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ronald-mendoza
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El teorema fundamental de la hidrostática
¿Por qué las paredes de un dique van aumentando su espesor hacia el fondo del
lago? ¿Por qué aparecen las várices en las piernas?
Es un hecho experimental conocido que la presión en el seno de un líquido aumenta
con la profundidad. Busquemos una expresión matemática que nos permita
calcularla. Para ello, consideremos una superficie imaginaria horizontal S, ubicada a
una profundidad h como se muestra en la figura de la derecha.
La presión que ejerce la columna de líquido sobre la
superficie amarilla será:
p = Peso del líquido/Area de la base
Con matemática se escribe: p = P/S = (d . V)/S=(d . S .
h)/S= d . h (porque la S se simplifican)
donde p es el peso específico del líquido y V es el
volumen de la columna de fluido que descansa sobre la superficie S.
Es decir que la presión que ejerce un líquido en reposo depende del peso específico
(p) del líquido y de la distancia (h) a la superficie libre de éste.
Si ahora consideramos dos puntos A y B a diferentes
profundidades de una columna de líquido en equilibrio, el
mismo razonamiento nos permite afirmar que la diferencia de
presión será:
PA —PB = p . hA— d . hB
Este resultado constituye el llamado teorema fundamental de la hidrostática:
La diferencia de presión entre dos puntos dentro de una misma masa líquida es el
producto del peso específico del líquido por la distancia vertical que los separa.
Ésta es la razón por la cual dos puntos de un fluido a igual profundidad estarán a
igual presión. Por el contrario, si la presión en ambos puntos no fuera la misma,
existiría una fuerza horizontal desequilibrada y el líquido fluiría hasta hacer que la
presión se igualara, alcanzando una situación de equilibrio.
Hasta aquí sólo hemos encontrado la expresión de la presión que ejerce el líquido
sobre un cuerpo —imaginario o no— sumergido en una determinada profundidad h.
Ahora bien, ¿cuál es la presión total ejercida en el cuerpo? Si tenemos en cuenta
que, probablemente, por encima del líquido hay aire (que también es un fluido),
podemos afirmar que la presión total ejercida sobre el cuerpo es debida a la presión
de la columna del líquido más la presión que ejerce el aire sobre la columna. Es
decir:
P = Paire + Plíquido = Patmosférica + d . h
Este resultado tiene generalidad y puede ser deducido del teorema fundamental de
la hidrostática. Veamos cómo. Si consideramos que el punto B se encuentra
exactamente en la superficie del líquido, la presión en A es:
PA= PB+ d . Ah = Psuperficie + P. (hA-hB) = Patmosférica + d . h
Los vasos comunicantes son recipientes comunicados entre sí, generalmente por su base. No importa cuál sea
la forma y el tamaño de los recipientes; en todos ellos, el líquido alcanza la misma altura.
Cuando tenemos un recipiente vertical conteniendo un liquido y le hacemos perforaciones en sus paredes, las
emisiones del liquido de los agujeros de la base tendrán mayor alcance que las emisiones de arriba, ya que a
mayor profundidad hay mayor presión.
EL EMPUJE: PRINCIPIO DE ARQUIMEDES
Resulta evidente que cada vez que un cuerpo se sumerge en un líquido es
empujado de alguna manera por el fluido. A veces esa fuerza es capaz de sacarlo a
flote y otras sólo logra provocar una aparente pérdida de peso. Pero, ¿cuál es el
origen de esa fuerza de empuje? ¿De qué depende su intensidad?
Sabemos que la presión hidrostática aumenta con la profundidad y conocemos
también que se manifiesta mediante fuerzas perpendiculares a las superficies
sólidas que contacta. Esas fuerzas no sólo se ejercen sobre las paredes del
contenedor del líquido sino también sobre las paredes de cualquier cuerpo
sumergido en él.
Distribución de las fuerzas sobre un cuerpo sumergido
Imaginemos diferentes cuerpos sumergidos en agua y representemos la
distribución de fuerzas sobre sus superficies teniendo en cuenta el teorema general
de la hidrostática. La simetría de la distribución de las fuerzas permite deducir que
la resultante de todas ellas en la dirección horizontal será cero. Pero en la dirección
vertical las fuerzas no se compensan: sobre la parte superior de los cuerpos actúa
una fuerza neta hacia abajo, mientras que sobre la parte inferior, una fuerza neta
hacia arriba. Como la presión crece con la profundidad, resulta más intensa la
fuerza sobre la superficie inferior. Concluimos entonces que: sobre el cuerpo actúa
una resultante vertical hacia arriba que llamamos empuje.
¿Cuál es el valor de dicho empuje?
Tomemos el caso del cubo: la fuerza es el peso de la columna de agua ubicada por
arriba de la cara superior (de altura h1). Análogamente, F2 corresponde al peso de
la columna que va hasta la cara inferior del cubo (h2). El empuje resulta ser la
diferencia de peso entre estas dos columnas, es decir el peso de una columna de
líquido idéntica en volumen al cubo sumergido. Concluimos entonces que el módulo
del empuje es igual al peso del líquido desplazado por el cuerpo sumergido.
Con un ejercicio de abstracción podremos generalizar este concepto para un cuerpo
cualquiera. Concentremos nuestra atención en una porción de agua en reposo
dentro de una pileta llena. ¿Por qué nuestra porción de agua no cae al fondo de la
pileta bajo la acción de su propio peso? Evidentemente su entorno la está
sosteniendo ejerciéndole una fuerza equilibrante hacia arriba igual a su propio peso
(el empuje).
Ahora imaginemos que “sacamos” nuestra porción de agua para hacerle lugar a un
cuerpo sólido que ocupa exactamente el mismo volumen. El entorno no se ha
modificado en absoluto, por lo tanto, ejercerá sobre el cuerpo intruso la misma
fuerza que recibía la porción de agua desalojada. Es decir:
Un cuerpo sumergido recibe un empuje vertical y hacia arriba igual al peso del
volumen de líquido desplazado.
E = Peso del líquido desplazado = dlíq . g . Vliq desplazado = dliq . g . Vcuerpo
Es importante señalar que es el volumen del cuerpo, y no su peso, lo que determina
el empuje cuando está totalmente sumergido. Un cuerpo grande sumergido recibirá
un gran empuje; un cuerpo pequeño, un empuje pequeño.
Como hace un barco para flotar?
Pues bien, el mismo está diseñado de tal manera para que la parte sumergida desplace un volumen de agua
igual al peso del barco, a la vez, el barco es hueco (no macizo), por lo que se logra una densidad media
pequeña. En el caso de los submarinos, tienen un sistema que le permite incorporar agua y de esta manera
consiguen regular a sus necesidades la densidad media de la nave.
EL PROBLEMA DE LA CORONA DEL REY
El rey Hierón le entregó 2,5 kg de oro a su joyero para la construcción de la corona
real. Si bien ése fue el peso de la corona terminada, el rey sospechó que el artesano
lo había estafado sustituyendo oro por plata en el oculto interior de la corona. Le
encomendó entonces a Arquímedes que dilucidara la cuestión sin dañar la corona.
Con sólo tres experiencias el sabio pudo determinar que al monarca le habían
robado casi un kilo de oro. Veamos cómo lo hizo.
En primer lugar, Arquímedes sumergió una barra de medio kilo de oro puro y
comprobó que desplazaba 25,9 cm3. Por lo tanto, el peso específico del oro es:
Poro = 500 gr/25.3 cm3 =19.3 gr/cm3
Si el joyero hubiera hecho las cosas como le habían indicado, el volumen de líquido
desplazado por la corona real, que pesaba 2,5 kilogramos, debería haber sido:
Vcorona = 2.500 gr/19.3 gr/cm3=129.5 cm3
A continuación, sumergió la corona real y midió que el volumen de agua desplazado
era de 166 cm3, o sea, mayor del esperado. ¡Hierón había sido estafado! ¿En
cuánto? Para saber qué cantidad de oro había sido reemplazado por plata,
Arquímedes repitió la primera experiencia sumergiendo una barra de un kilo de
plata para conocer su peso específico. Como el volumen desplazado resultó 95,2
cm3, se tiene que:
Pplata=1000 gr/95.2 gr/cm3=10.5 gr/cm3
Sabemos que el peso total de la corona es 2.500 gr. (el joyero tuvo la precaución de
que así fuera) y su volumen total, de 166 cm3. Entonces:
Vcorona=Voro+Vplata=166 cm3
Vplata=166-Voro
Pcorona=Poro+Pplata=2500 gr.
Si reescribimos la última ecuación en función del peso específico y el volumen, nos
queda que:
19.3 gr/cm3 . Voro + 10.5 gr/cm3 . Vplata = 2500 gr
Tenemos dos ecuaciones con dos incógnitas (Voro y Vplata). Sustituyendo una
ecuación con la otra, se tiene que:
19,3 gr/cm3. Voro + 10.5 gr/cm3. (166 cm3-Voro) = 2.500 g
de donde se despeja la incógnita:
Voro =86cm3
con lo que se deduce que:
Poro =Poro Voro = 19,3 gr/cm3 . 86 cm3 = 1.660 gr
Pplata=Pcorona - Poro =2.500gr -1.660 gr =840 gr
De esta manera, Arquímedes pudo comprobar que al rey le habían cambiado 840
gr. de oro por plata. Cuenta la leyenda que el joyero no pudo disfrutar del oro mal
habido.