo en bajo,
cayeron juntas del tejado abajo.”
(Lope de Vega “La Gatomaquia”, Silva II).
Contralto/Mezzo
Hermanos Grimm (Jacob (1785-1863) Wilhelm (1786-1859), en su cuento “Los
músicos de Bremen “ entre 1812 y 1822) establecen, tácitamente, los personajes en
función de un coro mixto a cuatro voces:
14
Gallo Soprano
Gato Mezzo o Contralto
Perro Tenor
Asno Bajo
Soprano
Mozart, Wolfgang Amadeus (1756-1791)
Ópera “Der Stein des Weisen (Em. Schikaneder) “Nun, liebes Weibchen, ziehst mit
mir”, K592a (K625) Duetto cómico para Soprano y Bajo con orquesta (Flauta, oboe,
fagot, corno en F, violín I, violín II, viola y violoncelo o contrabajo). Soprano con
vocalizaciones en imitación de un gato
Soprano y Mezzosoprano
Rossini, Gioacchino Antonio (1792-1868)
“Di due gatti”. Duetto bufo para Soprano y Mezzosoprano acompañada por
piano. No escrita directamente por Rossini, la obra es una compilación de la ópera Otelo
realizada por Robert Lucas de Pearsall bajo el seudónimo de “G. Berthold”.
Primero unos maullidos llorosos entre cantantes…Despecho entre gatos en
“ligero frío” o suplicantes entre un gato amoroso y una lánguida señorita ¿ Bufidos de
felinos…El maullido se hace más ligero y alborozado que termina en un festival de
alegres vocalizaciones miáulicas.
15
Alto
Banchieri, Adriano (1568-1634)
“Capricciata e contrapunto bestiale a la mente”.
“Contraponto bestiale”:
Cantus (1): Búho
Cantus (II): Cucú
Altus: Gato
Tenor: Perro
(Imitando onomatopéyicamente las voces de los animales)
Wise, Michael (ca. 1648-1687)
“Catch on the midnight cats”. Con varias vocalizaciones en imitación de la voz del gato.
Voz alta
Bonis, Mélanie (1858-1937).
“Le Chat sur le toit”, op. 93. (Voz alta).
Barítono/Contralto/Mezzo
Ravel, Maurice (1875-1937)
“L´Enfant et les sortilèges”. (Colette (Sidonie Gabrielle (1873-1954). Ópera en un acto
Personajes animales:
“Le Chat”. Y Grandfather (clock Barítono)
“La Chatte”. Y Ardilla. Mezzo
Línea melódica en imitación de un idilio de gatos.
Aunque en el paroxismo de la enajenación y un más difícil todavía, buen
número de autores llegaría a identificar las inexistentes voces con las tremendamente
numerosas y distintas de los instrumentos musicales habidos desde los tiempos
antiguos hasta la época moderna:
Clarinete
Saint-Saëns, Camille (1835-1921) (Prohibió la obra hasta después de su muerte,
excepto “El cisne”.)
“El Carnaval de los animales”:
1. “Introducción y marcha real del león”. 2 pianos, 2 violines, viola, violoncelo
y contrabajo.
2. “Gallinas y gatos”. Clarinete, 2 pianos, 2 violines y viola.
16
Stravinsky, Igor (1882-1971)
“Berceuse du Chat”. Suite de cuatro pequeñas melodías
1. “Le Chat sur le poêle”.
2. “Interieur”
3. “Dodo”.
4. “Ce qu´il a, le chat”.
para contralto o mezzo soprano (la madre) y tres clarinetes - clarinete bajo, clarinete en
La y clarinete pequeño - para el niño, la gata y los gatitos.
Prokofiev, Serge (1891-1953) Tópico intrascendente.
Narrador y orquesta:
“Pedro y el lobo”, op. 67
- Pedro (conjunto de cuerda).
- Gato (Clarinete en La).
- Pájaro (Flauta).
- Pato (Oboe).
- Lobo (Corno).
Clarinete con piano
Hovhaness, Alan (1911-2000)
“Night of a white cat”
Oboe y fagot.
Hiller, Wilfried (1941- )
Cámara:
“Movements for a big cat”.
Viola ¿?
Farina, Carlo (ca. 1600-1639)
Uno de los primeros virtuosos del violín, usa su instrumento para imitar sonidos
animales como el ladrido de los perros o peleas de gatos.
“Capriccio stravagante” para dos violines, tres violas, tiorba y clavicémbalo.
13. “Il gatto”. (Viola?)
Otros instrumentos
Attaingnant, Pierre (ca. 1494-ca. 1551)
Basse danse “Le cat” (Flauta)
17
Salzedo, Carlos (1885-1961)
Arpa:
“Pentacle”. Para dúo de arpas.
3. “Felines”.
“Tiny tales for harpist beginners”.
9. “A lost kitten”.
“Schort stories in music”.
2. “The kitten and the limping dog”.
Transcripciones para arpa de obras de otros autores:
Arpa:
“The cat´s fugue” de Scarlatti para dos arpas.
Piano solo
Guerra Peixe, César (1914-1993)
Piano:
“O gato malhado”.
Martinu, Bohuslav (1890-1959)
Piano:
“Pruvod kocek v noci slunovratu”. (“El cortejo de los gatos”), H. 122.
Satie Eric (1886-1925)
Piano:
“Ludions”:
3. “Chanson du Chat”.
Confrey, Zey (1895-1971)
Piano:
“Kitten on the keys”. Pieza de jazz inspirada por un gato caminando sobre el
piano de su abuela.
Hovhaness, Alan (1911-2000)
Piano:
“Fred the cat”.
“Hiroshige´s cat bathing”.
“Tsugouhara Fujita´s sleeping cat”.
Orquesta
Boero, Felipe Santiago (1884-1958)
Música sinfónica.
“El gato porfiado”
Bechet, Sydney (1897- )
“Wild cat blues”.
18
Copland, Aaron (1900-199
Scherzo humoristique “The cat and the mouse”.
Órgano de gatos
“Si se ha de creer al P. Menestrier, sabio jesuita del S. XVII (35) en el viaje que
Felipe II hizo a Bruselas en 1549 para visitar a Carlos V, hubo regocijos y cortejos
entre los cuales figuraba un carromato en forma de órgano: el organista era un oso y
los rabos de una porción de gatos que salían de unas cajas hacían de tubos. Bastaba
tocar una tecla para hacer salir de la caja en que estaba encerrado cada gato un
maullido de cólera o de dolor. Los distintos y bárbaros maullidos que daban los
infelices gatos formaban las notas de la escala, según afirma con toda seriedad el
complaciente cronista de aquella fiesta, Juan Cristóbal Calvete, "fiesta" que andando
los tiempos hubo de renovarse en San Germain en 1753 y en Praga en 1773." (Pedrell,
“Diccionario técnico de la música”). Parecida descripción la hace Lacál en su
Diccionario de la Música.
(La expresión "Órgano de gatos" sería utilizada posteriormente para designar un
instrumento de mala calidad o voces destempladas; también para describir un conjunto
de personas que habla o discute confusamente sin entenderse o significar que algunas
cosas están colocadas sin la igualdad o el orden que debieran tener.
19
Anderson, Leroy (1908-1975)
“The Waltzer cat”.
Percusión
Cardona Ducas, Alejandro (1959- )
“Las siete vidas del gato Mandinga”. Para seis percusionistas.
Inspirador de los músicos
Debussy
Fue un gato filarmónico en su vida anterior.
Este genial francés comprendió la belleza
Del acorde gatuno sobre el teclado. Son
Acordes modernos de agua turbia de sombra
(yo gato lo entiendo).
(Federico García Lorca)
Pero lo más notable y hasta sorprendente iba a ser aún la capacidad del gato para
inspirar en los músicos la más insólita y rica paleta de composiciones - desde la simple
canción a la más compleja representación escénica - inspiradas ora en sus actitudes y
movimientos, ora en la más anonadante, insospechada y rica serie de situaciones de
todo tipo, comparables, si o superiores a las imaginables entre seres humanos.
Anónimos del Glogauer Liederbuch” (ca. 1480).
“Dy Katzen Phote”. Instrumental.
Imitación de los rápidos movimientos del gato en el juego o la caza, que viene a ser lo
mismo.
Scarlatti, Domenico, (1685-1757)
“Fuga del gato” en Sol menor, K. 30, L, 499. La leyenda atribuye este nombre al hecho
de que el motivo axial de esta fuga para clavecín (Sol-Sib-Mib-Fa#-Sib-Do#) fuera
inspirada por las notas producidas por el gato Pulcinella del compositor caminando
sobre el teclado. Anton Reicha (1770 -1836) utilizó el mismo motivo musical en una de
sus 36 fugas.
Frédéric Chopin (1810-1849)
“Vals del gato”, op. 34, nº 3. Según la leyenda, el gato del compositor saltó sobre el
teclado mientras componía, determinando el sonido producido el pasaje de apoyaturas
de la cuarta sección.
20
Anónimo instrumental de contrapunto y ritmo posiblemente imitativos de los
movimientos en juego de un gato.
21
Hiller, Johann Adam (1728-1804).
Canción “Auf ein paar von der Katze erwürgte Lachtauben”. (Christian Felix Weisse).
Boinnevak de la Trobe, Johann Friedrich (1769-1845)
Canción “s´war mal´ ne Katzenkönigin, ja, ja” (Adelbert von Chamiso)
Loewe, Johann Carl Gottfried (1796-1869) Gato y ratón
Canción “Die Katzenkönigin”, op. 64, nº 3. (Adelbert von Chamisso).
Taubert, Karl Gottfried Wilhelm (1811-1891)
Canción “Katze und Hund”. (Rudolf Löwenstein).
Dresel, Otto (1826-1890)
Canción “Hund und Katze”.
Horstein, Robert von (1833-1890)
Canción “Grossmutters Kater”. Op. 21, nº 6. (Karl von Lemcker).
Moussorgsky, Modeste Petrovitch (1839-1881)
Canciones
“Matros the cat”.
“The cat sailor”.
Adajewsky, Ella (1846-1926)
Canción “Die Katzen un der Hausherr”.. (Magnus Gottfried).
Holmes, Augusta Mary Anna (1847-1903)
Canción “La chatte blanche”.
Backer-Grondhal Agathe (1847-1907)
“Veinte canciones populares”, op. 43:
6/ “Gato en el horno”.
13/ “Mis, gato, gatito”.
Humperdinck, Engelbert (1854-1921)
Canción “Katt und Mus”.
Bonis, Mélanie (1858-1937).
Canción “Le Chat sur le toit”, op. 93. (Voz alta).
Herbert, Victor (1859-1924).
Canción “When the cat´s away the mice will play”.
Diepenbrock, Alphons (1862-1921).
Canción “Les chats”. (Charles Baudelaire).
Jenner, Gustav (1865-1920)
Cancion “Katzen”. (Anónimo).
22
Aguirre, Julián (1868-1924)
Canción “Don gato”.
Hermann, Hans (1870-1931)
Canción “Das Kätzchen”. (Carl Busse).
Lissauer, Fritz (1874-1937)
Canción “Die Katzen un der Hausherr”. (Magnus Gottfried).
Bortkiewicz, Sergei (1877-1952)
Canciones:
“La femme et la chatte”. (Paul Verlaine)
“Die Frau und die Katze”. (Sergei Bortkiewicz).
Weismann, Julius (1879-1950)
Canción “Das Kätzchen”, op. 4, nº 5. Voz y piano (Karl Busse).
Coria, Gabino (1880-1980)
Canción “Gato”. (Pascual de Rogatis).
Boehe, Ernst (1880-1938)
Canción “Das Kätzchen” Voz y piano. (Carl Busse).
André, José (1881-1944) Gato y ratón
“Mélodies et chansons”:
“Chanson du Chat qui dort”. (Tristan Kingsor).
Weigl, Kart. (1881-1949)
Canción “Black cat” (Nancy Byrd Turner)
Inzaurraga, Alejandro (1882-1956)
Canción “El gato de tía”.
Casella, Alfredo (1883-1947)
Canciones:
“Quattro favole romanesche di Trilussa”, op. 38:
3. “Er gatto e er cane”. (Trilussa).
Boero, Felipe (1884-1958)
Canción “El gato porfiado”.
Carrique, Ana (1886-1979)
Canción “Mi gato”.
Gil, José (1886-1947)
Canción “El gato”
Besly, Maurice (1888-1945)
Canción “The cat”.
23
Sammartino, Luis (1888-1973)
Canción “Gato” (Juan Bautista Groso)
Shoemaker, Maurice (1890-1964).
Canción “Chaton de saule”. (Armand Bernier)
Sorabji Kaikhosru Shapurji (1892-1988)
Canción “Les chats”. (Charles Baudelaire).
Das Katzenkonzert. Ferdinand van Kessel (1648-1856)
Absil.Jean (1893-1974)
Canción “Chanson du Chat”, op. 45, nº 1. (A. Justin).
Gallet, Luciano (1893-1931)
Canción “Atirey um pau no gato”.
Warlock, Peter (1894-1930)
Canción “O my kitten”.
Jacob, Gordon (1895-1984)
Canción “When cats run home”.
Copland, Aaron (1900-1990)
Canción “I bought me a cat”.
Head, Michael (1900-1976)
Canción “Te matron-cat´s song”. (Ruth Pitter).
Poupard, Jrean Pierre (1901-1980)
Canción “Chat”. (Eugène Émile Paul Grindet)
24
Sauguet, Henry (1901-1989)
Canciones:
“Les animaux et leur hommes”.( Paul Eluard):
5. “Chat”. (Paul Éluard).
Ópera “Der Stein des Weisen (Em. Schikaneder) ) “Nun, liebes Weibchen, ziehst mit
mir”, K592a (K625) Duetto para Soprano y Bajo con orquesta (Flauta, oboe, fagot, corno en F,
violín I, violín II, viola y violoncelo o contrabajo). Soprano con vocalizaciones en imitación de
un gato.
25
“Six mélodies sur des poèmes symbolistes”:
5. ”Le Chat” I. (Charles Baudelaire).
6. “Le Chat” II (Charles Baudelaire).
Campmany, Montserrat (1901-1995)
Canción “El pajaro y el gato”.
Duke,Vernon (1903-1969)
Canción “The kitten”. (Ogden Nash).
Spena, Lita (1904-1989)
Canción “Gato”. (Anónimo)
Andrews, Herbert Kennedy (1904-1965)
Canción “When cats run home”. (Alfred Tennyson, Lord).
Halffter, Ernesto (1905-1989)
Canción “Le Chat en étoffe”. (Dense Cools).
Jurafsky, Abraham (1906-1993)
Canciones
“Entre los sauces del río”.
“Romancillo del gato con botas”.
Giacobbe, Juan Francisco (1907-1990)
Canciones:
“Las canciones felices”, op. 13:
6. “El gato”. (Mary Rega Molina).
Anderson, Leroy (1908-1975)
Canción “The pussy foot” de “Goldilocks”, nº 16.
Uhl, Alfred (1909-1992).
Canción “Hund und Katze”. (Wilhelm Busch).
Barber, Samuel (1910-1981)
“Hermit songs”.
8/ “The monk and his cat”.
Calcagno, Elsa (1910-1978)
Canción “El gato de mis pagos”.
Francaix, Jean (1912-1998)
“Trois Épigrames”:
26
“Belaud, mon petit Chat gris” (Joachim du Bellay).
Alain, Jeha (1911-1940)
Canción “Chanson tirée du “Chat-qui-s´en-va-tout-seul”, op. JA-028. Soprano.
(Rudyard Kipling)
Hovhaness, Alan (1911-2000)
Canción “Black pool of cat”.
Jabor, Najla (Maia de Carvalho Najla Jabor) (1915-2001)
Canción “Gato preto” (Nóbrega de Siqueira)
Moraes, Marcus Vinicius da Cruz de Melo (1913-1980)
Canción “O gato”.
Ginastera, Alberto (1916-1983)
Canción “Gato”. (Popular)
Parra, Violeta (1917-1967).
Canción “A mi casa llega un gato”.
Einem, Gottfried von (1918-1996).
“Vier Tierlieder”:
1 “Katzenlied”. (Lotte Ingrisch).
Botiroli, José Antonio (1920-1990)
Canción “Polino” mi gato.
Falú, Eduardo (1920-
Canción “El mishi” (Su gato)
Gipps, Ruth (1921-1999)
Canción “The cat”. (Algernon Charles Swinburne).
Wilson, James (1922- )
Canción “The cat and the moon”. (William Butler Yeats).
Sciammarella, Valdo (1924- )
Canción “Romancillos de la colonia”.
V. “Muerte del Señor Don Gato” (Tradicional).
Walsch, María Elena (1930- )
Canciones:
“Chacarera de los gatos”.
“El gato confite”.
“La calle del gato que pesca”.
Azereto, Juan (1930-1991)
Canción “La gatta”. (Gino Paoli).
27
Para soprano y mezzosoprano con acompañamiento de piano. No escrita
directamente por Rossini, la obra es una compilación de la ópera Otelo realizada por
Robert Lucas de Pearsall bajo el seudónimo de “G. Berthold”.
28
Paoli, Gino (1934- )
Canción “La gatta”.
Ancelin, Piierre (1934-2001)
Canción “Le Chat borgne”. (Philippe Huc).
Viana, Caetano Emanuel (1942- )
Canción “Vera gata”.
Short, Gregory (1938- )
“Silver moon”. Ciclo de 7 canciones para tenor y pìano:
3/ “Milk for the cat”.
Aboulker, Isabelle (1938- )
Canciones:
“Femmes et fables”:
3/ “La chatte metamorphosée en femme”. (Jean de la Fontaine).
Hiller Wilfred (1941-
Canción“Die Weidenkätzchen”. (Christian Morgenstern).
Braga Roberto Carlos (1941- )
Canciones:
“Un gato en la oscuridad”.
“Un gato del´blu”.
Mercury, Freddie (1946-1991)
“Delilah”. Canción escrita por Queen dedicada a su gata de este nombre.
Sacre, Guy (1948- )
Canción “Chat” (en “6 poémes de “Vocabulaire).”
Coates, Erck (1957- )
“8 nursery rhimes”
1/ “Pussy cat, pussy cat”. (Anónimo)
Smih, Robert (1959- )
Canción “The lovecats”.
Mahler, Ángel (1960- )
Canción “El gato con botas”.
Belcastro, Luca (1964- )
“I gatti lo saprano”. (Cesare Pavese). Soprano y orquesta.
29
Canción popular
Backer-Grondahl, Agathe Ursula (1847-1907)
“Veinte canciones populares”, op. 43:
6. “Gato en el horno” (Popular).
13. “Mis gato, gatito”. (Popular).
Copland, Aaron (1900-1990)
Canción “I bought me a cat”. (Popular).
Nin Culmell, Joaquín (1908-2004).
Canciones:
“Cuatro canciones populares de Cataluña”:
4. “La gata i el belitre”. (Popular)
Stravinsky, Igor (1882-1971)
Canción “The owl and the pussycat “. (Edgard Lear)
Hagemann, Richard (1882-1966)
Canción “The owl and the pussy cat”. (Edward Lear).
Hely-Hutchinson (1901-1947).
Canción “The owl and the pussycat”. (Edward Lear).
Searle, Humphrey (1915-1982)
“The owl and the pussy cat”. (Edwrd Lear). Narrador, flauta, cello y guitarra.
Faith, Richard Bruce (1926- )
Canción “The owl and the pussycat”. (Edward Lear).
(Historia absurda de un gato que se casa con un búho tras haberse enamorado de él por
la belleza de su canto)
Thomas, Richard Pearson (1957- )
Canciones:
“A little nonsense songs to texts of Edgard Lear for soprano”:
3. “The owl and the pussycat”. (Edward Lear).
30
Canción infantil
Kinkel, née Mockel, Johanna (1810-1858) Gato y ratón
Canciones infantiles:
“Von der Katze Stuppstetz”.
“Wom weissen Kätzchen”, op 20, nº 6.
Holmès, Augusta Mary Anne (1847-1903)
Canciones:
“Contes de fées”.
7. “La chatte blanche”.
Jenner, Gustav (1865-1920)
Canciones:
“Neun Kinderlieder für 1 Singstimme mit Pianoforte”:
4. “Katzen”.
“Estaba el señor don gato”.
Coral
Hermann, Hans (1870-1931)
“Katzenhammer” (Anónimo) Coro de hombres.
Gardner, John Linton (1917-2011)
“Seven poems of Stevie Smith”, op. 126 para voces mixtas y quinteto de viento:
3. “My cats”.
Hirose, Ryohei (1930-2008)
“Suite for noble cats”. (S, A, T, B, CB).
Ópera
Grisar, Albert (1838-1869)
Ópera: “La chatte merveilleuse”.
Montsalvatge, Xavier (1912-2002)
Ópera “El gato con botas”.
Henze, Hans Werner (1926- )
Ópera “La chatte anglaise”, libreto de Edward Bond basado en la novela de Honoré de
Balzac “Les peines d´une chatte anglaise”.
31
Offenbach, Jacques (1819-1880)
Gran ópera bufa “Dick Whitingion y su gato”. También representada como “Le chat du
diable”. (Henry Brougham Farme).
Concierto de gatos. Baltasar Antón Dunker. (s. XVIII - princ.. S. XIX)
Opereta
Offenbach, Jacques (1819-1880)
“La chatte métamorphosée en femme”. (Eugène Scribe Mélesville).
Arismendi, Diana (1962- )
“El gato y la golondrina, una historia de amor”. Opereta de cámara basada en un cuento
de Jorge Amado.
Zarzuela
Marquina, Pascual (1873-1948)
Zarzuela “Los gatos”.
Ballet
Adam, Adolphe (1803-1856)
Ballet “La chatte blanche”. Pantomima.
32
Carpenter, John (1876-1951)
Ballet “Krazi cat”. Pantomima para jazz.
Sauguet, Henry (1901-1989)
Ballets:
“La chatte”. (Sobeka, sobre un mito de Esopo).
“Le cardinal aux chats”.
Balanchine, George (1904-1983)
Ballet:
“La gata”.
Anderson, Leroy (1908-1975)
Ballet“The pussy foot musique.”
Escena
Hervé, Florimond Ronger (1825-1892)
Escena:
“Quand les chats n´y sont pas”. Pantomima en un cuadro.
Lloyd Webber, Andrew (1948- )
“Cats”. Musical basado en el libro de versos “Old possum¨s book of practical cats” de
T.S. Elliot. Uno de los más representados de la historia del género.
Cine
Bruns, George (1914-1983)
Música para la película “Aristogatos” de Walt Disney.
Legrand, Michel (1932- )
“Le bal du Chat et des oiseaux”. De la película “Peau d´âne”.
Claro que todo esto no es, seguramente, sino sólo, una vez más, producto de la
imaginación del hombre y que lo único seguro es que el gato
“camina solo y no le importa estar aquí o allá y, si miras por la ventana de noche lo
verás meneando su salvaje rabo y andando sin más compañía que su salvaje
soledad…como siempre lo ha hecho.”
(“El gato que caminaba solo” Rudyard Kiplig)