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INSTITUTO SUPERIOR SAN JOSÉ N° 27.
OPERADOR EN PSICOLOGÍA SOCIAL.
SEMINARIO DE ANTROPOLOGÍA.
Grupo: Blanco, María Cecilia.
Cuenca, Beatriz.
Fretes, Andrea.
Profesora: María Leticia Guadalupe.
Año: 2012.
1
Índice.
Páginas.
Introducción…………………………………………………………………………………3
Desarrollo………………………………………………………………………………...4-11
El Hombre-Masa en la actualidad, quién es el hombre-masa y cómo identificarlo?.
El miedo a la nada o al dolor existencial.
Las respuestas existenciales.
Conclusión……………………………………………………………………………...12-13
Bibliografía………………………………………………………………………………...14
2
Introducción
En el presente trabajo de Antropología Filosófica trataremos una problemática existencial
contemporánea, es decir, un tema prácticamente actual. Este tema seleccionado ya fue
planteado en el siglo XIX con el filosofo Ortega y Gasset en su obra La Rebelión de las
Masas1, donde el autor plantea el origen y el desarrollo histórico del hombre-masa.
Nosotras retomamos el tema planteado por Ortega y Gasset, para explicar la problemática
actual de la Argentina: su aglomeración de hombres en la actualidad. Nuestro objetivo es
poder dar una explicación de este comportamiento particular de los hombres
contemporáneos, es decir, el por qué de esta actitud? y que elementos influyen en ella
(social, económico, cultural, etc.)?.
El método que utilizamos para el desarrollo del trabajo presente es el analítico-descriptivo,
que consta de trabajar sobre un material específico, es decir, utilizando el argumento del
autor más el aporte analítico personal e interpretativo del grupo.
Para realizar el desarrollo del trabajo, utilizamos como material principal fragmentos de la
obra La Rebelión de las Masas, es decir, que este material es la base del trabajo. Luego,
utilizamos como bibliografía complementaria el material del seminario. El material del
seminario fue usado de modo explicativo en los argumentos planteados en el desarrollo, es
decir, aclaran la idea para lograr una mayor comprensión.
El Hombre-Masa en la actualidad.
1 J.ORTEGA Y GASSET, La Rebelión de las Masas, Espasa-Calpe S.A, 1966, Madrid.
3
Quien es el hombre-masa?, como identificarlo?.
El hombre-masa es producto de una época que se caracteriza por la estabilidad
política, la seguridad económica, la comodidad y el orden público. El mundo que rodea al
hombre no le mueve a limitarse en ningún sentido sino que alimenta sus apetitos, que en
principio pueden crecer de forma indefinida.
Según Ortega y Gasset, los elementos principales de la estructura psicológica del
hombre-masa serían los siguientes: una impresión nativa y radical de que la vida es fácil,
sin limitaciones trágicas. Por tanto cada individuo medio encuentra en sí una sensación de
dominio y triunfo que, le invita a afirmarse a sí mismo tal cual es, a dar por bueno y
completo su haber moral e intelectual, lo que le lleva a cerrarse, a no escuchar y por tanto
intervendrá en todo imponiendo su vulgar opinión sin contemplaciones, según un régimen
de “acción directa”. La característica principal del hombre-masa consiste en que sintiéndose
vulgar, proclama el derecho a la vulgaridad y se niega a reconocer instancias superiores a
él:
Delante de una sola persona podemos saber si es masa o no. Masa es todo
aquel que no se valora a sí mismo- en bien o en mal- por razones
especiales, sino que se siente “como todo el mundo”, y, sin embargo, no se
angustia, se siente a salvo al saberse idéntico a los demás2.
Por otra parte, cuando Ortega habla de minorías, se refiere a aquel que se exige
más que los demás, aunque no logre cumplir en su persona esas exigencias superiores. Por
2 J.ORTEGA Y GASSET, La Rebelión de las Masas, p.40
4
tanto, la división de la sociedad en hombres-masa y minorías excelentes no es una división
en clases sociales, sino en clases de hombres.
En la Argentina, teníamos un registro de clases sociales muy marcadas y de las
que dependían de acuerdo con la adquisición de objetos de consumo; en la actualidad el
objeto de consumo ya no es un distintivo de la división de clases, podemos visualizar en la
actualidad que en cualquier comercio con mayor predominio de ventas de teléfonos
móviles, electrodomésticos y motos, dan la posibilidad de que cualquier ciudadano los
obtenga de forma inmediata, sin muchos tramites y con el comprobante de ser un
adjudicatario de un plan social.
Este hombre actual en la Argentina, ya no se plantea el recurso económico que
tiene y ni siquiera prevé la utilidad del material adquirido, es decir, sólo piensa que con ello
lograrán una buena impresión social. Por ejemplo: la compra de un celular de alta gama,
que no le dará la utilidad necesaria, ya que solo su satisfacción esta en la adquisición y en la
apariencia que proyecta. Con el ejemplo, queremos resaltar lo que la sociedad nos impone
como modelo y lo que el hombre debe aparentar y consumir para obtener un status en el
grupo social al que pertenezca.
El hombre integrante de la masa se cree que con lo que sabe ya tiene más que
suficiente y no tiene la más mínima curiosidad por saber. El hombre-masa es el hombre
cuya vida carece de proyectos y va a la deriva. Por eso no construye nada, aunque sus
posibilidades, sus poderes, sean enormes. Según Ortega:
Cuando se habla de minorías selectas, la habitual bellaquería suele
tergiversar el sentido de esta expresión, fingiendo ignorar que el hombre
5
selecto no es el petulante que se cree superior a los demás, sino el que se
exige más que los demás, aunque no logre cumplir en su persona esas
exigencias superiores. Y es indudable que la división más radical que cabe
hacer de la humanidad es esta, en dos clases de criaturas: las que se exigen
mucho y acumulan sobre sí mismas dificultades y deberes, y las que no se
exigen nada especial, sino que para ellas vivir es ser en cada instante lo que
ya son, sin esfuerzo de perfección sobre sí mismas, boyas que van a la
deriva3.
El hombre-masa tiene varios rasgos: libre expansión de sus deseos vitales y una
radical ingratitud hacia cuanto ha hecho posible la facilidad de su existencia. Es decir, sólo
le preocupa su bienestar (sólo es individuo) y al mismo tiempo es insolidario con las causas
de ese bienestar. Uno y otro rasgo componen la psicología del niño mimado. El hombre-
masa es el niño mimado de la historia. El hombre-masa es incapaz de otro esfuerzo que el
estrictamente impuesto como reacción a una necesidad externa. El centro del régimen vital
del hombre-masa consiste en la aspiración a vivir sin supeditarse a moral alguna.
Predomina hoy en día un nuevo tipo de hombre, un ser vulgar que desconoce algo
mejor y le rinde culto a la vulgaridad. El hombre masa es el que no piensa, el que renuncia
a él mismo y hace lo que hacen los demás. Es el hombre término medio, que no se arriesga
y no sabe dónde va, porque no tiene opinión ni perspectiva. Las masas no significan las
masas obreras y no se trata de cantidad de hombres sino más de una cualidad de modo de
ser. El hombre masa es aquel que no se exige lo necesario y que no es ni sabio ni ignorante
y por lo tanto se transforma en alguien peligroso que cree saber. La juventud de hoy en día
3 Ibit. p.40
6
no sabe qué hacer con su libertad y se siente vacía, esto se produce porque carecen de
ideales, de confrontación, de espíritu crítico, de problematizarse con las cosas esenciales de
la vida: quién soy?, que hago en la vida?, etc. Un claro ejemplo de ello, es la educación
actual en la Argentina. En el nuevo modelo de inclusión educativa, no se le exigirá al
alumno un nivel académico que no pueda alcanzar, ya que no se permite la repetición de
año; esto es un síntoma de cómo se resuelven fácilmente los problemas educativos, por que
solamente se trata de descartar problemas y no solucionarlos. En el vocabulario vulgar
seria: “Tirar la pelota para adelante”, que se hagan cargo los docentes, que se ocupen otros
dirigentes, etc.
Faltan nuevos denunciadores de la realidad, hombres que sean capaces de realizar
hazañas con un propósito, porque ya parece estar todo hecho y nadie se compromete a
intentar el desafío de su propia vida. Ortega decía que existe un automatismo reaccionario
que pretende ser progresista pero que en realidad es una inercia cultural que impide el
cambio que reclama el momento histórico. Cuando la vida no se desarrolla como es, posee
un ingrediente de inseguridad que produce preocupación y también angustia por los
sufrimientos y padecimientos que provocan las cosas. El hombre está condenado a hacer su
vida hacia fuera, según sus circunstancias que no son sólo suyas pero que tendrá que incluir
en su proyecto. El mundo está limitado, porque sólo está abierto a algunas posibilidades
que constituyen la circunstancia y si el pasado interviene como fatalidad, el futuro se
impone como destino. El hombre masa es el antihéroe, un héroe hueco, porque el héroe es
fiel a sí mismo y se aferra a su destino para trascenderlo. La libertad del hombre es para
hacer lo que tiene que hacer y hacerse cargo de su realidad para transformarla y no quedar
7
solo en la crítica; el Dr.Pichón Riviere decía: debemos apropiarnos de la realidad y
transformarla en una adaptación activa.
El Miedo a la Nada o al Dolor Existencial.
El hombre-masa es el hombre que se niega a sí mismo y no se respeta como ser
individual, es decir, que no se reconoce como un yo particular; para este tipo de hombre el
saberse y reconocerse como hombre individual, como yo individual propiamente dicho, es
atemorizante y angustiante. Le da miedo el sentirse solo frente a los otros, no soporta hablar
con los demás pronunciando el pronombre personal “YO”, para él es todo la universalidad
o el “NOSOTROS”; esto lleva al individuo a identificarse totalmente con el “TU” de los
demás, alienando su seidad individual a la masa y por lo tanto negándose a sí mismo o
eliminando el pronombre “YO”.
Un ejemplo de masificación identitaria es lo que se da en nuestra sociedad,
especialmente en los jóvenes cuando se juntan por diversos motivos particulares, como por
ejemplo: la música, formas de pensar en cuanto a lo que estudian y creen, la vestimenta,
etc. No hace mucho tiempo, se dio el fenómeno de las tribus urbanas: los flowers, los darks,
los punks, y otros grupos más; donde los jóvenes se agrupaban por distintos motivos y que
por los medios de comunicación de redes sociales (facebook, twitter, etc.) se realizaban
comunicaciones y reuniones masivas.
La negación del yo individual es un alivio y una tensión para el hombre-masa,
porque al negarse a sí mismo adormece la angustia, pero esa angustia lo espera al acecho
como un león a su presa, para cuando quiere volver a su yo individual. Es decir, que
negarse a sí mismo no soluciona o elimina la angustia, tan sólo la deja a un lado
8
adormeciéndola, pero puede volverse a él cuando tome conciencia de su existencia
individual y de su libertad.
La pregunta que surge en este tema desarrollado es: porque el hombre individual
busca alienarse o aglomerarse con los demás hombres? La respuesta es que el hombre-masa
no soporta ser él mismo como un yo individual, le repugna la idea de que él es responsable
de sus acciones y decisiones tomadas y por lo tanto la responsabilidad que debe asumir ante
ellas. Pero generalmente lo que detesta el hombre-masa es el preguntarse las preguntas
como: quién soy?, qué hago en este mundo?, cuál es el fin de todo esto?, para qué sirve el
deber-ser?, etc. Estas preguntas existenciales trastornan a nuestro hombre-masa, porque él
solo vive el instante y no le interesa responderse esas preguntas difíciles y sin respuestas
algunas a la vez.
El estar sólo significa para el hombre-masa dar lugar a la angustia, pero éste no lo
soporta como algo propio y por lo tanto, no lo acepta y lo adormece no dejando tiempos
vacios para caer en las preguntas angustiantes.
Como se dice en Norteamérica: ser diferente es indecente. La masa arrolla
todo lo diferente, egregio, individual, calificado y selecto. Quien no sea
como todo el mundo, quien no piense como todo el mundo, corre el riesgo
de ser eliminado. Y claro está que ese todo el mundo no es todo el mundo.
Todo el mundo era, normalmente, la unidad compleja de masa y minorías
discrepantes, especiales. Ahora todo el mundo es solo la masa4.
4 Ibit. p.42
9
Ser un hombre-masa es ser igual a todo el mundo, es decir, actuar y vivir como los
demás hombres que conforman la masa. El hombre-masa individual no se diferencia de los
demás, este actúa del mismo modo que los demás, no piensa que está haciendo, sólo lo
hace por instinto o porque todos los demás lo hacen y por lo tanto es bueno para él; pero ni
siquiera tiene conciencia de ese hecho, en qué consiste y que implica luego tal acción,
pues el hombre-masa se justifica con que él tiene solo derecho.
El hombre-masa tiene fobia al vacio o a la nada, es capaz de hacer cualquier cosa
por evadirse de esa conciencia dolorosa, es decir, él daría cualquier cosa por no tener
conciencia de lo absurdo. Según Kierkegaard, lo absurdo es escandoloso5 para lógica
racional y por eso él hombre-masa jamás superará esa dicotomía existencial entre lo
racional y lo absurdo. Al no entender lo absurdo le da nausea, pero de donde proviene esa
nausea sartreana, pues ella tiene su origen en la conciencia de la nada. Esa nada que afronta
el hombre durante su existencia, da origen a la angustia y que luego el hombre la cambiará
por la desesperación al no poder encontrar una respuesta que le llene ese vacío horroroso;
pero según Sartre, lo que tensiona al hombre individual es el asumir la responsabilidad y la
conciencia de que uno mismo es constructor de su destino, el hombre individual no trae
consigo nada hecho y por lo tanto se ve obligado a construir su propio destino y ser
responsable de él.
Las Respuestas existenciales.
5 S.KIERKEGAARD, La Enfermedad Mortal.
10
El existencialismo ateo de Sartre despojó al hombre de todas sus vestiduras
superfluas y lo dejó en situación. El hombre es definido por las sucesivas circunstancias, y
su única salida es la libertad de él, que consiste en decidir día a día su vida, su propio
destino:
A cada instante estamos arrojados en el mundo y comprometidos. Esto
significa que actuamos antes de poner nuestros posibles, y que estos
posibles que se descubren como realizados o en vía de realización, remiten
a sentidos que harían necesarios actos especiales para ser puesto en
cuestión6.
En su propia pena está su gloria. No hay esencia, solamente hay existencia y
libertad, estamos condenados a ser totalmente libres. Somos lo que hacemos y nos
identificamos con nuestras acciones, no somos como actuamos sino que actuamos como
somos. Y si el otro es mi infierno, no se trata de eliminar (no podemos salir de él), sino de
conseguir dentro de ese infierno pequeñas parcelas de paraíso, los instantes de felicidad;
Sartre los llama ¨Momentos Perfectos¨ en su obra La Náusea. Sólo la conciencia del
infierno aquí y ahora puede impelernos a la autenticidad de construir parcelas, islas de
dicha.
Sartre propuso invertir la pirámide: el hombre precede a su esencia, lo que hace lo
define. Cada mínima de elección, cada hecho, cada acto pequeño o grandioso. El hombre
se construye: ese es su gran poder y su límite.
6 J.P.SARTRE, El Ser y la Nada.
11
Kierkegaard entendía que la verdad está en el individuo y la falsedad en las masas,
en la sociedad, en hacer lo que los demás esperan que hagamos. La evasión es el camino
que elige el hombre de la multitud, la excusa, la posibilidad de descargar la causalidad de
sus actos sobre otros. El tú del otro guía la vida, pero la ruta amplia es tan amplia y
opresiva, que desasirse de ella implica una decisión o un heroísmo. La reflexión es sobre sí
mismo, es decir, es verse a sí mismo.
En la existencia autentica (como dice Heidegger) me encuentro a mí mismo, pero
la angustia me asalta. Todo el mundo es un modo de ser del cual no me puedo liberar, ese
es el mundo, es la realidad, y en ella estoy inserto. Es la sociedad, la cultura, es lo que
todos dicen, es lo establecido. Ahí está la seguridad y la tranquilidad. El hombre autentico
de tiempo en tiempo despierta y no está satisfecho, en la insatisfacción brota la angustia y
aunque tiene aire de negatividad, sin embargo cumple una función liberadora. Porque a
través de ella el sujeto se libera del SE (se dice, se habla, se cuenta, se cree, etc.), que es la
costumbre de todo el mundo y que oculta al ser de sí mismo.
La angustia produce el malestar. También Kierkegaard, Unamuno, antes que estos
Pascal y San Agustín, sentían angustia de ser y de existir. Es la angustia sola consigo
misma y ella debe interrogarse, y desde ella hay que responder. Porque la existencia se
despliega en el tiempo, y el tiempo es existencia.
12
Conclusión.
Ser un hombre individual o un yo mismo implica tener conciencia de nuestra
libertad y de la responsabilidad que conlleva la misma, aquí está el origen de la angustia,
porque el hombre-masa no soporta ser él responsable de sí mismo. Él sólo quiere vivir los
placeres de la vida sin tener cargo de consciencia alguna, psicológicamente no busca un
progreso moral y sólo se atiene a las situaciones fáciles de justificar: yo hice esto porque
todos los hacen, que importa si está mal moralmente si yo no soy el único que lo hace, el
hombre-masa constantemente se justifica de sus acciones con las de los demás, no se toma
tiempo para reflexionar sus hechos.
Para el hombre-masa tomar consciencia de la existencia del TU de los demás es
angustiante, porque este hombre solo ve al otro como un objeto de satisfacción de sus
placeres, el otro es un medio por el cual él lo utiliza para alcanzar su fin deseado; no le
importa si el otro es una persona, para él los demás solo son medios para alcanzar su fin, no
tiene moral alguna, es decir, para él el deber ser es absurdo o una fantasía. Por lo tanto, el
hombre-masa es un producto hecho por el estado y que lo utiliza para anular el espíritu
crítico creando necesidades inmediatas que puedan acceder todo tipo de hombre, sin
importar su clase social. De este modo nos imponen un nuevo modelo de hombre que
debemos imitar, un modelo anti-moralista, que solamente tiene derechos y ninguna
obligación o compromiso ciudadano, que todas sus problemáticas tienen soluciones
inmediatas (Fast Food, Llame ya, Delivery, Termine el secundario fácilmente, haga una
carrera de 3 meses, no se esfuerce y obtenga buenos beneficios, etc.)
13
Marx no sostenía que las religiones, la metafísica, las escuelas de artes, las
ideas éticas y las voluntades políticas fuesen reducibles a motivos
económicos, ni que careciesen de importancia. Sólo intento describir las
condiciones económicas que las configuran y que explican su nacimiento y
su ocaso.7
Ya Marx explicaba que el sistema económico que utiliza un estado modifica los
valores del ciudadano, el sistema económico moldea la moral de los hombres, es decir, que
debemos plantearnos de este modo: para un estado de sistema económico capitalista, quien
es el hombre bueno?, y para un estado de sistema económico comunista, quien es el
hombre bueno?; así vemos como el estado es el que impone los estereotipos de hombres
que quiere y que el hombre se mide a sí mismo en esa imagen. Por eso debemos resaltan la
esencial importancia que tiene la influencia del estado dentro de los ciudadanos, ya que el
estado es el formador de la moral y de la imagen o estereotipo de hombre por el cual se
deben medir los demás; concluimos que el estado tiene la tarea fundamentalmente de guiar
y de mantener en orden las relaciones de los ciudadanos, es decir, de educarlos, de su
seguridad y de lo más importante, de su existencia con el Yo-Tu.
Bibliografía.7 J.A.SCHUMPETER, Capitalismo, Socialismo y Democracia.
14
Material principal:
J.ORTEGA Y GASSET, La Rebelión de las Masas, Espasa-Calpe S.A, 1966, Madrid.
Material complementario:
Material del Seminario de Antropología, 2012.
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