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El insurgente
¡Con la guerra popular! ¡El EPR triunfará! Año 20 Nº 171 Julio de 2016 Pág. 2
Página 3 EDITORIAL
Página 4 LA REPRESIÓN CONTRA EL MOVIMIENTO POPULAR-MAGISTERIAL
DESDE ALGÚN LUGAR DE OAXACA: Página 7
RASGOS FASCISTAS DEL ESTADO MEXICANO Página 11
LA PRESENTE COYUNTURA POLÍTICA Página 15
LAS ZONAS ECONÓMICAS ESPECIALES, MEDIDA ECONÓMICA DEL RÉGIMEN NEOLIBERAL Página 18
ENSEÑANZAS Y REFLEXIÓN SOBRE EL PASADO PROCESO ELECTORAL Página 21
DE AGUAS BLANCAS A NOCHIXTLÁN Página 23
MÉXICO-VENEZUELA, DISTINTOS CRITERIOS MEDIÁTICOS REVOLUCIÓN A DEBATE
Página 27 ¿CÓMO ORGANIZAR AL PUEBLO?
PENSAMIENTO DEL MILITANTE COMUNISTA: Página 32
LAS “NOVEDADES” DE LA PEQUEÑA BURGUESÍA CARTAS DE LA MILITANCIA:
Página 35 LA BURGUESÍA ENDURECE SU DICTADURA
COMUNICADOS DEL PDPR-EPR: Pág. 37
DEL COMITÉ CENTRAL Y LA COMANDANCIA GENERAL, 24 DE MAYO DE 2016 Pág. 39
DEL COMITÉ ESTATAL Y LA COMANDANCIA DE ZONA, VERACRUZ, 31 DE MAYO DE 2016 Pág. 42
DEL COMITÉ ESTATAL Y LA COMANDANCIA DE ZONA, CHIAPAS, 20 DE JUNIO DE 2016 Pág. 44
DEL COMITÉ ESTATAL Y LA COMANDANCIA DE ZONA, CHIAPAS, 22 DE JUNIO DE 2016 Pág. 47
DEL COMITÉ DE PRENSA Y PROPAGANDA, 25 DE JUNIO DE 2016 Pág. 50
DEL COMITÉ CENTRAL Y LA COMANDANCIA GENERAL, 1 DE JULIO DE 2016 Pág. 53
DEL COMITÉ DE PRENSA Y PROPAGANDA, 5 DE JULIO DE 2016 ARTE Y CULTURA:
Página 56 POESÍA: Mercenario de la comunicación
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EDITORIAL
esde el Estado y la oligarquía con violencia institucionalizada se mantiene la reforma educativa neoliberal que anula de facto el derecho al trabajo y a la educación pública para el pueblo, por lo
tanto, también el derecho a la vida.
Violencia institucionalizada que se materializa en el terrorismo de Estado, el cual se hizo inocultable en la ofensiva represiva contra los sectores movilizados que rechazan la reforma educativa. Trabajadores de la educación, normalistas, padres de familia y pueblo solidario han sido objeto de represión sistemática que alcanzó un punto de algidez el 19 de junio en Nochixtlán, Oaxaca.
De Ayotzinapa (2014) a Nochixtlán los crímenes de Estado que se han cometido son múltiples, confirman que el terrorismo de Estado es política de gobierno. Ilustra también que las masacres siguen siendo el signo distintivo del PRI gobierno como política contrainsurgente y mandato oligarca, en dónde el Estado mexicano está cumpliendo puntualmente su función y papel de máquina represiva al servicio de la oligarquía.
El Estado no es una abstracción teórica, tampoco la afirmación de cancerberos del capital que dicen que el Estado somos todos, en lo concreto está representado por personeros envestidos de funcionarios públicos, Enrique Peña Nieto, Osorio Chong, Aurelio Nuño, José Antonio Meade, Enrique Galindo, Renato Sales, Gabino Cué, Manuel Velasco Coello, Héctor Astudillo, Silvano Aureoles Conejo… entre otros. Por tanto estos son los responsables directos del baño de sangre que se comete contra el pueblo.
Estos cancerberos del capital no representan el interés y voluntad popular, en su condición antipopular e ilegítima obedecen a la exigencia de los grupos oligárquicos, por lo tanto sus personeros son igualmente responsables, como es el caso del oligarca Claudio X González que no han saciado su sed de sangre al seguir encabezando la exigencia oligarca de intensificar la campaña represiva contra los trabajadores de la educación y el pueblo que se suma a la lucha por la defensa de la educación pública.
Nochixtlán y la resistencia combativa en otros estados nos enseña que un pueblo cuando comprende quien es el enemigo principal no hay fuerza policiaco-militar que doblegue su voluntad de combatir. En el fragor de la batalla popular se confirma cuán tan importante es la autodefensa armada de las masas y el uso legítimo de recurrir al armamento popular.
La resistencia popular-magisterial que se gesta en diferentes partes del país ha evidenciado que los cuerpos represivos no son invulnerables, estas hordas de desclasados sociales a pesar de tener un origen popular han decido por unas cuantas monedas estar al servicio de los explotadores y opresores del pueblo, sólo les queda dos opciones, renunciar a los cuerpos represivos o asumir las consecuencias de su traición de clase.
Los trabajadores de la educación movilizados contra la reforma educativa están escribiendo páginas de ética y dignidad humana, un saludo desde esta trinchera de lucha, no están solos porque somos pueblo trabajador y juntos desarrollamos lucha contra el capital.
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LA REPRESIÓN CONTRA EL MOVIMIENTO POPULAR-MAGISTERIAL DESDE ALGÚN LUGAR DE OAXACA:
a embestida criminal del Estado el 19 de junio en Oaxaca, con todo su
aparato represor, sigue latente y operando; de lo que se ha dado cuenta en los medios de comunicación hasta ahora sólo obedece en su mayoría a la versión del Estado, se trata por todos los medios acallar la voz del pueblo ahogándola en el silencio y la criminalización.
Esta criminal violencia de Estado desatada contra el pueblo de Oaxaca ha sido planificada, desplegada y ejecutada operativamente por el mando único que agrupa a todas las fuerzas represivas del Estado y ha tenido como objetivo inmediato reprimir y ahogar en sangre, una vez más, la protesta popular-magisterial que se encuentra en pie de lucha contra la reforma neoliberal privatizadora de la educación pública.
La magnitud y la saña con la que se ha ejecutado este crimen de Estado revela que en todo momento la orden y la consigna fue masacrar al pueblo en lucha, utilizando el terror de Estado como método represivo y escarmiento para los que se mantienen en resistencia y
luchando contra la voluntad oligarca, que es la que se encuentra detrás de los intereses de la reforma neoliberal educativa del actual contexto, a la que se oponen amplios sectores del pueblo no solo en Oaxaca sino en todo el país.
Ese es el verdadero motivo por el que se ha desatado la violencia del Estado en Oaxaca y en todos los estados del país donde existe lucha organizada contra los intereses oligárquicos. Esa es la razón por la que las fuerzas federales traían la orden de tirar a matar, de que se les haya designado como misión asesinar y sembrar el terror; en todo momento su único objetivo al disparar fue ejecutar
selectivamente a los que se encontraban ejerciendo su derecho a la protesta.
Es la misma línea criminal represora que se ha seguido en los últimos meses en los lugares donde se ha agudizado la lucha contra las reformas neoliberales, la táctica policiaco-militar es y sigue siendo aniquilar la organización popular, aislando primero a lo más combativo y consecuente por distintos medios y después tratar de justificar los crímenes de Estado. En Oaxaca esta política de terrorismo de Estado es orquestada por todos los componentes de la dictadura de clase que se ha cebado contra el pueblo, y Nochixtlán es el ejemplo más reciente; a esta tarea
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se han dedicado no solo ese fin de semana sino que ha sido la constante respuesta con la que se han atendido las demandas del pueblo.
Los voceros y cancerberos de oficio de la oligarquía, hoy ante la criminal actuación del gobierno estatal y federal que ha significado la ejecución extrajuducial de profesores, pobladores y periodistas, así como más de un centenar de heridos por la brutal represión no se detienen en su criminal oficio, no conformes con señalar y relacionar al magisterio democrático, organizaciones populares y a sus líderes con fines policiacos con nuestro partido, así como de propagar la criminalización de la protesta y lucha popular magisterial, ahora cínica e hipócritamente buscan la causa del actuar criminal del Estado en Nochixtlán en estos “vínculos” y “vasos comunicantes”, participando con esto abiertamente en el cometido de este crimen de Estado al tratar de justificarlo.
Oaxaca no solo es Nochixtlán donde se ha aplicado el terrorismo de Estado y donde se ha dejado escuchar la criminal voz y tinta de estos mercenarios de la comunicación, el pueblo oaxaqueño identifica bien a sus enemigos de clase que se
encubren de columnistas y periodistas para realizar labor policiaca en todos aquellos lugares donde se han estado cometiendo sistemáticamente crímenes de Estado. A eso se han dedicado en diferentes medios periodísticos y hoy también son responsables de los crímenes cometidos contra el pueblo el pasado fin de semana a pesar de sus hipócritas lamentaciones de algunos y de la congratulación descarada de otros, ¿ejemplos? Alfredo Martínez Aguilar, Raúl Nathán Pérez, Aristoteles García Mori, Guillermo Vásquez Ortíz, Raymundo Riva Palacio, Luis Cárdenas, Oscar Mario Beteta, Ricardo Alemán… son sólo algunos de sus exponentes más fieles.
¿Pruebas? Acaso no han sido estos personajes los que se han dedicado a señalar con más odio en los últimos actos represivos la supuesta relación que existe entre los que “dirigen” las protestas y nuestro partido, siempre amparados en “información de inteligencia”, con la maniquea mentalidad de proyectar en nuestras filas la imagen del “mal” y con el claro anuncio del cometido de más crímenes de Estado. ¿Cuántas víctimas de los crímenes de lesa humanidad tanto aquí en Oaxaca como en todo el país han pasado primero
por el señalamiento y la criminalización de estas plumas y voces mercenarias no solo en fechas recientes sino desde hace años?
La lista es larga, pero la memoria imborrable; no se les olvide que las ejecuciones extrajudiciales, desaparición forzada, encarcelamiento político, tortura, represión… son agravios que jamás se olvidan, tampoco a sus responsables. Señores “comunicadores” del Estado, fieles al capital, ustedes también han participado en estos crímenes contra el pueblo y han decidido cerrar filas al lado de sus verdugos.
Los personeros del capital agrupados en las diferentes cámaras empresariales han hecho cumplir una más de sus exigencias al gobierno estatal y federal, han hecho patente una vez más su dictadura de clase haciendo valer sus intereses a costa de la vida de los que exigen y luchan por sus derechos. Mezquinamente hablan de las “millonarias pérdidas” que han causado las acciones de lucha popular en las últimas semanas, pero nada dicen del despojo diario al que someten al pueblo con la explotación económica y que se tasa precisamente en esos millones diarios que aluden como “pérdidas”, callan y
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mienten cínicamente ante la miseria y pobreza que existe en nuestro estado producto de la política antipopular y oligárquica que han avalado políticos de oficio desde costosos puestos, de la dictadura de clase que se impone con el terrorismo de Estado en todo el país. Mentirosos, ocultan que su tasa de plusvalía va más allá del 200% anual, ¿Cuál pérdida?
No conformes con la sangre del pueblo, la oligarquía local y nacional exige garantías a sus intereses al gobierno servil del estado, el cual tiene que responder complaciente en reciprocidad criminal cargándole al pueblo los costos de las “pérdidas” empresariales.
Las pérdidas para el pueblo se cuantifican en cientos de miles de detenidos desaparecidos, de ejecutados extrajudicialmente, y todo tipo de crímenes de Estado y de lesa humanidad, de muertes por hambre y miseria, y en todas las nefastas consecuencias para el pueblo derivadas de la dictadura de clase oligárquica, de la explotación y opresión que en Oaxaca tiene índices infrahumanos.
A los responsables de esto, responsables también del crimen de Estado cometido en
Nochixtlán, desde las hordas ejecutoras físicamente, mandos policiacos, funcionarios de seguridad pública de todos los niveles, funcionarios de gobierno de distinto nivel, defensores y promotores del régimen, plumas y voces mercenarias, hasta el ejecutivo estatal y federal no les conmueve en lo más mínimo el dolor de las víctimas, lo único que en verdad les interesa y preocupa es cumplir con la voluntad y exigencias de la oligarquía. A ello se deben y obedece su actuar, así que, ¿de qué orden y paz social le hablan al pueblo? ¿A qué estado de derecho lo llaman a respetar? ¿De qué violencia le hablan al pueblo y condenan?
Los principales personeros y responsables son Enrique Peña Nieto, Gabino Cué, Aurelio Nuño, Miguel Ángel Osorio Chong; el presidente del Concejo Coordinador Empresarial Juan Pablo Castañón, el presidente de la Concanaco Enrique Solana el presidente del consejo mexicano de negocios Alejandro Ramírez, y entres oligarcas, Gerardo Gutiérrez Candiani, Claudio X González; Jorge Alberto Ruiz Martínez titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca, el comisionado General de la Policía Federal Enrique Galindo,
Renato Sales Heredia que encabeza la Comisión Nacional de Seguridad.
¡Magisterio democrático en lucha! ¡Pueblo de México! ¡Hermanos y hermanas oaxaqueños!
La organización popular y la lucha organizada nunca serán producto de las maquinaciones de mentes “violentas”, las acciones del pueblo en lucha por sus intereses de clase nunca serán acciones criminales, éstas representan y expresan la voluntad popular de combatir de nuestro pueblo ante el dominio de clase y es tan legítima como el derecho a la vida. Voluntad que debe transformarse en autodefensa armada del pueblo; ante la saña de los criminales y crímenes de Estado la acción revolucionaria del pueblo se vuelve legítima y necesaria.
Nunca un pueblo sumiso e indefenso será garante de su emancipación, así como tampoco sus derechos y la justicia les serán otorgados por sus opresores y explotadores, por sus verdugos. En Oaxaca como en Chiapas será la acción del pueblo organizado la que frene el terrorismo de Estado y haga justicia a los criminales de Estado.
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RASGOS FASCISTAS DEL ESTADO MEXICANO stamos bajo el proceso de elaboración e
imposición de las premisas que dan sustento a un Estado policiaco-militar con rasgos fascistas, así como su aplicación práctica en el terrorismo de Estado.
En el siglo XX, la humanidad conoció y padeció la práctica de la política genocida del fascismo de Hitler y Musolini, que bajo una concepción mezquina y recalcitrante sobre el hombre, producto apologético de la ideología burguesa reaccionaria, dio paso a la política de control social absoluto, de la centralización del poder para la consumación de aberrantes crímenes de lesa humanidad, y la aplicación de nuevos flagelos a los ya generalizados por el propio sistema imperante, una nueva gama de métodos de tortura contra el hombre. Fascismo que fue combatido y aniquilado por las entonces nacientes fuerzas comunistas.
En la actualidad en nuestro país se viene configurando en todos los aspectos de la vida social los rasgos que en su momento dieron vida al
fascismo del siglo XX, y algunos de ellos se están convirtiendo en práctica política del Estado burgués mexicano para oprimir al pueblo inconforme y organizado.
Estado de derecho oligárquico pro-fascista y/o contrainsurgente:
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Hemos venido conceptualizando el carácter de la jurisprudencia sobre la que se sustenta el Estado, que tiene su expresión en la Carta Magna, del que en diferentes momentos y espacios hemos expresado que vivimos bajo un Estado de derecho oligárquico. Las leyes están escritas y reformadas en función de la realización de los intereses de la burguesía y de manera especial para la oligarquía.
Pues resulta, que después de finalizado el proceso revolucionario en México de inicios del siglo XX, la naciente burguesía tomó el control del Estado y con ello el poder político, dio inició al mismo tiempo, al combate y aniquilación de las conquistas populares ganadas a sangre y fuego en el proceso revolucionario.
El Estado, como instrumento de la burguesía promovió una infinidad de reformas a las leyes que le dotaran de mejores condiciones para satisfacer intereses económicos concretos de la clase en el poder. Hecho que en estos momentos continua, pero que se consolida y se muestra cada vez más antipopular. En ningún momento de nuestra historia el Estado ha realizado alguna política o ley para beneficio del pueblo, entonces, ¿sobre qué bases exigimos que el Estado cumpla su papel, cuando su carácter es oligárquico, represivo y por consecuencia antipopular?
Históricamente el Estado existe en función de la clase en el poder, en los momentos en que se han presentado las crisis económicas ha fortalecido a una parte de la burguesía, y en estos momentos de pleno auge de una crisis económica estructural internacional, nuevamente el Estado se mantiene firme en su defensa de una oligarquía monopolista transnacional, que podemos atestiguar en la formulación de sus conceptos y premisas jurídicas, que es sobre la que descansa y se da a sí mismo
sustento.
El Estado adquiere de esta forma su carácter actual, la de mantener un Estado de derecho oligárquico pro-fascista y/o contrainsurgente, que encuentra objetividad en los miles de detenidos desaparecidos, fosas comunes clandestinas, miles de ejecutados extrajudicialmente, miles de asesinatos políticos, detenciones arbitrarias, represión generalizada hacia el movimiento popular, eliminación de jure y de facto de las garantías individuales y derechos humanos. La magnitud de tal genocidio popular solamente es distorsionada por la dictadura de opinión y la concepción alienada de las mentes “intelectuales” que se resisten a concebir dicho fenómeno que ya es parte cotidiano de la vida sociopolítica del país.
Desde luego, el carácter pro-fascista del Estado, desde el momento en que ha adquirido ese carácter se convierte en política de gobierno, y ésta a su vez se vuelve determinante en su aplicación que hasta el momento suman cifras exorbitantes, cual si fuesen guerras de exterminio declaradas.
Asimismo, al igual que el fascismo de “antaño” constituyó una política de terror y de exterminio de las fuerzas socialistas y comunistas en desventaja, en estos momentos los rasgos fascistas se convierten en la expresión de la contrainsurgencia para combatir desde el Estado y sus cuerpos represivos, a los sectores populares organizados, a los socialistas o comunistas, constituye la modalidad de la contrainsurgencia para el combate de las fuerzas revolucionarias que existen en México.
¿Dónde encontramos los rasgos del fascismo en nuestro país?
I. La militarización de la vida social y
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política del pueblo. Fue con el panismo y sus 12 años de terror que se puso en marcha con mayor ahínco la militarización de las instituciones o dependencias de gobierno, colocando en diferentes cargos a personas que habían o están en activo en las fuerzas armadas, con la finalidad de instrumentar desde ese lugar la política represiva y al mismo tiempo mejorar su servicio de información respecto a la situación sociopolítica del país. Y ahora con el priismo esta situación se ha agudizado.
II. El fortalecimiento de los destacamentos de hombres armados del Estado. Se expresa en la conformación de más cuerpos policiacos como la gendarmería, el reclutamiento de más elementos para el ejército mexicano y la marina; y la creación de cuerpos armados en su modalidad de paramilitares. Estos tres tipos de destacamentos armados, se convierten en el pilar fundamental sobre la que se sostiene en estos momentos la junta administrativa, y sobre la cual se finca los intereses de la oligarquía.
III. El marco legal pro-fascista contenido en la Constitución. Recientemente desde el Legislativo se han reformado las leyes, creado nuevas y reformado códigos penales de varios estados, en materia de “seguridad interna”, que se convierten en legislaciones que promueven la criminalización de la pobreza, de la protesta popular, de la movilidad social, y a su vez coercionan al pueblo a más normas de control, coartando al mismo tiempo garantías individuales y derechos humanos básicos.
Veamos algunas de ellas:
En el año 2013 en la Ciudad de México desde la Cámara de Diputados se avaló la Ley de manifestaciones públicas en el Distrito Federal, donde se establece que para realizar una manifestación habría que avisar con cierta antelación a las autoridades, anunciando las demandas y datos del contingente a participar, toda vez que si la autoridad se le antoja otorgue el permiso correspondiente, y en dado caso de existir sospecha alguna de que se está perpetrando un acto ilícito el cuerpo castrense en turno podrá disolver la manifestación:
En toda la argumentación se deja por sentado que, sobre la base de los intereses de las cámaras empresariales y sus “perdidas económica millonarias”, es necesario “regular las marchas y manifestaciones”; por lo que en función de los intereses económicos de los explotadores se coarta legalmente el derecho a la manifestación, a la protesta, a la libertad de reunión y de asociación.
El 02 de diciembre de 2014, la Cámara de Diputados reformó y adicionó los artículos 11 y 73 de la Carta Magna, bajo el marco conceptual de la Movilidad Universal, dieron paso a las entidades federativas con el mismo argumento a modificar sus leyes estatales y demás normativas para coartar la libertad de expresión, de asociación, criminalizando la protesta popular, y estableciendo los límites de control social. Fenómeno que a la postre, varias entidades federativas han venido realizando, adecuando sus marcos legales y códigos penales en función de arremeter política, jurídica, administrativa, policiaca y militarmente contra el pueblo y sus diferentes esfuerzos organizativos.
En Quintana Roo la junta administrativa local y
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políticos de oficio apelando al “ordenamiento cívico” se faculta a las fuerzas policiacas para actuar contra cualquier esfuerzo organizativo que se manifieste en los espacios públicos.
En Chiapas, la modificación del Código Penal en el artículo 375 se prohíbe realizar cualquier acto de protesta en espacios públicos y vías de comunicación, condenando a quien lo haga a prisión de cinco a diez años, coartando y criminalizando de esta manera el derecho a la protesta, manifestación y expresión.
La modificación del artículo 29 de la Constitución Mexicana, que faculta a las fuerzas armadas a establecer un estado de excepción cuando así lo considere el ejecutivo, bajo el ardid de la existencia de una amenaza para el Estado. Situación que se va configurando desde el momento en que una contingencia ambiental (como la existente en la Ciudad de México) es motivo para realizar ese estado de excepción y para disolver por la vía de la represión policiaca-militar cualquier acto de protesta, reunión o manifestación.
A finales del mes de abril se reformó el código de justicia militar y los códigos penales, donde se faculta a las fuerzas armadas a realizar espionaje a la población civil, a las instituciones, asimismo se faculta a disolver o tomar por asalto cualquier institución gubernamental o “autónoma”, lo que constituye el marco jurídico para un golpe de estado legalizado.
Los hechos están a la vista y éstos han configurado un Estado policiaco-militar con rasgos fascistas, toda ley o código penal reformado sólo ensancha los grilletes de opresión política. El
temor de la oligarquía y del Estado a una insurrección popular se encuentra en relación directa con su ansiedad por fortalecer el estado de derecho oligárquico pro-fascista.
La imposición de Estados policiaco-militares hoy con rasgos fascistas es la forma por la cual se pretende resolver la crisis económica internacional, con la continuidad de los crímenes de lesa humanidad y crímenes de Estado, aniquilando a toda resistencia organizativa popular, contra las fuerzas revolucionarias que pugnan por una transformación profunda y radical de la sociedad.
El fetiche de la seguridad como condición de desarrollo, sigue siendo el ardid bajo el cual los rasgos fascistas han configurado un estado de derecho oligárquico pro-fascista, y por el cual más de 300 mil detenidos desparecidos, más de 250 mil ejecutados extrajudicialmente se convierten en producto y expresión concreta de éste fenómeno, donde las victimas del terrorismo no tienen justicia ni la tendrán por parte del Estado, donde los perpetradores de los crímenes de lesa humanidad y actos de terrorismo de Estado quedan impunes.
Insistimos, no hay crisis de derechos humanos, ni carencia de estado de derecho; lo que existe es terrorismo de Estado, un Estado mexicano que cumple con su función, velar por los intereses del capital y la burguesía, existe un Estado policiaco militar con rasgos fascistas que desarrolla una campaña ofensiva contra todo el pueblo. Es momento que los explotados y oprimidos en unidad actuemos en consecuencia guiados por el interés común y la necesidad histórica que demanda forjar a punta de revolución una nueva sociedad.
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LA PRESENTE COYUNTURA POLÍTICA
La cuestión internacional
a dictadura de la burguesía no para de propagar la muerte y tormentos contra miles de millones de hombres. El
imperialismo junto con las fuerzas reaccionarias avanza en su ofensiva para imponer su política en los países donde no lo ha logrado y acentuarla en aquellos donde lo ha hecho, para con ello, acrecentar su dominio sobre los pueblos del mundo.
La ofensiva imperialista y avance de las fuerzas reaccionarias se intensifica en Medio Oriente, Europa Occidental y América Latina, sus consecuencias son tan desbastadoras que hacen de los recuerdos de la peste bubónica un pétalo de rosas sobre los putrefactos mares de la violencia capitalista, son el proletariado internacional, el campesino pobre y sectores populares las víctimas de este terror.
En Medio Oriente y Europa Occidental el curso de la ofensiva imperialista desarrolla con mayor fuerza su actitud belicista e injerencista por medio de su instrumento militar más grande la (OTAN), sigue colocando posiciones ocupando nuevos territorios en esas partes del mundo, su objetivo militar a mediano y largo plazo es Irán, Rusia, Corea del Norte y China, el objetivo socioeconómico son nuevos mercados y pueblos del mundo a sojuzgar.
En América Latina la ofensiva adquiere una forma específica, la contrainsurgencia desarrollada con la Guerra de Baja Intensidad, Brasil, Venezuela, Colombia y México sobresalen en la presente coyuntura por ser objeto de la política imperialista con esa especificidad.
En Venezuela el imperialismo aprovechando que el capital y las relaciones de producción
capitalistas no fueron destruidas, ha apuntalado a las fuerzas reaccionarias y desplegado la ofensiva contra la revolución bolivariana, desde el poder burgués se estrangula con medidas monopolistas a la economía venezolana para originar “hambre y pánico”, una vieja táctica imperialista contrainsurgente para restarle base a las fuerzas progresistas y revolucionarias, medida integral del terrorismo económico del imperialismo para imponer sus intereses sintetizados en su política determinada.
La democracia que se defiende desde el imperialismo en toda América Latina, a la que se apela donde existen fuerzas revolucionarias y progresistas que se oponen la dictadura del capital, no deja de ser un instrumento de dominación en la actual embestida imperialista.
No es la paz lo que se persigue como lo pregonan los discursos imperialistas, en el capitalismo ni en ninguna otra forma de la sociedad que descanse en la propiedad privada de los medios de producción y la explotación del hombre por el hombre habrá paz, la única paz que conocen los burgueses es el sometimiento de los explotados y la acumulación de capital. La disputa por un nuevo reparto del mundo continúa y la
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amenaza de la tercera guerra mundial cobra mayor fuerza en la medida que se profundiza la actual crisis capitalista que trae consigo mayor violencia contra los oprimidos, mayores contradicciones entre capitalistas que desembocan en el desangramiento de pueblos enteros, lo que en realidad persigue el imperialismo es sostener y acrecentar su dominio en el mundo.
Por el momento podemos concluir que la reacción avanzó al tomar algunas posiciones en países como Brasil, Bolivia y Colombia; en lo general el imperialismo mantiene su política militarista en una ofensiva para posicionarse de puntos geoestratégicos que le permitan seguir imponiendo sus intereses y pervivir a coste de la desgracia humana; y la actual crisis capitalista de nueva ocasión ha trastocado a los países imperialistas, el retiro de Inglaterra de la unión Europea es consecuencia directa de la profundización de la crisis capitalista y reflejo de las enconadas contradicciones interimperialistas por el reparto del botín, principalmente entre la susodicha Inglaterra y el imperialismo Alemán.
La cuestión nacional
Ningún fenómeno se encuentra aislado, las concatenaciones que ligan entre sí a los fenómenos de la sociedad se revelan con mayor fuerza en el estado de crisis, ese momento en donde las contradicciones dialécticas se agudizan y brotan a la luz los antagonismos que han de dar origen a la metamorfosis de la caduca sociedad en un organismo nuevo.
Los antagonismos que privan en estos momentos en la vida económica y política del país son el movimiento popular-magisterial, el terrorismo de Estado, la evolución de la crisis en sus diferentes manifestaciones con mayor impulso en la política y económica. Todos están entrelazados, son la forma más palpable en cómo
se manifiestan las contradicciones dialécticas del régimen caduco.
Consciencias tercas y mezquinas se obcecan por presentar una realidad desconectada entre sus partes, intentan por todos los medios mantener el divorció entre los explotados y oprimidos, pugnan para que no se logre la unidad popular, ocultan o distorsionan las causas de la crítica política de las masas y la crítica política del pueblo en armas.
Para esas mentes propias de los enemigos del pueblo es inconcebible por concepción ideo filosófica y política, la hermandad entre las masas trabajadoras para luchar por causas en común, ejemplo de ello, es la distorsión que hacen sobre la voluntad popular de combatir y organizarse contra la política del régimen, hoy expresada en las reformas burguesas de carácter neoliberal impuestas como ley pisoteando los intereses populares.
La respuesta popular en solidaridad al magisterio democrático tiene su génesis en la propia naturaleza del fenómeno, no es capricho ni perversidad o producto del caos, ¿A qué naturaleza se refiere? Al carácter del fenómeno, por ser popular.
¿Por qué movimiento popular magisterial?
Primero por los intereses que persigue, ellos no se circunscriben a un sector o parte en si de un sector en particular; y segundo, pon la composición y origen de clase de las masas populares que participan en el movimiento.
De los intereses que persigue o por los que se lucha. Estos son sin duda populares y gremiales, se encuentra en juego:
1. La cretinización del sujeto social. 2. La educación de las presentes y futuras
generaciones de los hijos del pueblo 3. El derecho al trabajo y las prestaciones
laborales de los trabajadores de la educación
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4. Privación y anulación de un conjunto de derechos humanos vinculantes al derecho al trabajo, la educación y la vida.
Algunos dirán que es desmedido plantear estos cuatro intereses generales que a todo el conjunto de los explotados y oprimidos atañe, en especial en el primero, reflexionemos si es así.
El hombre se diferencia del reino animal por organizarse para producir los bienes materiales de existencia, por ser un ser social cognoscible del entorno que lo rodea, un ser consciente.
La reforma educativa burguesa atenta contra este rasgo que hace humano al hombre en sí, las modificaciones a los programas de estudio en todos los niveles educativos mutilan o anulan la parte de las ciencias sociales que sirven para que el hombre perciba con objetividad los fenómenos de la sociedad y se haga de una concepción transformadora de la misma.
Filosofía, historia, sociología, economía política y ciencias políticas son las ramas de la ciencia más excluidas en los programas de estudio, por ejemplo, en el programa de educación primaria y secundaria no se imparte filosofía, ¿qué hombre de ciencia se ha de formar sin filosofía?, ¿qué tipo de sujeto social se ha de formar sin conocimiento de economía y ciencias políticas?, ¿qué actitud ha de tener un individuo sin conocer la historia de su pueblo? El resultado es un sujeto inconsciente de sí y para sí, un sirviente, deja de ser hombre para ser bestia de trabajo.
Este tipo de instrucción solo se le aplica al hijo del proletariado, el campesino pobre y sus respectivos sectores para que no sean conscientes del lugar que se ocupa en la sociedad, de esa manera no se tome consciencia de clase, se suma en la emulación grotesca del burgués, sean hombres bestializados ahogados en la ignorancia política que trabajen y consuman para el capital.
Si no se es un sujeto consciente el hombre no es un sujeto político, la reforma educativa conduce al educando a ser apolítico, anula al ser político y lo sustituye por un sujeto cretino que somete todo a su individualismo mezquino para evitar que se realice el sujeto histórico que hoy se encarna en el proletariado.
La educación por competencias degrada al ser genérico, forma a un ser que se depreda entre sí, confronta al trabajador con el trabajador, al obrero con el campesino pobre, en síntesis, explotados contra explotados en aras del bienestar burgués tasado en la mercancía universal, el dinero. El hombre en sí deja de verse como tal para verse como objeto y medio para un fin individual.
Al someter a los hijos del pueblo a un programa educativo en donde se desdeña la formación de un ser consciente y se apuesta a la cretinización del sujeto social con la exclusión de la educación a las masas trabajadoras, el régimen con sus personeros menoscaban aún más al hombre como ser universal, libre y total.
En estrecha relación a lo anterior se encuentra la privatización de la educación pública y exclusión de la misma a más hijos del pueblo, ignorancia científica y adiestramiento técnico es la que promueve el Estado en la reforma educativa. Eso es mutilar al hombre.
Sí organizarse, protestar y luchar por la integridad del hombre como ser universal, libre y total constituye un delito desde actual estado de derecho oligárquico, ¿Qué se configurá al imponer un sistema educativo que degrada al género humano? Un acto terrorista contra la humanidad.
El pueblo ha entendido que se encuentra en riesgo esto y más con las reformas burguesas de carácter neoliberal impuestas como leyes, es por eso que el actual movimiento popular magisterial lo constituyen por origen de clase el proletariado y el campesino pobre, son las masas trabajadoras
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provenientes de las colonias populares y comunidades o pueblos quienes sostienen al movimiento.
Mentira que el movimiento popular magisterial afecte a los más pobres, es el pueblo paupérrimo quien levanta las barricadas y ejerce su legítimo derecho a la protesta y movilización, es el Estado quien afecta a las mayorías al imponer la voluntad oligarca como voluntad universal.
La realidad es inocultable, por más que se esfuerce la actual junta administrativa en distorsionarla u ocultarla ella se impone. Organizaciones populares, diversos actores de la sociedad y las propias contradicciones interburguesas confirman que los cuerpos policiaco-militares son quienes perpetran el terrorismo de Estado, en específico la detención desaparición forzada como política del régimen.
A la detención desaparición forzada se le suma un crimen y acto de terror más, la represión y la masacre como respuesta a las demandas populares, el movimiento popular magisterial ha sido una vez más víctima de la violencia de Estado, el pueblo sigue siendo masacrado y el Estado junto con las fuerzas reaccionarias preparan nuevos actos de violencia contra los oprimidos que ejercen la crítica política al régimen.
El estado burgués mexicano, los capitalistas monopolistas con sus asociaciones oligárquicas en general, en particular, los monopolios del capital comercial y financiero desarrollan la campaña de terrorismo contra el pueblo. Generan hambre, miseria y desabasto ficticio con el terrorismo económico almacenando las mercancías, negando servicios e incentivan la especulación por medio de los monopolios de la comunicación.
La actitud del Estado sigue siendo beligerante y autoritaria, responde al sentir popular con mayor
terrorismo de Estado, perpetra actos de terror, se da golpes de pecho cual asesino, acto seguido suelta amenazas pérfidas para de nuevo perpetrar nuevos crímenes, defiende iracundo los intereses oligárquicos mientras con hipocresía en el extranjero se hace pasar por un gobierno preocupado por los derechos humanos cuando incluso lucra con la miseria humana que él mismo ha generado.
A manera de conclusión
El movimiento popular magisterial-estudiantil como parte de la crítica política de las masas revela otra vez la magnitud de cuán aguda es la crisis económica y política del sistema capitalista, la condición caduca del régimen burgués y comprueba una vez más la ruta histórica-dialéctica a desarrollar por las masas trabajadoras para lograr su emancipación total, la combinación de todas las formas de lucha que desemboque en la crítica política de las armas.
El movimiento popular-magisterial-estudiantil, el terrorismo de Estado en sus diferentes manifestaciones y la represión, no son un fenómeno nuevo, son parte de la cristalización de los antagonismos en la lucha de clases producto de la política del régimen y la lógica capitalista. El primero es parte de la voluntad popular mientras que el segundo es expresión concreta del poder burgués.
La enseñanza valiosa para el pueblo de la actual coyuntura y los otros combates populares pretéritos contra el régimen, estriba en que la crítica política de las masas organizadas, expresada en infinidad de formas de las acciones políticas de masas, sirve como una medida de la autodefensa popular contra el régimen y sus arbitrariedades.
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LAS ZONAS ECONÓMICAS ESPECIALES, MEDIDA ECONÓMICA DEL RÉGIMEN NEOLIBERAL
l decreto de ley para la creación de las zonas económicas especiales en México, que contemplan las entidades del Sur-
Sureste, tiene como objeto dinamizar la producción y circulación de mercancías, fortalecer el dominio del capital monopolista e intensificar la explotación.
Veamos: de acuerdo con la iniciativa de ley presentada por el Ejecutivo federal para la creación de las zonas económicas especiales en México, fundamentan que:
El crecimiento económico sostenido es una condición fundamental para generar empleos de calidad, abatir la pobreza, brindar oportunidades de desarrollo y propiciar un mayor bienestar social. La evidencia empírica internacional sugiere que en el mediano plazo existe una relación directa entre la tasa de crecimiento de las economías y de los niveles de bienestar de la población. (p.1)
Dicha argumentación supone que los países como Corea del Sur, China y Chile, han tenido una tasa de crecimiento, por lo que sus niveles de bienestar han mejorado. Ejemplos que distan mucho de ser comparadas con nuestro país. Ya que, el interés de aumentar la productividad se contrasta con la realidad económica impulsada desde hace tres décadas, que ha llevado al desmantelamiento de las empresas paraestatales y propiciado el avasallamiento de los capitales privados, consecuentemente, se impone al pueblo de México, la lógica del neoliberalismo y del capital monopolista transnacional.
El crecimiento económico sostenido, no ha demostrado por la vía de los hechos que haya sido
útil para abatir la pobreza, ni para generar empleos de calidad, en esencia el “crecimiento económico sostenido” es la forma por la cual desde la economía burguesa, desde el neoliberalismo tratan de velar sus intereses y negar la existencia de la explotación, en realidad significa mayor plusvalía y consecuentemente una mayor tasa de ganancia para los capitalistas monopolistas.
Continua:
Los estados de la región del Sur del país presentan barreras estructurales que inhiben el desarrollo de actividades económicas de elevada productividad…Por ejemplo Chiapas, Guerrero y Oaxaca, 50 % de la población ocupada se concentra en los tres sectores menos productivos a nivel nacional (actividades agropecuarias; servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas, y servicios diversos), lo que significa más del doble (23 %) de lo observado en los estados de la frontera Norte del país. (p.5)
En suma, tenemos que la competitividad constituye un fenómeno de interés público, que debe abordarse desde el ámbito del Estado, especialmente en aquellas entidades federativas, del país que se encuentran afectadas por el escenario regional de baja productividad y de frágil desarrollo económico.(p.5)
A pesar que desde el Estado se reconoce de palabra y con datos conservadores la situación económica del país, y de manera particular en lo relacionado a la producción que se tiene internamente, éstos datos sólo son usados en
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función de la argumentación de un plan económico que está determinado por los intereses oligárquicos.
Desde el Estado no existe interés en mejorar las condiciones de vida del pueblo, para ello tendrían que resolver la contradicción principal del capitalismo, la contradicción entre capital y trabajo la cual descansa en la propiedad privada de los medios de producción.
Para el Estado burgués mexicano, Chiapas, Oaxaca y Guerrero constituyen regiones con materia prima y un ejército industrial de reserva donde se puede intensificar la explotación capitalista, por lo que, para ello esgrimen los eufemismos de baja productividad y frágil desarrollo económico, para así justificar el apoyo incondicional al capital monopolista y generar las condiciones para su reproducción, principalmente formas de explotación capitalistas más deshumanizantes justificadas desde el andamiaje jurídico manifiesto en ley.
Condición que tiene relación directa con los intereses de la oligarquía, quien ambiciona mayor dominio monopólico de las esferas de la economía mexicana y el Estado ocupe con mayor fidelidad su función, oprimir al pueblo.
Para ello el Estado ha definido lo siguiente, en cuanto a las ZEE:
Las Zonas son territorios delimitados que gozan de una ubicación geográfica estratégica, y que, para aprovechar su potencial productivo y logístico, se sujetan a un régimen especial que se caracteriza por la provisión de estímulos y otros incentivos de orden económico a favor de las empresas, que se establecen físicamente dentro de las mismas. Se busca atraer empresas “ancla” o tractoras de elevada productividad, y mediante políticas complementarias, fortalecer el
encadenamiento productivo para potenciar las derramas económicas y tecnológicos en la región.
La región ha sido delimitada, siendo Chiapas, Oaxaca y Guerrero, como objetivos de éste plan. A partir del interés de aumentar la productividad en la región, se facilita desde la Constitución, un estado de derecho oligárquico, para que el capital monopolista transnacional y la oligarquía nacional puedan afianzar sus intereses en ésta región.
Los estímulos e incentivos económicos a lo que alude la iniciativa no son más que riqueza social que al pueblo se le despoja para fortalecer o beneficiar a los capitalistas, son muestra de a quién sirve el Estado, en el presente como en tiempos de la naciente burguesía, para potencializar el desarrollo capitalista, a los capitalistas se les dota de capital mientras al pueblo se le despoja de riqueza social.
Las Zonas se definen las áreas geográficas del territorio nacional, determinada en forma unitaria o por secciones, sujetas al régimen especial previsto en la Ley que se propone (que incluye beneficios fiscales, financieros, administrativos, entre otros) en las que los inversionistas interesados podrán realizar actividades de manufactura, procesamiento, transformación y almacenamiento; la prestación de servicios de soporte a dichas actividades y de otra índole que se consideren necesarias conforme a los objetivos de la Ley, así como la introducción de mercancías del exterior para tales efectos. (Pags. 15-16).
En este sentido se pretende que exista un Administrador Integral, ya sea público o del sector privado, que con sus recursos y habilidades, pueda construir, desarrollar, administrar y mantener la infraestructura
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interna de la Zona, esto es, los sistemas de urbanización, electricidad, agua potable, drenaje, tratamiento de aguas residuales, saneamiento, telecomunicaciones y seguridad que proporcionará en los inversionistas interesados en realizar actividades económicas productivas en la zona (p. 16).
Dichas condiciones y contenido de la iniciativa de Ley, hoy echa ley, expresa con suficiente claridad la forma por la cual se profundizará el régimen neoliberal en nuestro país, donde a la oligarquía se le dotan de todos los recursos económicos necesarios para echar andar sus capitales, en tanto el Estado se deslinda completamente de las responsabilidades legales que se establecen en la Constitución, toda vez que deja en manos de “las empresas” a su libre albedrío, bajo el eufemismo de “Administrador Integral”, de los servicios y urbanización de los pueblos, comunidades y ciudades de las regiones establecidas.
Con ello se da manga ancha a los grupos de oligarcas para despojar tierras ejidales y comunales; explotar indiscriminadamente los suelos y subsuelo, al mismo tiempo aprovechar la fuerza de trabajo en sobreoferta existente en la región determinada.
Ahora bien, para la construcción, desarrollo y mantenimiento de la Zona, el Administrador Integral podrá obtener las concesiones y otros derechos sobre bienes del dominio público de la Federación, así como los servicios públicos que sean necesarios, en términos de las leyes federales específicas (tierras, puertos, caminos aeropuertos, etcétera, según sea el caso. En suma, se pretende que el Administrador Integral cuente con los instrumentos necesarios y las
responsabilidades correspondientes para operar la Zona. (P. 23)
Con ello, el Estado, muestra su verdadera esencia, la de ser administrador de los intereses del capital, de la burguesía y de la oligarquía, entrega servilmente los recursos naturales, la materia prima necesaria que el capital monopolista necesita con urgencia para reactivar la producción que le permita competir en el mercado mundial y mantener sus mayores tasas de ganancia.
Las Zonas Económicas Especiales (ZEE) constituyen una medida económica del régimen neoliberal, cuyo objetivo esencial reside en salvaguardar los intereses de la burguesía, de manera particular de la oligarquía nacional y extranjera. Que se circunscribe en continuar con la producción de mercancías, a través de nuevas fuentes de materias primas y de la mayor explotación de la fuerza de trabajo de millones de parados.
El decreto de ley para la creación de las ZEE constituye el andamiaje jurídico y político, el permiso para despojar de medios a los campesinos, y de reiniciar los planes de construcción de represas, perforación y extracción de pozos petroleros, extracción de minerales para la industria capitalista.
El decreto es en esencia la expresión del estado de derecho oligárquico, bajo la cual se entregan medios de producción y fuerza de trabajo a muy bajo costo al capital monopolista transnacional. Con ello se instrumenta el despojo legal y violento de tierras de pequeños propietarios, comuneros y ejidatarios, se sientan las bases para una mayor dominación del capital monopolista sostenido con el terrorismo de Estado.
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ENSEÑANZAS Y REFLEXIÓN SOBRE EL PASADO PROCESO ELECTORAL
asó el proceso electoral y las enseñanzas para el pueblo están a la vista, NO SON LA VÍA PRINCIPAL como forma de lucha
para la transformación de la sociedad en beneficio de los intereses populares. Una conclusión que brota a golpe del fracaso para quienes han fincado el cambio en la falsa esperanza que como siempre redunda en frustración.
El proceso electoral en general reflejó en términos concretos el rechazo popular al gobierno represivo y antipopular en el alto índice de abstencionismo, que ilógicamente se ha convertido en el enemigo “público” número uno a vencer por los políticos de oficio, entendible dicha actitud porque los desnuda en su condición de “gobernantes” ilegítimos, al encumbrarse en la administración con la minoría de la minoría. Así, los candidatos que llegan a la administración pública sean del signo partidario que sean constituyen una falsa esperanza de cambio, en esencia es más de lo mismo, políticos que tienen una misma matriz, el priismo.
Las pasadas elecciones estatales no son un asunto exclusivamente local como algunos analistas y políticos de oficio suponen, nos expresan el fenómeno nacional de los instrumentos de opresión política que se ejercen contra los explotados. Los cuales ante su desgaste son perfeccionados recurriendo a nuevas formas de opresión política.
El sostener una política pragmática en nombre del pueblo, del cambio democrático bajo las banderas de derrocar al PRI de la administración pública a costa de lo que sea, sin importar los medios sólo abona a la falsa esperanza y se termina por ser rémora política del priismo o el
panismo, partidos burgueses que su único objetivo es fortalecer el régimen de explotación asalariada.
Queda desenmascarada la quimera de las candidaturas “independientes” dentro del mismo fenómeno, son parte del perfeccionamiento de los instrumentos de opresión política y lo que comprueban es que son una expresión más de las formas burguesas de hacer política, una medida cosmética para embellecer a la democracia burguesa y la dictadura del capital.
En esos términos de política burguesa derrotar al PRI y “sacarlo de la administración pública” dejando de lado los principios programáticos, si es que se tienen o se tuvieron en un momento dado, resulta un objetivo muy reduccionista que no ayuda al pueblo en su liberación, las alianzas pragmáticas despojadas de todo principio político sólo conduce a la prostitución política. “Las alianzas llegaron para quedarse” expresa la concepción oportunista que remacha aún más los grilletes de la opresión política y la comprobación de que se está ahogado en el mar de la corrupción burguesa.
Tomemos por ejemplo las elecciones estatales, el cual nos ilustra el fenómeno nacional, muchas vestiduras quedaron desgarradas y los pechos
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lacerados por los autogolpes martirológicos, sin embargo, en tal confrontación mediática sólo vemos contradicciones burguesas no antagónicas que se resuelven bajo el acuerdo político de “gobernabilidad”, es decir, los políticos burgueses siempre se ponen de acuerdo bajo la máxima de proteger la democracia burguesa y el interés del capital monopolista. ¿Justicia? Para nada, en todo caso lo que vamos a ver es el reacomodo entre los diferentes grupos de poder oligárquico y la venganza entre ellos para purificar al sistema político.
Mucha fiesta con el triunfo del PAN por las siete gubernaturas obtenidas, la excitación no se oculta al afirmar que ahora sí perdió el PRI, porque sólo ganó en cinco, se levantan los puños al afirmar que el PAN “está de regreso”,… argumentos y expresiones mediáticas para la mesa de negociación, para firmar la pipa de la paz con su homólogo en la opresión y explotación, el PRI, encaminados para garantizar una mayor carga fiscal para el pueblo. Y en esta trama emerge el Consejo Coordinador Empresarial como el verdadero jefe que ordena qué hacer para que los negocios burgueses sigan viento en popa.
Una verdad surgió durante todo el proceso, no hubo candidato que se saliera de la exigencia del Estado mexicano, el fortalecimiento del aparato represivo con el perfeccionamiento y creación de nuevos cuerpos policiaco-militares que en los hechos se concreta en el fortalecimiento de la dictadura del capital. Entonces, no se representan los intereses populares sino los del burgués. Porque ante la violencia desenfrenada contra el pueblo que tiene origen en el Estado partidos políticos, candidatos sin excepción, empresarios, funcionarios, políticos de oficio y cúpula eclesiástica sólo propusieron más militarización, fortalecimiento del aparato represivo, en conclusión, ¡no representan al pueblo! ¡Temen que
éste se organice de manera independiente y revolucionaria!
Del abstencionismo emerge también la enseñanza política, por su magnitud se expresa tanto la indignación como el rechazo popular. Es la expresión que la voluntad popular no está representada en las formas organizativas propias de la institucionalidad que corporativiza y anula la organización popular.
La voluntad popular de combatir no se expresa en los carriles de la democracia burguesa, está presente y se manifiesta en la lucha política de las masas enfrentando al Estado represivo y las políticas antipopulares del gobierno de los grandes empresarios.
Todo el proceso electoral transcurrió en un marco de violencia desenfrenada contra el pueblo que es terrorismo de Estado, violencia institucional que toma cuerpo en la confrontación entre los candidatos, contra diferentes candidatos que expresan una opinión más allá de lo permitido y violencia que se ejerce contra el pueblo organizado. Los crímenes de lesa humanidad lejos de aminorar siguieron ejecutándose en todo el país, más aún en los estados donde había proceso electoral.
La violencia entre candidatos expresa la esencia de las formas burguesas de hacer política, son parte de las pugnas interburguesas por mayores cotos de poder; parte de la farsa electoral donde todos se acusan de corruptos, asesinos, de tener nexos con la delincuencia, en tal lógica quien llegue como “gobernante” producto de la “elección popular” está marcado por su origen delincuencial.
El terrorismo de Estado se expresa en la violencia sistemática y generalizada contra el pueblo, en la intensificación de la militarización de los comicios electorales, en la generalización de las ejecuciones extrajudiciales y las prácticas
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fascistas para favorecer al candidato o los candidatos de la oligarquía.
Lo que llamaron a gritos y desgarrándose las vestiduras como “guerra sucia” sólo es un eufemismo mediático, la expresión de lo que es la democracia burguesa fincada en el engaño, en la demagogia, en la doble moral, en la defensa del interés personal o de grupo, todo desemboca en la defensa de los intereses de unos cuantos.
Insistimos, las coaliciones y alianzas electorales fincadas en el pragmatismo entre partidos políticos refleja que no es la voluntad ni el interés popular el que se privilegia, sino el oligárquico. Ahí donde los apologistas de la democracia burguesa ven el acto más sublime de la democracia lo que el pueblo ve es un acto perverso del pragmatismo político que sólo fortalece las cadenas de la explotación.
La alianza en este marco burgués es grotesca y perversa porque se pretende convencer al pueblo, se le hace creer sobre la base de campañas mediáticas “desideologizantes” de que se gobernará a nombre de él “rescatando lo mejor de cada partido”, es decir, rescatando lo que cada partido propone para hacer más eficaz la dictadura burguesa.
La confrontación entre partidos políticos, unos en la administración y otros en la puja por mayores cotos de poder en ella, porque hay que señalar que todos son parte del poder burgués no pasa más allá de la contradicción no antagónica, tolerada por el régimen y por la política burguesa, porque para todos es la puja por la defensa o conquista de cotos de poder y sus consabidas canonjías.
Cierto, una verdad que no se puede ocultar y que denuncia el verdadero carácter de la actual democracia cuando las cúpulas empresariales coaccionaron de diferente manera a los trabajadores para forzarlos a votar por su
candidato y de esa manera legitimar el proceso de opresión política a través de las elecciones, eso indica qué tan desgastado está este instrumento de opresión. Y denuncia que la burguesía hace política sin tapujos para la defensa de sus intereses.
Cuando señalamos que la carga fiscal aumentará nos referimos al caso concreto de Veracruz, es el estado con más deuda pública tasada en 45 mil millones de pesos, al menos es la cifra oficial, se dice que es quien “menos recauda”. Se entiende que al llegar el PAN-PRD a la gubernatura se verá en la “necesidad” de incrementar la carga fiscal contra el pueblo, para ellos un “mal necesario” que dicta la democracia.
Y en Zacatecas con el argumento de la inestabilidad se desplegaron miles de policías y militares; en Tamaulipas 16 mil efectivos policíacos militares reforzaron la militarización estatal; la renuncia de 100 representantes de casilla explica el descrédito de la democracia burguesa.
Y la mata sigue dando, en Sinaloa la destrucción de propaganda del PRI sólo expresa el repudio popular hacia los políticos de oficio y hacia el PRI-gobierno. Las despensas “encontradas” en Aguascalientes es la manifestación del clientelismo electoral y la coacción del voto; lo mismo sucede en la Ciudad de México (CDMX) por parte del PRD el compro del voto (200 pesos y una despensa) expresa la falsedad de la democracia burguesa.
En conclusión, los procesos electorales como parte de la democracia burguesa constituyen instrumento sumamente desgastado, cada vez con menos credibilidad, confirmando una vez más que no es la vía fundamental para el cambio revolucionario en México.
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DE AGUAS BLANCAS A NOCHIXTLÁN
e la masacre de Aguas Blancas el 28 de junio de 1995 a la de Nochixtlán el 19 de junio de 2016, queda manifiesto que la
masacre como política represiva de gobierno no ha cesado, por el contrario es más recurrente y hoy es
parte del terrorismo de Estado.
Aguas Blancas fue producto de una acción de contrainsurgencia para tratar de contener el descontento popular que existía no sólo en Guerrero sino en todo el país contra el gobierno priista, el cual se había configurado como el
enemigo común de los mexicanos.
Lo que ha quedado en claro en todos estos años, es que la política de contrainsurgencia que se aplica en México es para tratar de ahogar la voluntad de combatir de nuestro pueblo y anular de facto sus derechos, porque independientemente del origen partidario de la junta administrativa en turno, la represión se ejerce para imponer la
voluntad oligárquica y la defensa de sus intereses.
En Aguas Blancas se masacró a militantes de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) que se trasladaban al municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero, para en el ejercicio de sus derechos solicitar fertilizante; en Nochixtlán, Oaxaca, los móviles de la masacre son igualmente por motivaciones políticas contrainsurgentes ante la exigencia de los trabajadores de la educación y el pueblo de la derogación de la reforma educativa
neoliberal.
Al pueblo se le reprime, asesina, desaparece, encarcela, persigue, tortura… por organizarse y luchar por mejores condiciones de vida y existencia; por exigir sus derechos y por luchar
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contra leyes que lesionan los intereses populares, en tanto que, a los criminales de Estado se les protege con el manto de la impunidad y se les premia con ascensos dentro de la estructura del Estado, es una misma cadena de complicidades la
que une a los verdugos del pueblo.
Como parte de la política contrainsurgente durante este tiempo se ha desangrado al pueblo organizado a través de los crímenes de lesa humanidad, el terrorismo de Estado ha cobrado infinidad de víctimas. La OCSS no ha dejado de ser perseguida y hostigada de manera sistemática, muchos de sus militantes han sido perseguidos, encarcelados y ejecutados de manera extrajudicial
como es el caso de Rocío Mesino Mesino.
Es la misma historia represiva y estrategia contrainsurgente aplicada contra organizaciones populares que se han caracterizado tanto por su combatividad como por su carácter independiente, como es el caso de la Organización de Pueblos
Indígenas Zapotecos (OPIZ) en Oaxaca.
¿Cuál es la diferencia de esta política represiva? Su sistematicidad y generalización que se configura en terrorismo de Estado, política transexenal que se materializa en los cientos de miles de crímenes de Estado y lesa humanidad, violencia de clase que alcanza a todos los sectores populares, es decir, al pueblo organizado y no
organizado.
Queda también de manifiesto que “la reparación del daño” no hace justicia para nada a las víctimas, tampoco ha solucionado las demandas del pueblo, menos aún ha contenido la ofensiva represora del Estado. Los detenidos desaparecidos, los ejecutados extrajudicialmente, los torturados, los presos políticos son hijos del pueblo víctimas del
terrorismo de Estado a quienes jamás se les hará justicia con la “reparación del daño”, éstos son sujetos políticos que no se pueden sustituir como simple objetos inanimados, porque desde el régimen sólo se les ve como fuerza de trabajo
reemplazable.
¿Cuándo se hará justicia? Ésta no vendrá del actual régimen neoliberal que se ha impuesto en los últimos 30 años, tampoco de los verdugos del pueblo, en tanto prevalezca este régimen el estado de derecho estará enfilado a salvaguardar intereses y privilegios de la oligarquía y el capital
monopolista transnacional.
La justicia para el pueblo sólo puede venir de él mismo, en la medida en que se organice y luche por la transformación de la sociedad con métodos revolucionarios, en donde la justicia popular emerge como una necesidad política y a la vez medida de autodefensa contra los perpetradores de crímenes de lesa humanidad y los ejecutores del
terrorismo de Estado.
De la masacre de Aguas Blancas en 1995 a Nochixtlán 2016 existe una larga cifra de víctimas del terrorismo de Estado que exigen justicia, en la medida que los familiares y el pueblo en general marche por la senda de la dispersión y atomización será muy difícil organizar la lucha popular que lleve al juicio y castigo a los responsables intelectuales y materiales de los crímenes de
Estado.
Aguas Blancas no se olvida, no lo olvidamos, tampoco perdonaremos, jamás lo haremos, porque los caídos siguen exigiendo justicia, ¿quién lo
hará? El pueblo insurreccionado.
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MÉXICO-VENEZUELA, DISTINTOS CRITERIOS MEDIÁTICOS
a lucha de clases en el presente siglo sigue patente y agudizándose
cada vez más, en el plano internacional la crisis que padece el capitalismo es la principal causa de las diferentes formas que ha adquirido ésta en los distintos países que la padecen. En lo que va del siglo las fuerzas que agrupan los intereses imperialistas han intensificado su ofensiva en las regiones del mundo que consideran estratégicas, por sus recursos, para mantener la supervivencia del capital; la escalada imperialista ha sido en todos sus frentes, económico, político, ideológico y militar confirmándose a diario de forma cada vez más violenta la realidad y vigencia de la lucha de clases en el siglo XXI.
En nuestro país esta escalada imperialista se materializa en el terrorismo de Estado que ha cobrado cientos de miles de víctimas para el pueblo, en todas las medidas político-jurídicas que han configurado un estado de derecho oligárquico y en todas las consecuencias reflejadas en el pueblo de múltiple forma, siendo las más visibles las cifras del terrorismo
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de Estado, la miseria, el hambre, la desnutrición y el bajo nivel de vida a pesar del desarrollo alcanzado de las fuerzas productivas.
Sin duda, los niveles de explotación económica y la opresión política, así como la respuesta popular que ésta genera, tanto en nuestro país como en todos los países dependientes del imperialismo son el más vivo ejemplo de que la lucha de clases se manifiesta a pesar de la constante embestida ideológica con la que se trata de encubrir. En los países donde la hegemonía política imperialista no impone su voluntad a través de oligarquías nacionales la ofensiva imperialista se agudiza en el plano político-ideológico, preparando el terreno para la ofensiva militar, ejemplo de ello es Afganistán, Irak, Libia y actualmente Siria y Venezuela.
En estos países la fórmula aplicada ha sido la misma, despliegue masivo de propaganda por todos los instrumentos y medios con el objetivo inmediato de justificar el intervencionismo de las fuerzas imperialistas o los golpes de Estado pro imperialistas, la acción violenta de mercenarios financiados por el imperialismo en conjunto con la oligarquía local para generar “inestabilidad” económica-política y la presión e intervención directa de los diferentes organismos internacionales alineados al imperialismo.
Los límites en grado de participación, cinismo y violencia en cada país del que se trate por parte de las fuerzas del imperialismo, así como de sus instrumentos y agentes, sólo son los que ponga el capital y la resistencia del pueblo en cuestión; la proporción entre uno y otro se hace evidente en los países serviles que funcionan como tribuna internacional para desplegar toda la embestida ideológica y política imperialista ya que es ahí desde donde se hace eco de los intereses oligárquicos nacionales y extranjeros.
No importa la propia situación política de los países desde donde se lanzan las campañas mediáticas, desde sus instrumentos ideológicos, sobre los países y pueblos que no han sido sometidos al imperialismo, lo que importa es cumplir con la consigna y exigencia del capital. Para tal cometido se organiza todo tipo de espacios de “información y noticiosos” que puedan dar cobertura a los planes intervencionistas e injerencistas en estos países.
El vivo ejemplo de esto lo tenemos en nuestro propio país que sin importar el contexto de terrorismo de Estado, donde el descontento popular es generalizado y la represión la acción cotidiana de los distintos gobiernos, desde los monopolios de la comunicación y desde lo más servil y reaccionario de los voceros y defensores del régimen se han estado orquestando juicios de opinión pública contra Venezuela, donde la condena, calumnia, tergiversación y montaje descarados son las líneas y juicios dados a priori, punto de partida y de llegada de tales espacios “noticiosos”.
Teniendo la mentira y la creación de verdades mediáticas como método, se vende al exterior de Venezuela y en nuestro país la opinión y los intereses de la oligarquía reaccionaria de ese país y del imperialismo bajo la máscara de cobertura periodística; se hacen reportajes a diario con guión y contenido predeterminados en estudios de los aparatos ideológicos, donde la constante es el escarnio ideológico de la “información” que ellos mismos venden como verdad. Cínicamente se “asombran e indignan” del cuadro trágico que presentan y que saben que ellos mismos han montado mediáticamente como ingrediente objetivo e imparcial de su oficio.
En las últimas semanas el pueblo de México ha sido testigo de la magnitud y perversidad que
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existe en la campaña contra Venezuela en los medios de comunicación, presentando la realidad que vive el pueblo venezolano como producto de la inviabilidad de gobiernos progresistas que sin más ellos denominan populistas o totalitarios, demostrando su vulgar conceptualización política del término. La línea central de tales coberturas ha sido escases de productos, para argumentar crisis económica; violación de derechos humanos sostener la hipótesis de crisis política, para concluir con la tesis que en Venezuela se vive un caos incontrolable y una tragedia para los venezolanos por la política de gobierno que se aplica.
La hipocresía de los agentes de esta campaña en México, algunos de los cuales han ido hasta Venezuela como corresponsales para garantizar la “objetividad” de sus programas, llega al grado de mostrar sorpresa y asombro por lo que en México es tan cotidiano y corriente como el robo de baterías de carro. Se conmueven por estos hechos cuál si en nuestro país eso fuera cosa impensable, algo inexistente, levantan voces piadosas ante la “falta” de alimentos para sectores de la sociedad que corren el riesgo de quedarse sin comer, dando así por hecho y entender que en México la alimentación está garantizada para el pueblo.
Pretenden que como pueblo olvidemos y pasemos por alto nuestra propia situación de miseria y hambre, terrorismo de Estado y explotación y opresión, para que emitamos la condena de semejantes hechos presentados sobre todo en noticieros y programas televisivos; intentan mediáticamente sustraer al pueblo de su propia condición para que en lo que le presentan como verdad de otro pueblo lo repudie y se indigne como si condenara y repudiara con esto su propia realidad, sobre todo porque en carne propia sabe lo que es la miseria y el hambre, algo que los
medios presentan con vehemencia en Venezuela pero que ocultan y callan en nuestro país.
¿Acaso en nuestro país el pueblo no tiene que lidiar a diario por sobrevivir en el hambre y la miseria? ¡Que bazofia mediática! Hablan de robos en Venezuela como muestra de la crisis del régimen y omiten cínicamente la criminalidad de Estado que se aplica en México, se atreven a hablar de falta y violación de derechos humanos en ese país cuando en el nuestro se ejecutan extrajudicialmente y se desaparece de forma sistemática al pueblo. Ni una palabra de condena, de su parte, merece tal situación, mucho menos indignación a pesar de que esto ha sido reconocido por organismos de derechos humanos internacionales.
Crisis económica y política en Venezuela, gritan extasiados estos voceros de los intereses que han generado tanto dolor en nuestro pueblo, y les escasea el valor y la dignidad para mencionar y cubrir lo que pasa a diario en las ciudades y el campo de nuestra país; omiten dolosamente que en México, producto de la política económica impuesta, la crisis económica es de magnitudes recesivas y que la violencia que vivimos a diario es de origen institucional, tan aguda como la crisis política del régimen.
Para ellos, los criminales políticos y de toda laya contratados por empresarios con el único objetivo de generar inestabilidad política y justificar el intervencionismo y la injerencia imperialista para recobrar el poder político perdido hace más de quince años, son disidencia política y presos políticos que luchan por la democracia ¿Y qué dicen de los que protestan y luchan por sus derechos aquí en México? ¿Qué opinión merecen desde su conmovida posición en Venezuela, los presos políticos en México? ¿Cuál ha sido su
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explicación de las protestas en todo el país por la política económica impuesta desde hace décadas?
No hacen falta tantas palabras para conocer las respuestas, basta con observar la cobertura que le han dado a los criminales hechos represivos de Nochixtlán en Oaxaca, a todos los actos de protesta y lucha popular que se extienden por todo el país para darse cuenta que su labor periodística en realidad es labor ideológica para el régimen alineada a los intereses imperialistas. Aquí en México, como por arte de magia, a los que protestan y luchan por sus derechos para estos mismos individuos tan defensores de los derechos humanos en Venezuela, son criminales, revoltosos, huevones y cuanto calificativo despectivo les venga en gana.
Lo que para Venezuela, desde algunos organismos y personajes como la OTAN, amerita la revisión de la carta democrática, que no es más que la activación de un mecanismo de presión e injerencia política, a sabiendas de que todo ha sido un plan alevoso, en México lo vivimos en forma y esencia multiplicado. Es decir, que mientras sabemos que los motivos por los cuales se argumenta la mentada carta democrática en Venezuela es un escenario creado con la participación directa de la oligarquía en ese país, al igual que ocurrió en Chile en 1973 previo al golpe de estado militar por Pinochet contra el gobierno de Allende, en México se vive el terrorismo de Estado a niveles genocidas y ni una palabra de indignación merece por parte de este organismo.
Esto es una prueba más de que la escalada imperialista se incrementa a diario contra los pueblos del mundo, subyugando aún más a aquellos cuyas juntas administrativas son serviles a sus intereses y desatando constantemente una ofensiva por todos los frentes en los países no alineados a su esfera de poder.
Al mismo tiempo también es prueba irrefutable de los medios e instrumentos de lucha que les quedan a los distintos pueblos explotados y oprimidos por el yugo del capital, tanto en forma como en esencia, de sus objetivos y el enemigo de clase al que se enfrenta. Para el proletariado internacional, esto sólo es la confirmación de que mientras no se luche bajo el programa proletario y no se consiga plenamente la dictadura del proletariado, el poder burgués siempre estará asechando, esperando mejores tiempos para recuperar sus fueros perdidos; que mientras el pueblo no se organice por sus propias formas y métodos de clase, revolucionarios, la emancipación no le será otorgada por fuerzas filantrópicas, organismos económicos, políticos, de derechos humanos y de todo tipo.
En nuestro país, esta verdad política ya le ha costado sangre y vidas a nuestro pueblo, ejecutados extrajudicialmente y detenidos desaparecidos por cientos de miles, una verdad que por sí sola no nos emancipara como clase, como explotados y oprimidos, no basta conocerla y darnos cuenta de sus implicaciones, necesario es desplegarla a plenitud en la acción política de las masas apartándola del oportunismo que también en tiempos de algidez intensifica su práctica.
Una vez alcanzada esta verdad en la acción, los intereses de clase del pueblo serán los que prevalezcan por encima de todo oportunismo; fuera de estos métodos, esta verdad la seguiremos pagando como pueblo. La verdad política sigue siendo la necesidad de la revolución socialista por métodos revolucionarios, desplegando igualmente la lucha contra el capital y sus fuerzas por todos los frentes y medios para el pueblo, lo válido y legítimo en sus métodos, el propio Estado y la dictadura oligárquica en nuestro país lo han establecido.
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¿CÓMO ORGANIZAR AL PUEBLO? n la lucha de clases se organiza al pueblo para que éste se libere de las cadenas de la
explotación y opresión, o para que las acepte pasivamente, de dicho objetivo se derivan las correspondientes formas de organización y lucha. En correspondencia, ¿cómo organizar al pueblo? Es la pregunta que se desprende para quien pretende u organiza al pueblo para su liberación.
Nos apoyaremos en los planteamientos que se dan en el campo de la lucha de clases, expresados en las diferentes agrupaciones.
Hay quienes en su análisis plantean: ¿Por qué prevalece entonces el actual estado de cosas? ¿La izquierda y las fuerzas progresistas dónde están? ¿Dónde quedan los intentos por cambiar el modelo que hoy nos gobierna? ¿Cuál o cuáles son las vías para cambiar el rumbo del país?
Se infiere que el modo de producción capitalista prevalece en el país porque a las fuerzas de izquierda y progresistas no existen, no se les encuentra o constituyen una minoría; que no se hace nada efectivo por cambiar el “modelo que nos gobierna”, o al menos que no son notorios tales esfuerzos; y, se pone sobre la mesa de la discusión las vías para el cambio social.
Planteadas así las cosas consideramos que para dilucidar tal problema en el terreno de la lucha de clases tenemos que partir del análisis crítico y autocrítico, para encontrar una respuesta objetiva al proceso que vivimos en el país y de los resultados concretos de la práctica política que se han obtenido de cómo hemos organizado al pueblo.
Resta preguntar, ¿y dónde quedan las fuerzas revolucionarias? Todo análisis que no tome en cuenta la existencia del movimiento revolucionario en el país lo realizará bajo premisas falsas, como fuerza revolucionaria se tiene años en la política y lo que hoy tenemos en el país no se puede explicar sin nuestra actuación en la lucha de clases durante estos últimos cincuenta años. Ésta es una típica actitud de exclusión política en el análisis para minimizar o ignorar el papel del revolucionario en la actual lucha de clases. Vaya ésta sí que es una actitud excluyente.
Lo cierto, en estos cincuenta años de lucha de clases las fuerzas revolucionarias y progresistas han estado luchando con ahínco contra el régimen de opresión, en dicho batallar está el pueblo organizado y desarrollando lucha bajo la estrategia y táctica fuera de las formas burguesas de hacer política. Se expresa en las formas de organización y lucha independiente, fuera de toda corporativización burguesa.
Se afirma que “el estrecho margen de la institucionalidad por sí solo ni da ni permite el cambio que el país requiere, ni tampoco las tácticas y estrategias excluyentes…” y, sin embargo, se sigue participando activamente en tal institucionalidad, si como se dice no hay margen para el cambio sociopolítico por estos caminos ¿Por qué se siguen trillando?
Coincidimos que desde la institucionalidad burguesa, es decir, los estrechos marcos de la democracia burguesa nunca se producirá el cambio revolucionario; exclusivamente por esos
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caminos no se logrará derrocar al gobierno antipopular y represivo y mucho menos se produce el trastocamiento del modo de producción vigente. El camino de la institucionalidad es tan estrecho que toda expresión de lucha y organización de carácter independiente que impulse el pueblo es reprimida, porque bajo el actual estado de derecho oligárquico está considerado como delito todo tipo de organización que esté fuera de la corporativización burguesa.
Preguntamos que si se concuerda en que por estos caminos estrechos no es posible el cambio, ¿Por qué insistir en una táctica que no libera al pueblo? Es obvio que desde la institucionalidad burguesa y las formas burguesas de hacer política es imposible construir estrategia y táctica revolucionaria, lo único que se obtiene es una política de conformismo que empuja a las posiciones reformistas.
En esa misma lógica argumentativa se afirma que la clase política se ha desprestigiado y se pregunta ¿Dónde está la izquierda?
En otros análisis hemos planteado que la clase política no existe, es una conceptualización equivocada, lo que tenemos son políticos de oficio que han hecho de la política burguesa su forma de vivir, en general son politicastros al servicio del régimen, claro está que son contadas las excepciones de personalidades honestas que se ponen del lado de los intereses populares.
Dichos políticos de oficio por su origen o por su concepción de clase defienden al régimen económico-político, sostienen con sus políticas oligárquicas al modo de producción capitalista, garantizan la reproducción de la explotación asalariada. Hasta el más “humilde” de los políticos de oficio tiene como objetivo convertirse en explotador, pero de ahí que por el sólo hecho de hacer política burguesa sea clase social existe un gran trecho.
En relación a la izquierda, cuando el análisis es estrecho, corto en el horizonte de la lucha de clases todo se reduce a la izquierda electoral, a dicha
propuesta que todo lo conduce por las coyunturas y cotidianidad burguesas. En respuesta, esta posición política sólo ha oxigenado al régimen de opresión; con su participación en los pasillos de la institucionalidad se ha administrado la crisis del sistema; por consiguiente, se encuentra totalmente alejada de los intereses populares, si en un tiempo tuvo raíces en el pueblo trabajador, hoy la expresión pueblo ya no la encontramos ni en sus discursos demagógicos.
Para rematar su análisis se afirma que fuera de la estructura del poder existe un movimiento multisectorial, pero éste es muy “limitado en la correlación de fuerzas” para poder “incidir en las decisiones nacionales”, sin ninguna “influencia en las esferas del poder”, “alejado de la lucha electoral” lo que le impide fundirse con la sociedad “para ganar confianza en la defensa de la causa común”.
Y ¡Salió el peine!, todo se reduce a la coyuntura electoral. En efecto, fuera de las estructuras del poder burgués existe a nuestro juicio un amplio movimiento independiente en todo el país, entendiendo a éste como forma de organización y lucha fuera de las estructuras corporativizantes, es decir, fuera del poder burgués, fuera de las formas burguesas de hacer política. Que en estos momentos cuantitativamente esté en desventaja y que ésta se ahonde por la dispersión existente de las fuerzas populares no significa que hay que marchar a la cola de los políticos burgueses.
¡No señor!, la solución no está en ser parte de las estructuras corporativizantes de derecha o de izquierda, de ser parte del poder burgués, menos reproduciendo las formas burguesas de hacer política porque cada vez que una fuerza popular entra en esa lógica tiende inexorablemente a la descomposición y termina reproduciendo dichas formas de hacer política, en consecuencia como fuerza popular se pierde en las grietas del enemigo y como individuos se termina ahogado en el mar de descomposición capitalista.
Recordemos la historia, en 1988, 1994, 2000, 2006 y 2012 se deslumbró a varios con la
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coyuntura electoral sembrando la quimera de que ahora sí era la coyuntura y que todas las fuerzas de izquierda deberían de confluir para ¡Quitar al PRI del poder! Bajo esta táctica se justificó el más burdo pragmatismo y el abandono de todo principio político e ideológico y programa a largo plazo de transformación, todo se redujo a cambiar a un partido burgués por otro.
Resulta gracioso escuchar que las fuerzas de “izquierda” no supieron consolidar el cambio democrático y de justicia requerido para el país ¿Cuál cambio? Para el pueblo no ha existido cambio alguno, la tendencia general del proceso nos indica que quienes entraron por esa senda convalidaron el proceso que derivó en la configuración de un régimen económico-político neoliberal; en el fortalecimiento del gobierno antipopular, represivo y proimperialista; en la imposición de un estado de derecho oligárquico; y en la justificación de una Estado policíaco militar.
Es obvio que nunca ha existido cambio democrático alguno, lo que algunos han denominado “el cambio democrático”, “la transición a la democracia” sólo son linduras en el lenguaje postmodernista y en el argot de los políticos de oficio progobiernistas. Dichas referencias temporales sólo confirman que en todo este tiempo se han perfeccionado los mecanismos de opresión política, no importa el partido político que arribe a la administración de los intereses oligárquicos, lo que importa es que por su ideología obedecen al mismo ideal y objetivo, asegurar la supervivencia de la explotación asalariada.
Resulta una enseñanza estas referencias coyunturales, sobre la base de una parte del movimiento popular -en específico en aquellas fuerzas que perdieron de vista la brújula ideológica y estratégica- se encumbró una casta de politicastros que decían defender al pueblo, pero al paso del tiempo todo es más claro, sólo se ha revitalizado al régimen económico-político.
No se quiere comprender que las actuales instituciones que se han forjado a golpe de
opresión y explotación, bajo la sombra de las formas burguesas de hacer política, sólo existen en función de la dictadura del capital, para la defensa del régimen neoliberal. Así el gobierno represivo, antipopular y proimperialista sin importar su composición partidista está para administrar solícitamente los intereses de una minoría explotadora; el Estado policiaco militar con rasgos fascistas es instrumento para garantizar opresión y explotación burguesa; el estado de derecho está diseñado para justificar la violencia institucional contra el pueblo.
Por ello resulta de ilusos quien o quienes busquen el cambio revolucionario de la sociedad a través de las instituciones podridas del régimen. Debe señalarse que tal conclusión no busca excluir a nadie del proceso de transformación de la sociedad, sino el de abonar en la discusión respecto a la vía fundamental por la cual debe transitar la lucha de nuestro pueblo para alcanzar la liberación total.
Acaba de pasar el proceso electoral –junio de 2016- y ¿cuáles son las enseñanzas? Para quienes ven “condiciones objetivas para construir un gran movimiento social electoral que confluya en un solo objetivo, que haga inviable la violencia del Estado…” seguramente nos dicen que se “avanzó en la democracia” y se festeja porque se derrotó al PRI en tal o cual estado, sin embargo, el resultado de las alianzas pragmáticas sólo traen el fortalecimiento del régimen neoliberal y afianzan la existencia del Estado policíaco militar con rasgos fascistas. Constituye una quimera “hacer inviable la violencia del Estado”, en lugar de eso su fortalecimiento, justificación y generalización en todo el país con la imposición con métodos mafiosos del Pacto por México donde la “izquierda moderna” tuvo un heroico papel, instrumento de convalidación.
Nuestra propuesta de lucha y organización no es producto de una abstracción libresca como suponen estos héroes de la institucionalidad burguesa, su elaboración obedece al análisis del resultado de la práctica política en concordancia
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con el objetivo de liberar al pueblo de la explotación y opresión, y cuando hablamos de pueblo no es de manera abstracta sino concretamente, en el entendido que nosotros somos pueblo, estamos en él y luchamos a su lado. Todo lo que se conduce dentro de la coyuntura burguesa fuera de un plan revolucionario general termina por podrirse, por ahogarse en las grietas del enemigo y en el fango de la descomposición de las instituciones que oprimen a la mayoría de los mexicanos.
El planteamiento de generar un “gran movimiento desde la sociedad” para “construir un “liderazgo colectivo nacional” para “lograr el cambio del modelo neoliberal” ya ha fracasado en repetidas ocasiones desde 1988, cada seis años sucede lo mismo, una táctica muy desgastada y con magros resultados que conducen sólo al fortalecimiento de la dictadura del capital.
Y como si no fuera suficiente desde la “izquierda” se habla de la unidad de ésta con miras al 2018, conformando un frente unido de izquierda de la mano de la sociedad. Dos expresiones seguidas “de la mano de la sociedad”, “desde la sociedad” ¿Qué acaso quienes participan en la lucha contra el régimen no son parte de la sociedad mexicana? Hablar de la sociedad en abstracto diluye la división clasista de ella, hace caso omiso de que quienes participamos en la lucha por el derrocamiento del régimen desplegamos acción política a partir de los intereses de clase que defendemos y representamos.
Hablar en esos términos significa aceptar tácitamente que se está alejado del pueblo, de los intereses populares, que se mira “por encima” de las clases sociales para justificar posiciones alejadas del pueblo a quien se dice representar o se aspira a ello. O preguntamos ¿Será que quienes luchan contra el gobierno represivo son seres por encima o fuera de la sociedad?, insistimos ¿Por qué seguir en una táctica que no ayuda a la transformación revolucionaria del país?
La verdad rompe los muros del discurso y el análisis cortoplacista, no se puede “gobernar con
políticas públicas innovadoras” fuera de la lógica de las leyes que rigen el funcionamiento del Estado burgués mexicano, no se puede desde la institucionalidad burguesa contra la exigencia del capital.
Los últimos resultados del proceso electoral, quienes se erigen como “gobernantes” ¡Están profundamente alejados de los intereses populares! No representan al pueblo, o ¿Alguien cree que Yunes Linares le hará justicia al pueblo? Lo único que se puede esperar de este politicastro es el reforzamiento del Estado policíaco militar y la intensificación de las medidas profascistas para hacer más efectiva la dictadura del capital. Pero ¡Bravo, se ha derrocado al PRI!, como se dice en el pueblo ¿Y?
El Estado burgués nunca fomentará crecimiento y mucho menos minimizando desigualdades en la sociedad mexicana, eso es utópico, es engañar al pueblo. Ese no es su papel en la sociedad capitalista. El papel del Estado, independientemente de la forma que adquiera constituye un instrumento de opresión para garantizar la explotación económica, lo que lleva a la profundización de las desigualdades sociales, a un mayor aseguramiento de la polarización de la sociedad. Su principal tarea es ¡Reprimir al pueblo! Por eso cualquier llamado en el sentido de que el Estado cumpla con su papel sólo favorece a la clase que detenta el poder.
Por ejemplo, producto del pragmatismo electoral han llegado a las administraciones estatales gobiernos de “composición política” como es el caso de Oaxaca, pero ¿En qué ha derivado sus políticas? En represión contra el pueblo, es el caso más ilustrativo en donde los cuerpos represivos se bañan en sangre del pueblo al amparo de un estado de derecho para “restablecer el orden”.
Ahora tomemos otro de los problemas actuales producto de la política represiva. Hay quienes desde “la izquierda” consideran que lo acontecido en Ayotzinapa son desapariciones y homicidios que exhiben debilidades y corrupción de las
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instituciones. Falso, ahí se dieron múltiples crímenes de Estado, delitos de lesa humanidad expresados en ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas bajo la estrategia de Guerra de Baja Intensidad. En conjunto expresan la generalización del terrorismo de Estado y el fortalecimiento de la maquinaria represiva.
¿Es la incapacidad del Estado para garantizar seguridad e integridad de los ciudadanos y su patrimonio? Para nada, es su política. Bajo esa lógica nos estaríamos ciñendo al concepto burgués acerca del Estado. En esa lógica no es la incapacidad del Estado, sino su eficacia para ejercer la violencia de una minoría sobre la mayoría, de una clase social sobre otra para garantizar opresión y explotación.
En esa misma lógica no es el narcotráfico quien corrompe a los nobles y castos funcionarios o a las sacrosantas instituciones, el fenómeno del narcotráfico es inherente al capitalismo, espoleado bajo el régimen neoliberal y la actual crisis capitalista mundial. Es desde el Estado que se promueve el narcotráfico y la delincuencia organizada en tanto que obedece a la economía subterránea para oxigenar al régimen económico.
El Estado para garantizar su papel de instrumento represivo contra el pueblo organizado requiere de enormes cuentas económicas para su operatividad criminal, éstas se obtienen de manera formal con la autorización del Legislativo pero es insuficiente, por consecuencia lógica, recurre a la “informalidad”, desde ésta se cubre con la acción de “los grupos criminales” que practican el despojo que desde la formalidad no pueden hacer y canalizar tales recursos al aparato represivo.
De lo expuesto podemos llegar a varias conclusiones:
- Si de lo que se trata es de organizar al pueblo para que se libere definitivamente de la opresión y explotación capitalista, su organización y lucha debe transitar por formas independientes, fuera de toda estructura y
lógica tanto de la institucionalidad y formas burguesas de hacer política.
- Organizar al pueblo bajo la táctica organizativa independiente significa construir organizaciones políticas de masas, organizaciones de toda índole que orgánica, política e ideológicamente constituyan organismos de combate popular que desplieguen lucha combativa contra el régimen.
- No es la coyuntura electoral por donde deben transitar las fuerzas populares, por el contrario se requiere reforzar las formas de organización y lucha independiente, consolidar las diferentes expresiones de lucha clasista que existen en el país para conformar un frente único anticapitalista.
- No es la unidad pragmática lo que requiere el pueblo trabajador, sino la construcción de la unidad de todo el pueblo, pero ésta sólo es posible forjando la unidad de los trabajadores del campo y la ciudad, es decir, de la unidad obrero campesina, que en la lucha contra el capital deviene en tarea estratégica.
- No es el poder burgués el amparo del pueblo sino la construcción del poder político de éste, el poder burgués existe para la defensa de la dictadura del capital. Los explotados y oprimidos lo que tenemos que construir es el poder político del pueblo para romper con las cadenas que nos oprimen y deshumanizan.
Una reflexión ¿Para qué desgastarse en esfuerzos vanos por construir una fuerza unitaria coyuntural sobre los rieles de la legalidad burguesa cuando existe un movimiento revolucionario con experiencia colectiva en la lucha contra el régimen? ¿Por qué insistir en construir un partido que bregue en tal institucionalidad que castra cualquier iniciativa de clase? Más que desgastarnos en esos ensayos la tarea consiste en fortalecer al partido revolucionario que ya existe y que con modestia decimos ¡ESTAMOS PRESENTES!
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LAS “NOVEDADES” DE LA PEQUEÑA BURGUESÍA
oda posición política, pensamiento o actuar están ligados a una posición de clase
consciente o inconsciente. Ninguna idea es obra individual, es necesario analizar toda declaración sin temor a pasar sobre el campo de la crítica y autocrítica.
En la lucha ideológica entre los que pugnan por la emancipación popular y los que buscan afianzar la continuidad de la explotación se confrontan posiciones políticas antagónicas en el terreno de la lucha de clases, dentro de estas posiciones se busca frenar o coadyuvar en la lucha por la transformación social.
La mentalidad pequeñoburguesa a lo largo de la historia ha sido parte activa de esta confrontación; en épocas en dónde se acentúa la crisis capitalista irrumpe bajo caretas y labia “crítica” e “innovadora”. En todo escenario capitalista siempre van a existir extensas capas de pequeños productores, de pequeña burguesía que va a asegurar la reproducción del régimen, ya que ésta nace y se reproduce de forma constante de la pequeña producción. Así, en sus diferentes etapas de desarrollo surgen “capas medias” que en momentos de crisis son arrojadas a las filas del
proletariado, a la par con el mantenimiento de rezagos feudales expresado en capas campesinas.
Esta condición social se hace manifiesta en el terreno de la lucha de clases e irrumpe bajo sus diversos sectores y expresiones; el burgués arruinado busca preservar sus antiguas lisonjas, el campesino busca mantenerse sobre las ruinas de la economía natural que lleva al campesino pobre a una condición cada vez más miserable.
A nivel ideológico la pequeña burguesía ha reproducido, desde los inicios de la crítica al capitalismo, la idealización del pequeño productor, del campesino y de la comunidad. Desde el siglo XVIII, a través del estudio de las sociedades ajenas a la dinámica capitalista que se centraba en Europa, se adoptaron conceptos comunales, elementos de sociedades preindustriales generalmente rurales que utilizaron como una crítica a las primeras manifestaciones de las contradicciones del creciente capitalismo. Debido al estudio metafísico se idealizó dichas ideas en contra de la sociedad “civilizada” y se elevó la idea del “noble salvaje”. A partir de finales del siglo XIX e inicios del XX se generó la tendencia a idealizar y embellecer prácticas políticas y económicas de la comunidad campesina para
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Escuela Permanente de Marxismo y Lineamiento Político
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“oponerlo” al individualismo de las ciudades y a la competencia de la economía capitalista.
Posturas que en la actualidad se encuentran en los espacios de la socialdemocracia, el reformismo y oportunismo, entre los más conservadores hasta las expresiones más contestatarias ligadas generalmente con tendencias anarquistas y autonómicas.
Sin embargo ¿Cuál es la condición real del pequeño propietario y su situación frente al capitalismo? a nivel ideológico existe un individualismo exacerbado y un apego a la propiedad privada. Se aspira a ser un gran propietario, a acaparar y a poseer más que los demás. Tienden a caminar sobre el régimen de la propiedad privada, al régimen pequeñoburgués que le da continuidad a la sociedad capitalista y a asegurar su modo de vida como individuo explotador.
No son ajenos al régimen de producción dominante y al pensamiento individualista-burgués, que procura dominar a todas las capas medias y a los explotados y oprimidos para asegurar su continuidad. Entre los pequeños productores agropecuarios se genera un pequeño grupo de campesinos ricos por lo que necesariamente existirán campesinos pobres y explotados. Así es como el campesino pobre, con derecho sobre la tierra, se encuentra despojado de los medios para poder trabajarla y atado a una producción artesanal que nunca logrará competir con la gran producción capitalista. Arrojado a la miseria depreda su medio y saca provecho a todo recurso, a pesar de que acabe con su propio entorno. A esto conduce el capitalismo dentro de la producción rural, acentúa la descomposición y la división para la formación de la pequeña producción y el engrosamiento de las filas de asalariados.
La crítica pequeñoburguesa, principalmente desde las instituciones académicas burguesas, recae en una “crisis civilizatoria”. Al caer en la crisis capitalista y observar la decadencia del sistema quieren “detener” o “paralizar” al capitalismo e impedir que se destruyan las “formas comunitarias”, deducidas en rasgos étnicos idealizados que existen en las concepciones indigenistas.
Se retoman con inmaculada originalidad los regímenes económicos localistas, en América Latina las que descienden de las civilizaciones precolombinas, como son el trueque, la creación de una moneda independiente o su regulación político-administrativa. Esta forma mecánica de retomar dichas tendencias reduce a un ente paralizado al hombre en su desarrollo histórico y no aplica las relaciones económicas a la ciencia y a la diferencia de clases sociales. Se eleva al campesino en abstracto a un ente alejado de las relaciones capitalistas y lo moldean a una alternativa en dónde se niegan las contradicciones que existen entre ellos, entre la industria y la agricultura capitalista.
Las relaciones capitalistas en el campo, a lo largo de su existencia, penetran las formas comunitarias y dividen a los campesinos en clases antagónicas. Por el desarrollo de la técnica se ha minado a la pequeña producción, a este pequeño productor le es imposible sostenerse en el capitalismo, así es como el campesino pobre es con mayor frecuencia lanzado a la proletarización material y a la vez continua atado a su ideología de pequeño propietario, por lo que debe revolucionarse, transformarse y asumir el punto de vista del proletariado revolucionario, despojándose de los resabios que dan origen al capitalismo e identificarse como hermano de clase, un explotado y oprimido más de este sistema.
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A pesar del desarrollo dialéctico que esto implica, la pequeña burguesía tiende a negar la lucha de clases, presenta a la sociedad como un ente homogéneo llamado “sociedad civil”, desconocen las relaciones existentes entre las instituciones político-jurídicas, entre la academia y el campo de la intelectualidad con los intereses materiales de las diferentes clases sociales. Se ven, en la práctica, como entes alejados del propio desarrollo histórico, lo que les da la “capacidad” de cambiar desde esta posición amorfa el capitalismo y a crear “nuevos” modos de gestión económica, alejados del desarrollo histórico.
En resumen sus posiciones y concepciones se basan en una crítica romántica al capitalismo y en una clara posición de clase, la pequeña burguesía es, al final de todo, reaccionaria (términos que tienen un amplio sentido histórico-filosófico), ilusoria al confrontar la realidad del capitalismo con la ficción de un orden pre capitalista.
Es en los momentos de auge de la crisis capitalista en dónde encontramos posiciones que vienen a “revolucionar la lucha y la organización”. La pequeña burguesía, salida de las instituciones académicas burguesas, rebajada de su posición comodina y constantemente arrojada a la proletarización, se aferra a una forma de vida academicista en dónde buscan elevar su estatus profesional y reproducen las concepciones burguesas de vida, sin embargo, no logran identificarse como burgueses ni como proletarios, buscan identidad ideológica y mistifican procesos campesinos y comunitarios, los que desconoce en la práctica, cae inevitablemente en un eclecticismo ideológico y en una ignorancia política.
Su participación política dentro de una amorfa “sociedad civil” busca diluir y negar las contradicciones de clase y la necesidad de la
teoría-práctica revolucionaria, encaminar a las masas populares a la conciliación de clases y someterse a las vías institucionales de la burguesía.
Su práctica política reproduce las prácticas artesanales, el espontaneismo y el seguidismo, así como la mescolanza ideológica. Una de las alternativas organizativas planteadas desde el reformismo y el oportunismo se centra en la “horizontalidad política” que hace culto a las relaciones gentilicias y aparentemente niega la necesidad de una dirección colectiva, sin embargo, en la práctica se gesta una dirección impositiva que no asume las responsabilidades que implican para los procesos que “acompañan”.
Diversas tesis que en la práctica consiguen que la voluntad popular de combatir se diluya en esfuerzos organizativos que alejan al pueblo de la lucha revolucionaria y los limita en aspiraciones economicistas.
El resultado de su política la vemos en los diversos procesos en donde se introduce la ideología burguesa bajo este vehículo “progresista”. Los resultados de esta práctica han producido masas desilusionadas caídas en una mediocridad clientelar, en donde se asesinan entre hermanos de clase, entre pueblos por la defensa de partidos políticos burgueses o pedazos de tierra; el sectorialismo y el divisionismo, así como la falta de coordinación y la imposición de concepciones mecánicas.
Las corrientes pequeñoburguesas, que alimentan a los grupos reformistas y oportunistas, buscan darle salida y oxigenación a la crisis política que vive el régimen, proponen alternativas que ahogan la voluntad popular de combatir en la estéril institucionalidad burguesa.
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LA BURGUESÍA ENDURECE SU DICTADURA
espués de los golpes de Estado para imponer las dictaduras militares en el último tercio del siglo pasado, en Centro, Sudamérica y el Caribe ahora la burguesía endurece su dictadura y sus leyes
para sostener la explotación capitalista a través del régimen neoliberal y sortear su crisis, éstas van encaminadas a instaurar regímenes policiaco-militares con rasgos fascistas, que sin manchar la imagen del ejército en las juntas administrativas burguesas, éste toma un papel preponderante en el control de las instituciones públicas validadas por leyes aprobadas en los congresos de las cámaras legislativas.
El disfraz que se imponga es lo de menos, lo que importa es imponer el Estado policiaco-militar con rasgos fascistas, por ejemplo, el caso de Francia una de las medidas de esta naturaleza se le llamó Estado de emergencia, en México le llaman estado de excepción.
El caso representativo del avance de las fuerzas reaccionarias profascistas en América Latina, es el derrocamiento de la presidenta de Brasil Dilma Rousssef por disposición del senado de Brasil, mientras los cuerpos policiacos-militares aplastaban toda manifestación en su apoyo.
La destitución de Dilma Roussseff también desenmascara la democracia burguesa en su farsa de los procesos electorales, deja en claro que cuando la crisis económica está al borde de transformarse en crisis política y para evitar insurrecciones populares, la burguesía acude a crear válvulas de escape, dándoles “oportunidades” de gobernar a los mediatizadores, a los socialdemócratas, y cuando los ánimos populares se han calmado o mediatizado, echan por la borda de la basura de la historia a estos salvadores del capital y fortalecen su poder político mediante medidas de mayor opresión.
En México, desde que la junta administrativa de la burguesía se arrodilla más ante el imperialismo para permitir la entrada del Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT), preludio de la imposición del neoliberalismo, se crean leyes para fortalecer la privatización de toda la vida económica del país priorizando el saqueo de la riqueza social y la profundización de la explotación de la fuerza de trabajo al implementar formas de explotación y métodos de trabajo más degradantes del ser genérico.
Para fortalecer a dicha política imperialista se reforman leyes como la Ley Laboral que echa por tierra toda una historia de conquistas laborales de las masas trabajadoras, a esta reforma hoy hecha ley, en paralelo avanzan el conjunto de reformas burguesas de carácter neoliberal que fueron impuestas, entre ellas la penal para aplastar a toda clase de inconformidad popular.
Se firman tratados comerciales y éstos son blindados con tratados militares como es el caso del Plan Puebla Panamá (PPP) y el Plan Mérida respectivamente, donde el imperialismo estadunidense recorre su frontera al sur de México violando nuestra soberanía nacional con intervenciones militares y política injerencista directa del imperialismo dentro del territorio mexicano.
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Pero no bastan esas leyes, en el territorio nacional, el ejército, la marina y cuerpos policiacos (pilar principal del Estado mexicano) han venido ejerciendo el terrorismo de Estado al asesinar y desaparecer a cientos de miles de ciudadanos e imponer estados de sitio o estados de excepción en regiones donde la consciencia del pueblo se expresa en manifestaciones populares contra el régimen.
En resumen, para fortalecer al Estado burgués y allanar el camino rumbo al fascismo, se crean e imponen nuevas leyes para validar no solamente estados de excepción sino golpes de Estado donde el ejército o marina puedan tomar el control absoluto político y militar del país y disolver las cámaras de diputados y senadores; hay que destacar que quienes están aprobando estas leyes son los mismos diputados y senadores bajo las órdenes de la burguesía. Con estas leyes, la burguesía se prepara para aplastar cualquier tipo de inconformidad popular e imponer el control absoluto de la población.
Desde el sexenio de Calderón se aceleraron dichas medidas, al crear el fetiche del combate al narcotráfico y al crimen organizado, que le ha servido a las últimas administraciones de cortina de humo para aprobar leyes contrainsurgentes de carácter fascista, sin protestas populares. Para el pueblo es claro que el narcotráfico y el crimen organizado no son nuevos, dependen y sirven a los aparatos de inteligencia y seguridad del Estado, además son utilizados para “hacer trabajitos” (ejecuciones extrajudicial o desapariciones forzadas) contra ciudadanos que estorban a determinado político o burgués.
En la configuración de un Estado policiaco-militar con rasgos fascistas el papel de las cúpulas reaccionarias clericales destaca por servir a los intereses oligárquicos y el odio hacia el pueblo, la religión como tal es un sostén estratégico del sistema de opresión, no hay religión o secta religiosa en donde sus cúpulas no estén comprometidas con la burguesía y el capitalismo, estos son los lobos con piel de oveja que mediatizan al pueblo ofreciéndoles el paraíso o el cielo mientras los creyentes se van muriendo de hambre producto del yugo de la dictadura burguesa.
Y como parte del sistema de opresión algunos pastores o clérigos participan directamente en los interrogatorios y tortura de los ciudadanos detenidos; los pastores religiosos responden consciente o inconscientemente a los intereses del imperialismo gringo y de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), cumplen el papel de policías y dan entrenamiento militar a sus creyentes para utilizarlos como grupos paramilitares, el más conocido por sus actos paramilitares y que ha asesinado a decenas de campesinos e indígenas es El Ejército de Dios.
Con la crisis del capitalismo que se profundiza, la burguesía y el imperialismo han echado andar su plan contrainsurgente, parte de él es el entrenamiento militar de jóvenes y niños encabezado por pastores evangélicos argumentándoles que se preparan para servir a Dios, pero estos evangélicos son los que serán utilizados como carne de cañón para los intereses más reaccionarios como lo fue en su tiempo los cristeros en el occidente de México.
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COMUNICADOS DEL PDPR-EPR
AL PUEBLO DE MÉXICO A LOS PUEBLOS DEL MUNDO A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN NACIONALES E INTERNACIONALES A LOS ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS A LAS ORGANIZACIONES POLÍTICAS, POPULARES Y REVOLUCIONARIAS
¡HERMANOS, HERMANAS, CAMARADAS!
A un año de cumplirse una década, a nuestros compañeros Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez el Estado mexicano los sigue manteniendo en condición de detenidos desaparecidos por motivos políticos, por su condición de revolucionarios y su militancia en nuestro Partido Democrático Popular Revolucionario-Ejército Popular Revolucionario (PDPR-EPR).
Nueve años de impunidad del Estado mexicano; nueve años de creciente espiral represiva contra el pueblo; nueve años de maniobras dilatorias para tratar de sepultar en el olvido los crímenes de lesa humanidad; nueve años de terrorismo de Estado; nueve años de permanente revictimización de las víctimas del terrorismo de Estado; nueve años de constante hostigamiento a los familiares de todos los detenidos desaparecidos; nueve años donde no han cesado las detenciones desapariciones por motivos políticos o sociales.
Nueve años que confirman que el terrorismo es política de Estado.
Desde los gobiernos profascistas de Ulises Ruiz y Felipe Calderón primero se negó el crimen de lesa humanidad mientras nuestros compañeros eran sometidos a tratos crueles y degradantes en instalaciones de los cuerpos policíaco militares; después se pretendió desvirtuar su condición de revolucionarios al sostener la burda versión del "ajuste de cuentas"; posteriormente se maniobró para presentarlos como muertos y dar carpetazo al crimen de Estado respaldados en nefastos peritos gubernamentales armando guiones a modo; en la actualidad se pretende diluir la responsabilidad del Estado en el cometido del crimen omitiendo o violando su propio marco jurídico oligarca.
En conjunto constituye parte de la respuesta gubernamental para apuntalar la impunidad y la protección a los criminales de Estado para que sigan cometiendo nuevos crímenes de lesa humanidad, que en la actualidad las víctimas directas –tan sólo de ejecutados extrajudicialmente y detenidos desaparecidos por motivos políticos o sociales- suman más de medio millón en el transcurso de 16 años. Se configura la magnitud del genocidio contra los oprimidos y explotados en México.
Durante todo este tiempo desde la dictadura de opinión, los monopolios de la comunicación y los voceros oficiosos del régimen han justificado, avalado, promovido y exigido la implementación del terror como política de Estado, amparándose en el fetiche de la seguridad como condición para el desarrollo económico y la "paz pública", que desde el régimen se sostiene como política para diseminar el terrorismo de Estado en todo el país.
En estos nueve años se confirma también que los dueños de los monopolios de comunicación y los voceros oficiosos del régimen enfundados en su oficio de "columnistas", "analistas", "titulares de
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espacios noticiosos",... son parte del engranaje represivo del régimen y al mismo tiempo corresponsables de los crímenes de lesa humanidad, al desarrollar la criminal labor de propagandistas y hacer apología a la política profascista del régimen.
Los políticos de oficio elaboraron leyes que fortalecieron el estado de derecho oligárquico y establecer un Estado policíaco militar, avalando los crímenes de lesa humanidad contra todo "transgresor" de la ley; ante la magnitud del fenómeno y la creciente protesta popular que exige juicio y castigo a los responsables del terrorismo de Estado, oportunistamente estos mismos politicastros suman en su discurso la "exigencia" del "esclarecimiento" y no más "desaparecidos", es decir, sólo buscan asegurar su modus vivendi sin enjuiciar al Estado mexicano.
Tanto el gobierno y políticos de oficio son hipócritas y lucran políticamente con los crímenes de lesa humanidad y el dolor de los familiares de las víctimas del terrorismo de Estado, en sus discursos e "iniciativas" sólo proponen la especialización y crecimiento del aparato represivo, simulan resolver los crímenes de Estado con más represión, medran con el dolor de las víctimas del terrorismo de Estado para hacerse llegar más cotos de poder político y económico.
Para el pueblo va quedando cada vez más claro que la detención desaparición forzada de personas por motivos políticos o sociales, así como otros crímenes de lesa humanidad, son práctica y política del Estado, dichos crímenes se cometen contra el pueblo en acciones de carácter fascistas. También es obvio que desde el Estado nunca enjuiciarán a los perpetradores al ser parte de ellos.
Se equivocan quienes piensan que con el terrorismo de Estado van a quebrantar la voluntad de combatir de nuestro pueblo y van a aniquilar su lucha y organización por la emancipación popular; equivocados están si consideran que se abandonará la demanda de la presentación con vida de todos los detenidos desaparecidos. En contra partida, todo este tiempo ha significado:
Nueve años de lucha popular contra la impunidad y el olvido; nueve años de exigir la presentación con vida de los detenidos desaparecidos que se suman a las víctimas de los años 60's, 70's y 80's del siglo pasado; nueve años de indignación popular y dignidad combativa que no olvida, ni perdona, ni lo haremos jamás.
Nueve años de la detención desaparición de nuestros compañeros donde hemos encontrado y recibido la más fraternal y sincera solidaridad por parte de nuestro pueblo; nueve años donde sin intención de lucro o protagonismos mezquinos muchos han levantado la bandera de la presentación con vida de nuestros militantes poniendo a disposición de esta exigencia sus conocimientos, experiencia y disposición de lucha, porque los detenidos desaparecidos son del pueblo.
La Comisión de Mediación, la Comisión Civil de Búsqueda y Seguimiento y otros esfuerzos organizativos, en su labor humanitaria y de solidaridad han coadyuvado a la búsqueda de nuestros compañeros, los resultados de su invaluable acción han demostrado y confirmado que el responsable de la detención desaparición forzada de nuestros compañeros es el Estado mexicano. Para ellos nuestro más sincero reconocimiento, seguros estamos que su labor sigue siendo necesaria en tanto coadyuva al conocimiento de la verdad histórica.
Por experiencia compartida al lado de nuestro pueblo, hemos reflexionado conjuntamente respecto a la espiral de terrorismo de Estado que se vive en el país: ¿Qué pasaría si cada uno de los detenidos desaparecidos hubiese estado organizado y armado? ¿Si hubiera tenido un arma en la mano para defenderse en igualdad de condiciones ante el aparato represivo? ¿Qué hubiera sucedido si los más de 300 mil detenidos desaparecidos hubieran recurrido a la autodefensa armada para hacer frente a los criminales
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de Estado? ¿Qué pasará si este pueblo agraviado y ultrajado desde el Estado se arma contra sus opresores para no permitir nuevos crímenes? ¿Qué pasará cuando nuestro pueblo decida ejercer la justicia popular?
Sólo la práctica y la historia serán el juez y darán el veredicto de estas interrogantes. De lo que estamos seguros es de la necesidad de que el pueblo se arme y procure su propia autodefensa ante el terrorismo de Estado.
La exigencia popular sigue siendo la presentación con vida y en libertad de todos los detenidos desaparecidos de manera forzada; a lo largo y ancho del país se debe seguir exigiendo juicio y castigo a los responsables materiales e intelectuales de los crímenes de lesa humanidad y alto al terrorismo de Estado.
¡A ORGANIZAR LA LUCHA CONTRA EL TERRORISMO DE ESTADO!
¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!
¡PRESENTACIÓN CON VIDA DE TODOS LOS DETENIDOS-DESAPARECIDOS DE AYER Y HOY!
¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS ¡
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARÁ!
COMITÉ CENTRA
DEL
PARTIDO DEMOCRATICO POPULAR REVOLUCIONARIO
PDPR COMANDANCIA GENERA
DEL
EJERCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
CG-EPR
Año 52
República mexicana, a 24 de mayo de 2016.
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AL PUEBLO DE MÉXICO
A LOS PUEBLOS DEL MUNDO
A LOS MEDIOS MASIVOS DE COMUNICACIÓN NACIONALES E INTERNACIONALES
A LOS ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS
A LAS ORGANIZACIONES POLÍTICAS, POPULARES Y REVOLUCIONARIAS
¡HERMANOS, HERMANAS, CAMARADAS!
Lo que acontece en Veracruz y el desenlace del proceso electoral es regla nacional para el resto de las 11 entidades federativas que celebrarán elecciones el próximo 5 de junio. Procesos electorales que de nueva
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cuenta muestra su lejanía con los intereses del pueblo, desarrollados en un marco de violencia generalizada de Estado.
La falsa interrogante de la coyuntura política actual que domina el ámbito mediático y la democracia burguesa es: ¿quién ganará este 5 de junio?, sin embargo, ésta ya está resuelta con antelación de acuerdo a los tiempos e intereses de la oligarquía y el imperialismo, por ello no hay preocupación, menos desvelo al interior de las estructuras del Estado y régimen mexicano. Por lo cual cualquiera de los personajes de la andanada de políticos de oficio que "triunfe" o de los diversos organismos políticos-electorales obtenga la mayoría de los espacios de poder será lo mismo, una grotesca escenificación más de una pugna interburguesa y la imposición de la voluntad de la oligárquica.
La disputa de gubernaturas, diputaciones locales, presidencias municipales, incluida la elección del faccioso constituyente de la CDMX, sólo instauran un movimiento de posicionamiento y reacomodos de poder que intencionalmente es desviada a una disputa personificada para diluir la esencia e identidad grupal de clase que unifica a todos los hoy contrincantes, porque quién inequívocamente ganará ─como lo ha hecho por más de 90 años─ sin ser denostado y exhibido como el responsable de la pobreza, explotación, miseria y opresión política, es el régimen, la oligarquía nacional y transnacional; gana la burguesía en cuanto impone con demagogia y violencia su voluntad.
La presente elección por voz propia de los flamantes candidatos es pasarela y escaparate político-mercantil de presuntos delincuentes del fuero común; indiciados en fraudes electorales y financieros, en delincuencia organizada en sus distintos giros; perpetradores de crímenes de lesa humanidad. En esa lógica consumados delincuentes y criminales de Estado será los próximos gobernantes y legisladores. Personajes de la democracia burguesa que más que estar participando en un proceso electoral, deberían ser sujetos a juicios nacionales e internacionales por ser criminales de Estado, por su probada responsabilidad en crímenes de lesa humanidad como es el caso de Miguel Ángel Yunes Linares, el chacal de Ixhuatlán.
Candidatos panistas-perredistas naturalmente venidos en su mayoría del PRI a nadie sorprende, de los 12 candidatos del PAN 7 son de origen priista; perredistas entregados a la ultraderecha sin ningún reparo político-moral, cuyos dirigentes muestran mayor entusiasmo que los propios ultraderechistas con los candidatos de la "alianza histórica", resultando grotesco el llamado a votar por represor de perredistas y asesino de luchadores sociales; las candidaturas independientes son un fiasco, en su mayoría personificas por expanistas que intentan dar un aliento a la democracia burguesa; el resto de los partidos políticos electorales obedecen y funcionan a la misma concepción de las forma burguesas de hacer política al postular y redimir lo mismo a priistas, empresarios voraces, que ha paramilitares y políticos de oficio toda laya, o bien la utilización de la reivindicación de género como chantaje hacia la sociedad desde posiciones de derecha.
Proceso electoral plagado de acusaciones mutuas, todos gritan "agarren al ladrón", desde la guarida de Río Frío, tratan de ocultar su condición antipopular y criminal; en su mayoría ajenos a las necesidades e intereses del pueblo, hipócritamente hablan por él; y sin excepción todos evocando promesas irrealizables. Lo que sí es seguro que ningún político de oficio pisará la cárcel, ni mucho menos regresará el dinero robado; menos serán castigados por tráfico de influencias, fraudes financieros y nepotismo. Demagogia pura y clásica de los políticos burgueses, porque el día que se encarcelen entre políticos de oficio, léase entre primos hermanos, dejará de llover en noviembre en pluviocilla y en la ciudad de los "40 caballeros" de consumir aromático.
Las fortunas de todos los políticos oficio son plenamente explicables por lo tanto permitidas y convalidadas por el Estado de derecho oligárquico, porque todo personaje que llega a ocupar un puesto de
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"representación" popular van con la clara intención de hacer fortuna y/o incrementarla a costa del erario público.
El desprestigio de la administración de Enrique Peña Nieto y Javier Duarte, como la trayectoria de personal de Vicente Fox, Felipe Calderón, Santiago Creel, López Obrador..., no influirá más allá de lo mediático en el presente proceso electoral, para el pueblo está claro que quienes queden como "representantes populares" no serán producto de la voluntad popular, porque en el acto de selección y designación ya están consensado cupularmente en lo general y específico de quién representará, administrará y defenderá los intereses de la oligarquía y el imperialismo.
Lo que es inocultable en el actual proceso electoral es la violencia del Estado contra el pueblo y el grado de descomposición del régimen neoliberal, el fortalecimiento del Estado policíaco-militar que a través de todo el aparato represivo se despliega el terror que coincidentemente se incrementa en fechas electorales, ni las desapariciones forzadas, las fosas clandestinas, las ejecuciones extrajudiciales y la violencia desenfrenada ha podido ser ocultadas. Lejos están aquellos tiempos en que el Estado se "recataba" para la reprimir, por el contrario hoy se ejerce desde el Estado toda la violencia contra el pueblo sin importar los "tiempos políticos". Para el Estado policíaco-militar no hay tiempos coyunturales de tregua.
En esta perspectiva ¿quién puede confiar en un proceso electoral que convalidad a los delincuentes y perpetradores de crímenes de lesa humanidad? Nadie, desde siempre la mayoría del pueblo que acude a las urnas lo hace coaccionado por hambre y terror. Asumir combativamente la negación de quedar reducido a objeto clientelar y botín de la democracia aburguesa es una actitud de claridad y consecuencia política que traza brecha hacia la transformación revolucionaria de la sociedad, a organizar desde cualquier forma de lucha la resistencia y la autodefensa popular. ¡NO VOTES POR CRIMINALES DE ESTADO!
¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!
¡POR LA PRESENTACIÓN CON VIDA DE TODOS LOS DETENIDOS DESAPARECIDOS DE AYER Y HOY!
¡A ORGANIZAR LA LUCHA CONTRA EL TERRORISMO DE ESTADO!
¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARÁ!
COMITÉ ESTATAL DEL PARTIDO DEMOCRÁTICO POPULAR REVOLUCIONARIO
PDPR
COMANDANCIA DE ZONA DEL EJÉRCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
EPR
AÑO 52
Veracruz de Ignacio de la Llave, a 31 de mayo de 2016.
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AL PUEBLO DE MÉXICO
A LOS PUEBLOS DEL MUNDO
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
A LOS ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS
A LAS ORGANIZACIONES POLÍTICAS, POPULARES Y REVOLUCIONARIAS
¡HERMANOS, HERMANAS, CAMARADAS!
Los hechos represivos contra el movimiento popular magisterial a nivel nacional, en específico en Oaxaca, son parte del terrorismo de Estado cuya política rige a la actual administración de los intereses burgueses.
Las reformas burguesas de carácter neoliberal fueron impuestas desde un principio con toda la fuerza del aparato policiaco-militar y hoy las siguen sosteniendo contra viento y marea perpetrando nuevos actos de terror y crímenes de Estado expresados en detenidos desaparecidos, ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, tortura y hostigamiento permanente.
Lo ocurrido en Oaxaca el día de ayer es un crimen más de Estado contra el pueblo organizado; es un acto deliberado de represión política contra los trabajadores de la educación y el pueblo solidario con las luchas magisteriales.
La represión al movimiento popular magisterial es la exigencia de la cúpula empresarial que reclama a sus administradores el terrorismo de Estado como garantía para la plena realización de sus mezquinos intereses, así en Oaxaca bajo esta política se asesina al pueblo con el objetivo de defender los intereses del capital. En cada episodio represivo las fuerzas policiaco-militares son responsables de crímenes de lesa humanidad, en cada acto represivo han existido ejecuciones extrajudiciales, detenidos desaparecidos, asesinatos políticos, tortura, y en este episodio no es la excepción.
Los responsables de la represión en Oaxaca contra el pueblo y el magisterio democrático son:
La cúpula empresarial, entre ellos la Asociación de Hoteles y Moteles de Oaxaca (AHMO), la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) que exigieron y siguen exigiendo mayor represión para imponer el estado de derecho oligárquico, para estos explotadores la "sociedad mexicana", la "sociedad civil" son únicamente sus organismos empresariales. La sociedad de empresarios enseña sus fauces fascistas, que justifican y exigen el terrorismo de Estado;
Los gobiernos de Oaxaca, Chiapas, Michoacán, Guerrero, Tabasco, Campeche, la Ciudad de México y el gobierno federal, que se desempeñan como excelentes administradores de los intereses empresariales;
Políticos de oficio que juegan a plenitud su papel de perros guardianes del capital que se ceban en el pueblo con sus leyes que fortalecen y justifican el Estado policiaco militar y el estado de derecho oligárquico;
Todo el aparato represivo, desde el elemento operativo compuesto por hordas bestializadas y desclasadas, hasta el elemento que planifica y el que autoriza los crímenes de Estado bajo su concepción fascista;
Responsables también son los mercenarios de la comunicación, lenguas y plumas al servicio de los monopolios de la comunicación, quienes hoy se rasgan las vestiduras cuando ayer exigían la represión y la imposición del "orden".
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Todos en contubernio empujan la perversa y mentirosa teoría de los grupos infiltrados, "misteriosos encapuchados anarcos" y el crimen organizado, burda maniobra mediática para justificar la nueva ola de represión que se ejerce contra del pueblo, violencia política ideológica para quitar la combatividad a las masas populares y que éstas queden inermes ante el Estado policiaco-militar.
Los cuerpos policiaco-militares que actuaron en Oaxaca contra el pueblo llevaban la orden expresa de tirar a matar para ejecutar la exigencia empresarial, la "restauración" del orden queda expresada en su verdadera esencia: el terrorismo de Estado.
La lucha que libra el magisterio democrático no es unisectorial, la reforma educativa de carácter neoliberal afecta profundamente los intereses del pueblo, por consecuencia la lucha contra ella lleva implícita la lucha por la defensa de la educación, el derecho al trabajo, el derecho a la vida. Es una lucha multisectorial, es decir, una lucha de todo el pueblo en tanto que los trabajadores de la educación son parte de éste.
Las reformas neoliberales son producto de los intereses del capital, buscan eliminar el ser consciente y político, obtener fuerza de trabajo más productiva y dócil para el capital, en donde no haya protesta sobre las condiciones laborales y cumpla mansamente su papel en el proceso productivo. Es la degradación del ser genérico que garantiza la reproducción del cretinismo social.
¿Contentos señores empresarios? El baño de sangre que exigían ha sido cumplido por sus perros de presa; ¿felices dueños de los monopolios de la comunicación? Hipócritas las plumas y voces mercenarias, ayer pedían la sangre del pueblo y hoy que corre se dan golpes de pecho; ¿satisfechos señores políticos de oficio? Sus leyes profascistas siguen cobrando víctimas en el pueblo; ¿de plácemes señores funcionarios? ¿Satisfecho señor Nuño y Osorio? Actúan como verdaderos administradores y defensores de los intereses empresariales, con el pueblo nada tienen que ver, son enemigos de clase.
Ante el terrorismo de Estado no podemos hacer eco a la "paz" a la que llaman los empresarios y políticos de oficio, para ellos representa mantener al pueblo en la esclavitud asalariada, en condiciones de miseria y asegurar la explotación. Su supuesta paz descansa sobre la sangre del pueblo.
Ante la represión y los crímenes de Estado nadie puede ser indiferente; ningún asalariado puede asumir una posición a la expectativa ante la política terrorista; ningún hijo del pueblo debe dejar de lado la condena contra todos aquellos politicastros que avalaron el Pacto por México.
Hermanas, hermanos, camaradas!
Las llamas de la rebeldía popular emanan de la indignación de un pueblo subyugado, éstas no pueden ser extinguidas por la falsa esperanza de la paz burguesa, la fuerza de la organización y la lucha de nuestro pueblo debe arrasar con los símbolos y mecanismos de la opresión. A la solidaridad popular no se le puede imponer el muro del deslinde apresurado que sólo ayuda a las fuerzas reaccionarias que tratan de mantener al pueblo inerme e inerte, la solidaridad del pueblo en esta lucha se debe recibir con fraternidad, magisterio democrático y pueblo somos uno solo.
Una enseñanza se confirma y reconfirma, al terrorismo de Estado y a un gobierno represivo sólo se le puede enfrentar desarrollando con mayor ahínco las acciones políticas de masas en su expresión generalizada como la autodefensa armada del pueblo. Sólo el que está de lado de los explotadores teme a la fuerza, organización y defensa de éste, desde la paz burguesa no habrá ni hay justicia para él, los oprimidos sólo nos podemos amparar a la justicia popular.
¡ANTE EL TERRORISMO DE ESTADO, LA AUTODEFENSA ARMADA DE LAS MASAS!
¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
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¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARÁ!
COMITÉ ESTATAL DEL PARTIDO DEMOCRÁTICO POPULAR REVOLUCIONARIO
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COMANDANCIA MILITAR DE ZONA DEL EJÉRCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
EPR
Año 52.
Chiapas, a 20 de junio de 2016.
AL PUEBLO DE MÉXICO A LOS PUEBLOS DEL MUNDO A LOS MEDIOS MASIVOS DE COMUNICACIÓN A LOS ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS A LAS ORGANIZACIONES POLÍTICAS, POPULARES Y REVOLUCIONARIAS
¡HERMANOS, HERMANAS, CAMARADAS!
Desde el gobierno antipopular y con el apoyo de los monopolios de la comunicación no se quiere reconocer la creciente inconformidad que existe en el pueblo debido a sus políticas antipopulares que lesionan la dignidad humana, cancelan de facto derechos constitucionales y violan sistemáticamente los derechos humanos.
El único responsable de la masacre en Nochixtlán, Oaxaca, es el Estado mexicano a través del gobierno federal y estatal que organizaron, planificaron y ejecutaron un operativo policiaco militar con un objetivo bien determinado, privar de la vida de manera arbitraria al pueblo en pie de lucha, para quebrar su voluntad popular de combatir e imponer el terror para inducir a la desmovilización y sostener con sangre la reforma educativa.
La violencia que hoy los monopolios de la comunicación, los políticos de oficio, grupos oligarcas y gobierno antipopular dicen hipócritamente repudiar no se genera por sí misma, tiene origen e intereses de clase bien claros y definidos, los heridos y muertos en Nochixtlán son consecuencia de la violencia institucional que defiende al poder burgués. Señor Claudio X. González, sus estadísticas son tramposas y sesgadas, no se haga el gracioso, usted pidió el baño de sangre, asuma su responsabilidad, en las páginas de la historia ha quedado como un asesino del pueblo junto con sus administradores, que se encarnan en cada uno de los funcionarios del gobierno estatal y federal.
El pueblo no genera la violencia, él sólo hace uso legítimo de la autodefensa ante el terrorismo de Estado. ¡Qué esperaban señores del poder! ¿Acaso el pueblo no tiene derecho a protestar y a ejercer su legítima defensa? Siempre han reprimido esperando pasividad y sumisión, y hoy que en condiciones
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terribles de desventaja responde a la agresión policiaco militar, el gobierno y los jefes de la policía estatal y federal se victimizan queriendo presentar a los victimarios como víctimas; a los cuerpos policiacos como organismos pacifistas; a las hordas represivas como promotores de la paz y el diálogo. El pueblo ha comprendido una enseñanza, la fuerza policiaco militar puede ser derrotada con organización y combate popular.
El gobierno antipopular busca justificar la represión a través de la hipótesis de “grupos de infiltrados”, “encapuchados radicales”, haciendo énfasis de que los muertos no son del magisterio, que se violan derechos a terceros y se afectan las vías de comunicación, postura baladí para ejercer la represión.
El argumento de los “grupos de infiltrados” para desestabilizar políticamente es el ardid mediático para imponer la paz de los oligarcas que apoyados con los monopolios de la comunicación justifican el único lenguaje de este gobierno, el diálogo del tolete, del fusil, de la pistola, del lanzagranadas, es el idioma del Estado policiaco militar. Los equipos antimotines son armas diseñadas para matar al manifestante y los policías siempre llevan armas de fuego consigo, ya sea ocultas o a la vista. En todos los operativos contra el pueblo han participado unidades mixtas organizadas y dirigidas por los militares a través del mando único. Los masacrados cayeron por efecto de las balas de la policía estatal y federal.
Los dichos mediáticos de la infiltración son argumentos desgastados, recurso corriente para justificar la represión y eludir la responsabilidad del asesinato político, lo han hecho en Guerrero, Michoacán, Veracruz, Chiapas y hoy Oaxaca. Los muertos son del pueblo, la fuerza policiaca federal y estatal son instrumentos gubernamentales de hombres armados especializados para masacrarlo. Las plumas y voces mercenarias toman partido en sus juicios para justificarlos, disfrazan su repudio al pueblo organizado al recalcar que los muertos no pertenecen al magisterio democrático, que no son maestros, de forma vil diluyen la esencia del fenómeno, a quienes se asesinó son sujeto social y también sujeto político-crítico porque los que murieron se manifestaban en contra de las reformas antipopulares, se está reprimiendo el derecho a la reunión, a la manifestación, a la organización y a la protesta; los muertos tienen un origen de clase, son pueblo trabajador.
La condición represiva del gobierno estatal y federal queda en evidencia con la preparación y ejecución del operativo policiaco militar para “contener” la protesta popular bajo el concepto de garantizar “tranquilidad” y “seguridad”, cuyos argumentos reflejan los verdaderos beneficiarios de esta violencia: hoteleros, restauranteros, empresarios de la construcción, de la comunicación y los monopolios del trasporte, que mienten descaradamente al sostener un argumento falso de pérdidas millonarias, cuando en realidad en el cierre de cuentas anuales han obtenido enormes cantidades de ganancia. Han tenido un incremento del 200% de la demanda, por tanto un incremento en lo que ellos tramposamente llaman “tasa de beneficio”, en su avaricia quieren incrementar su dominio oligárquico en los servicios para continuar con la imposición de precios monopólicos y elevar la cuota de plusvalía.
Voceros oficiosos del CISEN y cancerberos del capital insisten con dolo y perversidad sobre los vínculos de la guerrilla con la CNTE, en específico con nuestro ejército, como lo afirma Alfredo Martínez Aguilar entre otras plumas que amparados en su oficio de trabajadores de la comunicación violan todos los cánones del periodismo y toman iracundamente partido con los represores. Escudados en la pluma y la tecla justifican la represión y reclaman que el baño de sangre no se detenga.
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Señores mediocres e inquisitorios, les decimos ¡ESTAMOS PRESENTES! en todo México, y en la medida que somos pueblo organizado nuestra acción revolucionaria encuentra múltiples formas de expresión. Organizarnos y luchar por erradicar la explotación y la opresión no es delito, es un deber ético moral y una decisión producto de la conciencia de ser, estar y hacer pueblo congruentemente.
Todos los que somos pueblo explotado y oprimido nuestro deber político moral es brindar la solidaridad a las causas populares de mil maneras y formas alas causas populares, ¡PORQUE SI REPRIMEN A UNO, RESPONDEMOS TODOS!
Actos de terrorismo de Estado como éstos son la forma en que se expresa la violencia burguesa, la única solución es ir a la raíz de las causas del fenómeno, acabar con la dictadura del capital por medio de la nueva revolución que reclama a gritos el pueblo.
¡ANTE EL TERRORISMO DE ESTADO, LA AUTODEFENSA ARMADA DE LAS MASAS!
¡PRESENTACIÓN CON VIDA DE LOS TODOS LOS DETENIDOS DESAPARECIDOS!
¡A ORGANIZAR LA LUCHA POR LA LIBERTAD DE LOS PRESOS POLÍTICOS!
¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA! ¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS! ¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR! ¡EL EPR TRIUNFARÁ!
COMITÉ ESTATAL
DEL
PARTIDO DEMOCRÁTICO POPULAR REVOLUCIONARIO
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COMANDANCIA MILITAR DE ZONA
DEL
EJÉRCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
EPR
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Chiapas, a 22 de junio de 2016.
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A LOS PUEBLOS DEL MUNDO
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
A LOS ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS
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¡HERMANOS, HERMANAS, CAMARADAS!
Ante los hechos represivos en Nochixtlán, Oaxaca el pasado domingo 19 de junio, que dejaron como saldo nueve muertos, más de un centenar de heridos de bala y decenas de detenidos por los cuerpos represivos, diversas voces y plumas mercenarias al servicio de los órganos de inteligencia, la oligarquía y el Estado burgués mexicano, hacen ingentes esfuerzos para apuntalar la hipótesis policiaca de “los infiltrados” y “la provocación”, para tratar de justificar la represión y eludir la responsabilidad de los cuerpos policiacos en sus diferentes estructuras y mandos; tratan por todos los medios de exculpar al Ejecutivo federal, estatal y municipal en el cometido de este crimen de Estado.
En sesudos “análisis” de columnistas, comentaristas y “analistas” de radio y televisión, buscan desesperadamente encontrar los “vasos comunicantes”, “las ligas”, los “vínculos”… de los “grupos radicales de origen guerrillero” en lo general y en específico del EPR con la CNTE y lo acontecido en la masacre de Nochixtlán, arman hipótesis que sustentan en “fuentes de inteligencia” y “reportes de seguridad pública”, reconstruyen conjeturas policiacas del pasado para construir las hipótesis policiacas del presente.
Todos de la misma hechura y corte policiaco, vierten sus calumnias, sus acusaciones inquisitorias con las que pretenden criminalizar la protesta popular, justificar la represión y auspiciar más crímenes de Estado. De manera tendenciosa y con dolo acusan que las protestas magisterial-estudiantil-popular que ha desatado la reforma educativa son “laboratorios de prueba para guerrilla urbana”, que son obra de “cuadros operadores pertenecientes del EPR”, que “campamentos-plantones permanentes son centro de operaciones y mando de una guerrilla urbana”, en fin, construyen y reconstruyen hipótesis policiacas que vierten como grandes verdades de Estado para justificar el baño de sangre.
¿Quiénes son estas voces y plumas mercenarias al servicio de los órganos de inteligencia, civiles, militares y empresariales? Voceros oficiosos del régimen. Que el pueblo los conozca y tome nota, entre otros están, Raymundo Riva Palacio, Luis Cárdenas, Raúl Nathán Pérez, Aristóteles García Mori, Alfredo Martínez Aguilar, Ricardo Alemán,… quienes se escudan en el noble oficio del periodismo para desde ahí enfilar sus plumas y voces inquisitorias contra el pueblo organizado e imponer la dictadura de opinión.
Ante estos hechos y la escalada represiva desatada en Oaxaca el PDPR-EPR reitera que:
1. El artero crimen de Estado que se cometió, contra manifestantes del municipio de Nochixtlán y pueblos circunvecinos, constituye un acto más de terrorismo de Estado que se ejerce contra el pueblo organizado y no organizado en México; un crimen de lesa humanidad planeado de manera
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premeditada, orquestado y operado por el aparato represivo del Estado burgués, que independientemente de la cadena de mando que se siga, el último eslabón conduce al Ejecutivo Federal. Sólo los defensores del régimen que van desde politicastros de oficio, cuerpos policiaco-militares, hasta empresarios profascistas pretenden negar esta verdad y ocultar su responsabilidad directa e indirecta en este crimen de Estado que se suma a la vertiginosa danza de la represión que no para, que sigue engrosando las cifras de los asesinados, desaparecidos y presos políticos de conciencia.
2. La violencia desatada en Oaxaca el pasado fin de semana tiene sus orígenes en la imposición de las reformas burguesas neoliberales en específico de la educativa; en la actitud belicosa, hostil y de criminalización de la protesta que sistemáticamente se ha venido ejerciendo contra trabajadores de la educación y pueblo que defiende el derecho a la educación pública. En esta cruzada nacional contra la CNTE y el pueblo organizado se ha hecho derroche de arrogancia, prepotencia, cinismo y violencia de Estado, ante lo cual el pueblo, sólo hace uso legítimo de sus derechos, como el de la autodefensa.
3. La violencia de Estado que es promovida y ejercida por personeros de las juntas administrativas federal y estatal, políticos de oficio y el sector empresarial más recalcitrante, genera una respuesta legítima de autodefensa de las masas oprimidas y explotadas, éstas tienen el inalienable derecho de defenderse por todos los medios y vías de los embates de un Estado policiaco-militar que ejerce el terrorismo de Estado de manera sistemática, que recurre a medidas de corte fascista para tratar de imponer la voluntad oligárquica.
4. Los cuerpos represivos policiacos-militares, políticos de oficio de toda laya que aprobaron el conjunto de reformas neoliberales, el secretario de educación pública Aurelio Nuño Meyer, plumas y voces mercenarias al servicio de los monopolios de la comunicación, son los únicos responsables y corresponsables de los múltiples crímenes de Estado perpetrados contra trabajadores de la educación agrupados en la CNTE, estudiantes y pueblo que se han sumado a la digna lucha por la defensa de la educación pública.
5. Si se quiere investigar y castigar a los responsables de los asesinados, heridos, y reprimidos en Nochixtlán, es preciso se empiece por Aurelio Nuño, y de ahí se siga la cadena de complicidades y responsabilidades que van más allá de los Pinos y se adentran en un selecto grupo de prominentes empresarios oligarcas, que en su pretensión de hacer de los derechos del pueblo un lucrativo y particular negocio se siguen manchando las manos de sangre. Los responsables de los masacrados en Nochixtlán, son la policía federal, la gendarmería y toda la cadena policiaca sujeta al mando único como los ejecutores materiales; los autores intelectuales se encuentran en el Ejecutivo estatal y federal, Peña Nieto, Gabino Cué, Osorio Chong, Aurelio Nuño… respecto a la supuesta investigación que harán la Procuraduría General de la República (PGR) y Fiscalía de Oaxaca, constituye parte de la maniobra mediática distractora con la que se pretende diluir la responsabilidad del Estado y apuntalar la hipótesis de “los infiltrados” y “provocadores”. Fue crimen de Estado que se suma a los miles de casos que hay en todo el país.
Nuestro sincero pésame a los familiares de las víctimas de este acto más de terrorismo de Estado, donde las hordas represivas cuáles perros guardianes de los intereses oligárquicos se han cebado una vez
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más contra el pueblo desarmado. Sepan que su lucha es nuestra, que al igual que ustedes estamos profundamente indignados, dispuestos a seguir combatiendo a los opresores y explotadores, que la razón y justicia popular tarde o temprano se harán presentes.
¡HERMANOS, HERMANAS, CAMARADAS!
Las reformas neoliberales de carácter burgués surgidas del mafioso “Pacto por México” e impuestas a punta de represión y crímenes de Estado, están ya lacradas con sangre de la resistencia popular, pese a su carácter retrógrada y antipopular la junta administrativa sigue empecinada en sostenerlas. Están diseñadas para hundir aún más en la pobreza y miseria al pueblo de México al intensificar los instrumentos de opresión política y explotación económica, no obstante, también cavan ya la tumba del capitalismo en México al intensificar el espíritu combativo de las masas populares, donde el pueblo de Oaxaca en esta ocasión ha dado muestras de dignidad y determinación de clase.
Desde el gobierno antipopular sólo represión emana de manera sistemática, la violencia contra el pueblo tiene origen en el Estado, por consiguiente, los oprimidos y explotados no podemos seguir desarmados, se debe procurar por todos los medios la organización político-militar y desplegar la lucha en niveles superiores, la autodefensa armada de las masas es el presente y el futuro.
¡ANTE EL TERRORISMO DE ESTADO, LA AUTODEFENSA ARMADA DE LAS MASAS!
¡A EXIGIR LA PRESENTACIÓN CON VIDA DE TODOS LOS DETENIDOS DESAPARECIDOS!
¡LIBERTAD A TODOS LOS PRESOS POLÍTICOS!
¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA! ¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS! ¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR! ¡EL EPR TRIUNFARÁ!
COMITÉ DE PRENSA Y PROPAGANDA
DEL
PARTIDO DEMOCRÁTICO POPULAR REVOLUCIONARIO
PDPR
Año 52.
República mexicana, a 25 de junio de 2016.
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AL PUEBLO DE MÉXICO
A LOS PUEBLOS DEL MUNDO
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
A LOS ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS
A LAS ORGANIZACIONES POLÍTICAS, POPULARES Y REVOLUCIONARIAS
A LOS TRABAJADORES DE LA EDUCACIÓN
¡HERMANOS, HERMANAS, CAMARADAS!
En torno a la masacre de Nochixtlán no hay nada que investigar, nada que descubrir, sólo juzgar y castigar a los responsables de este nuevo crimen de Estado que se agrega a la larga lista de agravios contra el pueblo. Los responsables materiales fueron exhibidos en plena flagrancia: policía estatal, federal y gendarmería, fueron desplegados en campaña ofensiva por órdenes del gobierno federal y estatal.
La única “investigación” que realizan ambos gobiernos es armar el expediente judicial para criminalizar aún más a los trabajadores de la educación y al pueblo que decidió responder a la agresión policíaca, ganar tiempo para diluir la responsabilidad del Estado, montar una nueva campaña de desprestigio mediático contra los trabajadores de la educación y pueblo organizado que le permita justificar un nuevo baño de sangre.
La reparación del daño prometido a los familiares de las víctimas por parte del gobierno federal, es la aceptación tácita del cometido de crímenes de lesa humanidad que se ejecutaron contra el pueblo en Nochixtlán.
Desde el Estado para diluir su responsabilidad se monta una campaña mediática para tratar de tergiversar la realidad al pretender presentar al victimario como víctima, al represor como héroe del régimen, al funcionario público como el político benevolente para restablecer el orden público y “preocupado” por sus “representados”, sin embargo, es un acto más de simulación y demagogia para preparar más crímenes contra el pueblo.
Desde el gobierno no se busca resolver las demandas del pueblo, la reforma educativa es profundamente antipopular y de carácter pro empresarial donde los únicos beneficiados son los diferentes grupos de oligarcas como el que encabeza Claudio X González, artífice-beneficiario directo de esta reforma burguesa, hecha ley a punta de violencia institucionalizada y sostenida con gases lacrimógenos, toletes, balas, fusiles automáticos y artillería motorizada.
Los responsables de la violencia de Estado desatada contra el movimiento popular-magisterial-estudiantil en Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Michoacán, Ciudad de México van más allá de los ejecutores materiales, éstos sólo ejecutan la orden criminal que se emite desde las cúpulas policíaco-militares y las agrupaciones empresariales como Mexicanos Primero que encabeza la exigencia fascista de una ofensiva represiva.
La “normalidad” a la que tanto alude el gobierno federal y exige volver es en la que se acepte la voluntad oligárquica y el terrorismo de Estado sin protestar, de forma sumisa y pasiva, para forzar a que se claudique de la lucha por los intereses del pueblo. Esta normalidad significa explotación económica y opresión política, donde sólo se garantizan los intereses de la oligarquía, ese orden es al que apelan y se esmeran en imponer en Oaxaca y todo el país.
“Normalidad” para el Estado es más represión, los crímenes de lesa humanidad, los estados de sitio y todas las medidas fascistas propias del Estado policiaco-militar, para obligar a los trabajadores de la
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educación a una negociación de rodillas para que se acepte inevitablemente la reforma educativa en los términos que dicta Mexicanos Primero.
El diálogo que impone gobernación es una expresión del autoritarismo, se reduce a una forma más de imposición de los dictados oligarcas, eludiendo la principal demanda del pueblo: abrogación de la reforma educativa de carácter burgués. No puede existir diálogo, mucho menos negociación cuándo desde la embestidura gubernamental se exige al pueblo la renuncia a sus derechos y lucha.
Es claro que para la oligarquía la razón de Estado se expresa en las instituciones que garantizan su dictadura de clase, entre ellas las que conforman todo el aparato represivo; para el pueblo la voluntad inquebrantable de lucha combativa es la expresión de la necesidad y razón de clase para defender sus derechos, más allá de que estén o no signados en ley alguna, porque la actual Constitución en general refleja el estado de derecho oligárquico.
En la ofensiva contra el pueblo movilizado que rechaza las leyes antipopulares, toda la junta administrativa cierra filas en torno a los intereses y exigencias del capital monopolista. Miente cínicamente el señor José Antonio Meade, titular de la Sedesol, al afirmar que las protestas del pueblo en Oaxaca han propiciado el desabasto de alimentos, quienes somos y hacemos pueblo sabemos que Diconsa está vinculada directamente a grupos empresariales, entre ellos el grupo Atlacomulco, su mayor preocupación no son los pobres en Oaxaca sino las altas cuotas de plusvalía al no realizar las mercancías que comercializa.
El abastecimiento a través de “puentes aéreos” es parte del circo mediático y la campaña de linchamiento político con la que se pretende deslegitimar la protesta popular. Lo que queda en evidencia es el grado de miseria que vive nuestro pueblo que tiene que depender de las dádivas oligarcas, con las que pretenden sostener la opresión y control social.
Alertamos al pueblo que desde Bucareli se ha montado una nueva celada para reprimir masivamente en nombre del restablecimiento del “orden público”, “la paz social” y el “estado de derecho”. Sobre la base de mentiras mediáticas como el supuesto desabasto de alimentos y el trillado argumento de la afectación de “derechos de terceros” se está preparando una nueva incursión policíaco-militar en Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán.
“Restablecer el orden” significa garantía total a los empresarios para que sigan expoliando al pueblo; es el manotazo autoritario y el grito intimidatorio en donde el pueblo no tiene ningún tipo de garantía porque se le despoja de facto de sus derechos; la “facultad del Estado” a la que se amparan es una medida más de carácter fascista para que los grupos empresariales sigan lucrando con la miseria del pueblo e imponer su voluntad.
No es el movimiento popular-magisterial-estudiantil quien provoca violencia, ésta la engendra el Estado policíaco-militar, ante la represión el pueblo sólo responde desde la autodefensa de manera legítima. Las políticas antipopulares y reformas neoliberales que se imponen en todo el país, no las impone el pueblo ni sus organizaciones hoy movilizadas, sino una caterva de politicastros al servicio del capital.
El único responsable del rezago educativo es el Estado mexicano por la implementación de las políticas neoliberales y no los trabajadores de la educación, como mediáticamente pretende hacer creer el gobierno antipopular y los empresarios que tienen fincados sus intereses en la privatización de la educación pública.
Los estridentes llamados a los “cauces institucionales” es el llamado a la sujeción y sumisión pasiva ante el terrorismo de Estado. La amenaza de una nueva oleada represiva la ha expresado con claridad el secretario de gobierno Osorio Chong, primero al suspender de facto la mesa de diálogo con la CNTE,
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segundo al referirse que al aplicar la ley la policía recurrirá a los “protocolos de seguridad”. Clara maniobra mediática-política para lavarse las manos ante un nuevo baño de sangre.
Si hablamos de legitimidad, ésta siempre estará del lado del pueblo organizado y en lucha mientras se viva en un régimen de explotación y opresión oligárquica.
¡HERMANOS, HERMANAS, CAMARADAS!
No son tiempos de desmovilización, de doblar banderas por temor a la represión, tampoco de rendiciones indignas ante el manotazo autoritario; la demanda popular de la abrogación de la reforma educativa no es de una minoría obcecada, sino de un pueblo que responde con resistencia y dignidad por la defensa de sus derechos; la exigencia de la libertad de los presos políticos jamás puede ser una moneda de cambio, éstos deben ser liberados sin condicionamiento alguno; la cancelación de las órdenes de aprehensión es una exigencia popular de que cese todo tipo de represión; y el castigo a los responsables de la masacre en Nochixtlán es una nueva bandera de lucha y exigencia popular.
Todos debemos estar alerta y preparados para responder combativamente a la nueva escalada de represión; cada cual en su respectiva trinchera prepárese para nuevos combates populares. La consigna es, que la voluntad de combatir se exprese en la inagotable creatividad de nuestro pueblo en la lucha contra sus opresores.
Aguas Blancas jamás será olvidado, es una razón más para desplegar la crítica de las armas, como también lo son los cientos de miles de crímenes de lesa humanidad que se han cometido y se cometen en el país.
En esta lucha contra las reformas neoliberales nadie está solo, todos somos pueblo en lucha.
¡ANTE EL TERRORISMO DE ESTADO, LA AUTODEFENSA ARMADA DE LAS MASAS!
¡A EXIGIR LA PRESENTACIÓN CON VIDA DE TODOS LOS DETENIDOS DESAPARECIDOS!
¡LIBERTAD A TODOS LOS PRESOS POLÍTICOS!
¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARÁ!
COMITÉ CENTRAL
DEL
PARTIDO DEMOCRÁTICO POPULAR REVOLUCIONARIO
PDPR
COMANDANCIA GENERAL
DEL
EJÉRCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
CG-EPR
Año 52.
Desde algún lugar de la República mexicana, a 01de julio de 2016.
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AL PUEBLO DE MÉXICO
A LOS TRABAJADORES DE LA COMUNICACIÓN
AL SEÑOR ALFREDO MARTÍNEZ DE AGUILAR
Ante los múltiples, insistentes y dolosos señalamientos del señor Alfredo Martínez de Aguilar, donde se vincula desde hace años a organizaciones populares y militantes de ellas con nuestro partido y ejército, manifestamos de frente a nuestro pueblo y exponemos a los trabajadores de la comunicación:
Una cosa es la lucha en el terreno de las ideas, donde se defiende una concepción ideofilosófica y se plantea una propuesta de solución a los problemas económicos, políticos y sociales que laceran al país, la cual es inevitable, necesaria y válida en cuanto que como sujetos políticos analizamos la realidad, pero otra cosa es ampararse en el ejercicio del periodismo para hacer señalamientos policíacos, que tienen como propósito que el Estado se ensañe con sevicia en los luchadores sociales y organizaciones populares.
Existe una gran diferencia en el ejercicio del noble oficio del periodismo que informa de manera imparcial de la realidad que prevalece en el país y, en asumir una posición dolosa e inquisitoria donde se justifica, se exige a gritos la represión y los crímenes de Estado contra el conjunto del movimiento popular, poniéndolo como diana para que los cuerpos policíacos-militares practiquen el tiro al blanco en la humanidad de la larga lista de luchadores sociales que se señala de manera dolosa de pertenecer a nuestro partido y ejército.
Señor Alfredo Martínez de Aguilar, usted no ejerce el periodismo, mucho menos tiene ética profesional en su labor “informativa”, porque sus furibundas acusaciones, sus señalamientos incriminatorios, sus intrigas policíacas son propias de los voceros oficiosos de los órganos de inteligencia del aparato represivo del Estado; en los hechos se confirma que usted forma parte de las plumas y voces mercenarias que apuntalan la dictadura de opinión, asume el papel oficial del régimen al no morderse la lengua y afirmar categóricamente que lo que se vive en Oaxaca y otros estados de la República, en relación a la protesta, se trata de una guerra, donde usted por propia voz se ubica como parte de las fuerzas represivas.
Inexorablemente los hechos así lo confirman, ello lo hace corresponsable de ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, persecución y encarcelamiento de luchadores sociales a quienes usted ha acusado insistentemente de ser guerrilleros, de pertenecer a nuestro partido y ejército.
Hoy en el ejercicio del derecho a réplica y por principio político le respondemos, porque se ha dedicado un largo tiempo a calumniarnos, a criminalizarnos, a denostar nuestra práctica política, y vincular tanto a organizaciones populares como a luchadores sociales de pertenecer a nuestro partido con un solo propósito, que sean reprimidos brutalmente al situarlos de tiro al blanco y una vez logrado su objetivo se sigue haciendo leña del árbol caído, de manera pérfida trata de responsabilizarnos de éstos crímenes, dando muestras de sobra de su condición fascista.
El esbirro de Estado cree que todos son de su condición y proceder criminal, por eso elabora y recrea expedientes criminales, tramas detectivescas, construye y reconstruye conjeturas policíacas del pasado y presente con las que se justifica el asesinato, la desaparición forzada y la represión. Maquinaciones que
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nada tienen que ver con el periodismo y el ejercicio del derecho de la libertad de expresión. Desde su lógica criminal, usted supone que se le amenaza, ¡No señor!, nosotros no utilizamos esos métodos propios del Estado burgués a los que usted está acostumbrado, ¿o no?
Señor Alfredo, qué fácil es aventar la piedra y esconder la mano; qué cómodo es pegarle al mono de paja; qué sencillo es desarrollar una supuesta batalla política cuando a quienes acusa han sido silenciados por las balas asesinas del régimen. Usted quiere y desea que sus interlocutores sean sólo muertos, porque estos ya no pueden desplegar defensa alguna. Hoy que hemos dado respuesta política a la bazofia policíaca que vierte por comisión y oficio, cual fiel cancerbero del Estado mexicano pega el grito en el cielo y se refugia en las instituciones del régimen.
Amparado mañosamente en el periodismo del que usted vuelve parapeto, sistemáticamente de manera dolosa injuria, calumnia, incrimina, azuza a la represión y al cometido de crímenes de lesa humanidad; cuando éstos se ejecutan, los justifica y utiliza perversamente para seguir exigiendo el baño de sangre sobre el pueblo. ¿Quién es el “mafioso” y criminal?, ¿quién es quien tiene responsabilidad en el cometido de ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y encarcelamientos por motivos políticos? Usted es corresponsable al ser parte del engranaje represivo del Estado.
En su columna detrás de la noticia se ha dedicado desde hace años a elaborar meticulosamente el expediente incriminatorio judicial contra luchadores sociales, defensores de derechos humanos, representantes de organizaciones populares y trabajadores de la educación agrupados en la CNTE, la mayoría de éstos hoy son víctimas de la violencia y terrorismo de Estado.
Se desprende de sus afirmaciones policíacas una confesión de parte que tiene patente y origen de Estado, sus columnas revelan su corresponsabilidad en estos crímenes, porque como usted mismo dice en política no hay casualidad, qué curioso que a muchos de los que usted ha señalado hoy son parte de la lista de los ejecutados extrajudicialmente, de los desaparecidos de manera forzada y de los presos políticos.
A quienes usted, otras plumas y voces mercenarias acusaron de ser “guerrilleros” fueron ejecutados, desaparecidos o encarcelados injustamente, sólo por citar un ejemplo está el caso de los profesores Carlos René Román Salazar y Rafael Vicente Rodríguez Enríquez, el primero detenido desaparecido de manera forzada en marzo de 2011, y el segundo ejecutado extrajudicialmente en diciembre de 2011. Ambos crímenes de Estado cometidos en Oaxaca con los que usted sigue medrando, revictimizando a los familiares de las víctimas, reelaborando conjeturas policíacas para justificar más represión y nuevos crímenes de Estado.
Por las implicaciones de sus afirmaciones y acusaciones dolosas debe responder ante los tribunales, porque estas imputaciones inquisitorias han derivado en el cometido de múltiples crímenes de Estado y de lesa humanidad.
Para los trabajadores de la comunicación les decimos, siempre hemos respetado y valorado seriamente su trabajo nada fácil ante la dictadura de opinión, el oficio de los columnistas que vierten su posicionamiento político ante el acontecer nacional, con algunos podemos coincidir o divergir y eso no ha sido motivo de odio y/o rencor personal, por mucha discrepancia política que exista nunca
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personalizamos la discusión, no obstante, lo que nunca permitiremos es que se nos calumnie, se nos criminalice, se nos utilice para cotizarse ante el régimen y como argumento para justificar crímenes de Estado que se perpetran contra el pueblo.
Que quede claro, nuestra posición es política, sostenemos que hay plumas y voces que asumen el papel de mercenarios de la comunicación, en los hechos constituyen el andamiaje para imponer la dictadura de opinión y a la vez se revelan como voceros oficiosos del aparato represivo, esta es una realidad inocultable, cada vez que desde estas columnas se señala a un luchador social de ser parte de la guerrilla, al poco tiempo o es ejecutado extrajudicialmente, detenido desaparecido o encarcelado injustamente.
Por esta razón, Señor Alfredo Martínez de Aguilar, usted debe responder por sus actos y acusaciones dolosas e incriminatorias, lo responsabilizamos de los crímenes que se cometan sobre todos y cada uno de los que ha acusado de pertenecer a nuestras filas, será corresponsable de los futuros crímenes de Estado que se perpetren contra luchadores sociales, defensores de derechos humanos, representantes de organizaciones populares, trabajadores de la educación y pueblo en general.
Sepa que daremos puntual seguimiento y respuesta a todas y cada una de sus acusaciones dolosas, perversas, calumniosas, tendenciosas e incriminatorias.
Convocamos al pueblo a desenmascarar las plumas y voces mercenarias que ante cada acto de protesta popular, cual esbirros del Estado, desde su cómoda posición enfilan sus calumnias contra el pueblo, allanando el camino para la represión y el terrorismo de Estado. Siempre será legítima y necesaria la defensa y respuesta política ante los embates de los mercenarios de la comunicación.
¡JUICIO Y CASTIGO A LOS CRIMINALES DE ESTADO!
¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!
¡LIBERTAD A TODOS LOS PRESOS POLÍTICOS Y DE CONCIENCIA!
¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA! ¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS! ¡RESUELTOS A VENCER!
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