EL GUSANO DE LA BUENA SUERTE

Descripción tipo fábula encantada

El gusano de la buena suerte surge de la imaginación de una mujer dispuesta a la experimentación. Este anélido se compone de una sustancia de donde surge y hacia la cual retorna: la pacha mama. El no es cualquier gusano sucio de tierra, tiene un sombrero muy fino de paño inglés, posee una picardía que sólo su mirada puede describir perfectamente, sin mencionar un arete en la oreja izquierda que le da un cierto tinte de modernidad (a pesar de su edad), ni hablar de su caminar coqueto de perfecta sincronía corporal, concluyendo en una sonrisa agradable como de alguien que sabe que es especial, pero su característica principal es que se hace llamar a sí mismo el “gusano de la buena suerte”, el muy presuntuoso, creído y arrastrado animal.

Su hábitat es un país maravilloso sin ruidos estresantes, ni paredes de concreto, un país que alberga en su pacha mama a Alicia, Cheshire, al sombrerero loco, y al temido Jabberwocky. Un bosque encantado compuesto por flores de pepitas alucinantes y muy pero muy parlantes, un lugar con árboles ancestrales que hablan al amanecer pero callan cuando sale la luna, una luna un poco odiosa que no quiere al gusano de la buena suerte, por su sombrero de paño el cual robo de ella.

Algunos se preguntarán ¿de dónde ha sacado este anélido su nombre, qué atributos posee que le dan tal virtud de ser dador o poseedor de la buena suerte?. Bueno, pues además de haber nacido con las palabras “buena suerte” tatuadas en su delicada piel, junto con varios tréboles de 4 hojas, él se autodomina de esta forma porque cree en sí mismo, tiene simplemente una energía positiva frente a su vida, en cada paso que da este gusano trasmite una luz bella dadora de fortuna, “el que obra con amor y consideración le daré un poco de mi buena suerte”, dice el gusano cuando a alguien se topa en sus múltiples rutas por el bosque encantado.

FIN