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EL URBANISMO RENACENTISTA Plano de la ciudad de Sforzinda, de Filarete. Utopía urbanística del renacimiento. EL URBANISMO RENACENTISTA Lo que hemos llamado Renacimiento implica, como ya sabéis, una vuelta a los ideales y valores de la antigüedad Clásica, a la que se considera paradigma de la perfección y del buen hacer artístico. Estos valores son una novedad en el s. XV, pero no tanto, pues desde el s. XIV, el humanismo se fue abriendo camino, aunque sin relegar a Dios del centro indiscutible del Universo. La cultura antropocéntrica que se va difundiendo en esta época supone, entre otras cosas, desplazar a Dios a un segundo plano, sin desecharlo, pues no podemos olvidar que no se trata de recuperar el paganismo antiguo sino de reinterpretar el legado clásico desde una perspectiva cristiana y humanista. Es en este nuevo contexto donde el urbanismo, esa disciplina que trata de ordenar y entender el desarrollo de la ciudad desde criterios racionales, cobra interés. Las ciudades medievales habían sido organismos que se habían desarrollado sin un plan previo, de forma irregular y caótica. Los grandes hitos arquitectónicos, como los palacios o las catedrales, sobresalían en la trama urbana, pero no organizaban su desarrollo más allá de algunos espacios abiertos, las plazas, a cuyo alrededor se apiñaban las demás construcciones. Ahora asistiremos a un regreso, como en casi todo lo demás, a los ideales urbanísticos que habían inspirado los modelos greco-helenísticos (el plano hipodámico) y romanos (el castrum). Se vuelve, o se intenta,

El Urbanismo Renacentista

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Desarrollo urbano del renacimiento

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EL URBANISMO RENACENTISTA

Plano de la ciudad de Sforzinda, de Filarete. Utopa urbanstica del renacimiento.

EL URBANISMO RENACENTISTA

Lo que hemos llamadoRenacimientoimplica, como ya sabis, una vuelta a los ideales y valores de la antigedad Clsica, a la que se considera paradigma de la perfeccin y del buen hacer artstico. Estos valores son una novedad en el s. XV, pero no tanto, pues desde el s. XIV, el humanismo se fue abriendo camino, aunque sin relegar a Dios del centro indiscutible del Universo. La cultura antropocntrica que se va difundiendo en esta poca supone, entre otras cosas, desplazar a Dios a un segundo plano, sin desecharlo, pues no podemos olvidar que no se trata de recuperar el paganismo antiguo sino de reinterpretar el legado clsico desde una perspectiva cristiana y humanista. Es en este nuevo contexto donde elurbanismo, esa disciplina que trata de ordenar y entender el desarrollo de la ciudad desde criterios racionales, cobra inters.Las ciudades medievaleshaban sido organismos que se haban desarrollado sin un plan previo, de forma irregular y catica. Los grandes hitos arquitectnicos, como los palacios o las catedrales, sobresalan en la trama urbana, pero no organizaban su desarrollo ms all de algunos espacios abiertos, las plazas, a cuyo alrededor se apiaban las dems construcciones. Ahora asistiremos a un regreso, como en casi todo lo dems, a los ideales urbansticos que haban inspirado los modelos greco-helensticos (el plano hipodmico) y romanos (el castrum). Se vuelve, o se intenta, aplicar el racionalismo y su expresin geomtrica en los nuevos modelos de ciudad que se crean o imaginan, pues apenas se construyen ciudades nuevas, se trata ms bien deproyectos ideales,casi utpicos. El gran referente ser el arquitecto romanoVitrubio, quepostulaba que la ciudad deba ser octogonal para hacer frente a los 8 vientos dominantes. Siguiendo este esquema, los pensadores de la poca disean susciudades ideales. La arquitectura, como veremos, s se ver muy influida por la reinterpretacin de los modelos clsicos, pero no tanto en el urbanismo, pues la peste negra del s. XIV, haba casi vaciado las ciudades. El urbanismo renacentista no nace, pues, para dar respuesta a las necesidades de expansin de la ciudad, sino como una extensin de los ideales clasicistas que cimentan el Renacimiento como proceso o etapa histrica y cultural.

Caractersticas generales del urbanismo renacentista:1. Regularidad: las ciudades tienden a formas que recuerdan la circunferencia (estrella, octgono o circunferencia) y sus calles o sonortogonaleso tienden alradiocentrismo. Se intenta mantener la regularidad en la altura de los edificios.2. Preocupacin defensiva: aparecen nuevas armas de artillera, las murallas deben ser ms fuertes para resistir los ataques.3. Esteticismo: la belleza como elemento constructivo. En este campo se desarrollar una importantearquitectura paisajsticaque tratar de combinar e integrar construcciones y naturaleza.4. Higiene: las ciudades que se proyectan han de mejorar la salubridad urbana.5. Orden: cada cosa est en su sitio. Las leproseras y edificios que desprenden olores se sitan en la zona por donde sale el aire de la ciudad. La ciudad se construye en octgono para refugiarse de los ocho vientos dominantes. Cada barrio se dedica a una cosa.6. Calles: alineaciones rectas,ortogonales. No son un mero lugar de trnsito, sino un lugar donde contemplar los edificios. El espacio urbano se concibe, en cierta forma, como escenografa para la contemplacin de los bellos edificios que se levantan, respetando laperspectivay facilitando su disfrute esttico.7. Plazas: para reunin y contemplacin de edificios. La plaza recuerda el antiguo foro o gora; sigue siendo, en las ciudades, el espacio donde se concentra y se hace visible la vida ciudadana.

Se construyen pocas ciudades, pero las que se hacen son por:

Razones militares: la ms representativa es Palmanova, en Italia, con forma de estrella.Razones religiosas:creadas por protestantes.Accidentes naturalesque tiran viejas ciudades: Sicilia.

Dado el escaso nmero de nuevas ciudades, la mayora de las obras son deacondicionamientode partes de la ciudad: construccin de palacios, iglesias, etc., que conllevan la demolicin de edificios antiguos. Las ideas renacentistas postulan calles rectilneas y con una arquitectura uniforme, con grandes plazas y conjuntos monumentales.La ciudad renacentista, en consecuencia,sigue siendo la ciudad medieval,pero con pequeos cambios superficiales impulsados por las lites burguesas, eclesisticas y aristocrticas. No obstante lo anterior, estos proyectos de ciudad ideal, como el citado de Sforzinda, ejercern una graninfluenciacuando en el s. XIX, en el marco de la expansin urbana que se da durante la Revolucin Industrial, se desarrolle elurbanismo contemporneoy ste deba atender a las nuevas necesidades de una poblacin en crecimiento y de unas ciudades que desbordan sus lmites histricos, generando nuevos problemas y exigiendo nuevas soluciones que, en algunos casos, toman como referencia los modelos renacentistas.