El paso de Jovellanos y Meléndez Valdés por el Ministerio de Gracia y Justicia 1798

8/8/2019 El paso de Jovellanos y Melndez Valds por el Ministerio de Gracia y Justicia 1798

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El paso de Jovellanos y Melndez Valds por el

Ministerio de Gracia y Justicia (1798)

Antonio Astorgano Abajo

Para los investigadores de Jovino, en especial para Don Gonzalo Anes,que indirectamente esclarecen la figura de Batilo.

Hace doscientos aos que gobern por espacio de menos de un ao(noviembre 1797-agosto de 1798) un grupo de autnticos patriotas,hombres ilustrados y reformistas, como Saavedra, Jovellanos, Urquijo,conde de Ezpeleta o Melndez Valds. Las fuerzas de la reaccin y lascircunstancias adversas de una economa sometida a un frreo bloqueo porla Guerra contra Inglaterra los llevaron al fracaso, a la destitucin yposterior destierro. Las presentes lneas quieren recordar este olvidado98.

Presentacin

El ministro de Gracia y Justicia, Jovellanos, y el fiscal de la Sala deAlcaldes de Casa y Corte, Melndez, apenas pudieron trabajar juntos seismeses en el ministerio, desde mediados de febrero hasta mediados deagosto de 1798.

Ministro1 y fiscal formaron un equipo muy compenetrado, puesto que,segn Martn Fernndez de Navarrete, todos los das despachaban dosveces, antes de comer y antes de cenar:

Despus de haber trabajado toda la maana[Melndez] iba a las dos y media a saludar a su tierno

y fino amigo el Sr. Jovellanos (entonces Ministro deGracia y Justicia), volva a su casa, coma, reposaba


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media hora, se retiraba a leer, despachar y trabajaren su estudio, volva por la noche otra media hora aver al Sr. Jovellanos, y despus hasta la cena de lanoche, se encerraba a trabajar en su estudio2.

Segn Caso Gonzlez, la misin ms importante que a don Gaspar se leencomendaba, o mejor dicho, que los nuevos ministros, Jovellanos yFrancisco de Saavedra, reciban, impulsados por Cabarrs, apoyados porGodoy y respaldados por el Rey, era la de iniciar la desamortizacin yreformar la Inquisicin. Dicho de otra manera, uno de los motivos de traer aJovellanos al ministerio fue el deseo de Godoy de utilizar a un hombre de

prestigio para implantar cierto liberalismo econmico y preparar ladesamortizacin, poniendo en prctica algunas ideas del Informe de LeyAgraria3.

Son conocidas las terribles dificultades que el partido clerical lesopuso, incluido el intento de asesinato, por envenenamiento, de Jovellanos yde Saavedra. Caso afirma: Es totalmente seguro que antes de llevarJovellanos un mes en el ministerio, y acaso mejor antes de los quince das,hubo alguien que tuvo la intencin de asesinar por medio del veneno al nuevo

ministro [...]. La consecuencia inmediata fue una grave gastroenteritis, de laque se encontraba bastante aliviado en la primavera de 1798. Poco despusse le manifiesta la polineuritis, visible ya en La Granja a finales de julio oprincipios de agosto4. Aunque no todos los historiadores estn de acuerdocon la teora del envenenamiento, hay unanimidad en que sus enemigos. conla reina a la cabeza, no les perdonaba nada y los atacabaninmisericordemente.

Fracasaron, a pesar de su gran vala, pues ministro y fiscal fueron

cesados antes de un ao, corriendo la misma senda del destierro,perseguidos por las fuerzas hostiles de la reaccin, ya que nunca contaroncon el apoyo incondicional de Godoy, el cual, por su parte, nunca goz deautoridad suficiente para dominar a los enemigos de la Ilustracin, segnafirmacin de Richard Herr5.

Nunca sabremos la trascendencia del fracaso de la generacin de losilustrados (Jovellanos, Urquijo, Saavedra, condesa de Montijo, conde deEzpeleta, Melndez...), aunque su importancia histrica ya fue sugerida por

Manuel Jos Quintana, conocido como padre del liberalismo espaol,atento observador del nuevo equipo ministerial: Entonces fue cuando se


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nombr a Jovellanos ministro de Gracia y Justicia, a Saavedra de Hacienda,y al conde de Ezpeleta gobernador del Consejo: tres hombres dignos, sinduda, y capaces de restaurar el Estado, si el Estado no hubiese tenido yauna enfermedad incurable, ms poderosa que su capacidad y sus fuerzas6.

Fue ante todo un grupo de patriotas, en el que no se miraba demasiadosu profesin y en el que caban eclesisticos como don Antonio Tavira(1737-1807), nombrado obispo de Salamanca, el 14 de agosto de 1798, con laintencin de reformar la vieja Universidad, e incluso inquisidores como elsegundo inquisidor de Barcelona, don Pedro Daz Valds (1740-1807),elegido obispo de Barcelona, o el inquisidor fiscal de Valencia, don NicolsRodrguez Laso (1747-1820)7, nombrado director de la Casa de Misericordiade Valencia por Saavedra el 2 de mayo de 1798 (Ver apndice 4).

Nunca sabremos si de haber triunfado los ilustrados en 1798, no habraexistido la generacin de 1898. Algunos de los regeneracionistas de finesdel siglo pasado, como Joaqun Costa o Azorn, admiraban sinceramente asus predecesores de un siglo antes.

Los arduos meses de Jovellanos y Melndez en el Ministerio

Melndez y Jovellanos eran dos personas de moral rigurosa (estrechay severa filosofa, dir Godoy en sus Memorias8 refirindose a Jovellanos)y les gustaba hacer las cosas con gran nivel de exigencia. Es conocida larepugnancia del asturiano hacia la bigamia de Godoy.

Despus de examinar los procesos judiciales en los que intervino elfiscal Melndez nos queda la sensacin de que el Ministerio de Justicia (elministro Jovellanos, el presidente del Consejo de Castilla conde de Ezpeleta y el fiscal Melndez) hicieron un esfuerzo por aplicar la justicia conigualdad. Melndez haba dicho en el Discurso de apertura de la RealAudiencia de Extremaduraque el fiscal era abogado del pblico, rgano dela ley y centinela incorruptible entre el pueblo y el Soberano para manteneren igualdad sus mutuos derechos y obligaciones9.


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Pongamos dos ejemplos extremos. Por un lado, Melndez no duda enpedir la pena de muerte para la Mendieta, hija de un colega magistrado, apesar de las reticencias de un sector de la Sala de Alcaldes 10. Por otro, lafiscala se persona para acusar y hacer castigar duramente al violador de

una nia pobre y hurfana11

.La admiracin de Melndez por el oficio de fiscal haba quedado patente

en 1791 en el Discurso de apertura de la Audiencia de Extremadura. El afnpor ser fiscal lleva a Melndez a permanecer en la Corte durante el veranode 1797 y a viajar en numerosas ocasiones a Aranjuez, procurando justificarse de las acusaciones calumniosas e imprecisas que algunospropagaban en contra suya, las cuales le estaban obstaculizando el ascenso.Jovellanos, informado por sus amigos madrileos, llega a temer que el asedio

de Batilohacia Godoy se volviese contraproducente, por lo que le aconsejaque se vuelva corriendo a Valladolid (Diario, 7 de julio de 1797); msadelante, el 27 de julio, se hace ms apremiante, clamndole que huya dela Corte a gozar de su buena reputacin en el retiro de Valladolid12.

Esta constancia le hace al fin ganar la causa, puesto que el 3 de octubrerecibe el aviso oficial de su nombramiento de fiscal de la Sala de Alcaldesde Casa y Corte, donde presta juramento el da 23. Poco despus de tomarposesin, Melndez vuelve a Valladolid, donde permanece hasta principios de

febrero de 1798, segn testimonio de Fernndez Navarrete, recogido porDemerson: volvi con licencia a Valladolid por unos das para arreglar susasuntos domsticos y trasladar su casa a la Corte, y, por haberle acometidoen este tiempo una fuerte rema y por lo crudo del invierno, no pudo hacersu viaje hasta principios de febrero de 1798 para volverse a su destino13.

El 10 de noviembre de 1797 el rey firma en San Lorenzo laexoneracin de la Secretara de Estado y del Despacho de Gracia yJusticia a Don Eugenio de Llaguno y nombra en sustitucin a Don Gaspar de

Jovellanos14

.El 13 de noviembre el extremeo recibe la grata noticia de que

Jovellanos ha sido nombrado ministro de Justicia. El nuevo fiscal va alencuentro de su querido Jovino, con quien se rene en La Robla el 17; porLen y Medina de Rioseco llega el pequeo grupo a Valladolid y a casa delpoeta, donde se apean el 19, a las doce y media de la noche.

Melndez no se incorpora a su nuevo destino de fiscal de la Sala de

Alcaldes hasta mediados de febrero de 1798.


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Jovellanos se siente solo en el Ministerio. Necesita a todos sus amigos.Lamenta profundamente la rumoreada marcha de Cabarrs a la embajada dePars. Anota en su Diario, el jueves, 16 de noviembre, Yo al fin quedar solosin amigo, sin consejo y abandonado a mi pobre desalentado espritu15.

En numerosas ocasiones Melndez adujo motivos mdicos para posponersu incorporacin a un nuevo destino16. Dudamos de muchas de esasenfermedades, pero creemos que, en esta ocasin, el extremeo realmenteestaba enfermo, porque es difcil imaginarse ver partir a Jovino a suministerio, abandonado de su Batilo, responsable mximo de la aplicacinde la justicia penal de la Nacin y del orden pblico de la capital del Reino,durante casi tres meses, desde mediados de noviembre hasta principios defebrero de 1798.

A principios o mediados de febrero. Melndez llega a Madrid y, con unardor que asombra a los que le rodean, se pone a trabajar. Aportemos eltestimonio del discpulo Quintana, quien pudo observar personalmente almaestro, pues desde el 24 de diciembre de 1795 era fiscal de la Junta deComercio y Moneda:

Como la avanzada edad y achaques de suantecesor tenan muy atrasados los negocios de la

Fiscala, Melndez se dio a despacharlos por s mismocon tal actividad y aplicacin, que no slo le faltabatiempo para otros estudios, mas tambin para eltrato con sus amigos. Ofrecironsele en la cortaduracin de su cargo causas graves y curiosas, dondehizo prueba de su juicio y de su talento; entre ellas lade la muerte de Castillo, cuya acusacin fiscal correen el pblico como un modelo de saber y deelocuencia. stas puede decirse fueron las ltimas

satisfacciones que tuvo en su carrera; y la suerte lepreparaba ya el cliz de afliccin que tiene siempreprevenido a los hombres eminentes, como paracobrarles con usura los pocos das que les concede degloria y de alegra17.

Muestra de la febril actividad desarrollada por Melndez durante los

siete meses en que fue fiscal en Madrid es el siguiente texto de Fernndez


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Navarrete, basado en las confidencias de la viuda del poeta, doa MaraAndrea:

Inmediatamente empez a desempear sus

obligaciones: su antecesor D. Josef lvarezBaragaa18 era ya de bastante edad y enfermo, y poresto tena atrasadsimo el despacho de los asuntosfiscales. Melndez trabaj con mucho afn yasiduidad para dejarlos corrientes, y como todo lohaca por s, deca su agente fiscal, D. ngelBarderas19, que no haba visto hombre como l, quenada le dejaba hacer ni le mandaba cosa alguna. Suescribiente D. N. Pastor deca lo mismo, vindolo

trabajar da y noche. En el silencio de sta hallaba elmayor desahogo y comodidad. La quietud de la noche(deca) es buena para trabajar20.

La primera vez que encontramos la firma de Melndez es el 14 demarzo, informando protocolariamente la peticin, del 9 de marzo, del priordel Convento de Trinitarios, de un Censo contra el oficio de Tesorero de la

Sala con rditos de 660 reales anuales.Por irona del destino, lo ms importante que conocemos de los casi

veinticinco aos que Melndez estuvo dedicado a la carrera judicial, lodebemos al corto tiempo que fue fiscal, porque tenernos la suerte deposeer las intervenciones ms importantes de Melndez ante la Sala deAlcaldes. Son siete obras, de temas variados, que en el volumen de losDiscursos Forenses, publicado en 1821, ocupan 200 de las 300 pginas y sonfuente imprescindible para conocer el pensamiento jurdico de la Ilustracin

espaola.Desde mediados de junio parece claro el desmoronamiento del equipo

ministerial de Jovellanos, con rumores de dimisin. El 10 de julio, Melndezaparece en un certificado de esta fecha como subscriptor de un donativovoluntario de 3.000 reales. Responda a la Real Cdula del 19 de junio de1798 que solicitaba esta contribucin a las urgencias del Estado, y a ladecisin de la Sala Plena, celebrada pocos das despus, en la que, a pesarde la estrechez de los sueldos y de la caresta de los tiempos, han

acordado uniformemente todos los individuos de la Sala y el Sr. Fiscal


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contribuir cada uno con tres mil reales de velln, por donativo voluntario, enel preciso trmino de los dos meses siguientes de julio y agosto.

El 27 de julio de 1798, Melndez pronuncia la Acusacin fiscal contra

Basilio Casado, reo confeso de abigeato. Una requisitoria contra un vulgarladrn de ganado. Es su ltimo discurso forense en la Sala conservado.

Corren rumores de la cada inminente de Jovellanos. En agosto losministros Saavedra y Jovellanos sufren desrdenes intestinales graves, quemuchos sospecharon que se debieron al veneno.

El 25 de agosto, la Sala Plena acusa recibo de la destitucin deJovellanos, a travs de la orden del Consejo, firmada por el Secretario,Bartolom Muoz, el 23 de agosto, avisando haber exonerado S. M. alExcmo. Sr. D. Gaspar de Jovellanos y nombrado al Excmo. Sr. D. JosefAntonio Caballero. Alude al Real Decreto, comunicado al Consejo en 16 deeste mes, que fue publicado en l y acordado su cumplimiento en el da 20.Quiz fue la ltima noticia que Melndez oy como fiscal en un tribunal en elque tanta ilusin y trabajo haba depositado, en medio de la soledad del quepresiente el inminente cese y de algn desprecio de los colegas msconservadores que no le podan perdonar su ilustracin profunda,claramente progresista, manifestada en sus intervenciones llenas de

crticas a todo lo no conforme con la razn.E1 27 de agosto de 1798 se comunic a Melndez sin previo aviso, la

Real Orden para que en el trmino de veinte y cuatro horas saliese deMadrid y se dirigiese en derechura a Medina del Campo, donde deberaesperar las rdenes de S. M.21. No hemos encontrado registrada estaorden en el Libro de gobiernode la Sala.

A primeros de septiembre, el licenciado Bardera, en calidad deAbogado-fiscal , empieza a firmar los informes de la Fiscala.

El 7 de septiembre la Sala Primera firma la sentencia contra ManuelCarpintero, reo confeso de un robo de joyas, de diamantes y perlas hechoen la iglesia de la Almudena, para quien Melndez haba pedido la pena demuerte en la horca el 14 de junio, pero cuya publicacin se retras porhaber sido consultado al Rey, el cual la conmut por diez aos de presidioen Ceuta. Era la ltima sentencia atribuible, en gran parte, a Melndez, queencontramos asentada en el Libro de Acuerdos. Reproducimos estasentencia, por ser la ltima informada por Melndez, por la complicacin de


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los acontecimientos y el ruido del suceso y para apreciar el acertadocriterio en la imposicin de penas en funcin del grado de culpabilidad:

Acuerdos de hoy, viernes, siete de septiembre

de 1798, fechos por los seores, marqu de CasaGarca, ministro honorario del Consejo Real y decanode la Sala, don Manuel del Pozo, don Francisco deUrquijo, don Domingo Antonio de Miranda, don JosefNavarro, don Esteban Antonio de Orellana y donManuel Prez de Rozas, alcaldes de su Real Casa yCorte.

El proceso del fiscal de Su Majestad, formado de

orden del seor alcalde, don Francisco Policarpo deUrquijo, contra Manuel Carpintero, de 29 aos,natural de la villa de Chinchn, casado , de ejerciciojardinero, vecino de Madrid, preso en la Crcel Realde esta Corte, por el robo de diferentes alhajas,ejecutado a Nuestra Seora de la Almudena, la nochedel 2 de junio de 1797, de que est confeso y se hanrecogido y restituido las alhajas.

Por otros excesos estuvo antes procesado ypreso el citado Carpintero.

Y por sospechoso de alguna complicidad en elexpresado robo est suelto, bajo Congregacin,Roque Jacinto Daz, y se hallan presas en villa yarrabales, Mara Marcos, prendera, Josefa Llort, queintervinieron en la venta de una de las alhajasrobadas; Francisco Brown, Judas Tadeo Marn y Juan

Gonzlez, memorialistas, porque copiaron una cartadotal fingida por Carpintero, a fin de aparentar lapertenencia de parte de dichas alhajas.

La Sala, en vista de todo, conden a ManuelCarpintero a la pena ordinaria de horca y apercibi alos tres moralistas, Brown, Gonzlez y Marn,imponindoles la multa de diez ducados al primero,cuatro al segundo, previniendo al tercero sea ms

cauteloso en el ejercicio de su empleo, por laintervencin que todos tuvieron en la extensin de la


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hijuela supuesta. Y a la corredora Josefa Llort a larestitucin del exceso de dinero que llev dems a lacompradora de lo entregado a Carpintero, privndola

de su oficio por dos aos y, apercibida, se aplique aotra ocupacin ms honesta, condenando a estos enlas costas por s causadas y a Carpintero en lasdems, absolviendo libremente al crucero Roque Daz.

Consultada a Su Majestad, por su Real Orden detres de este mes se ha servido conmutar la pena demuerte impuesta a Manuel Carpintero en diez aos depresidio en el de Ceuta, llevndose en todo lo dems a

efecto la sentencia consultada. Y se ejecute22

.

El 8 de octubre llega a la Sala la copia del Real Decreto de da anterior,fechado en San Lorenzo, por el que cesa el Gobernador del Consejo, condede Ezpeleta, y se nombra uno nuevo, D. Gregorio de la Cuesta23. Continuabael desmantelamiento del equipo de gobernantes ilustrados. Ezpeleta habadurado en el cargo menos de un ao, pues la Sala haba registrado su

nombramiento el 8 de noviembre de 179724

.El 13de diciembre de 1798, el gobernador de la Sala comunica que el

nuevo gobernador del Consejo, Cuesta, haba nombrado el da anterior unsustituto en el puesto de Melndez. Se trataba de uno de los magistradosrancios que, a pesar de tener el ttulo de Alcalde honorario de la RealChancillera de Valladolid, nunca ejerci cargo alguno en dicho tribunal25:

Hallndose ausente Don Juan Melndez Valds,

fiscal de la Sala, y a fin de que los graves negociospendientes en ella, no padezcan atraso, he nombradopara fiscal interino, durante la ausencia de aquel, aDon Francisco Lpez de Lisperguer, Alcaldehonorario de la Real Chancillera de Valladolid. Lo queparticipo a Vuestra Seora para su inteligencia y lade la Sala.

Dios guarde a V. S. muchos aos. Madrid, 12 de

diciembre de 1798. - CUESTA.


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Sr. D. Antonio Gonzlez Yebra26.

En esa misma sesin, la Sala Plena acuerda la sustitucin: Seores de laSala Plena: Tngase por Fiscal interino al Sr. Don Francisco Lpez deLisperguer y se haga saber a D. ngel Daz Bardera, Agente Fiscal, pase adicho Seor Don Francisco Lpez de Lisperguer todas las causas y papelespara su despacho.

El mismo da 13 se ejecuta el traspaso por medio del Secretario deGobierno de la Sala, Sr. Palacio: Yo, el infraescrito Secretario de S. M. y

de Gobierno de la Sala, hice saber el decreto anterior a Don ngel DazBardera, Agente Fiscal de la misma Sala, que en el da despacha comoAbogado Fiscal, de que qued enterado. PALACIO27.

Pero el gobernador de la Sala, Gonzlez Yebra, se encontr con ladificultad de que, segn el reglamento, slo poda asistir a las reunionessecretas quien hubiese jurado el cargo, cosa que no haba hecho Lisperguerpor no tener nombramiento real. El 18 de diciembre Gonzlez Yebra dirigeun oficio al presidente del Consejo de Castilla exponindole la dificultad de

no poder concurrir a los Acuerdos Secretos y dems asuntos del Fiscal sinque haga el juramento acostumbrado, para lo cual se debe presentar RealTtulo o Cdula de S. M. en el Consejo, como se verific con el Sr. DonManuel de Lardizbal, en virtud de la representacin hecha a S. M. por elSr. Conde de Campomanes, siendo gobernador del Consejo28.

El 18 de diciembre de 1798, el secretario del Consejo, BartolomMuoz, enva a la Sala de Alcaldes la lista de los Seores que han decomponer las Salas para el ao de 1799, en la que Melndez sigue

apareciendo como fiscal

29

.30

similares que tambin es denominada quinta sala del Consejo31; que elgobernador es uno de sus consejeros; que l, como fiscal nico, recinascendido, es el mximo responsable de la justicia penal, de la paz y el ordenen la capital de la monarqua. Melndez saba que su nuevo puesto eraabsorbente y desagradable, pero que sola durar poco, ya que lo normal eraascender muy pronto a alguno de los Consejos. Nuestro fiscal, que tanduramente haba criticado la lentitud de la administracin de la justicia en


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el Discurso de apertura de la Audiencia de Extremadura(1791), era feliz enun tribunal muchsimo ms gil que la encorsetada Chancillera de Valladolid,prcticamente con total libertad de actuacin procesal, y se senta con msresponsabilidad para vigilar las posibles arbitrariedades que la rapidez de

los sumarios podra generar. Quiz esto nos explica la hiperactividad y laseveridad de algunas argumentaciones del nuevo fiscal de la Sala deAlcaldes.

A la dureza propia del cargo se le sumaron a Melndez una serie decircunstancias adversas, que hicieron ms difcil el ejercicio de susfunciones, como fue la de que los dos primeros juicios, contra los asesinosde Castillo y contra Marcelo Antonio Jorge, fueron dos parricidios en losque, inevitablemente, tena que pedir la pena de muerte para los acusados.

Por eso, el 23 de abril de 1798, da en el que ejecutaron a los asesinos deCastillo y en el que pronuncia la requisitoria contra Marcelo Antonio Jorge,se lamenta de su mala suerte:

No s, pues, qu singular acaso, que fatalidaddesgraciada ha podido hacer que las dos veces que hehablado en este augusto lugar haya de haber sidopersiguiendo un delito que hace estremecer laHumanidad, un delito ni aun de las mismas Fieras ms

indmitas y crueles. Parece que estaba reservado ami compasivo y tierno corazn este gnero amargo deprobarle, hacindome comprar a tanta costa, y pagarcon mis lgrimas el alto honor de sentarme entreVuestra Alteza a doctrinarme con su sabidura yparticipar de su gloria32.

Recientemente hemos descubierto dos breves informes forenses delfiscal Melndez que denominamos: Informe contrario a la manifestacin delos cuatro Evangelios por un mecanismo ptico, (Ver apndice 1), datado elmartes de Pascua, 10 de abril de 1798, e Informe sobre la postura del vino,(Ver apndice 2), fechado el 17 de mismo mes y ao, con los que no duda enenfrentarse a la Inquisicin y al Consejo de Castilla: con el primero evitauna concentracin de adoctrinamiento religioso a cargo de un notario de laInquisicin, y con el segundo pretendi que se aclarase la ruinosa situacinde los abastos madrileos, arbitrariamente manipulados por el Consejo.


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En la defensa de sus funciones no duda en enfrentarse al Consejo deCastilla. Por ejemplo, en el Informe sobre la postura del vinovemos al fiscalMelndez representar ante dicho Consejo, que haba ordenado la publicacinde un bando en el que quedaba comprometida (inconsecuente) la postura

de la Sala de Alcaldes: el fiscal cree que la Sala est en necesidad derepresentar al Consejo [...] reclamando este ejemplar as por la conservacinde sus derechos como por las consecuencias que puede tener para losucesivo.

Consideramos muy ilustrados los dos breves informes, en el sentidode ser la respuesta contraria, claramente enfrentada, a las posicionesconservadoras del Consejo de Castilla y de los sectores eclesisticostradicionales.

Como dira Maravall, se insertan en la polmica ideolgica, en la que lospartidarios de la novedad parten de que una sociedad puede ser reformada,barriendo de ella las sombras del pasado y alumbrndola con la luz de larazn33.

De ambos informes deducimos que el fiscal se siente fuerte y con fe enla reforma de las costumbres y de los obstculos econmicos, lo que lepermite oponerse a un proyecto de divulgacin religiosa de un notario de la

Inquisicin, apoyado por el diputado eclesistico y el alcalde de barrio, yrepresentar contra la forma de las rdenes que el mismo Consejo de Castillaestaba tomando respecto al precio del vino.

Se nos muestra un Melndez pedagogo, muy crtico ante prcticassociales de signo tan distinto como el religioso y el econmico, que busca unasociedad mejor y desengaar al Pueblo sobre la injusticia, tomando porgua la razn. Es clara la finalidad de educar a toda la sociedad pararegenerarla. Habla de legos y de pblico. No parece distinguir entre

pueblo y plebe o vulgo como hablan algunos estudiosos actuales.El equipo ministerial de Jovellanos, acusado de poca actividad durante

los meses de su ejercicio, tuvo en el fiscal Melndez a un personaje muytrabajador y valiente, que se gan, por s mismo, el odio de los anti-ilustrados. Hubo algo ms que la simple amistad de Jovellanos parajustificar la pertinaz hostilidad del nuevo ministro de Gracia y Justicia,Jos Antonio Caballero, contra el fiscal Melndez, viejos conocidos demuchos aos como colegas en el claustro salmantino.


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Artimaas del partido clerical. La vieja enemistad entre el ministro

Caballero y el fiscal Melndez

El gobierno ilustrado sufri la oposicin constante y creciente de lasfuerzas conservadoras que se oponan a los cambios, sobre todo a partir dela dimisin de Godoy a finales de marzo de 1798. Todas las opiniones de loscontemporneos acusan a Caballero de ser la causa del destierro de Batilo,exclusivamente por razones polticas del momento y nunca se alude a viejosenfrentamientos personales. El ministro de Gracia y Justicia maltrat conespecial dureza al fiscal Melndez, desde el ministerio y a travs de unproceso inquisitorial, y si no lleg al mismo grado que a Jovellanos, pareceque se debi a la intercesin de Godoy.

Quintana apunta dos causas en el cese del fiscal Melndez: la villana delos elementos antijansenistas y la envidia de otros magistrados quedeseaban su puesto. No da nombres, pero podemos concretarlos en elministro Caballero y en su sustituto en la Fiscala, Francisco Lpez deLisperguer: Uno de aquellos hombres que, ejercitndose toda su vida enobras de villana y perversidad, no logran subir al poder sino por el escalnde la infamia; de aquellos para quienes la libertad, el honor y an la vida delos otros, lo justo y lo injusto, lo profano y lo sagrado, todo es un juego, ytodo les sirve como de instrumento a su codicia, a su ambicin, a sulibertinaje o su malicia, proyect consumar la ruina de Melndez para hacereste obsequio a la Corte, con quien le supona en guerra abierta, y ganarselas albricias de la destruccin de un personaje desgraciado. Siguile conesta daada intencin los pasos, calificando y denunciando como intrigaspeligrosas las visitas que l y sus amigos se hacan [...]. Por otra parte, eldestino de Melndez era apetecible, estaba suspenso, y la ocasinconvidaba. Todo, pues, conspiro a inclinar la balanza en dao suyo34.

Dejemos a Lisperguer y fijmonos en el odio de Caballero hacia el poeta.Quintana slo da una causa muy vaga: proyect consumar la ruina deMelndez para hacer este obsequio a la Corte, con quien le supona enguerra abierta, y ganarse las albricias de la destruccin de un personajedesgraciado.


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La etopeya que nos da Quintana del ministro Caballero coincide con elconvencional y revelador retrato que le pint Goya en 1807 (SzpmvszetiMzeumde Budapest): una fisonoma siniestra, arrogante y mezquina. Perosospechbamos que poda haber algo ms en el odio personal entre Caballero

y Melndez. Efectivamente, la sombra malfica de Caballero se proyectms de cuarenta aos sobre Melndez, desde el ingreso en la Universidadde Salamanca en 1772 hasta el destierro francs en 1813.

El ministro de Gracia y Justicia desde 1798 hasta 1808, Jos AntonioCaballero, naci en Aldeadvila de la Ribera, dicesis de Salamanca, hacia1750 y muri en 1821. De oscura ascendencia, de muy baja estatura, mediociego y de carcter intrigante, es el mximo representante de la reaccindurante la segunda parte del reinado de Carlos IV. Servil a Godoy y a la

reina Mara Luisa, no cej hasta desterrar o encarcelar al grupo deilustrados que subi al poder en 1797, entre los que se encontrabaMelndez. El extremeo ya no se librar de la sombra del funesto marqusde Caballero, pues, habindose declarado ste claro partidario de Napolen,Melndez lo tuvo de compaero en el Consejo de Estado josefino.

Nos fijaremos slo en la etapa anterior a 1789, en los largos aos deconvivencia de ambos como alumnos y catedrticos en la Universidad deSalamanca.

Por estos aos exista en el Claustro la divisin en dos bandos,manifiestamente enemigos, entre los partidarios de las reformas,capitaneados por Ramn de Salas y Melndez, y los inmovilistas, dirigidospor el catedrtico de Derecho y censor regio, Vicente Fernndez deOcampo, al que se adscriba claramente, aunque agazapado como todos lostrepadores, Jos Antonio Caballero35, quien era bachiller en Leyes desde1774 y licenciado en 1776. Por irona del destino, Salas, natural de Belchite(Zaragoza), y Caballero, pertenecientes ambos a familias moderadamente

acomodadas, se doctoraron en Leyes en un mismo acto el 17 de diciembre de177636. Melndez (bachiller en Leyes en 1775, licenciado en 1782 y doctoren 1783) y Caballero eran profundos conocedores del mundo universitario yde sus intrigas, pues el futuro ministro de Gracia y Justicia fue quienaprob el Nuevo Plan de Estudios para la Universidad de Salamanca y demsUniversidades del Reino en 1807.

El bando progresista est formado por hombres calificados detolerantistas, poco religiosos, regalistas, filsofos y jansenistas37. En el

bando inmovilista estn los principales oponentes a Melndez en las disputascientficas planteadas en el Claustro universitario, destacan los nombres


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considerados por Batilo como despticos, intransigentes, opresores,fautores de la ignorancia, inmovilistas y reaccionarios38.

Los Libros de Claustros estn plagados de incidentes entre ambas

posturas. Fernndez Ocampo, censor regio, boicotea en la Junta deDerechos todos los debates que el grupo progresista plantea sobre Filosofay Derecho que se saliesen del rancio Derecho Romano. Por ejemplo, el que,en diciembre de 1785, el Dr. Salas pretende presidir sobre unasconclusiones de Derecho Natural en la Facultad de Leyes. Lo sorprendentees que el futuro ultrarreaccionario Jos Antonio Caballero pareca estar enla corriente de Melndez, de manera que ambos se atreven a defendermaterias de Derecho Natural, el primero el 24 de noviembre de 1785 yMelndez Valds, el 16 de febrero de 1786, de legibus naturalibus. En

contraposicin est el Dr. Fernndez Ocampo, partidario del DerechoRomano, quien, por ejemplo, en 12 de mayo de 1786, defendi demendicatione39.

Aludamos a las confrontaciones que ms directamente afectaron aMelndez.

El enfrentamiento ms conocido es el motivado por la defensa de lasideas de Beccaria en mayo y junio de 1784, cuando Nicasio lvarez

Cienfuegos, dirigido por el extremeo, pretendi, infructuosamente,defender unas conclusiones sacadas literalmente del libro de Lardizbal.El grupo de Melndez Valds defender estas y algunas otras proposicionesen la Facultad de Derecho en apoyo del humanitarismo penal, siguiendo laorientacin del Fiscal del Consejo, Manuel de Lardizbal, quien, en 1782,haba publicado un Discurso sobre las penas contradas a las leyescriminales de Espaa, para facilitar su reforma, siguiendo la orientacin dela obra de Beccaria, Tratado de los Delitos y de las Penas, que fue traducidoal castellano en 1774 en Madrid por D. Juan Antonio de las Casas,

incluyndose en el ndice expurgatorio por edicto de 20 de junio de 177740

.En el curso 1784-85 los dos grupos se enfrentan por el injusto,

arbitrario y clasista sistema de oposiciones a ctedras, dominado por losinmovilistas que no permiten la ms mnima novedad. El tortuoso Caballero,que no era catedrtico, sino slo moderante de la Academia de DerechoRomano, tuvo una etapa aparentemente progresista: lleg a votar, en elapasionado debate del claustro del 25 de junio de 1785, en contra detelogos y canonistas que defendan que no se innove nada, y a favor de

una propuesta contraria de Salas y Melndez, que sali derrotada41

.


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En el curso 1785-86, los dos grupos se confrontan por la elaboracin delplan y constituciones de la Academia de Derecho Real y Prctica Forense ypor la propuesta para director de la misma, llegando a examinarse dosredacciones, muy diferentes en concepcin filosfica y planteamientos

jurdicos, en el Claustro pleno del 25 de febrero de 178642

, una de Salas yotra de Ocampo. En este claustro, el dulce Melndez, enardecido y lleno decelo, lleg a perder los nervios:

El Doctor Melndez en su lugar, y viendo que unproyecto tan til iba a sepultarse como otros porintereses y fines que l cree particulares, exclamagriamente contra este abuso, [...], exclam tambinagriamente sobre estos errores, y dijo que de ellos

vena el que no estudisemos ni adelantsemos, queera indispensable nos llegsemos a persuadir quenecesitbamos estudiar mucho y desengaarnos [...].Reconvenido por algunos, que tal tez se tendran poragraviados, volvi a instar, y a declamar sobre ellosde que en su opinin viene todo el atraso de nuestrasletras, ntimamente penetrado de que en el lastimosoestado de languidez en que nos hallamos, sonindispensables expresiones fuertes y cauterios en

vez de remedios , suaves [...]. Dijo que se pasenombrar director en este claustro por evitar intrigasy partidos, y que cuanto ha dicho y declamado lo hahecho y hace siempre deseoso del verdadero lustrede la Universidad43.

No reproducimos la intervencin totalmente opuesta del Dr. Ocampo.

Slo el voto contemporizador de Caballero:

E1 Seor Doctor Caballero dijo: Que se reveaeste papel [las proposiciones de Salas] por los mismosque lo han formado, con otros nuevos que laUniversidad nombre, y que se revean las rdenesanteriores, y que se haga mencin de la proposicindel Doctor Ocampo, pues lo merece44.

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Se aprob el reglamento de Ramn de Salas, pero parece que no lleg aser implantada la Academia. Continu funcionando, pues, nicamente, en laFacultad de Leyes, la Academia de Derecho Romano, cuya Moderanta, a laque haba optado Salas, fue concedida, en el Claustro pleno de 14 de mayo

de 1784, al Dr. Jos Antonio Caballero por mayora de votos45

. En ellapermaneci hasta que fue nombrado alcalde del crimen de Sevilla, en 1787,cargo, irona del destino!, ocupado veinte aos antes por la principal de susvctimas, Jovellanos. Se da la circunstancia de que Salas es nombradoModerante de la Academia de Leyes en sustitucin de Caballero.

Resumiendo, Melndez y Caballero militaban en cada uno de los dosbandos enfrentados existentes en el seno de la Universidad de Salamanca,donde convivieron unos quince aos (1772-1787 ) durante los cuales no

manifest claramente su reaccionarismo el futuro ministro, sino queprocuraba alagar las decisiones del Consejo de Castilla, de manera que, aveces, se alinea con los progresistas, lo que le vali ser nombrado alcalde delcrimen de Sevilla por el Consejo de Castilla, presidido por Campomanes.

La animadversin de Caballero contra Melndez y Jovellanos alcanza sucenit a fines de 1800, vspera de los dos destierros ms arduos de ambos. El26 de noviembre de 1800, Godoy escribe en una carta confidencial a laReina, citada por Caso: Caballero me instruye de varios manejos de

Melndez Valds. Yo no s nada, pero lo creo todo, segn las pruebas que mehan dado anteriormente, y debe averiguarse por si, como creo, tienerelacin con Jovellanos y Saavedra46.

Jovellanos y Melndez eran los polos opuestos a la Inquisicin y alpartido clerical de Caballero. Pensaban que los hbitos y las creencias delpueblo deban ser depurados y sometidos a la estimacin racional mediantela accin configuradora de la educacin. Por eso desconfiaban de lamanipulacin ideolgica con que se expona el cristianismo por autnticos

charlatanes.Como buenos ilustrados, su catolicismo era interior, intelectual, abierto,

tolerante, austero y sencillo. Jovellanos y Melndez, como buenosfilojansenistas, fueron partidarios de interiorizar la religin, reduciendo almximo las ceremonias y las manifestaciones exteriores de la piedadpropias del Antiguo Rgimen, que, en el fondo, impedan la evolucin haciauna sociedad ms justa.


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El bloque comercial de Inglaterra, factor importante en el fracaso del

ministerio ilustrado

Para comprender el rpido desalojo del poder de los ilustradosMelndez y Jovellanos, adems del odio de la Reina, de la Inquisicin y delpartido clerical, ya aludidos, nos fijaremos en una importante causaeconmica, menos resaltada, que fue pretexto suficiente en favor de losreaccionarios: las dificultades econmicas y comerciales que origin laguerra contra Inglaterra (1796-1802).

Al juzgar la eficacia del gobierno ilustrado de 1795 no se debe olvidarel ambiente econmico, muy depresivo, de severa economa de guerra, enque tuvo que desarrollar su labor. Richard Herr sintetiza la situacin: Loms urgente, en 1798, era la crisis fiscal de la Corona, que resultaba de lasguerras. El dficit originado por los gastos blicos se agrav con ladisminucin de los ingresos en las aduanas, provocada por el bloqueobritnico de los puertos espaoles [...]. La crisis fiscal socavaba el crditode la Corona y la cotizacin de los vales bajaba de una manera alarmante.Los ministros y el propio Carlos IV teman por la estabilidad de lamonarqua47.

La contraccin del comercio interior debi ser grande por el bloqueoque los ingleses imponan a nuestros puertos, por las medidas mercantilistasque inmovilizaban las escasas cosechas de la meseta castellana y por lacaresta de los precios iniciada en 1795, mantenida en 1798, que estrechabalas dbiles economas domsticas de los madrileos, los cuales redujeron elconsumo de productos a los estrictamente imprescindibles para sobrevivir.

Esta situacin de consumo depresivo se confirma en las actas de laEconmica Aragonesa. Llaman la atencin los diversos experimentos paraencontrar alimentos alternativos, como el pan de patatas y el de cebada. Enla clase ordinaria de Agricultura del 6 de noviembre de 1797 se examina unartculo del nmero 85 del Correo Mercantil que trata del mtodo delmejor modo de emplear la cebada en alimento del hombre48.

La clase extraordinaria de Agricultura del 21 de febrero de 1798plantea sustituir el trigo por las patatas: consider [la clase deAgricultura] que en el presente ao, en que no se han sembrado muchastierras o que aunque se hayan sembrado es muy probable que no hayacosecha por falta de aguas, se podra acopiar una porcin de papas para


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repartir gratuitamente a los labradores que quisieran aprovechar estastierras empleando esta simiente49. Uno de los mayores defensores delcultivo de las patatas en Zaragoza era el marqus de Ayerbe, quien slopudo vender a la Aragonesa unas cuarenta arrobas50. Tambin se edit un

folleto con instrucciones para su mejor cultivo: A fin de promover yextender el cultivo de las papas, que la Sociedad tiene acopiadas, pareci ala clase conveniente darles a los labradores el mtodo ms sencillo y clarode sembrarlas. Y con este motivo encarg al Seor Baranchn se sirviesehacer un extracto de la Memoriade Doile sobre el cultivo de las papas51. El23 de marzo estaba impreso el papel sobre el cultivo de las papas [...]. Y sehizo distribucin a los seores concurrentes y se qued en repartirlos a loslabradores y dems sujetos que quieran propagar el referido cultivo52.Entre los premios que propone la clase de Agricultura para 1799 estn cinco

premios de 5 pesos para el labrador que demuestre haber recogido, almenos, 100 arrobas de papas53.

Cronologa econmica de una guerra

La guerra contra Inglaterra comenz el 6 de octubre de 1796. Fue elerror capital de Godoy y causa de la ruina de Espaa. Era secretario deGuerra el futuro afrancesado y amigo de Melndez, Josef Miguel de

Azanza.Los ingleses, desde que Espaa firm la Paz de Basilea, expropiaban

todas las mercancas espaolas a bordo de los barcos neutrales que detenanen alta mar. La defensa del mercado hispanoamericano fue una de las basesde la alianza franco-espaola, concluida por el tratado de San Ildefonso (19de agosto de 1796), que condujo, mes y medio ms tarde, a que Espaadeclarase la guerra a Inglaterra. Mientras el gobierno de Espaacontemporiz con los franceses, tuvo de enemigo a Inglaterra. En las

colonias se viva en perpetua alarma; adems de la constante propagandainglesa contra la metrpoli en favor de la emancipacin, se tenan lassospechas de que los herejes intentasen algn golpe de mano contraalguna provincia americana54.

En pocos casos una guerra exterior influy tanto en la vida de todociudadano como la guerra contra Inglaterra de 1796-1802, puesto que elbloqueo martimo de la poderosa flota inglesa, mandada por Nelson,inmoviliz el Comercio exterior y obstaculiz gravemente la conexin

interior entre los diversos puestos espaoles, ya que los ingleses bloqueabanel puerto de Cdiz y ocupaban enclaves en las Canarias y en Baleares. De


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hecho, la Corona lleg a ser insolvente. La guerra contra Inglaterraintrodujo notables distorsiones econmicas en el Comercio, en las finanzasestatales, en los abastos municipales y en el bolsillo del consumidor. Lospuertos espaoles se resentirn de falta de movimiento. La poderosa

Inglaterra cerr los caminos a todo comercio y quebrant los negociosflorecientes de los burgueses catalanes realizados desde eldesencadenamiento de la Revolucin francesa, como ha demostrado VicensVises al estudiar las recaudaciones por derecho de peritaje en el puerto deBarcelona, cuyo movimiento de mercancas cay por debajo, del nivel quetena antes de 176055. El de Cdiz perder entre 1796 y 1798, mil millonesde reales, al estar prcticamente sitiado por la escuadra inglesa.

Todos los estudiosos de la poltica comercial formulaban la premisa de

que el Comercio es una guerra de paz. Por ejemplo, Giovanni Sappetti oMiguel Dmaso Geners56. El bloqueo de la guerra se desencaden cuandolos estudios sobre el Comercio parece que estaban en auge, como demuestrala propuesta de premios de la Econmica Aragonesa para 1796. La clase decomercio, celebrada el 21 de diciembre de 1795, bajo la presidencia deNormante, propuso un premio de 60 pesos al que en un discurso demuestrelos efectos que causan al Comercio de Aragn las aduanas puestas a laentrada de Navarra y proponga los mejores reglamentos que convengaadoptar en este punto sin perjuicio del Real Erario. Otro de 50 pesos a

quien exponga y manifieste en un discurso las mximas que conviene adoptaracerca de la balanza mercantil. Otro de igual cantidad a quien describamejor el estado de los caminos y posadas del reino y proponga los mediosmejores y ms adaptables para perfeccionar este ramo de polica. Otrotambin de 50 pesos a quien exprese y demuestre mejor en un discurso lascausas del crdito y descrdito mercantil respectivas al Comercio interior yexterior y proponga los medios de aumentar y asegurar dicho crdito en loposible57.

Al ao siguiente, junta de la clase de Comercio del lunes 19 dediciembre de 1796, se convocan dos premios:

Un premio de medalla de oro, patente de sociode mrito y 25 doblones a cualquiera que en unescrito manifieste mejor el estado del Comercioactual de Aragn con relacin a las provincias deEspaa y extranjeras. Se han de exponer en l lasmaterias que salen en crudo y sin beneficiarse, como

lanas, sedas, camo y otras varias; e igualmente lasque salen ya manufacturadas. Asimismo las que vienen


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de las mencionadas regiones ya labradas y sin labrar.En dichas relaciones debern incluirse tambin losproductos de los tres reinos, animal, vegetal ymineral, y por consiguiente los ganados de todas

especies, los granos de todas las calidades, trigos,arroces, judas, etc., y los hierros, cobres, estaos,plomos y otros metales.

Se desea, asimismo, una noticia de las ferias ymercados que hay en Aragn y la utilidad o perjuicioque resulta de ellas.

ltimamente, despus de estos antecedentes,

expondr el autor los medios de promover unComercio activo y lucrativo, y determinar si uno deellos ser el establecimiento de consulado deZaragoza como el de Burgos por ser ms anlogo aeste pas, y probar, por fin, si las aduanas interioresson o no estorbos y trabas a nuestro Comercio,indicando los medios de quitarlas, caso de que losean.

Respecto a los premios convocados el ao anterior, se repite el delestado de los caminos y posadas, y se suprime el de la balanza mercantil58.

La parlisis comercial provocada por la guerra, como veremos, afectdesde la Casa Real al humilde consumidor de un cuartillo de vino en la ms-1020- mugrienta taberna. Particularmente, la Aragonesa se vio obligada aprescindir de uno de sus mejores docentes, pues una Real Orden de 13 de

septiembre de 1796 destina al ingeniero militar y catedrtico deMatemticas, Luis Rancao, al acantonamiento de tropas de Extremadura59.

El 14 de febrero de 1797, Inglaterra destruy gran parte de la flotaespaola en aguas del Caco de San Vicente, cuya consecuencia ms funestafue impedir el Comercio con las posesiones americanas (se apodera de la islaTrinidad en febrero y ataca a Puerto Rico en abril) y el bloqueo de Cdiz (11de abril). Se cort casi por completo una de las ms importantes vas deingresos del erario pblico, el cual sin las rentas y tributos americanos iba

agotndose. Los barcos ingleses navegaban a lo largo de la costa e impedanel intercambio entre las provincias litorales de Espaa, con las colonias de


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Amrica y con los pueblos comerciantes de Europa. No procede enumerarlos productos afectados por este bloqueo, como granos y harinas, pescadosfrescos, salados y en escabeche, y vinos, aguardiente, y vinagres. El nicoproducto que no result afectado fue el de la lana, pues, segn Herr, los

ingleses permitieron cuidadosamente que Bilbao continuase exportando lanade merino a Inglaterra60. Los abastos fundamentales sufrieron el bloqueo ylas consecuencias afectaron a todo el sistema.

Cre un malestar generalizado contra Godoy, el cual dimitir el 28 demarzo de 1798.

La administracin colonial fue de mal en peor, de tal manera que JosIngenieros afirma que no haba error en afirmar que el puerto de Buenos

Aires, en vsperas de la Independencia, era una colonia de contrabandistas,de la metedura [contrabando] lucraban desde los virreyes hasta losesclavos, y todos con perjuicio del erario61.

En diciembre de 1797, Bonaparte regresaba a Pars como triunfador yse haca cargo de la poltica extranjera del Directorio.

En Gran Bretaa cay el gobierno de Pitt, que fue sustituido por elmoderado Addington, y el 27 de marzo de 1802 se firmaba la paz de Amiensentre Francia, Inglaterra, Holanda y Espaa. Se recupera la isla de Menorcay se confirma la prdida de Trinidad.

Slo a partir de ahora, Espaa intentar recuperar el monopolio delComercio con la Amrica hispana. Pero ya era tarde. En contra de los dueosdel monopolio tradicional, las doctrinas de Adam Smith reclamaban lafacultad de vender los frutos del pas a todas las naciones como un derechonatural de la tierra misma.

El 4 de octubre de 1802 se celebra el matrimonio del prncipe deAsturias con su prima, la infanta Mara Antonia, y, en reciprocidad, elheredero del trono de Npoles se una a Mara Isabel de Borbn, hija defacto de Godoy. Barcelona se convierte durante algunas semanas en lacapital del reino, al celebrarse all ambas bodas con gran derroche. Pero porel momento no importa. El dinero retenido en Amrica, las mercancas y losmetales preciosos comienzan a llegar. Los tributos y rentas acumuladasdurante la guerra vierten ahora en las arcas de la Hacienda. Los sacrificiosdel consumidor espaol, uno de los cuales dio origen al Informe sobre lapostura del vino de Melndez, era derrochado por la Corte, mientras


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Jovellanos y Melndez permanecan desterrados en Mallorca y Zamorarespectivamente.

Medidas ineficaces del ministerio ilustrado para solucionar la crisis

financiera

Desde que haba comenzado la guerra, Godoy y, posteriormente,Saavedra y Cayetano Soler venan dictando una serie de normas y reformascuya senda lleva constantemente a Hacienda. A principios de 1798, elGobierno buscaba dinero por todas partes. El 21 de febrero, Carlos IVdecret que todas las casas de los propios de las Municipalidades fuesensacadas a subasta pblica.

El l0 de febrero de 1798 el general francs Berthier estaba a laspuertas de Roma dispuesto a acabar con el pontificado.

En marzo, Jos Nicols de Azara, amigo de Napolen y nuestro mejordiplomtico, accede a la embajada de Pars con la finalidad de mejorar lapoltica exterior.

El 8 de marzo, se fund la Caja de Amortizacin y en adelante todos loscapitales de desamortizacin seran depositados en ella.

El 24 de abril de 1798, el Consejo publica otra orden por la cual se lereclamaban a los psitos 17 maraveds por fanega, sobre los fondossobrantes, en concepto de prstamo reintegrable al 3 por 100, parasocorrer a las necesidades urgentes de la Real Hacienda.

En mayo de 1798, Napolen parta de Toulon con destino a Egipto. El 20

de julio derrota a los mamelucos en la batalla de las Pirmides y entravictorioso en el Cairo. El 1 y 2 de agosto de 1798, Nelson destruye la flotafrancesa en la rada de Abukir, dejando al ejrcito francs aislado, enEgipto y afianzando su dominio en el Mediterrneo.

En mayo, el gobierno trat de obtener, infructuosamente, prestadostres millones de florines en Amsterdam. Ese mismo mes volver reclamandoa todo patriota el conocido donativo voluntario, al que Melndezcontribuy con 3.000 reales.


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E1 23 de mayo de 1798 las medidas de ahorro llegan a la misma CasaReal, signo de la preocupante situacin de la Hacienda Pblica. Jovellanos,apoyndose en la Sociedad Econmica Matritense, redact o inspir unDictamen de la Sociedad Econmica de Madrid a S. M. con motivo de las

urgencias de la Corona, por la inevitable continuacin de la guerra en el aode 1798, extendido por su individuo de nmero el Sr. D. Gaspar Melchor deJovellanos. Fue escrito a peticin de Saavedra, ministro de Hacienda. Seexponen una serie de medidas para sanear el Real Tesoro y entre ellasalgunas relacionadas directamente con la reduccin de gastos de la Corona,que debieron disgustar enormemente a la caprichosa reina Mara Luisa y alresto de cortesanos. Se propone una economa severa e inflexible parareducir los enormes gastos de la Casa Real. Se afirma que tales gastos nobajan de 120 millones de reales, lo que significaba que la Casa Real consuma

el 30 por 100 de la renta pblica, lo que hoy llamaramos el presupuesto dela nacin. Plantea estudiar las medidas adecuadas para reducir claramentelos gastos, empezando por la medida inmediata de suprimir las jornadas oreducirlas, que por los ramos de alojamientos, de mesillas y de carruajesocupan tanto lugar en los gastos de la Casa Real.

La Junta de la Econmica Matritense, reconociendo que V. M. slo esquien puede determinar este sacrificio, destaca el valor ejemplificador quepara el pueblo tendra tal medida: La Junta no debe disimularle cun

poderoso sera, adems de la economa pecuniaria y nada despreciable en lasactuales circunstancias del da, el alivio tan grande que resultara al pblicopara el despacho de los negocios una comunicacin ms inmediata y mspronta entre los varios ramos del gobierno, la idea consoladora de que V. M.se asociase con sus privaciones a las que tiene que tolerar; y en fin, lapresencia de V. M., siempre anhelada y siempre celebrada, todo concurriraen afirmar a V. M. aquel imperio de los corazones, el ms firme y quiz elnico apoyo de su autoridad62. Tmidamente asoma el principio de laHacienda liberal que pretende someter los gastos de la Casa Real a unas

consignaciones presupuestarias.

Los vales reales emitidos en febrero de 1795 se depreciaron entre 15 y20 por 100 en 1797 y entre 17 y 25 por 100 en 1798 por bajo de la par, demanera que en mayo de 1798 se nombr una junta de economistas, uno deellos fue Cabarrs, para estudiar la manera de poner fin a la devaluacin. Sesuceden los decretos con medidas econmicas que no mejoran la situacin,de modo que los vales reales se descontaban en abril de 1799 casi por lamitad de su valor63.


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La isla de Menorca es tomada por los ingleses el 10 de noviembre de1798, dificultando gravemente el comercio costero como demuestra la RealOrden de 10 de febrero de 1799 que ordena apresar y vender los buquesmahoneses, depositando su valor en la Caja de Amortizacin para devolver

su valor a los dueos al tiempo de la reconquista64

. Otra Real Orden del23 del mismo mes prohbe toda comunicacin directa o indirecta con losnaturales de aquella isla65.

Como la comunicacin a travs del Mediterrneo era casi imposible, nopoda ser ms oportuno el proyecto de navegacin por el Ebro hacia elCantbrico, presentado por el clebre cannigo, Juan Antonio Llorente,nombrado socio de la Aragonesa el 6 de enero de 1797, examinado en lajunta del 10 de febrero:

Viose un proyecto que ha remitido el Sr. SocioDr. D. Juan Antonio Llorente, cannigo de Calahorra,sobre el modo de navegar el Ebro con barcospequeos para el mas cmodo y til transporte denuestros aceites a aquellas partes de Castilla y elretorno de trigos, cuyo proyecto se acord pasar a laclase de Comercio para que lo examine y diga sudictamen a la junta general66.

La clase de Comercio celebrada el lunes 20 de febrero examina elproyecto de Llorente, la cual

entiende que aunque no es nuevo estepensamiento (pues ya otras veces se ha tenidopresente) con todo es digno de la mayor atencin por

las grandes ventajas que habran de resultar de suejecucin. El autor de este proyecto propone lasdificultades que se encuentran en el Ebro paranavegarlo desde Tudela hasta Calahorra. Logroo yms all; y propone asimismo los medios de vencerlos,pero a la Junta le parece que dichas dificultades yobstculos son, sin duda, mayores de los que el autorse ha propuesto. Y acaso es este el motivo por que losque al presente hacen trfico por el ro con barcos,

no pasan de Tudela arriba, siendo as que muchosaos se hallan los granos muy abundantes y baratos


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en la Rioja y tierra de Almazn y a precios muy altosen Aragn, como sucede en este ao, cuyo transportesi se hiciese por agua nos proporcionara el tener enesta ciudad los trigos de aquel pas a precios muy

moderados y al mismo tiempo los conductoressacaran grandes utilidades con solo el transporte.

[...] Es sentir la clase sera muy oportuno el quese hiciese el reconocimiento del Ebro desde Tudelahasta Miranda. Para lo cual hay , en esta ciudadprcticos inteligentes que hacen oficio de bajar porel ro hasta Tortosa con llandres y balsas de pipas[...], para que, observando de nuevo las presas y

dems obstculos, mediten al mismo tiempo el modode vencerlos. Y hecho todo lo presenten a laSociedad para tratar nuevamente el asunto, pues, auncuando se lograse solamente en este reino elcomercio de importacin por el Ebro de los granos yotros efectos que vienen al lomo de aquellas partes,seran para ambos pases unas ventajas incalculablescomo se infiere de los datos siguientes: la conduccinde cada cahz de trigo por el ro desde Zaragoza a

Tortosa cuesta, al presente, nueve reales de plata. Yeste mismo trigo conducido en carretas cuesta 30reales de la misma moneda, y an costara mucho msconducido a lomo67.

Ante las dificultades siempre surgen profesionales desaprensivos queabusan de la situacin, como el gremio de los llamados corredores de

oreja de Zaragoza, por lo que la junta general de la Aragonesa del 12 demayo de 1797, a peticin de la clase de Comercio, decide hacer unarepresentacin al Real Acuerdo de la Audiencia, cuyo regente Puig deSamper era asimismo director de la Aragonesa ese ao, remitindole lasordenanzas y arancel del gremio para que las cumplan y reforme lasperniciosas. Tambin se hace otra representacin a la Real Junta deComercio en el mismo sentido68. El 20 de octubre el Consejo de Castilla pidea la Audiencia de Aragn el expediente de los corredores llamados deoreja69. En la junta general del 20 de abril de 1798 se ley la minuta de

representacin redactada por Normante70.


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Una Real Orden de 18 de noviembre de 1797, dada la gravsima situacindel transporte martimo de la flota espaola, legaliza el contrabando paraque los barcos neutrales puedan suministrar mercancas a las provinciasamericanas y volver con los productos de las colonias. De este comercio se

beneficiar en primer lugar la Marina de los Estados Unidos, ante la envidiade los socios de la Aragonesa.

El 19 de septiembre de 1798, el nuevo ministro interino de Haciendadesde mayo, Miguel Cayetano Soler, (Palma de Mallorca 1746-Malagn1809), propone al Rey la firma de cuatro decretos por los que se ordenabala enajenacin de todos los bienes pertenecientes a obras pas, hospitales,capellanas, hospicios, colegios mayores, casas de misericordia y demsinstituciones religiosas. Esta desamortizacin tuvo bastante importancia,

pues se vendi un sexto de los bienes de la Iglesia y descapitaliz de talmanera a la Inquisicin que la dej herida de muerte71.

El donativo voluntario como smbolo de la crisis financiera del

ministerio ilustrado

Como todas estas medidas no eran suficientes para solucionar losproblemas econmicos y fiscales del Estado causados por la Guerra, el reynombr, en mayo, una junta para estudiar la situacin financiera, compuestapor el conde de Cabarrs, Jos Canga Argelles, Miguel Cayetano Soler, unrepresentante del Banco de San Carlos, uno de los Cinco Gremios Mayores, yotros. La junta propone al gobierno la utpica solucin de un donativovoluntario, solo concebible dentro de la mentalidad confiada en la bondadhumana, propia de unos filsofos ilustrados ms que de polticospragmticos. Los resultados de este donativo voluntario fuerondecepcionantes, como era lgico esperar.

Detengmonos unas lneas en este acontecimiento econmico fiscal, elms importante ocurrido durante la fiscala de Melndez, visto desde laatalaya de la Econmica Aragonesa, que contaba en su seno con el ncleoms importante de estudiosos de la economa del momento. HernndezLarrea trajo, a la junta general del 6 de julio de 1798, un oficio del Regentede la Real Audiencia, fechado el da anterior, en que remite ejemplaresimpresos de la Real Cdula de 19 de junio anterior en que se mandan abrirdos subscripciones del Donativo voluntario y prstamo patritico, y de laCarta Orden del Real Conejo de 23 del mismo mes sobre los justsimos


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motivos que ha tenido S. M. para esta Real deliberacin, con el objetopiadoso de no gravar a sus vasallos con contribuciones forzosas, siempre quelos subsidios que pide alcancen a llenar sus Reales intenciones y ocurrir a lasnecesidades de la Corona, defensa y decoro de la Monarqua.

La respuesta de los socios fue de exaltada generosidad, celo ypatriotismo y de ardiente amor a nuestro benfico Soberano, pero lacolaboracin financiera no pudo ser muy elevada porque sus individuos loson igualmente de otras Corporaciones distinguidas, a quienes igualmente seha comunicado la circular Real. Se acordaron las siguientes medidas:

1) Que para no embarazarse estos auxilios de unos Cuerpos a otros,haga la Sociedad un servicio comn donando a S. M. el producto de la

contribucin anual de los socios perteneciente al corriente ao de 1798.2) Como la Tesorera contaba con escasos fondos, se resolvi formar

una junta, compuesta de los tres oficiales (presidente, Hernndez Larrea;censor 2, Manuel Latorre, y secretario, Diego de Torres), y de Jorge delRo, bibliotecario, con la finalidad esencial de que redacte una carta,dirigida a los socios pidindole la cuota de 1798, destinada al citadodonativo voluntario.

3) Asimismo se acord que, desde luego, se conteste al seor Regenteque se har el mayor esfuerzo posible y que a su tiempo le avisar de lacantidad y plazo en que se deba satisfacer72.

La junta de comisionados se rene el 11 de julio en casa de HernndezLarrea y redacta una carta circular dirigida a los socios (Ver apndice n 3).Destaquemos el primer prrafo en el que se expone la situacin crtica queuna larga guerra ha puesto a la Nacin espaola, impidiendo la industria, lacirculacin del comercio y la conduccin de los crecidos caudales que S. M.tiene detenidos fuera de la Pennsula, lo que en el da es causa de que sehallen extremamente reducidos los productos de las rentas reales, mientrasque por otro lado se acumulan y aumentan progresivamente losextraordinarios gastos con que es preciso atender a la defensa, decoro yprosperidad de la Monarqua. Despus de sealar la piedad del Rey, queno quiere gravar a sus vasallos con contribuciones forzosas sino con elmedio natural y suave de establecer el donativo voluntario y prstamopatritico, y de reconocer que la Sociedad ha experimentado de parte delRey una proteccin y liberalidad sin lmites, se propone dentro de sus

estrechas facultades [...], ceder o donar voluntariamente la contribucin de


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sus individuos perteneciente al ao 1798, en seal de testimonio pblicode su amor y lealtad en que se cifra el verdadero patriotismo.

De este modo se evita la excesiva carga de la doble imposicin individual

ya que los individuos lo son, al propio tiempo, de los Reales Consejos,Audiencias, Cabildos Eclesisticos, Ejrcito, Universidades Literarias,Oficinas Reales y otras corporaciones distinguidas, a quienes se ha dirigidoigualmente la circular Real.

La carta termina concretando el modo de cotizar los 60 reales de laanualidad de 1798: como urge la entrega del referido servicio voluntario encomn, [...] se servir remitir a poder del Seor Tesorero, Don MartnZapateo, los 60 reales de velln de la anualidad corriente de 1798,

destinada al expresado objeto73

.En la junta general del 16 de noviembre se resume la cantidad aportada

por la Aragonesa al donativo voluntario: 5000 reales por la anualidad de1798 como contribucin colectiva de los socios, ms 900 reales de tresafiliados (500 del Rector de Velilla de Ebro, 200 del catedrtico de laUniversidad, Judas Tadeo, y otros 200 del hacendado Manuel Lasierra). Entotal, slo 5900 reales llegaron a manos del tesorero Zapater, ntimo amigode Goya74. Cantidad poco generosa, si tenemos en cuenta que cada uno de los

miembros de la Sala de Alcaldes contribuy con 3000 reales. Aunque en lacarta se estimulaba la contribucin individual, (se formar lista decontribuyentes y remitir a S. M. con noticia de lo que igualmente hayansatisfecho por s o en otros Cuerpos, para que se perpete en la memoria denuestro magnnimo Soberano los nombres de unos patriotas tan nobles einsignes), slo 3 de los ms de 80 socios cotizantes hacen una aportacinextraordinaria. Seal deque las dificultades econmicas generales delEstado se reflejaban en los bolsillos particulares de los ms patriticosciudadanos aragoneses.

El 10 de julio Melndez aparece en un certificado de esta fecha comosubscriptor de un donativo voluntario de 3.000 reales como contribucina las urgencias del Estado. La Sala Plena de Alcaldes, celebrada pocosdas antes, haba acordado unnimemente, a pesar de la estrechez de lossueldos y de la caresta de los tiempos, que todos los individuos de la Salay el Sr. Fiscal contribuyesen cada uno con tres mil reales de velln, pordonativo voluntario, en el preciso trmino de los dos meses siguientes dejulio y agosto.


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El donativo voluntario no resolvi los problemas financieros delEstado ocasionados por la guerra, pues una Real Orden de 17 de marzo de1799 reproduce los argumentos que haban justificado el famoso donativo:No bastando las rentas de la Corona que entran en mi Real Erario para

cubrir las cargas ordinarias y extraordinarias que se aumentanconsiderablemente por la presente guerra, al paso que ella impide lasespeculaciones del comercio y que se traigan los caudales y efectos deAmrica, de que resulta una notable baja en las rentas reales [...], heresuelto que se saque por una vez y se ponga en la Real Caja deAmortizacin el veinte por ciento o la quinta parte de los fondos de granos ydineros que tengan los Psitos75.

El pensamiento econmico del gobierno ilustrado

Las crticas circunstancias surgidas de la guerra imponan una polticaeconmica que tena muy poco que ver con los conocimientos tericos que laminora intelectual ilustrada, ligada al gobierno, defenda y enseaba en lasctedras de Economa de Espaa. Era una enseanza que recoga lo esencialde las corrientes de pensamiento econmico que circulaba por la Europa delmomento. Observemos la vinculacin del ministerio ilustrado con la cienciaeconmica a travs de la Ctedra de Economa Civil de la EconmicaAragonesa.

La Econmica Aragonesa, centro modlico de estudios econmicos,

mimada por el equipo ministerial de 1798

Richard Herr afirm, basndose en los anuncios de la Gazeta, que, apartir de 1794, La Sociedad Aragonesa pas a ser la agrupacinprovinciana de Amigos del Pas ms floreciente. En 1797 esta Sociedadestableci escuelas de qumica, botnica y agricultura. Al mismo tiempo lasclases de su profesor de Economa Poltica, Normante y Carcavilla, estabanms concurridas que en tiempos de Carlos III76. Efectivamente, en 1796fueron 36 alumnos y 57 en 1798. La Econmica Aragonesa era, pues, el


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modelo de institucin econmica y docente en el periodo del gobiernoilustrado de 1798, y como tal mimada por el mismo.

En otro lugar describimos la colaboracin de Melndez con la ctedra

de Economa Civil de la Aragonesa durante su estancia en Zaragoza, en elperiodo 1789-179177. Durante 1798 no hemos encontrado ningn lazo deMelndez con dicha Sociedad, a diferencia de Arias Antonio Mon y Velarde,el director de la Aragonesa hasta junio de 1790, en que fue designado parafundar la nueva Audiencia de Extremadura, quien escribe una carta que selee en la junta general del 17 de agosto de 179878.

Pero la Aragonesa continuaba presente en la vida de Melndez. Goya amediados de 1797 le haba pintado un estupendo y carioso retrato a

Melndez, momento en el que debieron recordar los viejos amigos comunesde Zaragoza.

En marzo de 1798, el fiscal Melndez volvi a recordar la ctedra deEconoma de la Aragonesa, por la desgraciada circunstancia de tener quepronunciar una ruidosa acusacin contra uno de sus ex-alumnos, donSantiago San Juan, el garbanzo negro de una magnfica hornada deeconomistas. En la junta general del 11 de marzo de 1796, Normante dacuenta de que los alumnos matriculados en la ctedra de Economa Civil era

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. Por la calidad de los alumnos equivaldra a un curso de doctoradoactual: Benito Fernndez de Navarrete, Isidoro de Antilln, el bachiller enjurisdiccin civil Jos Duaso, el mismsimo catedrtico de Agricultura de laAragonesa y de Medicina de la Universidad Alejandro Ortiz, el Dr. JosBernito de Cistu, los abogados Dr. D. Joaqun Gmez y don Josef Bandrs,el que ser gran economista Juan Polo y Catalina, y un alumno muy especialen la vida de Melndez, el bachiller en jurisprudencia, Don Santiago SanJuan, cursante del segundo curso de Economa. Todos ellos recibirnpremios en la junta general del 4 de noviembre de 179680.

Decimos garbanzo negro, porque el fiscal Melndez se ver obligado apedir la pena de muerte para Don Santiago San Juan, natural de la ciudadde Barbastro, reino de Aragn, de estado soltero, pasante de abogado, suedad 24 aos cumplidos81, pena ejecutada en el garrote el 23 de abril de1798. Haba asesinado al comerciante de lienzos, don Francisco del Castillo,la noche del 9 de diciembre de 1797, teniendo como cmplice a la viuda delmalogrado Castillo, circunstancias que pueden verse en el contundenteDiscurso Forensen. 1 de Melndez y adivinarse en el Capricho n. 32, Por

que fue sensible, de Goya. Otra vez la Econmica Aragonesa se cruza en lavida de Melndez.


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Prcticamente todos los personajes pblicos ms importantes vansiendo nombrados socios de la Aragonesa: En la Junta general del 26 deagosto de 1796, Eugenio Larruga es nombrado socio de mrito de laAragonesa por los distinguidos y notorios mritos que tiene contrados en

beneficio de la agricultura, de las fbricas y del comercio con sus obrasdadas al pblico sobre estos ramos u otros del Instituto de la Sociedad82 ypasa a ser asesor de la misma83.

En la junta del 21 de octubre de 1796, Don Antonio Cornel, tenientegeneral de los Reales Ejrcitos y gobernador poltico y militar de la ciudadde Lrida es nombrado socio, de la Aragonesa84.

En la junta general de la Aragonesa del 2 de diciembre de 1796 son

nombrados socios D. Josef Gardoqui, intendente general del Reino, y DonMartn de Garay, contador principal del mismo85 .

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En la junta general del 17 de noviembre de 1797 se acord felicitar aDon Melchor Gaspar de Jovellanos, Secretario de Estado y del DespachoUniversal de Gracia y Justicia y al Excmo. Sr. Dr. Don Francisco deSaavedra, Secretario de Estado y del Despacho Universal de Hacienda86.Saavedra contesta desde San Lorenzo el 22 de noviembre. No sabemos si lohizo Jovellanos.

Tambin era socio de la Aragonesa el ministerio de Hacienda y elalcalde de Casas y Corte en excedencia, Cayetano Soler.

En la Junta general de 29 de junio de 1798, la Aragonesa endurece losrequisitos para la admisin de socios:

procurando recaiga siempre en patriotas

benemritos, en quienes resplandezca el celo del bienpblico [...]. Se juzg que si antes de tener fondos laSociedad, cuando stos consistan nicamente en lacontribucin voluntaria de los socios, se miraba enproponer sujetos dignos, mucho ms debe ahoratomarse en consideracin la dignidad de losCaballeros que se elijan, mayormente cuando laexperiencia ha demostrado que fue tibio el celo demuchos seores que lo manifestaron por incorporarseen el catlogo, y que despus fueron pocos los que


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llenaron sus obligaciones a que se haban constituidosegn los Estatutos, excusndose muchos an depagar la contribucin anual [...], cuidando la mismaJunta de que sus propuestas recaigan en personas de

la mayor dignidad y circunstancia o en aquellas quepor sus luces, literatura y patriotismo se tuvierenecesidad de ellas para el adelantamiento de losobjetos del Cuerpo87.

En la junta general del 30 de diciembre de 1796 se examina elprospecto de Semanario de Agricultura88 y en la junta del 13 de enero de

1797 se acuerda subscribirse a dos ejemplares, adems del que recibirgratis la escuela de Agricultura89.

A pesar de la desastrosa situacin de las finanzas pblicas, el primersecretario de Estado, Francisco de Saavedra, acepta un nuevo plan oestado de fondos de la Aragonesa, cuyos gastos ascendan a 42.500 realesanuales, mediante una Real Orden, dada en Aranjuez el 11 de junio de 1798 yleda en la -1032- junta general de la Aragonesa del 22 de junio de179890. Era una subvencin importantsima y digna de subrayar, dadas las

dificultades financieras del Estado.La Aragonesa colabora en el Censor de 179791 y , en todas las medias

econmicas del equipo ilustrado de Godoy. Saavedra y Jovellanos, como laque impuls la libertad en el campo de los gremios92, en fluidacorrespondencia93.

Esta comunin entre la Aragonesa y el equipo ministerial ilustrado sereafirma en el junta general del 29 de junio de 1798, cuando se da cuenta

de que con fecha 23 de junio se haba escrito al primer Secretario deEstado, Francisco Saavedra, dndole gracias de parte del Cuerpo por elinflujo y decidida proteccin con que S. E. miraba nuestros adelantamientospatriticos mediante las Reales rdenes que se haba dignado comunicar94 .En esa misma junta general, se distribuyen los premios de la Escuela deEconoma Civil, donde los alumnos de segundo y tercer curso recibieroncomo premio el Informe sobre la Ley Agraria, extendido por el Excmo. Sr.Don Gaspar Melchor de Jovellanos, magnficamente encuadernado95.

Saavedra y Jovellanos eran informados puntualmente de las actividadesde la ctedra de Economa Civil y Comercio, como se deduce de la carta-


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orden, de -1033- 14 de julio, leda en la junta general del 27 de julio, enla que el asturiano aplaude el celo del Cuerpo patritico por la enseanzade los estudios tiles y por los exmenes de la Escuela de Economa Civil ypremios distribuidos a sus alumnos. Jovellanos alaba el trabajo de la

Escuela de Economa, el de su catedrtico Normante y ya se fija en los dosalumnos ms sobresalientes, los economistas Polo y Catalina y Duaso96.

Inmediatamente la Aragonesa escribe una carta de agradecimiento aJovellanos y otra a Saavedra participndole lo obrado hasta aqu por laSociedad acerca del donativo voluntario97.

El pensamiento econmico del ministerio ilustrado, Saavedra,Jovellanos, Melndez, Urquijo, etc., est en sintona con los crculos

econmicos ms avanzados del momento, que nosotros simbolizamos en lactedra de Economa de la Aragonesa. Hemos visto que la EconmicaAragonesa quiz fue la Sociedad de Amigos del Pas ms favorecida por elequipo ministerial de Jovellanos y Saavedra. De su ctedra de Economa Civil y Comercio saldr el magnfico equipo de economistas de Normante,catedrtico titular, y sus alumnos ms aventajados, Juan Polo y Catalina yJos Duaso.

En la junta general del 22 de junio de 1798 Normante da cuenta de los

exmenes finales y se enumeran una serie de pensadores econmicos, entrelos que se encuentran los ms prestigiosos economistas europeos delmomento:

Seores: La Ctedra de Economa Civil yComercio, habiendo concluido su dcimo cuarto aode enseanza de las verdades de esta deliciosa eimportante ciencia de la prosperidad nacional, hatenido sus actos pblicos y de aprobacin de curso

[...] en los que han ejercitado 27 de los 57discpulos.

De primer ao se examinaron 20 alumnos, uno de ellos era TadeoCalomarde, sobre la doctrina de las instituciones en todos sus diferentestratados de -1034- conocimientos preliminares y de las materias deaumento progresivo de los habitantes, polica, ocupaciones tiles en general,

Agricultura y dems artes primitivas, fbricas y dems artes secundarias,comercio y rentas pblicas.


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Los de segundo ao [cuatro alumnos] sobreinstituciones, parte terica de la ciencia de losclculos polticos y la doctrina de las obras nacionalesde la misma ciencia, explicadas en lecciones

ordinarias de este ao que han sido: Informede laReal Sociedad Econmica de Madrid, extendido por elExcmo. Sr. Don Gaspar Melchor de Jovellanos, elProgreso Econmico de Don Bernardo Ward y , laRecreacin Poltica de Don Nicols Arriquivar. Y losdiscpulos de tercer ao, adems, de ejercitar sobrelas materias y doctrinas expresadas, handesempeado tambin el examen que les correspondapor su clase, de la parte prctica de la Aritmtica

poltica, resolviendo por ella cuantos problemas se leshan propuesto de los diferentes artculos deEconoma Poltica, sujetos a clculo, habiendoaumentado a estos ejercicios Don Juan Polo y donJos Duaso, como lo haban propuesto, el de exponery aplicar las partes que les ha cabido por suerte delos Discursos sobre la Industria y educacin populardel Excmo. Sr. Conde de Campomanes, y de las obraspoltico-econmicas del Dr. D. Sancho de Moncada,

Don Jernimo Uztriz, Don Bernardo Ulloa, DonMiguel Zabala, y Don Francisco Rom, Mrs. Quesnai,Melon, Dutor, Dargeul, Fortbonais, Condillac yNecker, Cab, Davenant, Munt, Child, Carys, Hume ySmith, Ludovico Antonio Muratori, Antonio Genovesi y Conde de Verri, cuyos ejercicios todos losdiscpulos han merecido, no solamente la aprobacinde los caballeros socios examinadores, sino tambinrepetidos elogios, Zaragoza, junio 22 de 1798, DonLorenzo Normante, Catedrtico de Economa Civil ycomercio.

En esta lista estn todos los autores de temas econmicos,considerados autoridades, que inspiraban el pensamiento del equipoministerial y por tanto de Melndez . Nos consta que el extremeo habaledo los principales de estos autores haca tiempo, pues en su biblioteca de1782 estaban Bernardo Ward, Campomanes, Sancho de Moncada, Melon,


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Condillac, Hume, Smith, Muratori, Genovesi y conde de Verri98. Lecturas, sinduda, ampliadas en los dieciocho aos siguientes.

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La libertad de comercio era defendida por los peridicos ilustrados,ligados al gobierno, y mirada con envidia por la Econmica Aragonesa. Porejemplo, en la clase de Comercio del 12 de noviembre de 1798, se leyerontambin algunos artculos de los Semanarios [de Agricultura] y Correos[Mercantiles], especialmente los dos del consulado de Veracruz, donde sehace ver el grande progreso que en aquellas costas estaba tomando elComercio en el ramo del algodn, mediante el mucho fomento de laAgricultura y de las fbricas de dicho ramo, y que esto ha sido efecto

nicamente de la habilitacin de los puertos, pues antes de esta franquiciaapenas se conoca su cultivo, con cuyos datos se afirma la clase en que lalibertad del Comercio es el mayor impulso de la Agricultura y de las artes yde consiguiente del Comercio99. Recordemos que la epstola VII deMelndez est dedicada a Godoy por impulsar el Semanario de Agricultura.

Conclusin

La ingenuidad del equipo ilustrado

A lo largo de la primavera de 1798 llegan a Espaa muchos de los ex-jesuitas despus de ms de treinta aos de destierro en Italia. Sufrieronlas consecuencias de la guerra, pues raro era el barco con ex-jesuitas,navegando entre Italia y Espaa, que no era apresado por los ingleses, comonarra el Padre Manuel Luengo en su conocido Diario100. Luengo llega aprincipios de junio y despus de pararse un mes largo en Teruel, donde unhermano suyo era cannigo, arriba a La Nava, su pueblo natal, cercano aMedina del Campo, a primeros de septiembre.


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Hemos visto que por estos mismos das Melndez comienza su destierroen Medina. Luengo y Melndez, dos notables intelectuales, inevitablementese encontraron en estas poblaciones cercanas y pequeas, a pesar de suideologa muy distinta.

No sabemos la fecha exacta de la entrevista. Suponemos que fue el 19de septiembre de 1798, cuando Luengo escribe:

Ayer estuve en Medina del Campo parapresentarme al Ordinario de este pas, que es unvicario, que reside en aquella villa. [...]. De esta mismaVilla, como de otros varios lugares cercanos, han idoya varios a La Nava a darme la bienvenida, y en ella se

juntaron tantas personas distinguidas de todasclases, a los que ya me haban visitado, paracongratularse conmigo y hacerme todo gnero dedemostraciones, que aqu ha sucedido, a proporcin,lo mismo, que en La Nava, en Teruel, y en otraspartes, [...] Es inexplicable el afecto y estimacin queme han mostrado, y no pudiendo apostarme, segn sudeseo en tiempo tan corto, me han obligado a darlespalabra de volver con ms sosiego. Y la cumplir

despus que haya satisfecho a otras talesobligaciones, y logrado algn reposo101.

Melndez no guard la ms mnima discrecin durante la entrevista,pues Luengo sali convencido de que era un filsofo, muy peligroso (verapndice 5).

E1 30 de septiembre de 1798 Luengo anota la cada de Jovellanos ,quien en su corto ministerio ha hecho algunos favores a varios jesuitasparticulares con ocasin de algunas cosas de literatura. Y una de ellas fue elsocorro de mil pesos duros a los jesuitas castellanos que escriben laHistoria Eclesistica. Y a este modo ha favorecido a Masdeu, que continaescribiendo su historia, y acaso estar ya en Len para aprovecharse de losmuchos y apreciables manuscritos que hay en el archivo de aquella ciudad. AJuan Andrs, a quien ha convidado con mucho empeo para que se venga aEspaa, y acaso algn otro literato.


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Al hablar del motivo de la deposicin de Jovellanos, el ex-jesuitarecoge la opinin de que es un filsofo y miembro principal en Espaa de lasecta filosfica, esparcida por toda la Europa y no poco multiplicada en estamonarqua, la cual tiene los dos grandes proyectos de arruinar todos los

tronos y la Religin Catlica. En tal caso es muy pequeo el castigo que se leda, como tambin es muy ligero el que se contina dando a Melndez Valds,que an est confinado en esta vecina villa de Medina del Campo, en la que lehe visto y hablado, y merecido muchas expresiones de obsequio. Y no puedomenos de decir que todo su aire y su lenguaje respira filosofa. Los dos sonmuy amigos y por consiguiente hermanos, y por las cosas que se han sabidode ste segundo [Melndez], se debe de haber conocido el carcterfilosfico del primero.

Dejando aparte ciertas imprecisiones, basadas en informaciones oralesde antiguos estudiantes salmantinos, como la de pensar que de Jos AntonioCaballero, se puede decir casi con certeza que es tan filsofo comoJovellanos y Melndez, y de ste segundo, a lo que me asegura quien conocia los dos, es amigo el nuevo Secretario de Gracia y Justicia, y los dos sondos bellos espritus criados en la renovada o, por mejor decir, corrompidauniversidad de Salamanca, Luengo cree a Melndez ms filsofo queJovellanos, y en consecuencia, ms peligroso. No se conforma con el simpledestierro, sino que habla de apremios (tortura), castigo ejemplar y de

abatir y exterminar la secta filosfica. Luengo tena muy recientes lasrevoluciones francesas e italianas y para evitar que en Espaa suceda lomismo propone medidas enrgicas:

Y de qu servir haber conocido a estos dosenemigos de la Religin y del Trono, especialmente nohaciendo en ellos un castigo ejemplar, para que otrosteman, ni apremindolos para que declaren los demshermanos cmplices en las mismas mximas y

atentados filosficos? Sin estas diligencias, y pasoshechos con actividad y vigor hasta llegar a abatir yexterminar la secta filosfica, de nada servir enEspaa la deposicin y castigo de Jovellanos, deMelndez y de algunos otros para salvar el Trono y laReligin, como no sirvieron otros semejantes en elEstado Pontificio y en otros varios de Italia102.


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Melndez, seguro de la verdad de sus ideas y de la rectitud de suconducta, no era consciente de la gravedad de la situacin en la que seencontraba el ministerio de Jovellanos y no adopt la discrecin, esperablede la ms elemental prudencia, cuando se habla con un enemigo ideolgico,

como eran los ex-jesuitas, en especial, Manuel Luengo, el cual dedica muchaspginas de su voluminoso Diarioa lanzar suspiros por la restauracin de laCompaa de Jess y por el exterminio de la secta jansenista y de losfilsofos. Sin olvidar la pblica amistad de Luengo con el catedrtico yviejo antagonista de Melndez, Custodio Ramos, cannigo lectoral ydelegado de la Inquisicin en Salamanca.

Si el desterrado Melndez es manifiestamente ingenuo en su entrevistay agasajos al ex-jesuita Luengo, manifestndole claramente su ideologa,

parece lgico suponer que lo fuese todava ms en Madrid, concediendoventajas a los enemigos del partido clerical. Ciertamente, el ministroJovellanos y sus colaboradores no cuidaron los aspectos psicolgicos de losacontecimientos histricos que les toc vivir, lo cual es importante siempre,pero ms en este periodo de trnsito de un rgimen a otro103.

Esto explica la mayor dureza que al principio tuvo el destierro deMelndez respecto al de Jovellanos. Melndez era considerado tanpeligroso o ms que el asturiano. El fiscal Melndez se gan, por s mismo, el

odio de los antiilustrados. Si el cese de Jovellanos tuvo la recompensaaparente del nombramiento como Consejero de Estado, el de Melndez fueel destierro fulminante104.

La poca habilidad del Ministerio ilustrado

La reina Mara Luisa, la principal enemiga del ministerio ilustrado, leescriba en 1802 a Manuel Godoy: Nadie ha aniquilado esta monarqua comoesos dos pcaros ministros, cuyo nombre no merecan, y es Jovellanos ySaavedra [...] Ojal jams hubiesen existido tales monstruos...!105. Es ladescalificacin del partido clerical hacia unos patriotas que slo intentabanracionalizar el Estado, en cuyo intento, inevitablemente, deban enfrentarsecon los privilegiados del Antiguo Rgimen. Despus de dos siglos parececlaro que lospcaros e impresentables estaban a la sombra de la reina.

Se ha achacado al ministerio de Jovellanos el no tener tacto cuando seenfrent con la mentalidad religiosa de la poca ni con la Inquisicin.


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Recurdese el enfrentamiento de los jansenistas con la Inquisicin, surgidoel 7 de octubre de 1797 con el nimio pretexto de la colocacin de unconfesionario en un convento de Granada. El 15 de febrero de 1798Jovellanos enva una carta a varios obispos que se pronuncian contra el

inquisidor de Granada: Jovellanos quiso aprovechar la ocasin para atacarde frente a la Inquisicin, quizs con intencin de acabar con ella.Saugnieux califica el ambiente de los primeros meses de 1798 nada menosque como la primera ofensiva del llamado partido jansenista contra losultramontanos, de los innovadorescontra los escolsticos106.

No nos atrevemos a calificarlo de ofensiva del partido jansenista,pero nosotros hemos podido constatar en los dos informes inditos deMelndez, quiz el ms estrecho colaborador del ministro Jovellanos, una

sintona total entre ambos.En el Informe contrario a la manifestacin de los cuatro Evangelios por

Documents

El paso de Jovellanos y Meléndez Valdés por el Ministerio de Gracia y Justicia 1798