El “sí-mismo”

¿Qué es el “sí-mismo”?

El psicólogo suizo Carl Gustav Jung lo define como “la unión de los opuestos, representando el fin último del proceso de individualización”.

¿Qué es el “sí-mismo”?

El sí-mismo comprende la “psique consciente” y la “inconsciente”, y por ello es una personalidad que ‘también’ somos.

¿Qué es el “sí-mismo”?

No es posible alcanzar una consciencia aproximativa del “sí-mismo”, pues una gran parte de nuestro inconsciente también pertenece al total del sí-mismo.

¿Qué es el “sí-mismo”?

El sí-mismo, en resumen, es el centro y además lo que engloba tanto lo consciente como lo inconsciente.

¿Qué es el “sí-mismo”?

Carl Gustav Jung lo entiende como “la meta de la vida”, ya que se trata de la expresión más completa del individuo.

¿Qué es el “sí-mismo”?

En mi opinión, no es tanto la meta, como el camino. A mi modo de ver las cosas, el sí-mismo es el camino para encontrarnos a nosotros mismos.

¿Qué es el “sí-mismo”?

Pero es un camino continuo, sin una “meta” como tal. Un camino que es una meta al mismo tiempo.

Fotografías

¿Alguna vez te has preguntado por qué eres así? ¿Es realmente tu personalidad, te has dejado influir por otros? ¿Acaso te gusta siquiera cómo eres?

¿No sientes a veces que no encajas en el lugar en el que estás?

Te paras a pensar, y te das cuenta de que no es así realmente como quieres ser, no te conoces a ti mismo.

Te rodeas de gente, gente que te importa más, gente que te importa menos. Pero todos influyen en ti y en tu forma de ser.

Si no es así como quieres ser, ¿por qué eres así? Ni siquiera tú te reconoces. Ni siquiera tú te gustas. Una parte de ti quiere ir por un lado, otra parte de ti quiere ir por otro, otra parte por otro distinto. Existen muchas versiones, muchas posibilidades, infinitas, de ti mismo.

Pero una parte, una gran parte de ti mismo, te impide alcanzar ese “yo” que anhelas, quizá por la comodidad y la seguridad de saberte como eres, aunque no te guste. Tú mismo te atrapas y no te dejas avanzar, pero ¿por qué?

De alguna manera, te echas de menos a ti mismo. Echas de menos ser alguien que ni eres, ni has sido. Y aún así, extrañas a ese ‘yo’ tuyo y rechazas tu ‘yo’ actual.

Así que está decidido. Comienzas una búsqueda. Tu propia búsqueda. Pretendes encontrar tu yo mismo. Y empiezas a mirar en tu interior.

Quieres salir de aquí, quieres irte a otra parte, a un lugar donde poder ser tú mismo.

Rechazas cómo eres ahora, te deshaces de ello. Quieres comenzar otra vez. Eso te encantaría, ¿verdad?

Pero lo cierto es… que no puedes. Tu forma de ser viene dada por tu manera de reaccionar ante lo que te ocurre. Eres la suma de tus recuerdos y experiencias, todo ello adaptado por ti, y resultando en ti.

Cada persona que pasa por tu vida, ya sea intercambiando una simple mirada, o permaneciendo contigo durante largo tiempo, influye en ti, y cambia el curso de tu camino.

La verdad es que esta búsqueda no es sencilla, te cuesta, te frustra. Quieres ser tú mismo, pero inevitablemente, los demás te influyen. Estás atado a tu entorno.

Lo importante en esto es...que tú tienes el lápiz en la mano. Tu alrededor influye en ti, sí. Pero tú decides cómo usar esa información y adaptarla a ti, tú eliges el camino, tú eres quien decide cómo vas a pintar en ese lienzo que eres tú mismo.

Y cuando uno comprende todo eso, cuando lo acepta, y cuando lo pone en práctica, se encuentra a si mismo. Y en ese momento, sólo en ese momento, la búsqueda ha llegado a su fin, aunque sólo para comenzar la siguiente, pues el “yo mismo” es una búsqueda personal constante, cuyo objetivo no es encontrar, sino la búsqueda en sí. El cómo decidimos y el cómo nos adaptamos a nuestro alrededor nos hacen como somos.