43
1 EL VACÍO Cuatro son los apartados en los que fraccionamos este trabajo: 1.- Introducción 2.—Definiciones y conceptos: -ciencia y religión -hipótesis y axioma -proposición y realización 3.—Breve cronología. 4.—Posible relación entre ciencia y ocultismo. -La materialización del espíritu y la espiritualización de la materia. -El vacío 1.- Introducción El vacío tiene connotaciones tanto esotéricas como científicas. Pretendemos exponer algunas de ellas y relacionarlas, lo que nos llevará a la consideración de la transmutación de la materia en espíritu o dicho de otra manera, de la realización de la voluntad en la materia. Expondremos desde el punto de vista de la ciencia el proceso de transmutación material y trataremos de enlazarlo con el concepto de iluminación y liberación espirituales. El proceso transmutador en su máxima expresión estaría simbolizado por el denominado en términos esotéricos como avatar, así como la totalidad de la materia que se resiste a dicho proceso, porque no admite el cambio, lo protagonizaría el llamado anticristo. El vacío es lo único que aterra al anticristo, mientras que el avatar se siente atraído hacia él. El denominado como ángel de la presencia es el mediador entre la humanidad ya transmutada y el avatar, así como el guardián del umbral entre la humanidad resistente al vacío o cambio y el anticristo. El vacío podría ser el resultado de dos procesos científicos:

el vacío - Analogías · En casi 300 años se descubrió la existencia de 91 nuevos elementos con los que había que experimentar observando sus propiedades y utilidades siguiendo

  • Upload
    others

  • View
    6

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

1

EL VACÍO Cuatro son los apartados en los que fraccionamos este trabajo: 1.- Introducción 2.—Definiciones y conceptos: -ciencia y religión -hipótesis y axioma -proposición y realización 3.—Breve cronología. 4.—Posible relación entre ciencia y ocultismo. -La materialización del espíritu y la espiritualización de la materia. -El vacío 1.- Introducción El vacío tiene connotaciones tanto esotéricas como científicas. Pretendemos exponer algunas de ellas y relacionarlas, lo que nos llevará a la consideración de la transmutación de la materia en espíritu o dicho de otra manera, de la realización de la voluntad en la materia. Expondremos desde el punto de vista de la ciencia el proceso de transmutación material y trataremos de enlazarlo con el concepto de iluminación y liberación espirituales. El proceso transmutador en su máxima expresión estaría simbolizado por el denominado en términos esotéricos como avatar, así como la totalidad de la materia que se resiste a dicho proceso, porque no admite el cambio, lo protagonizaría el llamado anticristo. El vacío es lo único que aterra al anticristo, mientras que el avatar se siente atraído hacia él. El denominado como ángel de la presencia es el mediador entre la humanidad ya transmutada y el avatar, así como el guardián del umbral entre la humanidad resistente al vacío o cambio y el anticristo. El vacío podría ser el resultado de dos procesos científicos:

2

-el efecto fotoeléctrico -y la radiactividad así como de sus homólogos esotéricos: -la transmutación -y la iluminación A lo largo de este trabajo nos referiremos al resultado de una combinación, que será diferente si lo que se produce es una mezcla. Si en un crisol introducimos azufre en polvo y limaduras de hierro, al calentar hasta que fundan y dejar enfriar el resultado es sulfuro ferroso, una sustancia distinta de las dos anteriores. Y a este resultado apelamos cuando nos referimos a la combinación, que permite la aparición de una tercera sustancia distinta de sus progenitoras. 2.- Definiciones y conceptos: -ciencia y religión -hipótesis y axioma -proposición y realización. Actualmente todo el mundo sabe que la Tierra tiene forma esférica, pero hubo un tiempo en el que todo el mundo sabía que la Tierra era plana. Aunque no hayamos experimentado personalmente que es redonda, lo hemos aprendido así por legado y vivimos en un conjunto de conocimientos que los admitimos ya como lógicos y ciertos, pues nos educamos con ellos utilizándolos como base para estructurar otros. ¿Qué puede ocurrir si ésta base es falsa? A lo largo de la historia ha ocurrido varias veces. Un nuevo conocimiento empieza cuando se formula una hipótesis mediante la capacidad humana de inventar o la de imaginar y que cuando se verifica experimentalmente se forma un axioma aplicable a todo, se generaliza por inducción de unos a otros dando lugar a una ley de comportamiento social. De ésta manera sabemos el por qué de muchas cosas sin tener que volver a demostrarlas.

3

En el camino recorrido por la humanidad se observan dos grandes escisiones o grupos, el hipotético, imaginativo e inventor y el experimental o realizador. Ambos se expresan por separado, pero cuando se han combinado resultaron proposiciones que se han convertido en axiomas y éstos en leyes revolucionarias cuyo descubrimiento ha abierto una nueva era para la humanidad. Se conceptúa al siglo XIX como materialista debido al predominio de la experimentación, pero imaginemos la sorpresa de un químico de la época cuando en el año 1.700 apenas se conocían una docena de elementos, en el 1.800 unos 35 para pasar a 103 en 1.979. En casi 300 años se descubrió la existencia de 91 nuevos elementos con los que había que experimentar observando sus propiedades y utilidades siguiendo el esquema de: Hipótesis - experimentación - axioma - generalización - ley. Pero la fiebre por el experimento no sucede en el XIX solamente, sino que se reproduce en toda la historia de la humanidad afectando a ambos grupos de manera que cada cual se ha replegado en sí mismo defendiéndose de lo que afirma el otro o descalificándole. Todo lo que ahora somos, de bueno y de malo, es el resultado de tales mutuas defensas, reproches y justificaciones y también, utilizamos en nuestro presente el resultado de los momentos en los que han consentido combinarse. Cada combinación ha producido su propio renacimiento y su estela permanece a pesar de los tiempos porque se ha formado en base a un consenso que no cede lugar a la separación sino que propicia actitudes que permiten la cesión de lo propio para que no sea ni tu ni yo sino la suma de los dos. Así, Mileto, ciudad de Asia Menor colonizada por los jonios en el XII adC, llegó a constituir un enclave intelectual debido a personajes como Tales, Anaximandro o Anaxímedes que provocaron con sus hipótesis verdaderas revoluciones hasta crear escuela, la escuela jónica, operante a partir del VI a.d.C. y caracterizada por el intento de explicar racionalmente el mundo basándose en la experiencia. Aristóteles les llama los físicos porque explicaban la naturaleza como una unidad viviente fundada en un único y originario principio: el arkhë. Tales de Mileto fue quizás el primero que intentó enunciar las leyes de la naturaleza infundiendo en el mundo helénico la cultura de la

4

antigua Babilonia, mezcla de acadios, sumerios, medos y persas entre otros, de ahí que se atribuya la confusión entre sus lenguas a una torre existente en el interior de la ciudad en tiempos de Nabucodonosor, entre los siglos V y VI de nuestra Era, llamada Zigurat o Torre de Babel formando parte del conjunto amurallado urbano a orillas del Éufrates. Tales, como otros, no se preguntaba lo que se sabe sino cómo se sabe, poniendo en entredicho a la autoridad y la tradición que determinan el qué pero no el cómo. La epistemología o ciencia del conocimiento se estructura sobre la constante formulación de hipótesis que consiguen formar axiomas y acaban en leyes universales, cuya repentina expresión hace pronunciar el eureka como manifestación de la ciencia del descubrimiento, constituyendo una verdadera rama de la epistemología, la llamada metodología. Es la constante relación entre hechos, errores y asertos. Nunca podremos entender las cosas si no hemos determinado qué queremos saber para lograr establecer un método de investigación cuyo resultado será el conocimiento. Albert Einstein estaba en su laboratorio cuando llegó apresuradamente uno de sus colaboradores comunicándole que se había demostrado su teoría de la relatividad en un experimento astronómico. Ni se inmutó y continuó con su trabajo sin prestarle atención. Al preguntarle por su reacción si no se hubiese demostrado le dijo ”lo hubiese lamentado, por el buen Dios, porque la teoría es correcta”. Para Einstein, que quizás podía verificar experimentalmente determinadas hipótesis a través de su mente, era un axioma del que podía deducir una ley pero constituye para los profanos tan solo una hipótesis. La mayoría de nosotros carecemos de esa capacidad de verificación experimental cuando se aleja del plano físico, pero hemos creado la creencia para verificar experimentalmente lo que no sabemos, invocando lo incomprensible y practicando actitudes que no podemos explicar. Así podría comenzar una religión. La ciencia ha desarrollado su propio lenguaje cuyo máximo exponente lo constituye la fórmula. La religión ha hecho lo mismo a través del mito.

5

El mito no admite formulación porque representa el ideal y exige creencia, no tiene base experimental. La fórmula no se mitifica porque obedece a una realidad comprobable y exige su ejecución. Así aparecen los dogmas científicos o religiosos y que son exigidos a través de un determinado culto. Si la ciencia intenta reducirlo todo a fórmulas y la religión a mitos, ambos se representan por símbolos en los que concentran todo lo que son. Si se uniesen en combinación fórmula y mito podrían producir un tercer elemento, el sonido, el Verbo creador sin dogmas. Tres características pueden definir tanto a la ciencia como a la religión pero sin nexo que las corresponda mutuamente, por lo que existen y persisten mezcladas, sin combinarse: Respecto de la ciencia tres verbos en infinitivo: Saber------Comprender-------Explicar Respecto de la religión tres actitudes: Creencia--------Plegaria---------Culto Existen creencias de las que se ignora la razón y conocimientos en los que no se cree, plegarias que no se comprenden y actitudes que no podemos explicar. Así creamos el culto. Quizás sea necesaria la combinación entre los elementos de cada grupo, lo podría constituir el germen de la fraternidad universal y el establecimiento de leyes con muy distinto cariz a las actuales, pues estarían derivadas de hipótesis razonadas y serían aplicables universalmente en la práctica y en todos los ámbitos, evitando expresiones como las que recoge el Derecho Canónico en su Canon 487 definiendo al estado religioso como “el modo estable de vivir en común, por el cual los fieles, además de los preceptos comunes, se imponen también la obligación de practicar la obediencia, la castidad y la pobreza”. Estas leyes pueden desarrollarse a partir del derecho individual de concreción sobre qué debo saber para tener fe y creer en mi mismo, pero no como individuo aislado, sino como que formo parte de un entorno en el que me corresponde determinado papel. Para descubrir dónde se encaja en el conjunto se precisa el conocimiento del mismo y de sí mismo e iniciar el camino de servirle, no con el de estorbarle.

6

Muchos son los humanos que han descubierto todo o parte del papel que desempeñan en el conjunto que les ha tocado vivir y lo han cumplido legando a la humanidad ese eureka, un conocimiento que ha sido aprovechado por todos, aunque en muchas ocasiones egoístamente por algunos. Así, al utilizar egoístamente estos conocimientos envenenamos las aguas y la atmósfera, empobrecemos la fertilidad de la tierra y destrozamos la corteza terrestre utilizando energías físicas, psicológicas y nucleares contra otros y contra todo. Por el mal uso del conocimiento que nos han legado. Es evidente que la solución no puede sobrevenir con la generalización de la ignorancia y la concentración del conocimiento en exclusiva para unos pocos, sino justo al revés. Tan solo requiere que sea presentado y explicado de manera lógica, comprensible y ausente de fórmulas y de mitos, pero también requiere que sea escuchado con la debida y responsable atención, se admita o no. La mayoría de nosotros no hemos sido capaces de lo uno ni de lo otro. La especialización en el trabajo ha provocado algo de bueno y es que se haya profundizado en un específico campo del que han salido grandes conocimientos, y algo de malo, que se han creado léxicos y vocabularios incomprensibles para otras especialidades. Tantas diferencias constituyen una real y actualizada Zigurat. Somos buenos en nuestro campo pero inútiles en el resto. Sabemos más pero nos hemos separado más que antes de la especialización. Hasta el siglo XVIII era posible para alguien dominar todos los campos del saber humano pero, a partir de entonces, se limitó el estudio a una sola disciplina debido a la acumulación de conocimientos y a la imposibilidad de adquirirlos todos. De la misma manera que no nos separamos de un mal pensamiento cortándonos la cabeza, habrá que efectuar algún cambio en nuestra propia estructura para que aparezca otra nueva, fresca y actualizada. Este cambio deberá comenzar por no nutrir a la estructura obsoleta para que sucumba por inanición hasta que se contraiga sobre sí misma densificándose tanto que, como un agujero negro, implosione desapareciendo para siempre. Existe un vacío allí donde existía una estructura humana, la energía de este vacío creador es tal que magnetiza todo su entorno a partir de un centro, apareciendo el germen o semilla de una nueva estructura.

7

El efecto es el mismo que el producido cuando lanzamos una piedra al estanque y se forman pequeñas olas hasta la orilla recorriendo la totalidad de su superficie.

El conjunto de actitudes impuestas por la tradición o por la autoridad, propicia que se dirija y controle a una sociedad, por tanto, también estarán dirigidos y controlados el conocimiento y la ignorancia. Lo interesante es discernir qué conocer. Una vez se ha determinado ya no resulta difícil establecer un método y ponerse manos a la obra. Ocurre que un dogma nos facilita el método pero nos deja sin que respondamos a la pregunta. El vivir inmersos en los condicionantes sociales y ser capaces de abstraerse de los mismos para crear otros nuevos, podríamos determinarlo como una primera aproximación psicológica al vacío. Una vez que se ha lanzado la piedra resultará imposible evitar sus olas, por lo que se hace necesaria toda nuestra atención para elegir. El resultado de las hipótesis es un conocimiento nuevo que se incorporará a toda la humanidad, tanto para su uso correcto como el incorrecto y entendemos que puede empezar con el qué conocer y qué hacer, actividades resultantes de la combinación, que no de la mezcla, entre creencia y saber. Ello supone un cambio, una transmutación en la propia estructura actual humana y que cada cual tendrá que resolver mediante la identificación de los pensamientos que nos ocupan, sentimientos y actitudes.

8

La transmutación es dual: --por un lado se desatienden progresivamente las estructuras que no entran en la consideración de la nueva hipótesis, utilizando y concentrando la energía en un solo punto que está constituyendo el actual centro de atención, y este centro es como el ojo del huracán, el vacío. --por otro lado, las obsoletas estructuras desatendidas no se pierden en la nada, sino que se desprenden del conjunto cuando exista un núcleo de atención centralizada con la suficiente potencia como para suministrarles la necesaria energía que han de invertir en el proceso de separación. Es como una fisión nuclear de la que se emite una inconmensurable cantidad de energía, toda ella aprovechada para que cada componente o partícula absorba la que le corresponde, formando este conjunto una serie de nódulos o cuerpos energéticos microscópicos que podrían significar la teoría corpuscular, como más adelante observaremos. Cuando estas partículas han logrado energetizarse y disgregarse del conjunto, es decir, cuando hayamos logrado separarnos de un mal pensamiento sin habernos cortado la cabeza, se producen dos efectos: --el primero al que podríamos denominar de servicio, consiste en que las partículas desprendidas de estructuras humanas y energetizadas al máximo de su capacidad o humanizadas, regresarán hacia otras menos energéticas que constituyen expresiones tanto del propio reino humano como de los reinos animal, vegetal y mineral. --el segundo o de aspiración, es la actividad impulsada por la hipótesis o núcleo de atención que, más pronto o más tarde, provocará estructuras nuevas porque las existentes le son inservibles, y esta nueva materia será capaz de soportar el potencial y la energía de la voluntad contenidos en la proposición. Es la consecuencia de haber lanzado la piedra al estanque. Tanto el efecto de servicio como el de aspiración son el resultado de un proceso en el que se ha producido la combinación entre alguno de los elementos que aporta la ciencia con su homónimo respecto de la religión, siendo siempre distintos los resultados ya que en cada circunstancia del pensar, sentir o actuar se invierten energías no coincidentes. Esta transmutación definida tanto para el ámbito científico como para el religioso, es negada debido a la ley de la mínima resistencia

9

que rige a la materia en su actual manifestación, provocando la falta de entendimiento entre ciencia y religión. Sin embargo, en el tiempo se han formulado proposiciones o hipótesis que han provocado el actual nivel de conocimientos. Así pues, en determinados ámbitos o expresiones esotéricas, se nos da a conocer una cosmogonía de la humanidad que se ha desarrollado en Saturno, en el Sol, en la Luna o en la Tierra, afirmándose que todavía se encuentran seres, espíritus o ángeles procedentes de aquellas remotas evoluciones para estructurar materialmente al ser humano pero con materiales obsoletos pertenecientes a pasadas etapas de nuestra propia evolución, y todo ello debido a las proposiciones o intenciones humanas que aún no hemos sido capaces de trascender adecuándolas a las actuales formas de vivir, sino que todavía están impregnadas de aquellos motivos necesariamente egoístas en otras épocas basadas en la subsistencia. De ahí que un pensamiento humano en la actualidad, tenga gran contenido emotivo y egocéntrico que, en parte, corresponde a una evolución anterior expresada en el presente, por lo que nuestras actuales estructuras repiten las formas que ya tenían en otras épocas. El aspecto religioso o de creencia combinado con la ignorancia permite la actitud de imputar a agentes externos al hombre, como pudieran serlo los ángeles, todo tipo de malas influencias sobre la humanidad, resistiéndonos a admitir que somos nosotros quienes decidimos al expresar nuestros deseos egoístas, al acatar tradiciones o dejarnos llevar por una manera de pensar institucionalizada y generalizada. Esos agentes externos al hombre o ángeles cumplen su cometido que consiste en revestir la expresión humana, intención o hipótesis, para que se manifieste en las sustancias física, astral y mental. No saben diferenciar entre lo que el hombre conceptúa como el bien o como el mal. Son los ejecutores del “pedid y se os dará”. La evolución exige que las actuales proposiciones o hipótesis no tengan que ver con las que ya hacíamos en otros tiempos en Saturno, en el Sol o en la Luna sino que se correspondan con las del momento presente en la Tierra y dejemos de constituir los efectos de servicio y de aspiración con energías de evoluciones trascendidas, de ahí que coexistan el culto al cuerpo físico, la satisfacción emotiva y la sumisión de la mente a todo el conjunto, con las injusticias que están sufriendo muchos seres humanos pasando hambre, contrayendo enfermedades fácilmente curables y previsibles con un poco de ayuda e insatisfacciones de todo tipo que impiden el mínimo

10

desarrollo de la capacidad de decidir porque no se puede pensar en nada, tan solo ocuparse de la mera subsistencia al faltarles lo necesario. El vacío actual habría de producirse a partir de una actitud que propicie la estabilidad física y emotiva necesarias para la actividad del pensamiento, siendo la mente, y no el sentimiento o el culto al cuerpo físico, la que rija todo el conjunto y permita la transmutación en cada plano de nuestra manifestación. Las enseñanzas esotéricas nos dicen –y creemos que no se hace suficiente hincapié en ello a pesar de su enorme interés- que desde la evolución en Saturno nos acompañan unos ángeles operantes en los cuatro subplanos superiores de cada plano en manifestación, cuya única misión es la de transmutar la materia de uno a otro plano para que cambie de estado, es decir, que propician todo fenómeno radiactivo, ya que se define la radiactividad como la energía que se desprende cuando la materia pasa a otro estado superior, constituyen la auténtica y segura esperanza de un futuro mejor, su característica es la alegría, porque alegría es aquello que experimentamos cuando conseguimos hacer realidad un propósito. Son los encargados de que la materia constituyente de los tres subplanos inferiores de cada plano pueda transmutar hacia la de los cuatro subplanos siguientes. Se afirma que cuando el ser humano sea consciente de este proceso podrá experimentar la satisfacción mental, no solamente la emocional. Estos ángeles permiten y propician el cambio del hielo en agua o en vapor, el de la fundición de metales y quizás el más interesante de todos sea el de la transmisión del sonido al convertir en ondas electromagnéticas tanto el mecánico movimiento de los músculos que producen la voz como la intención al hablar, transportando magnéticamente todo ello. Y no es ningún milagro. El conocimiento pertenece a la humanidad y puede impartirse pero no es posible hacer lo mismo con la sabiduría porque es de carácter exclusivo e individual, personal e intransferible, no existen dos sabios iguales pero si que pueden existir dos personas con idénticos conocimientos. El conocimiento tan solo es la parte objetiva de la sabiduría, y ésta constituye la revelación que propicia toda acción individual. Se nos describe esotéricamente cómo actúa un espíritu o ángel constructor penetrando en el estado de materia inmediatamente superior al que opera para recoger sustancia con sus brazos curvados y manos como paletas para mejor sujeción, regresando a su nivel

11

operativo y construyendo la correspondiente materia en ese plano siguiendo el diseño recién captado en el plano superior. De la misma manera que el ángel penetra en un estado inmediato superior para recoger instrucciones que las ejecutará en su propio plano, así operan todos estos seres procedentes de otras mundos en los que evolucionamos en el pasado, según se afirma, esperando a que sean creados, por parte de la humanidad actual, esos núcleos magnéticos, proposiciones o hipótesis de los que podrán absorber la correspondiente energía en la actual evolución terrestre y puedan dejar de utilizar aquella perteneciente a evoluciones anteriores. Mientras no aparezca esa proposición, núcleo o vacío creador, ni unos podrán efectuar el efecto servicio ni los otros tendrán posibilidad de estructurar nuevos materiales más perfectos por el efecto aspiración. Tal creencia puede tener su base de conocimiento en la ciencia cuando el físico-químico sueco Svante Arrhenius (1.859-1.927), enunció su “hipótesis de la panespermia” consistente en la transmisión de vida desde un astro hacia otro por la mediación de unos minúsculos seres vivos que se desplazan a través de los espacios intersiderales. Estos seres vivos que menciona la ciencia, son manifestaciones de los ángeles transmutadores de la materia nombrados esotéricamente y su desplazamiento a través del espacio intersideral es un efecto similar al de la transmisión del sonido mediante ondas electromagnéticas o al del cambio de la materia desde un estado a otro, pues la medición del tiempo podría ser distinta al cambiar la materia desde un estado a otro con menor densidad. Nos preguntamos sobre la razón por la que resulta dificultoso encontrar en los diccionarios la palabra “panespermia”, incluso en los enciclopédicos. Así pues, la ciencia y el esoterismo hablan de lo mismo, por lo que podría resultar más fácil el diálogo, tan solo haría falta un poco de atención mutua. Otra corroboración científica muy interesante es la propiedad consistente en el intercambio temporal de electrones entre dos átomos, de manera que uno adquiere durante cierto tiempo características y propiedades del otro.

12

La experimentación científica demuestra que ello está ocurriendo entre partículas atómicas que se intercambian mutuamente materia y propiedades. También constituye una afirmación esotérica que las actuales características y diferenciaciones humanas en razas y constituciones son debidas a determinada colaboración histórica entre planetas, colaboración consistente en que un planeta cede a otro temporalmente parte de sus estructuras. Y si hay afirmaciones en el sentido de que provenimos del Sol, sería lógico pensar que nuestro destino es regresar al Sol después de haber evolucionado a través de las características de todos los elementos que forman nuestro sistema solar. Si aplicamos el principio hermético tal es arriba como abajo, tal es abajo como arriba, quizás nos permita comprender y admitir lo que se afirma esotéricamente mediante la aplicación de la experiencia científica a través de la analogía. De esta manera podría resultar comprensible el intercambio telepático o mediúmnico a través del efecto aspiración o a través del de servicio, enunciados tanto por la ciencia como por el ocultismo aunque con distintos nombres, con la diferencia de que la ciencia exige la experimentación mientras que la expresión religiosa basada en la creencia ha de recurrir al lenguaje simbólico para explicar lo que no puede: el misterio. De esta manera, las autoridades religiosas y científicas esgrimen leyes sin correspondencia axiomática aunque si hipotética, como por ejemplo el error de Sir Isaac Newton en la primera mitad del siglo XVII cuando afirmó que la luz viaja más rápido en un medio denso que en otro más liviano, lo que equivale a decir que es más rápida en el agua que en el aire. Debido a su carácter imponente y autoritario, nadie osaba rebatir esta afirmación, perdurando esta falsa creencia científica durante cien años hasta que Maxwell, en 1.864 demostró que la luz era un fenómeno electromagnético y que no viaja más

13

rápido en el agua que en el aire, desbancando aquella hipótesis de Newton al convertirla en axioma y este en ley. De esta manera se suscitó gran interés científico por experimentar sobre los efectos que produce la luz en los fenómenos eléctricos, ya que la propia luz tiene por causa otro fenómeno eléctrico. Comprobaremos a lo largo de este trabajo que nos movemos por creencias generalizadas e institucionalizadas estableciendo diferencias respecto del conocimiento, cuando debiéramos de permitir a través del respeto que cada cual siga su propia creencia y que el conocimiento adquirido sea patrimonio de la humanidad, compartiéndolo pero no imponiéndolo. ¿Qué ocurriría si universalizásemos el conocimiento y permitiésemos la particularización de la creencia como patrimonio peculiar de cada cual? El interés por la experimentación produjo, sobre todo en el XIX, una corriente de opinión que dividió profundamente a la humanidad, tanto a las comunidades científicas como a las religiosas. En las científicas, unos estaban a favor de las nuevas experiencias en la física y en la química, y otros se aferraban a las antiguas creencias, lo que propició un estado de escepticismo y desconfianza mutua que se manifestaba en las contradicciones y descalificaciones de unos contra otros. De la misma manera que hay seres en el campo científico que han dado un gran legado de conocimientos a la humanidad, (fruto de sus propias hipótesis y axiomas de los que nos beneficiamos, vivimos y disfrutamos en el presente, a pesar de las opiniones que en su contra se levantaron), también en el aspecto espiritual han surgido seres que han ofrecido a la humanidad conocimientos ocultistas, y han creado escuela. Si los científicos han sido vilipendiados, criticados y desautorizados cuando expresaron sus enunciados hipotéticos, otro tanto ocurre con las personas que espiritualmente han ofrecido a la humanidad un enorme bagaje de conocimientos ocultistas. Si podemos apartar la desautorización y la crítica, el ánimo objetor y la autoridad que se impone por poder, tan solo quedarán las afirmaciones hipotéticas y axiomáticas de unos y otros con la libertad de que sea cada ser humano quien dilucide si las admite o no, y cuando existan muchos que en su cotidiana y habitual vida conviertan en ley todo axioma respecto de cómo viven y actúan, cómo sienten y piensan, la ley se generaliza universalizándose a toda la humanidad en forma de conocimiento sin diferenciaciones ni impedimentos, porque ha llegado a saberse todo aquello en lo que se creía.

14

Cuando alrededor del año 1.920 Arrhenius enunciaba su hipótesis sobre la panspermia, no se disponían de instrumentos o aparatos que detectasen la existencia de materia orgánica en el polvo estelar que continuamente cae sobre la atmósfera terrestre procedente del cosmos. Sin embargo fue capaz de ofrecer a la humanidad su hipótesis dando al traste con las creencias científicas y religiosas imperantes en su época en lo que respecta a la génesis humana, muchos se resistían a admitirla porque rechazaban la idea de la existencia de un gigantesco cometa procedente del cosmos que habría transportado hasta la Tierra materia orgánica a través del espacio y que dio lugar a la vida actual en todos los reinos. Tal afirmación suscitó grandes convulsiones en su contra como las que provocara en su tiempo Copérnico o Galileo Galilei. Ocurre, no obstante, que a lo largo de la historia ciertas hipótesis no admitidas y rechazadas se han demostrado experimentalmente más tarde, convirtiéndose en realidades constituidas por el conocimiento que proporciona el saber lo que se cree. Comoquiera que el actuar, sentir y pensar son resultados de la relación con los demás que también actúan, sienten y piensan, y que unas veces se mezclan y otras logran combinarse manifestando armonía y paz, características de la universalidad y contrarias a la separatividad. La alegría y la paz serían dos cualidades que se manifiestan en la materia resultado de una combinación. Se observa que quienes han dado conocimientos a la humanidad, los han expresado influidos en cierta manera por determinadas circunstancias tanto científicas como religiosas y sociales, cometiéndose en ocasiones verdaderas atrocidades debidas a la imposición de la creencia, imposición que se efectúa tanto por ignorancia, como por autoridad o interés. Los científicos ocultan sus conclusiones y los espiritualistas se dejan llevar por las tendencias de la época, reaccionando unos contra otros. Pero si en el presente somos capaces de observar el conjunto epistemológico sin el fragor de la objeción, podremos llegar hasta la misma esencia del conocimiento que nos transmiten unos y otros. Cuando leemos el legado de cualquiera de ellos y nos esforzamos en desatender el tiempo que hayan podido invertir en discursos de enaltecimiento personal, panegíricos y de descalificación de otros, podremos encontrar lo único que se esta manifestando en todos ellos

15

sin excepción, y es que han podido convertir en conocimiento algo de lo que creen, lo que constituye la base de la sabiduría y nos lo transmiten al resto como conocimientos. La panespermia provocó un pandemónium como tantos otros en la historia. Agustín de Hipona protagonizó una de estas sacudidas que se deja entrever medio escondida desde el siglo IV, porque se adoptó y adaptó a la iglesia católica como uno de sus grandes doctores, y todo ello provocado por su ocupación en establecer hipótesis sobre el tiempo llegando a cuestionarse: ¡¡ “¿será Dios el tiempo?” ¡¡ A pesar del revuelo habitual debido quizás a la ignorancia de unos y a la conveniencia de otros, Agustín, Copérnico, Galileo y otros muchos, han sido capaces en algún momento, de abstraerse de las circunstancias condicionantes llegando hasta la misma esencia del conocimiento, esencia que transmiten a través y a pesar de todas las limitaciones. Muchos son los ejemplos de ello, y nos permitimos atender a uno de hace apenas 25 años cuando dos físico-químicos norteamericanos con el apellido hispano Álvarez, Luís el padre y Walter el hijo, experimentaban sobre la concentración de iridio existente en unos estratos geológicos encontrados en Gubbio, Italia, habiendo acudido allí precisamente porque la existencia de iridio es muy rara y extremadamente escasa en la Tierra, sin embargo es abundantísima en los meteoritos. Observaron que en determinado estrato aumentaba la concentración del iridio en grandes proporciones, le dataron la edad y constataron que era de hace unos 64,98 millones de años, precisamente la que se cifra como la desaparición de los dinosaurios. Casi simultáneamente, y parece que las cosas se sirven a veces en bandeja, se observó un cráter enterrado de 200 kilómetros de diámetro en Chicxulub, península del Yucatán en México, que se cree producido por la caída de un enorme meteorito ya que allí no se detecta actividad volcánica alguna, y al datarlo, el resultado fue la misma edad que el estrato italiano. Se calcula que hace aproximadamente un centenar de millones de años atrás toda la vida terrestre se basaba exclusivamente en el carbono, pero a partir de la extinción de los dinosaurios y de forma progresiva, han ido apareciendo fósiles de algas diatomeicas con otro elemento del que no se tiene constancia de que existiese hasta entonces en la Tierra, el silicio.

16

Hay que tener en cuenta que por efecto de la radiación alfa sobre el aluminio se obtiene silicio, como más adelante observaremos. Tenemos una base científica para creer en la hipótesis de que el silicio terrestre pudo formarse a partir de las radiaciones desde aquella época. Resulta admisible de manera lógica y enlazando los hechos, que el germen de la vida actual en la Tierra pudo llegar transportado por un gigantesco cometa que, como un espermatozoide, generó nuestra actual biología. En el presente se sigue cada vez con menor resistencia la hipótesis de la panespermia y se sabe algo más de la desaparición de los dinosaurios, no resultando tan descabellada la idea de que llegando materia orgánica a la Tierra y al ser datada su existencia en cientos de millones de años a través del espacio sideral, pueda suponerse que dicha materia orgánica llegada viva ha podido resistir temperaturas, presiones, radiactividades y otras variables energéticas que superan en mucho a las que permiten la vida aquí, y sin embargo no han sucumbido. Tampoco parece ilógico pensar que exista vida en otros planetas y que en la Tierra se manifiestan relaciones similares a las que puedan producirse en otros planetas, sistemas solares, galaxias, …, en todo el Cosmos. Este intercambio y constante interrelación entre las partes de un todo puede tener una traducción: la fraternidad. Como toda hipótesis tiene a su inventor y a su realizador, y debido a que existen hipótesis más abstractas o de mayor dificultad para realizarlas que otras, asimismo existirán distintos niveles o jerarquías realizadoras. Al ser que es capaz de formular la más pura y abstracta de las hipótesis y de mayor complejidad en su realización le llamamos Dios o Logos, asimismo cabe pensar en la existencia de su homólogo ejecutor al que designamos como elemental constructor o ángel en sus infinitas jerarquías, tantas como posibilidades de realización pueda tener una hipótesis. El ocultismo y el ámbito científico tienen distintas consideraciones en lo concerniente a la transmutación, a la liberación, a la iluminación o al vacío, actividades todas ellas resultantes de la relación en la que se combinan espíritu y materia, hombre y ángel, ciencia y religión. Podría resultar esclarecedor contemplar estos aspectos referentes a la transmutación, observando la constante actividad que en este

17

sentido se ha producido en la humanidad desde tiempos inmemoriales. Adoptando el axioma de Einstein sobre la disminución del valor del tiempo al aumentar la velocidad, (el tiempo transcurre más aprisa arriba de un edificio que abajo, pero medido abajo), si aumentamos mucho la velocidad va a disminuir mucho el tiempo hasta que, al llegar a la velocidad de la luz (300.000 kilómetros en un segundo), el tiempo sería cero, supone la eterna juventud porque no pasan las horas, pero lo asombroso es que si continuamos aumentando la velocidad con valores superiores a los de la luz, el tiempo retrocede al pasado. ¿Podríamos cambiar el pasado?, si pudiésemos hacerlo es porque nos desplazaríamos a velocidades superiores a la de la luz, correspondiendo un tiempo para cada velocidad. Y así las cosas, ¿habrían presentes distintos y simultáneos?, ¿dónde se situaría nuestra conciencia?. Podrían ser estas hipótesis para unos, pero para otros pueden constituir axiomas e incluso leyes, es decir, lo que para unos es imaginación puede que sea realidad para otros. Vamos a crear un vehículo hipotético para desplazarnos a grandes velocidades y regresar por un momento a una parte de nuestro pasado, para que podamos contemplar el ir y venir de sucesivas hipótesis en el tiempo, admitidas unas y rechazadas otras, verdaderas en un momento dado o falsas, para conocer algo de lo que nos precede y de lo que nos puede ser venidero. Ante esta rapidísima visita al pasado habrá que omitir muchos detalles en los que no nos detendremos y advertir que los datos reseñados no constituyen lo más relevante para todos los puntos de vista, pero los consideramos suficientes para la finalidad de este trabajo. 3--BREVE CRONOLOGÍA Año 380 adC Estamos con Demócrito de Abdera que, basándose en su maestro Leucipo, postula que toda sustancia la conforman unas partículas materiales e indivisibles a las que llama átomos y que entre ellos tan solo existe el vacío. Constituye una de las primeras referencias al vacío de las que disponemos. Año 320 adC Aristóteles no admite la hipótesis de Demócrito y adopta la de Empédocles afirmando que las sustancias se forman a partir de las

18

combinaciones entre los elementos de la tierra, del agua, del aire y del fuego, añadiendo un quinto elemento, el éter, llenando así el vacío de Demócrito. Una hipótesis frente a otra. Año 300 adC Nos encontramos con Euclides y nos dice que no elige ni una ni otra de las dos anteriores, sino que prefiere el método deductivo y la experimentación práctica, dando así a la humanidad unos conocimientos que van a constituir el libro de texto en enseñanza durante más de 2.000 años. Sin embargo, sus seguidores son llamados los disputadores, porque están reduciendo el arte de la dialéctica a la disputa formal. Comienza a introducirse otro método, el inductivo, basado en la curiosidad más allá de la experimentación, haciendo admisibles hipótesis basadas en razonamientos lógicos. Año 200 antes de Cristo La obra De rerum natura (La naturaleza de las cosas) de Lucrecio permite trasladar al imperio romano gran parte del conocimiento helénico, adoptando las hipótesis de Demócrito vigentes durante cinco siglos, tal es así que en el año 1.483 el Papa Sixto IV ordena traducirla al latín y hacer varias copias. Puede observarse un largo período de tiempo en el que es escasa la formulación hipotética debido a que es el mundo árabe el que desarrolla especialmente la química, atendiendo a excepciones tales como el alemán Libau o el suizo Paracelso, aunque los alquimistas europeos durante la Edad Media no perdieron contacto con árabes y orientales. También el mundo espiritual tenía sus propias hipótesis y creencias dogmáticas adoptadas por distintas religiones, hipótesis que se dedican las unas a imponer sus leyes acabando por constituir una cultura de masas y las otras a rechazarlas, como en la ciencia. Así, las distintas normas sociales que se instauran en las comunidades provocan la anomia como fenómeno psicológico y que será estudiada por sociólogos como Durkheim o R. K. Merton en su intento por descubrir el impulso que mueve al individuo cuando adopta un comportamiento desviado respecto del resto de la sociedad. Los anomeos dejan sentir su influencia sobre todo en el cristianismo, al sostener que el Verbo es de distinta naturaleza a la del Padre, idea basada en Arrio que, por los siglos V y VI, afirma que el Verbo posee tan solo una divinidad secundaria y que encontró esta

19

hipótesis en Orígenes (siglo III) cuando proclama que el Hijo tiene distinta sustancia de la del Padre. Arrio fue presbítero en Alejandría y excomulgado, pero sus hipótesis o doctrinas han tenido muchos seguidores, tantos que el emperador Constantino convocó un Concilio en Nicea para condenarle, dejando resueltas las diferencias afirmando imperativamente en mayo del año 325: “Jesucristo, Hijo único de Dios, es nacido del Padre antes de todos los siglos, Dios de Dios, Luz de Luz, verdadero Dios de Dios verdadero, engendrado y no creado, consustancial al Padre y que por Él fueron hechas todas las cosas” En España no se zanja la controversia hasta el año 587 en el III Concilio de Toledo en el que el rey visigodo Recaredo, su esposa y toda la corte tienen que abjurar con la intención de acabar con tanta guerra entre hispanoromanos y visigodos. Una vez más contemplamos la imposición de unas hipótesis sobre otras mediante el poder que establece las creencias que le convienen, siendo la ignorancia y el interés particular sus instrumentos. Hasta el siglo XVII Los pensadores griegos se sienten atraídos hacia dos tipos de filosofía, la natural y la moral. De la Filosofía natural, es Aristóteles su máximo exponente preocupándose por encontrar la razón del por qué cae la lluvia o del cómo se mueven los planetas, y de la Filosofía moral es Platón quien introduce cuestiones tales como qué es la justicia o la virtud. Alrededor del año 250 de nuestra Era se protagoniza un desarrollo místico en exceso a través del neoplatonismo y las formulaciones de Plotino. En Europa se rigen básicamente por la filosofía moral platónica centrándose en la Teología, olvidando en gran medida a la filosofía natural, pero fueron los árabes quienes conservaron la filosofía aristotélica y otros personajes como Ptolomeo a lo largo de la Edad Media, pues gracias a ellos regresaron a occidente las premisas de la Filosofía natural, de manera que sobre el año 1.200 es redescubierto Aristóteles con tendencias como el tomismo del teólogo italiano Tomás de Aquino, que supone la base de la posterior teología de la iglesia romana. En 1.543 Nicolás Copérnico publica un libro revolucionario, pues afirma que hay que considerar al Sol como centro del Universo y no a la Tierra. Tarda un siglo en ser asimilada esta hipótesis y convertirse en axioma, pero si regresamos 2.000 años atrás veremos a Aristarco de

20

Samos que ya se anticipó a tal afirmación sobre el heliocentrismo desechando el geocentrismo. Encontramos a un genial publicista, convincente lógico y que está acabando con todas las teorías aristotélicas, Galileo Galilei, gran narrador que describe sus experimentos de forma tan clara e irrefutable que está conquistando a la comunidad erudita europea. El aspecto revolucionario de Galileo consiste en la sustitución del método deductivo por el inductivo, es decir, en lugar de que las conclusiones sean deducidas a partir de unas generalidades, hay que observar el detalle para poder hacer la generalización, o sea el axioma y que este se convierta en ley. El verdadero éxito del pensamiento humano empieza a producirse cuando se establece el principio fundamental basado en “el libre intercambio y la cooperación”, algo tan obvio en el presente y que provocaba grandes recelos en el pasado, así, los pitagóricos formaban una sociedad secreta, los alquimistas de la Edad Media procuraban que no saliesen de su círculo los descubrimientos, Nicolo Tartaglia, descubridor de un método para resolver ecuaciones de tercer grado, mantuvo encubierto su hallazgo hasta que un joven matemático, Geronimo Cardano, descubrió su secreto. Pero un siglo más tarde cambian radicalmente los miedos y recelos, por ejemplo, el químico inglés Robert Boyle considera crucial la publicación y explicación de todos los hallazgos para el conocimiento general de la humanidad. Se va produciendo una interrelación y comunicación científica que no ocurre en el aspecto espiritual, pues continúa recluido y aislándose cada vez más, de manera que actualmente la ciencia está formada por una comunidad con mayor relación y comunicación que el que se produce en los diversos sectores del aspecto espiritual. Ello conlleva quizás, a una mayor separación. En este orden de cosas, los adelantos del mundo árabe empiezan a ser adoptados en Europa y se construye el primer microscopio óptico con una lente de vidrio, pero con una dificultad, y es que precisa de la luz del día para observar los objetos. Isaac Newton se establece en el mundo científico con gran autoridad postulando su teoría corpuscular de la luz. Por su parte, Christiaan Huygens, físico neerdanlés, formula otra hipótesis respecto de la luz, la teoría ondulatoria afirmando que la energía se propaga mediante ondas y no partículas, negando que sea más rápida en el agua que en el aire y contradiciendo a Newton. De nuevo la contraposición de hipótesis que, en este caso concreto se resolverá a partir de 1.864, como mostramos a continuación. Sin embargo, la comunidad científica se inclinó ante lo que decía Newton rechazando la hipótesis de Huygens durante un siglo

21

Ilustramos con un sencillo gráfico ambas teorías:

22

1.801 El inglés T. Young reafirma la teoría ondulatoria al explicar con ella las interferencias y los distintos colores del espectro. Pero queda pendiente la teoría corpuscular. 1.803 John Dalton rescata a Demócrito al desarrollar su teoría atómica basándose en las hipótesis de dos antecesores suyos, Boyle y Proust. Por fin encontramos un axioma después de tantas hipótesis, y que constituye el primer enunciado atómico de la edad moderna en el que se distinguen dos tipos de sustancias, las elementales y las compuestas. Comienza una verdadera fiebre por la experimentación que obtiene resultados inexplicables por la lógica y por las hipótesis vigentes. 1.827 Robert Brown botánico escocés, se da cuenta del movimiento caótico y desordenado de las partículas microscópicas en un líquido calentado, de manera que al aumentar la temperatura logran superar las fuerzas que las mantienen unidas y formando parte del líquido, para pasar a un estado nuevo, el vapor. Este hecho conllevó el establecimiento de diversas hipótesis reunidas en el llamado movimiento browniano que será aprovechado por Einstein, 78 años más tarde. 1.859 Comienza a ser utilizada la palabra radiación al afirmar que la energía del Sol nos llega por radiación. Los científicos Bunsen y Kirchoff logran demostrar la existencia de un espectro distinto para cada elemento químico y se constituyen como los padres de la espectroscopia actual. Se observa que, en ocasiones, la energía que recibe un cuerpo no aumenta su temperatura sino que es utilizada para cambiar de estado, proceso que se bautiza como endoenergético. Por ejemplo, cuando hierve el agua lo hace a 100 º centígrados y al aumentar la temperatura hierve con mayor fragor, pasando más rápidamente a vapor. Ello viene a confirmar el paso de la materia desde un estado a otro cuando se le suministra la debida energía, cuya correspondencia analógica la habíamos establecido respecto de los dos efectos descritos anteriormente, el de aspiración y el de servicio.

23

Un gran descubrimiento es el que consiste en la observación de cómo se emite la energía, que tendrá su momento álgido en 1.921 con Einstein. Hasta ahora se tiene la creencia de que un cuerpo puede emitir energía de manera infinita, sin embargo se observa que tan solo se emite bajo ciertas circunstancias que, si no se dan, desaparece la emisión energética, y esto no puede explicarlo la física clásica, por lo que se hace necesaria la reformulación de las hipótesis y revisar las actualmente vigentes. 1.864 Maxwell aporta al mundo dos enormes afirmaciones, en la primera resume toda la electricidad y el magnetismo conocidos hasta entonces en cuatro fórmulas, y la segunda, que la luz es un fenómeno electromagnético y no es más rápida si el medio disminuye en densidad, y al quedar demostrado, desbanca definitivamente la tesis newtoniana. 1.866 – 1.867 H. Hertz estudia la descarga eléctrica entre dos electrodos y observa que mejoran los resultados al iluminar uno de ellos, por lo que piensa que la luz aumenta la potencia del electrodo iluminado, con la sorpresa de que este aumento de potencial lo transmite al otro electrodo de manera inmediata. Este experimento electromagnético desarrolla varias hipótesis que devengan en los llamados efecto fotoeléctrico y la radiactividad, que más adelante explicitaremos brevemente. Hertz junto a Hallwachs, continúan investigando con estos fenómenos basados en iluminar una placa de cinc, produciéndose ondas luminosas delante de ella. 1.895 Se descubren los rayos X observando que las fosforescencias de determinadas sustancias pueden atravesar materias opacas sin dañarlas e impresionar placas fotográficas, fenómeno al que se denomina radiactividad como efecto de una radiación o emisión de energía. 1.896 En la noche del 26 al 27 de Febrero trabajaba en el laboratorio un científico francés, A. Henri Becquerel, experimentaba con sales del uranio obtenido a partir de la pechblenda, las metió en un cajón junto a unas placas fotográficas sin impresionar y marchó a su casa. Al siguiente día se le ocurrió revelarlas observando una imagen, la de la fosforescencia del uranio.

24

Contacta con Marie Sklodowska Curie que, junto a su esposo Pierre Curie, comienzan a experimentar con ello, observando que unas radiaciones son atraídas hacia el polo positivo de un imán, por lo que han de estar cargadas con electricidad negativa y las llaman beta, a otras las atrae el polo negativo y han de tener carga eléctrica positiva, a las que denominan alfa y otras que no son atraídas sino que se propagan en línea recta y las nombran gamma. Observan que existen elementos con mayor radiación que el uranio, como el polonio y el radio. Se les concede el Nobel a los tres en 1.903. Existe gran expectación hacia estos fenómenos lo que provoca atención hacia los experimentos, tendencia que es denominada por otros como de materialista recluyéndose en sus creencias e invirtiendo su tiempo en justificar una postura en contra de la experimentación, lo que da a la humanidad una considerable cantidad de conocimientos ocultistas a través de personas, mahatmas, maestros, iniciados o clarividentes. En ambos aspectos, el científico y el espiritual, está recibiendo la humanidad una ingente cantidad de conocimientos que constituyen una verdadera joya a pesar de sus atribuladas circunstancias y tendrá que asimilarlos, transmitiéndolos de individuo a individuo, de grupo en grupo, tal como acabamos de ver en la analogía del experimento de Hertz en 1.867 respecto del intercambio instantáneo entre electrodos, si se nos permite establecer una correspondencia entre la experiencia atómica y la actividad humana. 1.897 J. J. Thomson demuestra la existencia real de unas partículas con carga eléctrica que, al ser atraídas por el polo positivo de un imán han de tener carga negativa y las llama electrones. Queda abierto el camino para experimentar con ellos y medir su carga y masa. Lógicamente se formula la hipótesis de que han de existir otras cargas con electricidad positiva, (los futuros protones), y que ambas forman el conjunto atómico como unidad de la materia, que es neutra, es decir sin carga eléctrica. Las hipótesis de Dalton en 1.803 resultan ahora insuficientes, ya que se basan en la indivisibilidad del átomo y esta creencia ya no puede mantenerse por más tiempo ante el hallazgo de los electrones como partes integrantes de una unidad atómica. Todavía existen sectores que no admiten estos hechos por lo que aún se considera como terreno hipotético.

25

1.900 Max Planck y Albert Einstein consiguen demostrar la teoría corpuscular de la luz, llamando quantum o cuantos a los corpúsculos energéticos. Nace la Física Cuántica y De Broglie aplica las propiedades de las teorías ondulatoria y corpuscular a toda clase de materia y no solo a la luz, llamando a esta extensión mecánica cuántica. 1.902 Frederick Soddy deja establecido que la radiactividad es el resultado producido cuando un elemento muta hacia otro diferente quedando libre una energía, precisamente la energía que mantenía cohesionada la materia anterior. Luego parece lógico pensar que si en un cambio de estado, la materia emite la energía que la mantenía en dicho estado, tendrá que utilizar otra energía distinta para cohesionarse en el nuevo estado material. 1.905 Artículo de Einstein sobre el movimiento browniano (1.827) proporcionando a la ciencia la evidencia experimental e incontestable sobre la existencia real del átomo, otorgando un sencillo método para contarlos a través del microscopio óptico. Asimismo hermanó las dos teorías, corpuscular y ondulatoria, como explicación lógica del hecho de que se desprendan electrones de una superficie metálica iluminada o efecto fotoeléctrico. La reacción que se produce ante las hipótesis de Einstein conmocionan los ámbitos científicos, momento que es aprovechado por otros ámbitos espirituales para defenderse argumentando sobre la inexistencia del átomo y el rechazo a lo que califican de materialismo. 1.906 J. J. Thomson es galardonado con el Nobel por demostrar que los electrones existen realmente como partículas materiales e integrantes de la unidad atómica, que poseen carga eléctrica negativa y masa, evidenciando la teoría corpuscular aplicada a ellos. Falta por demostrar que también se les pueda aplicar la ondulatoria. Se suceden experimentos con distintos metales sometidos a luces variadas para observar a los electrones desprendidos, es decir, que se está observando el fenómeno llamado efecto fotoeléctrico. 1.911 Se observa que la materia se transforma cuando es sometida a la acción radiactiva experimentando sus efectos en sólidos, líquidos y gases.

26

Rutherford llega a poder medir la masa de una carga eléctrica positiva y que es 1.836 veces mayor que la negativa o electrón, asignándole el nombre de protón. 1.915 Se consensúa una especie de acuerdo mediante el que en los ámbitos tanto esotéricos como exotéricos, se establece el mediumnismo como método para demostrar al mundo la existencia de lo espiritual ante tanta tendencia y atención al materialismo, entendiendo que el médium, como mediador que es y atendiendo a lo que se nos dice esotéricamente, tan solo puede penetrar en el mundo de lo etérico o etéreo porque tiene bloqueado el paso hacia otros más sutiles como el de las emociones o astral, debido a que sus átomos contienen hasta dos orificios de entrada energética como máximo, revelando conocimientos de carácter siempre mediático que puedan existir en dicho mundo etérico, revelaciones que nunca son propias sino ajenas. Se propaga el ánimo de practicar una ciencia espiritual como reacción al materialismo imperante, y el hecho de negar rotundamente la existencia del átomo y de las partículas que lo componen, se observa tanto en espiritualistas como en científicos. Todas las manifestaciones mediáticas o mediúmnicas precisan de una energía invocativa que las impulse, de una adecuada estructura atómica que las configure para expresarlas y de un objetivo que, al ser intermediado, siempre tiene el marchamo del ser o seres que se expresan y el de quien les sirve de expresión. De esta manera nos han llegado conocimientos relevantes de partes de la verdad con las tendencias o intenciones de sus impulsores, tanto occidentales como orientales, más espiritualistas o materialistas. Al observarlas podríamos esforzarnos por no atender a esas circunstancias diversas en cada época y persona, para tratar de encontrar esa parte de la verdad en su esencia. Cuanto mayor es el tiempo dedicado a justificarse argumentando razones para descalificar al otro, mayor cuidado y atención requerirá del observador que busca la esencia de la verdad. Dicha esencia existe en todas estas manifestaciones, tan solo requiere de la aplicación del efecto fotoeléctrico y de la radiactividad para desprenderlas de lo innecesario y captar el núcleo: el vacío creador. 1.919 Rutherford somete el gas nitrógeno a radiaciones alfa y obtiene un isótopo, quedando establecida la mutación de la materia de manera artificial. Puede crearse materia en el laboratorio.

27

1.921 Nobel a Einstein por su demostración práctica sobre el efecto fotoeléctrico y las aportaciones a la física teórica. Más hipótesis. 1.922 Compton demuestra que, en el efecto fotoeléctrico, un electrón necesita menos energía de la que contiene el fotón luminoso para desprenderse del átomo, apareciendo un segundo fotón con la energía sobrante. Es la reacción en cadena. 1.926 Davisson y Germen, acaban de demostrar que los electrones también cumplen la teoría ondulatoria, por lo que quedan admitidas ambas de manera definitiva como aplicables a toda la materia y no solo a la luz, aunque se admiten como hipótesis ya que todavía no se han efectuado experimentos que lo verifiquen en la práctica. 1.932 Chadwick, alumno de Rutherford, descubre una nueva partícula en el interior del átomo, sin carga eléctrica y con una masa similar a la del protón, el neutrón. 1.934 La hija de Marie Curie, Irene y su esposo Joliot, experimentan con la transmutación artificial sometiendo el aluminio a radiaciones alfa, apareciendo fósforo radiactivo con una vida media de dos minutos que degenera en silicio estable. Se admite que la radiactividad produce mutaciones en los seres vivos. 1.935 Hideki Yukawa, científico japonés, descubre otra partícula atómica, el mesón, cuya masa es 200 veces superior a la del electrón. 1.936 Se construye el primer microscopio electrónico utilizando electrones y que permite 800.000 aumentos. 1.937 Las teorías ondulatoria y corpuscular se han admitido pero no se han demostrado experimentalmente y es G. Thomson, hijo de J. J. Thomson el que lo hace obteniendo el Nobel por ello. Asimismo presenta el primer modelo de átomo que consiste en una esfera cargada con electricidad positiva en la que se incrustan por su superficie unas bolas o electrones.

28

Se le denomina plumcake por su apariencia de pastel con pasas.

1.960 Al modelo de Thomson le siguieron otros como los de Rutherford, Bohr o Sommerfeld basados en la idea de que el electrón gira alrededor del núcleo pero en órbita estacionaria, es decir que siempre pasa por el mismo sitio a la misma hora.

N. Heisenberg enuncia su principio de incertidumbre al no poder encontrar al electrón en un lugar exacto de su órbita.

29

Todo el sector científico se pone de acuerdo para abandonar la hipótesis de Rutherford sobre la posible estructura atómica.

1.981 Se estudia el efecto túnel consistente en la propiedad de los electrones para adquirir energía de su entorno o de otros electrones, con el objeto de abandonar la estructura a la que pertenecen. Hipótesis: los electrones forman la materia junto con el núcleo atómico, tienen tendencia a absorber energía para vencer la fuerza que les mantiene unidos y desprenderse de ella, y lo hacen cuando se han energetizado lo suficiente. Aplicando esta hipótesis al aspecto espiritual, podría traducirse como la tendencia de todos los seres constructores o espíritus elementales, a absorber energía para lograr abandonar la estructura material que los cohesiona en la actualidad. Se construye el primer microscopio aplicando el efecto túnel que proporciona una visión todavía incompleta del átomo. 1.983 Heine Roher, Nobel en 1.986, fabrica otro microscopio mediante el efecto túnel que permite la observación de átomos individuales con mayor perfección que su antecesor y se le denomina STM. 1.984 E. Schrödinger y P. Dirac, establecen las bases para la física cuántica mediante el cálculo de la probabilidad de encontrar un electrón determinando, su posición y movimiento, lo que ratifica la hipótesis de Heisenberg con el principio de incertidumbre

30

Debido a ello se dice que Einstein se equivocó, ya que intentó demostrar la ineficacia de dicho principio, sin conseguirlo. Podría pensarse, sin embargo, que la certeza de Einstein se producía en materia de mayor sutilidad que la física, por lo que podría tener la certeza pero en otro estado material. No existen todavía instrumentos de medida para cuerpos etéricos o de materiales más sutiles y por lo tanto desconocemos el grado y el plano material de la certeza intuitiva de Einstein. 4— POSIBLE RELACIÓN ENTRE CIENCIA Y OCULTISMO. -La materialización del espíritu y la espiritualización de la materia. -El vacío. Al aminorar la velocidad con nuestro hipotético vehículo regresamos al presente contemplando el conjunto de las observaciones que hayamos podido efectuar. Se establecen hipótesis y se desbancan, se demuestran unas y otras no, pero observamos que siempre existe reacción en contra de cada una de ellas y mucho de lo que se afirma queda exagerado por las circunstancias del momento, dando como válida a una hipótesis que se demuestra posteriormente falsa o al contrario. Este continuo hacer y deshacer, cada vez con más nobles materiales, tal como lo describe Vicente Beltrán, constituye nuestro proceso evolutivo. Rectificar es de sabios. Podría definirse la evolución como el proceso del constante desprendimiento o desintegración de estructuras que resultan obsoletas para adquirir otras nuevas más perfectas que las anteriores, proceso contemplado tanto por la ciencia a través del efecto fotoeléctrico y la radiactividad, provocando mutación en la materia tanto orgánica como inorgánica, como en el ocultismo al definir la transmutación con nombres tales como iluminación o liberación. Saint Martin dice: “disipad vuestras penumbras materiales y encontrareis al hombre”, proceso que también está definido en las llamadas “iniciaciones” en ocultismo, correspondiendo: -A la primera: -la transmutación de la materia que manifiesta la energía en el plano físico.

31

Se corresponde con la sublimación de las estructuras físicas del reino mineral y que forman parte del Humano. -A la segunda: -Es el reino vegetal el transmutado y la energía se manifiesta en el plano astral. -A la tercera: -Se corresponde con el reino animal y se manifiesta la energía en la mente. -A la cuarta: -El cuerpo causal, búdico o Alma controla a los otros tres. Su transmutación permite el paso de mónadas animales al reino humano, así como el intercambio entre los tres aspectos superiores y los tres inferiores del reino humano. Puede afirmarse que todo estado material tiende a evolucionar hacia otro superior y de manera inevitable. Corresponde a estas cuatro primeras iniciaciones toda la evolución material que a través de su progresivo ennoblecimiento se sutiliza cada vez más por el trabajo de seres o entidades que colaboran y aprenden junto con el ser humano. El símbolo de esta íntima y estrecha colaboración entre dos evoluciones paralelas, la humana y la angélica, es la luz, para lo cual se requiere entendimiento y diálogo de manera que el hombre pueda “oír” el color y el ángel “ver” el sonido. Puede ser otra forma de expresar la transmutación. La terminología esotérica relaciona estos conceptos considerando que la hipótesis o propósito humano constituye una electricidad unipolar positiva que utiliza la energía de la voluntad a través del llamado Fuego de Fohat, es el Espíritu o aspecto Padre en su estado puro. La materia o realización de ese propósito es la electricidad unipolar negativa, se manifiesta a través del Fuego de Kundalini y constituye el aspecto Espíritu Santo. Y la combinación entre los dos anteriores forma el Fuego Solar, es la luz o aspecto Hijo.

32

Cuando lo positivo y lo negativo consienten en combinarse perdiendo la identidad que les es propia, por lo que se combinan y no se mezclan, así podría producirse aquello que místicamente denominamos luz. En la quinta iniciación continúa el proceso, y ya vimos que es la primera vez que la naturaleza humana puede realizar el efecto de aspiración, consistente en el paso o transmutación desde el Reino Humano al Espiritual, la 5ª Jerarquía Creadora. Corresponderá a las cuatro primeras iniciaciones la totalidad del efecto servicio y que abarca toda la materia en posible manifestación para nuestro actual 2º Universo. Es entre la cuarta y quinta iniciaciones cuando el alma, controlando a la personalidad que la ha envuelto hasta entonces, ha de desprenderse totalmente de esta envoltura, proceso conocido en ocultismo como la destrucción del cuerpo causal y que en lenguaje simbólico o místico se exclama “Padre, por qué me has abandonado”. Supone el vacío en su máxima expresión y en su acepción más absoluta, es la noche oscura del alma de Juan de la Cruz porque la conciencia o alma humana ya no dispone de materiales en los que manifestarse, los ha sublimado todos y cada ser o entidad constructora ha regresado perfeccionado mediante el efecto servicio a otro nivel de expresión logoica en el que se manifestará como polaridad positiva habiendo sido negativa antes de la sublimación. Cuando el proceso radiactivo impelido por el alma humana transmuta la totalidad de átomos materiales que estructuran sus cuerpos mental, astral y físico, tan solo quedan los núcleos habiendo culminado su proceso de evolución material en este sistema solar y continuará evolucionando más allá de la materia en la actual manifestación. En el momento en el que el último de los electrones absorbe la energía del núcleo del que forma parte y logra desprenderse, la estructura humana se constituye únicamente por los núcleos atómicos, es decir, la pura esencia de lo que fue materia y energetizados al máximo de su capacidad, constituyendo la más elevada de las manifestaciones de la Voluntad Logoica en el ser humano. A partir de entonces ya no puede manifestarse en la materia que le ha servido durante millones y millones… de años, de ahí el profundísimo e inenarrable vacío que puede suponer y que no disponemos de expresiones para su manifestación objetiva.

33

Es a partir de la quinta iniciación pues, que se evoluciona únicamente con la electricidad de polaridad positiva o Fuego de Fohat en su potencia máxima, expresión de la Voluntad Absoluta, Voluntad que hasta entonces era conocida por el Iniciado como un concepto mental, muy elevado y abstracto pero mental. A partir de este momento ya no tiene mente. Esotéricamente estamos enunciando el experimento que llevaron a cabo los científicos Hertz y Hallwachs en 1.886-87 respecto de la absorción energética por parte de un electrodo iluminado que cede inmediatamente la energía absorbida al otro electrodo. Efecto fotoeléctrico Veamos una sencilla ilustración del efecto fotoeléctrico:

La luz ilumina la placa metálica que está formada por átomos con cargas positivas o protones y negativas o electrones. Los electrones

34

absorben la luz energetizándose hasta que logran vencer la fuerza que los mantiene formando el metal. Comienzan a desprenderse y cuando lo hayan hecho todos, se habrá producido un cambio en la estructura del metal ya que tendrá una composición distinta de la original, habiendo pasado hacia otro estado menos másico o de menor densidad y ya no será el mismo que teníamos antes. El desprendimiento de los electrones produce la radiación y vimos al viajar en el tiempo que produce cambios en todo tipo de materia, recordemos lo observado en los años 1.911 y 1.934 que se obtuvo silicio a partir del aluminio. Observemos un gráfico sobre el proceso de mutación atómica por efecto de la radiación:

35

Hemos de iniciar nuestra exposición desde la premisa de que la masa del electrón es casi 2.000 veces menor que la del protón. En el gráfico superior hemos representado la posible evolución de un átomo que absorbe energía, proceso que se manifiesta como el aumento de la distancia entre el orbital de electrones y el núcleo hasta que comienzan a desprenderse aquellos electrones que orbitan en los orbitales más periféricos debido a que han logrado vencer a la fuerza que les mantenía en la estructura atómica. Continúan teniendo la misma masa pero son cada vez más energéticos y van cambiando de átomo en átomo hasta que su masa ya no puede absorber más energía, entonces se produce la transmutación, pues como el proceso de absorción energética es inevitable, para que puedan continuar absorbiéndola han de cambiar su carga eléctrica a positiva, cambio que habrá de producir nuevos átomos más energéticos que los anteriores pero menos másicos. Esta disminución de la masa y el aumento de potencial energético tiene su similitud con el proceso de la disminución del tiempo que se tarda en recorrer un mismo espacio al aumentar la velocidad del desplazamiento, pues la energía es al espacio como el tiempo lo es a la masa. Este proceso podría constituir la base de la espiritualización de la materia. En lo que respecta al protón, cuando absorbe energía ha de atraer a electrones más energéticos, por lo que se tendrá que desprender de los que tiene para atraer a los otros de mayor potencial, proceso que se traduce como la formación de átomos con mayor carga energética pero de la misma masa, hasta que esta masa ya no puede soportar mayor energía y ha de transmutar, por lo que era protón ha de pasar a ser electrón cambiando su carga eléctrica de positiva a negativa. Como la masa del protón es casi 2.000 veces superior a la del electrón, los nuevos átomos que se formarán serán más másicos que los anteriores, lo que podría constituir el proceso de la materialización del espíritu. Observamos pues, que en los dos procesos se produce una circunstancia común, la de mayor nivel energético que el anterior y que está propiciado por el abandono de una estructura material que ya no puede absorber mayor cantidad de energía para dar paso a otra estructura renovada más energética que la anterior, por lo que podemos aprovechar este proceso para identificarlo con el bien, mientras que la pertinaz resistencia de la materia ya estructurada a ser transmutada podría constituir la base del mal.

36

El proceso de la materialización es lo que hemos definido anteriormente como efecto de servicio, mientras que el efecto aspiración lo constituiría el proceso de la espiritualización. Si trasladamos la estructura atómica a la psicología humana, el núcleo atómico o carga eléctrica positiva simboliza la capacidad de estructurar un propósito mientras que el orbital de electrones o carga eléctrica negativa sería el símbolo de la capacidad de realizar. Cuando esa capacidad de realización necesita una materia distinta de la que dispone, supone la muerte de esa estructura material para dar paso a otra nueva, proceso que se repetirá hasta que se agote la materia disponible, por lo que quedará tan solo aquella capacidad de estructurar un propósito –o núcleos atómicos aislados- y lo que antes era positivo o capacidad para proyectar, ha de trasmutar a negativo o capacidad de realizar, pero en un plano material superior al anterior. Por lo que si el hombre es el protagonista del diseño o propósito y el ángel el de su ejecución o realización, se cambian los papeles, el hombre será ángel y el ángel pasará a ser humanidad, ambos en distintos planos de formación de las estructuras materiales, o dicho de otra manera, lo que es humanidad o protón en la 4ª Jerarquía será ángel constructor o electrón en la 5ª o Reino Espiritual. La humildad es una cualidad que podría derivarse de este proceso transmutador si realmente admitiésemos que lo más elevado de nuestro 4º Reino será lo menos elevado en el siguiente, el 5º, de manera que el fin de algo coincida siempre en el principio de otra cosa, jamás puede perderse la continuidad y en ello podría consistir el proceso evolutivo, pues aquello que constituye energía en un plano, es materia en su inmediato superior de la misma manera que la idea de una persona es el pensamiento de otra, admitiendo que todo pensamiento es la parte concreta que se origina por una idea, que es la parte abstracta, y si continuamos con las analogías, podríamos decir que la idea es el propósito y el pensamiento su realización en la materia. El vacío El mencionado proceso de transmutar hacia el estado inmediato superior supone la concepción del vacío, que en realidad supone plenitud porque se ha alcanzado la perfección arquetìpica en un plano, y la misma creación abarca tanto al acto de realizar como al de idealizar. Cuando se idealiza y se realiza de manera consciente, surge aquello que denominamos como conciencia.

37

El vacío supone la finalización de un proceso que se ha servido de determinada organización material y el principio de otro que precisa de distinta organización, lo que estructurará un nuevo estado material. Es la capacidad de abandonar una materia para adoptar otra, supone el tránsito hacia lo desconocido y la sensación de nadencia que provoca el abandono de lo que se posee sin poseer todavía lo nuevo, es dejar lo creado en un plano sin haber creado en otro, es la “noche oscura del alma” de Juan de la Cruz. Si esquematizamos gráficamente lo antedicho, podría aplicarse tanto a una unidad atómica como a un sistema solar, galáctico o cósmico, constituyendo en todos los casos un germen en primer lugar, formado por la hipótesis o Voluntad de que algo se pretende realizar y que constituye un núcleo eléctrico positivo que por atracción, formará un átomo cuando atraiga a un electrón de su misma carga eléctrica pero de signo negativo, siendo el momento en el que algo se ha creado en un plano material y objetivo.

38

Todo lo creado evoluciona imparable e inevitablemente a través del doble proceso de servicio y de aspiración, ya que la conforman una dualidad que se manifiesta como las fuerzas de atracción y repulsión y el proceso evolutivo es radiactivo, pues la radiactividad produce transmutación material …. y el paso que supone el fin de algo hacia el principio de otra cosa, es el vacío, pero un vacío creador, no un vacío en el que nada existe sino que todo lo contiene. Así sucesivamente repitiéndose en el infinito este proceso y que proviene del infinito, tanto si es considerado a nivel Logoico como humano o atómico, es decir, macroscópico o microscópico. Todo ser constructor proviene de una humanidad en otra expresión logoica y su labor se manifiesta en la locución mística del “pedid y se os dará” mientras que todo ser humano tiene como destino convertirse en luz o energía a través de innumerables procesos en los que ha conseguido que sea realizada su proposición, es decir que la polaridad positiva de su hipótesis se corresponda con la negativa de la sustancia para manifestarse en la materia. Cada hombre tiene un ángel y cada ángel un hombre. Cuando su polaridad positiva es máxima o máxima es la complejidad de su hipótesis, supone la utilización de toda la sustancia para manifestarse en la más perfecta de las materias exigiendo un ángel tan experto y puro como lo sea su hipótesis, uniendo la pureza de intención con la perfección estructuradora de formas en sus máximas expresiones. Este es el momento de máxima luz en el que se exige al ser humano “déjalo todo y sígueme”, es el vacío que supone la transmutación. Habremos de considerar la existencia de propósitos humanos egoístas, es decir densos y por tanto de escasa potencia eléctrica positiva, lo que comporta la atracción de ángeles constructores también densos y poco potentes cuyas sustancias se acercan más a las del plano físico que a otros más sutiles, por lo que debido a las grandes densidades de ambos, las materias resultantes son másicas, pesadas y constituyen lo inferior del reino humano e incluso pertenecientes a reinos inferiores como el animal, vegetal o mineral. Así observamos comúnmente, comportamientos humanos que tienen que ver con los del reino animal. Cuando seamos capaces de no efectuar proposiciones propias de reinos inferiores, todos los ángeles constructores del reino animal y que todavía están activos en el humano, transportarán a este reino la energía que han absorbido en el humano para convertirse en quienes realizarán las hipótesis, es decir, en la futura humanidad subyacente en el reino animal. Tal es el efecto servicio.

39

De manera análoga, los que evolucionamos como humanidad en el actual 2º Universo, procedemos de alguna Expresión Logoica de la Voluntad y constituimos el conjunto de cargas eléctricas positivas o núcleo, las llamadas místicamente “chispas monádicas” cuya evolución podría consistir en lo expuesto con anterioridad y cuyo destino podría ser el de actuar como constructores o “àngeles” en el tercer Universo. Esotéricamente se afirma que el destino de la humanidad es convertirse en un cuerpo de luz, así también en el ámbito científico se reconoce que somos hijos de la luz. Parece que el esoterismo y la ciencia no andan tan lejos. Visto con este criterio, hemos creado el mito de un dios al que hemos rebajado a la condición humana adornándolo con inalcanzables e imposibles virtudes, mientras que al diablo le hemos cargado con todos nuestros defectos y vicios, situándolos a ambos fuera de nosotros, designando al diablo como culpable y al dios como proveedor. Todo ello pueden constituir nuestras creencias y la responsabilidad de cada cual es saber aquello en lo que cree o continuar creyendo en lo que no sabe, por lo tanto sumido en la ignorancia. Cuando en un laboratorio se ha conseguido aislar un protón “aparece” un electrón con su misma carga eléctrica pero de signo negativo para formar un nuevo átomo, creando materia artificial. Lo sorprendente es que la “aparición” del electrón se produce al azar y sin la posibilidad de que el científico pueda controlarlo para decidir cuándo o cómo ha de aparecer. Existe, experimentalmente comprobado, una Ley Universal mediante la que ante una carga eléctrica positiva aislada aparecerá otra negativa para formar materia. Las cargas positiva y negativa son distintas sustancias que al combinarse producen la materia a la que llamamos “cosas”. Si el protón o propósito humano es egoísta atraerá a su homólogo negativo o sustancia constructora para producir una materia que será agradable y satisfactoria a su creador, pero desagradable y perjudicial para los demás debido al sentido egoísta que impregna a la intención creadora, por lo que acabamos de crear la maldad correspondiente a ese deseo egoísta. No es el diablo quien incita y gesta el mal, sino nosotros mismos, los seres humanos a través de nuestras hipótesis personalistas y separadoras. “Daemon est Deus inversus” (El demonio es la inversión de dios), dice un antiguo comentario. Somos los seres humanos quienes a través de nuestras ignorantes, intencionadas y egoístas proposiciones, hemos separado la labor del diablo de la que realiza un arcángel, cargando al diablo con todo el mal hecho y por hacer. De la misma manera que el arcángel realiza los designios de dios sin cuestionarlos, porque carece de conciencia para juzgar, el diablo

40

hace lo mismo respecto del ser humano y no tiene posibilidad de entender ni de comprender si satisface o hiere al hombre. La conciencia es al ser humano como la realización es al ángel, y una de las manifestaciones posibles de la conciencia humana es juzgar. Al hombre le corresponde decidir. Si nos metemos otra vez en el laboratorio, podríamos observar ahora con el microscopio STM a un átomo. Fijémonos en el electrón: su carga eléctrica es justo el doble de la que podría tener una esfera material con su misma masa y cargada eléctricamente, ello es debido quizás a que efectúa dos vueltas alrededor del núcleo para completar un solo orbital. En la primera vuelta parece que tantea el espacio pretendiendo captar algo y en la segunda vuelta lo ejecuta, adaptándose a lo captado en la primera. Nunca se mueve por el mismo sitio ni a la misma velocidad –de ahí el principio de incertidumbre de Heisenberg, 1.960- es decir que el electrón o ángel interpreta la voluntad humana procedente del núcleo atómico para ejecutarla inmediatamente, tanto a nivel atómico o microcósmico como en el macrocósmico, llegando así a la configuración material de un átomo, de un hombre, de un planeta, de un sistema solar o del propio e infinito cosmos. Parece irresponsable por nuestra parte el acusar al diablo de maligno, cuando no hace otra cosa sino cooperar en la ejecución de la voluntad humana siendo inconsciente de la bondad o maldad del resultado. La determinación de que una hipótesis puede ser realizada, supone un equilibrio entre la voluntad de realizar o polaridad positiva y la de ejecución o polaridad negativa, que tan solo este equilibrio puede producir la luz, que la luz ilumina a la materia para iniciar el efecto fotoeléctrico y la radiactividad, que la radiación transmuta a la materia en otra nueva, que la nueva materia puede suponer mayor polaridad negativa que la anterior, que al aumentar la polaridad negativa tendrá que hacerlo la positiva para restablecer de nuevo el equilibrio, que el nuevo equilibrio producirá más luz que antes, al haber aumentado las polaridades, (“la luz dentro de la luz”), a mayor luz se producirá un efecto fotoeléctrico de mayores efectos, si aumentan los efectos aumentará la radiación … etc. … etc., deducimos que el vacío o sentido absoluto del silencio puede ser debido a que esencia o núcleo y sustancia o electrón forman la materia, que si la materia transmuta para adquirir mayor perfección es porque cambian su esencia y sustancia en el mismo sentido y este proceso no tiene principio ni fin lógicos porque no pertenecen al tiempo, sino que son características del espacio. Permanecemos en la ignorancia mientras nos movemos por el tiempo, pero cuando el movimiento es a través del espacio deviene la sabiduría, lo que equivale a decir que es sabio quien diseña un

41

propósito por sí mismo, mientras que permanece en la ignorancia quien asume la creación que otro ha realizado. Aunque la lógica nos dice que habrá que asumir creaciones de otros mientras no hayamos alcanzado nuestro propio poder de creación. Cuando pretendemos establecer esa lógica desde lo que comprendemos, nos resulta imposible hacerlo con exactitud y concreción, debido a que pretendemos realizar lo irrealizable, a que nos conformamos con lo poco que comprendemos y a no esforzarnos por comprender más, entonces tiene la razón Heisenberg. Pero en cuanto seamos capaces de razonar por nosotros mismos apoyándonos en todo lo que ya es concreto, podrá resultar posible establecer la correspondiente lógica razonada entre la hipótesis y su realización, sea en el plano que sea donde se esté produciendo la relación o combinación. Al sutilizar al máximo este último proceso ya no estaremos utilizando la mente lógica o concreta sino la abstracta, esa a la que todavía la forman núcleos en espera de sus correspondientes electrones para constituir materia allí donde todavía no la hay: en la mente abstracta actual. Y entonces tendría razón Einstein. Parece que la historia se repite. A medida que la humanidad forja propósitos de justicia, de voluntad al bien y fraternales, se suceden transmutaciones desde la actual materia hacia el aislamiento y soledad de los núcleos por efecto de la radiactividad. Como toda perfección empieza arriba, han de ser las materias o planos mentales las primeras en transmutar, seguidas de las del plano astral y las del físico. Al efectuarse tal transmutación y aparecer núcleos negativos que eran antes positivos, la suma de todos ellos produce un clamor invocativo o demanda en forma de capacidad para realizar, capacidad que atraerá a la correspondiente polaridad positiva más pronto o más tarde, y que supone la capacidad de idealizar. Si la demanda es potente, así será la respuesta y este podría ser el mecanismo mediante el que se realizaría la denominada místicamente como “llegada del Avatar”, simbolizando el poder atractivo que ejerce todo vórtice de energía sobre su complementaria, es decir, la negativa sobre la positiva y viceversa. Siguiendo esta lógica, el primer plano en el que se manifestaría un Avatar es el mental, puesto que constituye el primero de los planos de la materialización del espíritu, habiendo sido atraído o absorbido (hemos de utilizar expresiones que quizás no sean las más correctas) por la existencia del conjunto de núcleos atómicos mentales humanos transmutados a negativos.

42

Es la “Venida Avatárica” captada por seres del reino humano o de otros reinos, que han transmutado su propio plano de manifestación creando un vacío. Utilizando una expresión esotérica, equivaldría a la tercera iniciación. Si se continúa el proceso transmutador sucede análogamente en los planos astral y físico con respecto de las iniciaciones segunda y primera, efectuándose la relación directamente con el propio Avatar o a través de sus discípulos. El predominio de la materia se nombra esotéricamente Kali Yuga o Edad de Hierro, y se corresponde con el plano físico, a la que se suceden otras como consecuencia del proceso de la transmutación o radiactivo, recorriendo las Edades del Bronce o plano astral y la de la Plata o plano mental, hasta llegar al plano búdico o Edad de Oro, en la que tan solo existirán núcleos. Así quedaría configurado un nuevo estado material correspondiendo a una nueva expresión de la Voluntad Logoica, quedando de manifiesto como estructuras sociales más justas, gestadas por una mayor voluntad al bien que, a pesar de todo y de todos, persiste en cada corazón humano, habiendo producido a lo largo del proceso grandes transformaciones sociales. Hemos de admitir la existencia de fuerzas que se resisten a cualquier cambio y que pueden llegar a arrastrarnos cuando la energía en nuestros núcleos atómicos es débil, es decir que admitimos sus dictámenes en forma de pensamiento, sentimiento o actitud. Ello es lo único que retrasa el proceso de la transmutación, sin llegar a paralizarlo. Transmutar es progresar desde lo denso hacia lo sutil, desde lo gravitatorio hacia lo magnético, hasta que todo lo que era gravedad se haya convertido en magnetismo y culminando con el último de los procesos en la materia que consiste en la transmutación de todo lo que es magnético en eléctrico. De manera que podríamos definir resumidamente nuestra evolución como el proceso que va desde la gravedad a la electricidad pasando por el magnetismo. La suma de todas las estructuras con tendencia hacia lo gravitatorio o denso, intentando retrasar la transmutación o vacío, constituyen el llamado guardián del umbral, con un poder invocativo que se manifiesta de forma similar al avatar, pero con polaridad negativa, mientras que el avatar está constituyendo una polaridad positiva. El aumento de la potencia del guardián del umbral también constituye una demanda o poder invocativo, el que se denomina como anticristo. Toda estructura que se oponga a transmutar evitará el vacío, porque nunca quiere abandonar lo que ya posee, lo único que le

43

aterra es el vacío ya que allí se reduce a la nada, mientras que la estructura transmutada se convierte en el todo. El ángel de la presencia constituye la suma de todas las estructuras que se han desprendido de sus electrones por el proceso descrito y que van a ser transmutadas a negativas conscientemente. Esta podría ser su misión en la Tierra, la de realizar el proceso transmutador, y no puede efectuar su trabajo si antes la humanidad no hemos hecho el nuestro. El ángel de la presencia es el mediador entre la humanidad y el avatar, de la misma manera que el guardián del umbral es el mediador entre la humanidad y el anticristo. Dice Agustín de Hipona: “El mundo fue creado con el tiempo, y no en el tiempo” Y un comentario esotérico: “Que cesen los constructores externos y que inicien su trabajo los internos” Eloy Millet Monzó. Diciembre-2006