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El Quijote en la Alemania de la Goethezeit Reflexiones de sociología literaria y traductológica Filología, traducción y lectura. Permítanme que, al hablar de un libro en el cual la lectura desempeña un papel tan importante (en último término, el “ingenioso hidalgo” acabará perdiendo la cabeza por el mucho leer y el poco dormir... por la excesiva lectura), dedique unas reflexiones iniciales a la misma. Es un hecho de la fenomenología cultural que tras la invención de la imprenta, a mediados del siglo XV, la literatura pierde gran parte de su entidad oral, de recitado o incluso de canto, para hacerse visual, es decir, hecho de impresión y edición. Hoy no sería posible que el ciego Homero compusiera sus epopeyas para un público de “oyentes”, porque desde entonces, desde la imprenta si no antes, la literatura es, fundamentalmente, un hecho de escritura y, por consiguiente, de lectura. Y la lectura y todos los factores que en ella intervienen o la posibilitan se convierten en elementos de progreso cultural en la medida en que la literatura lo es. Cuando hablo de “factores de lectura”, me estoy refiriendo, por ejemplo, a las librerías que ponen a nuestro alcance como mercancía el objeto de la lectura; a los autores que posibilitan la existencia del mismo; a los traductores que median entre las lenguas y culturas extrañas y la propia; a los editores y a los críticos que fomentan o desaconsejan cualquiera de los anteriores eslabones de la cadena cultural que llamamos “literatura”. Así pues, la dependencia “editorial” de la literatura ha convertido al filólogo en un profesional obligado a orientar, dirigir y promover la edición y la lectura. Renunciar a estas tareas en unos momentos en los que la lectura se encuentra acosada por el “visionado” de los “medios” sería firmar la sentencia de muerte de la filología si no como disciplina universitaria, sí, al menos, como tarea social. Y un factor fundamental en la promoción de la lectura es la traducción. Dicen expertos en sociología cultural que el 70% de la cultura impresa en cada lengua es cultura traducida. A pesar de eso, el filólogo se ha limitado con frecuencia a ser un mero teorizador y crítico, un “canonista” de la literatura sin preocuparse de la pragmatización social de los textos que estudia. El concepto de lector implícito que hace unos años puso en circulación la teoría de la recepción debería ser completado, y pronto, por uno más eficaz que, bien aplicado, produciría unos saludables efectos sociales: la lectura explícita. Sin un fomento más masivo de la lectura, la literatura pronto habrá dejado de existir a manos de los “realities” televisivos y telenovelas. ¡Dios nos ampare!.

El Quijote en La Alemania de La Goethezeit

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El Quijote en la Alemania de la GoethezeitReflexiones de sociologa literaria y traductolgicaFilologa, traduccin y lectura. Permtanme que, al hablar de un libro en el cual la lectura desempea un papel tan importante(en ltimo trmino, el ingenioso hidalgo acabar perdiendo la cabeza por el mucho leerel pocodormir... por la e!cesi"a lectura#, dedique unas re$le!iones iniciales a la misma.%s un hecho de la$enomenologa cultural que tras la in"enci&n de la imprenta, a mediados del siglo '(, la literaturapierde gran parte de su entidad oral, de recitado o incluso de canto, para hacerse "isual, es decir, hechode impresi&nedici&n. )o no sera posible que el ciego )omero compusiera sus epopeas para unpblico de oentes, porque desde entonces, desde la imprenta si no antes, la literatura es,$undamentalmente, unhechodeescritura, porconsiguiente, delectura. *lalecturatodoslos$actores que en ella inter"ieneno la posibilitan se con"ierten en elementos de progreso cultural en lamedidaenquelaliteraturaloes. +uandohablode$actoresdelectura, meestore$iriendo, pore,emplo, alaslibrerasqueponen a nuestro alcancecomo mercanca elob,etodelalectura-alosautoresqueposibilitanlae!istenciadel mismo- alostraductoresquemedianentrelaslenguasculturas e!traasla propia- a los editoresa los crticos que $omentan o desaconse,an cualquiera delos anteriores eslabones de la cadena cultural que llamamos literatura. .s pues, la dependencia editorial de la literatura ha con"ertido al $il&logo en un pro$esionalobligadoaorientar, dirigir promo"er laedici&nlalectura. /enunciar aestastareasenunosmomentos en los que la lectura se encuentra acosada por el "isionado de los medios sera $irmar lasentencia de muerte de la $ilologa si no como disciplina uni"ersitaria, s, al menos, como tarea social.* un $actor $undamental en la promoci&n de la lectura es la traducci&n. 0icen e!pertos en sociologacultural queel 123delaculturaimpresaencadalenguaesculturatraducida.. pesardeeso, el$il&logo se ha limitado con $recuencia a ser un mero teorizadorcrtico, un canonista de la literaturasin preocuparse de la pragmatizaci&n social de los te!tos que estudia. %l concepto de lector implcitoque hace unos aos puso en circulaci&n la teora de la recepci&n debera ser completado,pronto, poruno ms e$icaz que, bien aplicado, producira unos saludables e$ectos sociales4 lalectura explcita. 5inun$omentomsmasi"odelalectura, laliteraturaprontohabrde,adodee!istiramanosdelosrealities tele"isi"osteleno"elas. 60ios nos ampare7.%ste elemental apunte de $enomenologa cultural tiene su importancia para lo que acontinuaci&n sigue. %ste ao de gracia de 8229, los espacios culturales en los que nos mo"emos, esdecir, %spaa.lemania, asisten a las conmemoraciones centenarias de dos e"entos de calado tantoen las respecti"as historias culturales como en sus mutuas relaciones4 %l bicentenario de la muerte de5chillerel cuartocentenariodelaaparici&ndelQuijotede+er"antes, doshechoso, me,or dospersona,es, real uno, $icticio el otro, que, adems de haber marcado la cultura de los dos pases, tienenuna relaci&n e!traordinaria a la lectura.:anto 5chiller como +er"antes son lo que son gracias a lalectura que de sus obras han hecho las generaciones que nos han precedido. * cualquier ocupaci&npro$esional con los mismos por parte de una $ilologa e!tran,era debera partir de su e$ecto social atra"s de la lecturaorientarse a producir un maor ni"el de lectura, del Quijoteen .lemaniade5chiller en %spaa. Paralos pro$esionales delas $ilologas e!tran,eras, hispanistas alemanes ogermanistasespaolespore,emplo, estascelebracionestienenunaespecial resonancia, porquenossir"enparatomar el pulso a la e$icacia social de nuestras disciplinas. +omo bene$iciario implcito de la labor delos hispanistas alemanes, poco me interesa que estos tracen grandes cuadros e!egticos del Quijote (sies o no es una no"ela deambulatoria, por e,emplo#, si esto no "a acompaado de una di$usi&n quee!tiendael conocimiento;ensucasolaestimaoel rechazo;delaobradelaculturaquerepresentaqueeslaquepersonalmentelle"opuesta.. lain"ersa, comogermanistaespaol, noconcibo la $unci&n social de la especialidad que pro$eso, la germanstica espaola, como un aporte alos estudios interpretati"os de la literatura alemana en s mismapara consumo de alemanes,sinocomounintentode e!gesis di$usi&nde lacultura alemana enel mbitosocial espaol. %lgermanistaespaol debehacer queunaculturadelaquenosseparanunsin$nde$actores;lalatinidad, la geogra$a, la peninsularidad; que, en parte, quedan e!presados en los respecti"os clichspercepti"os, seacada"ezme,or conocidams estimadacomocomplementoaciertasactitudes"italescomportamientos sociales insatis$actorios o como presupuesto de una me,or relaci&n entre losdos pueblos. . Ci repaso por lasbibliotecas uni"ersitarias, no da mucho ms resultado. %n la