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ABRIL Coaching Deportivo © Artículo publicado en 132 ABRIL Coaching Deportivo www.futbol-tactico.com 133 H El líder que ejercía el liderazgo. asta donde llega la memoria de las gentes, hasta donde son capaces de contarnos los libros, a lo largo y ancho de la historia de la humanidad, a lo largo y ancho de este planeta, sabemos que siempre han existido y siempre existirán líderes. Son estos, los líderes, los encargados de ejercer el liderazgo. Y es esta una de esas palabras que uno sabe lo que quiere decir pero que no sabe muy bien cómo explicarlo. Autor: Héctor Sanz Navarro Coach de Deportistas y Entrenadores de Élite. Experto en Coaching Deportivo (Escuela de Inteligencia – Universidad Camilo José Cela). Fotos: Shutterstock.com Cómo un entrenador de fútbol puede liderar a su equipo. (Parte 1)

El líder que ejercía el liderazgo. - HOME - héctorsanz · concretamente en el deporte colectivo, ya que aquí se habla de fútbol. Corría el 2 de octubre de 1869 cuando nacía

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El líder que ejercía el liderazgo.

asta donde llega la memoria de las gentes, hasta

donde son capaces de contarnos los libros, a lo largo y ancho de la historia de la humanidad, a lo largo y ancho de este planeta, sabemos que siempre han existido y siempre existirán líderes.

Son estos, los líderes, los encargados de ejercer el liderazgo. Y es esta una de esas palabras que uno sabe lo que quiere decir pero que no sabe muy bien cómo explicarlo.

Autor: Héctor Sanz Navarro• CoachdeDeportistasyEntrenadoresdeÉlite.• Experto en Coaching Deportivo (Escuela de

Inteligencia–UniversidadCamiloJoséCela).

Fotos:Shutterstock.com

Cómo un entrenador de

fútbol puede liderar a su equipo.(Parte 1)

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Veremos ahora distintos aspectos y enfoques del liderazgo en la vida y en el deporte, más concretamente en el deporte colectivo, ya que aquí se habla de fútbol.

Corría el 2 de octubre de 1869 cuando nacía en la India británica el que, posteriormente, sería uno de los mayores líderes de la historia. Su nombre era Mohandas Karamchand Gandhi, aunque después se le empezaría a llamar de otra manera, debido a su forma de ser, pensar y actuar.

A día de hoy le conocemos por Mahatma Gandhi (el término “mahatma” es una palabra sánscrita que da nombre a un título religioso, significa “gran alma”). En estos días nos parece obvio el motivo por el cual su pueblo le otorgó el título de “Mahatma”, debido a que consiguió movilizar a las masas en base a unas ideas concretas y bastante fuera de lo habitual. Fue aquel hombre uno de los más sabios y carismáticos que han pisado este nuestro planeta, y como dijo Einstein “a las generaciones venideras les costará creer que un hombre así, de carne y hueso caminara una vez sobre la Tierra.”

Y es que Gandhi revolucionó a las gentes con su manera de pensar y de actuar. Sin querer entrar en los detalles de su vida, aprovecharé la parte que interesa a este artículo, el liderazgo. Ejerció el mismo con valentía y humildad, con una fe (fuerza espiritual) digna de elogios. Y los tuvo. Claro que los tuvo. Supo sostener ideas simples, llenas de verdad y de honestidad, las cuales se atrevía a decir.

A decir lo que muchos tal vez ya sabían, pero ninguno se atrevía a expresar. Supo hacer llegar su ética y moral a millones de personas mediante el canal del respeto, el mejor de los canales posibles en cualquier relación entre personas. Ahora bien, no era suficiente con expresarlo sin más, sino que hacía gala de algo

La Real Academia de la Lengua Española dice así:

Liderazgo (liderato)

1. Condición de líder.

2. Ejercicio de sus actividades.

Veamos otra de una fuente distinta, Wikipedia:

El liderazgo es el conjunto de capacidades que una persona tiene para influir en la mente de las personas o en un grupo de personas determinado, haciendo que este equipo trabaje con entusiasmo, aunque la realidad sea diferente, en el logro de metas y objetivos.

También se entiende como la capacidad de tomar la iniciativa, gestionar, convocar, promover, incentivar, motivar y evaluar a un grupo o equipo.

En la administración de empresas el liderazgo es el ejercicio de la actividad ejecutiva en un proyecto, de forma eficaz y eficiente, sea éste personal, gerencial o institucional (dentro del proceso administrativo de la organización).

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imprescindible para convertirse en alguien que ejerce el liderazgo, y ese algo era la efectividad. Cada oportunidad que Gandhi recibía para transmitir sus valores e ideas era una ocasión única para liderar un cambio en las conciencias de las personas que pudieran escucharle o leerle. Y las aprovechaba, las oportunidades digo.

Sin intentar decir nada que no se haya dicho ya sobre esta leyenda viviente, sí lo nombraré por ser considerado el – para muchos – mejor deportista que ha existido en la historia, no únicamente en el ámbito del baloncesto, sino globalmente.

Y es que Michael Jordan reúne – al igual que comentaba con Gandhi – todo lo que un líder puede necesitar para desarrollar un liderazgo efectivo. Michael fue mi ídolo de juventud, él fue el que me inspiró para jugar

“Puedo aceptar el fracaso, todos fracasan alguna vez, pero no puedo aceptar no intentarlo”. Michael Jordan.

a baloncesto. Así, con apenas 15 años y una pelota de baloncesto, pedía permiso cada tarde al conserje de mi instituto para que – mientras se daban las clases del turno de “nocturno” – me dejase entrar y pudiera practicar en la pista de basket que el instituto tenía en el patio.

La admiración que sentía por Michael Jordan era tal, que era capaz de estar 4 y 5 horas cada tarde aprendiendo a botar la pelota, aprendiendo a correr botando la pelota, aprendiendo a ignorar las risas de los alumnos que me miraban desde los pasillos. Y es que yo no tenía ni idea de basket, sin embargo la pasión que Jordan transmitía en cada una de sus jugadas me la transmitía a mí como si la televisión pudiera transmitir ese tipo de cosas.

Era mágico ver cómo aquel joven llamado Michael, se iba convirtiendo poco a poco en el líder de una franquicia que marcaría una época.

Esa franquicia era los Chicago Bulls, un equipo mediocre que – hasta la llegada de Michael – nunca había ganado el campeonato. Desde entonces, ganarían 6 anillos (el campeonato de la NBA otorga un anillo al campeón de cada año) en dos periplos distintos: del ‘90 al ‘93 y del ‘96 al ‘99.

Y no fueron más porque del ‘93 al ‘95 Michael Jordan se retiró, sobretodo bajo la influencia de la muerte de su padre. Sino, muy probablemente habría dominado también en esos años.

En cualquier caso, algo que muchos pasaron por alto y que – sin duda alguna – fue la clave del éxito de aquel equipo,

fue la capacidad de liderazgo que tenía Michael. Si bien es cierto que siempre tuvo 2 ó 3 buenos jugadores a su alrededor (Pippen, Paxon, Horace Grant, Kerr, Rodman…) el resto de componentes del equipo eran eso, jugadores de equipo. Su nivel era muy inferior al del resto, sin embargo esto no se palpaba tanto debido a que la mera presencia en la pista de Michael,

hacía que pareciesen mejores. Y es que les pasaba lo mismo que me pasó a mí: la pasión por el juego que Jordan demostraba les contagiaba y les hacía crecerse y creer

en sus posibilidades más allá de lo que habían hecho hasta entonces.

Ahora bien, no fue suficiente su pasión para ser un buen líder, y él se dio cuenta de esto. Desembarcó en la NBA – directamente en la franquicia de los Chicago Bulls – allá por la temporada 1984-1985, promediando muy buenos números personales desde el primer momento.

Es más, fue en su tercera temporada cuando lograría su mejor promedio anotador de la temporada de toda su carrera: 37,1 puntos por partido. Una auténtica locura. Sin embargo no sería hasta 6 temporadas después

cuando se alzaría con su primer campeonato.

Todo esto lo comento para indicar que algo cambió en su percepción del juego y en su relación con sus compañeros, ya que se podía palpar en sus primeros años un exceso de protagonismo individual que (de hecho llegó a referirse a sus compañeros de equipo como su “reparto secundario”), con el paso del tiempo, fue disminuyendo – no así sus números personales – para hacer algo más protagonistas también a sus compañeros.

Fruto de ello (y de que los Bad Boys de Isiah Thomas de Detroit bajaron su rendimiento) empezaron a creer que realmente podían ganar el anillo, y todos se sentirían después partícipes de la hazaña. Hasta Jud Buechler, un jugador de nivel medio-

bajo destacaba cada vez que saltaba del banquillo a la cancha, desarrollando un rol de “hombre de refresco” que pocos jugadores

han sabido hacer tan bien jamás.

Para conseguir desarrollar sus habilidades de liderazgo, Michael Jordan contó con la inestimable colaboración de su entrenador, Phil Jackson. Fue este último el que supo mostrar a Michael que, aparte de su capacidad para crear jugadas y tiros inimaginables, podía ser capaz de crear un equipo ganador si conseguía inspirar a los demás compañeros y hacerles sentir importantes.

En definitiva, Jordan tuvo que trabajar su propio ego para poder liderar desde la humildad y el respeto. Seis títulos y elogios posteriores de todos sus compañeros de equipo dan fe de que lo consiguió.

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Escribiré ahora brevemente sobre otro gran deportista que terminó dominando el arte del liderazgo, y es que como todo arte, se ha de practicar para mejorar. Me refiero en esta ocasión a Raúl González, el ex-jugador del Real Madrid y ahora militante del Schalke 04.

Muchos han sido los logros a nivel tanto individual como colectivo de este futbolista, remarcando especialmente algunas actuaciones en Champions e Intercontinental. Sin embargo hablamos de un jugador que no destaca siendo el mejor técnica o físicamente y que choca con el concepto de líder al que solemos estar acostumbrados en el deporte: grandes, fuertes, de gran técnica, etc.

Lo que realmente sobresalía de Raúl – y sigue sobresaliendo – es su pasión y entrega en el juego. Veas el partido que veas de él, le verás corriendo hasta el final, dándolo todo y luchando hasta el límite. Y esto g e n e r a algo muy importante en un líder, que es credibilidad.

No te pido que corras sin que yo corra, no te pide que luches sin que yo luche, no te pido que creas en ganar si yo no creo que podemos lograrlo.

Estas podrían ser sus palabras, sus pensamientos.

Cambiando ahora de deporte una vez más, pasamos al fútbol americano. Porque en estos últimos tiempos ha emergido la figura de un jugador también limitado técnicamente, y que ha conseguido liderar a su equipo ejerciendo un liderazgo fino. Este jugador se llama Tim Tebow, y juega en los New York Jets (traspasado recientemente por los Denver Broncos).

Tim lleva poco más de año y medio en la liga americana NFL, y ya se ha ganado el respeto de todos. Su historia es lo que hace que sea un jugador peculiar, ya que como decía antes, técnicamente es bastante limitado.

De hecho, su técnica “obligó” a modificar la manera de jugar del equipo, hasta hacerle recuperar sistemas casi olvidados (hay quien dice casi de tiempos de la postguerra).

Pero es su historia lo que le hace distinto y lo que hace que pueda ganar partidos que parecen imposibles, y es que sus padres eran misioneros y, fruto de ellos es la fe que él mismo profesa en todo momento y sin esconderse de nadie.

Independientemente de las creencias de cada uno, lo que sí es cierto es que Tim se ha ganado a buena parte de los americanos con su manera de actuar y pensar (incluso ganó un premio importante a nivel nacional votado de manera popular).

Y es que lo de las prórrogas se le da bien al chico: ganó cuatro la temporada pasada, y además remontó partidos en el último cuarto en seis ocasiones, algo nunca visto.

Llegaron incluso a lo siguiente: a un tramo final de partido en el que los Denver Broncos iban perdiendo y apenas quedaba tiempo en el electrónico se le denominaba 'Tebow time'.

Y todo esto teniendo en cuenta que empezó la temporada siendo jugador suplente, y que en

lugar de hacer lo que se espera de un jugador que juega en su posición, termina haciendo lo que quiere y cuando quiere, sin ajustarse a teorías o manuales.

Pero claro, cuando salió de la suplencia ganó 8 partidos consecutivos, y como he comentado varias líneas antes, remontó partidos que parecían imposibles de remontar.

¿Su secreto? Su fe, sin duda alguna. Cuando su compañero de equipo Brian Dawkins dijo lo siguiente sobre Tim “él en verdad es un tipo que practica lo que dice que practica” dejó bien claro que Tim lideraba porque generaba credibilidad.

Bibliografía- Diario Marca.

- Diario Sport.

- Diccionario de la RAE.

- Wikipedia.

- “Las 8 claves del liderazgo del monje que vendió su Ferrari” Robin Sharma.

- “El líder que no tenía cargo” Robin Sharma.

- “Mi filosofía del triunfo” Michael Jordan.

- “Coaching” John Whitmore.

- “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” Stephen Covey.