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Información para maestros
Traducido y actualizado por:
R. David González Ruiz (Profesor E.F. I.E.S. Flavio Irnitano. El Saucejo)
El niño con diabetes en la
escuela
La vida escolar de un niño con diabetes no difiere de la de
cualquier otro niño y no debe representar ningún problema para
la escuela, aunque dado que debe recibir insulina externamente
es necesario que los maestros conozcan el tratamiento y las
situaciones que se pueden derivar durante la jornada escolar. Es
muy importante el intercambio de información entre los padres y
la escuela para ayudar el niño a mantener controlada su
diabetes.
La escuela también juega un papel importante en su inserción
social y en la adquisición de independencia.
Por todo ello es muy importante que se entregue a la escuela
este libro para que el maestro esté bien informado.
¿Qué es la diabetes tipo 1?
La diabetes tipo 1 también denominada diabetes juvenil o
insulinodependiente es una enfermedad autoinmune en la que el
cuerpo destruye las células Betas del Páncreas productora de
insulina.
La insulina es requerida por el cuerpo para utilizar la glucosa, el
azúcar simple que proviene de la ruptura de algunos alimentos
en el sistema digestivo. Sin insulina el cuerpo moriría por
inanición. Así pues, es importante saber que todo el mundo es
insulinodependiente. La diferencia radica en el hecho de que las
personas que no tienen diabetes fabrican su propia insulina,
mientras que los que tienen diabetes tipo 1 se la han de inyectar.
La diabetes no es contagiosa y, aunque no tiene cura, se
puede controlar con inyecciones de insulina, monitorización de la
glucosa en sangre, una dieta adecuada y ejercicio.
¿Cómo se trata la diabets tipo 1?
El tratamiento de diabetes tipo 1 es con insulina. La inyección de
insulina conlleva la necesidad de monitorizar la glucosa en
sangre, adecuar la dieta y controlar el ejercicio.
Insulina
La mayor parte de los niños tienen que inyectarse insulina
varias veces al día. Generalmente, antes de cada comida (la de
acción rápida) y por la noche (la de acción lenta).
Es posible que el niño tenga que ponerse insulina en la escuela
cuando tenga que comer.
Los niños a partir de los 8 ó 9 años se la inyectan ellos mismos;
aunque en estas edades deben hacerlo bajo la supervisión de los
padres o tutores.
Monitorización de la glucosa
Los niños han de controlar los niveles de glucosa varias veces
al día. Un control de glucosa consiste en extraer una gota de
sangre mediante un dispositivo automático con lanceta y colocar
en una tira reactiva para que un medidor de glucosa lea los
resultados.
El niño puede necesitar hacerse un control de glucosa en caso de
notar sintomas de hipoglucemia o cuando se quede a comer en
el comedor de la escuela.
Hoy en día muchos niños tienen un sistema de monitorización
Flash de glucosa, que consiste en un dispositivo de tamaño de un
botón que se coloca normalmente en el brazo y mide la glucosa
instersticial, en este caso solo con pasarse el móvil o medidor
puede darnos unos valores de la glucosa instersticial, los valores
de esta puede variar respecto a la glucosa en sangre, por eso,
ante una hipoglucemia o hiperglucemia se aconseja realizar una
medida en sangre.
Alimentación
Los alimentos que contienen hidratos de carbono (azucares)
aumentan los niveles de glucosa en sangre.
La alimentación de un niño con diabetes debe ser equilibrada,
semejante a la de cualquier niño de la misma edad, excepto los
azúcares rápidos (caramelos, dulces, bebidas comerciales, zumos)
por su gran respuesta a elevar los niveles de glucosa en sangre.
Si el niño está en el comedor del colegio se recomienda facilitar
a los padres la planificación semanal la comida a fin de que se
puedan hacer las rectificaciones puntuales necesarias.
Es importante respetar el horario de sus comidas,
generalmente debe tomar un suplemento alimenticio a media
mañana y media tarde. En caso de retrasar la salida de clase o al
recreo, se le debe permitir tomar algún alimento. Si hay una
celebración en clase en la que se incluye comida, es conveniente
que el profesor conozca como actuar en esta situación.
El menú escolar normalmente está bien equilibrado, pero
ocasionalmente puede tener importantes oscilaciones en la
ingesta de hidratos de carbono, por exceso o por defecto, por eso
es conveniente hacer conocer a los padres el menú escolar, para
que puedan hacer los ajustes necesarios.
Sopa: La sopa de pasta o de arroz no contiene suficiente hidrato
de carbono para los niños a partir de la edad escolar, comparando
con un plato de arroz o macarrones. Se debe complementar con
pan o guarnición de patatas.
Verdura: Si el primer plato es verdura debe acompañarse con una
ración abundante de patatas.
Si el primer plato contiene hidratos de carbono y el segundo,
también, por ejemplo, arroz y croquetas, no se debe dar pan de
acompañamiento.
Yogurts: Para que sean equivalentes en hidratos de carbono a una
fruta o un postre, deben de ser azucarados.
Helados: Las tarrinas de helado son equivalentes en hidratos de
carbono a una fruta en el postre.
Flanes y natillas: Se pueden tomar ocasionalmente en lugar de la
fruta en el postre.
Fruta en almíbar: Es aconsejable cambiarla por la fruta natural.
Ejercicio Físico
El ejercicio físico puede provocar un descenso de glucosa en
sangre. El niño puede y debe hacer el mismo ejercicio que sus
compañeros. La familia ha de orientar a los maestros sobre las
medidas que debe adoptar el niño cuando hace ejercicio.
Ante de un ejercicio “extra” conviene que tome un alimento
suplementario que contenga hidratos de carbono. Es conveniente
que el profesor de educación física tenga muy accequible azúcar
para emergencias.
El ejercicio está contraindicado en los casos de descompensación
(Hiperglucemia e hipoglucemia).
Problemas que puede tener un maestro con un niño con diabetes
Los niños con diabetes pueden sufrir una crisis de hipoglucemia o
hiperglucemia.
Hipoglucemia: Crisis provocada por el descenso de los niveles de
glucosa en sangre.
Causas:
- Exceso de insulina.
- Poca comida con hidratos de carbono o retraso en la hora
las comidas.
- Exceso de ejercicio.
- Vómitos o diarreas.
Síntomas:
- Comportamiento errático.
- Palidez.
- Irritabilidad.
- Temblor.
- Mucha hambre.
- Sudor frio.
- Somnolencia.
- Pérdida del conocimiento.
Tratamiento hipoglucemia
Se debe administrar al niño hidratos de carbonos simples
(azúcar, zumo de frutas o una bebida azucarada) que gracias a la
absorción rápida ayudará a subir rápidamente los niveles de
glucosa en sangre).
Pauta de tratamiento en caso de hipoglucemia
1. El niño debe tomar:
Hasta los 4 años: 3-5 g. de azúcar o 30 -50 cl. de zumo.
De 4 a 10 años: 5-10 g. de azúcar o 50 – 100 cl. de zumo.
Mayores de 10 años: 10 -20 g. de azúcar o 100 -200 cl. de zumo.
2. Hay que esperar 15 minutos para que se produzca mejoría.
3. Si no hay mejoría hay que repetir el paso número 1.
4. Una vez recuperado, hay que darle un azúcar retardado
como galletas, leche, pan, yogur, etc.
Si no hay respuesta con el azúcar o el niño está inconsciente debe
administrarse Glucagón.
- Menores de 7 años: ½ vial.
- Mayores de 7 años: 1 vial.
Urgencia
- El glucagón es una hormona que fabrican las células
alfa del páncreas con la misión de volver a la sangre la
glucosa que está almacenada en el hígado en forma
de glucógeno.
- Debe administrarse por vía subcutánea o
intramuscular en el brazo, pierna o nalgas por la
persona más indicada en ese momento.
- Los padres deben haber expresado previamente por
escrito la autorización para tomar esta medida.
- Si no se dispone de glucagón, deben avisar a los
padres y se trasladará al niño al centro sanitario más
cercano.
Recomendaciones
Tenga siempre azúcar a mano.
Administrar azúcar cuando tenga la menor duda de
hipoglucemia.
Es importante dar azúcar o zumo sin mezclar con ningún
alimento, porque hacerlo retrasa la absorción del azúcar y,
por tanto, la recuperación del niño.
Una vez recuperado, el niño debe tomar alimentos como
leche, galletas, yogures, fruta, etc. (azucares retardados),
para mantener los niveles de glucosa hasta la próxima
comida.
Mantenga al niño quieto hasta que se haya recuperado.
Acompañe al niño mientras se encuentre en esta situación,
aunque la sepa resolver.
Las pequeñas hipoglucemias pueden ser relativamente
frecuentes. Hay que informar a los padres sobre las posibles
causas, si se tiene sospecha.
Si el niño está inconsciente, no se le debe dar nada por la
boca. Hay que administrar en este caso glucagón
intramuscular o subcutáneo y proteger al niño de las
posibles mordeduras de la lengua.
En la medida de lo posible, se recomienda verificar los
niveles de glucosa.
Informe a los padres de lo ocurrido
Hiperglucemia: crisis provocada por el aumento de los niveles de
glucosa en sangre.
Causas:
Menos insulina de la necesaria.
Ingesta excesiva de hidratos de carbono.
Enfermedad infecciosa.
Estrés.
Síntomas:
Cansancio.
Cefalea.
Sed intensa.
Necesidad de orinar.
Tratamiento:
Suplemento de insulina
Cuando la hiperglucemia se alarga, la falta de insulina
puede derivar en un estado de cetoacidosis diabética
que puede provocar un coma.
Recomendaciones:
Hay que permitir al niño ausentarse de clase para ir al
lavabo para que pueda beber agua y orinar.
Si aparecen vómitos o dolor abdominal intenso hay
que avisar a los padres.
Cambios psicosociales:
El niño con diabetes está sometido a repetidos controles
de glucosa en sangre, a varias inyecciones de insulina
diarias, a una dieta regular con horarios poco flexibles y en
una práctica de ejercicio controlado para mantener el nivel
de glucosa en sangre. Sin olvidar la amenaza de sufrir de
vez en cuando hipoglucemias.
Todo esto puede repercutir en su estado anímico. Una
mala elaboración del duelo ante la enfermedad, así como
una falta de apoyo le puede provocar una mala adaptación
y la aparición de conflictos (irritabilidad, menos
rendimiento escolar, pasividad, poca comunicación, etc.).
Es importante tener presente:
Hay que tratar al niño con normalidad.
Hay que saber solucionar una crisis de hipoglucemia.
En caso de no disponer de glucagón, hay que avisar a
los servicios de urgencias para que se lo administren
y, si además fuera necesario, lo trasladen al hospital.
Hay que informar a los padres tan pronto como sea
posible.
El número de teléfono de los padres y del hospital o
centro de salud de referencia deben estar a mano.
Se debe permitir al niño salir de clase a beber y orinar
cuando lo solicite.
La mayoría de niños con diabetes no quieren ser
diferentes de sus compañeros. Si aun así sospecha
que hay un problema de este tipo, es recomendable
hablar con los padres.
Es muy importante el dialogo y el intercambio de
información entre los padres, el alumno y el
profesorado.
El ejercicio intenso aumenta el riesgo de hipoglucemia.
Los niños con diabetes reciben información sobre el
autocontrol, y, por tanto, se les debe dejar tomar en la
medida de lo posible sus propias decisiones, ahora bien,
esta toma de responsabilidad no se puede hacer sin una
tarea educativa fomentada en una estrecha colaboración
entre los maestros, los padres y el equipo sanitario.
Pueden encontrar información en nuestra página web:
www.diabetes-cidi.org